Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes © Laya Sapiens
Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes
Indice TEMA 12..............................................................................................................................................................1 ACTUACIÓN EN HABITACIONES DE LOS ENFERMOS Y ESTANCIAS COMUNES......................2 1. UNIDADES DEL PACIENTE............................................................................................................2 A. Concepto y requisitos de la Unidad de Paciente..........................................................................2 2. LA CAMA HOSPITALARIA.............................................................................................................4 A. Partes de la cama.........................................................................................................................4 3. PROCEDIMIENTOS DE PREPARACIÓN DE LAS CAMAS.........................................................8 A. Precauciones especiales................................................................................................................8 4. ACTUACIONES DEL CELADOR...................................................................................................12 5. ACTUACIÓN DEL CELADOR EN RELACIÓN CON EL PUESTO FUNCIONAL DE PLANTA ...................................................................................................................13 6. ASEO DEL PACIENTE....................................................................................................................14 A. Aspectos generales de la higiene................................................................................................14
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TEMA 12
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ACTUACIÓN EN HABITACIONES DE LOS ENFERMOS Y ESTANCIAS COMUNES 1. UNIDADES DEL PACIENTE A. Concepto y requisitos de la Unidad de Paciente Se considera como Unidad del Paciente al espacio que ocupará este durante su estancia en el hospital, esto es, a la habitación en la que el paciente permanecerá durante su periplo hospitalario. Es en la habitación, donde el paciente pasará la mayoría del tiempo que dure su hospitalización. Por eso, hay que procurar que ésta sea lo más agradable, cómoda y limpia posible. Para poder conseguir que la sala posea estas condiciones, se ha estipulado una serie de puntos mínimos que se debe cumplir: La habitación, además de estar compuesta por tantas camas como pacientes haya (máximo 4), también deberá tener una mesilla por usuario, armarios, sillas y como "ideal", un baño por habitación. Actualmente, en los hospitales de nueva construcción se crean habitaciones dobles con baño, con una ten−dencia cada vez mayor a las habitaciones individuales. El espacio entre la cama y la mesilla tiene que ser suficiente para posibilitar al per−sonal sanitario la realización de sus actividades con comodidad y, en caso nece−sario, poder instalar aparatos. Por otra parte, el espacio entre cama y cama, al igual que entre cama y pared lateral, deberá ser de 1,20 m. aproximadamente Habrá por cama y enfermo, una toma de oxígeno, una toma de vacío, una cuña o botella, un timbre de alarma, barandillas si se precisan, etc. La luz de la habitación será preferiblemente natural y, en su defecto, será una luz artificial de intensidad lo más moderada posible. El tono de las paredes será de colores no estresantes como el blanco, azul o verde (ambos pastel) y siempre la pintura ha de ser mate. Ideal sería también que las salas se encontraran insonorizadas, pero, en su defecto, se evitará el ruido y se favorecerá un ambiente lo más tranquilo posible. La temperatura de la habitación debe oscilar entre los 18 y los 22 grados.
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Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes B. Mobiliario y accesorios de la habitación del paciente Existe cierto mobiliario auxiliar que se encuentra en las habitaciones de un hospital. Así, la mesilla, la lámpara, el armario, etc., cuya finalidad es proporcionar una mayor comodidad al paciente, pero que no tienen un uso específicamente sanitario. Por otro lado, como accesorios propiamente de un hospital tenemos: Carro-bandeja, que facilita que el enfermo pueda tomar las comidas en la cama. Biombo o cortinas en las habitaciones de más de una cama, para separar espacios y preservar la intimidad en momentos delicados.
C. Instalaciones colindantes a la habitación del paciente Fuera de la habitación, en las instalaciones colindantes deberá existir un teléfono cercano para que el paciente no se sienta incomunicado y pueda contactar con amigos y familiares, y así, no sentirse solo o abandonado. Además, se deberá proporcionar una cierta comodidad, mediante pasillos amplios, suelos antideslizantes, salas de televisión, biblioteca, salas de juegos y, por supuesto, una sala de visitas.
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2. LA CAMA HOSPITALARIA La cama de hospital debe reunir una serie de características que permiten, por un lado, que el paciente se encuentre más cómodo, y, por otro, que el personal auxiliar y sanitario pueda manejarse con facilidad. La cama hospitalaria debe tener una medida aproximada de 210 cm. de largo, con un espacio entre el colchón y el cabecero o el piecero, los cuales serán desmontables. La anchura debe ser de 1 metro, y la altura graduable entre 50 y 90 cm. La espalda y los pies del enfermo deben poder elevarse a distintos ángulos. La cama llevará cuatro ruedas, las cuales se podrán bloquear. El traslado de la cama y el accionamien−to de sus mecanismos podrán hacerse por una sola persona.
A. Partes de la cama a. Colchón Normalmente son de espuma y muelles, también los hay de agua y/o aire (colchón antiescaras o de presión alternante: lleno de agua o aire y movido por un motor, proporciona una variación continua de presión que estimula la circulación cutánea, evitando así, de alguna manera, la aparición de úlceras por presión). b. Ropa de cama La lencería que se emplea para cubrir la cama es: ♦ Funda de colchón: a ser posible con un cara de felpa (absorbente) y otra de hule (impermeable). ♦ Juego de sábanas y entremetidas de algodón, material muy transpirable que evita las reacciones alérgicas. ♦ Hule: sustituido actualmente por pañales abiertos o de noche que se colocan entre la sábana bajera y la entremetida. ♦ Manta de lana: este tejido resiste los frecuentes lavados; es preferible que sea de color claro. ♦ Colcha exterior o cubrecama. ♦ La almohada será blanca y baja. B. Accesorios de la cama La cama hospitalaria puede llevar accesorios complementarios que faciliten la recuperación del enfermo o eviten peligros. a. Barandilla. Conocida también como reja de seguridad. Se acoplan en los laterales de la cama para evitar que el paciente se caiga de la misma, indicada para pacientes inmovilizados, ancianos, niños, enfermos con trastornos psíquicos, etc. b. Arco de protección. Realizado en metal o plástico, de diversos tamaños, que se utiliza para evitar el roce del paciente con las sábanas. Se coloca encima de la cama acoplándose en los laterales o apoyándolo en el colchón, justo por debajo de la sábana encimera. 4
Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes c. Armazón de Bolkman. Es un cuadro de metal que atraviesa la cama por arriba sosteniéndose por un asta al piecero. Se emplea para facilitar la incorporación del paciente con traumatismos en extremidades inferiores, mediante un trapecio que cuelga y le sirve de apoyo. d. Soporte para los pies. Tableros que se ajustan a los pies del paciente o a los lados de la cama para sostenerlos, para evitar la aparición de edemas o que adopten posturas viciadas e incorrectas. Pueden emplearse sacos de arena, toallas enrolladas o férulas antirrotación para inmovilizar el pie y mantenerlo en la posición anatómica. e. Tablas para fracturas o tabla de cama. Indicado para ciertos pacientes traumatológicos; proporciona dureza y rigidez a la cama. Favorece la postura anatómica del cuerpo. f. Protectores de barandillas. Son fundas de polietileno hinchadas de aire, cojines, almohadas,., cuya función es la de evitar que el paciente se lesione si se golpea con la barandilla. g. Cuñas-Tope o "Quesitos". Son accesorios de forma triangular y acolchados que mantienen la estabilidad del paciente. h. Soporte o pie de sueros. Puede ser adaptable a la cama o portátil (se mueve gracias a unas ruedas situa−das en su base). Es un tubo de metal, de altura regulable, en cuya parte superior existen dos o más ganchos de los que penderán las botellas de suero.
C. Tipos de camas a. Cama articulada. Es la más utilizada. Consta de tres segmentos móviles, uno para la cabeza y espalda, otro para la pelvis y el tercero para las extremidades inferiores. Estos se manipulan mediante una manivela, de modo que permita al enfermo adoptar diferentes posturas y una mayor comodidad. Estas camas están provistas de ruedas para facilitar su traslado y de un siste−ma de frenado para evitar que se mueva. En este tipo de camas se colocan colchones de muelles, de una o varias piezas, con refuerzos laterales para evitar que el enfermo resbale sobre los bordes y para conseguir una distribución más uniforme del peso corporal y una mayor comodidad.
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b. Cama de somier rígido. Formada por un somier rígido y, a diferencia de la anterior, sin articulaciones.
c. Cama ortopédica o traumatológica. Indicada para pacientes con fracturas o parálisis de las extremidades. Consta de un marco que sujeta varias varillas, situadas por encima de la cama, y unos sistemas de poleas, por las cuales, pasan unas cuerdas que tienen en un extremo una cincha forrada que se fija a la extremidad del paciente. Por el otro extremo, termina en una empuñadura al alcance del enfermo que le permite incorporarse ligeramente o modificar su posición.
d. Cama electrocircular. Indicada para quemados, politraumatizados y pacientes lesionados medula−res que requieran inmovilizaciones completas en posición anatómica. Consta de un armazón circular que rodea a la cama, dirigido por un motor, que permite que ésta pueda adoptar diversas posiciones (vertical, boca abajo, boca arriba, horizontal, o inclinada en todos los ángulos).
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e. Cama de levitación. La cama de levitación o armazón para el volteo permite cambiar de postura a pacientes cuyos cambios de posición requieren gran dificultad y condiciones controladas. Consta de dos armazones, un armazón anterior para estar en pronación y otro posterior para estar acostado de espaldas. El armazón adicional se guarda en la parte inferior de la cama cuando no se usa. Se compone de tablas para los brazos, tabla para sostén de la cuña, polea y barras de tracción en T. El armazón para el volteo se encuentra a la altura normal de la cama, da cabi−da a pacientes de cualquier tamaño, y la tracción que se ejerce sobre cabeza y pies se conserva mientras se da la vuelta al enfermo. Un sólo cierre de seguridad deja firmes los armazones y al paciente. f. Cama roto-test. Constituye un dispositivo antiescaras excelente, pues reduce los puntos de presión en el cuerpo del enfermo. Es una cama que gira continuamente al paciente. g. Cama libro. Está indicada para aquellos pacientes que necesitan una inmovilización prolongada en el tiempo. Es similar a la cama articulada, salvo que la cama libro permite una angulación lateral que distribuye las zonas de presión y modifica los puntos de apoyo del cuerpo. h. Incubadora. Se emplea en niños prematuros. Es una caja cerrada en la que se mantiene regulada la temperatura, la humedad y el tanto por ciento de oxígeno.
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i. Camillas. Son camas ligeras indicadas para exploraciones o para el transporte del enfer−mo. Pueden ser rígidas o con la cabecera articulada.
3. PROCEDIMIENTOS DE PREPARACIÓN DE LAS CAMAS El arreglo de la cama del enfermo se realizará siempre que éste lo necesite, pero como mínimo, se hará una vez al día, coincidiendo con el aseo personal del pacien−te.
A. Precauciones especiales A la hora de deshacer y hacer la cama, el auxiliar de enfermería debe tener en cuenta una serie de precauciones, para evitar la transmisión de infecciones: ♦ La ropa de cama sucia no debe agitarse nunca, ya que se dejarán en el aire infinidad de gérmenes depositados en las sábanas. 8
Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes ♦ La ropa de cama sucia no debe dejarse en el suelo, por el mismo motivo. ♦ Esta ropa nunca debe tocar el uniforme porque, en caso contrario, el auxiliar podría ir transmitiendo los gérmenes de habitación en habitación. ♦ La ropa de cama sucia se depositará directamente desde la cama en un carro destinado para su recogida. ♦ En caso de enfermos contagiosos, la ropa se meterá en unas bolsas aparte, etiquetadas como "material contaminado". ♦ La ropa sucia nunca entrará en contacto con la ropa de cama limpia. ♦ El carro de ropa limpia se dejará en el pasillo, a las puertas de la habitación, para evitar su contaminación. ♦ Aunque las medidas de limpieza deben ser siempre extremas, en el caso de que el paciente sea un postoperado, éstas deben ser de asepsia absoluta. ♦ En la cama de enfermos con náuseas y/o vómitos, se colocará una funda de plástico sobre la almohada para evitar que ésta se empape. En ocasiones, incluso es necesario retirar la almohada. También se colocará una sábana doblada o una entremetida en la cabecera para que, en caso de vómitos abundantes, se pueda cambiar la cama fácilmente. B. Procedimiento Antes de hacer la cama, el auxiliar de enfermería prepara un carro con ropa de cama limpia, ropa de aseo (toallas,..), material de aseo (esponjas, jabón, agua de colo−nia,..) y ropa personal (pijamas, camisones). Cuando se vaya a deshacer la cama, se colocará a los pies de la misma una silla, en la que se dejará la almohada (sin funda), la colcha (doblada), la manta (doblada en tres) y el hule o funda de colchón si no estuviera manchado. El resto de la ropa se depositará directamente en el carro de ropa sucia. El procedimiento a seguir para el arreglo de la cama es el siguiente: Se abre la ventana para que se ventile la habitación (unos 5-10 minutos). -
Se cierra la ventana y el auxiliar procede al lavado de sus manos.
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Se da la vuelta al colchón y se ajusta su funda.
Se coge una sábana bajera del carro y la coloca sobre la funda del colchón. Se empieza a colocar por la mitad inferior de la cama, luego se procede con la superior, introduciendo los bordes de las sábanas bajo el colchón con forma de "mitra". -
Se remeten los laterales de la sábana bajo el colchón.
A continuación, se coloca el hule en el centro de la sábana y por encima de éste la entremetida. La entremetida debe cubrir totalmente el hule, quedan−do por debajo del paciente entre el pecho y las rodillas.
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Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes Después, se procede con la sábana encimera. El borde superior de la sábana encimera quedará a nivel del borde superior del colchón. -
Se deja la sábana colgando por los bordes y los laterales.
Por encima de la sábana encimera se colocan la manta y la colcha, 20-25 cm por debajo del borde de la sábana encimera. -
Se remete el borde del conjunto por los pies del colchón.
Se colocan las esquinas de igual forma que las de la bajera y se remeten los laterales. La parte superior de la sábana encimera que queda 20-25 cm encima de la manta y la colcha, se dobla sobre éstas y se forma el embozo. Se pone la funda de almohada y ésta se sitúa en la mitad superior de la cama. -
Se comprobará que toda la ropa queda bien estirada y sin arruga.
Estos procedimientos deben realizarse rápidamente y con precisión, evitándole zarándeos y maniobras bruscas al paciente.
C. Supuestos a. Supuesto 1. Si el enfermo no puede moverse de la cama por algún motivo, la cama se hará con el paciente en su interior. En estos casos, deberá tenerse en cuenta que el enfermo no debe ver su temperatura corporal alterada, por lo que se tratará de mantenerlo tapado el mayor tiempo posible lo que, a su vez, permite respetar su pudor. Para este fin también puede emplearse un biombo. Será necesario que la cama la hagan dos personas. Los pasos a seguir son:
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Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes En primer lugar, se hace la mitad derecha de la cama y luego la mitad izquierda. -
Se quita la colcha y la manta.
A medida que se vaya quitando la sábana encimera, se irá tapando al enfermo con una toalla. Se voltea al enfermo hacia el lado izquierdo y se sacan la sábana bajera, el hule, la entremetida y la sábana encimera, enrrollándolas desde los bordes de la cama hacia el paciente. Se coloca la sábana bajera, la entremetida y el hule limpios, cuidando que no toquen la ropa sucia. -
Se remeten las esquinas de la sábana, el hule y la entremetida.
Se voltea el enfermo hacia el lado contrario, sobre la ropa limpia recién colocada, y se procede de igual modo Se coloca al enfermo en decúbito supino o se le deja de lado si está reci−biendo los cambios posturales. -
Se coloca la sábana encimera y se retira la toalla que cubría al paciente.
El proceso del embozo de la manta, la colcha y la sábana encimera es idéntico al del arreglo de la cama sin el enfermo en su interior. Se aflojan la encimera, la manta y la colcha en los pies para facilitar al paciente el movimiento de los miembros inferiores del paciente y evitando así que adopte una postura incorrecta. Se pone la funda de almohada limpia y se coloca bajo la cabeza del paciente. Una vez arreglada la cama, bastará con comprobar que todo esté bien estirado, sin arrugas, y que el enfermo esté cómodo.
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b. Supuesto 2. Cuando el enfermo no se puede voltear a los lados, la cama se hará de arriba hacia abajo. El procedimiento, en este caso, es el siguiente: Un auxiliar levantará ligeramente al enfermo pasando un brazo por debajo de los hombros del paciente, mientras el otro auxiliar enrrollará la sábana bajera, el hule y la entremetida en el centro de la cama, a la altura de su cintura. A continuación, colocará la ropa limpia procurando que no toque la ropa sucia. La parte inferior de la cama se hará levantando ligeramente los miem−bros inferiores y caderas del enfermo. El auxiliar de enfermería pasará un brazo por debajo de las caderas del paciente y le levantará ligeramente, mientras, el otro auxiliar sacará la ropa sucia y estirará la limpia. Hay que tener en cuenta el pudor y la intimidad del enfermo por lo que se respetará cubriéndolo con una toalla de baño durante todo el proceso. -
El resto de la cama se realizará siguiendo el procedimiento habitual.
4. ACTUACIONES DEL CELADOR Son funciones del Celador: Cuidar, al igual que el resto del personal, de que los enfermos no hagan uso indebido de los enseres y ropas de la Institución, evitando su deterioro. -
Instruir en el uso y manejo de las persianas, cortinas y útiles del servicio en general.
Ayudar a las Enfermeras y Auxiliares de planta al movimiento y traslado de enfermos encamados que requieran un trato especial, en razón de sus dolencias, para hacerles las camas.
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Revisar y mantener el buen funcionamiento de sillas de ruedas, pies de goteo, etc.
Vigilar el acceso y estancia de los familiares y visitantes en las habitaciones de los enfermos, no permitiendo la entrada más que a las personas autorizadas. Igualmente, tendrán a su cargo que los visitantes que no tengan acceso espe−cial, despejen las habitaciones y las plantas a las horas establecidas. Cuidar de que los familiares y visitantes de los enfermos no introduzcan en la Institución más que aquellos paquetes expresamente autorizados por la Dirección. Vigilarán el comportamiento de los enfermos y visitantes, evitando que éstos últimos fumen en las habitaciones, traigan alimentos o se sienten en las camas y, en general, todas aquellas acciones que perjudiquen al propio enfer−mo o al orden de la Institución. En caso de conflicto con un visitante o intruso requerirán la presencia del Servicio de Seguridad, por ser éste el encargado de la protección de personas y bienes. Velarán, continuamente, por conseguir el mayor orden y silencio posible en todas las dependencias de la Institución. Se abstendrán de hacer comentarios con los enfermos, familiares y visitantes de los enfermos sobre diagnósticos, exploraciones y tratamientos que se estén realizando a los mismos, y, mucho menos, informar sobre pronósticos de su enfermedad, debiendo siempre orientar sus consultas hacia el Médico encargado de la asistencia del enfermo.
5. ACTUACIÓN DEL CELADOR EN RELACIÓN CON EL PUESTO FUNCIONAL DE PLANTA Los Celadores desempeñarán, además, las siguientes funciones: - Tendrán a su cargo el traslado de los enfermos para la realización de pruebas complementarias o consultas, no abandonándoles hasta que la persona res−ponsable de las mencionadas pruebas o consultas se hagan cargo de ellos. Al realizar el traslado de enfermos a otras dependencias, el Celador será responsable de la documentación que le entregue el personal de Enfermería; igualmente, será responsable de que la documentación o, en su caso, la Historia Clínica no sea manipulada por el enfermo o por sus familiares. Igualmente, correrá a su cargo el traslado de los cadáveres al mortuorio. Tramitarán o conducirán las comunicaciones verbales, documentos, corres−pondencia u objetos que les sean confiados por sus superiores. -
Trasladarán, de unos servicios a otros, los aparatos o mobiliarios que se requiera.
Deberán revisar diariamente las balas de oxígeno, así como su funcionamien−to. En caso de agotamiento o de avería deberán comunicarlo a la persona res−ponsable. 13
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Harán los servicios de guardia dentro de los turnos que al efecto se establez−can.
También serán misiones del Celador todas aquellas funciones similares a las anteriores que les sean encomendadas por sus superiores y que no hayan quedado específicamente reseñadas en el Estatuto de Personal no Sanitario al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social.
6. ASEO DEL PACIENTE Téngase en cuenta que el aseo del paciente corresponde realizarlo al auxiliar de enfermería si bien, excepcionalmente, el celador puede lavar y asear a los enfermos masculinos encamados o que no puedan realizarlo por sí mismos, atendiendo a las indicaciones de las supervisoras de planta o servicio o personas que las sustituyan legalmente en sus ausencias. Por tanto, cuando en el presente epígrafe se haga referencia al auxiliar de enfermería, se debe entender incluido también el celador, dado que en ocasiones deberá realizar la misma actividad que el auxiliar.
A. Aspectos generales de la higiene La higiene personal es el conjunto de actividades destinadas a conservar limpios y preservar la integridad de la piel, cabellos, etc. Dentro de un centro sanitario, ésta es una de las actividades que facilita la observa−ción y vigilancia del estado del paciente y, además, permite establecer una relación cordial con el paciente. Con la higiene se favorece la conservación de la integridad de la piel, se evitan los malos olores, se evita la proliferación bacteriana por el acumulo de secreciones, se estimula la circulación mediante la fricción y, en definitiva, el aseo y la higiene contribuyen a mejorar la autoestima del paciente. Una falta de higiene provoca suciedad en el cuerpo del enfermo, una suciedad que es fuente de infecciones y que puede provocar enfermedades. Por otro lado, cuando el paciente se siente sucio porque tiene olor o sudor, porque no controla la secreciones, etc, se siente mal. El estar limpio y aseado le hará sen−tirse más cómodo y menos violento. En el cuerpo se deposita abundante suciedad a lo largo del día, debido al: -
Sudor: origina olor desagradable en el cuerpo.
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Células muertas: se descaman continuamente para renovarse.
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Grasa: originada en los folículos sebáceos de la dermis.
Polvo y residuos sólidos: se depositan en la superficie del cuerpo a lo largo del día, en mayor o menor medida, según con qué materiales entremos en contacto.
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Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes B. Higiene y aseo corporal a. El baño y la ducha: cuestiones comunes El baño o ducha debe realizarse al menos una vez al día. Cuando el enfermo no pueda valerse por sí mismo, el Auxiliar de enfermería deberá ayudar al paciente a asearse o bañarle él. En el baño del paciente el Auxiliar de enfermería tratará al paciente con sumo cuidado, con delicadeza, de manera suave y realizará el aseo de forma rápida para que el paciente no se enfríe. En todo momento deberá evitar herir su pudor. El Auxiliar de enfermería nunca debe dejar al paciente sólo en el baño, para evitar que se produzcan accidentes (resbalones, caídas...). En primer lugar el Auxiliar dispondrá y preparará todo lo necesario para el baño o ducha. Para ello deberá: -
Cerrar las ventanas del baño.
Comprobar que la habitación tenga buena temperatura o en su defecto procurar que la tenga. Coger de la habitación del paciente: una toalla de baño, una toalla pequeña, un camisón o un pijama, una pastilla de jabón, una esponja, una muda. -
Colocará toda la ropa en una silla al lado de la bañera.
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Pondrá la toalla pequeña en el suelo como felpudo.
Los diferentes tipos de baño son los siguientes: -
Baño normal (en la bañera).
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Ducha
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Baño en la cama.
El baño es relajante mientras que la ducha activa la circulación. b. Aseo en la ducha El paciente necesitará una ayuda mínima, puesto que para asearse en la ducha su enfermedad no debe ser muy invalidante. Puede facilitarse al paciente un taburete para que se duche sentado, en el caso de que no pueda mantenerse estable en posición de bipedestación (de pie) duran−te ese tiempo.
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Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes Se colocará en el suelo de la ducha una alfombrilla de baño antideslizante para evitar resbalones y caídas, también debe existir una agarradera en la pared para favorecer la estabilidad del paciente en bipedestación. Los pasos a seguir para una ducha correcta son los siguientes: -
Mojar el cuerpo con agua caliente para abrir los poros.
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Enjabonar la piel con jabón de PH neutro.
Frotar las partes del cuerpo donde se adhiere más la suciedad, con una esponja suave. -
Aclarar con abundante agua.
Terminar con un chorro de agua templada para tonificar el cuerpo y acti−var la circulación. El Auxiliar de enfermería ayudará a enjabonar el cuerpo del paciente, si éste lo precisa, y tras el aseo, le ayudará a salir de la ducha, a secarse y a vestirse. Finalizado el proceso, procederá a recoger el baño y avisará al Servicio de Limpieza para que limpie y friegue el cuarto de aseo. c. Aseo en la bañera El paciente necesitará un grado de ayuda determinado dependiendo de su estado y de la enfermedad que padezca. Es importante vigilar la temperatura del agua del baño para evitar complicaciones; por ejemplo, el agua a una temperatu−ra elevada puede producir caídas de la tensión arterial por vasodilatación perifé−rica y en pacientes con alteraciones de la sensibilidad puede producir quemaduras. De la misma manera que en el caso anterior, se puede facilitar al paciente un taburete, una alfombrilla antideslizante y agarraderas en los laterales de la bañera para evitar accidentes. Tras los preparativos comunes, el Auxiliar llenará la bañera procurando que esté a una temperatura agradable. Una vez preparado el baño, el Auxiliar ayudará al paciente a levantarse de la cama y ponerse las zapatillas, le acompañará al baño y le ayudará a quitarse la ropa y a introducirse en la bañera. Tras el aseo, le ayudará a secarse y vestirse y se recogerá y limpiará el cuarto de baño. d. Higiene del paciente encamado Cuando el paciente está encamado, el aseo se le realizará en la cama. Este aseo propicia una vigilancia y observación más directa del paciente y permite realizar movilizaciones y cambios posturales que disminuyan el riesgo de aparición de úlceras de decúbito. El baño al paciente encamado lo realizará el Auxiliar de enfermería bajo la supervisión de la enfermera. 16
Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes El procedimiento a seguir por el Auxiliar de enfermería para un baño correc−to es el siguiente: -
Explicar al paciente lo que se va a hacer.
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Preparar el material necesario y comprobar la temperatura del agua.
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Colocar el material al lado de la cama.
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Ponerse guantes.
Asegurarse de que la temperatura de la habitación es adecuada y que no hay corrientes de aire. Se procurará la máxima intimidad posible del paciente, si éste no está solo en la habitación, colocando biombos entre las camas, corriendo la cortinas que las separan (si existen) o cubriendo al paciente en todo momento con una toalla grande o una sábana. Retirar la ropa de la cama y colocar una manta de baño (impermeable) para no mojar el colchón. -
Desnudar al paciente (quitarle la ropa pero sin dejarle totalmente destapado).
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Solicitar al paciente que se coloque en decúbito supino (si no hay contraindi−cación).
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Realizar el aseo en el siguiente orden: 1.
Afeitado (avisar al peluquero si es preciso)
2.
Ojos (del ángulo interno al externo)
3.
Cara
4.
Cuello y hombros
5.
Brazos, manos y axilas
6.
Tórax y mamas
7.
Abdomen
8.
Piernas y pies
9.
Espalda y nalgas
10. Región genital Únicamente se dejará expuesta la zona que se esté lavando, para conservar el pudor del paciente y evitar que se enfríe. -
Se usará jabón en todas las zonas del cuerpo excepto en la cara y ojos. 17
Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes Hay que insistir en el aseo de los pliegues cutáneos (ingles, axilas, espacios interdigitales), pues es donde se acumula más suciedad. Para lavar la espalda y las nalgas, colocar al paciente en decúbito lateral, y una vez limpias dar masaje con crema hidratante, (cuando sequemos la zona nunca debemos friccionar). En el aseo de la región genital, se limpiará de la zona más limpia a la más sucia, es decir, desde los genitales hacia el ano. En las mujeres insistir en los labios mayores y menores, separándolos para limpiar la hendidura vulvar y el ano. En el varón se retraerá el prepucio para limpiar el glande. Tras el lavado del paciente, se hará un masaje con crema hidratante, alcohol o colonia fresca para estimular la circulación sanguínea. -
Una vez terminado el aseo, vestir al paciente.
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Cambiar o rehacer la cama y acomodar al paciente.
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Recoger el material y ordenar la habitación.
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Lavarse las manos al finalizar la tarea.
Una vez que se ha terminado de lavar al enfermo, se le pondrá el pijama o el camisón limpio, se le peinará y se le lavará la boca si no pudiera hacerlo por sí mismo. Finalizado todo el proceso, el Auxiliar de enfermería cambiará la ropa de la cama y recogerá todos los utensilios. Primero los limpiará y a continuación procederá a colocarlos en su sitio. El material necesario comprenderá: Jabón líquido Esponjas dos palanganas (una para el agua jabonosa y otra con agua para aclarar) Loción hidratante Colonia Ropa de baño (toallas) Manta de baño (para colocar debajo del paciente y no mojar el colchón) Ropa limpia de cama Ropa limpia para el paciente Ropa para el auxiliar (bata y guantes)
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Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes C. Higiene de la piel La higiene es necesario realizarla con las medidas preventivas oportunas para prevenir la aparición de úlceras por presión que son parámetros muy representativos de la calidad de cuidados dados al individuo en el medio hospitalario. Los beneficios de una correcta higiene son: La limpieza de la piel del exceso de grasa, suciedad y polvo del ambiente. -
Facilitar las funciones de normalidad de la piel.
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Evitar la proliferación bacteriana.
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Eliminación de células (descamación).
Cuando se realiza una limpieza incorrecta de la piel se pueden agravar procesos patológicos, ya que el organismo es más susceptible a los microorganismos. El Auxiliar de enfermería tiene la competencia del aseo diario del paciente pudiéndose realizar en la cama dependiendo de la incapacidad o propia patología de la persona o en el w.c. (ducha o baño). La finalidad que se busca con la higiene personal: -
Eliminar malos olores.
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Conservar la integridad de la piel.
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Contribuir a mantener o mejorar la autoestima del paciente.
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Estimular la circulación sanguínea.
Evitar la acumulación de secreciones, del aparato respiratorio, realizando clapping, drenaje postural, así como la proliferación bacteriana que favorece la aparición de infecciones. -
Disminuir la temperatura corporal, cuando sea necesario.
Durante la atención a las necesidades higiénicas del paciente, es el mejor momento para que el Auxiliar valore el estado de la piel de todo el cuerpo, hay que detectar zonas de piel alteradas y zonas donde la higiene ha sido escasa. En la piel se puede observar: el color, temperatura, textura, grosor y turgen−cia. La higiene general y parcial de la piel y capilar se puede realizar según el estado o cambios de la piel en las distintas fases de desarrollo. En el caso del neonato, éste tiene la piel fina e inmadura por lo que hay que evitar la fricción. Además cualquier fisura podrá infectar fácilmente. 19
Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes En la infancia; se precisa una atención continua y se evitará el autocuidado. En los adolescentes; en mujeres debido al aumento de estrógenos en la pubertad, la piel se vuelve más suave y vascularizada. En los hombres por el aumento de andrógenos la piel se forma más gruesa y oscura. Es la época de aparición del acné y del incremento de pelo en distintas zonas del cuerpo. En esta edad hay que potenciar la higiene corporal. En el adulto: el estado de la piel depende de los hábitos higiénicos y de los factores externos expuestos. -
En el anciano; la piel va perdiendo elasticidad e hidratación.
El Auxiliar de enfermería debe fomentar la higiene, facilitando información como: -
Recomendar la higiene diaria (normalmente por la mañana).
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Evitar corrientes de aire durante el aseo.
Beber 2 litros de agua al día para la hidratación de la piel (si no existen contraindicaciones). -
Utilizar lociones para evitar la resecación de la piel.
En el paciente encamado se prestará mucha atención al cuidado de la piel, ya que son más propensos a la aparición de lesiones y úlceras o escamaciones. Por ello, se protegerá en lo posible las prominencias óseas con almohadillados y se realizarán frecuentes cambios posturales.
D. Higiene del cabello El cabello debe lavarse una o dos veces por semana, con un champú adecuado a cada tipo de cabello. Debe extremarse su limpieza para evitar parásitos (piojos, etc.). En la higiene del pelo influye tanto un lavado óptimo, como un buen cepillado, o una correcta alimentación rica en vitaminas A, B, C y minerales. En los paciente encamados el lavado del cabello se realiza en la misma cama. Para este procedimiento se necesitan los siguientes materiales: -
Champú.
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Palangana.
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Jarra o botella para agua caliente.
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Toallas.
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Empapadores.
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Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes El proceso es el siguiente: Se colocará la cabeza del paciente lo más cercana al borde superior de la cama. La cama se cubre con el empapador, colocándolo bajo la cabeza del paciente y alredededor de su cuello, para evitar mojar la cama. La parte distal del empapador se introduce en la palangana, que estará situada sobre una silla, de modo que recoja el agua que se vierte sobre la cabeza del paciente. -
Se vierte el agua caliente y se humedece el cabello.
Se aplicará una pequeña cantidad de champú, masajeando el cuero cabelludo. -
Se procede al aclarado del pelo con el agua de la botella o jarra.
Una vez aclarado el pelo, se recoge con una toalla y se seca (puede usarse un secador si es preciso). Acomodaremos al paciente, tras secar y peinar su cabello. Se comprobará que las sábanas no están mojadas. Si es así, se procederá a rehacer la cama con ropa limpia. -
Se recogerá el material empleado y se ordenará la habitación.
E. Higiene de las manos y cuidado de uñas Las manos deben de estar perfectamente limpias. Esta premisa es imprescindible tanto en los pacientes como en el personal sanitario que los atiende y cuida. Se deberán lavar siempre tras ir al baño, antes de manipular los alimentos, antes y después de manipular al enfermo, antes y después de comer o de dar de comer al enfermo, antes de comenzar la jornada laboral y después de terminarla, etc. Se hará especial hincapié en los espacios interdigitales y en las uñas, que deben siempre estar limpias y libres de esmaltes. Debajo de las grietas de los esmaltes de uñas o debajo de las uñas se acumula gran cantidad de suciedad y restos, por lo que se debe extremar su higiene cuando se va a manipular al paciente. Se hará necesario cepillarlas cada vez que se manipule al paciente, antes y después. Será imprescindible que el Auxiliar lleve las uñas bien cortadas y no muy largas, para no ocasionar lesiones en el paciente cuando realice las técnicas sanitarias. En los pacientes también se extremarán los cuidados de las uñas. Se cortarán y cepillarán siempre que sea necesario y se evitará en lo posible la aparición de lesiones ungulares (onicomicosis, padrastros, etc.).
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Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes F. Cambio de ropa Llevar una ropa adecuada y cómoda es de vital importancia. En muchos casos, evita la aparición de problemas de salud. La ropa debe ser cómoda, de fácil manejo, evitando de esta manera la aparición de rozaduras o trastornos circulatorios por el uso de ropa estrecha. Se debe aconsejar al paciente el uso de ropa de algodón, lana o mezcla con lana, puesto que son materiales más higiénicos, que favorecen la trans−piración. Debe evitarse la fibra sintética, como el poliéster, ya que es menos saludable. Hay qué enseñar al paciente a escoger el calzado adecuado. Los zapatos, ante todo, deben ser cómodos, porque si son ajustados, no permiten la separación de los dedos y ejercen presión sobre los mismos, provocando la aparición de durezas y juanetes. El material por excelencia de un calzado debe ser la piel, porque se amolda a los pies, permite su transpiración y evita la tensión del calzado.
G. Higiene de la boca En el paciente encamado o que no pueda realizarse este tipo de higiene, será el Auxiliar quien proceda al aseo de la boca. La higiene de la boca se realizará tras cada comida, para evitar la proliferación de flora bacteriana patógena que pudiera dar lugar a caries o infecciones bucales. Se emplearán elixires bucales como complemento al lavado de los dientes con cepillo, crema e hilo dental. Se realizará con el fin de mantener una higiene bucal adecuada y prevenir caries e infecciones por hongos. Dependiendo de las características del sujeto se pueden llevar a cabo tres procedimientos: Paciente consciente, paciente con dentadura y paciente inconsciente. Independientemente del tipo de paciente (consciente o inconsciente), precisaremos de: -
Guantes
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Cepillo dental
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Dentífrico
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Vaso con agua y batea
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Antiséptico bucal
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Gasas y pinza (para hacer las torundas)
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Toalla
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Vaselina
a. Paciente consciente 22
Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes Siempre que pueda se estimulará a que lo haga él solo, con el fin de fomentar su independencia. Si es preciso hacerlo por él, seguiremos las siguientes indica−ciones: -
Preparar el material.
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Explicar al paciente lo que se le va a hacer.
Si el paciente está en cama, se elevará el cabecero (si no hay contraindica−ción). Deben limpiarse todas las caras de los dientes y muelas, desde la encía hasta la corona, con un movimiento de barrido, así como la lengua. Es decir, se cepillarán desde la encía hacia abajo, también la cara interna, externa, superior e inferior de dientes, muelas y lengua. Se procederá al aclarado posteriormente (puede hacerlo el paciente por sí solo o con ayuda del Auxiliar). - Proporcionaremos un vaso con agua para el enjuague y una batea. Después se aclarará la boca con solución antiséptica. b. Paciente con dentadura -
Retiraremos la dentadura para cepillarla y aclararla por separado.
La boca se limpiará mediante enjuagues con solución antiséptica o, si el paciente no puede, utilizando torundas impregnadas en dicha solución. Después colocaremos de nuevo la dentadura en la boca, o se introducirá en un vaso con agua y cualquier preparado comercial hasta su nuevo uso. c. Paciente inconsciente Colocaremos al paciente con la cabeza ladeada, con el fin de evitar aspiración de líquido. Le limpiaremos la boca con torundas impregnadas en solución antiséptica bucal, teniendo mucho cuidado de eliminar todos los restos de líquido. Secar bien la boca y aplicar vaselina u otro producto cosmético en los labios, para evitar el agrietamiento de los mismos.
H. Higiene de los ojos Los ojos no deben tocarse con las manos para evitar infecciones. La higiene ocular debe realizarse con abundante agua y se debe procurar que no entre jabón en ellos, para que no se irrite la mucosa. Se secarán con una gasa estéril, empleando una gasa diferente para el lavado y secado y para cada uno de los ojos.
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Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes En el paciente encamado los ojos se lavarán con gasas impregnadas en suero fisiológico. Se procederá a su lavado desde el ángulo interno del ojo hacia el exter−no, (colocando la cabeza inclinada hacia el lado del ojo que estemos lavando). Siguiendo las normas generales, los ojos no deben tocarse con las manos para evi−tar infecciones. Deberá emplearse abundante agua y se deberá procurar que no entre en ellos jabón. Se secarán con una gasa estéril, empleando una gasa diferente para el lavado y secado y para los dos ojos.
I. Higiene de los oídos En el paciente encamado los oídos y las orejas se limpiarán con una torunda de algodón. Siguiendo las normas generales, su limpieza será diaria, no debiendo utilizarse instrumentos afilados. El jabón se usará sólo para limpiar el oído externo y el pabe−llón auricular; el oído medio e interno se limpiarán con bastoncillos.
J. Higiene de la nariz La limpieza de las fosas nasales se hará con un pañuelo o una gasa humedecida, para evitar la irritación. Nunca debe introducirse el dedo en la nariz para limpiarla. Si existe irritación de los orificios nasales, se protegerán con cremas hidrosolubles o vaselina.
K. Higiene de los pies Los pies deben lavarse a diario con agua y jabón para evitar el mal olor. Se debe poner especial atención a la limpieza interdigital, ya que entre los dedos se acumula mucha suciedad. También es importante el secado correcto entre los dedos para evitar la infección por hongos (micosis interdigitales). Si es necesario se emplearán talcos o desodorantes para disminuir el olor. También, deben tratarse y eliminar las durezas de los pies frotándolas con piedra pómez. Deben mantenerse las uñas limpias y cortarlas siempre que sea necesario (en línea recta y con los bordes lisos). En el paciente encamado los pies se colocarán en una palangana, donde se proce−derá a su lavado y cuidado. Se evitará en lo posible el pie equino (con el empleo de férulas especiales), úlce−ras en talones (se almohadillarán), infecciones (secado interdigital adecuado) y se favorecerá el retorno venoso manteniendo los pies y piernas ligeramente elevados.
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Actuación en las habitaciones de los enfermos y estancias comunes L. Higiene de los genitales La higiene de los genitales debe realizarse a diario y después de la micción o defe−cación. Para el aseo de la zona genital se empleará una palangana o cuña, se vertirá agua limpia y sin jabón desde la zona púbica hasta el ano. Posteriormente se procederá al enjabonado (en dirección púbico-anal), aclarado (con agua limpia) y secado de la zona. En la mujer, se hará más hincapié en la higiene de labios mayo−res y menores, hendidura vulvar y ano. En el hombre se aseará el escroto, las ingles, se retraerá el prepucio para asear el glande y el ano. Si el paciente puede, se lavará él mismo los genitales. En caso contrario, lo hará un Auxiliar del mismo sexo si el paciente así lo solicita.
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