EL ARTE DE LA GUERRA SUN-ZI El arte de la guerra de Sun-zi es el libro de estrategia más antiguo del mundo y también el más conocido y estudiado, dentro y fuera de china. Su estructura y redacció r edacciónn datan el período de los Estados Beligerantes Beligerantes (403-221 antes de Cristo), período trascendental trascendental en la formación de aquella civilización. Los teóricos en las técnicas de dirección empresarial, llegaron a la conclusión de que la doct doctri rina na de Su Sunn-zi zi era era apli aplica cabl blee al comb combat atee diar diario io por por el cont contro roll del del merc mercad ado, o, transfiriendo el léxico a la jerga comercial, pero sin necesidad de introducir grandes cambios conceptuales. El libro consta de dos partes 1) Comprende Comprende los trece trece capítulos capítulos tradicio tradicionale naless (canónicos). (canónicos). 2) Los cinco cinco capítulos capítulos recuperados recuperados en 1972 1972 que no estaban en en los trece trece tradicionales. tradicionales. LOS TRECE CAPÍTULOS CANÓNICOS 1) Análi Análisi siss de los los facto factores res
Para poder diagnosticar las posibilidades de alcanzar la victoria, debemos examinar la situación de partida mediante el análisis de 5 factores: 1) Dao Es la senda y el objetivo. Es el camino que debe seguir el individuo y la humanidad para alcanzar la anhelada armonía. Garantiza la sintonía de la mentalidad popular con la de los gobernantes. Si el dao coincide con el de quien dirige el país, el pueblo estará dispuesto a seguirle hasta la muerte. 2) Clima Depende de la noche y el día; del frío y el calor; y de los cambios estaciónales. El clima influye en pro o en contra de la victoria. 3) Terreno Sus características son: la inclinación, distancia, dificultad, altitud y accesibilidad. 4) Mando Se caracteriza por: la sabiduría, rectitud, afabilidad, valor y temple. 5) Organización Se entiende por: eficacia, estructura, control del gasto y logística.
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Después del análisis de factores, hay que evaluar nuestras propias fuerzas en comparación con las del contrario, para que podamos vaticinar nuestras posibilidades de vencer. El siguiente paso, es idear la maniobra que permita forzar la situación de partida. Maniobra = concepción e implantación de los procedimientos dirigidos a controlar el resultado final o a inclinar la correlación de las fuerzas hacia nuestro lado. La acumulación de factores favorables permite vaticinar la victoria. En cambio, la acumulación de factores desfavorables permite vaticinar la derrota. 2) Normas operativas
Persigue la victoria rápida, huye de las operaciones prolongadas (las armas se embotan y la tropa se desmoraliza). El jefe experto en el arte de la guerra será el árbitro de los destinos de su pueblo, y asegurará la supervivencia de su país (debe contar siempre con su propio armamento y material, pero ha de procurar abastecerse en territorio enemigo, ya que si atiende a su abastecimiento, el ejército arruinará el país). 3) Planes ofensivos
La política militar más aconsejable consiste en: 1. Neutralizar los planes estratégicos del enemigo. 2. Erosionar su sistema de alianzas. 3. La última opción: combatir en campo abierto. Lo ideal es preservar el propio país, aniquilar el enemigo es sólo una segunda opción. El objetivo es conservar íntegro el ejército, para que no pierda competitividad. Aplicando este principio las armas no se embotarán y mantendrán agudo el filo. Ese es el arte de la estrategia ofensiva. Consecuentemente, emplearás tus tropas de la siguiente manera:
Cuando dispongas de 10 hombres por cada 1 del contrario, embolsa su ejército. Cuando dispongas de 5 contra 1, ataca. Cuando dobles sus efectivos, no rehúses entablar combate. Cuando estés a la par, trata de dividir sus fuerzas. Cuando tenga más hombres que tú, limítate a defenderte. Cuando estés en condiciones de inferioridad, evítale.
Los factores que aseguran la victoria: 1) 2) 3) 4)
La parte capaz de discernir cuándo debe atacar y cuándo no. La parte que sabe valerse de la superioridad e inferioridad numérica. La parte en la que los mandos y subordinados obran al unísono. La parte que dispone del ejército mejor preparado.
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5) La parte que cuenta con el jefe más competente y autónomo. “El jefe que conoce al enemigo y se conoce a sí mismo no correrá el menor riesgo, aunque libere cien batallas. El que no conoce al enemigo, pero se conoce a sí mismo, ganará algunas batallas y será derrotado en otras. El que no conoce al enemigo, ni se conoce a sí mismo, perderá cuantas batallas entable”.
4) El despliegue
La victoria siempre se puede predecir, pero nunca se puede garantizar. La actitud defensiva permite ser invulnerables, la ofensiva permita detectar los puntos débiles del enemigo. Se adopta una actitud defensiva ante la evidente superioridad del adversario, y se ataca cuando se considera débil. Los factores del arte de la guerra son cinco: 1) 2) 3) 4) 5)
Situación Financiación Logística Efectivos Posibilidades
El análisis de la situación se basa en el terreno, y la naturaleza del terreno condiciona el coste de la guerra y sus previsiones logísticas. La capacidad logística determina los efectivos. Los efectivos disponibles deciden la correlación de fuerzas. La correlación de fuerzas sentencia las posibilidades de victoria o derrota. 5) La maniobra
La maniobra convencional y la maniobra insólita son las que permiten resistir los ataques masivos del enemigo, sin llegar a ser derrotados. ♦
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Maniobra convencional Operaciones convencionales, más o menos previsibles por el adversario. Maniobra insólita Ingeniada por el propio estratega, para sorprender al contrario y originar su destrucción.
En la batalla, la maniobra convencional se utiliza para establecer contacto con el enemigo y romper las hostilidades, y la maniobra insólita para obtener la victoria. 6) Puntos débiles y puntos fuertes
El punto por donde decidamos atacar no debe ser revelado al enemigo. Si desconoce nuestros propósitos, tendrá que dividir sus tropas para ocupar distintas posiciones. Y cuando deba atender a demasiadas posiciones, dispondrá de menos hombres que nosotros. Y, por tanto se hará más débil y vulnerable ante nosotros.
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El despliegue más sublime debe ser único y original. Si tu despliegue huye de los modelos conocidos, ni el espía ni el experto podrán contrarrestarlo. La senda de la victoria esquiva los puntos fuertes del adversario y se precipita sobre los débiles. 7) El combate
En el combate, camufla tu base de operaciones, no emprendas movimientos sin antes evaluar los beneficios derivados de la acción, y dispersa o concentra tus tropas para adquirir una situación ventajosa. El experto en el arte de la guerra debe controlar los siguientes factores: ♦
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Factor moral Rehúye el combate cuando la moral del enemigo es alta (primera hora de la mañana), y ataca cuando empieza a decaer (mediodía) o cuando se ha consumidor (atardecer). . Factor mental Hay que mantener un orden perfecto para neutralizar el desorden del enemigo, y hay que mantener la serenidad para neutralizar su excitación. Factor físico Hay que elegir un campo de batalla próximo para combatir el enemigo que viene de lejos. Emplear tropas bien descansadas para combatir al enemigo que llega agotado. Y, utilizar tropas bien alimentadas para combatir al enemigo hambriento. Factor circunstancial No hay que actuar cuando el enemigo está bien ordenado, ni tampoco cuando presenta formaciones compactas y disciplinadas. 8) Las nueve circunstancias
1) Cuando el jefe recibe órdenes del soberano, concentra su ejército y moviliza a la población, no debe plantar su campamento en terreno difícil. Establecerá contacto con sus aliados en el lugar donde confluyan sus fronteras. 2) No se entretendrá en tierras fronterizas. 3) Preparará planes de emergencia cuando transite por encrucijadas. 4) Luchará hasta la muerte en terreno sin salida. 5) Hay caminos que no se deben transitar.
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6) Tropas que no se deben atacar. 7) Plazas fuertes que no se deben asaltar. 8) Áreas que no se deben disputar. 9) Órdenes del soberano que no se deben acatar. El detenido análisis de las circunstancias positivas le permitirá al jefe experto desempeñar con éxito sus responsabilidades. Y, el detenido análisis de las circunstancias negativas le permitirá resolver con éxito sus problemas. El arte de emplear a las tropas es el siguiente: ♦
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No aguardes a que avance el enemigo; procura en cambio estar preparado cuando llegue. No aguardes a que ataque el enemigo; procura en cambio disuadirle de agredirte. 9) El empleo del ejército
Para emplazar tus ejércitos y evaluar la situación del enemigo, se tiene que tener en cuenta lo siguiente: 1) Características del combate en la montaña Hay que atravesar los montes por el valle. Levantar el campamento en terreno elevado y soleado. Y, cuando se entable un combate en zonas abruptas, hay que evitar progresar contra la pendiente. 2) Características del combate en las cercanías de los ríos Hay que alejarse de los ríos nada más cruzarlos. Cuando el ejército enemigo deba cruzar el río, no entres en el agua para combatir. Es preferible esperar a que sus tropas se encuentren en medio del vado y entonces atacar. Por lo tanto, si pretendes entablar combate, no te aproximes al ejército enemigo cerca de un río, hay que situarnos en terreno elevado y soleado. 3) Características de combate en la marisma Al atravesar una marisma, hazlo por el camino más corto, a toda velocidad y sin detenerte. Si el enemigo te sorprende en una marisma, sitúa tus tropas en zonas herbáceas o cubiertas de agua, con terreno boscoso que cubra nuestra retaguardia. 4) Características del combate en la llanura Hay que situar las tropas en zonas despejadas, apoyando nuestra ala más fuerte en terreno elevado. Estos procedimientos benefician a las tropas y aprovechan todas las ventajas que proporciona el terreno.
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El rigor en la exigencia del cumplimiento de las órdenes crea especiales lazos de unión entre el jefe y sus subordinados. Para ello, hay que tratarlos con deferencia para obtener y conservar su fidelidad, e imponer una dura disciplina para que nunca nos desobedezcan. 10) El terreno
En términos generales, debemos contemplar los siguientes tipos de terreno: 1) Accesible Terreno que cualquier contendiente puede ocupar sin gran dificultad. En este terreno, luchará con ventaja el ejército que entable combate, tras haberse hecho dueño de las alturas soleadas y tenga aseguradas sus líneas de abastecimiento. 2) Engañoso Terreno que permite el avance, pero dificulta el repliegue. En este terreno, podrás derrotar al enemigo, si te aproximas y atacas cuando todavía no está preparado. 3) Neutro Terreno cuya ocupación no beneficia a ninguno de los dos contendientes. En este terreno, cuando el adversario pretende que entablemos combate, no debemos caer en la trampa, sino abandonar la posición y emprender la retirada. Si decidiera perseguirnos, puede ser beneficioso atacarle. 4) Fortificable Terreno donde el primero en llegar ha de atrincherarse y esperar la aproximación del adversario. En este terreno, cuando el enemigo ha llegado antes y lo ha guarnecido, no se debe entablar combate, pero debemos atacar si todavía no se ha atrincherado. 5) Fuerte Terreno donde el primero en llegar ha de situarse en las alturas soleadas y esperar la aproximación del adversario. En este terreno, cuando el enemigo lo ha ocupado antes, debemos abandonarlo, emprender la retirada y no entablar combate. 6) Distante Terreno situado lejos del ejército enemigo. Si las fuerzas están equilibradas, el adversario no querrá aproximarse a nosotros, y no nos beneficiará que avancemos hacia sus posiciones. El terreno es el aliado natural de la estrategia. Por lo tanto, hay que evaluar la situación del enemigo, proyectar maniobras que conduzcan a la victoria, analizar las características y distancias que marca el terreno. El que combate con pleno conocimiento de estos factores, vencerá. El combate sin pleno conocimiento de estos factores, será derrotado. “Evalúa al adversario, evalúate a ti mismo, y tu victoria nunca peligrará. Evalúa el terreno, evalúa el entorno, y tu victoria será absoluta”
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11) La zona de operaciones
Desde el punto de vista de las operaciones militares, debemos considerar nueve variedades de terreno: 1) Terreno dispersante Situado en el interior de nuestro propio territorio. Favorece la huída y dispersión de la tropa 2) Terreno fronterizo Sólo permite una penetración poco profunda en territorio enemigo. 3) Terreno polémico Su ocupación beneficia por igual a cualquiera de los dos contendientes. 4) Terreno comunicado Permite fácil acceso a cualquiera de los dos contendientes. 5) Terreno de confluencia Terreno inmediato al punto de intersección de las fronteras de varios países colindantes. Garantiza alianzas beneficiosas con los vecinos al primero que la ocupe. 6) Terreno vital Situada en el corazón del país enemigo. Una vez ocupado obliga al adversario a la entrega de sus principales plazas fuertes y ciudades. 7) Terreno difícil Terreno alto y escarpado, en el que abundan los barrancos, marismas…. 8) Terreno encrucijada Terreno cuya ocupación exige atravesar pasos angostos, sin escape posible, en los que el enemigo puede tener emboscadas. 9) Terreno sin salida Sólo luchando hasta la muerte se consigue sobrevivir. La derrota supone la aniquilación del ejército. Por lo tanto, no combatas en terreno dispersante (levantar la moral de la tropa). No permanezcas en terreno fronterizo. No ataques ni pares en terreno polémico. No permitas que te intercepten en terreno comunicado (confirmar las alianzas). Firma tratados en terreno de confluencia (prestar atención a su lealtad). Aprópiate de los recursos del adversario en terreno vital (forzar la marcha de la retaguardia). Sal rápido del terreno difícil. Ten listos los planes de emergencia en terreno de encrucijada. Acepta la batalla cuando te encuentres en terreno sin salida (comunicar a las tropas la decisión de combatir a muerte).
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La esencia de la guerra reside en la velocidad. Elige objetivos que se encuentren fuera del alcance del enemigo, dirígete a ellos por las rutas que más le sorprendan, y ataca donde no le haya dado tiempo a prepararse. 12) El combate incendiario
Hay cinco modos de emplear el fuego en el campo de batalla: 1) 2) 3) 4) 5)
Actuar contra los campamentos (las tropas). Actuar contra los almacenes (víveres). Actuar contra los convoyes (equipos). Actuar contra las municiones (armamento). Actuar contra el material (aparato logístico).
En el combate incendiario, debes adecuar tu reacción a la respuesta del enemigo. Es decir, en función del efecto causado en sus filas con respecto a los cinco modos de emplear el fuego. 13) El empleo de agentes
La información es la esencia del arte de la guerra. Los ejércitos dependen de ella para realizar el más mínimo de sus movimientos. La información se adquiere utilizando hombres que estén al tanto de la situación del enemigo. Se distinguen cinco clases de agentes: 1) Agentes locales Hombres a sueldo, naturales del país enemigo. 2) Agentes infiltrados Funcionarios a sueldo del estado enemigo. 3) Agentes dobles Espías enemigos que actúan para nosotros. 4) Agentes falsos Agentes propios a los que se les filtra intencionalmente información falsa para que la transmitan a los espías enemigos. 5) Agentes destacados Actúan en territorio enemigo, pero regresan al propio para informar. Es importante descubrir a los espías que el enemigo ha infiltrado en nuestro campo. Y, convencerlos (pagando) para que trabajen con nosotros, y devolverlos a su campo para tener así, agentes dobles. La información que nos proporción será básica para reclutar agentes locales y agentes infiltrados. Además podremos instruir a nuestros agentes falsos para que filtren información interesada al enemigo. Y, la misma fuente, facilitará el trabajo de nuestros agentes destacados.
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CAPÍTULOS ADICIONALES 1) Las preguntas de Wu
El dao del verdadero soberano consiste en que debe amar a su pueblo y ser generoso con él. Un Estado próspero se consigue cuando el soberano mantiene su austeridad y los funcionarios administran con moderación los bienes. Por lo que, para no fracasar, los soberanos no deben ser ni arrogantes, ni los funcionarios derrochadores. Y, tampoco hay que embarcarse en guerras frecuentes para acrecentar el territorio. 2) Los cuatro imponderables (ampliación de 5 de las 9 circunstancias) 1) Hay caminos que no se deben transitar Camino que, cuando lo seguimos durante un corto trecho, no permite que nuestra vanguardia opere satisfactoriamente, pero que, si lo seguimos durante mucho trecho, no garantiza el adecuado enlace con la retaguardia. No nos reporta ningún beneficio. Si nos detenemos en ellos, el enemigo capturará nuestro ejército. 2) Tropas que no se deben atacar Situación en la que dos contendientes están acampados uno frente a otro. Cada contendiente tiene la fuerza necesaria para batir al otro, pero en un momento determinado, el adversario realiza una maniobra inesperada. 3) Plazas fuertes que no se deben asaltar Situación en la que consideramos disponer de la fuerza necesaria para tomar la ciudad. Si la tomamos no nos reporta ningún beneficio inmediato. Si la ocupamos no tendremos tropa suficiente para defenderla, etc. 4) Áreas que no se deben disputar Montañas, desfiladeros…donde no hay posibilidades de subsistir. 5) Órdenes del soberano que no se debe acatar Cuando las órdenes del soberano se oponen a estas cuatro circunstancias, no hay que obedecerlas. 3) El emperador amarillo ataca al emperador rojo
Para vencer (como hizo el emperador amarillo), hay que avanzar con las virtudes del “yin” en su ala más fuerte, sin separarse de la ruta, y dejando a retaguardia terreno estratégico. Así, se podrá aniquilar al enemigo y anexionar el territorio. Después, durante años hay que dar un respiro al pueblo, para permitir que las cosechas maduren. Y, conceder indultos a los criminales. Para cumplir así el dao celestial. El “ying” en oposición con el “yang”, representa la parte positiva de todo aquello capaz de mostrar dos facetas distintas y complementarias, simbolizando la armonía cósmica, el equilibro con el universo.
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4) La organización del terreno = capítulo 11 versión canónica Se deberá examinar meticulosamente cuantas disposiciones necesites adoptar con respecto a las nueve variedades de terreno, y a las pautas que rigen la conducta humana. 5) Una entrevista con el Rey Wu
Sun-Zi mediante un acuerdo que había tenido durante su entrevista con el rey Wu, acordó instruir hasta el medio día a las damas de la corte. Les dijo que la que no obedeciese sus órdenes sería ejecutada. Después de darle las instrucciones y explicárselas repetidas veces, al ver que no le obedecían y que incluso se reían, decapitó a las dos damas que estaban al frente. Posteriormente, si que le hicieron caso. “Cuando las voces de mando no están claras y las tropas no están habituadas a recibir órdenes, su jefe debe cargar con la responsabilidad de los fallos. Pero cuando las voces de mando están claras y las tropas no obedecen las órdenes, los mandos intermedios (en este caso las mujeres que estaban al frente) deben cargar con la responsabilidad de sus fallos.”
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