Claudia Campos Colino JIMENEZ, J., “Arte es todo lo que los hombres llaman arte”, en Teoría del arte. Madrid, Alianza Editorial, 2004, pp. 17-52. José Jiménez, natural de Madrid y Doctor en Filosofía, profesor de la Universidad Autonómica de Madrid desde 1975, y Catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la misma, ha ostentado a numerosos cargos de gran importancia durante toda su carrera profesional, de los que destacamos su labor como director del Instituto Cervantes de París, la presidencia en la junta directiva promotora del Instituto de Arte Moderno o su Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Gobierno de España. Además de sus cargos institucionales, ha trabajado en numerosas publicaciones, como su dirección en la revista Creaciones, publicando tanto individual como colectivamente. Su libro Teoría del arte, recibió en 2006 el Premio Europeo de Estética por la Sociedad Italiana de Estética. RESUMEN INFORMATIVO. A través de este primer capítulo, José Jiménez nos introduce en un recorrido por el que en la sociedad actual se llega a la identificación inmediata de las cosas con las “imágenes tecnológicamente producidas de las cosas”1, del escándalo con la celebridad, de la firma del artista como único requisito para otorgar la consideración de obra de arte y justifica así la necesidad de una Teoría del Arte, dada la exigencia crítica que debe existir frente al arte actual, en el que, al contrario de lo que los medios de comunicación nos hacen creer, no todo vale. Para ello, el autor, comienza poniéndonos como ejemplo una imagen conocida por todos; La Gioconda o Mona Lisa (1503-1506) de Leonardo da Vinci, y como esta obra maestra, ya reconocida en su época, pasa a ser un símbolo utilizado universalmente; gracias a la difusión de su imagen representada en las revistas ilustradas tras su robo del Museo del Louvre de París, en agosto de 1911; siendo después utilizada tanto en publicidad como en tarjetas postales y otros formatos. Este hecho nos hace comprender, tal y como dice el autor citando a Mc Mullen y Chastel “el sentido de la transformación del arte en la era de la imagen”2, haciéndonos reconocer, e incluso superponer e
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independizar la imagen reproducida de la obra de arte, con la obra de arte original, llevando a las obras más allá de la élite cultural para introducirse en la “cadena de las comunicaciones de masas”3, convirtiéndolas en algo cercano y por ende, siendo ya susceptible a la manipulación por otros autores, cosa imposible antes de su reproducción tecnológica. Este hecho no pasó desapercibido para los vanguardistas; como Kasimir Malevich en su obra Composición con Mona Lisa (1914), donde utilizó el recorte de una imagen de prensa de la Mona Lisa y la inscripción “Eclipse Parcial” para expresar una necesidad de ruptura con la tradición artística, convirtiéndose en un signo distintivo que identificaba la vanguardia artística; o Duchamp, con su intervención sobre la imagen de la Mona Lisa, en L.H.O.O.Q. (1919), en la que cambió su imagen de feminidad por una andrógina y con los, nombrados por él mismo, ready-made, en los que despojaba a los objetos de su funcionalidad para darle una función estética conceptual, jugando con las convenciones sociales y artísticas establecidas; abriendo las puertas a otro gran universo de posibilidades y rompiendo con la consideración tradicional de arte que incluye el proceso creativo, dándole ahora importancia a la idea. José Jiménez refiere la definición de ready-made acuñada por André Breton, “objetos manufacturados promovidos a la dignidad de objetos de arte por la elección del artista” 4, como una inducción a que cualquier cosa puede considerarse arte, simplemente por ser obra de una determinado artista. Nada más lejos de la intención de Duchamp, que al igual que Piero Manzoni con su Mierda de artista, según el criterio de Jiménez, critican que cualquier cosa con la firma de un artista se considera arte. En esta misma línea de crítica, Andy Warhol pone de manifiesto la cantidad de imágenes de una misma obra que pueden circular por la cadena de la cultura de masas, y la pérdida de calidad que ello conlleva. Ejemplo de ello es su Mona Lisa Doble (1963). En este punto, el arte, tradicionalmente exclusivo, se convierte ahora en un objeto de consumo, mimetizado con la publicidad, el diseño y la comunicación audiovisual, y esto justifica que se valga ahora de las estrategias de los medios de masas, donde ha de hacerse notar para llamar nuestra atención, entre tanta difusión y saturación de imágenes. Von Hagens; el doctor de la plastinación de cadáveres; o Hirst y sus
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p. 26. p. 31. José Jiménez señala que la definición aparece en: Breton, A., Faro de la Novia., 1938.
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compañeros, en la exposición Sensation, donde presentaron numerosas propuestas controvertidas que usaban sangre humana, o cuerpos animales en formol en el caso de Hirst; se convirtieron en celebridades gracias al escándalo. Pero, aunque Hirst asegure que busca la repulsión casi imposible hoy ante las imágenes duras, discernir si es un artista o un oportunista no es nada fácil. Ante la pregunta ¿esto es arte?, repetida en todo el capítulo, José Jiménez postula que aunque las instituciones acepten estas propuestas como tal, no debemos dejarnos llevar por ellas ni por los medios de comunicación, sino que debemos ser espectadores críticos, siempre y cuando aceptemos los numerosas posibilidades de representación artística sin prejuicios. Así examinaremos cada propuesta artística independientemente del escándalo que la rodee, solo fijándonos en los aspectos conceptuales de la misma, con la premisa de que “no todo vale”5, y siendo conscientes de que el valor de esta no es algo que pueda decidirse de inmediato, sino que debe pasar “la prueba del tiempo”6. Concibe así en este capítulo, la necesidad de una teoría del arte independiente dotada de un criterio autónomo, el cual se consigue tras los fundamentos conceptuales rigurosos, la división en categorías de análisis y la interpretación de las obras con la finalidad última de ayudarnos a desentramar individualmente la pregunta ¿qué es arte? COMENTARIO PERSONAL. Este primer capítulo está concebido para introducirnos en el libro y justificar la necesidad de su lectura para todo aquel que se interese por el arte, con el objetivo de aprender a ser crítico con las propuestas actuales que se nos ofrecen, y no solo cumple bien con esta función introductoria, sino que además, nos abre la mente a las nuevas experiencias artísticas, pero con una cierta cautela de cara a lo que nos podamos encontrar. El texto, de fácil lectura, nos adentra, sin abrumar con datos técnicos sin importancia para lo que el autor nos quiere transmitir, en un recorrido grosso modo por los momentos artísticos clave del s. XX que nos hacen entender rápidamente en el punto histórico-artístico en el que nos encontramos, sin llegar a dar juicios de valor absolutos sobre las obras y los distintos movimientos artísticos descritos, dejando al lector que las
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sopese y valore por sí mismo, que al fin y al cabo, es la intención última de José Jiménez. Tiene por tanto una carga didáctica muy importante para los estudios de arte en general, como un pilar o punto de partida en el que basarnos para entender la importancia de la autonomía de criterio, y aislarnos del ruido exterior que rodee cualquier movimiento u obra en particular. Y es que, el arte, como producto humano, es subjetivo del momento y el lugar en el que se realiza pero también del contexto histórico en el que se aprecia en primera instancia, o ¿es que nosotros mismos no estamos aun influenciados por el pensamiento ilustrado, con Winckelmann y su Historia del Arte en la Antigüedad (1764), que puso en el arte clásico el sumun de la perfección? Es muy difícil despojarnos de prejuicios adquiridos durante siglos, de la consideración de lo que es el “arte con mayúsculas” como esa búsqueda de la belleza y de las proporciones, pero por ello, por nuestra propia susceptibilidad a ser influenciados, es también es sumamente fácil caer en la creencia de que todo puede ser arte, todo lo que salga de la producción de un determinado artista o aquello que tal o cual museo, galería o medio de comunicación nos de cómo tal. Y a esto se refiere muy bien José Jiménez en este capítulo, a la facilidad de reconocer como celebridad automáticamente a una persona por la controversia que haya suscitado él o su obra, por lo tanto, debemos buscar en el trasfondo, en el concepto, y dejarnos llevar por él y no por todo lo demás. Jiménez deja al lector en la incertidumbre y lo incita a adentrarse por completo no solo en el resto del libro sino también en el estudio de los artistas y obras de arte mencionados, para así encontrarnos de nuevo en un mundo artístico mestizo en el que estamos completamente perdidos si nos adentramos en él con las mismas leyes que tradicionalmente regían el arte y no nos debe de extrañar que esto sea así, ya que el arte es algo cambiante, algo que está vivo ya que es producto de nosotros mismos, y como tal, establecerle unos límites es algo no solo imposible, sino contraproducente. Es un texto crítico para formar críticos en una sociedad marcada precisamente por el espíritu conformista, en una sociedad donde tristemente nos enseñan a creer que los medios de comunicación o los libros de texto siempre dicen una verdad absoluta, una mentalidad que es totalmente contraria al espíritu científico que debe tener cualquier
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historiador del arte, aquel que gracias al inconformismo de la explicación superficial nos hace descubrir la verdadera realidad. GLOSARIO. Retrato en escorzo en tres cuartos: si dividimos la cara en cuatro partes, éste retrato solo muestra tres de ellas. Giorgio Vasari (Arezzo 1511 - Florencia, 1574): arquitecto y pintor, aunque conocido principalmente como teórico, ya que se dedicó a recoger datos biográficos de los artistas del renacimiento Italiano en Vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos (1542-1550). Es, por tanto, precursor de lo que hoy conocemos como el método biográfico en historia del arte, el primero de los métodos utilizados en ésta rama. Vanguardia artística: es el conjunto formado por los movimientos artísticos de las primeras décadas del s. XX. Buscaban la ruptura de los cánones preestablecidos en el arte y la innovación en el mismo. En este conjunto se encuentran entre otros el dadaísmo, el futurismo o el cubismo. Kasimir Malevich (Kiev, 1878 – Leningrado, 1935): Pintor ruso, estudiante de la Academia de Kiev y creador del movimiento suprematista. En su trayectoria artística pasó por el surrealismo y el cubismo, que hibridó con el futurismo, hasta fundar el suprematismo; un movimiento centrado en las formas geométricas, especialmente en el círculo y el cuadrado, para representar el vacío del universo y la supremacía de la nada, de dónde le viene el nombre. Tras considerar que sus investigaciones no podían avanzar más, abandonó la pintura para hacerse profesor de la academias de Moscú y Vitebsk, y dedicándose además a la proyección de estructuras tridimensionales de gran influencia en el constructivismo soviético. Marcel Duchamp (Blainville, 1887 – Neully, 1968): artista polifacético Francés, quien abrió el camino al arte pop con sus intervenciones y ready-made. Comenzó como pintor, experimentando con muchos de los movimientos de la época, pasando a una mezcla de pintura y escultura para continuar con los ya citados ready-made, con los que revolucionó el concepto de arte, asociado tradicionalmente al proceso de creación. Abogó por el dadaísmo y estuvo muy ligado al movimiento surrealista. Además entre 1920 y 1930, dejó el arte de un lado para convertirse en un brillante ajedrecista. 5
Poíesis: referido al proceso de creación de algo. Proviene del griego ποιέω (hacer, crear) y es cambiado por el término creación, referido al arte, en el Renacimiento. Ready-made: término acuñado por Duchamp para definir sus propias intervenciones dónde utilizaba objetos ya hechos, manufacturados, para despojarlos de la finalidad y utilidad con la que fueron concebidos y darles un nuevo sentido estético conceptual. Andy Warhol (Pittsburgh, 1928 – Nueva York, 1987): artista plástico estadounidense que, después de estudiar en el Instituto Carnegie de Tecnología, fue dibujante publicitario para Vogue, entre otras importantes publicaciones. A la vez, se dedicó a pintar lienzos con motivos cotidianos en la publicidad, de los que poco a poco despojó cualquier tinte expresionista dando paso a la producción seriada a través de la serigrafía, interpretando motivos pertenecientes a la cultura de masas, con una potente fuerza visual. Es uno de los mayores exponentes del Pop Art, explotando su imagen como símbolo de modernidad y de polémica, lo que le ayudó a destacar entre las masas. Creó La Fábrica en 1963, taller dónde se reunían todo tipo de artistas e intelectuales neoyorkinos underground de la época. Joseph Beuys (Krefeld, 1921 – Düsseldorf, 1986): artista alemán dedicado a varios tipos de formatos, como escultura o performances, que perteneció al movimiento neo-dadá Fluxus, donde consiguió acercar el arte a todo tipo de públicos. Además, fue profesor en la Escuela de Bellas Artes de Düsseldorf cambiando radicalmente el enfoque de enseñanza del arte, dándoles libertad para expresar nuevos estilos propios a sus alumnos. Sensation (1997): exposición en la Royal Academy de Londres, en la que un grupo de jóvenes artistas británicos, conocidos por los YBAs (Young British Artists), se dieron a conocer, envueltos en las polémicas que suscitaban sus obras poco ortodoxas. Marcus Harvey (Leeds, 1963): artista inglés perteneciente al grupo denominado YBAs. Se graduó, al igual que los demás componentes de este grupo, en el Goldsmith Collegue. Compañero de Damien Hirst, quien lo incluyó en la exposición Freeze, atrajo a Charles Saatchi, propietario de la Galería Saatchi y patrocinador de los YBAs, con su obra Myra, un retrato de una asesina británica. Jake (Cheltenham, 1966) y Dinos Chapman (Londres, 1962): pareja de hermanos y artistas ingleses pertenecientes también a los YBAs. Trabajan casi exclusivamente juntos 6
y se les conoce por ser apropiacionistas, como su intervención en la obra de Goya; Los desastres de la guerra. Expusieron junto a Hirst en la exposición Sensation, donde su obra Aceleración Zigóntica, compuesta de un grupo de maniquíes de niñas dispuestas en círculo con narices en forma de penes, tuvo que ser apartada en una sala para mayores de edad. Chris Ofili (Manchester, 1968): pintor inglés con raíces nigerianas que le han influido en su producción artística. Es otro miembro de los YBAs. Participante de Sensation con su Virgen María Negra, hecha con recortes de revistas pornográficas, posee además un Premio Turner. Marc Queen (Londres, 1964): artista perteneciente a los YBAs, participante en Sensation con Autorretrato, una escultura de su cabeza hecha con su propia sangre congelada. Intenta representar en sus obras el dualismo de la vida humana, como lo espiritual y lo físico. Damien Hirst (Bristol, 1965): es el más conocido de los YBAs, y considerado el artista vivo mejor pagado por su obra La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo (1991). Aunque también es pintor, son sus instalaciones de animales flotando en formol lo que lo han hecho tan popular, contando con tantos seguidores como detractores de su obra. Poseedor de un Premio Turner y siempre envuelto en la polémica, es un artista “en boca de todos”, lo que hoy en día en nuestra cultura de masas lo hace ser la celebridad que es, contando en su currículum con numerosas exposiciones en los museos de arte contemporáneo y galerías más importantes del mundo. Premio Turner: Premio anual de 40000 libras concedido por la Tate Gallery a un artista británico de hasta 50 años. Es uno de los premios artísticos más importantes del Reino Unido y se llama así en honor al pintor paisajista William Turner. Piero Manzoni (Soncino Cremona, 1933 – Milán, 1963): artista Italiano conocido por su ironía en contra de la creencia de que todo lo que salga de un artista o su firma tiene que ser considerado arte. Jugó con diversos formatos, pero en casi todos ellos perseguía esta misma idea; ya fuese poniendo su huella dactilar en unos huevos duros; enlatando en 90 latas de metal sus propios excrementos y firmándolas, a lo que llamó Mierda de Artista (1961), que vendía al peso de la cotización del oro; firmando a personas vivas y exponiéndolas con un certificado de autenticidad… 7
Darío Villalba (San Sebastián, 1939): fotógrafo y pintor de larga trayectoria, becado en la Universidad de Harvard tras sus estudios en la Escuela de Arte de San Fernando. Su serie Encapsulados (1974) le ha dado reconocimiento internacional por dotarlo del Gran Premio de la Bienal Internacional de Sao Paulo. Arte povera: es una tendencia de finales de los años sesenta y significa arte pobre en italiano, es decir, todo aquel en el que se usan materiales muy baratos y que se obtienen fácilmente, como madera, hojas, telas, placas de plomo, materiales de desecho… Contrario a la producción de la cultura actual y de la industrialización, busca la espontaneidad y la comunicación con los materiales utilizados. Jannis Kounellis (El Pireo, Grecia, 1936): es uno de los representantes del arte povera. En sus acciones, con galerías como marco, no solo ha utilizado todo tipo de materiales “pobres” sino también animales y el propio cuerpo humano. Con el paso del tiempo, sustituyó las galerías de arte por entornos históricos, en su mayoría industriales.
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