“En Busca del Destino” Destino ” tiene todo lo que cualquier persona con disyuntivas emocionales podría necesitar. Todos llegamos a un momento donde no sabemos qué camino tomar: el de atreverse por esa remota oportunidad, o simplemente ir por el camino fácil y desechar la buena oportunidad que se tiene. Esta película cuenta la historia de Will Hunting, un joven prodigio y a la vez problemático que trabaja como personal de limpieza en la universidad de MIT; sin aprovechar en gran potencial que tiene con las matemáticas del nivel más alto, desperdicia el tiempo con sus colegas en bares y causando estragos. El profesor Gerald Lambó descubre su gran potencial y le da
facilidades
para
escapar
de
ese
mundo
de
mediocridad y vagancia. Will se enamora de Skylar, una chica de la Universidad de Harvard, y pasa por terapia con el psicólogo Sean Mcguire, quien le guiará para superar sus problemas y empezar a poner su inmensurable potencial intelectual a trabajar. En esta película, el psicólogo Mcguire explica cómo la actitud de Will ha sido influenciada por las vivencias de su niñez; al ser agredido y posteriormente abandonado por su padre alcohólico, tiene mucho mucho miedo de que que esto vuelva a suceder, por lo que desprecia a Skylar, su enamorada, y actúa siempre a la defensiva. Según mi criterio, el psicólogo Mcguire está en lo correcto al mencionar el origen de su miedo a ser rechazado o abandonado; así mismo Will también es caracterizado por ser impulsivo, tener falta de autocontrol en cuanto a sus emociones, no parece sentirse cómodo en ningún ámbito social, es de carácter prepotente, soberbio y violento, no demuestra ningún interés por su futuro desperdiciando su potencial con las ciencias; y aquí es donde entra la interrogante: ¿Por qué pasa por alto una oportunidad que muchos otros matarían por tener? Frente a esta pregunta se puede dar muchas respuestas como por ignorancia, costumbre, vicio, cobardía, temor a los cambios, apatía, los traumas de su infancia, y sin embargo la verdadera respuesta es mucho más sencilla: Will carece de ideales, no tiene metas que muevan su vida, en su perfecta mente fría no hay espacio para sueños y metas.
El papel que desempeña el psicólogo Mcguire es esencial para que Will encuentre un sentido a su vida, ya que le enseña a dejar atrás el pasado y así poder seguir adelante con su vida. A excepción del psicólogo Mcguire, los demás personajes no se percatan de la situación difícil por la que pasa Will. Este psicólogo es caracterizado por ser un hombre tranquilo, tolerante y muy sensible, tiene por intocable su mujer, cuyo recuerdo guarda con su propia vida. A pesar de tener una situación socioeconómica rigurosa y sin darle gran importancia a los bienes materiales, está totalmente abocado a su carrera. Es muy firme a sus creencias y conocimientos y no se deja vencer fácilmente por los desafíos y adversidades que le presentan sus pacientes. Al finalizar la película, el protagonista se percata de la realidad que lo agobia, descubre que ha enterrado sus ideales y perdido el interés en otros nuevos. El psicólogo Sean Mcguire le demostró lo que el filósofo Erich Fromm dice: “ser capaz de prestarse atención a uno mismo” como requisito indispensable para poder volcar luego la atención en los demás. Sólo sintiéndose a gusto consigo mismo, sólo teniendo bien en claro sus ideales y su proyección de vida, sólo superando la incertidumbre del mañana y los traumas que ataban su ayer podría ser libre, incluso de si mismo, elegir su camino y relacionarse con los demás. Maricarmen Rodas Ramírez