‚Dibs En Busca Del Yo‛ A sus cinco años, Dibs necesita encontrar su Yo, para poder adaptarse a su contexto social y lograr interactuar con las personas que lo rodean; el ser humano, pasa la mayor parte de su vida, ignorando su Yo, y el resto de ella, buscándolo. buscándolo. El hombre, se interroga constantemente sobre su lugar en la época y espacio en que vive, analiza su función en la tierra y su relación con otros, sin embargo, difícilmente examina su propio ser, se enfoca en el exterior, olvidando la génesis de su propio pensamiento. Es común que mientras más avanzamos tecnológica y científicamente, se pierde más el autoanálisis y la autocrítica. El hombre, ha encontrado cómo compensar la pérdida del Yo, con objetos, tanto consumibles como manipulables, así mismo, y lo que considero el peor error humano, tratar de suplantar con otra persona, su propia identidad. Desde niños, se nos orienta a una educación rígida y lineal, motivando tan solo al seguimiento de órdenes y a la imitación conductual. Sólo ciertas instituciones educativas y algunas personas, promueven la iniciativa personal, la individualización y la creatividad, así como el respeto, autoconocimiento del Yo y por consiguiente de las emociones y necesidades. En el libro ‚Dibs En Busca Del Yo‛, Yo ‛, de la Psicóloga Humanista Virginia M. Axline, encontramos a un sujeto masculino, de cinco años de edad, cuyas conductas lo aíslan de su contexto interpersonal, hecho que produce en las personas diversos sentimientos, que a mi parecer podrían y deberían ser analizados a la par que la evolución positiva del niño. Algunos de estos sentimientos son extremos, podemos encontrar desde lástima y compasión, hasta indiferencia y rechazo, los últimos dos conceptos profesados por sus propios padres; de los cuales podemos extraer que mientras la madre está presente en la vida del niño, reprimiendo sus emociones, principalmente podemos apreciar sentimientos de culpa, pero al mismo tiempo una mujer reprimida y sin participación activa en el contexto familiar. El padre por otro lado, permanece invisible la primera mitad del libro, obligándonos a pensar la lejanía entre él y Dibs. Así mismo, se hace referencia a una hermana del protagonista, la cual, aparentemente es muy inteligente y perfecta, sin embargo, para las profesoras de Dibs, esto no es completamente verdadero. Analizando el presente documento, podemos encontrar que me pareció conveniente mencionar como primer punto importante su entorno familiar, ya que las conductas realizadas en los primeros años de vida, son casi en su totalidad imitativas de los padres, así como adquiridas debido a la presencia –o ausencia- de ellos. En este caso, se puede admirar la conducta que presenta la madre en las entrevistas realizadas por la Humanista. Es relevante, tomar un segundo para analizar la importancia de la participación y comunicación de la pareja en el desarrollo de los hijos, ya que el simple hecho de que uno de ellos, ignore la conducta que presentan, puede ocasionar conflictos serios, entre la pareja y romper vínculos importantes y necesarios entre padre – madre- e hijo. Retomando los detalles que no se pueden pasar por alto a lo largo del libro, pude constatar que es menester analizar, -en toda la extensión de su significado- la conformación completa del ser humano ante cualquier conflicto. En este caso, podemos apreciar que el aparente retraso que sufre Dibs, retraso que a mi parecer es más un grito de ayuda y de atención, se debe a causas ambientales y no orgánicas, sin embargo,
para los psicólogos – y todo aquel cuyo trabajo se centre en el ser humano- el primer paso es descartar cualquier causa orgánica al padecimiento; era probable que Dibs presentara algún retraso neurológico, sin embargo, fue comprobado físicamente se encontraba estable. Así mismo, debemos analizar que los efectos psicológicos pueden transformarse en conflictos orgánicos, que originan diversos problemas tanto interna como ext ernamente en la persona. La técnica utilizada para una mejor comunicación con Dibs, fue la Terapia del Juego, ‚el juego es una función del yo, un intento de sincronizar los procesos corporales y sociales con el sí mismo‛ Erickson (1950), lo cual encaja perfectamente con el objetivo de Miss A. para con el niño, sobre ayudarlo a encontrar su Yo. Así, mediante el juego, Dibs aprende poco a poco, a comunicarse y a expresar sus necesidades y pensamientos. Es necesario interrumpir nuevamente la narración, y añadir que aún cuando su madre se empeña en rezagar al niño, etiquetarlo bajo el concepto de ‘Retraso Mental’ y de calificarlo como i ntelectualmente nulo; desde las primeras sesiones, denota un amplio espectro de conocimientos, sabe leer y sumar, así mismo, -al menos en la traducción así es- conoce una amplia gama de palabras complejas, así mismo, posee la capacidad de analizar y resolver problemas concretos y abstractos simples. Es intrigante conocer el momento en que adquirió esta información, puesto que mencionan constantemente que se retraía y no participaba en clase. Podemos aprender diversas cosas de esta lectura, todas prácticas; el encuadre viene a ser una parte fundamental de toda psicoterapia, así el cliente, en este caso Dibs, aprenderá que hay un tiempo para cada cosa, y que él no puede manipularlo. Así mismo, en la sesión número siete, se establece que el mundo es un lugar cambiante y que nada permanece estático, así el sujeto, se adaptará a aceptar y evitar la frustración ante tales cambios. Sin embargo, es necesario tener paciencia, y dar espacio, así fue con la psicóloga Virginia, le permitió a Dibs actuar a su manera, en su tiempo y bajo sus condiciones, adaptándose a un contexto establecido, que no podía controlar completamente. Fue importante que sus frases respecto a sí mismo, estuvieran integradas por el pronombre YO, con ello se reafirma el concepto que tiene de su propio ser. Al principio, se mencionaba en las oraciones como una tercera persona, sin embargo al final de las sesiones, se logró que se visualizara como un ser individual y auténtico, consciente de sus sentimientos y emociones, las ‚puertas con llave‛ que lo separaban de sus padres, se habían eliminado después de la contribución de la madre en el proceso terapéutico. Después de veinte sesiones, bajo un régimen estable, de respeto y comprensión, se logró un cambio impresionante en Dibs y su contexto familiar, es decir, una persona puede ser afectada por su entorno, y éste entorno será afectado por la persona también. Así podemos apreciar, cómo el niño calificado como ‚Retrasado Mental‛, era un niño superdotado –como podemos apreciar en el capítulo 24 del libroescondiéndose y vengándose de la ausencia paterna. El ser humano, evita las situaciones que le podrían causar un problema o conflicto; la modernidad nos transforma en máquinas, sin tiempo ni deseos de hacer una introspección y encontrar las piezas faltantes del Yo. Vivimos sin fines o metas, la concepción del Yo como alfa y omega de nuestro ser y de nuestra existencia, pasa desapercibido en un mundo material, lleno de distractores y prisas, donde la desensibilización humana es más bien una necesidad, y que la idea de buscar respuestas que podrían sacar a flote problemáticas oscurecidas por el brillo de la ignorancia resulta poco atractivo.
La búsqueda de la identidad, sin embargo, inicia en la adolescencia, sin embargo, la identidad aparece desde una edad más temprana, cuando el sujeto empieza a proyectar conductas propias y personalizadas; moldeadas por el contexto interno y externo en que se encuentra. Como pudimos apreciar, Dibs, nos muestra que la falta de interacción o comunicación con el entorno, puede disfrazar más de un síntoma, y puede expresar más de lo que una conducta extrovertida diría. La comunicación, es útil y necesaria, ya sea escrita, no verbal, verbal o nula; el silencio es un arma poderosa, que podemos usar a nuestro favor, o en nuestra contra, Dibs la usó a su favor, y logró su cometido; a mi parecer, la falta de comunicación era su búsqueda de ser alguien para los demás, si bien es trascendente encontrarse a sí mismo, es otra necesidad del ser humano, el ser reconocido, así el joven Dibs, nos habla de una necesidad de reconocimiento, y una búsqueda de su Yo. Debemos analizar tal situación y entender qué buscamos nosotros, ser reconocidos o reconocernos.
