El musical posible A pocos géneros cinematográficos se les ha expedido con tanta frecuencia el certificado de defunción como al musical. Ni siquiera el western, que ya lleva décadas debatiéndose entre crepúsculos y desmitificaciones, ha sido condenado con semejante fruición. Pese a ello, de tarde en tarde irrumpe algún que otro musical indómito que obliga a encarar la pregunta decisiva: ¿Cómo es posible, hoy en día, rodar un musical capaz de conectar con la sensibilidad contemporánea? La respuesta la tenemos en el rasgo que agrupa, más allá de sus diferencias, a esos ejemplares aislados que han venido a oxigenar al género: una ironía que sirve para deformar y matizar cánones, un alejamiento del clasicismo perceptible en propuestas que conocen el pasado y que nacen de su reformulación. Jacques Demy fue el último cineasta en zambullirse de manera suicida en el musical, sorteando el ridículo a golpe de sinceridad. Quienes han llegado más tarde se han afanado, por el contrario, en demostrar su pérdida de la inocencia. Unos, como el Alain Resnais de “On connaît la chanson”, han optado por la comedia intelectual. Otros, como el Lars
El otro lado de la cama Dirección: Emilio Martínez-Lázaro Intérpretes: Ernesto Alterio, Paz Vega, Natalia Verbeke, Alberto San Juan, María Esteve, Ramón Barea Guión: David Serrano Fotografía: Juan Molina Coreografía: Pedro Berdayes Producción: Tomás Cimadevilla y José Sáinz de Vicuña España, 2002 Duración: 112 minutos
El espíritu del 78
Robert Crumb ha ilustrado la pasión de los coleccionistas por los discos de 78 rpm GALACTUS
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Culturas La Vanguardia
Miércoles, 24 julio 2002
ENRIC ALBERICH
Coleccionismo discográfico
RECICLAJE
PANTALLAS
Cine
“El otro lado de la cama”
Von Trier de “Bailando en la oscuridad”, han acudido al manierismo como salvaguarda de su impronta personal. Y otros, en fin, se adhieren a la parodia, como es el caso de Emilio Martínez Lázaro en “El otro lado de la cama”. Aquí los números musicales funcionan como un factor a la vez de distanciamiento y de empatía. De distanciamiento en la medida en que imprimen un aire diferente a un perfil vodevilesco cuya melodía es, de hecho, por todos conocida. Y de empatía en tanto que esas canciones que jalonan el relato son parte de la memoria de los espectadores, que gozan así del placer del reencuentro. Que los actores canten y bailen ellos mismos aunque no sean especialistas forma parte de la complicidad que se establece con el público, que en casos así prefiere la verdad en bruto a la trasnochada higiene del doblaje. Un dispositivo muy similar, por cierto, al empleado por Woody Allen en “Everyone says i love you”. Aquella película mezclaba de modo espléndido la nostalgia por las melodías del pasado con la ironía que emanaba de su desaprensiva interpretación, y en esa simbiosis residía la clave para preservar, todavía, un rincón para la emoción, o, lo que es casi lo mismo, para la esperanza en el futuro de un género que es capaz de renacer esporádicamente bajo nuevas máscaras. |
78's en la red: http://www. bluesworld. com/GDW.html http://www.garlic. com/~tgracyk/race78s.htm http://www. bluesworld. com/PeteWhelanInterview.html http://www. bluesworld.com/B ussard.html
¿Les suena la escena de “Ghost world”, la película, donde un grupo de retardados emocionales maduros acarician, miran con envidia, sopesan y trapichean con los viejos discos de pizarra de 78 rpm? ¿Qué es lo que atesoran con tanta vehemencia los personajes de este “Mundo fantasmal”? Nada más y nada menos que lo que se ha denominado “Old time music”; es decir, la música popular norteamericana grabada a lo largo del Sur profundo en los años 20 y 30. Una etiqueta para denominar desde el blues rural, el jazz primitivo, el hillbillie, el cajun, la música hawaiana, los country preachers, gospel, las strings bands, novelty… Lo que llamaríamos las fuentes clásicas del rock and roll. Se calcula que sólo en el periodo 1926-1931 se registraron aproximadamente 40.000 discos de estos géneros con raíces. Con la Depresión del 29, que al Sur llegó dos años más tarde, el mercado de la música popular sufrió, como es natural, una gran crisis. Ya no se grababan discos porque no había mercado. Además, los gustos del público estaban cambiando hacia otros tipos de música más sofisticados, y cuando terminó la Depresión, todos estos géneros y sus discos quedaron arrinconados. Y no sería hasta los cincuenta que los intelectuales del norte repararan en aquella “Vieja música de Los Padres”, encontrando todo tipo de coartadas culturales para realizar un redescubrimiento de la América Inocente y Feliz de los tiempos míticos. El misántropo Robert Crumb describe con maestría el proceso para conseguir 78's en una de sus historietas. Entre dos o tres amigos coleccionistas se ponía dinero para gasolina y se hacían un New York-Avalon (Mississippi) en busca de discos en las granjas, tiendas del Ejército de Salvación y los mercadillos caseros, muy tradicionales en el Sur. Con el objetivo de rentabilizar estas colecciones o dar a conocer semejante legado cultural, nacieron sellos independientes que reeditaban los raros originales (no siempre con un ánimo lucrativo manifiesto): Yazoo Records, Document, Rounder, Arhoolie, County Records, et-
cétera. Aunque nos duela a los nuevos coleccionistas, la mayoría de estas reediciones sólo están disponibles en cd. Y aquí nos encontramos con la eterna polémica, acerca de qué es lo que debe primar más, si el mero documento histórico, tal y como se realizó, dentro de la obvia incompatibilidad entre grabación analógica y digital, o si es la calidad y la limpieza del sonido lo que hay que buscar para hacer más llevadera la escucha (tengamos en cuenta que, antes de la invención del micrófono eléctrico, en 1927, se grababa a través de una bocina, y además, el material del que estaban hechos los discos, de laca, dejaba mucho que desear, por no hablar del paso del tiempo). Por ello, la tecnología ha desarrollado procedimientos para limpiar el sonido y conseguir que la transferencia a señal digital adquiera un simulacro de calidad, aun a costa de la fidelidad.
Revoluciones falseadas Bien, pues cuando los pobres aficionados que sólo podemos conformarnos con las versiones en cd ya habíamos aceptado este estado de cosas, salta el escándalo. Alguien descubre que las famosas 78 revoluciones por minuto a que se grababan estas pizarras no eran tales, sino que, dependiendo del fabricante y del año, podían oscilar entre las 71 y las 81 rpm. Así, grabaciones históricas como la famosa sesión de Bristol de 1927 de The Carter Family y Jimmie Rodgers está registrada a 76,5 rpm, por lo que la voz de Sarah Carter suena mucho más aguda que en la vida real, por no hablar del sonido de la guitarra de su cuñada, que parece más bien un banjo. El dilema es tremendo, porque todos los cd han sido grabados presuponiendo la misma velocidad inmutable, con lo cual, ¿qué es lo que hay que hacer? ¿Volverlos a grabar ateniéndose a las revoluciones pertinentes en cada caso? Es decir, ¿volver a comprar todo? ¿O conformarnos, como coleccionistas de tercera, con lo que tenemos? O quizá mejor: ¿hipotecarlo todo y pujar inconscientes en las subastas de Internet por el mítico Black Patti “Stack O'Lee Blues” de los Down Home Boys dispuestos a soltar 30.000 dólares? |
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Culturas La Vanguardia
El actor y director Takeshi Kitano protagoniza “Battle Royale”
ENRIC ALBERICH
Con toda seguridad, el reciente estreno de “Battle Royale” no impondrá ningún punto final al debate en torno a los límites de la violencia en la pantalla. Con todo, sí supone un nuevo capítulo en defensa de las argumentaciones de quienes juzgamos más inofensiva una violencia explícita, salvaje y hasta autoparódica en su exceso que una violencia quizá menos aparente pero más integrada en los mecanismos de seducción del cine. Aunque profundizar en estas cuestiones sería introducirse en vericuetos casi inabarcables que ahora no vienen al caso, no hay duda de que en su peculiar tratamiento de lo violento reside uno de los principales focos de interés de esta extraña película de Kinji Fukasaku, un veterano cineasta con más de cincuenta títulos en su haber, especializado en historias de yakuzas y samuráis e idolatrado por Quentin Tarantino. El otro gran centro de interés anida en la presencia como actor del gran realizador Takeshi Kitano, aquí acreditado como “Beat” Takeshi, en gesto de fidelidad al que fue su apelativo cuando, a mediados de los setenta, formaba parte del dúo de comediantes The Two Beats. Kitano siempre se ha reconocido admirador y deudor artístico de la obra de Fukasaku, y en “Battle Royale” parece querer devolver el favor a su maestro al contribuir crucialmente a dotar la película de un tono irónico nada oculto. Una ironía, todo hay que decirlo, que se desprende sin esfuerzo del marmóreo e impasible rostro de Takeshi Kitano, cuya sola presencia se ofrece cargada de un valor añadido. No en vano Kitano es ya, por derecho propio, un icono de la cultura japonesa contemporánea. Estrella de la televisión y de los medios de comunicación nipones, el autor de “Sonatine” es algo más que un actor al uso, es una suerte de “actor médium”, una imagen cuya visión acarrea la de su propio pasado, un complejo mundo de asociaciones que la mente del espectador que le conoce –y, sobre todo, lo reconoce– efectúa de modo automático: él representa al nuevo héroe solitario, al individuo que opta por mantenerse impertérrito ante la lo-
cura del mundo que le circunda y, con frecuencia, le atosiga. En tanto que cómico, su impasibilidad le asemeja a un Buster Keaton oriental y tardío. En tanto que héroe expeditivo y violento, su gesto parco ante cualquier circunstancia le aproxima hacia ese mito secreto al que todo el mundo, en el fondo, aspira: la inmunidad. Tanto en un caso como en otro, una corriente surreal bordea los contornos de su figura, fijando los límites –la frontera– entre la realidad y la percepción que de esa misma realidad el propio Kitano nos sugiere. Tal vez la comparación no resulte novedosa, pero lo cierto es que a poco que se reflexione sobre ese carácter tan especialmente representativo de la imagen de Kitano se hace inevitable establecer una analogía con la no menos emblemática figura de Clint Eastwood. Ambos
Kitano dota la película de Fukasaku de un tono irónico que se desprende sin esfuerzo de su marmóreo rostro emergieron a la fama a partir de productos presuntamente menores –los shows televisivos en el caso del primero, el espagueti western en el del segundo–, ambos cimentaron su prestigio internacional a medida que avanzaron en su trayectoria como directores, y ambos, además, crearon un personaje apenas alterado con el paso de los años y de los filmes y con el que consiguieron aunar prestigio y popularidad a partir de su consolidación como personajes símbolo de sus respectivas culturas cinematográficas. Si lo que separa a Kitano y a Eastwood proviene, precisamente, de la disparidad de sus culturas de origen, lo que les une con rotundidad procede de su común cultivo de eso que podríamos denominar el “actor presencia”, de esa capacidad para expresar mucho por medio de la nada aparente, apresando la verdad de las cosas detrás de una supuesta pose. |
RECICLAJE
La ultraviolencia como antídoto
Miércoles, 21 agosto 2002
PANTALLAS
Cine Takeshi Kitano pone la dureza de sus facciones al servicio de una visión exageradamente salvaje de la sociedad japonesa
Internet En los chats gráficos, además del “nick”, al usuario se le asigna una imagen para moverse por diferentes escenarios interactivos
El hotel de los corazones virtuales GRACE MORALES
Los chats de Internet se han convertido en un insólito fenómeno de masas. Algo así como una “zona crepuscular” de las relaciones sociales: un “no mundo” virtual, los individuos experimentan una extraña mutación en seres unidimensionales, y con su “nick” o álter ego cibernético se dirigen a los otros fantasmas virtuales que pueblan las infinitas salas que existen en la red. La red hace que esa comunicación sea muy diferente. El sujeto experimenta una desinhibición total, perdiendo el pudor y el miedo a expresarse, lo cual le dota de un sentimiento de gran libertad. Libertad virtual, de simulacro, pero libertad en suma. Una de las variantes más curiosas son los chats gráficos: al usuario no sólo se le facilita un “nick”, sino que además se le asigna una imagen con la que puede moverse por escenarios interactivos, como hoteles, cafés, discotecas, etcétera, gracias a los programas de diseño en tres dimensiones. El pionero y más célebre es “Habbo Hotel”, un espacio creado el año pasado por Dee Edwards y Sulake Labs Oy, empresa finlandesa de software. “Habbo Hotel” es una página de chat donde cada persona tiene la apariencia de un muñequito animado (llamado habbo), sobre quien podemos decidir el sexo, el color del pelo, la ropa, y hasta la expresión de la cara que deseamos. Aunque las posibilidades que ofrece el programa se limitan a crear un estereotipo de adolescente “WASP” –principal grupo al que va orientado este chat en 3D– con el que poder entrar y salir de los miles de habitaciones y lugares públicos del mismo. En estos espacios podremos entablar conversación con otros habbos, con nuestros mensajes emitidos en forma de bocadillos de tebeo. Los habbos pueden andar, bailar, nadar, hasta comprar y vender objetos por medio de la moneda oficial e imaginaria del hotel, el furni, canjeable previo pago de la moneda
oficial pero real de Internet, el dólar. No busquen, sin embargo, en “Habbo Hotel” un lugar de grandes emociones, puesto que las rígidas normas impiden decir cualquier vocablo incorrecto, que automáticamente será cambiado por un vocablo eufemístico, llamado “bobba”, por los moderadores, policías de urbanidad que pueblan el hotel, a quienes se puede denunciar la presencia de habbos díscolos y gamberros. Aunque desgraciadamente para la corrección política anglosajona, los traviesos “hackers” aparecen con frecuencia por las salas, bien de forma invisible, destrozando los decorados, o bien presentándose con habbos de color verde o con tres ojos, previa manipulación del programa de creación de personajes. Salvo algunas salas, como La Casa Mágica, en el resto se habla inglés virtual. Pero ya existen chats gráficos en castellano: en Ono.com se pueden visitar los todavía muy poco frecuentados “Club Social” y “Netropolis” (con estética de videojuego, en el que el usuario puede adoptar la apariencia de un mercenario extraterrestre), de la empresa Silicon Artists. Estas criaturas se denominan “avatares”, no se sabe si en la primera acepción de la palabra: como manifestaciones eléctricas de la divinidad, que en este caso estaría encarnada en el joven internauta. En “The Palace”, a través del programa OnChat, y en castellano, se puede pasear por una playa cibernética con la imagen de un o una supermodelo. La empresa Active Worlds dispone de un cuidado gráfico, donde poder chatear por paisajes de ciencia ficción con la apariencia de un personaje de “anime”. También dispone de una sala en castellano, “Mundo Hispano”. ¿Llegará el día en el que nuestras relaciones sociales se basen exclusivamente en chats animados, con un vocabulario de menos de cincuenta palabras, donde cada uno esté representado por una idealización en tres dimensiones? Llegará, llegará… |
Una imagen habitual para los usuarios de “Habbo Hotel”
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Infiltración deportiva GALACTUS
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Culturas La Vanguardia
Miércoles, 18 septiembre 2002
Exploración urbana Una nueva modalidad de los deportes de riesgo prolifera en las ciudades: el de ir a los lugares de acceso prohibido o restringido
En las fotografías, diversos momentos de prácticas de “infiltración”, una actividad que encuentra uno de sus escenarios predilectos en los subsuelos de las ciudades
¿Cansados de dar tumbos haciendo geocatching? ¿Curados de espanto en su experiencia rafting? ¿Hartos del paintball? Les proponemos un nuevo deporte de aventura: la exploración urbana o el “do the infiltration”, la actividad de mediano riesgo que está causando furor entre los amantes del “tourism no limits”. Sin necesidad de gastar ingentes sumas de dinero en equipamiento y profesionales, ni de sufrir esos percances muchas veces incompatibles con la vida, usted podrá, mediante unas sencillas nociones de supervivencia e ingeniería social, ropa cómoda, buenas piernas, una navaja suiza y una linterna, pasar alegremente las horas practicando un deporte alternativo en un marco incomparable. Y lo que es mejor, casi sin darse cuenta... Pero, ¿cómo se juega?, pensarán ilusionados. Así, a grandes rasgos, la exploración urbana sería el noble arte de practicar con ánimo lúdico la infiltración en áreas de acceso público restringido. Es decir, traspasar el umbral del consabido “prohibido el paso a toda persona ajena...”. Como verán, algo que ofrece de partida posibilidades insospechadas. Cuántas veces, desde que éramos niños, nos habremos preguntado al pasar junto a esa estación de metro fantasma, esa central nuclear semi abandonada, esa obra infinita municipal o ese complejo industrial reconvertido en chatarra, “¿Qué habrá allí dentro? ¿Será verdad lo que se cuenta?” Los orígenes de este saludable ejercicio se remontan a los años 60, cuando las hermandades universitarias norteamericanas comenzaron a incluir pruebas de iniciación relacionadas con la exploración de catacumbas, galerías de servicio, edificios abandonados... Esas actividades se hicieron tan populares que salieron del círculo universitario y se extendieron por todo el país. El San Francisco Suicide Club se hizo célebre por sus arriesgadas infiltraciones a lo Freak Brothers o Weathermen. Desde entonces, toda universidad americana que se precie ha de contar con su grupo de “nerds explorers”, que llegan a disponer de mapas de los túneles subterráneos de los campus para moverse a su antojo y organizar “Desmadres a la americana”. Con la llegada de Internet, esta actividad ha perdido parte de su carácter minoritario y excéntrico para convertirse en un auténtico boom. Desde Cincinnatti hasta Leningrado, han surgido cientos de grupos de entusiastas, con nombres tan atractivos como Salamander X, Ninjalicious o el legendario Melbourne Cave Clan. Los destinos más solicitados siguen siendo Detroit y París, esta última constituye la Meca de la infiltración, gracias a su lerouxiana red de catacumbas. Por supuesto, el mundo del arte no podía permanecer ajeno a tanta descarga de adrenalina post industrial. Al fin y al cabo, la infiltración sería la última consecuencia de la “deriva” situacionista, la “arqueología posmoderna” y el ciberpunk finisecular. Sin ir más lejos, en Nueva York, la artista multimedia Julia Solis es conocida por las fiestas que orga-
niza en los túneles del metro, donde los participantes alternan afectadamente, como si estuvieran en la residencia de El Pingüino (supervillano de la mitología Batman) mientras circulan los trenes. Madame Solis va aún más lejos rentabilizando el gusto de sus invitados por medio de su agencia de viajes “excéntricos”, Dark Passage, en la que se ofrecen tres modalidades de exploración urbana: desde el nivel “low”, que consiste en colarse en una pista de patinaje abandonada, hasta el “extreme mode”, con un final de fase digno de “Mimic” o “Jungla de Cristal III”: cruzar alegremente las vías del metro en hora punta. No sería descabellado pensar en la existencia de grupos “troglos” capaces de hacer un viaje al centro de la “zona cero” o de meterse en el silo de Chernobil… Por lo menos, hay fotografías en la red… Afortunadamente, la mayoría de los “infiltrados” se limitan a una civilizada excursión por el lugar de sus sueños, que puede ser desde una zona abandonada a edificios bullendo de actividad, como un hotel o un hospital, en los que
Cuántas veces, desde que éramos niños, nos habremos preguntado al pasar junto a esa estación de metro fantasma, “¿qué habrá allí dentro?” mezclarse con el personal, y jugar hasta que te capturen. En este caso, el riesgo implícito de esta actividad en particular, y de la infiltración en general, es el de ser sorprendido en cualquier momento. Las leyes fundamentales de este deporte son no cometer actos vandálicos ni hurtos, y mucho menos comportarse como hacía Crowley con sus sherpas en sus legendarias infiltraciones. En cualquier caso, el riesgo de un roce con las autoridades depende del grado de deportividad de éstas, dependiendo del país y su legislación vigente. Pero también del humor de los “wachimanes”, con lo cual, el resultado puede ir desde un brillante ejercicio de ingeniería social, y derechos al cibercafé a subirlo, o bien a una penosa estancia en el hospital, como aquella pareja de enamorados que se infiltró en el parque madrileño de El Capricho: dos protomártires españoles de la causa. La infiltración deportiva está de moda, gracias a Internet, e incluso ha llegado hasta el cine: la americana “The hole” y la española, imprescindible, “No deberías estar aquí”, son recientes ejemplos del boom. Existen listas de correo electrónico, revistas como “Jinx”, organizaciones on line como “Urban X” o “Tour Zone”, y hasta un Urban Exploration Ring. Entre los fanzines destaca el canadiense “Infiltration”, dirigido por Ninj, que edita seis números al año, donde recoge sus aventuras y las de otros aficionados de todo el mundo, además de las obligatorias fotografías y vídeos para dar testimonio. Y es que este deporte y la imagen son indisociables. Do the infiltration, man! |
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RECICLAJE Miércoles, 23 octubre 2002 Culturas La Vanguardia 30
Hoax: la cultura virtual de la falsedad
Virus gallegos e intoxicaciones GALACTUS
“Hola, mi nombre es Amy Bruce. Yo tengo siete años y tengo un severo cáncer de pulmón como fumador pasivo. Yo también tengo un gran tumor cerebral producto de varias metástasis. Los médicos dicen que moriré pronto si no se hace algo, y mi familia no puede pagar las cuentas. La Fundación Pide un Deseo (Make a Wish) ha convenido en donar 7 centavos por cada vez que alguien reciba y envíe adelante este. Para todos ustedes que envíen copia de este e-mail, les doy las gracias y todos aquellos que no lo harán, recuerden que todo lo que va, se regresa. Tengan corazón, por favor envíen este e-mail a todas sus amistades.” La entrañable leyenda de Amy Bruce en este particular castellano neutro no sería más que otra de las historias de contenido humano que recibimos diariamente en nuestro buzón electrónico. Una tragedia de esta magnitud no nos puede pasar inadvertida. Pensando en la posibilidad de que, por sólo siete centavos, podamos llevar la sonrisa a un niño, no dudamos en hacer partícipes de este mensaje de esperanza a nuestra agenda de direcciones de Outlook. Luego, por ejemplo, nos encontramos con el siguiente “e-mail”: “Te cuento: para el 2001 pretenden dar una película llamada ‘Jesús y sus discípulos gays’ (homosexuales). Empezaron a poner algunos cortos en la TV, ¡y nunca los pararon! Creo que es hora de que alcemos la voz defendiendo la honra de nuestro Dios, y la propia nuestra... Por eso este mail. A lo mejor aún podemos hacer algo…”. Y aquí, el ciudadano comienza a tener sus dudas. Unas dudas razonables, que le recuerdan a aquellas cadenas de cartas en las que el mismísimo Espíritu Santo te
puestas declaraciones del popular modisto Tommy Hilfiger en el “Show de Oprah”: “Si yo hubiera sabido que los negros americanos, los latinos, mexicanos y los asiáticos iban a comprar mi ropa, no la hubiese diseñado tan buena. Desearía que ese tipo de gente no la comprara, pues está hecha para gente caucásica, de clase alta...”. Pues algo tan repugnante hizo dudar a más de uno. De ahí la maldad intrínseca de estos mensajes, con los que se intenta sembrar la confusión, la desinformación y el colapso de la red. ¿Quiénes están detrás de estos engaños? Desgraciadamente, la respuesta no resulta tranquilizadora, ya que cualquiera puede ser el autor de un hoax. El espectro de sospechosos va desde el “jinete de consola” hasta internautas bromistas, timadores profesionales, grupos violentos, sectas satánicas, corporaciones al estilo de la Tyrrell Co. y “estados canallas”. O simplemente, empresas poco escrupulosas, quienes, a costa de estas majaderías, consiguen unas espléndidas bases de datos. En realidad, si prescindimos de bromistas y desestabilizadores, el pedazo más grande de la tarta del cibertimo tiene un origen puramente comercial, apuntan algunos. Recientemente, a un gigante del millonario negocio de los antivirus se le acusaba de haber inventado un antídoto para un virus que no existía, sentando el precedente del antivirus falso. Los falsos virus, sin embargo, son tan viejos como la Matriz misma. Todos los usuarios de Microsoft hemos recibido en alguna ocasión una alarma de virus. En ella, se nos alertaba contra una serie de ficheros de apariencia poco sospechosa (¿recuerdan el archivo “sulfbnk.exe”?), que habían sido detectados
Sospechosos de difundir falsedades son el “jinete de consola”, internautas bromistas, timadores, sectas satánicas o empresas poco escrupulosas pedía una peseta y que, a su vez, la volvieras a reenviar a cinco amigos, so pena de atraer sobre ti un cúmulo de desgracias, o a esos anuncios en el periódico que rezan: “¡Gracias, Espíritu Santo!”. Y entonces el ciudadano se pregunta: “La pequeña Amy Bruce, ¿no me estará quizá tomando el pelo?”, “¿no estaré siendo víctima de un hoax, una trampa, un truco, una mistificación?”. Efectivamente, usted está siendo engañado. Estos mensajes en cadena son completamente falsos, aunque algunas veces casi no lo parezcan de lo bien hechos que están. Fabulosa sin duda fue la conmoción que causó en Estados Unidos un “e-mail” que difundía unas su-
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por Microsoft, el FBI… Hasta por la Guardia Vaticana. En otras ocasiones, menos habituales, estas advertencias terminan con el formateo del disco duro y el consiguiente estrés que genera. Según “Ingeniería Social para Dummies”, esto podría denominarse el “síndrome del virus gallego”, con relación a un chiste argentino muy popular en Internet (véase la ilustración). La existencia de estos virus hoax, de nombres tan sugerentes como “Anticristo”, “Virus Klingerman” o “Wanker Kill”, se basa en la credulidad de los usuarios de Internet. Un poco como pasa con las leyendas urbanas, historias de corte truculento que pueden oscilar
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02 entre lo absurdo y lo meramente probable. Cuando la CNN mantuvo durante doce horas la noticia de que Britney Spears había fallecido en un choque de su descapotable contra un camión, y mientras el ejército de representantes de la marca Spears intentaba por todos los medios desmentir el rumor, éste se había propagado como la pólvora por la red. Al final, se supo que, además de ser una noticia falsa que se había difundido en salones de chats mundiales –donde además se añadía el detalle de que la joven había muerto aplastada por el cargamento de donuts que llevaba el camión involucrado en el accidente–, todo había sido resultado de un experimento llevado a cabo por el gran Tim Fries, popular “hacker” norteamericano, para demostrar la velocidad a la que se puede propagar un rumor, por insensato que éste sea. La lista de noticias falsas es interminable. Recordarán el caso de los “gatos bonsái”, el de la página donde se puede comprar carne de bebé a la parrilla, la filiación del conjunto musical La Oreja de Van Gogh a una conocida agrupación violenta, que Marilyn Manson no era otro que el Kevin de la serie “Aquellos maravillosos años” o que Enrique Bunbury era el pelirrojo de Parchís. La verdad, la verdad, nunca la conoceremos. |
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01 Britney Spears fue víctima de un falso rumor difundido en la red en el que se aseguraba que había muerto víctima de un accidente de automóvil 02 El “virus gallego” que circula por Internet. Un hoax que no es tal 03, 04 y 05 Imágenes del caso de los “gatos bonsái” que también han circulado por la red
RECICLAJE
RECICLAJE
Misticismo en los límites del cuerpo “Lo inexpresable, ciertamente, existe. Se muestra. Es lo místico.” Ludwig Wittgenstein, “Tractatus Logico-philosophicus” GRACE MORALES
Océanos de tinta se han vertido sobre la relación del arte con lo sagrado. En los últimos tiempos, sin embargo, este binomio ha desaparecido casi por completo, dando lugar a otras asociaciones, tan modernamente profanas como necias: arte-negocio, arte-dinero, arte-propaganda, arte-no arte… Arte-picaresca, en suma. La transgresión artística, expresión que se cuelga a la mínima en casi todos los catálogos que se precien, sólo ha quedado como eslogan para vender productos, y en nada tiene que ver con el sentido original que ha guiado a los artistas desde la época de las cavernas: la transgresión en el mismo nacimiento del obje-
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Culturas La Vanguardia
Miércoles, 30 octubre 2002
David Nebreda
imágenes de la modificación más o menos violenta de sus propios cuerpos, crear una respuesta en el público. Y un arte. Por supuesto, desligando por completo la imagen del cuerpo del ámbito del culto religioso, de donde procede. Por eso, el fotógrafo español David Nebreda es un caso excepcional. Catalogado por la ciencia como “esquizofrénico paranoide”, lo que le incluye en el manido saco de “artistas chiflados, pero geniales”, ha desdoblado su personalidad –ya fragmentada– en sus “Autorretratos”, donde se muestra como ser humano, demasiado humano, a través del dolor, la agonía y la enorme fragilidad de su cuerpo, devastado por una estricta disciplina de aislamiento, ayuno, abstinencia y automutilación que recuerda más a los místicos de los monasterios del Wadi Natrún o a los anacoretas del desierto de Siria que a los “performers” más en boga. Nebreda busca exorcizar sus demonios a través de esta terapia, recuperar la identidad pérdida a través de este nuevo y crudo humanismo. Pero no nos equivoquemos: no se trata de un enfermo al que le hayan aconsejado hacer “patchwork” o “petit point” para relajarse. Nebreda tiene una sólida formación, lo que le permite realizar estas inefables fotografías que tanta conexión tienen con la tradición del arte barroco religioso, por un lado, y con las obras antirracionalistas, de Sade a Bataille, pasando por Antonin Artaud, por otro.
Signo de los tiempos
David Nebreda muestra en sus “Autorretratos” fotográficos toda su humanidad a través del dolor y la fragilidad de su propio cuerpo. La obra de este artista se encuentra así más cercana a los místicos que a expresiones artísticas contemporáneas como el body-art, con lasque tiene, aparentemente, más similitudes
to de arte, como búsqueda de un mundo más real y “más prodigioso”, en palabras de Georges Bataille. La moda del body-art es un ejemplo. Las operaciones de cirugía estética, filmadas y retransmitidas por televisión, a las que se somete Orlan resultan un entretenimiento posmoderno cuyo único valor reside en el impacto de las imágenes y el resultado de ver a la francesa esculpida de forma “alternativa”. Su discurso pretende ser de denuncia, pero, por alguna razón, cada vez obtiene mayor sentido dentro de lo que pretende atacar. En este mismo y muy resbaladizo terreno, entre el show mediático y la expresión artística, se encuentran otros “popes” del body-art (A. Serrano, Paul McCarthy, Stelarc, Gina Pane, Cuco Suárez, Chris Ofeli, Joel Peter Witkin, etcétera), quienes pretenden, con las
Lo que en las obras del tenebrismo y en las esculturas de Bernini no se veía, o las descripciones que los escritores han hecho del sufrimiento y la locura como raíces de una ética/estética alternativa al mundo virtual en el que vivimos, en las obras de Nebreda se ven, pero traspasadas por la espiritualidad: la materia, la orina, el esperma, las heces… Nebreda rompe los límites de su cuerpo mediante la sangre, lo que paradójicamente obtiene un efecto de limpieza, incluso de santidad. Nebreda es un artista extraño, porque sus obras rompen la temporalidad, por su “simultaneidad entre objeto y signo” (según Baudrillard, esto hace que tanto el artista como su obra sean “auténticos”), porque son profundamente religiosas al tiempo que extremadamente violentas, por lo que encarna fielmente el signo de los tiempos, aunque desde una perspectiva difícil de asimilar desde el racionalismo mercantilista. Y porque su ritual artístico, su “mise en scéne” a través de la locura, su extraordinaria lucidez en la autodestrucción, sacude nuestros sentidos, abotargados tras décadas de contemplar millones de imágenes, esta vez sí, obscenamente muertas. Por una vez, la fotografía no vale para decorar un carísimo “loft” o un museo de prestigio: sirve, como pide su autor, para “contemplar en silencio”. Y no para hacerse cruces con el calvario presuntamente masoquista que en ellas se lleva a cabo. Según David Nebreda, como era de sospechar: “Mi propia realidad es peor que las fotos”. |
RECICLAJE
El diablo en la red Los cultos satánicos de toda condición encuentran en Internet un espacio ideal para propagar sus creencias y negocios
Satan inside GALACTUS
Gracias a esa gran enciclopedia virtual que es Internet, cualquier menor de edad puede acceder al Círculo de Adoradores del Diablo, sin necesidad de leer a Huysmans o interpretar un “grimoire”. El contenido de este crisol de culturas demoniacas virtuales no es uniforme. La amplia oferta abarca desde los dominios oficiales de colectivos e iglesias satánicas de amplia raigambre y aceptación social, como es el caso de la popular Iglesia de Satán –cuyos adeptos, si por ejemplo desean enrolarse para el Tío Sam, pueden especificar que su credo es “satánico”–, hasta las páginas de meros aficionados, más cercanos al espíritu dionisiaco asocial que al luciferino propiamente. Y aquí todo es posible: el rabelaisiano “fay ce que vous voudras” llega a sus últimas consecuencias. Desde Il Templo di Satana al portal especializado Satanist.net, pasando por “la tienda en casa” del diablo que es satanshop. com, del grupo SatanVision Media Group, en la que pueden adquirirse imanes para la nevera o matrículas con leyendas como “Satán es mi copiloto”. Vayamos a los extremos: www.deathandhell.com, dirigida por Infek Bin Laden, sería un sitio desde el que se aboga por el derecho a sacrificar niños, celebrar el día del Orgullo Satánico y la Marcha del Millón de Satanistas sobre Washington. La monumental Joy of Satan contiene un apartado donde el satanismo es explicado a los niños y a la juventud: “Vuestro interés en Satán es algo bueno. Es importante que dejéis a un lado vuestros prejuicios para llegar a conocer a Satán. Lo que la mayoría de vosotros ha oído probablemente sobre él viene de fuentes no satánicas y de sus enemigos que le odian por ninguna razón en especial”. Horrendo, ¿verdad? Pues miles de páginas de este jaez hacen proselitismo demoniaco de forma, cuando menos, pintoresca. Como sería el caso de la emisora de radio “on-line”, La Radio de Satán 666, especializada en shows humorísticos a cargo de The Sister Hairy Himen, cuyos contenidos son de un satanismo y un gusto ciertamente discutibles: se puede escuchar “Unchained my heart” de Joe Cocker, antes de un corte de Judas Priest, intercalados con un “jingle” promocional de la emisora recitado al revés. No obstante, hay que puntualizar que, por ejemplo, aunque firme defensora de la matriz y de la radio “on-line”, la Iglesia de Satán condena abiertamente la música rock. Sexo, violencia y humor son el “leit motiv” del cibersatanismo. Internet posibilita encontrar grupos o sectas que operan al margen de la ley y que estarían detrás de las grandes lacras de la red, como la pederastia, el tráfico de armas y el “spam”. Y la deconstrucción. Buena prueba de ello fue el llamado caso Musti, que sacudió a la opinión pública italiana y sensibilizó tanto a las autoridades en materia de cibercensura. El colectivo estético Luther Blisset publicó un texto, “Let The Children Play”, en el cual, en una de sus “acciones” más arriesgadas, utilizaban alegremente provocadores conceptos como “satanismo” o “pedofilia” como coartadas culturales
para defender la libertad de expresión en Internet. En este mismo texto, hacían referencia a los Bambini di Satana, una modesta secta local más con vocación de “reality show” que de otra cosa. Las consecuencias de la situación fueron gravísimas: las autoridades creyeron a pies juntillas la veracidad de los hechos que allí se referían, acabando en un espectacular auto de fe en Turín (capital europea del satanismo), donde se acusaba de satanismo y pedofilia a los componentes de Bambini di Satana, al portal de sexo Cibercore y a Luther Blissett. Tras varias semanas de alarma social, todos fueron absueltos sin ningún cargo. Pero el mal ya estaba hecho… Y aún queda lo peor. Nada menos que pactos satánicos “on-line”. La parte contratante, Satansm.com, ofrece la posibilidad de pactar con Lucifer a través de su web. Sólo que hay cumplimentar un sencillo formulario, lo que ellos lla-
Las webs satánicas van en aumento
En satanshop.com venden imanes para la nevera o matrículas con leyendas como: “Satán es mi copiloto” man “Satarriculum vitae”, donde se deben detallar las maldades que ha cometido cada uno, especificar qué es lo que se desea al hacer el “pactum”, la duración del mismo, que oscila entre un año hasta toda la eternidad, con unas tarifas desde los 30.000 dólares por año a los diez millones de dólares en el último caso. A pesar de la superabundancia de satanismo carpetovetónico, según el Ministerio del Interior, que lo cifra en más de 150.000 personas, lógicamente éste debería tener su correspondiente presencia en Internet. Gracias a Dios, esto no se corresponde con el número de simpatizantes, siendo la gran parte del cibersatanismo en español de origen iberoamericano. Podemos destacar, de producción propia, la página del incombustible campeón español Blackfer (ww.geocities.com/blackfer/), la web del Templo de Tezcat, el foro Red Infernal y, sobre todo, la campeona del top, El Círculo Luciferino de Valencia. “No en vano, la astucia más hábil del diablo –escribió Baudelaire– es la de convencernos de su no existencia.” Y esto es lo más terrible: el diablo, en Internet, ha triunfado. |
RECICLAJE
RECICLAJE Miércoles, 12 febrero 2003
El efecto Mitsubishi Jesús García Pérez firma habitualmente sus artículos como Joe D'Allessandro en la revista “Mondo Brutto”
JESÚS GARCÍA PÉREZ
A principios del siglo XXI, Michael Glober, por aquel entonces responsable de comunicación de la corporación multinacional Mitsubishi Motors en el Reino Unido, realizaba unas sorprendentes declaraciones en el transcurso de una rueda de prensa. Mitsubishi, por boca de su probo empleado, el señor Glober, manifestaba su preocupación por la imagen pública que su marca estaba adquiriendo entre la juventud inglesa y recordaba que los bienes ofertados por Mitsubishi en Gran Bretaña se limitaban a los automóviles, al tiempo que hacía votos para que los jóvenes británicos continuaran haciendo “esa conexión y no otra”. Lo que podría parecer una anécdota intrascendente, bien mirada, se nos antoja un suceso, no ya completamente insólito, sino auténticamente revelador. La “otra conexión” a la que se refería míster Glober, esa que establecen los adolescentes ingleses (una parte de ellos, al menos) ante el concepto Mitsubishi, es, claro, el quid de la cuestión: los jóvenes (una parte de ellos, al menos) lo “conecta” con las mal llamadas “drogas de diseño”. Que se sepa, Mitsubishi fabrica coches y no fármacos ilegales; pero es indiscutible que comprimidos de
res de fármacos ilegales han superado –pese a la prohibición– lo que eufemísticamente denominamos “desafíos de la sociedad de consumo”. Ha bastado, tras adaptar procedimientos, “know-how” y mercadotecnia, con el viejo truco de vendernos una marca: concretamente, con aprovechar el tirón de marcas ya existentes dotándolas de una nueva orientación comercial. Así, por ejemplo, la potencia de los motores Ferrari, Mercedes, Toyota, Lexus, Volkswagen o Audi,
Los fabricantes de fármacos ilegales han encontrado un perverso camuflaje en las marcas que simbolizan la potencia del automóvil unida a la simplicidad y popularidad de sus logos, ha vendido –y sigue vendiendo– comprimidos de MDMA a porrillo por toda la Europa globalizada. Claro que el curioso fenómeno no se ha limitado a las marcas de automóviles, aunque sus cualidades publicitarias implícitas
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Culturas La Vanguardia
Equívoco Los fabricantes de pastillas de MDMA o éxtasis recurren a los logotipos de marcas archiconocidas para identificar sus productos en una estrategia comercial similar a la de cualquier otro producto no prohibido
MDMA (o éxtasis) de diversas formas, tamaños y colores con el logo de Mitsubishi pueden adquirirse no sólo en la noche inglesa, sino en la de muchos países europeos, incluido el nuestro. El inusual reconocimiento público de una realidad como ésta por parte de una multinacional como ésa, volvía a poner de manifiesto que en nuestro actual modelo de “desarrollo sostenible” la “imagen” es el activo más importante de las compañías, así como el principal valor añadido de sus productos. Pero, además, el caso Mitsubishi nos permite reflexionar sobre un tema habitualmente oculto: el éxito con que los producto-
(potencia, velocidad, estabilidad, seguridad, exclusividad, clase) hayan sido de las más “recicladas” en clubs, “raves” y fiestas, en las que, dicho sea de paso, todavía no se ha constatado la presencia de pastillas Seat... Marcas y logos tan célebres como los de McDonald's, Playboy, MTV, Nike, Motorola, Camel, Lacoste, Rolex, Warner, Michelin, Versace, Loewe, Calvin Klein o el PP, por poner unos ejemplos de fácil verificación, provocan cada noche “otras conexiones” en los centros juveniles de ocio. Su imagen ha sido clonada, de un modo inesperado tal vez, pero tremendamente eficaz. Al margen de las implicaciones (ne-
gativas o positivas, ya se sabe que el consumidor es veleidoso) que estas prácticas tengan sobre las marcas saboteadas, no deja de admirarnos el perfecto marchamo –pese a la prohibición– de producto de consumo juvenil que han adquirido estos fármacos ilegales (se venden, o se han vendido, pastillas con la imagen de Casper, los Picapiedra, Bugs Bunny, Superman, Snoopy, el Pato Donald, Harry Potter, Batman, Fido Dido, los Juegos Olímpicos o los Teletubbies, mientras otras “pills” adoptaban símbolos tan simbólicamente explícitos como el yin-yang, Smiley, la luna, el amor, el dólar o una hoz y un martillo, por poner sólo algunos ejemplos). Una presentación sencilla y atractiva, que adopta diversas formas y colores, con el troquelado autentificador de una marca, aunque ésta sea tan obviamente impostada, no sólo facilita su rápida identificación por los consumidores, especialmente los más bisoños, sobre todo permite a éstos ejercer su más inalienable derecho en nuestra actual realidad económica: la libertad de elección entre múltiples opciones de una misma cosa. No es la primera vez que algo así ocurre en el mercado de los fármacos ilegales (recuérdese el caso de los secantes de LSD, por ejemplo), pero sí resulta novedosa su vertiginosa implantación y su perfecta imagen de producto de mercado “normalizado”. De hecho, el MDMA es más conocido entre muchos consumidores por sus “denominaciones comerciales”: “qué buenas están estas Mitsubishis”. Volvemos así al caso Mitsubishi. Lo que sin duda sorprendería al señor Glober es constatar que la piratería se ha cebado con Mitsubishi también en el mercado ilegal. Y no lo digo con doble sentido: las pastillas Mitsubishi alcanzaron tal notoriedad en ciertos ambientes festivos que pronto surgieron múltiples sucedáneos, valga la redundancia. En Barcelona, el Instituto Municipal de Investigaciones Médicas analizó, entre mayo del 2000 y junio del 2001, diversos comprimidos en circulación con el logo de la popular marca de automóviles japonesa. El resultado fueron unas concentraciones de MDMA muy variables por pastilla (de 40 a 100 miligramos), así como genuinas falsificaciones que, directamente, contenían otros principios activos (anfetamina, cafeína e incluso diazepam) poco o nada empáticos. Sorprendentemente, a principios del siglo XXI, la prohibición –demostradamente ineficaz, cuando no contraproducente y peligrosa– ante las nuevas (y las viejas) realidades dopantes se mantiene impasible en su indiscutible argumento: no. Pero existen otros caminos. Siguiendo ejemplos británicos y holandeses, por aquí funciona desde hace tiempo la organización catalana Energycontrol (www.energycontrol.org; en Euskadi existe Alkailet), que, además de ofrecer información seria y sin condicionamientos morales, realiza análisis de pastillas en colaboración con el IMIM y trabaja en locales “de marcha” desde la encomiable óptica de la Reducción de Riesgos. Porque, como bien sabe el señor Glober, siempre será mejor prevenir. |
La sencillez de muchos logotipos publicitarios facilita la adopción de éstos para su adaptación a las pastillas de éxtasis, muchas de las cuales ya son conocidas entre los consumidores habituales por el nombre de la marca de la que copian su imagen
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RECICLAJE Miércoles, 5 marzo 2003 Culturas La Vanguardia 30
Guerrilla cultural Desde los años sesenta se han multiplicadon las formas de activismo a caballo del espectáculo y la política
Motherfuckers y giraldillas “Hoy no se puede ser revolucionario sin un televisor... Es tan importante como un fusil. Cada guerrillero debe saber utilizar el terreno de la cultura que está intentando destruir. Nuestro objetivo... teatro puro, información pura”. Jerry Rubin, visionario MONDO BRUTTO
El caso es llamar la atención. Al grito de “¡Adquiera prestigio!”, el grupo de visionarios Preiswert Arbeitskollegen (Escuela de Trabajo No Alienado) convocó, en un andén de la estación del metro de Madrid, una singular subasta de arte: acordonando dos vallas publicitarias de sidra achampañada El Gaitero, instaba a los invitados a comprar las “obras de
Entre algunos grupos de “terrorismo poético” el compromiso político va más allá de un mero “sabotaje del arte” o de la guerrilla cultural arte” por el precio de un canapé y un vino. Los afortunados compradores eran inmortalizados frente al “horror” que habían adquirido, lo que les convertía ipso facto, y para pasar a la historia, en unos mecenas del arte, sin necesidad de cargar con la voluminosa obra, que según el colectivo sólo sirve para acumular polvo y suciedad. Esta bonita iniciativa, como una deconstrucción práctica, de los creadores del imperecedero graffiti “El silencio de Amedo está sobrevalorado”, sería una “situación” parecida a aquella protagonizada en los años sesenta por The Black Mask, quienes, con ocasión de una muestra de “arte revolucionario”, que incluía conferencias y exposiciones, repartieron miles de “flyers” entre los “homeless” y demás gente de mal vivir, donde se prometía comida y bebida gratis. Ni que decir tiene que la exposición fue invadida por cientos de personas ajenas por completo al mundo del arte y, por supuesto, ajenas también a que estaban formando parte de una “acción anarco-dadaísta”. Unas personas que tampoco valorarían demasiado las consignas del grupo, tales como “All you need is... Dynamite” y “Quema los museos, baby”. Entre los muchos grupos de “terrorismo poético” que han operado desde los tiempos en que Guy Debord y sus colegas quedaban en los “bistrots” para hacer sus célebres “derivas”, existen algunos donde el compromiso político va más allá de un mero “sabotaje del arte” o una guerrilla cultural doméstica, como los parisinos Comité de Acción Freud-Che Guevara, Les Enragés (padres de la pintada callejera absurda de contenido artístico) o el Comité Revolucionario de Agitación Sobresexual, que triunfaron estrepitosamente durante el mayo del 68. Por ejemplo, los holandeses
Kabouters o Gnomos Benéficos contaban hasta con su propio programa patafísico, en el que habían creado hasta un Departamento de Sabotaje de Reglas Fijas y del Hábito de la Obediencia. Y los célebres Provos ponían en práctica sus llamados “planes blancos”, consistentes en pintar las fachadas de las residencias de las autoridades especialmente represivas o elaborar programas para la reconversión de la policía en grupos de trabajo socialmente útiles. Para motivar al “provotariado” se valían de happenings basados en el Teatro de la Crueldad y la Creación Permanente. Tal vez la guerrilla cultural más familiar no sea otra que los Motherfuckers, que adoptaron con orgullo esta grave descalificación por ser la favorita de los “pigs” (policía americano) al detener a los sospechosos (“¡Contra la pared, hijoputa!”, pero en inglés), y que tenían como bandera ser la “vanguardia de la fantasía”, y se definían a sí mismos como “una banda callejera, con un análisis”. Su Santísima Trinidad era la ya tradicional sexo-drogas-rockanrol, y entre sus muchas performances aún se recuerda la que organizaron en el templo Furry Freak por antonomasia: el Fillmore de San Francisco, donde actuaba el Living Theatre. Mientras los actores recitaban “No me dejan fumar marihuana” y hacían sus acostumbradas cucamonas psicodélicas, varios motherfuckers irrumpieron en el escenario vestidos sólo con slips y fumando enormes trompetas de dicha sustancia, para proclamar “¡¡Entrada gratis!!”, liberación que consiguieron una vez por semana, tras arduas negociaciones en las que tuvo que intervenir el mismísimo Abbie Hoffman. La comuna musical de Detroit, Motorcity Madness (MC5), estuvo muy ligada a los Motherfuckers y a los Panteras Blancas; de hecho, sus actuaciones comenzaban con unas incendiarias proclamas futuristas de John Sinclair. Ya lo reveló Dylan en “Subterranean homesick blues”. Y los Weathermen to-
Muchos agitadores acabaron de gurús de moda o empresarios, otros terminaron en el Frente Simbiótico de Liberación o en la Familia Manson
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02 01 El “Muro de las Protestas” de la Universidad de Berkeley 02 Ilustración temático-simbólica del disco de Motorcity Five “Kick out the jams”, 1968
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maron la Palabra, convirtiéndose en la facción más revolucionaria de acción directa. Escindidos de la SDS a finales de los sesenta, pasaron de protagonizar sucesos pop, como liberar de la cárcel a Timothy Leary, a caer en el “ciego terrorismo”. Mientras la mayoría de estos agitadores terminaron convertidos en gurús de modas, empresarios o ministros, algunos siguieron en el lado cada vez más salvaje, como el Frente Simbiótico de Liberación o la Familia Manson. En la actualidad, el misterioso colec-
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03 Manifestación contra la guerra de Vietnam 04 Sharon Krebs, activista yippie, con una cabeza de cerdo elegido presidente de EE.UU. por los “contraculturales”
tivo italiano Luther Blisset sintetiza todos estos movimientos del pasado en happenings, novelas, proclamas y acciones, entre la crítica sociocultural y un método estético-humorístico. Sin este marco, no se entendería la deriva psicogeográfica nocturna por Cuenca: un vagabundeo cultural que convocó a ochenta personas, que comenzaron en las escaleras de la catedral antes de ser invitados por la policía a terminar su “acción” yéndose de procesión por la zona de bares. Uno de sus grupúsculos hermanos, los Transmaniacs (Associazione Psicogeografica di Bologna), defienden una Alianza Neoísta y la fascinante tesis de que el ocultismo sigue estando detrás de la CIA, como lo estuvo antes al servicio psicotrónico de los nazis. La red se ha convertido para casi todos estos colectivos en un espacio ideal de “psicoterrorismo” para difundir su cultura de la resistencia, considerándola como un “estado entrópico”. También operan algunas asociaciones estatales, como La Factoría Merz o Acción Subversiva Internacional, que antes utilizaban métodos artísticos más tradicionales como el mail-art. O como el laureado internacionalmente El Cartel, pegando obras de arte por la noche, en el más puro estilo del “détournement” urbano. Obviando al Anarchist Lancaster Bomber Further Too y The Institute of Fatuous Research, una de las propuestas más interesantes sería el Instituto de Madagascar, organización estética norteamericana que se ha hecho popular por sus instalaciones disparatadas llenas de contenido político, como construir una réplica de Las Vegas con basura y celebrar festivales de “extravaganza” en el desierto y en Berlín con un pulpo gigante. Siempre dispuestos a seguir montando la Sociedad del Espectáculo. Kick out the jams, motherfuckers! |
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RECICLAJE Miércoles, 26 marzo 2003 Culturas La Vanguardia 30
Fármaco En poco tiempo se convirtió en el antidepresivo por excelencia del fin de siglo pero este éxito tiene su lado oscuro: las denuncias de comportamientos criminales y suicidas a causa de su consumo
Nación Prozac “El Prozac está asociado con más hospitalizaciones, muertes y reacciones adversas que cualquier otra droga en Norteamérica”. “RECETAS PARA EL DESASTRE”, “BUSINESS WEEK”, 1998
GRACE MORALES
Abajo, píldoras de Prozac (imagen grande) y un imaginario anuncio del popular fármaco de los laboratorios estadounidenses Lilly que recuerda la publicidad clásica de detergentes para lavar ropa
En el año 1988, la empresa farmacéutica norteamericana Lilly (“Respuestas que importan”) lanza la píldora Prozac, marca registrada bajo la que se esconde la fórmula del clorhidrato de fluoxetina. Desde entonces, unos cincuenta millones de seres humanos han consumido esta sustancia. Sus primeras campañas de publicidad en los medios fueron apabullantes: la vendían, no como un fármaco cualquiera, sino como una sustancia casi revestida de poderes milagrosos, en el más puro estilo de los tónicos de “medicine show”. No por nada los laboratorios Lilly fueron fundados en 1876 por el dueño de una botica en Indianapolis y veterano de la guerra de Secesión, el coronel Eli Lilly, como si se tratase de la fórmula que inventa Cary Grant en “Me siento rejuvenecer”. La resaca de los años ochenta, que había arrastrado al precipicio a multitudes desde el aeróbic, el diseño y la cocaína, encontró un divino “alkaseltzer” para borrar la sensación de ser menos que cero. Jóvenes profesionales, artistas, matrimonios frustrados, “grunges” y jubilados con dudas existenciales tomaban Prozac como quien toma la eucaristía. Todo era bueno: uno se sentía genial, optimista, lleno de ilusión… Y sin efectos secundarios. Los primeros prospectos incluían una serie de molestias leves que podían darse, pero que en ningún caso revestían demasiada importancia. A medida que el número de depresiones aumentaba –llegó a la escalofriante cifra en un solo año de unos 130 millones de personas registradas por las autoridades–, el consumo de Prozac se disparaba hasta convertirse en una de
las medicinas más populares del siglo XX. Las primeras “incidencias” del Prozac, sin embargo, se registraban a finales de los noventa. Un anciano que se había retirado a Hawai comenzó a sentirse agobiado y triste por el cambio de vida. Un médico le recetó Prozac y el jubilado experimentó una euforia tan grande que tuvieron que hospitalizarlo a los pocos días. Después de una semana, el señor William Forsyth volvió a casa, aparentemente recuperado. Con tranquilidad, fue a la cocina, tomó un cuchillo de sierra y apuñaló a su mujer dieciocho veces. Después, ató con cinta aislante el cuchillo al respaldo de una silla y se empaló en él. Los hijos de los Forsyth demandaron inmediatamente a la compañía Lilly: la reacción psicopática del anciano no tenía más explicación, según ellos, que el consumo de Prozac. Resulta un poco arriesgado justificar un acto como éste por el mero hecho de haber ingerido unas pastillas antidepre-
puede tener muy graves efectos secundarios, al tiempo que los especialistas opinan que estas conductas tan violentas son el resultado de la depresión en sí misma, llevada a su extremo, y no del hecho de tomar Prozac. Sin embargo, la lista de casos salpicados de sangre, violencia y furia homicida a cargo de personas que toman este medicamento es muy amplia, tal como la registran, sólo en Estados Unidos, los medios de comunicación: asesinatos a sangre fría, tiroteos en colegios, niños que matan niños, todo tipo de crímenes hacia parientes y amigos, animales domésticos incluidos... La pregunta vuelve a ser la misma, ¿qué fue antes, el Prozac o “la Haine”? Si no creemos en la conexión Prozac-graves comportamientos antisociales, ¿podemos entender entonces que todo aquel que esté sufriendo un trastorno psicosocial es susceptible de convertirse en el Carnicero de Rostov? Los norteamericanos, que lo mismo
Los detractores de la fluoxetina creen que ésta es responsable de la muerte de lady Di, del escándalo protagonizado por Monica Lewinsky o de los suicidios del activista Abbie Hoffman y los músicos Del Shannon y Michael Hutchence sivas. No obstante, durante el año 1999, ciento sesenta familias denunciaron a la misma empresa y por el mismo motivo: alguno de sus parientes, a quien se le había administrado Prozac, en un momento dado perdió la cabeza y se suicidó. A veces, llevándose por delante a otras personas, y en el resto de las ocasiones quedando en una autolesión gravísima y un comportamiento más allá de la depresión. En los últimos tiempos se ha conocido que las propias farmacéuticas que comercializan antidepresivos basados en esta fórmula llevan años sabiendo que ésta, en algunas ocasiones,
inventan el Prozac como lo defenestran en nombre de la democracia, han desarrollado una enorme paranoia con el uso de este medicamento. Primero, porque, a fin de cuentas, el Prozac no deja de ser una droga. Y segundo, porque sean o no contrastadas científicamente sus consecuencias, puede servir de oportuna justificación a los actos más inimaginables. Si no, atención a esta lista de personajes famosos que los detractores de la fluoxetina consideran también víctimas. Sólo para comprobar hasta qué punto se pueden deformar los hechos, los agitadores de la cruzada contra el Prozac proclaman que lady Di y el conductor del coche en el que se mataron consumían Prozac en exceso, y ésa podría haber sido una de las razones de la tragedia. Y que el escándalo protagonizado por Monica Lewinsky se debería a que ella tomaba enormes cantidades de antidepresivos. Y que, por ejemplo, Abbie Hoffman, Del Shannon y Michael Hutchence se suicidaron por las mismas circunstancias farmacológicas… Independientemente de las tergiversaciones que en nombre de “la pastilla de la felicidad” hagan unos y otros para justificar discursos y acciones, el Prozac tiene unos espectaculares efectos secundarios, catalogados por la ciencia médica, desde el síndrome de la serotonina a diversas contraindicaciones, tanto de índole fisiológica como psíquica. Hasta el momento, de la larga lista de juicios contra Prozac, la empresa Lilly no ha perdido ni uno. Esto quizá se deba a que antes de que los procesos vayan un poco más allá, la farmacéutica indemniza a sus demandantes con unas generosas sumas de dinero con las que los afectados pueden adquirir, esta vez sí, enormes cantidades de felicidad y bienestar, pero sin necesidad de receta alguna. |
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RECICLAJE Miércoles, 30 abril 2003
La reina desobediente
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Culturas La Vanguardia
Homosexualidad Quentin Crisp fue toda su vida un heterodoxo incluso para el mundo gay
GRACE MORALES
01 Quentin Crisp en Nueva York en un retrato de Justin Sutcliffe 02 Portada de la edición española de “El funcionario desnudo” 03 Portada de su colección de artículos “An Englishman in New York”
La película “A Wong Foo, gracias por todo, Julie Newmar”, postrera explotación del éxito del cine sobre la moda drag queen, como “Las aventuras de Priscilla, reina del desierto”, comienza con un concurso para escoger a la mejor drag de Nueva York. Acompañando al artista RuPaul, que se interpreta a sí mismo como maestra de ceremonias, y a los actores Patrick Swayze, Wesley Snipes y John Leguizamo vestidos de lentejuelas, se puede ver en fugaces momentos a un anciano sentado en un trono, que parece presidir el delirio de glam y pestañas postizas con cierta cara de estupefacción, pero completamente maquillado. Ese hombre menudo, con tal cantidad de maquillaje en la cara “como para desafiar las leyes de la gravedad”, según sus propias palabras, era Quentin Crisp, quien falleció a los pocos meses de esta su última aparición en el mundo del espectáculo, a la edad bíblica de noventa y uno. Sin embargo, y a diferencia de RuPaul u otras queen-celebridades, Crisp no se disfrazaba de vedette para cantar y bailar sobre las tablas: no era actor, ni bailarín, ni cómico. Por el contrario, había pasado toda su existencia “arreglado” como una mujer, moviéndose y hablando como tal, pero en la calle, en la vida real, no limitando su pose al mundo artístico. Además, a Crisp no le gustaba vestirse de mujer, porque pensaba que ir travestido quitaba feminidad a su cuerpo, salvo por el detalle de algún pañuelo, foular o muselina. En el año 2003 es probable que una persona así, vestida de hombre y pintada como una señora, con el pelo teñido de rojo y las uñas largas, en el núcleo de una gran ciudad no provocara mayor revuelo que el de unos saltimbanquis o los hare krishna. Pero en el Londres de los
años 30, 40 y 50 (y si extrapolamos este hecho a ciudades más cercanas, prácticamente hasta nuestros días) es lógico suponer que este personaje suscitara el terror, el odio y la conmoción de la inmensa mayoría de sus vecinos. No se trata, por tanto, de la historia de un artista vocacional, ni siquiera la de un pensador o novelista “comme il faut”, pero todos éstos son rasgos que pertenecen al carácter y al talento de Crisp, quien con toda seguridad sólo se puede comprender como un tenaz superviviente de su tiempo y de su condición de homosexual heterodoxo. En sus libros autobiográficos descubrimos a una especie de Oscar Wilde agudo, pero más existencialista e igual de indefenso ante la maquinaria social y humana. Un brillantísimo y sagaz cronista de su época, obstinadamente libre, independiente y fuera de cualquier intento de catalogación, incluso dentro de la cada vez más cuadriculada y conservadora comunidad gay. Su primer libro de memorias, “The naked civil servant” (“El funcionario desnudo”, Valdemar,
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2001), es la crónica de unos años (1901-1950) que han sido relatados e interpretados hasta la extenuación por la historia y la literatura, pero en la peculiar hermenéutica de Crisp adquieren un aspecto más extraño todavía. La miseria de la “vie de bohème” en los suburbios del Soho, los trabajos humillantes para sobrevivir a duras penas, las persecuciones y palizas a las que era sometido por mostrar de manera clara su condición sexual, y los infructuosos intentos por entender y alcanzar en vano el amor, hacen muy comprensible que el primer título que Crisp pensara para este libro fuera “Yo reino en el Infierno”. Gracias a su admirable estilo, pleno de humor, autocrítica e inteligencia, Crisp se convirtió a los cincuenta años, tras décadas de ostracismo y penurias, en una especie de celebridad dentro del mundo gay. Un mundo, por otra parte, del cual le separaban más cosas que le acercaban. La publicación de la autobiografía (1968) además de otros escritos sobre sus recuerdos, columnas para prensa y textos sobre cine, sus apariciones en televisión como invitado de lujo en los “talkshows” de David Letterman y la emisión del telefilme homónimo, protagonizado genialmente por John Hurt en el papel de Crisp (“El funcionario desnudo”, 1975, dirigido por Jack Gold) le consagran como personaje popular, si es que sobre la vida de Crisp, humilde y demasiado humana, se pueden utilizar términos así de grandilocuentes. Según él, “cualquier película, incluso la peor, es al menos mejor que la vida real”. De sus últimos treinta años como habitante en el exilio del Lower East Side de Nueva York queda como testigo su segunda autobiografía, “Resident alien” (1996, Flamingo), aún más divertida y ácida si cabe, donde Crisp, pese a ser tratado como un héroe por las asociaciones gays de toda Norteamérica,sigue sintiéndose un “outsider”, un extraño, enfrentado a los tics y clichés de la cultura norteamericana, tanto los del “mainstream” (hilarantes sus apariciones en televisión), como los del propio movimiento homosexual, negándose a la clasificación de gay correcto, y optando por el camino más difícil, el del afeminamiento difuso, aquel que no entra en categoría alguna y además barre todas las estable-
La suya fue una opción sexual vivida no como militancia, sino como desobediencia moral, como atrevimiento contra la realidad, y en las circunstancias más adversas cidas. Una homosexualidad vivida no como militancia, sino como desobediencia moral, como aceptación de su ser y su propio atrevimiento contra la realidad; y encima, en las circunstancias más adversas. Una elección natural, completamente contraria a la expresión de la diferencia como mercancía, ni siquiera como artisteo. Y muchísimo menos como demostración de poder o fuerza. Crisp, que había sido expulsado del reconocimiento médico que lo habría llevado al ejército en la Segunda Guerra Mundial, cuenta que cuando conoció al escritor homosexual William Burroughs, éste le dijo nada más ser presentados: “Por aquello que merece la pena tener, merece la pena luchar”, a lo que Quentin replicó con gracia, atusándose el pelo: “Mejor intentaríamos vivir sin aquello que sólo podemos mantener por la fuerza”. Ahora que las voces de ambos, tanto la beligerancia intelectual como la ética rigurosa, predican en el desierto, no cabe mejor lección de orgullo.|
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RECICLAJE
RECICLAJE Miércoles, 25 junio 2003 Culturas La Vanguardia 30
Propiedad intelectual Las leyes que protegen todo tipo de creaciones, ya sean artísticas, industriales o científicas, son constantemente desafiadas. El copyright es hoy un concepto tan extendido como cuestionado
El saber os hará libres “Desde que se impuso la creencia en la propiedad intelectual, los movimientos underground y ‘alternativos’ y las vanguardias más radicales la han criticado en nombre del ‘plagio’ creativo, de la estética del cut-up y del sampling, de la filosofía do it yourself. De más moderno a más antiguo se va del hip-hop, al punk, al proto-surrealista Lautréamont (‘El plagio es necesario. El progreso lo implica. Toma la frase de un autor, se sirve de sus expresiones, cancela una idea falsa, la sustituye con la idea justa’). Actualmente esta vanguardia es de masas”. “COPYRIGHT Y MAREMOTO”, WU MING 1
GRACE MORALES
Hace unos meses, los hermanos The White Stripes, la última sensación musical de Estados Unidos, protagonizaron un pequeño escándalo: en la letra de la canción “The Union Forever”, de su disco “White Blood Cells”, se recitaba el mismo estribillo que unas bailarinas
Las nuevas tecnologías permiten a esa mayoría que forma el mercado acceder a los objetos sin intermediarios cantaban en la película “Ciudadano Kane”, además de incluir unas frases pertenecientes al guión de la misma. La productora Warner Bros, propietaria del copyright de la obra, está estudiando la posibilidad de denunciar al dúo por plagio y apropiación indebida, puesto que la canción viene firmada por ellos y no hay ninguna referencia a Orson Welles en los créditos. Este caso, el último de una larga serie de conflictos y pleitos entre industria, artistas y productos es especialmente curioso, no sólo por los propios hermanos White, sino porque el propio Orson Welles durante toda su vi-
da estuvo obsesionado con las ideas de la autenticidad en la obra de arte: el doble, la legitimidad del autor, etcétera, y a quien el concepto de lo falso obsesionaba aun más que el de la verdad, supuesta quimera que el artista busca desesperadamente, al parecer. Recordemos su “Guerra de los mundos” o su última aportación al cine, el documental de título incontestable, “F for Fake” (1975) sobre un falsificador de pinturas. Pero más paradójico si cabe es que no sean siquiera los herederos del gran cineasta, sino una multinacional la que pueda mandar como dueña absoluta del contenido de la obra de Welles. Es un poco aventurado, pero casi se podría afirmar que al orondo genio poco le habría importado que unos petimetres yanquis, para epatar, incluyeran en su canción unas frases de su película más famosa, una obra que, a estas alturas, debería ser considerada, como las murallas de Ávila, patrimonio de la humanidad. Hay otros a quienes sí les importa mucho y no consienten bromas con sus propiedades intelectuales: véanse las peleas legales que se organizan con los “bootlegs”. Fue el célebre caso del grupo Negativland, unos graciosos que mezclaron unas declaraciones de un famoso dj con unos fragmentos de U2 para hacer un single y casi acaban en la cárcel. Este caso es recogido en el ya clásico documental underground de Craig Baldwin, “Sonic outlaws” (1995), donde se hace un repaso a estos gamberros de la apropiación indebida de “ideas y objetos protegidos por las leyes del copyright y su imposibilidad de ser reproducidos sin permiso expreso del propietario de la obra”: entre collages y collages de otras películas, se puede ver, por ejemplo, a John Oswald, “El mito de la cinta cassette”, padre del sampler a discreción y sin permiso en sus discos de dance; los Tape-Beatles, máximos exponentes del mo-
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vimiento situacionista Plagiarismo (http://pwp.detritus.net/works/writings/plagiarism.html), con sus discos de sonidos absurdos, realizados por el método del “corta y pega”; o el grupo de performers Emergency Broadcast Network y sus vídeos de fragmentos de anuncios, telediarios y películas, denunciando las campañas de desinformación de la primera guerra del Golfo. Las leyes de la propiedad intelectual, tanto artística como científica, y sobre todo, la lucha por quién ha de lucrarse finalmente con el producto están en tela de juicio desde que la tecnología permite a la mayoría que conforma el mercado potencial acceder a esos objetos sin necesidad de pasar por un intermediario. En el fondo de esta polémica, que tiene como único móvil el beneficio económico, estaría la antigua disquisición filosófica sobre la propiedad de las ideas, el concepto de idea “original” frente al concepto de las ideas generadas y compartidas por la colectividad, que se entrelazan con otras similares para crear nuevos objetos. No se puede negar el derecho del programador informático o el músico a defender su creación, y la correspondiente remuneración económica si otra persona quiere realizar con ella un producto (una adaptación al cine, etcétera), pero es realmente difícil creer que existan propuestas completamente originales.
Derechos y monopolios
02 01 y 02 El grupo estadounidense The White Stripes ha utilizado en su último disco la letra de una canción de la película “Ciudadano Kane”
03 El colectivo Wu Ming pone en cuestión las leyes del copyright y el concepto plagio
Hace ya tiempo que asociaciones, grupos de acción y personajes públicos vienen defendiendo ideas como las de “software libre”, “peer to peer”, “open source”, “biociencia libre”, etcétera. Se trata de dejar clara la diferencia entre lo que significa el derecho de autor y el monopolio de la explotación comercial de ese producto por parte de una sola corporación, protegido por las leyes económicas en vigencia. Internet se ha revelado como un foro de propaganda y distribución gratuita: el boca a boca y la libre difusión han lanzado masivamente a grupos y científicos sin necesidad de campañas de promoción ni costosos envoltorios comerciales. La alta cultura tradicional, constreñida mediante leyes y protecciones del poder, comienza a parecerse cada vez más a la cultura popular, la que se mueve en terrenos más imprecisos y libres. El movimiento “copyleft” adquiere cada día mayor presencia: existen webs como artlibre.org, donde se ofrece como alternativa su LAL (Licencia de Arte Libre), que “autoriza a copiar, difundir y transformar libremente la obra que protege, dentro del respeto a los derechos de su autor”. El proyecto del Mas-
Se trata de dejar clara la diferencia entre los derechos de autor y los monopolios de explotación comercial
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sachusetts Institute of Technology (MIT) OpenCourseWare (OCW) es una propuesta para incluir en Internet el contenido de algunos de los cursos de la prestigiosa universidad de forma gratuita y libre. El programa GNU es un software creado expresamente para ser distribuido de manera libre, para los usuarios informáticos, que también pueden desarrollarlo o mejorarlo bajo la protección copyleft… Gracias a estas iniciativas, algunas ideas del pasado como la “enseñanza libre” o el “dominio público” pueden ser una realidad y no mera utopía social. |
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RECICLAJE
Otras formas de entender el mundo “La mayor parte de nuestro actual conocimiento de la mente seguirá siendo válido tan sólo si, por todo lo que sabemos, el cráneo estuviera relleno de algodón hidrófilo” (“Cibernética”, Norbert Wiener) GRACE MORALES
El filósofo y aristócrata polaco Alfred Korzybski (1879-1950) encontró durante la Primera Guerra Mundial la iluminación. Estando al mando de su escuadrón de caballería, y habiendo preparado con todo detalle un ataque, lanzó una carga contra el ejército prusiano. Lo que él ya consideraba como un paseo militar se convirtió en una masacre, al existir un foso donde les esperaban las ametralladoras, un foso que no venía en los mapas. No había mandado a sus hombres a luchar contra los planos. La iluminación se hace frase célebre: “El mapa no es el territorio”. Así nace la Semántica General, un ambicioso intento de aunar todos los conocimientos de su tiempo en un sistema filosófico, pero prescindiendo de las categorías metafísicas que han limitado nuestra visión del mundo. Korzybski afirma que el progreso científico va muy por delante de la lógica de nuestras mentes, y que es necesario revisar el lenguaje en el que hablamos. Hay que acabar con las viejas estructuras del lenguaje griego, pasadas
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Culturas La Vanguardia
Miércoles, 16 julio 2003
Semántica General Así llamó Alfred Korzybski a su sistema no-aristotélico. Con él, el pensador polaco quería cambiar el lenguaje y sus estructuras
para que “al final, la llave de las fuerzas universales pueda caber en la palma de una mano”. Korzybski queda relegado al grupo de los pensadores malditos. Es posible que la Semántica General no tuviera repercusión filosófica pero sí fue importantísima en otros territorios. Si el tiempo no va a ser lineal ni el espacio plano, podremos ir adelante o atrás sin distinción y movernos en un espacio curvo o pixelado. La célebre novela del escritor E. A. Van Vogt, “The world of Null-A” (“El mundo de los No A”), está realizada siguiendo los principios de la Semántica General. Las historias de Philip K. Dick, que reconoció la influencia de Van Vogt en su obra, también realizan saltos inverosímiles espacio-temporales, si aún pensamos dentro del paradigma platónico-aristotélico. Ese mundo fragmentado en miles de realidades posibles y simultáneas en el tiempo es lo que hereda Dick de “El mundo de los No A”, un recurso que permite hacer unos “loops” espectaculares con los protagonistas y sus circunstancias. Seres que aparecen, y al poco desaparecen diciendo cosas contradictorias, luego volviendo a aparecer, quizá en un tiempo anterior, y con otra apariencia. Miles de interpretaciones se han hecho de obras maestras como “Ubik”, como fábula o parábola social, política, etcétera, sin tener en cuenta que en reali-
Puede que sus teorías no tuvieran repercusión filosófica, pero sí influyeron en la ciencia ficción y en la obra de Van Vogt, Philip K. Dick u Orwell
01 Portada de una novela de Philip K. Dick de la colección Nebulae (Edhasa), 1984 02 Un joven Alfred Korzybski cuando era oficial del ejército polaco en la Gran Guerra 03 Korzybski en su época de profesor universitario en Estados Unidos (años cincuenta) 04 Portada de “Los simulacros”, de Philip K. Dick, de la colección Superficción (ed. Martínez Roca), 1988
por el tamiz escolástico, y crear una nueva manera de hablar, más acorde con el paradigma de la ciencia no newtoniana ni euclidiana. El propio Einstein afirmaba que su teoría de la física cuántica se podía entender mejor si se describía en lenguaje de los indios que en inglés, porque las lenguas indoeuropeas nos obligan a ver la realidad fragmentada. El lenguaje ha de cambiar para poder entender el mundo de otra forma, donde no aparezcan delimitados el comienzo y el fin, lo alto y lo bajo, el antes y el después. En lugar de ser algo rígido y de una sola dirección, tendrá un carácter de organismo vivo, como un virus en desarrollo, donde los conceptos se unan unos con otros y no se excluyan. Durante la década de los sesenta, esta filosofía estuvo de moda entre los salones académicos, siempre dentro del flujo imparable de orientalismo, psiquedelia y ciencias ocultas. Sin embargo, fue denostada y atacada desde los púlpitos filosóficos, por entender que se trataba de una pseudociencia, de un invento basado en los principios de la ciencia ficción humanista y sin base alguna. Reacción lógica, porque esta teoría se opone a la visión estipulada por la ciencia oficial y lo que debemos o no conocer de nuestro mundo. El lenguaje No A nos permite acceder a unos niveles de conciencia desde donde saltar por encima de los principios de la filosofía racional,
dad se trata de un relato escrito al modo No A. Pero hay más rastros, no de carmín, sino de semántica y principios de No Identidad en otros autores del género. El maestro Robert Anton Wilson tiene varios ejemplos de escritos a la manera Korzybski, como la trilogía “Cosmic Trigger” o la imprescindible “Las máscaras de los Illuminati”, elaboradas en diversos niveles simultáneos de interpretación. Igualmente se puede afirmar que “Limbo” (Bernard Wolfe, 1952), la primera utopía sobre humanos-cibernéticos y una sátira de la era atómica, tiene los mismos fundamentos que “El mundo de los No A”: la filosofía que sus mutilados protagonistas defienden como base de su extraña y humorística sociedad, “El Inmob”, es como la Semántica General, pero mezclada con la Dianética y las teorías de Wilhem Reich. Por otro lado, la “Neolengua” de “1984” recuerda sospechosamente al lenguaje No A, aunque desde su reverso negativo. Sin duda, Orwell conocía a Van Vogt cuando escribió su novela de ciencia ficción trotskista. Haciendo rastreos extensionales en el mundo de la cultura actual, la mayoría de los mensajes de la Instrumentalidad en los medios de comunicación, cuando el lenguaje se presenta como un objeto perversamente Real y dotado –platónicamente– de la Verdad Absoluta, recuerdan con escalofrío a esa Neolengua orwelliana... |
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RECICLAJE
RECICLAJE Miércoles, 17 septiembre 2003 Culturas La Vanguardia 30
Richard Yates A medio camino entre Dickens y Billy Wilder, el autor que retrató la otra cara del modélico universo americano de los años 50
Somos una familia infeliz Richard Yates (1926-1992) se dio a conocer en 1961 con “Vía revolucionaria” (ver crítica de Robert Saladrigas en Cultura/s del pasado 12 de marzo). Otras obras suyas son “Eleven Kinds of Loneliness” (1962), “Disturbing the Peace” (1975), “The Easter Parade” (1976), “A Good School” (1978) y “Cold Spring Harbor” (1986)
GRACE MORALES
Alfonso Sastre gusta de utilizar elementos fantasmagóricos para denunciar situaciones de la vida cotidiana relacionadas con la pobreza, la injusticia y la degradación de las personas. Otros escritores no necesitan echar mano del elemento fantástico para desvelar el horror a la vuelta de la esquina. Richard Yates es uno de ellos. Tras la lectura de “Vía revolucionaria” (Emecé, 2003), se experimenta la misma y angustiosa sensación que produce un cuento gótico, pero sin monstruos y en un contexto de “sitcom” de primeros de los sesenta. Como si estuviéramos en un episodio de “Embrujada”: un matrimonio encantador, unos niños preciosos, los típicos vecinos cotillas, el jefe que viene a almorzar con su mujer, la suegra entrometida y la cuñada casquivana. Mientras la televisión ha ofrecido retratos amables e idealizados de su audiencia, en “Te quiero, Lucy”, “The honeymooners” o “La familia Munster”, teniendo que pasar varias décadas hasta el tímido realismo sucio de “Roseanne”, la sorna sociopolítica de los Simpsons o la práctica destrucción de la estructura familiar en la reciente “The king of the hill”, ejemplo de “contra-familia” siglo XXI, la literatura ha ido por delante de la cultura audiovisual a la hora de contar la evaporación del esquema social moderno. Yates, extraordinario narrador de la insoportable soledad del norteamericano tras la Segunda Guerra Mundial y uno de los escritores más injustamente olvidados de esta literatura, es el primer
de hacer frente a su matrimonio (sin otro aliciente que el consumismo, la infidelidad y el alcohol) o a su trabajo, en el contexto de las grandes empresas con oficinas enormes, a medio camino de Dickens y “El apartamento” de Billy Wilder, en un mundo pre-Microsoft. Un universo doméstico visto por Yates desde la perspectiva de un entomólogo y un pesimista moral en la década de los cincuenta, donde la seguridad se buscaba con desesperación inútil, dentro del miedo a la bomba, a los comunistas y a no ser como uno había soñado por el cine y la propaganda. La familia se desintegra y las relaciones quedan abortadas. Para Yates, los protagonistas no pueden salir de la trampa para insectos que el adosado y las relaciones de cóctel les imponen, un determinismo familiar que Sinclair Lewis calificaba como “lo torpe hecho dios”, y que comparten otros autores, como John Cheeve o John Updike. Si bien estos artistas aún buscaban entre el desencanto algún rastro de heroísmo o rebeldía, Yates directamente tira la toalla por todos. En las generaciones de escritores norteamericanos más jóvenes, ubicados en el realismo sucio y la ironía posmoderna, esta posición moral de Yates sobre el individuo como ser aislado dentro de una familia terrible ya no existe: las tramas en las que se desenvuelven los personajes pegados a la televisión, como único destino vital, de Raymond Carver; los obreros derrotados de Andre Dubus, sobre cuyo relato “The killings” se rodó “In the bedroom”; las tristes aventuras de Tobias Wolff; el inverosímil pe-
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02 01 Los Anderson, la familia estadounidense en una “sitcom” de los años 50 02 Portada de la edición castellana de “Vía revolucionaria”
“Vía revolucionaria” provoca la angustiosa sensación de un cuento gótico, pero sin monstruos y en un contexto de “sitcom” testigo del lento y contundente desmoronamiento de la familia como núcleo fundamental de una sociedad superada por sus miedos y contradicciones. Las zonas residenciales, de hileras simétricas de idénticos chalets pintados en rosa, con barbacoa, jardín, televisión en color y un Buick Special en el garaje, y el hombre de los helados tocando la campana de su camión, esconden, en el mejor de los casos, terribles decepciones y mentiras, como los decorados de las ciudades falsas de “El show de Truman” o “Pleasantville”. En el peor, la muerte, real o metafórica de sus habitantes, el reverso tenebroso de las comedias, ya de por sí amargas, de Doris Day y Rock Hudson. Richard Yates, perseguido por su propia biografía de hogares rotos, divorcios, tuberculosis y alcoholismo, refleja el primer estadio de la frustración de hombres y mujeres ante ese ideal imposible de Darren y la bruja Samantha, el “crack” ideológico y sentimental que Fitzgerald volcó en su “era del jazz” y que él ubica en la “era de la ansiedad”. Los protagonistas de sus novelas y relatos son personajes abrumados por el peso de su responsabilidad e incapaces
ro hiperrealista universo de Don DeLillo (“Ruido de fondo”); la familia hecha pedazos de Rick Moody en “La tormenta de hielo”, y los relatos nihilistas de William Trevor, Joyce Carol Oates o Richard Ford son nuevos planteamientos de seres que no están abocados a un final infeliz por fuerza, desilusionados y deprimidos como en un cuadro de Hooper, sino que aquí el vacío y la indeterminación se han adueñado de sus vidas desde el principio y ni los anuncios de la pantalla de plasma ni el pack de latas de cerveza sirven de escape alucinado. Esa familia heterosexual de cortinas estampadas y muebles de baquelita, que Yates disecciona, observa y juzga como un inevitable mal sueño, es ahora una quimera de la publicidad, un resquicio del pasado y un peso negativo para el crecimiento adulto, como sucede en los devastadores dramas de Lorrie Moore. Sin embargo, Yates, con estilo frío y de línea clara, consigue dejar una incómoda idea en la cabeza de sus lectores: “Si mi trabajo tiene un tema, creo que es uno bien simple: que la mayoría de los seres humanos están ineludiblemente solos y en ello reside su tragedia”. |
03 Un anuncio de los años 50 de venta de chalets a prueba de bombas atómicas
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04 La encantadora familia televisiva de “Embrujada”
RECICLAJE
RECICLAJE Miércoles, 14 enero 2004 Culturas La Vanguardia 22
Música y violencia sexual A pesar del revuelo ocasionado hoy por la poca corrección de músicos como Eminem, sexo y violencia tienen una larga historia, del blues al tango
Y a la pobre Rosita tres tiros le dio... GRACE MORALES
“Echó mano a la cintura y una pistola sacó / y a la pobre de Rosita nomás tres tiros le dio. / La noche que la mataron, Rosita estaba de suerte: / de tres tiros que le dieron, nomás uno era de muerte / Rosita ya está en el cielo / dándole cuenta al Creador, / Hipólito en el juzgado, dando su declaración” (Corrido de Rosita Alvírez) Dios nos libre, a la hora de escribir estas líneas, de intentar sacar sustanciosa tajada de un tema tan de actualidad como la violencia doméstica, los crímenes sexuales o las relaciones sadomasoquistas. Nuestro objetivo es el de revisar un asunto que, aunque parezca mentira, no lo ha inventado la televisión. La violencia de un género contra el otro, y a veces contra sí mismo, abarca muchas facetas del comportamiento humano, pero nosotros sólo nos vamos a centrar en el aspecto relacionado con la música. Muchos piensan en el rock satánico como el único causante de estas aberraciones sonoras y apologías de la violencia, pero se equivocan: la estructura patriarcal de siglos, el sometimiento sociopolítico de un sexo al otro y la cosificación de lo femenino, como símbolo del Mal, están en la raíz de estas manifestaciones culturales. Por lo tanto, la violencia sexual es un tema recurrente en casi todos, por no decir todos, los estilos de música: desde las óperas, con sus historias de amor y muerte, hasta los corridos mexicanos. Padres y educadores que se mesan los cabellos porque sus hijos tararean estribillos incorrectos de Nine Inch Nails, Eminem o Marilyn Manson, qué poco saben que el mismísimo Antonio Machín, en su primera etapa en Cuba, cantaba con su cuarteto sones como “El castigador” (“Castígala, para que aprenda, castígala, no la perdones, a esa perdida, castígala sin piedad, que nació en el paraíso y es engendro del infierno…”). El blues norteamericano, profundamente misógino, se caracterizó por una violencia en la vida real, curiosamente ejercida por mujeres, como la leyenda del envenenamiento de Robert Johnson a manos de una amante despechada. Si profundizamos en el folklore de culturas supuestamente desarrolladas a partir del paradigma católico, famoso en el mundo entero por sus morbosas apologías del castigo y la culpa, y un exacerbado sadomasoquismo en las formas, encontraremos ejemplos mucho más sofisticados de esta violencia carnal, desde los antiguos romanceros, donde se relataban castigos ejemplares con todo lujo de detalles e historias escabrosas, hasta llegar al bolero o la copla. Pero no sería hasta la llegada de lo que Muddy Waters calificaba como “el hijo tonto del blues”, es decir, el rock and rol, cuando se destapara el tarro de las esencias, en versión caja de Pandora. Con la ruptura de los tabúes más sa-
En esa época posthippie, toda banda grande de rock que se precie sale al escenario vestida de nazi con un liguero y un látigo…
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02 grados, temas que hasta entonces habían sido tratados desde posturas sociales, culturales, existencialistas incluso…, en el rock and rol se abordan con la alegría y la frivolidad que le caracteriza desde el principio. Hasil Adkins, el mítico psychorocker, fue pionero en plasmar en sus canciones el universo de la violencia psychokiller, camino de perdición seguido por Cramps, Misfits… hasta llegar a Trent Reznor. Pero aquí hay
que diferenciar aquella violencia sexual de las culturas primitivas de este simulacro victoriano, cuyos ejemplos, a medida que nos acercamos a nuestros días, quedan desprovistos de cualquier significado, ya ni el de la mera transgresión: mientras Jimmy Page llevaba baúles repletos de objetos sadomasoquistas, The Velvet Underground homenajeaban a Sacher Masoch. Estamos en esa época posthippie en la que toda banda grande de rock que se precie sale vestida de nazi con un liguero y un látigo… Del punk y su relación con la violencia sexual consentida quedan más que simples anécdotas, si tenemos en cuenta que nació en una boutique sado llamada Sex. Los Ramones querían matar a sus novias o romperles un bate de béisbol en la cabeza… Rebajadas las relaciones milenarias de sexo y violencia a ejemplos de esta clase, a nadie debe extrañar que el disco de Madonna “Erotica”, pase por ser considerado escandalosa e impactante demostración de sado “clean and safe” y prácticas sin riesgo. El gangsta rap, por el contrario, sí realiza homenajes explícitos a la violencia sexual y la misoginia desaforada, con estrellas como Dr. Dre o el malogrado Tupac Shakur, quien, antes de su asesinato, pasó unos días a la sombra por asalto sexual. La mujer es la vampiresa destrozahombres del tango, o la víctima de la furia machista: pensamos en la estremecedora “The Boiler” de Rhoda Dakar, donde la cantante explica una violación en primera persona. Lydia Lunch y Tori Amos son artistas que han sufrido en sus propias carnes esta terrible experiencia. La segunda escribió “Me and a
01 y 02 Antonio Machín y el rapero Eminem, dos músicos, tan distintos y tan distantes pero en ambos se puede rastrear la violencia en las letras de sus canciones
gun”, como un exorcismo musical que la hiciera salir del estado de shock en el que se encontraba (“Estábamos yo y una pistola y un hombre sobre mi espalda / y yo cantaba ‘holy, holy’, mientras él desabotonaba mis pantalones / te puedes reír, es curioso las cosas en que piensas en situaciones como esas, / como que nunca había estado en Barbados”). Esta violencia musical mucho nos tememos que va acompañar el discurrir de la cultura pop hasta la extinción del ser humano, o hasta que, gracias a la genética, encuentren alguna temática que resulte más fascinante y atractiva. Los índices de audiencia lo comprueban a diario, y por mucha campaña fundamentalista para condenar las canciones estúpidas con letras sobre látigos o dominación (“S/M”, de 2 Live Crew, o el éxito para la pista de baile “Smack my bitch up”, de Prodigy), hasta los niños saben que por escuchar eso no te conviertes en un violador o un maltratador. En sociedades como la islámica o la china, pese a que estas canciones están terminantemente prohibidas, los hombres siguen lapidando a las mujeres. Ahora bien, las imágenes de una cantante anoréxica haciendo ostentación pública de objeto y uniformación ultrajante, todo ello interactuando con los discursos políticos y mediáticos, sí que pueden trastornar a cualquiera. Para esto sí que hace falta tener estómago y defender una solidaridad de género humano ante la barbarie (a)cultural. |
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RECICLAJE Miércoles, 3 marzo 2004 Culturas La Vanguardia 30
Juguetes “tweens” La por más de cuarenta años todopoderosa Barbie ve peligrar su hegemonía entre las niñas preadolescentes, su mercado habitual, ante las Bratz, menos relamidas y más lolitas
Guerra en el valle de las muñecas GRACE MORALES
Si alguien aún cree que la muñeca Barbie es el máximo símbolo de la decadencia de Occidente, eso es porque no conoce las últimas novedades en muñecas para “tweens” (niñas de ocho a doce años). La relamida Barbie se ha quedado muy vieja para este poderoso “target” consumista, quedando relegada a los sueños y juegos de niñas muy pequeñas, o como objeto de decoración para coleccionistas alternativos, del mismo modo que el padre de familia se compra la bailarina de Lladró para rellenar la estantería junto al barómetro con postal “Recuerdo de La Manga”. Las niñas urbanas del primer hemisferio buscan otra referencia, no esa señora cercana a la cuarentena que siempre sale con el mismo y acartonado Ken, aunque ahora la compañía Mattel, que los fabrica a ambos, anuncia su separa-
en su descapotable provisto de botellas de agua y bolsas de compras, a bailar o de vacaciones... La compañía Mattel reaccionó pronto ante esta invasión del mercado infantil por parte de Bratz. La Barbie de siempre se metamorfoseó en Barbie Myscene, una rubia más rubia, mucho más estilosa, también fanática del móvil, el shopping extremo y los chicos. Al lado de ellas, las Bratz se quedan en unas macarras sin glamour, porque las Myscene son sofisticadas, levemente irónicas y con cierto punto de maldad, porque se quitan novios y se pisan los modelitos. En lugar de la Barbie clásica, icono gay y caballo de Troya en miniatura de lo peor del sistema de vida imperial, tenemos un ente ultramoderno, con las formas con las que Quiraz satirizaba a la mujer en sus tiras cómicas. Esa joven atolondrada, aunque a veces muy lúci-
El hecho de que el inventor de la línea Bratz ha sido un judío iraní deja la puerta abierta a todo tipo de estrambóticas teorías conspiratorias ción oficial. Las “tweens”, que parecen desarrollarse físicamente a una velocidad de crucero inversamente proporcional a su desarrollo psíquico, pedían a gritos otra cosa, en nada parecida a la Stacy Malibú. Las Bratz, las muñecas lolitas, son esa otra cosa. Causa cierto desasosiego, y abre la posibilidad de fantasear con la teoría de la conspiración, el hecho de que el inventor de la línea Bratz haya sido un judío iraní afincado en Estados Unidos, empeñado en acabar con el monopolio “wasp” de Barbie. Lo cierto es que su creador ha sabido conectar perfectamente con los deseos e ilusiones que tienen las crías del siglo XXI: el móvil, la ropa, el maquillaje, los peinados y los chicos (ilustradas a la perfección en la película “Thirteen”). Así nace este conjunto de muñecas, ligeramente inspiradas en el manga japonés, o al menos siguiendo un patrón semejante de deformación corporal y social. Tienen cuerpo gomoso de curvas alienígenas, pero atributos sexuales hiperdesarrollados y muy terrestres. Rostros megamaquillados de dragqueen, cabezas hidrocéfalas, enormes ojos de mamífero superior y labios de felatriz. No es gratuito el adjetivo: en la página web de las Bratz pueden contemplarse unos videoclips de las muñecas convertidas en dibujos animados, cuyas historias podrían pasar perfectamente por el guión de una película del género “exótica”: las “baby dolls” conocidas como Cloe, Dana, Jade, Sasha, Yasmin y Meygan son un grupo multirracial de amiguitas que se cambian de modelo cada media hora, visten minifaldas cinturón, camisetas muy ajustadas... Todo lo que una niña puede desear: ser una “fashion victim” y traer a los chicos de calle. Llevan pelucones con coletas y moños, y todas lucen unas espectaculares botas de plataforma que realzan aún más sus piernecitas de alambre. Celebran divertidos “pijama parties”, van de discotecas, a esquiar, al instituto, y hablan todo el rato por el móvil de los chicos que les gustan. Los chicos muñecos son Cameron, Dylan, Koby y Eitan, quienes las llevan
da, de las parejas del genial dibujante francés es ahora una megapija que constantemente está comprando, asistiendo a conciertos o viajando al extranjero. Si el producto Bratz vendría a ser un filme exótico de corte amateur, aquí estamos contemplando una lujosa superproducción yanqui: Barbie y con ella Madison, Chelsea, Nolee y Delancey son una pandilla de veinteañeras que se cruzan en el contexto de un paisaje urbano como de “Sexo en Nueva York” con Hudson (el rubio), Bryant (el skater), River (el músico pospunk), Sutton (el clubber inglés) y Ellis (el actor). Dejan constancia escrita de sus hazañas y hasta tienen una sala de discoteca con bola de espejos y sonido funky. En su página web nos cuentan cómo cambian el look de sus amigos, cómo ligan y cómo transforman sus modelos
de otras temporadas en conjuntos fashion. Total: consumismo atroz, últimas tecnologías y sexo. ¿Lo que todos los niños estaban esperando? Aunque renovadas, estas nuevas Barbies siguen siendo demasiado clasistas. A la infancia blanca es lógico que le gusten muchísimo, pero ¿qué pasa con el mercado hispano y afroamericano? ¿Y el de las colonias? De nuevo, la Mattel demuestra que es la Abarca y Devora Inc. del Juguete, con el lanzamiento de las Flavas, otra colección de muñecas fashion victims, pero de etnias diferenciadas, caracterizadas como un grupo de raperos (desde el negro hip-hop a la pareja whitetrash a lo Eminem), donde se advierte una maquiavélica y muy sutil ridiculización del estereotipo subcultural. Algo impensable, desde luego, en este mundo de correcto mestizaje y tan respetuoso con las minorías. Rancios productos nacionales, como las muy ibéricas Nancy o Barbara, han pasado, de ser símbolos de la jamona nacional, proyectos infantiles de unas berlanguianas Mónica Randall o Amparo Soler Leal, a convertirse, tras sufrir una lipoescultura física y social (amén de una lobotomía), en unos flacos pendones enamorados de la moda juvenil que se anuncian “con una cierta imagen trasgesora” (sic, en el catálogo de juguetes de El Corte Inglés). Resultaba más atrevido que vendieran panties y ligueros para la Nancy, que esta versión 3.0 de la muñeca de piernas rotundas como un insulso cruce entre Melody y Deborah Ombres. Ya no proceden esas muñecas que, junto al estuche de maquillaje de la Srta. Pepis, iban encauzando a la niña para su inmediato papel de cordera y sierva social, sino unos objetos más acordes con los sueños de la alta costura y el alto mercado: una mujer deforme, a un móvil multimedia pegada, del brazo de un papichulo y comprando ciega en un mar de oportunidades. |
Barbie, a la izquierda, cada vez más atrapada por las aguerridas Bratz
Años cincuenta: ¿quién imita a quién?
Hijas y madres, la eterna referencia
MANE ESPINOSA
RECICLAJE
RECICLAJE Miércoles, 31 marzo 2004 Culturas La Vanguardia 30
Zoco ideológico La teorías revolucionarias no mueren sino que se reciclan en el mercado de la moda juvenil, en una especie de todo a cien
Comunismo pop en el mercadillo GRACE MORALES
En algún vacío temporal de antaño, unir comunismo y cultura pop podría haber provocado las iras de determinadas personas, que el inconsciente colectivo imagina un poco como ese trío de funcionarios soviéticos que persiguen a la Ninotschka de Lubitsch. Por no hablar de que hasta hace no mucho tiempo la sola mención (o mero pensamiento) de la primera palabra producía una inmediata y pauloviana respuesta de miedo o inseguridad en otros tantos (no sólo en los Estados Unidos de la guerra fría: en este país, sin ir más lejos, en algunos círculos aún se teme a la “Hidra Roja”). Pero a estas alturas, hablar del comunismo como un fenómeno retro es hasta amable y, para muchos, una tendencia de la moda a descubrir. Si John Galiano presenta su nueva colección inspirada en los payasos del circo, ¿a quién podría extrañar que para la temporada primavera verano no se viera a las top models desfilando con gorras de plato de la extinta CCCP, y la hoz y el martillo bordada en los carísimos bikinis? Seguro que performances parecidas ya se han celebrado, incluso aquel show capitalista de Miss Sarajevo o las últimas reuniones del gobierno chino dando vía libre a la propiedad privada podrían pasar por acciones culturales del mismo calibre. Desde el fin de la historia dictado por el mercado, el comunismo se contempla como un objeto vintage: anacrónico, pero bonito y valioso por lo antiguo, igual que la momia de Lenin o la caída del Muro de Berlín y el concierto de Pink Flo-
¿A quién podría extrañar ver modelos desfilando con la hoz y el martillo bordado en carísimos bikinis? yd. Es más, si en algún momento el comunismo fue aprovechado por su némesis para hacer sorna de una determinada concepción del mundo, desde la negra sofisticación de un “1, 2, 3” de Wylder, hasta la grosería de los chistes sobre Carrillo en “Brujas Mágicas”, en la actualidad se podría decir que la ideología comunista y hasta el propio concepto de la historia no es que se hayan quedado obsoletos, es que parece que nunca hayan existido. Salvo, claro está, como recurso dramático de las películas de espías y también de los discursos popula-
res cuando se les va la mano de centro moderada. Esa misma clase política que, en un giro ideológico extraordinario, es la única que hace gala en la actualidad de lo que el comunismo denominó “conciencia de clase”. El lumpen proletariat, por el contrario, es ahora un residuo arcaico, formado por marginados, bolsas de pobreza y programas de sucesos en televisión, pero los objetos derivados de los medios de producción marxista pueden convertirse en poco tiempo en objetos tan valiosos como los que se venden a precios astronómicos en las novelas de William Gibson y ya en los anticuarios occidentales. Lamentablemente, los artefactos de la vida cotidiana en los países comunistas carecen del brillo y el encanto del objeto de consumo occidental, pero ¿quién no nos dice que pronto será moderno y chic adornar el “living room” con un satélite de fabricación soviética junto al televisor de hace sesenta años que no funciona, pero es precioso? No es muy probable que las inmensas estatuas de los líderes comunistas, o más bien los fragmentos que hayan resistido las iras de los antiguos pueblos del Pacto de Varsovia, pasen a decorar el jardín de un millonario excéntrico en Bel Air, pero cosas más extravagantes se han visto, hasta fuentes de Coca Cola natural y bosques plantados con forma de esvástica. Durante el final de los setenta y hasta la desintegración del telón de acero, la cultura pop, principalmente en el campo del diseño, la pintura y la música ya había acaparado toda serie de símbolos y parafernalia comunistas, siguiendo el método de lo que se llamó postpunk; es decir, usar como reclamo publicitario o provocación descerebrada determinadas imágenes de totalitarismos políticos, pero desprovistas de cualquier otro sentido que no fuera el mero efecto visual, la sofisticación en la apariencia y, en resumen, la broma supuestamente artística. Casi lo mismo que defendía la ideología postmoderna, inaugurando la Edad del Reciclaje, pero sin memoria, ni método científico. Mientras el comunismo sigue durmiendo el sueño utópico de los justos en libros y manuales, su aplicación práctica vende sus últimos cartuchos revolucionarios en fiestas de rock, mítines antiglobalización y camisetas juveniles, donde sigue imparable el fenómeno del pin y gorrita con la estrella roja, y la sudadera con la faz del Che, tan parecida al póster del Jesucristo progre. Las nove-
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02 01 Nixon agasajado en Pekín comunista (1974) 02 Arte proletario: ballet ruso,
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diseñado por Yuri Yakalov (1927) 03 Videojuego sobre la amenaza comunista: “Alerta roja 2”
las de Graham Greene, como por ejemplo “El Factor Humano”, donde se presenta un espía lo más parecido a un triste funcionario, que vende secretos a la URSS como si estuviera sellando pólizas, han perdido un poco su papel referencial en productos de entretenimiento de masas, siendo sustituido el miedo a la invasión comunista o a la bomba H lanzada desde una ciudad secreta en Siberia, por una lejana y confusa guerra santa contra civilizaciones del tercer mundo. Hasta el propio John Le Carre, padre del suspense literario que siguió a la II Guerra Mundial, y maestro del retrato de los hombres del KGB, tan poco sofisticados como los de Greene, ha abandonado este paisaje, le ha dado la vuelta y ha convertido al bloque capitalista en el Nuevo Enemigo de la estabilidad mundial, en esa amenaza siniestra en nombre de la democracia y el dios protestante que guió a Bush en su excéntrica guerra contra Iraq, y que, por cierto, también contó con el apoyo de Putin. Una muy beligerante postura que le ha valido el rechazo frontal de la crítica anglosajona a su última novela, “Absolute Friends”. El comunista, para los ojos más jóvenes de Occidente, ha pasado de ser el Pierce Brosnan de “El Cuarto Protocolo”, un enemigo de la libertad y la propiedad privada que persigue a Harry Palmer en la carrera por un microfilme, o la tradicional bella y despiadada agente que surgió del frío y que traiciona su ideario por unas medias y un paquete de Winston, para transformarse en un traficante de armas en eurodólares o un mafioso de tercera, de pintoresco acento ruso en pleno Bronx. Hasta que comience la campaña por la amenaza del espacio exterior, y ahora el mundo libre se asuste con malvados jeques terroristas, quedan las ruinas de un mundo paralelo que nadie recuerda, salvo por Tintín y los Soviets, el “Rocket to Russia” de los Ramones, las películas “¡Que vienen los rusos!” y “Lenigrad Cowboys go to America”, y la última aportación cinematográfica a este extraño subgénero commie pop, la celebrada por tantas razones y tan merecidas, “Goodbye Lenin”. |
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Camino del exceso David Barba Nacho Vidal. Confesiones de una estrella del porno MARTÍNEZ ROCA 312 PÁGINAS 17 EUROS
GRACE MORALES
Con unas décadas de retraso con respecto a la colonización americana, la cultura pop española ya tiene por fin su propia estrella porno, elevada a celebridad mediática. Nacho Vidal es, además de un ídolo del cine X reconocido internacionalmente y valorado como una de sus principales figuras, un personaje famoso fuera de ese ámbito, gracias a sus apariciones en programas televisivos de enorme audiencia, y también a su libro de memorias (Nacho Vidal. Confesiones de una estrella del porno, Martínez Roca, 2004, escrito por David Barba), que se ha convertido en un éxito editorial. Hasta un grupo de pop-rock se ha puesto su nombre. Su incidente con las
incluso conectado con las varietés o el circo, muestre una realidad ficticia, repleta de barreras ideológicas y sin apenas conexión con lo libertino. O lo librepensador. Pero el personaje de Nacho Vidal es interesante más allá de su condición de pornostar. Es comprensible el asombro y la admiración que despierta, no sólo en sus fans de siempre, los que pululan en torno a este negocio y los pornófagos que viven de la crítica y seguimiento del mismo, sino en el público en general, menos sofisticado en sus preferencias. Un público compuesto por hombres heterosexuales (pero también gays) y por mujeres (entendemos que bi o heterosexuales): los primeros le ven como mo-
Culturas La Vanguardia
Miércoles, 20 octubre 2004
Nacho Vidal Personaje singular más allá de su condición de pornostar, que provoca curiosidad no sólo entre los pornófagos sino entre el público en general, tanto hombres como mujeres. Una biografía lo retrata
te como actor porno, condición que entra por sí misma a formar parte de sus fantasías colectivas, sino por su trayectoria, carácter, y hasta por su impactante look. Se trata del self made man ibérico del siglo XXI: modelado en el sistema liberal, pero con todos los tics del macho hispano: currante, sacrificado, su mayor orgullo es el dinero que le permite llevar un tren de vida de estrella, y al mismo tiempo, solventar los problemas económicos de su familia y amigos, que son lo más importante. Hijo amantísimo, corazón de oro, romántico empedernido que busca, mientras copula con cientos de mujeres dentro y fuera de las cámaras, a la madre de sus hijos y la compañera que le planche las camisas. Pero también golfo, pendenciero, juerguista, belicoso… El mito del truhán y el señor, pero en canalla, tamizado por la ruta del bakalao y un destino punk: uso indiscriminado de drogas, una orgullosa temporada en el Tercio, transportista, aprendiz de boxeador, gigoló y director de prostíbulo… el amante bandido, y sexo, drogas y rocanrol. Todo eso, en el Mataró postindustrial.
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El hombre con atributos
Nacho Vidal, a la izquierda, junto a Rocco Siffredi, la gran estrella europea del porno, durante el recientemente celebrado festival de cine erótico de Barcelona
autoridades mexicanas, que le retuvieron en una cárcel por motivos injustificados, y su posterior, escandalosa y apasionada denuncia en los platós le auguran, quién sabe, un futuro profesional en ese medio, haciendo de animador o comentarista. Un papel para el que está –también– asombrosamente dotado.
ÀLEX GARCÍA
El mundo del porno da para escribir muchas páginas y sacar conclusiones contradictorias. Por ejemplo, constatar lo extraordinariamente conservadora que es una industria que se nutre de ofrecer a sus consumidores la puesta en escena de impulsos primarios. Esto último, en teoría. Bien razonado, tampoco es difícil entender que una industria, por muy porno que esta sea, tenga semejante carácter. Y que, tratándose de un espectáculo más teatral que cinematográfico,
El mundo del porno
delo de conducta, y las segundas, como objeto de deseo, una vez que la pornografía ha traspasado esos límites que según los especialistas sólo la circunscribían a un producto exclusivo para hombres (Pero sólo en el papel: las mujeres consu-
Este hombre divertido y sincero debe ser el único que hoy en día, cuando está de moda demostrar una cierta sensibilidad masculina y todo lo relacionado con el afeminamiento del macho, que se complace públicamente en reconocer que ha descubierto, gracias a su trabajo, que las mujeres tienen instintos sexuales tan poderosos y oscuros como los hombres, y que sólo ha leído tres libros: El Principito, Miedo y Asco en las Vegas, y Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Hay que reconocer que el sentido de las tres obras ha sido perfectamente interiorizado por su devoto lector. Ni Tirso de Molina o Zorrilla hubieran imaginado un personaje tan perfecto. El complaciente retrato de David Barba sobre Nacho Vidal está escrito para profanos (incluye una breve historia del género, sus personajes más célebres… y multitud de detalles procaces). Sin embargo, choca esta visión del héroe con las consideraciones, bastante negativas, que se hacen hacia el final sobre el negocio del porno. Además de presentarlo como un trabajo durísimo, se viene a extraer una especie de severa advertencia moral sobre el submundo sórdido y penoso que lo sustenta, que la mayor parte de las veces acaba consumiendo a sus actores y actrices. Extraña conclusión pa-
Vidal reconoce el descubrimiento, mediante su trabajo, de que las mujeres tienen instintos sexuales poderosos y oscuros. Como los hombres men y disfrutan de este género en una proporción cada vez mayor). A Nacho Vidal, el español de a pie le quiere y le respeta porque es uno de los estereotipos más perfectos de sí mismo que nadie ha creado. De ser gay, podría pasar por un personaje de Almodóvar, aunque tiene más que ver con aquel Bardem de Huevos de Oro, la película de Bigas Luna. Los hombres le admiran no solamen-
ra un retrato vitalista y alegre. Pero, al igual que el poeta romántico consideraba que la sabiduría se alcanzaba por el exceso (aunque en este caso que nos ocupa sobreviva en una interpretación que mezcla a los Héroes del Silencio con Esteso y Pajares), el lema de Nacho Vidal no puede ser otro que el de la canción de Neil Young, “I´ts better to burn out than to fade away...”. |
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Antología del tremendismo Mondo Brutto Cultura Bizarra para brutos mecánicos EDICIONES DE LA TEMPESTAD 201 PÁGINAS 15 EUROS
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Culturas La Vanguardia
Miércoles, 24 noviembre 2004
Mondo Brutto Publicación planteada fuera de los límites de la industria de la comunicación, este fanzine de referencia editado en Madrid ve publicada, en forma de libro, una antología que recoge sus mejores artículos
01 Ilustración de Olaf 02 Portada de la antología de ‘Mondo Brutto’ 03 Cubierta del número 32 de ‘Mondo Brutto’
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mir en doscientas páginas lo torrencial de sus textos, lo caudaloso de la información que éstos disparan no sólo desde lo literario, sino incluso desde su abigarrada apariencia gráfica (con esas contraportadas, a menudo enigmáticas, coronadas con lemas incomprensibles, o con los contundentes pies de foto, siempre entre lo más comentado de cada número). Las limitaciones del libro, pues, autoasumidas desde el primer momento, dicen mucho a favor del fanzine, entre líneas y con ese acento borde tan propio de los bruttos. Demasiado Mondo Brutto para un solo volumen, y esa es la grandeza del fanzine y la miseria del recopilador.
PEDRO BERRUEZO
El fanzine madrileño Mondo Brutto es a la actual cultura underground española –y a sus giros, sus tópicos, sus temas recurrentes y su sentido del humor– lo que el primer disco de los Ramones fue para el rock norteamericano. Así de seminal e influyente es esta publicación que siempre se ha mantenido, con cierto orgullo desafiante, fuera de los estrictos márgenes de la edición profesional (algunos la llamarían legal), mejorando su aspecto y engrosando su número de páginas, pero manteniendo siempre una tozuda insolencia que se ha convertido en marca de fábrica. La publicación de la antología Mondo Brutto- Cultura bizarra para brutos mecánicos a cargo de Ediciones de La Tempestad, editada cuando el fanzine cumple once años, es casi un acto de justicia urbana y silenciosa para un grupo de personas a quien podríamos llamar institución de la cultura alternativa, si no fuera porque a ellos mismos les reventaría ese apelativo. Y lo último que puede desear cualquier persona en sus cabales es cabrear a Mondo Brutto. La antología sólo ofrece artículos escritos por los Padres Fundadores –como se conoce entre los fans, con cierta sorna, al núcleo básico de la publicación, aunque no todos estuvieron presentes en la redacción del primer número– o, con cierta mala baba, la Mesa Nacional de MB: Galactus, Joe D'Allessandro, Grace Morales, el Hombre Musgo y Dildo de Congost. El contenido del libro abarca desde un inédito repaso a algunos disparates musicales patrios (que apareció en el número cero del fanzine, mucho antes de que fuera de buen tono ironizar con el Bellotero Pop de Fernando Esteso) hasta un artículo sobre televisión punk que data del 2004 y que también permanecía inédito. Entre ambos, un abundante puñado de reflexiones acerca de las religiosidades, los lugares, los entretenimientos, los ocios y costumbres, los vehículos, las manías y los métodos de malganarse la vida del español corriente, al que en Mondo Brutto se ha observado siempre con una muy particular condescendencia, imitada pero pocas veces igualada, y fuente para el fanzine de inquebrantables odios y adhesiones. Co-
Perfecta muestra
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A pesar de su necesariamente incompleta selección, los artículos presentes son un perfecto muestrario de las características que han convertido a Mondo Brutto en una voz única, discutida por su contundencia y admirada por su radical independencia cultural y económica. Por ejemplo, esa forma de expresión, punzante y localista, que ha sido imitada tanto en lo general (el tono airado, cada vez más maduro y, quizás, desencantado; ese modo de dirigirse a los lectores, tratándoles con los usted menos respetuosos que se recuerdan) como en lo concreto. Como muestra, el ejemplo clásico: hoy parece mentira que hubiera un día, antes del primer número de Mondo Brutto, en el que nadie en este país usaba el término bizarro más que con el significado que la RAE propone (Valiente), y no con la españolización del significado anglosajón (Extraño) que ha adoptó el fanzine dándole cierto matiz subversivo. Sin embargo, lo que la antología despide en cada una de sus líneas es una actitud netamente punk y radical, que se enriquece con los estilos diferen-
La selección de artículos es una muestra perfecta de las características que han convertido a ‘Mondo Brutto’ en una voz única, discutida por su contundencia pero admirada por su radical independencia cultural y económica mo pasaba con las historietas de Bruguera (un referente básico para entender Mondo Brutto) más generosamente bañadas en vitriolo. Los títulos de los capítulos-artículos hablan por sí solos: Bodorrios; Nochevieja: la pesadilla final; La familia es un gran invento, o Los autos locos. Mondo Brutto es un fenómeno inabarcable sólo con una sencilla selección de veinte artículos. Es imposible resu-
ciados de cada uno de los redactores (más pop y costumbrista en Galactus, más bilioso y agresivo en Joe D'Allessandro, sencillamente único en el caso de Grace Morales), pero que confluyen en un proyecto común y –tal y como están las cosas– absolutamente necesario. Esta antología es la introducción perfecta a una de las páginas secretas más nutridas y jugosas de nuestra cultura independiente. |
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RECICLAJE Miércoles, 23 marzo 2005 Culturas La Vanguardia 30
Re-enacting Consiste en el tradicional juego de guerra llevado a término con la obsesión por el detalle de la reconstrucción histórica de la batalla
Hazañas bélicas GALACTUS
01 Miembros de reenacting 43rd North Carolina, dedicado a la Guerra de Secesión 02 The Panzer Aufklarungs–Lehr Abt.130, consagrados a reconstruir la II Guerra Mundial 03 Símbolo de Das Reich Regiment Deustchland
“The contents of this page are in no way sympathetic or apologetic to any Nazi, white power, militia, or other hate group's thoughts or policies”! Vestirse de soldado para jugar a las batallitas es tan antiguo como el propio arte de la guerra. Porque no sería osado decir que el soldado es un juguete; y la guerra, por tanto, un juego. No hay tanta diferencia entre jugar al Risk y a la Guerra del Golfo. De hecho, cada vez menos. Pero, en lugar de la Guerra, donde el Estado juega con el individuo, hablemos del re-enacting, de jugar a los soldaditos los fines de semana. Como bien explican los expertos consultados, Dan y Nathan Lee, el re-enacting es una explosiva mezcla de “grupos organizados de amigotes que, en varias ocasiones a lo largo del año, se reúnen para recrear la atmósfera y condiciones de vida de aquellos hombres que lucharon en grandes batallas. Como comprenderán, existe una enorme cantidad de ciudadanos americanos, muchos de ellos honrados padres de familia, que pertenecen a un grupo de re-enacting, pero lo que da que pensar es el hecho de que el 95 por ciento de los clubs de recreación bélica únicamente reproducen, una y otra vez, el mismo bucle temporal, siempre desde el mismo bando: la II Guerra Mundial y el ejército alemán, preferentemente las Waffen SS y los sonderkomand, porque de Aliados y Japoneses quieren hacer muy poquitos. Dejaremos a políticos, médicos y educadores encontrar las razones por las que una persona en posesión de todas sus capacidades puede encontrar un deleite morboso en disfrazarse de muñeco de Dragon Models y jugar a Masacre: Ven y Mira. “La 12º División SS es una organiza-
ción apolítica interesada en la historia de la Segunda Guerra Mundial. No apoyamos ni toleramos el racismo, el extremismo ni la discriminación. La pertenencia al grupo no está restringida por motivos de raza, sexo, religión o handicaps físicos”. Esta declaración de principios abre la web del grupo de reenactment 12 División Panzer SS de las Juventudes Hitlerianas, con sede en la soleada California, reconocida por el mismísimo Departamento de Defensa como una organización educativa, aunque recuerde poderosamente al espíritu de otras asociaciones, como la del Rifle o la de Gays con Pistola. En este club de re-enacting no se repara en gastos a la hora de reproducir fielmente cada aspecto de la realidad de un granadero de la SS, 1º Pelotón, 4ª Compañía, I Batallón, 25ª División Panzer, del
La mayoría de los clubs de recreación bélica prefieren reproducir la II Guerra Mundial desde el lado alemán Regimiento de Granaderos, la conocida HitlerJugend. Incluso deteniéndose en aspectos tan especializados como, dentro del apartado autenticidad personal, el corte de pelo, que ha respetar escrupulosamente el estilo de las ordenanzas de 1940 en la Alemania Nazi. Disponen de una flotilla de vehículos variados, que van desde carros pesados hasta el Schwimmwagen. Publican sus propias revistas, Militaria y Platoon, donde realizan reportajes gráficos de sus espectaculares puestas en escena, así como todo tipo de información y curiosidades re-
02 lacionadas con el simulacro. Por supuesto, estamos ante un grupo paramilitar y semiprofesional de la recreación, pero no todos son así, tan concienciados… Existen cientos, quizás miles, de pandillas de re-enactors aficionados, que tienen más en común con la pose de los Rolling Stones o el Klan cuando se disfrazaban, o con una ideología íntimamente relacionada con otros grupos paramilitares de la ultraderecha: rednecks vestidos de nazi con mullet, disparando con un AK 47 a unos muñecos de tiro con rostros de radicales famosos. Esto del coleccionismo histórico y el gusto por la manu militari es lo que tiene. No obstante, entre los grupos de re-enacting están los que reproducen hazañas apolíticas, en este caso del pasado más remoto, como esos grupos británicos que recrean de la mejor manera posible las legiones de la Antigua Roma, incluidas maquinaria de asalto y otros grandes aparatos. Otros ciudadanos de
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Centroeuropa prefieren revivir las aventuras de un soldado de Napoleón, y así se pasan los domingos avanzando pasito a pasito por una llanura, bayoneta en ristre o tocando la gaita. Es mundialmente famosa la reunión de docenas de miles de re-enactors napoleónicos de todo el mundo, que se dan cita en la explanada de Waterloo para recrear, entre pólvora, cerveza y carne a la brasa, el famoso desastre. Es tal el impacto mediático y sensorial de estas asociaciones, que el cine y los documentales los emplean con profusión, desde los soldados que aparecen en El Patriota a las bizarras recreaciones del Canal Historia. Más de uno ya se estará imaginando vestido de tirio o de troyano. Incluso de caballero andante o vikingo, como los ingleses de la Sociedad de Las Edades Oscuras. Pero este es un hobby caro, amigos, ya que se trata de recrear todo al mínimo detalle, desde los uniformes hasta los más pequeños accesorios. A lo que aspiran estos entusiastas es a poseer un uniforme auténtico, cueste lo que cueste: que un ciudadano se obsesiona con un traje de Oberstgruppenfüuhrer, pues debe estar dispuesto a pagar una pequeña fortuna, a no ser que se contente con una reproducción más o menos decente. En Inglaterra proliferan las tiendas especializadas, donde se puede adquirir cualquier artículo relacionado con nuestro pasatiempo favorito, desde una peluca, unas trinchas o la elegante camisa estilo Conde Montecristo, por cincuenta machacantes. Una chaquetilla negra de húsar con ribetes de piel y entorchados, hecha a medida, puede salir por unos 900. En nuestro país también existen varios grupos de recreadores, desde los que tienen que ser acompañados de la Guar-
03 dia Civil para jugar a La Batalla de las Ardenas, a los soldados napoleónicos, pasando por carlistas y milicias regionales pintorescas. Los pioneros, así en plan histórico, son la asociación cultural gallega The Royal Green Jackets, que debutaron en 1999 recreando triunfalmente la famosa batalla de Elviña, acompañados por otros grupos internacionales. Más de veinte mil personas disfrutaron de los dos pases que ofrecieron, entre cañonazos y cargas de caballería. La Asociación Voluntarios de Madrid ha escenificado, entre otras, una bonita representación de la batalla de Brión en el Ferrol, acompañados de sus familias. El Ayuntamiento de la Capital, siempre tan amigo de perpetuar el pasado, sin embargo prohibió, en las fiestas conmemorativas del Dos de Mayo, que esta agrupación ofreciera su show, alegando que llevaban armas. Como ellos mismos afirman, se negaron a desfilar con las manos en los bolsillos. |
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Un grito de reventa GRACE MORALES
El grito es uno de los memes visuales más poderosos de nuestro tiempo, pero ha terminado por ser transmitido e inoculado, no por cualquiera de las múltiples versiones que pintó o litografió Edvard Munch, sino por artefactos insulsos de mercado de centro comercial. Brian Aldiss presenta en su cuento Una apariencia de vida, al personaje de La Buscadora, una especie de cazatesoros a lo largo y ancho de la galaxia. Pongamos a la Buscadora llegando al Planeta de los Simios. Imaginemos que en la Zona Prohibida descubre, entre otros artefactos siniestros, una de las (50) versiones de Edvard Munch de su cuadro El grito. ¿Cómo podría entender semejante cosa una persona del futuro, unos ochenta mil años después de haber sido pintada? Si nos atenemos al sentido común y a la lentitud con la que se operan en los seres vivos los cambios, posiblemente la reacción de esta persona sería bastante similar a la que puede tener cualquiera de nosotros. La idéntica sensación de que en El grito uno se asoma a un precipicio, tan oscuro como el hiperespacio y tan negro como el alma de la colectividad. Aunque en el espacio nadie pueda oír tus gritos. Debe ser Munch uno de los últimos pintores ante cuyos cuadros se tiene no sólo una reacción estética, sino una au-
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Miércoles, 20 julio 2005
Arte La obra de Munch, o mejor, su parodia, se repite hoy día hasta la saciedad
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01 recido como estrella invitada en varios programas de televisión, desde El show de Bill Cosby a La Niñera, o en películas como Bocados de realidad. La versión más famosa en la actualidad sigue siendo la máscara y el disfraz del asesino de Scream, la saga de Wes Craven. Pero hay de todo: vajillas, camisetas, alfombrillas para el ratón, botellas de cerveza y lamparillas de noche adornadas con el muñeco. Las diferencias entre el significado del original y estas reformulaciones actuales, a cuál más grosera, son infinitas, insalvables. Donde Munch está reflejando el horror de su mente enfrentada al mundo, las otras se inspiran en terrores
Parece que todo lo que rodea a ‘El grito’ ha caído en la charlotada, incluido su propio robo del museo de Oslo por parte de unos encapuchados
03 01 ‘El grito’ de Munch es uno de los iconos de nuestro tiempo 02 Tanto, que ha influido en toda una generación de de artistas, como en esta obra de Joy Garnett 03 O en el diseño de la portada de discos
téntica experiencia espiritual, tal y como era su deseo. En la actualidad, no sólo el concepto de arte como elemento sagrado ha quedado en el ostracismo, sino también el ingente corpus de pinturas y grabados que dejó el pintor. Todos menos uno, el que ha pasado a ser un meme contagioso y cada vez más mutante de su versión primaria. El tipo estremecido en un grito existencial ha pasado a formar parte de la iconografía de la sociedad de masas; un meme con la misma entidad ontológica que el muñeco de Elvis de plástico para el coche. Es decir, ninguna. Como mucho, la de una broma, algo lejanamente conectado con las enfermedades mentales, y sobre todo, un objeto para dar sustos. La primera reinterpretación del ser que aúlla de Munch fue el cartel de la película Solo en casa, donde la estrellita infantil copiaba el gesto del pobre espíritu del puente. Desde hace unos años, una empresa norteamericana vende todo tipo de objetos con el monigote convertido en logo pop. En el apartado fenómeno de explotación, hay hasta un muñeco de plástico hinchable, el Screamer, que ha vendido en EE.UU. más de cien mil copias. Este horror recauchutado ha apa-
artificiales, siempre desde fuera del sujeto: los virus, los psychokillers, la comida basura, el consumismo, etc. El grito de Munch da cerrojazo al mundo Moderno o Antiguo: ya nadie tiene la mirada inocente, hay una cordillera de malentendidos ideológicos entre el mundo religioso y el social. Las ciencias abren el abismo de lo inconsciente, y provocan el miedo cerval a uno mismo. Todo ello, con las emociones de un hombre angustiado y tembloroso. Por el contrario, el ser postnuclear ya está mediatizado por un sinfín de objetos inservibles, y no interviene en absoluto en el sindiós en que ha convertido su vida. El grito de Munch absorbe el mundo a través de su yo tambaleante de miedo. Pero nosotros lo vemos a través de la tele, y tenemos la memoria de nuestra vida explicada en imágenes, con risas enlatadas. Ya no hay manera de mantener una tensión crítica entre la conciencia y el mundo exterior, porque ese mundo es un espectáculo, o un supermercado. Ahora, los gritos de plástico emiten un chillido idiota, no por enajenación, sino por estar divididos en mil partes que no se entienden entre sí. La hipersensibilidad de un símbolo
del mundo moderno como es El grito de Munch, su fragilidad, queda reemplazada por una conciencia light, amable y efímera. Como dice Mark Dery, en su artículo Have an angst day (1999), enfrenta al sujeto con el mundo como una simple pantalla ante la que cualquier cosa tiene la misma entidad y valor: desde los anuncios de productos antihemorroides, hasta el suicidio en directo de un tipo. La realidad deformada por el que grita ahora cada vez se parece o se confunde incluso con la simulación de ésta. El muñeco de Munch se queda aterrado ante la visión de una naturaleza que le sobrepasa. Pero la angustia y la introspección artística y psicológica poco tienen que ver con esta cabalgata circense y mediada que es la actualidad. Munch está ofreciéndonos su esencia como artista y hombre perseguido por los fantasmas de la muerte, el concepto agonizante de Dios, la obsesión enfermiza por la mujer, el temor a la locura y la soledad frente al mundo, pero nada de esto tiene que ver con el desfile de atrocidades envueltas en chistes irónicos y nihilismo descerebrado. Dery hace una comparación genial que resume dos mundos que chocan: el acto de locura y desesperación de Van Gogh cuando se corta la oreja en soledad, y el acto circense de Tyson mordiéndole la oreja a Holyfield, retransmitido a todos los hogares del planeta. Lo mismo: el ser deshaciéndose en dolor histérico, se transforma en una drag queen que insiste en que el gesto de este tipo desventurado no significa nada más que: “Oh, no, ¡he perdido los pendientes!”. Es verdad que no podemos enfrentarnos al final de los tiempos sin echar mano de la carcajada o la burla grotesca, como apuntaban los expresionistas, pero eso no ahuyenta el fantasma. Parece que todo lo que rodea a El grito ha caído en la charlotada. Incluido su propio robo. El mundo contempló cómo unos encapuchados salían del museo de Oslo con el lienzo tranquilamente y se iban en una furgoneta, sin inmutarse. A la gente le pareció gracioso. Como Scary Movie. |
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Esther, Lily y las demás Hay que reconocer que buena parte de la producción tebeística para la mujer ha sido de calidad muy desigual tanto en forma como en contenidos. Abajo, algunos ejemplos de cómics femeninos
GRACE MORALES
Existe una corriente de opinión, bastante extendida, que afirma que a las mujeres no les gusta leer cómics, pero tal afirmación no deja de ser coyuntural y, como siempre suele suceder, carente de fundamento. Porque igual que es cierto que hay un extenso fandom del manga compuesto por chicas, también en el pasado hubo una gran cantidad de mujeres en España que dedicaron un tiempo de su adolescencia a leer tebeos. Y de forma mucho más multitudinaria y hetero-
de Luna, Mary Noticias, Sissi... cuyos dibujos eran realizados por algunos de los más importantes maestros del cómic español: Jesús y Pili Blasco, Rosa Galcerán, María Pascual, Vicente Roso, Trini Tinturé y Purita Campos.
La era de Esther Esther y su Mundo (1970-1988) es, posiblemente, el tebeo para muchachas más importante. Debido a su calidad, y al gran éxito que tuvo entre varias generaciones, que aún hoy siguen veneran-
ther: durante décadas ha dibujado sin descanso otras chicas elegantes y de trazo singular, como Jana o Gina, la única que sigue dibujando en la actualidad. La novedad es que Gina ha sido reeditada en España hace bien poco por Glénat, pero, sin embargo, la nueva edición es en blanco y negro, porque, según sus responsables, así va a llegar mejor a las lectoras actuales de manga, más que con el extraordinario despliegue de color de P. Campos. Esto viene a ser como lo de las películas coloreadas, pero, al contrario, para que las jóvenes, acostumbradas a los formatos siglos XXI, puedan digerir el tebeo más fácilmente.
Lily
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Miércoles, 7 septiembre 2005
Tebeos Las historietas sobre niñas dirigidas a las niñas de los setenta tenían encanto a pesar de su mensaje diferencial, clasista y socializador
doxa que las aficionadas al anime. Hay que reconocer que gran parte de la producción tebeística orientada a la mujer ha sido de una escasa calidad moral y estética. Pero en los años setenta, el evidente boom de publicaciones para adolescentes indica que a las niñas les gustaban los tebeos, aunque fuesen de aquella forma. Para las crías de la Transición, pasar del Super Pulgarcito al Lily era más que un salto cualitativo: una pirueta hormonal, que te llevaba de los monigotes anárquicos del mundo salvaje de Bruguera a otro sitio perfectamente definido, ordenado en pulcritud, aunque no tanto como pudiera parecer a simple vista, y que, y esto es una visión personal, escondía otro más impreciso, que no te daban con el kit del club de La Señorita Pepis. A pesar de lo evidente, es decir, que las historietas sobre niñas dirigidas a las niñas tenían un obvio mensaje diferencial, clasista y socializador, lo cierto es que no por ello han perdido encanto. Estamos hablando de unos años sin móviles, sin internet o cadenas privadas de televisión, ni descargas de multitonos, sonitonos y videotonos. No existía esta monstruosa saturación social ni, por supuesto, la ola gigante de masa informe-cultural que abarca y devora. La literatura infantil y los tebeos eran el complemento del ocio, una tradición que había comenzado en la posguerra, con los cuadernos apaisados de cuentos de hadas, como los de la colección Azucena, y las primeras revistas para adolescentes, que mezclaban tebeos femeninos con consejos sobre moda, y reportajes de cine y música pop, como la pionera y excelente Chicas, de Consuelo Gil Roesset, y una larga lista de publicaciones que llegaron hasta los setenta: Claro
A pesar de sus secciones con cantantes de moda, ‘Lily’ tenía algo del espíritu rompedor de ‘Tío Vivo’ do y comprando a precios astronómicos los pocos ejemplares que quedan, ya que, al pertenecer a Bruguera, no existe original alguno para su reedición. La historia de este tebeo, de origen y guión británico, en el que Pura Campos comenzó a trabajar cuando se llamaba originalmente Patty's World, fue retomado en 1974 por la editorial barcelonesa. Las adolescentes españolas, como otras muchas en distintos países, quedaron fascinadas por los maravillosos dibujos y las historias de esta muchacha melancólica y sus peripecias, recogidas en más de cien números y numerosos formatos. El trabajo de Purita no se limitó a Es-
Si Esther y las publicaciones de este estilo tenían ese aroma a chica buena, como si de una etérea Sandra Mozarowsky se tratase (antes de lo que le sucede en Las Adolescentes), el tebeo de Bruguera para chicas, el Lily, tenía, a pesar de sus secciones emperifolladas y con cantantes de moda, mucho más que ver con el espíritu descacharrante del Tío Vivo. Entre otras cosas, porque, aunque aparecían delicados dibujos femeninos, los dibujantes de la casa hacían de las suyas por sus páginas, empezando por la muñeca que titulaba la revista, Lily, un personaje de Segura, el genial creador de Los Señores de Alcorcón y el Holgazán de Pepón. Incluso el propio Vázquez y otros perros viejos de la casa, como Conti, se descolgaban con pequeñas viñetas, llenas de malísima uva y muy poco correctas para mentes infantiles y femeninas, en la sección de chistes. El genial Schmidt pasó de Sissi a Lily con su rubia y avispada Polvorilla, y ofreció una brutal adaptación, al estilo de su Doña Urraca, de la dama de las camelias en Margarita Gautiérrez, la Dama de los Cabellos. Otro clásico del Tío Vivo, como el creador de Gordito Relleno, Peñarroya, se descolgaba con un moderno Apartamento para Cuatro, especie de Sexo en La Mancha, pero sin sexo, sólo con trapitos. El padre de Agamenón, Nené Estivill, colocó en Lily a su más abominable criatura, La Terrible Fifí, que ya había nacido en Pulgarcito, convirtiéndola en la mascota del tebeo de las niñas. Las aportaciones inglesas tampoco se quedaban atrás en gamberrismo: Fina, Terror del Remanso, Pura Calamidad, Susy Pelotilla, se pasa de listilla... Lily se fue al garete igual que el resto de los cómics de Bruguera. Aún hoy se pueden encontrar algunos ejemplares de sus más de mil números en rastros y tiendas. Siguen siendo divertidos y no especialmente sexistas, si quitamos las secciones para niñas y nos quedamos con las historietas. Por suerte, existen otros tipos de tebeos, hechos por y para mujeres, que no tienen por qué ser necesariamente ni las WITCH, ni los manga, como, por ejemplo, las obras de Phoebe Gloeckner y Alice Kominsky. También existe la opción de elegir algo del clásico Reiser o del español Álvarez Rabo. Ninguno de ellos retrata legiones de mujeres condenadas, así, de un plumazo, entre los complejos del pasado y la invasión de la cultura japonesa, tan simpáticamente agresiva y misógina. |
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Sincronicidad GRACE MORALES
En este mundo limitado y dogmático, el escritor norteamericano Robert Anton Wilson será recordado como un autor interesante y un personaje peculiar. Sin embargo, si la mente humana hubiese traspasado los márgenes de nuestro estrecho conocimiento, Wilson no sólo sería una de las mentes más brillantes de su generación, sino una clave histórica. Su muerte, el 11 de enero de 2006, le ha devuelto a la actualidad como reconocido autor de ciencia ficción y divulgador incansable de teorías alternativas sobre el hombre y el universo. Un gurú entronizado en La Ideología Californiana en torno a la Universidad de Berkeley, que desde los sesenta ha defendido conceptos ancestrales y nuevos modelos científicos y tecnológicos. Una actitud crítica con la visión simplista del hombre moderno y una búsqueda utópica más allá de las simples apariencias. Junto a Timothy Leary y Alan Watts, Wilson forma parte de un pensamiento no sujeto a parámetros convencionales, puesto que mezcla la ciencia del futuro (física cuántica, ingeniería genética) con la filosofía antigua (gnósticos, sufismo), la magia (visiones proféticas, chamanismo), las nuevas tecnologías (criogénesis, hackers) y la cultura pop (satanismo, ovnis). Y, por encima de todo, el humor, un sano escepticismo para, en definitiva, no tomar demasiado en serio nada de lo anterior. Wilson se encuentra en el centro de esta revolución cultural. Neoyorquino de nacimiento y de formación matemática, se trasladó a California en la década de los sesenta, donde ejerció de periodista y editor de diversas publicaciones; entre ellas, la revista Playboy. Lo que parecía el comienzo de una carrera con gran éxito en el campo de la Nueva Literatura (por ejemplo, la de un Tom Wolfe), giró pronto hacia un terreno más resbaladizo. Desde una posición cuyo presupuesto es suspender todo prejuicio u opi-
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Culturas La Vanguardia
Miércoles, 28 marzo 2007
Robert Anton Wilson Figura clave del paisaje intelectual de la California de los setenta, con sus libros y con sus novelas abrió el camino a las teorías conspirativas centradas en la secta de los Illuminati
A pesar de los prolífico de la obra de Robert Anton Wilson –en la imagen– en español se ha publicado muy poca de su vasta producción. Entre ellas ‘Las máscaras de los Illuminati’, y el pasado año se editó ‘El martillo cósmico’ (Ed. Palmyra), una selección de artículos de Wilson
nión establecida, Wilson se acercó al saber sin despreciar cualquier hipótesis que intentara explicar las preguntas fundamentales, por disparatadas que éstas fuesen. Wilson abandona por voluntad propia su cómodo y bien remunerado trabajo, y comienza una prolífica obra sobre los fundamentos de la contracultura y la nueva ciencia, pero sin apenas dinero ni reconocimiento. Tanto es así que, durante sus últimos meses de vida, aquejado de una larga enfermedad, sus amigos hubieron de hacer un llamamiento desde internet a sus lectores, para que contribuyeran a pagar las últimas facturas. El final de Wilson es, con toda seguridad, el símbolo más llamativo de la literatura de los últimos tiempos. Uno de sus temas más recurrentes a lo largo de sus libros, del que fue pionero, es la aho-
Junto a Timothy Leary y Alan Watts, Wilson se escapa de las trampas del pensamiento convencional ra mundialmente conocida Teoría de la Conspiración. En Wilson es un entramado irónico, culto y fascinante acerca de la posibilidad de que unas Organizaciones Secretas (identificadas con la Logia de los Illuminati) lleven dirigiendo los destinos del mundo según sus intereses, gracias a unos Conocimientos Superiores, entregados por misteriosas entidades no humanas (o superhumanas). Alrededor de esta idea, Wilson escribió una serie de novelas extraordinarias. Illuminatus! es una trilogía acerca de esa gigantesca conspiración, que Wilson (junto a Robert Shea) imaginó a raíz de los acontecimientos políticos del momento: el asesinato de Kennedy y, años después, el asunto Watergate. La Máscara de los Illuminati (publi-
cada en español en la editorial Miraguano en 1981) se adelanta a varios géneros, que, años después, serían explotados hasta la saciedad: la moda de incluir personajes reales en tramas ficticias, los códigos secretos y las conspiraciones de estamentos como la Iglesia Católica o sectas satánicas para acabar con la Humanidad. Wilson, sin embargo, está completamente alejado del estilo vulgarizado con el que estos asuntos han llegado a ser libros de cabecera para millones de personas. A pesar de lo prolífico de su obra, en español no había nada publicado salvo esta novela. Hasta 2005, cuando la editorial Poliedro lanzó La Tierra Trema, primera entrega de las Crónicas Históricas de los Illuminati, donde se asiste al nacimiento de la secta, en el Nápoles del S. XVI. En 2006 se editó, en Palmyra, El Martillo Cósmico, otra trilogía, esta vez compuesta de numerosos artículos de Wilson sobre la conspiración, apuntes biográficos, la experiencia chamánica con las drogas y su visión de la política y la cultura norteamericana, desde un raro dominio de las ideas y una actitud insólita, provocadora e ingenua, muy alejada de las proclamas oportunistas y los escritores de best sellers. La obra de Robert Anton Wilson puede ser malinterpretada como un pastiche de la Nueva Era y el hippismo trasnochado, pero está, en su propio lenguaje cósmico, a años luz de estos conceptos. Los intentos por sobrepasar el límite del lenguaje, la lucha contra los sectarismos y el ansia de conocerlo todo, le emparentan con personajes como Carl Jung o Gurdjieff. Un sabio, en el sentido antiguo, extrañamente anti-apocalíptico y conciliador. Él, que estaba dispuesto a dar una oportunidad a las explicaciones místicas de Lamarck sobre la evolución, demostró, por desgracia, con su conducta ética, que el darwinismo social todavía es quien manda en nuestras limitadas realidades-túneles. |
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RECICLAJE Miércoles, 16 mayo 2007 Culturas La Vanguardia 30
Imágenes digitales Convenientemente retocadas y expuestas proporcionan una representación ‘verdadera’ de un mundo artificial
La fotografía débil GRACE MORALES
Símbolo de la historia contemporánea, lo digital se desvanece en el aire. La Posfotografía (móviles, Ipod, PDA, cámaras...) es una manifestación técnica de la transformación del mundo: del pensamiento monolítico y las cámaras robustas a la fragmentación del pensamiento débil y los aparatos ligeros. Las imágenes digitales han desarrollado una nueva caverna platónica, donde cada vez es más difícil distinguir cuál es el fantasma y cuál es la realidad. Grandes multinacionales como Kodak casi han abandonado la producción de cámaras analógicas, en favor de la demanda de fotografía digital. Los laboratorios de material fotosensible han reducido sus stocks hasta la práctica desaparición de películas como Kodachrome o AGFA, que ahora resultan demasiado caras de mantener, pasando a engrosar el cajón de la técnica obsoleta. Las ventajas de estas cámaras son enormes. A pesar del problema de la conservación y almacenamiento (ya se pueden subir en Internet a lugares como flickr), son sencillas en su uso y obtienen las imágenes casi en tiempo real. Cualquiera puede ser un fotógrafo de la actualidad, un coleccionista de imágenes, incluso un voyeur. Por eso, varios países han limitado el uso de móviles en lugares públicos e instalaciones de seguridad, para evitar, el acceso a información reservada y la piratería. Con una cámara digital somos testigos inmediatos de cualquier acontecimiento. Entre ellos, los que más abundan son situaciones límite, como los mobbing o fight clubs. Debido a esa atracción por la violencia, culminación de la Cultura del Simulacro, se busca fotografiar lo imposible, buscando el espectáculo desmesurado y feísta, el horror delicioso de este Neobarroco, que se extiende a todos los medios de expresión, desde la fotografía al telediario, pasando por el cine y la moda. La posfotografía ha barrido los límites entre realidad e irrealidad. Aunque las fotos no han sido nunca registros objetivos del mundo, puesto que siempre están sometidas a todo tipo de manipulaciones, que nada tienen que ver con esa idea de la fotografía como reflejo natural o puro. No nos estamos refiriendo únicamente a procesos concretos, como aquellas desapariciones de personas de las imágenes de la dictadura estalinista, sino a que, desde el mismo enfoque de quien toma una fotografía, ya se está realizando una modificación de lo que se ve por el encuadre. La diferencia estriba en que aquellos montajes eran fáciles de detectar: ahora no podemos saber si lo que estamos viendo es real, en ese sentido. Gracias a los programas de tratamiento de imágenes, asistimos a una realidad retocada, imposible de diferenciar de la que se registra a priori en un proceso óptico. La verdadera revolución es ésa: la posibilidad de prescindir del objeto real para representar algo que no está fuera del objetivo, sino que puede ser realizado a posteriori en un ordenador. De hecho, nunca el mundo ha parecido más extraño retratado por una máquina digital y, a conti-
nuación, sometido a un proceso informático. Sin embargo, esta visión sintética, elaborada artificialmente, es el reflejo más puro de la actualidad, basada en el mercadeo de imágenes sin significado y sin referente. La posfotografía es la respuesta a la demanda de esta época de un modelo correcto de representación. Las imágenes retocadas y expuestas como verdaderas de un mundo basado en la cultura de lo artificial, son el marco definitivo para entender el pensamiento de estos tiempos. Y además, para resaltar una condición hasta ahora no manifestada de forma explícita: la tecnología, además de
Con una cámara digital podemos ser testigos inmediatos de cualquier acontecimiento las ventajas, se usa para manipular la realidad conforme a unos intereses mecánicos y políticos. La idea de verdadero y la de realismo, por tanto, no son sinónimas. Sin embargo, y como le sucedía a la fotografía de principios del siglo XX, el afán por cubrir esa demanda aleja las posibilidades de la posfotografía de internarse en otros terrenos, distintos al hiperrealismo pornográfico que rodea el mundo. Por suerte, existen numerosos intentos de rescatar el Arte Fotográfico, más allá de esta supertecnología carente de
alma. Por ejemplo, adaptar un escáner para hacer fotos con él, o los sorprendentes resultados que ofrece realizar fotos con una simple cámara insertada en un videojuego, como la de la Game Boy (http://www.tapir.org/gbc), o tomar las fotografías con una cámara analógica, pero a través del visor de una digital (http://through-the-viewfinder.blogspot.com). Recuperar la magia del resultado imprevisible de la fotografía con cámaras analógicas de plástico (http://www.junkstorecameras.com), cámaras recortables de papel o cartón que se pueden descargar en Internet (http://www.linatree.com). Simplemente, fabricarse una cámara pinhole a partir de una caja de zapatos. |
Grandes multinacionales como Kodak abandonan la producción de cámaras analógicas en favor de la fotografía digital. Los laboratorios de material fotosensible reducen sus stocks hasta la práctica desaparición de películas como Kodachrome, histórica aportación de la misma Kodak a la fotografía doméstica. A la izquierda, como ejemplo de un mundo que no volverá, un poco de historia –nunca mejor dicho– de la historia de la imagen analógica
Llibreria Bertrand - Rambla Catalunya, 37 - Barcelona ■ Dimecres 20 d’octubre - 19:30h Presentació del llibre La Riera. La història dels personatges i les receptes del restaurant (Cossetània Ed.); amb la presència d’alguns personatges de la sèrie de TV3. ■ Dijous 21 d’octubre - 19:00h Trobada amb Elvira Lindo. L’escriptora parlarà amb els lectors de la seva obra i signarà exemplars del seu últim llibre, Lo que me queda por vivir (Seix Barral). Presenta l’acte Pepa Fernández, periodista de RNE. ■ Divendres 22 d’octubre - 19:30h Presentació del llibre La mente patriarcal, de Claudio Naranjo (Ed. Integral); amb la presència de Joan Garriga, director de l’Institut Gestalt de Barcelona. ■ Dissabte 23 d’octubre - 12:30h Activitat infantil Som artistes! Les propostes més imaginatives per realitzar amb les tècniques més creatives. Per a nens i nenes a partir de 5 anys.Activitat gratuïta. També a la llibreria Bertrand El Cau Ple de Lletres (Terrassa) a les 12:00h. ■ Dissabte 23 d’octubre - 19:30h Presentació del llibre Valguamar, cuentos de lugares, amores y difuntos (Ed. Hijos del Hule); amb la presència de l’autora, Gemma Solsona. ■ Dilluns 25 d’octubre - 19:30h Presentació del llibre Llull con Lacan (Ed. Gredos); amb la presència de l’autor, Miquel Bassols. Participen: Juan Ramón Lairisa, psicoanalista i Dir. de la Biblioteca del Campo Freudiano de BCN; José Enrique Ruiz-Domènec, Catedràtic d’Història Medieval i Dir. de l’Institut d’Estudis Medievals; i Antoni Vicens, psicoanalista, Dr. en Filosofia i professor de la UAB. ■ Dimarts 26 d’octubre - 19:30h Presentació del poemari Cada mañana es abril (Ed. Cálamo); amb la presència de l’autora, Silvia Gelices. Presenta Esperanza Fernández, editora. ■ Dimecres 27 d’octubre - 19:30h Inauguració de l’exposició ¡Cuantocuento! Il∙lustracions de Jorge del Corral. L’exposició es podrà visitar fins al 20 de novembre. ■ Dijous 28 d’octubre - 19:30h Presentació del llibre Espíritu de aventura (Ed. Empresa Activa); amb la presència de l’autor,Albert Bosch. Presenta l’acte Sergio Bulat, editor. ■ Divendres 29 d’octubre - 19:30h Presentació del llibre Elefantitis (Ed. Policarbonados); amb la presència de l’autor, Raúl Ariz. Presenta Francisco Machuca, cineasta i escriptor. ■ Dissabte 30 d’octubre - 12:30h Activitat infantil Pintem mandales! Desperta la teva creativitat i descobreix la màgia dels mandales! Per a nens i nenes a partir de 5 anys.Activitat gratuïta.
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Sensaciones virtuales Un portal de internet se plantea transmitir a través de la música y el sonido un catálogo de estados alterados de la conciencia
La I-Doser Experience GRACE MORALES Y GALACTUS MONDO BRUTTO
Olvídense de flotar con los Pink Floyd. Ya ha quedado out la botella de agua y el baile inteligente en el aparcamiento de la disco suburbial. Ahora, en su propio domicilio, usted puede experimentar las mismas sensaciones que un acid freak, pero dentro de la más escrupulosa legalidad, sin ningún peligro para su salud y poniendo una nota de modernidad añadida en su entorno multimedia, en la carpeta Estados alterados de la conciencia de su entorno PC Windows. Así, de forma segura, puede el usuario drogarse con toda comodidad, bajándose un programita de internet, y escoger entre, por ejemplo, drogas muy fuertes como La Puerta de Hades.drg, o si está de bajón, un Tranquil.drg. Parece un hoax, pero es cierto. Y está basado en estudios científicos sobre las ondas alfa y los ritmos binaurales, descubrimiento que llevó a concluir que, con unos sonidos en una frecuencia determinada se podía modificar el estado de ánimo del sujeto: se le podía animar si estaba deprimido, se le podía mandar energía en caso de decaimiento…
El portal crea ritmos y sensaciones tipo ‘Orgasmo’ o ‘Inspiración’, por si tienes bloqueo creativo Un portal de internet especializado en sucedáneos de drogas, IDoser.com, comercializa la joya del momento: drogas virtuales. Un ingenioso método para lograr los mismos efectos que si el individuo hubiera tomado drogas, pero ahora bajándose un archivo de audio y escuchándolo a través de unos cascos estéreo. Las dosis se venden a un precio que oscila entre los tres y los treinta euros, dependiendo de lo lisérgica que sea la experiencia, aunque desgraciadamente este mercado de las drogas mp3 no es inmune a las descargas ilegales, por eso no es recomendable esta práctica, por si pueden estar adulterados los archivos. Cómo funciona. Para poder experimentar un colocón de I-Doser, el
usuario debe proceder a escuchar de forma relajada su droga a un volumen moderado. Una de las diferencias de la droga auditiva con la tradicional es que ésta requiere, al menos, media hora de escucha ininterrumpida, porque si no, no hace efecto. Se puede elegir entre un catálogo de drogas “clásicas”, incluso vintage (opio, morfina, absenta…) y luego los programadores ofrecen sus creaciones propias: trip, rave, tormentadetruenos, amanecer negro… Pero no se quedan en lo estupefaciente: I-Doser ha desarrollado otros ritmos para favorecer sensaciones como Orgasmo, para esos momentos íntimos; Inspiración, para el bloqueo creativo, e incluso Proyección Astral, para iniciados en el ocultismo. Qué es. A estas alturas, mucha gente creerá que durante esos treinta minutos va a escuchar una sesión de temas de progressive, deeptrance o drum´n´bass, que vayan más o menos acordes con el estilo de la droga en cuestión… Pues no. Lo que se oye es un zumbido, muy parecido al que hacen determinados electrodomésticos, y que varía ligeramente de un tipo de droga a otra. Es un ruido blanco que conecta los dos hemisferios cerebrales con el propósito de excitarlos con una sensación muy parecida a la que experimentarían con una droga real. Pero sin ningún peligro físico o psíquico. No puede haber sobredosis, ni dependencia. También avisan que puede haber personas inmunes por completo a las drogas binaurales, como por otra parte sujetos a quienes, tras tomar tres dosis de “nitrous”, se les puede quedar el pelo blanco. Según estos expertos, existe una forma correcta de escuchar las drogas auditivas, y además existen tipos de auriculares mejores que otros para hacerlo. Estas y otras directrices se encuentran en la Guía I-Doser, que también se vende en la página web. Si el usuario lo encuentra un poco caro, siempre tiene la posibilidad de abaratar su consumo haciéndose vendedor minorista, poniendo banners del producto en su web, con un beneficio del 10%. Quiénes son. Localizados en Estados Unidos, los creadores del Grupo I-Doser son “varios equipos de
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01 Paciente conectado a encefalograma, 1950, The Hulton Getty Picture Collection 02 I Doser: Detalles de Dosis para descargar en Lan Torrent. 03 Lucid Dream by Tau Zero, www.binauraleffect.blogspot.com
Portada: Detalle de una fotografía de Jordi Bernadó (Espacios, página 22) Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CREA-A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B-6389-1958
expertos en música underground, programadores y analistas”. En la FAQ de la web advierten que, a pesar de la ausencia de riesgos de sus productos, estos van dirigidos a un público mayor de 18 años e informado de todas las peculiaridades de las ondas alfa. Y suponemos que de la Droga. ¿Quiere decir esto que estamos ante el futuro de la drogadicción? No lo podemos asegurar, y eso que hemos escrito este artículo bajo la influencia de la droga “Inspiración. drg”. Lo cierto es que aunque no sea la solución ideal, el aficionado a la alteración de la realidad por medios electromecánicos, recibe este invento de la misma manera que recibió el hipnodisco, la pulsera magnética, la biojoya o las casetes para aprender idiomas en sueños. |
1 No consigo adelgazar 2/15 Pierre Dukan, RBA. El método Dukan para perder peso. Contiene recetas y menús ideados para adelgazar 2 Come, reza, ama 1/4 Elizabeth Gilbert, Suma de Letras. Una mujer en crisis y recién divorciada, la propia autora, empieza de cero su vida 3 La educación del talento N/– José Antonio Marina, Ariel. El autor pone en solfa el cliché de que el talento es innato, y explica cómo cultivarlo 4 El secreto 3/163 Rhonda Byrne, Ediciones Urano. Claves para alcanzar la salud, la fortuna y la felicidad 5 El poder del ahora –/35 Eckhart Tolle, Gaia Ediciones. Guía completa de meditación y realización para alcanzar la iluminación espiritual 6 Mi idea de Europa N/– Felipe González, RBA. El ex presidente del gobierno español reflexiona sobre los nuevos retos de las instituciones europeas 7 Los presidentes en zapatillas 4/3 Maria Ángeles López de Celis, Espasa. Anécdotas sobre los cinco presidentes del gobierno de la democracia española 8 El viaje al poder de la mente 7/28 Eduardo Punset, Destino. Último volumen de la trilogía dedicada a la felicidad, al amor y al poder 9 Reinventarse, tu segunda oportunidad 9/20 Mario Alonso Puig, Plataforma. Manual para conocerse mejor y poder afrontar la vida con una nueva mirada 10 Asesinatos matemáticos –/10 Claudi Alsina, Ariel. Colección de errores matemáticos que cometen periodistas, políticos, famosos científicos, etcétera
1 La bicicleta estàtica 1/6 Sergi Pàmies, Quaderns Crema. Veinte relatos que giran en torno a los naufragios de la madurez 2 La tieta Mame 5/3 Patrick Dennis, Quaderns Crema. Un niño huérfano cae bajo la custodia de una dama estrafalaria en la América de los 20 3 Olor de colònia 3/77 Sílvia Alcàntara, Edicions de 1984. La convivencia y las relaciones en una colonia textil de los años cincuenta 4 L'ombra allargada de l'amor 4/2 Mathias Malzieu, Mondadori/Grijalbo. Mathias pierde a su madre, y un gigante le echa una mano para superarlo 5 Maletes perdudes 2/31 Jordi Puntí, Empúries. Christof, Christophe, Christopher y Cristòfol son cuatro hermanos en busca de su padre 6 El temps entre costures N/– María Dueñas, Columna. Una joven modista se abre camino en el Marruecos español, lleno de espías y rufianes 7 Contra el vent del nord 7/16 Daniel Glattauer, La Campana. Leo Leike y Emmi iniciarán una relación a partir de los correos electrónicos 8 Brooklyn N/– Colm Toibin, Edicions 62. Una joven irlandesa se traslada a Brooklyn, pero un lance la obliga a regresar a su añorado país 9 Els club dels optimistes incorregibles N/– Jean-Michel Guenassia, Edicions 62. Un grupo de refugiados coincide en un café parisino, y une fuerzas para salir adelante 10 La història d'Edgar Sawtelle 10/3 David Wroblewski, Columna. La inolvidable amistad entre un niño mudo y un perro en tierras de Wisconsin
No ficción catalán 1 Viatge al poder de la ment 4/25 Eduardo Punset, Destino. Último volumen de la trilogía dedicada a la felicidad, al amor y al poder 2 De què parlo quan parlo de córrer 8/25 Haruki Murakami, Empúries. Reflexión sobre la influencia que este deporte ha ejercido en su vida y en su obra 3 La màscara del rei Artur 1/25 Pilar Rahola, La Magrana. La autora se convierte en la sombra del presidenciable Artur Mas, su personalidad y trayectoria 4 Històries de la història de Barcelona 9/25 Daniel Cortijo, L'Arca. Secretos y curiosidades de la vida cotidiana de la ciudad 5 El secret –/108 Rhonda Byrne, Entramat. Unas cuantas claves para alcanzar la salud, la fortuna y la felicidad 6 La llei del mirall 3/15 Yoshinori Noguchi, Comanegra. Experto en coaching y asesoramiento psicológico, invita a enfrentarnos con nuestro interior 7 El matí amb Raimon Panikkar 7/4 Antoni Bassas, Proa. Al hilo de su muerte, se reeditan los diálogos que el filósofo Raimon Panikkar mantuvo con Bassas 8 Tres prosistes N/– Gabriel Ferrater, Empúries. Rescate de tres textos del autor sobre Joaquim Ruyra, Víctor Català y Josep Pla 9 Meditacions en el desert N/– Gaziel, La Magrana. El célebre periodista, desde Madrid, se duele de la claudicación de las democracias frente a Franco 10 Un cor ple d'estrelles 2/3 Àlex Rovira y Francesc Miralles, Ara Llibres. La luz del amor lo puede todo cuando uno se deja llevar por el corazón
Miércoles, 20 octubre 2010
1 La caída de los gigantes 2/2 Ken Follett, Plaza y Janés. Primer tomo de una saga sobre cinco familias en la Europa y América de principios del XX 2 Inés y la alegría 1/6 Almudena Grandes, Tusquets. Una desconocida invasión de Val d'Aran en los años de la posguerra 3 El tiempo entre costuras 3/32 María Dueñas, Temas de Hoy. Una joven modista se abre camino en el Marruecos español, lleno de espías y rufianes 4 Maldito karma 10/25 David Saffier, Seix Barral. Al morir, K. Lange descubrirá que su castigo ha sido acumular un mal karma durante su vida 5 Sé lo que estás pensando 4/14 John Verdon, Roca. Un policía retirado se involucra en el caso de un amigo que ha recibido una carta misteriosa 6 Lo que me queda por vivir 5/4 Elvira Lindo, Seix Barral. Antonia, sola en la gran ciudad con un hijo de cuatro años, decide salir adelante a cualquier precio 7 Correr 8/3 Jean Echenoz, Anagrama. La historia de Emil Zátopek, un checo desmañado que se convirtió en atleta de fondo legendario 8 La alargada sombra del amor –/2 Mathias Malzieu, Mondadori. Mathias pierde a su madre, y un gigante le echa una mano para superarlo 9 Blanco nocturno 6/5 Ricardo Piglia, Anagrama. Aventuras galantes de un portorriqueño en Buenos Aires en una novela negra 10 La tia Mame 7/2 Patrick Dennis, Acantilado. Un niño huérfano cae bajo la custodia de una dama estrafalaria en la América de los 20
Ficción catalán
Cultura|s La Vanguardia
Ficción castellano
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Establecimientos consultados: Badalona Saltamartí Barcelona Áncora y Delfín, Bertrand, Casa del Llibre, Catalònia, La Central, El Corte Inglés, Fnac, Laie, Ona, Proa Espais Figueres Masdevall Girona Empúries, Llibreria 22 Lleida Punt de Llibre Mataró Robafaves Sabadell La Llar del Llibre V ilafranca Odissea
No ficción castellano
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Semana anterior/Semana en lista N: Libro nuevo en la lista
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Los libros más vendidos
Llibreria Bertrand - Rambla Catalunya, 37 - Barcelona ■ Dimecres 17 de novembre - 19:30h Presentació del llibre Presumeix de vins en 7 dies (Columna) / Presume de vinos en 7 días (Salsa Books); amb la presència de l’autora, Meritxell Falgueras. ■ Dijous 18 de novembre - 19:30h Presentació del llibre Temps de neu, 25 anys (Cossetània Ed.); amb la presència de l’autor,Antoni Real, presentador i director del programa de TV3 Temps de neu. ■ Divendres 19 de novembre - 19:30h Presentació del poemari La hiedra obstinada (Ed. La Discreta); amb la presència de l’autor, Miquel-Lluís Muntané. Participen: Carles Duarte, José Antonio Arceliano i Antonio García Lorente, poetes, i Santiago López, editor. ■ Dissabte 20 de novembre - 12:30h Activitat infantil Bertrand i UNICEF units per la infància. Històries incompletes. Llegirem un breu text titulat “La història de Lalita” i il∙lustrarem amb vinyetes com acaba el conte. Per a nens i nenes a partir de 5 anys.Activitat gratuïta.També a la llibreria El Cau Ple de Lletres de Terrassa a les 12:00h. ■ Dissabte 20 de novembre - 19:00h Presentació del llibre Más allá de los dragones (Roca Ed.); amb la presència de l’autor, Álex Vivaut. ■ Dilluns 22 de novembre - 19:30h Trobada amb Juan Eslava Galán. L’autor parlarà amb els lectors del seu últim llibre, De la alpargata al seiscientos (Ed. Planeta).
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Hombre de amarillo El Vaticano los encuentra inocuos para la moral de la infancia. Pero ¿es así?
Los Simpsons van a misa GRACE MORALES Y GALACTUS MONDO BRUTTO
porque sí, hay muchísimas referencias al hecho religioso, pero más bien desde un punto de vista crítico y librepensador (siendo muy benevolentes). En realidad, el personaje místico que más se aparece, siempre animus iocandi, es el demonio. Creemos que esta precipitada conclusión llegó cuando algún funcionario de la curia vio el episodio de la temporada XVI, El Padre, El Hijo y El Espíritu Invitado. Es del 2005, pero no se estrenó en su momento en Italia al coincidir con la muerte del popular Juan Pablo II, y en octubre de este año, L'Osservatore se ha hecho eco del análisis de
ción para que disfrutemos con las aventuras de esta familia amarilla. En Los Simpsons hay multitud de referencias a la religión. No sabríamos decir si es que su creador está muy interesado en el tema o lo suyo es una obsesión insuflada por el Espíritu Santo, pero el caso es que, prácticamente no hay episodio en el que no aparezca una situación cómica relacionada con lo trascendental. De hecho, algunos de los personajes principales son el Reverendo Lovejoy y el hermano Flanders, pero a lo largo de estas veinte temporadas han aparecido grupos de pop cristiano, sectas apocalípticas, gurús de la India, el Papa y hasta la Santísima Trinidad. Por supuesto que no vamos a dudar de la palabra de los Padres de la Iglesia, y nada nos gustaría más que ver a su Santidad con una camiseta de Homer (diseñada por Prada), pero con todo el respeto del mundo, creemos que o bien no han visto la serie o no la han entendido,
un experto jesuita sobre esta milagrosa conversión de Bart y Homer al catolicismo. Los blogs y portales tridentinos españoles también han recogido la noticia, congratulándose del mismo hecho. El vocero del Vaticano lleva ya un tiempo investigando en la cultura pop a ver
Las familias católicas estamos un poco confusas tras haber leído en el dominical de L'Osservatore Romano que “los padres no deben temer que sus hijos vean las aventuras de los hombres de amarillo”. No estaban hablando de un pueblo pagano, simplemente recomendaban a los fieles Los Simpsons, porque “es de los pocos programas de televisión para niños donde la fe cristiana, la religión y la necesidad de Dios son temas recurrentes”. Nuestro director espiritual, que lleva veinte años prohibiéndonos ver la serie, ya nos ha dado su bendi-
■ Dimarts 23 de novembre - 19:00h Presentació del llibre María la brava (La esfera de los Libros); amb la presència l’autora, Pilar Eyre. ■ Dimecres 24 de novembre - 19:30h Presentació del llibre Sueños que guían (Ed. Obelisco); amb la presència de l’autora, Karina Malpica. Participen a l’acte Joan Cintero, psicoterapeuta Gestalt i professor de la UB, i Francesc Miralles, escriptor i guionista. ■ Dijous 25 de novembre - 19:30h Presentació del llibre Alta Sensibilitat (Edicions 62); amb la presència de l’autora, Isabel Palomenque. ■ Divendres 26 de novembre - 19:00h Presentació del blog literari La fallera cósmica, guanyador del Premio Revista de Letras al millor Blog Nacional de Creació Literària 2010; con la presencia de l’autora, Marina Sanmartín. ■ Divendres 26 de novembre - 20:30h Presentació del llibre El código de la luz (Ed. Obelisco); amb la presència de l’autor, Daniel Lumera. ■ Dissabte 27 de novembre - 12:30h Activitat infantil. Presentació del llibre Bona nit. Jocs tranquils per abans d’anar a dormir (Combel Ed.); amb la presència de l’autora, Àngels Navarro. Presenta l’acte el Dr. Eduard Estivill, pediatra i neurofisiòleg.
Llibreria El Cau Ple de Lletres - Cremat, 15 - Terrassa ■ Dissabte 27 de novembre - 12:00h
Activitat infantil Contes per obrir la gana. Amb les històries de Menjacontes (Ed. Parramón) veurem com els nostres plats preferits s’omplen d’aventures i contes genials.
w w w. l i b r e r i a s b e r t r a n d . e s
ria e r ib ll a v e t la
No hay episodio en el que no aparezca una situación cómica relacionada con lo trascendental si encuentra posibles virtudes teologales que vendernos. Así hemos podido leer estudios insólitos sobre los Beatles, Phillip K. Dick y los ya clásicos y deliciosos Rock y Satanismo… Otra vez, con todo el respeto, y perdonen la insistencia, nos volvemos a preguntar si estas eminencias vaticanas han comprendido el
1 El sueño del celta N/– Mario Vargas Llosa, Alfaguara. Recreación de la vida de Roger Casement, que se rebeló contra la explotación en África 2 Riña de gatos N/– Eduardo Mendoza, Planeta. Un tasador inglés de arte y José Antonio Primo de Rivera coinciden en el Madrid de 1936 3 La caída de los gigantes 1/6 Ken Follett, Plaza y Janés. Primer tomo de una saga sobre cinco familias en la Europa y América de principios del XX 4 Sé lo que estás pensando 4/18 John Verdon, Roca. Un policía retirado se involucra en el caso de un amigo que ha recibido una carta misteriosa 5 Inés y la alegría 2/10 Almudena Grandes, Tusquets. Una desconocida invasión de Val d'Aran en los años de la posguerra 6 El tiempo entre costuras 3/36 María Dueñas, Temas de Hoy. Una joven modista se abre camino en el Marruecos español, lleno de espías y rufianes 7 Todo es silencio 5/2 Manuel Rivas, Alfaguara. La ascensión de un contrabandista reconvertido en un narcotraficante en un confín atlántico 8 Maldito Karma 6/29 David Saffier, Seix Barral. Al morir, K. Lange descubrirá que su castigo ha sido acumular un mal karma durante su vida. 9 Invitación a un asesinato 8/2 Carmen Posadas, Planeta. Una divorciada convoca a ocho invitados a un velero para provocar su propia muerte 10 El tiempo mientras tanto N/– Carmen Amoraga, Planeta. Un grupo de familiares y amigos vela a María José, una mujer en coma irreversible
Portada: Detalle del proyecto de Lluís Sabadell Artiga (Documental, página 16) Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CREA-A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B-6389-1958
Dos fotogramas de episodios de la serie ‘Los Simpsons’
1 No consigo adelgazar 2/19 Pierre Dukan, RBA. El método Dukan para perder peso. Contiene recetas y menús ideados para adelgazar 2 El poder N/– Rhonda Byrne, Ediciones Urano. El poder de disponer de todo lo bueno de la vida, está dentro de uno mismo 3 España, capital Paris 3/2 Germà Bel, Destino. Recorrido por tres siglos de la historia de Madrid, que ha pasado de sede cortesana a “capital total” 4 María la Brava 1/3 Pilar Eyre, La Esfera de los Libros. La vida de la madre del rey, contada en clave intimista y con anécdotas inéditas 5 El secreto 6/167 Rhonda Byrne, Ediciones Urano. Claves para alcanzar la salud, la fortuna y la felicidad 6 La educación del talento 5/5 José Antonio Marina, Ariel. El autor pone en solfa el cliché de que el talento es innato y explica cómo cultivarlo 7 Visión desde el fondo del mar 8/5 Rafael Argullol, Acantilado. Un libro total, entre las memorias y el ensayo, con la pasión viajera como eje vertebrador 8 Contra la indiferencia 7/5 Josep Ramoneda, Galaxia Gutenberg. Ensayo contra la hegemonía neoconservadora y los abusos de poder 9 La cocina de la salud N/– Ferran Adrià, Valentí Fuster y Josep Corbella, Planeta. Comer sano y disfrutar de la comida no son dos actos antagónicos 10 Come, reza, ama –/7 Elizabeth Gilbert, Suma de Letras. Una mujer en crisis y recién divorciada, la propia autora, reempieza de cero su vida
Ficción catalán 1 La bicicleta estàtica 1/10 Sergi Pàmies, Quaderns Crema. Veinte relatos que giran en torno a los naufragios de la madurez 2 La caiguda dels gegants 2/4 Ken Follett, Plaza &Janés. Primer tomo de una saga sobre cinco familias en la Europa y América de principios del XX 3 Olor de colònia 10/81 Sílvia Alcàntara, Edicions de 1984. La convivencia y las relaciones en una colonia textil de los años cincuenta 4 Pa negre 3/67 Emili Teixidor, Columna. La adaptación al cine ha relanzado esta novela sobre la Osona de posguerra, sus odios y querellas 5 Un traïdor com els nostres 7/3 John Le Carré, Edicions 62. El maestro del espionaje penetra ahora en las intrincadas redes del crimen en Rusia 6 El temps entre costures 6/5 María Dueñas, Columna. Una joven modista se abre camino en el Marruecos español, lleno de espías y rufianes 7 Cada set onades N/– Daniel Glattauer, La Campana. En la segunda parte de ‘Contra el vent del nord’, Emmi y Leo reconducen su flirt 8 Cinc-cents bars i una llibreria 4/2 Roser Caminals, Edicions 62. La relación Catalunya-España, a través de dos familias, una barcelonesa y otra de la Castilla rural 9 Les terres promeses 9/2 Joan Barril, Edicions 62. Un ficticio hermano de Fidel Castro, crack en Wall Street, ayuda desde allí a la revolución 10 La tieta Mame –/6 Patrick Dennis, Quaderns Crema. Un niño huérfano cae bajo la custodia de una dama estrafalaria en la América de los 20
No ficción catalán 1 No era lluny ni difícil 1/3 Joan Margarit, Proa. Poemario que cierra un ciclo del autor, en el que se reflexiona sobre la muerte, el dolor y el amor 2 El món no se'n surt 2/5 Tony Judt, La Magrana. El desaparecido historiador anglosajón denuncia el egoísmo de la vida contemporánea 3 Plantem cara N/– Joan Solà, La Magrana. Artículos en defensa del catalán del lingüista recientemente fallecido 4 Sempre hi ets. Els polítics catalans... 4/3 Adam Martin Skilton, Ara Llibres. La clase política catalana habla de la relación mantenida con sus padres 5 Barcelona 1700 6/2 Albert García Espuche, Empúries. El yacimiento del Born da pie al autor para evocar la Barcelona de hace tres siglos 6 Tres prosistes –/2 Gabriel Ferrater, Empúries. Rescate de tres textos del autor sobre Joaquim Ruyra, Víctor Català y Josep Pla 7 El secret –/4 Rhonda Byrne, Entramat. Unas cuantas claves para alcanzar la salud, la fortuna y la felicidad 8 La màscara del rei Artur 5/29 Pilar Rahola, La Magrana. La autora se convierte en la sombra del presidenciable Artur Mas, su personalidad y su trayectoria 9 De què parlo quan parlo de córrer –/27 Haruki Murakami, Empúries. Reflexión sobre la influencia que este deporte ha ejercido en su vida y en su obra 10 Històries de la història de Barcelona 3/29 Daniel Cortijo, L'Arca. Secretos y curiosidades de la vida cotidiana de la ciudad
Miércoles, 17 noviembre 2010
Ficción castellano
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Establecimientos consultados: Badalona Saltamartí Barcelona Áncora y Delfín, Bertrand, Casa del Llibre, Catalònia, La Central, El Corte Inglés, Fnac, Laie, Ona, Proa Espais Figueres Masdevall Girona Empúries, Llibreria 22 Lleida Punt de Llibre Mataró Robafaves Sabadell La Llar del Llibre V ilafranca Odissea
No ficción castellano
das de Santos en cómic, que le encantan por lo sangriento, y Homer, que va a enfrentarse al cura porque no concibe que no permitan comer carne los viernes, al final se queda por el bingo y las tortitas. Por estas razones, padre e hijo se convierten al catolicismo, y eso provoca una movilización del Reverendo Lovejoy, Flanders y Marge, para que vuelvan al redil de la rama presbiteriana reformada a la que pertenecen. Tras una batalla de paintball trufadita de divertidos sacrilegios, ambas partes reconocen que son más las “miles de idioteces que los unen” que las “cuatro tonterías que los separan” y prometen unirse para luchar contra el enemigo común: las células madre y los gais monógamos, aunque el final es un poco desalentador, pues vemos un futuro asolado por las guerras religiosas. Si esto es una cariñosa defensa de la religión, en especial de la católica, que baje Dios y lo vea. |
Semana anterior/Semana en lista N: Libro nuevo en la lista
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mensaje y lo que significan en su contexto las alusiones religiosas en Los Simpsons. Quizá haría falta una encíclica del Papa en latín o celebrar un sínodo en Springfield… Porque como televidentes católicos nos cuesta mucho comprender que la Iglesia haya bendecido una serie en la que se hace mofa y befa constante de todas y cada una de las religiones. ¿Hace falta que recordemos el magistral episodio contra el creacionismo o aquel otro en el que los niños Simpsons son adoptados por los Flanders y este sufre un desmayo cuando se entera de que no están bautizados? La lista de herejías y blasfemias es inagotable: no se tiene ningún respeto, ya sea Jesús, Ghanesa, el Papa o cualquier figura religiosa… Juzguen ustedes si esto es apologética del catolicismo: a Bart le echan de colegio, por lo que no queda otro remedio que matricularle en San Jerónimo, famoso por sus castigos corporales, aunque Marge no está de acuerdo porque desconfía de los católicos, siempre en contra de los métodos anticonceptivos. Bart hace buenas migas con el padre Sean, quien le regala unas Vi-
Reciclaje
Leyenda y decibelios Wendy O. fue la precursora de toda transgresión femenina en los escenarios. Sus imitadoras palidecen ante su instinto destructor
Terminatrix: Wendy O'Williams
GRACE MORALES
El mundo asiste a la feminización de la música popular, siguiendo el patrón masculino imperante. Vivimos en el pop s. XXI hecho por artistas femeninas, casi todas con los mismos signos de identidad: sinuosa imagen de impacto, vídeos promocionales escandalosos, en los que la cantante actúa con los mismos códigos supuestamente transgresores: exaltación de la sexualidad, parodias religiosas, etcétera. Hay muchos ejemplos, desde Madonna hasta Lady Gaga, último peldaño en una escala que viene deshumanizando a la mujer, desde mero objeto sexual hasta vistoso maniquí travestido, y siempre con enormes réditos económicos. La cantante disco-pop-rock viene envuelta en lujoso estuche: es la niña propiedad de Disney o la vixen dominante que exige su lugar con YouTubes de impacto. Pese a semejante despliegue de agresividad, este hipertrofiado mensa-
je de poder no parece gran cosa. Tales códigos no cambian nada en el reparto de roles ni en el de mentalidad. La música responde a una brillante y planificada mezcla convencional, con mensajes sencillos y alejados de lo comprometido: pensamiento débil y sentimental. Artistas como Pink, Gwen Stefani, Kesha... Estamos en el entorno digimedia del s. XXI, pero da la sensación de haber retrocedido décadas, si comparamos estos productos con Wendy O´Williams y Los Plasmatics y su senda de destrucción musical. En el año 1976, Wendy se manifestaba en actitud opuesta a todo lo que sonase a música comercial, montajes para las masas y sonidos digeribles. De ahí una carrera fundada en el punk, y después orientada hacia el speed metal, hecha de forma hostil hacia cualquier manejo discográfico. Por otro, la postura de Wendy como artista femenina: los espectaculares shows de los Plasmatics, don-
1 Riña de gatos 1/7 Eduardo Mendoza, Planeta. Un tasador inglés de arte y José Antonio Primo de Rivera coinciden en el Madrid de 1936 2 El cementerio de Praga 5/4 Umberto Eco, Lumen. Un mercader del XIX cree a los judíos urdidores de todos los males de este mundo. 3 La caída de los gigantes 3/12 Ken Follett, Plaza y Janés. Primer tomo de una saga sobre cinco familias en la Europa y América de principios del XX 4 Sunset Park 4/4 Paul Auster, Anagrama. Historias cruzadas de varios jóvenes treintañeros que conviven en una casa ocupada 5 El sueño del celta 2/7 Mario Vargas Llosa, Alfaguara. Recreación de la vida de Roger Casement, que se rebeló contra la explotación en África 6 Sé lo que estás pensando 6/24 John Verdon, Roca. Un policía retirado se involucra en el caso de un amigo que ha recibido una carta misteriosa 7 El tiempo entre costuras 7/42 María Dueñas, Temas de Hoy. Una joven modista se abre camino en el Marruecos español, lleno de espías y rufianes 8 Inés y la alegría 10/16 Almudena Grandes, Tusquets. Una desconocida invasión de Val d'Aran en los años de la posguerra 9 Historias N/– Robert Walser, Siruela. Relatos del autor suizo, aparecidos en 1914, con joyas como ‘Paganini’ o ‘Extraña ciudad’ 10 Los infinitos N/– John Banville, Anagrama. Las relaciones entre hombres y dioses, a través de una familia irlandesa que vive en la campiña
FOTOGRAFÍA DE CHARLY FRANKLIN (‘PLASMATICS: YOUR HEART IN YOUR MOUTH (THE FIRST FOUR YEARS)’
A su derecha, Lady Gaga travestida de monja. CAPTURA DEL VÍDEO PROMOCIONAL ‘ALEJANDRO’
Portada: Detalle de una imagen de Getty (Expuesto, página 17) Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CREA-A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B-6389-1958
Wendy O'Williams en una significativa actuación dominadora.
1 Los días de gloria 5/4 Mario Conde, Martínez Roca. El autor cuenta cómo pasó de abogado a director del mayor banco del país 2 Divas rebeldes 6/2 Cristina Morató, Plaza y Janés. Retratos de siete inconformistas con glamor, desde María Callas hasta Coco Chanel 3 Las culturas fracasadas 2/2 José Antonio Marina, Anagrama. Por qué, si somos sociedades tan inteligentes, cometemos tantas estupideces colectivas 4 España, capital Paris –/7 Germà Bel, Destino. Recorrido por tres siglos de historia de Madrid, que ha pasado de sede cortesana a ‘capital total’ 5 El secreto 8/171 Rhonda Byrne, Ediciones Urano. Claves para alcanzar la salud, la fortuna y la felicidad 6 El método Dukan ilustrado 1/5 Pierre Dukan, RBA. Consejos y menús apetitosos para luchar contra el sobrepeso, basados en alimentos naturales 7 El gran diseño 3/5 Stephen Hawking, Crítica. El universo podría haberse originado por sí mismo, sin intervención de ningún agente creador 8 Leviatán N/– Philip Hoare, Ático de los Libros. Ensayo sobre la ballena en el imaginario humano, de Jonás al ‘Moby Dick’ de Melville 9 No consigo adelgazar 4/25 Pierre Dukan, RBA. El método Dukan para perder peso. Contiene recetas y menús ideados para adelgazar 10 Cien años de sociedad 10/4 Carles Sentís, Librosdevanguardia. A punto de cumplir los cien, Sentís reune recuerdos de su singladura periodística
Ficción catalán 1 El cementiri de Praga 2/3 Umberto Eco, Rosa dels Vents. Un mercader del XIX cree a los judíos urdidores de todos los males del mundo 2 El Llibre de la Marató 2010 1/5 La Magrana. Relatos de Imma Monsó, Jordi Llavina o Empar Moliner en torno a las enfermedades medulares y cerebrales 3 L'arqueòleg 3/4 Martí Gironell, Columna. Aventuras del monje Bonaventura Ubach, fundador del museo bíblico de Montserrat 4 La caiguda dels gegants 5/10 Kent Follett, Plaza y Janés. Primer tomo de una saga sobre cinco familias en la Europa y América de principios del XIX 5 Sunset Park 4/4 Paul Auster, Edicions 62. Historias cruzadas de varios jóvenes treintañeros que conviven en una casa ocupada 6 La bicicleta estàtica 6/16 Sergi Pàmies, Quaderns Crema. Veinte relatos que giran en torno a los naufragios de la madurez 7 Sukkwan Island N/– David Vann, Empúries. Un padre y un hijo, Jim y Roy, conviven en una cabaña de una salvaje isla del sur de Alaska 8 Sé el que estàs pensant 8/2 John Verdon, Proa. Un policía retirado se involucra en el caso de un amigo que ha recibido una carta misteriosa 9 Pa negre 10/71 Emili Teixidor, Columna. La adaptación al cine ha relanzado esta novela sobre la Osona de posguerra, sus odios y querellas 10 El secret del meu turbant 7/2 Agnes Rotger y Nàdia Ghulam, Columna. Nàdia se hace pasar por chico para poder subsistir en el conflictivo Afganistán
No ficción catalán 1 Barça. Estem fent història 2/2 Recopilatorio de la brillante temporada azulgrana 2009-2010, que se hace eco de las giras y el ambiente del vestuario 2 Temps de neu, 25 anys 1/5 Antoni Real, Cossetània. Balance sobre el programa de TV3 ‘Temps de neu’, con un cuarto de siglo ya de existencia 3 1001 curiositats de Barcelona 6/3 Sílvia Suárez, L'Arca. Las calles de Barcelona respiran historia. La autora les toma el pulso y desentierra anécdotas 4 26 cançons infantils N/– Josep M. Espinàs y Francesc Burrull, La Campana. Recuperación de canciones infantiles de toda una generación 5 El gran disseny 5/3 Stephen Hawking, Columna. El universo podría haberse originado por sí mismo, sin intervención de ningún agente creador 6 No era lluny ni difícil 3/9 Joan Margarit, Proa. Poemario que cierra un ciclo del autor, en el que se reflexiona sobre la muerte, el dolor y el amor 7 Barcelona 1700 4/8 Albert García Espuche, Empúries. El yacimiento del Born da pie al autor para evocar la Barcelona de hace tres siglos 8 La cuina de la salut 8/5 Ferran Adrià, Valentí Fuster y Josep Corbella, Planeta. Comer sano y disfrutar de la comida no son dos actos antagónicos 9 Històries de la història de Barcelona –/31 Daniel Cortijo, L'Arca. Secretos y curiosidades de la vida cotidiana de la ciudad 10 Amb l'esperança entre les dents N/– John Berger, Edicions 1984. Estrategias para oponerse a los valores de los agentes opresores de la sociedad
Miércoles, 29 diciembre 2010
Ficción castellano
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Establecimientos consultados: Badalona Saltamartí Barcelona Áncora y Delfín, Bertrand, Casa del Llibre, Catalònia, La Central, El Corte Inglés, Fnac, Laie, Ona, Proa Espais Figueres Masdevall Girona Empúries, Llibreria 22 Lleida Punt de Llibre Mataró Robafaves Sabadell La Llar del Llibre V ilafranca Odissea
No ficción castellano
tir ser manipulada por sellos de discos ni medios de comunicación. La carrera en absoluto complaciente de Wendy O´Williams no pudo pasar de una minoría que cada vez era más asimilada por el abarcadevora del consumo global. La aguerrida Wendy O., antigua stripper, actriz porno y de serie Z, que no probaba alcohol ni drogas, no soportó el cambio del mundo a peor. Tras pasar sus últimos años trabajando en un refugio de animales abandonados, se suicidó en 1998. Conoció el fenómeno, muy inspirado en su persona, de las Rriot Grrrls y el Hardcore Punk, pero no le dio tiempo a ver cómo la industria reciclaba sus otrora modelitos condenados por la ley –crestas de mohicano, ropa interior de látex y accesorios s/m–, en elegantes y calculadas parodias kitsch del sistema, con las que ahora casi se peinan y visten las muchachas de medio mundo, a imagen de semejanza de las ídolas de internet. |
Semana anterior/Semana en lista N: Libro nuevo en la lista
Cultura|s La Vanguardia
BUTCH STAR, 1982 144 PÁGINAS $24.99
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‘Plasmatics: Your Heart In Your Mouth (the first four years)’ Varios fotógrafos. Texto de Edouard Dauphin.
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de se llegaron a explotar coches en directo, y ella, la “dominatrix de los decibelios” quien se tornó leyenda apareciendo casi desnuda mientras destrozaba televisores con una sierra mecánica. Wendy O., cual personaje de la TROMA hecho carne, se presentaba en los platós de televisión y los escenarios para asustar a mayores y divertir a pequeños. Lo que vemos ahora en Lady Gaga cuando aparece con un traje hecho con filetes o simula un acto sexual con un actor disfrazado de sacerdote, en Wendy O. se traducía en detenciones y persecuciones, por apología de la violencia o conducta inapropiada, por aparecer en top less o simular una masturbación en escena. La censura sobre el sexo, las palabras malsonantes y determinados conceptos ha sido borrada de la mayor parte del mundo del espectáculo. Hay una legión de artistas, desde el underground a los shows de masas, que han franqueado hace tiempo las barreras de lo explícito y lo escatológico. Pero es curioso que la figura de Wendy O. no aparezca recogida como máximo referente en las historias de la música pop femenina, por su lucha contra los estereotipos de la mujer como esclava de las modas, por su independencia férrea y no consen-
Llibreria Bertrand - Rambla Catalunya, 37 - Barcelona
N C B A L X I E R B O DESC D N A R T R E B A A NEGR
Reciclaje
Agenda
78 rpm Radio y pasión en formato eterno
‘Melodías pizarras’ ! Dimarts 1 de febrer - 19:30h Taula rodona entorn al llibre Crims.cat. Collita de narradors del gènere negre en català (Alrevés Ed.); a càrrec dels antòlegs de l’obra, Àlex Martín Escribà i Sebastià Benassar. ! Dijous 3 de febrer - 19:30h Trobada amb Craig Russell L’autor parlarà amb els lectors sobre la seva obra i signarà exemplars del seu darrer llibre, El beso de Glasgow (Roca Ed.). ! Divendres 4 de febrer - 19:30h Club de lectura Bertrand. Especial Mari Jungstedt. Coordina Albert Fernández, llibreter i crític literari. ! Dissabte 5 de febrer - 12:30h Club de lectura infantil. Especial Contes de detectius. Coordina Laura Santervàs, especialista en literatura infantil i juvenil. Més activitats a la nostre web: www.llibreriesbertrand.cat
ria la teva llibre
GRACE MORALES
¿Se imaginan el esplendor de la música pop de los sesenta sin que hubieran existido programas de radio como el de Wolfman Jack, emitiendo desde Chula Vista? Seguro que no, porque quien ama la música, ama la radio. Imposible separar una cosa de la otra. Es inútil hablar de la música pop española en la década de los setenta o primeros de los ochenta sin tener en mente emisoras como Onda Dos, Radio 3, Radio el País… a través de cuyos programas una generación accedió a grupos y discos absolutamente nuevos, así como a la posibilidad de escuchar el contenido musical del pasado, gracias a la labor de locutores como El Doctor Champú, Jesús Ordovás o Diego Manrique. Descubrimientos diarios, que sembraron aficiones de por vida, carreras artísticas inclusive, y la sensación de estar compartiendo algo único. Invadido el dial español por las radiofórmulas, hilos musicales monótonos para acompañar sin que molesten en la oficina, todavía resulta más sorprendente que desde hace tres años exista un programa
como Melodías pizarras, en el cual no es sólo que no se pinchan novedades en gran calidad Mp3 y soniquetes para el móvil, sino que sus responsables programan música grabada exclusivamente en discos de pizarra, no CD, ni siquiera vinilos, sólo el “formato eterno”: estas placas de 78 rpm, saltando hacia atrás un importante número de décadas. Es posible que para la mayoría de los radioyentes esta peculiaridad –entre otras muchas– del
1 La senda oscura N/– Asa Larsson, Seix Barral. Rebecka Martinsson investiga el misterio de una ejecutiva muerta en un lago helado 2 Riña de gatos 1/11 Eduardo Mendoza, Planeta. Un tasador inglés de arte y José Antonio Primo de Rivera coinciden en el Madrid de 1936 3 El cementerio de Praga 2/8 Umberto Eco, Lumen. Un mercader del XIX cree a los judíos urdidores de todos los males de este mundo 4 Sé lo que estás pensando 6/28 John Verdon, Roca. Un policía retirado se involucra en el caso de un amigo que ha recibido una carta misteriosa 5 Maldito Karma 8/35 David Saffier, Seix Barral. Al morir, K. Lange descubrirá que su castigo ha sido acumular un mal karma durante su vida 6 Sunset Park 5/8 Paul Auster, Anagrama. Historias cruzadas de varios jóvenes treintañeros que conviven en una casa ‘okupada’ 7 El tiempo entre costuras 7/46 María Dueñas, Temas de Hoy. Una joven modista se abre camino en el Marruecos español, lleno de espías y rufianes 8 El sueño del celta 4/11 Mario Vargas Llosa, Alfaguara. Recreación de la vida de Roger Casement, que se rebeló contra la explotación en África 9 El vals lento de las tortugas N/– Katherine Pancol, La Esfera de los Libros. Una serie de muertes alteran la vida de Josephine y Zoé en un barrio parisino 10 La caída de los gigantes 3/16 Ken Follett, Plaza y Janés. Primer tomo de una saga sobre cinco familias en la Europa y América de principios del XIX
Arriba: ‘¡Millones de discos!’, hoja promocional de la música mexicana en los años cuarenta. Abajo: Longino y Marciano Pizarro, por Ángel Lalinde, de Estudio Exótica (www.estudioexotica.blogspot. com)
1 El método Dukan ilustrado 5/8 Pierre Dukan, RBA. Consejos y menús apetitosos para luchar contra el sobrepeso, basados en alimentos naturales 2 Reinventarse, tu segunda oportunidad –/25 Mario Alonso Puig, Plataforma. Manual para conocerse mejor y poder afrontar la vida con una nueva mirada 3 No consigo adelgazar 10/27 Pierre Dukan, RBA. El método Dukan para perder peso. Contiene recetas y menús ideados para adelgazar 4 España, capital París 1/11 Germà Bel, Destino. Recorrido por tres siglos de historia de Madrid, que ha pasado de sede cortesana a ‘capital total’ 5 Algo va mal –/4 Tony Judt, Taurus. El desaparecido historiador anglosajón denuncia el egoísmo de la vida contemporánea 6 El secreto –/173 Rhonda Byrne, Ediciones Urano. Claves para alcanzar la salud, la fortuna y la felicidad 7 Los días de gloria 3/8 Mario Conde, Martínez Roca. El autor cuenta cómo pasó de abogado a director del mayor banco del país 8 Reportajes de la Historia 9/3 Martí y Borja de Riquer, Acantilado. Relatos de testigos directos sobre hechos ocurridos a lo largo de veintiséis siglos 9 María la Brava –/11 Pilar Eyre, La Esfera de los Libros. La vida de la madre del Rey, contada en clave intimista y con anécdotas inéditas 10 Leviatán –/2 Philip Hoare, Ático de los Libros. Ensayo sobre la ballena en el imaginario humano, de Jonás al ‘Moby Dick’ de Melville
Ficción catalán 1 L'arqueòleg 4/8 Martí Gironell, Columna. Aventuras del monje Bonaventura Ubach, fundador del museo bíblico de Montserrat 2 Sunset Park 1/8 Paul Auster, Edicions 62. Historias cruzadas de varios jóvenes treintañeros que conviven en una casa ‘okupada’ 3 La caiguda dels gegants 3/14 Ken Follett, Plaza y Janés. Primer tomo de una saga sobre cinco familias en la Europa y América de principios del XIX 4 La bicicleta estàtica 2/20 Sergi Pàmies, Quaderns Crema. Veinte relatos que giran en torno a los naufragios de la madurez 5 El cementiri de Praga 5/7 Umberto Eco, Rosa dels Vents. Un mercader del XIX cree a los judíos urdidores de todos los males del mundo 6 El camí fosc N/– Asa Larsson, Columna. Rebecka Martinsson investiga el misterio de una ejecutiva muerta en un lago helado 7 Pa negre –/74 Emili Teixidor, Columna. La adaptación al cine ha relanzado esta novela sobre la Osona de posguerra, sus odios y querellas 8 El temps entre costures 7/12 María Dueñas, Columna. Una joven modista se abre camino en el Marruecos español, lleno de espías y rufianes 9 El secret del meu turbant 6/6 Agnes Rotger y Nàdia Ghulam, Columna. Nàdia se hace pasar por chico para poder subsistir en el conflictivo Afganistán 10 Sé el que estàs pensant 8/6 John Verdon, Proa. Un policía retirado se involucra en el caso de un amigo que ha recibido una carta misteriosa
No ficción catalán 1 1001 curiositats de Barcelona 1/7 Sílvia Suárez, L'Arca. Las calles de Barcelona respiran historia. La autora les toma el pulso y desentierra anécdotas 2 Barça. Estem fent història 2/6 Angle. Recopilatorio de la brillante temporada azulgrana 2009-2010, que se hace eco de las giras, el ambiente, etcétera 3 No era lluny ni difícil 3/13 Joan Margarit, Proa. Poemario que cierra un ciclo del autor, en el que se reflexiona sobre la muerte, el dolor y el amor 4 El món no se'n surt 8/12 Tony Judt, La Magrana. El desaparecido historiador anglosajón denuncia el egoísmo de la vida contemporánea 5 La cuina de la salut 9/9 Ferran Adrià, Valentí Fuster y Josep Corbella, Planeta. Comer sano y disfrutar de la comida no son dos actos antagónicos 6 Històries de la història de Barcelona 7/35 Daniel Cortijo, L'Arca. Secretos y curiosidades de la vida cotidiana de la ciudad 7 El gran disseny 4/7 Stephen Hawking, Columna. El universo podría haberse originado por sí mismo, sin intervención de ningún agente creador 8 La màscara del rei Artur 5/36 Pilar Rahola, La Magrana. La autora se convierte en la sombra del presidenciable Artur Mas, su personalidad y su trayectoria 9 26 cançons infantils 6/5 Josep M. Espinàs y Francesc Burrull, La Campana. Recuperación de canciones infantiles de toda una generación 10 No sé com aprimar-me –/4 Pierre Dukan, La Magrana. El método Dukan para perder peso. Contiene recetas y menús ideados para adelgazar
Miércoles, 26 enero 2011
Ficción castellano
RANKINGS
Establecimientos consultados: Badalona Saltamartí Barcelona Áncora y Delfín, Bertrand, Casa del Llibre, Catalònia, La Central, El Corte Inglés, Fnac, Laie, Ona, Proa Espais Figueres Masdevall Girona Empúries, Llibreria 22 Lleida Punt de Llibre Mataró Robafaves Sabadell La Llar del Llibre V ilafranca Odissea
No ficción castellano
Portada: Detalle de una fotografía de S. Iltnitsky (Expuesto, página 19) Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CREA-A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B-6389-1958
Melodías pizarras es una idea de los Hermanos Pizarro, los dos locutores que cada semana seleccionan catorce canciones para cada uno de sus programas: el del viernes, la Emisión clásica, el de los discos españoles, sudamericanos y europeos; y el del sábado, la Emisión terráquea, en el que nos ofrecen música en su mayoría anglosajona. En ambos suenan tesoros del nacimiento de la música popular del siglo XX en formato de pizarra: fox trot, rumbas, congas, cumbias, pop, guarachas, calipsos, sones cubanos, mambo, rock and roll, mento, blues, western swing… Guitarras hawaianas se turnan con orquestas catalanas de finales de los treinta, Bonet de San Pedro da paso a Rina Celi, La Familia Carter sucede a Desi Aznar, Xavier Cugat irrumpe con su orquesta mientras los Lecuona Cuban Boys y el Sexteto Habanero hacen bailar a la audiencia… Canciones escogidas con dedicación y mimo, tras las cuales hay un duro trabajo de búsqueda, que sólo los coleccionistas y expertos en la materia reconocen con asombro. Pero después de tres temporadas de emisión, los oyentes de Melodías ya saben, por ejemplo, que el pop español no nació en los sesenta, sino a comienzos de los años treinta, y que la música cubana es un gigante que no tiene nada que ver con la caricatura que nos venden en la actualidad. La otra parte del éxito del programa reside en la forma de transmitir esta vertiginosa música futurista del pasado. Huyendo del academicismo, sus creadores han rescatado la feliz fórmula del seudónimo y la leyenda de las personalidades secretas. Así, Marciano y Longino presentan estas canciones con un toque de humor heredado de los tebeos de Bruguera y el semanario La Codorniz, todo ello mezclado con el espíritu de la radio libre de finales de los ochenta y la actitud punk, pero a años luz de los ejercicios de nostalgia, las modas vintage, y la explotación de lo retro con fines crematísticos. Pasión por la música y ganas de compartir son el universo de los “anómalos” de los Hnos. Pizarro. |
Semana anterior/Semana en lista N: Libro nuevo en la lista
Cultura|s La Vanguardia
“Donde lo antiguo es mejor, ¡y más divertido!”
Los libros más vendidos
31
‘Melodías pizarras’ Viernes y sábados en Radio 3, de 8 a 9 de la tarde.http://blogs.rt ve.es/melodiaspizarr as/posts
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programa de los Hermanos Pizarro no sea un gran reclamo, al identificar el objeto con las gramolas de la bisabuela y unos tiempos muy raros, pero el resultado está muy lejos de tal cosa, y por ello ha causado un pequeño terremoto dentro de la programación de Radio Tres los fines de semana. Melodías pizarras es seguido por un contingente de fans, porque ha conseguido lo que parecía imposible: ofrecer a los oyentes una cantidad y calidad asombrosa de música nueva, no disponible en ningún otro soporte, y en un planteamiento insólito para lo que son los formatos de la radio actual.
Reciclaje
Norman Spinrad
Pop democracia
01 GRACE MORALES
Un programa de televisión de gran éxito. Lo conduce un entretenedor que provoca con sus chistes al poder político, social y económico. Los telespectadores llaman en directo, la pantalla se divide y se puede ver la cara de quien expone su problema –siempre un pobre diablo cuidadosamente escogido por la productora y con una devastadora tragedia personal– dialogando con la estrella de la tele, exigiendo soluciones a quien corresponda, llamando personalmente si hace falta, siempre en tono populista y sardónico. Semejante planteamiento no sorprendería en ningún canal de la televisión de hoy. Los trucos de cámaras que utiliza el presentador pulsando su consola de mandos, las coletillas del discurso, las pausas publicitarias… Lo único que chocaría, quizás, es el hecho de que este programa, de nombre Incordie a Jack Barron, además de tener una audiencia de cien millones de espectadores, estuviese patrocinado por unos cigarrillos de marihuana. Por lo demás, cualquiera podría convencerse de que existe en la actualidad, y no en unos distópi-
cos EE.UU. de los años setenta, producto de la imaginación del escritor Norman Spinrad en una de sus novelas más importantes. La trama de este libro es una de las primeras reflexiones sobre el poder y los medios de comunicación en la era contemporánea. Es imposible, pero leyendo esta novela, parecería que Spinrad no estaba creando sci-fi, sino que, directamente anticipó una lista de acontecimientos que estamos viviendo en estos días: además de introducir un candidato negro a la Casa Blanca, nos presenta una tremebunda teoría de la conspiración y define la personalidad de los líderes de audiencia que arrastran el pensamiento del público en los talk show. Spinrad demuestra a las claras el reparto del pastel político de EE.UU. entre republicanos y demócratas por todos los medios conocidos, bien legales o mediante los delitos más atroces. “La democracia más grande del mundo” es satirizada en Incordie a Jack Barron de forma cruel y más cercana a la realidad de lo que parece, por lo que en el momento de su publicación fue condenada en el mismísimo parlamento por “depravada, degenerada e irreverente”.
1 El ángel perdido 2/3 Javier Sierra, Planeta. Julia, una restauradora, se ve envuelta en una carrera por dos piedras antiguas 2 1Q84. Libros 1 y 2 1/4 Haruki Murakami, Tusquets. En el Japón de 1984 Aomame y Tengo, unidos desde la infancia, sufren una gran conmoción 3 Caligrafía de los sueños 5/3 Juan Marsé, Lumen. Ringo, un chaval de 15 años, se hace hombre en la Gràcia de los años cuarenta 4 Donde nadie te encuentre 4/3 Alicia Giménez Bartlett, Destino. Un periodista y un psiquiatra van a la búsqueda de una maquis legendaria 5 Cobra N/– Frederick Forsythe, Plaza y Janés. Un ex agente de la CIA recibe el encargo de liquidar el narcotráfico mundial 6 El tiempo entre costuras –/50 María Dueñas, Temas de Hoy. Una joven modista se abre camino en el Marruecos español, lleno de espías y rufianes 7 Carolina se enamora 3/5 Federico Moccia, Planeta. Carolina siente un gran amor por Massimiliano, pero éste la traiciona con su mejor amiga 8 La senda oscura 10/7 Assa Larsson, Seix Barral. Rebecka Martinsson investiga el misterio de una ejecutiva muerta en un lago helado 9 Riña de gatos 7/17 Eduardo Mendoza, Planeta. Un tasador inglés de arte y José Antonio Primo de Rivera coinciden en el Madrid de 1936 10 Un momento de descanso N/– Antonio Orejudo, Tusquets. Al cabo de los años, dos amigos de juventud se reencuentran y afrontan un nuevo reto
01 Nucky Thompson (Steve Buscemi), el histórico gángster tesorero de Atlantic City 02 Edición americana de ‘Incordie a Jack Barron’, Norman Spinrad, 1969
Portada: Detalle de una fotografía de Adriana Eskenazi (Documental, página 16) Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CREA-A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B-6389-1958
prohibición, y la red de fechorías sobre la que se asienta el dinero de los partidos políticos, la financiación de las obras públicas, las leyes y los candidatos de las elecciones. No parece, sin embargo, que la colonización norteamericana lleve en el lote su elemento de auto crítica, ya que en otras culturas esta distancia hacia la historia y sus tejemanejes no son puestos en tela de juicio, salvo para hacer bromas tibias y muy benevolentes a costa de los altos mandos del poder. No hay más que ver la última y desternillante telefilme sobre la corona española. Echando un vistazo sobre la filmografía, la literatura o la música española de los últimos cuarenta años, da la impresión de que quienes las han pasado realmente canutas en todos los sentidos a lo largo del siglo XX, han sido los americanos con la corrupción, la mafia, las conspiraciones, la doble moral, etcétera. Esperando con interés la serie inspirada en la novela de Chirbes, Crematorio, sobre la especulación inmobiliaria, y el definitivo filme sobre el 23-F, nosotros, como mucho, aspiraremos a un episodio de Cuéntame o un post-show de los payasos de la tele. |
1 ¡Indignaos! N/– Stéphane Hessel, Destino. Una llamada a la insurrección pacífica contra la dictadura de los mercados y el consumismo orquestado 2 El método Dukan ilustrado 1/14 Pierre Dukan, RBA. Consejos y menús apetitosos para luchar contra el sobrepeso, basados en alimentos naturales 3 No consigo adelgazar 2/33 Pierre Dukan, RBA. El método Dukan para perder peso. Contiene recetas y menús ideados para adelgazar 4 Aguirre el magnífico 4/4 Manuel Vicent, Alfaguara. La vida de Jesús Aguirre en sus distintas ‘reencarnaciones’, de cura progre a duque cortesano 5 Las recetas de Dukan 3/4 Pierre Dukan, RBA. Propuestas para combinar 100 alimentos con días sólo de proteínas y otros de proteínas y verduras 6 El secreto 5/179 Rhonda Byrne, Ediciones Urano. Claves para alcanzar la salud, la fortuna y la felicidad 7 Revuelta y resignación 10/3 Jean Améry, Pre-Textos. Ensayos sobre el envejecer humano y la mirada de los otros sobre la propia caducidad 8 Superficiales N/– Nicholas Carr, Taurus. ¿Internet nos está haciendo perder nuestra capacidad de concentración y reflexión? 9 Los días de gloria –/11 Mario Conde, Martínez Roca. El autor cuenta cómo pasó de abogado a director del mayor banco del país 10 El poder 7/7 Rhonda Byrne, Ediciones Urano. El poder de disponer de todo lo bueno de la vida está dentro de uno mismo
Ficción catalán 1 L'home de la maleta 4/2 Ramon Solsona, Proa. Un viudo se va a vivir a casa de una hija, y no se adapta al modelo familiar de allí 2 Pa negre 2/80 Emili Teixidor, Columna. La adaptación al cine ha relanzado esta novela sobre la Osona de posguerra, sus odios y querellas 3 1Q84 Llibres 1 i 2 3/4 Haruki Murakami, Empúries. En el Japón de 1984, Aomami y Tengo, unidos desde la infancia, sufren una gran conmoción 4 La casa cantonera 1/3 Sílvia Alcàntara, Edicions de 1984. Al morir su madre, dos hermanas se reencuentran tras veinte años sin verse 5 La bicicleta estàtica –/24 Sergi Pàmies, Quaderns Crema. Veinte relatos que giran en torno a los naufragios de la madurez 6 L'últim día abans de demà 9/3 Eduard Márquez, Empúries. El protagonista encuentra un buen día a un amigo cercano convertido en mendigo 7 El cau del conill 5/3 Cristian Segura, Destino. Las tribulaciones de un burgués de Barcelona en caída libre 8 L'arqueòleg 10/14 Martí Gironell, Columna. Aventuras del monje Bonaventura Ubach, fundador del museo bíblico de Montserrat 9 El cementiri de Praga 7/13 Umberto Eco, Rosa dels Vents. Un mercader del XIX cree a los judíos urdidores de todos los males del mundo 10 Olor de colònia 8/83 Sílvia Alcàntara, Ediciones de 1984. La convivencia y las relaciones en una colonia textil de los años cincuenta
No ficción catalán 1 Espanya, capital París 1/3 Germà Bel, La Campana. Recorrido por tres siglos de historia de Madrid, que ha pasado de sede cortesana a ‘capital total’ 2 Els mandarins N/– Rafel Nadal, Columna. Retratos de figuras (de Montilla a Prenafeta) que han movido los hilos de la política española y catalana 3 1001 curiositats de Barcelona 4/13 Sílvia Suárez, L'Arca. Las calles de Barcelona respiran historia. La autora les toma el pulso y recupera anécdotas 4 Un hotel a la costa N/– Nancy Johnstone, Tusquets. Un pareja inglesa llevó entre 1934-39 un hotel en Tossa que aglutinó a refugiados, poetas, etc 5 El lladre de cervells –/5 Pere Estupinyà, La Magrana. Un viaje por los descubrimientos de la ciencia actual, a través de sus mentes más brillantes 6 26 cançons infantils 6/8 Josep Maria Espinàs y Francesc Burrull, La Campana. Recuperación de canciones infantiles de toda una generación 7 Barça. Estem fent història 7/11 Angle. Recopilatorio de la brillante temporada azulgrana 2009-2010, que se hace eco de las giras, el ambiente, etcétera 8 No sé com aprimar-me 2/8 Pierre Dukan, La Magrana. El método Dukan para perder peso. Contiene recetas y menús ideados para adelgazar 9 La Sisena Flota a Barcelona 8/6 Xavier Theros, La Campana. Crónica sobre la presencia de los marineros americanos en la Barcelona de los años 50, 60 y 70 10 El gran disseny –/11 Stephen Hawking, Columna. El universo podría haberse originado por sí mismo, sin intervención de ningún agente creador
Miércoles, 9 marzo 2011
Ficción castellano
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Establecimientos consultados: Badalona Saltamartí Barcelona Áncora y Delfín, Bertrand, Casa del Llibre, Catalònia, La Central, El Corte Inglés, Fnac, Laie, Proa Espais Figueres Masdevall Girona Empúries, Llibreria 22 Lleida Punt de Llibre Mataró Robafaves Sabadell La Llar del Llibre V ilafranca Odissea
No ficción castellano 02
Semana anterior/Semana en lista N: Libro nuevo en la lista
Cultura|s La Vanguardia
Norman Spinrad Ediciones Acervo, Barcelona, 1975
Los libros más vendidos
31
‘Incordie a Jack Barron’
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La cultura pop norteamericana ha sido siempre ejemplar en esta toma de posiciones, utilizando cualquier manifestación artística –desde el cine al cómic– para denunciar el desencanto, el error y las contradicciones sociopolíticas, cuando no directamente los crímenes de las altas esferas. Norman Spinrad lo lleva haciendo desde principios de los sesenta, utilizando el género de la ciencia ficción, donde proyecta hacia el futuro problemas de actualidad e incluso dilemas ético-históricos, como en la inquietante El Sueño de Hierro. Pero aún hoy en día, donde los ideales se borraron hace décadas, series de televisión como la exitosa Boardwalk Empire de HBO profundizan sobre el glorioso pasado: los orígenes del poder y la ciénaga en la que éste se asienta, en torno a una figura real, el gángster-tesorero de Atlantic City en los años de la
Reciclaje
Rituales sin humo La progresiva desaparición del gesto de fumar tabaco provocará cambios de lenguaje y la desaparición de fetiches objetuales
Retrotabaquismo GALACTUS Y GRACE MORALES
Esto debe de ser lo de los ciclos de la humanidad, las modas que vienen y van y el eterno retorno, porque hemos pasado de que nueve de cada diez doctores recomendaran fumar una reconocida marca de cigarrillos norteamericanos, y que en las onomásticas, bodorrios, comuniones y bautizos uno de los regalos más apreciados y socorridos fuese el cartón de Winston, que el tabaco era algo tan bueno y tan necesario como la bebida o el comer, a que ahora sólo la bebida sea alta cultura y la comida la más alta expresión del arte. Hoy nos hace gracia ver a los cirujanos operando con un cigarro en la boca, las fotos de recién nacidos entre una humareda de puros de familiares y enfermeras, o esa cuadrilla de bomberos entrando a sofocar un incendio con un cigarrillo en la boca, por no hablar de los muebles vintage, que ya venían provistos de un reposacigarros, bien en el ámbito público o en el estrictamente privado. Sin duda, eran tiempos mucho más prudentes. Nosotros podemos entender estas medidas en otros países, orientadas primero a obtener unos beneficios muy importantes a través de medios relacionados de forma indirecta con el tabaco, y luego con su venta en nuevos mercados, y también con el puritanismo, la doble moral, el culto al cuerpo, la presión de la publicidad, el control político-social y la cultura del miedo. Ustedes recordarán cuando en la sección de noticias insólitas “Para reír, para correr, para gritar” del Diez Minutos, leíamos que, por ejemplo, en la localidad de Atolladero, Texas, no se podía fumar ni en la calle, y lo considerábamos una locura fundamentalista más de ese país, tipo esos estados en los que el sexo oral está penado con la cadena perpetua. Una cosa rara y extravagante de los americanos. No le dábamos mayor importancia, porque aquí sencillamente no podía suceder siendo como somos nosotros, que hemos pasado de reciclar colillas, de que en las cartillas de racionamiento tuviéramos derecho a un cuartillo de picadura selecta, a sofisticados tratamientos de hipnosis y mesmerismo para dejar de fumar, como ese misterioso Relief, que anuncian en la radio. La cultura del tabaco va a ser complicada de erradicar. Por ejemplo, no se entiende el día del padre sin el día del tabaco. Cualquier pa-
dre español recibía invariablemente, a parte de la corbata y la manualidad del colegio que siempre era un cenicero de escayola con la leyenda “Aquí fuma mi papá”, un set de artículos de fumador de la sección de los grandes almacenes. Que si un mechero Flaminaire, que si un Dupont –según el poder adquisitivo–, que si una cajita de puros… Cualquier padre normal se sentía encantado de que su familia pensara en él para hacerle este regalo. De acuerdo que siempre había padres raros que no fumaban, en ese caso se les regalaba su botellita de White Horse. Pero si tampoco bebían, siempre quedaba el recurso de unas mancuernas. Pero vamos, lo normal es que cualquier padre fumara su paquete de Rex, Káiser o Fetén, del cartón que les había regalado la familia. Era lo más normal del mundo. Llegaban los cumpleaños, los Reyes Magos… hasta en las cestas de Navidad se incluían unos cartones de tabaco. Cuando uno salía fuera, es decir, a Canarias, siempre se vol-
¿Cómo vamos a sustituir el “perdona, ¿tienes un cigarro?”, que antecedía a un ligue o a un atraco? vía cargado de cartones para repartir entre la familia y los amigos. Como decía Tabacalera, “Regalar tabaco es regalar amistad”. Va a llevar una barbaridad de tiempo acabar con todo esto. El estanco, que es como un organismo oficial y sus dependientes unos funcionarios del estado, podrá seguir vendiendo tabaco, pero de manera casi vergonzosa. Vemos el estanco del barrio reconvertido en tienda de chucherías, o de espacio con motos antiguas y exposiciones de arte que disfracen la pequeña estantería al fondo donde tienen casi de tapadillo el expendedor. La industria del cenicero turístico está condenada a la extinción. Perecerán leyendas urbanas como la de los coleccionistas de tiras de envoltorios, quienes cuando conseguían un kilo de este material, lo podían canjear por una silla de ruedas… Las relaciones sociales se van a ver mermadas considerablemente. El clásico y casi infalible “perdona, ¿tienes un cigarro?”, que antecedía a un ligue o a un atraco, ¿cómo va a ser sustituido? |
Portada: Detalle de una imagen del proyecto de GG45+1 (Documental, página 16) Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CREA-A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B-6389-1958
1 ¡Indignaos! 1/3 Stéphane Hessel, Destino. Una llamada a la insurrección pacífica contra la dictadura de los mercados y el consumismo orquestado 2 El método Dukan ilustrado 2/16 Pierre Dukan, RBA. Consejos y menús apetitosos para luchar contra el sobrepeso, basados en alimentos naturales 3 No consigo adelgazar 3/35 Pierre Dukan, RBA. El método Dukan para perder peso. Contiene recetas y menús ideados para adelgazar 4 Reinventarse, tu segunda oportunidad –/29 Mario Alonso Puig, Plataforma. Manual para conocerse mejor y poder afrontar la vida con una nueva mirada 5 Las recetas Dukan 4/6 Pierre Dukan, RBA. Propuestas para combinar 100 alimentos con días sólo de proteínas y otros de proteínas y verduras 6 España negra N/– Rafael Jiménez, Planeta. Doce historias de terrorismo y crimen, resueltas por la Policía Nacional en los últimos años 7 El refugio de la memoria N/– Ton y Judt, Taurus. El historiador inglés rememora amores de adolescencia y olores de infancia 8 Revuelta y resignación 8/5 Jean Améry, Pre-Textos. Ensayos sobre el envejecer humano y la mirada de los otros sobre la propia caducidad 9 Aguirre el magnífico 5/6 Manuel Vicent, Alfaguara. La vida de Jesús Aguirre en sus distintas ‘reencarnaciones’, de cura progre a duque cortesano 10 El poder 10/9 Rhonda Byrne, Ediciones Urano. El poder de disponer de todo lo bueno de la vida está dentro de uno mismo
1 Pa negre 1/82 Emili Teixidor, Columna. La adaptación al cine ha relanzado esta novela sobre la Osona de posguerra, sus odios y querellas 2 L'home de la maleta 2/4 Ramon Solsona, Proa. Un viudo se va a vivir a casa de una hija, y no se adapta al modelo familiar de allí 3 L'últim dia abans de demà 3/5 Eduard Márquez, Empúries. El protagonista encuentra un buen día a un amigo cercano convertido en mendigo 4 Si tu em dius vine ho deixo tot N/– Albert Espinosa, Rosa dels Vents. Dani, un buscador de niños desaparecidos, recibe un encargo el día en que su pareja le deja 5 1Q84. Llibres 1 i 2 4/6 Haruki Murakami, Empúries. En el Japón de 1984, Aomami y Tengo, unidos desde la infancia, sufren una gran conmoción 6 Mar de foc N/– Chufo Llorens, Rosa dels Vents. Una historia de amor, venganza y ambición en la Barcelona del siglo XI 7 Conclusions preliminars N/– Donna Leon, Edicions 62. El comisario Brunetti investiga la muerte de una señora mayor encantadora y sin enemigos 8 Natura quasi morta 8/2 Carme Riera, Edicions 62. En plena huelga anti-Bolonia en la universidad, se produce una misteriosa desaparición 9 La casa cantonera 7/5 Sílvia Alcàntara, Edicions de 1984. Al morir su madre, dos hermanas se reencuentran tras veinte años sin verse 10 Purga N/– Sofi Oksanen, La Magrana. En una Estonia de extrema violencia una joven y una anciana anudan una profunda amistad
No ficción catalán 1 Aicnàlubma 3/2 Joaquim M. Puyal, Columna. El conocido presentador reflexiona sobre la responsabilidad de la tele en la actualidad 2 1001 curiositats de Barcelona 1/15 Sílvia Suárez, L'Arca. Las calles de Barcelona respiran historia. La autora les toma el pulso y recupera anécdotas 3 Els mandarins 4/3 Rafel Nadal, Columna. Retratos de figuras (de Montilla a Prenafeta) que han movido los hilos de la política española y catalana 4 No sé com aprimar-me 7/10 Pierre Dukan, La Magrana. El método Dukan para perder peso. Contiene recetas y menús ideados para adelgazar 5 El refugi de la memòria N/– Tony Judt, La Magrana. El historiador inglés recupera amores de adolescencia y olores de infancia 6 Blanc bo busca negre pobre N/– Gustau Nerín, La Campana. Desmitificación de la supuestas bondades de algunas ONG operativas en África 7 Un hotel a la costa 6/3 Nancy Johnstone, Tusquets. Una pareja inglesa llevó entre 1936-39 un hotel en Tossa que aglutinó a refugiados, poetas, etc 8 Quan la vida puja a la bàscula 5/6 Pilar Senpau, Pòrtic. Claves y estrategias para evitar que el estrés provoque aumento de peso 9 26 cançons infantils 9/10 Josep Maria Espinàs y Francesc Burrull, La Campana. Recuperación de canciones infantiles de toda una generación 10 Barça. Estem fent història 10/13 Angle. Recopilatorio de la brillante temporada azulgrana 2009-2010 que se hace eco de las giras, el ambiente, etcétera
Miércoles, 23 marzo 2011
1 1Q84. Libros 1 y 2 1/6 Haruki Murakami, Tusquets. En el Japón de 1984 Aomame y Tengo, unidos desde la infancia, sufren una gran conmoción 2 Caligrafía de los sueños 4/5 Juan Marsé, Lumen. Ringo, un chaval de 15 años, se hace hombre en la Gràcia de los años cuarenta 3 Mar de fuego N/– Chufo Llorens, Grijalbo. Una historia de amor, venganza y ambición en la Barcelona del siglo XI 4 Donde nadie te encuentre 3/5 Alicia Giménez Bartlett, Destino. Un periodista y un psiquiatra van a la búsqueda de una maquis legendaria 5 Si tú me dices ven lo dejo todo... N/– Albert Espinosa, Grijalbo. Dani, un buscador de niños desaparecidos, recibe un encargo el día que su pareja le deja 6 Solar N/– Ian McEwan, Anagrama. Michael Beard, un físico apoltronado en sus laureles , entra en una crisis matrimonial y vital 7 Testamento mortal N/– Donna Leon, Seix Barral. El comisario Brunetti investiga la muerte de una señora mayor encantadora y sin enemigos 8 Purga 2/2 Sofi Oksanen, Salamandra. En una Estonia de extrema violencia una joven y una anciana anudan una profunda amistad 9 Prométeme que serás libre N/– Jorge Molist, Temas de Hoy. En pleno siglo XVI, Joan Serra se labra una vida de luchas en un Mediterráneo turbulento 10 Cobra 6/3 Frederick Forsythe, Plaza y Janés. Un ex agente de la CIA recibe el encargo de liquidar el narcotráfico mundial
Ficción catalán
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Ficción castellano
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Establecimientos consultados: Badalona Saltamartí Barcelona Áncora y Delfín, Bertrand, Casa del Llibre, Catalònia, La Central, El Corte Inglés, Fnac, Laie, Proa Espais Figueres Masdevall Girona Empúries, Llibreria 22 Lleida Punt de Llibre Mataró Robafaves Sabadell La Llar del Llibre V ilafranca Odissea
No ficción castellano
Dos primeras imágenes de campañas publicitarias de los años cincuenta: Camel (promocionando el tabaco como saludable) y Pall Mall (como regalo de Navidad idóneo). Abajo, dos campañas españolas: Winston: “El de mayor venta en los EE.UU.” i de Rumbo y Goya
Semana anterior/Semana en lista N: Libro nuevo en la lista
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Los libros más vendidos
Reciclaje Portada: Detalle de una fotografía de Philippe Halsman (Reciclaje, página 31) Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CREA-A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B-6389-1958
Breve historia nuclear Desde Franco hasta hoy
“España Atómica. Who Put the Bomb?” GRACE MORALES
Nos encontramos en pleno revival de lo nuclear. Tras unos años de placidez, el icono pop más importante de la historia vuelve con más fuerza que nunca, provocando miedo y fascinación a partes iguales. No existe en el mundo un símbolo de tal potencia. Ni la botella de la Coca-Cola provoca una reacción como el hongo atómico y sus posibilidades estéticas, que llevan cautivando a tantos fans desde el Nuevo Testamento. Sí, mejor va a ser pensar en la estética que reflexionar seriamente, por ejemplo, en un país con enorme actividad sísmica en el que funcionan cincuenta y tres reactores nucleares a pleno rendimiento. Claro que para calentarse la cabeza no hace falta irse al lejano Oriente. Hagan ustedes un ejercicio de ciencia ficción, e imaginen la que se podría organizar si la central nuclear situada a menos de ciento cincuenta kilómetros de la capital de España sufriese un horrible accidente de nivel 8, y varios millones de personas tuvieran que ser desplazadas, en el caso de que pudieran ser desplazadas... O quizá alguno de los reactores de Tarragona… Es en estos tiempos cuando la opinión pública no sabe a qué atenerse, ya que mientras los medios no escatiman titulares con adjetivos terroríficos –el Apocalipsis, fútbol en alta definición, terabecquereles, etc.–, nuestros dirigentes nos garantizan que la energía nuclear es la más segura de cuantas existen, que no hay por qué preocuparse. Que es muy segura. Segurísimo. Al gobernante español le ha gustado desde siempre lo nuclear. No estaría de más recordar el antiguo Plan Atómico, uno de los proyectos más queridos por el régimen, pionero en la investigación de la bomba. Siempre, claro está, a la muy peculiar manera nuestra, entre lo carpetovetónico y lo espeluznante. En 1963, y a través de la Junta de Energía Nuclear, Franco quiso tener su bomba para utilizarla como amenaza contra sus enemigos en el Norte de África y Gibraltar. Excusamos decirles que estos planes del Generalísimo sólo los conocía el Generalísimo, nadie en la comunidad internacional estaba al tanto.
Operación Flecha Rota
Por desgracia, los militares de la JEN, a falta de un científico extranjero, tipo el de Calabuch (Luis G. Berlanga, 1956) o uno patrio, como en El Astronauta (Javier Aguirre, 1970), no tenían ni idea de cómo obtener plutonio. Pero hasta en eso quiso la baraka favorecer al régimen, y en 1966 cayeron cerca de la playa de Palomares (Almería) los restos de dos aviones norteamericanos, un KC-135 con combustible y un B52 que transportaba cinco bombas termonucleares. Dos se recuperaron intactas. De las otras dos explotó el primer detonante, aunque la reacción nuclear no se produjo, bien de puritito milagro o por un misterioso mecanismo que las autoridades norteamericanas todavía no han explicado, dejando
Lista de éxitos atómicos para el IPod La radioactividad - Vicentito Valdés y su orquesta. Si tiran la bomba - Bimbi y su trío oriental. Guerra Fría - Los Xey. La atómica humana - Orquesta de Anselmo Sacasas. Nuclear, sí, por supuesto - Aviador Dro. La Huerta Atómica - Miguel Ríos. Sólo por Robar - Sindicato Malone. Submarino Atómico - Los Cardiacos. La Central Nuclear - Extremoduro. Entre las Ruinas - PVP. La guerra nuclear - Un Pingüino en mi ascensor. La verbena atómica - Los Sencillos. Va a llover a cántaros - Pablo Guerrero y Nuestro Pequeño Mundo Elegía del misil - Labordeta. Una bomba atómica de amor - Pablo Abraira. Misil SS-20 - Betty Trouppe.
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Cartel de ‘Calabuch’ (1956), la visión de Berlanga acerca de la energía nuclear. ‘Dalí Atomicus’, célebre foto realizada por Philippe Halsman en 1948. Cartel de ‘El Astronauta’ (1971), explotación humorística del primer viaje a la luna. Abbe Lane, la explosiva cantante, posando en uno de sus discos con bomba atómica al fondo. Portada de ‘La
Huerta Atómica” (1976), disco conceptual de Miguel Ríos. ‘Más allá del fin del mundo’ (Manuel Esteba, 1978), cine de culto sobre el Apocalipsis nuclear. ‘Navidades Radioactivas’, primer recopilatorio de la discográfica DRO, (Discos Radiactivos Organizados, 1982)
mera central nuclear española, Vandellós I en 1972, teóricamente para uso civil y con dinero francés, lo que impedirá inspecciones norteamericanas. Podríamos pensar que en la transición española se haría borrón y cuenta nueva con el asunto radioactivo, como por otra parte se hizo con todo, pero no fue así. Los gobiernos de la UCD siguieron empecinados en la carrera atómica, y los americanos en ponerle fin, hasta que el veintitrés de febrero de 1981 España aceptó ser objeto de las inspecciones del Organismo Internacional para la Energía Atómica. A pesar de esta fascinación por la cosa radiactiva, a ninguna administración se le ha ocurrido pensar en un plan de refugio de la población en caso de alerta nuclear, salvo esconderse en una cueva o meterse en el metro. Sólo están los famosos búnkers para las personalidades (Moncloa, CESID, Cibeles…), aunque también existen iniciativas privadas, como el refugio del hotel Beatriz de Talavera de La Reina, el más grande de España, con capacidad para 400 personas. Lo construyó en el año 1982 la empresa ABQ, de don Antonio Alcahúd Lara, el ingeniero industrial que ha patentado el refugio antinuclear español de hormigón armado, una construcción cuya demanda ha aumentado exponencialmente desde que comenzaron las alarmas catastrofistas de los dosmiles. No lo dude, por el precio de un coche mediano, y antes de que se empiecen a pescar peces de tres ojos, usted puede construirse su propio chiscón anti-apocalipsis. |
RECICLAJE Miércoles, 27 abril 2011 Cultura|s La Vanguardia
Pese al gusto por lo radiactivo, ninguna administración ha elaborado un plan de refugio nuclear
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veinte kilos de plutonio esparcidos por la zona. La quinta todavía no ha sido localizada. Poco después de que el Ministro de Información y Turismo desviara la atención del mundo con sus baños esperpénticos, en 1968 se inaugura el primer reactor nuclear rápido en la Ciudad Universitaria de Madrid, el Coral-1. España contaba además con la ventaja de que es el país con las segundas reservas de uranio más importantes de Europa, con lo que obtener los seis kilos de plutonio que se necesitan para fabricar una bomba atómica no era tan descabellado. Al año siguiente, España ya había producido sus primeros gramos de plutonio para uso militar, de forma totalmente ajena al resto de los países. Por un lado, el gobierno se niega a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear, y por otro, el almirante Carrero Blanco negocia personalmente la implantación de la pri-
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Matrimonios con hijos GRACE MORALES
Hasta que no ha llegado el triunfo global de la televisión norteamericana por cable, no sólo el público, sino una exigente crítica cultural no ha reconocido el valor de las series narrativas, tanto en formato dramático como en la comedia de situación, que son en la mayoría de los casos muy superiores a la oferta cinematográfica que viene de ese país. Antes de HBO, y salvo varias excepciones, la ficción televisiva estaba relegada a un lugar anecdótico, no existía esa devoción hacia lo que ahora se considera un elemento cultural de primer orden, siendo hasta hace poco denostado como producto basura. Las series, pese a sus rígidos esquemas, son un terreno donde el arte ha imitado a la realidad de tal manera que podemos estudiar la transformación de la familia desde los años cincuenta hasta la actualidad en formato de sitcom. Y en ese análisis podemos descubrir elementos sorprendentes, como por ejemplo, que esa evolución no ha sido lineal, sino que ha sufrido mutaciones artísticas y saltos de género. Empecemos por las primeras familias. Tenemos Father Knows Best, Leave it to Beaver y The Real
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Miércoles, 15 junio 2011
Telecomedias La globalización del cable inunda las pantallas de ‘sitcoms’ y comedias americanas, un espejo de los cambios en las estructuras familiares
Una evolución con mutaciones artísticas y saltos de género
De arriba abajo: ‘All In The Family’ (1971-1979), primera ‘sitcom’ políticamente incorrecta de la televisión. Lucille Ball y Desi Arnaz, matrimonio dentro y fuera de la clásica ‘I Love Lucy’. ‘Soap’ (Enredo), reinvención del serial radiofónico, precedente de series como ‘Modern Family’. ‘The Munsters’, parodia no tan inocente del ‘american way of life’ y las películas de terror
McCoys, paradigma de lo colectivo tras la Segunda Guerra Mundial: familias idealizadas, maridos equilibrados, esposas obedientes e hijos perfectos. En este paisaje de residencial con jardín, que la literatura estaba ya derrumbando (Yates, Ford, Cheever), la televisión lanza I Love Lucy, el serial que viene de la radio más popular de la década, una comedia que narra las aventuras de la estrella Lucille Ball y su marido en la vida real, el cubano Desi Aznar, introduciendo en clave de slapstick una dura lucha de sexos y unos personajes que desdoblan su condición de ser y actuar ante las cámaras. Exactamente igual que el otro show de éxito, The Honeymooners, basado en las peleas maritales de Jackie Gleason, que interpreta a un frustrado conductor de la empresa de autobuses Gotham, personaje en que se basa-
ron para crear pocos años después a Pedro Picapiedra. Parodias supuestamente amables de la vida idílica de aquellos años, que se extienden a los sesenta, como Embrujada o Los Munsters, presentan a fuertes personajes femeninos protagonistas de la acción, frente a maridos que desempeñan en muchas ocasiones el rol de comparsas. Por primera vez y de forma muy exitosa, la adaptación de la polémica novela Peyton Place sugiere de forma velada relaciones sexuales y otros temas prohibidos hasta la fecha. En los años setenta nace Home Box Office, y los americanos pueden ver en sus casas programación sin censura. La televisión sigue ceñida a un código que prohíbe emitir violencia y sexo de siete a nueve, por lo que las series de acción que en España también conocemos se emiten de 21 a 23 horas (Kojak, Los Ángeles de Charlie, etcétera), pero también debuta un grupo de sitcoms pioneras en el realismo sucio de la actualidad: One Day at a Time, Alice, Sanford and Son, con nuevas temáticas –feminismo, familias de color, pobreza –, de productores como James L. Brooks y Norman Lear, pero especialmente All in the Family, remake de una serie británica, que se convierte en un éxito enorme de público con la primera familia “casi” disfuncional, que abordaba temas hasta entonces tabú como el aborto, la homosexualidad o el racismo. Fue, además, la primera serie rodada en vídeo con público y sin risas enlatadas. Desde entonces, gracias al cable y las nuevas cadenas televisivas, los formatos rígidos y repetitivos se han transformado en un gigante de múltiples caras que puede mostrar desde lo más perversamente moderno, como las series del Canal Disney, hasta las familias de Shameless (tanto la británica como la americana) o Modern Family (ya esbozada en Enredo), las cuales, desde diferentes registros ofrecen al público una sucesión de realidades que en la televisión de otros países aún estamos muy lejos de alcanzar, estancados en la comedia blanca sin sombra alguna de crítica, y mucho menos en la cercanía con el estado de las cosas, de donde se podría extraer materia para una ficción increíble. |
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La banda sonora del 15-M Todos pretenden saber y decir lo que piensa usted con elegantes palabras y el gesto duro a la vez y queremos elegir sin que nadie diga más el rumbo que lleva a la orilla de la libertad.
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Miércoles, 13 julio 2011
Música en las plazas
Triana, Ya está bien, 1977.
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GRACE MORALES
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Woody Guthrie, el héroe del folk protesta. Asfalto y su single más popular, ‘Capitán Trueno’. El Chojín, hip-hop combativo en ‘Únete a mi bando’. El punk satírico de Larsen contra las medidas del gobierno francés. Código Neurótico y la Guerra de las Malvinas. Portada del disco grabado por Paco Ibáñez en el Olimpia de París. El rock crítico de Topo en su primer elepé (1979). Los indignados del 15 de Mayo.
Entre bongos y batucadas interminables, hemos buscado música pop en los campamentos del 15-M, intentando extraer de los Ipods, macbooks y móviles en comunión wifi un listado que definiera el tono y el ritmo de la protesta, ya que la canción popular siempre ha tenido un papel relevante en este tipo de demostraciones. Quizá haya sido una idea nuestra un poco apresurada, porque después de investigar en los playlists de la indignación, la música que el 15-M consume es un mix de éxitos de otras manifestaciones del pasado. Haciendo honor al signo de los tiempos, heterodoxo, multiforme y de pastiche cultural, los acampados nos han sorprendido escuchando canciones de los años cuarenta y principios de los sesenta, como This land is your land o The times they are a changin, la primera de Woody Guthrie, y la segunda de su avispado discípulo Bob Dylan, para a continuación mezclarlas con himnos de la era punk española de los ochenta y el rock radical vasco (La Polla Records, Kortatu…). Después, lo han salpicado todo con hits del grunge americano (Rage Against The Machine, Alice in Chains, Fugazi…), el hip hop francés (NTM, MC Solaar…), los cantautores hispanos de los setenta (Paco Ibáñez, Pablo Guerrero), para terminar con un variado de éxitos de hoy, artistas pop levemente comprometidos con lo social: Radiohead, Muse, Elbow… Además del gusto por la nostalgia y el mestizaje que dicen los expertos, lo cierto es que el rock actual –y no digamos la canción pop– han perdido por completo su carga crítica o comprometida con los problemas sociales. Íbamos a
decir que el primero casi se había perdido como estilo. Los grupos españoles llevan décadas sin tocar asuntos relacionados con la política, cuando antes escribían canciones sin complejo alguno sobre temas como la entrada en la OTAN, el terrorismo o la corrupción. Asfalto, Leño o Topo expresaban el malestar con las instituciones educativas y políticas en canciones como Capitán Trueno, Cucarachas o Marea Negra. En el heavy, los Barón Rojo, además de la pose, las melenas –cuando las tenían– y el tópico, lanzaban himnos contra el poder establecido en Resistiré, entre otros muchos. Esta corriente ha seguido hasta la actualidad con Boikot, Barricada o Los Reincidentes, pero siempre dentro de ese estilo concreto. Fuera de ahí, los ejemplos de artistas que hayan mencionado los problemas sociales son meramente anecdóticos. Además de los grupos punk en un registro minoritario, que siguen la brecha abierta por la postura combativa del rock del norte, o la sátira de grupos como Larsen (Frontera Francesa), sin olvidarnos del contingente del hip hop, cuya propia esencia no puede separarse de la actitud crítica, y que ha encontrado en una de sus figuras más conocidas, El Chojín, un estandarte de la causa 15-M con el tema Únete a mi bando, no hay apenas ejemplos de artistas pop que reflexionen sobre el estado de cosas, bien sea desde la óptica conservadora o la progresista – podemos mencionar a grupos que han abordado algunos aspectos, como los Planetas, La Habitación Roja o Amaral–, porque éste es un tema realmente espinoso para la música en España. Si la mayoría de los artistas tiene enormes reparos en posicionarse políticamente, más preocupados en mantenerse al margen de toda polémica para conservar su número de galas, es difícil que sus canciones reflejen el estado de ánimo de una sociedad. Ni siquiera los que se han declarado abiertamente afectos a un partido político han introducido estos elementos, aduciendo que el público desea escuchar temas que les ayuden a evadirse de los problemas, o el socorrido argumento del apoliticismo de verbena. Quizá no saben que la crítica social se puede escribir desde muchos niveles. No estamos hablando de grupos o cantautores protesta, sólo nos gustaría saber dónde está el Paul Weller español. Porque Steve Earle nos parece excesivo para el nivel. Y un Ted Nugent… demasiado excéntrico para el gusto hispano. Por desgracia, Chicho Sánchez Ferlosio ya no está con nosotros. De haber vivido estas semanas de plantadas y manifestaciones, seguro habría contribuido con una de sus coplas satíricas, cuya gracia y fuerza dejaba en pañales a la práctica totalidad de la canción española. |
La nueva edición independiente
Cultura|s. Edita: La Vanguardia Ediciones, S.L. Imprime: CRE-A, Impresiones de Catalunya, SL. Depósito legal: B-6389-1958
Portada: Detalle de una fotografía de una obra de Studio Weave, de Michael Baister (Espacios, página 17)
GRACE MORALES
La transformación del mundo provocada por internet ha afectado de forma dramática a la expresión escrita, pero contra todos los augurios que pretendían el empobrecimiento de la literatura y el descenso del número de autores y lectores de la mano de la Red, la realidad es que nunca ha estado más viva, convertida ahora en una múltiple y compleja escritura, que se puede encontrar tanto en formatos y lenguajes completamente nuevos (autores colectivos, novelas en Twitter o ensayos en blogs, remakes de clásicos de la literatura, el microrrelato o la renovación del cuento, puestas en escena multimedia…) como lo que es más sorprendente, en la recuperación de las formas tradicionales: el auge de las pequeñas editoriales independientes y la publicación de fanzines en papel. Desde la década de los 2000 han nacido muchas editoriales españolas con el principal objetivo de publicar obras al margen de los intereses del mercado, lo suficientemente interesantes para sus editores, alguno de ellos autores, pero ante todo lectores, quienes perseguían como idea básica crear un catálogo guiado por la sensibilidad y el criterio, que imprimiera una solidez al contenido de las obras, no impuesta por el deseo de vender, sino por la calidad y la necesidad. Entre la abrumadora e hipermasificada oferta de libros que tiene el mercado español, destacan los
esfuerzos de nombres como Libros del Asteroide, Barataria, Salto de Página, Papel de Fumar, Páginas de Espuma, Funambulista, Acuarela, Impedimenta, Suburbia, La Felguera, Poliedro, Nórdica, Cabaret Voltaire, Escalera, Errata Naturae, Minúscula, Bartleby, Periférica… algunas ubicadas en Barcelona y Madrid, y otras alejadas geográficamente (Menoscuarto, en Palencia; Pepitas de Calabaza, en Zaragoza; La Bella Varsovia, en Córdoba), con lo que los esfuerzos de difusión son dobles. Algunas se han unido para hacer frente a los problemas de infraestructura en asociaciones, como Contexto o REPE, con unos resultados muy favorables. De hecho, varias de estas editoriales han conseguido vender proporcionalmente más libros que las grandes empresas del sector, con una planificación más simple, pero más directa. Los editores independientes cuidan sus libros, ofrecen presentaciones y traducciones muy esmeradas. La difusión sí aprovecha las ventajas de Internet: lejos de la publicidad millonaria e impersonal, estos libros se anuncian en webs y redes sociales, a un público adecuado, aquellas personas a las que saben que pueden interesar, un público que lee y está abierto a propuestas diferentes. Tienen tres líneas de trabajo. La primera es rescatar del olvido a autores del ayer y presentarlos a un público joven. Blackie Books está reeditando las novelas de Enrique
‘5.000 Negros’, fanzine barcelonés, vuelve a los orígenes de la cultura popular escrita
Jardiel Poncela. La segunda es dar a conocer en el mercado editorial español una serie de obras extranjeras no traducidas o editadas en su momento. Alpha Decay lleva varios años presentando libros de autores de culto, como Jim Dodge. Y la tercera, descubrir a los escritores más jóvenes, dando la oportunidad a aquellos que nunca han pu-
Son semikamikazes en busca de la maravilla en papel, en tiempos del libro digital y la autoedición en la red
blicado. Lengua de Trapo hace una labor de promoción ejemplar de la nueva literatura. Las editoriales independientes existen desde hace mucho tiempo, apoyadas por grandes empresas y con unas colecciones muy importantes para el lector español. Lo que no teníamos era este grupo de semikamikazes a la búsqueda de la maravilla en papel, en pleno despegue del libro digital o la autoedición en Internet. Aunque más extraño resulta la proliferación en todo el mundo del fanzine fabricado a la antigua usanza, con cuartillas, corta pega, incluso utilizando máquina de escribir y grapas, en un momento en el que casi todos pensábamos que el blog había acabado con esta manera de divulgación amateur. Sin embargo, como las redes sociales han relegado a los blogs a un segundo término, quienes realmente querían publicar un fanzine era lógico que volvieran al formato clásico. En España sobreviven clásicos incombustibles, como 2000 Maníacos y varios fanzines dedicados al cómic (TMEO, Zócalo…). En los últimos tiempos han nacido propuestas centradas en el arte y el diseño, como Infrarrojo, Fuego o Papermind, y en literatura, ofertas tan interesantes como las de El Señor Aparente, Elefante Rosa o la recuperación de la literatura popular del afamado 5.000 Negros. Incluso inclasificables como Viernes Peronistas, fanzine satírico de factura virtuosa con gafas 3D incluidas. |
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Literatura múltiple Crece la presencia de las pequeñas editoriales y la publicación de fanzines en papel
Cultura|s La Vanguardia
Miércoles, 24 agosto 2011
RECICLAJE
Reciclaje ‘Viernes Peronistas’: Edu Bravo y Darío Adanti realizan esta publicación satírica, portada de ‘Stone Junction’ de Jim Dodge, y la inclasificable novela ‘El tutú’, de Princesa Safo
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RECICLAJE Miércoles, 5 octubre 2011 Cultura|s La Vanguardia 30
Actualidad de ‘Videodrome’ La obra de Cronenberg tendrá un remake; pero la materia de este filme profético está en la televisión de cada día
La naturaleza del escándalo GRACE MORALES
Los aficionados a la nueva carne nos hemos quedado más bien de piedra al enterarnos de que para el 2013 está previsto el estreno del remake de Videodrome, la película que David Cronenberg estrenara en 1983. Bien cierto es que nada hay sagrado, y que aquellos seres que manejaban los hilos de la perversa historia en la que se hundía sin remedio el personaje de James Woods pueden ser perfectamente los mismos que estén detrás de esta adaptación que, según la productora, lo que va a intentar es ponerse al día con los nuevos efectos especiales, un poquito de nanotecnología y, por supuesto, mucha más acción. Ya lo estamos viendo: Max Renn disparando a la tele asesina en efecto bala, ayudado posiblemente de un compañero de la emisora que dé el contrapunto cómico, y la chica, en lugar de Deborah Harry, Hanna Montana. Bromas aparte, quien no haya visto aún Videodrome, podrá hacerse una idea general de lo que cuenta, mejor dicho, podrá sentirse dentro de ella en cuanto se ponga con su sesión normal de zapping ante la tele, mientras chatea en la superficie de cualquier teclado multimedia, haciéndose manos y mandos un sólo instrumento biotecnológico, y disfrute de esa fascinación por las imágenes que les devuelven las pantallas, preferiblemente si los contenidos son escandalosos y de ahí van subiendo hasta la hiperviolencia y la atrocidad. Ese nuevo hombre que imaginara Cronenberg, a partir de William Burroughs y otros visionarios, no sólo se ha encarnado en la crónica cotidiana, sino que es un ojo adicto que necesita cada vez más dosis de lo real. Se comprueba a diario en las parrillas de las emisoras de televisión. Donde antes quedaban limitados los espacios por sus contenidos, separados claramente los del terreno de la ficción y los de la realidad (fuese esta manipulada o no), donde había lugar para el ejercicio de la imaginación artística –obras de teatro, música...– , ahora el conjunto se mueve en el suelo resbaladizo de la Hiperrealidad. Desaparecen las películas, series, etcétera, y triunfa el reality en todas sus vertientes, arrastrando al conjunto de los formatos, desde los telediarios
a los concursos. Las funciones informativas quedan desplazadas a la mínima expresión, casi siempre en tono amenazante y sombrío, como unas Noticias del mundo del lado oscuro: catástrofes y sucesos en medio de una crisis económica planetaria, que planea acabar con el equilibrio psicosocial del telespectador, muchas veces con su existencia. El resto del espacio deviene en una cadena de anuncios publicitarios, camuflados como noticias de actualidad, siempre de productos de consumo masivo: películas, restaurantes, moda, sexo y premios, que intenta contrarrestar la dureza de los mensajes del comienzo con banalidades dulcificadas y tranquilizadoras, para coronar el programa el bloque de temas deportivos, que es, a pequeña escala, un reflejo del conjunto del telediario: el escándalo de los enfrentamientos, discusiones económicas, ventas y cambios de personas por dinero, y el lado amable con premios, publicidad erótica, concentraciones multitudinarias, etc. Me he referido al teatro en televisión, por ser una práctica que tuvo mucho éxito en el pasado y que ahora ha desaparecido. La ficción sí, pero la nueva carne devora a los protagonistas de sus propios excesos. En la actualidad, el programa de temas del corazón de más audiencia del país está diseñado, conscientemente o no, como la
tó a la cabeza, y dijo, mientras era enfocada en primer plano: “Siguiendo la política del Canal 40, de traerles las noticias punteras en sangre y vísceras, aquí tienen lo último: un intento de suicidio”. Acto seguido, se disparó, en vivo y en directo, ante las cámaras. Esta performance tan a la Cronenberg, que inspiró la película Network, un mundo implacable, de Sidney Lumet, aquella sátira terrible sobre el mundo de los medios de comunicación y la demanda incansable del público de emociones insanas, podríamos concluir que ha palidecido desde entonces con los ejemplos vistos en la realidad au-
Ahora las parrillas de las emisoras de televisión se mueven en el suelo resbaladizo de la hiperrealidad
En la actualidad, los programas del corazón están diseñados como una comedia o una tragedia clásica
puesta en escena de, a veces, una comedia, y otras, una tragedia clásica. Los oficiantes ocupan sus puestos en el escenario, declaman, hay un coro, un lugar para los dioses, catarsis diarias de llantos, lamentos y confesiones terribles. Sólo falta, en el extraordinario espectáculo, el paso definitivo. La sangre.
mentada de estos días, un desfile internacional de escándalos sexuales y económicos retransmitidos en directo, que muestran ya no la inexistencia de la verdad en un marco carente de sentido y de contenidos, sino la propia estabilidad de las sociedades, amenazadas por agentes externos e invisibles, convertidos por los medios en una suerte de incomprensibles deidades caprichosas y coléricas que exigen su sacrificio para ser calmados, mientras los espectadores, carne doliente, esperan ver las señales de la hecatombe ante el televisor. |
Emociones insanas
15 de julio de 1974, Florida. Durante la emisión del talk show Suncoast Digest, su presentadora, Christine Chubbuck, después de recitar las últimas novedades de la mañana, sacó una pistola, se apun-
De arriba abajo: La ‘Nueva Carne’ de ‘Videodrome’ (David Cronenberg, 1983); el plató-iglesia de ‘Network’, un mundo implacable; cartel promo-
cional de ‘Network’ (Sidney Lumet, 1976) y ‘Dead Set’, la parodia zombi del programa ‘Gran Hermano’
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RECICLAJE Miércoles, 26 octubre 2011 Cultura|s La Vanguardia 30
Ciberespacio Al estilo del ‘Speaker’s Corner’ de Londres, este mecanismo de intercambio de mensajes se nos aparece como un lugar de circulación de las ideas donde cabe todo, de la reflexión a la noticia o al zoco de chucherías
Twitter, el rincón del orador GRACE MORALES
Hace sólo un lustro que existe Twitter, pero parece que ha estado con nosotros desde el principio de los tiempos. Tenemos la extraña sensación de que ahora nos quitan este mecanismo y varios millones de personas nos íbamos a sentir muy huérfanas, arrancadas de nuestra poderosa y compulsiva adicción. De hecho, cuando la red de Twitter se sobrecarga y queda colgada, hecho que la empresa simboliza gráficamente con una infantil y sonriente ballena, a quien intentan levantar los pajaritos del logo, se nota cierta perturbación en las ondas, una inquietud electrónica en el ciberespacio. Sin embargo, los fans defienden su uso porque, a diferencia de otras redes sociales como Facebook, Twitter –que limita la expresión del usuario a los célebres ciento cuarenta caracteres en cada intervención– tiene más que ver con el terreno de la razón y el discurrir de las ideas que con la expresión de los estados de ánimo. Aunque la comunidad científica haya afirmado que estudiando los tuits se puede averiguar nada menos que el humor del planeta en cada momento del día, la aplicación es una formidable manera de comunicar noticias y estar en contacto, nanosegundo a nanosegundo, con cualquier acontecimiento planetario. Como una agencia de noticias universal, en la que todos podemos participar para dar cuenta de actividades y sucesos. El perfil del tuitero
Bajo la enigmática pregunta “¿Qué está pasando?”, el tuitero puede anunciar al resto de la comunidad sus proyectos, tareas o de las de su entorno. La fiebre por el blog de los dosmiles ha sido sustituida por esta otra forma, más sencilla y precisa, de hacer un mapa de la conducta del mundo, fomentada por la cantidad de plugins y accesorios multimedia que proporciona Twitter, ideal para llevar en el dispositivo móvil. Así, se han realizado seguimientos como las protestas de Egipto y Madrid, fomentadas por el propio uso de Twitter, campañas políticas llevadas por primera vez a internet mediante el microblogging, y podemos leer a una cantidad en aumento de políticos, economistas, expertos y dirigentes. El tuitero suele ser mayor que el usuario de Tuenti y de Facebook, tiene un móvil más competitivo y está en sintonía con el estado de las co-
sas, dinámicas, en Unicode y 3G. Cierto es que en determinados países, Twitter se ha revelado como instrumento político, al haber sido censurado o prohibido, pero en otros se ha convertido en una forma muy útil de promocionar productos y empresas.
de naturaleza lúdica y con vistas a la promoción personal. El tuitero español, según el perfil, sería un enorme aficionado al deporte, puesto que las personas a quienes más sigue son futbolistas de la Liga BBVA, corredores de moto y automóvil, seguidos de periódicos espe-
Una formidable manera de comunicar noticias y estar en contacto, nanosegundo a nanosegundo, con cualquier acontecimiento planetario Somos el décimo país del mundo que más utiliza Twitter. Los tuiteros nacionales podríamos ser grandes divulgadores de ciencia, sociedad y cultura, pero de momento, los millones de tuits que se escriben son en su gran mayoría
cializados en noticias sobre este fascinante negocio. En segundo lugar, presta muchísima atención a las ocurrencias de sus cantantes preferidos, estando en el top Alejandro Sanz, David Bisbal y otros grandes artistas.
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Anuncio retro y heroico de Twitter; ‘Wallpaper’ “¿Me seguirás
Según la última encuesta de Twitter, en los cuarenta puestos principales, entre los tuiteros con más followers (seguidores), hay un sólo escritor, Pérez Reverte, en dura pugna con varios humoristas y programas de entretenimiento. Echamos de menos la presencia de políticos, como el caso de Mariano Rajoy, que despegó con un Twitter muy interesante, pero a quien todavía superan El Hormiguero y Sergio Ramos. Desde el año 1872, una zona del Hyde Park de Londres se utiliza cada domingo como espacio para la libre expresión de las ideas. El Speaker’s Corner recibe a cuanta gente quiera lanzar su mensaje, subida en un cajón o una pequeña escalera. Esta tradición, que se ha extendido a otros países, incluso cuenta en Barcelona con una pequeña réplica, es puro Twitter: unos venden su idea o su producto, y al final, el artefacto se convierte en un zoco de chucherías, reclamos, anuncios por palabras, cada uno subido en su casilla ciberespacial. | http://www.lavanguardia.com/mobi/vida/20110930/54223276342/el-martes-es-el-peor-dia-para-los-usuarios-de-twitter.html
en el ciberespacio?”; Imagen de usuarios de informática proto-Twitter y Promoción ‘vintage’ de Twitter
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RECICLAJE Miércoles, 16 noviembre 2011 Cultura|s La Vanguardia 30
Symon Reynolds Retromania, Pop Culture’s Addiction to Its Own Past FABER AND FABER, 2011
De izquierda a derecha y de arriba abajo: Los madrileños The Shellac Family, especialistas en música tradicional norteamericana; el trío de Granada Piccolissima Jug Band tocan swing y versiones acústicas; The Imperial Surfers, desde Madrid, del surf al rock, pasando por el twist y Los Escarabajos, veterano grupo-tributo a los Beatles en Sevilla
Análisis musical Los Elvis, Queen, AC/DC, Kiss, Sabina y Mecano vuelven más fuertes que nunca
Retromanía, la nostalgia interminable GRACE MORALES
En 1986 nació el grupo Pop Will Eat It Itself. Mezclaban rock duro, música electrónica, industrial, hiphop… En 2010, al igual que la mayoría de los grupos de su generación, se reunieron para grabar un nuevo disco. Tal como rezaba su nombre, se trata del signo irremediable de la cultura popular: “El Pop se come a sí mismo”. No es nueva esta fiebre nostálgica en el mundo de la música. Desde el principio se han revisitado modas y se han mezclado estilos, pero en los últimos años ya no se trata de un gusto más, sino de la única tendencia posible en este panorama, a simple vista agotado. El pop regresa para recrear fielmente los sonidos de los años cincuenta y las poses del punk setentero, rompiendo las barreras temporales y situándose en un presente difuso y, sobre todo, inmóvil. Todos los grupos vuelven, en una rentable zombificación de la música, lo que celebra su público original y los nietos que desean ver a la leyenda, capturar el momento
en dispositivo 3G. Los discos se publican en “la edición para el coleccionista”, y existe una infinidad de cofres y cajas con discografías selectas. También hay cientos de discos “homenaje a”, o ese concepto del musical para teatro inspirado en una canción o una celebridad (Sabina, Mecano), por no hablar de la modalidad de cantar a dúo los éxitos del propio autor, vivo (Si-
La Música Pop y el Rock son objeto de catálogo y subasta, y ya están en los museos. Espacios que van desde el Hard Rock Café o lugares supuestamente más serios, como The Rock and Roll Hall of Fame, realizados con los fondos en su mayoría de coleccionistas. En Madrid ya se viene echando de menos una Casa-Museo de La Movida que abrir cada Noche en Blanco
La corriente musical más importante de la actualidad es la que rememora clásicos de épocas pasadas potenciados por la era digital natra) o muerto (Nat King Cole). La corriente musical más importante de estos años no es otra que la de los grupos “tributo a”. Por supuesto que ya existían los impersonators de Elvis, pero esto es algo que comenzó en los noventa, y se ha convertido, por ardor de la nostalgia y el amor al comercio, en un movimiento en sí mismo. Hay docenas de imitadores de Queen, de AC/DC y de Kiss, algunos ya consagrados y de nivel internacional.
para las multitudes. La adicción de la cultura pop a su propio pasado es el subtítulo del último libro del crítico musical Simon Reynolds, Retromanía (ver perfil de Reynolds en Cultura/s del 26 de octubre). Reynolds explica esta locura por lo “retro” que ha conseguido convertir el siglo XXI en una mezcla de sonidos que siempre recuerdan a algo, o directamente reproducen con todo detalle la ropa y la pose de hace décadas. El
motivo: Internet y la transformación de los soportes musicales. Los grupos pueden ver a través de YouTube miles de imágenes de músicos de todas las épocas con las que conformar su propio pastiche, sin la necesidad o la urgencia de improvisar algo nuevo, mientras que una minoría se empeña en volver la vista atrás para recrearlo en detalle. A pesar de que es notorio el empobrecimiento del sonido, esta “revolución” ha transformado la relación del oyente con la música. Un artefacto como el iPod disuelve la posibilidad de disfrutar la música como experiencia colectiva y, además, en Internet cualquiera puede descargarse casi todo lo grabado a la lo largo de la historia, con lo que se ha perdido el valor que antes tenían las canciones, los propios discos, cuando ahora están a nuestro alcance millones de listas de música que podemos almacenar, pero que posiblemente nunca escucharemos. Haciendo un ejercicio de ideología retro, Reynolds suscribiría la frase de El Capital: “Todo lo sólido se desvanece en el aire”. |
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RECICLAJE Miércoles, 7 diciembre 2011 Cultura|s La Vanguardia 30
Miembros de Anonymous, el grupo activista más famoso e indeterminado del mundo, con sus máscaras de Guy Fawkes, diseñadas en un cómic de Alan Moore
Anónimos La lucha por el control o el descontrol de la red no cesa: unos quieren tener a todo el mundo identificado, otros cultivan el camuflaje
Identidad líquida GRACE MORALES
¿Recuerdan el festival de Eurovisión 2010? No es necesario que hagan un ejercicio tan doloroso: los candidatos fueron escogidos a través de votos anónimos en la página web de Televisión Española. De esta forma, llegó a la final un rapero, elevado a famoso por voluntad única de un foro de Internet. Pero no cualquiera, nada menos que el más concurrido del país, capaz de poner en prime time a una leyenda de YouTube, sin otra intención o estrategia publicitaria que la decisión de miles de usuarios anónimos de la red. Un año antes, la revista Time vio cómo en el número uno de su ranking de hombres más influyentes se colaba un desconocido programador de apenas veinte años de edad, Chris “m00t” Poole, por obra y gracia también de los usuarios del portal de su creación, www.4chan.org, cuyos contenidos, inicialmente orientados al manga –van desde montajes humorísticos a filmaciones porno-gore– se ha extendido a todo tipo de temas y a la propagación de virales y memes, y son vistos y realizados por varios millones de personas, las cuales funcionan de una forma mucho más organizada de lo que a simple vista parece. Con actitud de pranksters modernos, consiguieron que el cantante Justin Bieber “escogie-
ra” Corea del Norte como próximo país para visitar. Se rumorea también que el grupo de hackers conocido internacionalmente como Anonymous fue creado al calor de esta página, donde los usuarios tienen como divisa no utilizar ni siquiera un nick para participar: todos son anónimos. No sólo porque puedan manejar con mayor seguridad ideas o material sensible, sino como actitud comprometida frente al intento, cada vez mayor, por parte de las instituciones y redes sociales, de controlar internet, donde se ha instalado una política de identificación y censura de las acciones anónimas. Facebook recientemente cerró miles de cuentas de usuarios que no cumplían determinados requisitos con la identidad, igual que Google +, que exige una mínima garantía para dar de alta al candidato. El argumento siempre es el mismo: la seguridad. Teniendo una información muy concreta sobre quiénes entran en un foro, se evitarán más delitos, de ahí el empeño en rechazar a usuarios que utilicen nombres de fantasía, u obtenidos en cualquiera de los numerosos generadores de nombres aleatorios, como apodos de actor/actriz porno, de superhéroe o de habitante de la tierra media, por poner unos ejemplos. El programador de 4Chan advierte que con la excusa de la seguridad, estas medi-
Juego de reflejos en internet
Los usuarios tienen como divisa no utilizar ni siquiera un ‘nick’ para participar: todos son anónimos das atentan contra la premisa básica de la red: la libertad de navegación y expresión, no sujeta a la identidad física, a la realidad del individuo que está tras el terminal, sino desdoblada en una o varias personalidades difusas, lo que ha permitido un nuevo discurso huma-
no, en el que los participantes pueden interactuar de una forma más libre, sin límites físicos, edad, sexo o clase social. Como sucedió en el tráfico de personas tras el 11-S, concluye Pool, internet aprovecha el control policial para fines mucho menos altruistas, incluso defendiendo medidas como la creación de un DNI digital, con el que se permitiría seguir el rastro a través de las páginas que visita el internauta, saber en todo momento aquello que compra, su localización geográfica a través del satélite… Información muy útil y valiosa, tanto para administraciones políticas como para empresas, estudios de mercados, publicidad y análisis financieros. Contra los intentos de normalizar y vigilar el uso de la red, están grupos como Anonymous, que han lanzado su propia red social (http://anonplus.bombshellz.net/), y a la cabeza gurús antisistema como Jaron Lainer, quien en su último libro, Contra el rebaño digital, despotrica no sólo contra el abuso de poder en internet, sino contra su propia utilización, mecánica y adocenada. Dilema grave el de intervenir la corriente de la alteridad que se vive en internet, si restringir o no a los individuos no-sólidos (1). Es el símbolo más poderoso de nuestro tiempo, donde todo se evapora de un minuto para otro. (1) la idea del “tiempo líquido” de Zygmunt Bauman: “Los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados”. Modernidad líquida, Editorial Fondo de Cultura Económica, México DF, 2003. |
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RECICLAJE Miércoles, 28 diciembre 2011 Cultura|s La Vanguardia 22
01. Chemtrails, vacas mutantes y alienígenas. La Conspiración al alcance de todos
(Fuente: contraperiodismomatrix.com)
02. Famoso calendario maya, tal y como lo conocemos por televisión 03. Nuevas construcciones: ‘safe house’, el búnker antizombi
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Breve agenda Para moverse con garantías en las pantanosas aguas del fin del mundo (el que toca este año)
Apocalipsis 2012 humanidad, pero no fija necesariamente la fecha de extinción, y para entenderlo en su justa medida, habríamos de, no ya dar un giro copernicano y establecer un nuevo paradigma, sino borrar la mentalidad del hombre tal y como la conocemos. Ergo, sí, acabar con el mundo.
02 GRACE MORALES
1. FIN DEL CALENDARIO MAYA (12-12-2012) Gran parte del revuelo por esta fecha se debe, además de por las significaciones que le atribuye la cultura actual (satanismo, astrología, numerología, etc.), a que se identifica con acontecimientos muy positivos o muy nefastos, pero, eso sí, siempre con un importantísimo interés comercial y en primera página de los medios. Hemos visto un desfile de best sellers, tanto en ficción como en ensayo pseudo científico; docenas de superproducciones cinematográficas, con gran profusión de efectos especiales sobre la devastación de la tierra; rentabilísimas conferencias de expertos en cambio climático… Hasta emisiones de lotería en fechas capicúas, documentales supuestamente serios y galas de televisión. El inextricable calendario de los mayas, que respondía a una concepción del mundo que está a varios años luz de la nuestra, y que en nada tiene que ver con la medición del tiempo moderno pone, es cierto, el fin a un ciclo de la
2. LA INVASIÓN DE LOS REPTILIANOS Y LA GUERRA EXTRATERRESTRE El otro gran buque insignia del Apocalipsis es la Conspiración. Si en algún momento (estamos hablando del s.XVIII y algún ejemplo posterior), sirvió como hipótesis alternativa a la Razón Institucional –herramienta contra el abuso de poder y el engaño masivos– es ahora terreno ideal para el discurso extravagante y los profetas de la picaresca, perfecta para aventurar teorías importadas de las novelas de detectives o la ciencia ficción, todo ello mezclado con explicaciones humorísticas sobre el origen de Todo y el Fin de Todo. Por supuesto, con grandes réditos comerciales. Uno de los más famosos en este campo de iluminados-vendedores es David Icke, el controvertido inventor del concepto reptiliano, el cual, a pesar de las miles de páginas que han sido escritas, podría resumirse un poco en lo que contaba la serie de televisión V, sólo que ahora los reptiles del espacio han vivido siempre entre nosotros, y nosotros somos una creación extraterrestre, destinada a la esclavitud o a una guerra encarnizada. Cuantas más conferencias pronuncia Mr. Icke, más cerca está de llegar ese enfrentamiento humano-lagarto. 3. MIEDO DE UN COMETA ROJO. Si desoyemos las teorías sobre los marcianos, y creemos, como afirma Lars von Trier en Melancholia, que estamos completamente solos en el universo, queda sin embargo la eventualidad, también muy efectiva y vendible, de que nos sobrevenga una
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amenaza física del espacio, bien sea en forma de meteorito gigante, cometa Elenin o caída masiva de chatarra espacial, incluso choque de planeta desconocido, como en la propia película del director danés. Aquí, la intervención de expertos, tertulianos y mesas redondas con recreaciones 3D es muy importante para crear alarmas apocalípticas. 4. EL CASTIGO DIVINO. Para un target muy determinado, todavía puede resultar efectivo el uso de la explicación religiosa sobre el fin del mundo. Aunque es cierto que el poder de las creencias ha retrocedido de manera considerable, si lo comparamos con otras épocas en la que se produjeron acontecimientos terribles, como suicidios colectivos en sectas, y masacres en nombre de un final inminente. Ahora, esta conducta suele darse sólo de forma individual, y como mucho, retransmitida por la red. 5. LA NUEVA PLAGA. Si ninguna de las anteriores posibilidades surte efecto, siempre quedará la que tiene más audiencia: un virus que fulmine a todas las personas, o peor, las transforme en seres inconcebibles. Nada menos que un rebaño sin alma guiado por una mente colmena. ¿Se lo imaginan? ¡Feliz año nuevo! |
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RECICLAJE Miércoles, 25 enero 2012 Cultura|s La Vanguardia 30
Tendencias Los remakes, la intertextualización y la pospoesía de los últimos años son interesantes herramientas para la inspiración literaria
De zombis y remakes GRACE MORALES
La cultura lleva siglo y medio haciendo remakes de sus productos. Es un fenómeno recurrente en las artes plásticas, la música, la moda, etcétera. El público está harto de ir a ver la enésima versión de un clásico de la gran pantalla, o que el artista pop definitivo ofrezca en su último trabajo sonidos de hace años en samplers. Todo ello se ve bien, se respeta y se considera en sí mismo un estilo: el de la repetición, la apropiación, la parodia y otros nombres muy serios que vienen a decirnos que nos encontramos en un momento post. O quizá que nos desengañemos, que al creador actual no se le va a ocurrir nada que no se le haya ocurrido antes a otro. Sin embargo, esta realidad tiene un terreno en el que siempre tropieza: la literatura. La crítica especializada se las ve y se las desea para tratar la reescritura de libros. Unos porque consideran que como no es literatura al modo clásico, no es. Otros opinan que atenta contra los derechos de autor y entra en el terreno del plagio, especialmente si el libro que se reescribe es reciente. El último caso ha sido el del artista Agustín Fernández Mallo y su remake de El Hacedor de Jorge L. Borges, retirado de librerías al poco de publicarse. Sin embargo, esta moda de que alguien tome un libro y lo use como referencia para escribir el suyo es cosa bien antigua. Con intención picaresca se editaron varios Don Quijote de explotación, aprovechando el éxito del original. Luego, con esta misma intención artís-
tica, hay una lista que incluye a autores libres de toda sospecha, como Thomas Mann (Doktor Faustus), James Joyce (Ulises) o el premio Nobel J.M. Coetzee, y su conti-
nuación de las aventuras de Robinson Crusoe. Cuando se produjo la polémica sobre el sampleado de Borges, mucho se insistió en el hecho de que el autor argentino había sido pionero en estas técnicas narrativas, ejemplo de escritor obsesionado con los autores fantasma y la narración especular. Precisamente tiene Borges uno de los textos más extraordinarios escritos sobre el remake, su Pierre Menard, autor del Quijote, donde fantasea sobre la posibilidad de que un oscuro escritor francés hubiese escrito un fragmento del libro de Cervantes, palabra por palabra, y encima lo hubiese hecho mejor. Es uno de sus rasgos estilísticos más destacados, este tipo de humor, los juegos metaliterarios. Pero quizá, y esto es sólo una idea, lo más importante de todo Borges no fuesen estos recursos, sino sólo su asombroso talento. Pese a las críticas, pero sin las desventuras de los autores rizomáticos, algunas editoriales están dispuestas a sacar sus beneficios. ¿Por qué no el cruce de géneros? Estilos tan de moda como los zombis o los cyborgs se han visto incrustados en novelas clásicas, dando lugar a un híbrido ideal para las listas de los más vendidos. Así, el escritor y productor de televisión Seth Grahame-Smith tuvo la idea de reescribir Orgullo y prejuicio y Zombies (Quirk Ed., 2009), con un argumento de ninjas y muertos vivientes. Poco después saldrían en la misma editorial un Sentido y aensibilidad y Monstruos marinos (2010), e incluso una Ana Karenina con androides (2011). En España se han descolgado con el sangriento y metadivertido Lazarillo Z (Debolsillo, 2010). No seamos negativos y afirmemos que estamos ante la muerte de la literatura. El remake, la intertextualización, la pospoesía, son interesantes herramientas, para que se te ocurra algo que escribir y vender, sean libros comerciales o artefactos pop de altísima cultura. Además, siempre servirá para que te suene un poco el original, que a estas alturas, no se lo debe haber leído casi nadie, ¿no? |
De izquierda a derecha y de arriba abajo: el exitoso ‘Lazarillo Zombie’, ‘Los muertos’, de Jorge Carrión, mismo título para una obra diferente. ‘Androide Karenina’, Tolstói hecho nueva carne. Jane Austen revisitada por los zombis. El remake del ‘Hacedor de Borges’
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RECICLAJE Miércoles, 7 marzo 2012 Cultura|s La Vanguardia 30
Superhéroes
Activistas enmascarados, del cómic a la calle GRACE MORALES
cesión económica y la crisis de ideas han creado personajes desorientados, frágiles, que no tienen superpoderes, pero que emplean una ultraviolencia inusitada: es el caso de los adolescentes de Kick Ass (Mark Millar, John Romita, 2008) o el del conmovedor protagonista de Super (James Gunn, 2010), que muestra en la ficción ci-
creación española de Jan? En los últimos años, los nuevos superhéroes responden a un estado de cosas semejante al de los años treinta (aquel que dio lugar a Superman), pero con ciertas diferencias: la re-
Arriba, Superbarrio Gómez, el luchador mexicano convertido en héroe de la comunidad. Abajo, a la izquierda Rainn Wilson,
De entre las obras del crítico y novelista Michael Chabon hay un texto especialmente afortunado en el que relata cómo él y un amigo se convirtieron, respectivamente, en El Azteca y El Lord Oscuro, dos superhéroes infantiles quienes gracias a la imaginación y la lectura compulsiva de cómics, lograron transformar su realidad de bañadores, toallas y piscinas en el verano de Maryland, en un escenario de leyendas y aventuras con poderes mágicos. Chabon, que es uno de los primeros intelectuales en dar consistencia teórica al fenómeno del superhéroe, explica por qué existe tal fascinación en torno a historias en principio tan inverosímiles. Por qué cientos de miles de personas de todas las edades y condición no dudan en vestirse como los protagonistas de sus cómics favoritos, e incluso se crean sus propios personajes. Porque, y esta es la hipótesis de Chabon, el superhéroe no se disfraza: se transforma, renace en su verdadera piel, la del uniforme, con la que puede realizar aquello para lo que realmente está llamado: salvar el mundo, ayudar a los demás. Salvarse a sí mismo, en resumen. En estos ochenta años de historia de superhéroes, la evolución del género no ha sido lineal ni racionalista, como cabía esperarse de un mundo que está fuera de nuestros parámetros. Los superhéroes han pasado por etapas de zozobra política, moral y estética, y también han estado sometidos a la parodia desde el principio. ¿Recuerdan a Superlópez, la genial
como El Relámpago Púrpura en Super (2010), y a la derecha el cartel del documental de HBO sobre Superhéroes Reales.
nematográfica un hecho cada vez más común: el de los héroes reales, aquellos ciudadanos quienes con más o menos acierto deciden tomar la calle, y provistos de una identidad de fantasía, combatir el mal o ayudar en iniciativas comunitarias. En países como México, esta práctica de utilizar superhéroes co-
mo abanderados socio-políticos es una tradición. Los enmascarados de la lucha mexicana llevan décadas defendiendo los derechos de los desposeídos: Superbarrio o Fray Tormenta ya son leyendas internacionales. La idea es mucho más antigua que los héroes del cómic: el defensor de los pobres, que se emboza en una capa o se cubre con un antifaz. Ahora son más complejos. Han adoptado registros de otros terrenos de la ficción, saliendo en primera página de las noticias. Es el caso de la asociación Palestina Avatar, grupo de activistas que salieron a protestar caracterizados como los extraterrestres del videojuego, perdón, de la película de James Cameron (y también pintados de azul). Pero hay más. Dentro del fandom hay cientos que han salido del mundo de los cosplay. Son capaces de fabricar identidades y uniformes, y existe un Registro Mundial de Superhéroes Reales (www. worldsuperheroregistry.com), en donde escoger y revolver entre estos esforzados luchadores contra el mal. Están concentrados en el mundo anglosajón, aunque hay superhéroes de carne y hueso en Europa y Japón. En España, desgraciadamente, nos tenemos que conformar con alguna iniciativa esporádica, como la de la acción Tasa Robin Hood, en la que apareció un valiente vestido como Errol Flynn, y la mítica performance de Ruiz Mateos. Se ha podido ver a algunos manifestantes disfrazados de banqueros, de osos, etcétera, en las protestas del 15-M. En la Cabalgata Indignada del 28 de diciembre, muchos participantes iban con atuendos de fantasía, vestidos de preso, belén viviente contestatario, etcétera. Aquí lo que sigue gustando es la careta de cartón con intenciones satíricas. Como disfrazarse someramente de político y simular que se roban las carteras a los viandantes… Hasta los rateros se disfrazan de turistas y los policías de manifestantes… pero creemos que esas ya son otras ficciones. |
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MUSEO DE LA CIUDAD. MADRID (prorrogada hasta el 27 de mayo del 2012) Telf. info: 915886599
A la izquierda: portada del catálogo de la exposición-homenaje Bajo estas líneas: primera portada de ‘La Codorniz’, junio del 41, obra de Tono
Abajo: Portada de Enrique Herreros, uno de los mejores cartelistas de Europa
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Cultura|s La Vanguardia
Miércoles, 28 marzo 2012
La Codorniz 1941-1978
La Codorniz
Humor se escribe con C GRACE MORALES
Mucho se ha escrito sobre la intencionalidad y el significado del humor. Algunos cómicos se han decantado por un uso de la risa como parapeto frente a las desgracias, mientras que otros lo utilizan como herramienta satírica contra el poder y la ridiculización de las costumbres. Incluso hay quienes lo han convertido en puro juego, capaz de poner cabeza abajo la realidad para escapar de ella. La revista La Codorniz aglutinó en sus 37 años de vida todas estas facetas, e incluso alguna más, por lo que resulta imprescindible para entender la evolución del humorismo en España durante el siglo XX, y por ello nuestra propia historia, tan difícil para el humor, y para todo. La idea de fundar una revista de humor en pleno 1941 es ya de por sí tan peregrina, que sólo se le podía haber ocurrido a un mente como la de Miguel Mihura, especialísimo periodista y dramaturgo, veterano en el mundo de la historieta, desde los tiempos de Gutiérrez. Con La Codorniz, con cuyo nombre el propio Mihura pretendía no implicarse en temas políticos, se quería retomar el espíritu de las
vanguardias, con sus juegos disparatados de palabras, y conjurar un mundo absurdo, en apariencia inocente, además de contar con la élite de los mejores dibujantes, acompañados de los textos de lo que los críticos denominan, no sin cierto desprecio La otra generación del 27: Enrique Jardiel Poncela, Edgar Neville, José López Rubio, Conchita Montes, Tono, junto a maestros anteriores como Wenceslao Fernández Flórez y Ramón Gómez de la Serna. Mihura contó desde el principio con tres personajes fundamentales: el director, un jovencísimo Álvaro de Laiglesia, que no se marchó hasta el año 77; el ilustrador y cartelista Enrique Herreros, autor de la gran mayoría de las portadas; y el periodista Fernando Perdiguero, redactor jefe, responsable del armazón de la revista, obligado a firmar con seudónimos por serios problemas con la autoridad. Además de la impresionante lista de personajes que pasaron por La Codorniz, desde Rafael Azcona a OPS, pasando por Serafín, K-Hito, Picó, San José o Mena, es también sorprendente la variedad ideológica que allí se reunió, pues convivie-
ron desde posiciones muy en sintonía con el régimen, hasta republicanos y anarquistas, lo que implicó una larga serie de censuras, cierres e incluso intentos de agresión personal. Aquella primera idea de Mihura acerca de La Codorniz, inocente, “como un disco de música de baile, que se escucha para pasar el rato”, duró poco, y el escritor abandonó en 1944 dejando a De Laiglesia con plenos poderes y una actitud cada vez más crítica, den-
tro de lo que las circunstancias toleraban. El público se acostumbró pronto –mejor dicho, se hizo cómplice del lenguaje descabellado, y de los personajes y secciones provocadoras de la edad de oro de Laiglesia, con Mingote, Gila y Chumy Chúmez como máximas estrellas, que tiñeron la publicación de un humor más negro y contundente. La crítica indirecta a las costumbres a través de premios ficticios, fotonovelas y otros recursos muy ocurrentes, fue un éxito, y así lo demostraron los más de 200.000 ejemplares de tirada semanal de algunas temporadas y el desprecio absoluto de las autoridades, que no entendían una palabra de lo que allí se decía. La Codorniz llegó a la plenitud en los cincuenta, se hizo yeyé en los sesenta y en el tardofranquismo quedó un tanto disecada frente a nuevas propuestas, como Hermano Lobo. Fue incapaz de adecuarse a los tiempos de la cultura de la transición, es decir, al chiste grueso y el destape. Los dos últimos años de su existencia, bajo la dirección de Manuel Summers y Cándido, intentó volcarse en el humor político, pero su tiempo había pasado, el de hacer humor sin tener que ajustarse a los feos parámetros de la actualidad y la ordinariez. Pese a todo, no se entiende el humor gráfico actual sin su huella y pervive en la visión que algunos han escogido para enfrentarse al estado de las cosas que, como era entonces, sigue siendo muy poco codornicesco. |
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RECICLAJE Miércoles, 9 mayo 2012 Cultura|s La Vanguardia 30
Polémicas En torno al cine de terror
En los límites del miedo GRACE MORALES
Seguro que recuerdan el tremendo escándalo que se organizó el año pasado, cuando varias asociaciones pidieron la cabeza del presidente del Festival de Cine de Sitges, cual muchedumbre que perseguía a Frankenstein armada de palos y antorchas. La polémica llegó a los tribunales, llegando a intervenir un juez para imputar a Ángel Sala delitos de apología de actos terribles, afortunadamente archivados hace poco. Todo a causa de la exhibición de la película A Serbian Film. Poco después, otro magistrado actuó de oficio para prohibir que esta misma película se mostrase en la Semana de Cine Fantástico de San Sebastián. No seré yo quien se detenga en los pormenores de la película que originaron semejante conmoción, detalles que, por cierto, los denunciantes describían con toda minuciosidad en su queja, como si en el acto de expresar su repulsa también estuviesen realizando, no sabemos si de forma inconsciente, una performance provocadora, alborotando al lector y espoleando la imaginación del público. Ese gran público que, en otras circunstancias, ni se hubiera enterado de la existencia del filme, pero que naturalmente corrió a descargárselo en su servidor ilegal favorito, junto a los últimos taquillazos de la temporada, ante la insistencia, la macha-
conería y la alarma de las autoridades y expertos en escandaleras de la televisión. Ese horrorizarse e inmediatamente correr a prohibir el cine de terror, en este caso por su contenido extremo, que busca en los últimos años saltar varias fronteras –entre lo underground y lo comercial, entre la provocación y la ultraviolencia como discurso–, es un ejercicio tan antiguo como el propio cine. A comienzos del siglo veinte, el cine alemán, uno de los orígenes del género de terror, ya sufrió la censura y el altercado, cuando críticos y espectadores asistían a la proyección de El Gabinete del Doctor Caligari (Robert Wiene, 1919). Mientras unos se asombraban de las posibilidades que abría esta obra maestra, puerta oscura hacia sueños, pesadillas y lo indecible, otros decían de ella, tal y como recoge Siegfried Kracauer en su estudio sobre el cine de la UFA, que “Tiene el olor de la carne podrida. Deja un gusto de cenizas en la boca”. (De Caligari a Hitler, Paidós. 1985, pág. 11). El miedo es un estilo siempre relegado a un plano inferior, a una sombra tras el drama o la comedia (hasta el musical, si me apuran), detrás de cualquier género que sitúe al espectador en la normalidad, en la aparente cotidianidad y seguridad de su existencia. El terror, pese a estar profundamente inst-
alado en la conciencia cinematográfica y ser parte de ella con más derecho que cualquier otro mensaje lanzado desde la pantalla, siempre será un género de segunda. La voluntad del exceso, la indeterminación de nuestras emociones, el fondo turbio del alma humana nunca ha encontrado un medio más eficaz para ser mostrado. Precisamente por esta razón, cuando se atreve a mirar donde no se suele adentrar casi nadie, no tiene prestigio: sus ejemplos, aunque sean obras de arte con mayúsculas, nunca cuentan para la galería de premios y propaganda, a no ser que hayan sido suavizados hasta tal extremo que queden reducidos a una burda caricatura. Y lo que es peor, siempre han sido despreciados y perseguidos por la autoridad, sea en forma de censura, ostracismo o castigo a sus creadores. De estas cuestiones en torno al terror entendido como práctica arriesgada y libre versa el libro Ven y Mira (El cine fantástico y de terror en la zona prohibida), editado por la Semana de Cine de Terror de San Sebastián. Concebido tras el conflicto de la película A Serbian Film, podemos leer en él diversos artículos sobre los problemas que plantea este cine: morales, socio-políticos, religiosos, etcétera, con una lista de ejemplos de películas, algunas muy conocidas, siendo en su tiempo objeto de encendido debate, sobre la conveniencia o no de su exhibición, desde La naranja mecánica, Freaks u Holocausto caníbal. La polémica sigue siendo la misma. Las autoridades, sean estas las que sean, siguen pensando que el mundo está preparado para soportar el terror natural, el que se sufre a diario. Pero debe ser celosamente protegido del ficticio. Ese que puede consumir, o no, a su elección. |
De izquierda a derecha: la inmortal ‘Parada de los Monstruos’, de T. Browning, cartel de ‘El gabinete del Doctor Caligari’ y el primer ‘Frankenstein’ en kinetoscopio
RECICLAJE
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02 Visor La Forge: Con las gafas GoogleX nunca estuvimos tan cerca de Star Trek 03 Cartel de ‘El Hombre con Rayos X en los ojos’
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04 El inquietante comienzo del primer episodio de ‘Black Mirror’
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Cultura|s La Vanguardia
Miércoles, 6 junio 2012
01 La vida como espectador forzoso/esclavo, en el segundo episodio de ‘15 million merits’
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Realidad y ficción La línea que separa los telediarios de las series de creación cada vez es más difusa
Pantalla rota GRACE MORALES
Los espectadores que sintonizaban el telediario de la 2 del día 11/XI/11, no debieron dar crédito. Porque en él se anunciaba la noticia de que los bancos iban a donar sus beneficios a los gobiernos, para resolver la deuda internacional. Provocó la misma sensación de irrealidad que tuvimos todos los telespectadores cuando escuchamos que Bankia iba a ser intervenida por el Ejecutivo, salvo con la pequeña diferencia de que la primera noticia formaba parte de un telediario artístico, dirigido por Pep Gatell, miembro de la Fura del Baus, dentro de una serie de noticiarios de ficción. La otra también se puede considerar ficción, pero de un entramado más internacional y en el que cuesta más discernir quiénes son los directores y quiénes los productores de la serie. Aunque lo único que queda claro de esta acción televisiva es que el dinero no lo van a poner los bancos. Hubo quejas al no saber si la noticia iba en serio o quizá era un divertido avance del spot del limpiagrasas que también firma el co-
nocido grupo teatral. Las protestas argumentaban que los invidentes, por ejemplo, al no poder contemplar el montaje, no habrían sabido distinguir la ficción de la realidad. Es cierto, pero se desprenden varias preguntas que sitúan a cualquier espectador, ciego o no, en una posición cuanto menos incómoda. ¿Es que creemos todo lo que vemos en la pantalla? Y esto se aplica tanto a la noticia falsa como a la que aparecen en primera plana del informativo real. Este caso del telediario ficción tiene varios elementos en común con la serie Black Mirror, ideada por el escritor y productor Charlie Brooker. Tras su demoledora crítica de los reality shows en Dead Set, ha vuelto con tres episodios que reflexionan sobre los cambios en las relaciones humanas provocados por las redes sociales y la tecnología, tanto en el presente como en un futuro inmediato. Sobre todo se parece al primer capítulo, The Nacional Anthem, donde la posibilidad de que una performance artística emitida por Internet y televisión esté a punto de trastocar el de-
venir político de un país, por un lado, y la imposibilidad, por otro, de que los espectadores dejen de mirar tal acción por desagradable y tremenda que esta sea, nos remite a una situación familiar, muy doméstica, ante el desfile de atrocidades que presenciamos a diario y ante el cual hemos desarrollado una anestesia que nos deja inmunes. Brooker se instala a continuación en el futuro para mostrarnos posibles consecuencias del desarrollo de estas tecnologías, e imagina un par de distopías. En el segundo episodio, la humanidad se ha convertido en una reelaboración del Mundo feliz huxleyano, donde la única salida de los cubículos de
¿Creemos todo lo que vemos en la pantalla? Esto se aplica tanto a la noticia falsa como al informativo ‘real’ Gran Hermano en la que permanece en calidad de esclava, es acceder a un concurso tipo Operación Triunfo. Máxima ironía, cuando sabemos que la productora de Black Mirror es Endemol, patrocinadora de Gran Hermano. Para que no quepa duda sobre las intenciones, el tercer episodio, The Entire History of You nos trae las ideas de Phillip K. Dick, y exhibe la dolorosísima posibilidad, ya avanzada en las biografías de Face-
book o en los estados de Twitter, de acceder a todos los recuerdos de la persona, de rebobinarlos una y otra vez con un simple implante en la cabeza y poder verlos en pantalla o directamente en la retina. La historia ya no se escribe, se transforma en realidad virtual (y compartida) en las imágenes de las pantallas, esas que cuando permanecen silentes y en negro, causan verdadera inquietud a sus usuarios. No se trata de un simple cambio de soporte. El acceso a la información es tan inmediato como indeterminada su lectura. Mientras Google perfecciona sus gafas de realidad aumentada, habrá ficciones acordes con los tiempos. Aquellos que no puedan soportar la comparación con la realidad empobrecida, elegirán, por ejemplo, la solución del atormentado Ray Milland y su hombre que veía demasiado, en el filme de Roger Corman El Hombre con Rayos X en los Ojos. Otros, menos conformes con el estado de cosas, desearán, en lugar de autodestruirse, mutar en algo parecido al monstruo que vive en Sandman, la obra de Neil Gaiman: el terrorífico Corintio. Una pesadilla que en lugar de ojos, posee dientes, y con ellos devora los ojos de sus víctimas, viendo así la historia completa de sus vidas. Como un espejo oscuro, arbitrario y parpadeante. Para todo lo demás, el telediario y los anuncios. Y la realidad intervenida. |
ya muy entrados los años ochenta. Luego llegarían los parques acuáticos. Ahora, sin embargo, no hay autonomía que no quiera montar su propio supermega tiovivo. Las instituciones están empecinadas en este tipo de negocio, porque dicen que fomenta el empleo y crea riqueza, aunque las cifras de visitantes, como las del Parque Warner, sean bastante disuasorias. Pese a fiascos como el de Tierra Santa y la situación económica límite, todavía hay quien quiere empeñarse en montar un circo temático, como es el caso de Murcia y el proyecto del Parque Paramount, o el conflicto por quién se quedará con Eurovegas, que podemos interpretar como otro disloque de ocio y ultraconsumo para toda la familia. Un poco como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que es lo mismo, pero sin desfile de mascotas. El origen de este negocio lo encontramos en las ferias mundiales de finales del XIX. Eran otra exaltación más de la revolución industrial. De ahí la fijación por los tiovivos y las norias, mezclados con las ofertas del incipiente libre mercado, pero todavía con el lastre del primigenio carnaval: entre las tómbolas se colaban las exhibiciones de freaks. Hasta que llegó Disneylandia y normalizó el entretenimiento. Lo acotó, lo hizo seguro, previsible y para todos los públicos, mezclando realidad y ficción en unas medidas muy difíciles de distinguir. Ese implacable mundo de fantasía, que se ha imitado en los centros comerciales, adormecedores e infantiles, o en ciertos complejos residenciales, tan parecidos al sistema social del Parque. Hasta China en sus tiempos de hierro quiso tener su propio parque Disney, el Shijingshang Amusement Park, aunque los resultados no fueron exactamente de una gran calidad de imitación. El castillo de la Cenicienta más parecía que lo hubiesen copiado del Exin Castillos, pero gracias a la Nueva Carne ya tienen su atracción con marca registrada en Hong Kong. |
De arriba abajo: Dreamland, parque de atracciones en Coney Island, a principios del siglo
neylandia; Tierra Santa (Buenos Aires), el parque temático sobre la vida y época
XX; Shijingshan Park, en Beijín, réplica del castillo de la Bella Durmiente de Dis-
de Jesucristo. Atracción de feria: un tiovivo inspirado en el rock and roll de los años 50.
NOTA: El ranking de Los libros más vendidos y la sección ‘Los buzos de la esquina’ volverán el 19 de septiembre
RECICLAJE Miércoles, 18 julio 2012
El Parque Tierra Santa es uno de esos lugares que perfectamente lo imaginamos en una ciudad norteamericana y a la cabeza de su consejo directivo una persona como Ned Flanders. Se trata de una reconstrucción de la época en torno a la vida de Jesús de Nazaret, con recreaciones de los hechos bíblicos, bien con muñecos o con actores. Pues aunque parezca salido del episodio de los Simpsons, Tierra Santa existe, y no está en EE.UU. sino en Buenos Aires. El parque no tiene ánimo evangelizador, sólo busca el mero entretenimiento de mayores y niños, con un poco de recorrido cultural y gastronómico, danzas del vientre a la entrada del templo y la figura de un cristo colosal que habla a los turistas. Lo que quizá no se sepa es que la primera franquicia de Tierra Santa en Europa se había programado construir hace menos de un año en… ¿lo han adivinado? Sí, en Mallorca. Pero no se sabe si por falta de fondos públicos para invertir en estos proyectos que tanto gustan en las diputaciones, el parque de ocio religioso se ha quedado en nada, como la parábola de la torre. Esto no quiere decir que los parques temáticos estén de capa caída. Existe una lista impresionante de atracciones y nada menos que cinco grandes parques a lo largo de la geografía. Desde Port Aventura en Salou, el más exitoso de todos, con su recién estrenada Shambhala, la montaña rusa más disparatada de Europa, a la Terra Mítica de Benidorm, una especie de estudios de cine peplum al lado de la playa. Pero hay más alternativas, como pueden ser Dinópolis (Teruel), los estudios del oeste en Tabernas (Almería) o el Parque del Mudéjar en Olmedo (Valladolid). Todo esto aquí, que nunca hemos tenido un Graceland, ni siquiera un Dollywood. Que como mucho jugábamos al minigolf o visitábamos una franquicia de espectáculo medieval más cena con asado,
GRACE MORALES
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La tierra de los parques temáticos
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Reciclaje Portada: Detalle de una fotografía de Jordi Surroca de un edificio de Joan Sabaté (Espacios, página 17)
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De la noria al cartón piedra
RECICLAJE
Black pulp box
Miércoles, 8 agosto 2012
Black Pulp Box: Un tributo a la Blaxpoitation VV.AA. Editorial Aristas Martínez, Badajoz, 2012
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Reciclaje
Edición alternativa
El contenido de la ‘Caja Negra Pulpa’: dos bolsilibros, un fanzine, una antología de cuentos, un ensayo y una revista de cómics
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Portada: Detalle de una imagen de Getty para ‘Mi vida en rehabilitación’ (Página 17)
GRACE MORALES
Vivimos tiempos pulp. No sólo por la mala calidad de nuestra historia, una historia fabricada con material de deshecho que cada vez se parece más a los años cincuenta (pero a los españoles), sino por el interés que han suscitado géneros que en otra época estarían relegados a círculos minoritarios. El pulp se ha extendido a todos los estadios de la cultura. Ha llegado hasta sus más altas esferas, para desespero de popes y voceros de la autoridad, que observan, horrorizados, cómo los seriales de la televisión han vencido al ‘buen cine’, las historias truculentas de detectives o de espada y brujería han barrido a la ‘buena literatura’, y una revolución se ha llevado por delante a las industrias del disco y el libro con sus respectivos artistas, sustituyéndolas por millones de creadores, fans del género de explotación con enlace a Internet. El pulp, que nació como subgénero literario de consumo popular durante la Gran Depresión, aquellas revistas de contenidos basados en el sexo y la violencia, se corresponde cabalmente con la cultura de masas de la actualidad,
un proceso que se ha acelerado gracias a Internet y las necesidades escapistas. Está en la adaptación de los héroes de cómic al cine, en la moda de disfrazar a las mujeres de pin ups de serie B, o en acumular cientos de miles de tumblrs con portadas de revistas de ciencia ficción o de novelas de Curtis Garland, uno de los autores más importantes del pulp español. Entre toda esta pulpa reciclada,
la encuadernación artesana que a las nuevas tecnologías”, según Cisco. Sara afirma que sus libros son “de autor, textos en los que el discurso del creador prima sobre los estándares habituales de los géneros. Libros que nacen de la experimentación y del lenguaje natural de su autor, ajeno en su proceso a que el texto fuera a publicarse o no. En esta onda tenemos dos colecciones: Libros del Caos y Libros Singulares.” “Por otra parte
El pulp se corresponde con la cultura de masas de la actualidad, un proceso que se ha acelerado gracias a internet y las necesidades escapistas todavía quedan empresas a destacar. Una, de la que ya se ha hablado en estas páginas, es el resurgimiento de los fanzines en papel, consecuencia de un tiempo de crisis. Otra es la de las nuevas editoriales independientes. La editorial de Badajoz Aristas Martínez comparte los tres aspectos. Sus propietarios, Cisco Bellabestia y Sara Herculano comenzaron publicando fanzines, “con un marcado carácter retro y plástico, más cercanos a la obra gráfica y a
publicamos literatura de género ilustrada (Ediciones Pulpas)”, añade Cisco. Aristas Martínez ha causado un revuelo con la salida de Black Pulp Box, un ambicioso proyecto en el que han implicado a casi noventa personas, entre escritores y dibujantes, pertenecientes a colectivos de cómics y fanzines, además de otros nombres del mundo de la poesía o la novela, para crear una caja espectacular en la que caben dos bolsilibros, un fanzine, una an-
tología de cuentos, un ensayo y una revista de cómics, todos con espíritu pulp y bajo un único tema: la blaixplotation, lo negro en relación con las circunstancias de la ficción española. Cisco nos cuenta su origen: “A principios del año pasado Luis Gámez se ofreció a trabajar sobre una antología de cuentos de Fco. Javier Pérez. Su idea era genial, pero había que doblar el número de textos e invitar a colaborar a un montón de gente para darle forma. Fuimos desarrollando su idea y pasamos de un estuche a un cofre, y luego a los libros que irían en su interior.” La Black Pulp Box tiene muchas virtudes. La calidad de su presentación, las sorpresas en su contenido y, sobre todo, las diferentes interpretaciones que el pulp y la categoría de lo negro han tenido por parte de quienes participan en la caja. Casi todos han descrito un género más pegado a la actualidad que perdido en paisajes cósmicos o salones del oeste, y lo negro se ha convertido en un estado de ánimo, a veces humorístico o crítico. Pero eso sí, como correspondía con las circunstancias, muy negro. |
La Cultura de la Transición VV.AA Debolsillo, 2012 246 págs.
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La Cultura de la Transición (CT)
Portada: Detalle de un fotomontaje de Víctor Colomer (Documental, página 13)
RECICLAJE
El rey, gran garante y defensor del deporte
La transición es un concepto que ha saltado la barrera semántica. Sus ejecutantes se encargaron de convertir este proceso histórico en algo más. Lo dotaron de una serie de cualidades propagandísticas que, a pesar de no tener ninguna relación con el estado de cosas, convirtieron época y personas en casi una concatenación de sucesos maravillosos, muy parecidos a experiencias religiosas. Así, el paso de la dictadura a la democracia “de la que gozamos todos” fue bendecido como “modélico”, “sereno, sin víctimas ni verdugos”, “de consenso”... Algunos de sus voceros más distinguidos, reciclados apresuradamente del régimen anterior y aún no familiarizados con el nuevo lenguaje, no dudaron en calificarla como “un milagro”. Desde entonces, pocas veces se ha dudado de la validez de este planteamiento. El periodista Guillem Martínez lleva tiempo escribiendo sobre esta problemática. Digo problemática y no mera descripción, instalados en la satisfacción del discurso, lo que ha sido norma habitual dentro de la CT. Tras varias formulaciones, ha vuelto con una reelaboración más profunda. Ayudado por unos textos elaborados por renombrados periodistas y críticos, aquí la CT se define como el marco en apariencia colmado de cualidades “democráticas”, pero que visto más de cerca sólo es así en la medida que no pone en evidencia ni discute los principios de este movimiento … Vale, vamos a escoger otro sustantivo: mejor la “marcha democrática”, puesto que la transición se desentiende como proceso dialéctico, expulsa del concierto cualquier tentativa radical, mínimamente polémica y se instaura como una juerga permanente: la “fiesta de la democracia”, la “movida” (mientras la industria estaba siendo desmantelada en todo el país), la normalidad como ley, el “consenso” previamente pactado, etcétera, estableciendo, antes que ningún otro país occidental, lo políticamente correcto, pero en español. Lo que significa un tipo de interpretación de la realidad muy especial, casi imposible de exportar o ser comprendida fuera de nuestras fronteras, un fenómeno en el que entra, además de no cuestionar nada, la protección, la subvención y el amiguismo. Sería el lema del Gatopardo, pero aquí en el aún si cabe más sombrío Tigre del Guadarrama de Vainica
Manifestación en Valencia. Ayer como hoy (Fuente: Jordi Vicent)
Portada del libro
Toro de Osborne de Santa Pola. Acción de SAM
Cartel de ‘La escopeta nacional’, película dirigida por L.G. Berlanga en 1977
Doble. En política, fuera de la monarquía parlamentaria, la iglesia católica y las autonomías como las conocemos, “todo” es ilegal o engorda. En economía, los pactos de la Moncloa abandonan el pintoresco sistema autárquico y sientan –más
cia sin preguntas incómodas hay una invasión atronadora de la nueva economía de mercado, de enriquecimiento fácil, sin escrúpulos financieros, bendecida por las superpotencias del siglo XX, que ha estado haciendo de dique contra el mie-
En el fenómeno entran la protección, la subvención y el amiguismo. El lema del ‘Gatopardo’ en versión de Vainica Doble bien, anclan, aferran – las bases del neoliberalismo, llevadas a cabo, irónicamente, por los economistas de la neoizquierda. Los medios son quienes articulan el discurso; fuera de ellos, “no existe” otro posible, sólo la marginación. Y lo más importante, bajo esa socialdemocra-
do al miedo de otra confrontación directa. Hasta el día de hoy. liquidado el Estado de bienestar por la misma inercia del proceso de la gloriosa transición, la sociedad española ha reaccionado en los últimos años, según las conclusiones del libro, con
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GRACE MORALES
Miércoles, 12 septiembre 2012
Derivas de la transición
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Revisión Para los autores del volumen colectivo ‘Cultura de la Transición’, muchas razones de la insatisfacción actual tienen sus raíces en los primeros años de la democracia española
una nueva postura ajena por primera vez a la CT, que se ha visto cristalizada en el movimiento 15-M, el primer fenómeno social no mediado, no planificado, sin líderes a la cabeza ni estructura visible de poder (el interesante texto de Amador Fernández-Savater ilustra su intrahistoria). La CT nos lleva a la fuente de nuestra democracia y alguno de sus textos (Gonzalo Torné, Irene García Rubio y Silvia Nanclares, Jordi Costa…) sugiere que el profundo descontento que vivimos hoy, la desorientación y la rabia, lo que está empezando a quebrar el dogma CT, viene de muy lejos y hace necesario por fin la difícil empresa de pensar fuera de esa categoría: saltar el lenguaje, repensar la ética por primera vez. |
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RECICLAJE
Distopías: el futuro ya está aquí
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Miércoles, 17 octubre 2012
Un mundo perverso Las pesadillas de la ciencia ficción tienen valor iluminador porque nos hacen comprender lo inaceptable de algunas formas de control que nos pueden parecer cotidianas y normales
Cartel de Farenheit 451 (1966), versión para el cine de François Truffaut de la novela de Ray Bradbury (1953) GRACE MORALES
El prestigioso abogado Thomas More, asesor de una de las corporaciones comerciales más importantes de Reino Unido y consejero personal del rey, plasmó sus conocimientos en un libro. En él reconocía que, después de trabajar para la corona y estar al servicio de la empresa privada, aquello no sólo no servía para mejorar las vidas de los ingleses, sino que era manifiestamente contrario a contribuir a la felicidad de su pueblo. Solo valía para el lucro desmedido de unos pocos contra la miseria de la mayoría, por lo que la única solución pasaba por abolir las monar-
instantáneo, una actualización del muy antiguo deseo de concebir una sociedad justa y armónica, en momentos de grandes crisis, como fue el s. XVI. Más adelante, hubo quienes pusieron en práctica las ideas utópicas, intentando demostrar que nuevos sistemas de relación políticos y socioeconómicos eran posibles. Pero sólo han funcionado a pequeña escala, como una curiosidad dentro de la máquina imparable del progreso comercial, tecnológico y financiero. Hasta hoy. Las obras utópicas no son simples obras de ficción. Son críticas muy severas al régimen político
‘Los Juegos del Hambre’, distopía-fenómeno-adolescente
tramos en esta triste situación. La distopía imagina un mundo perverso en el que los seres humanos aparentemente viven en el mejor de los sistemas posibles, aunque manipulados por una minoría que puede disponer de ellos en las formas más variadas y crueles: lavado de cerebro, control absoluto
Las obras utópicas no son simples obras de ficción: son críticas muy severas al régimen político en el que se encuentran sus autores quías, los gobiernos y el dinero. Ésta, entre otras cosas, era la conclusión de su libro, Utopía. La iglesia católica, que le elevó a santo en su enfrentamiento con Enrique VIII por lo de su imaginativo divorcio, siempre ha defendido la idea de que Utopía fue un divertimento, un juego intelectual de humanistas como Santo Tomás Moro, y que la culpa seguro fue del hereje de Erasmo de Rotterdam. Hagamos caso o no a los muy imaginativos dictámenes de la autoridad católica, que siempre ha sido más fan de ensayos en la línea de La Ciudad de Dios, lo cierto es que Utopía se convirtió en un clásico
en el que se encuentran sus autores, aunque estén tratadas en forma de fantasía especulativa. Es exactamente la misma intención que tienen las obras de su lado tenebroso, las distopías. La única diferencia es que, desde finales del s. XIX, los creadores decidieron que imaginar utopías era un absurdo. La realidad imponía un presente, y con aplastante seguridad un futuro en el que toda esperanza había quedado enterrada bajo las ruinas de las guerras militares y financieras. La distopía es el género donde mejor se refleja el estado de cosas, y por qué motivos nos encon-
Minotauro de ‘Mercaderes del Espacio’
de conducta y pensamiento (1984, Nosotros, Farenheit 451), adormecimiento de la conciencia por el consumo (Un Mundo Feliz, Brazil, WALL-E), eliminación de los elementos más débiles o más conflictivos, como víctimas propiciatorias en programas de entreteni-
miento (La décima víctima, Los juegos del hambre, La larga marcha). Incluso, hasta el exterminio de la población para servir de alimento a los supervivientes (¡Hagan sitio!, La fuga de Logan). Por no hablar del control de la tecnología sobre los humanos (Ghost in the shell, Neuromante, Limbo), las pesadillas nucleares (La carretera, Un chico y su perro), o la extinción de los recursos del planeta (Hijos de los hombres). Una de las novelas más populares del género, la sátira Mercaderes del Espacio (1954), nos sitúa en un mundo en el que los gobiernos han pasado a tener un mero papel de comparsas, y el poder real lo detenta un poderoso grupo de comerciantes, que se disputa el control de los planetas. Sus ejecutivos, la minoría dominante, bombardean constantemente a la población, empobrecida y sin derechos, con publicidad de sus productos, innecesarios y ridículos. Todo pensamiento que cuestiona este sistema es condenado y perseguido. Mientras la hiper-tecnología ha permitido llegar al confín de la galaxia, los recursos naturales son tan escasos que los coches funcionan a pedales y la madera es más cara que el oro. No sabemos qué opinaría Tomás Moro, consejero internacional de los Merceros de Londres, pero este libro formidable, con unos pequeños ajustes, podría ser un documental de la Europa de la Distopía de 2012. |
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RECICLAJE Miércoles, 12 diciembre 2012 Cultura|s La Vanguardia 30
Portada de ‘Fifty Shades of Grey’, la maestra de la novela rosa Corín Tellado, la inmortal Jane Eyre de Brontë, las tórridas tramas en los Highlanders y los vampiros seductores
De un rosa oscuro La novela romántica pasa por su mejor momento con el triunfo de ‘50 sombras de Grey’ y la eclosión de series vampíricas o de clásicos remasterizados con nuevas páginas de sexo explícito
50 sombras de un best seller GRACE MORALES
El público de la Crisis sólo desea escapar de la realidad. La gente quiere ser asustada con las catástrofes y el apocalipsis. Demandamos espectáculos de fantasía, sean estos muy oscuros o muy brillantes, pero que queden al margen de la representación diaria de la desgracia. Son entonces comprensibles sucesos como la serie Crepúsculo, exacerbación de las ilusiones adolescentes, y el fenómeno 50 sombras de Grey. Esta novela sustituye a los castos vampiros por sexo duro y amor de alta gama, pero sigue moviéndose en el mismo terreno de la quimera. Estamos en el último peldaño de la novela rosa, lo que ha sido etiquetado como “porno para mamás”, con un despliegue de merchandising sólo visto en determinados fenómenos de masas. 50 sombras de Grey es una forma ingeniosa, con cierto humor involuntario, de remasterizar la serie de los vampiros –más bien del físico de los actores de las películas– , con internet y el derrumbe filosófico de las ideologías. Los tópicos del roman-
ce entre la muchacha ingenua y el galán misterioso y libertino, quienes tras unas confusiones siempre terminan en boda, son aquí llevados hasta el paroxismo high tech, con mucho sexo, calcado de los relatos eróticos de la red. La novedad sólo radica en la forma en que se describe ese sexo, porque la literatura romántica siempre lo ha incluido como su elemento principal, más o menos censurado. Las lectoras de novela romántica siguen demandando fantasías amorosas, pero ahora también desean satisfacer ilusiones de deseos más concretos. También exigen en la trama un deleite económico, una pulsión de confort, necesidad de objetos y seguridad acorde con la magnitud de la relación. 50 sombras… es el triunfo de la superproducción de los afectos (en palabras de Eloy Fernández Porta y su ensayo .®O$ (Anagrama, 2010). Los cuatro mil libros publicados por Corín Tellado y los autores del pulp español, escondidos bajo seudónimos femeninos (Rosa Alcázar era Silver Kane, a su vez seudónimo de Francisco González Ledes-
ma; Antonio Vera Ramírez, el popular Lou Carrigan, firmaba como Ángela Windsor), aunque no perdieron de vista el objetivo de la novela romántica, poco tienen que ver con la de la actualidad. En este poderoso mercado triunfan hoy novelas sobre los temas más singulares. Por ejemplo, la ficción histórica, tramas desarrolladas en la Edad Media, con ecos de Brave-
Las lectoras demandan satisfacer fantasías, con deseos más concretos heart, El Señor de los Anillos y un punto de espada y brujería en el idilio. La autora estrella es Nora Roberts y su colección sobre la familia MacGregor. Son los libros de los Highlanders, bravos guerreros e historias de amor en la batalla. También hay series inspiradas en lugares románticos de EE.UU. –un American Gothic erótico– o ya aventuras rosas en países emergentes: Brasil, la India, la China… y, por último, las fantasías sobrenaturales. El amor carnal al vampiro, al
licántropo y otros atractivos espantos que surgen de la tumba. Al mismo tiempo, y como se hizo con los zombis, varias editoriales han tenido la ocurrencia de poner picante en diversos libros. Clásicos del romanticismo más desatado, como Jane Eyre o Cumbres borrascosas ya tienen su versión “erotizada”, en la que las pasiones del original son sazonadas con relaciones sadomasoquistas y de bondage consentido. Orgullo y prejuicio, que ya pasó por una picadora de muertos vivientes, tiene ahora varias páginas más, con descripciones de sexo duro. Incluso, en un afán de conquistar nuevos públicos, se han atrevido con lecturas homoeróticas de Sherlock Holmes y el Dr. Watson. (Todos en la colección inglesa Clandestine Classics). Desde esta página, me permito recomendar, además de estas fenomenales iniciativas sampler-eróticas, la lectura de Bella del Señor, de Albert Cohen (Gallimard, 1968), con probabilidad, la novela sobre las relaciones amorosas más lúcida, terrible y deslumbrante de los últimos tiempos. |
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RECICLAJE Miércoles, 6 febrero 2013 Cultura|s La Vanguardia 30
Pussy Riot La situación del grupo , condenado a prisión por protestar contra Vladimir Putin, sigue generando un proceso digno del teatro del absurdo
Las Vulpess en directo, el Pussy Riot de Baracaldo, casi cuesta la cancelación de un programa en TVE
Pussy Riot reloaded GRACE MORALES
Leemos las últimas noticias sobre el affaire Pussy Riot y todo parece seguir el implacable curso de las paradojas en el sistema. Tras el escándalo suscitado por la detención del grupo, el diario francés Le Figaro consideró a Nadezhda Tolokónnikova, una de sus componentes, “Mujer del Año”, en su lista de diciembre-2012, por encima de Michelle Obama y Meryl Streep. Otros medios de comunicación también han nombrado al grupo y su caso el acontecimiento más importante del 2012, aunque ninguna de estas distinciones ha conseguido que los jueces levanten la condena de dos años y medio en prisión. Mientras Nadezhda y María Aliójina continúan encarceladas, el resto del mundo consume la camiseta, convertida en uno de los objetos de moda más buscados (entre 17 y 30 euros). También ha gustado una barbaridad la que lucían con el lema “No Pasarán”, su origen sólo lo recordaban los más mayores. Otros lo entendieron como una curiosidad, quizá de la Selección, a juzgar por los comentarios en las redes sociales. Un barullo postmoderno, tan descontextualizado como las camisetas del Rocket to Russia de los Ramones o el propio concepto del comunismo. Sus abogados han peleado por registrar Pussy Riot, no ya como nombre artístico, sino como marca comercial, con la intención de que se lleven algo de los beneficios, que la empresa que vende las camisetas calcula en unos dos millones de euros, de los cuales aún no han visto un céntimo. Aunque ellas afirman no querer nada, quizá salir de la cárcel, y luego ya... Mientras tanto, en el mundo libre, grandes artistas como Madonna y Bjork venden estas camisetas y así apoyan a las rusas, como símbolo de la libertad de expresión y víctimas de las maneras de su líder, el carismático Vladimir Putin.
Las siete integrantes del grupo, con sus mejores galas, capuchas de ganchillo incluidas
Hace unas semanas, la cancillera Angela Merkel, en una conversación al más alto nivel, le preguntó al atractivo dirigente si lo de condenar de forma tan severa al grupo por su acción no sería una exageración más propia de dictadores que de demócratas aficionados al deporte y la naturaleza, teniendo en cuenta además que la Iglesia Ortodoxa ya había perdonado la gamberrada de celebrar el concierto acogiéndose a sagrado. El presidente ruso, según la prensa extranjera, no encajó muy bien la pregunta, pese a que venía de una mujer, además de rubia, y muy secamente contestó a la alemana que esas criminales tenían lo que se merecían, si acaso no sabía que una de ellas había colgado el
Logo del grupo sudafricano antiapartheid
muñeco de un judío, y que mejor se metiera en sus asuntos. Merkel, que tiene el temperamento demasiado cerebral para un hombre que vive la vida y la política con la pasión de Putin, replicó con un simple “yo creo que esto en mi país no habría pasado”, y aquí terminó la conferencia internacional. Respecto a lo del muñeco judío, el seductor mandatario se olvidó de explicar que el “ahorcamiento” se produjo en un acto de protesta contra las medidas del gobierno sobre los inmigrantes, y que varios muñecos, como representantes de minorías, habían sido colgados simbólicamente para denunciar el trato de las leyes rusas con respecto a ellas. Lo que no sabemos es si Obama se habrá atrevido a preguntarle por qué ha prohibido emitir los Simpsons y Tom y Jerry en la televisión, si ha sido por algún chiste del presidente norteamericano que no ha entendido el susceptible estadista. El caso Pussy Riot es el último de una larga cadena de juicios y persecuciones de la música pop en el este de Europa. Primero tras el Telón de Acero, en aquellos años
IGOR MUKHIN
heroicos en los que escuchar rock y no digamos tocar era grave delito, con amenaza de destierro a Siberia, hasta los tiempos de la Perestroika. Las siete Pussy Riot, que mezclan punk rock con la actitud feminista del movimiento Riot Grrl, se agruparon en septiembre del 2011, activistas de varias plataformas de arte contestatario, justo después de las elecciones en las que Putin ganó de aquella forma tan polémica, para llevar a la calle sus protestas, no sólo contra el gobierno, sino contra la disparatada situación socioeconómica que vive el país. Ahora que el millonario Gerard Depardieu ha adquirido la nacionalidad rusa con ánimo de evadir impuestos de forma democrática, por fin a Putin le ha salido un valedor a su altura, un bon vivant, todo un caballero, en su cruzada contra las intérpretes rebeldes y los principios del liberalismo. “En una mezquita no habrían salido vivas”, han sido sus primeras palabras. Sólo falta don Arturo Fernández en este gorigori. |
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RECICLAJE
Gracias por este premio… pero no GRACE MORALES
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Miércoles, 10 abril 2013
Rechazar premios Su práctica se ha convertido en arte y tendencia entre los creadores nacionales
La actriz S. Littlefeather recoge el Oscar al mejor actor en lugar de Marlon Brando (1973)
El mundo de la alta cultura se encuentra estos días más ensimismado que de costumbre. Uno de sus representantes, el escritor Antonio Muñoz Molina, se ha visto involucrado en una polémica internacional. Le han otorgado el premio Jerusalén, que concede la prestigiosa Feria del Libro de dicha ciudad, y a consecuencia de ello, otros personajes de las artes y las letras se han sentido molestos y le han pedido que lo rechace. Debido a que el premio ha recaído en el escritor como homenaje a su carrera, al principio daba la impresión que la acreditada comunidad cultural le exigía no recoger el premio por lo exiguo y muy poco delicado de su cuantía (sólo diez mil dólares), pero no, parece ser que la controversia tiene un desagradable y nada sensible trasfondo político. Si como comprobamos a diario, es prácticamente imposible que un
tra el sistema en sus instalaciones. Pero años atrás también rechazaron sus premios el diseñador de portadas de Alianza Editorial, Daniel Gil, y la compañía de teatro Els Joglars. El primero, ya fallecido, por no estar de acuerdo con una mera mención a su trabajo, que según él, agraviaba el conjunto de su carrera; y los segundos, por entender que las instituciones no les apoyaron en los momentos más difíciles, sino más bien todo lo contrario (recordemos el juicio militar a que fueron sometidos por una de sus puestas en escena). El año pasado fue trending topic la renuncia del escritor Javier Marías a su premio Nacional de Literatura, por las razones que él mismo se encargó de explicar en un discurso en el Círculo de Bellas Artes. Había en aquel acto más gente acreditada que si sólo hubiera acudido a recoger el galardón, como si fuese Jean-Paul Sartre
En esto radica la grandeza de estos actos y personajes: ellos pueden elegir si aceptan o no un premio institucional, según de donde venga
Concurso de portar cestos en la cabeza (fuente: ‘The New Yorker’)
KEYSTONE-CORBIS
Sartre y Beauvoir, en la época en la que el escritor rechazó el Nobel de Literatura
alto cargo acepte su responsabilidad cuando comete un error, lo de rechazar un homenaje resulta inconcebible en este país tan amante de los banquetes y los discursos. Por eso está resultando bien rara esta moda que les ha dado a ciertos artistas por rechazar premios. Y además, de los buenos. Nada de galardones privados, casi siempre con trofeos raros y cantidad discreta, sino los nacionales, los que salen en los medios de comunicación y operan con cifras administrativas. El primer caso sonado fue el de Santiago Sierra, el creador que rechazó el premio Nacional de Artes Plásticas 2010. No mandó a la ceremonia a una india piel roja para dar un discurso como Marlon Brando hizo en los Oscar, sino que simplemente escribió una encendida carta contra el poder. Todavía se deben estar preguntando en el Ministerio de Cultura a quién se le ocurrió la idea de condecorar a un artista cuya máxima es luchar con-
cuando dijo no al premio Nobel. En eso reside la grandeza de estos actos y estos personajes. Ellos pueden elegir si aceptan o no un premio institucional, según venga del Mundo, Europa, España o a nivel de comunidad, diputación o pedanía. Para grande, el último artista que ha dicho no a un galardón oficial. Juan López Fernández, más conocido cuando firma como Jan en sus historietas y tebeos, ha decidido que una Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes iba a quedar muy rara prendida en el uniforme de su héroe más conocido: Superlópez, que es, literalmente, un pijama. Jan afirma que no puede aceptar esa medalla por “ética personal” ante “las circunstancias políticas y sociales”. Siguiendo a Pascal, tanto los que aceptan los reconocimientos con grandes sonrisas como los que los rechazan con graves discursos son las dos caras de la moneda de una enorme y artística Vanidad. |
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RECICLAJE Miércoles, 22 mayo 2013 Cultura|s La Vanguardia 30
#LittleSecretFilm El último proyecto para hacer cine al margen de la industria, cosecha un gran éxito en Internet
#Little Secret Film: Cine en 24 Horas GRACE MORALES
La aburrida polémica acerca de la crisis del cine español ha terminado por fin. Existe una nueva generación que la ha dado por cerrada, sabiendo que están en el comienzo de otra cosa. Es un grupo que dispone de una mirada que desborda a la de sus predecesores. Sólo así se pueden entender numerosas propuestas en un plano ajeno al establecido, como el proyecto #littlesecretfilm. Pablo Maqueda (responsable de la web We Love Cinema), ayudado por Haizea G. Viana (directora de marketing de Avalon) tuvo la idea: realizar bajo diez reglas una película, por ejemplo, dentro de un periodo limitado de 24 horas, con un guión no cerrado, y con la finalidad de renovar el proceso creativo. Según Maqueda, LittleSecretFilm es un modelo de producción basado en el riesgo, el azar y las ganas de hacer cine sin las largas esperas y fases de desarrollo de un largometraje convencional. Una apuesta por la innovación en Internet dignificando la red como ventana de distribución”. Los filmes serían exhibidos bajo la licencia creative commons, esperando su difusión a través de las redes sociales. Los participantes fueron reclutados de la misma forma. “La lista se conforma en secreto desde septiembre del 2012. Decido crear el manifiesto como un juego, experimentar con el cine digital, y lo mando por e-mail para testar la idea a toda mi red de contactos del audiovisual y el cine en España. La respuesta no pudo ser más positiva (…). Poco a poco los realizadores fueron recomen-
dando la idea a otros contactos de su red y produciendo en secreto los largometrajes”. Las películas se exhiben de manera gratuita en Internet, por lo que no hay expectativa de negocio, sólo una insultante demostración de amor al cine, desde una arriesgada trinchera en la que ya se encuentran otros muchos artistas. Lo que no quita para que no se pueda abrir una brecha comercial: “El cine en Internet y las propuestas de bajo presupuesto que cada vez más se producen actualmente, por supuesto que son viables. Pero debemos aprender cómo monetizar los proyectos para que la industria pueda seguir produciendo contenidos y vivir gracias a ello. Internet es una espléndida ventana al mundo para consumir audiovisual”. No todo está perdido
Las películas responden a motivaciones personales, mirando siempre dentro del cine y en el derrumbe humano y artístico de este tiempo. Hay temas comunes: la omnipresencia de la tecnología sobre cualquier otra forma de interpretación (Desmadre en la noche de la quietud, Pablo Vázquez; la película del propio Maque-
‘Darte cuenta de que puedes hacer una película y que la gente la vea nos ha traído una alegría necesaria’ da, Manic Pixie Dream), las borrosas fronteras entre realidad y ficción (Undo Infinito, Álex Mendíbil), lo apocalíptico como género (Nova, Bruno Teixidor y Ezequiel Romero; Anfibia, Hugo Álvarez Gómez), y el posthumor, extraño vehículo que une casi todos los asuntos (Nuestro porno favorito, Carlo Padial; Iron cock unchained, Laredo Pictures; Los desórdenes sentimentales, Ramón Alfonso). A modo de rareza, ya que el cine español pocas veces lo aborda, hay varios ejemplos que se aproximan a la música, como 16th Folk Room, de Víctor Alonso; Cinema Verité Verité, de Elena Manrique, o KILN, de Héctor García Barnés. Incluso el debut del escritor Jordi Costa, Piccolo grande amore, se inspira en su devoción hacia la canción italiana, mezclado con el giallo de Dario Argento. Hasta la fecha, 40.000 espectadores han visto las películas y todos los medios han recogido la iniciativa. No todo está perdido. Jimina Sábadu, autora de La pájara, resume el espíritu de LittleSecretFilm: Es una manera de salvarnos a nosotros de la desesperación creativa y laboral. El hecho de darte cuenta de que puedes hacer una película y hacer que la gente la vea nos ha traído una alegría que, la verdad, necesitábamos”. |
De arriba abajo, los carteles de varios filmes exhibidos en LittleSecretFilm: ‘Piccolo grande amore’, ‘Undo Infinito’, ‘La pájara’ y ‘Desmadre en la noche de la quietud’.
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RECICLAJE Miércoles, 25 septiembre 2013 Cultura|s La Vanguardia 30
Cartel de ‘La endemoniada’, ‘El exorcista’ a la española (Amando de Ossorio, 1975)
‘Exorcismo’, producción de Juan Bosch, con Paul Naschy (1974)
El Demonio Muy presente en las manifestaciones socioculturales, con el éxito del nuevo cine de terror sobre posesiones y maleficios, ha llegado a ser hasta protagonista de los telediarios
El último exorcismo GRACE MORALES
Recibimos con gran entusiasmo la decisión del arzobispo Monseñor Rouco Varela de nombrar a ocho exorcistas para las vicarías de Madrid, ante la creciente demanda de casos de posesión diabólica. El número de arrepentidos tras pactos de magia negra es alarmante, y la curia ya no podía atender a tanto damnificado de sesiones de ouija que salieron un poco chungas. Lo que no hemos entendido los creyentes es el revuelo mediático, incluso llegando a encabezar varias semanas los programas de entretenimiento, como si se tratase del fichaje de un futbolista. Un poco como cuando la ministra de trabajo se acogió a la protección del manto de la Virgen del Rocío para que bajase el desempleo. A qué vienen esas burlas, si todos sabemos que el diablo existe y está cada vez más presente. Ahí está la cifra: 31 parados menos, un número cargado de simbología mariana. Sea por desconocimiento o por la influencia de Lucifer, mucha gente insensible se toma a chufla estas decisiones, pero luego y sin la menor responsabilidad compra los
libros de Harry Potter, que ya avisó la máxima autoridad en demonología, el padre Amorth, que son textos que pueden convertir a los niños en pequeños nigromantes, y después acude a su sistema favorito de descargas para ver el último blockbuster sobre poseídos. Mucho reírse del Padre Fortea, nuestro exorcista más internacional, pero en el ranking multimedia no bajan de los primeros puestos The Conjuring, Posesión infernal, Exorcismo en Georgia, Este chico es un demonio y el pack de Paranormal Witness. Los poseídos son tendencia. Dicen los más piadosos que se trata de una reacción provocada por el papa Francisco, a quien se le están subiendo los demonios a las barbas por ser tan conciliador con otros credos claramente demoníacos. No como al anterior, Benedicto XVI, que según los expertos es una auténtica autoridad en rock satánico, capaz de descifrar los mensajes grabados al revés en las discografías de Black Widow, Coven y Slayer, así como detectar la pata de cabra en todas y cada una de las manifestaciones de la cultura po-
‘The Dybbuk’ (Michal Waszynski, 1937)
pular, espectáculos de cuya horrible calidad y abyección sólo puede haber un culpable: el Maligno. Precisemos que como católicos y devotos de Hollywood que somos, nosotros entendemos el show de la posesión a la manera terrorífica y espectacular, pero no siempre tiene por qué ser así. En otras culturas, ser capturado por la esencia de los espíritus tiene más de proceso divino que de espanto-
so trance de luxaciones y sobresaltos por culpa de una criatura de pesadilla. Hay películas que recogen tradiciones alternativas, como la pionera en casos de posesión, The Dybbuk (1937), que está inspirada en el folklore judío. Pero ya la exploitearon: en busca desesperada de un argumento con cierta dosis de originalidad, resucitaron al pobre dybbuk, como en La semilla del mal o La Posesión– El origen del mal. En esta carrera diabólica por imitar un taquillazo, se han visto versiones del averno de la primera El Exorcista, por nacionalidades, como la turca Seytan o la notable colección de películas españolas sobre satanismo producidas en los setenta, desde la sobria Exorcismo (1975) de Juan Bosch, protagonizada por Paul Naschy, la experimental Escalofrío (1977) de Carlos Puerto o La endemoniada (1975), de Amando de Osorio. Incluso reflexiones sobre el demonio y sus efectos en nivel de maldad y erotismo, como Estigma (1980) y Los ritos sexuales del diablo (1982), del maestro del fantaterror José Ramón Larraz, que nos ha dejado estos días. |
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RECICLAJE Miércoles, 13 noviembre 2013 Cultura|s La Vanguardia 30
Fotograma de ‘Los Daleks invaden la tierra’ (1966), una de las dos películas inspiradas en la serie, con Peter Cushing como Doctor Who
‘Doctor Who’ Celebra cincuenta años con un episodio especial que se emitirá el 23 de noviembre, presentando al nuevo actor que encarnará a la forma definitiva del extraterrestre más popular de la televisión anglosajona
El doctor n.º 12 GRACE MORALES
Los casi setecientos capítulos de Doctor Who son ciencia ficción combinada con terror, comedia, misterio –incluso western–, pero las peripecias del Doctor contra los enemigos de la tierra son tan británicas como el té y la música beat. Fue estrenada en 1963 por la BBC para los sábados por la noche, y su extravagante protagonista está inspirado en la figura del también muy british doctor Quatermass, personaje popular gracias a la también serie de televisión y las posteriores películas de la Hammer. Como el científico original, pero esta vez en forma de alienígena vestido de manera anticuada, El Doctor era en estos primeros tiempos un tipo poco amigable con los seres humanos, a los que ayudaba contra los estragos de unos extraños robots mutantes con aspecto de cafeteras: los inolvidables daleks, entre otras amenazas del espacio. Desde entonces, la apariencia del Doctor ha cambiado once veces: según el mito que lo explica como señor del tiempo, su envoltura física puede mudar hasta en doce ocasiones, circunstancia que la productora ha utilizado para cambiar otras tantas de actor. Hemos visto al personaje asumiendo la forma solemne de William Hartnell o la dislocada de Tom Baker –la más longeva, con el sombrero y la bufanda–, aunque en el episodio de este próximo noviembre se anuncia, además de Peter Capaldi como el n.º 12, la aparición de otro misterioso Doctor, interpretado por John Hurt, que completa
El doctor nº 4. Tom Baker, encarnación más conocida de la primera etapa (1974-1981)
una inesperada serie de 13 y además nos revelará por fin el nombre del extraterrestre de Gallifrey. Doctor Who fue un fenómeno social en los setenta, cuando como hoy atravesaba el túnel del tiempo
en su nave con forma de cabina de teléfono, la célebre Tardis, mientras sonaba la fantástica melodía de los títulos de crédito. Fue entonces cuando se produjo el escándalo, al considerar el sector más con-
servador del público que era un telefilme inapropiado para los niños, por la cantidad de violencia que se exhibía en cada episodio. La activista Mary Whitehouse emprendió una sonada campaña, a pesar de la ingenuidad de Doctor Who en sus planteamientos, lo que convirtió a Mrs. Whitehouse en un símbolo muy popular de la época, tanto como la serie que denunciaba. La BBC canceló su emisión en 1989. Steven Spielberg llegó a ofrecerse como director, proponiendo a Tom Cruise o Dudley Moore como candidatos al protagonista. Tras un parón de dieciséis años, en los que sólo se resucitó a los personajes para una película en los noventa, Doctor Who ha vuelto con más popularidad que nunca, gracias al trabajo de sus nuevos responsables, quienes han crecido disfrutando de los antiguos episodios. Primero, el escritor y productor Russell T. Davis la reestrenó en el 2005 con un nuevo formato para el exigente público del siglo XXI. Episodios más largos, Doctores más preparados, enemigos y tramas más sofisticadas, pero todo ello sin salirse del camino que lo había convertido en leyenda. Humor, situaciones límite –el Doctor evita una catástrofe planetaria en el último minuto–, tipismo, ocurrencias tecnológicas y guiños a la nueva cultura (más steampunk, conflictos raciales y sexuales) desarrollados en estos años por el aclamado guionista Steven Moffat, que le ha otorgado equilibrio entre el estilo clásico y unos personajes más adultos, dentro de lo que significa el universo de aventuras de esta serie, además de la irrupción en pantalla de exitosas spin-offs, como Torchwood. Los fans en países meridionales seguimos con cierta envidia esta continuidad del género fantástico para todas las audiencias, en prime time y en un canal de televisión público, y soñamos con otra ficción, lejos del drama histórico y la comedia histérica. |
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Miércoles, 18 diciembre 2013
ESPECIAL NAVIDAD: RECICLAJE
Los libros más vendidos
Raros libros independientes GRACE MORALES
He acudido a las listas de los más vendidos para tomar el pulso a la actualidad, como dicen los expertos, y encontrar referencias con vista a realizar ese obsequio que no falla nunca: el libro que se regala en Navidad. Tras la lectura de dichos rankings, concluyo que una de dos: o yo he perdido por completo el contacto con la realidad, o la sociedad en la que vivo se ha encapsulado en una lanzadera con rumbo a un destino incierto, con fecha de caducidad, especialmente en lo que se refiere al consumo de objetos culturales. Posiblemente, son las dos cosas
No, no estoy hablando del libro de la estrella de la televisión que rompe todas las cifras de ventas. Al fin y al cabo, se trata de un arquetipo camp de sexo, drogas y rock’n’roll, irresistible para el gran público y minorías muy selectas. Me refiero a las memorias de nuestros políticos, que comparten los primeros puestos al lado de las confesiones de la popular presentadora y los de autoayuda para no suicidarse en medio de la crisis. En mi opinión desvariada, creo que es síntoma de masoquismo, por no decir de una estulticia profunda, consumir los productos que nos ofrecen nuestros (ex)líderes políticos y empresariales. Quizá un síntoma del complejo que tiene todo español, que además de llevar dentro un entrenador de fútbol, además carga con un estadista que sueña con arreglar los problemas del país como lo hacen los de verdad: viendo el fútbol desde un cómodo butacón en palacio. Si contemplan, por pequeña que sea, la posibilidad de comprar en
lugares alternativos a una gran superficie, les propongo una empresa lejos de la hiperrealidad enloquecida que envuelve este mundo. En lugar de adquirir red de mentiras, tecnología deficiente y máquinas audiovisuales, eso que rige la cultura oficial del 21%, les presento varias alternativas donde volver a la ficción y la fantasía sin la cara de los bustos parlantes. Son libros escritos y editados de forma independiente, ajenos a las directrices de quienes creen conocer las claves del éxito oportunista, pero más cercanos a las fórmulas del entretenimiento y la satisfacción comercial de lo que creen dichos videntes. Así lo ha demostrado ya la segunda edición del libro Técnicas de iluminación, del escritor Eloy Tizón, publicada por Páginas de Espuma, colección apabullante de cuentos que sitúan al lector entre lo más brillante y lo más tenebroso de nuestras tristes vidas, en la línea de este maestro del relato breve. Otro escritor que practica el cuento con soltura es Matías Candeira. Aristas Martínez publica en diciembre su relato La segunda vida, que había sido incluido en La soledad de los ventrílocuos (Ed. Tropo 2008), esta vez ilustrado por Javier Jubera en una espectacular edición a todo color. La misma editorial nos ofrece la novela de Víctor Nubla, brillante y divertido pastiche de ciencia ficción y policiaco, El regalo de Gliese. Nevsky Prospects, editorial especializada en publicar joyas de la literatura rusa, también tiene otros espacios. En su colección Fábulas de Albión editan las obras de Sofía Rhei, poeta y escritora de fantasía
Abajo a la izquierda: El thriller ‘Esta noche arderá el cielo’, de Emilio Bueso y los cuentos de Eloy Tizón en ‘Técnicas de Iluminación’ A la derecha, de arriba abajo: ‘El Regalo de Gliese’, de Víctor Nubla, con ilustraciones de Pep Boatella; Sofía Rhei y las aventuras del joven Moriarty, y edición ilustrada por Javier Jubera del relato ‘La segunda vida’ de Matías Candeira
Semana anterior/Semana en lista N: Libro nuevo en la lista
entre otras facetas, autora de la serie de aventuras de la némesis de Sherlock Homes, en deliciosa y muy cuidada edición para todos los públicos que va por su segundo libro, El joven Moriarty y la planta carnívora. Si disponen del dinero y han decidido ceder al consumo y al fetiche, comprar en librerías pequeñas y establecimientos cercanos es hacerse un favor a sí mismos y al colectivo. Es posible que haya perdido la cabeza, pero creo que es lo más cercano a la dignidad y a esos mensajes que venden por la tele estos días. |
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indefinible a través de las palabras, el contexto emocional de los sonidos, por ser estos parte fundamental de la narración. Por ejemplo, Toop lee Moby Dick como el mito al que se incorporan el eco de las tormentas y el lamento de los espíritus, tal y como se hacía en la Odisea y así lo recreaba Joyce en los tránsitos de Ulises o en Los muertos, y destaca la gran importancia del sonido en la literatura de terror, donde desempeña un papel semejante al de los efectos sonoros en el cine. El autor explica cómo E. A. Poe, literalmente, quería como los grandes maestros utilizar las palabras como sonidos, en sus historias de personajes torturados por el silencio o la hiperacusia, versos como instrumentos musicales que provocaran en el lector el mismo pánico o soledad, de acuerdo con el rito del poder de las palabras y su dimensión sonora, que se extiende más allá de los límites de la materia. a.
Los sonidos del arte
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Miércoles, 19 febrero 2014
Formas de oír En diferentes disciplinas artísticas, desde la literatura hasta las artes plásticas
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GRACE MORALES
De arriba abajo: ‘Ausencia de Eco’. Construcción de los arquitectos Baillat Cardell & Fils Irregular. © SARAI CHAZADO
Portada de disco de Henry Cowell, interpretado por Doris Hays; detalle de la instalación
‘Silent Music’, de Robin Minard y ‘Singer’, escultura sonora de Der Wexel. Derecha: dos portadas de ‘Resonancia Siniestra’, la inglesa y la argentina. y la obra ‘Composición VII’, de Kandinski
El músico y ensayista David Toop ha publicado en Continuum Ed. su último libro, Resonancia siniestra. El oyente como médium. Es un interesante trabajo acerca del carácter del sonido dentro de otras expresiones artísticas, desde el ruido en la naturaleza hasta el mismísimo silencio. Siguiendo la tradición del arte sonoro, conjunto de interpretaciones alternativas sobre música y sonido y su interacción con otras disciplinas (instalaciones, performances, esculturas...), el autor parte de la premisa de que el mundo es un gigantesco instrumento musical, una caja de resonancia cuyos ecos se entrelazan en el tiempo y en el espacio. No sólo la música, sino cualquier sonido ha quedado recogido y grabado en formatos ajenos a las partituras o los discos: dentro de las obras de la literatura, la pintura, la arquitectura... Toop, quien formó parte del grupo The Flying Lizards y tiene una larga carrera dentro de la escena ambient, propone buscar en todas las experiencias artísticas el eco del sonido, debido a esa cualidad especial que lo convierte en un sentido fantasma, intangible y capaz como ninguno de evocar universos y dimensiones desconocidas, conectadas con el subconsciente, lo indefinible y lo sobrenatural. La experiencia de oír es un proceso misterioso, que no puede fijarse en el
Rastreando en la luz
espacio-tiempo y está íntimamente relacionado con el mundo espiritual. Usando como título del libro una pieza de Henry Cowell, pionero de la música experimental,
Igualmente, Toop rastrea la antigua labor de las artes plásticas por capturar en ellas no sólo categorías como el movimiento o la intensidad de la luz, sino también los ecos del ruido y la música (pintores que van desde Rembrandt a Kandinski o las esculturas de Juan Muñoz). También describe alguno de los cuadros de los maestros flamencos, como Jan Vermeer, capaces de recrear la atmósfera sonora de una escena como La carta o el silencio que desprende La mujer de azul. Afirma que si bien en las conversaciones previas al libro, la mayoría de críticos no estaban convencidos de esta tesis, con la lista de ejemplos que empieza en el futuris-
Se considera que el mundo es un gigantesco instrumento musical, una caja de resonancia cuyos ecos se entrelazan a través del tiempo quien investigó nuevas músicas a través de instrumentos convencionales (por ejemplo, rasgar las cuerdas del piano con los dedos, emitiendo así un eco espectral), Toop recoge ejemplos de piezas literarias donde ha quedado descrito lo
mo, pasa por John Cage y la simbiosis entre sonido y arte (Spoken Word, Fluxus…) es innegable la presencia espectral de sonido, ruido y silencio que domina el mundo y llega sutil hasta nosotros desde cualquier representación. |
PANTALLAS 28
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Miércoles, 26 febrero 2014
Set e imágenes de ‘El futuro’. Unos jóvenes celebran con euforia la victoria del PSOE en las elecciones generales del 1982
El Futuro Una película que cuestiona la década de los ochenta con una visión crítica y desmitificadora
Todas las fiestas de mañana El futuro Director: Luis López Carrasco. Guión: Brays Efe, Luis López Carrasco, Luis E. Parés. Con Lucía Alonso, Rafael Ayuso, Queta Herrero, Marta Bassols, Marina Blanco, Manuel Calvo, Sara Campos, Juan Ceacero y Borja Domínguez, entre otros
Imagen de ‘Barcelona era una fiesta underground (1970-1983)’
GRACE MORALES
El futuro (2013) es el primer filme en solitario de Luis López Carrasco, componente del colectivo de cine documental y experimental Los Hijos. En él trata la movida madrileña, nombre que crítica e instituciones otorgaron a posteriori a la corriente cultural entre el final de la modélica transición española y la eclosión de la democracia, la cual ha sido objeto de todo tipo de pasiones, desde la idolatría hasta la dura revisión. No es el primer ejemplo, afortunadamente, de un nuevo cine que piensa la historia inmediata desde otra perspectiva, al margen de la comedieta inverosímil sobre los ochenta o el cine de explotación, tratando de analizar las razones del fracaso de la modernidad que contemplamos estos días. La película muestra en 16 mm y a la manera de metraje encontrado, el tiempo de la victoria socialista del 1982, ese momento en el que se fraguó el “cambio”, como una fiesta cualquiera en Madrid en la que un grupo de gente joven, todavía boyante clase media, contempla aturdido el mundo en teoría nuevo que se abre paso. En sus miradas y los retazos de sus conversaciones, apenas audibles por la música (seleccionada con el mismo cuidado que la fotografía, el decorado y el vestuario: colección de letras absurdas y soni-
dos alegres, pero también gélidos y descorazonadores), se prefigura un mañana que es hoy: el deseo de crecer con las herramientas de la intuición y la puerilidad, el entusiasmo bañado de conformismo, el ocio como base esencial de la convivencia, y poco a poco, como en todas las fiestas del Estado-sentimental, la desesperanza y el vacío, en un guiño ideológico que la enlaza con la película de culto de Iván Zulueta, el relato obsesivo sobre el tiempo y la imagen que es Arrebato (1980). López Carrasco ha desarrollado cuidadosamente el mapa del que deriva parte muy esencial de nuestro tiempo. Como el colecti-
vo ingenuo y egocéntrico que éramos, alimentado en tiempos de bonanza con discursos europeístas y globalizadores, sin olvidar la sombra de un pasado que se arrastra hasta hoy. Existe un grupo de cineastas que analiza el naufragio socioeconómico, utilizando formatos que se habían dejado al margen, como el documental, y vuelve con nuevas preguntas acerca de fenómenos de la cultura rechazados por los relatos oficiales. Acerca de la dichosa memoria histórica y sus consecuencias, para tener una panorámica total de ese momento decisivo en el que se fraguó el presente,
con la fiesta madrileña de los maniquíes, pasiva y ensimismada, que refleja El Futuro habría que combinar la ocupación de La Rambla, las primeras publicaciones contraculturales y conciertos de rock internacional que muestra Barcelona era una fiesta underground (19701983), de Morrosko Vila-San-Juan (2010), donde los artífices del movimiento libertario de los setenta explican las razones de su nacimiento, desarrollo y defunción. Aquí habla la generación de músicos, escritores, dibujantes, etcétera que se volcaron contra cualquier forma de autoritarismo, fuese social, estético, político o musical, aprovechando la tierra de nadie entre la muerte de la dictadura y el nacimiento de la democracia (algunos creen que su Simulacro). Con más desencanto que nostalgia, el underground, según su director, la “precuela” de la movida, con la que se llegó a mezclar en algún punto sin retorno, desde la pesadilla del diseño y las exposiciones universales, refiere cómo su influencia ha quedado relegada en importancia y peso específico a favor de unas visiones más amables y vendibles de la realidad, donde no quedaba espacio para la disensión ni para otra ideología que no fuese el turismo. Paso previo a la burbuja de felicidad ligera que nos ha estallado en el futuro. |
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RECICLAJE Miércoles, 26 marzo 2014 Cultura|s La Vanguardia 30
Arriba: foto de M. Bourke-White para ‘Life’ con víctimas de la inundación de Kentucky haciendo cola delante de un cartel del ‘new deal’ (1937) y anuncio de Benetton con los parados como protagonistas. Abajo: anuncio en prensa de rifles para toda la familia (1966) y presentadores de ‘Striscia la notizia’
Presiones en tiempos de internet
Boicot, marcas y mentiras GRACE MORALES
Cuando huía de Irlanda a finales del siglo XIX, el capitán Boycott no imaginaba que su apellido quedaría para la posteridad, tras la campaña popular que anuló su política como administrador agrario. Desde entonces, el boicot da nombre a una práctica que en los últimos tiempos tiene consecuencias insospechadas. Estamos acostumbrados a maniobras contra empresas y personas, quejas colectivas por difundir conductas o ideas reprobables. El boicot consiste en la llamada (civilizada) a condenar al ostracismo al supuesto culpable: señalar su delito con acciones como no comprar su producto o no apoyar su representación social. Con el uso masivo de internet, este tipo de acciones ha revivido
en formas tremendistas. Podríamos hablar de varios niveles de boicot, según la agresividad social. En el primer nivel estaría la lucha clásica contra la retirada de anuncios publicitarios, considerados ofensivos en esta época por su contenido (racista, sexista, etcétera). La lista de ejemplos es larga, en nombre de la libertad de mercado o de captar la cada vez menor capacidad de atención del público. No olvidemos el boicot contra la propia marca, o de un colectivo contra una marca (la iglesia católica contra Benetton). Y en un giro sorprendente, las empresas que, debido a desafortunadas declaraciones, se convierten en adalides de la comida homófoba y el centro de un gran boicot (el caso de la empresa de pastas Barilla, cuyo dueño afirmó
que nunca incluiría en su publicidad a familias homosexuales). En el segundo nivel estaría la guerra declarada contra determinados programas de televisión, cuya presión ha conseguido que varios patrocinadores hayan retirado sus anuncios, lo que en algunos casos ha provocado lo que no ha conseguido ni la mayor burricie de sus estrellas: la desaparición del programa. Ha sucedido en Tele 5, la primera cuando la madre de uno de los detenidos por el asesinato de una menor acudió a una entrevista, y hubo una reacción popular de condena contra el programa, pero no es el primer ejemplo. Algo muy parecido sucedió en Puerto Rico, cuando unos terribles comentarios acerca de un hombre también asesinado acabaron con la ca-
rrera del cómico del programa y con el programa. En el tercer nivel entraríamos en el boicot político y económico, donde encontrar un embargo de décadas o una huelga contra una multinacional de refrescos. Países poderosos y grandes empresas son algunos ejemplos de ese plan de operaciones al más alto nivel. Y luego ya, tenemos situaciones del juguete cómico español, cuando se habla de boicotear productos catalanes, vascos, andaluces…, artistas que no pueden actuar en todo el territorio español, llamadas a prohibir el trabajo de otros por no compartir las mismas ideas, soflamas incendiarias de todos contra todos. Camino peligroso, presión ideológica que va de la simple protesta al linchamiento. |
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Estatuas pop y monumentos conmemorativos
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Miércoles, 13 agosto 2014
Homenajes iconográficos La polémica en torno a la escultura del líder de Nirvana –Kurt Cobain– inaugurada en su ciudad natal, se suma a la provocada por otras de personajes populares
Humilde diorama con la estatua de Kurt Cobain inaugurada en su ciudad natal, Aberdeen (Washington).
veces su presencia ocasiona la polémica y provoca un efecto perturbador en el espectador: cuando no les mueve a la risa, les hace llorar. Uno de los últimos ejemplos fue la estatua del expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, una imaginativa y enorme recreación realizada por el artista Ripollés, que no dejó a nadie indiferente, por el impacto visual, el presupuesto (300.000 euros del erario público) y el lugar elegido (el mundialmente célebre aeropuerto donde no circulan aviones). Parece que la adustez en cuanto a la representación de nuestros dirigentes políticos ya ha pasado de moda, y ahora se lleva interpretar al prócer en formas y materiales más audaces, lejos del busto gigantesco, que tiene puntos en común con el cabezotismo sudamericano. Aunque pocas, podemos encontrar varios ejemplos de figuras pop como Fabra. Hay dos estatuas de John Lennon, una en A Coruña y otra en Almería, otras tantas dedicadas al payaso Fofó y a Félix Ro-
Surtido de estatuas pop: figura de Camarón en La Línea (izquierda), Rocío Jurado en Chipiona (centro) y John Lennon en A Coruña (derecha). GRACE MORALES
El 20 de febrero se pudo ver por fin la estatua de Kurt Cobain en Aberdeen (Washington). Digo por fin porque el artista encargado de perpetrar la obra ha tardado nada menos que veinte años en terminarla. La ciudad ya lucía una reproducción de su guitarra, pero esta vez ha estrenado la estatua en el almacén de repuestos para coche donde este trabajó de jovencito, dentro de lo que han debido considerar una recreación estilo Hard Rock Café: dos paredes de cartón piedra adornadas con memorabi-
lia, y en un rincón, la estatua que se nos presenta igual de tosca que el paisaje, con el rockero tocando lo que parece ser una especie de guitarrón primitivo. Para incidir en la tristeza, la talla de Cobain llora una lágrima, o quizá se ha querido hacer un cruce entre Kurt y el Cristo de Limpias. Pero los fans no se han sentido muy conmovidos, sino más bien molestos. Una vez más, este arte ha sufrido la misma incomprensión que las reproducciones del Museo de Cera de Madrid, objeto a la vez de burla y terror de los visi-
tantes, cuando no de un debate político a cuenta de la retirada del muñeco de una familia real a otra. La ciencia avanza, pero la sociedad no ha perdido la manía de representar a sus ídolos. Ya se sabe que el afán de perdurar en el tiempo es más fuerte que cualquier otra tentación, por encima de la de caer en el ridículo. Ya sean dioses de la religión, el deporte o el cine, casi todas las ciudades tienen un estatuario en honor a sus personajes favoritos. A veces pasan desapercibidos y la ciudadanía los confunde con una señal de tráfico, pero otras
dríguez de la Fuente, además de la de Woody Allen en Oviedo. Eso por no hablar del panteón de ídolos de la copla (Rocío Jurado, Lola Flores), el flamenco (Camarón) y el toreo, concebidos en un difícil equilibrio entre lo mitológico y el kitsch. Desde los años ochenta, una gigantesca reproducción del muñeco de dibujos animados Mazinger Z preside la urbanización de un pueblo de Tarragona, primer ejemplo de talla manga del país. Con estos precedentes, ya estamos más cerca de tener la primera estatua ecuestre de Rosendo. |
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RECICLAJE Miércoles, 5 noviembre 2014 Cultura|s La Vanguardia 30
Guías de Turismo Barcelona y Madrid Compiten por ver cuál tiene más guías turísticas especializadas
Guías y libros para dos ciudades GRACE MORALES
Cada gran ciudad tiene su propia biblioteca, un edificio imaginario repleto de volúmenes que se archivan por narraciones históricas y retratos de costumbres. Barcelona y Madrid son las protagonistas de libros en los que se han abordado desde las razones de su origen geográfico hasta sus orquestas de baile. Las dos ciudades han sido elegidas como personajes de ficción en grandes y no tan grandes novelas, pero en los últimos años, esta moda universal de las guías de turismo se ha multiplicado de forma alarmante. Más que sujetos vivientes, Madrid y Barcelona se han transformado en un objeto cualquiera, otra cosa más que vender en las grandes superficies. En el supermercado se puede encontrar una variada oferta sobre los aspectos más peregrinos: Barcelona en bici, Cien fantasmas en Madrid, Els cafès de Barcelona, Guía del Madrid mágico, Barcelona handmade... lo que sea que invite al consumo: esas ediciones de gran formato de fotografías sobre la ciu-
dad, especialmente si son antiguas o se centran en un determinado barrio. La guía turística como simple descripción de monumentos de la ciudad es una realidad desde la literatura clásica, así como las crónicas de viajes. Barcelona y Madrid poseen una bibliografía muy bri-
Guías secretas...
Esta aproximación no oficial, con ojos distintos, buscando de forma espontánea el corazón y los personajes más que el objeto y sus precios, está en las Guías Secretas que la editorial Al-Borak encargó en los años setenta. La de Barcelona (1974, con dos reediciones poste-
Más que sujetos vivientes, las dos ciudades se han transformado en un objeto cualquiera, otra cosa más que vender en las grandes superficies llante, dentro de la que destacan por su compromiso social y su respeto a la ciudad correspondiente, los libros costumbristas y las guías satíricas. En el siglo XIX, encontramos docenas de periódicos sobre los acontecimientos en Madrid esquivando a la censura (Juan Rana, Madrid Chismoso, La Risa…) y, por ejemplo, la Guía satírica de Barcelona, obra de Manuel Angelón, ilustrada por Moliné y Ferrán, en la que el autor realiza un recorrido por plazas y monumentos con una visión crítica y burlona.
riores) recayó en Luis Carandell, que escribió un retrato memorable de una ciudad nueva, la que estaba oculta bajo los estragos del turismo y las fachadas de los hoteles, y Varios ejemplares de guías sobre Barcelona y Madrid de diferentes épocas y especialidades: ‘Guía secreta de Barcelona’, ‘!Quemad Madrid!’, ‘Barcelona a cau d’orella’,
‘Pecar en Madrid’, ‘La ciutat dels cafès (1750-1880)’, ’Madrid confidencial’, ‘L’art d’ensenyar Barcelona’ o ‘Madrid confidencial’, entre otras
que en la actualidad ha continuado Xavier Theros, con su Barcelona a cau d’orella (Editorial Comanegra, 2013). La guía secreta de Madrid (1975), de Antonio de Olano, por el contrario, tiene otra actitud, de agenda para sportsmen canallas, con lista de restaurantes, boîtes y clubs reservados, y esa manía madrileña (y española) por defender siempre lo nuevo y despreciar lo antiguo (cierre de tiendas, cancelación de pequeños negocios…), fascinados por las obras faraónicas y las multinacionales. Al menos siguen escribiéndose, al margen de la oferta comercial, los libros de amor-odio hacia Madrid y Barcelona (Quemad Madrid, Raquel Peláez (Libros del K.O., 2014); Barcelona, museo secreto, Ignacio Vidal-Foch (2009, ACTAR D), y en Internet proliferan los blogs sobre los rincones más especiales de estas ciudades: http://historias-matritenses.blogspot.com.es/; http://srabsenta. blogspot.com.es/), recorridos mágicos en donde aún no se ha vendido el alma de la calle. |
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Terror y maravilla La Biblioteca de Londres dedica una exposición a la cultura gótica, donde repasa el nacimiento y la evolución de la literatura de terror, el cine, la estética y la moda que han sido inspiradas por esta corriente
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Cultura|s La Vanguardia
Miércoles, 10 diciembre 2014
La imaginación gótica
Terror and wonder: The gothic imagination BRITISH LIBRARY, hasta el 20 de enero
GRACE MORALES
El castillo de Otranto de Horace Walpole está considerado como la primera novela del género. En ella, descubrimos todos los elementos de esta literatura: un extraño manuscrito que “traduce” el autor, el castillo medieval encantado, espectros y maldiciones, una historia de amor arrebatada… El propio Walpole ordenó reformar una de sus propiedades al estilo de la edad media, siguiendo el gusto de finales del siglo XVIII. El movimiento gótico fue un punto de ruptura en la visión del mundo. Durante la arquitectura de los siglos XII y XIV, los maestros decidieron abandonar los principios rígidos de la geometría y experimentar con técnicas que hiciesen parecer a las iglesias seres vivos, que se elevaban hacia el cielo llenos de luz. La imaginación ganó al equilibrio y abrió la puerta a las formas irregulares y caprichosas. Fue por esta aparente falta de reglas en la construcción que los expertos lo calificarían, con desprecio, de “gótico” (de godo, bárbaro). Sin embargo, en el devenir cícliIlustración-póster de la exposición, obra del dibujante Dave McKean, ilustrador de Neil Gaimain, o Grant Morrison. Portada e ilustración de la obra de ‘Drácula’ para la edición de 1901
co del arte, el romanticismo volvió sus ojos a la edad media y los mitos de este periodo, surcado de guerras y fantasmas. Ese ambiente, reinterpretado por el idealismo, fue vindicado como camino a seguir, ya que poseía una estética que no ponía límites a la expresión del deseo y la imaginación, incluso con elementos macabros y violentos, atizando las ruinas y las sombras de las revoluciones. Terror y maravilla: la imaginación gótica, es un paseo por el gótico anglosajón, que celebra 250 años de la publicación de El castillo de Otranto. La Biblioteca exhibe una primera edición del libro (1764), además de otras joyas, como el manuscrito de Frankenstein de Mary Shelley y la primera edición de Drácula, de Bram Stoker. Pero la exposición no se limita a la literatura, sino que también podemos admirar fragmentos de las películas más significativas del gótico del siglo XX, como la criatura de Clive Barker, Hellraiser. No falta, por supuesto, un completo kit cazavampiros, ni la sección dedicada a la moda, empezando por un vestido de dama gótica original o las impresionantes creaciones de Alexander McQueen para su colección de 1996, Dante. La pintura tiene su representación en las pesadillas y el erotismo de Henry Fuseli, acompañadas por fotografías reales de góticos, tribu urbana que todavía mantiene, al menos en la apariencia, esa emoción fría que late en el corazón de la vieja Europa.
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RECICLAJE Miércoles, 21 enero 2015 Cultura|s La Vanguardia 30
Christiane F Su historia dio lugar a un best seller y a una película que la convirtieron en la primera estrella del ‘heroin chic’; Alpha Decay publica su nuevo libro de memorias, su segunda vida
Las dos vidas de Christiane F. GRACE MORALES
Uno de los fenómenos editoriales más curiosos de los años setenta fueron las novelas sobre adolescentes cuyas vidas eran truncadas por la violencia, las drogas o el alcohol. Relatos con chicas muy jóvenes que eran internadas en el reformatorio tras huir de casa, o sucumbían al infierno de la prostitución y las adicciones severas. Casi siempre con el subtítulo de “basado en hechos reales”, este pulp se vendió muy bien gracias a la inclusión de párrafos explícitos de sexo. Concebidos como reacción tras el movimiento hippy, alguno se anunció en forma de estudio psicológico para padres y educadores, cuando la mayoría no era más que literatura morbosa y con severa moralina: la conducta díscola de las niñas siempre tenía funestas consecuencias. Nacida inocente, Pregúntale a Alicia, Sara T, Historia de Karen… son títulos de novelas cuyos contenidos serían imposibles de reproducir hoy día (y sus películas para cine o televisión. Las adaptaciones oscilaban entre el ‘3’, mayores de 21, y el ‘3R’, mayores con reparos, de la clasificación de la censura, o ya el ‘4’, gravemente peligrosa, si se trataba de Motín en el Reformatorio). No por los estereotipos, que siguen más o menos siendo los mismos, –crías muy inocentes, personas muy perversas, corrupción, duro castigo y redención final–, sino por el contenido escabroso. De entre todos, hay un libro que fue más allá de la anécdota. En 1978, dos periodistas del diario alemán Stern publicaron Nosotros, los niños de la Estación del Zoo, sobre la vida de Christiane Felscherinow, una joven de catorce años que se prostituía para pagar sus drogas y que ya había sido procesada por tráfico de sustancias. Fue un gran éxito (Aquí se publicó con el muy setentero subtítulo de Hijos de la droga, y una portada entre cursi y malsana de Círculo de Lectores), llegando a ser lectura obligatoria, con su justificación, en los colegios alemanes. En 1981, las peripecias de la adolescente se convirtieron en icono del rock por el filme Yo, Christiane F. (Ulrich Edel), que incluía una atractiva banda sonora con la aparición de David Bowie. Los adolescentes de medio mundo, lejos de sentirse horroriza-
dos por la vida de estos jóvenes, fueron seducidos por el mundo fantasmal de los adictos en el Berlín underground pre caída del Muro, y por el reclamo de las dos Christianes: la real, posando como Edie Sedgwick, y la actriz que la encarnaba, Natja Brunckhorst. Con ellas comenzó la moda comercial del heroin chic, pasión del público por las modelos casi niñas con look enfermo, anoréxicas o drogadas, vestidas como ídolos de la música en momentos muy bajos, que consagrarían años después Jaime King y Kate Moss. Una pirueta cultural como la que sucedió con la novela Trainspotting al ser llevada al cine. Desde entonces, casi todos los acontecimientos de la vida de Christiane F., su carrera frustrada como cantante, por ejemplo, en el dúo Sentimentale Jugend, con su Christiane V. Felscherinow Yo, Christiane F. mi segunda vida ALPHA DECAY
224 págs
Arriba, cartel promocional del filme ‘Yo, Cristina F.’ (Ulrich Edel, 1981) Junto a estas líneas, izquierda, el disco de la banda sonora del filme, de David Bowie A la derecha, portada del libro publicado por Alpha Decay
novio Alexander Hacke, las constantes recaídas en las drogas, la pérdida de la custodia de su hijo, han sido portada de tabloides en Alemania. Allí sigue siendo un personaje muy popular, aunque la Christiane de hoy no es esa adoles-
convertirse en un ídolo de masas, el mito rebelde que busca en las drogas el escape hacia la nada, sus visitas en calidad de famosa a Estados Unidos, y su relación con cierto nivel del estrellato mass media, hasta su entrada en la edad madu-
En los años setenta triunfaban las relatos sobre adolescentes cuyas vidas eran truncadas por la violencia, las drogas o el alcohol cente que creyó ver una salida a su existencia en la fama y los réditos de su libro. En esta nueva autobiografía, escrita a medias con la periodista Sonya Vukovic, conoceremos más detalles sobre el proceso de
ra, y la lucha por desprenderse de la alargada sombra de Christiane F., personaje con el que ya hace mucho tiempo que no se siente cómoda. Siempre lúcida e inteligente, cualidades que ya sorprendie-
ron de ella cuando era casi niña, Christiane reflexiona sobre aquellos años, y es muy llamativo leer sus opiniones sobre el mundo de las estrellas del rock (su ídolo Bowie, incluido), las experiencias con la droga y sus relaciones sentimentales. Con muchas dolencias, físicas y psíquicas, y mucha soledad, la Christiane cincuentona relata con más crudeza en este nuevo libro, mucho más si cabe que en el libro de su adolescencia, los detalles de una vida que, aunque no tienen ese aura de malditismo de la joven bella y ansiosa de vacío que se prostituía por una dosis de heroína, son mucho más estremecedores. |