Lukacs. Ensayos sobre el realismo.
"El
problema
estético
central
del
realismo
es
la
adecuada
repr reprod oduc ucci ción ón artí artíst stic ica a del del "ho ero como como en toda "hombr mbre e tot total" al". Pero flosoía prounda del arte, el punto de vista estético coherentemente pensado hasta el ondo, lleva a la superación de la estética pura: el princi principio pio artíst artístico ico,, precis precisame amente nte en su más prou prounda nda pureza pureza,, está está saturado de momentos sociales, morales, humanísticos. a e!iencia de la creación realista del tipo se opone tanto a a#uellas corrientes en las #ue toma un relieve e!cesivo el lado fsiolóico de la e!istencia humana $ del amor %como en &ola $ en su escuela', como en a#uellas otras #ue subliman al hombre en procesos puramente psí#uicos. (al oposic oposición ión,, sobre sobre el plano plano de la valora valoració ción n estéti estética ca ormal ormal,, pare parece ce indudablem indudablemente ente arbitraria, por#ue )*nicamen )*nicamente te desde desde el punto de vist vista a de la "bella "bella escrit escritur ura" a")) no se puede comprender por #ué el con+icto erótico con los inherentes inherentes con+ictos morales morales $ sociales debe ser de orden superior rente a la espontaneidad elemental de la pura sensualidad. olamente sensualidad. olamente cuando consideremos el concepto de hombre tota totall como como tar tarea soci social al e hist histór óric ica a asi asina nada da a la huma humani nida daddsolamente cuando reconozcamos la unción del arte en la determinación de las etapas más importantes en el camino de a#uella tare area, con con toda oda la ri#u ri#uez eza a de los los act acto ores en ella ella opera peran ntestessolamente cuando la estética prefe al arte la tarea de iluminar $ uiar a la humanidad, solamente en este caso el contenido de la vida podrá ordenarse sobre los planos más esenciales $ menos esenciales, sobre planos #ue iluminan al tipo e indican el camino, $ otros #ue necesariamente lo dean en la oscuridad. oscuridad . olamente en este caso se com compren prend derá erá #ue #ue un desc descri rip pció ción, aun# aun#ue ue parti articu cula lari riza zada da $ literariamente perecta, de pro procesos cesos puramente fsioló fsiolóicos icos )$a se trate del acto se!ual se!ual o de tormentos tormentos o surimient surimientos) os) sinifca una nivelación de la esencia social histórica $ moral de la fura. /o es un medio sino más bien un obstáculo en el camino de e!presar de modo artíst artístico ico los con+ic con+ictos tos humano humanos s más esenci esenciale ales, s, más indica indicativ tivos os $ más más ínti íntima mame ment nte e cone conect ctad ados os con con la caus causa a del del huma humani nism smo, o, $ de e!presarlos con toda su compleidad $ plenitud. 0 es por eso, como se verá en los estudios comprendidos en este volumen, #ue los nuevos con conten tenido idos $ los los nuev nuevos os medio edios s de e!pr !presió esión n traí traíd dos por el natu aturali ralis smo han imp impulsa ulsad do no el enri enri# #ueci uecim mient iento o de la ran ran literatura, sino, por el contrario, su empobrecimiento, su reducción.
1deas aparentemente análoas ueron $a sostenidas en la polémica bien pronto surida contra el naturalismo de &ola. Pero si el psicoloicismo a menudo tenía razón en la crítica concreta de &ola $ de su escuela, por otra parte, contraponía al e!ceso del naturalismo un e!ceso opuesto, no menos errado. a vida psí#uica, la intimidad del hombre no ilumina, en eecto, las líneas esenciales de los con+ictos esenciales si no está concebida en una usión oránica con los momentos históricos $ sociales. eparada de éstos, completamente abandonada a sí misma $ a la propia dialéctica inmanente, constitu$e un aspecto no menos abstracto, una e!presión no menos desfurada $ deormada del 2hombre total3 , #ue la orece el fsioloismo naturalista. En este caso, la situación, si se considera particularmente a la luz de la moda literaria de ho$, aparece a primera vista menos evidente #ue en el caso del naturalismo. 4ada uno reconocerá #ue los coitos,
diamos, entre 5ido $ Eneas o entre 6omeo $ 7ulieta, descritos a la manera de &ola, se asemean entre sí, mucho más #ue los con+ictos eróticos descritos por 8irilio $ ha9espeare, los cuales iluminan también una inaotable ri#ueza de época, de civilidad, de tipos humanos. a pura intimidad está aparentemente en neto contraste con la nivelación, precisamente, por#ue ilumina los trazos individuales *nicos #ue amás $ en nin*n luar se repiten. Pero el momento e!tremadamente individual, por#ue es tal, es también e!tremadamente abstracto. (ambién a#uí se puede aplicar la ineniosa paradoa de 4hesterton: 2a clarifcación interna es el peor énero de iluminación3. Es evidente #ue el brutal fsioloismo de
los naturalistas $ los ruesos es#uemas de los escritores de esa tendencia eercen violencia sobre la verdadera representación de la individualidad del 2hombre total3. Es mucho menos patente, pero no por eso es menos objetivamente verdadero, #ue la pedantería psicolóica de la escuela opuesta, la transormación del hombre en una caótica corriente de fantastiquerías, destru$e iualmente toda posibilidad de plasmar poéticamente la fura humana. a marea de asociaciones a la manera de 7o$ce, +uctuando sin los límites de un cause, crean personaes tan poco vivos como los ideales $ las caricaturas ríamente concebidos por pton inclair.3