K.S. GIRTAB
LOS 12 FILOS DIVINOS
PRIMERA PARTE : PRIMEROS PASOS EL ORIGEN
K.S. GIRTAB
LOS 12 FILOS DIVINOS
PRIMERA PARTE : PRIMEROS PASOS EL ORIGEN
Esta obra no puede ser reproducida, copiada y distribuida sin la autorización del titular de los derechos. Se aprecia su apoyo y el respeto a la propiedad de este autor. Este libro es una obra de ficción y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, o lugares, eventos o locales es pura coincidencia. Los personajes son producto de la imaginación del autor y se utilizan de manera ficticia
Los 12 FILOS Divinos primera parte. Todos los derechos reservados. Copyright 2013 por K.S. Girtab
ADVERTENCIA
El presente adelanto de los capítulos 1 y 2 de los 12 FILOS Divinos corresponde al séptimo libro de la saga de Los 12 FILOS, los libros que componen las trilogías de los 12 FILOS y los 12 FILOS de la Oscuridad pueden ser adquiridos en Amazon.
PRÓLOGO Había tensión en el ambiente, todo el país estaba en vilo, la esperada guerra estaba a punto de iniciar, el enfrentamiento entre las dos entidades más dominantes de Boleria por la supremacía era inevitable, el Distrito Comercial de Arcadia en contra de la Ciudad Oculta Hiddensh de Ishtar. El gran duelo de potencias se desarrollaría en Arcadia, en la parte sur del Distrito Comercial; desde su fundación jamás se había perpetrado una batalla en esa demarcación, era considerada tierra sagrada. Pero había excepciones: las contiendas deportivas. Los afortunados aficionados que habían logrado conseguir un boleto estaban ante el juego más grande de todos los tiempos entre dos equipos históricos: los Potros del Distrito Comercial en contra de los Pumas de la Ciudad Oculta Hiddensh, duelo de poder a poder de los dos equipos más calientes de los últimos tiempos. Para llegar a esa instancia ambas escuadras habían derrotado a los equipos más grandes del país: los Constructores del Cinturón de la Ciudadela y los Monjes de la Ciudad Sagrada de Uruk. El escenario estaba listo, las dos escuadras en la cancha y ochenta mil afortunadas almas viviendo el juego de sus vidas, no importaba quien ganara, ese día se rompería un récord en el que sería recordado como el mejor partido de la historia. Los jugadores ya se encontraban listos para iniciar las hostilidades, todos con su brazalete en la muñeca derecha que les indicaba hasta donde podían utilizar su poder elemental. El árbitro central dio inicio al juego, los números y movimientos en las casas de apuestas trabajaban al
máximo, en la cancha, dos históricos equipos se debatían a muerte por la gloria deportiva, uno por la temporada perfecta, el otro, por el tricampeonato y la hazaña de ser el primer anfitrión campeón. En el estadio, tres miembros de una familia antigua, poderosa y caída en desgracia, se reunían no precisamente para ver el juego, tenían que discutir cosas más importantes y trascendentales para Boleria, se hacían llamar entre ellos: "los descendientes de Caín" y discutían la conveniencia de ingresar en una guerra que definiría el destino del país. Asiria, una de las dos mujeres del grupo, veía el juego sin ningún interés, se notaba incómoda entre los gritos y los cánticos de los aficionados apoyando a su equipo. - ¿No pudieron haber elegido un sitio mejor para reunirnos? Me enferma estar entre tanta gente estúpida. - Tranquila, Asiria – le dijo el enorme hombre de color sentado a su lado –, es complicado reunirnos sin que nuestros vigilantes se enteren, este es el lugar y el momento ideal. - ¿Y ahora cuál es el motivo de nuestra reunión, Gael? – preguntó Asiria sin querer discutir más sobre el lugar en el que se encontraban. - La revolución que se está llevando en el estado, obviamente. - Perdieron los rebeldes, Gael – comentó Asiria –. ¿Qué más tenemos que saber de eso...?
- Que las cosas en el Quinto Distrito se pondrán más difíciles, me lo ha dicho Shalem, la guerra por la llave que abre las puertas del último piso de la Ciudadela se recrudecerá, él me ha pedido que intervengamos. - No estoy de acuerdo – dijo Rasaxe, la otra mujer del grupo –. Esa guerra lleva siglos llevándose a cabo, no pienso inmiscuirme en eso. - Nosotros tres somos los únicos miembros de la familia que no estamos inmiscuidos en esa guerra – respondió Asiria –, si se abren esas puertas el mundo regresará a sus peores épocas... - Lo dudo, yo al igual que ustedes conozco la posición de Darius, él puede controlar a los prisioneros del último piso de la Ciudadela, si es así, el mundo sería nuestro... - No digas tonterías – Asiria se molestó con el comentario de su hermana –. Nadie puede controlar a esos seres... - Yo pienso igual que Rasaxe – comentó Gael –, por lo menos en la cuestión del tiempo, cada vez se unen más miembros de la familia a esa maldita guerra y no se ha definido nada, yo no pienso gastar mi vida en esa contienda. - ¿Qué opinas tú, Asiria? – preguntó Rasaxe. - Que Shalem no es imparcial al pedirnos que intervengamos, él ya ha definido bando, nosotros no, yo tampoco quiero meterme en esa disputa. - Gino, Alcides y Kerb han regresado y ellos pueden definir esta guerra – comentó Gael –, vamos a esperar unos años,
a ver la posición de uno y otro, entonces decidiremos, debemos estar con el bando ganador. - Esa propuesta me agrada – dijo un aficionado no invitado a esa reunión –, creo que es lo más justo para todas las partes... Los tres hermanos voltearon a ver al sujeto que los había interrumpido, lo conocían demasiado bien y ninguno de ellos simpatizaba con su causa. - Sachell... – dijo Gael –. ¿Qué demonios haces aquí? - Sólo tenía curiosidad de lo que estaban tramando, ustedes tienen prohibido reunirse, deberían saberlo... Asiria amagó con atacar al incómodo visitante que se había inmiscuido en su reunión, pero Rasaxe la detuvo. Sachell reía divertido. - Tranquila, fiera, no olvides que estamos en tierra sagrada, les recomiendo que se vayan lo antes posible, alguien avisó de su reunión clandestina... Gael se levantó y pasó el brazo por el cuello de Sachell abrazándolo amigablemente. - Ten cuidado, amigo, sé dónde vives y puedo ir a visitarte cuando se me antoje... Sachell sonrió y también abrazó a Gael. - Creo que están equivocados respecto a mí, yo vine a advertirles, saben a quién represento y su hermano quiere reunirlos a todos, quien los ha dejado al descubierto es ese que está allá.
Sachell señaló a un costado del estadio, en ese lugar se encontraba Octavius, la persona encargada de vigilar a los tres hermanos y evitar que se juntaran para intrigar en contra de su país, todos maldijeron, sabían que uno de ellos sería capturado y encerrado. - ¿Cómo diablos se enteró? – preguntó molesto Gael. - Eso es lo de menos – dijo Rasaxe con el rostro sombrío – . Seguramente yo voy a ser capturada, Octavius ya me lo había sentenciado la última vez que nos vimos... ¡malditos sean todos ustedes! Asiria y Gael se levantaron sin importarles dejar a su hermana a su suerte, todos comprobaron que efectivamente, ella sería la detenida, Octavius se quedó en su lugar viendo fijamente a Rasaxe y sólo podía detener a uno de ellos, no existía nadie más con el poder de atraparlos, cuando trataron de buscar a Sachell, éste ya se había desvanecido.
Mientras se celebraba el juego del siglo y lejos de las conspiraciones para salvar o destruir el país, en la parte media del edificio de la Ciudadela, Ambar Hobbs corría con su pequeña hija en brazos, el movimiento revolucionario de los rebeldes había fracasado y ahora ya se estaba llevando a cabo la cacería de sus líderes. Sus primos habían sido piezas fundamentales del conflicto en ambos bandos, Yngvar era el Comandante Supremo oculto de los rebeldes, lo habían dado por muerto pero el Arcángel Lahatiel lo había rescatado a tiempo y le había salvado la vida.
Por su parte, Lothar era el cerebro y principal estratega del estado, al final, el más pequeño de los hijos de su tío Olaf Hobbs fue el vencedor, además del intelecto superior del estratega del estado había otra poderosa razón que completó su victoria, los rebeldes habían sido traicionados, algunos miembros de la Armada Elemental, quienes eran los protectores del Tercer Distrito para establecer una equivalencia de poder en el exterior de la Ciudadela, habían traicionado a la causa, y no sólo eso, la habían traicionado a ella. Su madre había sido la guerrera suprema conocida como Amaterasu, el poder de la máxima controladora del viento no le había sido heredado a Ambar, pero sí a su nieta menor: Rhinna, eso sólo lo sabían cuatro personas en todo Arcadia: sus primos Xander e Yngvar, Nia Feng y Sigger Nisser, todos los demás pensaban que su primogénita sería la sucesora, estaban equivocados. Sabía que el traidor era Sigger Nisser, un tipo que siempre había ambicionado el poder, su padre fue nombrado Delegado del Primer Distrito tras la guerra con el país de Stoa y después, tras la llegada del Círculo del Zodiaco a Arcadia, Regente del Distrito Comercial, puesto que le fue entregado a Sigger años después. El guerrero conocido como Izanagui sabía que la nieta de Amaterasu sería la futura líder de la Armada Elemental y seguramente por eso la había traicionado, no había otra opción, Xander estaba recluido en el Quinto Distrito junto con Mefistófeles Yaotl y en ese momento Yngvar y Nia se estaban jugando la vida por proteger a su pequeña hija. Ambar seguía corriendo, a pesar de su gran velocidad sentía que casi la alcanzaban, no podía permitir que su
niña fuera educada y controlada por los habitantes de los pisos superiores. Estaba segura que su hija y la generación que venía serían los que culminarían la obra que ella y otros grandes guerreros habían iniciado, ninguno de los hijos de los rebeldes sería educado en el Cinturón, crecerían pobres, con carencias, así entenderían el mal del pueblo y la tiranía del gobierno, así lo habían decidido los principales líderes, por eso nadie dejó a sus hijos con sus familias, confiaban en que su instinto natural de supervivencia y la protección de los Dioses los sacarían adelante. Finalmente logró llegar al límite del edificio principal de la Ciudadela, por el gigantesco ventanal se distinguía parte de la zona militar, no había tiempo, ya casi la habían alcanzado, concentró todo su poder y logró abrir un pequeño hueco en el poderoso cristal, vio por última vez a su pequeña niña, sonreía divertida, le gustaba la velocidad y sentir el viento en su rostro, la besó y se aguantó las ganas de llorar, debía confiar, cerró los ojos y lanzó a su hija al vacío, después desenfundó su espada y enfrentó a sus perseguidores en un combate a muerte. La pequeña gritaba asustada mientras caía hacia su muerte, pero antes de que golpeara el suelo fue rescatada por Nia Feng montada en una inmensa ave, iba acompañada de un hombre cubierto de vendas que protegían su quemado cuerpo. - ¿Ahora qué hacemos, Yngvar? - Vamos hacia las montañas del Tercer Distrito.
- No creo que lleguemos – Nia Feng sabía que todos los guerreros élite que servían a la Ciudadela estaban tras de ellos. - Inténtalo, de otra forma estamos perdidos, los habitantes de los pisos superiores no pueden tener a mi sobrina, no podemos permitirlo, si perdemos la guerra, ella es el futuro... - La guerra ya está perdida... - No hasta que caiga el último rebelde. - Está bien, lo que tú digas. – Nia Feng levantó la vista al cielo y le dio la espalda a su compañero, consideró ocioso discutir con él sobre la inminente caída del movimiento revolucionario, prefirió concentrarse en su principal objetivo: proteger a la pequeña Rhinna y llevarla a un lu gar seguro. El ave se dirigió hacia las montañas del Tercer Distrito pero en el camino fue interceptada por un león oriental alado y un dragón oriental de color negro, Nia conocía perfectamente bien a los guerreros que controlaban esas bestias, eran sus compañeros de la naciente Armada Elemental: Sigger Nisser y su esposa Ana Arianrod. Nía veía a sus supuestos compañeros con desconfianza - Izanagui, Izanami... ¿qué demonios hacen aquí? - Nüwa, entréganos a la niña –. le contestó Izanagui al tiempo que señalaba a la pequeña Rhinna Hobbs. - ¿Por qué he de hacerlo? – preguntó la guerrera colocándose entre su compañero y la menor.
- Porque así te lo ordeno yo, soy el líder de la Armada. - Mi líder es esta niña – respondió Nüwa mientras alejaba a la menor de su compañero de la Armada Elemental. - Así es y mi deber es protegerla, será mejor que me la entregues ahora mismo... – Izanagui estiró la mano hacia Nia Feng. - No – Nüwa de un manotazo alejó el brazo de su compañero –, tú quieres hacer lo mismo que todos, controlarla y manipularla... - ¿Y qué es lo que quieres hacer tú? – le recriminó el guerrero –. ¿Educarla? - Eso a ti no te importa, soy su madrina y su madre me la encargó a mí, la niña es mi responsabilidad. - Lo siento, Nüwa, pero vas a entregarme a esa pequeña por tu voluntad o a la fuerza. - Será a la fuerza entonces – dijo Yngvar. Ana Arianrod empezó a reír. - ¿Y quién es ese lisiado que viene contigo? Nia Feng sonrió al percatarse de que ninguno de sus compañeros se había dado cuenta que la acompañaba Yngvar Hobbs, todos pensaban que estaba muerto, mejor, así nadie sabría a dónde se llevarían a la pequeña. - Es el futuro mentor de Amaterasu.
Dicho esto la gran ave Peng embistió al dragón Tianlong y al león Pixiu, después huyó a toda velocidad, la gigantesca ave era increíblemente rápida, pero el Pixiu era un animal controlador del viento, siguió sin ninguna dificultad a la descomunal bestia. Izanagui por su parte saltó de Tianlong y convocó a otro dragón de color verde-azuloso controlador también del elemento viento: Shenlong . Las bestias enemigas seguían perfectamente el ritmo de la gran ave, mientras Shenlong atacaba al Peng , el Pixiu hacía lo propio contra sus tripulantes, Yngvar mantenía más o menos a raya al león oriental alado, pero sabía que no lo haría por mucho tiempo. - ¿A dónde te diriges Nia? – preguntó Yngvar al ver que se alejaban de las montañas. - Al Distrito Comercial, ahí es tierra sagrada, no podrán hacernos nada. - Te equivocas, no podemos pelear, pero sí pueden arrestarnos. - Ahora mismo están a punto de matarnos, lo importante es llegar, ya estando ahí veremos cómo nos las arreglamos. - Está bien, ve al sur del distrito, ahí va a estar atiborrado de fanáticos que están viendo la gran final de los potros y los pumas. Izanagui e Izanami adivinaron las intenciones de Nüwa y arreciaron sus ataques, finalmente el Pixiu logró llegar hasta donde estaba la pequeña, en un rápido movimiento, impensable por el lamentable estado en que se encontraba su cuerpo, Yngvar lanzó a la niña a los brazos de Nia y
saltó sobre Izanami, la derribó de su bestia cayendo ambos al vacío, el león oriental alado inmediatamente fue por su ama destrozando el cuerpo de Yngvar en el camino, pero el objetivo se había cumplido, Nia había llegado al Distrito Comercial, tocó tierra y su ave desapareció. Con lo que no contaba la controladora del Peng era con que ya la esperaban en ese lugar Etneo Brunn, Argento Riazor y Raam Shmuel con la fuerza pública. Nia Feng levantó la vista al cielo, pidió perdón a los dioses y después hizo lo impensable, volvió a convocar a su gigantesca ave y realizó un ataque en el Distrito Comercial. Los tres patriarcas se quedaron estáticos y asombrados, hacía siglos que nadie había realizado un acto hostil en ese lugar, ni siquiera se atrevieron a perseguir a Nia cuando huyó con su ahijada en sus brazos, los tres sintieron el miedo más profundo, un temor que nunca habían conocido, su instinto de supervivencia les dijo que no siguieran a esa mujer o tampoco volverían a ver la luz del día. Después de correr un par de calles, Nüwa volvió a encontrarse con Yngvar Hobbs, éste la veía con pesar. - ¿Qué has hecho Nia? Te has condenado... - Juré que protegería a mi ahijada y eso es precisamente lo que he hecho. - No así, el precio es demasiado alto... - Fue mi decisión, respétala y hónrala de la única manera que puedes hacerlo, vive por esa niña y asegúrate que sea una persona que sirva a su estado.
- Te lo juro. - Ahora vete, nadie sabemos lo que va a pasarme, si ni los patriarcas se atrevieron a seguirme es que debe ser algo muy malo, adiós Yngvar. - Adiós Nia. El antiguo FILO número dos se fue con la pequeña, en ese momento tres gigantescos sacerdotes encapuchados, uno con una sotana verde, otro con una sotana café y el último con una sotana naranja, llegaron por Nia, la miembro de la Armada Elemental aceptó su destino, cayó de rodillas, entrelazó sus manos y empezó a orar pidiendo a los tres Dioses clemencia por la salvación de su alma y la protección de su bebé recién nacida: Nhay. En ese momento desapareció con los tres enormes sacerdotes. Yngvar caminaba con la pequeña en brazos, debido a las lesiones que le habían ocasionado su hermano Lothar con la ayuda de su amigo Ragnar en la batalla en que perdió su espada sagrada Excalibur, sus ojos eran incapaces de crear lágrimas, pero lloraba por el sacrificio de Nia y Ambar, observaba con ternura a la niña. - Rhinna, esta es la última vez que escuchas tu verdadero nombre, tu madre y tu madrina abrazando la grandeza dieron la vida porque fueras educada para terminar con la opresión, por el contrario, yo soy un hombre que se dejó llevar por sus bajos sentimientos y que trató de matar a su propio hermano, la horrible e inservible criatura que soy ahora es mi castigo por eso, lo acepto, pero te juro que seré un mejor hombre, el mejor que dicte la moral, el buen juicio y el alma humana, dedicaré mi vida entera a educarte para que seas una buena persona, si logro que seas la mitad del
ser humano que fueron Ambar y Nia, habré tenido éxito y moriré en paz y tranquilo. Nadie jamás debe saber que existes, tu nombre quedará en el olvido, a partir de ahora te llamarás Rhiannon.
CAPÍTULO 1
PRIMEROS PASOS - .
Aureo Riazor pensaba en las espadas supremas, las armas más poderosas que existían, forjadas en los albores de la humanidad, los instrumentos de guerra creados por los primeros hombres para quitarse el tiránico yugo de sus amos: los gigantes que gobernaban la tierra. El gobernador del estado de los hielos conocía a todos los portadores, hombres con un poder de destrucción inimaginable, todos y cada uno de ellos, seres superiores. Reía recordando la revolución de los FILOS, un puñado de chiquillos inquietos que en sus sueños de libertad habían despertado la ira de sus gobernantes, los pobres ilusos creían que habían ganado su guerra, pero en realidad habían activado la cuenta regresiva de la bomba que causaría su exterminio total. Hasta su estado habían llegado las noticias de la caída de la Ciudadela, la capital más poderosa del país, finalmente en Arcadia habían alcanzado la libertad. Libertad... palabra vana pensaba el gobernador de Riazor, palabra que alentaba el corazón y la esperanza de los hombres pero que en realidad no tenía un sustento corroborable de que realmente existía, como la palabra amor... En cuatro mil años de existencia desde la extinción de los gigantes, los humanos no habían cambiado nada, seguían
siendo ganado, bestias cuidadas por sus amos. En el pasado habían sido siervos de los gigantes, hoy lo eran de los que se autodenominaban dioses, los llamados FILOS Divinos. Esos dioses modernos manejaban los hilos de los acontecimientos y manipulaban el destino de los hombres a su voluntad, algunas veces con mano de hierro, otras veces con misericordia, pero siempre viendo con desprecio y superioridad a los insectos que gobernaban. Hoy los dioses habían sido sacudidos, pero más que amedrentarlos, los rebeldes los habían despertado de su letargo, ahora esos pobres infelices probarían en carne propia la furia de esos monstruos y servirán de ejemplo para los demás, los hombres volverán a ver cuál es su lugar en este mundo: servir al poderoso. Aureo Riazor apoyaba las manos en una urna de cristal, lugar donde se encontraba guardada la legendaria "espada azul", Abigael, le gustaba guardarla por separado y no en su cuerpo, se veía hermosa e imponente en ese espacio iluminado, pero ahora la necesitaría, sabía que los rebeldes iban a tratar de conquistar el país entero y también tenía la certeza que no lo lograrían, el fracaso era su única opción. Sacó su espada suprema de la urna, al momento de tocarla sus manos se cubrieron de dos guantes blancos con símbolos azules, con la desaparición de Kukulcán, de todos los FILOS Divinos él era el más poderoso, pensaba ver la revolución desde lejos y divertirse con lo que iba a suceder, si lo consideraba necesario intervendría manejando los hilos del destino de acuerdo a sus intereses personales.
Sería interesante y digna de ver la guerra que se aproximaba, en el mejor de sus escenarios los rebeldes tenían como máximo un tres por ciento de probabilidades de éxito, sin embrago, con esa misma probabilidad los FILOS Divinos originales habían derrotado a los gigantes que gobernaban la tierra, nada estaba escrito, a menos que él interviniera... Roja, azul, púrpura, negra, blanca, verde, amarilla y gris, era curioso como el destino acomodaba las piezas de la vida, "la espada roja" fue la primer arma suprema y a partir de ella se crearon las espadas de colores, las espadas sagradas, las espadas del alfabeto antiguo y las espadas oscuras, sin embargo, desde la creación de los FILOS, Antares fue degradada a espada sagrada, esa arma era el máximo ejemplo de que nada ni nadie estará en la cima por siempre... También recordaba las armas supremas destruidas: las espadas rosa, naranja, café y magenta, instrumentos con un gran poder pero que vieron su fin gracias a la ambición de aquellos primeros hombres, una vez que derrotaron a sus amos, la guerra por el poder volvió a cimbrar el mundo. Tres por ciento de posibilidades de ganar... esa era la probabilidad más optimista de los rebeldes, claro, tomando en cuenta que Minos y Aries combatan a su lado y por supuesto, la recién descubierta guerrera portadora de la "espada verde": Amaterasu, una chiquilla con grandes capacidades, la máxima controladora del viento, pero todavía muy lejos del poder de los demás FILOS Divinos. Daba lo mismo lo que pasara con la revolución, de una u otra forma había terminado el eterno gobierno alterno de las familias De Grieff y Yaotl a través del FILO Divino que
históricamente siempre ha sido su gran rival: Kukulcán. Esta vez Aureo Riazor de manera unilateral decidiría quien sería el próximo Presidente del país, un monigote que manejaría a su completo antojo. El FILO Divino número doce observó por última vez su hermosa arma antes de guardarla en su cuerpo, tenía un muy leve destello azul, el color del cielo, del todo poderoso, mientras insertaba a Abigael en su espalda, pasaba revista mental de las demás armas supremas que todavía existían en la época moderna: roja, azul, púrpura, negra, blanca, verde, amarilla y gris...
Los miembros de la Armada Elemental miraban atónitos a quien se había presentado finalmente como su líder, Rhiannon caminaba segura de su autoridad hacia ellos, Izanagui y Lúgh la veían molestos, Izanami y Tian asombradas, Nüwa con desprecio, Susanoo tenía la mente en blanco, Tsukuyomi, Dagda y Balar sonreían. Rhiannon vestía como guerrera, falda larga con abertura lateral hasta encima de la rodilla, blusa ajustada, mayas y botas, todo de la tela especial de combate elaborada por Ganesh, también portaba los guantes blancos con símbolos en azul que la distinguían como el FILO Divino número ocho, en el guante derecho se distinguía el símbolo:
Y en el guante izquierdo se mostraba el símbolo:
Se dirigió directamente al Regente del Distrito Comercial. - Buenas tardes, Izanagui, finalmente he venido como te lo había prometido, es tiempo de que la Armada Elemental pelee. Izanagui se recuperó de la sorpresa inicial y saludó cortésmente a la llamada a ser su líder. - Hola, Amaterasu, finalmente decidiste aparecerte... ¿ya saben tus compañeros de armas quien eres en realidad? - Por supuesto que lo saben, de otra manera no estaría aquí. Nüwa cortó inmediatamente la plática de sus líderes para reclamar a Rhiannon. - ¿Con qué derecho vienes a exigir nuestra incorporación a tu lucha si nunca has estado con nosotros? - Siempre he estado con ustedes, Nhay, somos compañeros y protectores de la principal escuela superior del Tercer Distrito, además, tengo una estrecha comunicación con Sigger y Ana.
Todos voltearon a ver a Izanagui, nadie sabía de sus pláticas con Amaterasu, el Regente del Distrito Comercial no le dio importancia al asunto. - Así es, pero no hablamos desde que estalló el conflicto. - Aun así. – Nüwa seguía a la defensiva, en su mirada se notaba que no soportaba a Rhiannon –. Tú nunca te has mostrado como lo que eres. - ¿Y quién de ustedes lo ha hecho, Nhay? – preguntó Rhiannon mirando fijamente a su compañera –. Dime por favor, ¿quién sabe que tú te haces llamar Nüwa y cuál es tu poder? El de Tristán, el de Isolda o el de cualquier otro... - Nadie lo sabe – respondió Nüwa retadoramente –, somos un grupo oculto... - Ahí tienes tu respuesta, yo tampoco tenía por qué mostrarme. - Pero ni siquiera lo hacías con nosotros, nunca has venido a nuestras reuniones... - Todos ustedes sabían quién era yo, no venía a las reuniones porque no tenía caso, no había nada relevante que tratar, los asuntos del distrito eran arreglados por Erikksson, Ragnar, Izanami y Athena, no era necesaria la presencia de la Armada Elemental. Pero ahora es distinto, estamos en guerra y vamos a pelear. - Posiblemente tengamos que hacerlo, pero no por quien tú decidas, yo jamás pelearé a tu lado. Finalmente Troy Hobbs reprendió a Nhay.
- ¿Qué sucede contigo, Nüwa? Hace un momento estabas a muerte defendiendo la decisión del líder provisional. ¿Y ahora que se presenta el definitivo te niegas a cooperar? Nüwa enfrentó a Tsukuyomi. - Tú menos que nadie tienes derecho a darme sermones, eres el primero en retar la autoridad de tus superiores si las órdenes no van de acuerdo a tus intereses, vamos a decir que estoy de acuerdo con tu política, me niego a participar. - ¿Cuál es el problema aquí? – preguntó Rhiannon a Fausto Yaotl mientras acariciaba la cabeza del pitbull de Lúgh. - Antes de que llegaras estábamos discutiendo la participación de la Armada en el conflicto – respondió el guerrero también conocido como Balar –. Lúgh, Izanagui, Izanami, Susanoo, Tian y Nüwa están a favor de entregar el gobierno de la Ciudadela a Aureo Riazor, los demás estamos con los rebeldes. Amaterasu se acercó a Lúgh. - ¿Es cierto eso, Edgar? - Sí – respondió el líder provisional de la Armada Elemental –, creemos que es la mejor opción para salvaguardar la transición del poder y el bienestar de Arcadia. - Escuchen bien esto – dijo Amaterasu señalando a todos los presentes –, Aureo Riazor jamás pondrá un pie en la Ciudadela, eso se los puedo jurar, ese tipo jamás gobernará algo más que su Estado. - ¿Qué tienes contra él? – preguntó Lúgh.
- Ese tipo es peligroso, Edgar, tanto como su desquiciado hermano menor. - Mi padre puede hacerse cargo entonces – sugirió Tristán Nisser, el guerrero también llamado Susanoo. Sigger sonrió, ese era el momento que estaba esperando, su inclusión como un posible candidato a gobernar Arcadia, pero Rhiannon inmediatamente le borró la sonrisa. - Eso no pasará nunca, no tiene el peso político ni el apoyo para hacerlo, aquí mismo está por debajo jerárquicamente de Lúgh y de mí. La respuesta de Amaterasu enfureció a Izanami. - ¿Estás diciendo que mi esposo está por debajo de ese inútil de Isaac Erikksson? - Muy por debajo, Ana, Erikksson se ganó por méritos propios su puesto como gobernador interino, él peleó con nosotros mientras tu marido ocultaba nuestras conversaciones a los demás. - ¿De qué hablaban? – preguntó Dagda. - Eso ya no importa, Siege, voy a ser muy clara con todos aquí, la Ciudadela ha caído, los habitantes de los pisos superiores ahora son criminales de guerra y como tales serán cazados, ya no existen las obligaciones de los grupos de guerreros que ellos formaron, yo pertenezco al grupo de los rebeldes y la política de nuestro líder, Escorpión, es el libre albedrío, por lo tanto, los miembros de la Armada Elemental pueden hacer lo que les venga en gana, quien desee unirse al movimiento de regeneración
nacional es bienvenido, los demás pueden actuar como sus conciencias, principios, ambiciones, rencores o supuestos líderes se los indiquen. Nüwa seguía increpando a Rhiannon. - No tienes que decirlo para que así lo hagamos. Amaterasu no hizo caso del comentario de Nüwa, continuó con su advertencia. - Sólo quiero que estén conscientes de tres cosas: uno, la Armada Elemental quedará expuesta, todos sabrán de ella y de sus integrantes; dos, aunque somos compañeros no me une a ninguno de ustedes vínculo alguno más que la simple empatía, si me toca combatirlos los mataré; y tres, cualquier acción que realicen contra los intereses del movimiento será considerado un acto contra el nuevo gobierno y serán castigados de acuerdo a la magnitud de su falta. Isolda Nemhain que hasta ahora no había hablado preguntó a Rhiannon. - ¿Nos estás amenazando, Amaterasu? - Si, Tian, será mejor que lo tomen como una amenaza – le respondió Rhiannon viendo a los ojos a todos los inconformes. En ese momento Nüwa invocó a su gran ave, el Peng, la gigantesca bestia sólo esperaba la orden de su ama para atacar. - No te temo, puedo enfrentarte cuando quieras.
Rhiannon señaló a su compañera. - ¡No seas estúpida, Nhay! Bien sabes que no puedes cometer un acto de agresión en este lugar. El enorme pájaro desapareció, una lágrima salía de los ojos de Nüwa. - Lo sé, maldita, así murió mi madre por protegerte... - Sé que me culpas por lo de tu madre, pero eso es algo que ella decidió, no es que yo se lo pidiera, sé que le debo a tu madre mi vida, pero a ti no te debo nada, si quieres una pelea conmigo ven a verme a nuestra escuela en el Tercer Distrito, ahí establecimos nuestra base los rebeldes, entonces vas a ver lo insignificante que eres comparada conmigo. Susanoo finalmente también entró en la discusión. - Vaya, ustedes los FILOS Divinos sí que se creen la gran cosa, los habitantes de los pisos superiores se creen dioses, los demás también... ¿por qué tú no? ¿Verdad? - No creo que seamos dioses, Tristán, pero sí los guerreros más poderosos que existen, ninguno de ustedes es capaz de derrotar a un FILO Divino en un combate uno contra uno, sinceramente espero que si dudan de mi palabra antes de enfrentarme prueben con Odín, Zeus o Budha, no quiero matar a ninguno de ustedes, pero si debo hacerlo, lo haré. Finalmente Siege Hobbs terminó la discusión. - Vámonos, Rhiannon, no tiene caso seguir discutiendo. – Después volteó a ver a Izanagui, Izanami, Susanoo, Nüwa
y Tian –. Sólo recuerden, amigos, que el Cinturón está a favor del cambio propuesto por los rebeldes, si ustedes eligen un bando que vaya en contra de los tratados establecidos, serán destruidos. Izanagui finalmente trató de calmar los ánimos. - Cada quien hará lo que deba hacer o mejor dicho, lo que crea que es lo correcto, eso ya quedó establecido, ahora la cuestión es que estamos todos completos y Amaterasu está aquí. – Sigger Nisser señaló a la portadora de "la espada verde" –. ¿Liberarás nuestras espadas? Rhiannon volteó a ver a Siege, Troy y Fausto, los tres le indicaron que lo hiciera. - A eso vine, Sigger, a liberar las espadas de la Armada Elemental, las espadas Katana. ¿Están todos de acuerdo? Por primera y seguramente única ocasión estuvieron todos de acuerdo, serían liberadas las espadas que los FILOS Divinos habían forjado para ese nuevo grupo y que nunca habían sido utilizadas porque el requisito para su entrega era que la Armada Elemental estuviera completa y su líder, Amaterasu, las liberara. Todos entraron en una habitación oculta del edificio de gobierno del Distrito Comercial, era er a un cuarto vacío con un monolito en el centro, en éste se distinguía la figura de una espada, Amaterasu extrajo su arma suprema la cual surgió empezando por la punta de la hoja de su mano derecha, sus ojos se habían tornado verde brillante, sus pupilas desaparecieron y en su lugar se formó el símbolo de su guante derecho y en su cuello apareció el tatuaje de su
guante izquierdo, la espada emitía un leve tono verde. En ese momento Rhiannon inició el ritual. - Soy el FILO Divino número ocho, portadora de la espada suprema Kusanagui-no-tsurugui, "la espada verde", mi nombre es Amaterasu, por el poder que me fue conferido, reclamo mi lugar como la líder de la Armada Elemental y libero las espadas Katana. Acto seguido, Amaterasu colocó su espada divina en el monolito, los restantes nueve miembros de la armada elemental liberaron su energía y mencionaron las palabras pa labras finales. Inició Edgar De Grieff. - Mi nombre es Lúgh, amo del Baphometh, acepto la espada y ofrezco mi lealtad a mi líder. Siguió Siege Hobbs. - Mi nombre es Dagda, controlador de la fusión del agua, acepto la espada y ofrezco mi lealtad a mi líder. Tocó el turno de Tristán Nisser. - Mi nombre es Susanoo, controlador de tres elementos, acepto la espada y ofrezco mi lealtad a mi líder. Continuó, Troy Hobbs. - Mi nombre es Tsukuyomi, señor de la noche y la oscuridad, acepto la espada y ofrezco mi lealtad a mi líder. Nhay Feng tomó la palabra. - Mi nombre es Nüwa, ama de las grandes aves, acepto la espada y ofrezco mi lealtad a mi líder.
Fausto Yaotl dio un paso al frente. - Mi nombre es Balar, tengo los ojos que todo lo observan, acepto la espada y ofrezco mi lealtad a mi líder. Sigger Nisser recitó sus palabras. - Mi nombre es Izanagui, señor de los dragones orientales, acepto la espada y ofrezco mi lealtad a mi líder. Ana Arianrod habló después de su esposo. - Mi nombre es Izanami, soy quien controla a las bestias híbridas orientales, acepto la espada y ofrezco mi lealtad a mi líder. Terminó el ritual Isolda Nemhain. - Mi nombre es Tian, líder de las criaturas cardinales, acepto la espada y ofrezco mi lealtad a mi líder. En ese momento surgió una urna de la tierra con nueve espadas curveadas, en la hoja de cada una de ellas estaba escrito el nombre de su dueño, cada guerrero tomó su espada y el ritual concluyó, los miembros de la Armada Elemental decidieron darse la mano y despedirse amigablemente, tenían todo el futuro por delante para enfrentarse si sus caminos y objetivos se cruzaban. Amaterasu, Dagda, Tsukuyomi y Balar se retiraron, mientras lo hacían, los miembros restantes de la Armada Elemental decidían su próximo movimiento. - ¿Qué opinas Edgar? – Sigger Nisser deseaba saber la opinión del miembro más poderoso de la Armada
Elemental, hijo del actual Aries y de una Yaotl de la principal línea guerrera de ese Clan. - No lo sé, para serte sincero todavía no estoy convencido del todo con ninguna de las dos propuestas. - ¿Entonces por qué me has estado apoyando? - Creo que para ir en contra de Fausto, siempre hemos sido así... ¿deseas que me retire para que puedan platicar cómodamente? - No es necesario, confío en ti y en que harás lo correcto, creo que lo mejor es que nos reunamos con Aureo Riazor y planear conjuntamente nuestra estrategia, estás invitado a acompañarnos, si no te convence su plan sé que harás lo que más convenga a Arcadia. - Te lo agradezco, amigo, te acompañaré a ver al Gobernador de Riazor, me interesa oír a todas las voces del conflicto. - Aureo Riazor es un patriota que está interesado en el bienestar de Arcadia y de todo el país, se negó a apoyar a los habitantes de los pisos superiores a sabiendas de lo que eso implicaba, no teme a las amenazas y es un buen gobernante, creo que es la mejor opción no sólo para Arcadia, sino para todo Boleria, es tiempo de que termine la era de Kukulcán. Edgar de Grieff no contestó, sabía que el próximo gobernante sería un miembro de su familia paterna, en esos momentos su cabeza era una maraña de ideas y realmente no sabía que hacer, pensó en no sólo hablar con Aureo Riazor, lo haría con todos los involucrados en ese
conflicto, hablaría con Escorpión, con su tío el Arcángel Miguel y con su padre: el guerrero de Aries.
Los rebeldes habían establecido su base de operaciones en la principal escuela superior del Tercer Distrito, tenían mucho por hacer pero aún no contaban un plan concreto, el golpe para su causa tras la pérdida de tantos compañeros en el asalto a la Ciudadela fue devastador. Cross se encontraba en el pequeño hospital de la escuela, lo habían acondicionado con todos los elementos de última tecnología y los mejores especialistas para tratar a sus compañeros, estaba sentado al lado de la cama donde descansaba el cuerpo en estado de coma de Caris, aunque no respondía ni se notaba ninguna mejora, el portador de Antares estaba agradecido de que seguía viva, no se había separado ni un momento de su lado, estaba al pendiente de cualquier cambio en su condición. Pensaba en ese funesto día, Leviatán estaba muriendo y pedía su espada oscura Thyrfing, él la había tomado y se disponía a matar al Gobernador de Arcadia cuando éste en un último esfuerzo le habló. ***** - Detente, Escorpión, no lo hagas si quieres salvar a tu amiga. – A Leviatán le era imposible mover su corazón, latía con tal fuerza que parecía que se le saldría del pecho en cualquier momento. - ¿De qué demonios estás hablando? – Cross temblaba a causa de la furia que sentía en ese momento.
- Ya te lo dije, ella lo dio todo por ti, mi gente me dejó atrás y aún sigo vivo, esa chica no merece morir. La mirada de Escorpión pasó de la ira a la esperanza. - ¿Qué quieres que haga? - Acércame a la chica y entrégame a Thyrfing. - ¡No! – dijo Athena poniéndose por delante de Michelle y el cuerpo caído de Caris. - Es su decisión – masculló Leviatán –. Yo ya estoy muriendo, no me queda tiempo, si no quieren salvar a su amiga tampoco es que me importe mucho... Cross inmediatamente hizo a un lado a Athena y le quitó de los brazos a Michelle el cuerpo inerte de Caris, la Arcángel ni siquiera reclamó, sólo se quedó sentada de rodillas y con la mirada perdida, Escorpión colocó el cuerpo de Kharynna junto al de Leviatán y después se dispuso a entregarle la espada, Elektra lo detuvo poniéndole la mano en el pecho. Cross, tomó la extremidad de su compañera. - Tranquila. - No confío en él – le comentó Elektra señalando al moribundo Gobernador de Arcadia. - Yo tampoco – le respondió Escorpión, en su voz había angustia y esperanza –, pero Caris ya está prácticamente muerta, su corazón en cualquier momento dejará de latir, no tenemos nada que perder. - ¿Y si nos está entrampando y escapa?
- Lo encontraré a donde vaya y lo mataré, pero ten por seguro que agotaré cualquier opción que signifique el poder salvar a Caris. Athena finalmente aceptó, aunque no confiaba en Leviatán sabía que no había otra opción de salvar a Caris. El moribundo Gobernador de Arcadia tomó su arma, encendió su energía y tocó a Caribdis en el pecho, después concentró su energía en la espada, nada sucedió. - No es suficiente, ya no tengo fuerza ni energía, necesito sangre sana. Cross sin pensarlo un momento ofreció su brazo derecho a Leviatán, Elektra nuevamente lo detuvo. - Eso no, una cosa es que Leviatán escape y otra que te mate... Escorpión tomó el brazo de Athena y lo apretó con fuerza desmedida, ésta lo soltó, las palabras de Cross no admitían réplica. - Salvaré a Caris, no importa el precio a pagar, aunque sea mi vida por una pequeña esperanza, lo pagaré. En ese momento Athena intentó tomar la espada Thyrfing por la hoja con su mano izquierda para dar su sangre por la salvación de Caris pero Escorpión se dio cuenta a tiempo y se lo impidió levantándola en el último instante y girando con ella, en ese momento Elektra gritó: "¡No!" , cuando el portador de Antares volteó ya era demasiado tarde, Michelle había enterrado su cuerpo en la espada, tanto Cross como Elektra inmediatamente fueron por ella, el
arma se había encajado en su hombro derecho, lo único que la Arcángel mencionaba era un sentido "lo siento" . - Niña estúpida – le espetó Leviatán. En ese momento el FILO Oscuro activó su energía al máximo, Cross y Elektra se fueron de espaldas por el poder que los golpeó, cuando se incorporaron vieron a Leviatán de pie y con el inerte cuerpo de Michelle en los brazos. - Esta niña es una idiota, al igual que todos ustedes. – Arrojó el cuerpo de Pariel a Cross, observó cómo el FILO número siete mientras la cargaba le tomaba el pulso para corroborar que estaba viva, la preocupación por el bienestar de la Arcángel de ese chico era evidente, el portador de la "espada maldita" sintió asco de sí mismo y se despidió –. Si yo hubiera tenido tan sólo un amigo como ustedes, no habría sido la clase de porquería de ser humano que ahora soy, Caribdis no está muerta por ahora pero depende de ella su salvación, si quiere vivir lo logrará. En ese momento el cuerpo del depuesto Gobernador de Arcadia explotó como un globo con agua, lo único que quedó de Leviatán fueron su espada oscura y su guante de poder, Cross cargaba con el cuerpo inconsciente de Michelle en sus brazos, estaba agotada por el sacrificio que había hecho pero se recuperaría. Athena fue a ver a Caris, revisó sus signos vitales y comenzó a llorar. - ¡Su corazón está latiendo normalmente! ***** Cross en el hospital no prestaba atención en lo que sucedía a su alrededor, sabía que Michelle y Elektra estaban
devastadas por la muerte de los gemelos, pero ya nada se podía hacer por ellos, ahora toda su atención debía centrarse en Caris y su recuperación. Mientras revisaba en el monitor el estado de Caris, como lo hacía cada diez minutos, pensaba en Christina y su horrible muerte a manos de su propio padre, de como él nuevamente le había fallado, la había abandonado una y otra vez, eso propició que la portadora de Draconis se perdiera en la oscuridad y muriera de la peor forma posible. No podía dejar de reprocharse el no haberla encontrado a tiempo en el estado de Levit, él debió convertirse en un monstruo para encontrarla, pensaba que debió haber torturado y matado a quien fuera necesario para saber su paradero, así la habría salvado. A su mente llegaban los sucesos en la batalla de la Ciudadela, los buenos habían caído y los malos habían huido, sin duda una derrota total para su causa, se recriminó sus estúpidos valores al tiempo que juró no volverse a contener, no pensaba darles cuartel a sus enemigos, a ninguno le daría la oportunidad de rendirse para volver a pelear en otra ocasión, los exterminaría a todos. También se reprochaba el no haber sido lo suficientemente fuerte para proteger a la hija de Argento Riazor, nadie lo sabía, pero su arma era tan poderosa como Draconis o Scylla, estaba viva y trataba de controlarlo a cambio de entregarle su poder, Escorpión había ganado el duelo psíquico por su mente y mantenía el control total del arma, pero el resultado de ese encuentro de voluntades había sido que Antares se había rehusado a mostrarle todos sus
secretos, Cross los estaba extrayendo poco a poco, de esa manera tampoco tuvo el poder de salvar a Christina... Seguía en sus pensamientos cuando escuchó un estruendo en el hospital, venía de los pisos inferiores, inmediatamente fue a ver que sucedía, bajó al primer nivel y vio un boquete en el muro, a unos metros ya afuera del hospital Connor caminaba arrastrando los pies, sólo vestía un pantalón del hospital, estaba enloquecido y parecía que quería atacar a Drake y Brach que trataban de calmarlo. - ¡Que me dejen en paz les digo! Si se ponen en mi camino los mataré... ¡los mataré a todos! Brach y Drake habían detenido a Connor con viento, lo tenían inutilizado y éste se revolvía furioso, Libra trataba de hacerlo entrar en razón. - Tranquilízate, Connor, estás todavía muy débil, tu salud aun peligra, cuando te recuperes podrás hacer lo que quieras, pero ahora no te voy a dejar ir. En la mano derecha de Connor se empezó a formar su guante de poder, sus ojos cambiaron a color oro claro. - Entonces los mataré a los dos... - Si puedes hacerlo, hazlo, amigo – le respondió el guerrero del séptimo Círculo del Zodiaco –, ahora no eres más que un enfermo, estás a punto de desmayarte... En un segundo Cross llegó hasta el lugar y les gritó a sus compañeros: - ¡Déjenlo!
Brach y Drake cesaron en su ataque de viento, los ojos de Connor volvieron a su color café natural, cayó de rodillas pero se dispuso a levantarse y seguir su camino, Cross trató de auxiliarlo a incorporarse, Brahma violentamente rechazó su ayuda. - ¿También piensas detenerme? - No, amigo – le respondió Cross al tiempo que lo volvió a tomar del brazo para ayudarlo a incorporarse –, me imagino que ya sabes lo de Selene... - Si – esta vez Connor dejó que Escorpión lo ayudara a levantarse, Libra tenía razón, estaba a punto de desplomarse –, voy a buscarla. - Está bien, voy contigo. - ¿Qué dices? – Connor jamás se esperó esa respuesta, no de Cross. - Que voy contigo, lo único que sabemos es que Hades se la llevó, dejó una nota en el suelo diciendo que su venganza apenas iniciaba, dime amigo... ¿por dónde comenzamos la búsqueda? A Connor le empezaron a fallar las piernas, se recargó en Drake que ya se había acercado junto con Brach. - No... sé... ahora apenas puedo caminar, generalmente nunca pediría ayuda, pero es Selene, pensaba irme con Cas, él nunca me detendría... Una lágrima brotó de los ojos de Cross.
- Amigo, Cástor y Póllux murieron en el asalto a la Ciudadela. Las piernas de Connor terminaron por fallarle, Drake lo sostuvo, el portador de Ammavaru entre sollozos se lamentaba. - No, ellos no, los gemelos no... ¿Qué voy a hacer, Cross? Antes de que Escorpión pudiera contestar, Geedy, que también se encontraba en el hospital se aproximó. - No sé qué vayas a hacer, pero la famosa telaraña de información e investigación de Arlés es mía, yo la formé, además, Pariel y Ganesh han puesto todos sus recursos a mi disposición, te juro que Selene es nuestra principal prioridad, aún no existe persona a la que no pueda localizar, Hades es un FILO Oscuro, ten por seguro que lo encontraré, incluso Quantum y Ceo están al frente de la búsqueda, tú recupérate, si la encuentro antes, inmediatamente te avisaré, si todavía no la encuentro cuando te recuperes, tú estarás al frente de la búsqueda, pero sólo hasta que estés en condiciones de protegerla, en ese estado no puedes ayudarla. Cross ayudó a Drake a sostener a Connor. - Geedy tiene razón, amigo, yo haré lo que tú me digas, pero así no puedes hacer nada por Selene, estoy seguro que pronto tendremos noticias de Hades, como ya lo dijo, su venganza apenas inicia y tú eres su principal objetivo. - ¿Y si mata a Selene? – Connor temblaba sólo de pensar en el daño que Sigmund pudiera hacerle a su compañera.
- Ya lo hubiera hecho – le respondió Cross –, sus intenciones son otras. Connor no dijo más y se dejó llevar por Gea de regreso al hospital acompañados de Geedy y Drake, Cross se quedó con Brach. - ¿Cómo van las cosas, amigo? – preguntó el portador de Antares consciente de que se había desconectado del movimiento. - La verdad, mal – Libra hizo una mueca de preocupación –, aunque ganamos la batalla de la Ciudadela y controlamos Arcadia el ánimo está por los suelos, todos hemos perdido a personas a las que queríamos en esta guerra, el único que ha seguido trabajando sin descanso es Fenrir. - No me extraña... ¿qué tan mal están las cosas? - Los miembros del Círculo estamos desganados y desunidos por la muerte de los gemelos y la traición de Capricornio, los ejércitos de los Jueces ya no existen, como bien sabes Rhiannon es un FILO Divino y se fue a ver a la llamada Armada Elemental para unirla al movimiento; Connor, Nergal, Seth y Horus están en terapia intensiva, Ragnar se fue sin avisar y su paradero es desconocido, Astrid es una sombra andante, nadie ha visto a Michelle, Elektra sigue encerrada y sin hablar con nadie, y tú..., no te has despegado de la habitación de Caris. Nadie hace caso de nadie, estamos jodidos. Te necesitamos, amigo. En ese instante Cross entendió que no podía seguir así, todo el día al pendiente de Caris y lamentándose por la muerte de Christina, para bien o para mal él había sido
elegido el líder de la resistencia y el ejemplo empezaba por su persona, si estaba encerrado, triste y deprimido los demás no verían la razón de hacer algo diferente. - Lo siento, amigo – Cross se sentía realmente avergonzado de haber dejado de lado el movimiento por cuestiones egoístas. - Nadie puede culparte, tú eres quien más ha perdido... - Todos hemos perdido, pero hay que levantarnos, ¿en dónde están los demás? - Iban a tener una reunión en la sala de juntas en el edificio de gobierno de la escuela. - En un rato te veo por allá. - Bien. – Brachium sonrió, eso era lo que necesitaban, un líder fuerte, incluso él ahora se sentía con más ánimos, fue a la sala de juntas donde Fenrir debía estar reunido con los Jueces del Quinto Distrito y la Delegada Cáncer. Cross llegó a la habitación de Caris, su estado no había cambiado, se encontraba en un profundo sueño, se veía como siempre, hermosa, pero además se le veía tranquila y en paz, Escorpión acarició su rostro y la besó en los labios, le susurró al oído. - Espero que pronto te recuperes y regreses con nosotros, mi dulce niña tímida, los demás me necesitan pero seguiré al pendiente de ti. Te amo.
Fenrir platicaba con Cáncer, Thor, Isis, Amaterasu y Minos sobre los sucesos recientes, debían establecer inmediatamente una estrategia para la continuación del proyecto de liberación. - Por fin hemos logrado establecer el control del edificio principal de la Ciudadela y la zona militar – recapitulaba Fenrir –, Isaac Erikksson gobierna desde los pisos inferiores, el ejército finalmente ha jurado lealtad al movimiento y se ha empezado el programa de reconstrucción del lugar con la ayuda del Quinto Distrito. Lisa Rhea ha sido nombrada responsable de ese distrito, el Consejo de Gobierno del Cinturón ha sido de gran ayuda, han ascendido a Jasput Abrahams como Supremo Comandante del ejército del estado. - Entonces ahora tenemos que iniciar la cacería de los FILOS Divinos – propuso Thor –, mientras estén libres todos peligramos. - El principal problema es ubicarlos – señaló Fenrir –, sabemos que deben ser doce y que son los máximos controladores de su elemento, pero nadie tiene una idea siquiera de quienes son. - Tenemos la suerte de contar con el apoyo de uno, el número ocho: Amaterasu. – Isis volteó a ver a Rhiannon –. Por lo que nos has dicho ustedes pueden sentir cuando el portador de una espada suprema está cerca, pero únicamente lo pueden identificar si libera su poder, tenemos la seguridad de que Zeus y Budha son FILOS Divinos, los máximos controladores de la electricidad y la tierra, seguramente Odín también lo es, Escorpión nos contó que congeló de un movimiento el fuego ácido del dragón oscuro.
Rhiannon asintió, Minos por su parte no dejaba de ver a la Delegada del Primer Distrito. - Debemos ser cuidadosos con lo que se viene encima, los Patriarcas y sus protectores han huido a sus respectivas provincias, allá son más peligrosos todavía que en el edificio de la Ciudadela, debemos tomar estado por estado, aunque ganamos la confrontación por el control de Arcadia en realidad perdimos la batalla, sufrimos una baja excesiva de guerreros élite y ellos apenas perdieron a dos Atlantes de Poseidón y a Leviatán, no se puede repetir lo que pasó en la Ciudadela. - Minos tiene razón – Fenrir todavía no digería del todo las bajas sufridas en la batalla por el control de la Ciudadela, aunque no lo admitía abiertamente sabía que su impecable estrategia había fallado –, nosotros perdimos a Hypnos, Thánatos, Neptuno, Ra, Sejmet, Iamí, Aita, Hela, Mimir, Dagr, Bragi, Forseti, Alberich, a Eloise De Grieff, a Lilith que había aceptado unirse a la causa y a los gemelos, diecisiete guerreros irremplazables. - A eso súmale que Caribdis está en coma – comentó Amaterasu –, Brahma, Nergal Seth y Horus en terapia intensiva, Ragnar y Pariel desaparecidos, Athena y Freya no hablan con nadie y nuestro líder no se ha despegado del hospital. - A ese punto quería llegar... – dijo Thor –. ¿Es conveniente que Escorpión siga siendo el líder del movimiento? Todos se voltearon a ver, desde hace días se hacían la misma pregunta, Amaterasu tomó la palabra.
- Desgraciadamente Thor tiene razón, lo principal es el movimiento, como su amiga apoyo a Escorpión, pero como la representante de la Armada Elemental sé que no es un buen líder, antepone sus problemas personales a los de la causa. - ¿Cómo cuáles? – Se escuchó una voz, todos voltearon, era libra. - Como que estuvo dispuesto a sacrificar el movimiento por una sola persona – le respondió Isis. - Eso no es cierto – repuso el miembro del Círculo del Zodiaco –, simplemente se hizo a un lado. - Por su culpa nos íbamos a matar entre nosotros... – Isis insistía en culpar a Cross de los lamentables hechos ocurridos en la Ciudadela. - Ese siempre ha sido tu problema, Nefert – Brachium reprendía a su compañera –, culpas a los demás de tus fallos, el problema de lo que iba a suceder entre nosotros fue por culpa de nosotros y de nadie más, tú fuiste la primera en lanzar un golpe, deberías estar avergonzada de tu comportamiento. - ¡Tú no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer! – le gritó Isis a Libra. - Está bien – dijo en un tono conciliador el protector del séptimo Circulo del Zodiaco tratando de calmar los ánimos –, vamos a decir que Escorpión ya no puede ser el líder, ahora díganme... ¿quién va a ocupar su lugar? Yo creo que el más apto de los presentes es Fenrir y ya demostró que no puede controlarnos... ¿alguien más?
- Puede ser Thor – propuso Isis. - Yo me inclino más por Minos – comentó Cáncer –, todos lo respetamos y es el guerrero más fuerte, los integrantes del Círculo lo seguirán. - ¿Y qué me dices de Aries? – preguntó Minos que tampoco deseaba ser el mandamás del movimiento, tenía otra misión oculta que interferiría con la revolución –. Él puede ser nuestro líder. - El caso de mi primo es el mismo que el de Cross – respondió Cáncer –, además, ya tiene suficientes problemas con el Círculo y en el estado que gobierna tiene serios opositores, no podemos permitirnos perder Hamal, descártenlo. - Brach también es un justo candidato – Minos insistía en buscar otros candidatos a dirigir el movimiento –, eres respetado en la Ciudadela, en el Quinto Distrito y en los distritos exteriores, todos sabemos que eres un líder natural. - Una cosa es el respeto y otra el que me sigan – comentó Libra –, apenas hace un momento Brahma quería arrancarme la cabeza y no pude manejar la situación, Cross sí, yo no estoy diciendo que sea un buen líder, pero es al único que todos seguimos, si él hubiera estado presente en la discusión con Athena y Pariel y la situación hubiera sido con otro miembro de la resistencia, ésta no hubiera sucedido, Cross hubiera encontrado la manera de resolverlo y todos habríamos estado de acuerdo con él, no sé cómo lo hace pero nos convence a todos, que mejor muestra de su poder de convencimiento que la rendición del ejército de los pisos inferiores de la Ciudadela y el
apoyo del Cinturón, todos aquí sabemos que la victoria del movimiento fue de Escorpión, los que cargamos con la derrota en la zona militar fuimos nosotros que no logramos ser capaces de proteger a nuestros compañeros. Por lo demás no se preocupen, para eso está Fenrir, los dos se complementan bien. Arlés no pudo reprimir una mirada de furia hacia Libra, sin decirlo le estaba echando en cara el malogrado triunfo en la zona militar, el FILO número diez sabía que algunos de sus compañeros lo culpaban de la pérdida de más de la mitad de los guerreros élite en esa batalla, de él había sido la estrategia para tomar la Ciudadela, sintió asco por todos ellos, era fácil lanzar culpas pero nadie tenía las entrañas de tomar decisiones difíciles, prefirió no polemizar en el tema y canalizarse en los problemas actuales, no importaba quien tuviera el liderazgo del movimiento, él seguiría al frente y sería el verdadero dirigente tras las sombras, la única persona peligrosa en ese lugar era la Delegada Cáncer, sólo debía asegurarse que ella no fuera la elegida. - Estoy de acuerdo con los demás, Brach, Cross no es ningún adicto al poder, puedo trabajar igual de bien con él aunque no sea el líder, alguien más deberá asumir el mando y su entrega al movimiento deberá ser total. - ¿Y qué me dicen del Cinturón? – Libra insistía que Cross debía continuar al mando –. No creo que Siege Hobbs preste atención a alguien más con el interés, respeto y paciencia con la que escucha a Cross, en estas situaciones los detalles más pequeños pueden terminar en una ruptura que terminaría con un enfrentamiento con la parte media del edificio de la Ciudadela, ahora no podemos permitir que eso suceda.
- Vuelvo a lo mismo – rearguyó Arlés –, Cross no dejará de hablar con Siege Hobbs por el hecho de ya no ser el líder, puedo asegurarles que Escorpión hará su parte, alguien más deberá ser el líder, yo me decanto por Cáncer o por Minos. Fenrir ya tenía bien establecida su estrategia, apoyaría a la Delegada del Primer Distrito y sin que los demás se dieran cuenta los presionaría para desestimarla como su dirigente. - Creo que su punto quedó bien establecido – comentó Isis pensando en Escorpión y su inminente destitución –, pero... ¿está bien que nosotros decidamos lo que vamos a hacer sin la presencia de nuestro líder? - No Isis, eso no está bien. – Escorpión estaba entrando en la sala de reuniones –. Lamento todas las fallas que he tenido y agradezco su paciencia y confianza, ustedes son los principales representantes de todos los guerreros que conforman la resistencia, si consideran que no puedo seguir siendo el líder no hay problema, ayudaré igual desde donde consideren que puedo ser de más utilidad, la causa es lo primero. - ¿Alguna recomendación para sustituirte? – preguntó Cáncer. - Brach – respondió Cross de inmediato sin pensarlo ni un segundo. Arlés sonrió, sabía que Cross nunca elegiría a la Delegada del Primer Distrito como la dirigente del movimiento, aunque era muy inteligente ya había demostrado que en los momentos difíciles también era visceral.
- Olvídalo, amigo – Libra se auto descartó de inmediato –, yo te sigo a ti, si tú no eres el líder me da lo mismo quien sea, personalmente prefiero a mi hermano... - Thor no conoce lo suficiente a todos los rebeldes para dirigirlos, creo que Cáncer o Minos tienen más peso en este momento – Cross observaba a los dos guerreros, la edad también jugaba a su favor, el líder debía ser alguien experimentado a quien todos respetaran, Thor así lo entendió y no puso objeciones –, me decanto a favor de Minos, Cáncer debe cuidar de sus hermanos del Círculo. - Escorpión tiene razón – comentó Cáncer –, apoyo a Minos. - Yo también. – dijo Thor de inmediato, el Juez del territorio Norte del Quinto Distrito siempre había respetado a su homólogo del Sur. - Que sea Minos entonces... – terció Amaterasu. - Eso es todo – concluyó Fenrir –, antes de hablar con los demás para informales que ahora Minos es nuestro líder, debemos planear la caída de los Patriarcas, es importantísimo saber quiénes son los llamados FILOS Divinos…
- Tenemos la identidad de por lo menos la mitad – dijo Cross. - ¿Cuál mitad? – preguntó Isis – Solo sabemos que los Patriarcas de las familias Brunn, Riazor y Shmuel son FILOS Divinos…
- Es por demás lógico que los Patriarcas de las familias Hobbs, Yaotl y De Grieff también son FILOS Divinos – concluyó Cross. - Thore, Miguel y Aries – dijo Thor, estaba de acuerdo con Escorpión. - No podemos dar eso por sentado, Cross – dijo Rhiannon –. Yo soy la representante de los Hobbs, no necesariamente Aries y Miguel son los FILOS Divinos representantes de los De Grieff y los Yaotl. - ¿Qué opinas Cáncer? – preguntó Cross a la Delegada del Primer Distrito. - No lo sé – mintió la portadora de la espada oscura Ananké –, hay secretos familiares que jamás se cuentan, pero lo platicaré con Aries. - Hazlo, si no es él, estoy seguro que Elan sabrá quién es el FILO Divino de su familia… ¿de acuerdo?
- De acuerdo, Cross – respondió Cáncer, la Delegada pensaba platicar con su primo sobre la conveniencia de dar a conocer su verdadera identidad. - Dejando eso de lado hay que concentrarnos en los tres que nos gobernaban desde los pisos superiores del edificio de la Ciudadela. – Cross la dio una palmada en la espalda a Fenrir –. ¿Qué nos tienes Arlés?
Después de la reunión cada quien se fue a hacer lo que se había estipulado, lo primero que convinieron hacer fue reunir a todos los líderes rebeldes para contarles el plan de
caza de los FILOS Divinos, empezarían con Argento Riazor. Cáncer se encargaría de hablar con los integrantes del Círculo del Zodiaco, Thor lo haría con la gente del Cinturón, a Isis le tocó reunir a los integrantes sobrevivientes del Quinto Distrito y finalmente Minos hablaría con Sedna y Eunice de su inclusión al grupo de los rebeldes, necesitaban ayuda y ambas eran poderosas. Arlés quedó a cargo de reunir a los guerreros del exterior, iba acompañado de Yago y Arne, ya había hablado con Drake para que le ayudara a reunirlos, le había dejado a Cross el trabajo de llevar a Elektra, esperaba que a él si lo escuchara, mientras se dirigía a buscar a Geedy se encontró con Freya en el camino, le informó de la reunión. - Astrid, nos vemos mañana en el salón de reuniones del edificio de gobierno de la escuela, ¿está bien? Freya no contestó, se le veía mal, estaba demacrada y con la mirada perdida, ya le habían informado a Fenrir que sólo se la pasaba deambulando por la escuela sin hacer nada más, Arlés nuevamente le insistió - Astrid, por favor contéstame, debemos actuar ya y te necesitamos, si vas a estar así será mejor que te vayas a una de las casas de tu familia y regreses cuando estés lista, aquí no nos sirves. Brach que en ese momento estaba pasando con Geedy y Gea escuchó la advertencia de Fenrir y se molestó. - Déjala en paz, Arlés, perdió a sus padres y a Cástor, lo que menos necesita es que la presionen de esa manera.
- Quisiera pero no puedo, Brach, no tenemos la gente suficiente para pelear, ella es de los pocos que están en plena condición física, la necesitamos, y la necesitamos ahora. - Ya nos las arreglaremos... ¿qué demonios pasa contigo? ¿Es que acaso no tienes corazón? Vio morir a sus dos padres en un día, se iba a casar con Cástor y observó cómo lo asesinaban, ¿me vas a decir que eso no interesa? Finalmente Fenrir explotó, el reclamo de Brach fue más de lo que podía soportar. - ¿Que no me interesa dices? ¿Que no me interesa? ¡Cástor y Póllux eran mis hermanos! ¡Mis hermanos maldita sea! Con ellos me unía un lazo más intenso que la sangre misma, algo que jamás nadie de ustedes va a comprender. ¡Me cortaría los brazos y me sacaría los ojos a cambio de una esperanza de que estuvieran vivos! ¡No tienes ni puto derecho de juzgarme si no me conoces! Fenrir estaba descontrolado, sus ojos ya se habían tornado azul claro y el frío que estaba haciendo en el lugar era insoportable, Freya se tomó los brazos y cayó de rodillas sin decir nada, los demás estaban igual, congelándose, Gea cubrió el cuerpo de Geedy de roca protegiéndolo del frío, Brachium no sabía que contestar a Fenrir, pero sabía lo que iba a pasar y era peligroso, él mismo había sentido ese estado de desbordamiento de emociones y sólo había un final posible: una explosión de poder que mataría a todos. - Tranquilízate por favor, Fenrir, puedes lastimarnos a todos, no quiero hacerte daño... – las manos de Libra ya mostraban su poder eléctrico dispuesto a atacar.
- Hazlo... ¡pero ya! No puedo controlarme... – Fenrir estaba preocupado ante la posibilidad de lastimar a sus compañeros, todo su cuerpo temblaba y sentía que en cualquier instante todo su poder explotaría, ya había experimentado antes esa sensación cuando supo de la muerte de todos sus amigos de la infancia y sabía que podía matar a quien estuviera alrededor si su poder estallaba. En ese momento Arlés sintió una mano sobre su hombro, cuando volteó vio a Elektra, era la primera vez que salía del lugar donde se había encerrado, sus ojos estaban rojos e hinchados por el llanto, lo abrazó y Fenrir se tranquilizó, después empezó a llorar por la pérdida de los gemelos, al fin se estaba desahogando. Después de unos minutos Athena levantó el rostro de su amigo de la infancia, le limpió las lágrimas y lo besó, le sonreía - Ya te desahogaste, ahora puedes ser el mismo de siempre, la piedra a la que todos nos aferramos y la que nos saca flote, cualquiera puede caerse menos tú. Si así fuera... ¿qué sería de todos nosotros? Arlés abrazó a Elektra, ciertamente de los seis huéspedes que habían entrenado en la residencia Riazor era a la que todos más querían, pero por otra parte, era quien más los quería a todos, ella más que nadie debía estar sufriendo la pérdida de los gemelos, pero estaba ahí, sonriente, precisamente cuando él más la necesitaba. Le susurró al oído. - Gracias, siempre cuento contigo cuando más te necesito, te juro que nadie más de nosotros morirá en este conflicto. Elektra lo tomó del rostro y seriamente le preguntó.
- ¿Y Dorian? - Lo salvaremos. Athena volvió a besar a Arlés y se despidió de él. - Mañana nos vemos. Una vez que la portadora de Spartha se marchó, Arlés sonriendo siguió su camino, Libra lo detuvo. - Siento lo que dije, amigo. - Yo no, hiciste lo correcto, Brach, te prometo ser más cuidadoso con mis palabras, tienes razón, antes que guerreros somos amigos y debemos ponernos en la piel de los demás si queremos entenderlos, Cross y Drake nos lo han mostrado hasta el cansancio, primero que el movimiento están los que participan de él. Los dos guerreros se dieron la mano, cuando Fenrir se retiraba a su espalda escuchó la voz de Freya. - También yo estaré ahí mañana.
Cáncer se reunió con Tauro, a través de él tenía contacto con los demás miembros del Círculo. - ¿Y bien? – preguntó el líder estudiantil de la escuela superior del Primer Distrito. - Escorpión no seguirá siendo nuestro líder.
- No estoy de acuerdo, tú eres una gran argumentadora, debiste defender su puesto. - Yo voté por su dimisión. - ¿Por qué hiciste eso? Cross es la mejor persona para dirigirnos... - Así es, y lo necesitamos en el Círculo, el peligro que pende sobre nosotros es superior a las necesidades de los rebeldes, espero que me apoyes. - No comparto tu opinión pero sabes que estoy contigo. Si ya lo han decidido nos adaptaremos, ¿quién será el nuevo líder? - Minos. - Espero no le quede grande el puesto. - Ya veremos, necesito que mañana vengan todos, finalmente iniciaremos la conquista de Boleria. - Les avisaré. - ¿Alguna noticia de mis sobrinas? - Ninguna, Orión personalmente las está buscando, no por nada le dicen "el cazador", pero Boleria es inmensa, necesita ayuda. - Ya hablé con Geedy, puso a su gente a buscarlas, pero me dejó bien claro que su prioridad es Kwan Yin. - Sinceramente dudo que las encontremos hasta que se dé el primer ataque, debemos andarnos con cuidado.
- Por eso es indispensable que todos los miembros del Círculo estén acompañados de los rebeldes, así les será más difícil a los Caídos atacarnos. - Estás usando a la rebelión... - Como ellos a nosotros, si vamos a pelear con ellos lo menos que pueden hacer es protegernos. La guerra ya ha sido declarada, Tauro, debemos ir con cuidado, seremos cautos hasta que el próximo Kukulcán tome el poder, si no lo hace en los próximos meses debemos asegurarnos que un De Grieff ocupe el lugar del Interino, esa es la ley y la defenderemos por encima de cualquier cosa. - Necesitamos a Capricornio. - Y nos va a servir, la usaremos como carnada, está a cargo de los ejércitos del Tercer Distrito y no hay nadie que la apoye, está sola, es el blanco perfecto, Virgo la tiene vigilada, una vez que los Caídos la ataquen nosotros los exterminaremos a ellos. El gesto que Tauro hizo al tener conocimiento de sus planes no le gustó a Cáncer, increpó a su compañero. - ¿Tienes algún problema con mi plan, Tauro? - No, Capricornio se lo tiene bien merecido, Sagitario también nos ha convocado para que la expulsión de Amaltea del Círculo sea legítima. - Bien, después rendirá cuentas ante el Consejo de Familia de los De Grieff, espero que viva lo suficiente para servirnos contra los Caídos, si tenemos suerte rescataremos a mis sobrinas.
- ¿Y si no? - Ya no son unas De Grieff, ya no son humanas, si no tienen salvación les daremos descanso eterno. - Está bien. Cuando Tauro se retiró, Cáncer misma se sorprendió de sus palabras y de la frialdad de las mismas, con la conversión de sus ahijadas y la muerte de los gemelos se había ido su último atisbo de humanidad y piedad, ahora actuaría fríamente y haría lo que se debe hacer sin miramientos ni tontos sentimentalismos. Todo había salido tal y como lo había planeado, su principal interés siempre fue conseguir que Escorpión dejara de ser el líder de la rebelión, ella mejor que nadie conocía el valor de Cross, efectivamente, la victoria en la Ciudadela había sido de él y ahora lo necesitaban en el Círculo, la Delegada estaba segura que el portador de Antares los llevaría a la victoria sobre los odiados Arcángeles.
Athena caminaba a su departamento en el edificio Riazor, perdió totalmente la noción del tiempo mientras regresaba, llevaba días llorando sin parar, pero cuando su corazón le dijo que Arlés la necesitaba salió de ahí sin pensarlo ni un segundo, sin embargo, ahora que todo había pasado volvía a apropiarse de ella el pesar por la pérdida de los gemelos, dudaba que al día siguiente se pudiera levantar para ir a la reunión de Arlés, seguramente él lo entendería, ahora lo único que le importaba era salvar y recuperar a Dorian, al igual que Arlés se había jurado no perder a ni uno más de sus hermanos.
Cuando finalmente llegó a su departamento le llegó un atisbo de bienestar con el que se sintió a gusto, llevaba tanto tiempo en ese lugar que no se imaginaba en ningún otro sitio, aunque el departamento era de su padre adoptivo, ese era su hogar, ahí había pasado momentos muy felices con Michelle, Caris y Cross... No sabía nada de Cross, pero conociéndolo seguramente no se había despegado de Caris, así era él, Elektra sintió celos de su amiga, después se reprendió, Kharynna lo necesitaba más que ella. Lo único que la portadora de "la espada de luz" deseaba en ese momento era recostarse y perderse, no pensar en nada y que así el tiempo pasara. Finalmente entró a su departamento, una vez que lo hizo se quedó helada, estaba parada en el marco de la puerta mirando a su inesperado visitante. - Cross... - Hola, Elektra, ¿cómo estás? – Escorpión se levantó en cuanto vio a su compañera. Elektra no supo que contestar, sólo corrió hacia Cross y lo abrazó, ni siquiera pudo llorar, el sentimiento que la invadía era intenso y cálido, se sentía en paz. - Perdón por no haber venido antes a verte. - No importa, ya estás aquí. Ambos se dejaron caer en el sofá y siguieron abrazados, las palabras sobraban, no eran necesarias, ninguno de los dos querían escuchar del otro los nombres de Christina, Cástor o Póllux.
Los minutos se hicieron horas, ambos seguían abrazados, ninguno quería soltarse, si acaso apretaban aún más sus cuerpos, hasta que Cross empezó, Elektra como siempre lo tenía hipnotizado, no existía quien fuera inmune a ella y él menos que nadie, la besó en la mejilla, Elektra le correspondió, un beso llevó al otro, sin que ninguno se diera cuenta ambos estaban desnudos, haciendo el amor, sus ojos no perdían contacto visual, realmente se amaban. Finalmente terminaron en la recamara de Elektra, donde habían compartido tantas noches juntos, hicieron el amor un par de veces más y se quedaron profundamente dormidos. Al día siguiente cuando Elektra despertó se encontró con los ojos de Cross mirándola fijamente. - ¿Qué ves? - A ti – le respondió Cross al tiempo que la besaba en los labios –. Eres hermosa. – Cross no entendía lo que sucedía, aunque todavía sentía sobre sus hombros todo el peso y el remordimiento por la muerte de Christina, en ese momento se sentía en paz, la voz que le golpeaba la cabeza pidiendo venganza se encontraba acallada, sólo podía pensar en Elektra. - Si – Elektra trató de cubrirse la cara con las sábanas –, me imagino como he de estar después de días llorando sin parar... - Tú siempre vas a ser hermosa no importa lo que hagas – le respondió Cross al tiempo que le quitaba la sábana que le cubría el rostro. Elektra besó a Cross y se recargó en su pecho.
- ¿Cómo está Caris? - Igual – la sonrisa de Cross se borró al pensar en Kharynna –, no despierta, pero al menos sigue viva. - Cross – Elektra también se puso seria –, quiero que me prometas algo... - Dime, sabes que no puedo negarte nada, pero también debes estar consciente de que hay cosas que no me puedes pedir... – Cross pensó en Argento Riazor. - Se trata de Dorian... – dijo Elektra en apenas un murmullo. - Se los voy a dejar a ustedes, pero sólo hablo por mí, los demás lo matarán en cuanto lo vean, especialmente los miembros del Círculo del Zodiaco. También te puedo asegurar que él intentará lo mismo conmigo... - No, Arlés se encargará, siempre lo hace. - Si, así será. – Cross prefirió no discutir, pero sabía que ni Arlés podía frenar la furia que todos los miembros de la resistencia sentían hacia Cerberus, todo mundo amaba a los gemelos, además, la seguridad de Dorian no era algo que le quitara el sueño, decidió dejar que Elektra pensara lo que quisiera. - ¿Y Michelle? – preguntó Elektra preocupada también por el bienestar de su mejor amiga, sabía que debía estar sufriendo lo mismo que ella. - No lo sé – Cross también se había preocupado por la pelirroja desde que Libra le había informado que estaba desaparecida –, no la he visto desde el funeral, ayer me dijo Brach que nadie sabe en dónde está.
- Búscala, Cross, está muy mal por lo de Chris, piensa que todo fue su culpa... - ¿Por qué va a pensar eso? Ella nada tuvo que ver... – Entonces Cross recordó las palabras que le dirigió a la Arcángel, en un arranque de dolor la había culpado por la muerte de Christina, se llevó la mano a la cabeza y empezó a maldecir –: Con un carajo, soy un imbécil, espero que no se haya tomado a pecho mis palabras, estaba fuera de mí por el dolor, no lo dije en serio... - Ella no lo tomó así. Cross entonces empezó a recordar, la mirada triste de Michelle al encajarse la espada de Leviatán, el sentimiento al decir "lo siento", Cross pensaba que se lo decía por la pérdida de Christina, pero en realidad se estaba disculpando por ser la causante de su muerte. - ¡Maldita sea! Siempre he de hacer mal las cosas, voy a buscarla. - Espera – Elektra lo detuvo por el brazo –, tranquilízate, seguramente estará en la reunión, ahí podrás hablar con ella.
Cuando Cross y Athena llegaron a la reunión, ahí ya se encontraban Furcas y Beleth con Minos, los acompañaban Sedna y Eunice, ambas se pusieron a las órdenes de Escorpión, él las recibió con gusto en la resistencia aunque ya no era el líder.
También se encontró con sus hermanos del Círculo del Zodiaco: Tauro, Cáncer, Leo, Acuario y Piscis; Capricornio prefirió no ir para evitar conflictos, Sagitario y Virgo se habían quedado en las instalaciones del Círculo en el Primer Distrito para protegerlo, al parecer nadie sabía dónde se encontraba Aries. Después saludó a Geedy, estaba acompañado de su inseparable Gea, con ellos estaban Arne y Bonzzo, adelante de ellos platicaban Thor, Isis, Brach y Ganesh. Al final localizó a quien buscaba, Fenrir platicaba con Astrid, Drake, Rhiannon, Siege y Troy Hobbs, Fausto Yaotl, Isaac Erikksson, Brian Nexus, Lisa Rhea, Deneb De Britten, Angie Asegir, Cadmus Albarán, Sir Baruch, Sir Phillippe y Lady Madeleine. Cross saludó con gusto a sus amigos del Cinturón y les dio la bienvenida a los miembros de la Armada Elemental, todos le dieron el pésame por la muerte de Christina, en cuanto pudo separó a Fenrir del grupo. - ¿Dónde está Michelle? - No lo sé, amigo, nadie la ha visto desde el funeral, me dijo que necesitaba estar sola, que regresaría cuando estuviera lista. Cross se llevó las manos a la cabeza. - ¡Maldición! ¿Y qué noticias tienes de ella? - Geedy tiene a toda su gente buscándola, Ganesh lo está apoyando, aparecerá cuando esté lista, nosotros debemos iniciar con esto, ¿de acuerdo?
- De acuerdo – respondió Cross sin estar convencido de sus propias palabras, ahora sólo le quedaba confiar en Michelle y en que regresara lo más pronto posible. Cross lanzó una kunai de energía pura al aire, con la explosión todos le prestaron atención, observó a todos sus amigos a los ojos, en su mirada vio que confiaban en él y en la victoria, no los defraudaría, en el hospital, Connor acompañado de Horus y Seth veían lo que sucedía en la reunión en un monitor, Escorpión inició su exposición: - Amigos, son momentos difíciles para todos nosotros, pero debemos seguir adelante, ya no hay marcha atrás, los que nos gobernaban ahora quieren llevar la guerra a todo el país, no lo vamos a permitir, los cazaremos y los detendremos, la mayoría de nosotros estamos pasando por un duro momento por la pérdida de varios seres queridos en la batalla de la Ciudadela, sabíamos a lo que nos enfrentábamos y los que cayeron también... Todos en el salón asintieron, Cross continuó - Pero créanme, nuestros enemigos lo están pasando peor, se creían dioses intocables y ya les demostramos que no lo son, también sangran, hoy están escondidos en sus madrigueras planeando y esperando el momento de regresar al poder, no se los vamos a permitir, iremos por todos y cada uno de ellos, mientras haya un rebelde en pie habrá esperanza, el sacrificio de nuestros hermanos caídos no será en vano, lucharemos por un mejor futuro. – Cross guardó silencio un momento para asegurarse que todos le pondrían atención a sus siguientes palabras –. Nuestros principales líderes han resuelto que en estos momentos yo no soy la persona idónea para guiarlos y creo que tienen razón, han nombrado a Minos como nuestro nuevo líder.
- Debieron consultarlo con todos... – se escuchó una voz. - Minos tiene mi total apoyo... – respondió Cross –. Es el guerrero más poderoso del movimiento y está totalmente entregado a la causa. ¿Hay alguien aquí que dude de su capacidad? Nadie habló, Cross lo tomó como una aceptación, le dio la mano a Minos y lo abrazó, le estaba pasando el mando, se sintió más relajado, sin el peso del movimiento sobre sus hombros podía dedicarse a buscar a Michelle, Minos gritó a los presentes: - Tomo el liderazgo del movimiento para llegar a la victoria, Cross será mi mano derecha, el segundo al mando, lo importante aquí no es la cabeza, es la lucha por la libertad... ¡Por una Boleria, libre, justa y unida! - ¡Por una Boleria libre, justa y unida! – gritaron todos los presentes. El apoyo para el Juez del Sur del Quinto Distrito fue total, un nuevo líder impulsaría el movimiento revolucionario, la conquista de Boleria iniciaba en ese momento, sin embargo, tres miembros de los rebeldes incluido el nuevo dirigente sabían que un juego muy antiguo y peligroso que se jugaba entre ellos se pondría más interesante con los hechos que estaban sucediendo. Al mismo tiempo, en el estado de los hielos, Aureo Riazor también se daba por enterado de los acontecimientos, furioso empezó a maldecir, su principal pieza en el juego por evitar la destrucción del país estaba distrayéndose de su objetivo a sabiendas de que sus enemigos estaban ocultos entre los rebeldes, en ese momento el guerrero
divino más poderoso decidió intervenir en la revolución de los FILOS para asegurarse que su contraparte no tomara una ventaja injusta en el juego del destino del que dependía no sólo el futuro de Boleria, tal vez el de la humanidad...
CAPÍTULO 2
LOS MEJORES AMIGOS El Distrito Comercial de Arcadia es conocido en todo el mundo como la capital internacional de sibaritismo, el más hermoso, ostentoso e inaccesible lugar del todo el orbe. Todo en esa demarcación es fastuoso, exquisito e impresionante, desde sus enormes centros comerciales hasta sus escuelas públicas, sus plazas, museos, centros de diversiones, parques, lugares de esparcimiento, teatros y estudios de cine, sus paisajes artificiales, sus grandes y hermosas colonias habitacionales, sus inmuebles de eventos deportivos, las zonas de negocios y sobre todo, sus enormes y magníficos templos. No existe importante figura pública extranjera que se precie de serlo que no haya pasado por ese lugar, si no ha visitado el Distrito Comercial, no es nadie, es un lugar que sólo pueden visitar un reducido número de personas VIP al año, jefes de estado, influyentes políticos importantes, multimillonarios reconocidos, estrellas de la farándula y el mundo deportivo, personalidades públicas y alguno que otro afortunado ganador de un concurso. El acceso al lugar más exclusivo de Boleria (y del mundo entero) es obviamente restringido, se reciben millones de peticiones anuales, un comité es quien revisa todas las solicitudes y entrega las visas de entrada, dependiendo de la calidad del cliente se le pueden dar una a varias licencias al año para ingresar, en los altos círculos sociales del extranjero se mide el nivel de importancia de las personas por las veces que son capaces de visitar el Distrito Comercial.
Construido desde sus orígenes sobre suelo sagrado, no sólo es un lugar restrictivo para los extranjeros, también lo es para los locales, si bien es cierto que por el simple hecho de ser un boleriense y radicar dentro del país se tiene derecho a ingresar cuantas veces se quiera en el Distrito Comercial, también lo es que su costo de vida demasiado alto lo hacen inaccesible para la mayoría de la población, la vigilancia es cerrada y estricta, se tienen normas de etiqueta y comportamiento, el servicio de transporte es obscenamente caro, la gente pobre debe pasar primero por los albergues de caridad para asearse y que les proporcionen la ropa adecuada, no se puede mendigar ni solicitar trabajo en el Distrito Comercial, para lo último existen empresas especializadas en las grandes ciudades que contratan a quien los habitantes de ese distrito requieren. Sin embargo, al encontrarse en ese lugar los principales templos a los tres Dioses primordiales: Nah, Yah y Bah, la principal religión de Boleria, se tiene la política de que todos los ciudadanos tienen derecho de ir a orar a sus Dioses. Las normas restrictivas también abarcan a los guerreros, está terminantemente prohibido utilizar la energía elemental en contra de otra persona en ese distrito, los castigos van desde el arresto hasta la muerte dependiendo de la gravedad, en todos los siglos de vida del Distrito Comercial, nunca se había librado una batalla en ese lugar a pesar de estar enclavado en la capital más bélica y hostil del mundo entero. Es conocido por todos los guerreros de Boleria que ni el criminal más despiadado puede ejercer un acto de violencia de energía espiritual en el Distrito Comercial, en caso de hacerlo, las fuerzas del orden lo castigarán de
acuerdo a la falta, si el guerrero pertenece a algún Clan de renombre, su familia es quien tiene la obligación de ejecutar el castigo y si el guerrero es poderoso y no pertenece a alguno de los grandes Clanes, los enormes Sacerdotes que custodian los once Templos principales, son los que ejecutan el castigo. Dentro del mismo Distrito Comercial también existen zonas más exclusivas que otras, una de las principales y más codiciadas se encuentra en las proximidades del edificio más grande y espectacular del Distrito Comercial, el edificio Royal Brunn, en su plaza anexa se encuentran todo tipo de grandes negocios exclusivos para atender a personalidades locales y extranjeras, situado a un costado de uno de los estudios más grandes de cine pertenecientes a la misma familia Brunn, es el sitio favorito de los actores y personalidades que trabajan en ese lugar. El lugar más exclusivo de la plaza es un bar llamado Tepantlato que se encuentra a un costado del edificio Royal Brunn, es uno de los sitios más cotizados en el que se tiene una lista de invitados y socios por adelantado que hacen que sea prácticamente imposible ingresar en menos de cinco meses, eso si se es alguien realmente importante. La fachada del bar simula las grandes puertas del palacio sede del Honorable Tloque Nahuaque en el estado de Aztlán, su entrada fue elaborada por reconocidos artesanos y los cristales que adornan sus ventanas son joyas tratadas químicamente para que hicieran el lugar de aquellas, se comentaba que cada ventana de ese bar valía más que una casa popular de una zona media de cualquier distrito.
La guía del lugar, una hermosa jovencita, informaba a los decepcionados turistas que sólo podían fotografiar por fuera el bar, no tenían permitido ingresar a conocerlo y mucho menos tomar una copa en él. Una guapa mujer que llevaba a su pequeña mascota en brazos le pidió a su esposo que hiciera el intento de entrar, sus amigas se morirían de envidia si tan sólo lograra que le tomaran una foto sentada en la barra con un trago en la mano. El esposo, un opulento y multimillonario hombre de negocios que había obtenido su fortuna gracias a sus pozos petroleros, inmediatamente le preguntó a la guía con quien debía hablar para que le permitieran tomarse una copa en ese lugar, el precio no importaba. - No es cuestión de dinero, caballero, es cuestión de tiempo, si no tiene reservación no le permitirán la entrada. - Todo es cuestión de dinero, niña, llévame con la persona indicada y te lo demostraré. La chica sonrió, tanto ella como sus compañeras ya estaban acostumbradas a ese tipo de actitudes de los visitantes que se creían los más ricos del mundo y por lo tanto sus dueños. - Antes de darle cauce a su petición, señor... ¿podría responderme un par de preguntas? - Pregunte usted, niña – concedió el magnate un tanto molesto por la actitud de una simple guía de turistas. - ¿A qué se dedica?
- Soy un importante hombre de negocios, tengo pozos petroleros. - ¿Usted inició su negocio o es familiar? - Yo lo inicié – dijo el magnate con orgullo y en voz alta para que todos lo escucharan –, soy multimillonario por mi propio esfuerzo. - ¿Hace cuánto de eso? – El tono de voz de la guía de turistas era amable y siempre con una sonrisa en la boca. - Gané mi primer millón a los veinticinco años, tengo sesenta. - ¿Cuántas veces ha venido al Distrito Comercial desde que es millonario? El hombre se quedó aturdido un momento, pero se recompuso en seguida y contestó de manera altiva. - Es la primera vez, pero ya he estado en otras ocasiones en Arcadia y en Boleria en general, conozco el edificio de la Ciudadela, las ciudades de Ishtar, las playas de Hamal... - Lo entiendo, ahora dígame... ¿hace cuánto ingresó su solicitud para poder conocer el Distrito Comercial? El hombre contestó en un susurro, estaba rojo de ira, la pregunta de esa simple guía de turistas lo había dejado en evidencia, no era la persona importante que decía ser. - Hace más de veinte años. - Ese bar como le estaba diciendo es de los más exclusivos del lugar – le informó la guía de turistas como se le habla a
un niño pequeño al que no puede regañar pero sí llamarle la atención –, puedo buscar a alguien que esté en condiciones de dejarlo entrar, pero si su petición es negada, posiblemente también le pidan que deje el distrito por comportamiento inadecuado... El millonario no sabía que contestar. - Yo... Su mujer alarmada se adelantó, había esperado toda su vida por ese viaje, era hermosa y su única ocupación era mantenerse así, se casó con el hombre más rico y poderoso que conocía para que la llevara al Distrito Comercial, no tiraría todo a la basura por un capricho. - Está bien, señorita, si no se puede no hay problema, me conformo con una foto cerca de esos magníficos cristales, aunque le estaría muy agradecida si nos hiciera el favor de ponernos en lista de espera para entrar en ese bar, hágalo y verá que nuestro agradecimiento es muy generoso. La chica le sonrió a la esposa del millonario. - Con mucho gusto los anotaré y haré lo posible por que en su próxima visita puedan entrar en ese bar, vale la pena, es precioso y las bebidas que sirven ahí son de otro mundo... La mujer miró con desprecio y envidia a la guía de turistas, era imposible que una trabajadora como ella conociera por dentro el bar más exclusivo del Distrito Comercial y menos aún que hubiera bebido una copa en ese lugar, caminó contoneándose rumbo al bar y adoptó una pose sensual para que su marido la fotografiara, en ese momento uno de
los cristales del bar se rompió, los turistas vieron como el cuerpo de un joven se impactaba con el suelo. El millonario corrió hacia su esposa quien se había puesto de rodillas cubriéndose de los cristales rotos, del bar salieron varios jóvenes que estaban riñendo, al parecer la pelea era de aproximadamente veinte chicos contra dos. La contienda siguió en la plaza, varios de los parroquianos del bar salieron a ver la pelea, el millonario estaba más espantado que nadie, pero su mujer lo tomó del brazo y lo llevó dentro del bar. - ¿Acaso estás loca, mujer? ¡Nos van a correr de Arcadia! - ¡Cállate! Es sólo un momento, me voy a sentar en la barra y me tomas una foto... - No yo... – el hombre seguía temblando de miedo y sólo veía hacia la puerta. - ¡Eres un inútil! – dijo la esposa desesperada por la quietud del marido –. ¡Ven! La mujer se sentó en la barra abrazando a su esposo y con su mano derecha extendida tomó la foto, después ambos salieron a toda velocidad. - ¿Y tu perrita? – preguntó el magnate petrolero todavía asustado por la audacia de su esposa. - ¡Al diablo con ella! Lo más importante es la foto, cuida esa cámara con tu vida... En la plaza la pelea estaba en su máximo apogeo, los dos chicos ya habían derrotado por lo menos a quince de sus
contrincantes, un equipo deportivo que estaba festejando haber ganado el gran clásico de Arcadia, atletas grandes y fuertes. Cuando los elementos del orden llegaron, los dos chicos ya habían acabado con sus rivales, ambos huyeron a toda velocidad, cuando pasaron al lado de la guía de turistas, uno de ellos, el de cabellos blancos, se detuvo a saludarla, pero el otro lo tomó del cuello y siguieron corriendo, el encargado del bar les gritaba todo tipo de obscenidades, amenazándolos con nunca volverlos a dejar entrar. - ¡Los dos son unos malditos hijos de puta! ¡Les juro que esta es la última vez que me hacen esto, jamás volverán a poner un pie en este lugar...! Otra de las personas que estaban haciendo la visita guiada, una agradable anciana, pasó su mano por el brazo de la guía y le preguntó. - ¿La última vez que hacen eso? ¿Cómo te llamas, niña? La guía amablemente tomó la mano de la anciana y le contestó. - Astrid, me llamo Astrid. Así es Arcadia, señora, hay personas que por más dinero y poder que tengan jamás van a ingresar a los lugares más exclusivos del Distrito Comercial, y hay otros que no tienen restricción alguna y pueden hacer lo que se les da su gana... - ¿No dijo usted que en siglos no había violencia en este distrito?
- Con energía elemental, abuela, de la que mata, pelearse a golpes no es más que una sanción administrativa.
Los dos chicos llevaban más de veinte minutos corriendo, mientras lo hacían, el chico de cabello negro preguntaba al de cabello blanco. - Y a todo esto... ¿ahora por qué empezó la pelea? El chico de cabello blanco aminoró al paso, hasta que sólo caminaba. - Es por la novia de Louie Reix, el goleador del equipo, es una supermodelo que está grabando unos comerciales en el distrito, estaba coqueteando conmigo y tú bien sabes que soy débil, amigo. - ¿Y por lo menos te la ligaste? - Me estaba dando sexo oral cuando uno de esos gorilas nos descubrió, fueron a contarle a la estrella del equipo lo que su prometida estaba haciendo y lo demás tú lo viste... Michel Yaotl empezó a reír. - Eres incorregible, Elan, pero ahora sí te pasaste, yo siempre he sido fanático de los potros del Distrito Comercial y estaba platicando animadamente con el capitán del equipo, Chris Bher y con mi ídolo personal, Sebastián Chamk, cuando empezó el barullo fue al primero que golpeé, creo que le tiré los dientes... Elan De Grieff soltó una gran carcajada y tomó a Michel del cuello.
- ¿Y ahora dónde nos la seguimos? - En la cárcel... - ¿Qué? – Elan volteó a ver a su compañero de juergas pensando que estaba bromeando. - Nos encontraron... – dijo Michel mientras señalaba a los agentes del orden que se dirigían hacia ellos apuntándoles con sus armas.
Hazzart Yaotl iba acompañado de su novia de toda la vida: Erika Hobbs, su primo Michel le había llamado para que lo fuera a liberar de la prisión preventiva en el Distrito Comercial. - Esos dos son incontrolables, Hazzart – se quejaba Erika –, deberías dejarlos ahí. - No puedo, bien sabes que la ceremonia de entrega de nuestras espadas supremas será pronto y no puede haber escándalos, además, aunque siempre se están metiendo en problemas, Elan y Michel son los mejores amigos en todo el mundo, se cuidan y se protegen, no lo sé, quizá ellos finalmente terminen con siglos de odio, muerte y sangre entre el Círculo del Zodiaco de Hamal y la Legión de los Iluminados de Levit. - ¿Crees que eso sea posible? - Por supuesto que sí, ellos serán los futuros Aries y Arcángel Miguel; también serán los patriarcas de sus familias, el conflicto entre los De Grieff y los Yaotl se intensificó más que nunca con los patriarcados de sus
padres. Froilán De Grieff es un maldito enfermo y a mi tío Samuel desde niño le inculcaron el odio por la familia rival. - Eso todos lo saben, bajo el gobierno de esos tipos Hamal y Levit han estado al borde de la guerra durante más de veinte años... - Así es, fue gracias al presidente Errol De Grieff, hermano menor de Froilán, que obligó a Aries y a Miguel a que ingresaran a sus hijos en la escuela del Cinturón, que esos dos se conocieron, y mira lo que es la vida, ambos se identificaron por el odio que sienten hacia sus respectivos padres. - Ya que sacas el tema de la silla presidencial... ¿Has hablado con el presidente De Grieff? - No, pero mi familia está en constante comunicación con el honorable Tloque Nahuaque, dicen que el presidente está consciente que su era llegó a su fin y me entregará la espada suprema Quetzalcóatl sin conflicto alguno. - ¿Qué se siente? - ¿De qué me hablas? - De que vas a ser el hombre más poderoso del país – dijo Erika con orgullo, ella estaba más emocionada de ser la primera dama. - Nervioso, es adolescente...
mucha
responsabilidad
para
un
- Esa es la ley, el presidente toma la silla cuando es adolescente y se retira siendo un adulto.
- Si, la medida tiene su razón de ser, el gobierno requiere sangre nueva, dicen que es precisamente después de los sesenta años cuando la gente se enferma con el poder, no lo sé. - Además también serás el guerrero más fuerte, que de hecho ya lo eres, pero se hará oficial, serás el FILO Divino número uno... - Y tú el ocho. - Si, y siempre voy a estar contigo apoyándote. – Erika besó a Hazzart en los labios. - Ni me digas que lo de nuestra boda me tiene más nervioso que la presidencia – bromeó el futuro Presidente. - Cállate grosero, falta mucho para eso, yo estoy emocionada e ilusionada, toda mi vida sólo te he amado a ti, no me imagino con nadie más. - Yo tampoco. Cuando Hazzart y Erika llegaron al edificio de justicia del Distrito Comercial, Elan y Michel estaban saliendo, iban acompañados de la prima de Hazzart: Ruth, hermana menor de Michel y de un par de hermosas chicas que el futuro presidente nunca había visto en su vida, pero que no le llamaron gran cosa la atención, el Cinturón y el Distrito Comercial de Arcadia estaban llenos de mujeres hermosas. - Hola, primo, llegas tarde, mi hermana se te adelantó – el futuro Arcángel Miguel ni siquiera podía caminar derecho.
- Eres un idiota, Michel, los dos lo son – Hazzart observaba a Elan De Grieff que se veía todavía más ebrio que su primo –. ¿Ahora por qué fue? - Una pelea en el bar de la plaza Brunn – dijo el futuro Aries –, nada especial. - Destrozaron el lugar – los acusó Ruth –. Y lo peor es que ni aquí los reprenden, cuando llegué por ellos los tenían atendidos como reyes en la oficina del Secretario de Justicia y seguían bebiendo, los dos ya están bien borrachos... - Si, ese tipo es genial y bebe como enfermo – dijo Elan con una voz apenas entendible –, nosotros ya estamos súper ebrios y el Secretario seguía como si nada, pero no importa, la práctica hace al maestro, seguiremos la fiesta... Hazzart tomó a los dos borrachos de la cabeza y los azotó uno contra el otro, ambos cayeron desmayados. El futuro portador de Quetzalcóatl levantó a su primo y al miembro del Clan De Grieff cargándolos uno en cada hombro y se dispuso a irse. - Bueno, prima, me llevo a estos dos, a ver si después de tu visita al Distrito Comercial te das una vuelta por el Cinturón. - No vengo de visita, primo – le informó Ruth con su mejor sonrisa –, me inscribí en la escuela superior. - ¿Y eso? – Hazzart se sorprendió con la noticia de su prima, los hijos de las grandes familias estudiaban en la Ciudadela –. ¿Por qué no estudias en el Cinturón?
- ¿Con mi hermano? No estoy loca, prefiero la buena vida. - Nadie te puede culpar por eso. Ruth tomó la mano de Erika y vio el anillo de compromiso. - Ayyy, que envidia me das, mira Danny, que bonito anillo, Eri y mi primo Hazzart se van a casar cuando se gradúen... Una de las chicas que acompañaban a Ruth Yaotl se acercó a ver el anillo, hizo una señal de aprobación y después comentó. - Es muy bonito, felicidades. - Ay, pero que modales los míos – dijo Ruth soltando la mano de la futura Amaterasu –, discúlpenme amigas, les presento a mi primo Hazzart Yaotl y a su novia Erika Hobbs. Chicos, ella es mi mejor amiga desde la escuela infantil de Levit, se llama Daniela Malka y esta otra preciosidad es su hermana Gabriela. - Hola, mucho gusto. – Hazzart saludó por compromiso, pero lo que en realidad quería era regresar al Cinturón antes de que su primo y Elan decidieran seguir su parranda. - Hola chicas, ¿también van a estudiar en la escuela superior del Distrito Comercial? – preguntó Erika. - Gaby ya estudia aquí desde hace dos años, Danny viene conmigo – respondió Ruth. - Si, pero no estoy segura de estudiar en el Distrito Comercial, dicen que la mejor escuela del país es la del Cinturón – interrumpió Daniela.
- Y tienen razón – dijo el futuro Presidente –, si buscas un verdadero reto debes estudiar en el Cinturón, no te arrepentirás. - ¡Cállate Hazzart! – Ruth reprendía a su primo –. ¿No ves el trabajo que me está costando convencerla de que estudie en el Distrito Comercial? Danny es una verdadera genio y no importa en donde estudie, dicen que es la chica más inteligente de todo Levit, no necesita retos... - Pues si los quiere ya sabe en donde están – concluyó Hazzart para no hacer enojar más a su prima. - Hablando de retos – Ruth tomó el brazo de Erika Hobbs –, Gaby nos invitó a una fiesta que van a hacer los estudiantes élite de la escuela del Distrito Comercial en las playas del Segundo Distrito, ¿quieren venir? - No lo sé... ¿cuándo es? – preguntó Hazzart. - Pasado mañana – les dijo Gabriela Malka –, inicia el viernes y termina el domingo... - Yo no puedo – se disculpó Erika –. Voy a ver al diseñador que va a hacer mi vestido de novia, ya tengo planes para todo el fin de semana, pero llévense a mi viejo, es muy serio y nunca sale a divertirse. - Yo voy – dijo Michel. - Yo también – apoyó Elan. Hazzart de un movimiento dejó caer a los futuros patriarcas de los Clanes De Grieff y Yaotl, se despidió de su prima.
- Está bien, pero sólo voy a ir para cuidar a estos dos, seguramente media escuela del Cinturón se va a enterar y eso va a ser un pandemónium. - No importa, mientras más mejor, entonces nos vemos el fin de semana, adiós primo, adiós Elan, adiós Eri, nos vemos hermanito... - Adiós a todos y gusto en conocerlos – se despidieron Daniela y Gabriela Malka y se fueron con Ruth Yaotl. Mientras se retiraban Erika le comentaba a Hazzart. - Lindas niñas, me cayeron bien. – Después volteó a ver a Elan y Michel –. Adelante chicos, las tienen servidas en bandeja de plata, si no se ponen abusados se las van a ganar. - Me gustó la de las nalgotas – dijo Elan. - A mí la cerebrito – contestó Michel. - Es la misma, idiotas... – Hazzart habló sin pensar. - ¿Y tú qué te andas fijando? – reclamó Erika. Elan y Michel comenzaron a reír mientras Erika regañaba a Hazzart. - Está bien, mi estimado Arcángel – Elan se colgó del cuello de Michel –, como yo ocasioné la pelea de hoy te cedo a la nalgona y yo me quedo con la tetona, ¿hecho? - Hecho, pero vamos por algo de tomar, que la resaca ya me está empezando a pegar...
Elan y Michel llegaron a las playas del Segundo Distrito con varios de sus amigos del área del Cinturón, los acompañaban Hazzart y Jean Yaotl, Carsten De Grieff hermano menor de Elan, Etneo Brunn y Olaf Hobbs entre muchos otros estudiantes. En cuanto Ruth vio a su hermano corrió hacia él y lo abrazó, tomándolo de la mano le presentó al amigo que la acompañaba en ese momento, la playa estaba llena de miembros de familias importantes de los tres distritos de Arcadia, quienes enviaban a sus hijos a estudiar a las escuelas del Distrito Comercial o del Cinturón. - Hola, hermanito, que bueno que llegaste, te presento a mi amigo que está a punto de graduarse de la escuela superior, se llama Nord Muspelheim y es igual de serio que Hazzart, se van a llevar bien, ya conocen a Danny y a Gaby. Los recién llegados saludaron a los amigos de Ruth, la mayoría de ellos eran miembros de familias importantes en sus respectivos distritos, a Hazzart le llamó la atención en especial Daniela Malka, llevaba puesto un bikini de última moda y realmente se le veía un gran trasero, pero era perfecto, inmediatamente Michel la abordó y Elan hizo lo propio con su hermana mayor. El día trascurrió entre juegos y competencias por ver quiénes eran mejores, los alumnos del Cinturón o los del Distrito Comercial, Gabriela Malka fue nombrada la más bella, título que compartió con Elan De Grieff.
Ruth Yaotl fue la mujer más fuerte y mejor peleadora, Hazzart fue el mejor de entre los hombres, en un partido que jugaron del deporte más popular del país, los del Distrito Comercial apabullaron a los representantes del Cinturón, quienes se desquitaron después en un juego parecido pero auxiliándose de sus poderes elementales. Entre competencia y competencia todos bebían cantidades exorbitantes de alcohol, Jean Yaotl se acercó a su primo Michel, lo admiraba y siempre quería estar con él, eso fastidiaba a Elan que lo maltrataba siempre que podía. - Primo, primo, te andaba buscando. - ¿Qué pasó, Jean? – preguntó Michel que siempre trataba a su primo con camaradería. - Me acabo de ligar a unas chicas preciosas, una de ellas quiere conocerte... - Vete de aquí, gusano – le dijo Elan, le hartaba la presencia de Jean –. Michel ya tiene a la chica más linda de toda la playa, no necesita que lo distraigas con tus adefesios. - No te metas, Elan – le espetó Jean con odio al futuro Aries –, estoy hablando con mi primo. Elan levantó a Jean tomándolo de las axilas. - Mejor piérdete, gusano, o te voy a subir los calzones a la cabeza enfrente de tus chicas. - Primo... – Jean volteó hacia Michel en busca de ayuda.
- Déjalo en paz, Elan... – dijo Michel señalando a su mejor amigo –. Y tú llegaste tarde, Jean, ya tengo pareja hoy, será para la próxima. - Te lo dije, gusano... – Elan se burlaba de Jean. - Jódete, Elan – dijo Jean mostrándole el dedo medio al futuro Patriarca de los De Grieff –, no sé por qué mi primo pierde el tiempo contigo. - Ha de ser porque yo no soy un perdedor como tú. - Yo no soy un perdedor... - ¿No? ¿Cuál de esas chicas es la que más te gusta? - Eso no es de tu incumbencia... - Bueno... – Elan fue con las dos chicas y besó a ambas en los labios, ninguna protestó –. ¿Qué te pareció eso, gusano? - ¡Vete al diablo, De Grieff, te juro que algún día me vengaré! Jean se fue corriendo del lugar, las chicas con las que había llegado también decidieron irse, se despidieron en especial del futuro guerrero Aries. - Jodes mucho a mi primo, Elan. – Michel reía. - Me desespera su servilismo hacia ti, sólo estoy forjando su carácter, cuando crezca me lo agradecerá. - Cuando crezca te va a dar una paliza...
- O también eso. Gabriela Malka tomó con humor la broma de Elan, no así Daniela, le comentó a Michel. - ¿Qué le pasa a ese tipo? Es un abusivo... - No, es buena gente, el abusivo oficial es ese grandote de ahí, Etneo Brunn, Elan es el más popular, una vez pelearon porque Etneo abusaba de unos chicos que no podían defenderse, Elan los protegió. - ¿Y qué sucedió? - Elan le pateó el trasero a Etneo, sólo mi primo Hazzart y yo somos tan fuertes como él. Lo de Jean sólo lo hace para molestarme. - Pues no creo que lo esté logrando...
En altas horas de la noche Hazzart paseaba por la playa, el lugar parecía un campo de batalla, había estudiantes ebrios y tumbados a la luz de la luna por todos lados, entre ellos distinguió un rostro conocido, Daniela Malka estaba observando el mar. - Hola geniecito – al tiempo que la saludaba, Hazzart le bloqueó a propósito a la chica su vista al mar para que le pusiera atención. Daniela observó fijamente al futuro Presidente levantando la ceja derecha, era un tic que tenía cuando ponía atención en algo.
- Hola aburrido. - ¿Por qué me dices aburrido? – preguntó Hazzart mientras se sentaba al lado de la chica Malka. - ¿Por qué me dices tú geniecito? - Ruth dice que eso eres, la más inteligente de todo el mundo... Daniela no pudo contener la risa. - Y también dice que no te gusta divertirte. - Para ser una genio no escuchas bien, dijo que casi nunca salgo a divertirme... - Es que los genios no nos detenemos a escuchar trivialidades. – Daniela se acercó al oído de Hazzart –. Y no le digas a nadie, pero sabemos leer entre líneas. - Oh, ¿y la lectura de mi personalidad dice que soy aburrido? - Si, mucho. - Pues para ser tan aburrido te veo muy entretenida conmigo. - ¿Qué te puedo decir? Si soporté horas al cretino de tu primo, cualquier otra cosa es una bendición. - En eso estoy de acuerdo, Michel y Elan son unos cretinos, ¿lo cortaste muy feo?
- Si, al principio lo soporté, pero cuando se quiso poner cariñoso lo tuve que poner en su lugar. - Y me imagino que se fue a buscar a alguien más. - Supongo, la verdad no sé ni me interesa. - ¿Y yo? ¿Te incomodo? - No, para nada, además, eres inofensivo, conozco a tu novia y vas a casarte, eso significa que debes portarte bien. - ¿Y si fuera un mujeriego que eso no le interesa? - No lo eres, ya me estarías agarrando la pierna... Hazzart vio las piernas de Daniela, eran largas y perfectas, también observó bien su rostro, de primera impresión le pareció muy bella pero nada extraordinario, pero cuando la vio a los ojos se perdió, eran inteligentes y confiables, pero sobre todo, escrutadores, parecía que podían leer hasta el alma, a el no le importó que leyera la suya. - Tienes razón, soy serio, inofensivo y aburrido, pero tú eres agradable, ¿hay alguien aquí que te interese? - No, nadie. - Entonces es un hecho, soy tu pareja ideal, la pasaremos juntos hasta que nos vayamos a nuestras respectivas escuelas. ¿Te parece? - Me parece. A propósito... ¿quién es ese hombre mayor que vino con ustedes y está hablando con ese chico, Nord?
- Es un Caballero Fantasma de Arcadia, se llama Sir Phillippe y lo acaban de nombrar Director de la escuela, así como lo ves es un animal, bebe más que todos y no se emborracha ni un ápice, es muy agradable, ven, te recomiendo que hables con él, seguramente después de que platiquen tú y yo nos veremos todo el tiempo. - Hazzart... tranquilo. - Lo digo porque seguramente te inscribirás en la escuela superior del Cinturón. - Ah bueno. - Y seguirás gozando de mi aburrida, inofensiva y agradable compañía. - Eso también me gustaría. Hazzart se levantó y ayudo a Daniela a pararse, la llevó con Sir Phillippe para que le platicara de las ventajas que tendría si fuera una alumna de la escuela del Cinturón.
Michel Yaotl caminaba totalmente borracho y furioso, había perdido toda la tarde tratando de ligarse a Daniela Malka y al final lo habían botado, tanto esfuerzo para nada, y lo peor de todo era que realmente le había gustado, en cambio, Elan seguramente ya se estaba tirando a la hermana que estaba igual de buena que Daniela. Lo que más le molestaba fueron las palabras que su hermana le había dicho, tenía razón, él no era más que una sombra, todos sabían que él y Elan De Grieff eran los estudiantes más populares de la escuela superior del
Cinturón, pero la verdadera estrella era Elan, no había mujer que se le resistiera, niña, joven o adulta, todas caían, él era quien realmente siempre decidía lo que hacían, donde lo hacían y cuando, a quien todos respetaban y admiraban realmente era a al futuro líder del Círculo del Zodiaco de Hamal. Eso le había amargado la noche al futuro Arcángel, las palabras de Ruth lo tomaron por sorpresa pero eran ciertas, se preguntó si Elan hubiera podido doblegar a la amargada de Daniela Malka. Totalmente borracho se dispuso a buscar a su compañero de mil fiestas y batallas, finalmente lo encontró en un bungalow teniendo sexo con Gabriela Malka, tropezándose se acercó a ellos. - Quítate... es mi turno. Gabriela Malka inmediatamente se cubrió su desnudez y le reclamó a Elan. - ¡Oye! ¿Qué le pasa a este idiota? ¡Sácalo de aquí! Michel dio un profundo trago a su botella de whisky y después le contestó a Gabriela. - Cállate puta, esto es entre mi hermano y yo. Elan se cubrió con una sábana y le habló a su amigo. - Ya estás muy borracho, hermano, será mejor que vayas a descansar. Michel empujó a Elan
- ¡Ningún borracho! Estoy bien, ya lo hemos hecho antes, vamos a tirarnos a esta zorra entre los dos. Gabriela cada vez estaba más enojada. - ¡Elan! ¿Vas a permitir que me hable así? ¿Sabes qué? ¡Lárguense los dos de aquí! Michel se le fue encima pero Elan lo detuvo. - ¡Ya te dije que te calles, puta de mierda! – El futuro Arcángel amenazó a la chica –. Vuelve a abrir tu bocota y te la quemo... Gabriela tuvo miedo y ya no volvió a hablar, Elan se puso rápidamente sus pantalones y trató de llevarse a Michel. - Vámonos, amigo, ella no vale la pena, vamos a seguir tomando, igual y nos agarramos unas chicas que quieran tener sexo colectivo. - ¡Así se habla! Ese es el Elan que yo conozco, el que trata a las viejas como lo que son, como basura. ¡Vámonos! Pero antes esta zorra me lo va a chupar por altanera. A Gabriela Malka le dio terror volver a hablar, temblando se cubrió el rostro con las manos y sólo susurraba: - No por favor, Danny, ayúdame... Michel se acercó peligrosamente a Gabriela cuando su cuerpo fue levantado del suelo y arrojado por la ventana al exterior, el futuro patriarca de los Yaotl se levantó furioso. - ¿Quién fue el imbécil que se atrevió a hacer esto? Lo voy a matar.
En ese momento una fuerza invisible nuevamente lo trató de arrojar pero esta vez Michel ya estaba preparado para el combate, elevó la temperatura a su alrededor hasta que nulificó el ataque psíquico de telequinesis. En ese momento Daniela Malka lo enfrentó. - ¡Maldito cobarde! Deja en paz a mi hermana, si quieres algo ven y oblígame a mí a dártelo. - Te voy a enseñar a meterte con un Yaotl. – Michel trató de dominar a Daniela Malka con su poder psíquico que era de los más poderosos. - Tu poder psíquico no me afecta, idiota, ¿acaso no te habías dado cuenta? Solamente los pusilánimes que no pueden conquistar a una mujer por sí mismos son capaces de doblegarlas psíquicamente. – Daniela se burlaba de Michel - No lo necesito para destrozarte, zorra... En ese momento entró Hazzart a la pelea. - Tranquilo, primo, si das un paso más pelearás conmigo. - ¿Crees que te temo? – El futuro Arcángel por su borrachera ya no distinguía amigos de enemigos, lo que buscaba era pelea. - No digo que me temas, pero creo que sabes que no puedes derrotarme y menos en ese estado... Michel volteó a ver a Elan.
- Vamos, amigo, siempre has dicho que puedes vencer a Hazzart, es tu oportunidad, yo despacho a esa zorra y después te ayudo. - No Michel – Elan no sólo se negaba a apoyar a su mejor amigo, estaba avergonzado por su comportamiento, ya había demasiados curiosos alrededor –, hoy no, estás fuera de control, no te voy a apoyar, no tengo problema alguno en pelear con Hazzart, puedo vencerlo, pero no hoy ni aquí, vámonos. - ¡Vete al diablo entonces! Pelearé yo solo... Michel creó en su mano derecha su fuego dorado, el más poderoso de todos, tan caliente como el mismísimo sol, Hazzart aceptó el reto y se dispuso a combatir a muerte. En ese momento Sir Phillippe se interpuso entre los primos Yaotl. - ¡Ya basta, señores! Este no es lugar para lo que pretenden hacer, si insisten en seguir con su pelea los arrestaré a ambos. Hazzart levantó las manos y se alejó del Caballero Fantasma, pero se colocó por delante de Daniela Malka. Michel por su parte no entendía razones, retó a Sir Phillippe. - Tú no te metas, viejo, ¿sabes quién es mi padre? Te va a dejar en la calle... - Soy un Caballero Fantasma, joven Yaotl, no respondo a ninguna familia, respondo al Gobierno de Arcadia, si usted se pone violento quebrará la ley y yo estoy facultado para castigarlo.
- ¿Cree que le temo? Puedo matarlo. Jean Yaotl surgió de entre la multitud que se había agrupado por el escándalo. - Sí primo, vamos a hacerlo, yo te apoyo... Elan De Grieff tomó de los cabellos a Jean Yaotl y lo azotó violentamente en la arena. - No sólo pareces un gusano, tienes el cerebro de uno, si yo te puedo azotar con esa facilidad, Sir Phillippe te puede matar con sólo pedorrearte la cara... – Después le dio una patada en el trasero –. ¡Lárgate de aquí antes de que yo mismo te de una paliza! Jean Yaotl se fue corriendo gritándole todo tipo de obscenidades a Elan De Grieff. Mientras, Sir Phillippe trataba de hacer entrar en razón a Michel. - Todavía no es rival para mí, joven Yaotl, quizá en unos años, pero si peleamos ahora usted perderá. - No puede matarme. El Caballero Fantasma tocó su espada. - No, pero puedo cortarle los brazos. Michel enfureció la mirada pero pensó mejor las cosas, Sir Phillippe era una leyenda viviente, decían que era el mejor esgrimista de la historia, el futuro Arcángel se vio obligado a retirarse. - Está bien, no voy a seguir causando problemas.
- Bien – Sir Phillippe suspiró aliviado –, me alegra que haya recapacitado. "El Primer Caballero" estaba a punto de retirarse cuando Michel lo tomó del brazo. - Otra cosa, Director, reto a esa chica a un duelo de espadas, eso sí está permitido entre estudiantes... ¿o no? - Siempre y cuando las espadas no tengan filo. - Entonces ya está hecho. - Sólo si la señorita acepta. Michel observó retadoramente a Daniela y la señaló. - ¿Qué dices Daniela? Vas a sostener lo que me dijiste con una espada o eres igual que tú hermana... puta y cobarde. - El cobarde eres tú – le respondió Hazzart –. Yo pelearé contigo. - No, lo haré yo – contestó Daniela Malka. Hazzart inmediatamente la trató de convencer de que no peleara con Michel. - No Daniela, mi primo es de los mejores con la espada, no importa que no tenga filo, te puede romper todos los huesos... - No me importa, yo también sé manejar un arma. - Hazte a un lado, Hazzart, ella ya aceptó el reto. – Michel sonreía.
- Si la lastimas en serio yo haré lo mismo contigo aunque después Sir Phillippe me mate – le advirtió el futuro Presidente a su primo. - Haz lo que quieras, me importa un pito – Michel Yaotl se agarró la entrepierna señalando a su primo. Los dos contrincantes tomaron su espada, Hazzart y Sir Phillippe vieron que Gabriela Malka se veía tranquila, le preguntaron a Ruth que tenía el semblante como si hubiera sido ella de la que querían abusar. - Oye Ruth, Michel va a destrozar a su hermana... ¿y a Gabriela no le importa? - Estás equivocado, primo, a los cinco años derroté con la espada por primera vez a Michel, desde entonces jamás ha podido conmigo... Hazzart sabía de lo que hablaba Ruth, él tampoco la podía derrotar con la espada, en una ocasión había bromeado con Sir Phillippe de que su prima era tan buena como "el Primer Caballero". - ¿Y eso qué tiene que ver? - Que conozco a Daniela desde que éramos niñas, es tan buena con la espada como yo, ella es la única que ha podido vencerme. Al escuchar eso Sir Phillippe prestó atención en Daniela, efectivamente, no se veía ni siquiera nerviosa, la forma en que agarraba la espada lo hizo percatarse de que era una experta en su uso. "El Primer Caballero" había visto los concursos de los chicos y Ruth realmente lo había
impresionado, nadie en ese lugar manejaba la espada como ella, vamos, ni siquiera nadie que él conociera a sus casi cuarenta años de edad en una vida llena de violencia y combates. En los juegos de los chicos Daniela no quiso participar a pesar de la insistencia de Ruth, si lo que esa chiquilla decía de su compañera era verdad, valía la pena de ser visto. El combate empezó, efectivamente, Michel no fue rival para Daniela, fue golpeado decenas de veces, pero el futuro Arcángel siempre se levantó, sangraba y estaba al borde del desmayo, pero no dejaba de atacar, Sir Phillippe para salvar el honor del chico detuvo el combate. - Eso es todo, el señor Yaotl puede matar a su rival, si se enoja más no podrá controlar su poder, la ganadora es la señorita Daniela Malka. Michel arrojó su arma y se fue de la playa seguido de su primo Jean que había regresado a ver el combate, cuando pasó junto a Elan le susurró: - Me dejaste morir solo. Cuando todo pasó, Ruth se acercó a las hermanas Malka y a su primo, preparaban sus cosas para retirarse, Hazzart se había ofrecido a acompañarlas hasta su departamento en la escuela superior del Distrito Comercial. - Siento lo que pasó, amiga... - Tranquila, no es tu culpa que tu hermano sea un cerdo – le respondió Daniela. Ruth comenzó a llorar.
- Si lo fue, yo fui quien arengó a mi hermano, estaba borracho y dolido porque lo rechazaste, le metí la idea de que sólo era el patiño de Elan, hace meses tuve una aventura con él, realmente me gustaba y quería algo serio pero el maldito únicamente me utilizó, me dejó bien en claro que lo nuestro sólo había sido su aventura de una noche y que jamás lo volveríamos a repetir, que ni se me ocurriera decirle nada a Michel, el muy cabrón antes de joderme me hizo jurar que jamás le diría nada a mi hermano. Estaba dolida y quería desquitarme, lo único que respeta y le duele a ese animal es su amistad con Michel, entonces, por ahí decidí pegarle, pero te juro, amiga, que nunca quise le les pasara nada ni a ti ni a Gaby. - Tranquila Ruth. – El semblante de Daniela era imposible de describir, podía definirse que no le importaba lo sucedió o que quería desquitarse con su amiga –. La verdad es que en este momento estoy furiosa, no me hagas caso, después que esté más tranquila hablamos, por el momento no quiero ni verte. Las hermanas Malka y Hazzart Yaotl se fueron de la playa rumbo al Distrito Comercial, Sir Phillippe se quedó con Ruth. - Así que usted es la hermana menor del señor Michel... - Así es, Sir, lamento todo el lío que ocasioné – Ruth se sentía apenada de que el Caballero Fantasma hubiera escuchado su confesión. - No se preocupe, lo importante es que tuvo el valor de confesar frente a su amiga su error y asumir las consecuencias, hubiera sido muy fácil callarse, su hermano está tan borracho que difícilmente se acordará de los
detalles de todo esto, nadie se habría dado cuenta de su participación. - No, pero yo siempre lo sabría. - A eso me refiero, usted no es una mala persona, simplemente se equivocó, sinceramente la respeto. - No debería decir eso, viniendo de un Caballero Fantasma el halago cobra otra dimensión. - No señorita, soy sólo un viejo que tiene mucho por enseñar. - Usted no está nada viejo, se ve fuerte y atlético, su mirada es sabia, se ve que ha vivido mucho, estoy segura que ha de ser un excelente profesor. - Eso pregúnteselo a mis alumnos, también he de decirle que me dejó impresionado su técnica de combate. - Ese halago es todavía mayor tomando en cuenta quien me lo está diciendo, se comenta que usted es el mejor esgrimista de la historia. - Una exageración. - Mmmm, guapo, inteligente, culto, letal y modesto. ¿Tiene usted algún defecto, Sir Phillippe? El Caballero Fantasma empezó a reír, ni él sabía si era por diversión o esa chiquilla lo estaba poniendo nervioso. - Los tengo todos, jovencita, pero el peor de todos es la avaricia, cuando deseo algo no me detengo hasta obtenerlo, no me importa el medio, debe ser mío.
Ruth Yaotl era todo menos introvertida, nada la apenaba. - ¿Y ahora mismo tiene algún deseo que lo tenga entretenido? - Entretenido no, obsesionado, su técnica con la espada es buena pero mejorable, por mucho, usted está tirando su talento en la escuela del Distrito Comercial, ese lugar es para los ricos, usted debe ir donde estudian los poderosos, al Cinturón, si me concediera el honor de ser su maestro le estaría eternamente agradecido, mi técnica con la espada es única y hasta ahora no había encontrado a nadie a quien enseñársela..., hasta que aparecieron ustedes. - ¿Ustedes? – preguntó Ruth sin saber a quién más se refería "el Primer Caballero". - Si, usted y la señorita Daniela. Ruth se molestó. - Pensé que sólo yo lo obsesionaba... - Usted será mi discípula número uno, la señorita Daniela me fue arrebatada desde que conoció a ese chico, Hazzart. - Creo que ahora sí se equivocó, profesor, Hazzart está comprometido y dado, se va a casar con su novia de toda la vida, Erika Hobbs. - La conozco, buena muchacha y muy fuerte, pero escuche lo que le digo, Hazzart y Daniela terminarán juntos, nunca he conocido a nadie con esa determinación, para esa persona no hay imposibles.
- ¿Se refiere a Daniela? Toda la vida ha sido así, con su intelecto superior desde que la conozco siempre ha obtenido lo que ha querido. - No señorita, me refiero al joven Hazzart, desde que estoy en el Cinturón nunca había tenido a un alumno como él, es mi favorito, la señorita Daniela ni siquiera le presta atención a su primo, pero terminará cayendo... Ruth Yaotl veía con interés a Sir Phillippe, la tenía hipnotizada, planeaba inscribirse inmediatamente en la escuela del Cinturón, aunque dudaba que su primo terminara con Erika, si la miembro del Clan Hobbs hubiera estado ahí, Gabriela Malka nunca hubiera sido elegida la más bella, Hazzart siempre había estado enamorado de Erika, las dos familias daban por sentado su compromiso desde hacía mucho tiempo.
Pasaron los años, la amistad de Michel y Elan nunca volvió a ser la misma, los dos se enfocaron en sus respectivos entrenamientos y cada vez más dejaron de salir a divertirse, únicamente ellos dos jamás volvieron a hacerlo, siempre iban con varios amigos de por medio. Estaban por terminar los estudios y la batalla por ser el mejor estaba en su apogeo, tres guerreros competían por el codiciado honor: Elan, Michel y Hazzart, el ganador debía ser el mejor en una combinación de fuerza y estudios, en el último mes Hazzart se retiró de la contienda, no quería meterse entre los dos amigos, la competencia quedó entre los futuros Arcángel Miguel y Aries, finalmente Elan cometió un pequeño error de manera consciente para
que Michel ganara y disminuyera la animadversión entre ellos, tenía la esperanza de que retomaran su amistad. Por su parte, Hazzart tenía problemas más serios en los que concentrarse, durante los últimos años de estudios se había enamorado perdidamente de Daniela Malka, pero ésta le había dejado bien en claro que ni siquiera se atreviera a hablar con ella de amor hasta que terminara con Erika Hobbs, quien cada vez estaba más emocionada con su próxima boda. - Danny. - ¡Hola Hazzart! – Daniela abrazó al futuro Presidente que para entonces era su mejor amigo, el contacto físico entre ellos ya era peligroso. - Quiero hablar contigo... – le dijo Hazzart al tiempo que le daba un par de besos en la mejilla bastante cerca de la comisura de la boca. - Eso estamos haciendo – le dijo Daniela al tiempo que se separaba de él, el juego de los besos cerca de la comisura de la boca era una travesura que ella había iniciado y que nunca había llegado a ser más que eso: un juego. - Pero seriamente – le dijo Hazzart mientras le tomaba la mano evitando que Daniela se alejara más. - Si vas a decirme otra vez que te gusto no lo hagas – le advirtió Daniela. - Voy a romper con Erika – le informó Hazzart sin más preámbulos.
- Tampoco te recomiendo que lo hagas – Daniela se empezó a sentir incómoda con esa plática. - ¿Eso quiere decir que no tengo ninguna oportunidad contigo? – Hazzart apretó la mano de Daniela. - Somos amigos y sólo eso, nunca te he visto como algo más, te conocí comprometido y siempre te he visto como el novio de otra. - Pero si no fuera el novio de Erika... ¿me verías como algo más? - No lo sé, pero no lo creo, espero que no estés pensando en romper el corazón de esa pobre chica a unos meses de casarse, eso sería muy cruel, perderías mi respeto. - Si me caso con ella te pierdo a ti, si te pierdo a ti no me importa lo demás, terminaré mi compromiso. - Vas a romper el corazón de una chica por nada, Hazzart – Daniela no pudo evitar levantar su ceja derecha –, te vas a quedar sin ninguna de las dos, siempre seremos amigos, nada más, no lo hagas. - Si rompo el compromiso los dos somos solteros, si somos solteros tengo una esperanza aunque sea mínima de pelear por tu amor, elijo pelear. - No lo hagas, vas a perder. - Si me caso ya perdí igual, hasta que tú te cases con alguien más voy a pelear, eso ni tú lo puedes evitar. - No lo hagas...
- Te veo después. Cuando Hazzart se fue, Daniela sonrió, no sabía si estaba enamorada de él, pero conforme se acercaba la fecha de su boda más se deprimía, sintió lástima por Erika Hobbs, pero si terminaban el compromiso, le daría una oportunidad a Hazzart de ganarse su corazón. El rompimiento del compromiso fue todo un acontecimiento en el área del Cinturón, Olaf Hobbs le dio una paliza a Hazzart quien no respondió a la agresión, los Hobbs exigieron a los Yaotl que obligaran a Hazzart a mantener su palabra, pero el futuro Kukulcán se negó por completo a cumplir con el compromiso, al final no pudieron hacer nada, Hazzart era "el elegido" y sería el próximo Presidente de Boleria, los Hobbs rompieron relaciones con los Yaotl, ruptura que duraría muchos años, hasta el siguiente enlace de dos poderosos guerreros de ambas familias.
Samuel Yaotl, el Arcángel Miguel, visitaba a sus hijos, venía de la reunión del Consejo de Familia que se celebró ese año en el Cinturón, habían quedado en comer en un exclusivo restaurante. - Te veo molesto, padre – comentó Michel. - ¿Y cómo no estarlo? – se quejó airadamente el Patriarca de los Yaotl –. Ese inútil de Hazzart nos ha hecho quedar mal, el reclamo de los Hobbs es legítimo. Pero lo que realmente me enfurece es que nuestra línea sucesoria es la más importante de los Yaotl, pero como ese animal va a ser Presidente todos le rinden pleitesía, ya ves, ahora hasta
aquí se celebró la reunión anual del Consejo de Familia y no en Levit. - Lo mejor será que nos olvidemos de eso, es inevitable el ascenso de mi primo. - Aun así, ya estoy enfermo, hemos acordado las seis principales familias que después de su graduación les entregaremos sus espadas supremas. Michel golpeó la mesa, su padre llevaba muchos años posponiendo la entrega de su arma. - Eso quiere decir... - Que en unos meses serás el Arcángel Miguel, yo conservaré el Patriarcado de la familia. - Te prometo que sabré llevar el cargo. - A ti te corresponde llevar a la Legión de los Iluminados a lo más alto, fuiste el mejor de tu generación, por encima de esa basura De Grieff. - Elan es mi amigo... - ¡Y un carajo con eso! Nosotros vivimos para destruirlos. - Tal vez tú, yo haré las cosas diferentes, habrá paz con el Círculo del Zodiaco de Hamal. - Eres un imbécil. - Si no te parece quédate con tu maldita espada – respondió Michel molesto ante el insulto de su padre.
- Si pudiera lo haría, pero eso nos dejaría en desventaja con los De Grieff, eso no lo puedo permitir, eres una maldita vergüenza, hasta tu hermana puede vencerte, ella debería ser el Arcángel mayor... - ¡Nadie puede vencer a mi hermana con la espada! – se defendió Michel alzando la voz –. ¡Ni tú! Usando el poder elemental soy el mejor. Si quieres darle la espada Génesis a Ruth, hazlo, me importa un carajo. - Lo haría si pudiera, pero el Arcángel Miguel, el primer Arcángel, sólo puede ser varón. - Entonces acéptalo y no me jodas. En eso estaban cuando Ruth llegó, ella fue quien había invitado a su padre y su hermano a comer en el lujoso restaurante en el área comercial del Cinturón, se le veía nerviosa. Cuando estaban degustando el postre, Michel preguntó. - ¿Qué tienes Ruth? Estás distante d istante y no escuchas lo que te decimos, te ves nerviosa. - Está bien – dijo Ruth al tiempo que tomaba aire para darse valor –, será mejor que se los diga de una vez, mañana m añana voy a tomar la prueba de los Caballeros Fantasmas.... - ¿QUÉ? – gritaron al mismo tiempo Samuel y Michel Yaotl. - Lo que escucharon. - ¿Acaso te has vuelto loca? – Samuel la veía fijamente –. Lady Deuther acaba de cumplir los sesenta años pero es muy poderosa, las mujeres de la familia Saint Dimas siempre han sido las Espadas Reales femeninas de Levit.
- Nunca dije que sería una Espada Real de Levit... - Será mejor que te expliques de una vez, Ruth – le dijo Samuel Yaotl que no estaba de humor para descifrar adivinanzas. - Eso hago, padre, hace un mes retaron a Lady Madeleine a un duelo por el puesto, "la Arpía", Ar pía", como todos la conocen ganó el duelo, pero las heridas que le ocasionó la pretendiente fueron mortales, ni aún con el poder curativo de su espada se pudo recuperar, la semana pasada solicitó la muerte por eutanasia, le fue concedida. El puesto está libre y yo voy a contender por él. - Lo siento por "la Arpía", la conocí personalmente y era una gran guerrera, pero tú no harás nada. - Demasiado tarde, padre, ya me inicié en el proceso... - ¿Qué hiciste, estúpida? – Samuel Yaotl se levantó golpeando la mesa con las palmas de las manos. m anos. - Ya me he sometido a la prueba, mis habilidades me fueron retiradas y ahora tengo los poderes de un Caballero Fantasma de Arcadia, estudio aquí y soy la mejor alumna de mi generación, apruebo para contender por la espada Delta. - ¿Y me trajiste aquí para que no hiciera un escándalo? En este momento te desheredo, ya no tengo hija. - No me importa tu herencia, hoy es mi último día como una Yaotl, después de mañana ya no tendré familia, seré una Espada Real de Arcadia, a partir de mañana seré conocida como Lady Madeleine.
Samuel Yaotl estaba enfurecido como nunca en su vida. - Al diablo con ustedes dos, ¿de qué sirve que sean los alumnos más brillantes de su generación si son unos imbéciles? Menuda decepción. Samuel Yaotl rompió la mesa de un golpe y se fue furioso. Mientras veía a su padre marcharse, Ruth le preguntó a su hermano. - ¿Y por qué está enojado contigo? - Porque quiero la paz con Elan, cuando ambos estemos al frente de la Legión de los Iluminados de Levit y el Círculo del Zodiaco de Hamal, terminaremos con siglos de odio y enfrentamientos. - Pero ya casi no te hablas con Elan... Michel le sonrió a su hermana. - Sólo lo estoy haciendo sufrir un poco, Elan es mi hermano y eso nada lo va a cambiar. - Me alegro que digas eso, como futura Espada Real que voy a ser, Sir Phillippe me ha contado algunas cosas, en Arcadia se juega un funesto juego que puede destruir el país entero, si están unidos tú y Elan pueden terminar con eso. - ¿A qué te refieres? – preguntó Michel intrigado, nunca había escuchado de algo que pusiera en peligro al país más poderoso del mundo.
- Ya lo sabrás a su tiempo, hermanito, como FILO Divino y Patriarca de la familia te enterarás de muchos secretos que no pueden revelarse. - Pues falta poco para eso, adelántame algo... - No lo haré, te dije esto solo para torturarte, considéralo un desquite por lo cruel que eras conmigo cuando éramos pequeños... Michel dejó de preguntar, sabía que su hermana hablaba en serio y no le contaría nada más, él podría ser mayor y más fuerte que ella, pero psicológicamente los juegos de su hermana eran lo suficientemente crueles para que él la dejara de molestar. El futuro Arcángel se quedó en silencio hasta que Ruth volvió a retomar la conversación cambiando el tema. - Entonces tú hiciste enojar a papá más que yo, nada odia tanto el viejo como al Círculo del Zodiaco... - Eso puedes apostarlo, hermanita. El futuro Arcángel Miguel se quedó pensando en las palabras de Ruth, sabía que la advertencia de su hermana era real, decidió hablar con Elan De Grieff y retomar su amistad, si había que salvar al país de una amenaza lo harían juntos. PROXIMAMENTE LA NOVELA COMPLETA EN AMAZON http://www.facebook.com/people/Ks-Girtab/100003121942560 https://www.facebook.com/Saga12Filos?ref=tn_tnmn Twitter: @KSGirtab