LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA POR EDUARDO GALEANO
Introducción: Ciento veinte millones de niños en el centro de la tormenta
Nos habla que la división internacional se basa en que unos países ganen y otros pierdan, América Latina perdía desde hace muo tiempo, las materias primas y alimentos con destino a los países ricos ganan más consumiéndolos que lo que América Latina gana produciéndolos, debido esto también a los impuestos. Nosotros somos una sub-América una América de segunda para los demás, actualmente todo se ha transmutado o se acumula en los países centros de poder, todo como los recursos naturales y recursos humanos. A mediados del siglo anterior el nivel de vida de los países ricos ecedía el !"# a comparación de los países pobres. $e dio una gran desigualdad desigualdad y abusos proenetas proenetas contra América América Latina, básicamente se etiende la pobre%a y se concentra la rique%a en los países ricos. Luego se da la industriali%ación que de igual manera a&ecto. 'n este libro quiere cont contar ar bási básica came ment nte e la hist histor oria ia del del saqu saqueo eo y cont contar ar como como &unc &uncio iona nan n los los mecanismos actuales de despo(o.
Primera Parte: La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra Capítulo 1: Fiebre del oro, Fiebre de la plata
)ristóbal )olón se lan%ó a atravesar al oeste de la 'c*mene y llego a América eactamente a las +ahamas en / pero el murió creyendo que estaba por la espalda de Asia. )ristóbal tenía en su libro de 0arco 1olo apuntes de cuan rica en todo era América y las personas se interesaron mucho por esto y vinieron los espa2ol espa2oles es a conquis conquistar tarnos, nos, después después de 3 a2os a2os de que nos conqui conquista staron ron se empe empe%ar %aron on a llev llevar ar a los los indi indios os a 'spa2 'spa2a a para para tener tenerlos los de escl esclav avos os y las las epediciones por toda América se dieron, enga2ando y usurpando a los indios. 4inalmente 4inalmente en el )aribe los tributos tributos o indios indios desaparecieron desaparecieron y en 5ominicana los indios pre&erían morir a traba(ar para ellos. América había sido donada a la 6eina 7sabel tras esto distintos persona(es &ueron enviados para América y estos &ueron invadiendo América en distintos lugares, pero consigo tra(eron distintos arte&actos o armas que los indios no conocían y les 2
llamaba la atención, 1i%arro aprovecho la ri2a entre Atahualpa y 8uasca. Además de sus sus arma armass y arte& arte&ac acto toss novedo novedoso soss los los conq conqui uist stad ador ores es tra( tra(er eron on cons consig igo o bacterias y virus como la viruela, tétanos, en&ermedades pulmonares, intestinales, venéreas, etc. Los conquistadores siguieron avan%ando y se apoderaron del oro y todo lo valioso, mataron un sin numero de indios y antes de que 4rancisco 1i%arro degollara a Atahualpa le quitó un rescate en oro y plata, después 1i%arro se lan%o sobre el )u%co y saquearon el 9emplo del $ol, aunque no pudieron abatir del todo sus muros. 'n la época del auge de la ciudad de 1otosí: los altares de las iglesias, herraduras de los caballos y alas de los querubines eran de plata. Las calles eran cubiertas de barras de plata: se levantaron templos y palacios, monasterios y garitas con motivo de tragedia y &iesta. 1otosí contaba con / mil habitantes en !;3 y para otorgó a 1otosí el título de >illa 7mperial. ?nce a2os después celebraba la coronación de 4elipe 777 con &este(os que costaron = millones de pesos. Las &értiles minas de plata de 1otosí se descubrieron entre !!-!!= en la actual +olivia, y las de @acatecas y uana(uato en 0éico. A mediados del siglo B>777, la plata abarcaba más del # de las eportaciones minerales de América 8ispana. América era un mercado europeo ya que estaba en manos de 'spa2a, 8olanda, 4rancia, ingleses y alemanes. )arlos > permitió a un grupo de &lamencos sacar oro oro y (oy (oyas de 'spa 'spa2a 2a en mula mula o caba caballllo, o, por por la ayud ayuda a les les otor otorgó gó títu título loss burocráticos y hasta licencia para llevar esclavos negros a la América. Los metales amer americ ican anos os propo proporc rcio ionar naron on medi medios os para para combat combatir ir cont contra ra las las &uer &uer%as %as de la economía moderna. Los principales obstáculos para el progreso industrial de 'spa2a era la distancia y comunicación. A partir de las derrotas militares de los espa2oles, se otorgó a 'uropa concesiones que estimularon el trá&ico marítimo, descargando en 'spa2a m*ltiples productos. A mediados del siglo B>7 se autori%ó la importación de te(idos etran(eros en un país pobre. 3
Las 6ep*blicas 7talianas protegían el comercio eterior y su industria mediante aranceles que a la muerte de )arlos > abarcaron casi toda la rique%a. 'l clero se multiplicaba tanto como la noble%a, <" mil etran(eros abarcaban el comercio eterior condenando a 'spa2a a la impotencia económica. 0endigos espa2oles y etran(eros aparecieron durante el siglo B>777 como consecuencia de la desocupación, moneda caótica, lati&undios vacíos. Los +orbones dieron a la nación una apariencia más moderna. >arios hechos dieron inicio a la era de la producción capitalista como &ueronC el descubrimiento de los yacimientos de oro y plata en América, ca%a de esclavos negros, saqueo de los indios orientales y sepultamiento en las minas de la población aborigen. 'l valor de oro y plata supera el valor del capital invertido en las industrias europeas. 'n los siglos B>77 y B>777, la economía chilena giraba en torno al cerro de 1otosí proporcionándole trigo, carne seca, pieles, vinos, ganadería y artesanías. Las minas de mercurio tuvieron su &in en el siglo B>777. 0ás tarde la población +oliviana es < veces menor que la población Argentina. 'sta ciudad siendo la más rica del mundo pasó en poco tiempo a ser condenada por la nostalgia y miseria. Dunto a 1otosí cayo $ucre, dis&ruto buena parte de la rique%a que emanaba el cerro. 4rancisco 1i%arro instalo allí su corte, también &ue sede de los virreinatos y ar%obispado de América. Las minas de uana(uato y @acatecas en 0éico estimaban unos E! mil millones. La economía colonial Latinoamericana dispuso de la mayor concentración de &uer%a de traba(o para la acumulación de rique%a, todo esto al precio del genocidio nativo. 'n 0éico había una población de /! millones de habitantes, América )entral y las Antillas " y 3 millones, que aproimadamente sumaban ;" millones, pero con la llegada de los conquistadores etran(eros se redu(o a 3 millones. Los indios eran otorgados en encomienda (unto con su descendencia o los vendían (unto con las tierras. 'n $eptiembre de !; en 1araguay mediante una circular se comunicó que Flos indios son tan seres humanos como los otros habitantes de la 6ep*blicaG. 'n el apogeo del imperio 7nca, cuya etensión era desde 'cuador hasta Argentina, llegaron los espa2oles. Los a%tecas se ubicaron en el >alle de 0éico y los mayas en Hucatán y )entro América. 'stas civili%aciones de(aron grandes monumentos, creaciones técnicas, etc. Los mayas &ueron ecelentes astrónomos, midieron el tiempo: mientras que los a%tecas crearon acequias e islas arti&iciales. 4
Las minas eigían grandes despla%amientos de población, los indios eran sometidos a la servidumbre de los encomenderos. Los espa2oles destruyeron cultivos de maí%, yuca, &ri(oles, maní en la costa del 1ací&ico. Las terra%as, obra de los 7ncas todavía permiten cultivar en las laderas de las monta2as producto de la buena organi%ación y división del traba(o.Los a%tecas se levantaron entre grandes masa de barro que los indios trasladaron a las nuevas islas de Limo y a las cuales las raíces de los árboles dieron &irme%a, así se &ormaron grandes avenidas y hermosos palacios. 'n ;=, 9*pac Amaru encabe%o el movimiento mesiánico y revolucionario ubicado en la provincia de 9inta. 'ntró a la 1la%a de 9ungasuca y dispuso la prohibición de 1otosí, poco después decreto la libertad de los esclavos y abolió los impuestos. Ino de sus (e&es lo traiciono y lo entrego a las tropas realistas quienes en la pla%a de Jacaypata le cortaron la lengua, descuarti%aron, decapitaron, y quemaron su torso: todo esto sucedió en presencia de su &amilia. 'istieron grandes héroes como el cura 0iguel 8idalgo quien llamó a los indios a luchar por su liberación. 'ste cura puso &in a los tributos, repartió las tierras de uadala(ara y decreto la libertad de los esclavos: &inalmente &ue e(ecutado y reempla%ado por Dosé 0aría 0orelos. La sociedad indígena tiene la mano de obra más barata. 'n uatemala, constituyen el e(e de la vida económica nacional. La eplotación de madera cubrió el primer periodo de coloni%ación de las costas, y plantaciones de a%*car en el nordeste. $e desconocía la eistencia de civili%aciones indígenas, solo eistían tribus salva(es. Los portugueses descubrieron oro aluvial en peque2as cantidades en varios ríos y riachuelos por la acción de la lluvia. 5urante el siglo B>777, la producción de oro en +rasil superó el volumen etraído por 'spa2a. +rasil alcan%o los 3"" mil habitantes en el a2o de ;"" con la emigración de portugueses. 'l ciclo de oro absorbió demasiada mano de obra. La edad de oro en 0inas erais convirtió a 6ío de Daneiro en el e(e económico y político del país. Los comerciantes británicos, 7nglaterra y 8olanda se bene&iciaron mucho del oro de +rasil pero a &ines del siglo B>777 cayó en decadencia las 0inas erais, sus suelos quedaron aislados y sus iglesias &ueron saqueadas.
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Capítulo : !l "e# $z%car # otros monarcas a&rícolas
Las primeras raíces de ca2a de a%*car &ueron traídas de las 7slas )anarias por )ristóbal )olón quien las plantó en las tierras de 6ep*blica 5ominicana. $e convirtió en un artículo muy codiciado por los 'uropeos y &ue para su comercio el producto agrícola más importante. 'l a%*car u oro blanco &ue cultivado en climas h*medo-caliente, su largo ciclo también impulso el desarrollo industrial en 8olanda, 4rancia, 7nglaterra y 'stados Inidos. 'l a%*car permitió el dominio de )uba por los 'stados Inidos. )uanto más codiciado por el mercado mundial es un producto, mayor es la desgracia que trae al pueblo Latinoamericano como &ue el cacao en )aracas, algodón en 0aranhao, caucho en el Ama%onas y ca&é. +rasil &ue el mayor productor de a%*car hasta mediados del siglo B>777. Las tierras &ueron cedidas a los primeros terratenientes de +rasil. Las empresas 8olandesas &inanciaron el negocio, instalaron los ingenios e importaron esclavos. 9ras la epulsión de 8olanda, de(aron todo preparado para que los +arbados asumieran el poder proporcionándoles todos los implementos para el levantamiento de ingenios en tierras &értiles. La producción etensiva de a%*car de(o tierras erosionadas, destrucción de plantaciones y a&ecto a la &lora y &auna del lugar. 5e aquellos tiempos coloniales nace la costumbre de comer tierra por &alta de hierro. La tercera parte de la población de 6eci&e sobrevive marginada en cho%as, la prostitución in&antil es &recuente y hay pérdida de peso. 'l estado de $an 1ablo contiene el centro industrial más poderoso de América Latina. Las Antillas, conocidas como F$ugar 7slandsG, quedaron determinadas por el monocultivo de ca2a en los lati&undios, padeciendo hambre y desocupación. +arbados &ue la primera isla del )aribe donde se cultivó a%*car, para la eplotación en peque2as cantidades eistía =" mil esclavos y ="" plantaciones. A &inales del siglo B>777, el me(or a%*car del mundo brotaba del suelo da la costa de 8aití. )omo consecuencia de la revolución que estallo en ;, las plantaciones de ca2a &ueron presas de la guerra. La crisis de este país provoco el auge a%ucarero en )uba, convirtiéndose al poco tiempo en la primera proveedora del mundo. 'n ; los ingleses se apoderaron de la 8abana, para entonces la ganadería y el tabaco eran la base para su economía. $e impulsó el desarrollo de las artesanías, ca2ones y disponía del primer Astillero de América Latina. La aparición de remolacha y a%*car en los campos de 4rancia y Alemania durante las guerras Napoleónicas convirtieron a 'stados Inidos en el demandante principal de a%*car en las Antillas, así &ue pasando la isla a manos de norteamericanos. 6
)uba se convirtió en productora de materia prima consumía de los 'stados InidosC arro%, &ri(oles, a(os, cebollas, grasas, carne y algodón. $olo un tercio de la población tenia traba(o estable y la mitad de las tierras se volvieron improductivas. Los ingenios Norteamericanos poseían la mayor parte del área a%ucarera. 'n < hubo una campa2a que movili%o a (óvenes voluntarios para ense2ar a leer y escribir a la población cubana, actualmente poseen el menor n*mero de anal&abetos. 'l a%*car del trópico Latinoamericano aporto a la acumulación de capitales para el desarrollo industrial de 7nglaterra, 4rancia, 8olanda y 'stados Inidos, en cambio, el comercio entre América, K&rica y 'uropa propició el trá&ico de esclavos a las plantaciones de a%*car. 'n !//, estallo la primera sublevación de esclavos en América. Los esclavos de 5iego )olón &ueron los primeros en levantarse, les sucedieron otras rebeliones en $anto 5omingo y luego en todas las islas a%ucareras del )aribe, los esclavos cimarrones huyeron hacia 8aití, para su pueblo el arcoíris se2ala la ruta de retorno a uinea. La esclavitud en +rasil se abolió en ===, pero no el lati&undio. Nordestinos emigraron a la Ama%onía por la aparición del caucho en el centro y sur de +rasil, este despla%amiento &ue originado por las sequías. Los campesinos venían de 1raiba y 6io rande, su mano de obra barata era reservada para las obras p*blicas. 0uchos de los habitantes que en =;= partieron de )eará rumbo al 6ío Ama%onas, murieron debido las hambres o en&ermedades como el paludismo, tuberculosis. 'n ;;", oodyear y 8ancoc descubrieron el procedimiento de &leibilidad del caucho, ya en =!" surgió la industria del automóvil en 'uropa y 'stados Inidos. La mayor parte de la producción de caucho provenía del territorio del Acre, así +rasil conquistó las reservas mundiales de goma. 9ambién en esa época &ue inaugurado ridículamente en medio de la selva el 9eatro Ama%onas. La decadencia del caucho llegó para +rasil en 3, obligándolo a comprar en el etran(ero más de la mitad del caucho que necesita. 8ubo un 7nglés 8enry Jicham que en =;3 llevó hacia 7nglaterra una buena cantidad de semillas camu&ladas en cáscara de plátano enga2ando a las autoridades hasta llegar a Liverpool. A2os después invadieron el mercado mundial con el caucho malayo. Las plantaciones asiáticas desbancaron la producción +rasile2a, la cual tomo un nuevo impulso durante la segunda guerra mundial. 'l cacao se identi&icó con >ene%uela durante un largo tiempo, esta oligarquía se enriqueció abasteciendo de cacao a 0éico y 'spa2a: a esto se sumó la era del ca&é. A partir de //, el país pasó a depender del petróleo y a &inales del siglo B7B los europeos deseaban el chocolate. 'l progreso de la industria impulso las plantaciones de cacao en +rasil, al mismo tiempo que apareció el caucho. hana conquistó el primer lugar en la 7
plantación de cacao con métodos modernos, las ganancias se aumentaron con el consumo de cacao y al%a de precios. Las tierras &ueron cambiando de due2o debido a la inestabilidad. Los grandes consumidores de cacao &ueron 'stados Inidos, 7nglaterra, Alemania, 8olanda y 4rancia quienes estimularon la competencia entre la producción de +rasil y 'cuador cuya economía dependía de las ventas de banano, ca&é y cacao. 0ás de la quinta parte del algodón que la industria tetil consume proviene de América Latina, para la industria 'uropea este producto se convirtió en el más importante a &inales del siglo B>777. La crisis de la economía minera proporciono mano de obra para la producción del algodón. La producción de algodón en los 'stados Inidos de(ó a +rasil &uera de competencia, aumentando su producción de /< a 3/" mil toneladas. 4ue el principal producto de eportación de 1araguay. Los obreros del algodón en Nicaragua suministran el producto a las industrias tetiles de Dapón, para la economía del 1er* constituye la segunda &uente agrícola de divisas. Las me(ores tierras estaban en manos de empresas Norteamericanas. Anderson )layton es la principal &irma eportadora de ca&é y productora de alimentos en +rasil. Además de dominar el comercio de algodón se introdu(o en el negocio de dulces y chocolates. América Latina abastecía las cuartas quintas partes del ca&é que se consumía en el mundo. +rasil es el principal productor de ca&é y sus ingresos los obtiene por eportaciones. 8aití, )osta 6ica, uatemala y 'l $alvador dependen del ca&é. La mano de obra &ue cara ya que se utili%ó a los inmigrantes europeos. )on la abolición de la esclavitud nació el traba(o asalariado impidiendo que los obreros cultiven alimentos sin una remuneración. 'l ca&é llegó hasta el valle del 6ío 1aranaiba que después de convertirse en la %ona más rica del país paso a la decadencia ya que la erosión volvía a las plantaciones vulnerables a las plagas. 'n 'l $alvador el monocultivo del ca&é impulsa la compra de maí%, hortali%as, &rí(oles en el eterior: *nica &uente de vitaminas para la población. 'n 8aití los ni2os mueren debido a la anemia. La mayor parte del ca&é colombiano se produce en mini&undios, eportando el <# de las plantaciones. La subida y caída de los precios del ca&é marcaban su coti%ación. La ba(a de centavo implicaba una pérdida de E
/, +rasil quemó ;= millones de bolsas de ca&é. 'l auge de precios desencadena un crecimiento de la población. )olombia depende del ca&é y su coti%ación está asociada con la curva del matrimonio. América central producía la grana y el a2il con poco capital y mano de obra. 'stos insectos sostenían la demanda en la industria tetil europea como colorantes naturales, que desaparecieron al inventarse las anilinas por alemanes en =!". Ina banda de asesinos denominada Fla &alange americana de los inmortalesG a cuyo mando estaba Jilliam Jaler, invadió )entroamérica con el respaldo de los 'stados Inidos: quien robo, mato, incendio y se proclamó presidente de 8onduras, Nicaragua y 'l $alvador, además de reimplantar la esclavitud. Las empresas se apoderaron de aduanas, tierras, gobiernos. La IN'5 4ruit se apodero del lati&undio en )olombia en /=. 'l 7mperio Norteamericano tras el consumo de plátano se abalan%ó en América )entral para cultivarlos y construir &errocarriles para su transporte. 'sta empresa su&rió varias crisis por la caída en la producción de plátano. La crisis de los treinta tra(o consigo la caída de precios del ca&é y banano, hubo huelga, disminuyeron las inversiones, gastos p*blicos y sueldos. Dorge Ibico en uatemala, obligó a los indios a llevar una libreta donde consten sus días de traba(o. ?torgó a la IN'5 4ruit el derecho para reba(ar los salarios, mientras que los en&ermos recibían atención en los suelos de los hospitales. 'n uatemala los (óvenes o&iciales y universitarios encabe%ados por Dosé Arévalo, desbancaron del poder a Ibico tras una revolución. 'stablecieron un nuevo plan de educación y dicto el código de traba(o para proteger a los obreros. La IN'5 4ruit de(ó de poseer algunas de sus propiedades. 'l gobierno de Arben% pro&undi%ó estas re&ormas y rompió el monopolio de la &rutera construyendo carreteras con capital nacional. La re&orma agraria bene&icio a "" mil &amilias, dando lugar a una campa2a de prestigio internacional en uatemala. >arias dictaduras sucedieron tras la caída de Arben%, como la de )astilla que devolvió las tierras incautadas a la IN'5 4ruit. Los &inqueros obtuvieron el derecho de portar armas y sembrar el terror. La violencia siguió sin precedentes contra estudiantes, dirigentes y campesinos. América Latina contin*o condenada al monocultivo y a la dependencia. 9ras el decreto de 9ru(illo que dictó $imón +olívar en =/, se protegió a los indios del 1er*, pero no pudo solucionar el sistema agrario. Dosé Artigas encabe%ó la revolución agraria en los territorios que hoy ocupan Iruguay y provincias Argentinas de =-=/". 9
'n =!, Artigas estableció su campamento en 1aysand* desde donde controlaba sus comarcas y dictaba decretos revolucionarios de su gobierno. 'sta re&orma se aplicó durante un a2o en Iruguay. 9enía su esencia en asentar sobre la tierra a los pobres del campo, evitar la acumulación de tierras en pocas manos e impulso un &uerte impuesto a las importaciones. Ina traición terminó con la vida de @apata en . La presidencia de Lá%aro )árdenas en 3-", recobró las tradiciones %apatistas permitiendo que la economía logre un acelerado ascenso, multiplicó la producción agrícola mientras se industriali%aban las ciudades. La vida de un hombre humilde llamado Artemio )ru%, se aseme(a al proceso por el que ha tenido que pasar la revolución 0eicana. 'l lati&undio impidió el crecimiento agropecuario y el desarrollo de la economía, la intervención de la tecnología agudi%a el desempleo, la re&orma agraria que +rasil promulgó en < se dedicó a epulsar a los campesinos de sus tierras y devolver las propiedades a los lati&undistas. 'n 'cuador se distribuyeron tierras improductivas y en Argentina no se mostró interés por introducir innovaciones técnicas. La coloni%ación interna de los 'stados Inidos se vio marcada por la tierra &értil que atraía a los campesinos europeos quienes eran gran(eros libres. )ada uno cultivaba en un periodo de ! a2os mientras generaba un mercado interno: en cambio la coloni%ación de América Latina &ue una etensión del área lati&undista.
Capítulo 3: Las Fuetes Su!te""#eas $el Po$e" Los norteamericanos importan la séptima parte del petróleo, la quinta parte del cobre para producir balas, la tercera parte del hierro y manganeso para la siderurgia, níquel y cromo para los motores de repulsión y la cuarta parte del tungsteno para el acero. 'sta dependencia re&le(a el interés de los capitalistas en América Latina. La nueva tecnología no ha encontrado la manera de prescindir de los materiales que solo la naturale%a proporciona. Los yacimientos de hierro en +rasil, derribaron a los presidentes Danio Muadros y Daoa oulart. 'urico 5utra concedió a la +ethlhem 8otel " millones de toneladas de manganeso a cambio del # de ingresos por eportación. 'n +olivia, 6ene +arrientos entre matan%as, otorgó a la &irma 1hilips +rother la concesión de la mina 0atilde que contiene plomo, plata, %inc. 'l gran lago de petróleo en >ene%uela asentó la mayor misión militar norteamericana. 10
'l presidente Dohnson amena%o a 4rancia con embargar sus envíos si compraban níquel a )uba y no a 'stados Inidos. Los minerales permitieron la caída del socialista )heddi Dagan en la uayana +ritánica, país que producía bauita. 'stados Inidos necesitaba minerales estratégicos para su potencial de guerra, por eso comen%ó la compra masiva de tierras en la Ama%onía. +rasil pierde E"" millones por contrabando de diamantes. 'l guano se caracteri%ó por sus propiedades &ertili%antes en 1er*. 'l ecremento de alcatraces y gaviotas era rico en nitrógeno, amoníaco, &os&ato y sales alcalinas. La química agrícola descubrió las propiedades nutritivas del salitre como abono para las tierras de 'uropa. 'n las salitreras los obreros sobrevivían en cho%as. La eplotación del salitre se etendió hasta +olivia aunque el negocio era chileno. 'l salitre desencadenó la uerra del 1ací&ico entre )hile, 1er*, +olivia en =;==3. +olivia perdió con la guerra la mina de cobre más importante. La guerra había otorgado a )hile el monopolio mundial de los nitratos naturales, pero el rey del salitre era Dohn 9homas North. Los obreros chilenos no tenían descanso y sus salarios los cobraban con &ichas. Las inversiones norteamericanas en )hile ascendían a más de E"" millones destinado a la eplotación y transporte de cobre. Los yacimientos estaban en manos de la Anaconda oper 0inning y la ennecott )oper )o, superando una producción de E"" millones al a2o. $alvador Allende anunció la nacionali%ación de la minería. La producción )hilena se vende en mercados diversos estableciendo relaciones entre los países socialistas, situación que no pudo evitar 'stados Inidos. 'l cobre estuvo sometido a variaciones de precios go%ando de coti%aciones muy altas en los *ltimos a2os. 's la materia prima en las &ábricas de pólvora, latón y alambre: a la ve% se asocia con el oro, plata, molibdeno quienes estimulan su eplotación. La productividad obrera ha aumentado progresivamente en )hile, los mineros viven en habitaciones estrechas separados de su &amilia. $imón 1ati2o se convirtió en el 6ey del esta2o y en uno de los " multimillonarios del planeta, tras descubrir la eistencia de este material en el )erro Duan del >alle cuando a2os atrás provoca la eplosión de unas rocas en +olivia. 'ste hombre derribó a presidentes y ministros, organi%ó matan%as y gano dinero. 5espués de la revolución de !/, se nacionali%ó el esta2o. $u hi(o Atenor 1ati2o cobro una indemni%ación por las minas y controlo su precio. 'l mineral es re&inado por la empresa Jilliams, 8arvey and )o en Liverpool. 11
La primera &undición nacional de esta2o en +olivia &ue levantada en ?ruro. La producción industrial de 'stados Inidos necesita del hierro para &ormar el acero. La I$ $teel etrae del )erro +olívar en >ene%uela E= millones en hierro, estas utilidades las comparte con la +ethlhem $teel. 'l acero se produce en los centros ricos del mundo con salarios altos y el hierro en los suburbios con salarios pobres. 'l acuerdo militar &irmado con los 'stados Inidos prohibió a +rasil vender hierro a los países socialistas. La $aint Dohn )o, operaba en el valle de 1araopeba donde yace la mayor concentración de hierro evaluada en E /"" mil millones, pero al igual que la 8anna no poseía el derecho de eplotar esta rique%a. 0inas erais era el escenario de los yacimientos de hierro en disputa. )astelo +ranco otorgó a 8anna las seguridades para eplotar los yacimientos en 1araopeba, mientras que la +ethlehem se encargaba de 0inas erais. La I$ $teel obtuvo el # de las acciones de los yacimientos de hierro en )ara(as. 'l petróleo tiene su importancia para la industria química y actividades militares atrayendo a los capitales etran(eros. Las grandes corporaciones petroleras son la $tandard ?il y la $hell, donde los salarios de los obreros son altos. 'n >ene%uela y 0edio ?riente su coti%ación ha ido cayendo. 'l principal productor e importador es 'stados Inidos, habiendo una desproporción entre el precio del crudo y sus derivados. La $tandard ?il, $hell y la Anglo &ormaron un cartel que implicaba el dominio de numerosos países y la intervención de sus gobiernos, siendo la $tandard ?il con su &undador 6oce&eller (unto a sus &iliales quien abarque la mayoría de las ganancias del cartel, >ene%uela proporciona a $hell sus ganancias, el gobierno de cubano también aporta a las ganancias de la $tandard de NeO Dersey que poco tiempo después nacionali%ó el cartel. 'l cartel bloqueó en 0éico las eportaciones de petróleo, cuyo territorio se repartió la $tandard y la $hell obligando a pagar precios más altos. 1'0'B, &ue la primera empresa no etran(era que nación en 0éico. Iruguay creó la primera re&inería estatal en América Latina AN)A1, también encargada de la venta de petróleo crudo. A través de una campa2a de desprestigio el cartel se adue2ó del monopolio de la re&inación. 1etrobras &ue una empresa +rasile2a destinada a la distribución de diversos &luidos y a la industria 1etroquímica. 'l petróleo desencadenó la guerra del )haco en 3/-3! entre +olivia y 1araguay. La $tandard respaldo a +olivia y $hell a 1araguay al &inal este país gano la guerra. La empresa ul& ?il estuvo a cargo de los yacimientos en +olivia, poco después &ue nacionali%ada. 12
>ene%uela es el mayor eportador de petróleo de donde proviene las ganancias de los capitales norteamericanos, es uno de los países más ricos y también uno de los más pobres y violentos., Además produce 3 millones y medio de barriles de petróleo al día. $u rique%a ecede a la que los espa2oles arrebataron de 1otosí. Los costos de etracción van ba(ando y la cantidad de obreros se reduce: como consecuencia eistió la desocupación entre los campesinos petroleros del lago 0aracaibo. )abinas &ue la mayor &uente de petróleo en >ene%uela. Las comunidades indígenas &ueron despo(adas de sus tierras tras la dictadura de Duan óme% y vender las concesiones a $hell y $tandard ?il. 'l cartel dispuso la inmediata caída del precio del petróleo >ene%olano.
SEGUNDA PARTE !l desarrollo es un via'e con m(s n(u)ra&os que nave&antes Capítulo 1: *istoria de la muerte temprana
Las antiguas colonias espa2olas (unto a +rasil, eran mercados importantes para los te(idos ingleses. La máquina de vapor y el telar mecánico maduraron la revolución industrial en 7nglaterra. $e multiplicaron las &ábricas, bancos, se moderni%ó la navegación. 7nglaterra pagaba con te(idos de algodón los cueros del 6ío de la 1lata, el guano y nitrato del 1er*, el cobre de )hile, el a%*car de cuba, el ca&é de +rasil. Los ingleses controlaban el comercio entre 'spa2a y sus colonias. Los comerciantes británicos reempla%aron con éito los te(idos alemanes, &ranceses y la producción de te(edores argentinos. La independencia abrió las puertas a la competencia con la industria 'uropea. 'n 0éico, se elaboraba pa2os, telas de algodón, y lien%os: /"" telares eran ocupados por !"" obreros. 'n 1er* no alcan%aron la per&ección de los te(idos indígenas. 'n )hile había hilanderías, te(edurías, curtiembres también se &abricaba artículos de metal. 'n +rasil los obra(es tetiles y metal*rgicos &ueron arrasados por las importaciones etran(eras. +olivia era el centro tetil más importante. 'n )ochabamba, ?ruro y La 1a% =" mil personas se dedicaban a la &abricación de lien%os, pa2os y manteles. 9odas estas industrias han desaparecido ante la competencia de artículos etran(eros. Argentina era la región más atrasada y menos poblada, los comerciantes británicos copiaron los ponchos y artículos de cuero de(ando en la miseria a las provincias de 9ucumán y $antiago. 13
Los ingleses proporcionaban a +rasil el capital para sus me(oras internas: al igual que monopoli%aban el comercio en $antiago y >alparaíso, convirtiéndose )hile en el segundo mercado Latinoamericano más importante para 7nglaterra. La industria 0eicana no había tenido una organi%ación adecuada, vías de comunicación para llegar a las &uentes de abastecimiento. Lucas Alamán, en ese entonces ministro, promovió la creación del +anco de Avío con el &in de impulsar la industriali%ación. In impuesto a los te(idos etran(eros de algodón proporcionaría recursos para comprar maquinarías. 'stos cambios incrementaron en 0éico su productividad industrial a partir de =3". La inestabilidad política y la presión de los comerciantes ingleses y &ranceses, detuvieron el progreso de la industria tetil meicana. Alamán creó la mayor &ábrica tetil llamada )otolapan. 'l proteccionismo contra el libre cambio &ue el tras&ondo de las guerras civiles argentinas, era el *nico puerto por donde entraban y salían los productos. La totalidad de los ingresos de +uenos Aires provenía de la aduana nacional. 1uso al servicio de los capitalistas las eportaciones de cuero y carne. 'l gobierno de Duan 0anuel 6osas dictó la ley de aduanas que prohibía la importación de manu&acturas, no se cobraba impuesto a la carne transportada por Argentina y se impulsaba el cultivo de tabaco. Al poco tiempo invadieron 7nglaterra y 4rancia para bloquear las restricciones impuestas al comercio. +artolomé 0itre, llevó adelante una guerra de eterminio contra las provincias y sus caudillos, el libre cambio provoco en la 6io(a la crisis de sus artesanías. 0edio millón de paraguayos han abandonado su 1atria en los *ltimos /" a2os. La uerra de la 9riple Alian%a +rasil, Argentina y Iruguay tuvo como &inalidad el crimen del país &inanciado por el banco de Londres. 1araguay &ue la *nica nación que no &ue intervenida por los norteamericanos: no eistían mendigos, hambrientos ni ladrones. )uando los invasores aparecieron, 1araguay contaba con una moneda &uerte y estable para reali%ar inversiones p*blicas, Norteamérica no consumía la rique%a que el país producía. 0ientras 1araguay avan%aba sintió la necesidad de incorporarse al mercado internacional. )omo consecuencia de la guerra entre 1araguay y Argentina, este *ltimo se quedó con mil ilómetros cuadrados de tierra paraguaya. Los tres países su&rieron una bancarrota &inanciera que permitió la dependencia de 7nglaterra. Los vencedores implantaron el librecambio y el lati&undio. +rasil eige pasaporte a los ciudadanos paraguayos, el país otorgó a +rasil una concesión petrolera en su 14
territorio. Los productos industriales de +rasil invaden su mercado por la vía del contrabando. 'n Londres se crearon más de " sociedades anónimas para eplotar los recursos naturales de América Latina. Los servicios p*blicos estaban en manos británicas, los &errocarriles etendieron la in&luencia imperialista. 0uchos de los emprésitos se destinaban a &inanciarlos para &acilitar el embarque de los minerales y alimentos al eterior. Las vías &érreas conectaban los centros de producción con los puertos, impidiendo el desarrollo del mercado interno. 'l obra(e maderero creado por el &errocarril argentino destruyó la agricultura, ganadería y los bosques en $antiago del 'stero que ahora es una de las provincias más pobres. La guerra de $ecesión hi%o posible la consolidación de 'stados Inidos como potencia mundial. Las trece colonias generaron una conciencia industriali%adora que creció sin problemas. Los principales representantes de las clases dominantes eranC Aleander 8amilton quien promovía la protección del 'stado a la manu&actura nacional y >i%conde de )airu quien creía en el liberalismo. 1ara el siglo B>777 ya poseían barcos construidos en astilleros nacionales y la industria de maquinarias. Los &ondos p*blicos ampliaban el mercado interno: el 'stado construía caminos, vías &érreas y puentes. A través de las operaciones militares en 0éico aplico un proteccionismo aduanero, mediante las tari&as 0cinley y 5ingley. 'stados Inidos comen%ó a eportar a partir de la segunda guerra mundial. 'l 407 y el +0 negaron a los países subdesarrollados el derecho a proteger a sus industrias nacionales. Capítulo : La !structura contempor(nea del despo'o
La inversión en servicios p*blicos y minería, va disminuyendo a medida que aumenta la inversión en petróleo e industria manu&acturera, debido al avance tecnológico. Los salarios de hambre en América Latina contribuyen a &inanciar los altos salarios de 'stados Inidos y 'uropa. 'ste imperialismo a pesar de la tecnología y progreso que brinda a los países dominados, no alivia las tensiones sociales y agudi%a la pobre%a impidiendo su industriali%ación. Argentina, +rasil y 0éico son los polos de desarrollo en América Latina. La industria latinoamericana nació del sistema agroeportador. Las dos guerras mundiales provocaron una reducción de las eportaciones, subiendo el precio interno de los artículos etran(eros. 'l impulso manu&acturero provino del capital de los terratenientes e importadores. Los gobiernos de etulio >argas, Lá%aro )árdenas, y Duan 5omingo 1erón respectivamente en +rasil, 0éico, Argentina epresaron la necesidad de 15
despegue, desarrollo, y consolidación. $on considerados representantes de la burguesía nacional. A medida que iba avan%ando la industria nacional se hacía necesaria la asociación con las corporaciones multinacionales para introducir tecnología más moderna, esto origino los oligopolios. La industria de automóviles crecía gracias a la inversión etran(era. 'l 'stado asumía la responsabilidad para el pago de deudas contraídas por las empresas del eterior, quienes se apropiaron de los recursos que +rasil proporcionaba. Argentina y 0éico son el blanco de las inversiones etran(eras por sus industrias manu&actureras, estos países no se oponen a la entrada de capital etran(ero. eneral 0otors, 4ord, )hrysler y >olsOagen han consolidado su poder sobre la industria de automóviles La recesión económica y la inestabilidad monetaria contribuyeron a que la industria nacional dependiera de las corporaciones imperialistas. 'l 407 agudi%o el desequilibrio en América Latina, permitió el trueque, el libre comercio, congelo los salarios, aumento la miseria y la desnacionali%ación económica y &inanciera. 'l 407 nació en 'stados Inidos para proporcionar préstamos. 'l =!# de los &ondos requeridos para el normal &uncionamiento de las empresas norteamericanas provienen de América Latina en &orma de créditos, emprésitos y utilidades. La canali%ación de los recursos nacionales al etran(ero estuvo a cargo de las sucursales bancarias norteamericanas dispersas por todo el territorio latinoamericano. 'l 4irst National )ity +an cuenta con " &iliales en ; países latinoamericanos. 'sta invasión bancaria sirve para desviar el ahorro latinoamericano hacia las empresas norteamericanas. Los bancos latinoamericanos también pre&ieran atender la demanda de las empresas industriales y comerciales etran(eras. Las inversiones en la industria congregan la mayor parte de los capitales norteamericanos en +rasil, para contribuir a su estabili%ación económica y &inanciera. La eportación de capital caracteri%a al capitalismo moderno. Argentina, +rasil y 0éico han su&rido los mayores aumentos de la evasión. Las &iliales tienen acceso al crédito local a partir de que levanta su &ábrica, consiguiendo privilegios para sus importaciones. 'l imperio envía al eterior a sus marines para salvaguardar el monopolio y a sus tecnócratas y emprésitos para ampliar los negocios. Las corporaciones multinacionales utili%an al 'stado para acumular capitales y pro&undi%ar la revolución tecnológica.
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'l 407 (unto a otros medios de cooperación como el +75 deciden la política económica de los países solicitantes de crédito e imponen leyes nacionales. Los préstamos eigen que la mayoría de embarques se realice en barcos norteamericanos. 'l +75 administra los &ondos para la mercancía de los 'stados Inidos y determina los impuestos a los servicios básicos. La A75 prohibió el comercio con )uba y >ietnam, impone la eliminación de impuestos y proporciona a la policía (eeps y armas modernas. +olivia se veía obligada a importar productos de los 'stados Inidos y a recha%ar o&ertas de la Inión $oviética, )hecoslovaquia y 1olonia. Los préstamos permiten evaluar los negocios de cada país. La mayor parte de los préstamos que el +0 proporciona se destina a la construcción de carreteras y al desarrollo de las &uentes de energía eléctrica como la 'lectric +on and $hare: sus emprésitos son utili%ados en planes de educación, negocios agrícolas y turismo. 'l pago de deudas e intereses disminuye el ingreso por eportaciones. 'l intercambio de mercancías &orma parte de la división internacional del traba(o. Los países latinoamericanos se identi&ican en el mercado mundial con una sola materia prima o con un solo alimento. )ada ve% vale menos lo que América Latina vende. 'l mercado mundial implantó la desigualdad del comercio, los precios ba(os están vinculados a la disminución de los salarios. Los países ricos han utili%ado las barreras aduaneras para proteger sus altos salarios internos, quienes protegen los monopolios mediante un sistema de subsidios. 'l mercado mundial del ca&é soluble está en manos de la Nestlé y la eneral 4oods, la materia prima es adquirida por los 'stados Inidos y 'uropa en +rasil. )on los impuestos que 'uropa obtiene por importación &inancia los subsidios. $i la industriali%ación no es controlada marcaría una reducción de los mercados estadounidenses de eportación. 'stados Inidos vende en América Latina productos más so&isticados y de alto nivel tecnológico. 'l rupo Andino compuesto porC +olivia, )olombia, )hile, 'cuador y 1er* recha%aron la trans&erencia de tecnología elaborada por empresas etran(eras y prohibían su importación a otro país. 'l primer sistema de patentes para proteger la propiedad de las invenciones &ue creado por 4rancis +acon. América Latina no ha creado una tecnología que 17
sustente los resultados de su investigación, pero proporciona los me(ores técnicos y cientí&icos para las empresas etran(eras. La productividad aumenta a costa de la disminución de la mano de obra. La pobre%a es el resultado de la eplotación recibida por los centros industriales etran(eros quienes no muestran interés en ampliar el mercado. La Asociación Latinoamericana de libre comercio PALAL)Q resalta la &unción del capital privado en el desarrollo de la integración, La circulación de mercancías dentro de la ALAL) está destinada a reorgani%ar la distribución de los centros de producción de América Latina. Los países latinoamericanos se van liberando de las barreras económicas, &inancieras y &iscales para que los monopolios consoliden una nueva división del traba(o. 'l capital etran(ero desempe2o un papel importante en la constitución de sociedades mitas para el desarrollo de nuestras economías. +rasil es el país llamado a construir el e(e de la liberación en América Latina, como administrador de los intereses norte americanos en la región. )uando los pueblos en armas conquistaron la independencia, América Latina ehibía unidad territorial, aunque &altaba la comunidad económica. Los países latinoamericanos contin*an identi&icándose cada cual con su propio puerto.
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CONCLUSI%N : Las venas abiertas de América Latina, son el socave continuo y abra%ante contra los recursos hídricos, &orestales y mineros, que usurpan las grandes (erarquías de otros países que no poseen dicha rique%a, trayendo consigo desigualdad en lo que habitaban las tierras del )ontinente antes de su descubrimiento, es decir condu(eron a la pobre%a de una sociedad &loreciente. F5esde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha transmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los le(anos centros de poder.G Estas palabras de Galeano, en la introducción de su libro Las venas abiertas de América Latina, dan la pauta para pensar serenamente en el porqué del subdesarrollo de nuestros países.
1ara&raseando a aleano, FLa división internacional del traba(o consiste en que unos países se especiali%an en ganar y otros en perderG, es inconcebible debido a la &alta de compromiso y del silencio, nuestra situación actual este menguada por los decretos de otros países. R'n dónde quedó nuestra vo% para al%arla y luchar por lo que nos corresponde, por derechoS 'sta historia es muy antigua, pero tenemos ra%ones para la esperan%a de un &uturo próspero: desde el descubrimiento de América hemos estado sometidos al constante uso de nuestra rique%a por otras civili%aciones que en ve% de ayudar al progreso, hurtaron para su bene&icio, tal como el uso abusivo de nuestras tierras, la eplotación del oro y la plata, entre otros recursos que no tienen valor. 9odos estos acontecimientos han demostrado que América Latina, está en crisis: partamos del simple hecho de cultivar, muchas tierras han perdido su vitalidad, debido a la de&orestación, aunado al hecho de que también se cultiva, se venden los productos, y el empresario solo gana una peque2a parte de todo el traba(o reali%ado que no equivale al gasto hecho. 'stá claro decir que en los *ltimos a2os, se han escrito ensayos, críticas sobre la dependencia y eplotación en Latinoamérica, que traen consigo una re&orma del pensamiento, a su ve% se habla de la demogra&ía presente en todo el planeta, no hay control de natalidad y seguimos ocupando espacio, cuando ya no están los mismos recursos para solventar alimentos y otros serie de productos que necesitamos para subsistir, tales como educación, la salud y vivienda. La densidad de la población en América Latina relacionada con el espacio para cultivar es de solo 3,= # de la de Asia y un /;,3# de la de 'uropa: con estos datos estadísticos se permite comprender el impacto de usar nuestros recursos para sostener &uturas generaciones. 19
'duardo aleano hace én&asis en varios tópicos a lo largo de su escrito, tal como los padecimientos originados en la incontrolada eplotación de minerales preciosos, donde una parte está dedicada a la situación de los pobladores indígenas durante la conquista y coloni%ación, lo que despierta, indignación por la erradicación de las culturas precolombinas. 5entro de mis ra%ones para (usti&icar la situación no eiste ninguna, sumado al hecho de la ine&icacia del sistema democrático y político que impera en la actualidad. 9odo el dinero que sale de Latinoamérica es para abastecer a cuentas en $ui%a. )abe destacar, como lo hace )arello, TLas venas abiertas de América LatinaT es un libro que merece ser leído. No es necesario coincidir con todos los (uicios emitidos por aleano para a&irmar, como lo hacemos, que constituye un aporte valioso a la toma de conciencia latinoamericana acerca de la necesidad de unir &uer%as para romper los la%os de la dependencia y la eplotación. ?tro &actor de decadencia por parte nuestra es el desconocimiento de nuestra propia historia, de cómo y por qué &uimos conquistados por los espa2oles: qué sucedió ba(o el amparo de la 7glesia en el tiempo de la )olonia, son datos que se nos ense2aron muy super&icialmente y desde el punto de vista del vencedor, no tenemos conciencia de que esa rique%a nos pertenece. 'l desarraigo a nuestro suelo es el que ha permitido que otros se enrique%can con nuestros recursos. 'l despego por nuestra cultura ha hecho que generación tras generación se tornara indi&erente y no nos preguntáramos por qué seguimos siendo tan pobres, con tantas carencias que no han sido resueltas por siglos. 1or qué el desarrollo y la tecnología no llegan a los pueblos que cada día son más pobres, si somos una región de rique%as. 'iste un pro&undo abismo entre países ricos y pobres es cada día más ancha cuando contamos con tantos recursos naturales. 5ebo recalcar el impacto del ambiente dentro de este ensayo, por la ra%ón que FNo hay meta más importante para el saneamiento del medio ambiente mundial que la estabiliación de la población humana G, en términos más simple, el deterioro de nuestro continente se debe a la cuestión demográ&ica y es un problema que nos envuelve y compromete, cargado de de consecuencias, mas aun tiene los más graves e&ectos para la humanidad. 'ste tema se ha convertido, no en un campo donde se dan cita di&erentes previsiones ante el &uturo, con la ob(etividad requerida y con interpretaciones que pueden sostener un serio eamen, sino en un campo de batalla que sirve para 20
mantener determinadas políticas que no se restringen a aspectos puramente estadísticos sino a una comple(a red, ética, social, económica. América Latina, para desarrollarse requiere una ocupación muy superior de su potencialidad agrícola, esta progresión agrícola a su ve%, requiere de tecnologías de uso de la tierra que sean adecuadas a las necesidades de conservación del recurso, especialmente re&erente a la erosión. 1ara ello se deberá desarrollar investigaciones orientadas hacia ese &in. Aunque el recurso energético es abundante en Latinoamérica, en muchas partes del continente la eploración de nuevas &uentes esta di&icultada por las políticas de cada nación y de no revertirse la situación, como por e(emplo el desarrollo de la &usión nuclear, llevara a que los recursos energéticos actuales que no se usen queden sin eplotar, trayendo consigo también el acabose de la energía producida por los hidrocarburos. 0ás gente viviendo en me(ores condiciones signi&icará un incremento del acervo tanto genético como intelectual, con la posibilidad de tener mentes brillantes y con talento en el arte cultural, &iloso&ía, arquitectura, entre otras. 's un ideal utópico, pero creo en la capacidad de todos los seres humanos, para contrarrestar una vida plagada de miseria y buscar la ecelencia. 8aciendo alusión a 'duardo aleano, Latinoamérica es equisita, euberante, no la destruyamos por ideales inicuos, y personalistas, en la unión está el poder dice el adagio. 'stá en nosotros seguir de(ando que nos invadan y aniquilen, pero si tenemos la &ortale%a para luchar por lo que nos pertenece, no de(amos que corra el tiempo en vano.
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!L +!"!C* P!-$L +!L !-!.I/0 !L P"L!.$ +! 23 L!/I4I.I+$+ $ L$ L35 +! $L/3-2 +! 232 +!F!-2"!2 6 +!4"$C4"!2
'n el presente traba(o se reali%a un análisis de lo que en doctrina se ha denominado derecho penal del enemigo, mani&estación del derecho que se caracteri%a por una reba(a de las barreras de a&ectación de las garantías &undamentales, adelantamiento de las barreras de punibilidad, y un marcado rigor punitivo, dentro de otras características que dan vida a esta polémica &orma de entender el e(ercicio de la &uer%a estatal. 'n ese conteto se e&ect*a una síntesis de diversas posturas, tanto a &avor como en contra, de esta &orma de entender el derecho penal, con especial én&asis en la recepción &avorable que ha tenido la misma en nuestro país. Así, una ve% presentado este escenario, y a modo de conclusión, asumir una postura en torno a la legitimidad de dicha concepción en los parámetros de un 'stado democrático de 5erecho.
C-CL32I-!2. 8emos intentado plasmar a lo largo de este traba(o, en primer
lugar, una visión general de lo que en doctrina se ha llamado el Fderecho penal del enemigoG, haciendo un repaso por los postulados reali%ados por Unther Daobs Pprincipal eponente de dicha visión del derecho penal, y quien acu2ó en de&initiva este conceptoQ, y una aproimación a autores que se han mostrado partidarios del mismo, buscando una legitimación desde diversas veredas, así vimos los planteamientos de 1i2a 6oche&ort, arcía )avero y $chilling 4uen%alida. )omo contrapartida se epuso la visión de otros autores que han planteado &uertes críticas a dicha postura )ancio 0eliá, reco, indhVuser, $chUnemann y 0a2alich para de esa &orma tener una idea más etensa de los alcances de esta FcategoríaG del derecho planteada por Daobs. 5e esta manera, lo relevante del primer capítulo viene dado por conocer en qué consiste y qué aspectos caracteri%an a esta concepción del derecho penal que se en&renta a FenemigosG -que como vimos serían aquellos que no prestan Fseguridad cognitiva su&iciente de un comportamiento personalG, aquellos que Fse niegan a entrar en una constitución ciudadanaG como una &orma de en&rentar de manera más certera y e&ica% el peligro a la sociedad actual, el cual está asociado a las conductas por ellos reali%adas. Luego, conocido el escenario que plantea esta nueva &orma de entender la aplicación del derecho penal, a casos en que el su(eto activo que sea ob(eto de reproche responda a las características de FenemigoG, hemos querido, en los capítulos siguientes, vincular sus alcances y reali%ar un e(ercicio de subsunción 22
con nuestra ley que castiga el trá&ico ilícito de sustancias estupe&acientes y sicotrópicas. Lo anterior no es a%aroso, por cuanto la opción mencionada, estuvo determinada por los registros disponibles de la historia &idedigna del establecimiento de la Ley NW /".""", donde se puede apreciar de manera clara y directa cuál &ue la intención del legislador al momento de crear este cuerpo normativo, a saber, plantearse en términos de FluchaG o FguerraG contra un peligroso enemigoC la droga y el PmicroQtra&icante. 'sta constatación motivó en de&initiva el adentrarse en un análisis especí&ico de varias normas contenidas en esta ley, en concreto se anali%ó en el capítulo segundo el tipo de trá&ico ilícito en peque2as cantidades Partículo WQ, y luego, en el capítulo tercero, artículos más contenidos en la ley en comento, para e&ectos de ver si e&ectivamente se había plasmado la intención del legislador de crear una respuesta ante el &lagelo que constituye la droga, en clave de guerra. La separación antes se2alada, obedece principalmente a la relevancia que implicó la tipi&icación del delito de microtrá&ico Partículo WQ en los márgenes de la nueva ley de drogas, relevancia tanto a nivel de consecuencias sistemáticas dentro de la regulación contenida a lo largo de la propia ley, así como su impacto práctico, por constituir el delito de mayor aplicación en la prais (udicial que se deriva de los contenidos de esta re&orma en materia de drogas. Así, la idea de este análisis normativo era poder ver si nuestra actual ley de drogas respondía o no a las características de lo que Daobs hace bastante tiempo catalogó como Fderecho penal del enemigoG, más allá del mero acto de habla del legislador al momento de discutir los alcances de la ley PFlucha contra el microtrá&icoGQ. 1or ello, nos adentramos en el estudio de normas &undamentales dentro de la aplicación de la ley de drogas, para poder de esa &orma tener una visión completa que nos permitiera al &inal del estudio responder la interrogante antes mencionada. 5entro de las normas anali%adas pudimos constatar cómo la mayoría de las mismas viene a constituirse como ecepción al régimen general establecido tanto en el )ódigo 1enal como en el )ódigo 1rocesal 1enal. A modo de recuento, vimos la elevación de las penas a los &uncionarios p*blicos que no denuncian los delitos contenidos en la Ley NW /".""" Partículo 3Q: 'l adelantamiento del castigo a conductas en estado de desarrollo imper&ecto, sancionándolas como consumadas Partículo =Q: La creación de agravantes especiales, aptas para elevar la pena hasta en dos grados en relación a la pena asociada en abstracto al delito respectivo Partículo Q: La improcedencia de la ! atenuante de responsabilidad criminal del artículo NW ; del )ódigo 1enal Partículo /"Q: )onsagración de técnicas de investigación ecepcionales dentro de nuestro sistema procesal penal, tales como entregas vigiladas o controladas, agentes encubiertos, agentes reveladores, in&ormantes e interceptaciones tele&ónicas Partículos /3, / y /!Q: Ampliación del tiempo para decretar el secreto de la investigación, así como también lo que dice relación con el pla%o legal de 23
detención Partículos 3= y 3Q: 1rohibición para abogados de asumir patrocinios en causas vinculadas con trá&ico de drogas cuando desempe2en &unciones p*blicas Partículo <Q: 7mprocedencia de bene&icios alternativos al cumplimiento de las penas privativas de libertad de la Ley NW =./<, a menos que se con&igure una cooperación e&ica% de su parte Partículo
Nadie puede desconocer la necesidad de tipi&icar y sancionar de manera e&ectiva la creciente criminalidad que surge en ámbitos de organi%aciones criminales, como lo son el narcotrá&ico, el terrorismo yXo delitos seuales, tal como han destacado la mayoría de los autores que han reali%ado estudios en esta materia. Ahora bien, si aceptamos esta necesidad de una mayor represión en este tipo de delitos, con las consecuencias que ello conlleve también a nivel procesal penal con el aligeramiento de determinadas garantías esta tolerancia no puede ser en ning*n caso absoluta en el sentido que implique sin más el desconocimiento del n*cleo duro que está en la base del derecho penal Paquel dirigido a los ciudadanos, tomando para ello la di&erenciación de DaobsQ. 'l respeto de tales garantías y derechos con reconocimiento constitucional y a nivel de tratados internacionales sobre derechos humanos y la consecuencial dignidad humana, nunca deben ser de(ados de lado, y constituyen como tales la piedra de tope para el e(ercicio del ius puniendi. No compartimos en lo absoluto lo apuntado por 1i2a 6oche&ort entre nosotros, en el sentido de que esta problemática no dice relación con la dignidad humana ni menos con los derechos &undamentales, por cuanto sólo se trataría de un problema de recon&iguración de estructuras Pde enemigo a personaQ y que la noción de persona no debe ser cosi&icada, por cuanto ella apuntaría *nicamente al rol que le corresponde reali%ar socialmente a cada individuo. Así, quien decide no reali%ar aquel rol, asumiendo una posición de 8ostis, debe aceptar en consecuencia ser catalogado ba(o el rótulo de enemigo Pporque ese es el rol que decidió desarrollarQ y aceptar las consecuencias de dicho actuar, que no es otra cosa que la aplicación a su respecto de un derecho penal especialmente dise2ado para tales estructurasC 'l derecho penal del enemigo. No compartimos esto, por cuanto, tal como hemos venido se2alando, esta problemática no es algo que deba ser resuelto a nivel de coherencia de sistemas, tampoco a si eiste una recon&iguración de la estructura del concepto de persona, ni menos qué rol cumplirá la estructura de enemigo en el sistema social. La cuestión crucial a nuestro criterio radica en la demarcación irrestricta de que el derecho penal debe estar dirigido *nica y eclusivamente a personasXciudadanos titulares de derechos y garantías, y que se encuentren en una posición tal que puedan e(ercer los mismos tanto a nivel procesal, ya sea a nivel netamente penal, incluso en estadios de cumplimiento de penas, esto es, en sede penitenciaria. 1ara&raseando aquí a $chUnemann, el asumir que debemos aceptar, y legitimar, un derecho penal del enemigo, implica a contrario sensu asumir que en la otra cara de la moneda eiste un derecho penal dirigido a FamigosG, qué queremos re&le(ar con esto, que la antinomia entre ciudadanoXpersona versus enemigos es impropia. 'sto queda demostrado incluso con las posteriores eplicaciones que el propio Daobs y sus seguidores han eplicitado en torno a que se presentaría un &enómeno de Fdespersonali%ación parcialG cuando nos veamos en&rentados ante un enemigo 25
que realice aquellas conductas dignas de ser catalogadas ba(o los alcances de este concepto de derecho penal del enemigo. 'ntonces, se asume desde dicha constatación de despersonali%ación parcial, que incluso el enemigo mantiene aspectos inherentes a su condición de persona Pno pierde todas las características que rodean tal estructura, en términos &uncionalista-sistémicosQ. 'llo viene a demostrar la inconsistencia de aquella tesis en este punto Ysemántico si se quierepero cuya aceptación conlleva asumir todas las consecuencias penales y procesales penales que se destacan como partes integrantes Yy copulativas- de esta mani&estación de lucha contra el enemigo. >isto desde otra perspectiva, si se asume que el enemigo no pierde todas las aptitudes inherentes a la estructura de persona, entonces resulta altamente caprichoso el hecho de entender que su rol es sin más el de enemigo, olvidando este n*cleo de persona que no se pierde incluso ba(o el desenvolvimiento en el rol de enemigo, es decir, per&ectamente se puede sostener que aquel FenemigoG sigue siendo FpersonaG, de lo contrario habría que aceptar que la condición de persona, en los parámetros de este constructo, se de&ine en base a determinados porcenta(es de aptitudes y condiciones que se prediquen de la misma, y que sea constatable la posesión de las mismas por quién esté en tela de (uicio por la reali%ación de determinadas conductas catalogadas de delito. $urge de inmediato la interrogante en torno a Rquién de&ine hasta qué punto se es persona, y desde qué otro se pasa a ser enemigoS!" 1odría asumirse una respuesta y establecerse una certe%a al respecto, pero (amás podrá obviarse el hecho reconocido incluso por el propio Daobs de que aquel que sea catalogado como enemigo en este proceso caprichoso siempre mantiene aspectos propios e inherentes a una persona. Ahora bien, Rcuándo nace este enemigoS el surgimiento de este FenemigoG se constata e post &acto al momento de dar aplicación a esta supuesta mani&estación del derecho penal, porque tal como sostiene Luis racia 0artín, se Fconstruye la categoría de no persona a partir de la violación del derecho penal de los ciudadanos PpersonasQ. H, para in&ringir el derecho penal de ciudadanos, se debe ser ciudadano y persona. 1or lo tanto, el derecho penal de enemigo no tiene destinatarios reales, empíricos, sino que son creados por medio de la aplicación de este derecho penal, no antesG. Dusti&icar lo contrario implica per se asumir una segmentación de los miembros de la sociedad, limitando en base a ello el acceso a determinados bienes y e(ercicio de derechos y garantías &undamentales. 'n este escenario entonces, si constatamos que en la práctica eisten ciertas mani&estaciones legislativas que responden de una u otra &orma a los caracteres de esta construcción doctrinaria denominada Fderecho penal del enemigoG, ello no nos habilita, tal como hemos se2alado previamente, para sostener que aquello sea y deba legitimarse como derecho penal. Las cosas son lo que son, y no lo que se predique respecto de ellas. Ina práctica legislativa que adelante barreras de punibilidad, que como 26
consecuencia de ello no reba(e de manera proporcionada las penas asociadas este tipo de conductas, y que por el contrario eacerbe la reacción penal ante tales delitos, estableciendo penas del todo severas, luego, que se produ%ca un rela(o o derechamente la supresión de determinadas garantías procesales, o en de&initiva, que dicha técnica legislativa sea respuesta de una necesidad puramente simbólica, tal técnica de legislar no merece y no es posible legitimarla como una mani&estación propia de un derecho penal de corte liberal, respetuoso de las garantías y derechos esenciales, en los parámetros de un 'stado de 5erecho. $i la tendencia actual indica y nos muestra un aumento de esta &orma de entender el &enómeno delictivo en relación con el e(ercicio de la &uer%a estatal, deben tomarse entonces los resguardos a nivel doctrinario con mayor &uer%a y energía para e&ectos de evitar la erosión de los principios que cimientan el derecho penal, y tal como se2ala 5etmold Fel quebrantamiento de la norma no puede obstar a que esa norma siga siendo una norma del su(eto que la ha quebrantado, es decir, a que este su(eto siga siendo ciudadanoG . 6ecapitulando, creemos que al asumir una posición crítica ante el derecho penal del enemigo, restándole legitimidad por estar en disonancia con la dignidad humana, por en&ocarse en un área de irrespeto hacia garantías y derechos &undamentales, y en general en relación con toda la tradición de principios que cimientan al derecho penal liberal, en márgenes democráticos, estamos asumiendo per se una posición crítica ante las bases del pensamiento que sustenta a la tesis del derecho penal del enemigo, a saber, un recha%o a la &undamentación de la sociedad basada en estructuras y sistemas, en las cuales el ser humano queda al margen de este tramado basado en las comunicaciones que operan entre cada uno de los subsistemas que componen el sistema social, una dinámica autorre&erencial que sit*a al ser humano en el entorno de estas interacciones, restándole un protagonismo a la hora de de&inir el devenir social. Así vistas las cosas, al recha%ar y restar valide% al derecho penal del enemigo, debe asumirse y así lo hacemos con igual &uer%a y coherencia un recha%o a esta visión &uncional-estructuralista de la sociedad, por cuanto el apego a las mismas conlleva obedecer y buscar como una &inalidad esencial la coherencia y lógica interna del sistema de(ando de lado la esencia propia del desenvolvimiento del ser humano en sociedad, el cual está te2ido siempre por un &uerte componente de sub(etividad. Lo anterior da base para sostener, tal como se2ala 0a2alicha propósito de la pérdida de la ciudadanía por aplicación de penas a&lictivas- que se Fhace imposible legitimar las consecuencias del reproche sobre la base de una actitud reactiva por una &alta de lealtad comunicativaG cuando este reproche se dirige a no personas, enemigos, o no ciudadanos. Luego, si asumimos que la legitimación necesariamente requiere un reconocimiento de parte del receptorXdestinatario de las normas penales, en términos de atribución de libertad comunicativamente hablando, no podemos menos que concordar con 27
Unther y su concepción de Fpersona deliberativaG como la base de &undamentación de todo sistema penal, y en particular a la pretensión de vinculación a la norma, pretensión que sólo podemos construir, en márgenes democráticos, en la interacción con ciudadanos, más nunca con enemigos. 'n este conteto, el *nico escenario de respecto por la dignidad humana y los derechos y garantías que le son propios al ser humano en su condición de tal debe ser el marco en el cual se debe desarrollar el e(ercicio de la &uer%a estatal, de lo contrario, estaría tensionando de tal manera estas premisas &undamentales, que redireccionaríamos el actuar estatal a una posición en la cual se convertiría al 'stado en una F&uente de peligroG para el respeto y libre e(ercicio de garantías y derechos reconocidos constitucionalmente, situación que nos lleva a deslegitimar toda mani&estación legislativa que apunte en esta dirección, y a mayor abundamiento, tal como sostiene 8abermas, Fel principio del derecho no solamente eige el derecho a libertades sub(etivas en general, sino a iguales libertades sub(etivas PZQ sólo entonces entra en (uego la pretensión de legitimación del derecho positivoG, aptitud que sólo será posible en la medida que el modelo de coerción estatal Fno destruya los motivos racionales de obediencia al derecho. 's decir, el derecho coercitivo no puede &or%ar a sus destinatarios a renunciar de cuando en cuando al e(ercicio de su libertad comunicativa y a de(ar de tomar postura &rente a la pretensión de legitimidad del derechoG, situación que se pasa absolutamente por alto en la dinámica del derecho penal del enemigo. 'curso. Ina crítica a la tesis de 0ario $chilling. Luego de nuestra opinión en torno a la legitimidad del derecho penal de enemigo, se2alamos que pondríamos especial én&asis en la tesis desarrollada por 0ario $chilling 4uen%alida, la cual se presenta, entre nosotros, como una postura legitimante del derecho penal del enemigo. 'l én&asis en su análisis lo (usti&icamos por cuanto es uno de los pocos autores que han escrito en la materia en nuestro país, y en ese ámbito ha planteado una tesis de de&ensa de la tesis (aobsiana, ya no desde el &uncionalismo sistémico como lo hace 1i2a 6oche&ort, por e(emplo, sino derechamente desde otros rincones argumentativos, principalmente en base al concepto de seguridad, y al modelo de temor, tomando como base conceptual para esto *ltimo, la ética de 8ans Donas. 1ara recordar a grandes rasgos, $chilling postula que en la práctica el Fderecho penal del enemigoG eiste, y constituye como tal la me(or solución disponible para en&rentar el reto de entregar seguridad y pa% social a los ciudadanos en un &uturo. 7mportante resultaba destacar los alcances de este pensamiento. Así, postula $chilling, el Fderecho penal del enemigoG respeta el ordenamiento (urídico, y es acorde con el respeto a los derechos humanos y al 'stado de 5erecho. Ante esta tesis, nuestra visión y postura es de absoluto recha%o, por cuanto la entendemos como una propuesta que en su esencia responde a parámetros netamente antiliberales, por cuanto se 28
presenta como una tesis que aboga por una cesión de garantías individuales en pos de una mayor seguridad de la sociedad, dando por hecho que el resultado de esta disminución de garantías y derechos por parte del 'stado redunda automáticamente en una mayor seguridad y pa% social. 'sto es del todo con&lictivo de asumir, por cuanto, siguiendo en este punto a 5emetrio )respo, si estamos en la convicción de lo que está detrás del e(ercicio de &uer%a estatal es la protección de Fbienes (urídicos, ba(o la consideración de que cualquier ciudadano puede en un momento dado delinquir, la idea de la seguridad no puede ponerse al servicio de una merma de garantías en ning*n caso, porque lo que se está introduciendo es inseguridadG, a través de todas las consecuencias penales y procesales penales que hemos destacado y que son características del Fderecho penal del enemigoG. $chilling &unda su tesis en una lógica del peligro, lo cual implica una seria di&icultad para concebir a esta técnica legislativa actual como parte integrante del derecho penal, por cuanto su lógica es diametralmente opuesta a los principios y máimas que gobiernan a esta &aceta del 5erecho. $e resiente desde ya la proporcionalidad que debe imperar en la base del e(ercicio del ius puniendi, y en la misma medida ocurre un detrimento con la idea de que esta &uer%a estatal debe ser la *ltima alternativa de la cual se echa mano para e&ectos de intentar solucionar con&lictos sociales, trans&ormándolo de &acto en un derecho penal de autor, con todas las perniciosas consecuencias que ello puedo acarrear en una sociedad que se de&ina como democrática. 'n la tesis de $chilling, el &in de la pa% social y la anhelada seguridad son su&icientes para legitimar un actuar estatal di&erenciado entre ciudadanos y enemigos. 1or ello, si el 'stado omite actuar o bien act*a de manera de&iciente ante tales delincuentes peligrosos, esa omisión o de&iciencia Fdenotaría un actuar irresponsable por parte del 'stadoG Pal no haber utili%ado la herramienta (urídica para evitar estas consecuenciasC el derecho penal del enemigoQ. 'sta *ltima aseveración de $chilling es errónea a nuestro criterio, por cuanto asume que la seguridad es alcan%able como tal, bastando para ello que el 'stado act*e de manera intensa reprimiendo y castigando a aquellos que no pueden ser FrehabilitadosG, a los FenemigosG. 'sta ecuaciónC Ftipi&icación de conductas peligrosas [ reproche y castigo a enemigos \ seguridadG pasa por alto la esencia propia del concepto de seguridad, y por otra parte asume y atribuye al derecho penal un potencial que (amás ha tenido y tendrá saber, garanti%ar seguridad. $i nos atenemos a los conceptos propios del pensamiento de Daobs, y que dan vida a la tesis de $chilling, la seguridad como concepto adquiere sentido a partir de la distinción entre riesgo y peligro. $e puede a&irmar entonces que en las sociedades actuales no eiste comportamiento seguro que esté eento de riesgos, o de manera más categórica, Fno se puede tener seguridad &rente a los da2os &uturosG. 'n consecuencia el riesgo no depende de &actores ob(etivos, sino que obedece *nicamente al modo de observación empleado , y la noción de 29
seguridad, entendida como ausencia de riesgos, más que una &inalidad alcan%able, como un estado en el cual se goce de una seguridad total, es un Fproceso constante por el cual se van logrando cada ve% mayores grados de ese bien socialG , pero ello debe ir siempre de la mano de un respeto irrestricto de las garantías y derechos inherentes al ser humano, en de&initiva, de un respeto por todo aquello que &undamenta la dignidad humana. 'n este camino el &in no puede (usti&icar la adopción de medios que impliquen una instrumentali%ación del hombre.
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