JEA GRONDIN
/
TRODUCCION /
A LA HEEETICA /
FLSFA
Traducción: PÁ
Herder
TUCCÓ A L HE ÉUCA FLSÓFCA FLSÓFCA
cKENN PL de Versión castellana de NGEL A de la l a obra de JEN ROND, ROND, Einfhrung in die phisohische Heeneuk, Wissenschaliche Buchgesellscha, Darmstadt 1991
Diseñ cubierta:
CLUDI BO y MÓA BAZÁ
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mprenta: TY Depósito legal B 41.939 41.939-- 1999 1999 Pnted in Spain -
H ISBN 84-2542100-4 Código catáogo FIL2100 476 26 26 F 93 207 207 34 34 48 Provea, 388 08025 Barcelona Barcelona - Teéfno Teéfno 93 476 Emai Emai editorialher editorialherder@ der@herder herdersa.co sa.com m http// http//w wherdersacom
para Pau-Mathieu yEmmanuel
ÍNDICE
Prógo Hns-Geo s-Ge o Gmer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Prefcio cio l utor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
11 15
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
19
NTRODUCCIÓN l
L PRECEDENTES HISTÓRICOS DEL ITO HERMENÉUTICO 1. 2
. 4 5
6. . 8.
11
2
. 4.
111
Consideraciones lingüísticas previas . . . . . . . . . . . . . . . . . El campo semántico de la palabra epµ fVEÚEt V . . . . . Las razones de la interpretación alegórica de los mitos . . . Filón: La universalidad de lo alegórico . Oríg Or ígen enes es:: L a universalid universalidad ad de lo l o tipológico tipológico . Agstín Agstín La unversalidad unversalidad del lgos lgo s interior . . . . . . . . . . . Ltero sola scriptura? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Flacius: Flacius : La universalidad de la la dimensión dimensión gramatical . . . .
41
. . . . . . . . .
9
Dannhauer: Verdad hermenéutica y 'erdad 'erdad objetiva . . . . . Chladenius: La universalidad de la dimensión pedagógica . Meier: L a uniersa uniersalidad lidad d e los signo� . . . . . . . Pietismo: La unversalidad de la dimensión aectiva . . . .
81 85 92 9
A HERMENÉUTICA ENTRE GRATICA Y CRÍTICA
1.
:
LA HERMENÉUTICA ROMÁNTICA Y CHLEACHER 1.
2
. 4.
41
4
49 52 55
61 70 73
. . . . . . . .
103
La transcin postkantiana de la Ilustración al Romanticiso: Ast Schlegel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Schleiermacher la universalización del malentendido . . . . ¿na restricción psicologista de la hermenéutica? . . . . . . . El ndo dialéctico de la hermenéutica . . . . . . . . . . . . . .
10 1 08 1 15 1 16
I
1. 2. 3
. . . . . . . . . .
119
Boeckh y el alba de la conciencia histórica . . . . . . . . . . . . . L a historia historia universal universal de Dro D roysen: ysen: La comprensión comprensión como investigación del mundo moral . . . . . . . . . . . . . . . . El camino diltheyano a la hermenéutica . . . . . . . . . . . . . .
1 19
NTNDO EN LOS PROBLEMS DEL STORSMO
1. 2. 3 .
4. 5.
. . . . . .
137
La anterioridad cuidadora del entender . . . . . . . . . . . . . . La transparencia de la anterioridad cuidadora en la interpretación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La idea de de una hermenéutica flosófca de d e la cticidad . . . .
1 39
A ERMNÉUTCA UNVERSAL DE DMER l.
2. 3. 4. 5.
6.
VII
1 28
EDEGGER: A ERMENÉUTCA COMO ESCLARECMENTO DE SÍ SMO DEL ESTAR-TERPRETADO EXSTENCRO
VI
122
a vuelta a las ciencias del espíritu . . . . . . . . . . . . . . . . . . La autosuperación hermenéutica del historismo . . . . . . . La historia historia de la l a transmisión transmisión como principio . . . . . . . . . . . La aplicación aplicación del de l entender entender por po r medio de la interro interrogaci gación ón . . E l lenguaje a partir del diálogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . La universalidad del universo hermenéutico . . . . . . . . . . .
2. 3.
144 1 49 1 52
157 1 57 1 62 16 5 16 7 1 70 1 74
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 79
El regreso epistemológico de Betti al espritu interior . . . . L a críti crítica ca de Habermas a l a comunicacin comunicacin en e n nombre nombre de la comunicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Desconstructivismo Desconstructivismo posmoderno . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 80
A ERMENÉUTCA EN EL DÁLOGO
1.
143
POGO
Bblogra . . . Í ndce onomáco
185 1 92 197
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
20 1
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
26
PRÓLOGO DE HANSGEORG GADAMER*
La universalidad de la hermenéutica es un tema que no defne tanto una posición determinada, sino más bien requiere una determinada dierenciación Como ulo de una disciplina la hermenéutica tiene una larga historia de la que todavía hoy se puede aprender mucho. Pero el califcati vo «universalidad» impli al mismo tiempo un desaío, aunque éste señala menos na posición que ua tarea flosófca Por esta razón me re sulta en grado extremo oportuno tener la posibilidad de presentar al lec tor ancés el texto de Jean Grondin, que ya me era miliar en su versión alemana A comienzo de la larga historia del concepto de hermenéutica se sitúa el tratado aristotélico de este mismo nombre, que se ocupa, en el ndo, de la lógica de la oración Incluso este planteamiento más restrin gido el que resulta la exclusión de muchas otras rmas del discurso está relacionado con todas las pretesiones de universalidad que acompañan dese anigo la niversalidad de la lógica La manera en que la Edad Moderna usa el término hermenéuica se refere por lo general a discipli nas especiales sí, encontramos una hermenéutica jurídica y una teológi ca y, a fn de cuentas, la antigua palabra «hermenéutica» tiene la connota ción del sentido universal de traducción Pero una auténtica universalidad sólo pudo asociarse con este concepto cuando la era metasica se acercó a su n y su pretensión de monopoo ente a las ciencias modernas quedó restringido Sin embargo, el hecho de que sólo en la época del romanticismo el tema de la l a hermenéutica hermenéutica haya comenz comenzado ado a extenderse extenderse y especialmente especialmen te a la teoría de las ciencias ciencias del espíritu en su conjunto tiene razones aún más proundas No sólo se expandió a la jurisprudencia y la teología, sino también a la flología y disciplinas anexas a ella Fue sobre todo Wilhelm Dilthey quien dio un paso importante en esta dirección con su psicología descriptiva Pero sólo cuando Dilthey y * Gadamer escribió este prólogo para la versión ancesa de esta obra publicada unesalité ité de Fheeutique heeuti que por Presses Universitaires de France, bajo el tiulo L )unesal Pars 1993, y también fe incluida en la versión inglesa, publicada bajo el título Inoducon Phishil Hereneuti por Yale Yale University Press 1995. Agradecemos el permiso de incluirla también en esta versión castellana. 11
su escuea egaron a tener una mayor inuencia sobre el movimiento enomenoógico sobre Husserl todavía a modo de una polémica sobre Heidegger en rma de una ecunda ransrmación asimiadora el en ender ya no quedó meramene siado l ado de comprender y del aca rar· en genera no quedó limiad as uso por las ciecias l conrario e ntendr constiye a estrucr undamenta d la existencia humana por o que viene a siarse en el centro de a fosoía De este modo pierden su primacía la subjeividad y la autoconciencia que en Husser toavía encuenran su expresión en e ego trascendenal. En su ugar s stúa otro que ya no es objeto para e sujeto sno que éste se h n n racón d ntercambo ngüístico y vivnca con el oo Por eso ntnder no s un mtodo sno una rma d convivn cia entre aquos qu se entnden sí se abre una dimensión al ado de a cua ciertos otros ámbitos especiaes de posibes conocmientos no juegan un papel paraelo o equivalene sino que es dimensón constye a práctca de a vida misma Esto no excluye en absouto que precisamene os métodos de a ciencia vayan también por su propio camino que con sise en a objetivación d os asuntos d su investigación Pro jstmnt aquí se encuentran también los pegros d una mtación tórica de la cienca que consiste en esquivar ciertas eeriencias relacionadas con e oro ser humano otras palabras otros texos y su pretensión de validez debido a a autosatscción metodológica Pénsese sóo en los pocos pa sos que se avanzaron por ejempo en el esclarecimiento de a gramica estructuralista de mito en el que se invirteron enormes energías de in vestigación y ciertamente no con a fnalidad y el resultado de que ahora mto comnc a habar mjor lgo parcdo s podra dcr de la s ·Como se puede consaar aquí en sus propias palabras, Gadamer hace una disin ción explícita enre vtehen «enender>>, y bf, «comprender>> Como se verá en la pae dedicada a su hermenéuica, el «comprender>> iene la connoación de un saber que se apropia de su objeto, mientras que el enender iene un carácer más participativo que dominante. Hay que advertir también como quedará patente en el text text que Heidegger Heidegger usa el término «entender» «entender» en un u n matiz difer diferen enee al de Gadamer, pero ambién diferenciado del «comprender». Traduciremos el término vetehen sobre odo en los capíulos dedicados a Heidegger y Gadamer en lo posible por «entender>> salvo casos excepcionales en los que la rma sustantivada («el enender») resularía demasiado rda o poco clara en el conexo, donde se usara el érmino «la comprensión» Una pequea exploración etimológi ca de la raíz latina inten de «entender «entender>>>> podría mosrar la cundidad y rinencia del d el érmino castellano en el sentido hermenéui hermenéuico co de Gadamer [ N .dT] 2
mána u toma omo objto l mundo d los sgnos o d la xtal d a los u el onomeno ceno ha onsegudo acerase de ma nera nueva e ntresane. Mas la hrmnéuta no preende la objtva cón sno l esuhars mutuamente y ambén por jmplo el esuhar a algun ue sab narrar s donde comena lo mponderable al que nos rrmos uando los srs humanos se entnden. l méro especal de Grondn onsst n habr elaborado st dálogo «ntror>> omo el undamnto propamnt dho d la hrmnéutca para el qu yo ms mo n mtd, pud apoyarm sobr todo en Agusn d Tarso pro u tn un papl mporane ambén en otros ontexos por ejemplo n la onpcón eológa de proeso
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CTA DE H NS-GEORGDAMER EORGDAMER AJEANGRONIN AJEANGRONIN Heee 23/3/91
timado Señor Grondin, Hoy legó u Inoducc heenéutic. Ya la introducción de la obra me motró que puedo etar muy contento de ete libro La epoición ecueta y cara eliminará mucho malo entendido, y para todo lo lectore erá muy úti e intructivo. En lengua alemana no eitía hata ahora nada comparable. Por cierto que ya e etá imprimiendo u nuevo enayo mo obre Dilthey y u ecuela,* uy parecido a cómo Ud también ve ete aunto Nich repreenta el puente a la enomenología, a Heidegger y al giro hermenéutico en a enomenologa. pero con ilión nuetro encuentr en Heidelberg uyo,
HGGADMER P.D. Un día má de lectura me hace elicitarle de nuevo por u ece lente trabajo Deearía que publicara el bro también en ancé: a ello le hace ucha lta!
· Se refere al ensayo «Die «Die Hermeneutik Hermeneutik und die Dilthey-Schule» ( 199 1 ) , en: en : Gesammelte Werke (en adelante GW) (Ob (Ob recogid) X Tubinga 1995 pp. 185204 [N.d.T [N.d.T.].] . 14
PREFCIO
ás tardar en el oento de escribir un precio el ator puee ablar de sí iso o de su relación con lo escrito Coo está stuao ya a cierta distancia del texto iso, puede precisar ejor el estíulo puraene casual ue lo originó fnales del otoño de de 1 988, 98 8, cuando estaba estaba trabaj trabajand ando o en esta Ino ducción e vi en ciertas difcltades ante la conceptualización de la pretensión versalsta de la herenéutica Me parecía que se habían enten dido y criticado tantas cosas diversas bajo este conepto que coencé a perder la orientación tenéndoe a la afración de Wittgenstein según la cual «n problea fosófco tiene la ra: 'no e oriento, e consolé en un principio con la idea de que i situación era en cierto odo flosófca Agún tepo despés e reuní con HansGeorg Gadaer en un restaurante de Heidelberg para discutir con él, entre otras cosas, este asunto De anera uy esqeática y torpe le pregunté en qué consistía en realidad exactaente el aspecto niversal de la herenéutica Coo consecuencia de todo lo que había leído, en aqel oento estaba preparado para escucar una respuesta larga y algo vaga Pero, despés de reexionar sobre la cuestión, él dijo escuetaente y sin rodeos «En el ver m inteus» Me oté los ojos. Pero esto no estaba en ninguna parte de Verdad y enos todav todav en la bibliograa bibliograa secundaria ¿í se ento y co enos contr�ría la pretensión universalista de la herenéutica? ¿en esa «palabra interior» de la qe había tratao gustín y a la que Gadaer abía deicado un capítulo oco atendido de su obra principal? Un tanto perplejo segí preg pregtan tando do qué qería qería decir eso «La universaldad contnó contnó se encena en el lengje interior, en el hecho de qe no se peda decir todo No se pede expresar todo lo que hay en el alma, el yoc vüiá{e'r;. s ago qe adopto de gustín, de su De Tnitate Esta experiencia es niversa: el actus snatus nnca se recbe con el actus exercitus» Mi perplejidad se debía en prier lgar a la contradicción en que eso parecía estar con un tenor undaental de a flosoa de Gadaer, por que generalente se spone qe el principio de niversaldad de ésta se encentre en el engaje y en la posibilidad d expresar todo con el len 15
guaje real Según este prncpo, el lenguaje podría supera todas las ojcones contra su unversalidad, porque todas ellas deen rmularse si viéndose del lenguae. Para Gadamer todo dee ser lenguae: «El ser que se pueda comprender, es lenguaje» es la armacin más citada para sealar esta unversaldad
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nc s e ieo de exoe c o sóc dde ese po de vista La reerecia a la coversació co Ga damer o iee la ució arrogate de etiquetar uestra ierpreació ·como la ierpretació más «auéica» de Gadamer. eñalamieos de esa clase so muy prolemáicos y por eso e dudado muco iempo de si coea acerlo e el presee coeo. Fiamee me aimó el eemplo de Walter cuz a ese respeco quie mecioó sus coersa cioes co Heidegger porque coriuyero de maera esecial a la perspeciva de su iterpretació de Heidegger1 Tal vez me aya pasado o mismo co Gadamer ero es evidete que deo perseguir por cueta propia y ao mi riesgo persoal la perspectiva de la iterpretació que me e sugerida de esta maea Mi propósito específco será por tato oecer a itroducció a la dimesió losófca de la ermeéutica (por lo ao si ateder su aplicació e las diversas disciplias como la lologa la eologa la isoria y las ciecias sociales) co idepedecia de Gadamer ao mi propia resposailidad y de acuerdo co el acual esado de la discusió losóca. Itetaré recosruir lo más elmee posile la problemática hisórica segú el criterio de rbum intus, es decir co ayuda de ua serie de testimoios oy e da poco edos. Au así es uesto propósito mostrar que el águlo de visa de estos estimo ios o es magial sio e realidad de importacia cetral. uiero epresar mi más sicero agradecimieo a la Fudació leaderoumold y al Coseil de recerces e scieces umai es du Caada que suecioaro ese raao cueros co colegas tamié se coiriero e esmulos decisios para la presee iesiga ció. Los agradezco de odo corazó a rs Beler Oo Friedric Bolow Luc Brisso Rüdiger Buer HasGeorg Gadamer (quie permiió que iciera meció de uesra carla) Haslric Lessig Maed Riedel Frito Rodi Jose imo y Alerto Viciao Aproe co esta ocasió ara completar ese agradecimieto co la epresió de mi admiració por su raao losóco que sieto desde ace muco ip. my íia y ameaiva q la soa pda pacr i siquiera comearía si el 1uµá(ei v acia aqueo que la empua a pe sar 1
Véase W Schulz «Die Aufebung der Metaphysik in Heideggers Denken» en: Heide Heidege Tes Tesee vom Ende der de r Philso Philsophi phie, e, Verhandlungen des Leidener HeideggerSymposiums abrl 1984, Bonn 1989 p. 33. 17
INRODUCCIÓN
Desde la primera aparició de la palabra «hermeéutica» e el siglo XII, este térino designa la ciecia o el arte de la iterpretación. Hasta fnaes SIGLO Xabía aoptao generamene a rma e na doctri na oa nar as rgas la corrca inrpreaión S propósio ra e íno prerentemete ormativa e icuso técica Se imita ba a brindar instrciones metodoógicas a las ciecias específcamete interpreativas para prvnir a arbirariad n e ampo xgético teriormente evaba na existencia e buea media ivisible como «disci plina auxiliar» detro e aquelas ciecias establecidas que se ocupaba por defició de la inerprtación exos o signos De este modo surgiero desde el Rnacimiento ua hemenéutica teoógica (hermenéutica a aa) a) na flosófa (herméutica pfana) y ua hermeéutica jurídica Sin embargo, la idea de un are de la iterpretació se remota a épocas anteriores, probablemte hasta la patrística o icluso hasta la losoa estoica, e desarroló ua iterpretació alegórica de los mitos, y hasta la tradición griega de los rapsodas Siempre e se oiron istrccioes mianan ooógias s p habar, n n sntio más o me os lato, de hermenéutica La hermeéutica ó óca ca e cambio, surgió e echas mucho más recientes En n senio más rstrigido y usual designa la posició flosóf ca d HansGeorg Gadamr, y ocasioalmente también la Paul Ricr Ciertamente existieron ya co ateriorida rmas exigetes de la hereética, ero raras veces se presetaro como cocepcioes losó fcas elaboradas Aunque cotribuyero de maera decisiva al despliegue e una conciecia por e problema hermenéutico e la losoa, i Schleiermacher, Droyesen o Dithey los abuelos de la hermeéutica cotemporánea cotemporánea esarrolaro sus eques públicamete y rimordiamente bajo el título de ua losoa hermeéutica. Aunque la empresa f losófca de Gadamer hubiese sido imposibe sin Heidegger, el Heidegger tardío o pudo dejar de costatar: «La "losoía hermeéutica es asuto de adamer»2 Además, desde adamer y a pesar de que su losoa de Carta de Hedegger a Otto Pggeer del 5--93 citada en: O. Pggeler, Hei der der und die heeneutische Phishie Frburgo-Munch 983 p. 395 19
secadeó umerosas dscsoes specamee co a críca a a deoogía de Habermas y co e descosrucvsmo de Derrda, o se ha regsrado eoques uevos de carácer reamete revoucoaro 3 A pesar de que a rma gadameraa de a hermeéuca fosófca ee e carácer de demarcar e horoe de ésa, e e marco de a pre see roduccó parece acosejabe acoar a demacó de esa dsc pa detro de u rado de acace ago más ampo Ta sóo su orge expícamete hedeggerao es u dco de que e eo de reexó de Hedegger debe rmar pare, s duda, de eoro de a hermeéut ca de oretacó fosófca Gadamer recbó de pesameo de Hede er uos mpusos que deermaro su camo, ao desde e ámbo de su fosoía ardía de gro he) he) como ambé desde as eccoes empraas, hasta hace poco édas E su muy mporae esayo sobre "La uversadad de probema hermeéuco ( 1966) que puso e marcha e debate co co Haberma Habermas s Gadamer Gadamer aoó que que había dado e e ombre de "hermeéuca a su perspecva «e coexó co ua maera de decr desarroada por Hedegger e su prmera época4 Desde aqueas echas hasa ahora se ha vueo cuestoabe s se puede se puede eeder suf ceemee a «hermeéuca de Hedegger a sóo a par de El e y el e Se ha sugerdo o s razó que a hermeéuca de Gadamer se spró e ua medda mucho mayor e as eccoes empraas de He degger que o e El e y el te ya que Gadamer, seg su propa afrmacó cosderaba esa obra de 1927 1927 como ua «mprovsacó precpada por motvos exeros o cso ya como «decameo S caer e a exageracó de ua casfcacó peyorava de a obra fosófca prcpa de Hedeggr, eo podría mpcar que sóo ahora se puede empreder ua vaoracó adecuada de a fosoa hermeéuca de Hede gger y de su coacó por pare de Gadamer Para bcar es ueva hermeéutca, hay que reomar, s duda, su adcó más atgua s se quere a o fosófca), pueso que Gada 5
Véase C von Boann, «Heeneuik», en Twgise &azykedie vol X Beln-Nueva Yok 1986, p 130 «En la oba de Gadae la eenéutica encon su úlia gan acuñacin Desde enonces no se desaollaon oos en oque nuevos; los intenos de Ricu de una "losoa eenéuica se eontan a as s aniguas de la copensin copensin del senido» Véas asee H-G H -G.. Gaae Gaae, , GW GW II, p 2 19 19 4 Vé Véase C F. Geann, «ilosopie als Vollug und als Begi Heidegges Ienispilosopie es Lebens in de olesung vo W 1921/1922 und i Velnis u Sn S n u Z Z en l 1 988, 988, p 29 ss ss 3
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er se reere cotantemente a ela para distanciarse de sus principios y perlar su propio enfoque. Esa hermenéutica, que puede jactarse de una rica tradición, debe dilucidrse en parte ambién desde sus proios oríge nes Por tano, denro de presene conexo, comenaremos os enques cásicos de Scheiermacher, Drosen y Dilhey, pero abién la here néutica de la Iusración, a enudo subesiada, así como as iniciaes doctrinas de la inerpretación dentro de a eprana teología prosane y os trabajos hermenéuticos pioneros de a paística De todos modos se procurará evitar aqu una descripción de la historia de la hermenéutica a modo de un proceso eleológico que habría surido en a antigüedad par coninuar a lo laro de la Reración y de roantciso hasa cumpir se nalmente en la hermenéutica losóca Así e presentada, en efecto, a historia de la hermenéutica (en sinuar), comenzando por el ensayo pionero de Dilthey sobre «El surgimiento de a hermenéutica» (De Enttehung de Heeuk) de 1900, uego de anera más radic por parte de Gadaer y as exposiciones generales poseriores que se apoyaon en é Se procedió aproimadamene seún el siuiente esquema: En la anti güedad y la patrística sóo se habrían conocido reglas hermenéuticas fragmentarias, hasta que la Rerma de Lutero provocó el desarrolo de una hermenéutica sistemática, que sin embargo sólo con Scheiermacher se habra convertido en universl en tanto arte general del enender; pos teriormente, Dithey habra ampiado esa hermenéuica a una metodoo ga general de las ciencias de espíriu y, a coninuación, Heidegger ubica ría el panteamieno hermenéutico en el suelo aún má fundamental de a cticidad humana a hermenéutica universal derivada de ésa habría sido eaborada namente por Gadamer en rma de una teoría de a condición hisórica y linüística omnipresente en nuestra experiencia A partir de esta hermenéutica, entendida coo universal, se habrían producido con tinuaciones crticas ulteriores en la crítica a a ideologa, a teoogía, la teo r literaria, la teora de la ciencia y la osoa práctica Esa hisori uiersal de la herenéuica, que se enendía sí is coo cuasieeológic, sciado enreno cieo escepiciso, sobre odo desde a perspecia de eorí iterri Se criticó a ide -icid 6
Véase zondi Ein Einn ng in die die liteache liteache Heeuk Francrt/M 1975 y s recieneene, J. Hrisc, e Wut s estehe Fanct/M 198 as co o E Bel, «Fiedic clegels Teoie des Veseens: Heeneuik er Desuion», en: E Beler, y Hrisc cops, e Aklit d Fr aderb rbor orn/ n/ Munic Munic/Vi /Viena ena/Zu /Zuic ic 1988, 1 988, pp pp 1 1 - 160 16 0 mank ade 21
por Dilhey y Gadamer y repeida por las presenaciones generales a mo do de compend compendiosios- de una hisoria de hermenéuica que se habría de sarrollado «en varias eapas o fases eleológicas conecadas enre eas» Lo acerado de la auodenición clásica de la hermenéuica es la idea de que la hermenéuica más anigua se parecía más bien a la docrina de un are écnico, que generalmene enía un enque menos universal que el preendido por la hermenéuica losóca acual El escepicism ene a Ja hisoia de la hermenéuica es correco en los aspecos de que ambos proyecos ienen po en común y de que esa hisoria se desplegó de una manera odo menos eleológica Como cualquier ora hisoria, la soria acual de la hermenéuca es una hisoriograa rerospeciva, es decir una consrucción Como al his oria se realizó en buena medida sin conocerse a sí misma Hasa el siglo nteeeXII aún no enía nombre Lo que aniguamene se lamaba nte tnd lo reomaron y coninuaron diversas ramas de la ciencia, como la críica, la exégesis, o la lología Tmbién en la Edad Moderna la herme néuica no se desarroló de manera recilínea hacia una mea eleológica y losóca Habiualmene se aribuye a Luero el mério de la invención o reanimación de la hermenéuica Ese crierio del proesane Dilhey ambién es decisivo para Gadamer y para el invesigador de Luero, Gerhard Ebeing Aunque el principio de escriura de la cptu e nía que originar casi necesariamene una herenéuica elaborada, Luero sólo se dedicó a rabaos lecciones exegéicos sin conar con una te hermenéuica especíca y no e él quien la cncibió, sino su colaborador Flacius Illyricus, seguramene el auor de la primera eoría hermenéuica de las Sagradas Escriuras de la Edad Moderna Hasa nales del siglo XIII e considerada como una obra fundamenal en el campo de la exé gesis Enreano, a lo largo del siglo XII auores como J. Dannhauer, G F Meier y J. M Chladeniuselaboraron una hermenéuica enendida co mo are general de la inerpreación, es decir, en rma germinal como 8
Véase E Beler, op. ci, p. 15 8 Véase W. Diley, «Das ereeuisce yse cleieracers i der Ausei aderseug i der lere proesaisce Hereeuik» redacado e 1860), e sus Gesaelte Schfen e adelae G, vol /prier edio vol. Goiga 1966 pp 595-787 G Ebelig, «Hereeuik», e lion in echichte u Gena vol. m, 1959, pp. 23-262 7
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a hméuca uiva do d pí acoaa9 Ea doc a gal d a pacó ompo maco d a hmé ca pcaiada o a d a doca écca dada pcía m a a Sagada Eca o a o ao d a agüdad cáca o o ao coco abi a Schmach a aboaó d p a d a paó q paba a hméa pa o a v a bacó d a oía héa d a odo mo voca Eo db pm ga a hho d q Smach q dó ob odo coo óogo a hz mpm poam hméca S úo xo hmé ppaado paa mpo «Üb da Kop d Hk» q cogía u dico académo d 1829, o má q ada a d cuó d o f d Wo y A po o ua copcó hm éca d cojuo Sóo cco pbicad po pma v 1838 po F Lück bajo ío d Heeneutik und Ktik dcó o b hméica a a q pdó copoa ho d a daéa Ma pcpo o boo agmao d a ch o oao mcha oaca a d ho ao d a hméca oógcooóga10 Uo d o oy d a o d Schmach á cado po a hméa d é A g Bokh La omó como ba d popa cco a pa d 1816 ( dc a d pbcacó po Lük) ddcada a a «Ecopda y doca modoógca d a cca oógca» a a q o pbcó poam ca gdo mpo d Shah óo ga o a da 1877 gaa a a caa d Bahk dípo d Bockh 11 Baádo a hméa d a ompó omp ó d hmah Bokh popo oc a modoogía d a ca oógca D a maa acoó a hméa o a cdad d a modoogía d a cca o xaa popóo q había ado Véas HE Hasso Jagr, «Studin zur Frühgschicht dr Hrmnutik», n Achi Achivv Bge Bgeschichte schichte 8 (1974), pp 3584, y también la introdución scla rcdora d L Gldstzr n su dición d J M Chladnius, Einitung zu z u ichti gen Auslung veün veün ge Reden und Schfen Schfen Lipzig 742, Düssldor 969 y admás G F Mir, Veu eine agemeinen Auslungskunst Hall 757, Düss Düssldo ldor r 965 965 1 0 Véas, por mplo, F Blass, «Hrmnutik und Kritik», n Handbuch de ksischen ksischen Altetusen ltetusenscha schaf in stemase stemase Dateung Munich 892, p 48 9
SS. 11
Exist una rimprsión d la sgunda dición d 886 Darmstadt 966 23
bien lejos a Schleiermacher que sólo e coninuado por auores como Drosen Dilhe Drosen ambién hi eserws para elaborar una meodología de la Hisoria a la que ambién expso sólo en ss lecciones sin publicarla en su oalidad. En 1868 hizo imprimir u n de Htok Htok (Pn (Pngenea geneall de Hto) Hto) que por ciero llegó a ener una gran inuencia Pero sólo en 1936 se pubicaron ss Lecciones sobre isoria por obra de Rudolf Hbner Ahora bien ni su Pn geal ni sus Leo ne obe H mencionan una sola vez el nombre de Schleiermacher o el íulo de hermenéica La imporancia de Sceiermaher para la hermenéuica su hisoria que sólo ahora se uele visible» e desaca sobre odo por Wilhelm Dilhe mo discíplo de Boeh legó a ineresarse mu prono por Sceiermacher En 1860, a los 27 años e galardonado con un premio de la Fundación Schleiermacher por su rabajo sobre Das hermeneuis che Ssem Schleiermachers in der Aseinanderseung mi der leren proesanischen Hermeneui» (El sisema hermenéuico de Schleierma cher en cononación con la hermenéuica proesane anerior proba blemene la hisoria de maor peso en el ndo la primera hisoria de la hermenéuica aunque Dilhe no la publicó De odos modos su dedi cación a Schleiermacher se inensicó En 1864 redacó una diseración en laín sobre la éica de Schleiermacher bajo la uela de Trendlenburg; en 1867 siuió el primer volumen de su biografía de Schleiermacher En cambio nunca pubicó el segundo volumen en el que se propuso expner el sisema de Schleiermacher incluendo su hermenéuica como losoa eología para el que probablemene habría pensado aprovechar el mae rial del ensao premiado en 1860. Los exos desinados a ese volumen los publicó M Redeer en 1966 a parir del legado En los años que siguieron Dilhe se dedicó a proeco de su vida una meodología de las ciencias del espíriu2 que debía llevar el íulo 12
Dsd la pblcacó 956 d la ya clásca radccó d la Induccó a cenc l pí d lá Marías (Rvsa d Occd, Madrd), l érmo «ccas dl spír» como radccó d Geteecha s b codo l ámbo d aba casllaa co s q o da d sr mmsmo, cs toado toado ya por Oga Oga y Gass s Prólogo a la radccó radccó mcoada mcoada ( ) o s coo d labor órca s ha llamado lmaa "ccas dl spí r o ccas clrals, y Fraca, ccas morals y polícasEsas d omacos so d las más dsdcadas r los ombrs d las dscplas cífcas, cíf cas, q, por caso croso, croso, ca ha do ba sr sr al a l sr ombradas o mbradas Yo propso q s llam scllam madad Basa para llo am24
xignt d «Crítica d a razón histórica Pro también d sta oba sóo apació a primra part prpondrantmnt históica n 1883, bao to Entun Entung n de de Getew Getewenchen enchen (Inducc cenc del epítu). tu) . Asombosamnt n sta oba a hmnéutica y Scimach no s mncionan Es dudoso si Dithy tnía pisto haba d ambos n sgundo oumn namnt como apoyo paa a «ndamnta ción d as cincias d spíri A parcr ía n aqu momnto más bin a psicooga dscriptia como bas d as cincias históricas d sr humano Aunqu para a instigación n tono a Dithy s un punto qu suscita poémicas parc qu durant toda su ida dfndió a posi ción básica d a psicoogía Sin duda s pudn ocaizar n Dithy n todas parts importants concpcions qu s pudn amar «hmnéu ticas por mpo n tratado d 1895, «Üb nd und bschribnd Psychoogi (Sob psicoogía xpicatia y dsciptia po sóo n 1900, n br studio sob su génsis a hmnéutica u a aparc bao su nomb popio n primr pano Con st sdio s gna también a histoia d a hmnéutica Para xpicar su génsis Dithy toma n 1900, incuso n buna mdi da itramnt su trabao más argo d 1860, como si n os cuarnta años d íntrin no hubis ocurido nada A s rmua po pima z a idea de qu a hemenéutica db dotarse d rgas gnras d intr pretación que podran estar en a bas de todas as ciencias de spíri ya qu todas as se apoan n un conociminto intrpretio. D sta ma nra a hrmnéutica podía ocupar ago así como una función ndant -Dithy sóo a insinúa insinúa-- para as cincias de a comprnsión comprnsión a modo d garanta d su prtnsión d aidz gnra Sin mbargo también aqu hay qu sñaa qu stas inicions s ncuntran sobr todo n anota cions manuscrtas n nsayo sobr hrmnéutica d 1900, qu quda ron iéditas hasta a pubicación d oumn 5 d as Gemmelte Sch ten n 1924 La ida qu s ha uto habia d qu a hrmnéutica pliar l signicado q la palabra tvo n los stdios divals y rnacntistas y advrtir q sta apliación no hac sino instalar l térino n l ás propio y natral sntido d s acpción vlgar» vlgar» (p. 1 8 ) Esta considración d Oga y Gasst coincid liznt con la rivindicación gadariana d las antigas human (véas VI, .) y n rigor s dbría tradcir Geteenaen n l prsnt txto sóo slctivant por «cincias dl spírit», concrtant con rrncia a Dilthy. Sin bargo, por la rlativa iliaridad dl térino, hos optado por annr st algo incóodo térino a lo largo d la tradcción sipr q l ator sa la xprsión Geteencha n d d .] .] 25
iltheyana proporcnaría ag í como la base etlóca de las cie ias del epritu es, coo veeos, eos diltheyana de lo que se supo geente , po a, quiee u evisió. Quie di ata elevaia al peso de ese gra poy heeéui e e pie luga su dispul e Geog Misch E el ei del vlu 5 de ls esis, did él, e u ebz de l des peeee hee dl pesaie de Dilhe U qe pi del ep poyet de una fuetació posii visa y psiológica de las cieias del espritu y que deseboaa e la elboració incopleta de una losoña general de l vid hisóica, e la que l heeéuti jugaa papel disiv o que ilso tea que laar Herenéutica Mish pesó u g uda e p de liev de u p l de qu peed el Dilhe ad As, «hee éui» s viió plba d d pr ua geeió só que eó a disise de ls ldes eói-giivs del e kis edie qu es diss ea de e gd Dilhe co pecuso de u losf o positivis bie la i idad hisóia de la vida. Lo que esa edeia se oulb e el puo de pda sin duda posiivisa de Dilhe l posiió sudaria qu l heeéuca oupaba de heh e sus eos Los piipis de u e siséia, que haba iesa Dilhe, 13 qued eclipsds el dese d d iidd l heéi, debido al esu que eje l pespiv losó vialis de Mish Su ieia e ga qu egó dese e l edi is que ab i s bicies tdlógias d Dilhe L eii g e O F Bw, d 136 sidó uv d uhs as l ig heee de u vii ileul que se haba aiipd al es i de su ie disaid d psilg aú deid la a dl oii, p iugua ee l pespeiv de fudaeió heeéui de ls iis del spiu 4 E su i iió de kis jv idegg, sg ié l jv Gd, Dih i iae u ga s que d u deiió uev, á xsil heéuia de l sf idegg desaló s ii is evluiis de Dih bj e d a heéi de 13
Véas F Rod «Dlys « Dlys Kr dr dr sorsc sorsc Vru Vru Programm Programm odr Sysm», n: ilthhrch 3 (985, pp. 40-65 1 4 O F Bollow, iJ. iJ . ine ine Einhn Einhng g in eine e ine Phihie Phihie Scaaus 4 980 26
cticidad. Sin embargo, por las razones que esen, 5 Heidegge renunció a la publicación de sus tentativas hermenéuticas, que en aquel entonces habían ascnado tanto a su auditorio De todos modos, en El er y el temp su concepción encontró su prmera expresión pública, que tuvo una amplísima resonancia Su visión de la circularidad y preestructura ontológicas de la comprensión caracterizaron su enque como nuevo comienzo hermenéutco Puesto que en El er y el te las indicaciones sobre ese tema eran muy escuetas, resultó no obstante dicil obtener una idea correcta de lo que Heidegger quería que se entendiera por hermenéutca del serahí 16• En eecto, la defnción sistemática y de la ubicación de la her menéutca en tanto indicación de un programa flosófco se materialzó en media página escasa en El y el temp 7 concretaente al fnal del por lo demás elocuente párra 7 sobre la enomenología En ese pasaje sólo se aprende que «hermenéutica» se deriva de pµrveúetv, y que, correspondentemente, Heidegger toma la noció «en el sentido originario de la palabra, según el cual signifca la tarea de interpretar» Después de haber declarado otros signifcados de «hermenéutica» como secundarios, Hedegger añade todavía que hermenéutca tendría para él el signifcado p mr de una «analítca de la existenciariedad de la existencia», aunque sin oecer una aclaación ms precisa de la relación entre analítica y hermenéutica De este modo, con el paso del tiempo la analítca de la exstencia, la hermenéutca de la ctcidad y la ontología del serahí podían ncio T Kesel « e rs Dra o Beng and Tme was Never Pbsed» en T ]ou o o h Soi r Phno 20 (18) pp. 322 señaó las rnsaas posemee sóo onngenes de reraso de a plaó de a ora maga de edegger desnada orgnamene para la revsa ahrss r Lis Lis ha u Gs Gshi hi e e reazada por los maersmos maersmos de s ó ó a radón de Din de edegger por «seraí» es a ms sada desde a radón de osé aos de l sr l po de 144 e nso anes anendre mos para omdad de eor sera ane la algo spera propesa de ex ssena permría ener ms presene e a exsena en asellano se derva del exssere an de e el Da (aí)-sen (ser) no es ms e a radón mméa Conreamene se raa de na ssón de la exsena neolana e e nrda en e aemn era a fnales de sglo nssmos en ello para sbraar e los rersos propos de aseano no so nerores a los del alemn sempre e se nerroge omo lo zo edegger el rasndo de sg nfado de as palabras [ n. d. T T edegger l sr l po (en adeane T) éxo 144 p. 48 [ersón alemana Ta 177 pp. 3738. 27
nar como snnmos vagos de lo que oeca El s el p S la herme néutca teía que poseer un sentdo específco y en qué medda se preten día que se ntegre, por ejemplo, en la tradcn de la hermenéutca, que entonces era poco conda era del círculo de Dlthey, eran cuestones que no se podían averguar nmedatamente El carcter puramente «hermenéutco» de la tentatva de reexn de Hedegger qued en buena medda poco esclarecdo La pretensn her menéutca, así parecía desde las leccones, retrocedía un tanto ente a la pretensn ontolgca y cas de flosoía trascendental del conjunto Tal vez así lo haya sentdo Gadamer cuando consder El s el temp como ya menconado, como «na publcacn muy rpdamente conecconada ( en la que Hedegger se había adaptado, una vez ms y contra cont ra ss s s n tencones ms proundas, a la co�cepcn trascendental husserlana del yo»8 ese a todo el respeto por la alta caldad del trabajo ntelectual de 1927, expresado en otras partes, en esta opnn se manfesta certa de cepc, como s Hedegger hubese traconado sus deas genunas y ms orgnaras Como es sabdo, tambén otros oyentes lo pecberon de esta manera, como, por ejemplo, O. Becker, K LOwth y posterormente O ggeler ggeler9 En qué medda Hedeer tap o dej atrs at rs los rasgos rasg os de su hermenéutca temprana de la ccd slo se podr averguar después de la publcacn completa de las leccones tempranas y de los manuscr tos aún nédtos ara nosotros slo puede ser ceto que na reconstruccn de la hermenéutca hedeerana debe arrancar desde el programa temprano de una hermenéutca de la ctcdad, ya que Gadamer emplea la palabra «hermenéutco» apondose en la mnea d h usada a y vncula su propa hermenéuca de V mucho ms a la hermenéutca de la ctcdad que a El s el temp 0 En su época tardía, cuando Hedegger prctcamente dej de usar el térmno hermenéuca, el dstanca mento del pograma de una hermenéutca, entendda como flosoa, se produjo de otra manera En su pensamento posteror, dedcado a la hstora del ser, abundan las concepcones hermenéutcas, por ejemplo, en 18 aame, «Ennengen an Heegges Annge>>, en Gsal Wrk v, Tnga 1 [Ta aseana «Rees e s mens e Hede gge, en s is , , Hee, Baen Baenaa (en pepaaó pepaaón) n) 19 Véase C C emann, . i p. 28 ss 20 Véase . aame, (en aeane VM), geme, alamana 141 [Vesón aemana en: W I, 186, p 2 y C emann, . .
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orno a la dependenca measca de la losoa hasa el presene y de la hsora en general, pero él se negaba a que se las llamara «hermenéu cas» No obsane, Gadamer reconocó arevda y correcamene que ese pensameno de la vela (he) no era ora cosa que un reorno a las empranas deas hermenéucas de su maesro. 21 Desde el puno de vsa hsórco, e el méro de Gadamer haber relaconado los aspecos hermenéucos de la vuela, de los que pare Ve y con el planeameno hermenéuco del prmer Hedegger22 De ese modo, según la rmula clásca, pensó con Hedegger conra Hedegger, es decr, conr la aparene despedda del pensameno hermenéuco, pero a vor de una realzacón consecuene del programa no elaborado de una hermenéuca de nuesra ccdad hsórca El logro de Gadamer conssó en que sacara consecuencas de la concepcón de la hsora del ser para la comprensón de sí msmas ano de la concenca hsórcamene ubcada como de las cencas del espíru que l deron ex presón. El obeo de la presene Inroduccón es mosrar el desplegue y las perspecvas de la hermenéuca al como la enendó Hedegger y la radcón más angua. Sempre resula dcl orenarse en el campo conuso del losor acual Pero precsamene por esa razón hay que nenarlo sempre de nuevo. Hace más de vene años, K.-0. Apel paría de la dea de que había res líneas undmenales de la losoa: el marxsmo, la losoía ana líca y el pensameno enomenológcoexsencasahermenéuco. 23 Enre esas res «escuelas» el marxsmo losóco seguramene ha perddo buena pare de su acualdad. La herenca de la eoría crca de la soce dad, que consuye la connuacón del pensameno de Marx y Lukács, ya no se deende apenas como marxsmo o marxsmo hsrco. Sendo en los años sesena sesena uando uando Apel propuso propuso esa rparcón rparcón odaví odaví un En ese sendo adamer aba de a «ea de a ea» (W III 423 y o ) éase adamer (W II p 446 ss); Kine Sfen Tbnga 1977 p 29; «Das Erbe eges» en W p 467; Enrng z emnar Phiwshishe Heuk adamer y Bm (omps) ranr 1976 pp 39-40 éase ambén nesra monograía Huse Wrhei? Zm Waresbegranseorg adamers Kngsein 1982 p 83 ss K A Enrng z C Pere en Sfen ur nehung des ag vol 1, Francfrt/M. 197, p 1 R Bubner tavía sigue esta tripartón en Mo Gn Phiwshy Cambrdge 1981 abermas Naephyranor 1 988 98 8 p 1 2 a ad ado o de de esas res res endenas enden as defne defn e e ses Denk ranor esrrasmo omo ara fgra de espír de sgo X 29
puno de reerenca neludble, en las radcones alemanas y ancesas domnanes de la flosoía connenal, el remrse a Marx se ha converdo en sospechoso por ranes hsrcos conemporáneos que no han de ocuparnos aquí. Habermas, por eemplo, qn se neres aún en los añs seena por una reconsruccn del maerasmo hsrco, prefere en la acualdad elaborar su eoría preenddamene críca, al margen de ss aspecos socolgcos, con argumenos de la hermenéuca y de la pragmáca lngüísca analíca. Tambén K.0. Apel expone acualmene su eoría normava bao los rulos de una hermenéuca rascendenal o de una pragmáca rascendenal. En readad slo qedan la radcn anaíca y la enomenoogcaexsencalsahermenéuca. Hay que enender el carácer rádco de esa úlma enel sendo de una evolucn hsrca S la flosoía connenal se reconoc ncalmene en la enomenología en sendo amplo Hserl, Scheler, Lpps, Hedegger y, desde el puno de vsa del cone ndo, N Harmann), en la nmedaa posguerra e deendda más ben bao el íulo del exsencasmo Jaspers, Hedegger, MerleauPony, Sarre), que se presen en cada caso como una concrecn del puno de vsa hermenéuco. A legar a ser consderado, enreano, puramene como una mo, el exsencalsmo ha ceddo su lugar a la flosoa hermenéuca nuevamene Hedegger, Gadamer y, en sendo lao, la her menéuca rascendenal presene en Habermas y Apel, así como en el posmodernsmo ). Bao el érmno hermenéuca se resumen dversos dverso s enques, como la flosoa de Gadamer msmo, la rehablacn de la flo soa prácca, emprendda bao su nuenca H. Arend, J. Rer, M edel, . Bubnr y oros ) y que a menudo am la aencn bao la denomnacn de "neoarsoelsmo,25 la correne hsorzane y relavzadora denro de la eoría de la cenca Kuhn, Feyerbnd) y denro de la flosoía del lenguae ory, Davdson), pero ambén el posmodernsmo de la vanguarda neoesrucuralsa cercana a Neche. 26 Todas esas en 24
Reresenao de ello es M. Redel (om.) hailing d pkhn Phihi rbrgo/BrMn 174 25 éase H ndelba «Was s Neoarsoelsms?» en W. Klmann (om) Moa u Sili Silihki hki ranr/M 186, . 3863 26 . Rosen (Hnu Poli Oxord 187) or ejempl enende or "ermenes la aal flosoa anesa en oo a Derrda oal Deleze y yoard na asgnaón bao la e ella dlmene se odr reoner a sí ms ma. No obsane M. oal ablaba en s arílo dedado a Nee red 30
dencas se consderan actualmente como pensamento «hermenéutco» En el presente trabajo tendremos ocasón de defnr la flosoa herme néutca de manera más precsa y restrngda A lado de la flosoía hermenéutca contnental predomna la flosoía analítca, cultvada especalmente en el ámbto anglosajón En el presente está en vías de transrmacones tan mportantes que aectan nclso la concepcón que había teno de sí msma En contnuacón con e Wttgensten tardío y bajo los aspcos de una reactvacón de su tradcón pragmáca más antgua (Perce, James, Dewey, emprendda por Qune, Goodman, orty y Davson, la flosoía analítca se desprendó paulanamente de su programa temprano de la crítca lógca del lenguaje, para dedcarse a cuestones geneales como, por ejemplo, la de la posbl dad de ua verdad vnculante, de una accón y un conmento responsables ante la relatvdad cultural perspectvsta, que caracterzan la floso ía connental desde el hstorsmo En el presente, la flosoía analítca no parece deender un programa claramente defnble, lo cual representa una novedad en su hstora En la contnudad, en buena medda nstucnal, de su propa tracón e alcazada por la concenca hstórca, que la conrontó con los msmos retos ate los que se encuentra tabén el pen samento hermenéutcotrascendental contnental mbas orentacones se mueven haca el programa de una flosoía pragmátca de la fntud, que debe ponderar sus oportundades y resgos Por eso se ha poddo hablar de una autodsolucón del campo analítco, o al menos de una convergen ca entre la flosoía analítca y la hermenéutca 27 Por supuesto que dchos sgnos de convergenca no permten dentf car todavía una problemtca flosófca específca Jstamente por esta razón trataremos a desentrañar aquí una rma epecífca de la flosoía hermenéuc, qu pudera ser caaz de cumplr con la exgenca unver salsta clásca de la flosoía bajo la condcones actuales, es decr, bajo el sgno de una concenca que se expermenta como hstórca Sólo de esta ax (aes de Roamon Plosope nº 6 Pas 167 pp 8312) de esos es aoes omo esoes de a emenéa modea (p. 18 ss.). 2 éase R Ror Phiws Phiwsh hy y and Mior Mior o o Naur Naur Prneon 17 J ron dn «ermeneal T and s soral Prespposons. A·possble Brdge beween Analss and ermenes», en E. mpson (omp), AniFounli and and al &asoning, Edmonon 187 pp. 4558 R. Bbner «Won ende de anase Plosope?» en Phiwshish unhau 34 (187) pp 257281 31
manera se puede ablar de una cntrbucn de la ermenéutca a la fl sa actual. Ara ben,
Como podá mosta a hmnétia osóa, a apain a a ontaditoidad ógia d a histoiidad nivsa s mantin n as vías d histoismo. S pd sostn histoiso ta v poma más nta y paaiado a osoa ds g. S ia s a pgnta po a posiiida d na va vinant y on o po na osofía onynt nto hoiont d n ndo s n tind omo históio
sant d la ngación d la propia tporalidad Es llaativo q la vrdad pnsada coo absolta sólo s dn ngativant: coo lo no nito, lo no tporal, tc La prscción d noras y critrios prba la posición tafísica inicial dl historiso, q obdc a la lógica d n pnsainto q rpri la dinsión dl tipo La hrnética losóa dja d lado n prir gar la obssión tafísica por lo spratporal, cya historicidad tácita ya s ha sñala do, para ncarar l probla probla fndantal fndantal -n s sntido sntido inntinnt- d la tporalidad, bajo l títlo d trabajo d una hrnética la ctici dad Habrá q dostrar cóo s articula losócant sta vlta atrás Pro ya aqí cab dstacar q n tal pnsainto d la nitd s todo nos ajno a la crítica Sría arrogant considrar q n nt s rgido n l tipo no dispira d dio algno d crítica Est cor tocircuito s db a la xpctativa tasicohistorista d q na crítica críbl sólo pda procdr d na instancia o nora spratporal A contrario, los srs hanos son críticos por dnición p el hech d s tar sotdos al tipo y por oponrs a los inrtnios sólo n nobr d ss intrss y aspiracions, a los q, cirtant, sólo s pdn pn sar coo tporals No prcisaos critrios spratporals para d nnciar la dictadra d Hitlr otros fnónos absrdos nos cala itosos La crítica s prnd sipr y n prir lgar n nobr dl siinto infringido por tals insnsatcs, d odo q no ncsita l apoyo d principios atporals El siinto iningido o tido, a nivl ayor o nor oc sipr los jors argntos para la críti ca La hrnética pd agudizar la concincia para st hcho S po dría objtar tal vz q sto no sirv para vitar ara sipr las calai dads Es cirto, pro si pdiéraos ncontrar principios capacs d vi tar or sí solos la injsticia, no haría lta si qira antnr na disc sión sobr l bin y sobr las condicions d na convivncia jsta 30 La llaada llaada a la vigilancia y la capacidad capacidad crítica d los srs hanos n con xión con na advrtncia contra topías tasicas s la contribción na da dsprciabl d la hrnética a sta discsión Ahora bin, la prtnsión d nivrsalidad d la hrnética aún no stá sclarcido
«El abuso del poder es el problema primario de la convivencia humana en gene ral y el impedimiento completo de este abuso s6lo es posible en la utopía» H-G Gadamer D r ur, Francfrt/M 1989 p 123 [Trad. castellana: La he he rnc d ura ura , Península, Barcelona 1990] 4
sión? En la presente investigación trataremos responder a esta pregunta A lo largo de la historia de la hermenéutica, no muy homogénea precisamente con respecto a esta cuestión, dicha pretensión adoptó rmas bastante diversas Por eo merece la pena interrogar eta historia acerca de las pretensione de universalid ue la constituyen. As hemos obtenido la pregunta ue ga esta introducción:
perspectivismo histórico, cultural e incluso individual Sin embargo, para Nieche el perspectivismo no es un hecho dado y últio, sino que se unda en última instancia en la voluntad de poderío Cualquier perspecti va es sospechosa de consistr en un acomodar el mundo en el sentdo de una voluntad de poderío De este modo, el panhermeneutismo de Nieche desemboca en un cierto pragmatismo que anticipa l renovación del pensamiento pragmátco de la flosoa analtica lo miso que de la flosoa hermenéutca continental. Lo que legitma el derecho de cada perspectiva es simplemente su valor para la vida, su contribución para mentar o consoldar la voluntad de poderío en cada caso Esto no eva rzosamente al derrotismo o a una ausencia nihilsta de perspectivas, puest que no todas las perspectivas son igualmente legtias y algunas resultan más ecundas que otras Según Nieche, el cortocircuito consistiría sólo en identfcar una perspectiva ecunda con cualquier ser en sí mismo de d e la cosa misma 3 1 Un perspectivismo de corte tan universal puede parecer extremo Sin embargo, Nieche toca con él una una característica esencia de de nuestra moderna imagen del mundo Como lo describió Habermas en una de ss últimas rmulaciones rmul aciones,,32 la moderna concepción del d el mundo se carac c aracteriz terizaa por su «reexividad», es decir, por el hecho de poder llegar a ser reexivamente consciente en tanto interpretación del mundo como tal Nuestro saber se sabe a sí msmo en tanto saber y por eso en tanto interpretación del mundo No se identfca con el mundo mismo o con su siple reeo La concepción míca del mundo, en cambio, no tiene la conciencia de sí misa en tan interpretación del mundo, es decir, en cierto modo se identfca con el en sí del muno Habermas defne esta carencia de ree xión con la acertada rmula de una «reifcación de la imagen del mun do».33 Sólo en la imagen del mundo moderno y desencantado las inter pretaciones de la readad aparecen como tas interpretaciones, que se so 31
Aera del rspetvsmo nversal de Nee véase W üller-Later, Ni Sin Phishi d Gs und di Gnsz sinr Phishi Ber lín-Neva York 1971; el msmo, «Nees Lere vom Wllen zr at», en Ni-Sdin 3 (1974), s 160; J Fgl, Inron a phhchs nzip Fdch Nich Nichs s uni unia/ a/ T dr Aus Ausgu gun ng i sp spn n Nach Nach Berlín Neva York 1982; V. Gerardt, «Die Perspektive des Perspektivisms» en Ni-Sin 18 (1989), pp 260-281 Haerma rmas, s, o ds ds kouni ko unin n Handlns andlns vol , Franfrt/ 1981, p 32 J Hae o d acció unia Tars, adrd 1999] 72 ss [Trad astllana: L a o Iíd, p 82 3 3 Iíd,
n n ano a a a icuión y a a cíica oo qu Haba y ich án acuo n cuano a hoizon po pincipio hnéuico, ci, inpaivo y, n úia inancia, pagáico nua iagn uno bo an ionio a univalia poba hnéuico, aunqu in aca, cian, a ia oncuion n•a gnaización ppcivio Haba conia pinn icui ob nua viion uno abia coo ppciva y conia coo (pagáican) gíia aqula concp cion qu pun connuaa Po, ao qu u obn conno ácico afcian po jpo po io po, Ha ba cua mucho conia conno a coo vao. b cona con a afación qu a ia a va sá vin cuaa a a ancipación conaácica un conno eal. Po a iaización conaácica in, n jo o cao, una nción aguijón cíco, oo qu, n úio éino, igu ino pobáico qué o qu pu conia coo vao o giao n uno a ich pcin iaizacion aica y igu con anagonio a pepciva po pincipio hogéna, puo qu án oinaa a poío Po
éas J Harmas mephyses Denk Franfr/M 1988 p 55. [Trad asllana El pemienw posmesico Tars Madrid 1990 No s d xrañar q a psar d s oría disrsiva d la vrdad prsnada ha mho impo Harmas ninda la laboraión d na oría d la vrdad omo na ara pndin d s rabajo (véas s réplia n A Honnh H Joas (omps.) Franr 1986 198 6 p 327) a or oría ía d l a or orrs rspon pon Kmmunikves Hndeln Franr dnia sig pariéndol omo insosnibl (véas mephysches Denken, p 149) 35 También la spraión dl nivrsalismo hrmnéio por mdio d la r xión hrmnéia ransndnal sobr las ondiions inransndibs d la ar gmnaión al omo la propon K- Apl db apar la ríia d q a s vz rsla sr pramn na inrpraión d na argmnaión q prnd sr ndamnal 37
tiene la tarea de mostrar, si puede conseguirlo, que n e una perspectiva uiateral. Es decir, a perspectva de perspectivismo no eva necesaria «anything g ge», ge», sino que es la de una flosoía mente a la resignación de «anythin crítica y hermenéutca, cuya area es rechazar pretensiones de conocimiento indemostrables. 36 Denro del especro actua, Nietzsche está considerado, por tanto, como representane de una «hermenéutica de la sospecha» El término e acuñado por Paul cur37 para caracerizar una estrategia de interpretación que descoí del sentido inmediato y que lo reconduce a una vo lunad de poderío inconsciente A ado de Nietche, Rcur menciona como represenantes de la hermenéuica de la sospecha también a Freud, quien reduce e sentdo a pulsiones inconscientes, y a Marx, quien lo reconecta a os inereses de cases sociales esa hermenéutica hermenéutica él opone op one una hermenéutica de la confanza que toma de manera enomenológica lo impregnado de sentido al como se da para explorar s dimensiones Mientras que la hermenéutica de la sospecha mira hacia atrás para recon ducir preensiones de sentido de manera reduccionista a una energética o economía que nciona en su rasndo (pulsiones, intereses de case, voluntad de poderío), a hermenéutica de la confanza se dirige hacia delan te, hacia el mundo que nos abre el sentido que hay que interprear. Sin embargo, esta hermenéuica no se expone ingenuamente a a tentación del senido inmedao. En un primer momento acepta a enseñanza de la hermenéuica de la sospecha y adopta, en la medida en que puede ser probada, su destrucción de a ilusión de la lsa concienca Esta destruc ción, empero, deja penamente abierta la cuestión del sentido La conciencia berada de sus ilusiones sigue buscando ua orienación. De modo que se drige con na cofanza críica hacia las posibilidades de desciar el senido senido de las preensione preensioness de verdad, verdad, es· decir, hacia el verbu inteu derás de cualquer sentdo expresado. Esa confanza en el sentido, sin la cual el enguaje carecería de importancia, puede a su vez pretender ser universal. De este modo la hermenéutca de a sospecha resulta serle subordinada en la medda en que su esrucción siempre tiene que llevar se a cabo con respeco a una conciencia "verdadera, aunque sólo actúe 36
Véas V Gad cit. p. 271 P Ri Ri De l'interén. sy sur Freud, Pas 1965 Le nfit des inter tns, País 1969 Véas a spo a onsidaión posiiva d a mnéu a d la sospa _ nsayo ya mnionado d Foal sob Nic Fud Fud y ax 37
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como idea reguadora Una desconsrucción sin a erseciva a menos de una conciencia menos sa sería inoeraiva De esa manera a dimensión universa de a reeión hermenéuica se manifesa ya en e nive de horiwne de robema La reeión sobre a inerreación ermie a a fosoa acua enocar nuevamene un univer sa A emaizar e carácer ndamenamene hermenéuico de nuesra reación con e mundo, a hermenéuica no deside e universaismo fo sco sino que o reaiza
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l.
LA PREHITORIA DE LA HERMENÉUTICA
1. Cneacne Cneacne lngüíc güíc pev e v
El desarrolo de una reexón explíctamente hermenéutca lleva el se lo de la moderndad Como hemos desarrollado anterormente con ayuda de Nesche y Habermas, la modea magen del mundo se caracterza por comprenderse a sí msma como perspectvsta ólo puede surgr una hermenéutca cuando resulta seguro que las mágenes del mundo no son smples duplcacones de la realdad tal como es, sno que representan n terpretacones pragmátcas, es decr, mplíctas en nuetra relacón ha blante con el mundo Esta stuacón sólo se da en la Edad Moderna En este sentdo no es casual que la palabra «hermenéutca» no aparezca antes del sglo XII n embargo, las huellas de certas concepcones de la mo derndad pueden remontarse hasta la antgüedad, en la que encontramos representacones del cosmos mucho menos homogéneas de lo que suelen haceos ver los tópcos, construdos precsamente por los msmos amantes de los «anguos» A lado de los eleatas y platóncos de tendenca raconata había a ere de ota ncnados al relatvmo que tenían perecta concenca de que la perspectvdad de los crteros humanos es taban condconados por el poder Por eso es una cuestón dcl cómo hay que determnar hasta dónde se remonta de hecho la hstora de la hermenéutca La respuesta deende dentemente de qué se quere en tender por hermenéutca Por eso, para delmtar nuestro tema es precso r sempre en busca de la la señales del leµguaje a lo largo del camno En su uso actual la palabra «hermenéutca» resulta ser extremada mente borrosa e mpreca, lo que ustamente contrbuyó a u alta co yuntura, como ocurre con cas todas las nocones flosófcas Conceptos como hermenéutca, sgnfcacón, explcacón, exégess o nterpretacón se usan a menudo como snónmos Una nterpretacón de Hegel, por ejemplo, puede preentarse sn mramentos como una hermenéutca de Hegel «eexones hermenéutcas prevas» equvalen a aclarcones 38
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Un jmpo onro nr mos: ibro d Jon Finday, Knt nd the rnscennl Oect (Oord 1981) in sbío «A Hrmni dy» 41
prevas del crtero nterpretatvo en cada caso. En ncón de una del tacón ternológca parece aconsejable defnr el concepto de here néutca de una anera ás precsa y entenderlo en prer lugar coo una to de la nterpretacón De oento puede quedar ndefndo o que quere sgnfcar teoría, puesto que las derentes herenéutcas te nían tabén derentes deas acerca de lo que se podía esperar de una teoría Para algunos (Schleeracher) tenía que ser una octrna el arte del tratamento de teos, es decr, una nstruccón etoológca con �e glas prncpalmente de carácter técnconoratvo En esta acepcón con la teoría se quería enseñar cóo había que nterpretar para exclur lo gratuto del unverso de la traduccón Para otros la herenéutca tenía que renuncar a esta tarea técnca para adoptar la ra ás apla de un análss flosófco o enoenológco del hecho orgnaro del nterpretar o del coprender En su varante enoenológca parece que la herenéu tca ya no enseña cóo se debe nterpretar, sno que se ocupa de cóo se nterpreta de hecho Por tanto, las dos vertentes ndaentales de la herenéutca son la noratva y etódca y la enoenológca Tabén el alcance del concepto de nterpretacón es varable S se sostene, por ejeplo, que el lenguaje coo tal es sepre nterpretacón, entonces una teoría de la nterpretacón sería una teoría general del len guaje o del conocento. Pero ncluso s el lenguaje ncluyera nelud bleente la nterpretacón, no podría ser objeto de una ntroduccón hs tórca a la herenéutca (a pesar de ello tratareos en el presente con texto de la contrbucón de la herenéutca a la teoría del lenguaje) Tabén aquí parece pertnente usar un concepto de nterpretacón heu rístcaente ás restrngdo Conre a ello la nterpretacón sólo entra en juego cuando se quere hacer coprensble un sentdo extraño o perc bdo coo eraño. Interpretar es aquí hacer coprensble o traducr sentdos extraños en coprensbles (no necesaraente en sentdos lares, puesto que tabén lo no lar coo tal puede hacerse accesble a la coprensón) A este proceso de nterpretacón se dedca la teoría herenéutca Puede parecer secundaro s se lo consdera sólo coo un pequeño coponente de la experenca huana, pero adquere una rele vanca unversal cuando nos damos cuenta de que todas las accones hu anas tenen coo base un certo proceso de hacerse coprensbles, aunque sólo ese a odo de una eta lejana La pretensón de unversa aunque en e texto no apaezca la paaba hemenéutca'. Sólo e quee ndicar que e tata de una ntepetaón de Kant
dad de la hermenéutica dar testimonio de ello Slo en el siglo X la conciencia losca se ha dado cuenta de esta universalidad, mientras que anteriormente, salvo raras excepciones, se trataba el proceso de interpretar como problema especial del que se ocupaba una disciplina auxiliar dentro de las ciencias exegéticas Una historia rigurosa de la hermenéutica debe volver volv er a sus orígenes oríge nes «provinciales» para asegurarse de la comprensin de sí misma De interés para el descubrimiento de su arqueología es la circunstancia de que hubo ciertos tiempos de bisagra de la hermenéutica, en cierto modo épocas de conmutacin en las que el problema de la interpretacin e volvi ms urgente Aunque estos momentos han sido detectado a menudo retrospectivamente, es decir, desde la ptica de la historiograía actual, se puede dcir que estaban relacionados con experiencias de rupturas de tradiciones que provaron un interés ms intenso por el problema de la interpretacin y su teoría hermenéutica Así, por eemplo, en la losoía postaristotélica se desarroll una teoría de la interpretacin alegrica de los mitos que se habían elto extraños y obscenos para someterlos a una evaluacin racionalizadora que volvi a actualizar sus signicados extraños Muchas veces el allanamiento de estas rupturas de tradicin se eectuaba al precio de interpretaciones que violentaban los contenidos También la proecía del advenimiento de Jesús, que en la tradicin udía parecía tener un lugar secudario, tuvo que provocar na reexin especial sobre los principios de la interpretacin Para el todo el temprano medievo en general la interpretación debía ocupar un lugar preerente, ya que todos los conocimientos se basaban en la exégesis de las Sagradas Escrituras y de los autores de la antigüedad. En la época de la erma, la norma de la so scrptu modic la hermenéutica medieval, lo que signic u nueo impulso para la reexin hermenéutica Por esta razón a menudo se situó su comienzo en esta época, como lo hiw, por eemplo Dilthey Sin eargo, llama la atención que los tratados hermenéuticos que surgieron durante la erma en relacin con las controversias con la todoia ca tlica estn plagadas de reglas procedentes de la patrística, de modo que esta época de bisagra o inclso del nacimiento de la hermenéutica resulta de hecho mucho menos revolucionaria de lo que supone la hstoriograa de la hermenéutica vinculada a la teología protestante Durante el siglo XII, comenzando por J Dannhauer, aparecieron muchas hermenéuticas o doctrinas generales de la interpretacin hoy casi olidadas, que seguían al espíritu racionalista en su propósito de oecer reglas metdicas para la averiguacin del verdadero sentido de los textos
Bao el estímulo de la "seunda reolucn coperncana de Kant, qu otoraba a la subetdad un nueo y consttuto papel en el poceso del conocmento, el romantcsmo eectu una nuea ruptura, aunque sta lmt ncalmente a elaborar unas relas subetstas de la teoía d la nterpretacn, aunque tambn en este caso se trataba en buena medda de modfcacones de modelos más antuos El mpulso subetiador d la crítca kantana hzo surr haca nales del slo el dsao del htorsmo, que snfc una conontacn radcal a la teora hrmenutca con el problema relatamente nueo de la obtdad de las cenca dl esprtu, puesto que la suería el aue de las cenca de la naturaleza Autores como Boeckh, Dlthey y Droysen nsteron n la necdad d complementar la crítca kantana con una crítca de la razn hrca l turo de la hermenutca pareca haber encontrado así su luar en la metodoloía de las cencas del esprtu Fue ustament el proceso d enaenacn causado por la obsesn por la metodoloía y la teora del conocmento en la flosoía lo que lle a Hedeer a unersalzar y radcalzar la hermenutca El «dar a entender», que haba sdo desde pre la motacn de los eserzos de la herenutca, de d ser un penmeno al maren de las cencas nculadas al texto para conrtirse en el exstencal undamental de un ent sometdo al tempo que, n uncn de su ser, se ocupaba de este ser msmo Hasta Gadamer y Habermas este ha seudo sendo el horzonte de una hermenutca conertda rreocablemente en flosfca Hasta ese momento, la hstora de la hermenutca tal ez slo haa sdo una «prestora» Nos ocuparemos ahora d sus etapas más mportantes, comenzando por la uelta a la etmoloía y su reconsderacn 2 El cmp cmp semánic de pb épµTvEúev
La dea de que el obeto de la hermenutca e el hacr comprenle un sentdo encuentra su prmer punto de apoo en la tmoloía esd G Eeln39 se suele derencar tres dreccones de sncado de é p µTveúev expresar armar, hablar), explcar: nterprear, aclarar) y raducr trasladar) No es dcl percatarse d qu lo dos lmos ncados se pueden xpresar con la sma palabra, puesto que raducr o a l
39 Atuo Hemeneutk», en
Rlion und Geschichte der Genrt vol
5 p. 243
aado d ondo año a un dcuo ma, n co modo npa E aduco db acaa o hac compnb o qu qu dc un ndo áno. D a mana qudan do gnfcado pncpa d Épµ1veúev: xpa npa. Po ambén aquí podmo capa un dnomnado común, ya qu n ndo aa n ambo ca o d un momno man d píu qu apuna a a compnón, óo qu n uno dg haca a y n oro haca dno, como o muó J Pépn.4 En aco d «xpa>> píu n co modo a conoc a xo u conndo no, mna qu «npa aa d pna o xpado acca d u conndo no En amba dccon raa, po ano, d un hac compnb o d una mdacón d dmnado ndo E npa buca ndo n o dá d o xpado, n ano xpa da a conoc ago no Eo pm compnd po qué o ggo nndían xpa como un «npa, como ÉpµVEÚEv E dcuo xpado puamn a aacón d pnamno a palaba. Po o co ógcománco d Aró, «P hmna, qu aa d a pobldad d qu una oacón a aa o dada (d lóyoc oqavnxóc4) pu do aducdo a aín n xcpcon po «D npaon E nuncado (Épµ1vea mp a aacón d pnamno qu ncunan n ama (o a dd no) a ngua xo. En ndo a oacón a mdadoa n o pnamno y dnaa o Ea concpcón gga d dcuo cumna n a dncón oca n lóyoc . poqopxó< y lóyo< évikc ( lóyoc xpado y no) E pmo óo f a a xpón (pµva), mn a qu úl�mo apuna a o no d a, o pnado (havoa)42 La
4 Atícuo Heeneutk» en: in in r Anke An ke u Chtenm Chtenm vol xiv Stutt�t 88 p 724 con nueosas puebas de ta la liteatua ea) 41 Seún a nación de coentasta de Aistóteles Aonos Comm n Aist G. 4 5 5 7/23) Véase Pépin . cit p. 723 4 Véase Pépin cit cit p. 728 quien establece así el ho conecto desde la flo soía del enguae astotélica hasta a exégesis flona pasando po a Estoa. Esta dstincón ente ente u oos inteo y un logos expesado está teáticaente pan teada en as peas peas íneas del Pe heenea» heenea» ( 6 a ) de Astótee Astótees s donde se defnen os sondos coo os snos nétcos de as expeencas que se hallan en el aa. Véase a escto M. Pohenz De Begündung de abendlndschen Spachlehe duch de Stoa» en Nten vo d Gesechf d Wsechfen u Gtnen Phloosch-Histoische Klasse Neue Fole vol 3 38-3 pp. 5-8 esp p ss) 45
épµ1veía no es más que el logos puesto en palabras, su irradiación hacia
era Quien quiere interpretar, en cambio, la palabra expresada, ha de intentar recorrer el camino inverso, hacia el interior, hacia el Aóyo évOikc. El épµ1veúev se muestra así eectvamente como un proceso de mediación de sentido, que retorna de un exterior a un interior del sentido El cocepto de hermenéutica se considera generalmente como una creación de la Edad Modea. Esto puede ser cierto si se tiee en mente sólo la hermenéutca latina. Pero este término no es otra cosa que la translació latnizaa de la palabra épµ épµ 1veunxt, 1 veunxt, que ya se encuentra e la Grecia clásica Se la observa por primera vez en el Corpus platónico (Politikos 260 d 1 1 , Epinom Epinom 975 c 6 Defnitiones 414 d 4) En el Politikos la nción de épµ1vxt es de ídole sagrada o relgiosa. La Epinomis sitúa la épµ1veunxt al lado de la µavnxt o arte de la adivinación, como dos rmas de saber que no pueden evar a la oía o verdad, puesto que el hermeneuta hermeneuta sólo puede comprender lo expresado (ó (ó yóµevov, pero no puede saber si además es verdad ( áA1c. áA1c. Si bien capta un sentido, algo expresado, no puede averiguar su verdad, tarea de la que se ocupa en primer lugar la oía ¿uede averiguarse una dierencia entre la µavnxt (arte de la advi nación) y a épµ1veunxt (transmisión)? Ni en el Politikos ni en la Epino mis (puesto que sta se mita a mencionar la épµ1veunxt épµ1veunxt en una sta de las ciencias) las reerencias oecen un esclarecimiento sufciente. Lo que sabemos con certeza es que la µavnxt por sí sola no puede llegar a ninguna oía o verdad, porque le es inherente un sentido ilusorio o delirante (µavía latón obsera en el Timeo (71 a - 72 b que el poseído por el delrio carece de la sensatez para enjuiciar la erdad d lo percibido, aunque ese de origen divino El delirante está de tal manera era de sí que no es capaz e interpretar racionamente su propia experiecia < A quién corresponde entonces esta competencia racional? Según el Timeo es tarea del proeta (pot1c Sólo él está e codiciones de averiguar la verdad verdad de la visión de la persona enajenada. En este este contexto no no se menmen ciona la épµ1veunxt. ¿Hay que situar su acción del lado del delirio que ispira la µavnxt o del lado de la proecía? A partr de los textos platóni cos no se puede responder a esta pregunta de maera inequíoca En toda 3 Véae aan, Academca Pato, Php o Opu, and the PeudoPatonc the An Phi Phish shil il Socie o. 07, Phadepha Epnom», Epnom», en: en : M t 75, pp. 223-224. 46
itrtur grig rstt tmié sigifcdo d po' rm í go miguo: vcs s rrí l prot d os dioss dictmt isirdo or diviidd, vcs qu exlicb s rs u o iird or iviidd D todos modos s sig u i mdidor qu rmit ri qu odí rcrs os iv Po u do s rt d mdici tr os dio y o s hum os or rt d do (o dl ot y, or oo do, d mdi ci tr l mdidor msmo y s dmás rsos Estas trs mdidors s triuy tmié épµ1veú; E u s muchs vcs citdo, Pt clifc os ot como os épµ1v v ev (Ion 34 . Pro mismo Diáogo dscri o rsod, qu rcit las ors d los ots, como los itérrts d os itérrts épµ vwu vwu épµ1v épµ1 v , Ion 34 Lo mismo qu prhétes épµ1veú rc sr tto mdidor tr dios y srs humos como mdido tr los srs humos y mdidor (dlirt E hrmut , o tto, mdior d u itrmdirio, mdidor d u épµ1ve u uci qu s ud xtdr ifito, usto qu sim hy más or dcir y or mdir d o qu s ud vrr r cd momo Y l tigüdd, srvicio mdidor d o hrméuico lv cior timogicmt mii d rs rddor d épµ1veú; y épµ épµ veunx co dio mdido m Po cox d sido ovi r sr vrddr, or o qu foogí mod oid csi simr co u dsdé cético Etrto igu itrtci timolgic mor h cosguido imors d too, d modo qu custi d rocdci dl �mo smático d r épµ1veúev d qudr quí irt E ivl d l sigifcci d r os h md tci sor todo horizot sgrdo d épµ1veunx U strto stido mucho más roo ro do o odmos or y enit enitione ioness (4 4 d ) sudotis, dod divo épµ épµ venx ven x quir dcir to como «sigifco go Est tur smátic Véae M C van der Kol Atículo «Prophete», en Pus nccpdie de cssis cssischen chen Altertum Altertumsens sensfen fen vol 3/, Stuttart 95, pp 9-86 45 Véae P Chantraine ctnnire éthymogiue de ngue greue, Parí 968 cambio F K Mayr aboa por el mantenimieto de la coexió etre Herme y la hermenéutica; véae u artículo «Der Gott Herme ud die Hermeeuti e idschr voor voor Ph Phisoph isophie ie 30 (968), pp 535-65 4
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cuena consecuentemente en elación con la palaba pµfVEÍ. No sólo signifca ennciado, sino también lenguaje en geneal, así como taducción, elicación o también estilo o manea de ecita (elocutio)47 Por ejemplo, el ep pµfVEÍ< (en latín: De elocutione) de Demetio es un tatado sobe estiltica. 4 También aquí llama la atención la unción homogénea de la épµfVEÍ épµfVEÍ Siempe se efee a la epoducción de algo ya pensado para acerlo compensible. Poque el «estilo»
Vée epn de epµTVEÍC y axioc mne de hb, ene, deto) en Attee, a 2 420 b 1820 4 Vée . Pépn, c p. 726 on mh eeen de ompobn 4 E lbo l bo e b en e nme nmento nto peptéto peptéto ée edn onnt: A tote, he pt; Lonn, On the Sbme; Demetu, On Style, Cmbde Londe 127 146) ne dtn e ne. Vée tmbén Keény, One e eno deemenet», en E. tel omp.), Enu om 163 p 134 Bo, u Asl Pe hemene, lbe pmu, C Mee omp.), Lepz 1877 p. 32 ep.: s o As's r pr Ne YokLonde 187). 5 0 ra ra Ara 12 (L e e de Phon d'exnde, ol ol 14 P P í 16 p. 1 00 epµrví = 1 p0op« you). 5 1 Stomte, 8 20 Vée . Pépn, c p. 732; tmbén H. E. Ho ee, c pp 646 uen l my edmente e mhne nf po pnpo e eexpe e nmento y po tnto tneen de lo pendo expen. Sn embo, te e exte de elo, dd ont l hemenét t, de e epµTví entendd í no tene nd ue e on expln o ntepetn e totmente ene. ene. 48
que también se llama la mayoría de las veces pµrve, no signifca otra cosa que la inversión de este proceso del hacer comprensible que caracte riza al lenguaje como tal La pretensión de universalidad de la hrmenéu tica contemporánea sólo tendá que reconquistar esta concepcin .
Ls rzne zness de inte inter ret etc ci i góc de de s s mit mitos os
Con esta evidencia terminológica, que discute el lenguaje ndamentalmente como intereo sólo se presentan los inicios de una teoría ex plícita de la interpretación Aún no constituye una hermenéutica en cual quier sentido sistemático. El poblema del hacer comprensile slo se vuelve actual como tal cuando ya no se puede lograr La necesidad de una reexión expícita sobre la explicación, sobre el acontecer primario del lenguaje en tanto interett o como reproducción del pensamiento, se debe y y no hay nada más más humano que est a la experiencia de la incom prensibilidad Esta reexión surgió sólo cuando el comprender se vio ante el desaí de pasajes y elementos de la tradición religiosa y mitológica que se habían convertido en oscuros o escandalosos Especialmente en la época helenís tica, cuando se equiparó lo divino con el lgos racional hasta aquí había egado la flosoía, ya no parecía adecuado a lo divino o a la razón hablar de acaecimientos demasiado humanos en el Olimpo, como engaños y celos tal como los reería la épica El lenguaje mítico ya no se podía tomar en su sentido verbal o literal, de modo que requería una reinterpretación «alegórica». Sus comienzos se sitúan generalmente en la flosoa estoica, que elaboró una interpretación sistemática, racionalizadora y por tanto alegórica de los mitos. En la medida en que su unción era adaptar contenidos de pensa miento más antiguos al espírit del tiempo de épocas posterioes, a prác tic de la alegoría es probablemente aún más antigua, ya que también Platón y Aristóteles habían hecho interpretaciones racionales de mitos Inclso los rapsas, aunque sólo ese en su estilo de recición seguramente nte tenían en cuenta el gusto actual de su público. (pµrvea! segurame También en la exégesis rabínica temprana se dieron desviaciones del sen tido literal52 que ocasionalmente dio lugar a críticas En cierto modo esta práctic subyace en la esencia de la pµrvea como medición de senti. 52
Véae Pépn p
7.
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Desde la pena concepción del pµ 1 veúei v parece claro que detrás de lo teralmente enunciado hay algo dierente, algo más, que requiere un mayor eserw hermenéutico justamente porque el sentido inmediato y ver bal resulta incomprensible Esta práctic sólo e sistematizada y convertida en un método cons ciene por los esoicos Sin embargo, ane el carácer agmenario de la radición (no se ha conservado ningún tratado completo de los esoicos) resulta dudoso y dicil de averiguar si la estoa también llegó a elaborar una teo de la alegoría La expresión misma de AA1yopa no se encuentra en los agenos estoicos 53 En cambio circulaba el término pro bablemente equivalente de móvo, al que ya Jenone y Platón usaron en el sentido de alegoría La móvo es una rma de comunicación indi recta, que dice algo para hacer entender otra cosa, un procedimiento que quedará conceptualizado en el verbo áAA1yopev, que signifca lieral mente decir (áyopúeiv algo dierente (UAoc y concretamente en público (se puede scernir aquí también el ágora) Detrás del senido cara al ágora hay algo otro, algo más proundo que de enrada resulta exraño al ágora, a los asuntos públicos La práctica de la interpretación alegorizante de los mitos consisía, por tanto, en encontrar algo más proundo detrás del sentido literal es candaloso Lo chocante o absurdo del sentido inmediato es justamente un indicio de que se reería a un sentido alegórico que el lector u oyente avi sado tenía que desciar desciar Pero ¿ en qué consiste consiste ese sentd sentdoo dierene? dierene? No N o signifca precipiarse a la arbitrariedad cuando se prescinde del sentido li eral? Aunque no se podía evitar ese peligro y ya en la antigüedad le valió cierto descrédito a la alegoresis, los inérpretes alegóricos insisieron en que siempre había que partir del sentdo lieral para ubicar a éste correc amente El recurso vorio para elo era la etimología Porque los esoi cos eran de la opinión de que los hombres más arcaicos aún llevaron un logos no adulerada dentro de sí, de manera que podían acceder a la esen cia de las cosas 54 Esta práctica se describe de manera especialmente ilsrativa en el segundo libro del De ntur m de Cicerón, donde se habla de un scurso atrbuido al esoico Balbus Éste quere demostrar que los griegos habían convertido cualidades morales o erzas benévolas de la naturaleza en dioses Por Saturno había que enender, por ejemplo, 53
Véae e cudadoo anál ebal de H. Kauck Ago u Algrs in chn Ginisxn Münte 78 p. 3. u S S ta M. oen, uc tuttgat , p. 2 54 Vae Sa u 50
el tiempo, ya que Satuo sigifca «saurado de años (qd sturetur nn) De este modo la etimología podía esclarecer la direcció del se tido oculto oculto que iba i ba ms all al l del setido literal. E realidad, la expresió á á 1yopí 1y opí procede de la retórica y e acuñada por u gramtico, el PseudoHerclito (siglo I d. C) E su de fició la alegoría es u os retórico que permite decir algo y al mismo tiempo isiuar otra cosa. La alegoría o desiga e primer lugar el proceso itelectual de la explicació, sio que es iherete al propio leguae. Est icluida e la ció euciadora del leguae, e su capaci dad de hacer resoar algo distito e lo euciado. Es obvio que la dis ició estoica etre u óyo popxó y u óyo vOi�e ati· cipó esta rmació coceptual retórica La palabra eucada o se basta a sí misma, sio que remite a algo dierete, de lo cual es sigo E la explicació y e la compresió se trata maifestamete de este logos iterior y o de la palabra misma. Por eso, el leguae ivita a recoocer el logos literario detro de ss límites y de sobrepasarlos. Ates de que la alegoría se covirtiera e ua técica de la explicació, era ua simple rma de hablar (lo que tambié es cierto para Ú7vo), y ms cocre tamete ua rma retórica, ya que el eercicio de la retórica tiee que ver co la trasmisió de setido. Por esta razó se ha establecido e la i vestigació hacer ua dierecia8 etre la go como rma origiaria del hablar, que aputa a algo supraliterario, y la goresis que sigifca el proceso explícito del iterpretar, la recoducció de la letra a la volutad del setido que se comuica e ella (bie mirado la iversió de la alego ría). Hay tres tres razoe razoess para la iterpretació alegórica alegórica de los mitos, es decir para la alegoresis. La primera es de tipo moral Teía que ayudar a elimiar lo escadaloso de los textos míticos. Sgú la expresió acertada del PseudoHerclito, la alegoresis servía como ávnpµxov - Cicero e nara deo liber , cap Véae al repecto J Pépin Mthe et agore es ones ones greques et e t l contestaons judéo-chrétennes Pari 6, p 5- 6 Peudo-Heráclito Qaesones Hoee F Oelmann (comp) Leipzi 0, p Véae H J Klauck Klauck ct pp 55 55 3 y J Pépin 6, pp 56 7 HJ Klauck remte a ete repecto a la flooía etoica del lenuaje op ct p 3 58 Véae Véae H -J Klauck Klauck ct p 5 9 Véae H de Lubac Hsre et espt L'nteence de l)Écre d)aprs gne Parí 50, p 60
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áeeía como andoto contra la impiedad La segunda ran, próxima
a la primera, era de índole racional Los estoicos querían emostrar que la interpretación racional del mndo era compatible con el mito, en cieto modo como testimonio de su convicción de que el logos omnabarcaor era en todas partes el mismo Finamente se sumó una razón tal vez algo tiitarista Ningún autor quiso prescindir en aquella época de la autor ad e los antiguos poetas. Para los estoicos era e na importancia enorme el mantener la atoridad del mito teriormente, la sospecha impiedad podía llevar al simple rechazo de la literatra mítica, como e el caso en Jenónes61 y no pas veces en Platón62 Los etoicos ya no podían permitirse esto Necesitaban el apoyo de la tradcón para mante ner su imagen del mundo perfecto a pesar de la relación ya quebraza con el mundo griego más antiguo Cuanto más problemátco y alejao se uelve la tradición, tanto más urgente resulta salvarla, aunque ese arti cialmente, por medio de la alegorsis En el ndo, ninguna de estas tres razones es obsoeta Tambén hoy en día se moviizan a veces interpretaciones alegóricas para reinterpretar pntos moramente chocantes, para poner en concorancia la razón con la poesía o para dear intacta la autoridad de los clásicos En la medda en que surgió a partir de estas razones, la doctrina estoica el logos interior y exterior en la explicación alegórica de los mitos dio un impuso esencial al desarrollo de la hermenéutica. 4 Fl: L univelidd de gco
Por pudencia hemos omito hablar de una teo hermenéutca n relacón con los estocos Un esbozo e la msma no s encntra con antrioriad a Filón de Aeandría (alreedor e 3-54 C.), u ator temente inueniado por los stoicos Se le consra generant como el padre e la alegoría, 63 aunqe no en en nnn n nn lgar su s u mém é-
Véae Véae H H Kauck, Kauck, c p 3 E oo únco, acona, que otene todo el unveo, unveo, tabén actúa en e enuae, enuae, en el to y a poeía». 1 F 1 1 Del De l : Hoeo Hoeo y Heí Heío o atbu atbuye yeon on a o doe doe todo o peo peo y ve ve onwo de o obe: oba, aduteo y enaño». 62 Véae Pé Pén, n, 176, 176, p 1 12 1 21 Véae a ecopacón ecente de enayo de Pépn, l'a l'agoe de Ph dde ae Pa 187. 2
tdo alegórico También Filón se dedica en primer lugar a la práctica apicando la alegoresis a los textos del Antiguo Testamento, pero sólo raras veces reexiona sobre los principios básicos de su proceder La alegoresis ue él se propone tiene motivos apologéticos y la apca cando una explicación teral corre pegro de causar un malentenddo con respecto al mito Aora bien,
Vée l. te, h d agoh Agga b Ph Ph oA o A ubng 6, p 3 65 Vée Pép, 87, p 3 Le ce de l'llégoe») Ve Pépn, 87, p 36 y l ten, o p 5 67 Auí e e euet euet pece pece e e puto de eco ecoex ex p p l ctulzc ctulzcn n d e dt de logo exteo e teo po pe de Plo ue y emo mencon Sprachds chds Ph/ o o Ad Sprah a M M do Vée K Otto, Spra l d H H ub ubng ng 6, pp 3 -
pone bajo la lz el signifcado desnudo de las palabas paa aquellos que son capaces de ve en pequeños indicios lo invisible a tavés de lo visi le6 El hecho de que la alegoesis petende alcanza algo invisible y más elevado conlleva que que este sentido no pueda se inmediatamente inmediatamente accesible ac cesible a odos los lecoes. ólo el inépete iniciado con vocación y expeiencia puede llega hasta ese sentido más elevado que Dios quiso peseva del lecto coiente que queda adheido a la tealidad. Tal como lo explica ilón sólo aqueos que pueden ve gacias a pequeños ndicios lo invisible a tavés de lo isible (c uvµevoc b e µixpc 7oµvewc & áv 0& v vepv ewpev) están en condiciones de capa el sentdo más poundo de la escitua Po eso ilón se sivió en vaias ocasiones del lenguaje ófco de los mistgogos paa descibi la elevación al sentido alegóico No es paa la mayoía (7pc úc 7oÁÁoúc), sino paa la minoía ( 7pc ÓÁ yoúc) yoú c),, paa aquellos que se ineesan po el al ma y no po la leta 6 La lave de la escitua sólo se abe al cículo esoéico de aquellos que son dignos de lo ivisible. De hecho es lógico que el discuso elgioso sugiee una compensión alegóica ya que taa de lo no teeno po edio de un lenguaje plenamente teeno. La caacteísti ca del logos expesado del .yoc 7poopxc, 7poopxc, de se siempe signo de oto logos invisible sólo pudo voece esta concepción. En la época desde la esoa hasta la patística en geneal ea muy ex endida la convicción de de que todo lo eligioso poseía alo simbóco indi ecto misteioso70 Lo elgioso tataba del espíitu o sea de algo esoéi co que sólo la alegoía y el sentido espiitual o pneumáico podía desci a Poco a poco se ia imponiendo la idea de que lo eligioso consisiía úncmente en misteios lo cua paecía peectamente coecto en cuano al contenido lo divino) y en cuanto al destinataio humano adheido a lo copoal). 68 e a a
pa pa § 78 tao eún la tad alemana Phlo von Alexanda: De Weke n deuthe Übeetzun vol V Belín 6, pp 6768; uendo la nmaone y el texto eo en Les ues de Ph dande, Paí 63, p 3, e ha amba ambado do la últma últma ae) ae) 69 Aea de ete tando mtaóo en Flón véae Pépn 87, p 3 S uó endo de a mpotana paa lo pmeo Pade de la lea. Auno paae del Nuevo etamento epealment del uato Evaneo el Lóo entó en el mundo o el mundo no lo eonoó) paeían voee una letua mtaóa Véae o , 5; 3, 70 ae H Klauk c p. 3 54
Aunque Filón subaya ocasionalente que el sentido vebal es inevitable y adviete del peligo de una alegoización adical, él iso no es capó a este peligo Se pueden enconta afaciones suyas según las cuales la Esitua consistiía en isteios Cualquie pasaje seía isteioso y necesitaía la alegoa. La piea teo consistente de la alegoía que oece la antigüedad culina, po tanto, en la intición el caácte univesal de lo alegóico. Lo que asoa aq po piea vez en el ereno teóico (poque ( poque ya estaba insinuado en la concepción de la pa laba fpµrvía) es un lejano estadio pevio de la petensión de univesa lidad de la eenéutica Lo que nos sugiee pensa es que todo lo vebal debe eiti a algo pevebal paa se plenaente copendido. La es citua no se basa a sí isa,7 sino que requiee la ayuda o la luz de oa insancia, una necesidad que paece satisce lo alegóico. Su univesali zación indica la necesidad de que el Aóyo< 1poqptxó< eonte al espíitu que que lo ania Sólo este úlio inteesa al intépete La univesalidad de lo alegóico ue en pincipio no abía que cuestiona, ya que ninguna palaba escita puede bastase a sí isa puede seduci, sin ebago, a descuida el logos vebal, la voluntad de enunciación que sólo en él puede aniestase, de odo que al descuido puede a luga a la abitaiedad intepetativa o eso, ya en la anti güedad la peeencia po la alegoía vaó a Filón cieto descédito, po que se alejó deasiado violentaente del piado de la intepeación vebal de las leyes, pacticada po los exegetas judíos de la Toa, que estaban enos iuenciados po la tadición ófca de Gecia Tal vez po esta azón su inuencia en la exégesis palesinense e tan escasa que el judaíso abínico lo excluyó tácitaente del canon de la tadición judía. 7 2 genes:s: univealid de tipogico 5. Ogene
En el cistianiso epano, en cabio, la inuencia de la alegoesis de Filón e uy ipotante, poque, dsde un pincipio, se enconaba 71
Aquí ue ejecendo caamente u nuenca a heenca de Fedo patónco 7-78) Aceca de a uneadad de a pobemátca que eñaamo en Patón éae e atícuo de T. Szezák, Daoom und Eotek Zu Deutun de patonchen Dao Phado'», en Meum elvecum 35 78), pp 8-3 d e Sfl Sflchket chket d Phshe hshe Inte Inteen enen en zu den d en hen u bo Pn u de und mtten gen BeínNuea Yok 85 72 H- Kauck, ct ct p 8 55
ante el reto que suponía la anunciación de Jesús y su relativización implí cita de la ley judía A partir de su enseñanza ya no se podía tomar a pie de la ea la ley mosaica y especiamente s esperanzas proféticas referi das al Mesas Pero por el eco de que Jesús apelaba exícitamente a la autoridad de la ley, tampoco se podía simplemente dejar de lado a tradi ción judía Por eso parecía indicado interpretarla aegóricamente y refe rira completamente a la persona de Jesús, quien se convirtió en la pauta a partir de la cual abía que interpretar la etra del Antiguo Testamento A menos según el testimonio desde la posterioridad del Evangelio as paa bras de Jesús mismo invitaron a elo: «Invesgad las Escritras ( ) ) eas d testimonio de mí» (Jn 5, 39) «Si creyerais a Moisés, también me creeríais a mí, porque él escribió sobre mí» (5, 46) Fue todo menos evidente que este era e caso, ya que e mesianismo judío esperaba más bien un re poderoso que restauraría el reino de os judíos en su antiguo esplendor Pero en cualquier caso no se esperaba a alguien que no respetaba a ley y que moriría en la cruz como basfemo. En este punto no abía rma de cambiar el sentido teral de a Escritura Por tanto era preciso encontrar una interpretación alegórica con ayuda de a clave que oecía la persona de Jesús Esta interpretación alegorizante del Antiguo Testamento referido a Jesús e designada más tarde -y no antes del siglo X con el nombre de tipoogía» Su propósito era en contrar en e Antiguo Testamento unos «� es decir preguraciones de la gura de Cristo, que debían quedar irreconocibles como tales antes de su aparición Esta ectura tipológica de la Bibia, que ss mismo ha bía recomendado, se llmó entonces «alegórica», por a ta de otra paa bra mejor, pero de todos odos conrme a espíritu del tiempo En a apologética ecesiástica se intentó durante muco tiempo dife renciar entre a tipología y la alegoría,73 porque esta últma e considera da como eravagancia pagana que inducía a la arbitrariedad y la ivoi dad interpretativa, mientras que la tipología tenía a naidad aparente mente mu distnta de localzar en el Antguo Testamento anuncios stó ricos reaes y correspondencias de la persona de Jes Así, se pretendía que el sacricio de Isaac por parte de Abraam anunciaba a muerte sacri cial de Cristo por la mano del Padre, que los tres días que onás abía pasado en la barriga de la ballena reejaban el lapso entre a muerte y a resurrección de Jesús etc Sin duda se trataba de una rma muy especia 73
Concetament Concetamentee ata e e enayo nnoado de de H de Lbac, ypoog ypoogee et aégo aé go e» en r r ré réu u 34 ( 1 94 94 pp 8226.
de la interpretación alegórica, pero a entonces e denoinada aegora El priero que habló explícitaente de la alegoría e el apósto san a blo en su carta a los los gálatas ( 4, 2 1 -4) n ella elabora una interpretación interpretación «tipológica» de a historia de los dos hijos de Abraha, uno de la esclava (Hagar y uno d la mujr lbre (Sara Pablo afró que esto se dijo ae góricamente (all1yopoúµev). orque el hjo nacido de la esclava signi fcaría la Jersalén actual, que se en encontraba en la esclavitud, es decir, bajo la le. n cambio el hijo nacido de la ujer libre no sera esclavo de la le (o de la carne, sino ue sera lbre por ser eredero de espritu Alegora era, por tanto, el nobre que a antigua iglesia dio a su étodo de interpretación tpológica,7 de anera que todo el Antiguo Testa ento se convirtió en una alegora del Nuevo estaento Ése revelaba el esprit desd l cual haba que entender la letra del priero l tórico d mayor peso en esta práctica de la alegora e el padre d la iglsia Orgns (alrddor d 185254) En el cuarto lbro de su tratado «De principis» presentó «la priera indagación sisteática del problema hermenéutc>/ de Occidente Siguiendo a Filón,76 desarrolla en este tratado su mosa doctrina de los tres estratos de signifcado de as Sagradas scrituras que preparó el terreno para a doctrina posterior de su cuádruple sentido. n un lejano proverbio de Saloón ( ( rov 22 20) 20 ) según el cual habra que escribir la escritura «tres veces»77 para poder dar tstmonio d su vrdad va Orgenes una llave para la interpretación de las Sagradas scrituras. Su sentdo sra qu también el exégeta tna que scribir l signfcado d la escritura en su alma,7 priero el corporal, luego el anímco y fnalmente fnalmente el espiritual Esta tripartción corresponde corresponde a la tripartción del ser humano en cuerpo, ala espritu, que se encuentra
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Tavía an Autín haba de la aeoca paeuato» en el Antuo Teta mento e cte e be X cap 5 n ) Véae H de Lubac p 8 atículo en en ct p 247 Véae tambén e juco de Pépn en u atículo 7 G Eben ct cclopédco obe hemenéutca ct 88 p 53 l texto eo ctano má mpotante obe el tema» de a hemenéutca 76 Véae Véae en conta conta de H de Lubac Lubac 50 50 pp 5 6 quen quen quta quta mpotan mpotanca ca a la nuenca de Fón paa ealta a tadcón paulna) Danélou gne, Paí 8 p 0 77 íene e atene a una ectua má antua ho e lee tenta vece» 78 Oen Oene e De pncp pncp V V ,
en el Nuevo Testamento y en Flón7 Orgenes da una mportanca espe cal a la progresón esprtual que su doctrna pretende marcar. El sgnf cado corporal, es decr lteral, que tambn se llamaba somátco o hstórco, estaba destnado a las personas sencllas o smples. No hay que desestmar esta fnaldad, puesto que la gran masa que alimenta alimenta su e e sncera en l da buena bu ena prueba de su utlidad. utlidad. 80 El sentdo s entdo anímco aním co está destnado destnado a los más aanzados en la e y cuya mrada es capaz de amplarse por medo del alma de la escrtura. Pero sólo a los «perectos» se les abre ·el sentdo esprtual que ha de revelar los últmos msteros de la sabduría dvna que e hallan esconddas en la letra. os tres estratos estratos del sgnfcado de de la Bbla obedecen obedec en a la voluntad de Dos para dar a los crstanos la posbldad de progresar de lo vsble a lo nvsble, de lo corporal a lo ntelgble 81 Dos quso evtar que cualquera dspusera de los msteros para pronarlos. Por eso, el Espírtu Santo (al que se consdera como autor de las Escrituras) escondó un sentido más proundo bajo el vestdo de una narracón común (IV, 2, 9). En sus relatos dsemnó delberadamente ncoherencas y dscordancas para agud zar el oído del lector atento y dgno y recordarle la necesdad de sobrepasar la letra. A ser retendo por obstáculos en la comprensón, se ve ntado a averguar un sentdo oculto, nteror, esprtual y moral, en resumen, un sentdo dvno (IV, 2, 9). Orígenes mencona como un ejemplo entre muchos otros la absurddad de que en el relato de la Creacón se hable de un prmer, segundo y tercer día antes de que hayan sdo creados el sol y la noche. El Santo Esprtu no puede equvocarse o dundr una doctrna ndigna de Dos De modo que el paso más allá de la letra no surge de cualquer aán de alegorzar, sno del propósto de salvar la coherenca de la Escrtura Escrtura msm m smaa y, por tanto, de la letra, 82 un proósto proós to que Orígenes comparte con Flón, aunque la práctca de ambos pueda haber susctado la mpresón de tener objetivos contraros 79
Aceca de a deacone temnoógca y en pate temátca de eta doctna en Oígene éae H de Lubac, Hir 1950 p 141 0 De pncp, V, 2 6 1 Íbd, 4 10 que e eee a Co l 16 2 Véae Danéou, i p 180; tambén H de Lubac, 1950 p 10 S no ubee ua ntencó uta de anto Epítu bao a eta, que a má aá de o qe dce, eta eta mma a menudo eía nceíbe, ea po o que pueda tene de cante, ea po u apaente contadccone, u ta de ógca o, namente, po u mma banadad ) E entdo eptua que da e edad edadeo eo ao a txto, jutca a eta en u teadad y po añaddua, añaddua, aa a eta.» 58
Lo que distngue a Orgenes de Filón es que su manejo de la alegoa es de tendencia reerentemente tiológica» Esto val en rimer lugar ara el desao interretativo más grande del cristianismo temrano: la exégesis cristológica del Antiguo Testamento, que e introducda or la manera en que Cristo qiso que se cumiera la roeca mesiánica Porque no se oda hablar de un cummiento según la letra. Precisamente el no cumlimiento de la letra se convirtió ara Orgenes en indicio de que haba que interretar la Escritura en un sentido se ntido esiritua es iritua 3 s, s, a menudo el sentido esiritual es agotaba en la localización de correson dencias entre el ntguo y el Nuevo Testamento, de manera que desde el unto de vista temático hab de hecho dos esatos de sentido de la letra el sentdo lteral y el cristológico, cristológico,8 al que Orgenes indagaba en todas ates en el Antguo Testamento con su universalización de lo tiológico Sin embargo, Orgenes aicó la interretación alegóricotiológica también al Nuevo Testamento, uesto que contena igualmente su arte de discordancias y secretos (iénsese sólo en el Aocalisis) También el Nuevo Tesmento quiere ser el augurio de algo venidero, a saber de la arusa divina, que era exresión de la eseranza rotocristana de un nuevo y cercano advenimiento del Señor Mientras el Antiguo Testa mnto tena que ser una tiologa del Nuevo, éste, a su vez, se tena que entender como la tiologa del Evangeo eterno», conrme a la exresión de la Revelación, que Orgenes cita en su e rinciiis».5 e esta manera abrió al cristianismo el camino a una interretación alegórico simbóca del Nuevo Testamento como garante de algo dierente y sue rior. Sin embargo, el mérito de su descubrimiento quedó ensombrecido or la tesis exagerada de Orgenes de que to el texto requera una inter retación esirituasta (7veuµanxóv). 6 Toda la Escritura consistira en msterios, roclamó Orgenes, universazando s la dmensión de lo t ológio A estar destnada or su roia naturaleza a la revelación del misterio, la Escrtura tena que encerrar un secreto en todas sus etras Esta tesis e considerada demasiado extrema or el cristianiso temrano, uesto que Orgenes cometió la imrudencia de adotar mu chos elementos aganos, esecialmente de Filón y del lenguaje de los 8 3 Véae
Danéou, p. 4 y H. de Lubac, 950 p 0 8 4 Véae, Danéou, i p. 63 8 5 Íbid., p 2 86 De pncp, I 3 5 y oto luae Véae . Danélou, i p 82 Nume oa eeencia menconada en H de Lubac, 950 p 9293
misterios órcos Su exageración a menudo arbiaria de lo alegórico pológico hi sospechosa a su teología, aunque eerció una inuencia sin igual Porque, a n de cuentas, la docina de la cuádruple signicación de a Escritura, que representa pobabemente el mayor ogro de la herme néutca medieval, se remonta a su teora de los tres estraos de sentdo de · la Bibia Según esta doctrina, cuya versión denitiva se debe a Juan Ca- siano (alrededor de 6040/45), la escritura puede mostrar un signi cado cuádrupe cuádrupe por la voluntad voluntad de Dios: uno terario terar io (es (e s decir somáico o histórico), uno alegórico, no moral y uno anagógico (que debe descu brir los misterios del n de los tiempos) En el medievo tardío, gustín cett de Dacia lo rmuló en este oso poema didáctico: Litera gesta ce qu qu cres a ag g al qu qu a, quo t t anag anag (El senido e ral enseña lo que sucedió; el alegórico, lo que debes creer, el moral, lo que ebes hacer y el anagógico, hacia dónde debes tender). Como se despren de de la dsquisición de Tomás de quino sobre este tema, operamos de hecho con dos posibilidades de sentdo, el teral y el espiritual, los que a su vez podían tener tres horizontes El sendo anagógico omo acara santo Tomás Tomás tiene que ver con la gloria etea etea ( quae sunt in aeterna glo ria) y el moral (o tropológico) con los precepos de la acción El sentido alegórico se oece donde la Ley mosaica contiene una premonición tipológica del Evangelio (por eemplo, donde Jerusalén, la ciuad sana de los judíos debe simbolizar la iglesia etea) Lutero rechazó la doctrina de os cuatro signicados de as Escriuras, lo que tuvo consecuencias im portantes, pero aun así sigue vigente en a dsnción corriente entre e senido teral y el gurativo o metafórico, es decir, en la tensión entre la palabra y el enunciado, de la que surge la necesidad de una hermenéutica Ya en su tempo, la unversaización e la tpología por parte e Or genes, cricaa por su arbirariead y sus raíces paganas, hizo que la ae goresis cayera en descrédito Identicándola con la «Escuea e Alejan ría», porque Filón y Orígenes habían actuado a, surgió una resisencia contra a universalización de lo alegórico desde la «Escuela de Antioquía», cuyos representantes principales eran Diodoro de Tarso (muerto antes de 94), Teodoro de Mopsuestia (alreedor de 50428), Juan Crisósomo
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Véae e etudo en cuato oúmene de H de Lubac, s da s qr qr s l l Ér Pa 5 88 Summa eo q ar onuo ·
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(arededor de 349407) y Teodoreto de Ciro (arededor de 393466). Su rechazo de o aegórico o de su universaización dio ugar a un nuevo interés por o histórico y o iteral, que se maniestó en comentarios y traajos de edición muy cuidadosos Su modesto nive científco, que con trastó mucho con os atos vueos espirituas de Fión y Orígenes, os acerca bastante a método históricocrítico de a Edad Moderna 6 Austín: L univers de wgos inteor
acercaos a san Agstín (354430) nos encontramos por primera vez en esta invesgación ante un flóso, que goza de una recepción muy importante entre os representantes de a hermenéutica contemporánea, aunque de una manera poco atendida hasta ahora E joven Heidegger, que se dedicó a a enomenoogía de a religión, maniestó muy pronto su interés por Agustín En e semestre de verano de 1921 impartió un seminario hasta hasta ahora inédit inédit sore san Agust Agustín ín y e neopatoni neopatonismo smo y aún en 1930 oeció una conerencia, iguamente inédta, ajo e título «Au gustinus: Quid t temp? Conessiones i X». Las reerencias a Ag tín en E ser e tieo y también en as lecciones son en su mayoría positivas, o cua merecer ser destacado, puesto que ya entonces Heidegger se haía comprometido con e programa de una destrucción crítica de a historia de a ontoogía occidenta Según e testimonio de Gadamer, Heidegger saudó en Agustín ta vez a correligionario más importante de su concepción de sentido d ejecuci de a enunciación, a que puso en juego contra la tradición metasicoidealista Porque de Agustín se deri c t gntus gntus de a enunciación predi vaba a istinción principa entre e ct cativa y su ejecución posterior en e ct ercitu, una paara mágica, como recuerda Gadamer, con a que Heidegger hechió en aque tiempo a ss oyentes en Friurgo Friurgo y Marurgo Marurgo e incso a é mismo0 Tamién en Gadamer se puede detectar una dedicación muy impor tante a Agustín Ya en e próogo mencioné una conversación en a que 89
Véae el lbo taía ndamental de Chtoph Schubln, Unteuchungen zu Methode und kunf de anenen &ee ColonaBon 7 Aceca de eoeto de Co éae A Vcano, Homeon ex Homeou aphenizen» Pn cpo hemenéutco de eoeto de Co en u Commentao a la Eptola paulna, en: cp Twg 8), 8), p. p. 36 90 HG Gadame, Enneunen an Hedee Anne», en: lthahbuch 8687), p .
Gadamer remite a Agtí e relació co la preteió iveralita de hemeética demá e la parte fal de V métod le eicó capítlo deciivo o e exagerao ecir deciivo, pore gtí le permitió a Gaamer e ael pto obrepaar el olvido del leguae de a otoogía griega, ue e caracterzaba por ua cocepcó omaa cica e leguae Gaamer puo morar e gtí a elo e ebe u eome mortacia e ete olvido del legae legae o e �oal e tradició9 1 Ta ólo la idea agiaa del vebm hbiee hecho plea uca al er del legae detro de la tradició E la cocepció de a labra como ecració e preo e lo epirital, ue etá leamete preete e la palabra auue remie a algo otro, e perfla la uveradad de la aproximació hermeética al legae Por lo ue podemo obervar, ato Heidegger como Gadame dearo eimuar e epecuacioe obre todo por la «Coeoe» por «De Triiate» Pero da la cauadad de e gstí tambié e autor de u tratado hermeéutico co el ítulo «De doctra chriiaa», de e G Ebelig otvo o i razó e e «la obra hitóricamete má iuyee de la hermeética»92 E la hitora de la hermeéuca degraciadamete degraciad amete ólo e u breve eboz, qe Heidegger oeció l comezo de eccioe obre a hermeéutica de la ctcidad e el emetre de vero de 1923 ya e puede apreciar cáta importacia dio él ambié a ete tratado E ee cotexto ee co euiamo el comezo del bro ercero de la «Docria chaa» e alemá y e laí: <�uín oece la imera "hermeéutica de gra evergadra [igue e exto aí del que ólo reproducmo la veró trducda]: "
35 GW p. ) 9 1 VM p. 35 92 G Eblng, Eblng, ü . i p . . 93 M gg g (n ), nM. 988, 1
Heidegger insiste claramente en la «gran envergadura» de esta hermenutica en comparación con la posterior de Schleiermacher, que en su opinón es más rmalsta «Schleiermacher redujo la idea de una hermenutica ampa entendida como algo vivo (de Agustín) a un "arte del comprender... comprender...»94 »94
bíd 3 95 Véase D n n t t 2 : «Sancta Scrtura arvuls congruens» 96 De dtrna dtrna crstana, , , ca 63
amor y prudencia a las Escrituras, comenrá por leer todos los ibos ca nónicos pa obtener al menos cierto conocimiento de eos aunque no 1comprenda todo su contenido.97 Por este camino se iliarizará con e lenguaje de las Escrituras y estará en condiciones de iluinar los pasaj oscuros con ayuda de los aros Agusín insistirá varias veces en esta in trucción aparentemente banal de expicar los pasajes osuros con paaje paralelos ás aros. Además recoen cultivar el conoiiento de engs hbrea y griega y subraya el benecio que se puede sacar de la d versid de las interpretaciones98 y traducciones para aarr os psaje oscuros También incorpora un elemento histórico-crítio en u hee néutica: El crisano críco siempre bscará un sentido conforme a Dio no tomará al pie de la letra las fábulas supersciosas de ls Escriuras. P ñdura hay que tener en cuenta el conteo istório speilnt en el nejo del Antiguo Testaento. or ejeplo se tená que en de ue hbía eps en ue un hobre podí vivir tente n v i jres (coo Abah vivió su relción on Sr ue ó an Pblo a hcer una interpreaión legóic) ientr qe en l idd un hombre puede levr una vid peinosa une ea onóg o n este punto además del precepto de la cart al que Austín pela sistemáicamente y en todas partes también señala que puede ayu d la regla general de iluminar pasajes oscuros con pasaes paraelos má aros. Por oro lado no hay que tomar l pie de la letra quelo que tiene un sendo mefórico. Para esclarecer el espíritu de las etás de la Escrituras Asn recomienda adquirir conocimientos de retóri qu perten domnar los diversos «opos» o giros del lenje (desde l iro na hasta la catacresis). Por otro do prescinde expent d n ión xhsv d i dl ene t n tn l que nnna inteigni poí tro td. El terer libro e s tratado lo cierra (en ed de é hay un interupción de treint ñ) on un lamdo a la oración orque el spíiu de l letra debe iluin desde Dio Como expl en e úi ár í tein q h u dei sobre a relación entre los signos con la paabr o on e snis, quantum quantum vrba peinent) . 0 pensamento (d snis, 9
97
bíd. bíd. , , cap V 98 bíd, , cap. bíd, , cap bíd, , cap. 0 bíd bíd , , cap 64
El na de bro tercero eva una reación entre signo y verum, qu hay que compementar desde e «De Trinitate» de Agusn, ya que la hermenéuca ngüística de Gadamer hace referncia xpícita a esta drina. La manera de estalecr sa relación en el conteo de sta ra sá, sin dua, n función de un polema tológic:
De rntate, X cap X 1 9 : «Verbum et qu n corde dcmu: qu nec graecu graecum m et, nec latnum, latnu m, nec lnguae alcuju alcuju alteru. alteru. 1 03 Ibíd., X cap X 20. 1 0 Ibíd En cuanto a la concepcón de epµ1vía como medacón de lo penado véae adem Agutín, e cvtate de, VII, cap : «deo 'Epµ.� Graece, quod , ermo vel nterpretato, quae ad ermonem utque penet; epµ1vía dctur , per ermonem omna cogtata enuncatur 5
Dios Esta istinción permite a Agustí pesar tanto la dierecia como la igualdad del vrbu históricamete reelado co resect a Dio Del mismo modo en que a la expresión humaa de una palabra precede ua palabra iterior, así también peexiste junto a Dios un vrbu ates de la creación y del advenimieto terrenal de Cristo, que la tradició etedía como la sapina o el autocoimiento de Dios05 Tambié co respecto a este vrbu se consideraba que e u tiempo determiado adtó una rma sesorial para comuicarse a los hombres Puesto que uestro lenguaje o transmite ua copia xacta de uestros pesamietos ítimos, también debe ser cierto para Dios que el vrbu maniestado sesorialmente en su rma extea y contingete debe ser diereciado del vrbum divino tal como es e sí mismo Sin embargo, y esto sólo es posible para Dios, esta manestación era idéntica e su esencia con la sapintia diina de modo que Dios podía estar plenamente presente en la maniestació de su palabra. Los seres humanos no logran casi nunca esta identidad de la esecia del pensamiento y la palabra cocreta, y co esta afrmación Agustí Agustí mar ca el límite de su aalogía con la palabra humaa Porque el vrbu dii no se refere al autoconocimiento completo de Dios, mietras que el vr bu humano nunca es capaz de poseerse a sí mismo de esta manera. Sólo muy raras veces nuestra palabra es el reejo de u conocimieto segur Agustn se pregunta si uestro vrbu sólo surge de lo que podemos lle gar a saber por nuestra ciencia.106 qui pensamiento a expresarse. Este «no sé qué» Agustín debe pensar aquí e el lengua lenguaje je concret no es algo sólda sóldament mentee rmado, puesto que no 105 La orentacón para ello era Cor Véase De Trntate IV cap cap I VII cap cap m, 6 cap X otros luares H De Trntate X cap , «umqud verbum nostrum de sola scenta nostra nasctur? 107 X cap x, 5 A lta de otra versón mejor seumos aquí la versón ance sa La trnté trnté Oev Oevre ress de de Sant Auustn vol vol 6 París 5 5 p 9 9 (trad caste caste llana: San Austn Obras 3 vols Bboteca de Autores Crstanos Madrd vvaa) 66
brota de na vsón ara, sno algo nnmente rmable l nnduu nnduu fa fa u u tín pone aquí espeamente de reev el onaste on la autopresena dvna, de la que tesmona el v l hjo Sólo podemos nteresarnos aqu por aqueas onseuenas hr néus d esta onepón que se han transmitdo en pare a la herm néua atual L que Gadamer exajo de ela en prmer lugar era la n sstena en el heho de qu la palabra que se trata de omprender no sólo se rere al mero sondo, sno a lo sgnado on este sgno, es der, aquello a que se rere o lo pensado y, nalmente, a la palabra de la razón msma en su unversaldad Ahora bn,
Véa éae VM p p 38 ( = G p 425)
lbíd lbíd 1 0 Ibíd., p 3 (
=
G p 426)
ento ue se pruce en l» m La ación del pensaento occidental en la proposición signica por tanto una reducción del lenguae u omite su dimensón decisva s dc omit ue cualer discuro t ncludo n un dilogo La concntacón n la lógca la ppscó absta l cactr nvtablnt spne la palaba1 12 s epdeca de algo anterio es dcr la pregunta E es dalctca d punta y respuesta consste la verdadera universadad del lnguae e la s ne la petensón de unvesaldad de la hemenutca ue eleva e lenuae al pensament De mana ncofnbl an aas vcs cpndo Gaam lo concbó n s say «La nvsala l fnón hmnutc» ( 1966) pcsamnt co l nón néuti » » plca «ue no exste un enuncado posble ue no s pa ntende como espues a una pregunta y ue se debe entende sól » 1 1 3 Esta concepcón dalógica es un eco de la doctrina agusnana del v v d por medo de la cual Gadamer se propon suprar l ol vdo cel del lenguae es dec la acó l nncao c al últo abstayedo el cacte d acontcmento dl sntdo La vea el enuncao no se halla n l msmo o n l s sc g n oto csponnt sn en la totaldad u sc a «No se debe tomar la palabra sólo como un sgno ue apunta a un sgnicado dterminado sino al mismo tiempo hay ue cb too auello ue conlleva» 1 14 E s nsay pneo «Was st Wahht» (
que la unversalidad del lenuaje no puede ser la del lenuaje hablado, si no la de la «palabra interior, como se podría expresarlo con Agustín, unque cieamente suena un po torpe. Esto implica todo menos neggenci del egue concreto Sólo se trata de situar este lenuaje co rrectamente en su horizonte hermenéuco. No podemos percibir na palabr del « � píritu, píritu, pero sí podemos ptr ell como obetio cundo nos proponemos entender un lenguae. L uiversalidad de l hermenéc no se toca n sique tngen cimente cuando se remte, como por eempo Haberms, l experien ci eingüísc o a los límites del lenge. A contrrio, la hermenéu ca es precisamente un pensr hast el fnl los límites del lengue.116 Por cso el engu pueb s cpci e bscr pr too exesión»7 Un hermenéutica que procede de Agstín no necesita que se e instuy sobre los ímites dl lengue enciado. L univrsalidad a a que se refere es la de la búsqueda de la comprensión, del intento o de la capacidad de enconar expresiones pra todo. a tesis principal e Ga damer es que el enunciado iene i por pricipio, que se deben nuestra fnitud hstrica y nuestra dependencia de la densidad e u len guaje ya exstente pero abierto. «En los eemplos vemos cuáles son los í mtes q un enunciado tiene por principio. Nunca puee decir todo lo q y y que que dec decir. ir. ( . . . ) Platón llamó al lenguae el diáloo interior del a m consigo misma. Aqu se muest claramente la estructura el asunto. Se lama diáloo, porque se trta de pregunta y respuesta, porque no se pregunta tal como pregunta otro y habla a sí mismo tal como hablaría a oro. Y Agusn señó esta maera e hablr. Cad uno está en cierto moo en diáloo consio mismo. Aunque esté dialondo con otros ebe seuir dialoando consio mismo en a medida en que piensa. Por tanto, el enguae no se ejecu en enuciados, sino como diáloo, como idad e seno que se construye con palabras y respuestas. Slo así el le oben ta su reondez.»8 n est concepción agstiniano-gadamerina de la uiversid e g interior podemos concluir nestro resumido panoram e istori rei a Rema de la ermenéutica. Considerando el puto cmi enunciado signif, signif, mro, que el e l ennciado s s n esncia una r�spuesta. o hay ennciado qu no rprnt na ecie de repeta» 1 � Véae el enayo: «Gadamers Grenzn der Sprache», en: Ev un Se Üb Enehu Wes Se, Herrenlbr Herre nlbr Texe Texe 66 ( 1985) pp 8999 17 G p 185 118 Grenn er Sprache, p 97-98. 69
nón d t nvrldd, podmo dhrrno n dd l jo d ng or l mdvo rtnt: «Dd l pnto d vt hrmnt o, dp d Agutín no rgron plntmnto rtro nd tlmnt nvo lo lrgo d d n mlno proxmdmnt proxmdmnt 9 Sn S n mrgo, r rtmnt njto ndr n l htl jo dpt o or l mlno «oro dl mdvo 20 r trr t prj o orrnt q d l gnorn, lo mjor qu pu hr onltr l or xlnt pond n ctro volúmn d Hnr d obr l hrmnétc mdvl, í omo l xpoón gnrl d Brnkmnn. 2 7. Lut: ¿ol rptr?
rmlmnt h má tdo or l «hrmnt d t ro or lqr otro láo d l hrmnt to d n dd l nmn mportn d tro pr l htor ntltl clát, pro tmn l rntn d q l trdón d l hr mnt ltv or todo por l prottntmo, dd Flc ht Shlrmhr, Dlth, Bltmnn, blng tl vz tmn G dmr 22 r Dlth, l prmr htordor d l hrmnt, r -
19
G Ebeg Aículo Heeeuk, p 2 20 Ese es e deeco de bo de G Gusdo, Le Le gne lhe lheeu euqu que, e, País 88 especalmee pp 6870 77 sus obas debe gua e el museo de los eoes y de los ooes de la soa y oas oas amacoe amacoess po el eslo) 1 2 1 H d e Lubac Lubac,, ée da Le quae en l'Ée País 56; H Bkma Mtelthe Hneuk, ubga 80 1 22 Véase especalmee e esayo de Gadame, u Poblemak des Sebsves dsses E emeeusce Beag zu ge de Emyoogseug G, , pp 121132), edacado e ua eac edaa co y cosde ado e el segudo voume de sus G cluso como pme desaoo ueo de ay que señala ades os umeosos abajos sobe a des el gosa de Hedegge y sus eac co a eoogía de Mabugo e: Heer Heer We ge, ubga 83 cudo e G ) E geea las dagacoes de Gadame sobe la soa de a eeéuca, ee ellas msmo, peo ambé el arí culo e HdPH HdPH sobe sobe emeéu emeéuca ca G , pp 2 120) 12 0) y a ucc al volume pubcado juo co G B: r: Phwhce Hneuk acrt/M acrt/M 1 77esaba ertemee ertemee macadas macad as po la adc adc poesae 0
guro que la ieia hermeéuia sólo omezó o el proesaismo 23 Si ua que el omeio rermaor e Lueo semró las pemisas e ua revoluió hermeéua, pero hay que preguarse e serio si Luero ismo esarrolló realmee ua t hermeéuia. Su «hermeéuia» se ofue por ompleo o su ierpreaió e las Sagaas Esriuras y omo profeso sólo oeió leioes exegéias, lo ual era ua ovea e aquella époa. 124 Es saio que Luero esaa a oerao e las Esriuas y su palara que o se ieresó por la losofa o la eora, a las que sola equiparar o la esolásia vaa e e oeio. Su oepió oepió hemeéuia sólo se puee euir el méoo e su exégesis e las Sa gaas Esriuras. 12 5 El puno e paria e Luero era oviamee el piipio ermao rio e la « ptura», a la que efeió ora la raiió y la oia e la Iglesia. La isauraió e ese priipio siió si ua ua aea para la Iglesia e eoes, que esaa e ua siuaió e olvio el exo. Pero ese el puno e visa esriamee hermeéuio o era algo esoio. Por ejemplo para la parsia la primaa el exo era la orma. E As hemos poo ver la exigeia e parir siempre e las Esriuras para eslareer los pasajes osuros o pasajes paralelos el eo. A omie e su «Doria hrisiaa» aosejaa al leor e leer e prime lugar oo el exo y e arse e la luz eslareeoa el espri u. A orario e la eeia alegorizane e los alejarios, para aemás el priipio e que las Esriuras era ompresiles. Es aso luamee iero que e la époa e Luero la Iglesia haa perio e visa esa evieia, pero ese ua ópia puramee hermeéuia eso es meos imporae, ya que e la Rerma sólo se raaa e eoquis a esa evieia peria. Tao la ptura omo la oviió e que la Esriura era e priipio rasparee ya era los pilares e la pa rsia que Luero o meospeiaa e asoluo. Su rehazo e la ale goesis y el uáruple seo e las Esiuas sigiaa a ese espeo ua reovaió provoaoa e la meaia parsia. El rehazo e la alegoesis, que el jove Lueo aú haa praiao, sigiaa lara 23
A o tmt pm u m ob « m nut Sytm Sm Auug mt tn Hmut S, V/, p 57) Vé t t C vo Bo m, Auo «Hmut, t. p 112. 24 Vé . Ebg, « Ag vo Lut Hmutk» : Zeh Zehfr p. 1 7, ot ot.. Teo Teoge u Krhe 8 15 1 ) , p. t m ma a p p Elg, Elg, 1 5 1 . t 125
mente una orientación decidida hacia e sentido itera126 La intuición bá sica de Lutero era que e sentdo litera bien entendido contení por sí mismo un signifcado espiritua, de manera que de a correcta comprensión de o verba surg e espíritu de a Escritura. E espíritu no es un más aá licuado de a paabra, sino qe se o encuentra en a fe eecución de a paabra. Ésta sigue siendo etra muerta mentras no se a experimenta en su eecución que apunta a na transrmación espiritua, una concepción que recuerda a doctrina agustiniana de vrbu La conocida afrmación de Lutero de que as Escrituras contienen su propia ave, ui ipu intr pr signifca que a paabra, en tanto oerta divina, está en espera de una ejecución que debe realizarse en a comprensión creyente de as Escrituras Dicho de oa manera, una paabra de a ptura siempre espera una in terpretación, a que sóo puede reaizar a eecución posterior de vrbu mismo en tanto permite que permite que resuene a totaidad iberadora de a signfcación que pretende expresar por medio de a gracia divina. La orientación por a paabra cumpe todo o que pueden revear as Escritu ras. Esta es a rma de universaismo hermenéutico que adopta e pro testantismo. E principio de a ptura que sería su propio intérprete, a doc trina subyacente de vrbu y a anticipación de a comprensibilidad un damenta damenta de as a s Escrituras Escrituras no son s on descubrimi descubrimiento entoss de d e Lutero. Lutero. Sin embar go, hay que preguntarse si estos criterios pueden ser sufcientes para una teoría de a interpretación rigurosa. Porque no bastan cuando se trata de diema de os pasaes ambiguos de as Escrituras. Sóo a causa de elos Agustín se vio motvado a eaborar as instrucciones hermenéutcas en su «Doctrna christiana». Aunque en principio as Escrituras son caras y comprensibes, no o son en todo momento A este respecto a igesia of cia se había apoyado en a autoridad de a tradición y de magisterio ¿Cómo resovió e protestantismo este probema? Su apeación a a intui ción de Espíritu Santo o a hecho de que as Escrituras son en todas ss partes e unívocamente sus propios intérpretes i intr resuta poco satsctoria y en parte ingenua, ya que no parecía poder enar en absouto a arbitrariedad de interpretaciones opuestas Para e Conco de Trento (546) de a Contrarrerma e áci reafrmar a insufciencia hermenéutica ante as Escrituras y a necesidad de recurrir a a tradición Uno de os argumentos más contundentes e que e estabecer una opo sición entre as Escrituras y a tradición sería artifcia, ya que ambos ha 12
Véase G Ebelng 151, p 176 72
bían surgido del Espíritu Santo. Además, el catolicismo pudo sacar provecho de las grandes divisiones de opinión en el bando protestante, para evar al absurdo el principio de que en las Escrituras el sentido sería siempre claro y unívoco. Por lo tanto, para los pasajes ambiguos el testimonio de la tradición patrística seguía siendo imprescindible, puesto que sus conocimientos del griego y del hebreo eran mucho meores que los de Lutero Con esta crítica el movimiento de la Contrarrerma amó la atención sobre el punto débil de la hermenéutica protoprotestante o, más concretamente, sobre su ausencia en general. De esta manera, el desarrolo de una hermenéutica explícita se convirtió en una de las necesidades más urgentes del protestantismo. El hecho dramático de que Lutero no se había dedicado en absoluto a rmular una teoría hermenéutica condujo poco después a la construcción de una hermenéutica cienfca de las Sa gradas Escrituras El problema del que ya se habían ocupado los padres de la iglesia eran los pasajes oscuros, para los que el protestantsmo (todavía) no podía contar con tradición alguna. El primero que aportó una clave hermenéutica para los pasajes oscuros de las Escrituras e Matthias Flacius Il Ilyr yricu icuss ( 1 5201 5 75), 75 ), un seguidor seguidor de de Lu Lute tero ro.. 8 Fiu L unival d gratia gratia
Con su «Clavis scriptura scripturaee sacrae» sacrae» de 1 567, 567 , Flacius oeció la primera hermenéutica ejemplar de las Sagradas Escrituras. Aunque la palabra misma todavía no esba en uso, se puede decir que era la primera teoría hermenéutca del protestantismo. Su opósito era brindar una llave v para desciar los pasajes oscuros de la Biba. Para semejante tarea Favis estaba perectamente prepara. Se había rmado con el humanisa Juan Bauista Egnatius en Venecia y tenía, entre otros, conocimientos excelentes del hbreo. Melanchton l proporcionó un puesto de proesor de hebreo h ebreo en Wienberg. ntes de abordr en el segundo lbro de las «Clavis» el deicado problema de los pasajes oscuros, en su precio, Flacius había insistido enér 127
Para a mova oraa e au véae a reerea e L Geeer e a truó a a ueva mpreó e a egua parte e a C/v scpura sacra, ao e ttuo: e atoe ogoe ara tera. Üer e Erket gru er Hege Srt, üeor 168 73
gicamente el principio luterano de la comprensibilidad general de las a gradas Escrituras Si Dios nos había dado las Escrituras para nuestra sal vación, sostener que era oscura e insufciente para la salvación de los cristianos serí una blasemia contra la flantropía dvina1 28 La réplica de Fla cius al Cocio de Treo es que la oscuridad de las Escrituras no se debe a ellas mismas, sino a los conocimientos defcientes de la gramática y l lengua, de la que era culpable la iglesia e entonces La primera parte de las «Clavis» será se rá una pura enciclopedia bíblica, que oece una · exhaustiva concordancia de los pasajes paralelos De esta manera se subrayaba efcazmente el peso de los conocimientos gramaticales para la hermenéutica protestante Las «Clavis» se convirtieron así en un instrumento de una importancia sistemática decisiva para la teología protestante 29 El do minio de la letra, del, tena que ser la clave universal de las Escrituras Con ayuda de esta llave universal, al comienzo del segundo libro Fla cis declara que las razones de las difcultades de las Sagradas Escrituras son puramente gramaticales o lingüísticas. Todos los obstáculos se deben a la oscuridad del lenguaje mismo, de la que sería responsable la defciente rmación gramatical del intérprete, o sea del lector actual Porque: «El lenguaje e un signo o una imagen de las cosas y en cierto modo uos anteojos a través de los cuales miramos las cosas mismas Si el lenguaje re sulta oscuro en sí msmo o para nosotros nos resulta dicil reconocer las cosas mismas a través de él»1 30 Por eso hay que dominar el medio que re presenta la gramática si se quiere acceder al espíritu o al contenido de las Escrituras Contra la difcultad puramente gramatical de las Escrituras, Flacius ropone una serie de remedios Además de la invocació ritual del Espí ritu Santo subraya una y otra vez la importancia del conocimieto del lenguaje: «La ente más importante de la difcultad de as Sagradas Es 1 28
Cav, Preco (n acón): «orrendum n mum apemant, ve rante Scrpturam ee ocuram, amguam, non etam ucentem ad penam nttu nttuto tonem nem omn omn Crtan Crtan ad autem . . » Véae tamén tey, GS X, p 600 SS. 2 9 L Gedeer (en a ntroduccón a «e ratone») ve con razón a mportanca ermenéutca de a Cav en e «pao que gnfcaa que ( ) acu remtera a dogmtca teoógca tan excuvamente a a Ba como únca ae textua, otor gando aí a a exége íca a pocón de mayor autordad dentro de a cenca teoógca» 1 3° acu, e ratone, p 7 74
crituras se halla en el hecho de que los teólogos casi nunca se han esrza do con el esmero sciente a entender más a ndo las Sagradas Escritu ras y su texto o a explicarlos a otros». 13 Lo que Flacius tiene en mente es, por tanto, una interpreción estrictamente inmanente de las Escrituras recurriendo a la comparación de pasajes paralelos, lo que concretiza la itición de Lutero de que la Escritura es su propio intérprete sui sius intere interes) . Como la mayoría de las instrucciones que aconseja Flacius, este principio de los textos paralelos ya se encontraba en Agstn. En general apela a menudo a la autoridad de Agstín y otros padres de la Igesia, probablemente por su intención característica 132 de demostrar ue lo nue vo del protestantismo se basa en antiguos precedentes que lo legitiman «sí, stín dice muy acertadamente que alguna ase no se sa ácil mente en sentido fgurado si no se la explica claramente en otro lugar» 133 Debido a la erte conexión, en cuanto al contenido, con a la tradición más antigua de la iglesia, que Flacis pone claramente en juego contra la iglesia católica de su tiempo, su propia teoría hermenéutica, a fn de cuentas, se muestra como poco original. Apenas oece alguna regla her menéutica que no se encuentra ya en los padres de la iglesia, una situación que no escapó a los storiadores de la hermenéutica. sí, Dilthey anota: «Casi todo el cuarto bro De dcna de Agustn se ha incorporado en va rios largos pasajes ( ...) De manera maner a que este libro [las «Clavis»] es de he cho el resultado de la cosecha de toda la exégesis anterior».34 Desde el la do católico se reprochó esta apropiación. Richard Simon, por ejemplo, encontraba extraño que Flacius haya hecho préstamos tan importantes de los padres de la iglesia a pesar de haberlos criticado en su precio 135 El hecho de que las «Clavis» aún se discutieran en 1686, cuando Simon expuso su crítica, prueba de todos modos su amplia y duradera inuencia La utiidad de su enciclopedia bíblica y del carácter de suma de sus reglas
3 1 32
d. . Véas L ldsr rducc a «D ra». 1 33 Flas D rar 7 . Dly X/, 60 1 35 R. Hire tque du e Tem, cz Rr Lrs Rrda 685, 30: ua a las rglas u rscr la d xlar u pasa scur r r s lar y la d r uas vrss d la Bla s las u d crar ls lrs d ls adrs d la glsa» 75
hermenéucas conviró a este texto en a obra básica de a hermenéutica de primer protestantismo hasta bien entrado e sigo III 16 Facis no sóo se inspiró en Agstín, sino también en a tradción de a retórica Su doctrina de s, que se hz famosa, sobre e respeto a a intención con a cua se escribió un ibro, e tomada direcmente de a retórica 37 En cambio cambio pasó por ato a gramática gramática en cuanto a germen mismo de su intención subyacente Con eo Facius muestra os ímites reativos de nive puramente gramatica, que habría que desciar desde su s, es decir, desde un lgos no expresado De es manera conecta no sóo con a antigua doctrina de vbm int, sino también con s seducción esotér eso téric ica a En efecto, en Faci Fa cius us se puede pue de obsear caramente na inuencia de a tradición aegórica, y en as «Cavis» se encuentran
Por eso hay que procurar que los incutos reciban esta sencila alimentación de eche, mencionada en primer lugar, para que queden satisechos y tranquilos, y proporcionar más tempranamente sólo a los ertes ese ali mento más sódo de la doctrina seria» 39 Con el propósito de proporcionar a la Rerma una clave universal para el escarecimiento de os pasajes oscuros de a Biblia, Facus elaboró un resumen sincrético de todas las corrientes hermenéuticas, que puso de reieve a vertiente gramatical, pero que adoptó a mismo tiempo ciertos elementos de a alegoresis Hay que preguntarse hasta qué punto esta síntesis y a conservación de partes de a tradición alegorética eran conciliables con e rechazo de la alegoresis por parte de Lutero En todo caso, la continuación de ciertos motvos conceptuaes de la alegoresis demues tra la imposibiidad de desarrollar una hermenéutica puramente gramatical que pretendía romper con la práctica más antigua y especiamente la imposibiidad de liberarse de la scinación de la doctrina de la aegoría A parecer, al entendmiento humano no le resulta cil aceptar la idea de que la letra pueda bastarse a sí misma. arece mucho más plausible pensar que detrás (o mejor: con) a letra se escucha simultáneamente la totadad del sentido A fn de cuentas, a etra originó la hermenéutica La apari ción de la palabra «hermenéutica» ya no pudo hacerse esperar por más tiempo
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Ibd 6. 77
II LA HEREN ÉUTICA ENTRE GÁTICA Y CRÍTICA
E a Inodun hemos advertdo de peigro de presentar la hstoria de la hermenéutca a modo de una concepción teleológca de sí msma Coviee mantener un ranae escepticismo ante a idea corrente de un alcanzarse a sí msma de la hermenéutca que pretendería que un conjunto iconexo de reglas de iterpreacó haya evoluconado en a direccó úca y ascendente haca una prolemátca unversa A lo largo de su «prehistoria», ue sólo se lamó hermenéutca por la lta de otra palara más adecuada, se ha poddo comproar que semejante vsón teleológica en realdad no tene una correlacón en los hechos Sn emargo, en as dierentes etapas de lo que merece ser lamado hermenéutca, es decr teo ría de la nterpretacón, se a deendendo la pretensón de unversaldad Esa pretensó, que adoptó dversas rmas en autores como Fló, Orí gees, Agstín o Flacus, se sosteía en una concepcó común, arragada ya e as palaras ipµTVEÚEtv y ipµTVEÍ a como las haían percido os gregos. Se trata de la dea de que a paara (de enguaje) encarna siempre la trasacón o traduccón de algo esprtua (en el sentdo más propo de la paara Mentras la traduccón es comprensle por sí msma, no hace lta un eserzo especal de medacón para el oyente La palara lo reaza por sí msma y no es otra cosa que a ejecucón de ese eserzo Una medacón hermenéutca (y desde Flón tamé ua eo ría) sólo se exge cuando llan las uncones naturales de remsón de a paara La solucón más coherente de esta perturacón de a suacó naura de leguaje era la alegórca: · b palara sgnfca ago espirtua, que oculta y al msmo iempo revea sóo a os nicados E e coexo de eguaje regoso, esto o era m que u equeño aso, ya que e miserio o iee ada que ver con o errea Para Orígees la alegoresis se cocretzaa e a area de ua terpretació tpológica de Aiguo y Nuevo Testamento (lo que muestra cuan prolemátco sería haar de un rogre rogreso so desde desde Filó a Orígees, puesto puesto que e amos amos casos casos se rata de simboizacones muy derentes de una có uiversal de gos) Ag s í no sólo creó a teoría hermeéuica recoocida como a más ecaz de a aigüedad, sno además eaoró de una manera muy sutl a sgnifcació undamental del gos. Para eo recurró a la dstncó estoca etre paara nteror y exteror, pero consguó mostrar que el vrbu intus 79
es plenamente inherente al g epresado En el caso del v divino se podía hablar inclo de una identdad esencial de ambos Los ses humanos, n cambo, no siempe conseguimos esta igualación, por lo qu hace lta una relación hemenéutica con la palaba epesada para situala en su horinte correcto Lo expresado no coincide plenamente con lo pensado e intencionado, aunque no pretene ser ota cosa qu su cguación mateial Hemos visto que la hermenéutica contemporánea d un Gadamer pudo conectar con esta concepción que hace justcia a la mitación humana en su uso del lenuaje Esto tambén se puede ama e la renovación de la concepción de la palabra en la Rerma En esa época, la profundición en la función de la palabra a partr del principo de una ra que es ui iu inr, lleva conscuentemente al rechaw de la aleoresis ¿Qué papel habría que desempeñar si la palaba era del todo clara? Sin embargo, la ura no basta cuando se trata del probema de los pasajes oscuros, única razón que motivó la elabora ción de una hermenéutica en la tdición austiniana, aunque tenía sus precedentes en la eperiencia con los elementos «oscuros» o escandalosos de la interpretación aleointe e los mitos por parte de los estocos Para hacerse caro de este desafío, Flacius, el el compañeo de Luteo, oeció una clave paa la nterpetación inmanente de las Escituras, qu subrayaba especialmente la necesida de buenos conocimientos gamati cales El domnio adecuado de conocimientos gramaticaes se convierte así en la condición previa prioritaia y más universal, aunque poco exten dda, para dscifrar la alab dvina Este nuevo comen, que eci svo paa la hermenéutca, se entendía a sí mismo como enacimento e la concepción patrística e la palabra y el espíritu Esto ndca que la idea e un ncleo comn e los es ermenéucos que siempe ay que econquistar no deja de tener alunos aumentos a su vor Puede lamar la atención que la universalidad de la hermenéutca a la que nos hemos referido hasta ahora, se limitaba al ámbito reliioso aa la mentaldad medeval, sin embago, esto no sinicaba resticción algu a, ya que las Escrituras contenían todo lo que había que saber En este sentido, la interpretación de las Escrituras tenía un carácter universal po denición. En la Edad Modea, el ámbito de la lectura y de lo que me cía ser intepretado se iba ampano Esta nueva época e la consecue ca el Renacimiento que puso de eieve la mportancia l estuo e los clásicos rieos y latinos El estudio y la edición d autos antgos s mnó en el maco de ua scpa que en el sgl XI soa amas
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ti También otras disciplinas se enrenban en esa época a la interpretación, especialmente los juristas, que tenían que interpretar la Ley, pero también los médicos, cuya tarea principal era (y es) la interpre tación de los síntomas En la situación de la incipiente Ed Modea, que traba de en ontrarse a sí misma, surió la necesidad de un nuevo canon metodolóio en las diversas ciencias nacientes Se precisaba un nuevo órgano del saber que sustuyera o complementara el aristotélico, y su construcción se convirtió en una de las más importantes tareas pendientes de la flosoa Como se sabe, encontró en el Nvu rganu ( 1 620 62 0) de Bacon y en el Diu Diu ét étd d ( 1 6 3 ) de Descartes sus testimonios más elocuentes. Jstamente entre Bacon y Descartes surió el Ngiu nuti como resultado del eserzo de oecer la contribución pendiente al r r gann tradicional Esta nueva creación y este prorama eran obra del teóloo de Estrasburo Johann Conrad Dannhauer (16031666)
Dnnur: vr néuti y vrd bjtiv De solo sensu oraionu non aue de earu verae laoraus.
Durante mucho tiempo, la historioraa de la hermenéutica descuidó a Dannhauer, porque no pareía encajar demasiado bien en ella Dilthey apenas le había atribuido importania y Gadamer lo pasó por alto en Vr y mét Los artículos enciclopédicos lo mencionaban en el mejor de los casos como aquel que só por primera ve la palabra «hermenéuti ca» en un tulo de libro, concretamente en su Hermenéutica ra iv mtd nn r de 165 Este hecho no tendría relevancia si Dannhauer sólo hubiese usado una palabra para designar una tarea como la que se había propuesto, por ejemplo, Flais con sus «Cla vis» La presenia de una palabra no implica en modo aluno que la osa a la que se refere no haya existido ya antes Los capítulos preedentes de 40
Véase la síness en C von Borann arculo «Krk» en Hih W buh bu h d Phi Phihi vol. IV BasleaSugar 976 pp 1249-262 141 Spnoza ra hogioli ( 670 cap cap V. 14 2 Una laguna que llen con dos arculos en los anños seena (véase GW pp 276 76-2 -291 91 y 292-0 92-00. 0. 81
esta reconstrucción hubiesen sido en balde si antes de Danhauer no biera existido una teoría de la interpretación Lo cierto es que la imporancia de Dannhauer supera con mco la circunstancia asional de haber usado por primera vez la palabra «her menéutica» en un íulo de libro En un artículo muy etallado, HE Hasso Jaeger43 no sólo pudo mostrar que Dannhauer había acñado el neologismo hermenéuica ya en 1629, sino también que en su escrito de «D ie Idee eines eines guten Interpre Interpreten», ten», 1 hasta hasta ahora poco atendido, atendi do, 1630, «Die ya había expresado su intención de elaborar una hermenéutica unival bajo el tíulo explícito de hermenéuica gnal Esto pede ser de gran interés par nuesras inveigcions hermenéuicas no teleológicas La idea de una hermenéuica de este tipo e concebida dentro de la tendencia de bcar una doctrina metodológica de las ciencias que se es taba independizndo de la escolásica Dannhauer se propone mostrar que en la propedéuica de todas las ciencias (que era tarea de la flosoía) debía haber una ciencia general de la interpretación La idea iadita de una ciencia uiversal de esta índole se inroduce por medio de un silogismo Todo lo conocible iene alguna ciencia flosófca que le corresonda; el procedimieto del interpretar es algo conocible de este tipo; or tato, este procedimiento debe tener una ciencia qe le corresponda 5 Esta «hermenéutica flosófca» iene un enque universal en la medida en que debe ser aplicable a todas las ciencias Sólo debía exisir una ermenéuica, aunque sus objetos serín dierentes en cada caso La idea de Dan nhauer es, por tanto, una hermenéuica general, qe hay que elaborar en el terreno de la flosoía y que debería permiir a las otras disciplinas (de 143 HE Hasso Jaeger, «Stden zr Frügesccte der Herenetk, en Arhiv r Bgs s ( 9) 9 ) 5 En aqea éa, os ttos de ros soan ser ereadaente argos y e t to coeto de Dannaser es dea on nterrets et atos canators qae oscrtate dssa, ver sens a so dsceere n ons actor scrts ac oratons det, ene resondet ad qaestonem Unde ss nc esse sens, non a? On ctat stdoss erqa ts E ro se reedta en na qnta edcón en Agsrgo, en 60 45 dea on nterrets, A § «Üne sce aet aqa resondente scenta osoca Mus nterretand aet aqa resondente scenta osoca» Véase L. Gedsetzer, «e cos' 'erenetca?», en di s s nos nos ( 9 9 ), 59-6 dea on nterrets, § 6 «Una generas est erenetca, erenetca, qavs n n oects artcars st derstas» 82
reco, eolog, medcna) nerprear adecuadamene el sendo de os documenos escros47 En esa época surgó a dea de que odas las ramas del saber mplicaban a area de nerprear y en prmer ugar a de ner prear exos. La dependenca del saber de a nerpreacón o, más exac amene, de os exos esaba evdenemene en relacón con el cambo ndamenal que aba provocado la exensón de a mprena 4 8 E conocdo caresano Clauberg quen sguó e propóso de Dannauer y ea boró ambén una ermenéu ermenéuca ca general denro de su ógca ógca afrmó que los cenfcos se dedcaban en una medda muco mayor a os exos de auores mosos que a la nvesigacón de las cosas msmas.49 La ampacón de nerés por la lecura de exos más allá de as Sagradas Escruras, que se produjo en el Renacmeno, pareca mponer la necesdad una ermenéuica unversal Esa orenacón unversal sóo poda ser una cenca propedéuca, una area que en e panorama clásco de las cencas corresponda a a ó gca Por eso, Dannauer desarrolló su ermenéuica en paraeo y como compemeno de la lógca radconal según la docrna arsoéica de méodo (Organn gann)) E ibro básco de esa ógca era el exo arsoé co m:g' ipµ1veí;. En él se emaizaban en general as relacones enre concepos que aparecen en el dscurso enuncavo. La palabra ipµ1veía ndcaba un procedimieno de nerpreacón que en a época de Dannauer y sguiendo la radcón de los comenarsas medevaes de Arsóees se conceba como anaico E anáiss lógco conssa en a re duccón anáiss sempre sgnfcaba reduccón de lo compueso a sus eemenos consiu consiuyen yenes) es) de a enuncacón a su s u sendo pensado 50 Podemos recordar, por ejemplo, la rmula que empeó Boeco en su co menaro al Q ipµ1veíc», donde enenda a nia como vox ar tiuta pr s ipsa gnans La enuncacón es sempre a expresón vocazada de un senido pensado. La lógca, en ano docrna genera de a verdad, vea su area en esa reduccón de a enuncacón a su sendo ógco de dsinguir enre ases lógcas o sea as que posean u conendo 47 48
Véase HE Hasso Jaeger i 50 Véase d y H- G Gada Gadae er r en GW GW II 279 27 9 y 296 149 Johannes laerg Logi verus & nova 1 ª ed 1654 según el eroro esu do de M Beerz «Nacgeoe Hereek Zu Verhlns von Inerrea ons- nd Logkehren Logkehren n n Bark und und Aklru Aklrung ng en Deue erehresshf r Liaurwea Liaurweaf u Gee Geeesihe esihe 55 (191) 591 1 50 Véase HE H E.. Hasso Hasso Jaeger Jaeger i 52
áctico) y rases no ógicas5 Esta reducción, que había sdo desde a an tgüedad e esmuo de os eseos hermenéucos, egó a ser decisiva nuevamente para a idea orgina de Dannhauer de eaborar una herme néuca unversa Como también a ógica, hermenéutica se propone averiguar una verdad para retar o aso Pero mientras e anásis puramente ógco ene a tarea de ducidar a verdad bja de sentido pen sado por medio de a reducción de éste a os principios más atos, a r éuti se conorma con estabecer e sentido pensado como ta, es decir, con independencia de si este sentido es objetivamente verdadero o so A nive de pensamiento, de a avoía se produce una intención de sentido que en s misma puede parecer oscura o conusa ntes de probar su verdad ácica o ógica, se pretende averiguar su sentido con ayuda de una hermenéutica cienfca genera Esta dierenciación enre a ntn (a verdad de a afrmación) y e n (signifcado de sendo) ya haba sido corriente mucho antes de Dannhauer 52 Lo nuevo es que é a introduce como primera determinación de a meta de una hermenéutica universa A parecer Dannhauer se apoya en e ttuo Per hermeneias» para rmar a paabra hermenéutica» De este modo pretende continuar e tratado aristotéco para enriquecero con una nueva ciudad», como é mismo escribe 53 En eecto, pensó femente hasta sus útimas consecuencias e sendo originario de que no qere decir otra cosa que a mediación o una epresión verba de senido ntes de decidr sobre su verdad ácica, en pasajes probemáticos a néutia está amada a averiguar su verdad hermenéuica», es decir a acarar o que quiso decir un autor sin considerar si es rigurosamente ógico o ácticamente cierto s, Dannhauer defnirá a buen» intérprete omo o ama en su ttuo de a siguiente manera: es e anaista de todos os discursos en tanto son oscuros pero eponibes» (o interpretabes), para separar e sentido verdadero de so so 5 5 Para poder hacer esta separación, separ ación, a hermenéutica de Dannhauer indicará toda una serie de directrices o d intrtani entre eas sin duda a consideración de u es decir, de a intención de 151
bd. 1 5 2 bd. . 56; véase M Beez i . 59. 53 dea n nerres, . : «Hereneca ( ...) ...) organ rsoec adjecone novae cvas acr. Véase HE. Hasso Jaeger, i p. 5 1 HG. Gada er GW, , 27. 54 dea bon nerres, 29: «nerres en es anaycs oraon on qaens qaens sn obscrae, sed exonbes, ad dsceend ver sens a so. 84
uor155 No podemos ocuprnos quí en dee de ess regls herme néuics, que se poyan además en rdiciones más nigus Con su progrma de un hermenéuica universal inegrd en la lógi c, Dnnhuer enconró numerosos seguidores en el racionalismo de los siglos II y III como J Cluberg, J E Peier,156 J M Chldenius y G. F Meier No cabe dud de que es un error de l hisoriogrí de l hermenéuic ver el primer enque de una hermenéuica universl en l conocid frmción de Sceiermcher con l que comenzb su Hnéutia en l eición de Lücke L hermenéuic como re del com prender ún no exse generlmene, sino sólo en rm de diverss her menéuics especiales»157 Por ora pare, durane la Ilusción no lb ls hermenéucas especiales Dannhauer mismo hbía publicado n en 654 bajo el ulo Hermenéuica sara, en la que remií repeidas veces y lo largo de muchas págins l rabajo precursor de Agusín 15 8 Filosófcmene más imporane e su ineno de 630 que no psó de ser sólo un progrm progrm de elaborr un hermenéuic hermenéuic generl, con l que preendió conribur mplir l lógic y l meodologí de l cienci, siándose enre el Novum orgnum» de Bcon y el Discurso del mé odo» de Descares
Cdni univad d dinsió pgi pgia a Enre ls numeross hermenéucs universales de los siglos II y III, l Einleiung zur richigen Auslegung vernüniger Reden und Schrien» (Inroducción la inerpreación correc de orciones y exos cienífcos (42) de Johnn Mrin Chldenius (059) merece un ención especial Ese exo abre nuevos horiwnes l hermenéuic flosófca, que sobrepsan el planemieno mermene lógico de Dn nhuer Chldenius sepr l hermenéuic explícimene de l lógic p r esblecerla su lado como l or rm principl del sber humno 155
Véase ara s deales HE Hasso aeger, i 6 y acerca de sus M Bee, i 6 1 2 (Dannau (Dannauer, er, de deaa on on ne ner rre res s 23 1 « scous scous es cer ssa nerreaons clavs» ) 1 56 Véase los ulos en las conrucones ya enconadas de Hasso Jaeger Geld ser u Bee 5 7 F Scleeracer Heeneuik und Kk co M Frank, Frankur/M. 977 75 1 5 8 Véase HG Gadaer GW 2 85
Como dice en el precio de su docrina de la inerpreación, los queaceres de los sabios se pueden dividir en dos clases básicas Por una pare umenan los conocimienos por medo del pensamieno auónomo y por sus propias invenciones, por ora pare, «se ocupan de aqueas cosas úiles o bellas que oros oros an pensado anes anes que nosoros, ( ) y dan insrucciones para comprender sus escrios y monumenos, es decir, los inerpre an»59 Para ambas posibildades del saber, de las que cada una iene sus propios mérios y caminos, debe aber dos ipos de reglas cienícas Las primeras nos enseñan pensar correcamene y consiuyen la «docrina de la razón», mienras que las reglas que nos ayudan a inerprear correcamene son las del are general de inerprear. Una capacidad ya enrenada de inerprear debe ser pereccionada Esa denición general del propósio muesra la dimensión pedagógica de la ermenéuica de Cadenius como hijo de la Ilusración Ilusración que enconrare enconraremos mos en odas odas pares Como es abiual en la radción ermenéuca, el primer objeo del are de inerprear son las ases o pasajes oscuros Pero la novedad es que la ermenéuica no debe ocuparse de t los pasajes oscuros, sino sólo de un deerminado ipo de eos, porque ay oscuridades que se susraen a la compeencia del ermeneua Chladenius presena una dvisión riguro sa 60 de las posibles oscuridades de exos, que resula muy ilusraiva para la ubicación de la ermenéuca y oras ciencias auxares de la lología en el siglo III: 1. La oscuridad de un pasaje de exo puede resular a menudo del descuido en la edición Resolverla es area del u y de su a tia Anes de que obuviera el presigio losóco que Kan le oorgó en sus obras, la críca aba sido desde el Renacimieno la denominación de aquea ciencia lológica que s upaba de la edción, corrección y recicación de escrios más aniguos Esa concepción de la críica se conser vará asa bien enrado el siglo XIX y ocupará un lugar preerencial en las exposiciones generals de las ciencias auxiliares de la ermenéuica lológica La edción de la Hnéutia de Schleiermacer de 1838, prepara 1 59
J. M ade, Enng zur hgn usgung üngr Rdn und Shfn Lezg 1 72 (Rer (R ereó eó:: Düeldor Düeldor 1969 co a rodccó rodccó de L. Gelder Sore la earacó de la hereéca reco de la ógca en el glo xv véae M Beez, . 60 Para la arecacón de la conrcón de hladenu a a fologa y la eora erara véae P Szod, Enhng n d l rah Hk Frar 1975. 160 Para lo qe ge véae J M laden, Vorrede (n ndcacón de págna 86
da por Lücke, llevaba el título tradicional «Hermenéutica y críica», eliz mente conservado por M Frank en su nueva edición de 977 La crític� que representaba la segunda doctrina de arte de la flología al lado de la hermenéutica se defní defníaa en dicha dicha obra obra como «el arte de enjuiciar enjuici ar correctamente la autenticidad de los textos y pasaes, coteándolos con testimonios y datos sufcientes»1 61 En su Muu dr ltrtuwinhan (Mseo de las ciencias de la antigüedad),1 antigüedad), 162 F A Wo había defnido la gramática, la hermenéutica y la crítica como ciencias auxiliares; que cons tituían el organon de las ciencias de la antigüedad clásica. También Au gust Boeckh basaba su Enzykdi und Mthodnlhr dr phigihn Winhan (Enciclopedia y doctrina de los métodos de las ciencias f lológicas) en la dierenciación entre hermenéutica y crítica1 crítica 163 A parecer, la crítica tenía que ser una mera ciencia de ctos. Con sus reglas había que constatar en primer lugar el estado de un texto, antes de que se l sometiera a una interpretación por medio de la hermenéutica. Pero, Pe ro, salvo salvo raras raras excepciones, 164 no se señalizó que la edición de textos, por eemplo, la detección de un pasaje «corrompido», era una tarea de primer orden de la hermenéutica. Si la flología pretendía establecerse como ciencia, tenía que basarse en primer lugar puramente en el conoc 6 1
i . 71 F. Scleeracer, i 62 F. A Wol, Musum Musum dr drlsnsafn Berln 107 (Reresn: con un osco de J Irscer, Wene 196. 63 Véase A. Boeck, Enzykdi Enzykdi und Mhodnhr Mhodnhr dr d r phi phighn ghn Wissnsha n co. or E. Brausceck, rera are rncal Forale Teore de lologscen Wssensca, Lezg 216 (Reresn Darsad 1966. on ello, Bck aía exlsado la graca de las cencas flolgcas axlares (véa se sore ese aso G. Pug, «Herenek nd Krk. Ags Boeck n der Tradon des Begrsaars», en rhiv r Bgsi 19 (1975, . 13196. a enconar aq aén la al vez úla exoscn general que sgue ese esru, que ulc F. Blass en 192 ao el ulo Heuk und Kk (o c. 1 6 Una es e s F. F . Scleg Sclegel. el. Acer Acerca ca de l a rord rordad ad de d e la l a crc crcaa o l a erenéu erenéuc ca, a, se s e es aa llegando, en su onn, a una verdadera annoa (F. Sclegel «Zur Plo loge», en Kh FdShgluab co. E. Beler, vol. 16, Pader bornMúncVena 191, . 55, qe él exres así: «S nos guaos or la resn srca, lo s orane es la rescn del exo. A ella aén erence la crca sup Taén con reseco al are, al vrosso ec. la crí ca erece un lgar reerene ane la erenéuca. Pero no! En odo reseco, al enos en el cenfco enen el so rango ¿De qué e srve el exo, s no lo corendo?»
minto d hchos. A a bipartición d hrmnéutica y crítica n sigo XIX había prcdido a tripartición d gramáca, hrmnéutica y crítica n sigo XIII, qu quda parciant rjada n tuo dl prsnt capítuo. Las tres tinn un papl d cincias rmals o introductorias, porqu no s rrn a lo matria, a contnido concrto d as cincias loógicas, sino qu s ocupan d las rglas (d la gramática, a hrmnéutica y la crítica), qu db manjar cada una d las para comprndr y xpicar corrctamnt sgún su art los monumntos d a itratura Dannhaur ya había incluido la hrmnéutica n la propdéutica, d a qu s dducía la prtnsión d una apicación univrsal d a primra n as cincias ddicadas a la ralidad matria. Ahora, con un nfoqu más oógico qu lógico, Chladnius s propon dmostrar a función unvrsa d art d intrprtar por mdio d una introducción cintíca n as divrsas spcis d oscuridad txtua. D modo qu la corrcción misma d los pasajes viciados srá tara d u pro no s a nción principa qu dstingu al vrdadro hrmnuta. 2 La oscuridad pud resutar, n sgundo lugar, «d un insucint dominio d la engua n la qu l libro stá rdactado». 1 65 También st problma no ha d ocupar al spciaista n intrprtación, porqu lo rsuv l igu o profesor d ngua Cuando no s domina lo bastant la lngua, d hcho no hay nada qu intrprtar y lo único qu pud ayudar n tas casos es un mjor conociminto d la lengua o d la gramática Por so, ni a oscuridad dbida a pasajs viciados ni as dcincias n l conociinto d a lngua son incumbncia dl hrmnuta 3 A continuación, Chadnius mnciona una trcra rma d oscuridad dl txto, qu estaría iguant ra dl ámbito hrmnéutico. S trata d os pasajes o paabra qu «n sí mismos están pustos d manra ambigua». A difrncia d as dos torías antriors, aquí la rcticación d pasajs o palabras quívocas no s adscrib a un art spcíco La razón d o es qu la ambigüdad inhrnt al txto mismo no s db iminar rant, sino admitirla como tal aunqu cab criticara. Su iminación hrmnéutica signicaría obviamnt viontar l txto
165 J. M. aden Preco 88
pretendía Chladenius al ponerla como arte general de la interpretación al lado de la octrina de la raón? Esta oscuria, que sería competencia de la hermenéutica, se describe e una manera que a primera vista suena prvinciana, pero cuya universalidad resuta convincente al observarla más de cerca: «Ocurre innumerables veces que no se entienden ciertos pasajes, aunque no están aectas por ninguna de estas [tres ya mencionaas] os uria uriades: des: Porque los lectore lectoress a menudo no pueden avanzar, por ejemplo, en un libro fosófco aunque no carecen de conocimientos de la lengua y el ibro no está en absoluto reactado de manera ambigua, sino que muestra ser del todo comprensible cuano se lo lee con la ebida preparaión. Semejante obstáculo se da también a veces en libros de historia sin que el autor y la eición el libro tengan la menor culpa. n un examen más preciso se encuentra que la oscuridad se debe a que las palabras y a ses por sí mismas no siempre son capaces de proucir en el lector el con cepto que el autor había relacionao con ellas, y que el conocimiento de la lengua por sí mismo no nos pone en coniciones de entender todos los bros y pasajes reactados en ella» La osuridad a la que Chladenius se refere aquí es la de la lta e o noiiento an. En eecto, a menudo ocurre, especialente en escritos e mayor antigüedad, que la lengua y el texto parecen peretamente claros y que sin embargo no se logra entenderlos por la lta de conocimientos históricos o ácticos Dicho de otra manera, porque no sabemos de qué se trata o qué quería ecir el autor realmente Este caso de oscuridad, como ya señalado, puede parecer en un primer momento coo algo rebuscado. Sin embargo, Chladenius toca aquí un enómeno ndamental del leguaje sin más. El lenguaje siempre quiere expresar algo en letras, pero ese «algo» muy a menuo permanece en la oscridad, por que en el receptor no suscita el mismo sentido o el mismo eecto que es taba intencionado en la locución. También Chladenius entiende esto co mo un proceso puramente el enguaje. As, su Introucción a la oncep ión e la hermenéutica como iencia universal continúa e esta manera Un pensamiento que las palabras pretenden provocar en el letor, presu pone a menudo otros conceptos sin l cuales no es comprensible: Por eso, cuando el lector no dispone ya de los mismos conceptos, las palabras n pueden ejerer el eecto intencionado en él ni tampoco prouir los onepts, que en otro letor bien instruio surgirán sin ua» La hermenéutica debe ocuparse, por tanto, de pasajes que «son oscuros por ninguna otra razón que la de que aún no hemos alanzado los oeptos y conimientos que se requiere para su comprensión». a
unversaldad de esta stuacón salta a la vsta, orque
Auu r xcr s s g c rrr g xr rr ugr r rcrdr d s u ér agn c s rs rs d cu rr d Rr s csruy c g s j j d d s s cs xr xr dd rfj x x uv xc xc d aus y rz vr r gn [ d T 67 § 176, . 96: «As c dud d u d s Vés M hdus rgls d xcr u cc r l u s xrs hnéu usr gu s cv Aug (r d xi cr) 90
que el alumno necesita para comprender correctamente los pensamientos de un autor ste modelo didáctico es todo menos mitado al conteto escolar porque también es aplicable al manejo por cualquiera de un teto e incluso del lenguaje en general Cualquiera que aprende -y nunca deja mos de de ser aprendi aprendices ces debe proporcionarse proporcionarse por sí mismo el el saber de trasndo con el recurso a enciclopedias manuales o teratura especialzada en general. 168 Más allá de Chladenis también podemos decir que esto se apca también al discurso de uno mismo. Cuando queremos decir algo podemos reerirnos a diccionarios sinónimos metáras etc. para epresar lo que «nos apremia el alma» 169 Aunque nngún medico jamás encontró un ama
Véas la ru d L. ldsr a J. M hladus, i p x. 69 a u d Sl Sl habn», habn» , lral «r alg s La xprs lual « au br l ala», u s uval aslla Pr l aad d la exprs l x hréu, par pru ua rasrp lral, u s duda s d ál ál [N dT] d T] . 10 D shn rar' vr' y Punk pu' [N. d. T]. 171 J. M. hladus, op i i § 09.
en el mundo eeio, peo que están totalmente determinadas por el punto de mia subjetivo. Chladenius intega esta concepción de la pespectiva en su hemenéutica flosófcodidáctica. El punto de mia seía «impescindible cuando hay que da cuenta de los muchos e incontables vaiaciones de los conceptos que las pesonas tenen de una cosa».1 De ello se sigue que la asunción del pespectivismo paa Chladenius no puede repesentar un peligo paa la «objetividad», como hoy se teme genealmente, sino pecisamente lo contaio: Petende se la condición paa hace posible un conocimiento adecuado a la cosa y una mejo compensión. Sólo si se tiene en cuenta el punto de mia, existe la posibilidad de hacese cago de las individuales y «vaiadas maneas en que las pesonas ven las cosas». Se tata, po tato, sólo de una coecta compensión del lenguaje po medio de la educción al punto de mia que lo guía. Un objetivismo lingüístico que abstajea del punto de mia, desacetaía po completo las cosas. Esta es la doctina básica de la hemenéutica univesal. Dento de ella, el concepto del punto de mia está motivado pedagógico y hemenéuticamente y también sie paa «apota» (en el sentido más amplio) los conceptos necesaios paa compende un pasaje. Chladenius consideaba necesaio sugei a la ea de la Ilustación una hemenéutica geneal que tuviea en cuenta te citeio. Tal vez siga teniendo azón in cluso paa nuestos días.
Me: L uveald de s sos A pincipio hemos señalado que en cuanto a la selección de los auto res sólo podía tatase aquí de una síntesis epesentativa de aquellos enoques hemenéuticos que tenan un caácte flosófco y univesalsta La última etapa de las hemenéutcas univesales de la Ilustación que meece una atención especial es e «Ensayo de un ate geneal de la intepetación» de Geog Fiedich Meie (17181777). Apaecida en 1757, no sólo se tata de la última hemenéutica geneal del acionalismo, sino también de una ma undamentalmente nueva e incluso de una exigencia univesalista que va más allá de la petensión de universalidad que en contamos en los tabajos popedéutcos de Dannhaue y Chladenius l 1 72 Iíd. 73 . F. Mr Vu Vu nr amnn amnn A A gku H 1757 (Rirsi
c rcc d L. lds Düssd 195).
nuevo empuje unvesasta, tambén altamente epesentatvo de esa épo ca, consste en e hecho de que el alcance dl ate geneal de ntepeta se extende mucho más aá del hoonte de las esctuas paa ntega too el unveso de los sgnos, tambén de los natuales La lmtacón de la hemenéutca de Chladenus a los testmonos esctos quedaba patente en el título msmo de su oba «Intoduccón al ate de ntepeta coecto de dscusos y esctos eudtos» El témno «geneal» en el «Ensayo d un ate geeral de la ntepetacón» de Mee sgnca que ahoa todos los sgnos del mundo son de su ncumbenca. La hemenéutca del dscuso humano vene a se así tan sólo una pate de la hemenéutca unvesal, que se ocupa e sgnos de cualque índole La pmea ase de su hemenéutca lo expesa ben claamente: «El ate de ntepeta en su sgncado más lato emenéutca scau io es la cenca de las eglas qe hay que obseva paa pode econoce la sgncacón de los sgnos; el ate de ntepeta en un sentdo más estcto hemenéutca scau scio es la cenca de las eglas que hay que obseva paa pode eco noce el sentdo de un dscuso cuando se lo quee expone a otos» 1 74 La ntepetacón de todo lo que concene al lenguaje sólo consttuye un segmento del ate unvesal de la ntepetacón, que se debe aplca a to dos los sgnos, tanto natuales como atcals El tasndo de esta con cepcón lo consttuye una doctna geneal de los sgnos o semótca, tal como la poyectó Lebn bajo el título pogamátco de «characesica uivealis» «Unvesals» sgnca aquí que en este mundo todo es sgno que cada sgno emte a la conexón unvesal de todos los sgnos, tal como la establecó la voluntad dvna del ceado de todos los sgnos. De esta manea, la hemenéutca queda ntegada en la caacteístca unvesal de todas las cosas en tanto son sgnos: «La caacteístca es la cenca de los sgnos Puesto que el ate de ntepeta tata de los sgnos, es pate de aquélla y extae sus pncpos de la caacteísta geneal» Ahoa ben, un sgno no es algo especícamente lngüstco Cualque cosa del mundo es un sgno o un caácte, en tanto es un medo a tavés del cual se puede econoce la ealdad de ota cosa. Intepeta en un sentdo ms lato sgnca, po tanto, econoce e] sgncado en el sgno o, ms pecsamente, poe ntegalo en la caacteístca geneal de todas las cosas. Con la hemenéutca semótca de Mee se mpone po pmea vez concepcón de que compende es tanto como la ntegacón en un 1 74 G. F Mr, Vuh, § 1 75 Ibíd § 3
l.
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contexto e signos Detrás e los signos no hay que buscar un sento o espritu sino sólo un horionte uniersa y conexo e signos Lo que se reconoce y comrene no es tanto un sentio sino la cara eación entre un signo y el unierso total e los signos «n intérprete (literamente expcaor) en sentio amplio reconoce a inculación e un signo con su signfcao e una manera clara or lo cual expcar en su concepción más general no signifca otra cosa que entener claramente a relación entre la cosa esignaa y su signo 76 Ahora bien hay iersos graos e comprensión e la relación e os signos que también recueran a octrina e conocimiento e Leibni Cuano es precisa es ecir según Leibni 1 77 cuano basta paa istinguir una cosa e toas as emás) te nemos una interretación racoal Esta será aemás lógica ereao gca ea phhca phhca , cuano se a hace e manera completa na interretación imprecisa tenrá que llamarse sensoria o estética na hermenéuica uniersal casi no se uee ensar Como arte ge neral e a interretación se aplca a toos los signos pero en este muno too es signo Aemás caa signo uee remitir a cualquier otro porque en este muno imera una conexión óptima entre los signos La concepción leibniiana el mejor e os munos tiene una igencia aún mayor para la semiótica «En este muno puesto que es e mejor existe a mayor conexión general osible entre lo que ene signifcao que puee ar se en un muno En consecuencia caa parte real en este muno puee ser un signo naural inmeiato o meiato más lejano o más próximo e cuaquier otra arte real el muno Hay que retener aqu que el roósito e esta hermenéutica genera es iluminar puramente una conexión e signos Reerio a la interpreta ción e scurso esto signifca como ya enseñaba Dannhauer que a hermenéutca no ebe ocuparse e la era lógica o metasica sino sóo e una era hermenéutica uesto que los hombres pueen ejarse en gañar ebio a ss limitaciones hay que istingur en la interpretación e iscurso umano ene era ermenéutica y era áctica La 1 76
Ibíd, § 9 . 1 77 G W F Lbz, Beahungen die Erkennis Erkennis die Wahrhei und un d die Idee FünS fen fen zur Lo L o cm rhard, rhard, IV, . 22 ss . ; (ambé la rc rclac lac FünS gik gi k und Meph Mephy ys s Sugar 1966) 78 G. F. Mr Mr,, Vu § 9 . 1 79 d, 35 18 0 bíd., § 1 1 : «Vrdad «Vrdadr r s aul sd dl dscurs (ssus hrmuc hrmuc vrus) u s l rda rdadr dr sgfcad dl dscurs dscurs . . . ) Ya u u aur, aur, su
vrdad hrmnéutica qu db avriguars s sólo l punto d vista d autor, 8 lo qu habitualmnt s llama e auc au co oss La intrprtación d sí mismo por part dl autor, qu Mir llama la «xplicación auténtica», tin aquí prioridad, al mnos mintras no s dmustr qu l autor haya cambiado su punto d vista 82 En su limitación, ningún intérprt pud rconocr con tanta crta como l autor la voluntad y l propósito d ést, por lo qu cada uno s l mjor intérprt d sus propias palabras. 83 D gran alcanc para la hrmnéutica s admás l rincipio 'd Mir d la aequas s dcir, d la quidad hrmnéutica Esta s rfr a la «tnncia d un intérprt d tnr por hrmnéutcamnt vrdadros aquos signifcados qu mjor coincidn con las prccions dl crador d los signos, hasta qu s dmustra lo contrario». 8 En la práctica, st principio signifca qu la intrprtación db partir d la prcdncia d la conxión más prcta d los signos. Aplicado a los signos naturals, st principio adopta la rma d una «rvrncia hrmnéutica ant Dios» reere reereaa erga deu de u heee heeeu uca ca dond los signos naturals dbn sr los mjors, porqu son los qu mjor coincidn con las prccions d Dios y la suprma sabiduría d su voluntad En rlación con los srs fnitos y s scrtos, n cambio, l prsupusto d la quidad impica qu s db tnr por vrdadro l discurso qu s intrprta, mintras no s ha probado lo contrario En llo s xprsa la xpctativa dl lctor d qu simpr s pd aprndr ago d aqulo qu mrc sr intrprtado En otras palabras, los signos qu hay qu intrprtar, por mucho qu r mitan a otros signos, prtndn manistar, no obstant, algo vrdadro, qu s prsupon como obvio n toda intrprtación quitativa Como mdio para alcanar sta vrdad hrmnéutica o es aucos Mir mnciona la crtica (n tanto «cincia d las rglas sgún las cuals hay qu dtrminar si l discurso y todas sus parts s ctivamnt aqul dl qu s sirió autor qu hay qu intrprtar» 85 ), la intrprtación au téntica dl autor, l dominio d la lngua y la gramática, la consulta d pasajs parallos y l conociminto dl propósito dl autor miaci ud gaña s gañad sim s ud dduci d a v dad hméuica d u sigifcad su vdad gica masica ma.» 18 Ibíd. § 2 cua a a imacia mi d a ici d au a ra a hméuica d a Iusaci véas M. Bz i . 6 . m G . F Mi Mi Vu § 83 Ibíd § 6 18 Ibíd. § 9. 85 Ibíd. § 4. 95
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Esos principios de la docrina general o eoréica de la inerpreación deben concreizarse en las ramas prácicas de la hermenéuca, lo que sig nifca su aplicación a objeos hermenéuicos específcos.1 86 El are de erprear prácico que aplica las reglas hermenéuicas generales a las Sa gradas Escriuras, se llamará are de inerpreación sagrada o eológca hermenéuica sacra sacra Su primera regla será evidenemene la equidad o la reverencia hermenéuica ane Dios.187 Enre los demás campos de aplca ción de la hermenéuica eoréica, Meier mencona el de a jursprudeca (h (h jurs o legali legaliss ) , el dplomác dplomáco o (que analza analza docume docume os os y diplomas diplomas ) , el moral, inclso el adivinaorio (que inerprea signos naurales) y el je roglífco (de los signos arbirarios). En la hermenéuica adivinaoria casi podemos percibir un reejo de la épµTVEU'uct griega, que ya enconramos en Plaón No hay que exrañarse de que aparezca en la edad ilsrada y racionalisa En un mundo donde odo signo puede serlo de oro, sin duda ambién hay signos para lo vendero, porque odo esá en una relación (signifcane) con lo demás También para ello debe haber un are de inerpretar, que se llama hermenéuica adivnaoria188 y que represena una aplicación de la hermenéuica general, que a su vez es pare de la cha races racesca ca uveal uveal El sello del pensamieno leibnziano es inconndible en ese puo Nada es más racional que un mundo e el que odo remie a algo oro como razón de sí mismo, razón que a su vez es signo que remie a oro, y así seguido hasa el sabio creador de odos los signos La universaldad de la hermenéutica parece ir de la mano de la caracerísica unversal o semióica. El genio universal de Leibniz por supueso que conocía la oció de hermenéuica, 189 pero no parece que la haya omado en un sendo an aplo. Presumiblemene la coexón unversal de los sgnos le resulaba an rasparee que un arte especfcamee hermenéutco le deba pare cer superuo. Como sea, su pensamieno ejerció ua ueca cosderable en las dos fguras más imporanes del sglo X que deenderon la ' 1 86 Ibíd, § 29 1 87 Ibíd, § 2 5 1 � 1 88 También el acionalista A G Baumgaten dio una impotancia especal a la
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mántica La subdividió en casi teinta especialidades, ente ellas la oniocítica (ntepetación de los sueños), la abdomancia (intepetación mediante bastonci os), la libanomancia (con incienso), la alectiomancia (con gallos) etc Véase A.G t t zur zur ndgun ndgung g d d Áthk Hambug 1983 Anexo Baumgaten, 8 9 Ya desde su texto de juventud «Methodus Nova Discendae Dendaeque Juis cit. p 74 nota prudentiae», 2ª pat pate, e, § 67 Véase H-E Hasso Jaege, cit.
pretesió e uiversaia e a hermeéutica Por u ao puso e circuació e cocepto e puto e mira o el perspectivismo uiversa que Chaeius aoptó para sus fes peagógicos Por otro lao su programa e ua característica uiversa preparó e sueo para a iciativa e Meier e uiversaizar e cocepto e sigo más aá e eguaje Así uearo prefguraos os etes e la actual iscusió hermeéutica por u ao el esao el perspectivismo (que segú e cieticismo ecimoóico se creía teer que lamar reativismo) ubicao e e pesa mieto cotieta por e otro a iftració semiótica el pesamieto hermeéutico e la ligüística estructuraista e a que se utre e escostructivismo posmoero para e que toa paabra señaiza ua erivació e sigos La pretesió e uiversaia e la hermeéutica cotemporáea e sus variates semióticas es too meos uevo. Surgió a e a Ilustració cua imparciaia reativista semiótica os po ría eseñar toavía muchas cosas 4 Pes Peso o La uveald uveald de afcvo
E proecto e Meier e u arte geeral e a iterpretació e 1 75 7 represetó e útimo puto culmiate e as hermeéuticas uiversaes itraas Si embargo o tuvo igua cotiuia 190 os tericos cásicos e pricipios e siglo XIX (Ast Scheiermacher Scheiermacher otros) a o lo lo co ocía a que habar e u esmoroamieto e as hermeéuticas uiversaes que as hr ivisibles para a posteria imeiata Este proceso e ecaecia comezó a e e sigo XIII Como a tuvimos ocasió e sospechar e e caso e Leibiz para a Ilustració ebía parecer ago extravagate a iea e u arte especia para obteer coocimietos a partir e sigos escritos (o aturales). E espíritu e racioasmo aba mucha más importacia a ejercicio e propio eteimieto que a estuio e autores más atiguos cuos prejuicios se iba escubrieo e 190
Véas L Glds, Einliung u J M. Chladnius, it p xiii «Con l Vsuch in allgminn Auslgkuns' d Gog Fidich Chladnius todas stas tndncias hacia la consiución d una hmnéuica gnal nconaon tmpoalmnt su fnal Las hmnéuticas spcials d las dos gands disciplinas dogmáticas, la tología y la juuspudncia, la clipsaon totalmnt, y la flosoía d la Ilusación pac qu tuvo paos n cultiva los mdios auxilias paa la tabajosa obtnción d contnidos dl sa, qu s poponía dsaolla d todos mos mjo pnsando po su popia cunta» 97
edida creciente Nadie enos que Chadenius describió de anera eocuente ese descrédito reativo que a herenéutica experientó en a stración: «En a fosoía ahora ya no necesitaos tanto a arte de interpretar, ya que cada uno debe usar su propia eza para pensar, y na doctrina que se acaba trayendo de un texto osófco después de ucha interpretación, no nos sive gran cosa, ya que después a cuestión será si es verdadera y cómo hay que demostrara, en o que consiste propiamente e arte de a fosoía9 E hecho de que pensar por cuenta propia no es ago autónomo, sino que depende de os esezos previos de una tradición, corresponde a una concepción preiustrada, que sóo e roanticis o voverá a descubrir Coo ya mencionado, a ado de as hermenéuticas generaes orecían en e sigo X as herenéuticas especiaes, particuarente a jurídica y a teoógica Para no extendernos demasiado, hemos de renunciar en e presente trabajo a su anáisis, ya que están estudiadas en muchas obras de consuta Sóo voy a permitirme una pequeña ecepción y señaar breveente a contribución pietista a a hermenéutica sacra, entre otras razones porque ejerció una inuencia decisiva en a hermenéutica siste ática contemporánea 9 y, adeás, porque representa una se interedia importante entre a herenéutica protestante ás antigua y a de Scheiermacher 93 Tabién podemos descubrir en ea una componente importante de a pretensión universalista de a hermenéutica que podríamos lamar a universadad de o aectivo Así, según a doctrina de padre de a herme néutica pietista, August ermann Francke, paabra ponunciada en
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J. M Chladnus i § 187
Dlthy cía v n lla una pmoncón d la ntptacón pscológca. La síntss d la hstoa d la hmnéutca d Hdgg (GA 3 p 13 sólo cta las «nsttutons hmnutca saca» d Rambach d 1723 po bastant d talladamnt nt Agustín Flacus y Schlmach Gadam xtaá dl p tsmo su concpcón d la ncón básca d la «subtltas applcand» Admás n l contxto d su dbat con Dda Gadam sñalaá los tonos d ndo p tstas d su popa concpcón d la autompnsón qu sgnfca mnos la p snca dl símsmo qu l l plgo dl acaso d ésta ( «Dkonstukton und H Phishi und Posi Posi Volumn conmmoatvo dl 0 complaños mnutk» n Phishi d Otto Pggl Stuttgat 1988 vol. p 8 Sob b la l a nunca nunca dl ptsmo n l omantc omantcsmo smo véas véas H H G Gadam Gadam GW 93 So , p 97 y G. Gusdo s s ogins gins d d l' l'huqu huqu Paí Paíss 1988 1988 p. p. 1 18 8
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uo humano y que brota e ama, ea inheente un «aeto»4 a nepea a paba ivna y a hemenéua aa no e o na que éta éta hay que que pone e onomento onomento uene a oina e o aeo o «paoogía» e Sagaa Eiua En ea opón e ve en qué mea a pepetiva peta onbuy a ave ont e ígo obj�vmo veb e poteanmo oooxo En ano e aa paaba hay ago no, en oneto, un ao vo e aa que e aaa a ea n a expeó. mbén e p mo empede a u maea muy peua un eono e l óyoc noqo1xóc .óyoc óy oc iv 61 ábewc, one e guno e oeao o mo ama e pmeo. Pa ompene oeamene a Etua, e aa aa po tano tano e enegae enegae a eao anímio que e expe exp e en ea. ea . 5 5 ¿ Qué oa oa ignifaía intepet no e exae e a eta e peno eno anímo, e ei, epou on a ompenón o que a pab va ongo? Reuta e enene que e petmo uvo muho éxo on u nitenia n a omponent aetiva e a paaba y e uó en pme pano ene a eo ethmo veba e a oooxa La nuyene oba e Rambh, Insiuiones heeneuicae sacrae e 1723, unamenaá unvea e o aevo omo av a he mnéutia (teoógia) en e á expevo e enguaje. Rambah e ene a tei e que «no e pue eene e tepea ompeamene a paaba e un uo o e abe ee qué aecto brotaon» Poque: «ueo ei e expeión e nueo penamiento ueo peameno etán a iempe en onexón on aeto eeto ( .), .), po po eo eo,, n nuo e no óo amo enten a oo nueto penamento, no mbién ueto aeo oneto on eo De ahí eua o ua que e mpoble eene y expla a no a paaba e u eio, miea no e epa qué aeo etaba eaonao en u ánmo o a uano a ponunó»6 E aeo no óo e un enómo on 194 A H Fanck "aeones eeneue vm de ingadi et xponen
di sensum sripta sriptarae rae S Teo Teoge ge Studiosis ostendenm Hall 1723, p 19 «Ümn, qum homns pount smon, x psa anm dstnaton und s pdt, actus nst.» Véas W. Dlthy, GS, XV/, p. 19 Fanck ya había sboado leonem S Sriptur Sripturae ae una doctna d los actos n l anxo d su ndutio leonem d 193 95 Véas W. Dlthy, bíd 96 Ctado sn l xt xtact acto o ncludo n H -G -G Gadam G. Bhm, Sminar Phi sophhe eeneutik Fankut 1977, p. 2. 99
comitante, sino el «aa seo», seo», el alma del discuso 197 Es lo que se le quiee tansmiti al lecto en la lectua de las Escituas Esta intuición encontó su confguación más imponente en la doctina pietista de la «sublas alcad» A paece no bastaba con entende intelligee) o explica explicae) el aecto del texto, 198 sino que tambin había que ega al aa del lecto De esta manea, a la sublas eed y la subl lcad, que siempe habían sido taea del hemeneuta, se unta una tecea cualifcación la «subl alcad», la habiidad de inscibi en cieto modo el aecto de las Escituas en el aecto del oyente El semón ea la ocasión más evidente paa eece esta subl as Su nción ea taslada (épµeveúetv) el sentido de las Escituas al ama de los eligeses Más adelante, la hemenutica de Gadam sacaá de ello la enseñanza de que un sentido compendido siempe debe se tambin un sentido aplicado a nosotos, un signifcado paa nosotos. Su apcación a quien entiende no es un añadido al eere, sino que cons tituye la esencia del entende exitoso Po nueva que paezca esta sutilidad de la aplicación po pate del pietismo, no dea de epesenta una eactuaización del sesus 'og cus 199 de la doctina del cuáduple sentido de la Escitua, es deci, de aquel sentido que conciene el cambio moal del ceyente Tambin hay que ecoda aquí la doctina agustiniana del verbu que entendía al Hio de Dios de tal modo como verbu que ste sólo nos podía alcanza en ma de un mensae de salvación que nos conciene A este especto es cibe Gadame «El concepto teológico del verbu sigue siendo si endo ilstat ilstativo ivo en este sentido, en la medida en que "la palaba es el todo del mensae de salvación y, sin embago, lo es en la actualidad del p e». 2 Sólo en el espíitu decimonónco empapado de positivismo, este pro e pudo dege nea al elativismo de las visiones del mundo 197
bíd., p. 65 ( i i § toda todavía vía da puba d sta dobl taa con su dfncón d la la M ( hmnéutc hmnéutcaa como cnca cnc a d las glas a obsva obsva «cuando «cuando ( s qu q u con l sntdo dl dscuso, y (2 cuando s lo qu tansmt a otos». Véas admás J. A. Enst, Ins ineis N esmeni Lepg 1775 § p. : «nt� ptato gtu omns duabus us contntu, sntntaum daum vbs su bctaum ntllctu, aumqu dona xplcaton. Und n bon ntpt sse dbt subtltas ntllgnd, t subtltas xplcand» 1 9 Véase M B, i p 02 20 GW, p 80 198
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E la alcad ptsta s os prsta ua cocpcó la palabra guamt hrméutca y uvrsalabl. No pu xtrañar qu la hrméutca ptsta tuvra ua uca mucho mayor qu las hrméutcas uvrsalstas Dahaur, Mr o Chaus, cort losó co pro bastat squmátcas E cotrast co l rígo muo los sgos la characeca gral, almt s mpo ua cocpcó qu qur vr la palabra la xprsó u alma (y para l alma y aa ms qu sto. A partr sta cocpcó, y olvao cas por complto los trabaos prvos l racoalsmo, l romatcsmo la trmacó uvrsalsta la hrméutca puo rcbr u uvo mpu.
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LA ERMENÉUCA OMÁNTCA Y SCLEEACE
Estoy lyndo sob mnéutca y tomo lo qu asta aoa sólo una coplacón d obsacons nco nxas y n pat muy nsatsctoas tatando d l alo a nl d una cnca qu abaqu toda la con cpcón dl lngua y qu ntnt pnta dsd a n sus bass más ondas
L asic asic postkatiaa de Ilusaci Ilusaci al Romatic Romatic: : Ay Schgel
Si se entiene o omanticismo en téminos más que simifcao es a añoana e totaia imosibe e satisce se uee afma que e sigo X e la centuia omántca también con esecto a a teoía emenéutica En eecto se caacteió o un inauito ecelo conta a ublicación Casi nnguno e os ganes cásicos e a emenéutica es e Sclege asano o Scleiemace Boeck y Doysen asta Di tey se ateió ulca o oia iniciata s tabajos emenéuticos ay que agaecelo a sus alumnos que sus inestigaciones se conseaan aa a osteia Aaentemente estos clásicos no tenían ni iea e eco e que aban eaao con sus tabajos a emenéutica fosófca e sigo X La tansición e la lustación a omancismo se caacteia en i me uga o una an iscontnua Esto se e ya en un lano exteio en el eco e que Sceiemace aece esconoce as numeosas he menéutcas geneaes e os siglos eceentes Sóo cone aún as «i esas emenéucas eseciales 2º2 (sobe too as teoógicas) que se guían eano su existencia tanqula como iscilnas auxilaes no sis temáticas al lao e las ciencias taicionaes E esaoo e una emenéutica genea entena como ate e la comensión y constuia con F cm, ta a End on Wlc dl 13 d juno 1805, ctada n W Vmond, «u Txtgundagn u clmacs ü Hmnutk», n SAr o o /1 Bn Bnu uaa Yok Yok 185 1 85 p. 584 F . cmac, Hk u u Kk, p. 7 0
prncps más rgurss, le parecía una tarea nueva y hasta el mment n emprendda, que sól su eserz ntelectual estaba llamad a cumplr a hstrgraía sgó a Schleermacher en dcha pnón, de md que sól pud cnfrmar el absm que separaba el cmenz del sgl XIX del racnalsm de las décadas precedentes Peter Sznd, quen nvestgó a nd este períd, bservó cn razón que «el med sgl que md entre Meer y Schleermacher representa un d ls crtes más hnds en a hstra hs tra ntelectual ntelectual 20 Qué había currd? Una palabra nmbre basta para ndcarl Kant a crítca antana tuv muy dverss eects, per su mayr ncdenca en la hstra del pensament e la de llevar al derrumbe del racnalsm, pr el que se habían guad Dannhauer, Chladens y Meer, entre trs. Aunque las capacdades naturales del entendment pur cbrarn mucha relvanca, a Ctica de raz pura de Kant n dejó de sgnfcar una humacón para la razón. El presupuest básc del racnalsm había sd que el esprtu human, aunque fnt, era capaz de cncer cn ayuda de su pensament la estructura lógca y regular del mund L que guaba esta cnvccón era el terema «Nihil est sie ratioe», que mplcaba que la razón tenía su sede en nuestra mente A partr de ella se deducían a prr las «verdades de la razón (vétés de raiso, cm las amaba Lebnz), est es, a partr de ls prncps de nuestr raccn De la crcunstanca de que el terema de la razón se dervaba de ueso entendment, Kant saca la cnclusón de que el rden establecd encntrad pr el enten dment sól tene vgenca para el mund de ls enómens, sea para as csas tal cm se ns muestran y sn elabradas pr nstrs El mund de las csas en sí msmas se evapra así en un nvel de l ttalmente ncncble En esta dstncón entre enómen y csa en s se hunde una de las raíces secretas del rmantcsm y del auge que la her menéutca expermentó desde entnces S td acces al mund, y en nuest cas al text se eecta pr med de una nterpretacón vsón subjetva, una reexón flsófca que pretende guarse pr prncps debe arrancar desde este sujet En el nvel de éste habrá que plantear, pr ejempl, la pregunta de cóm se puede alcanzar la bjetvdad en asunts centífcs y tambén hermenéutcs y s es psble alcanzarla A este respect la defncón que Schleermacher ece de la hermenéutca cm arte del compreder representará una certa nvedad Per su cndcón 203
Einhng in di lirah lirah Hnnuk Hnnuk,, 3 104
previa es la rpura con el acceso no problemáico y puramene racional al mundo En esa siuación, en que para el sujeo en medida creciene el mundo esá ausene, en un rincipio el modelo del espriu griego ejerció una s cinación mágica, que esá relacionada con los nombres de Goehe, Schi ller y Winkelmann 2 a limiación de la auarqua de la raón humana por pare de la dialécica kaniana pareca hacer recomendable un nuevo desperar del espriu griego, que se consideraba como ene de bellea y benefcioso para la vida En esa siuación, que evidenemene ya esaba muy lejos de Kan, la hermenéuica «idealisa» se propso reanimar ese espriu griego Ese será al ve el denominador común de los eseros del romanicismo emprano, que se pueden enconrar en auores an die renes como riedrich As y riedrich Sclegel, cuyas obras ejercieron una inuencia noable en Schleiermacher En 1805, As, un discpulo de Schelling, publicó una obra iulada Gdliie d Grammak Heeeutik ud Ktik (neas ndamena les de la gramáica, la hermenéuica y la crica), cuya inención era recu perar con ayuda de la «inuición» la unidad del esriu que se expresaba en la anigüedad y en oda la hisoria Para la Ilsración hubiese sido o dava imposible presenar una area an ambiciosa bajo el ulo de her menéuica As pare de la concepción de la flosoa de la idenidad, se gún la cual sin la unidad originaria de odo lo espiriual cualquier com prensión sera imposible 20 Todo enender consise en reconocer el esp riu en cualqier pare y a ese espriu nada le es exraño Ahora bien, el puno de parida de esa concepción hermenéuica del espriu es el cono cimieno del espriu de la anigüedad As, As declara «Por eso, la hermeéutica o ética ( ÉpµTVEunxt, ÉpµTVEunxt, É�TYTX', ambién llamada icopxt: eaat auctom en Quinl Ins Ora 1 91) presupone la compres de la anigüedad en general, en odos· �us elemenos exeriores e ineriores y esa comprensión es el ndameno de la excaión de las obras escrias de la anigüedad» 2 El enque de la empresa de As es obviamene de core universalisa, pueso que se raa de la auocomprnsión hermenéuica del espriu úni co e idénico en odas sus maniesaciones pariendo desde la anigüedad 2 205
Véas P ond, i. pp 13513 F , ndnin d Gamma Hnuik und Kk, Landsu 1808, § 70 véas xaco n HG Gadam y G Bm, 177, p 112 2 Ibíd., § 71 (Gadam/Bm, p 11311 05
En conexión con este enoque la concepción hermenutica el cu se g la cual caa pasaje ebe explicarse a partir e su intención y su con text, aquiere una nuea signicación: caa una e las maniestaciones ebe comprenerse ese el too el espíritu De esta manera la iea el círculo hermenutico», como más tare se la llamará, aparece aquí en su primera rmulación, que tambin es la más uniersal: «La ley naental e too entener y conocer consiste en encontrar en lo singular el espíritu e too y en explicar a partir el too lo singular» Para la hermenutica tura, esta «ley unamental» ocasionará más bien un problema general que suscitará la pregunta e có habra que obtener e he cho esa totalia a partir e lo singular, y si la presunción e na totalia no conicionaría la comprensión e lo singular Para t, esta ley posee un carácter aún puramente escriptio: hay que entener una cosa a partir e la otra y a la inersa Ninguna e las os es anterior a la otra, ambas se conicionan mutuamente y constituyen una «ia armoniosa» El cuestionamiento e esta armonía conertirá la concepción el círculo herenutico, que poemos obserar aquí, en un objeto eterminante e controersias e la hermenutica posterior Para t, en cambio, no sig nifcaba más que la eiencia e que caa letra tenía que remitir a un espí ritu superior La concepción hermenutica e Schlegel permaneció urante mucho tiempo sin ocumentación Se había conserao en los cuaernos e apuntes sobre lología, reactaos entre 1796 y 1797 que no se llegaron a publicar hasta 1928 y que ahora son accesibles en una eición lológica y crítica publicaa en 1981. Desconoci Desconociaa urant urantee el siglo XX , esta con cepción merece ser mencionaa, porque es más que probable que Scheiermacher tuiera conocimiento e ella En la poca e la reacción e esos apuntes, Schleiermacher y Schlegel iían en la misma casa y tenían el lan e realizar en colaboración una traución e las obras e 207
Ibíd § 75 (Gadam (Gadam m m p 1 1 208 «Fdch cgls Posop d Poo con una ntoduccón publ cada po Jos Kn Kn n Lgos 17 ( 128 pp 1 72 Aoa Aoa «u Plol Plolog og» » n Fdch-c Fdch-c gg-Aus Ausgab gab vo. vo. 1 1 8 1 pp 33 -8 1 . Ac Acca ca dl d l conocm conocmnto nto d stos cuados cuados po pat pat d d clmac véas H Patsc Patsc «Fdch «F dch cgls c gls Phlosop d Ploog und cmacs ü ntwü u Hmnu tk u Fügscct d omantscn Hmutk», n Zeihf r Teogie u rhe 3 ( 1 1 pp pp 432-472; véas admás admás los com comnta ntao oss u dtos d Dty sob cg n G XV/, pp 7077. 1 06
Platón, tarea que Sceiermacer, sin embargo, cumplió posteriormente a olas. La aspiración básica de las reexiones sclegelianas era la elaboración de una flosoía de la flología o, más exactamente de una flología de la flología. De la autodestrucción de la razón floófca como consecuencia de la crítica a la metaísica de Kant seguía, en su opinión, que sólo una reconsideración de í mima de la flología podía lograr una renovación de la flooa. En su empeño, Scegel se orientaba por la división clásica de la fología en gramática, crítica y ermenéutica. La gramática constituía el ndamento, mientra que la relación entre crítica y ermenéutica motraba cierta antinomia que ya emos señalado de paso anteriormente y que iplicaba que para comprender correctamente abía que disponer de textos críticamente editados, pero que, para poder prepararlos de esta manera, era preciso recurrir a la ermenéutica. sta clase de vacilaciones y razonamientos antinómicos es bastante tí pica para el romanticismo y especialmente para Sclegel. n cualquer ca so, se sostiene que la reexión metodológica de la flología sore su propia tarea debe guiarse por el modelo de la antigüedad. La crítica y la ermenéutica presuponen por sí mismas una fnaidad istórica» y si se pretende que la ermenéutica llegue a su perección, ay que disponer de conocimientos istóricos sobre la antigüedad 2 ora bien, < cómo se confgura en concreto la relación entre la ermenéutica y la flología de la antigüedad clásica? E algo dicil destilar un programa real de os esbozos bastante vagos de Sclegel. Lo que parece tener en mente es una «erme néutica flosófca»,210 capaz de enseñar la perección del arte según las expresiones clásicas ejemplares de los antiguos. Esta ermenéutica debía trasladar a una sistemática doctrina del arte y de la metodología de la flología lo que en los antiguos abía sido un talento intuitivo n cierto modo, Sclege pretendía un comprendere a sí misma de la comprenión, que acaría las enseñanzas del modelo de los clásico, ya ue coideraba que la antigüedad es la arena del arte flológico» 21 1 Si lo vemos correctamente, Sclegel defende la poibilidad de una unción unversal de a teoría ermenéutica después de Kant, remitiendo 2
F clgl, Kt Ktsc sc Ausgab, Ausgab, bol bol 1 , p p 38 II III, I, 4] 2 10 Véas la as pogamátca po tambén sntomátcamnt nsgua n K, vol 1 p p [IV 3 «Tambén «Tambén dbía dbía pcd pcd una floso flosoía d la mnéut mnéut ca Ésta s tal vz una cnca po sí msma, como como la gamátca
el arte e entener ue ahora se ebe enseñar y cultvar urgentemente al moelo e la antgüea clásca Prvao e muno y caa vez más n seguro el sujeto hermenéutco se vuelve romántco: rge la mraa haca la antgüea para explorar las reglas e arte e su propa prouccón Pa ra esta perspectva romántca será consttutva la nsegura namental el sujeto y en consecuenca su epenenca e los eserzos anterores e la tracón El rasgo básco el muno schlegelano es la ncoprensba congena! a la que el sujeto nto está permanentemente expuesto Entener es sempre tambén un no entener porque la retrauccón e una expresón a otra comprensble sempre coneva certo torcmento En reala nunca se puee lograr el too entener algo genal (y al parecer se trata e esto para Schlegel s el entener mplca una reuccón a lo acostumbrao y corrente El hecho msmo e no hacer una elaboracón sstemátca e sus concepcones hermenéutcas converte a Schlegel en un precursor e la hermenéutca romántca; una ecenca que se justcaba en certo moo por la propa concepcón Su unamentacón el romantcsmo nuyó e manera ecsva en Schleermacher (178-1834), cuano éste se propuso nclur la nsegura básca el sujeto en una octrna general el arte e comprener
Schleieacher y univealicn del mantendi
Dese el comenw e su actva como proesor en ae en 180 hasta su muerte en 1834, Frerch Schleermacher se ocupó ntensamente e las cuestones e la hermenéutca Sn embargo este moso teólogo y trauctor e Platón quen e llamao a la Unversa e Ber n en 1809 para ocupar una cátera nunca hw mprmr una exposcón complea e su eoía hemenéutca Sólo conseró igno e una publicacón su iscurso acaémco bastante obstnao el 13 e agosto e 1829 «Über en Begr er ermenéutk mt Bezug au F A Wols An eutungen un Asts Lehrbuch» (Sobre el concepto e a hermenéutca con rerenca a las nsnuacones e F A Wol y el manual e Ast en el 212
éas E B, «Fdc cs T ds ss Hmuk d Dksuk, : E B Hsc (cmp), D Akli d Fh on"k, PadbMúc-aZuc 188 pp 14110 éas ambé esay d c c d d 1 800 80 0 «Ü b d vsdck» 1 08
que polemza on sus maestros en flología uya nuena en su hermenéuta hay que valorar sn embargo omo seunara La usón e la hermenéuta shleermahana msma se ebe a la eón e su legao mansrto y e apuntes e sus lases realzaa en 1838 por su sípulo rerh Lke y publaa bajo el título Heeneutik und Ktik mit be sndeer Beziehung auf Neue Testament (Hermenéuta y ríta on reerena espeal a Nuevo Testamento) Lke no había assto a las leones sobre hermenéuta e Shleermaher 21 3 pero para omplar su eón que tenía un aráter e ompeno enontró un materal abunante ya que entre 1805 y 1832 Shleermaher había mparto nueve ursos sobre hermenéuta En 1805, al omenzo e su oena teológa sólo oeó una «Hermenéuta sara» tomano omo moelo el ma180/181 O ya omenzó a nual petsta e J. A Ernest pero a partr e 180/181 enseñar «Hermenéuta general» 21 4 En paralelo on sus leones reató algunos esbozos para su hermenéuta en uaernos al pareer on mras a una publaón. Aunque nuna onsguó llevarla a abo estaba pla neaa ese 1805. 2 No es ál averguar a qué se ebía esta nesón on respeto a la publaón La razón no era ertamente que puera haber onserao la hermenéuta omo na atva margnal al lao e su eaón a la teología El trabajo onstante sobre el tema y en los proyetos para una hermenéuta prueba lo ontraro Sn ua se poría onserar la «temprana e nesperaa muerte» 21 6 aunque ya ontaba 66 año años s omo omo explexplaón para la lta e una elaboraón Pero resulta más plausble la suposón e que Shleermaher omo auténto románto (y tambén hermenéut hermenéut o) o) nuna estuvo estuvo el to tooo ontento on sus proyeto proyetoss o on la manera e rmularlos Lo prueba el nesante valar e su termnolo gía y e los puntos entrales pese al mantenmento e su onepón ge neral osa os a que o muhos quebrae quebraeros ros e abeza a la nvestgaón nvestgaón sobre so bre 213
Véas ambié paa l qu siu W. Vimd «Nu Txudla» Schleiecher-Archiv (1985) pp 575-590 2 4 Us apus d y d s cus asa aa dsccid s publica cm: Fidic climacs "lmi Hmuik v 809/810» cmp p W Vimd : SiechArv (985 pp 269-30 Dspués d las cidas dicis d Lück Kiml y M Fak c ua ssis muy sca dl pyc méuic d cimac. 2 5 Véas W Vimd p. ci p 576 2 6 sí l dic M Fak iliu zu F climac Heeneutik und k 977 p. 57 0
Sclirmacr y la rmnéutica Aqu sólo omos onr rli su concción gnral, muy concluynt n s misma, y l nuo comino qu rrsnta su rmnéutica Halar un nuo comino s astant tntaor ro n art rróno n l caso Sclirmacr 2 orqu n términos gnrals si gu a la rmnéutica más antigua cuano clara, al rinciio su ria rmnéutica qu «too acto comrnr s la inrsión l acto d alar, n tanto llgar a la concincia qué nsaminto suyac a lo qu s ic 2 1 8 Si s art la ia qu «too cir [s asa] n un nsar antrior>> 2 1 no ca ua qu la tara namntal l comrnr s agota n la rucción la xrsión al qurr cir qu la anima: «Lo qu s usca s aqullo mismo qu l alant ha qurido ex prsar 220 Lo qu s trata comrnr s l sntio algo qu s ic 22 s dcir lo otro o lo nsao qu qu s manifsta n la xrsión Por lo tanto l ntnr no tin otro oto qu l lengua. Por so, Sclirmacr dic n una conocia afrmación, a la qu Gaamr uso como lma a la última art V y méto: «Too lo qu ay qu prsuonr n la rmnéutica no s más qu lngua 222 Est rsuusto ásico tin n Sclirmacr un sntio scfco y arquitctónico S u consi rar l lngua os manras: Por un lao, l lngua qu hay qu intrrtar n caa caso s un sgmnto la totalia l uso lingüstico d una comunida aa Porqu toa xrsión l lngua s rig por una sintaxis rstalcia o or l uso y n sta mia s algo suprain diidual Sclirmachr llamará a la art la rmnéutica qu s d dica a st ascto «l lao gramatical 223 la intrrtación. Su unción es exlicar una xrsión a artir l contxto gnral la totalia dl lngua n custión Ahora in un nunciado no s uramnte el sostén 27
C buas ras scribió W Hübr: «La ra vacuació isriráfca d la radició rméuica cilió a ls sudiss d clirmacr l ésis su primicia» (: «cirmacr ud di rmuisc Tradii», - , 1985, p 565) 2 1 8 r' ', cmp M Frak, p. 76 2 19 bd, p 78. 22° F . clirmacr, clirmacr, e , p 2 76 22 bd, b d, p 276: 276 : «La ara ara s cmprd cmprdr r dsd dsd l uaj uaj l sid d al al qu s dic». 222 e', cmp H Kimmr, Hidbr 959, p. 38 223 ' ' , , p. 276 276 1 1o
anónimo de u enguae por principio supraindividua, sino ambién pone de manieso u ama individua Las personas no siempre piensan o mismo a usar as mismas paabras Si ese así, «sóo exisiría a gramá ca» 224 Una hermenéuica que no qere disoverse en a gramáca como se preendía segú una endencia en boga denro de esrucuraismo de os os años sesena debe ener ener en cuena ambién ambién e ado individua de de a inerpreación Esa segunda area, que da a a hermenéuica su primera idenidad, es a inerpreación «écnica», o que sigica presumibemene que e inérpree raa de comprender e are eecíco que un auor de muesra en su exo En es puno se sobrepasa caramene a perspeciva puramene sinácica para egar a o que e enguae quiere expresar rea mene Se apuna a a comprensión de espíriu que descia e enguae desde e ama ue o produce Por eso, Scheiermacher amó a esa area de a inerpreación e ado «psicoógico» 225 La hermenéuca genera de Scheiermacher se birca así en dos ver ienes: a gramáca y a écnica, que se dene como psicoógica La gra máica conempa e enguae desde a oaidad de su uso ingüísico, mienras que a écica y psicoógica o raa de comprender como expresión de ago inerior De odos modos, a hermenéuca ha de ser a «en señanza de un are», una nueva orienación que dará nuevas connoacio nes a a hermenéuica, ya que Scheiermacher e asignará en medida cre ciene a area de enrenar e aco de enender «como un are» (o que hace recordar basane as ideas de Schege) A ese respeco resua muy es carecedora a dierenciación de Scheiermacher enre una prácca más axa y ora más rigurosa de a inerpreación, que se reeren a dos naida des ndamenamene ierenes de a hermenéuca La prácica más axa (que es a habiua a o argo de a hsoria de'ª hermenéuica) pare de supueso de que «a comprensión se produce por sí misma y rmua e obeivo en érminos negaivos: hay que eviare maenendido» o cabe duda de que Scheiermacher se rere aquí a a cásica hermenéuica que sóo preendía dar insrucciones para desciar os pasaes oscuros. Pero o que e impora a Scheiermacher mismo es a prácica rigurosa, que debe
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bd 225 b l cambi la mila, auqu ala l ma, y a csió qu causó ls spcialisas véas H Bius, «climacs Bi d " isc pai», : SirAriv ( 1985), p p 59 1�600. 1�600. 111
ría partir del hecho de ue «el malentendido es lo obvio y ue el entender debe ser en todo punto lo ue se pretende y se busca». 226 En esta distinción se pone de manifesto la originaidad del enue hermenéutco de Schleiermacher. Lo ue llama la prctica «ms laxa» euivale a una comprensión sin arte por su carcter meramente intuitio 227 Es cierto ue la comprensión en su desarrollo normal carece de arte es decir, en sí mismo no es problemtico y el punto de vista de fa hermenutica tradicional era ue todo se comprende lana y isamente hasta ue se topa con una contradicción.228 La hermenéutica sólo resulta necesaria cuando la comprensión (ya) no es posible. Antiguamente, la comprensi bidad era lo primero o lo natural, mientras ue el no comprender era un caso excepcional ue reuería una ayuda hermenéutica especial. Scheiermacher invierte esta concepción «ingenua» y provinciana y esta bece como hecho ndamental el malentendido. Desde el inicio de sus eserzos de entender, el hermeneuta debe cuidarse de posibles malos en tendidos. Por eso, el entender debe proceder en todos sus pasos como un arte «El trabajo de la hermenéutica no debe empezar sólo cuando la comprensión comienza a ser insegura, sino desde el primer momento en ue uno se propone entender un discurso, porue la inseguridad de la comprensión suele aparecer sólo cuando se la descuida desde un princi pio» 229 Esta prctica ms rigurosa es el objetivo de la hermenéutica de Schleiermacher y con ea universaliza la dimensión del malentendido. Est orientada por una concepción del sujeto ue ya encontramos ante riormente en Schlegel. La razón postkantiana, cuya pretensión de cono cimiento había sido problematizado, se ha vuelto undamentalmente inestable por haberse dado cuenta del carcter lmitado, perspectivista e hipotético de ss intentos de entender Por tanto, en adelante hay ue partir del primado universal del malentendido. Esta implicación del entender es eectivamente universalizabe, porue
Heeneuik und Kik cmp M Frak, p 92; Heeneuik cmp H Kmmrl, pp 2930 227 éas H Plr, Shieers Shieers Phishie Phishie BrlNuva Yrk 988 pp 73-74; ambé M Ppa, «Hrmuk ud Dalkk b clrmacr», SirAri (985), p . 492. 228 éas rmd, Neue Neue Texgnd gnd ge ge p 582. 229 Aeeine Heeneuk on 1809-810, p 272
de excluir un resto de alntendido Por eso lo que iporta a Scleieracer es la universaliación de esta experiencia tan uana de que coo ya dice en 129- «el no enender nunca se puede disipar del odo». 20 Por eso dee encar la operación básica de la erenéuica o de la coprensión sólo aora aos térinos pueden llegar a ser plenaene idénticos coo la la de de una reconst reconstrucción. rucción. Para entender entender realen realenee un discurso es decir para evitar el constante peligro del alentendido deo ser capa de reconstruirlo desde su base y en odas sus partes coo si era su autor. En la coprensión no se traa del senido que yo pongo en una cosa sino del sentido que ay que reconstruir tal coo se uestra desde el puno de vista del autor Esa jsticia erenéutica ene al oje lleva a Scleieracer a denir la area en el sentido de «enender el discurso priero tal coo lo coprende su auor y luego incluso ejor que éste» Se trata de una rula priero usada por Kant que Scleieracer cia en odos ss exos sore erenéutica 2 El propósito de coprender ejor sólo se puede toar coo una exigencia óptia porque planteada de esta anera se trata de una «tarea innita» coo Scleieracer suraya a enudo unque el iperativo del co prender ejor suene algo exagerado de acuerdo con la universalidad poencial del alentendido pretende ser tan sólo una invitación a seguir in terpreando sin cesar. 22 Puesto que no podeos estar nunca del odo se guros de nuesra propia coprensión debeos tratar de penetrar una y otra ve en el asuno que nos ocupa. El principio de la ejor copren sión coo ea inalcanale del entender pone de aniesto que el enender siepre incopleto es un esíulo y que siepre erece la pena seguir prondiando en lo que se está interpretando. ora bien ay que preguntarse si la odaldad de una «docrina de are» que rata de inerpretar un exto por edio de una rigurosa re 23°
F clmac, «Üb d B d Hmuk», : Heneutik und itk cmp M Fak, p 328 23 1 Heeneuk und ik, cmp M Fak, p 94, 104: «b d B d Hmuk», bíd , p 3 2 5 ; A A gemeine gemeine Heeneu Heeneuik ik on on 1809-1801 p 1308 cca d la sa pva d sa mula véas O F Bllw, Was csll bss vs, als sc slb vsad a (1940 : O. F Bllw, Sdien zur Heeneuik FbuB B-Muc -Muc 1982, pp 4872 Heeneuik vl Fbu 232 éas W Hcs, «adpuka ud Gspcsmdll Das vss lmapblm d muscdalksc Wsssca Wsssca s s s clmac», : SchiecherArchiv (1985, p 529 1 13
construcción del sentido, puede estar a la altura del propósito que hemos descrito antes Sceiermacher mismo oeció algunos cánones y reglas para esta práctica, sobre todo con respecto a la parte gramatical de la hermenéutca, pero siempre era consciente de que para la aplicación de las reglas mismas de la hermenéutica no podía haber reglas 33 Aunque hr sugerencias de «métodos» generales de la interpretación, que mostraban esenciamente una renovación de las normas de la antigua tradción hermenéutca, como por ejemplo la exgencia de explicar ciertos pasajes desde su contexto, sin embargo, se abstuvo por principio de incar reglas para su apicación concreta o de considerarlas como algo decisio para la interpretación En la parte «técnicopsicológica», que se ocupa del discurso como manifestación de un individuo, Schleiermacher habla incluso de la necesidad de la «adivinación» en el proceso nterpretativo No se reere ni mucho menos a una inspiración dvina, sino sencilamente al recurso de diviare) ,34 es decir, cuando nos abandonan los medos princiadvinar (diviare paente comparatvos de la interpretación gramatical, cuando hay que encararse al esclarecimiento de una rma especial de expresión de un autor, a menudo no queda más remedio que el de adivinar lo que había querido decir Schleiermacher presupone siempre y con razón que detrás de cual quier palabra dicha o escrita está algo diferente, algo pensado, que cons ttuye el blanco verdadero de la interpretación Puesto que lo pensado sólo puede manifestarse en palabras, no se puede hacer otra cosa que adinarlo Como se puede observar que Schleiermacher da cada vez más importancia a la comprensión adinatoria para la hermenéutica, cabe decir que él mismo se «malentendió» en cierta medda cuando sometió su concepción hermenéutica al programa de una doctrina de arte ue tenía ue regirse por reglas. Como pos otros poseía una sensibilidad muy na por los ímites de la apcción de métodos y por la necesidad de una aiinación aiinación intuitiva en el campo de la interpretación ¿ Acaso e e por esta azón que renunciara a una eción de su hermenéutca en rma de una doctrina de arte?
33
éas Heuk und k p. 81; ambé M Frak, «Paa dr U vrsal dr Dva», Deu Deuee Veeljahreshe jahreshe r Lierasenscha Lierasenschaf f und Geeeschie 58 (198), p 29 y H Plgr, ci p 86 éas M M Frak, Frak, D indue/ indue/ Aemeine Aemeine Tekung kung und -inerea 34 éas ion nach Siecher FrakrM 1977, p 31 3 ss 1 14
. ¿ a res esccó ccó psc pscoú oúgca de heeé heeéu uc caa ?
Teniendo en cuenta las lagunas aún existentes en el conocimiento del legado de Schleiermacher, resulta arriesgado hacer especulaciones sobre la evolución de su hermenéutica. Sin embargo, desde el punto de vista te mático, las investigaciones en curso no están del todo desacertadas si creen encontrar en sus trabajos más tardíos una prioridad de la interpretaión psicológica, 235 que se maniesta, por ejemplo, en el hecho de que la interpretación técnica se redefne como psicolgica. En medida creiente Schleiermacher podría hab�rse dado cuenta de que el resultado de una interpretacin puramente gramatial tenía que ser bastante modesto Por que el objetivo último de este representante del romanticismo era adentrarse en el pensamiento interior que se halla detrás del discurso Mientras el estado puramente ngüístico o gramatical de un texto generalmente no suele plantear problemas, lo que no se entiende o se puede malentender es lo que quiere decir el autor. Por esta razón se quiere y se debe «interpre tar», es decir, hacer comprensible su discurso remontándose hasta la vo luntad de expresión que subyace en el texto El «Discurso» ante la Aca demia de 1829 expresa claramente que el lenguaje «exterior» debe hacerse comprensible buscando su relación con el pensamiento interior del au tor 236 En realidad, el propósito prioritario de toda la historia anterior de la hermenéutica era exactamente éste. Sin embargo, la hermenéuca más modea cricó l rmlaciones de Schleiermacher por considerar que equivalían a un abandono del sendo y de los objevos de la hermenéuca más angua. En lugar de averigar un sen do o na verdad, Schleiermacher sólo se habría interesado por comprender a un autor o n acto creavo. Segn la conida objeción de Gadamer, el intérprete tenía que considerar «los textos con independencia de su pretensión de verdad como puro enómeno erivo» 237 Muchos espeiaiss en Sheiermacher, sobre to M. F, han cricado ta tendenia, per de 2 35
sa s la ss prcpa d H Kmmrl Die Heeneutik Schieaers im Zusammenhan Zu sammenhang g snes snes spek speku u Denke Denke Tss dora, Hdr 1957. Hasa dod pmos vr, o s a co ojcos couds cora s squ ma d voucó, u coroborado los úmos años por M Popa (op c p494) y H Brus (po. c). Lo qu cabra dscur odo caso s qué ay qu dr au por «pscolóco» «pscolóco» 2 36 M. Popa ( op c c )) v acadam s objvo la movacó d la r méuca posror posror d clrmacr 237 M p 84 ( = GW, p 00)
tal manera que de hecho cargaron en la cuenta de Dilthey la mal considerada «psicologición» de la hermenéuca Sólo él habría deendido la idencación empáca del intérpte con el alma del autor L cierto es que Dilthey una lc eemente psicologinte de Schleiermacher y consideraba que su «id conducto» era que la interpreción debía ser una reconsuccón de la obra en nto acto vivo del autor, de lo que segiría que l� rea de la teoría hemenéuca era «ndamenr ciencamente esta reconstrucción a parr de la naturale del acto pructor» 238 Pero no habría que presentar las cosas como si Schleiermacher mismo no hubiese escrito personalmente que «la tar de la hermenéuca consiste en reconfgrar de la manera más completa todo el pro interior del acto de composición del autor autor» »39 39 L nico que quea por discur es si es objevamente adecuado percibir el lenguaje exterior como manción de un pensamiento ínmo En cualquier caso sería del todo desacerdo pretender reconsir únicamente el preso nconsciente de la composición en la producción de pensamientos Este nivel del alma no interesa a nadie. Pero ¿puede evar realmente por un camino erróneo el anáisis de ennciados del lenaje pa entender el contenido que subyace en el ppio asndo de lo que expresan? Has donde podemos constarlo, es únicamente la reconstrucción de te nteror lo que Schleiermacher ene en mente
Sólo se puede culpar a Schleiermacher de una psicologización no pertinente cuando se omite el horizonte dialéctico o, más precisamente, dialógico de su hermenéutica Por dialéctica situa situada da como la ciencia c iencia flo sófca más alta a la que la la hermenéutica hermenéutica está subo subordin rdinada ada entiende entiende 38
W Dy, G, , p. 689 39 «Üb d B d Hmuk», : Heeneuk und k comp. M. k p 321 1 16
Shleiermaher el arte del haerse entender mutuamente Su neesidad re sulta de la imosibilidad de los seres humanos de asimilar un «saber ompleto» o de situarse en un unto de ereto equilibrio A a ista de nuestra fnitud en oinión de Shleiermaher más bien debemos artir del suuesto de que en todo el amo del ensamiento existe un materia inaotable ara la disordia omo también lo muestra laramente la hisoria de las ienias 240 Así seuimos estando obliados a dialoar on los oros y on nosotros nosotros mismos omo subraya subraya Shleiermaher ara llear a erdades omunes exentas de disuta Este riniio dialétio que resula del aaso de los intentos de ndamentaiones metasias últimas a a la ar on la uniersaliaión del malentendido que onstituye la no edad eseífa de su hermenéutia: el indiiduo que se enuentra or priniio en el error sólo uede obtener su saber or la ía de diáoo o del interambio de ideas. La hermenéutia en anto «arte de omprender orretamene el disurso del otro sobre todo el esrito» 241 artiia de esta búsqueda dialó ia del saber. Para entender un texto hay que entrar en un diáloo on él y atar así el ndo de lo que las alabras dien inmediatamente «¿Quién odría tratarse on ersonas de una intelienia exelente sin esrarse en esuhar entre las alabras del mismo modo en que leemos enre líneas en textos insirados y densos? ¿Quién no onsideraría iual mene dino de un examen reiso un diáloo imortante que en muhos aspetos puede onertirse también en un ao sinifatio resaltando los untos más iorosos atando su onexión interna y onti nuando la exloraión de todas ss sutiles insinuaiones?»242 La herme néuia se aoya en una base dialétia interretar un texto sinifa en trar en un diáloo on él lantearle reuntas y_dejar que él también nos lantee reuntas 243 Para no olerse redundante la interretaión debe sobreasar una y otra e lo uramente esrito y «leer entre líneas» omo Sheiermaher die aeradamene Ese arte se aree muho a diáoo. Cada palabra esrita es en sí misma una oera de diáloo que un espíriu 24°
F Shlimah, ktik, mp R Odbh, Lipzi 1942, § 15 (véas l xa Heeneuk und itik mp M Fak, p 419) 24 1 Heneneutik und k, mp mp M Fa Fak, k, p 7 1 242 « b d Bi d Huik, Heeneutik und itik mp M Fak, pp. 315-316 243 Véas H W Pl, t a a d la laió laió dialéia dialéia y h t p 1 0 méuia véas ambié las ibuis ya miads d Ppa y Hiihs, así l aíul «Huk d C v Bma, . ct, p .
qui llva con oto Así, Schlimach cominda al intépt muy ncacidamnt «ntnas n la intptación d diálogos impotan ts» 2 Fancamnt no s ntind qué tin n común st at dl diá logo con una banal psicologización En st maco dialógico, Schlimach toma la custión dl cí culo hmnéutico Vimos n l anásis d Fidich Ast qu cualqui xpsión d un spíitu db ntnds dsd su contxto, dsd la tota lidad d discuso Paa Ast, sta totalidad llgó a s fnamnt a unidad omniabacadoa dl spíitu, tal como s xpand n las épocas undamntals d la humanidad Schimach ncunta sta totaidad ida ista algo sospchosa En su opinión, s pud dfni sta totaidad más modstamnt, sgún sus dos vtints, qu cospondn a la ipati ción d su concpción concpci ón hmnéutica Una vtint s la gamatical, aquí amada objtiva, dsd la cual l todo s l géno litaio dsd l cua s pud iumina l txto singua qu sug d aqul Sgún a vtint psicoógica o subjtiva, n cambio, hay qu consida lo singula ( pa saj, a oba) como «acto d su auto» y xplicalo dsd a «totalidad d su vida»5 D sta mana, Schlimach compnd al individuo co mo l útimo fn al qu l intépt db accas, lo qu musta qu s distancia mucho dl popósito d su masto Ast, d «potncia ota vz más»6 la ciculaidad, dfnindo l szo individual como pat d un todo idal o históico aún más lvado La imitación dl cícuo a a tota idad d una vida individual s caactística paa a tndncia d Schlimach d ntnd l lnguaj como manación d un pnsa intio, s dci, como intnto d comunicación d un ama Ast, n cambio, al potncia la cicuaidad históicamnt, anticipó conta su vount vountad ad idalista idalista y su nqu históico univ univsa sa l lativi lativismo smo d a época dl histoismo, paa qu todo sá intpta como xpsión dl momnto históico cospondint A continuación nos ocupamos d a ptnsión d univsaidad qu caactiza sta nuva pspctiva hmnéuca
«Üb d B d Hmuk», Hnnuik un k, cmp M Fak, p . 316 245 bd, p 335 2 bd 24
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IV. ENTRNDO EN LOS PROBLEMS DEL HISTORISMO La histria es e wb crw de la humanidad
1 Boekh y aurora de conciencia históca
Scheiermcher hbí opdo por resringir concepción de circu ridd hermenuic odo de un gnero ierrio y de individuidd de u uor pr prevenir poencición de circuridd como hbí sugerido s porque resub rbirri e inconrobe unque concepción de circuridd evoc ide de un ci que hbrí que evir en redd se sosiene en un bse ógic Es un precep de principio de coherenci enender s coss singures en conexión con e d en e que esán inegrds. Según s concepciones predominnes de sigo X ese odo coherene se concreib en e conexo hsórico de cd poc L corriene que desde enonces se m hisorismo o veces reivismo iene como docrin básic que odo enómeno singur debe comprenderse prir de conexo de su poc Por o no no serí sosenibe picr os crieris de nuesro iempo ors eddes sino que hy que inerprer os hechos hisóricos de mner innene coo exponenes de su iempo Ese hisorismo prcicdo desde enonces por cuquier cienfco obedece desde uego un esero eemen de usici ene os enóenos hisóricos. No obsne pne cuesones episeoógics cndenes: Si hy que expicr cd poc desde e mism ese principio mbin debe picrse nuesr Nuesr visión de os iempos prerios endrá que expicrse y mbin reivirse igumene desde e conexo de nuesr presene porque no represen ás que un enre ors. hor bien có es posibe un ienci edinene riguros de hisórico? Y rmudo en senido ás po bo os uspicios de un hisoriso genermene cepdo ¿cómo se puede deender ide de un verdd vincune que no se mismo iempo reivibe? ¿Hbrí que dmiir que odo qued bsorbido por ine J G Drysen, H rlesunen rlesunen über nzyklpdie und Methdlie Methdlie der Geshihte, mp. R. Hübener, Munih 937 (reimpresión: Darmstadt 977), p 267.
dad de as condcones tempoaes espectvas? ¿ómo se puede sa de a ccuadad hemenéutca de nuesta hstocdad, s es que eamente es posbe? Estas son as peocupacones báscas de hstosmo En pncpo se puede compende ácente po qué pecsaent a eenéutca, e ate de compende, entó en contacto con estas pocupacones E punto de aanque se encontaá posbemente en a concepcón omántca de a nelmnabe nseudad de a ndvdudad que había levado a Schleemache a a unvesazacón de maentend do Ahoa ben, hasta donde podemos ve, é no panteaba todavía que esta nseudad podía esulta en pme ua de condconamento a que a compensón está sometda seún a especfcdad de a época Los pobemas de hstosmo ta como os conocemos, no e ocupaon ape nas E hecho de que a subjetvdad paecía epuesta a constante peo de maentenddo más ben se debía a su asamento cas metasco o monádco y no ea consecuenca de a opnón pecsaente ecazada po Scheemache de que cada cada enómeno enómeno snua tenía tenía que econstuse desde e contexto de su época E sumento de hstosmo pesupone seuamente oto tpo de expeenca E so XIX no sóo e a ea de omantcsmo, tambén vo e tun de a cenca y de a metodooía (a as que entendemos aquí como a eexón osófca sobe os ndamentos de a cenca o a educcón de a flosoía a estos undamentos) La macha vctoosa de as cencas modenas matemátcoscas, que se estaban emancpando pecsamente duante e so XX de a tutea fosófca, paecía voece sn duda a suposcón de que tanto una cenca como una vedad vncuantes ean posbes A menos se mpso con éto en as cencas de a natuaeza, cuyas bases había desentañado Kant en su ítca de a azón pua. Paa a eeón metodoóca de so XX, nstada po os nuevos obemas de hstosmo, sóo quedó a taea de cea como po ate de maa una «ítca de a azón hstóca» paa e mundo hstóco Bajo este dsaz metodoóco, esta peunta po as condcones de objetvdad de conocmento hstóco, se abía a pespectva de una sada de cícuo hemenéutco de nuesta hstocdad. Estas cuestones aún aectaban muy poco a Schleemache Sus enques hemenéutcos sóo comenzaon a enta en jueo po medo de a Enzyklopde und Methodenehe de phooschen Wssenschaten» (Enccopeda y doctna de método de as cencas foócas) de Auust Boek Se tata de eccones que e fóoo cásco Boeckh (17851867 había mpartdo ente 1809 y 1865 en e cuso de 26 semestes en Beín 1 20
que se basaba e u cuaero macrito, reactao e 809 Se ue e escartar casi el too que estuviera iueciaas e maor grao or la hermeutica e Schleiermacher, que e eitaa or ücke Boeckh mismo cofesa: «E mi exosició, las ieas tomaas e Schleiermacher o rocee e este escrito, sio e comucacioes ate riores, ero e tal maera que o me resulta osible istiguir lo roio e lo ajeo»4 Como es sabio, Boeckh roiza la ituició básica e Schleiermacher al cocebir la tarea esecífca e la flología como «el co ocer lo roucio por el esíritu humao, es ecir, lo coocio»4 A ierecia e la losoía, la flología o es rouctiva, sio rerouctiva recostructora El coocer lo coocio es lo que Boeckh rmula co el trmio «eteer» o que se etiee siemre es algo a coocio o, más recisamete: la exresió e u coocimieto e ua éµ1veía etermiaa, or meio e la cual «los esamietos e las ersoas lle ga a cofgrarse» cofgrarse» De lo que se traa or o r tato e la hermeutica es e eteer, es ecir, recostrui esta éµ1veía como coesació e u coocimieto o hermeuticamete iteigete e Boeckh e su órmula el reco ocimieto e lo a coocio es la ivitació a seuir ivestigao, a la eetració roa e la palabra, que es el alma e toa hermeutica «Ivestigar la alabra hablaa o escrita es el imulso más geuiamete hermeutico» Esto isiúa que la comuicació realizaa e sigos símbolos sólo es ua arte o sólo rereseta el secto fal el cooci mieto el autor Éste prouce geeralmete e maera icosciete, mietras que el itrret itrretee o uee ej ej ar e reexioar sobre lo coocio que se halla e a exresió ara sacar a la luz el ía su coteio o ex resao E geeral, Boeckh extrae mucho e la coceció e Schleiermacher, Schleiermacher, que coocía coocía sobre too too oralmete oralmete E comaració co Schleiermacher, su «Teoría e la hermeutica» resulta oco oigial Si embargo, tiee ua imlicació que remite al etoro el hstorimo, a saber, la circustacia e que, al lao e la iterpretació gramatical, i iviual gerica, icluera ua iterretació históca que amlía el A Bckh, Enzykpie Enzykpie u Methodenlehre de d er ph phi i gischen Wssenscha senschafen fen cm d Btuschck 8 Lz 886 (msó msd 9 Ibd Ibd 0 Ibd, 80. bd, . Véas Véas sb sb la t tt tc có ó d s ó ómul l l std std d u cs c mabl dl t F Rd, Erkens ds Erkannten, Fakut/M 990 0 ss 121
sendo a comprender por su «relacón con las condcons rals» d p hsórco Aunque Boeckh preenda ecer un «desarrollo cnco de las les de la comprensón»252 su hermenutca sgue sndo ms dscrpva prescrpva Lo que apora e , de hecho menos una medloga q un «encclopea» que ólo quere dlucdar la «conexón nerna de la cnca» 253 Boeckh se propone conrarresar la magen rapsódca d su dscplna laborando su cohesón orgnca La necesdad esrcamene meodológca aún no era an candene a prncpos del sglo XIX, los esbozos de Boeckh se remonan a 1809 Sn embargo a esa suacón se haba llegado cuando su dscípulo Bratuscheck edó sus leccons en 1877. 2 L a «hstó «hstóc ca»5 a»5 unversa unversall de d e Dr Drsen: sen: La cmprensón cm nvestacn del mun mral
El problema meodológco del hsorsmo sólo se pude capar d recamene n Johann Guav Drosen (1808-1886), quen haba esudado con Boeckh n Bern No cabe duda d que sguó su ejemplo cuando pso sus propas leccones modológcas bajo el ulo «Encclopeda meodologa de la hsora» Él ampoco hzo mprmr sus lccnes que sólo eron publcados en 1936 pr R Hübner mod d copendo No obsane en 1868 haba aparecdo un mporane «Grundrss der Hsork» (Proyeco del undameno d la hsórca en esad de sbozo al que se debe la ampla nuenca de Drosen Hay que señalar de odos modos que Drosen no habla prccmene nunca de hermenuca Con excepcón del hap lmenn del adjevo grego µVU'X255 la palabra «hermenuca» no aparece una sola vez en oda la «Hsórca» Drosen aende el de la «nrpreacón» pero sólo en un esado relavamene ardo d su «Hsórca» concreamene n un subaparado de la meódca cyo objeo es l nerpreacón de las enes que sgue a su crca ( ! ) La cnexón cn l 252
bd, p 7 25 3 bd, p 4 4 254 Mams la palaba «hisóica», auqu cmillas, cm quivalcia d Cm s vá l l x, s aa aa d la l a mdla d la hisi hi sia a a cca d la hsa, qu haba qu llama «hisila» dT] 255 G. Dys, , cmp d R. Hüb, Muich 1937 impsión amstadt 977), p. 324
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herenéutc roántc y oech entrs que de Schleercher se hbl uy poco se estblece por edo del concepto de l coprensón que dqurrá un portnc etodológc centrl Avnzrá l dgn dd del procedento específco del conocento de ls cencs hstór cs pr ls que l «stórc» proete proporconr el étodo ues e constt Doysen correctente es l de l cenc sendo ls cencs nturles de sgno teátco su prdg Pero ¿cóo se ex plc su éxto nduble? Según Droysen se bs en el hecho de que «tenen uy clrente defndos s tres su edos y ss étodos y que con tepln los obetos que soeten l ábto de ss nvestgcones sólo des de los puntos de vst en los que se bs su étodo» 25 El éxto de ls cen cs nrles resde por tnto en l clrdd de su concenc etodológc S se quere elevr el conento hstórco l nvel centífco concluye Droysen peo ressendo l penetrcón de los étodos teátco fsclss en el ábto de l stor entonces ls cencs hstórcs están oblgds desolr su propos étodos El dle de l legtcón etodológc de l cenc hstórc pece por tnto coo consecuenc drec de l rch trunl de ls cencs excts «Sólo desde que ls cencs nrles unron su étodo seguros y conscentes de su cno obtenendo sí n nuevo comenzo surgó l de de encontrr tbén áµé�ooc ül1 de l stor un ldo etódco» 25 7 P poy l utocoprensón etodológc de l hstor Droysen rechz dos posbles slds por un ldo l postvst que pretende so ete l stor los étodos teátcos de ls cencs nrles re coendándole po ejeplo encontrr recursos seejntes coo serín leyes estístcs de l stor; por otro ldo l concepcón de l hstor coo un te puente nrrtvo y de entretenento es decr dle tnte Algo sí no podí dsutr del derecho de exstenc coo cenc Sn ebrgo l hstor es de otr índole que l cenc ntul Por lo tnto l fnldd de l hstor será ustfcr su propo sentdo y el éto 256
Droysen «Erebung der escice zum Rang einer Wissensca» en Hisk p 38 257 Droysen «Kuns und Meode» en Histk p 4 7 Véase ambién ambién Droyese Texe zur Geschiee, comp de Birsc y Rüsen ingen 972, p 5 «Sería ridículo no alegrarse de los espléndidos progresos de las disci plinas maemáicosicas; el eco de que sus presupuesos su méodo y sus re sulados ya se consieran como los únicos cienífcos válidos y fables no es un re proce para ellas sino como muco una críica a aquellos campos de a vida cien ífca que no saben deenderse de elas» 2
prpi a l etui htóri. En el ena Kunt un Methe» rte ét) e 1867, e ie e anera eiia ue la tarea e la ienia hitória nite en reuir t l ét que e eplean en el ábito e lo etui hitóri .) .) en u iea ún en earrllar u itea u tera e etableer a n la lee e la tria per í la lee e la invetigaión e l niiento htóri». unque la rula e una rítia e la raón hitória e ebe a Dilthe ee el punt e vita e u nteni a la antiipó Dren uien apa u prgraa en Kant hara lta un Kant quien revió n la ateria e la tria per la atitu teória prátia ante la hitria entr e ella». 59 Dren igue el ejepl e Kant uan iena u Hitrik» n una jutfaión antrplógia gnelógia Según éta ha anera naentale e nebir el epíritu egún la naturalea la htria en el enti kantiano egún epai tiep) uetr áni n e onra n repilar heh epíri in que l hae etien l regi baj nept ategra. L á eleentale n el epai el tiep En el epai la naturalea prevalee el eta e uietu l iepre iént enibleente pereptible; en la htria en el tiep l abiante Eta o ienine el anteer el un etán en relaión n la ienine el er huan que e epiri tual enitiv al i tiepo. eta ble niión ai aa a pr perite o anera e onierar l ente por tanto tip e e píria que enuentran u expreión en la ienia e la naturalea la el epritu Mientra que el ét e la ienia natural nite en la búquea e lee norativa para lo enóen berva 60 la eenia e la ienia htória nite en prener pr e e la invetigaión».61 Pr nuev que puea pareer el hrinte etlógi el nept e la prenión ue e apla aqu n e eva el e la hernéutia anterir Cprener ignifa ahra o ante renuir la expreine a l que e qui exprear n ella». 6 La prenión htória ubraa Dren en el n e l i ue prener a alguien que habla n ntr. En ete pre iepre ta la 25 8 k p 424 2 9 Ibíd, p. 378
260 Véase Texe zur Gesich'eoe, p. 26 1 Hisk, p 22, 328. 262
5.
bíd. p. 22 1 24
paabra snguar como expresón de ago nteror La cenca hstórca se construye a partr de a deduccón de a era, de poder y de a vda nteror, que encontró su expresón en os testmonos hstórcos Lo que tratamos de comprender no es e pasado msmo, puesto que ya no está presente, sno o que aún se conserva de en os materaes y as entes exstentes 23 La comprensón de o hstórco se drge a os restos de pasado que se han conservado hasta e presente Tambn para roysen vae a afrmacón de Boech de que a comprensón es e reco nocer de ago conocdo, es decr e penetrar en o conservado por a tradcón que todavía podemos acanar para reconstrur a partr de eo e espírtu de pasado roysen denunca como usora a opnón de que e hstorador se ocupe de hechos objetvos de pasado: «Se desconoce a naturaea de as cosas a as que se dedca nuestra cenca cuando se cree que se trata de hechos objetvos Los hechos objetvos en su realdad no están en absouto a alcance de nuestra nvestgacón»24 E hstorador dspone de testmonos conservados, es decr, de concepcones de pasado que ya mpcan una comprensón y a os que hay que reanmar de nuevo para reconstrur o pasado, que en sí msmo no está dado En a medda en que nterroga e nvestga crítcamente sus entes, a cenca hstórca «no sóo ha de repetr a hstora ta como se ha transmtdo, sno que de be penetrar más a ndo en a medda de o posbe quere resuctar en e espírtu todo o que puede encontrar aún de pasado, o sea que quere aportar nuevas entes orgnaras» 2 La reactvacón de o acontecdo por medo de esero de comprensón basado en a crítca de as entes persgue en certo modo a ntencón de entender a hstora mejor de có mo a transmtó a tradcón Lo que ganamos con eo, sn duda, «no es una magen de o acontecdo en sí msmo, sno nuestra concepcón y eaboracón esprtua de eo»2 La nterrogacón de as oncepcones trad conaes nos permte obtener en o posbe vsones mejores, pero nada ás que esto e modo que se trata de eprender una y otra ve e es ero de reconocer ago comprenddo Cuando e hstorador se stúa e nvestga detrás y en e nteror de as anestacones hstórcas, pretende reconstrur o snguar a partr de todo de que eana y, a a nversa, e todo a partr de o snguar en e que 263
bíd . 20. Ibíd. . 33 265 bíd . 23 2 Ibíd p 6
se expesa 267 Si bien la histoia es una ciencia empíica basada en testi monos, sólo puede habe ciencia donde lo singla, dado po la empíica se junta con algo geneal, que llega a econoce nuesto pensamiento in vestigado268 Ahoa bien, cómo se puede detemina esta vetiente gene al o inteio «inteio que el histoiado tata de econsti? O plan teando la egua o las alabas de Doysen «Cmo los quehacees se convieten en histoia?269 Lo geneal y necesaio que se supone que da cohesión a los hechos aislados, se halla sen el citeio de Doysen en la «continuidad del tabajo y ceación pogesiva de la hstoia,270 en la É1ÍÚoc de aúó, el despeta del mundo históico paa toma conciencia de sí mismo. La continuidad pogesiva de la histoia sólo puede se de tipo ideal o ético y la macha de la histia tal como nuesta compensión tata de investigala, se caacteiza po la (postulada) continua pogesión del mndo ético. Aunque el acontece a veces pueda mosta etocesos, «sólo etocede paa volve a avanza luego con doble eza tensoa 27 Así, se puede pefla el objeto de la investigación históica de estamanea En esencia, la histoia es la compensión de los podees éti cos en desaollo pogesivo En los podees éticos (de la milia, la lengua, la eligión, el deecho, la ciencia etc), el stoiado tiene ante sí en divesas vesiones la see de prunt con las que se aceca a su mateial históico paa intepeta su contenido ético. De esta manea, el blanco de la investigación históica se vuelve más peciso La compensión de lo singula se esuelve en tanto queda eeido al todo del desaollo hstói coético, que constituye su inteio, su ley o sentido Poque «la humanidad sólo es la suma y el esumen de todos estos podees y confguaciones éticos y cada uno sólo existe en la continuidad y comunidad de estos podees éticos 272 Doysen habla aquí muy pudentemente de una compensión e rara paa autentifca el «método de los estudos hstóicos A conta io de lo que podía sugei el maco positvista de este siglo, exploa o investiga no signifca una actividad de abeja a modo de la ecopilación anosa y diligente de datos Gadame sospecha que en la «compensión 267 268
Ibíd, p. 25, 329 Ibíd. p 27. 269 Ibíd, p 28, 3 22 22,, 394, 394, 422 as í como Texte zur Geschichtheoe, p . 6 1 . 270 Hisk, p 28 ss. 2 1 Ibíd 4 22 Ibíd, p 203 1 26
exploradora» subyace un tono de ndo religioso, como por ejemplo en la expresión «examen de conciencia»73 Esto es cierto en la medida en que Droysen sólo haba de investigar porque la totaldad de la hstoria al que pretende acercarse a comprensión, nunca está dado como tal, y comprender signifca investigar a partir de hechos o signos exstentes lo que no está dado inmediatamente. Esta connotación del investigar se ve con especial claridad donde Droysen toca el tema del fn de la historia El historiador que pretende comprender, supone que la historia muestra un progreso según fnes éticos El «fn de os fnes» o la meta de la historia evidentemente no se puede retrazar empíricamente y lo único que se puede decir es que nuestra comprensión y expresión de este fn de los fnes aumenta y se prondiza con cada etapa E inco hay que decir que precisamente el hecho de que nuestra comprensión de fn de los fnes se amplíe y refne es lo que propiamente hay que entender como el progreso de la humanidad. Entendid así, la historia no es otra cosa que el constantemente creciente volverse consciente y la conciencia de sí misma de la humanidad «En la medida en que se atraviesan estos estadios se ampla la expresión humana para el fn de los fnes, para su añoranza, para e camino hacia él Que con cada estadio se ampí, umenta y proundiza la expresión, esto y só esto puede marse como el prorsar de la humanidad». humanidad». 74 Droysen añade que las épocas hstórics se convierten así en estadios del conocimiento de sí msmo ms mo de humnidd, humnidd, e incuso del conocimiento de Dios Di os 75 Puesto que la hstoria aún no está terminada, la comprensión histórica sigue siendo incompeta, es decir, sólo «exploradora» La comprensión exploradora muestra en este punto su especia cadencia Se «explora» sólo alí donde un conocimiento defnitivo nos es negado, donde sólo podemos adivinar el sentido detrás de a maniestación histórica: « ojo fnito está oculto el principio y e fn. Pero exrando puede reconocer la dirección del movimiento de a corriente»7 corriente»7 2 73
Véase VM p 204 (= W, p 220) La expresión equivalene a examen de conciencia en alemán es , donde la palabra (invesiga ción exploración) es la misma que emplea Droysen para defnir la comprensión xploradora xploradora o invesigadora N dT dT 74 , p 357 2 75 Ibíd éase acerca de la idea de la invesigación isórica como conocimieno de Dios , p 7 20 s, 38. Hik, p 1 27
En el ndo, para un ser fnito cualquier comprender es un expora palpando. Siempre tratará de encontrar detrás de lo inmediatamente dado un sentido que añade con su interpretación, pero que no se puede constatar por sí mismo. Sólo explorando, es decir conjeturando y suponiendo conocemos nuestro mundo histórico. El comprender explorando tiene una resonancia en la bea idea de Boeckh del conocer lo conocido Nues tra comprensión aspira incesantemente a ir más allá de lo ya conocido pa r extraer su sentido que sobrepasa la mera etra. Con este procedimiento de la comprensón exploradora del mundo ético según el programa de Droysen de la áµ�ooc ÜAT de la historia se impone a ésta una cierta dirección y se da una dimensión al marco de la ciencia hstórica cuya justifcación pretendía aportar la disciplina histórica Es muy cuestionable y a fn de cuentas sin relevancia si la comprensión exploradora oece algo así como un «método» seguro que se podría compara con los de las ciencias naturales. Lo que de hecho ndamentó Droysen es mucho menos la metogía que el derecho hermenéutico propio de las ciencias comprensivas ente a los intentos cientifcistas de apoyar sus procedimientos en los de las ciencias exactas del mundo matemático Se explora, investiga y comprende allí donde no impera un orden matemático predecible Como no disponemos aquí del medio científco del experimento scribe Droysen al fnal de su lección,27 sólo podemos investigar y nada más que investigar El comprender se construye sobre lo ya comprenddo que, a su vez, se aimenta de concepciones más prondamente arraigadas El hecho de que Droysen creía tener que prometer algo ampulosamente una doctrina metodológica rigurosamente científca de la historia, era en útima instancia una concesión al espíritu positivista de la época o, si se quiere un malentendido metodológico de la propia tarea del historismo en lucha consigo mismo. 3 El cami camino no de Dilt Dilthe hey y a hee heené néut utic icaa
También Wilhem Dilthey ( 1 8 3 3 - 1 9 1 1 ) partirá del desao metodoógico del hstorismo. Desde el primer momento de sus eserzos teóricos alrededor de 1860 hasta sus últimos escritos, puso todo e trabajo de su
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bíd,
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de una cítica cític a ddee llaa azón históica, histó ica, 278 cuya vida ba e tiv cnduct de taea tenía que se a eación desde el punt de vista de la teía del cnci cncient ent c c ceníca las cencs del spíitu Sin eba, sus apasinadas investiacnes en esta dección n llean a un na satscti paa l P es se neó a da e títul sstancis de · una cítica cítica a la azón azón hstóica hstóica a alún escit suy y enunció a la ipesión del seund vluen de caácte sisteátic de su «Intducción a las ciencias el espíitu», aunque ya dispnía de ateiales y tabas pe vis iptantes, c se despende de su legad que entetant se ha hech accesible Dhey se entendía c el etdó de la escuela históica. Paa cpende las ciencias del espíitu en su deech científc ppi de anea paecida a Dysen, al que Dilthey cuisaente n se efee apenas paa pteelas así de la penetación el el td de las ciencias natuales, tataba de ndaenta lsófcaente ss bases gnselógicas de validez enea Así, en el Pólg a la Introduccn su ba pincipal incnclsa, se eguntó p el «punt de apy paa un cpe de pincps que d cneón y ceteza»279 a las ciencas del espíiu Aunque el ppóst de Dihey es al paece ecupea la aunía de as ciencias de espíitu beánas de la tutía centífcnatua de psitvs de Mi y uce, hbla de la búsqueda de un apy e a tes tin cncón que eecó e e censa se su ee ión. Pque paa paece cla que las ciencias huanas, ya que tatan de ls asunts sublunaes, tabin necesitan alg así c un punt de estabilidad paa pde segui eistiend c ciencias espetables. Dlthy ttaá de encnta este ancae fe de la invesacón paa las ciencias de espíiu en pie luga en la epeienca inte en ls «hechs de cncencia» Aunque tdas las ciencias sn ciencias epíicas, agenta Dilthey, la epeencia encuenta su cheencia y su vaidez en el ap esucuante de nuesta cncencia2 cncencia280 P es paece pasible bsca las cndcin bevas de vaiez de las ciencias del espíitu en la epe iencia ntei, de s d c que Kant dedu las bases de las jngee Dilthey Ein Ein El giro ya aparc n una noa d diario d 1860 (Véas Der jng Lebenbi in Befen nd Tagebüch 1852-1870, zusammn mi Misch gb Dilhy Lipzig 1933 1960 279 W Dilhy Di lhy S, p p ; rad casllana d Julián Marías Inodcción a ciencias del d el espí, , ( 1 ª d Risa d Occidn Madrid 1 9 5 6 , lianza, Madrid 1980 p 30 S, , p 278
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cecas auraes e ls prcps e la raó pura csecueca, alreer e 1880, a vesgacó metlógca ebe retar su actva pr e « ala», se e cu la ( sea s ls cs es, a bets cm pesas) esá ba las cces e a cceca 8 1 Dtey llega a la cclusó e que só ua reeó sbre las bases pscógcas prá unametar la betva e cmet e las cecas el espírtu Dese 185, e el trata «Über das Stuum er escchte er Wsseschate vm Mesche, er Gesellscha u em Staa> Acerca el estu e la hstra e las cecas el hmbre, e la scea y el sta) hasta las «Iee über beschrebee u ergeee Psyclge» (Ieas sbre la psclgía escrptva y aalíca) (1895) pasa pr el prmer vume prgramá prgramáchstórc chstórc e la Inducc Dtey se ppus e tets sempre uevs cuparse e la tarea e establecer las bases psclógcas e las cecas e espírtu L que tea e mete era ua pscgía e tp uev, ue sea «epcatva», s «cresva» sa scó ee e preer eplcatv y el cmpresv recuera a e Dryse, al que se meca, y Dlthey la cmea e e mprtate estu e 1895, que tee ua sgcacó es peca prque e l ublca pr prmera y cas pr útma ve maerales el segu vlume e su Inducc es ecr e su crítca escrta e la raó stórca 8 Despus e la arquelgía hsórca e las cecas el espírtu, eca e el prmer vlume el segu teía ue brar ua uametacó eóccgsctva, ógca y melógca e estas cecas, cm se ecía ua y tra ve83 las «Iee» e 1895, Dlthey presetó ua pubcacó preva e su pryec c graes esperaas y pre teses Las crítcas evastaras c las que er recbas, especal S X p. 60 Véase ambién S V p 148: Sin la relación con la coerencia psíquica en la que se ndan sus circunsancias las ciencias del espíriu no consi uyen un sisema sise ma sino s ino un mero agreg agregado ado o acumulación de cosas». Véase la cara de Diley a P. Naor del 931895 en «Briee an Diley an ic der Verenlicung seiner Ideen über die bescreibende und zerglie dernde Psycologie en lth lth-] ]ah ahbu buch ch 3 ( 1 9 8 5 ) p 200. La elaboración y los esbozos para ese segundo volumen se recogieron en e vol X de S pubicado en 1982. pesar d la imporane ganancia en maeria les que signifca ese volumen no se puede decir que permia el pleno esclareci mieno que se desearía sobre e senido preciso de de la eoría eoría cogn cognosciiva osciiva la lógica y la meodoogía meodoogía y la disinción enre enre ellas. el las. Una reconsrucción reconsrucción de de buen crierio izo Idee ein eine e Ktik de hchen Vun Vun H-U Lessing en su esis docora Die Idee Friburgo/BMunic 1984 pp 45-87. 81
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mente la de H. Ebbighaus,24 Ebbighaus,24 paece aectaon a Dilthey tan pon dment ue pobablemnte desistió d la exposición pública d su po gama. Sin mbago, a lado de 'su numeosos estudios históicos (nte (nt e otos sobe Schleieache), siguió tabaando en ela hasta su muete. Po psicooga xpicaia entenda una explicación puamente causal de os nónos psuicos, ue petenda educi la ida anímica a un númeo lmitado d mentos claamente defnidos De manea paecida a cómo poced l umico, el psicólogo explicatio tata de compende las ncions anmicas po medio de la hipótesis de una coopeación de componentes simples. En opinión de Dilthey, tales hipótesis constucti as, popias a as ciencias de la natualea, nunca se pueden eifca de una mana sgua n l ámbito de la psicologa. En conta de este «constuciso d la psicologa explcatia, intoduce la idea d una psicologa más bin mprensiva u pat d dl todo d contexto ital, tal como s da en a incia. En luga de explica los enómenos aními cos, es deci, d educilos a elementos pimaios psuicos o incluso f siológicos, sncilamnte petnde descibi la ida anmica en su cohen cia estucua oiginaia o pusto ue au s db cond lo singua a a a aa a n n opndla La idea conduc conduc toa de Dilhy s u «xplcamos la natualea, y u compndmos a ida aca. Ahoa bin, <s posibl una psicologa puamente descipta? Dil they consida u s, poue los enómenos anmicos tinn la entaa especto a las xtios de ue pueden se captadas inmediatamnte tal como son po do d la incia inteio, es deci, sin la mediación de los sentidos xtnos, ue son impescindibles paa capta el mundo xtio. En la ahnsión dcta de incias inioes «in dada una stuctua d a indiata y obtia,26 declaa Dilhy, y con a a dcición sicoóica obin a bas incutionabe y de ali d gnal Una psicologa ue descansa sobe un ndamento tan seuo pude xigi un ua etodológicamente impotante, de modo u se coni n undato d as cincias del espitu, ue tiene el mismo ango u la matemática paa las ciencias de la natuala27 natuala27 H Ebbinghaus «Übr rklrnd und bschribnd Psychologi» (1896) ielm Diltheys Diltheys comp d F Rodi y H rimprso n Ma zur Phishie Wielm 284
Lssing Lssing Frank Frankur ur 1984 19 84,, pp pp 45-87 45- 87 285 GS, V p 144 286 Ibíd p 173 287 Ibíd p 193
A s cetánes cetánes y prnt ta vez a Dthey msm n es escapó a nsucenca de esta pscgía de a vvenca encada metdógcant Ds de s deects resatan nmetamt n prmer ugar s s a pscga purament descrptv que antcpa crt rasg a ea de Husser de una enmega s vvcas trre dpne de hech de un cces drect y sn hpótes a cherenca etructura de alma, cuya evdnca nterr se pstua. S tan pausbe fe u exstenca, n se daría plémca metdógca aguna en e ámbt de a psclgía. En segund lugar, Dthey n cnsguó estabecer una cexón pausbe entre su nuev enque pscógc y as cenca de esp rt cncrtas cuyas bass tenía que ecarecer n nngn parte se v cóm esta psclgía cmprensva puder garantzr a bjetvda s prncp d as cencs d eprtu Tambén en esta cuetó e pryect e Dthey quedó encaad en prgramátic. Pe que ns nteresa sbre t es ta crcunstanca de esta psc gía y de l que pemite msar de a empresa sstemática de Dlthey, a saber, la relava ausenca de a hemenéuca. mens baj su nmbre prp, n apaece ni una sa vez en el trata de 1895. Tambén est práccamente asente en la cmplacón de cuatcenta págns de ss eabrcnes para e segnd vumen de a Inducc ta cm as ncuy ahra el vumen X de s crts recgd 288 parecer, en e pryect metdógc de Dthey, en un prncp la hermenéutica n ha bía que desemñar ningún pape. sta «neggenca» de a hermenéutica está en un conaste cuis cn la intensa dedicacón de jven Dthey a a histia de la hemenéuca y cn el pape que parece trgarle en a bra tara. Una intepretacón de esta ba tardía tpa cn enrmes dcutades sbre td prque, espués de 1895, Dlthey rehusó n buena mea pubcar sus abajs sstemátcs. Una mrada dentro de taller de Dthey e puede btener especamente pr med de a recplacón de ss útm manuscits en e ven VI baj e tu «Der Aubau dr geschichtchen Welt n den Gestwssenschaten», que se debe la ma de Dlthey cm pensadr hermenéuc. E punt de arranque de a bra tarda se túa n cncepts de «vvenca» y «cmprensón», ya empeads en 1895. Parcularmente e cncept de vvenca parece haberse cnvert en 288
Sólo asionalmee se menciona aquí la hermenuica generalmene denro de una ennumeración inrmal al lado de la «cíica» Vase GS p 65 9 6 Fiel a esa siuación H- Lessing no le da casí ningún lugar en su ineno de reconsr reconsrucci ucción ón ( op ci. ) de la inencionada críica de la raón hisórica
una palabra lave, auque en ella enuentra su onnuaión el onepto anterior de los «hehos de onienia. Todava son onsiderados omo lo «inmediatamente dado y la «base para la «oherenia de la vida anímia que abara nuest� representaiones y la determinaión de nuestros valo res 89 De manera muy onseuente, Dilthey rmula a onnuaión el «pripio de l ienia de es manera: «Todo lo que exste para noso os, sólo es e to algo dado en el presen,90 que de heho es sue sor del anterior «pripio de la fenomenalida<> L que tiende el puente de una manera más unívoa que antes entre la vivenia y las ienias del espíritu es el onepto de omprensión Las ienias del espíritu no se distinguen de las ienias naturales por su ob jeto (natur (naturalez alezaa / espíritu, lo general general / lo indivi individual, dual, lo sio / lo psíqui psíqui o), o) , sino por p or su atu atud d dferen dferente te ante su objeto Porque en las ienias del espíritu hay una tendenia espeial que degra el lado sio de los proe sos al papel de meros medios para la omprensión Su intenión es re montarse de la expresión externa a algo interior, un predmiento que Dilthey enede omo un momiento de la «autorreexión, pero que se iniia ya en el lado del obeto: «Se trata de la direión haia la autorree xión, del amino del omprender de era a dentro. Esta tendenia utiliza ualquier manifestaión de vida para aptar lo interior de donde va sur giendo9 1 Para las ieias del espíritu la omprensión onsiste en un remotarse de lo expresado al interior o, más preisamente a la auto rreexió ue se da a oner en la expresión Toda expresión surge de un reonsiderar onsigo msmo que intenta viveniar retrospetivamente lo que se propone a omprender Pero este omprender, omo ahora sub raya Dilthey, no es de índole psiológia, sino el regreso a un onstru ión del espíritu espírit u 9 Así, por ejemplo, omprendemos el espíritu espíri tu del dere ho romano sin tener que onebir una psiqué espeial. La tríada de vida (o vivenia), omprensión y expresión irá adquiriendo en el turo una nión básia para las ienias del espíritu, ya que ienias omo la lite 289
GS V p 0 Ibíd. Ibíd. p. 20 2 0 . 29 1 bíd p 2 Acerca de la imporancia cenral de la auorreexión en Dilhey ase M Riedel «Das erkennnisheoreische Moiv in Dilheys heorie der Geiseswissenschaen» en . Hans-Georg Gadamer zum 70 Gebusag vol. ubinga 1970 pp 2-255 reimpreso en M Riede Verstehen Verstehen oder erkren erkren ? Zur heorie und Geschiche der hermeneuischen Wissenscha Wissenschaen en Sugar Sugar 1 97 292 GS VII p. 5 290
ratra o la poétca «sólo se reeren a la conexón perceptble de las palabras con aquello que se expresa por medo de ellas»293 La exploracón del proceso de la palabra nteror subyacente a la expresón, que había sdo la meta de toda la tradcón hermenéutca desde los estocos hasta Scheermacer se converte ahora en objetvo central de a tarea de todas las cencas de espírtu que se rgen por el prncpo de a comprensón Lo que ten e comú es a «orentacó a a autorreexón, al dálogo nteror sobre el que se sostene cualquer enuncado Por lo tanto no es de extrañar que, a partr de 1900, la herenétca vuelva a stuarse en las coordenadas del horzonte del pensaento de lthey Sobre el papel que le corresponde propamente sólo podeo hacer conjetras a la vsta de estado agmentaro de la obra tardía de lthey Segú la terpretacón clásca sugerda por Msch y Buow294 la hermenéutca habría dez a la pscología como base metodológca de todas las cencas de espírtu Este relevo resultaría necesaramente de la mposbldad de vercacón de un acceso puramente pscológco a la vda esprtual o anímca que sólo sería accesble desde ss enuncados, es decr, hermenétcamente Contra esta declaracón nánme se alegó qe, de hecho, lthey no había revocado la ncón undante de la pscología 295 En eecto, él msmo no se reró a una dsolucón hermenéutca de la pscología y no se podría sostener qe pese al énass puesto en la tría da de vda expresón y comprensón, los textos del volmen VII hayan elevado la hermenéutca al rango de una dscplna metodológca nda mental e hecho, en su mayor parte la obra tardía no va más allá de ree rencas ocasonaes a la hermenéutca, pero éstas merecen toda la atencón El ensayo de 1900 sobre el orgen de la hermenéutca tene evdenteente una mportanca especal Lo certo es qe sól e pede consderar hasta certo punto como «obra tardía», ya que su parte hstórca rete nddableente al nédto ensayo de concurso de 1860 obre la htora de la hermenéutca protestante a la mpresón como s lthey hbese 293
bíd 294 O. F Bullnow Dilthey Bine Ei itung in seine Phisphie, Leipzig 96 Scha ausen 90 A esa lecura odavía se adhiere P Ricur en D texte a l)acti sa d)heneutique París 96 p ss 295 Vase F. Rodi Rodi «Dilh «D ilheys eys Kriik der hisori hisorischen schen Vernun Vernun Progra Programm mm ode ode Sysem?» en Dilth-ahrbuch (95) pp 0-65 (donde se señala la enden cia de Dilhey de dar un peso disino en dierenes pocas a los diversos elemenos g y Wlhlm Dlh. Te Critique f Hisl Rasn hicago-Londres 97 p 5
rescatado de algún cajón un manuscrito de cuarenta años atrás para elabo rar a partir de él una conerencia Per por eso mismo resultan tanto más signifcativas las indicaciones sistemáticas de este tratado. Para las investi gaciones de Dilthey de auel momento y su conexión cada vez más estre cha con l hermenéuia más ntiga es uy crtersico el enue del corender u roceso en el ue reonocemos algo interior en los signos exes dds a ls senidos2 senidos 296 Lo ue también reuerda la idea de Sheiermacher de una doctrina de arte es la idea de Dilthey de ue la exégesis o interpretación debe consistir en una comprensión entren como ae de maniestaciones vitales fjadas de manera permanente. Así, será la hermenéutica misma la ue debe proporcionar una doctrina del arte de comprender de maniestaciones de vida fada por escrito De to dos modos el nuevo desao del relativismo históric estará au mucho más acentuado ue en Schleiermacher. Dilhey eera de l hermenéuca ue de reut l ret pr el cnoient cienco de l in divdul se regl de videz generl r segurr l prensin de la cningeni subeiv ambién en este unto no va más allá de un programa No se die cómo deberan rmularse tales reglas y la necesidad de su exigenia sigue siendo un mer postulado. Además hay ue preguntarse si Dilthey uería entender una hermenéutia de este tipo co mo metodologa de las ciencis del espritu Aunue considera el com render c rint básic de tds ls cienci dl esriu sigue retennd e l etdol de ést roorcione un análisis teóricniivo lgic y metodológico de l orensión297 la ue no relion excitmente on l hermenéutica y ue remite más bien al proyecto no elbordo del segundo volumen de l Inducc Lo ue se puede extraer del tratdo de 900 es ue Dilthey mantuvo hasta el fnal un cncet clico y nrmvo de l hermenéuca. mo mucho inuyó ue semejante doctrina de are debía tener algo ue ver con la metodloga teóricocgniiva de las ciencias del espíritu, pero no elaboró ni defnió on una claridad última su rograma omo se ha coneturd muchas veces est lta de elaboración uede estar relacina a on el hecho de ue el Dilhey tard se dio cuenta en medida creciente de la estrechez de su planteamiento metodológico originario Pr ue, en eecto el cprender n es sólo el proedimiento esecfco de las cieni del eriu sino desde siempre un atributo básico de la exis GS V p. 1 bíd. p
ni hiói huno Lo io bozo Dilhy procl mn ocionln un fooí univrl d l vid hióric l q s dicípulo pniron oninur prrnn. 2 8 Eiuldo po u corrponnci on l cond Yorck von Wrnburg Dilhy hbrí popuo fnn u biion oológi Pro por lo qu po dmo obv, lo lio xo d Dilhy no prin inir m jn bndono u ro odológico Má dcudo prc d cir qu r un nión nun up2 por Dihy n b qu inif un poyo f pr cini l píiu y l rco nociino irrvobl hioriid l vi hun qu convirió l poyo ooógio n irrlizbl. L flooí hrmnéuic dl i glo X qu inpi n Dilhy, no l dl círculo á rho d ul coo lo noqu pidor Higgr y Gr, rcono rán inopbii y, n drino l proyo odológico originio, án l univ hiorii A nn u oncpción cái í i, Dihy rdío vio n l d hioio «n nuv iporn r» pr hr néui n l pirción qu fnd «l z l oprnión n pio hiórico y l rbirridd ubjiv» No djó d r á qu un pro «En prn, hrnéui b nonr n ión on gnr orí onoiino p o ii un conocii ohión dl uno hiório y viu o io p u rizión»3 Lo qu p Dihy poáio pno vovió poáio p u u cor i oo copín opinión qu nuv ipon r hni inifb á bin l pi un o oog orin po n poyo d vlidz gnrl. Y no conidrb coo défci qu inci dl píriu crcín d n puno d grv d�d po, o qu ur u proxiid rpo nuv univr li hoii U n unión orinor uvo n n prir lugr l onoog higgrin d l vid ácic, qu onvirió l hr néui n l unno univr fooí. Vs G Ms Lnsphwsh und Phwg Asdstzg der Dlteysce Rctg mt Hdgger d Husserl Lepzg-Berlí 191 y amb O F Bollow Studien zur Heneneutik Freburg-Mc 19 (vol I y 19 (vo I) 29 Vas Vasee HG Gada Gadam mr r VM p. 1 ss ( GW I p 5 ss ) 3 GS VII VII p 71 136
HEIDEGGER LA HERENÉTICA COMO ECLAECIMIENTO D Í MIMO DL ETARINTEPRETAD301 EXITENCIARO V.
Lo vivenciado desde el inerior no se puede someer a concepos que se desarrollaron a parir del mundo eerior dado a los senidos W Dhe ( V
A lo lgo del siglo XIX, l hemenéutic consevó en cieto specto sobe todo en el flosófco el cácte de un eexión más o menos sub lminl. Pese intuiciones undmentles de enque mplio los clásicos de l hemnéutic que pecen epesenttivos de quel siglo como oeckh cheiemche Doysen y Dilthey no consiguieon elbo un concepción uniti de l hemenéutic o oecel públicmente en m sistemátic igfctiv p este hecho es l cicunstnci de que sus investgciones hemenéutics sólo eon publicds póstummente po sus disculos en l myo de los csos en m de compendio o gmenti Con Heidegge (1889-1976) en estuvo en su pime époc bjo nuenci de cheiemche Doysen y Dilthey como se h podido podido pob3 pob3 se poduce poduce poco poco poco un cmbio cmbio de est l situción. 30 1
Aunque en el presene conexo el rmino «esar-inerpreado» raduce más apropiadamene el rmino alemán Auelegtheit conviene recordar el dobl seni do de ausg plenamene presene en «ex�ner>> (vase la noa 166). special mene el senido más coidiano de de la "exposición "exposición de cosas por ejemplo a la vena que se puede resumir en alemán en el susanivo Ausge («conjuno de cosas e puesas a la vena») ayuda a enender el concepo del Vorhandensein que J Gaos raduce por «esar a la visa» (isino del Zuhandensein, raducido por «esar a la mano» Donde parece de auda para la comprensión señalaremos «eponer en parnesis Nd] 302 Heidegger mismo señaló su emprana dedicación a Schleiermacher Dilhe (en Untes zur Sprae Pllin Pllingen gen 199, p p 96; rad rad cas. cas. De camin caminoo al a l hab, Barcelona 197) as como el conexo eológico de su primer encuenro con la hermenuica civamene como esudiane de eologa Heidegger asisió a un curso sobre hermenuica en el semesre de verano de 1910 (Vase h Sheehan «Heideers Lehrjahre» en: e Cgiu Cgium m Phaenomen Phaenomeno ogic gicum um e First Ten Ten Years DordrechBosonLondres 19 p 92). Sobre su emprana dedicación a Dilhe vase el rabjo de F Rodi «Die Bedeuung Dilhes r die Konzepion Sei n und Zei en: Dilthahrbuch 4 (196197) pp. 161-177. n cuano a von Sein Drosen Drosen puede basar aquí la indicación de que en el semesre de verano verano de 92 92
Con su pnsamino, la hmnuica s siúa d mana duada n l cno d la ión flosófca. Po ambin d Hidgg cab dci qu, a psa d El ser y el tiempo su hmnuica pmanció ocula duan mucho impo. Si bin dsaolla su nuvo oqu hmnuico duan la ima mia d los aos vin n ss lccions sob «Hmnuica cicidad», no pubica s invsigacions cospondins Los aspcos más impoans, como ho podmos consaa muy bin, ser y el tiempo po bajo la psión d qudaon al vz absobidas po El ser cusions nuvas qu s solapaon n pa con l ámbio d sos poblmas y qu ocasionalmn hicion iconocibl l hoion hm nuico d odo l mpo Como a salado más aiba, la ubicación sismáica d la hmnuica no ocupa mucho más qu mdia página n la oba 927, qu concía mucho más spacio a la pguna onológica po l snido iginaio las aicuacions pincipals dl s La oba posio pacía i acompaada, al mnos iomn, d una acnuada dspdida dl planamino hmnuico Ya n l impoan cuso dl sms vano d 927 sob los poblmas ndamnals d la nomnología ( 24), qu s pud nnd como coninuación y disca cocción33 d El ser y el tiempo l concpo d hmnuica no apac ni una sola vz dmás, las ncias, n su mayoía os pcivas a a hmnuica, n la oba adía s pudn cona casi con los ddos d una mano Po ano ha muchos agumnos a vo d qu la hmnuica popiamn dicha Higg s ha d busca n las lc cions mpanas os impoans impulsos paa l dsaollo d la hmnuica posio, spcialmn la d adam, pocdían d sos cusos mpanos La acual siuación s voabl poqu s publicaon es decir en un momeno muy próximo a El ser y el emp emp Heidegger imparió un seminario sobre su Grundri der der His Hiskk Hay que admiir que se puede cuesionar la afrmación de un «nuevo comienzo» de la hermenéuica con Heidegger espe ciamene desde su conexón con Dihey (véase F Rodi Erkenn des Erkannten FrankuM. 1990 p 9 y o ) De hecho no puede haber nunca un nuevo co mieno para la hermenéuica Peo incluso especialisas en Dilhey como F. Rodi (ibíd p. 1) reconocen lo poco corriene que era la noción de «hermenéuica» en senido sisemáico o flosófco para Dilhey aún en orno a 1910 n ese aspeco Hedegger inroduce sin duda nuevos crierios 303 Véase la inerpreación de h Sheehan « and Being 19251927» en inking abut Being. Aspec f Heider's Heider's ught comp de W Shahan y J N Mohany Norman (Okahoma) 19 pp. 177219 así como nuesro rabao e unt un t ns pensée pensée de Mrn Mr n He Heer er París 197 138
algunos cursos e incluso manuscritos elaborados3 de aquella época ace años que consttuyen el centro de la investigación heideggeriana más actual, porque vierten mucha luz sobre aspectos antes desconocidos y sobre lo que eran mers coneturas Lamentablemente, en el marco mitado de la presente intrducción no es posible oecer un anásis detallado de la hermenéutica de la cticidad elaborada en esos cursos, que por ahora aún queda pendiente Nuestro propósito sólo puede ser mostrar su benecio losóco para una comprensión pertinente de la problemática hermenéutica de El sery el tiempo tiempo y para la historia de su inuencia de l comprender comprender 1. La anteodad cuidara del
La concepción heideggeriana de la llamada estructura previa del comprender es bastante conocida El teólogo Rudol Bultmann la redenió de anera decisiva para la hermenéutica posterior en el sentido de que la cmprenión huana se gua por una comprensión prvia que sur ge de la siuación estencia en cada caso y que dene el marco temático y la amplud de valdez de cualquier tentativa de interpreación Sin em bargo, pocas veces se ha reexionado acerca de ante de qué» está operando esta estructura en realidad Expresado con un cierto manierismo el después», para el que esta estrucura oece el antes», quedó en buena medida sin esclarecer A este antes» acentuado por eidegger
3
Vanse especialmene los olúmenes 20 21 24 25 56/57 61 y 63 de la G así como D B Bd Zeit ubinga 1989 y «Phnomenoloische Inepeaio nen u risoees (neige de hemeneuischen Siuaion)» en lth-]hrbuch 6 (1989) pp 237269 (n adeane eige) 305 l op opoo edeggero d Sorge dud dudoo l l po «u dao» y «peocupación» Debido al caáce anicipado de la Sorge el segundo mino seía más coeco peo esula a eces demasiado aicioso en la ma adeia «peupadoa» n casellano disponemos de hecho de un mino m cho más ausado ausado que es la «pocu «pocua» a» peo peo que iene i ene la desenaa desenaa de habe habe sui do cieo allanamieno po u uso en el campo adminisaio Po se ya milia es manendemos «peocupación» y «cuidado» opando po la ma adebial del segundo segundo rmino rmino po po esula esula menos menos arifcioso [ n d ]
tico os párafos 3 1 a 33 como núco «xotérico» d a hrmnéutica d El ser el tiempo podmos ncontrar una primra rspusta n títuo d útimo páa: «La poposición como modaidad drivada d a in trprtació». «dspés» paa q a comprnsión prvia aporta «ants d qé» a p tanto a popoición si no incuo nguaj mismo a tca pia igca ps q a tcia hmana s aractiza po pcua maa d ta itptada q s anteor a caqi nciado s un star intprtado cuyo caráctr ndamnta d procupación ncira pigo d ocutar a tndncia aanadora de juicio proposiciona sta visión pud soprndr d naa pro cr mos podr sostnr con razón qu n ndo a hmnéutica d a cticidad d id ptd a hmética d todo o qu trabaa dtás d a popoición a itptación d a structura cuidad d a tia haa qu pa ant y dspés d todo jici y ca ma má mta d cció s a comprnión d a oiia conta d a taición hr méica pim a dpoa aq a t comprndr d s ca áct pamt «pitmi» igamt oba cmpndr como intr tóico q a a a compión o ntndimito d d d oas impado d tido. n Droysn y Dithy cpd bió icuo a a catgoa d n procso d co ncimito atóomo qu taba amado a ndamntar a pciaridad mtodoógica d a cicias históricas d spírit Hid cosidra st cmpd cmo cni pro dfn s hmtica d com pd d a má isa idggr abora su nuvo cocpto d compndr por mdio d un sondo d a rmua «ntndrs co a» sich au auf fe'as vrstehen o «ntnd d ago» q indica mnos n ab a habiidad o dominio d na páctica. «ntnds con na coa» sigica ta a a aa d a sab agáas co a Así s podría dci d n dportista q ntind d tbo. No no rrimos st caso a u sabr sio a n dominio gnramnt no xpícito una masta incuso un «art». Pro no sóo cab psar n ogros sobrsaints oda sta vida stá nttida p tas «habiidads» ntn dmo d tata a a poa d rov asntos d paa timpo sin dispon d n abr spcia n tas cosas. Hidggr pinsa s ntndr amémoo «páctico» como un «xistncia» s dcir como maa d s o modo báico d sr gracias a ca nos orntamos y pro camo ia td o siifca propiamnt una «manra d cooc>> sio n «sta bin orintado» o «sta a tanto» (Si140
chauskennen en e muno moivao o a eocuación3 La insóita universalia e este entener quea obao o el hecho e que tam bién e entene eistemoógico e esecialista en ciencias humanas se puee ver como moaia e icha maestría. Entene un estao e hecho teóicamente signifca, en eecto, esta a a atura e é, ominao, saber hace ago con é Ese enene coiiano, constata eiegge, casi sieme ermanece no exao mo «moo e se>> no es emico en sí msmo Vivimos emasiao ento e é y ese é, o o que no necesita ser exesao No obstante, toas as cosas» y acontecimientos con los que tratamos en nuestro muno vivencia! estn reinteetaos por este entener antici ao co cosas paa uno u oto uso Heiegger anota que la aaba griega que esigna "cosa, pragma se eriva e a conexión con la , es ecr con e tenerquehabérseas eocuaor con as cosas Este «o mo» instrumentaiao e interetativo que es constitutivo e entener humano, esigna una manera no exresaa e seahí e tatar as cosas en e muno. Heiegge efne este no estar exesao or meio e a dierencia ente un <
Véase GA 20 p 26 [el erbo reexio sich aukennen (aquí susaniado) no iene una equivaencia clara en casellano l senido más usual apuna a la oriena ción espacial como el conocer bien una ciudad o el inerior de un edifcio com plejo r ambién implica ener una buena orienación sobre sobre cualquer ema ema (ju rídi rídico co fscal ec) ec) Nd Nd ] 307 Véase SZ SZ p 1 ST ST, p 176 GA 21 pp 1161 (los pasajes «Die s Srukur des primren Versehens: hermeneuisches "als» «Die Modifkaion de lsSrukur lsSrukur beim Besimmen Besimmen apophanisches apophanisches "as» ) 308 GA 2 1 p 1
y, como escribe Heidegger, sencilamente rma parte de nuestro «comortamiento»30 La preestuctura del entender es la expesión flosófca de este esadio previo al enunciado predicativo Resulta muy revelador que Heidegger emplee justamente el atributo de «hermenéutico» para este entender previo al enunciado predicativo, porque resulta que está en con cordancia con el eserzo básico de la hermenéutica por alcanzar aquello que se encuentra antes o, mejor dicho, dentro o detrás del enunciado, e resumen, el alma que se expresa en la palabra No cabe duda de que He degger sigue con esta intención del entender hermenéutco, aunque lo ace radicalizndolo con la integración del entender en la estructura unive sal de la preocupación del serah. Aora ben, no es por azar que entendemos el mundo «hermenéuticamente» con miras a su utilización. Detrás del reocuparse que eecuta los asuntos del mundo se aa la preocupación ndamental del sera, la reocupación por este sera mismo. l serah se caracteriza por el e co de que en su ser le importa propiamente su ser mismo, su poder ser en el mundo Heidegger no lo repite en todas las páginas, pero salta a la vista que el circunspecto modo de ser del comprender tiene su raz estencial en el preocuparse de s msmo del sera. l eje más o menos inconsciente del entender humano es, por tanto, la preocupación Desde ella se determina el carácter especco de proyecto de uestro entender. Para anticiparse en cierto modo al mundo otencialmente ame nazante, nuestro entender se gua por cietos proyectos no explícitos que en el lenguaje lenguaje de Heideg Hei degger ger encaan posibidades posibi dades de nosotros mis mis mos, de nuestro poder ser Porque entender signifca poder hacer: realzar uno u otro modo del entender en lugar de otros derentes Ahora bien, según Heiegger esto no sgnica que al era hay en prime luga cosas esnudas a los que nuestro comrender «subjetio» y circunspecto añada cierta coloración. No es as, sino lo que está ah en primer lugar es preci samente nuestra relación con el mundo en el mods de los proyectos en tendedores. l aspecto puramete teóco del mundo, uya oslad Heidegger no niega jams, se asa e una ssensión elcita e tales oyectos cudadores. Mas, lo prmario es el «como» emenéutco, segú el cual todo sale a nuestro encuentro y nos conciee. Nuestros proyecto no están inicialmente al alcance de nuestra elec cón. Antes bien estamos «eyectos» o dentro de ellos El especf co estar eyecto y la historicidad del sera es la caracterstca imborrale 3
bíd p. 6
d u ccidd» L psucu ácic y, po o, primri, dl edr icluy qu s cu dro d prspcivs prvime dds, qu gu su xpcv d corr sido Esos specos grlm dspoibls d m implci, d los qu l vid ácic o s propi xpsm, sio qu dro d los qu ll os coduce y siú más bi po l v d l cosumb, so los qu prdf los cmios d cució d l movildd cuiddor» 3 10 La ansparencia de anteod cuira en interetacn De la la de las palabras no se debe inerir la la de la inerpreación3
P l hrmuc dciol l irpció interetatio inteere re Qu o ciob como mdio obvio pr l d intee d u ps d xo, qu curir u irprció, cuyo tes ul popocior compsió 32 Hbldo co Chldius l ució mddo d irpció cosis poporcior los m dos csios p comprsió D modo qu pimo hb l i rprció y pir d ll s db l comprsió E u corugd uv y dsf p l dció, l heuc xscil d Hidggr csi iviá dl odo s ció oógic Lo prio s rá ho l d, y ipció cosisir� sólo mció o lborció dl d Es cocpo d ipr s xmdm cco Como vi mos, l d viv o d u cio s ipdo spcfco d su siució El d como xpo d procupció por l propio serh, dspoe d l posbildd d rmrs como l, e icluso de edrs s msmo Úicm s sclrecimio de s mismo iee que logrr l iprció o, lilm, l xposició o dsrmio d lo implcim prdido Por sr su lborció, s 310
Anei Aneige ge p 2 2 311 SZ SZ p 1 7 [ST [ST, p 1 76 312 Acerca de esa relación naural y eleológica enre inerpreaicón y compren sión vase E. Bei Zur Gndgung ener aemenen Auslungshre (9) eimpresión Tubinga 19
realza después del prmer entender, pero en todo caso para comple mentar y dear lbre a la búsqueda del aspecto que caracterza el entender Como autoapropacón del entender representaría el entender lleado hasta su fnal o leado a sí msmo En ella el entender se apropa, enten dendo, lo entenddo por él. En la nterpretacón el entender no se con erte en algo derente, sno en él msmo. 31 En realdad, la nterpretacón trata de ayudar al entende pevio a ol erse transparente En prmer lugar sre para la apropacón de la propa stuacón del enteder y de las precondcones 314 que determnan el conocer y coportarse cudador Su aguón crítco se stúa en el propósto de etar en lo posble el malentenderse a sí msmo. Puesto ue nuestro entender puede equocarse, todo eserzo de entender requere la apropacón, la consoldacón y la conseracón 31 5 Así, la prmera tarea de cualquer nterpretacón sncera debe consstr en llear por medo de la reexón la propa estructura prea del entender a la concenca. Ahora ben, no hay que malentender la ntencón de edegger en el sentdo de que a terpretacón de un texto se agotaría en desplegar sólo la comprensón prea subeta del ntérprete, en certo modo sn consderar el texto qe hay que nterpretar E este caso la nterpretacón, que en realdad ntea acceder a algo derente, degeneraría a un curoso dá logo íntmo del ntérprete con su propo entender preo parecer, edegger se refere a algo mucho más conceto Por eemplo, para nterpretar correctamente u texto, es precso hacer transparente en prmer lugar la p stacón hermeéutca paa ue lo extraño o derente del texto pueda hacerse aer como lo prmero, es decr, sn que nuestros preucos lustrados puedan eercer mperceptblemente s poder para ocultar así lo propo del texto Quen nega soberanamente su ubcacón hermenéutca, corre el pelgro de exponerse aún más acrítcamente a ella edegger señaa, por eempo, con respecto al eentamento de la flosoía con su hstora Todas las nterpretacones en el campo de la hstora de la flosoía y tambén en otros, que se precan no añadr nada a los textos con su nterpretacón, en oposcón a 'construccones que obede 3 3
SZ p 148 ST 166; por considerar necesario en ese conexo e uso de ér mino «enender» en ugar de «comprender a raducción no sigue aquí a a de Gaos Gaos NdT] NdT] 3 4 Véase GA 6 1 p 41 160. Acerca de peso especia de ermino «hacer ranspa rene» en e Heidegger emprano véase H-G Gadamer «Heideggers heoogis lth--]ah ahr rch ch 6 ( 1 989) 98 9) p 22 che Jugendschri» en lth 3 5 GA 20 p
cían a los poblemas hisóicos, se veán aapados en añadi gualmene algo a sus inepeaciones, sólo que lo hacen sin oienación y con los medios concepuales de la pocedencia más dispaaada e inconolable 316 Con el eono eeivo a la popia esucua pevia, en cambio comienza a se posible conola hasa ceo puno el asndo en su condición de esa inepeado, de manea que la oedad de las cosas que se peende descia pueda maniesase ene a esa peesucua A pa i de ese eseo cíico a vo de la compensión de las condiciones del popio enende se eplca que Heidegge eome la ciculaidad hemenéutica que el hsoismo inenó ascende Sin duda eise una ciculaidad ene la inepeación y el enende, es deci, aquí ene cualque inepeación y los pesupuesos que la nuen, peo esa ciculaidad petenece a la esuctua onológica o de la peocupación inamovble y, po ano, a la peesucua del seahí Lo que impoa no es que se cieen los ojos ane ese «malvado cículo deseando su desapaición paa loga cualque objeividad ineisene «Lo decisivo, subaya Heide gge, es pecisamene «no salise de ese cículo, sino de noducise en él de la manea coeca 7 Saa deno de él del modo coeco signifca en conceo que la aea pioiaia y consane de una inepeación sin cea sigue siendo el elaboa e inepea paa sí misma sus popios con cepos pevios oa bien, la inención no es una eeión que smple mene anle dichos conceptos pevios, sino una elevación eexiva de la popa peesucua paa pone en macha un vedadeo diálogo ene dos posiciones específcas, o sea con las cosas y el pensameno ajeno. Sin esa elevación inepeaiva y esclaecedoa de sí mismo el enende coe el pelgo de dejase impone la diección de su miada po «ocuencias y concepos populaes 1 acíicos No puede aase, po ano, de una eclusión del esa inepeado peesuctuane, que es lo que en pime luga mova el pegna en la inepeación, sino de que, en lo posible, ése se vuelva consciene Hay que inega, po ano, a esa peesucua, mada como inepeadoa, en el puno de patida de la inepeación, que la eleva así su nivel 19 3 16 317
Anzeig Anzeige, e, p 272 sz p 1 318 Ibíd 319 Vse M Heidegger «Anmerkungen zu Karl Jaspers Psychologie der Welans chauungen (919-92) en Wrken 2ª edición ampliada FrankurM 97 p 9 1 45
La ea de una heené heenéuc uca a s sóca ca de factici actici
Como ndccón de un progrm losóco, l hermenéutc de He degger se entende como rdclcón de l tendenc nterpretdor nherente entender omo señ Hedegger, en elo se tom hermenéutc en e sgncdo orgnro de l plbr, según el cul desgn l tre de nterpretcón 2 20 st concepcón se opone opnón predomnnte dede chleermcher Dthe, según cu l hermenéutc tení ue proporconr un rte metódco de comprender con mrs un undmentcón de s cencs del esprtu L tre de hermenéutc eevd loso no es l teorí de l nterpretcón, sno l nterpret cón msm, concretmente en ncón de un trnsprenc pr sí msm de l estenc ue ést msm debe conustr, donde el trbjo losóco de clrccón sólo ev térmno l nterpretcón ue l estenc entendedor sempre está relndo De est mner l hermenéutc losóc punt ue ctcdd se nterprete s msm, en certo modo, un nterpretcón de nterpretcón ue permt l serhí volverse trnsprente sí msm Porue en l nterpretcón deben e a conocer conocer ls estructurs de su ser2 ser2 1 l serh urgd de l preocupcón del serhí por sí msmo, l losoí concebd como l ejecucón genun eplct de l tendenc de nterpretcón nherente l movdd undment de vd relcon l ncón utoesclrecedor de l nterpretcón con el serh msmo ste propósto losóco prece en tod su clrdd en el curso del semestre de verno de 1923 sobre L hermenéutc de ctcdd L hermenéutc ndc l e modo untro de l puest, punto de prtd, cercmento, cuestonmento eplctcón de ctcdd,22 ue se present como nunco del posble estr desperto Aunue conceb d como posble trnsprenc de l estenc sí msm, herme néutc no debe tomr e msm en cmno en dreccón este estr desperto o consejr l edccón H ue dejr l nctv del ser 320
sz, p 7 . . Ibíd Acerca de la hermenuica como auoinerpreación de la inerpreación erstehen und Ausgun Ausgung g D Methodenprob in der Phi vase C F. Gehmann Verstehen Úso Úsophie rn r n Heid Heiders, ers, Bonn 1 97 p 1 1 7; R Thurnher Thurnher «Herm «Hermeneu eneuik ik un Versehen in Heideers Sein und eit>>, en Salzbuer ]ahrbuch fr Phiwshie 9 (19-19) p 107 322 g, p. 2
ahí en cada cas que trace su prpi camin hacia su auttransparencia La hermenutca flsófca se limita a la tarea de recrdar al serahí este amin, que está predefnid en la interpretación en tant exisencial a ra precisarl, Heidegger dice «La hermenutica tiene la tarea de hacer ac cesible y de cmunicar a este serahí su prpia exstencia en cada cas en su carácter de ser, y de perseguir la autalienación cn la que el serahí está castigad En la hermenutica se cnfgura una psibilidad para el serahí de vlverse y de ser entendedor de sí mism» 323 De manera enrgica aparece en las leccines tempranas la declaración de guerra cntra la «autalienación», que les dan casi un aire de jven hegelianism e inclus de crítica a la idelgía 324 La hermenutica se rebela cntra el malentenderse a sí mism el larse a sí mism del serahí, que en El ser el tiempo se llama decadencia y que ls texts más temprans Ruinanz) . rque el serahí sue la tendenia de pasar denminan ruina (Ruinanz de larg de sí mism y de n tener pr verdaderas las psibilidades más prpias de ansparencia cm alg que pueda cnfgurar pr sí mism Est se muestra sbre td en el hech de que el ser human se disuelve incnscientemente en su mund perdindse para sí mism En lugar de hacer una prpia interpretación de sí mism, deja que le defna la interpretación tradcinal, qutándle el pes del esclarecimient de sí mism Una hermenutica crítica de la cticidad debe llamar a la existencia en ca da cas a vlver a sí misma y a su psible lbertad de md que su tarea será descnstrur destrur estas explcacines tradicinales y ya cuestinadas del serahí «a hermenutica realia su tarea sól pr la vía de la destrucción» destrucción» 5 Destrucción signifca aquí un desmntar de la tradición, per sól en la medda en que culta el serahí a sí mism y suspende su necesidad de una aprpiación de sí mism n una intención psitiva pretende vlver a hacer accesibles las experiencias riginarias del serahí que se escnden detrás de las categrías transmitidas y entretant apenas reaprpiadas de a tradiión ntlógica ara vlver a hacer accesibles estas experiencias básicas, la hermenutica flsófca misma n puede dejar de elabrar su cncepcines especí fcas En este punt Heidegger es muy prudente ara prevenir el pelgr 32 3 324
GA 6, p. 0 Ve etr trii «ie Hni ii ngi Heides Dsin nd egiekii» n: u phishischen Akulit Heides Fanct/M 990/9 325 neie p . 249 Véase GA 6 p . 05
de un nuev escolszcón, nroduce ss concepos como mermene «ndcdores nvel rml». El concepo ndmenl pr el joven Hedeer de ndccón rml preende nsnur nsnu r ue ls proposcones sobre el serhí reueren un co de propcón específco por prte de uel ue enende No se deben omr como proposcones ue descr ben eórcmene un esdo de coss exsene, sno como exhorcones l propcón de sí msmo en el erreno del serhí en cd cso. Por no, su «endo proposconl prmro» no es el «señlmeno de lo ue esá l vs», sno un «dejr enender el serhí», 326 ue provoue l ejeccón de n nerprecón específc del serhí. s proposcones flosófcs enen el crácer de ndccones ue sólo se enenden en l medd en ue uno r de relzrls en su propo modo y bjo su prop responsbldd omo proposcones sobre un esdo de hecho exsene ess nccones drín lur mlenenddos rdcles: «Sólo son ndccones pr el serhí, menrs ue en rm de proposcones ex presds presds se referen en prmer lur lo ue esá esá l vs ( . . . ) Indcn l posibili de enender y su posbldd de cceso l comprensón de ls esrucurs exsencles (En no proposcones ue ndcn un épµ 1veúet v, ene el crácer de l ndccón hné hnéuti utica ca) ) 327 nuev reerenc l Épµ1veúeiv resul uí más ue oporun, porue señl de mner convncene l nevbldd de un propcón ue l exsenc pr su cso debe relzr en el ejercco de eender exsenc msm debe ne rrse hermenéucmene en el puno de pr d del enender. Pueso ue en l flosoí sólo puede rrse de l preo cupcón por sí msmo del serhí, puede verse en es peculrdd de l ndccón rml un seno meodolóco unmenl de oos los concepos losófcos. 328 Precsmene en ncón e ello Hedeer exe «concepos hnéuticos», es decr, enuncdos ue no peenden repro ducr smplemene un hecho ddo y neurl, sno ue «sólo son ccesbles por medo de un volver comenzr sempre de nuevo de l nerpre cón» 329 En consecuenc, es hermenéuc uell proposcón ue exhor l ejecucón de un reexón o nerprecón prop y, por 326 327
Vas Vasee G G 2 1 p. 1 0 Ibíd (el subrayado es nuesro) Vase además G 6 p 0: «La indicn siempre será maenendida cuando se la oma ( . ) como senencia frme y general». 328 Vase «merk «merkung ungen en zu Karl Karl Jasp Jaspers ers» » pp pp 1 0 1 1 329 bd bd p 2 .
tanto, a su aplicación a sí misma Esta ejecución implica atravesar la chada del concepto general para recuperar las experiencias específcas que se le anuncian estatuto de prosición prosición?? 4. r deva el estatuto
El paso hermenéutico para remontarse a la anterioridad de lo expre sado se había mostrado en primer lugar en la distinción entre el «como» hermenéutico y el «como» apoántico En eecto, Heidegger no se cansa en señalar el componente prepredicativo de lo hermenéutico Pero signifcaría malentender las intenciones de Heidegger si se creyera que la inter pretación de sí misma de la existencia debiera roducirse era del len guaje También en este punto no debemos tomar a Heidegger al pie de la letra, sino leer entre líneas, como decía Schleiermacher. No se trata ni mucho menos de una desvalorización o un desplazamiento del lenguaje, sino que Heidegger insiste únicamente en que se escuche en cada palabra expresada también la preocupación del serahí que se da a entender Su protesta se dirige sólo contra la tendencia allanadora de la proposición, porque en ea se produce una «modifcación» de la relación hemenéutica originaria con el mudo. Podemos recordar aquí el moso ejemplo de Heidegger del martillo pesado El manejo al principio mudo de la herramienta poco a poco le reslta stdoso al atesano. En el curso de esta experiencia el martillo se entiende «como» algo pesado (para el serah). El «como» alude aquí a un proceso de interpretación que no necesita ex presarse: «La ejecución originaria de la interpretación no consiste en enunciar una proposición teórica, sino en la circunspecta y preocupadora deposición o sstitción de la herramienta inadecuada, sin 'malgastar ni una palabra sobre elo».330 En el deponer mismo se manifesta ya la relación interpretadora con el mundo del «com» hermenéutic. Est se puede artcular sin duda en las palabras : «El matillo pesa demasiado», pero el «como» hermenéutico sue así una determinada transrmación El «como» originario, que anunciaba el suimiento del artesano en su experiencia del mundo se convierte en na proposición predicativa sobre un objeto dado (el martllo) al que se atribuye una propiedad (ser pesado). En la terminología de Heidegger: «En la ejecución de la proposición en rma rma predicat predicativa iva ( ) se allana el entender primario del 'como a la pura y
0 sz, p 57
simple determinación de una cosa». 33 La proposición cosifca, por decirlo así, la relación hermenéutica originaria, de modo que el «con qué del tener que habérselas» queda transrmado «en el 'sobre qué de un se ñalamiento» 332 Se puede objetar que esta transrmación de hecho no es tan grande, ya que cualqera comprenderá esta proposición como expresión del serahí al que una cosa hace suir y no como la determinación de la cosa a la vista. Heidegger no sostiene que toda proposición implica una inversión del «como» originario no expresado. No se puede sostener que el lenguaje sea tan débil i nuestra interpretación de Heidegger es correcta, su pro pósito es, sobre todo, advertir de la tendencia de considerar las proposi ciones como simples aseveraciones sobre objetos dados y constatables, porque de esta manera se omite el arraigo del lenguaje en la estructura cuidadora del serahí. El señalamiento del «como» hermenéutico previo a la predicación nos hace recordar que en principio toda proposición testimonia de este arraigo y que, por tanto, depende de una reconstrucción desde el entender Quien quiere entender hermenéuticamente lo expresa do en el lenguaje, debe considerar siempre también lo no inmediatamente expresado pero implícitamente adherido a lo reerido. 333
G 21 p. p. 153 í p. 154. SZ p 158. partr auí pu cprnr n u nt Gaar pu cr u pla la xprón rnutc' «n cnxón cn una anra alar Hggr n u pa tprana» (GW 2, p. 219) L u ur cr u l u ntn nclur n u cprnón aul a l u rfr una prpcón n pr xprarl l t En t cntxt ay u llaar la atncón r l c u la t Hggr acrca l caráctr rva una prpcón ncntró cntnuacn prtant n l traaj G Mc (18781965) y Han Lpp (1889-1941). G. Mc un cípul Dl ty laró una cncpcón ntal l alar «vcar>> u rpaa la ra afracón aí c la a una «lógca rnutca» u cupa rcn ucr la catgría ógca al cntxt práctc la va E una láta u l cur Mc r lógca rnutca aya ua nt Sn arg ahra pn una nracón tallaa r t cur n l rtr traa O F. Blnw n Studien ur Heeneutik vl. : Zur rnut cn Lgk Grg Mc un Han Lpp Frurg/Br-Munc 1983 a pra cntnuaa pr Han pp cípul Hurl y Hggr cn acnt nuv n u Unteruchungen u einer heeneuchen Logik Francrt/M 1936 gran ntr aunu crt n un tl alg anrta En u planta nt Lpp nt n la cnracn l caráctr cntxtualta pragátc
La perspectiva hermenéutica no se dirige contra el lenguaje Pero su objeto tampoco ota «delante» del lenguaje en algún sentido trivial entalista o esotérico Únicamente quiere asegurar que el lenguaje sea toado desde su voluntad enunciadora, en oposició a la concepcón poten cialmente cosifcadora que se aerra al contenido puraente lógico del enunciado Aunque Heidegger hable del «carácter derivado» de la proposición y señale con cierta satiscción que sólo tematiza el lenguaje en un estadio relatvamente tardío de El ser y el tiempo,334 sin embargo, al subra yar el e l carácter carácter s ogino ogino del «habla», la obra de 197 se hz cargo a su manera de hecho de que nuestro entender e interpretar es de esencia lingüístca E habla, o mejor, el hablar es la interpretación de sí mismo del serahí tal como se manifesta en el uso habitual y cuidador del lenguaje El habla milar, en el que se expresa aún directamente la preocupación del seraí e entonces «cooriginario»335 con el entender en tanto articulación verbal de la comprensibildad, dentro de la cual se mueve cualquier acto del entender El hablar del trato natural conserva todavía algo de la estructura cuidadora y circunspecta del serahí Sin embargo, hay que distinguira terminológico y polémicamente de la proposición en tanto constructo lógico Se parte de una visión demasiado mtada de la lógica cuando se reduce el habla sólo al ámbito predcativo y lógico, o sea, al procemiento de atribuir propiedades a un sujeto dado sin percibir el serahí que también se expresa en el habla Excluir de la lóica la posición constructiva de la preocupación del serahí signifca casi prescindi de és te, es decir, preten pretender der captar el óyoc sin su verdadera esencia que se dstingue por la expresividad del Aéyetv.
e too too jco jco e ner ner prográ prográtc tc escre: « n gr gr e n oro orogí gí e jco ógc e esrro esrror r n n tpoogí tpoogí e hr>> hr>> ( 34) 34) es ecr n óg c qe se stú etrás e s rs e hr ojetvo pr entener e copor tento qe qere expresrse en es n e íntern se h recono prox e pps prgtso y herenétc posteror Vése p ej R B ner Mo Gn Phisophy Crge 98 pp. 4346 sí coo s contr cones ás recentes con otvo e centenro e s cpeños en . ]ahrbuch 6 ( 989) Hy qe qe señr sn ergo ergo qe qe ncso ncso en pps e térno térno «herenétco» prece y rrs veces Sóo posteror y espés e rgs v ccones ecó rnte presón e ro ncr e concepto e herené c en e tít títo o e s or or (vése (vése O . Bonow 983 98 3 pp 272 27 28) 8) 334 Vése SZ p 60 33 5 sz, p. 6.
5. L heenéutic desde vuelt ( «Kehre»)
La concepción del lenguaje en El se y el tiempo ólo e ometió en apariencia a una reviión pronda en la obra tardía de Heidegger cierto que en eta época la lengua adquirió una ignfcación mayor con u defnición de «caa del er», como i ahora hubiee aumido el papel del erahí en tanto revelación previa e inuperable del er. Pero aun aí la deconfanza de Heidegger ente al enunciado no diminuyó en aboluto Aunque él mimo no ecribió preciamente poco, Heidegger eguía advirtiendo tanto o má decididamente que ante de la trampa de ver en la propoicione afrmativa la plena expreión de la verdad floófca. Lo «Beitrge zur Philoophie» de 1936-1938, publicado en lo último año, que on tal vez el tetimonio má detallado de la nueva acentuació de u penamiento, lo repiten ya en la primera página «n la flooa nunca e pueden deotrar propoicione ( . . . ), porque porque aquí aquí la la propoicione" no on en aboluto lo verdadero». 336 ta advertencia mantuvo u validez hata la conerencia «Sein und Zeit» (1962), que e puede coniderar con razón como punto fnal del camino de penar de Heidegger. Su últimas línea dicen: «Se trata de uperar inceantemente lo obtáculo que ácilmente pueden volver inufciente un tal hablar [del acontecimiento]. Un obtáculo de eta índole igue iendo también el hablar del acontecimiento a modo de una conerencia. lla ólo ha hablado en propoicione afrmativa».337 Reulta cil denunciar la aporética de un tal hablar que deconía de la propoicione afrmativa hata tal extremo que ocaionalmente e regiaba en una suétic338 o flooa del ilencio. Pero la aporía termina tan pronto como e ecucha en el rcejeo con el habla el eerw por preerar el carácter hermenéutico del lenguaje. Una foa que ha comprendido la denegación como rma báica del er, ya no puede creer ingenuamente que el uimiento de la fnitud pueda expreare en propoicione afrmativa clara y autoufciente Dede ahí e explica la reitencia iifana de Heidegger contra la cibernética univeral y la ncionalzación del lenguaje por parte de la técnica planetaria como medio de inrmación, en el que todo e puede enunciar y calcular
336 Bei Beig ge zur zur Phishie Phishie G 65, 65 , ran ranc crrt/M 989, p 3 337 Zur Sache des Denkens una 969, p25 338 (De 0 1 yr: silencio) Véase Bee r Pwe p. 78 ss.
Ests rasgs de a bra tardía de Hedegger sbrepasan evdenemente e marc mtad de esta nvestgacón nvestgacón 33 S es cert que a cmprensón hermenéutca de enguae n ha desparecd de pensament de a vueta, vae msm para a tarea crítca de escarecment de a prpa stuacón hermenéutca que debe reazar a nterpretacón A menud desprecad cm despedda ncmprensbe de a Iustracón, a dedcacón de Hedegger a a hstra de ser en e nd n es tra csa que a cntnuacón, exgda en El ser y el tiempo, de a destruccón de a tradcón en e sentd de una aprpacón reexva de nuestra stuacón de a cmprensón. A partr de ahra, cn auda de a hstra de ser, e estar nterpretad en e que se sstene a preestructura de nuetr entender debe ser levad cnsecuentemente a nve de a transparenca, sea, a de a nterpretacón. Hedegger es tan cnscente de carácter eyect de enteder human que su pensar se dedca cas excsvamente a a nterpretacón y a dscusón de a radcón ntógca que ns determna Quén negaría que a travesía destructva y desca dra pr a hstra sgue prducéndse, aunque táctamente, cn a perspectva de grar estar despert que td serahí debe reazar? Sn duda hay que entender e ver a través de sí msm n cm una ransparenca para un msm, sn en e sentd de dean «cnócete tt msm» cm a a cmprensón de s s prps límtes, lím tes, de nuestra nuestra n superabe cndcón de estar eyects e ncs cm cncenca de nuestra ntud a a vsta de a hstra de ser La sía de a vueta surgó en útm térmn de pensar hasta e na e estar eyect de serahí ta cm había eabrad a hermenéuca de a ctcdad E serahí ya n se cnsdera cm aparenemente en 192 cm autr ptenca de sus pryects de cprensón; más ben s recbe de una hstra de ser a mayría de as veces submna, cuy escrecment debe cnvertrse en a tarea prmrda de a nterprea cón hermenéutca. Se puede decr, pr tan, que desde e punt de vsta de su práctca de a nterpretacón e pensament de Hedegger en su bra tardía sgue send ncus se cncreza cm penamene hermenéutc E hech de que n haya cnservad e títu de hermenéutc, a gua que a mayría de s tópcs de El ser y el tiempo se debe muy pr .m cerca e a eó eretca e a veta vae etro aá ate
ahrheit it?? Zum Zum Wahrheib ahrheibeegrif HansHans-G Grrg Gamer ror Heneneutishe Wahrhe ngte 1982 pp 83-95 (cap 3 De ereetce Beetaket der Kehr Kehree ) . 153
bablemente a la desttucón de la subjetvdad humana como consecuenca de la radcazacón del estar eyecto y por tanto de la fntud Es posble que Hedegger hsta certo punto se malentendó a sí msmo cuando creía tener que nclur justamente el pensamento hermeéutco e la ten denca trascendentalsubjetva de la moderndad orque lo certo es que su propa reeón hermenéutca en El ser y el tiempo estaba concebda como oposcón a la moderndd obsesonda por el sujeto con motvo de lo cua habí conjurado jstamete un destruccón de la tradcó ontológca Las escass reerencas a la hermenéuca de l obra tardía se encuentran cas todas en De amino al h (199 y concretamente e su parte dalógca reguntado por el sentdo de la hermenéutca, Hedegger cta sn más comentaros la defncón schleermacherana de la hermenéutca (de una leccón suy que en aquel momento tenía « la mano» como «el arte de comprender correctamente el dscurso de otro preerentemente el escrto» La defncón de la tarea de la hermenéutc por parte de Schleermacher se adopta ahor frmatvamente mentras que hbía sdo rechazada eplíctamente en el curso del semestre de verano de 19 so bre hermenéutc y ctcdad e mplíctamente en El ser y el tiem tiempo po Hedegger epca l mnera en que su obr prncpl entede más precsa mente la hermenéutca msteroso y cas tautológcamente como la tentativa «de determnr l esenca de la nterpretacón ante todo a prtr de lo que es lo hermenéutco»
30
Véae M ede, «"Ve t z age. De twrt de Dee der t» (C tv de 85 averar de fó Ha-Gerg Gadaer. cerca de a depedda de peaet «tracedeta-ereétc» a vr de tórc tógc véae M Hedegger Niee v. Pge p 5. 34 1 Un zur Sache, P P ge ge 959 p 9 8 [e cami al hab, (trad. Yve Zera Barcea 987 p 90] 342 bíd
«aquel expoer que proporcioa coocimieto (Kunde)343 unde) 343 e la medida e que es capa de prestar oído a u mesaje Ates de todo terpretar lo ermeéutico se maifesta como el «llevar mesaje y coocimieto nd nde) » . 345 Estas respuestas, como cas todas e la obra tardía debe tomarse e toda su simplicidad E las palabras ms secillas, lo ermeéutico sigifca traer u mesaje que u oyete est llamado E ig lugar de su obra Heidegger est ms cerca de la tradició ermeéutica que aquí Este levar mesajes sólo es posible por medio del leguaje e iclso se muestra como la acció ms elemetal del leguaje mismo Heidegger cometa que el leguaje colleva «la relació ermeéutica Fiaete, la preguta por lo que es la ermeéutica se de e ua co la preguta por el leguaje Acaso el legaje es otra cosa que el co muicar u mesaje que ua escuca debe compreder y asimilar? «Si le preguto por lo que es la ermeéutica costata el japoés e el dilogo dilogo y si sted me me preguta preguta por uestra uestra palabra palabra para aquello que para ustedes se llama leguaje, os estamos pregutado la misma cosa «Eso parece, e la respuesta fal de Heidegger Como vemos, para el Heidegger tardío lo ermeéutico se covirtió e otra palabra para desigar el leguaje, bie etedido, e tato llevar u mesaje e ció de ua correspodecia auditivacompresiva Si esto es el caso, debemos admitir que el camio del pesamieto de Heidegger (y o sólo del tar dío), por cosiderase de camio al abla, tambié se puede repesar como u estar de camio a la ermeéutica
343
En e enaje cotdano abría qe tradcr Knde por «nrmacón» o «ne vas»; anqe emparentado etmoócamente con «conocer>> (kennen) «conoc mento» de eco es ao demasado enérco en e presente contexto Mantene mos a tradccón propesta por Yves Zmmermann por ta de n térmno más ajsta ajstado do N.d .] 3 bí bíd, p. 1 21 bíd p 1 22 345 bíd bíd bíd p. 12
VI LA HERMENÉUTICA UNIVERSAL DE GADAMER
1 L vuelt s ciencis del eítu
No cae duda alguna de que Gadamer sgue al Hedegger tardío en su volverse haca la esenca hermenéutca del lenguaje a partr de la rad calzacón de la concepcón del estar eyecto hstórco Sn emargo, su propósto es pensar esta racalzacón junto con el punto de partda hermenéutco del joven Hedegger que se detene en el entender Para el entender tender y la comprensón de de sí msmo del ser humano human o < qué sgnfca saerse sostendo por una hstora que se arcula para nosotros como lenguaje? A estas consecuencas hermenéutcas está dedcada su Gro ontológco de la hermenéutca con el lenguaje como hlo conductor» como reza la últ ma parte de su ora prncpal Ver y méto (1960) Para asr lo que en el ndo quere decr este gro ontológco o unversal de la hermenéutca hay que volver al prolema de partda de la ora es decr a la pregunta por las cencas del espírtu o por una hermenéutca apropada a ellas El prolema de las cencas del espírtu no le era desconocdo a Hedegger Desde Dlthey y sus maestros neokantanos estaa plenamente mlarzado con él Sn emargo desde su enque más orgnaro en el terreno de la ctcdad haía calfcado el entender en las cencas dl espírtu ostnadamente como dervado La dgnfcacón del entender como vía real metodológca de las cencas del espírtu no le parecía más que la ex presón de la stuacón de lta de claves en la que se encontraa el hsto rsmo En su opnón el retorno a un entender según un método era el ntento deseserado de encontrar sore todo un «rspaldo frme ante la hstorcdad que se haía hecho patente en el sglo XIX Lo que Hede gger pretendía prolematzar era en el ndo la dea de semejante punto rme por lo que desenmascaraa sus presupuestos metascos Porque la dea de un ndamento últmo y atemporal procedía de la huda del ser humano de su propa temporaldad 7 La ea de que exsta una verdad asoluta surgría así de la represón o el olvdo de la propa temoraldad Véase nesto ensayo «Le sens d ttre Ee et et temp temps» s»,, en Dalgue 25 (986 pp. 709-725 y «Herménetqe et relatvsme» en Communio 2 (987) cuaderno 5 p 100-120 37
E lugar de perseguir el antasma de u dameto últmo Heidegger recomeba situarse radicalmete al ivel de la fitud y de elaborar la propia estructura del prejuicio como rasgo otológico positivo del eteder para percibir uestras propias posibilidades desde uestra ubicuidad De este modo Heidegger superó el plateamieto epistemológico del historismo E cuanto al eteder o se puede tratar de un ilusorio respaldo geeral descediete del positivismo y por tato de la metasica sio de ue el serah cosiga percatarse de las psibildades ue está a su disposició disposició No se puede egar ue la búsueda de una verdad de vali dez geeral impica el peligro de ocultar la realidad del eteder y de orietarlo hacia un ideal del coocimieto ue uca alcazará Etregado a la elaboració de su propio enoue de ua hermeéutica radical Heidegger dejó atrás el problema del historismo y co él la metodología de las ciecias del espíritu El propósito de adamer de re tomar el diálogo co las ciecias humaas o tee la falidad de desa rroar una «metodologa como podría sugerir el título de hermeéutica después de Dilthey sio la de demostrar e el ejemplo de estas ciecias etededoras la isosteibiidad de la idea de u coocimieto de validez geeral y de sacar de uicio todo el plateamieto del historismo La dis csió co el historismo ue Heidegger sólo había levado de maera margial margial se covirtió para adamer e tarea pricipal prici pal Desde 1 96 9 6 hasta 1 9 9 9 adame adamerr impartió siete curs cursos os bajo el títu título lo de «Itroducció a las ciecias del espíritu e los ue desarrollaba ua hermeéutica ue se ajstaba a estas ciecias Los resultados de estas i vestigacioes ero publicados e los años cicueta primero e artícu los muy otables sobre la cuestó de la verdad e las ciecias del espíritu así como e las coerecias de Leuve 19) sobre el problema de la cociecia hstórica y luego e 1960 e la obra Verdd y método. l puto de partida de la obra es el problema de la correcta compresió de sí mismas de las ciecias del espíritu ete a las ciecias de la aturaleza otra la idea deedida por el hstorismo y el positivismo adamer ar gumeta ue las ciecias del espíritu debe elaborar sus propios métodos para poder gozar del estats de ciecias Esta aspiració e justamete el eje e toro del cual había girado todos los eseros de Dilthey Droyse y del eokatsmo adamer cuestioa udametalmete este puto de partida y se preguta si la exgecia de métodos ue por sí mismas garatiza ua validez geeral so realmete adecuadas para las ciecias del espíritu E primer lugar adamer se orieta orieta por el e l discurso discurso soleme ue el cietífco de la aturaleza Helmholtz oeció e 16 e Heidelberg
sobre la reacón entre cencas naturales y cencas del espírtu Conrme a esta conerenca, ue aún hoy merece la pena ser leída, las cencas naturales se caracterzan por los métodos de la nduccón lógca ue extrae reglas y leyes del conjunto del materal empírco recogdo. Las cencas del espírtu proceden de otra manera, porue obtenen sus conocmentos más ben por medo de ago así como tacto pscoógco Helmholtz habla auí de una «nduccón artístca» ue emana de una sensbldad nstntva y de tacto para os ue no hay reglas. Sería sóo una leve exageracón s djéramos ue el nterlocutor prncpal de Gadamer en la prmera parte de Verd y méto es Helmholtz S era certo ue se ha comprenddo un bro cuando se puede defnr la pregunta a la ue responde, entonces el preguntar sn rodeos de Helmhol por la rma del conocmento de as cencas de espírtu sería lo ue habría dado el merd y méto méto A prncpo de a obra podemos leer, por pulso ncal a Verd ejemplo «No hay método propo de las cencas del espírtu. Sn embargo, podemos preguntar con Hemhol ué sgnfca método en este caso y s las otras condcones bajo las ue se encuentran las cencas del espírtu no serían tal vez mucho más mportantes para su manera de tra bajar ue la lógca nductva Hemhol lo había ndcado correctamente cuando, par hacer justca a ·as cencas del espírtu, subrayó la memora y la autordad y habló del tacto pscológco ue auí uparía el lugar de a deduccn conscente
u
u
348 VM
GW p. 3) p. 5 ( = GW 1 59
ide de ue os investgdores en s ciencis de espíritu enín ue tener un método propo pr eevr sus tres rngo de ciencs Siguiendo Helmho, Gdmer consder mucho más propdo identifcr c rcterístic de s cencis de espíritu con go sí como un tcto o un «noséué» imposie de someter un método No Dthey3 sino Hemho se converte sí en e representnte tácito de un hermenéutic ue hce ustc tipo de conmiento específco de s ciencis de es pírtu Guiándose por este espírtu, Ver y méto levrá co un crític de ndo de osesón metodoógic y su preocupcón por cientifcidad de s ciencis de espíritu L tesis nici de Gdmer es, por tnto, ue e crácter científco de s ciencis de espírtu «se pueden comprender mejor desde trdición de concepto de rmción (Biung) ue desde ide de cienci modern» 35 Est frmcón reve e sentdo de recurso trdición humnist comienzo de Verdd y méto Porue e en e seno de est trdicn donde se rmron os conceptos ue pueden dr cuent de popi pretensón de conocmiento de s cencis de espíritu Segn Gadmer, est trdcón n er muy vv ntes de Knt y hst ue e despzd por e predomino heterónomo de concepto de método Por eso, Gdmer se ve ogdo pnter pregunt de «cómo se produjo decdenc de est trdcón y de ué mner pretensón de verdd gnoseoógc de s cencis de espírtu egó someterse criterio jeno su esenc de pensmento metodoógco de cienc modern»35 <ómo ocurrió este desmoronmento de trdcón humnístc ue evó predomno nco de concepcón de método ue se extendó en medd crecente entre s cencs ntures? Gdmer ve respuest en tdd de estetzcón de os conceptos áscos de humnsmo, especilmente de cutd de juco y de gusto, os ue anteriormente se hí trudo un nción cognoscitiv Ello se deí cometido o eecto (Gdmer vc go en triucón) de Ctic de cultd de juicio de Knt, ue suetivó y estetizó e gusto y, por o mismo, e negó su vor cognosctvo Aueo ue no st os crterios de s cencis ntures oetvs y metódcs se sepró como mermente «sujetvo» y Vase VM p 18
W , p 1 0 : «a tarea tarea actua actua por poraa ser sustraerse sustraerse a a ueca predoate de pateaeto de Dthey y a os prejucos de a "hstora de esprt esprtu u dada por é» VM p 15 GW p 2 3 í íd p 21 W p 29. =
0
«eséc» del ren del cncmen Pues que la subjevacón kan ana del cnce de gus «dsacredaba cualquer r cncmen eórc que n era el cenfc naural, blgó a las cencas del esru a ayarse en ls rncs medlógcs de las cencas naurales» De esa manera se abandnó la radcón humansa cn la que dran haberse denfcad las cencas del esru y se mó el camn a la eseacón y la subjevacón de la culad de juc. Ese rces sgncó una érdda ara las cencas del esru que «es de una magnud que n se uede subesmar clmene Prque l que se dejó de lad es jusamene aquell de l l que vvan ls ls esud esuds s fllógchsó fllógchsórcs rcs y que dra haberles rrcnad su lena aucmrensón cuand reendan ndamenarse medlógcamene baj el nmbre de cencas del esru" al lad de las cencas naurales». Tambén ara la cmscón de Verdd y méto ese rces ene cnecuencas que n se ueden subesmar, rque el are la eséca debe nclurse sól aqu en la cnsderacón de la bra Sn embarg, el desvelamen de la subjevacón y la eseacón, ls ds lares rncales de la radcón humansa, n se erde de vsa la runt conductor acerca de la eexón sbre s msmas de las cencas del esru Gadamer se gua r esa reguna cuand smee a una crca devasadra ese rces que llevó a la rmacón de una cncenca almene nueva y esecfcamene etéti El núcle de la are nrducra de Verdd y méto cnsse, r an, en una «Crca de la absraccón de la cncenca eséca» eséca» 3 S se me erme la exresón, se dra decr que desde el un de vsa del cnend el camn a la eséca reresena ara Verdd y método una esece de rde Pese a das las deas svas sbre el are, el caul ncal de la bra ece una aneséca ms que una eséca. La creacón de la eséca se revela as cm ura absraccón a la que hay hay que desrur desrur relavar relavar en alabras del jven jven Hedegger Hedegger ara vlvr a) bener una cncecón adecuada del de cncmen que era en las cencas del esru.
íd., p 38 ( GW p 47 íd. sí reza el títuo del capítulo en cuestón VM p. 84 (GW , p. 94 Véase ade más la coerenca de Veneca de 958 «Zur Frardket des stetscen Bewutsens» rempreso en D. Henrc/W ser (comps) Teoen d Francrt/M 982, pp 9569
2 uouprc hnéuc l himo
En la seguna seccin e Vr y método que coniene la «herme uica e las ciencias el esíriu» como Gaamer la llama sisemáicamene 355 se rocee a la recueracin e la esecifcida hermenéuica e las ciecias el esíriu En su rimera are hace u recorrio or la hisoria e la hermenéuica el siglo XIX ara emosrar las ao rías el hisorismo a aoría básica se encuenra en el hecho e que el hisorismo a esar e air la hisoricia hisoricia general gener al el saber humano no ea e auar a algo arecio a un saber absoluo e la hisoria. Esecialmene Dilhey nunca hubiese oido reconciliar su escubri mieno e la hsoricia e oo lo viviene con su asiracin eisemolgica e una unamenacin meoolgica e las cencias el esíriu a obsesin eisemolgica el hisorismo so se ermin con la revalorizaci husseriana el muno vivencia! y con los rinciios e la hermeéuica e la cicia e Heiegger Ellos consiuyen la base sobre la que Gaamer esarrolla en la seguna are sisemáica e su obra ricial las «caracerísicas amenales e una eoría e la comrensin hermenéuica» El uno e aria es el escubrimieno heieggeriano e la esrucura oolgica e la circularia hermeéuica Como muy a menuo en Gaamer onolgico" signfca aquí unversal" El círcuo es universal ueso que oo eener esá eerminao or una moivacin o un reucio os reucios - la comresin revia escribe Gaamer en érmnos rovaores ieen un valor casi e coniciones rascenen ales el eneer>> Nuesra hsoricia no es una imiacin sino un rinciio el enener Enenemos y asiramos a la verda orque en ello nos guan eecavas de enconrar senio De manera no menos rovocaora la rimera seccin e la seguna are sisemáica raará e «a elevaci e la hsoricia l enener a la caegoría e rinciio hermeéuico» hermeéuico» En oinin e Gaamer e una ilusi del hsorismo el reener eminar nuesros reuicios con méoos seguros ara conse guir algo así como una obeivia en las ciecias el esíriu Esa osi cin e combae del hisorismo rocedene e la lusracin era en sí misma un reuicio el meoolgico siglo XIX, que creía oer alcanza a obeivia slo or la vía e una esiución e la comrensión siua 355 VM
pp. 24, 266, 293, 294, 297, 307, 436 ( = GW pp 264, 286, 34, 36, 39, 330, 464. 62
cional de la subjetividad En cierto modo se supera al historismo aplicándolo a él mismo, orue e su enseñanza según la cual toda doctrina tenía ue entenderse desde su época Esta idea se puede aplicar también al historismo mismo, ue e igualmente jo de su tiempo, es decir del cientifcismo Tan pronto como, con ayuda de Heidegger, ueda desenmascarada la dependencia metasica del ideal cientifcista del conocimiento, se puede legar a una concepción adecuada de las ciencias del espíritu, ue ponga como base para la determinación de su objetividad la preestrucura ontológica del entender No puede tratarse de la simple eliminación de los prejuicios, sino al contrario de su reconocimiento y su elaboración interpretadora or eso, Gadamer identifca su propósito con la idea de Heidegger de ue la elabo ración de os propios proyectos previos debe ser la tarea crítica primoria de la interpretación para ue su objeto pueda hacerse valer ente a ellos Ya ue el entender puede guiarse por concepciones previas erróneas y nnca escapa del todo a este peligro, debe esarse en desarrolla desarrollarr principios adeadecuados de comprensión desde una situación propia: La tarea constante del entender es la elaboración de los proyectos correctos y adecuados ue, en tanto proyectos son anticipaciones ue sólo pueden confrmarse en las cosas» 36 Esta cita encaja mal en la imagen corriente de Gadamer omo su doctrina doctrina hermenéuti hermenéutica ca para la ue hay muchas mucha s pruebas prueba s más bien se considera ue, debido a la estructura de prejuicio del entender, no puede esperarse ningna cormación desde la cosa misma» Es ácil malentender su hermenéutica en este punto Aunue las afrmaciones de Gadamer no siempre parecen del todo libres de contradicciones, su rehabilitación» de los prejuicios eva a la advertencia crítica de tener presentes os propios prejuicios para ue el texto mismo se manifeste en su dierencia y tenga así la posibilidad de poner en juego su verdad objetiva ente a la propia opinión previa» 37 Gadamer no se adhiere, por tanto, al llamado positivista de negar la esuctura del prejicio, para hacer hablar las cosas misas despojadas de to enturbiamiento subjevo orue la cosa sólo pude egar a hablar por medio de los proyectos subjetivos del entender e inclo por medio del propio hablar subjevo Lo ue Gadamer reclama es sólo un entender críticaente reexivo ue procure no simplemente levar a cabo su anicipaciones, sino hacerlas consciente para controlarlas y obtener a
356 M
p. 252 GW p. 272 GW p 274 357 bíd p. 253-254 =
=
a comprensión adecuada desde as cosas», 358 o ue muestra ue se mantiene en e punto medio entre a autoanuación positivista y e perspectivismo unversa de Nieche Sóo cabe preguntarse cómo se puede egar a taes proyectos previos «adecuados a as cosas» y ue puedan haer habar a «ést mismas» Así, todo se va centrando en a «cuestón propiamente crítica de a hermenéutica»,35 a saber, cómo, en a medda en ue podemos haceros onsentes, podemos distinguir os prejuicios correctos de as opnones previas sas ue evarían a maentendidos
35 8
bíd, p 24 = W p. 274) 359 bíd. 282 = W 304). 360 bd.
utíe utíeos os.. 3• Además la distncia tempoal no oece apenas ecuso alguno cuando se tata de empende intepetaciones de hechos contempoáneos Recientemente Gadame mismo econoció la unilatealdad de su enque de esta cuestión. En 19, con ocasión de la quinta edición de Ved y méto en las Obs ecogis, etocó el pasae coesponiente sustit sustituye uyendo ndo el «nada más que » po «a menudo» de moo que ahoa el texto dce «A menudo la distancia tempoal puede pemiti esolve el poblema popiamente cítico de la hemenéutica ..» ..» Aunque el poblema siga emaneciendo sin solución podemos enconta aquí sin ebago un buen eemplo de la disposición caacteística de la hemenéutica de cambia la popia opinión debido a un meo conocimiento. 3. L histo de nsmisión como pncio
La exigencia de Gadame de una compensión obetiva en las cencias del espíitu se extende también a la mación de una conciencia po la histoia de la tansmisón Desde el siglo XIX, en la teoía lteaia se entiende po stoia de la tansmisión el estudio de las intepetaciones y de la ecepción que se han ido poduciendo en tono a una oba. Esta histoia demuesta que en dstintas épocas específcas las obas povocan y de ben povoca deentes intepetaciones En una pimea apoxmación la conciencia de la hstoia de la tansmisión que hay que desaolla ebe egise po la pauta de tene pesente la popia situación hemenéutica y el cto poductivo e la distancia tempoal Sin embago paa Gadame esta conciencia de la hstoia de la tansmisión tiene un signifcado mucho más básico poque le da la categoía de un «pincipio»32 del que se puede deduci casi toda su hemenéutica Má allá de la elaboación de una disciplina lateal de la ciencia litea ia en un pime nivel la hstoia de la tansmisión compta la exgencia de llega a se consciente de la popia posición hemenéutica paa pode «ontolala» en el tatamiento de textos o de su tadición. En esta exi gencia se econoce aun la de Heiegge de intepeta la popia compensión pevia peo de una manea tal vez más claa que Heidegge Gadame admite que esta taea no puede cumplse cum plse o teminase del todo. 3 36 1 362
omo ejempo se puede ndcar a reerenca de Gadamer msmo a Hemhotz Véase Véase e títuo títuo en VM p. 282 ( GW p 305) 363 bíd.
La hsora de la ransmsón no esá bao nuesro poder o nuesra dspo scón A conraro esamos someidos a ea hasa un exremo que escapa a nuesra concenca Sempre que nos proponemos enende enenderr algo esá obrando la hsora de la ransmsón como un horzone que no podemos nerrogar hasa al puno que podamos obener una clarfcacón defnva acerca de aqueo que para nosoros puede ener senido o parecernos cuesonable De esa manera la hisora de la ransmsón adquere las ncones de una nsanca que opera como sopore y resula deermnane para cualquer aco de enender y ceramene ambén allí donde no se esá dispueso a omarla en sero Después de Ver y méto Gadamer enconró la rmula sugerene de que la concenca de la hisora de la ransmsón de hecho sera «más ser que concenca» 34 Se enreee con nuesra «subsanca» hsórca de una manera que no nos perme lle gar a una precsón y na dsanca defnva con respeco a ea. Esa comprensón del propo condiconameno desde la hsora de la ransmsón encuenra una aplcacón nmediaa en la polémca de Gadamer con e hsorsmo y el espíru meodológco de la Moderndad Porque la aspracón del hsorsmo era poder escapar al condconameno hsórco gracas a un disancameno con respeco a esa hsora que lo deermnaba Segn la poscón hsorsa una concenca hsórca específcamene desarroada como al ena que se capaz de emancparse de ese condconamieno y hacer posble de esa manera un esado obevo de la hsora adamer se opone a esa preensón con el argumeno de que el poder de la hsora de la ransmsón usamene no depende de s se lo reconoce o no 35 El emerger de la concenca hsórca en el sglo no e una novedad en el sendo de que hubese podido suspender la n enca sberrnea de la hsora en cualquer proceso de comprender La hsora sgue eercendo su nuenca ncluso cuando creemos esar por encma de ella (y concreaene en el caso del hsorsmo en la med d en que no ena en cuena su propo orgen posvsa posvsa ) Pueso que ea deermina el rasndo de nuesras valoracones concepcones e ncluso de nuesro nuesross uicos crcos «por eso concl concluye uye Gadame Gadamer r los preucos del ndvduo son la realidad hsórca de su ser en una medda mucho mayor que sus ucos» ucos » 3 364 Kine Schrifen
Tübingen 967 p. 27 58 ( WM p. ( GW p. ) Véase VM p 285 ( GW p . 306) bd, p 261 ( = GW p . 281) =
3
66
=
GW p 42-43 247)
El concepo del ser consciene de la hisoria de la ransmisión muesra así una suil ambigüedad Por un lado signifca que nuesra conciencia acual esá marcada e inclso se consiuyó desde una deerminada hisoria de la ransmisión es decir que e «eecua «eecuada» da» por po r la hisoria 37 Por oro lado ese concepo caraceriza una cociencia acerca de ese esar eecuada msmo que se debe conquisar siempre de nuevo Esa concien cia de esar eecuada a su vez puede signifcar dos cosas por un lado la exigencia de u esclarecimieno de nuesra hisoricidad en el senido de una elaboración de nuesra siuación hermenéuica pero ambién y sobre odo que nos percaemos de los límies impuesos a ese esclarecimieno En esa lima rma la conciencia de la hisoria de la ransisión es la expresión flosófca más inconndible de la propia fniud Ahora bien el recoocimieno de la limiación humana no compora una paralzación de la reexión sino más bien al conrario Lo propiamene inhbidor había sido la orienación hsorisa del enender a u ideal cognosciivo mea sicamene condicionado La conciencia de la hisoria de la ransmisión en cambio promee una ganancia para la reexión La exploración de esa conciencia es decir la demosración del carácer universal y específca mene henenéutico de nuesra experiencia del mundo es el objeo de la hermenéuica hermenéuica de la fniud fniu d elaborada elaborada por p or Gadamer 4. L pliccn del entender por medio de inteogción
Después de defnir la hisoria de la ransmisión como principio Ver y méto se propone recuperar el «enómeno hermenéuico ndamenal» que se había perdido por los exravos del siglo El disposiivo más operaivo en esa recuperación es el problema de la aplicación. 8 La hermenéuca previa a Heidegger había viso la aplcación como una area poserior al enender hermenéuico La fnalidad del enender se concebía como puramene episémico o noéico donde el objeo del en ender ender era el e l sendo de un conenido conenido exraño como al. al. Una aplicaci apl icación ón de lo enenddo se realzaba en el mejor de los casos a poseriori en dscipli as como la jurisdicción donde se raaba de aplicar la ley al caso pari .
367 bíd, pp. -X ( GW p. 44). 368 Véase VM p. 290 ( =GW , 32) la rmulacó de título «2 ecuperacó
del problema hermeéutco dametal. a) l problema hermeéutco de la apl cacó».
cula, o la teología, donde la homlía explcaba los textos bíblicos. Sin embago, segú Gadame, la aplcacón en el entende no es en absoluto un acto a posteo Sguendo la intuicón de Hedegge, según la cual el entende sempe ncluye un entendese a sí msmo e incluso un encuen to consgo msmo, paa Gadame el entende quee dec aplica un sentdo a nuesta stuacón y a nuesta inteogacón. o existe en pme luga una compensón pua y objetiva del sentido que luego pudiea adqu una sgfcacón especial al se aplcada a nuestas peguntas. A contao, en todo ntnto de entende nos inclumos ya a nosotos mismos de tal manea que, paa Gadme, entende y apca coinciden. Esto se puede lustra en el eemplo contao del no entende Cuando no podemos entende un texto, la azón es que no nos dice nada o no tiene nada que decios a nosoos Po eso no hay que extañase de que el enten de tenga esutados muy deentes en distntas épocas e ncluso paa dstntos ndivduos Po esta motvado po sus espectvas peguntas, el entende no es una acttud puamente epoductva, sno, al inclui la apicación, es sempe tambén poductvo El entende está tan codetemnado po la stuacón sngula dento de la hstoia de la tansmisón que paece nadecuado habla de un pogeso o, en el sentido de Schleemache, de un entende meo a lo lago de la hstoa S se con sgue dscen la pate poduct poductva va en cada ca da acto logado logado del entende, sólo hay que dec, según una conocda afmación de Gadame, que se «entende de otra manea», s es que se entende ealmente algo 7 Hay que añad que la aplcacón no es necesaamente un acto consciente, poque también está sostenda po la hstoia de la tansmsión. El entende o la apcacón, que aquí es lo msmo, no es en pme luga el acto de u sueto autónomo, sno más ben un «ntegas «ntegasee en e n el e l acontece acontece de la tansmsón, donde pasado y pesente se encuentan en una media cón constante» 37 Entende un texto del pasado sgnfca sgnfc a taducilo taduc ilo a nuesta stuacón y escucha en él una espuesta elocuente a las peguntas de nuesta época Fue un eo del histosmo pone como condicón de la objetivdad la auacón del sujeto que ntepeta, poque la vedad, entendda aquí como el desvela del sentido (álfeux), sólo puede poducse en el cuso de la aplcacón dento de la tansmsión históca.
VM 280 GW 30) 370 bí. GW 302) 3 7 1 Ib 27 GW , 2
La defnición del enender coo un inegrarse en e aconecer de a ransisión signifca que la subjeividad no es plenaene dueña de su acepación del senido o sinsenido de las cosas en cada caso Coo seña aba el joven Heidegger, nos eeos en el esado inerpreado de nuesro iepo ás por la vía de la cosubre que por edio de una apropia cón explícia La hisoria de la ransisión es anes ser que conciencia o, en érinos hegelianos ás subsancia que subjeividad Por eso, el po der que la hisoria iene sobre nosoros es ucho ayor que el doinio que nosoros podaos ener sobre la hisoria El carácer hisórico de la aplicación excluye la idea de un puno cero del enender El enender es siepre la coninuación de un diálogo que ya había coenado anes que nosoros 72 Proyecados denro de un deerinado esadio de inerpreación, coninuaos ese iálogo, lo que signifca que en nuesros nuevos encuenros con los signifcados vaos adopando y odifcando las pers pecivas pecivas de senido senido de la radición y de su presencia presen cia denro de nosoros Tal coo Gadaer describe la herenéuica de l aplicación, ésa obedece así a la dialécica de preguna y respuesa Enender algo signifca haber aplicado algo de al odo a nosoros que enconraos en eo una respuesa a nuesras pregunas. Pero sólo son «nuesras» en la edida en que abién eron recogidas y ransradas desde una radición Todo enender, especiaene en ano enenderse a sí iso, esá oivado y ovido por pregunas que deerin�n de aneano las perspecivas del enender. Un exo sólo lega a ser elocuene gracias a la preguna que di rigios hoy a él No hay inerpreaón ni enender que no responda a deerinadas pregunas que requieren respuesa Un pregunar no oivado, al coo lo iagnó el posiiviso, no aecaría a nadie por lo que carecería de inerés cienífco Nuesro esero no debe conssir en ab soluo en supriir las expecaivas de senido en nuesras pregunas, sino en darles oda su relevancia para que los exos que raaos de enender puedan responder con oda la claridad a ellas El enender se desarrolla así coo realiación hisóricoransisora de la dialécica de preguna y res puesa. Precisaene aquí se puede deerinar en qué dirección hay que ubicar flosófcaene la conciencia hisórica de la ransisión. Gadaer 2
n este punto coicide el análisis de Gadamer de la conciencia de la transmisión histórica co a hermeéutica narrativa de la conciencia istórica eaborada por Ri cur en e tercer voumen de su Tps et récit récit (París 985 p 300 ss) Véase al respecto nuestro estudio «L'herméneutique positive de Pau Ricur Du temps au réct» en «Tps et réci en débat, comp de . Bouchindomme y R Rochlitz París 990, pp 237
mismo lo señaa claramente al fnal e la segna parte e V y méto antes e emprener la extensión ontológica e la hermenética más allá l marco e las ciencias el espírit: «La ialéctica e pregnta y respesta ( ) nos permita p ermita ahora eterminar más precisamente qé clase e conciencia es la conciencia e la historia e la transmisión, porqe la dialéctca e pregnta y respesta qe hemos señalao, mestra la relación el entener como relación recíproca propia a la el iálogo». 373 El entener se efne aqí como relación y, más precisamente como iálogo, e moo qe rmalmente se trata menos e la comprensión e n contenio e sentio noético qe e la realización e n iálogo; el «álogo qe nosotros somos», añae Gaamer evocano a lerlin en la misma página ay qe sbrayar qe esta eterminación el iálogo se refere a la conciencia históricotransmisora La conciencia piere así la atonomía e poseerse a sí misma qe le e atribia por la traición iealista y por la flosoía e la reexión, e las qe Gaamer se stancia aqí. La tarea f nal e Ver y méto consistirá en emostrar qe este carácter herme nético el iálogo, cya realización consiste en la ialéctca e pregnta y respesta, es la característica niversal e nestra experiencia lingüística el mno
5 El lengua lenguaje je a par par d del el dgo dgo
Dee el ilg ue m raam e acercarn a la curia el lenguaje 374
La hermenética el lengaje e Gaamer es la parte más ecentemente mainterpretaa e s flosoa En s lema «el ser al qe se pee entener, es lenguaje» se ha ennciao o celebrao, según las escelas, na rección general e too ser al lengaje También e criticao el tono algo vago e la última parte e Ver y méto en la qe ocasionamente se echaba e menos na ierenciación conceptal precisa Aí, se esconía una cierta resignación en la constatación e n iscíplo e Gaamer e la categoría e Walter Schlz, e qe en Gaamer too aca baba en na na sinonmia global «Historia, lengaje, lengaje, álogo y jego: toos VM 39 ( GW , 383 374 360 ( GW , 383 373
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1 70
llos sto sto s lo lo dcsvo son agntuds agntuds ntrcababls ntrcabab ls»» 35 Lo qu q u cab prguntar s prcsant por qué l lnguaj y l dálogo pudn con vrtrs n agntuds ntrcababls ¿ontra quén s drg la nss tnca n l caráctr dalgco dl lnguaj? Esta acntuacn s sn duda una protsta contra l prdono d la lgca proposconal n la flosoa occdntal Lo qu s qur custonar s la fjacn tradconal dl pn santo flosfco n l Aóo� To
osotros E la consideración del lenguaje culmia, or tato, la rotesta de Gadamer contra el rivilegio modero de lo metódico, que comezó or roblematizar en el ámbito de las ciencias del esíritu Este rivilegio es algo extremadamente evidente, a que rometía la domiació or tanto la disosición sobre lo metódicamente aislado, reetible reutiliza ble Pero cabe regutar si se uede lograr semejate aislamieto e el leguaje o e el roio eteder mismo > o rouciada ero que resuena e toda exresión del leguaje Y e la tercera arte de Ver y méo Gadamer subraa que esta doctrina estoicoagstiiaa es la nica huela de que indica que el olvido occidental del lenguaje o era ta comleto 383 No ha que ver la oco atedida rehabilitació de esta doctrina or arte de Gadamer como la recaída e un metalismo 38 1 38 2
Ibíd. p. 52 Ibíd. p 226 38 3 Véas W p 395 ss. ( br ustí.
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GW p. p . 22 ss. ) así a sí como como más arrba arrba l capítulo capítulo so
172
ingenuo, sino como crítica hermenutica a la lgica proposicional orientada a la dominacin metodolgica Esta doctrina ilustra de manera muy plstica ue las palabras ue estamos usando en un momento dado por ue se nos ocurren, no pueden agotar lo ue tenemos «en mente», es decir, el dilogo ue somos La palabra interior «detrs» de la pronunciada no signifca otra cosa ue este dilogo, el arraigo del lenguae en nuestra existencia interrogativa y cuestionable por sí misma, un dilogo ue nin guna proposicin puede reproducir del todo: «Lo ue est expresado no es todo Slo lo no dicho convierte lo expresado en la palabra ue puede alcanzarnos» alcanzarnos» 384 Pero hay ue volver a subrayar siempre ue auí se trata de una teoría hermenutica del nguae y no de cualuier mística de lo ineble Para abordar el lenguae mismo correctamente sin pasarlo por alto o traicionarlo, es preciso tener tambin en cuenta lo no dicho, el dilogo interior Captar este aspecto signifca, sin embargo, ue la hermenutica del lenguae tiene su punto de partida en el límite del lenguae, meor dicho, en la proposicin «Naturalmente, el carcter por principio lingüístico del entender no puede signifcar ue toda experiencia del mundo slo se pro duce hablando y en el lengua lenguae» e».. 385 Hay ue recordar recordar esto una u na vez para p ara siempre para prevenir contra las interpretaciones precipitadas ue atribuyen a Gadamer la tesis lingüística ontolgica de ue todo lo ue existe debiera ser expresable en rma de enunciados Si se sostiene, no obstante, ue nuestra experiencia lingüística tiene un carcter lingüístico por pncipio ello se debe slo al hecho de ue el lenguae encarna el único vehículo para ese dilogo (interior) ue somos para nosotros mismos y ue tambin somos los unos para los otros. Por eso, Gadamer se permite en su hermenutica rmular una ase como sta «El ser ue se puede entender, es lenguae» De todos modos, hay ue poner auí el acento en el «puede» El entender ue siempre tiene tambin rma de lenguae y se dirige al lenguae, debe estar en condiciones de hacerse cargo de todo el contenido del lenguae para acceder a ese ser al ue ayuda a expresarse. El carcter esencialmente lingüístico del GW p. 50 Recientemente en una entrevista se le preguntaba qu conside aba digno de ser comunicado en su vida en la vida en general Gadamer tuvo que contestar «Creo ue lo más digno de comunicar siempre es lo que no se pue de comunicar (Die Kunst unrect aben zu knnen Gesprc mit dem Piloso pen Hans-Georg Gadamer en Süeuhe Zeitung, nº 34 0/ de ebrero ebrero 990 p 6). GW p 496 496
entender no se manifesta tanto en nuestros enunciados, sino más bien en nuestra búsueda de un lenguae para lo ue tenemos en el alma y queremos exterorizar Para la concepcón hermenéutica del entender lo constitutvo no es ue esta exterorzacón se produzca por medio del len guae, porue esto sería una banaldad, sno el hecho de ue el entender se consttuye en el ncesante proceso de la «ntegracón en la palabra» y de la búsueda de un lenguae comunicable, y ue debe ser concebido como este proceso Porue en este proceso del tener siempre presente también la palabra nteror se basa la unversalidad unversalidad de de la hermenéutica38 hermenéutica 38 6 La universalid del univeo heenéutico
La pretensión de una universalidad para el entender tal como lo tematiza la hermenéutica ha desencadenado numerosas dscusiones Pero ¿en ué consiste exactamente esta pretensión tan vivamente discutda? ¿Hay ue entenderla como una pretensión de validez general de la flosoía de adamer? Y, en este caso,
véa bíd pp 497-498 387 GW p 186 Véa GW p. 73 «Unvraltt dr Sprach» p 233 «da nvral Phnomn dr mnchlchn Sprachlcht» (l nómno nvral dl caráctr caráctr lngüítco lngüítco hmano). hmano) . 388 VM p. 451 ( = GW p. 480) y otro lgar 389 bd p 458 ( = GW p 487)
1 66 6 6 o la universaidad universaidad de la «dimensión hermenéutica» 390 No se puede afrma que las ampias controversias en torno a esta universaidad hayan esclarecido la cuestión. Además, como se sabe, Gadamer da poca impor tancia a la mnuciosa clarifcación conceptual, que en cierto modo serían tributarias de la lógica proposicional que trocea el lenguaje en unidades frmes de sentido Para dar un esbozo más claro de la imensión que Gadamer tiene en mente, es preciso hacer algunos rodeos. En primer lugar hay que observar que se trata siempre de la universalidad de una «dimensión» y mucho me nos de la pretensión de universalidad de una flosoa, como por ejemplo la de Gadamer, tal como sugiere la rmula de abermas de la «preten sión de universalidad de la hermenéutica». Gadamer nunca reivindicó una última validez general o absoluta para la rmulación de su propia posi cin «La fosoía hermenéutica" no se entiende ( ) ) como una posición absoluta"»39 Precisamente en nombre de la historicidad irrevocable Ga damer problematiza, por ejemplo, la pretensión de universaidad de la f losoa trascendental como un malentenderse a sí misma de la flosoa. 392 39 2 No es gratuto que los últimos párras de Ve mé estén bajo la ase del Bnquee de Platón Ningún dios se dedica a flosor. No nos dedicamos a fosor porque estamos en posesión de la verdad absoluta, sino porque no la tenemos Como asunto de la fnitud, la fosoa debe tener siempre presente su propia fnitud Si tenemos algún saber defniti vo, sólo puede p uede ser el saber acerca de de esta fnit' universal 393 Ahora bien, en el contexto de V mé la rma del «aspecto universal» de la hermenéutica tiene un sentd que resulta áci de defnir En primr lugar señala que anuea los límites de la hermenéutica tradi ciona, es decir, la de las cic cic l eí eí en dirección a una fosófca, que desvincula el «enómeno hermenéutico» para darle toda su amplitud. Esta 30
Véasee GW II p Véas p 1 31 bíd p 505 32 Véase bíd p 70 Véase ambén la enrevsa en la Süeutsche Süeutsche Zeitung c p 70 33 Véase H-G Gadamer «Te scence o e e-World» en: Te Later Husserl and the Idea Pheno Phenomfgy , comp de -T Tymenecka ordrec 972 «No ay nnguna exgenca de un saber defnvo salvo uno el reconmeno de la nud msma del ser umano Capando las posbldades nerenes en ello cara a la ncesane correccón de sí msma la umandad connúa en el dálogo perma nene enre unos y oros ncluso sobre sobre el mundo vvenca!» (Fala en la versón alemana de «e Wssensca von der ebenswel» en: GW III)
nversadad del planteamento hermenéutco sgnca para la losoa, que no puede ser mtado al problema lateral de una metodología de las cencas del esírtu. La búsque de comprensón y lenguaje no es sólo un roblema metodológco, sno n rasgo fundamental de la ccdad humana Por tano hay que contraponer el «asecto unversal» de la mera hermenéutca de las «cencas del espírt>>: «La hermenéutca es en este sentdo un asecto unversal de la losofía y n só la base metodológca de las as lamadas cencas del espírtu>>. 394 Toda la ntencón losóca y acentuamente ecua de Gadamer tene como meta amplar el horzonte de la hermenéuca de l manera ms allá de la esechez de las cencas del esírtu que se convee en na cuesón cenal de la losoa. Justamente esto es lo que sgnca la alc de la hermenéutca a un planteamento n versal de la losoa y el «i ontológco de la hermenéutca» de la que habla la tercera parte de V mé. En esta parte nal se pretende sub rayar, más allá de la hermenéutica de las cencas del esprtu de las dos r meras artes, la mayor unversadad s decr, la dmensón ontológca o losóca losó ca del planteamento planteamento hermenéutco. hermenéutco. Ahora ben, ómo se puede hablar de la unversaldad de una dmensón o experenca hermenéutca sn dotar a la losofía que se ocupa de ella con una pretensón de unversaldad? La palabra unversaldad puede llevar aquí fáclmente a error Sguendo las ndcacones de Gadamer, se uede constatar en los textos que la base de las referencas a la unversal dad en Ve mé debe buscarse en el campo semántco d «unver so» Por tanto, la unversaldad del lenguaje o del entender subraya que consttuye nuestro unverso, o sea, el elemento o el cosmos en el que vvmos como seres ntos. Así, Gdamer remte aparentemente de una manera muy lateral a la rmulacón rmulacón del del bólogo von Uexkuell, que habla h abla de un «unverso de la vda que no es el de la sca». 395 Gadamer se haba remtdo tambén a la rmulacón de Lebnz de que la mónada es un unverso en el sentdo de que todo el mundo uede reejarse en ella. En el conteo de Ve mé el unives o la unversaldad del lenguaje 34
VM p 4 ( GW , p 49), el subrayado es nuestro Véase además la con trapos traposici ición ón GW , , p 233 23 3 « y a este respecto no puede aber ninguna duda so bre la universalidad del problema ermenéutico No es un tema secundario La ermenéutica no es una mera disciplina auiliar de las ciencias del espíritu del ro manticismo Acerca de la transición de la ermenéutica de las ciencias del espíritu a la ermenéutica universal véase nuestro trabao «Zur Komposition von "Wa reit und Metode», Metode», en «-ahrbch» 8 (992) 35 VM p 42 ( GW , 4) =
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s opon ambién a la sis d la limiación qu parc rprsnar cada una d las lnguas ya qu son muy numrosas En co podría parcr una limiación d la razón l hcho d qu sá confnada n una lngua spcífca No s así rspond Gadamr ya qu l lnguaj s disingu prcisamn por su capacidad d buscar xprsions p todo En s norno nconramos por primra vz la rmulación d una «univrsalidad dl lnguaj» qu va al paso con la univrsadad d la razón 9 Esa dimnsión dl lnguaj s univrsal y consiuy l univrso n l qu s raliza odo nndr y oda xsncia humana Evidnmn so no quir dcir qu l lnguaj lnguaj nga nga para odo una xprsión xprsión a mano El lnguaj vrdadro nunca agoa lo qu hay qu dcir y su univrsa ldad s spcífcamn la búsquda d lnguaj La dimnsión unvrsal qu manin la hrmnéuica n acción s por ano la d la palabra inrior dl diálogo dl qu oda xprsión rcib su vida Sin duda nconramos muchas palabras acradas y comunicabls Pro sas palabras son n ciro modo sólo l cabo visibl d un dso inrminabl d lnguaj o comprnsión Lo hrmnéuicamn rlvan dl lnguaj s la di mnsión dl diálogo inrior y la circunsancia d qu nusro hablar simpr quir dcir más d lo qu xprsa ralmn «Simpr hay un qurr dcir una innción qu van más aá o pasan d largo d lo qu xprsado n l lnguaj ral y n palabras alcanza al oro Un dso insaischo por la palabra acrada al vz s so lo qu consiuy la vida y la sncia vrdadra dl lnguaj» 97 En s dso s manifsa nusra fniud En l lnguaj o l concpo no nos s oorgada la possión dfniiva d nosoros mismos Vivimos n y d un diálogo qu no pud rminar nunca porqu no hay palabras qu pudan dsignar lo qu somos y cómo dbríamos nn drnos A ravés d sa fniud s xprsa nusra concincia humana d la mur qu ind al propio fn sin habla y buscando l habla sa manra Gadamr sablc una srcha conxón nr la insaiscción d nusra búsquda d la palabra acrada con «l hcho d qu nusra propia xisncia sá n l impo y an la murt» 98 En la palabra inrior qu consis n l dso d nndr y d ha blar y qu consiuy l univrso d nusra fniud arraiga la univrsalidad d la flosoa hrmnéuica
flosoía que la ftud? La flosoía que se adecua al tiempo, que se propone exlorar exlorar la universalidad de nuestra fnitud, que q ue se s e realiza en nuestro interminabe querer entender y querer decir, puede reclamar así una pre tensión legítima de universalidad. Pero ésta no aspira a jtifcar afrmaciones sobre undamentaciones últimas porque eso sería una contradicción interna La flosoía hermenéutica se ocupa más bien de la autointerpretación de la cticidad humana, que trata de dar cuenta de su propia fnitud en tanto horizonte universal desde el cual todo uede adquirir sentido ara nosotros, ero sabiendo siemre que ningún dios se dedica a flosor
VI. VI . L HERMENÉUTIC HERMENÉUTIC EN EL DIÁOGO La posbldad de e e otro tena raón es el alma de a hermenétca
399
S algo tn d unvrsal la fosoía hrmnéutca s, sn duda, el e conocmnto d la propa ftud, s la concnca d ue nuesto len guaj concrto no basta paa agotar l dlogo ntor u nos empuja a urr ntnde Gadamer vnculó la unvsaldad del poceder eme néutco a sta ncsdad dalógca del entnde «Lo ue consttye a unvrsadad d la xprnca hermnéutca s u smpr hay un dlo go cuando, dond, sob y con algun llga a dcs algo, sea un oto, una cosa o una señal d go Gottred Bnn)» Sólo en el dlogo, en l encunto con otras mas d pnsa, ue tambén puden abta dento d nosotros msmos, podemos espera supra a mtacón de nuestos hozonts rspctvos Po so, la flosoa hmenéutca no co noce otro pncpo supeo ue l dl dlogo La flosoa d Gadamr repesnta pobablement, dentro de los plantamentos cntes, la concepcón hermenéutca ms orgna y o ístca Ha sdo clbada amplament como una d las contbucones decsvas a la fosoa desd El er el tiempo d Hedgge unue su n uenca no a poca, Hdgge s había etrado algo d la dscusón fosófca dsd los años tenta Gadamr volvó a ntroduc la eenéutca en la dscusón flosófca, ue dspués d la Segunda Gua Munda se ntenaconazó n medda cecente Desde 160 Verdd método ejecó una nunca enom sobe el desarollo de la flsoa, po ejempo, en e acentuado gro lngüístco, donde las tndencas contnentaes conuye 39
H-G Gadamer drante la dscsón públca e 9 de jo de 989 en Hede ber con ocasón de Las Jornadas sobre los problemas ndamentaes de la her menétca. 40 Dekonstrkton nd Hermenetk» en Ph ilsohie und Pesie. Ot Ot pó pó zum 60. Gburtstag, vol Stttart 988 p. 5 . Véase tambén GW 505 HG Gadamer / R. Koseleck Heeneutik und Histik Hedeber 98 30: n s ntencón básca m propo proyecto hermenétco o es mcho más e la epresón de la convccón de e sólo por medo del dáoo nos acer camos a las cosas Sólo cado nos eponemos a na posbe vsón contrara tene mos oportndades de sobrepasar la estreche de nestros ropos pres 1 79
rn cn el linguistic tu de la flsía anglsana Tambén e mpr tante para la rehabltacón de la fsa práctca en un prer mment en rma de un nuev arsttesm que cmplementaba la étca kantana del deberser cn la cnsderacón de la cntngenca hstórca de las r mas de vda er tambén en la tería de la cenca la flsa de Gadamer e saludada cm cómplce pr Kuhn en su cntextualzacón de ls paradgmas nalmente cntrbuyó a aguzar la cncenca hermenéutca para las tareas de la tería crítca de la scedad y tuv un mpact ntable tambén en su aplcacón a las cencas especazadas cm en el camp de la cenca lterara (dnde guó a H R Jau y W Iser en ss cncretzacón de la daléctca de pregunta y respuesta para elabrar una estétca de la recepcón) en la tería de la hstra (R. Kselleck) en tería del derech y en la telgía Inclus un análss muy sntétc de ests desa rrs generads marcads y sstends pr la hermenéutca sbrepasaría el marc del presente estud y n pdría ecer más más ue una generazacón nderente En camb harems una seleccón en l psble representatva de aques debates que la hermenéutca susctó drectamente y que nsprarn así la dscusón flsófca de la últma generacón A cmenzs de ls añs sesenta la hermenéutca casó cnsternacón en prmer lugar pr su despedda del metdlgsm y aparentemente tambén de la pretensón de betvdad en ls añs setenta se cr tcó la excesva aprxmacón de la hermenéutca a antguas tradcnes que carecía de un element crítc En ls añs chenta se k reprchó la nsstenca en la dea de una vluntad de entender de cmuncacón y de verdad que se calfcó cm recaída en la metasca Ls prtavces más mprtantes de este debate tdvía actual eran ett Habermas y Derrda Bett deendó cntra Gadamer la pscón del metdlgsm cm garantía de betvdad Habermas la crítca a la delgía y Derrda el descnstructuvsm cnstructuvsm psmdern psmder n . El rreso reso istemo istemogico de de Bei Be i al al eítu inteor inteor
Sn duda es una nstca hstórca ntrducr la hermenéutca de Eml ett después de la de Gadamer en esta dscsón Jursta y mayr que Gadamer ett (1890-1968) pubcó en 1955 una hermenéutca exgente ba el títu de «Tería general de la nterpretacón Debd a las ml págnas de esta bra en un prncp e escasa la atencón que se le restó Tal ve serenca e adamer la bra aparcó n 1967 n
una versión ago abreviada en raducción alemana. Aneriormene, Be abía dado a conocer su enque ermenéuico a pblico alemán e dos pequeños «manifesos» polémicos, que aparecieron en 954 y 962 respecivamene pecivamene Ya a comienzos de los años sesena pudo iniciars ini ciarsee así la discusión pblica enre Gadamer y Bei Hay que decir de oda la ermeéuica de Bei que iene un carácer poémico e incluso «reacivo»2 No queremos decir eso en un seido ideológico banal, sino para señaar que oda su pasión esaba puesa en oponer una decidida resisencia conra las nuevas ermenéuicas exsecales «subjeivisas» y «relaivisas», que sospecaba enconrar primero en los rabajos de Heidegger y Bulmann, reabiliando en conra de ellas la idea de una ermenéuica vinculada a un esándar rigurosamene cieníco y capaz de garanizar la objeividad de las inerpreaciones de las ciencias del espíriu Su ermenéuica no es menos universalisa en su enque que la de Gadamer, ya que él mismo abla de una eoríaenera de la inerpreación La palabra «general» iene aquí, sin embarg, un signicado episemológico. Lo que quiere decir es que todas as rmas de la iner preación cienfca, a como se encuenran en a flología, a isoria, la eología y e dereco, ienen una esrucura gnoseoógica comn cuyos crierios de objeividad deben ser elaboradas por la ermenéuica como ndameno meodológico de odas as ciencias del espíriu Todas esas ciencia enen e enender como aea episemológica comn, donde el enender se concibe como el proceso espiriual que se propone capar un espíriu ajeno al como se a expresado en diversas rmas doadas de senido que pueden ser objeo de inerpreación. Se recomienda la inerpreación, que obedece a la eoría ermenéuica, como medio para resolver e probema episemoógico del enender3 No se puede acceder de manera inmediaa a espíriu ajeno, sino sólo por e rodeo de las «e rappresentative» las rmas u objeivaciones represenaivas e las que se 4
401
Betti Teoagenerale de interezne, 2 vols. Milán 955 aemán A gemeine Ausgungslehre a Methodik der Geteswissenschafen, Tubina 96 Zur Grundlegung einer aemeinen Auslungslehre. Festscrit r Rabel vo Tubina 95 pp 79-68 (reimpreso Tubina 988) Die Heeneutik a allgemeine Methodik der Geisteswsenschafen Tubina 962. 402 Véase nuestra ubicacin de este autor: «L'erméneutique comme science riou reuse selon selon milio Betti Betti ( 890 968) 968) en en «rchves de phishie» 5 3 ( 990) pp. 7-98. 403 . Bett Bettii 962 962 p. y otros luares. 4 . Betti 955 p 62 96 p 4.
da a conocer Estas objetivaciones interpretables (el lenguaje, pero también gestos, monumentos, ueas o sonidos) son representaciones del espíritu nterior a que se trata de entender Para esta perspectiva, etti pu do remitirse evidentemente a toda a tradicin ermenéutica, especial mente la romántica, par la que el entender tenía que reazar el camino inverso, de era a dentro, del acto creador del interior al exterior etti e irve drectamente de la terminoogía idealstaromántica, cuya legitimidad no emos negao aquí, desde la doctrina del espíritu interior Nuetro entender trata de averiguar, en eecto, lo que signifcan las palabras, lo que se pretende decir detrás y con las expresiones verbales, y no es tan decisivo si ay que pensar absolutamente en un espíritu interior objetivado Aora bien, según etti, siempre se trata slo del conocer comprensivo de una mens auctos, de un sentido determinado por la intencin del autor or eso, el intérprete debe anular en lo posible sus interees y proyecciones para respetar la autonomía de sentido pretendido por el autor Sería una doctrina peigrosamente errnea de la ermenéutica relativista el decarar los prejuicios como «condiciones del entender» Con esta observacin, etti se dirige específcamente contra la doctrina gadameriana de a aplicacin E entender no tendría nada que ver en absouto con a apicacin si se quería garantzar a objetividad y controlabilidad trolabilidad de proceso de de interpretacin La aplicacin so se daría daría en rmas especiaes de la interpretacin, como la de la teoogía y la jurisprudencia, cuya base tendría que ser una comprensin epistemolgica Antes de apicar un pasaje bíblico o una ley a una situacin concreta, su sentido debe estar entendido a nivel puramente noético Ciertamente, también se puede actualizar un sentido para adaptaro a las expectativas de nuestro tiempo, pero ay que separar este sentido modernizado de la ignifcacin originaria del texto etti establece aí una importante ditincin ermenéutica entre e sncado de un texto y la sncación que éste a ido adquiriendo a lo argo de sus dversas interpretaciones Estos Esto s dos aspectos aspectos no se pueden pue den conndr, conndr, como com o podría podría sugerir la conco ncepcin de la aplicacin de Gadamer, y la distincin de etti e peretamete verifcable desde la ermenéutica n la práctica no podemo dejar de reconocer ciertas interpretaciones como demasiado moderiadas y de separarlas del signifcado originario de un texto, porque de 05
Betti 962 pp 27-28 sta concepción e retomada en los inluyentes tra bajos de D Hirsch, Vali in Interen New Haven 967 (alemán Pin zipien zipien der der Intere Interen n Munch 972)
oto modo la nteetacón seía una taea uamente abtaa Sn embago, o mucho que se ueda hace econocble la sgncacón como tal, sgue sendo cuestonable s jamás se uede ja, a su vez, el sgncado ognao de manea dentva Podemos dec, o ejem plo, que la dea latónca no se uede educ a la azón ua de Kant o a los métodos de los neokantanos, aunque nunca odamos as del todo su sgncado ognao El sgncado uede segu sendo como muho una meta asntótca del entende que se tata de alcanza detás e las alabas, eo, a la vsta e nuesta ntud, no se uee sabe con ecsón s jamás seá alcanzable Además, sólo odemos compende el sgncado dieencado de la sgncacón desde lo que sgna paa nosotos y evocan sus sgnos aa nosotos A esto se eee Gadame cundo habla de una «nteuenca de sgncado y sgncaón Paa eserva el oceso nteetatvo de econstuón de la ab taeda, la hemenéutca de Bett tata de den ncos o cánones de la nteetacón que deben hace vecable su objetvdad Se poponen cuato ncos: 1 ) El ncpo de la autonoma hemenéutca o e l nmanenca del cteo hemenéutco (según el cual el sentdo a ntepeta debe se el sentdo ognao e nmanente del texto y no la oyecón del ntéete) ) el nco de la totaldad y de la conexón del sentdo nteno que mone a la consdeacón hemenéutca toma el texto en un sentdo en sí msmo amonioso y coheente; 3) el nco subjetvst de la actualdad del entende, que odía ecoda la alcacón gadameana, eo que aa Bett sólo quiee dec que el ntéete debe ocua «se gu nteomente el oceso ceado en sentdo nveso, econstulo desde dento, etaduc desde el nteo a la oa ualad de vda un segmento del asado o una vvenca ecodada; 4) nalmente, el n co de la concodanca hemenéutca del sentdo o de la ongenalad hemenéutca. Según este ncpo, «el ntéete ebe ocua one la popa actuaad vtal en concoanca y amona nteo con el estmuo ( ) que ecbe del objeto, de tal manea que se oduce una onsonanca y andad ente la mea y el segundo»47 Nnguna flosoa hemenéutca que acete el deecho delmtado de la hemenéutica uamente metodológca de las cencs del estu tená algo que objeta conta la motvacón de estos cánones En pnpo, toda nteetacón ate de la base de que hay que eseta l autonom 4 407
Btt 9 9 véa véas s 955 95 5 34 96 226 Btt 988 442 véas 962 5354
la coherencia de su objeto. Lo que parece dudoso, en cabio, es si tales principios permiten por sí isos ndaentar la objetvidad de inter pretaciones en as ciencias de espíritu o de dstinguir positivamente entre correctas sas. De hecho, cuaquier interpretación quiere ser coherente corresponder a su objeto. Por eso, la pregunta no es si una interpretación debe ser adecuada a su objeto, sino, desde el planteamiento de Betti, cuándo esto ocurre si es verifcable. Pero para esto no ha un principio, es decir, no ha una rega para a aplcación de la regla isa. Por lo tanto, no se puede evitar la impresión de que Betti se conra en la rmulación de ss principios con soluciones puraente verbales. 408 En su respuesta a Gadaer, Betti aditió posteriorente que a ss regas sóo les corresponde una nción negativa: «Por cierto que a los cánones hermenéuticos es corresponde un papel enos positivo que ne gativo crítico de prevenir aquelos prejuicios preconceptos que pueden llevar a pistas lsas» Pero esta concesión pone en cuestión la epresa de una herenéutica objetiva entendda coo etodología de a objetividad en as ciencias de espíriu Es cierto que se puede criticar una una interpretación cuando no se ajusta a su objeto su coherencia, pero ninguna etodología permite decidir cuándo una interpretación es objetivaente válida no solamente efcaz en s retórica La herenéutica de Betti se muestra así coo representante tardía de historismo Para contravenir e peligro de la reatiización histórica construó una metodoogía para las ciencias del espíritu dotada de una ndaentación tia, que obedecía regas procedimientos rigurosos. Pero en ltia instancia instancia no cupió cupió con su propia proesa, proesa, a sa ber, la de una hermenética positiva que garantizaba a objetividad. La historicidad no desaparece por negara con postuados cienticistas, sino, a contrario, de esta manera se la aentiende an más coo condi ción de nuestro entender. No obstante, la egitmidad restringida de los eserzos de Betti consiste en habernos recordado que de hecho ha interpretaciones más fables o enos ívoas que otas porque resisten a criterios generaes, aunque sean negativos. E signifcado no se disuelve en a signifcación modernizadora Pero el hecho de que sólo podeos acceder a este signifcado a espíritu interior detrás de las ras que 408
Vése F Bnco Oggetvt dell'nterpretzone e dmenson del compende re Un'nls crtc dellermeneutc d mlo Bett en «Qi «Qi Fiorntini pr sa dlpnsi dlpnsirog rogiu iudi di md» 7 (1978) p 75 Bett 967 p 217 n l 40
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lo representn desde el selo ecndo de nestrs pregns expectvs berts eso se h mostrdo debdmente en l hermenétc de l plccón de Gdmer 2. La ctica de Habeas a l comunicación en nombre de l comunicación U no está está tentado de argumentar argument ar con Gadamer contra Gadamer
El títlo de este prtdo pede prece prdójco Sólo preende señlr n posble evolcón en l relcón de Hberms con l hermené tc. Entre 196 190 Hberms hbí ntentdo r�clmr el derecho de n crítc emncptor l deologí concebd según el modelo de n cenc objetvdor como el psconlss en contr de l nverszcón del concepto hermenétco de comnccón. En los ños ochen elboró n teorí de l ccón comnctv prtr de ell n éc del dscrso qe se legtmn en l de nversl de l comprensón lngüístc Este gro trdío o cmbo de cento represent l vez n herenc tct y segrmente poco tendd de l pretensón hermenétc de nversdd El prmer encentro prodctvo de Hberms con l hermenétc tvo lgr en relcón con n reseñ bbogrfc sobre Zr Log der Sozlssenschten»4 en l revst «Phishische Rundschau» edtd por Gdmer otros. Y entonces Hberms se nteresb por n ndmentcón de ls cencs socles desde l teorí del lengje qe por el cmno de n teorí de l ccón comnctv42 podrí oponerse extosente l objetvsmo postvst. Contr el postvsmo de n socologí prentemente netrl qe entende l ccón socl según el modelo de cenros de erz qe ctún de mner tomst y csl nos sobre otros y qe bstre por completo del mndo vvenc! lngüístcmente meddo Hberms bsc n ndmentcón normv teór J. Habermas Zur Zur Log Logik ik der der Sozlwissenschafen, en , Francrt/M 1970, p 250. Para la participacn de Gadamer en la promocn de Habermas véase R Wggershaus De Frankrter Schu, MunchVena 1986, p 625, y R Dahren dor «itgenosse Habermas» en <erkur» 43 ( 1989), cuaderno 6 nº 484, pp 478-487
Véase u urr Logik Logik der der Sozlwissenscha Sozlwissenschafen, fen, Vorwort p 7
clingüística de as ciencias sociaes En primer ugar se inspiró en a teora ingüstica de ittgenstein y su concepción de uego de enguaje que a mismo iempo encarnaba una rma de vida En a tesis de ittgenstein d cierre de as rmas de vida ingüsticamente constituidas Habermas diagnosticó no obstante n resto de positivismo como si todo a uante esuviese monádicamente encerrado en su mundo ingüstico Pre isamente para anquear esta ontera puso en juego e principio hermenéutico Habermas aprendió de Gadamer que e enguaje puede trasenderse a s mismo mostrando en elo un potencia de razón 43 La herme néutica muestra escribe Habermas que os crcuos de enguaje no estn monádicamente cerrados sino que son porosos tanto hacia era como hacia dentro dentro 44 Lo son hacia era porque e enguaje est est por principio princi pio abierto a todo o que se puede decir y entender en genera Sus horizontes se ampan constantemente Pero también hacia dentro puesto que os ingüsticamente actuantes pueden tomar distancia respecto de sus propias expresiones para interpretaras reexionar sobre eas etc La pretensión de universaidad de a hermenéutica encuentra aqu una recepción perec ta s Habermas puede adherirse con entusiasmo a «a exceente crtica de Gadamer a a autocomprensión objetivista de as ciencias de espri tu»4 para integrara en os ndamentos teóricos ingüsticos de una soiooga comprensiva y emancipatoria Vistas desde a perspectiva de esta soidaidad ndamenta as ees controversias coyunturaes entre hermenéutica y crtica a a ideooga aectan asuntos más bien secundarios E primer maentendido entretanto carifado giraba en torno a concepto de tradición Siguiendo as oposiciones habituaes Habermas protestaba contra a supuesta desacreditación de a Istración que pareca impicar a rehabilitación de a tradición por parte de Gadamer Hay que conceder que agunas de as rmuaciones de Gadamer eran más que provocadoras E hecho de que «atribua a a autoridad una superioridad de conocimiento»4 pareca una boetada para a Itración Pero e debate sobre e tema y a reectura de Verdad método enseñaron que Gadamer siempre haba partido de supuesto de que a autoridad para ser egtima tena que basarse en un acto de reono Ibíd p 253 Ibíd, p . 258. Ibíd, p. 25 W p 2.
meno y por ano en una accn de a razn4 Nunca había arbudo a a auordad y a radcn una prordad ene a a razn aunue sí mosr ubcudad de cuauer razn en e juego comuncavo. comunc avo. Además Habermas creía ener ue reprochar a a hermenéuca un «deasmo de a condcn ngsca»48 ue desaendía os ímes ác cos de enguaje Con e presene rabajo esperamos haber demosrado a menos una cosa a pausbdad de a dea de ue a concepcn hermenéuca de enguaje se orena desde e prncpo por a experenca de es os límes E deseo sempre renovad renovadoo de habar y enender presupone sn duda a experenca de acaso de a comuncacn verba La unversadad de enguaje no es a unversadad de enguaje en cada caso como s odo ese decbe y enendbe sn rabas La unversadad so es a de a bueda de enguaje Es una paradoja so en aparenca Hemenéucamene nenamos enender y habar porue expermenamos una carenca en esas ncones Habermas arremee conra pueras aberas cuando preende objear conra a preensn de unversadad de a hermenéuca jusamene ue hay «expresones de vda específcamene ncomprensbes»4 Para ver eso no hace a recurrr a pscoanáss o a a críca a a deoogía E recurso a eos esuvo en uncn en eeco de oro moo de conco enre Gadamer y Habermas Apoyándose en a críca a a deo ogía y e pscoanáss Habermas ra de reavzar a oposcn apa renemene damera enre a verdad (a de as cencas de espíru y de mundo vvenca!) y e méodo (cenfcsa) para mosrar así ue puede haber perecamene un enender medco expcavo capaz de suarse derás de a sa concenca exsene (de ndvduo para e pscoanáss, de a socedad ara a críca a a deoogía) y de someera a su críca en nombre de unas condcones no perurbadas de comuncacn En e pscoanáss y a críca a a deoogía se habría probado de manea carísma que en e mbo soca era posbe una cenca meooca obeaora Las peeas reavas a esa cuesn eran especalmene eermnadas por as crcunsancas de momeno ya ue se braban durane a p 264 ( GW p 284) \ 4 18 Zur Logik der Sozalwsenschafen, p 289 éase al respecto P Grlanda «a 417
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bermas bermas Crtqe Crtqe o Gadamer Gadamer Does t Stand Stan d Up? Up? en en «Intaonal Phishical Quarter» (987) pp 33-4 41 9 J Habermas «Der Unversalttsansprch der Hermenet en Hermeneutik und Ieogiekk Ieogiekk,, p 33
coyuntura más alta del pscoanálss y de la crítca socal eudomarxstas Tambén estaban plagadas de tonos de ndo polítcos (conservadursmo versus emancpacón socal) ue en la actuadad tal vez nos deslumbran algo menos Tampoco se podría decr ue entretanto el estatuto centífco del pscoanálss y de la rítca a la deología haya adurdo una mayor frmeza or eso hemos de lmtarnos auí a las obecones ue aectan la concepcón de sí msma de la hermenéutca Gadamer replcó en prmer lugar ue una contraposcón extrema de verdad y método nunca había sdo su propósto Sn duda se podía egar a la verdad a través del método Lo ue le parecía cuestonable era sólo la pretensón de exclusvdad de la cocenca metodológca es decr la tess dogmátca de ue era del método no podría haber verdad alguna Gadamer no pone en cuestón los logros explcatvos del pscoanáss aunue hubera sdo lógco omo tambén aul Rcur lo había hecho algunos años atrás atrás4 4 señalar el malentenddo malentenddo centfcsta centfcsta acerca de sísí msm del pscoanálss y de los undamentos hermenéutcos de sus constructos. Lo ue Gadamer puso en cuestón e sobre todo la smple transposcón del modelo pscoanalítco a la socedad En el dálogo terapéutco hay en eecto un pacente ue busca ayuda y un médco ue tene la competenca y la responsabldad de de ayudar En la socedad en cambo Gadamer consderaba nadecuado atrbur a un grupo determnado una lsa concenca cuando éste no se sentía especalmente enermo por eemplo en nombre de una concepcón de la bertad o de una competen ca ue sólo correspon correspondería dería a la cenca socal mancpatora La «antpa cón de la buena vda como lo lamaba Habermas es común a todos y no el prvlego de una crítca a la deología ue se nutre de las metáras pscoanatcas. Tanto Gadamer como Habermas habían aprenddo algo nuevo en su encuentro Estmulado po Habermas Gadamer pudo elaborar de una manera más decdda el potencal crítco de su hermenéutca por lo ue amó a o s aoaba rar sor s propo ee de la ntud sno ue aspraba a un «saber reexvo crítco4 ue mostraba su efcaca a donde la correccón del malentenddo obetvsta de sí msmo sgnfcaba una gananca en lbertad para el ndvduo Gadamer pensa auí especalmente en la separacón entre la tradcón contnua y de evo lucón natural y su apropacón reexva puesta en uego por Habermas. 0 P Rcur, De Vnteren. Vnter en. 1 GW , p . 254
Esái Esái sur sur Fre, Fre, París 1965
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unque es posible salse eexivaene de una adicin deenada esa adicin que así se iene ane los ojos slo se vuelve copensb a pai de pegunas cícas y expecavas de sendo que en s conjuno no esn plenaene eejadas coo ales. Gadae subaya que e sabe eexvo cíco de a heenéuca abién debe acua cando hay que denunca las «lsas peensones de la lgica»422 sí, la heenéuica defende el «habla copensible» cona la lgica poposcional que ide el lenguaje según ceios de un clculo de las poposiciones n ese puno es aea de la heenéuca ecoda el eeno dalgico de la copensin de cualquie lenguaje hano. La poposicin no es odo lo que hay n ao sabe eexivo cíco, la heenéuica «ae a la con cenca cíca lo que es el scus de as poposicones en cuesin y qé po de esew heenéuco equee s peensin de se vedadeas».42 Según los ceos de esa lgica aogante se pueden ea sn duda al gunas poposiciones, peo hay que pegunase si de esta anea paa habla con con Plan Plan «e acanza el aa del habane»424 habane»424 en anea aguna n esa insisencia en el dilogo ineio des de la poposicin se uesa la caaceísca del sabe eexvo cíco de la heenéuca Tabé Habeas hab cosechado sus uos de este debae. un que hayan qe buscase as azones en ota pae, lo ceo es que a pat de 190 el pscoalsis coenz a deja de tene un luga cena en su pensaento y de se el odelo de la cencia social cíca. Coo s Ga dae hubiese dado en el banco con sus objecones, Habeas dej de usa pccaee e paadga de un pscoanlss socolgcaene aplado Peo tano s deciddaene se dedic a pondza los n daenos lgüíscos de la eoía ocia cíca, que lo levaon a desao lla una pagca unvesal y falene su teoía de la accn coun cava. Su nucin ndaenal es que las bases noavas de una eoía socal, y po ano de na éica, deben buscase en las iplicaciones pacas o eensones de valdez e uso del lenguaje que aspa a a councacn y la copensin. La aea de una flosoa cíica debe se a ealzac de ua consucc acoa posteo de las condcones pevias ntutvaente establecidas. Habeas se guía po la suposicin de qe el legaje debe se pesado po pcpo coo poceso de co pensin uua «Copao con Wtgensen la concepcn de qe el ·
22 éase «Replik Ibd , p 254. 2 3 Ibd Ibd p 2 5 5 . Ib
zur Hereneutik Hereneutik und und Ideologieritik» Ideologieritik» en GW p
254.
«enguaje» y a «comunicación» son conceptos iguamente primarios que se escarecen muuamente»45 Aquí, en ugar de Wittgenstein, podría haber puesto Gadamer, incuso con mayor derecho, por e hecho de que Die ogik der Soziaissenschaten» corrigió e cierre monadoógico de os juegos de enguaje de Witgenstein con e recurso a a concepción hermenéuica de a carácter undamentamente abierto y reexivo de enguaje De Gadamer se poía aprender ue e diogo permite egar por principio a una comunicación universa a circunstancia de que e Habermas tardo vueva a remitirse más bien a Wittgenstein y en contra de su concepción anterior y mejor, puede estar reacionado con e hecho de que, en sus timos trabajos, haya ido banaizando a hermenéutica en medda creciente como tarea de conservar as «tradiciones cutraes», perdiendo de vista su principio universa de a condición lingüística Como sea, no cabe duda de que a categoría hermenéutica básica de a comunicación experimenta en Habermas una nueva universaización para convertirse en a meta tácita y e denominador comn de todo uso de enguaje Incuso alí donde e enguaje abusa de a comunicación en nción de fnaidades estratégicas, esta acción vive de manera «parasitaria» de a idea de comunicación, cuya vaidez se expota simpemente para propósitos extraños a ea De esta anticipación de a comunicación de amplia base se pueden deducir deducir uego as condiciones condiciones éticas que a ética de dscurso debe construir acionamente a posteriori a renovación de esta pretensión universaista de a hermenéutica permite apreciar, sin duda, que a idea de a comunicación identifcada con a meta de enguaje tiene consecuencias éticas Esta implicación ética a Gadamer e era todo menos extraña Desde su primer encuentro con Heidegger e propósito principa de sus trabajos sobre a fosoa gega era eaborar a dimensión ética de a hermenéutica de a cticidad42 cticidad42 Apoyándose en a ética situaciona de Aristótees, muestra que e ejercicio de a prudencia práctica, a phrónesis, siempre se produce ante e trasndo de una comunidad históricamente devenida y en evoución lingüística que trata de poner en práctica sus representaciones de una vida buena y de comunicacón Habermas, en cambio, acenta ms bien e eemento kan 42 5
J Habermas Vstudien und Ergnzungen zur Teoe des ommuniaven Han delns, Francrt 984 p. 497 y otros lugares 426 Véase especialmente el trabajo para la obtención del grado de catedrático Pla tos dialektisce tik (930) aora en GW V y el estudio de 930 reciente mente pbliad Praktice Wisen (ibd. pp 230248) 0
ano derá de la dea de una comuncacón propuea como univesl con la hermenéuca Quen enra en un dálogo reconoce conraccamene uno prncpo unverale de la comuncacón En 19, K-0. Apel pudo deender el proyecto de una étca emejane n rodeo bajo el ítulo de una «hermenéutca tracendenal»427 La amplacón étca de la comuncacón hermenéuca a una éca del dcuro reula por ano baane conecuene Lo que queda abero, n embargo e en que nvel e úa el dcuro y obre odo que puede promeer cha éca ¿Srve ólo para el eclarecmeno floófco del <<l point of view»,428 al como la muetra la prácca mma de la ec dad o má aá de eo para dearrolar una «macroéca planeara» Apel) que a u vez preende er moralmene relevane? Lo ue e con ea generalmente e que e raa obre odo de la fjacón de un proce dmen que permría a lo repecvo mpcado enjucar cuále de a norma en dcuón pueden conderare como unverale o acepable. Dede la ópca hermenéuca ee procedmeno exrapolado de a dea de la comuncacón gue endo algo abracto. Pee a la rmua de na «moral poconvenconal» ¿on la norma reaene ago ue e puede converr en objeo de negocacón? Ademá cabe pregunare qué rma concreta puede adoptar ea undacón proceual de norma cuan do lo conco humano recben u eímulo de neree de todo po y que certamente on de carácer ancomuncatvo Tambén queda por ver fnalmene puede lograre una contruccón raconal a poeror de la condcone preva de la «accón» lngüítca y cómo puede abere que éta e haya logrado Seguramene ería anhermenéuco aprar a algo aí como una poeón objeva de í mmo por medo de la recon ruccón de lo nuvamene empre preupueo y al parecer no nerrogable Má vale dejar emeane preenón en mano de la dvna vórmc votaewc.
427 428
ranan der Phishie, rncr/M 93 s Hberms en Mralbewuftsein und muniaves Handeln rn rM 983 y bstnte en psición K- pe «Nrmive Beründn der Kiischen Therie drch Rekrs ebensweiche Siichkei? in nsen denprmtisch rientierter Versch mi Hberms een Hberms de ken» en Zwchenbeachn wchenbeachngen gen - Im z der Aun Aung, g, rncrt/M 989 H -G Gdmer Gdmer pd pd mniestr mniestr pr pr s prte prte n sidridd cn empres empres kn k n in de reir n crifcción cncep de qe e ici mr siempre pre spne y n necesi stifcción fsófc (vése GW p 35)
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3. Dsconsctiv posmodo
o que no quiero decir realmente es que la solidari dad que une a las personas y las conviete en interlo cutores es siempre sufciente para llegar a una comu nicación y un acuerdo total sore todas las cosas n re dos personas haría lta un diálogo interminale lo mismo vale para uno mismo para el diálogo inte rior rior del alma consigo misma
a pronda solidaridad entre Gadamer y Habermas con respecto a la comunicación dialógica aunque el primero la conciba según el modelo del diálogo platónico en el que sólo participamos y el otro a modo de una comunicacón comunicacón cienca cienca y argumen argumentad tadora ora volvió volvió a maniestar maniestarse se en el ente común que rmaron contra l nuevo desaío del posmodernismo neohistrista El desconstructivismo intuye en la idea hermenéutica de la comunicación una perpetuación de la voluntad metasica de poderío que pretende imponer a todos su modelo de racionalidad (aquí dialógico), por lo que debe reprimir de manera totalitaria la individualidad, la dierencia y la dsidencia que se desvían de él Habermas replcó que Derrida no podía mantener su protesta protesta prncipal contra la razón comunicativa comunicativa sin contradecirse a sí mismo puesto que él mismo aspiraba con ella a la comncacón mncacón y la cmrnsón Pr l dmás la u unción de la razón no se se ría alanar la nvdualidad sino al contrario oecerla la posibilidad omunicatva del libr desarrollo de sí misma y de articular sus legítimas pretensiones de reconcimiento. Sólo sobre el terreno de una comunidad mentadora del diálogo sería posibl el pluralismo y la derencia de ra de vida vorecio por el deconsrucivio 430 El encuentro enre Gadamer y Derrida se produjo en el conexo de unas jornadas organizadas por el nstituto Goethe en París, en abril de 1 9 8 1 . Su fnalidad era establecer un diálogo entre las dos corrientes pre HG Gadamer «Und dennoch: Macht des guten Willens en Ph. Forget comp) ext nd nte ntere reon on Munich 1984 p 61. Véase Véase l a críti crítica ca a Derrida Derrida en e n J Haemas Haemas Der phishische Diskrs Diskrs der Moder ne Franc/M 1985 y Nachmephysisches Denken Francrt/M 1988 en espe cial el teo «Die Einheit der Vernunt in der Vielheit ihrer Stimmen») Gadamer se refió explícitamente a esta «excelente crítica de Derrida» de Haermas GW p 23) que pece autorizar que aquí halemos de una solidaridad entre herme néutica y Harmas aunque tampoco conviene exagerarla exagerarla 92
donntes en el pensento contnentl, el desconstructvso ncs l herenéutc len (un nctv tbén genunente here néutc) Según los testgos, se produjo ás ben un dálogo entre pos, lo que uestrn tbén ls cts de ess jornds que se publcron entretnto en los dios prncples43 Segurente con rs l des constructvso textul de Derrd, Gder oecó un conerenc nugurl sobre «Texto e nterpretcón» l que Derrd contestó el dí sguente con tres pregunts Derrd pronuncó luego un conerenc sobre Hedegger Netzsche sn reerrse drectente Gder o l herenéutc. n los ños que sgueron, Gder escrbó portntes ensos sobre el deso desconstructvst, en los que pudo precsr los prncpos teórcos de su herenéutc r coprender este deso nos ltos quí ls pregunts de Derrd, quen, por su prte, no porto textos contnucón del encuentro con Gder. Dchs pregunts de hecho conuyen en un punto centrl que concerne el esttuto de l (ben) voluntd pr entender, presupuest por l herenéutc
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cón en a verdad, porque en e dáogo con otros y consgo msmo, en tanto que pensamos, egamos a encontrar verdades que nos parecen probaes sn saber cómo y qué nos pasa. Y no somos dueños de estas verades, sno más ben sn eas as que en certo modo toman posesón de nosotros E que entende puede expermentarse como aguen que sue estas verdades cuando vve un encuentro con e sentido, con a evdenca y a orentación En reacón con elo, Gamer recuerda a ase de Herácto: «E reámpago o guía todo», que estaba grabada sobre a puerta en a cabaña de Hedegger E reámpago sgnfca aquí «o repentno e a umnacón que hace vsbe de gope, como un reámpago, todas as cosas, pero de ta manera que a oscurdad vueve a devoraras nmedatamente»433 Vsto así, a verda de entender tene mucho más e sgnfcao de una partcpacón que e de una apropacón tota y defntva y, en cuaquer caso, está muy ejos de un domno metasco e saber Otra pregunta panteada en a conontacón entre Gadamer y Derrda es s se puede habar en genera de una comprensón de a «verda» ¿No habría que admtir que e entender va a a derva de un sgno a otro sn topar jamás con agún sentido que podría ser ago así como una presenca corpórea? En sus comenws, especamente en sus prmeros estudos de Hserl, Derrda había señaado a probemátca de ouir dir» o de querer decr de cr 434 434 Según a concepcón c oncepcón tradicona, un sgno sg no debe d ebe «querer» decr ago, pero no se puede averguar nunca de todo qué es o que quere decr Así, a presenca exgda de sentdo sempre queda «derda», de manera que para Derrda todos os sgnos están anmados por una danc nunca aca acanza nzada da Todo e bro bro de a a metasca metasca ( por e que tambén Hedegger se habría dejado seducr a buscar ago así como un sendo e ser) culmnaría en a tenenca e bscar, en genera, un sento y de tratar de entender Esta sospecha de metasca e ampo acance consttuye e pano genera de ataque esconstructvsta a a hermenéutca Se podría responer a estas objecones con certo desdén y señaar smpemente e hecho nnegabe de que a capacda de entender exste como prncpo y que tambén Derrda quere entender y ser enteno cuando entaba un diáogo En su crítca evastadora, Habermas se basó sobre todo en este argumento de a autocontraccón Pero a herme VI p 232 23 2 véas véas p 2 2 crca crca dl dl td tdr r d d olp olp véas véas tambié l rspusta a Drrida : ext und nteetn nteetn GW II p 357 44 Véas spciamt vo et e t phé phénomne, nomne, Paris 962 433 GW
néuia puede aerarse a la posiión de Derrida en ese puno on iera simpaa Porque jsamene su onepión de una pariipaión en la verdad y de la dependena onsane del diálogo esifan la imposibilidad de dar on un sendo objevado al omo podra sugerirlo la measa de la presena y la flosoa lása de lenguaje Tmbén aqu ay que reurrir a la ntuión de a paabra nerior del alma, porque la flosoa ermenéua sosen que nuna se puede aanzar de odo una palabra de la aspiraión inerior del alma Ninguna paabra o signo puede omarse omo la presenia defniva de un senido Es simplemene seña, dérnce, si se quiere, o el dierir aia algo oro que sólo se puede indeir E lenguaje vive de esa imposibilidad de saiser esa aspiraión, de la apaidad de soporar la drnce enre la palabra y lo que se quiere deir3 Aora ben, sera al si se sosuvera que esa aspiraión no exise para onrmarse as on Derrda on la dea de que los sgnos siempre remien los unos a os oros sin direión y sn querer deir jamás algo que se pueda verifar, o sea, sn vouir vouir dire dire alguno Reirarse as al posiivismo de los signos equivale a una negaión de la palabra inerior o del diálogo inerior onsigo mismo, del que se nure y del que esimonia e lengua lenguaje je La fjaión en el signo, omo si no remiiera a algo oro inalan ado, es el posiivismo más puro, e inuso es measia, si es que esa asaón sgue enendo algún sendo Sgnfa onnuar la measia del puro esar a la vsa, de la pura dsponbildad, uando se oma el len guaje omo mero sondo que no iene que enuniar nada más que a s mismo. Un fsalsmo semejane de los sgnos se puede enonrar en la aparene evidenia del posulado de Lyoard de que la flosoa sólo se oupa de ases Las ases seran lo únio que se presupone siempre y en odas pares3 Sin duda siempre se enuenran ases, pero esas ases quieren deir algo Son el resulado o, en el mejor de los asos, el esimonio de un diálogo aoneido anes de elas, que neesia de esa verifaión poserior ompensiva. omar a vo o las ases en su pura exisenia disponibiidad omo eos úlimos signifa una reada en a lógia as H-G Gadamr ie Grenze der Sprache, p 99. as J-. Lyotard Le dérend, París 1983, p 9: Objeto Lo únco qu s ndudabl s la as porqu stá mdatamt prsupusta» Para la ríta st antmnuto tsmo d la as vas M. rank ie Grenzen der Ver tndung rancrt/M 1988. 435
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proposconal de la metaísca ue ha domnado todo el Occdente con excepcn del Aóyo< évOi áfo¡. Según la lgca proposconal las proposcones reproducen el contendo de manera nstrumentasta como s a cada palara le correspondera una representacn Slo s recordamos el verbum nu podemos ver la propa vtadad densdad del lenguaje hacernos cargo de la experenca de ue nuestro halar depende de palaras prevas para poder expresar un sentdo ue no puede agotarse en los sgnos dsponles Sn emargo sería errneo halar de una confnacn en del lenguaje como s el pensamento estuvese totalmente encerrado en el lenguaje de la metasca Quen consdera el enguaje como un «cautvero alnco del espírtu»37 gnora ue el lenguaje es dálogo Como dce Haermas el lenguaje es poroso: Pese a la mposldad de cumplr con su capacdad enuncatva puede reejar y mover haca atrás sus propos límtes hasta la ontera ue pueden alcazar las posldades del pensamento Fjar el lenguaje a ua écure una vez reazada ue a no se puede nterrogar sgnfca reducr el alcance del go de manera postvsta «como s todo dscurso consstera en emsones de jucos» responde Gadamer a Derr da.38 No se puede reducr el go de la metasca con Derrda y en certos aspectos con Hedegger Hedegger a una metasca metasca de la voluntad voluntad ue sería por prncpo ceg a toda otredad S se entende el go como un conversar por tto como ua dependeca recíproca entonces el logocen trsmo tene tene su lugar verdadero verdadero en el dálogo dálogo sore todo en dálogo dálogo consgo msma del ama como Platn gustaa gustaa lamar el pensamento. 3 Es un dálogo en el ue por prncpo no ha cure o cerre alguno ue deería ser defndo desde un unto de vsta postmetasco en este dlogo se asa la unversaldad de la hermenéutca.
437 GW 11, 11, p. 364 438 bíd p 371 439 Ttto 184 ; ofta 263 264 a
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EPÍLOGO
La discusión entre Derrida y Gadamer resaltó al menos un punto con toda claridad: Contra la universalidad de la búsqueda de la verdad y comprensión se reivindicó la universalidad del perspectivismo tal como Nieche lo impo al pensamiento flosófco. ara qué sirve el eserzo de comprensión si todo est condicionado perspectívica e históricamente? A menudo se pudo ver en Gadamer mismo un deensor del relativismo histórico como queda patente en su afrmación de que no se puede entender mejor sino sólo de otra manera
manera. Todo ntento de entender aspra a una verdad sobre la que al ve se podría dscutr, pero sería un error hstórco declarar como relavsa esa verdad ue se capta cada vez de otra manera Para la hermenéuca cuando hablaba de él, el relatvsmo no era más que un ntasma, es decr una construccón hecha pare ue espante a la gente, pero ue no exste De hecho, nunca se ha deenddo en sero un reatvsmo entenddo comnmente como a opnón de que cualquer parecer sobre una cosa o sobre cuaquer cosa vaga lo msmo, al menos no desde la hermenéuca Es cero que la hermenéutca defende que las experencas que hacemos con la verdad están mplcadas en nuestras stuacones y esto sgnca en el dálogo nteror que llevamos constanemente con nosotros msmos y con los demás Pero precsamene por eso no se puede deender un relatvsmo en el sentdo de un anything anything goes goes extremo Nade está dspuesto a aceptar todo como gualmente váldo y legítmo, porque el dá logo nteror de nuestra alma, que sólo se puede pensar como stuaconal se resste a contngenca o arbtraredad de las nterpreacones. Precsamente por eso nunca exsó un relatvsmo en la hermenéu ca Más ben son los adversaros de la hermenéutca quenes conjuran el nasma de relatvsmo, porque ntuyen en ella una concepcón de la verdad ue no corresponde a sus expectatvas undamentalstas. Así, en la dscusón fosófca actual, el relatvsmo opera como un ogro benvendo a vor de poscones undamentalstas ue se proonen hacer abstraccón del dálogo dálogo nteror de de aa a a Quen Quen habla habl a de reatvsmo, reatvsmo, presupone que para pa ra el e l ser humano podría podría exstr una verdad sn e horonte de este dálogo, es decr, una verdad absoluta o desvnculada de nuestras preguntas. Pero una verdad consderada como slo relatva slo exse ane el rasndo de una verdad aso lua que se cree verfcabe. Ahora ben,
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«Süeuh Véase HG H G Gadamer Gadamer GW , p 269 299. n la enrevis enrevisa a con con el «Süeuh Gadamerr dice irónica irónicamen mene e «l relai relaivismo vismo es un un n n Zeitung» del 0/ 2 990 Gadame veno de Habermas Cnsequences es ofPagma matm tm,, Minneapolis 982 p 66 4 1 Véase R Rory Cnsequenc
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enende por measca la superacón de la emporaldad
para el onoimiento de la verdad De esta manera la argumentaión del relativismo histório pierde todo undamento real Exigir un riterio para la verdad asoluta se revela omo un ídolo astrato y metasio y pierde toda relevania metodológia La historiidad ha deado de invoar el ntasma del relativismo relativismo histório histório»» Sólo u nuevo historismo podría onluir de esto que nalmente todo es relativo Pero hemos de emanipaos de esta posiión si queremos aerarnos más a la verdad Uno de los logros má importantes de la hermenéutia e el haer señalado al pensamiento losóo el amino era del maro de ese planteamiento tan oliuo de la pregunta después de que la losoa desde Hegel se huiera quedado enaada en el prolema del hstorismo Esto queda señalado en la diereniaión hermenéutia entre verdad y método La verdad existe tamién más aá o más aá del estreho írulo de lo que se puede someter a método Evidentemente más alá del método tamién hay muha insensatez ¿Se exige tamién aquí un riterio» para distinguir distinguir entre entre verdadero y lso? ¿ Qué Qué se entiende por riterio? ¿Aaso un medio rmal y no engañosos que po damos apliar ómodamente e indistintamente a todas las situaiones? De este modo no se superaría el hstorismo El método todavía desplaza el alma L que no se perie es que el diálogo que nuna deamos de ser no puede aeptarlo todo y que al mismo tiempo experimenta la verdad en sí mismo Esta apaidad de rítia y de razón tiene su sede en el vrbm intus en el monólogo ue ualquer persona es para sí misma ae señalar que la dotrina etoia del lóyoc é v1áiuoc preisamente en rela v1áiuoc surió preisamente ión on la disusión en too a lo espeío de la espeie humana3 No el lenguae o el lgos exterior dstinguría al ser humano del animal porque tamién los animales son apaes de emitir señales astias Lo que nos distngu es amente que detrás de la voz se desarrolla una reexión interior Ella nos permite ponderar las perspetvas que se nos oeen ua ente a otra y distaniarnos rítiamente de elas El ser humano no está totamente a la mered de sus instintos o de los sonidos en irulaión en ualuier momento L que le liera a un posile serhumano serhumano es el espaio espai o de lertad del lgos interior el tema primario de la hermenéutia que desde la antiüedad se llama y promete razón GW p p 1 03 Véase Véase adem además ás GW IV, p. 434. un d Ser Zurich 1950, p 25 ss. y M . Pohlenz, D i e Bndun B ndung Véase Sta und der abenddchen abenddchen Spralhre durch durch die Sta, St a, op. ct p. 193 ss. 00
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1 Conua genera
a Biboa soe h Bormann C. on: Hermeneuk I Pooc-eoogc en: G Müer (com eoog eoogc cee Reaencyk Reaencyko ode de o 1 Nuea York-Berín York-Berín 1986 1117 Bronk Bronk A : onie deje jek ina h HG Ga Lubn 19 Ferrar M: ora dermeneuca Mán 19 Gadamer H -G G m (m: Seina Seina Die Hk nd die 7 8 8 Wseafen FrancrM. 1978 7 Gay W C P cken Bbogra Bbogracc Gude o Hermeneuc Hermeneuc and Crca Crca Teory en: al al He 2 197 . 799 Grondn J: He Wheit? Z WahheibHansGeog G ngen 1982 Anendng gsbeie seit seit Henrc Henrc N : Bibaphie Hek nd Anendn Shi üedor 196 Pén Hermeneu Hermeneuk k en e n : konAn Anke ke nd hten hten o 1 uga 19 Pe J . -C Réeor Réeoree bbograque bbograque ur u r 'erméneuque 'erméneuque Aec Aec une un e econ econ conacrée Gadamer Monréa 198 b nrodionesgeneas geneas a heené heenéaa y atís sints iédis Ae -. a Vereen (ene Probemgecce a Begrgecce en hi hi gesite gesite 1 ( 19 12199 Tgie nd he 2 Frburgo Bea A : Bbce Bbce Hermene Hermeneu uk k en: Lkon Tgie 198 9
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de Phiwshie Phiwsh ie o IV r rk k en: Rer (com Hhes bh de Baea ugar 1976 1291262 Bubner R.: o Gen Phiwshy Cambrdge 1981
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Macte Macte . «Cotexts «Cotexts of teet teetatio atio e osn Un n ]oul» 241 ( 76), 76), 43 446 446 «Eisteoogica «Eisteoogica Cisis Daatic Naat Naative ive ad te Pioso Pioso of Sciece en Mon 6 (77), 43472 Paig G. G . : «Eke «Eke ud Vestee. Vestee. Beekuge Beekuge zu Vetis Vetis vo Natur ud Geisteswissescafte e: Neue 324 324 3 Neue Rundschau» Rundschau» 84 (73, Po Poer er K R : n nje jec cre ress and R, Lodes 6 34, Tubig Tubigaa 76 76 - Lo Logi gi der Fors Forsun ung g, 34, Lodes 7 Te P P o oHiscism, Lodes Poster M M : «te «tee eti tigg Text Textss : Soe New Directio Directios s e: e : Sou al 8 La Reie» 8 ( 8), Rickert H: ie Grenzen der narissenschaflien egbiung ine ogische ining in die hisschen Wissenschafen, ibugo 86, Tubiga 2 ibugo go 8, Tubiga Tubiga 26; trad lturichaf lturichaf und Narienscha Narienschaf, ibu cast.: ienc culural ciencia natural, Esasa Cae (usta) Madrid 64 Vunf f der hn hng g ine Altae zum zu m Anarchismus Anarchismus der Rohs P.: ie Vun Wsenschathe, Meiseei 7 Seiet H.: «Heeeutik ud Wissescasteoie Heeeutik ud wissescaftsteoetisce Positioe e: U. Ge (co.) Heeneuti a Kterium r Wechaflicheit?, echaflicheit?, . 447 «Heeeutik «Hee eutik ud Wissescaftste Wissescaftsteoie oie Nacgeei Nacgeeicte cte Tese zu Stateent Stateent e: U. Ge Gebe (co (co . ) o cit. . 73-7 Sio Sio Sc Scfe fe R W C. Ziei Ziei (c (cs . ) : Wsenschathe der Geistessenschafen, Habug 7 Stegüe Stegüe W : «De sogeate sogeate Zike des Vestees Vestees e: e : K. Hüber / . Mee ( cos.) Natu ud Gescicte. te deutsce Koge r Phiosoie. Kie 72, Habug 74 «Die sogena sogenate te Metode Metode des Veste Vestees es e: e : ibíd : bme und Resultate der Wissenschath thee und anatchen hishie, hishie, vo. ernHeideberg Nueva York 6, . 3637 Taor C: «teetatio ad te Scieces ofMa e: i oMeta Metaphüsics» phüsics» 2 ( 7), 3 Tuher R: «Ekug i geetisce ud ssteatisce Zusaenhngen en: c» 33 (7), . 820 Waac V (co): Heeneu a Wq heuter Wissenschaf, Saz Sazbu burg rgoo 17 1 711 Wiead W: «Mgickeite de Wissenscasteoie e: R Buber K Cae Cae R. Wie ( cos cos ) Heeneuti eeneuti und u nd a a, , vo 1 , Tubing 7, 36 nan and Unders Understtanding anding, Nuev Wrigt G. H vo: nan Nuevaa Yok Yok 7 7 ; trad trad plici mprensn, Aiaza Madrid 87
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Ouaw Ouaw L Laguage Laguage ad oco ocoue ue owad owad a Hemeeuc Hemeeuc o ac ac uue» e «Culturl Heeneutc 1 194 194 pp 4041 4041 Paemo J : Pedagog Pedagogyy a a ca Hemeeuc» Hemeeuc» e e «Culturl ee eeneu neutc tc 1956 1956 pp pp 1 146 Pae Pae / M M Sb Sb / echu echuee ee comp comp oblte nd mtton o rgmtc medam 1982 Peelma Peelma : Rhétoque ethwohe ethwohe Pa 1952 - e chm chm de umentt umentton on uela 190 rhéque ue rté de Peelma / L Olbechy Olbechyeca eca nouvele rhéq umenttn a 1958 190 Ploa J (comp: nteeronl nteeronl Communcton Communcton Eay Pheomeoogy ad emeeuc Wahgo 1982 (exo de S Deez M üde J J Poa Mcua Mcua D Ihde Ihde D ega egala la E ehe H Slvema Slvema L Wdma M Seebohm Lg Plee Plee Zu Hemeeu Hemeeu chpa chpachlc chlche he ud uduc ucs» s» e e H G G Gadame comp D a robm der Srche. che deuche Koge f r hloophe Much 196 pp 555-566 Rajchm Rajchma a / We We (co (comp mp : otnlyc hwhy Nueva Yo 1985 Reehube K emeeu ud Spachaaye ze zu eem Gepch e ch ch aho aho che che heo heoo og ge» e» ( 19 19 9), 9) , pp 485 48 5 Schmd K : De hemeeuche hemeeuche Ze Ueuchuge zum hema: hem a: Übeeze ud Phloophe» e: «e goge rovn 21 (196) pp 42-488 Schel L emeeuc he Lgh of Laguage ad Leaue» e «Ctholc «Ctholc Bblcl Bblcl rterlü» 5 (196) pp 1-86 Seebohm M he Sgcace of he heomeology ofWe Dcoue emeeucs» e: J oa (comp op c pp 141160 Seug K: Semot Semot nd Tem n Heeneut eeneut Nueva Yo 198 Sucturl Sucturlm m nd nd Heene Heeneu u Nueva Yo 1982 Smo . hwhe de Zechen elueva Yo 1989 Srchh rchhh he e bugo 1981 -
Whrhet hrhet Freet Freet Zur ncklun ncklung g der Whrhet hrhet ge n der neueren neueren hhe elNueva Yo 198; ad ca: Verd y lbertd Sgueme
Salamaca 198 odoo odoov v Symbolme ymbolme et e t nterét nterétton ton Pa 198 ugedha E: Setbeugen und Selbtbetmmung. Srntche nterrenen ac/M 199 ad ca: Au Auncenc ncenc y udetencón E Madd 199 - Vorleungen zur zur nh nhnng n n de rchnche rchnche hwh hwhe e Fac/M 196 Webe Webege ge C / O. Webege: Webege: gk Smnk Heneutk Much 199 Zmme Zmmema ma : W Wgenten rhw rhwoohche hche Heeneut Heeneutk k ac/M 195
Zuc . E: «he Ne emeeuc oLaguage. Ccal ppaal» e: «Te 17 pp. 37 371 1 6. ]ou oReln Reln»» ( 17 Heenéuti Heenéuti y reho
obbo N.: Il posiis posiisgiui, giui , u 161. ouze oy D.: «epeg he La: emeeucal ad oucual epecv epecve e e : «uth Calia 1 pp pp. 13-76 13-76 Calia a a &i» 1 ( 1 Ee .: «De epeao m Rech» e: «Sium Gnerale» 7 ( 15 pp 3737. Gae R R.: «mpaave Nomave emeeuc: cpue eaue Couo» e: «South «South Cal Cal &i» ( 1 1 pp. pp. 3 1 3. aba E .: «u ue méhodologe" de l'epéao judque» e: rhives ephi e phiws wshi hiee u roi roi 1 (1 73 73 pp pp 371 33 a L .: T e Cone Conept pt oa, xod 161 Kele Kele M. : «eod «eodehe ehee e juche juche emeeu emeeu» » e e M . Fuhma Fuhma / . R. R. au / W. aeg (comp Poek un Heeuk IX pp 40 401 1 Ma G: Saigny e il e singiu sing iui, i, Ml 167. MayeMaly : «emeeu ud Evdez m Rech» e: Waach (comp. Fochuggepch pch Heneutik a W heuter Wissenshaf. E Fochugge alzbugo 171 pp. 17130 Mooz Mooz F F . : «he «he ologca ologcall a a o o Legal Legal emeeuc: opoed opoed Model Model of Iquy aed a ed o he. h e. Wo o o Gadame abema ad Rcecu Rcecu>> >> e: e : 6/3 /3 ( 1 pp 5360 «Bosn Uniei a &i» 6 N D: «vale ud poeche zu juche emeeu» e: M Fuhma Fuhma / . R au / W ae aebe beg g (comp (comp : Poek un Heeneu IX pp. 356. e G G : «emeeu ud Wechafhe Wechafheoe oe au de ch de Rechechae» e: U Gebe (comp: Heeuk a teriumr teriumr Wissenshaflihkeit, pp. 1-16. ey ey M M . : «he «he uho uhoyy oe o ex x ado ado ad a d Reao Reao:: heo heoyy o Couoal Iepeao"» e: «Southem Cal a &» 5 ( 15 pp. pp. 5 1 -60. -60. Savgy F. K.: Ges Geshihte hihte es &h &h im Mitelter, Mitelter, 6 vol. edelbeg 115131 7 vol edelbeg 1311 - System ystem es es heuti heu tigen gen rhen &h &h , vol. el 101 - eishte eishte Sh Shf fen, en , vol Lepzg 150 Schoh U «emeeu ud Geellchaheoe au de ch de Rechecha» e: U Gebe (comp Heeneuti eeneuti a teum r Wissenshaflihkeit, pp. 170171.
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Simo Simo : oi oi of siio siio a Is ai a i:: c o a oy of osiioa Ipaio : «Suthem al La Ri» / ( pp 6366 Soai, Á. : Sc Sc e di pa pa hiba, : Stem Pantenre os a a 3 Pantenrech ch os hoi oisc s s misc cs oa 6 (impso: Dssof 66 co a iocci s - Ueber Ueber die Nt Nthendeit eine alemeinen alemeinen bülichen Re Rech ch r euchand euch and
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g Henenéu e hi aumga aumga , , : nnuit nn uitt t und Geichte Geichte ur K und Meta Meta der hchen Vunf ac/ 7 ama ama / s s (com (comps ps : Seminar Gei Geite te un ee ee Um Um ee einer eine r H ac/ 76 Cio, : isoiciy isoiciy a h h hm hmic ic Cic Cic : «N Lita Hi» ( 77 77 pp 7 7 Day : iso a o : «h «h Tew Tewgi gill rt» 7 ( pp pp 3 3 Day, W: Epaii Wa Is iso : ai (comp, Tee Hi c L L nd pnatn pnatn in i n Hi Hi fo 7 - Per erpectie pectie n n H os (comp: PhiwhilAnai & Hi Nua Yo 66 ab ab : e e d d Gechichench Gechichenchf f ic 7 : sis sis Lb i scic asp mi a : N W o / W (comp, Spiel und Gichni ssci acob aubs, 3 pp 3 Kosc, R: Ver Vergange uun uunf f ur Semntig Semntigech echicht ichtliche licherr eiten eiten ac/ 7 Loz, Loz, scicichi a aii iio o : : «Eeneu e rdiine» (chiio i osoa aua 63 pp 3 Lübb Lü bb, , : Gechibund Gechichinteree asia 77 Ma Maba bam m : Te blem H Hical ical d dge: An Aer Aer Re R etii tiim m Nua Yo 67 Maou - l . : e nnai nnaince hirique as 264
Mogue K R Meod Ieecua oy Que Se Foudao» e «Phiwsophy» 56 ( 98 pp pp 5335 52 Momme W J (comp Teoe der Geschichissenschf, Cooa 92 Für eine ein e eerte His His Stdie Stdie zr eo e oee der Gesc Geschi his sensch enschf, Rüe J Für Suga-ad Caa 96 (omp Hsche Objetiitt Ae zr Geschichtheoe, Goga 95 Save ocy ad e emeeuc Cce» e «Ne Liter H» 0 ( 98, 98, pp pp 49 49 Shdebac Geschich Geschich phiwshie nch Hel Hel Di D ie obleme des Hissms, Hissms, Fbugo-Muc 94 Venf enf nd Gesc Geschichte hichte oge ud baduge Fac/M 98 Smme Smme G Vo Wesen s hen Vetehens, e 98 Se : emeec ad e Roe ofoy» e Ne Liter His» ( 95 , pp pp 29 29 232 Meag Meag ad Ude Udead adg g e e oy oy of Idea» Idea» e «H nd Teorü» 8 (969, pp 53 eu F emeeu eee ud ado» e «Enenetic e rdizione» (co d ooa adua 963, pp 263288 eye oment o éct lhisire si dépistowie, a 9 We We Iep Iepe ea ao o oy oy>>>> e «Ne Liter His» 4 (93, pp 2834
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ÍNDICE ÍN DICE ONOMÁSTICO ONOMÁSTICO
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Agun, 15-1, 5, 1-0, 1, 5 9, 85, 91, 98, 1 1 Agun de Daca 0 Apel K -0. 9, , 191 Arend 0 Ar Ar e ele le, , 48, 48 , 50, 8, 180, 190 19 0 Amono, 45 A F , 2,, 9 9,, 105, 108, 1 1 8
Dahrendorf R 185 Danélou Danélou J 5 Dannhauer J , 2, 4 8 1 85 9 94, 101, 104 Dav Davd don on D , 0 Demero, 48 Derrda J 0, 0, 98, 180,19 19,19 Decare R, 81,85 Dewey J. 1 Dley W 19 Dlhey Dlhey W , , 4, 0, 0, 98, 99, 10 , 1 , 10, 4, 98, 14, 18-1, 140, 14 1, 150, 15, 159, 10, 1 Dodoro de Taro, 0 Droyen J G 19, 1, , 4 10 119, 118, 19, 1, 140, 158
acon F, 81, 85 albu, 50 aumgaren A. G 9 ecker O. 8 ee e ezz M, 8, , 85, 1 00 ehler E, 1, , 8, 108 enn G 19 e E, 14, 180-185 anco E, 184 ru 111, 115 la la E ., , , 8 oec o eco, o, 48, 48 , 8 oeck o eckhh A., , , 4, 8, 10, 1191, 1,15, 1 oehm G 9, 0, 99, 105 ollnow O F, 1, 11, 14, 1, 1 50, orm o rman annn , 0, 0, 1, 8 1 , 1 1 r�check E, rnkman rnkmannn 0 ron L. 1 bner R, 1, 9, 0, 151 ckle ckle T, T, 1 9 ulmann R, 0, 19, 181
Ebbngau 11 Ebel Ebeln ng g G , 4 5, , 0 Egnau J , Ermar M., 14 Erne J. A., 100, 109 Fg J Flón, 45, 48, 555, 5, 0, 9 Fndla Fndlayy J. 41 Flacu Ilyrc M. , 0, 0, 9 1 , 98 Fouc Foucau aul l M , 0, 8 Francke A. . 98,, 8, 109, 11, 115, 195
aano J 0 hanrane P, 4 hadenu J M , , 5, 85, 859, 9, 9, 9, 98, 1 01 , 104, 104, 14 hranen, 5 2
Freud S 30 3 1
Iser W 1 0
Gadamer H.G 1 1ss 6 3ss 6 ss 670 76 0ss s ss s 10 1 10 1 1 16s 16s 133 136 13 1 10 17 17 17ss 111 116 17 Gaos J 7 137 1 Gedse Gedset ter er L. L. 3 73ss 6 1 7 Gerhar Gerhardt dt 36 36 3 3 Gethm Get hman annn C. 0 16 Giuranda . 17 Goethe J. W 10 Goodmann Goodmann N . 3 1 Gron Grond din J 31 13 17 17 13 17 16 11 Gusd Gu sdor orff G . 70
James W, 31 Jaspers K. 30 Jau H R., 10 Jenn Jennes es 0 Kant E, 3 10 1 1 1 1 1 13 1 1 1s 1s 1 1 60 60 10 13 Keré Kerény nyii K. K . Kimm Kimmer ere e H 1 0 0 1 1 Kisie T 6 Kauck H J 0ss Kof Kof d. 7 Koseeck R, 17s Kuhmann W 30 Kuhn Kuhn T 30 1 0 Leibni G. W. 3 1 3s 6 7 10 176 Lessin H U 17 131 130 Lipp Lippss H 30 1 0s Lith K. Lubac H. e 1 6ss 60 70 Lücke . 3 7 10 11 Luká Lukács cs G G Lute Lutero ro s 60 7073 7073 77 0 Lyotard J 1
Haber Habermas mas J 0 0 s 36ss 1 6 6 1 7 1 0 1 1 1 1 1 1 Hartmann Hartmann N . 30 Hasso Jaee Jaeerr H H -E. 3 76 ss 6 Hee He e G. G. W . 3ss 1 00 00 1 3 Heideer . 1 1ss 6ss 3ss 6ss 136 1 37 371 1 16s 16 167s 171 17 11 10 13s 16 1 Hemhot H. 1ss 16s Herácito 1 Hesodo Hinrichs W, 113 117 irsch E D, 1 derin F. 170 omero risch J. 1 10 Hübene Hübenerr W 1 1 0 übn übner er R, R , 1 Husser E 30 13 10 16 17 1
aras J. 1 arx K. , 31 3 1 ayr F K. 7 eier C . 3 7 s 10 eancthon 73 76 ereauonty 30 i J S 1 isch G. 6 13 136 10 1 üer-Laute W 36 Natorp Nato rp . 130 Niet Nietc che he F. 30 30 3ss 1 16 1
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Scheiermacher 0 1 3 63 63 70 70 7 7 1031 1031 1 11s 11s 131 1 33 13 137 16 1 1 16 Schnebach H 30 S W X 10 Sheehan T 137s Simo Simonn J 1 7 Simo Simonn R 7 Simp Simpso sonn E, 3 1 Spinza B, 1 Sze Szek k T Szon Szoni i 1 6 1 0
Oeb Oebre rech ch R 1 1 7 Orígenes 61 63 76 7 Orega y Gasse Gasse J J Oo K, 3 ab 7 eir e irce ce C S 3 1 Pépin Pépin J, J , ss Pfeier J E, Pug Pug G 7 76 ss 0 6 76 Pan ss 107s 17 1 1 13 16 Peg Pegeer W H 1 1 1 17 1 17 Pggeer 1 6 Pohenz 0 00 oepa 11 117 seuoHercio 1
Taran L, 6 Tere e Ciro 61 Teo Te ooro oro e opsuesia 60 Thurnher R 16 Tms T ms e Aquino 60 Treneenbrg A
Quine W O 3 1 Ramb Rambac achh J J , Reeke Reekerr Ricur Ricur 1 3 16 16 1 Riee 17 30 133 1 Ri Rier er J 30 Roi 17 17 6 11 13 1 13 13 137s Rry R 30s 1 Rose Rosenn S 30 Rohacker E 1
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Sarre J 30 Schubin C 61 Sche Schee err 30 Scheing W J. 10 Schier 10 Schlege 7 103 10 107 s
Yrck on Warenburg Graf 136 Zimmermann Y l s
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J J i i (1 95 5) estudió en las univesidaes Mota, Heidbrg 990 0 esñó n y Tuga. Ente 1 982 y 99 las uiversdades Lava (Qébec) y d Ottawa Dese 1991 s pofesor tuar d Fosofa en la vesidad e Monreal Bcario e Coseil de Recherces e Scincs umaines Caaa y la ndació Aexanr vo Hmboldt y auo de iversos bros so la hméutica e Gadamer la fiosofía de Hedegg y Kant y de una bogaía de propo Gaame de póxma aparicón e Hrdr
La hermenéutica iene na laga istoria de a que todavía oy se pede aprenderr mco. aprende mc o. A comieo se stúa el e l tratado aistotéco de este ms msmo mo nombe, nomb e, qe se ocpa ocpa,, en en e ondo, ondo, de a óg ógca ca de a orac orac a mane manea a en que la Edad Modena sa el término «hermenética» se refiee po lo geera a discpas especaes Así, encotramos una ermenétca jurdica jur dica y a teogi teogica ca y, a fn de centa centas s a antga antg a paaba ermenéutica» ermenéu tica» tiene a connotaci del sentido u u iver iversal sal de traduccn Pe Pero ro a auténtica auténtica uiversalidad slo pudo asociase con ese cocepto cuando a era metafsica se acerc a su in y su pretesi de monopolio frente a as ciencias moderas ued estringido Fue sore todo Wilelm Diltey quie dio un paso importate en esta direccin con su psicooga descriptiva. ro slo cuando iltey y su escuela legaon a tener na mayor influecia sobre e movimiento, e entender ya no qued meramente meramente situ situado ado al ad ado o de dell compreder y del aclarar y (oy) constituye la est estrc rctur turaa funamenta de a existencia humaa por o que viene a situarse e e etro de a iosoía E entende no es método, sino una rma de covvecia entre aqelos e se etenden etenden As se abre abre una d imesió qe q e costitye costitye la páctca vida msma a hermenéutica no petede la oetvacn, so el e e se mutua mutuame met te, e, y tam tambén bén,, por eemplo el escch escchar ar a ag aguien uien e ae ae narrar narrar Es a a donde comienza o o imponderabe a qe nos eemos cuando los seres umanos se entienden l méito especal de e Grodn consise e aber eaborad eaborado o este este d i log logo o « i nter ntero» o» como el dameto popiamete dico de la ermenéutica, para el que yo msmo en "dad y méodo méodo,, pde apoyarme apoyarme sobre sobre todo en Agusn peo que ee n pape i mport portante ante tam tambi bién én en otros otros conte contetos tos,, por p or eempo, eempo, en la conepcn teolgca de proceso.
Del Prólg de Hans-Gerg Gadamer
ISBN 84-25-100-
9 788425 1 www.her� e·mail: dítc dítc•* •*
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