Importancia de la vocación en la labor docente Por: Verónica Cardona
El mejor maestro no es el que lo sabe todo t odo o el que tiene la mayor cantidad de títulos, sino aquel que les gusta estar pendiente de los demás, que ven sus necesidades; personas con ilusión por el saber, por aprender, que les gusta estudiar y valoran el conocimiento más que a otras cosas. Además tienen paciencia, capacidad de trabajo, de querer a los demás y de sacrificarse por ellos.
Resumen :
La educación es básica en la sociedad. La gente aun no entiende que el desarrollo de un
país está en la educación. Los maestros tiene el futuro de los jóvenes en sus manos por eso es importante tener las habilidades, actitudes y habilidades para ser un educador. En otras palabras, se necesita la vocación para llegar a ser maestro. Muchas personas les gustará enseñar, ayudar a otros, transmitir conocimientos pero si no hay una verdadera vocación, chocará con aspectos como la posición social y económica, prestigio y otras creando frustración e insatisfacción.
Palabras claves :
aptitudes, motivación carácter, virtudes y vocación.
La docencia es una profesión noble y enriquecedora, e nriquecedora, para quien la ama verdaderamente, pero puede ser el peor error si se llega a ella solo por tener un título profesional o un sueldo más o menos seguro. ¿Para ser educador, se debe tener vocación? Si, y solo basta con amar la docencia de forma sincera y con pleno convencimiento, de no ser así, jugamos peligrosamente con varias vidas. La vocación en educación, debe ser el hilo conductor de la acción docente, aquel que escoge esta profesión es porque tiene la seguridad de que es su vocación, ejercer como educador no es para nada lucrativo como otras vocaciones, y el escogerlo deja ver que la persona que lo hace considera más los valores de su vocación que los intereses materiales o económicos. No obstante, no se puede hablar de vocación sin definir este concepto. La palabra vocación proviene del vocablo latín vacare que significa llamada. Por lo tanto se puede decir que una vocación es un llamamiento y de acuerdo a diferentes diccionarios es tener inclinación o aptitud a cualquier estado, profesión o carrera. En educación, este llamado, está referido a la persona y se entiende como la invitación a ser y desarrollarse conforme al ser particular de cada uno y a nuestro compromiso de respetar el ser y el desarrollo del ser particular de los demás y en los demás.
F ernandez
(2005:25) afirma que, la vocación es una invitación a comprometernos a ser fieles a nuestra
propia vida y a la vida en comunidad, permitiendo y respetando el desarrollo de la vida del otro.
Indudablemente, la vocación en educación es una llamada de servicio que muchas personas tienen y han tenido a lo largo de la historia, pero ¿que sucede cuando este elemento no está presente en los educadores.? se cae en una serie de conflictos y problemas.
Sánchez (2004:56) opina que el ingreso a esta carrera debería delimitarse a personas con verdadera vocación docente o de servicio.
Ya que muchos ven la docencia como una vía fácil para adquirir un grado universitario e insertarse en el mercado laboral, inclusive según este mismo autor la docencia ocupa uno de los últimos lugares en la escala vocacional y no se le reconoce la importancia que tiene. La mayoría de los jóvenes piensan en ser abogados, médicos o ingenieros y algunos de los que entran a educación lo hacen porque no le queda otra opción.
Por otro lado Macías(2007:45 5) comenta que la sociedad realmente no exige calidad educativa, sino que consideran que lo más importante es adquirir un titulo que los acredite para conseguir un empleo.
Es por esto que tenemos profesores transmisores de conocimientos mecanizados y estudiantes que memorizan sin ningún tipo de análisis crítico a lo que se les da en clase. No existe un proceso de enseñanza-aprendizaje real
y consistente, el cual provoca desmotivación en los estudiantes que
prefieren desertar porque se aburren o se frustran ya que no encuentran motivación en lo que el profesor imparte. Lógicamente, como puede un profesor motivar a un estudiante cuando e no siente pasión por la labor que realiza, cuando no muestra ilusión por la profesión que tiene. Es claro que esta actitud se transmite a los educandos, creando un círculo vicioso de desmotivación y apatía. El amor al trabajo es un valor moral que se debe inculcar a los jóvenes, pero como se va enseñar si el educador no da el ejemplo.
Existen otros valores que como educadores debemos fomentar como la honestidad, la compasión, compañerismo, auto superación, entre varios, no obstante como hablar de honestidad si el profesor pierde su tiempo en clase, no prepara sus lecciones, se roba el tiempo de los estudiantes, de la institución y el salario que cobra. Como hablar de compasión si el profesor no le interesa escuchar a los estudiantes, interesarse aunque sea un poquito en sus cosas. Quien puede dar ejemplo de auto
superación si llega a quejarse con sus estudiantes de sus problemas personales y lo bajo que es su salario.
En conclusión es necesario explicarles a los nuevos aspirantes en educación que es una tarea noble pero que está lleno de desaciertos, que los mejores hombres y mujeres de este país fueron educadores y si ellos lograron hacer la diferencia en un contexto no menos difícil que el actual, los demás también podemos. Se debe tener claro que las aptitudes, carácter, y virtudes para ser educador se llevan internamente no se adquieren en las aulas universitarias. No dejar de lado la motivación que es es un factor importante para hacer cualquier trabajo que hagamos ya que si hay vocación el trabajo se realiza con gusto, con alegría y con una visión de servicio.
Referencias
F ernandez,
Esteban (2005) Importante la F ormación Docente, Pero Mucho más la Vocación Magisterial.
Macías, Humberto. (2007) Retos actuales que cuestionan la profesión del profesor universitario.
Pérez, Pablo. (2007) La educación es una vocación de servicio.
Sánchez, Eduardo. (2004) ¿En manos de quien está el futuro de la educación?