EL ORDEN PSIQUIÁTRICO. Robert Castel
Introducción al texto, perspectiva del análisis. Esto pretende ser un resumen- trabajo sobre la obra el orden psiquiátrico de Robert Cast Castel el que que cons constititu tuyye un exce excele lent nte e estu estudi dio o para para pode podern rnos os hace hacerr idea idea de las las transformaciones y mutaciones que han ido gestando las practicas discursivas y no discursivas, las instituciones, los roles, los estatutos, lugares que hoy hacen posible determinadas formas de poder pensar, hacer, enunciar todo aquello que está en torno a la “salud mental! "a pers perspe pect ctiv iva a en la que que el auto autorr trab trabaj aja a podr podr#a #amo moss llam llamar arla la como como un anál anális isis is materialista del poder! $onde no se hará una %istoria de la psiquiatr#a oficial mirada desde el triunfalismo de mirar todo desde el ahora, como el momento culmen de progreso cient# cient#fic fico o y social social!! "a import importanc ancia ia no será será aqu# puesta puesta en grandes grandes descub descubrim rimien ientos tos salvadores y nombres propios con grandes intenciones e ideas como a veces parece que algunos quieren vendernos cierta %istoria c&mplice, hecha sobre el registro del progreso, historia que enmascara los horrores como errores y que finge aprender cada ve' más y mejor en direcci&n del mejor de los mundos posibles! El acento (para nosotras- se encuentra en ver c&mo funcionan y operan las l&gicas, los c&digos, las prácticas, frente a los análisis idealistas que fijan la importancia en las voluntades, en las grandes palabras bien bien intenc intencion ionadas adas!! Es decir decir,, lo que primer primero o se encuent encuentran ran son las demanda demandas, s, las necesidades pol#ticas que deban hacer frente a un problema de gesti&n del mundo social, y despu)s están las justificaciones que suelen disfra'arse de ra'ones honorables o cient#ficas, todo enmara*ado por diferentes y contradictorias luchas discursivas, tensiones intern internas, as, resist resistenc encias ias y domina dominacio ciones nes!! El anális análisis is no se encuad encuadra ra en los princi principio pioss jur#dicos sino que se trata de ver los mecanismos más incisivos, eficaces y numerosos que se encuentran en los intersticios de la ley en funci&n de objetivos que no son los grandi grandiloc locuen uentes tes principios principios jur#dico jur#dicoss sino sino más bien cumple cumplen n funcio funciones nes que son la regulaci&n regulaci&n social, social, es decir, decir, la gobernabilid gobernabilidad ad y el control! Estamos Estamos en una sociedad que va más allá de la ley en su dominio, estamos en una sociedad de normali'aci&n extrajur#dica! En el recorrido que vamos hacer por la historia de la psiquiatr#a que parte de la ruptura oficial con el antiguo r)gimen, va ha estar lleno de mutaciones, en medio de tensiones, de conflictos de intereses corporativos, de conflictos entre saberes, de luchas discursivas, por posiciones estrat)gicas de poder, de condicionantes pol#ticos y econ&micos que han dado lugar al actual panorama! Esto no es una progresi&n lineal que presupone el momento actual como el culmen del proceso cient#fico de una sociedad en su punto álgido de humanidad! humanidad! +ara pensar esto vamos a utili'ar el concepto de metamorfosi metamorfosis, s, que se
define como el cambio de elementos de un sistema, el paso de una coherencia a otra, el cambio de naturale'a por el que el ser deja de ser reconocible! Este concepto de metamorfosis nos ahorra falsas y metaf#sicas preguntas, además de juicios de valor intiles o simplistas! El concepto no facilita visuali'ar c&mo los antiguos mecanismos se han despla'ado y se han puesto a funcionar de otra forma, no tan diferente, que responde a un momento y situaci&n dada! +or eso, es necesario seguir las mutaciones, las metamorfosis, de la pol#tica de salud mental!
Contextualización de la obra. "a cuesti&n moderna moderna de la locura surge, emerge, emerge, en el contexto, contexto, en la ruptura que se va gestando con el ntiguo R)gimen en pro del nuevo sistema social contractual- burgu)s que nace tras la Revoluci&n .rancesa! $onde se muestra c&mo es necesario una reorgani'aci&n de los poderes tras el vac#o dejado por dichas transformaciones! Este vac#o con la entrada de nuevos agentes/ administradores locales, jueces, medicina que se pondrán en disputa intentando hacerse cada uno con los nuevos lugares de privilegio! 0ntentaremos dibujar tambi)n c&mo a trav)s de la la abolici&n de las lettres de chachet por la samblea Constituyente en 1234 5que permit#a encarcelar a los individuos con cierta arbitrariedad6, se deberá poner “en libertad a los locos tras una consulta previa con un m)dico! "o que sucederá, que dista de esta declaraci&n de intenciones, se acerca más a una nueva cadena que se va gestando entre las diferentes formaciones discursivas al atribuir al loco el estatuto de enfermo, absoluta novedad que medicali'ará la locura hasta nuestros d#as con grandes consecuencias que iremos viendo! +or tanto, se crea un nuevo tipo de relaci&n social, la tutela! $ebido al odio que se hab#an ganado las instituciones del ntiguo R)gimen por su arbitrariedad y crueldad y al nuevo estatuto del enfermo mental, se necesitarán instituciones nuevas y terap)uticas que den soluci&n al molesto problema de los locos! +or tanto, tanto, mostrar mostrar las dos principales principales metamorfosi metamorfosis! s! "a primera primera podr#amos podr#amos enunciarla enunciarla como la toma del papel preponderant preponderante e de la medicina en la ca#da del ntiguo ntiguo R)gi R)gimen men,, y la segu segund nda a se refi refier ere e a c&mo c&mo los los apar aparat atos os de cont contro roll se tran transf sfor orma man n mayoritariamente 5sobre todo en cuanto a c&mo c&mo se dicen, se enuncian, a si mismos6 mismos6 de coerci coercitiv tivosos- autori autoritar tarios ios a interv intervenc encion iones, es, persua persuasiv sivosos- manipu manipulat lativo ivos, s, lo que se ha llamado “tecnolog#as dulces!
CAPITULO 1. EL DESAFÍO DE LA LOCURA El Estado, la justicia y la a!ilia.
ntes de la revoluci&n burguesa el poder judicial y administraci&n se repart#an la responsabilidad del 7secuestro8 de los insensatos que a veces daban lugar a los conflictos de competencia! "as “ordenes de la justicia “ consist#an en el secuestro ilimitado! "a mayor#a de los encierros eran por orden del rey o del ministro de casa del rey! "a familia tambi)n pod#a pedir la incapacitaci&n para poner los bienes bajo tutela familiar sin que fuera obligatorio el encierro! "as familias sol#an defenderse de los actos de sus pervertidos, libertinos, hijos! 9i el rey daba la orden, el perturbado pasa a ser un prisionero de la familia! El poder tiene un doble papel/ cuidar el orden pblico, pero sobre todo regular el poder correccional de las familias! 9in embargo, hay unas grandes tensiones entre las familias, el poder judicial y el real! lgo caracter#stico de la )poca era que la locura era un “asunto de familia sobre todo si ten#a recursos 5y no quer#a internarlo6, dándose el caso de alienados no socorridos, no encerrados, tutelados por la familia! "as familias que no quer#an controlar al loco ten#an dos opciones que depend#an de su iniciativa: pedir el internamiento y;o la incapacitaci&n al poder judicial, o pedir la orden del rey para un secuestro más expeditivo, aunque normalmente se internaba y despu)s se legali'aba dicha situaci&n! "as ordenes eran principalmente ejecutadas por el poder legal y se impon#an a desviaciones familiares, es decir, ten#an como eje la voluntad familiar sumada a la condici&n de ir contra la salud pblica, an poco definida! 9e va gestando el concepto prevenci&n, que se dedicará más adelante a rastrear el cuerpo social para detectar anomal#as que más que reprimir el acto de la locura es anticiparse para ordenar cualquier v#a de alteraci&n!
La sobera"#a$ el co"trato y la tutela. "a lucha por la administraci&n, apropiaci&n del fen&meno de la locura que enfrenta a los diferentes poderes, se abre de diferente forma cuando el poder del rey se considera arbitrario, frágil e inaceptable, es decir, cuando pierde su legitimaci&n! El poder m)dico se va ha asentar, pero necesita una nueva legitimaci&n, por eso 7abandona8 5o dice abandonar6, las antiguas prácticas coercitivas, cuando en realidad casi las mismas prácticas pasan a ser, de pronto, m)dicas al recubrirlas de c&digos, de discursos m)dicos! "a necesidad de cambio viene fundamentalmente para obtener la legitimaci&n ansiada!
Cuantitativamente, la cuesti&n de la locura no era importante en si, pero si lo era mucho por los principios que se jugaban a favor del poder del soberano, a favor de la nueva sociedad contractual y de los derechos de los ciudadanos! El nuevo Estado en el proceso de transformaci&n del ntiguo R)gimen, se limita a sancionar- castigar a los que transgreden el orden jur#dico y econ&mico y a respetar la libertad de los ciudadanos soberanos dentro de este marco ideal de ficci&n de libertades formales y de explotaci&n econ&mica! 9e está gestando un nuevo estatuto de ciudadano con la famosa base del contrato social y las libertades, pero hay sujetos especiales que no entran, no tienen las condiciones para ajustarse a este marco! +or tanto, hay que crear un nuevo estatuto, diferente y espec#fico para el loco, uno de los actores especiales a regular!
El cri!i"al, el "i%o, el !e"di&o, el 'roletario y el loco. En relaci&n con el nuevo marco social y el nuevo estatuto de ciudadano, cinco especies de sujetos plantean problemas espec#ficos! El criminal! demás de la transformaci&n que aparece junto a la prisi&n 5y la figura que crea6, hay una evoluci&n del derecho que lleva a poner en primer plano la responsabilidad personal/ es decir, el individuo elige racionalmente entre el inter)s personal y en contra de los derechos de los demás, ya que ahora el pueblo es el soberano, los delitos no se cometen contra el rey sino contra todos los ciudadanos! hora la sanci&n se funda en el derecho 5por tanto, ya no la arbitrariedad6 que hace soberano al pueblo! El problema es dise*ar una tecnolog#a efica' para castigar! "a cuesti&n parece pasar por reeducar, vigilar, corregir, por tanto, medicali'ar los delitos 5preso- enfermo6 y la prisi&n 5enfermer#as del crimen6, aunque la medicina mental todav#a no hab#a nacido! "a l&gica de la medicali'aci&n del loco es totalmente distinta a la del criminal, donde el derecho a castigar pretende humani'arse, pedagoci'arse, desde el criterio de racionalidad, ya que el criminal s# es responsable de sus actos! El loco no tiene v#nculo racional con la infracci&n 5que es6 que comete, por tanto, no se le puede sancionar pero es necesario su tratamiento, la condena 5que es ser loco6 se ti*e de tratamiento, enmascarándola cuando en realidad no va más a allá de una racionali'aci&n terap)utica de una modalidad represiva! 9e le impondrá un diagn&stico m)dico o más bien el diagn&stico m)dico es su condici&n de posibilidad! +or tanto, la represi&n o intervenci&n sobre el loco tiene, o es de fundamento m)dico y la del criminal es jur#dica! "a analog#a entre las instituciones 5prisi&n-manicomio6 y las tecnolog#as disciplinarias 5reeducaci&n moral ( tratamiento moral6 no disimula mucho el antagonismo que en un principio parece diferenciarlas! $erecho de castigar, deber de asistir! "a psiquiatr#a tendrá que conquistar un espacio 5construir un saber6 para obtener su parte del pastel, su parte de vigilancia y disciplina!
El mendigo! Con la l&gica de que el Estado debe atender y asistir a sus pobres, lleva a prohibir la mendicidad acentuando la intervenci&n en la creaci&n de centros para mendigos! El estado burgu)s está al borde de su propia violaci&n no formal pero si real, sin embargo, el fen&meno de la filantrop#a, que explicaremos más adelante, será un complemento indispensable para impedir esto! 0ntervenir antes de que la pobre'a sea excesiva y lleve al delito o a peque*as revueltas! 9e apela por una beneficencia pblica, menos caprichosa que la caridad pero menos obligatoria que la justicia, una nueva tecnolog#a pol#tica! El proletariado! >na nueva figura muy importante que, frente al alineado, se autopertenece porque puede vender su fuer'a de trabajo para subsistir! >n descubrimiento importante para las estrategias del poder que utili'ará la burgues#a será, en ve' de la condena moral de la mendicidad, mantener el pauperismo para solventarlo con la asistencia especiali'ada, donde se producirá un feli' maridaje con las tecnolog#as de regulaci&n social y la corriente de los filántropos!
El loco! finales del siglo ?@000 el loco es una figura generali'ada de asociabilidad, no transgrede ninguna ley pero puede violarlas todas! 9e lo acerca a la animalidad! +ero a la ve' es peligroso/ el loco da lastima porque ha perdido el atributo mas preciado, la ra'&n! En esta ambivalencia entre el horror y la piedad, la medicina mental va a jugar la carta de la benevolencia, a trav)s del humanismo y;o la filantrop#a que no son más que un auxiliar del derecho para situaciones l#mites en las que el loco y su estatuto escapa a las categor#as judiciales de la nueva sociedad burguesa! 9egn los alienistas 7más que ser culpables que hay que castigar, son pobres enfermos cuyo lamentable estado merece toda nuestra atenci&n y humanidad para devolverlos a la ra'&n p)rdida8! +aternalismo que encubrirá una relaci&n de tutelaje, de dominaci&n! qu# vemos c&mo no hay contradicci&n entre la compasi&n y la ciencia sino todo lo contrario, como tampoco la hay entre benevolencia y autoridad! "a piedad ocupa el lugar de la ley donde )sta no puede expresarse por su propia forma! "a actitud filantr&pica, la compasi&n por los infortunados, suple las lagunas del derecho! Es una tecnolog#a del control muy econ&mica ps#quicamente ya que coincide con la moral dominante! Es agradable y a la ve' necesario reali'ar, con las mejores intenciones, la buena conciencia de la ra'&n que se emplea por el bien de los sometidos/ buenas acciones para con la sociedad, para con los más desfavorecidos, los locos!
CAPITULO 2. TOTALITARIA.
EL
SALVAMENTO
DE
LA
INSTITUCIÓN
"a intromisi&n de la medicina en las prácticas sociales relativas a la locura aparece en el siglo ?@000! "a medicali'aci&n no significa la simple cosificaci&n de la locura por un enfoque m)dico sino el establecimiento por la nueva instituci&n especial de internamiento ahora m)dica/ el manicomio posibilita una nueva definici&n del estatuto social, jur#dico y c#vico del loco: el alienado! lienaci&n como la desviaci&n del orden natural, una perdida la autonom#a y racionalidad personal! +or tanto, lo esencial en la medicali'aci&n de la locura es la relaci&n m)dico- hospitalaria entorno al manicomio!
La !edici"a se sit(a. El rol de experto conquistado por el m)dico le hace convertirse en un personaje central en la relaci&n de los problemas sociales y la medicina, por a*adido responsable de la salvaguarda del loco y de la poblaci&n! Atra consecuencia e hito importante es que se le reconoce al alienado el estatuto de enfermo! %ay un movimiento que intenta la reordenaci&n del espacio de encierro, medicali'ándolo! unque no se ve a simple vista, se continua el esquema del “gran encierro, y se pone hincapi) en romper la indiferenciaci&n reinante en los hospitales generales donde es imposible clasificar a los locos!
Otro !odelo de asiste"cia ! "os hospitales del ntiguo R)gimen ten#an el resentimiento y el odio generali'ado de la poblaci&n por el terror que el Estado y las congregaciones religiosas impon#an, el terror disciplinario! Bodav#a el hospital no estaba medicali'ado, por lo que su composici&n no son s&lo enfermos, ni todos los enfermos, sino que es el lugar de un #nfimo nmero de indigentes y todos aquellos personajes que hay que neutrali'ar por suponer un riesgo para el equilibrio social! Es decir, el hospital era un dispositivo dentro de la lucha contra los riesgos sociales que conllevan la miseria y los desajustes sociales! 9&lo más tarde se convertirá en espacio directamente vinculado con la enfermedad!
9e puede decir que en el antiguo r)gimen hab#a una distinci&n en el trato con los pobres hábiles, los pobres enfermos y los buenos pobres 5enfermos socialmente asimilados6, los cuales eran atendidos a domicilio en lo posible! "a jerarqu#a eclesiástica constituye, a trav)s de todos sus personajes, una red de vigilancia por la que se mide el merecimiento de la asistencia a domicilio! +arece que hay un enfrentamiento entre dos l&gicas, entre dos modelos antag&nicos de asistencia! El primero es la utop#a totalitaria del ntiguo R)gimen: absorber en un primer momento la masa de desviados para neutrali'arla
asignándoles a una instituci&n cerrada donde, por medio de t)cnicas correctivas, restaurar el orden! "a segunda estrategia de asistencia es una utop#a que se podr#a denominar capilar/ va dirigida a fijar el riesgo de desviaci&n en su lugar de origen, estableciendo una relaci&n de dominio o poder a trav)s de la ayuda que se recibe en esta noci&n de asistencia socorrida a domicilio: la prevenci&n! $os modalidades - estrategias de reterritoriali'aci&n m)dica que en realidad no son, no serán contrapuestas, sino complementarias! +odr#amos llamarlas vigilancias poblacionales en su medio natural, por las que el m)dico se anexiona una nueva funci&n pol#tica que recorrerá todo el espacio social! $oble anticipaci&n del futuro: la medicina como servicio m)dico pblico homog)neo, implantado en todo el territorio, y la medicina preventiva como parte del dispositivo general de diagnostico e intervenci&n preco'! U" co!'ro!iso reor!ista. 9i la naciente psiquiatr#a se ha ligado a la instituci&n totalitaria se debe a la conjunci&n de motivos t)cnicos y pol#ticos en un tiempo y espacio determinado! pesar del nuevo r)gimen liberal, el Estado no puede dejar de interesarse por estas “desgracias“ que pueden poner en peligro su equilibrio, por tanto, se establece una m#nima estructura de asistencia obligatoria segn el doble registro de la organi'aci&n de las ayudas domiciliarias 5que aument& sensiblemente6 y de un programa hospitalario 5que disminuy& en nmero6! s#, tras la cr#tica al secuestro masivo de los desviados 5libertinos, pervertidos, vagos, mendigos, putas, etc!6 s&lo queda justificado el encierro del "oco y del Criminal, que necesitarán de tratamiento espec#fico, ya que están en el afuera al no permanecer dentro de las reglas del marco liberal! 9e ha producido un mecanismo que modificará la situaci&n! >na clarificaci&n de las finalidades del encierro, criticando el encierro masivo, represivo e indiferenciado, llevará a reformular las categor#as de la poblaci&n que puede ser encerrada, y quedan algunas categor#as “fuera de la posibilidad de secuestro! El internamiento s&lo afectara a los sujetos que no pueden adaptarse a “la sociedad normal! $esde entonces, todo debe racionali'arse/ generar discursos legitimadores, con las mejores intenciones posibles, los m)todos cient#ficos más rigurosos, y crear la instituci&n mejor preparada para llevar a cabo dichos objetivos! Esta racionalidad triunfará al disociar con mayor precisi&n los tipos de temor y al asociarles tecnolog#as espec#ficas para exorci'arlos! "os reformadores defenderán el manicomio como un mal menor que es totalmente necesario! El intento de adaptaci&n de estos hospitales para convertirlos a establecimiento especial para alienados, parece convertir la cuesti&n en un problema t)cnico o como mucho moral, nunca pol#tico! Es objetivo de los reformadores es remodelar, rentabili'ar econ&micamente, racionali'ar los procedimientos, aumentar la eficacia, la moralidad! Es decir, que el manicomio se convierta en la piedra angular del nuevo dispositivo de asistencia que justifique la l&gica: “no es el aparato de poder el que aplasta a los hombres
sino un establecimiento mal dirigido! +or lo que se trata de renovar la instituci&n para armoni'arla con la nueva moral reinante, la burguesa! 9e creará una nueva tecnolog#a a modo de laboratorio obsevacional-experimental 5pan&ptico6 para conocer la verdad de la locura a trav)s de la observaci&n constante, en todos los aspectos y para poder dar cuenta de su estado, el manicomio!
U" o'erador 'r)ctico. Esta corriente de reformadores, necesitarán operadores prácticos, gerentes eficaces y humanos que amarán el progreso, venidos de las tradiciones higienistas y filantr&picas para llevar a cabo la s#ntesis alienista en relaci&n al nuevo establecimiento especial, el manicomio! +inel, en .rancia, va ser esta figura de vanguardia que sintetice diferentes aportaciones del alienismo! "as l#neas de progresi&n van ha ser: la te&rica, que consiste en un progresivo afinamiento del cuadro clasificatorio de las enfermedades/ las innovaciones prácticas en la instituci&n5 hidroterapia, duchas fr#as, calientes, lavados, etc!6, y, por ltimo, un v#a más lenta que será la administraci&n de medicamentos! +inel va ha poner en relaci&n y concretar los principios de lo que se llamará el tratamiento moral/ con la clasificaci&n del espacio institucional, clasificaci&n nosográfica de las enfermedades mentales e imposici&n de una relaci&n espec#fica de poder entre el m)dico y el enfermo! +ero no se qued& ah#, sino que separ& cuidadosamente las especies de la locura, enviando a los ni*os y ni*as a los lugares destinados, los hu)rfanos y separando los epil)pticos, cancerosos, paral#ticos, los alienados! El acto fundador de +inel no fue el de que quitarle las cadenas a los locos para que andaran libremente por el manicomio con el objetivo de observar la locura, sino que fue el ordenamiento del espacio hospitalario! El aislamiento del mundo exterior y la separaci&n de especies de la locura para clasificar, es decir, la distribuci&n met&dica de los perturbados, introdujo por s# misma una racionalidad de la enfermedad mental! 9e funda la ciencia y su entidad, la enfermedad mental, a partir de separar en el manicomio a los alienados por los s#ntomas que no hay más que observar! demás, el espacio meticulosamente ordenado supone una conducta regulada! Este hospital constituye, a la ve', el instrumento del tratamiento ya que permite tomar medidas para su alimentaci&n, su limpie'a y su r)gimen moral, y tambi)n para estructurar y generar el saber para desarrollar discursos que justifiquen el encierro! Conocer las diferentes especies de alienaci&n, las distintas lesiones del entendimiento, extraer las reglas del tratamiento! 9e trata de paliar el mal que a'ota a los hospitales generales, la me'cla, la indiferenciaci&n, la promiscuidad contagiosa! l ordenar el caos, en el mismo acto instituimos un saber 5clasificaciones nosográficas6, una práctica efica' 5el tratamiento moral6 y una reducci&n de los focos de epidemia moral 5 morali'aci&n6! >n observatorio ideal y un centro de acci&n privilegiado donde el m)dico alienista saque la máxima eficacia!
La tec"oloa 'i"elia"a. +inel enumera una serie de imposiciones, principios fundamentales, a seguir:
1! islar del mundo exterior, romper con este foco de influencias no controladas por el famoso “aislamiento terap)utico que podrá canali'ar el delirio! Con la imposibilidad de comunicar con el exterior, nodo desorgani'ador de loco! ! Constituci&n del orden asilar/ es una rigurosa disposici&n de los sitios, las ocupaciones, la utili'aci&n del tiempo, las jerarqu#as, que entreteje la vida del enfermo en una red de reglas inmutables! >n laboratorio donde reprogramar toda la existencia humana! +arece entreverse que el mundo exterior “normal será el lugar de reproducci&n del desorden, mientras que en manicomio será un espacio coextensivo de la ra'&n, sociedad ideal en lo que se refiere nicamente al orden! D! "a relaci&n de autoridad que liga al m)dico y a sus auxiliares con el enfermo en el ejercicio de un poder constantemente aplicado! +orque la locura es solamente desorden! +or tanto, todo tratamiento es una lucha, una relaci&n de poder, de fuer'a entre un polo, la ra'&n total 5el m)dico6 y la sinra'&n 5el enfermo mental6, una lucha de voluntades! %ay que doblegarle: “%ay que subyugar el carácter entero de los enfermos, vencer sus pretensiones, domar sus arrebatos, romper su orgullo! 9ometerle a una relaci&n terap)utica que toma la apariencia de duelo entre el bien y el mal, este es el primer paradigma de relaci&n 5de soberan#a6 entre el enfermo y el m)dico en la medicina mental!
El estableci!ie"to es'ecial* +ere"cia e i""oaci-". El manicomio terap)utico constituye una revoluci&n, que se inscribe en la continuidad de las instituciones disciplinarias! 9e observa una continuidad en cuanto que las llamadas medidas de polic#a del ntiguo R)gimen y las intervenciones m)dicas ya que no cambian a simple vista! "as finalidades perseguidas son principalmente el reducir la distancia del comportamiento desviado al comportamiento normal/ readaptar a enfermos, obligar a trabajar a los ociosos, corregir a los indisciplinados, apagar los focos de desorden y agitaci&n! unque si afinamos, observaremos que la locura ya no se percibe como error del juicio 5en el ntiguo R)gimen6, sino en relaci&n a la conducta normal 5perturbaci&n del actuar, querer, decidir6! %ay un cambio del eje verdad- error- conciencia 5conciencia de una realidad que se percibe err&neamente6, al eje de la voluntad- pasi&n- libertad en la enfermedad mental de reciente constituci&n! Esto cambia considerablemente algunos aspectos! Atra importante transformaci&n es que el m)dico tiene el poder de secuestrar 5por el propio bien del enfermo6, es una intervenci&n m)dica y no una medida de polic#a/ es un lavado la cara, igual al manicomio como algo terap)utico y no de castigo! El manicomio reali'a la s#ntesis del saber y del poder en esta figura moderna del fil&sofo-rey que es el m)dico-jefe! El manicomio es donde mejor se encuentran dos modelos diferentes, que no son excluyentes: la exclusi&n y el cuadriculamiento disciplinar, es decir, neutrali'ar y reeducar! +or fin coinciden los intereses del enfermo y la finalidad oficial de la instituci&n y, por tanto, es más cre#ble el carácter “terap)utico de la instituci&n! .rente a estas maquinas de matar la personalidad, y reconstruir un nuevo sujeto más d&cil, la eficacia de los penales queda muy por debajo!
Bodos los alienistas filántropos se indignaron por el escándalo que supone encerrar a los alienados en cárceles, pero todos subrayaron el gran progreso del nacimiento del manicomio/ inventaron una nueva escena distinta que, en parte, era la misma que exist#a ya!
C+B>"A D: " +R0=ER =E$0C0< 9AC0" partir del basti&n manicomial conquistado y constituido desde la entrada en escena de +inel y sus afines alienistas, emerge una compleja nebulosa que teje v#nculos entre prácticas hospitalarias y extra-hospitalarias referidas a un saber que pretende ser nuevo, que defiende los intereses corporativistas de un grupo profesional! El triunfo hist&rico del alienismo supo anudar como medicina a la ve' mental y social un entramado m)dico, garant#a de respetabilidad cient#fica y un entramado social, el de los filántropos y reformadores del periodo postrevolucionario a la bsqueda de nuevas t)cnicas asistenciales! El "aci!ie"to de u"a es'ecialidad !dica$ u" saber !uy es'ecial. +inel ofrece una primera formulaci&n del conjunto te&rico de la ciencia alienista que debe leerse como una soluci&n de continuidad, un calco respecto a la medicina del 9! ?@000 que fue, a la ve', heredada de las ciencias naturales! "a actitud cient#fica no consiste más que en observar el curso natural de los trastornos m&rbidos asegurándose de que ninguna interferencia lo ha alterado! l igual que las enfermedades corporales, se hará una mera descripci&n de los s#ntomas segn el orden de aparici&n, el desarrollo y la terminaci&n, en detrimento de la posterior locali'aci&n de la enfermedad en el organismo! +or tanto, la ciencia se conforma con encontrar su ordenaci&n racional limitándose a clasificar la experiencia, constituyendo nosograf#as! 9e produce un choque entre la concepci&n alienista que conceb#a la enfermedad como un mal del esp#ritu en el que el cuerpo no tiene nada que ver y la concepci&n de la medicina organicista que pretend#a la locali'aci&n somática de la locura, que s&lo se impondrá al agotarse el alienismo! "eyendo los textos de la escuela alienista, vemos los oscilamientos de dos modelos de enfermedad mental: un esquema organicista que supone una lesi&n, alteraci&n end&gena que se locali'a en el origen de la enfermedad, y una nosograf#a moral y social de los s#ntomas del desorden que reenv#a a la psicopatolog#a de las pasiones y el entendimiento! "a visi&n que predomina en este momento será la segunda que piensa la locura como una aberraci&n de las facultades del entendimiento y la voluntad y que no está caracteri'ada por las enfermedades ordinarias como los s#ntomas f#sicos, y as#,
las causas que la producen pertenecen frecuentemente a un orden de fen&menos completamente ajenos a las leyes de la materia del cuerpo somático! +or tanto, se caracteri'ar#a esta visi&n alienista de los trastornos por la alteraci&n de las ideas, la ra'&n, la voluntad, el querer y las pasiones del alienado, es decir, con su indecente y desordenada moralidad! 9e abre entonces lo que será en los finales del siglo ?0? el viraje que parece 7progresista8 hacia el organicismo, pero que realmente llevará a posiciones cercanas a la incurabilidad y;o la exclusiva administraci&n de fármacos desatendiendo el carácter social y pol#tico de la locura! Atra trampa de diferente carácter que hoy padecemos, padecen los llamados enfermos mentales! El conflicto se replanteará muchas veces entre los manicomiales, dedicados a defender y mejorar las condiciones del ejercicio de la medicina especial, y a la orientaci&n tecnicista que remite al modelo m)dico constituido en los hospitales ordinarios! U" siste!a bie" dis'uesto. El sistema alienista está compuesto por diferentes elementos: 1! El cuerpo te&rico de la medicina mental gira entorno a la sintomatolog#a y las clasificaciones nosográficas que no son más que el ordenamiento de los signos que distinguen el comportamiento patol&gico de las conductas socialmente correctas, formali'ando los datos inmediatos de la conciencia social de la locura! El alienado es aquel que no tiene consideraci&n con ninguna regla ni ley ni costumbres, es ego#sta y asocial! "a locura es un exceso que es una deficiencia: agitaci&n, imprevisibilidad, impulsividad, arrebato, peligrosidad, etc! ! $ebido a la eclosi&n de la enfermedad mental, se produce desorden social, esto dio lugar a innumerables textos de la escuela alienista sobre las relaciones entre opuestos: la locura y la civili'aci&n! El alienismo es la primera forma psiquiatr#a social y es falso pretender decir que la medicina mental se ha desentendido de las condiciones sociales de la g)nesis de la enfermedad mental, ya que por su propio carácter anexionista su preocupaci&n ha sido constante! D! El alienismo defenderá la preponderancia de las causas morales que vincula el nivel antropol&gico o individual y el terreno social de una fenomenolog#a del desorden! +odr#a decirse que las causas de la locura son el desarrollo de las pasiones, los excesos de toda clase y las vivas emociones morales! +or tanto, causas más morales que f#sicas que desde la tradici&n alienista del tratamiento moral eran fácilmente tratables!
F! El tratamiento moral nunca excluy& el empleo de una gama de medios f#sicos 5más o menos violentos6 que van desde medicamentos hasta hidroterapia! +odr#amos decir que hacen galas de una actitud que se honra de no escatimar medios contra la enfermedad, una especie de eclecticismo terap)utico! "a reinterpretaci&n- imposici&n moral es un anticipante de las terapias directivas, aunque lo más frecuente es que el tratamiento moral se administre de una manera colectiva e impersonal! El tratamiento moral coincide con la corriente conductual y otras en el exclusivo intento de modificaci&n de la sintomatolog#a superficial!
El "ueo 'a"ora!a de la asiste"cia. "a mitad del siglo ?@000 está marcada por un descubrimiento decisivo que vincula la rique'a al trabajo! Este reconocimiento del valor del trabajo transforma el sitio que deben ocupar en la estructura social el indigente y los otros improductivos! En ve' de excluirlos a un espacio cerrado para morali'arlos hay que reinsertarlos sin ruptura en los circuitos productivos! +or lo que socorrer a los pobres enfermos no es una virtud sino un deber, una necesidad del gobierno y del Estado! Es necesario vigilar este extraordinario semillero de sujetos destinados a trabajar! >na nueva pol#tica de asistencia que cumpliera una doble funci&n: neutrali'ar el riesgo del desorden y explotar las fuer'as productivas! En lugar de la antigua f&rmula del encierro, la asistencia se reorgani'a entorno a las capacidades diferenciales de acceso al trabajo, por lo que aquel que se niegue a trabajar 5o no pueda6 no s&lo no merece ninguna ayuda sino que además merece ser severamente vigilado! 7Bengamos pobres, nunca mendigos8!
El trabajo lejos de ser la soluci&n es más bien el problema, ya que el mercado de trabajo crea la indigencia con la pol#tica de salarios bajos, la constituci&n de una reserva de paro, etc! En el marco del liberalismo absoluto, el mismo concepto de asistencia pierde su sentido, sin embargo, esta posici&n extremista no prevaleci& como tal! "os fen&menos discursivos se debat#an entre la mera caridad privada y la beneficencia pblica! En este crecimiento de las sociedades, de la clase burguesa como tal, hay que controlar sus efectos para que no llegue a un umbral de ruptura que provoque una guerra social! En este contexto va hacer irrupci&n una corriente de pensamiento y discursiva fundamental en el desarrollo de la psiquiatr#a y de los ideales humanitarios modernos: la filantrop#a! "os filántropos proced#an de una facci&n especiali'ada en problemas asistenciales de la burgues#a ilustrada! "a filantrop#a ha sido un laboratorio de ideas e iniciativas prácticas de donde salieron las t)cnicas de sometimiento de las masas, indispensables para el dominio de la clase burguesa! El pobre en el limite de la indigencia es mantenido por las leyes del mercado en constante necesidad y dependencia! "as insuficiencias de la protecci&n social que llevan a las formas asistenciales suelen conllevar el consecuente control de la relaci&n de tutelaje! Esta miseria estructural no es una injusticia, ya que el sujeto deberá, con su esfuer'o individual y sus m)ritos personales 5en la lucha entre los vagos y los competidores6, conseguir vivir a su gusto, sin ninguna falta y progresar en la pirámide social! Es decir, si quieres puedes, si no sales de la pobre'a es por tu responsabilidad individual, por tu incapacidad individual de encontrar trabajo, cuando )ste escasea y es de malas condiciones! Esta situaci&n de crear esa necesaria bolsa de pobre'a, un ejercito de trabajadores ávidos de trabajar 5robar o mendigar6 son consecuencias necesarias del funcionamiento de la maquinaria social en su libre ejercicio!
Con todo lo anterior se entrev) una l#nea de recomposici&n de la pol#tica de la asistencia inversa 5y hasta un punto, contraria6 al encierro/ encasillar, vigilar, domesticar a las poblaciones liberadas sobre el terreno natural que ya no puede contentarse con controlar a los marginales peligrosos, sino a una clase social!
El alie"ista, el il)"tro'o y el +i&ie"ista. 0ntervenir de manera ilustrada sobre las necesidades de los pobres, es decir, satisfacerlas de una manera mensurada y atenta al uso que el beneficiario hace de las donaciones, es reservarse el medio de manipular a los asistidos, de prorrogar su dependencia, de instituir una vigilancia permanente/ en este orden, la ayuda perpeta el sometimiento! El m)dico en este contexto deberá desterrar su viejo sue*o de ser un magistrado vigilante de la moral, al igual que de la salud pblica, para ser un especialista de cuestiones de inter)s general, que será una especie de ciencia entre la medicina y la legislaci&n encargada de supervisar e intervenir sobre los ncleos fundamentales de la vida social/ una medicina pol#tica! 9u objetivo no s&lo será curar las enfermedades, sino que tendrá una #ntima relaci&n con la estructura social/ la higiene pblica, medicina legal y el elemento estrella del movimiento alienista, la prevenci&n! "a prevenci&n primaria, que exigir#a el control del conjunto de datos que condicionan la existencia de la comunidad, que desembocará en el intervencionismo pol#tico generali'ado con un carácter marcadamente filantr&pico/ “ instaurar una moral s&lida, hacer trabajar al pere'oso y conducir al hombre corrompido hacia la virtud, todas por el propio bien de los afectados! partir de aqu#, el dueto indisoluble m)dicos- filántropos abanderaban el imperialismo psiquiátrico que aument& sus espacios de intervenci&n en el territorio! El higienismo perdi& su esplendor de principios de siglo y tuvo que conformarse con reali'ar prácticas bastante limitadas que solo perfeccionarán las instituciones/ sanear las alcantarillas, prevenci&n de algunas sustancias t&xicas, etc! "a medicina cl#nica go'a ya de más prestigio cient#fico, pero no es tan til ya que sigue cerrada al marco somático e individual, por lo que se priorita las prácticas alienistas que pueden con los problemas sociales ya que son colectivas! 9in embargo, la medicina va entrar en una crisis decisiva entre tendencias que chocan, que darán lugar a un nuevo esquema m)dico que piensa romper definitivamente con la percepci&n social 5o moral6 casi espontánea de la locura, para constituirla en una “autentica enfermedad! partir de ahora, en la lucha contra las plagas sociales, estarán siempre las dos tramas, la m)dica y la social, ora separadas, ora entrela'adas de otra forma! unque los m)dicos efectuarán un movimiento de retirada inversa y complementaria tratando de circunscribir su objeto de estudio y trabajo a partir de lo orgánico 5o lo inconsciente6! "a medicina se hi'o social sin ningn tipo de ruptura con la concepci&n dominante de la locura, ni tampoco con el orden social que le dio cobertura! l c&digo nosográfico se le suma lo orgánico, pero nada más!
CAPÍTULO 4. UNOS EXPERTOS PROVIDENCIALES. El arte m)dico empie'a a consolidarse como un saber racional, cientificista, con un alto grado de autonom#a profesional! "o importante en esto no es el abuso de poder, sino el hecho de que se ocupa un lugar estrat)gico en el proceso de decisi&n! 9u juicio es, se convierte en una realidad social! 9e dan tres estrategias para esta “tomar el poder!
Los "ueos &ere"tes! "a primera l#nea de ensanche del alienismo es la anexi&n de funciones administrativas dentro del hospital! "os nuevos m)dicos son tanto m)dicos como administradores 5de la organi'aci&n manicomial y del presupuesto6! Existe una consolidaci&n y una extensi&n demográfica de su influencia 5de los alienistas, modelo +inel6! 9e produce un marcado proceso de medicali'aci&n de la locura, una conjunci&n de prácticas m)dicas y administrativas, un progresivo reconocimiento del m)dico director! El m)dico debe ser, en cierto modo, el principio vital del hospital de alienados que dirija todas las acciones tanto medicamentosas como higi)nicas! 7El m)dico debe quedar investido de una autoridad que nadie pueda sustra)rsela8! 9e produce por tanto, una conquista del poder administrativo de los hospicios debido a una nueva tecnolog#a manicomial que es la de investir al m)dico de una autoridad incuestionable en el hospital de alienados, ya que )l dirigirá todo Hlos medicamentos, higiene 5organi'aci&n6 del lugarI! 9olo el poder ilimitado del m)dico podrá llevar a cabo el programa de gobierno del manicomio! qu# podemos observar una constante en la psicolog#a y la medicina mental, el imperialismo frente a la administraci&n! El m)dico es el alma del manicomio, todo se hace con su consentimiento, dice c&mo hay que actuar dentro en todos los aspectos! %ay un gran aumento de m)dico-directores 5en 1JKD casi todos los hospicios eran dirigidos por m)dico-directores6! 9e afian'a el m)dico, todo debe estar subordinado al pensamiento m)dico, es el due*o absoluto, el director debe desarrollar la voluntad del m)dico!
>nificar para reinar! "a difusi&n de la tecnolog#a manicomial de +inel va a ser esencial en la medicina mental: el recha'o a tratar en instituciones separadas diferentes categor#as, sino unificar el dispositivo de cuidados! "a tecnolog#a manicomial hará del manicomio un “medio terap)utico tan homog)neo como sea posible! unque no cure 5s&lo a veces6 hay que tratar y someterlo a
observaci&n! En 1JG1 los alienados curables e incurables pueden o deben estar reunidos en un establecimiento, aunque separados al mando de un m)dico que los discipline, parte esencial del tratamiento moral ! %ay una lucha entre el tecnicismo segregador m)dico selectivo, que selecciona y trata intensamente a los enfermos y la tendencia globali'ante que recha'a la noci&n de incurabilidad por humanismo, pero porque tambi)n se*ala el punto donde acaba su poder que es la posici&n alienista! El acto fundador de la medicina mental fue hacer de una masa polimorfa una nica categor#a 5alienaci&n mental6 inscrita en una nica instituci&n 5manicomial6 bajo una nica direcci&n 5m)dico- alienista6 en la direcci&n de la nica ra'&n posible, el tratamiento moral! El alienista es más que un t)cnico un especialista, es un organi'ador que, desbordado por sus funciones, va a imponer un nuevo rol de experto!
Certiicaci-" "o co"or!e. +or la sobrepoblaci&n en los hospicios y la imposibilidad de, las incapacitaciones de hacerse cargo de los alienados, se empie'a a pedir un certificado de locura, hecho por el m)dico para poder ser admitido en la instituci&n! En la nueva regulaci&n que se configura las incapacitaciones van a ser descalificadas y sustituidas por un tipo de legitimidad más m)dica que jur#dica! En 1JDJ una ordenan'a subordina a las “casas de salud a un prefecto de la polic#a, donde el m)dico tiene funci&n pericial 5el certificado6 de admisi&n, no importa tanto el criterio de salida, raramente necesario! El m)dico se erige como jue' supremo que dispone de la vida del enfermo que va más allá de la incapacitaci&n! Lueda legitimada por la ley una competencia de experto m)dico ya que la decisi&n tanto de la entrada o no de los alienados en la instituci&n como la disposici&n all# de los mismos queda regida con clara y absoluta legitimidad por el m)dico!
Los !o"oa!#"icos y los locos. En estos tiempos se pone en primer plano el ámbito judicial, la problemática de la imputabilidad, de la responsabilidad ( irresponsabilidad de los delincuentes pero sobre todo de los locos, empe'ará aqu# el idilio entre la psiquiatr#a y lo judicial en el juicio del alma del delincuente y del loco! "a cuesti&n pasa por dilucidar qu) debe ocurrir con los actos involuntarios, arrebatos 5lo que hoy pod#amos nombrar sin que sea lo mismo como obsesiones, compulsiones, etc!6 sin delirios! Recordemos que el delirio parece indisoluble hasta ese momento de la locura aunque no de la alienaci&n mental! "os actos irracionales que son una especie de coacci&n interna 5no racional6 son unos comportamientos a patologi'ar! +ara esto será
creada por los alienistas la categor#a de monoman#a que será un espacio importante de extensi&n de lo patol&gico 5la locura sin delirio6 más allá de la locura delirante! Esta “necesidad de irresponsabili'ar 5junto a la consecuente patologi'aci&n6 al loco viene de la transformaci&n que se gesta en el funcionamiento del poder que ha mostrado =! .oucault principalmente en vigilar y castigar que presupone la premeditaci&n racional del acto delictivo 5responsabilidad6 que hay que corregir, reeducar normativamente más que aplastar represivamente por el poder soberano! "a monoamina 5 que estaba d)bilmente fundada6 es otro acto anexionista respecto a lo judicial, que fue contestado y por tanto más desarrollado y argumentado! =ás importante que la noci&n de monoamina, es el hecho de que mediante ella se busca una elaboraci&n te&rica que legitime un espacio de intervenci&n que beneficiará a los intereses corporativos m)dicos que se introducen en el aparato judicial! El alienismo se movi& entre la doble existencia: hacer imposible la condena a un loco pero que tambi)n se absuelva a un criminal! 9e cuid& del exceso de benevolencia aunque fue la carta que juego con los alienados para asegurarse su parte en la repartici&n de las poblaciones! Esquirol: “$ios no nos permita defender teor#as subversivas contra la moral, la sociedad y la religi&n! %ubo una oposici&n a la categor#a monoam#nica como justificaci&n, ya que hac#a de un crimen una enfermedad, defendiendo la postura de dejar a cada cual lo suyo/ al jue', los criminales y los locos al psiquiátrico! En realidad, la operaci&n alienista que patologi'a a nuevos sectores del comportamiento es complementaria de la operaci&n judicial tendente a rehabilitar el derecho a castigar sobre una base completamente racional!
U"a co"/uista /ue /ue!a sus "aes. El enjuiciamiento de responsabilidad ( racionalidad se va a despla'ar desde el acto criminal 5el delito en s#6 hasta despla'arse a considerar en sus motivaciones más profundas, las pericias de su vida, sus relaciones 5el alma6 y sopesar la sentencia segn las posibilidades de enmienda! Mracias a la monoman#a, los alienistas respond#an a la pregunta: N+ara qu) serv#an ellosO Lue era descifrar al sujeto no interpretable por otros c&digos! El diagn&stico dirige un destino institucional: manicomio o prisi&n! =ás tarde el abanico va a extender las claves 5afinándose6 y diversificando las poblaciones de las que hay que ocuparse, más allá del modelo dicot&mico 5loco o criminal6, convirti)ndose en una actividad de selecci&n y clasificaci&n, de mati'ar el c&digo donde se pueda tutelar a cualquier tipo de anormal! +or la necesidad de separar con más sutile'a a los cada ve' más enfermos mentales y criminales, se empie'an a considerar aspectos comunes:
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"a peligrosidad 5que siempre estuvo en la percepci&n originaria del loco6 que, por un lado está asociada a la compasi&n que despierta el don del hombre, la ra'&n y la naturale'a monoam#nica instintiva que provoca el eclipse de su voluntad! +ero parad&jicamente el enfermo encerrado, irresposabili'ado es casi sospechoso de premeditaci&n: “Qa que su mejor#a es disimulada y en cualquier momento saltará hay estar atento, es decir, a los peligrosos impulsivos no hay que perderlos de vista, aunque muestren signos de curaci&n asegurándose cierto control justificado e indefinido por la supuesta incurabilidad de la enfermedad mental que siempre está latente! “Bodo alienado homicida debe ser encerrado para siempre 5ubanel6!
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El registro ha cambiado: no se trata de recobrar la ra'&n que anulará el per#odo patol&gico, sino la permanencia de una naturale'a perversa que vigilar, ya que puede simular la normalidad! Esto desembocará en una nueva modalidad del “descubrimiento y la ca'a del loco: la prevenci&n, que es la intervenci&n basada en la virtual amena'a sin comportamientos reales, peligrosos “del enfermo 5extensi&n de la tutelaci&n6/ aunque se cometan algunos errores irremediables siempre se va ha eliminar un mal de gran alcance!
"a psiquiatr#a empie'a a acercarse a una forma de interpretaci&n ( intervenci&n que no tiene l#mites, que aumentará “porque no s&lo se trata de proteger la vida sino la propiedad, el honor de los individuos, as# como el orden pblico 5.alret6! En consecuencia, el nmero de alienados que pueden atentar contra la seguridad pblica aumenta de un pluma'o enormemente, gracias a la psiquiatr#a! Esto tiene importantes implicaciones:
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El diagn&stico psiquiátrico relacionado a la peligrosidad, será un punto esencial de control social que va a condicionar totalmente el destino de un sujeto!
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Comien'a una era de sospecha generali'ada de los comportamientos sociales, la guardia contra una amena'a difusa, afirmando positivamente la competencia, y detectora y neutrali'ante del m)dico! Está más allá de la percepci&n objetivista de la locura que la busca más allá de la apariencia! Esta relativi'aci&n de la concepci&n de normalidad no es una revancha de la locura oprimida en pos de su emancipaci&n de la tutela sino más bien una extensi&n de la mirada m)dica dirigida regular los antagonismos de lo social!
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El manicomio parece no ser mejor dispositivo para tratar la alienaci&n! +arece atisbarse que el alienismo clásico dio una definici&n muy estrecha de las poblaciones a tratar! Empie'a a verse la diferencia entre anormal y
enfermedad mental ya que hay sujetos demasiado lucidos para el manicomio y poco responsables para la prisi&n!
CAPÍTULO 5. DE LA PSIQUIATRÍA COMO CIENCIA POLÍTICA. unque las experiencias alienistas comien'an a beneficiarse de la autoridad de la costumbre, queda por hacerse, integrarse, ensamblarse perfectamente el aparato de estado, para alcan'ar total impunidad! Esta integraci&n se produjo por la conjunci&n y ordenaci&n de redes cada ve' más tupidas, más que la imposici&n desde arriba, centrali'ada! 0ntercambios mutuos y nivelaciones rec#procas entre los alienistas y los encargados pol#ticos de gestionar los antagonismos sociales a nivel central! 0acia la i"te&raci-" e" el a'arato de Estado. El r)gimen napole&nico muestra una intenci&n general por los problemas psiquiátricos de intervenci&n, as# como ( sobre todo ( de organi'ar en el territorio una estrecha red de vigilancia, esfor'ándose en fijar, reterritoriali'ar a las poblaciones marginales, mendigos 5asignaci&n de residencia y trabajo6 y criminales 5prisiones6! En 1J1D, con la necesidad de reducir gastos se revisa la situaci&n de los alienados para ver cuanto cuestan al estado los insensatos que hay que apartar de la sociedad, creándose una veintena de grandes lugares d&nde fijar a los ltimos n&madas incontrolados 5mendigos, insensatos y criminales6! Es decir, en 1J1D se impone la necesidad de un servicio pblico para alienados pero la naturale'a m)dica de este establecimiento s&lo vino más tarde! Estos establecimientos mixtos 5de los insensatos6 se mueven entre ser hospicios y casas de arresto, un h#brido con l&gicas “contradictorias, el manicomio y la prisi&n! En 1J13, todo cambi& tras un estudio y dictamen de la organi'aci&n central, se reconoci& que/ las constantes atenciones, el aislamiento, el tratamiento que necesitan los alienados debe reali'arse en un establecimiento especial y exclusivo de tipo alienista/ el manicomio 5igual que hab#a sido hasta entonces6 con otro nombre, donde no pueden, ni deben estar me'clados los alienados con individuos de otra clase! +or tanto, separaci&n de las poblaciones y asignaci&n de un lugar 7nuevo8 para los alienados! +ronto se crea, por la administraci&n, una comisi&n encargada de “reactivar el mismo proyecto alienista que posee grandes poderes/ carta blanca para los alienistas como delegaci&n del poder! $e inmediato se produce una reorgani'aci&n, una nueva pol#tica de conjunto, una moderni'aci&n manicomial! n as#, aumentan “desordenes de los alienados que perturban la sociedad! En 1JDG, se cree indispensable una nueva legislaci&n! En 1JDK, el Consejo de Estado prepara la ley! Bras largas disputas
discursivas por imponer determinadas visiones del asunto que a su ve' respond#an a diferentes intereses ya está maduro el proceso de integraci&n de la psiquiatr#a en el aparato de Estado!
Lo !edicali1able y lo ad!i"istrable. "a competencia m)dica se desborda ya que tiene que hacer frente a las exigencias administrativas y encargarse de una pol#tica de conjunto, de salud mental para mejorarla! "a progresiva demanda administrativa, la transcripci&n m)dica realista, la retraducci&n burocrática, la nueva negociaci&n con expertos y la ratificaci&n del aparato estatal cumplen funciones de control de poblaciones marginales y conductas desviadas! Esta gesti&n de los problemas se expresa mediante una pol#tica de asistencia - control, tutelaci&n, invalidando as# el punto de vista de a quienes se les aplica, ya que )stos no son los más indicados para hablar en su propio nombre de los problemas que viven! Existe una contradicci&n entre la existencia de internamiento de los locos y el respeto a libertad jur#dica! Q este nuevo internamiento administrativo es una forma moderna y sutil del lettres de cachet, es decir, de encierro cuando menos sospechoso y arbitrario! En esta negociaci&n- lucha, el ministro del interior dice que “se trata de prevenir accidentes y hay que confiar en las instituciones ya que no estamos bajo la sospecha de arbitrariedad de la autoridad administrativa, puesto que su funcionamiento es real, ideal y su intervenci&n protectora!
"a medicina mental se pone totalmente del lado de las exigencias administrativas justificando el encierro, el secuestro, por motivos curativos 5el aislamiento es necesario6, es una medida preventiva, imperativa, segura y rigurosa 5como la policial6, no arbitraria donde la familia para conseguir la recuperaci&n del alienado se somete al saber cient#fico, por “su propio bien! "a serie administrativo ( policial que salvaguarda el orden pblico con la detecci&n y el secuestro, se convierte en una serie, en unas acciones con perspectiva m)dico - humanista 5cambio eufem#stico del lenguaje a las que les sumamos las “buenas intenciones protectoras6, tratamiento, cura, establecimiento especial que está totalmente justificada cient#ficamente por los especialistas más competentes y responsables, los m)dicos! "a aplicaci&n rigurosa 5medicina6 crea una convergencia feli' entre lo mejor para el enfermo y el bien general! rmon#a que se representa en la l&gica actual! +arece que fuera una mera repetici&n, pero es una metamorfosis: es el paso del encierro rudimentario a un dispositivo más elaborado, institucionali'ado, con nuevas racionali'aciones y especialistas!
=edicali'ar es despla'ar el problema, es reducirlo a una cuesti&n s&lo t)cnica que depende de un especialista neutro, es ocultar el carácter sociopol#tico de la cuesti&n, ya
que “nadie piensa con alegr#a en aislar a un alienado, es un mal menor! "a necesidad es la ley, la calamidad está en la locura, no en la medicina, la l&gica de la individuali'aci&n es claramente una tecnolog#a pol#tica! Qa no se cuestiona la l&gica, s&lo se pensará si está bien o mal, tratado segn criterios cient#fico - t)cnicos! $esde aqu#, el m)dico s&lo podrá perfeccionar el sistema de intervenci&n dentro del marco dado, por eso es totalmente secundario e irrelevante las buena voluntad y las intenciones subjetivas que pueda o no tener un m)dico en cuesti&n! "a cuesti&n, como siempre, no se juega principalmente a nivel personal, ni a nivel de la intenciones, sino al nivel de los c&digos, de las l&gicas con la que se piensan y ejecutan las cuestiones! Ejemplo: no importa que se de un electroshoc para castigar o para curar los males de la 7enfermedad mental8, lo importante ser#a en este caso la legitimaci&n 5justificaci&n m)dica-cient#fica6 que tiene tanto la t)cnica aplicada y el lugar de privilegio, de dominaci&n que tiene que crearse para que un psiquiatra pueda utili'ar la l&gica del 7curar8 cueste lo que cueste! "a exclusi&n y cualquier error 5nunca horrores6 de la medicina es por motivos humanitarios por lo que siempre son errores humanos que podemos tener cualquiera! "os m)dicos estarán al servicio del mandato pol#tico que subordina a la profesi&n: “el individuo tiene derechos, pero la sociedad tiene los suyos! "os m)dicos tenderán a confundir la relativa independencia t)cnica con neutralidad pol#tica!
Los actores 'ol#ticos. "os alienistas no han sido en general de derechas, sino que más bien tienen una voluntad de reforma y muchas veces progresista, aunque la coyuntura y las demandas pol#ticas de cada )poca dada han marcado su carácter regulador! En esta )poca hay varias causas que pueden requerir el internamiento de la persona afectada de alienaci&n mental: la seguridad pblica, el inter)s de la seguridad de terceros, el inter)s de la propia existencia 5protegerlo de s# mismo6, el inter)s de mantener las costumbres pblicas y el inter)s de tratamiento del propio alienado! "o mágico del alienismo es que puede unificar los distintos intereses tan divergentes! 9e pueden distinguir diferentes secuencias en la temporalidad pol#tica! $urante el primer per#odo, las prácticas alienistas se establecen en medio de las alteraciones pol#ticas por impulso de los reformadores sociales en lucha contra el absolutismo real, que una ve' desaparecido )ste, se convierten en defensores del nuevo orden burgu)s! El segundo per#odo es el intento napole&nico de generali'aci&n y de centrali'aci&n del sistema que no termin& de concretarse por la debilidad todav#a de las posiciones alienistas! El tercer per#odo se da cuando apenas mitigadas las convulsiones de la restauraci&n hay una nueva tentativa para restablecer un servicio de asistencia a los alienados, donde los m)dicos juegan los principales papeles! En el cuarto episodio se pone otra ve' el proceso a partir de 1JDD! "a filosof#a del trabajo social basada en la filantrop#a genera bastos procesos de regulaci&n de riesgos y control! Resumi)ndolo/ como m#nimo mantener la cabe'a fuera del agua de los heridos de la civili'aci&n para que no recurran a soluciones extremas!
Como máximo tejer en torno a ellos una tupida red de vigilancia para incitarles en)rgicamente a luchar contra la desgracia con más moral que disciplina! +or tanto, ahogar sin recurrir a la violencia los posibles focos de rebeli&n y en lo posible cortarlos de ra#' con el aprendi'aje de las disciplinas, interviniendo preco'mente! "a filantrop#a se desvive en un esfuer'o por reformar las prisiones, los hospitales y hospicios y en un inter)s de educar a las clases pobres! 9e trata de una maduraci&n de la pol#tica de la asistencia! "os filántropos defensores de la beneficencia pblica quieren cambiar las iniciativas privadas de la caridad por una sana y ra'onada filantrop#a en forma de un programa de acci&n social, de vigilancia y de educaci&n para unas clases pobres y peligrosas! "a filantrop#a, el m)todo filos&fico de amar y servir a la humanidad es nuestra bandera, más que la caridad! El sector privado, sobre todo el religioso, form& una concepci&n m#stica y antirracionalista de la enfermedad mental que los alienistas y los filántropos combatieron! +or mucho respeto que tenga a los intereses privados, la administraci&n no puede dejar que se agraven y perpeten unas prácticas del ntiguo R)gimen incompatibles con una concepci&n moderna del Estado! %acer, por tanto, de la psiquiatr#a un verdadero servicio pblico, hacer de la locura un asunto de estado literalmente!
El co!'ro!iso de la ley. "os alienistas, tras grandes esfuer'os, consiguieron legali'ar las modalidades de internamiento dejando fuera el aparato judicial, quedando este como componente pasivo! .rente a los defensores a la ultran'a de la familia, familias adineradas que se resist#an 5opuestos al internamiento de oficio - m)dico6, prev)n la categor#a ambigua del internamiento voluntario! Sueno que poco apoco, hasta 1JDJ no se configura el conjunto de medidas de internamiento T gesti&n de bienes T incapacidad T r)gimen interno determinado T derecho a la asistencia especial! unque el principal definidor del estatuto del alienado es franquear la puerta del manicomio! 9e adjudica directamente el calificativo!
CAPÍTULO 6. LA LEY Y EL ORDEN. pesar del triunfo del alienismo y su extensi&n, entorno a 1JK4 empie'a un gran nmero de cr#ticas!
La 'seudoa'licaci-" de la ley. unque el gobierno tuvo un gran inter)s en la promulgaci&n de la ley, a la hora de aplicarla concretamente se desentendi&! El incremento de alienados es imparable 5consecuencia de la crisis de la sociedad rural, el progreso de la urbani'aci&n y el propio efecto de la ley6, de 14!444 internados en 1JDF a F!444 en 1J2K!
"as prácticas soterradas son palpables/ para los ricos es aconsejable los viajes con diversi&n 5con posible acompa*amiento del m)dico6 y para los pobres 5con suerte y pac#ficos6 c#rculos de vecindad! "os alienistas luchan con fuer'a contra estas limitaciones de su labor, pero se encuentran con que se abandona a su suerte al alienado o se saturan los manicomios, lo que imposibilita la clasificaci&n, la aplicaci&n de las tecnolog#as alienistas y las pretensiones terap)uticas! +or el mayor nmero de internados de oficio 5peligrosos6, J4 de 144, que de voluntarios, 4 de 144, es más sutil con la colaboraci&n de la familia y el m)dico! $icha saturaci&n lleva a dise*ar intervenciones más diversificadas y sutiles, es la v#a del desarrollo de la medicina mental, la acci&n preventiva!
De la eicacia$ real, ad!i"istratia y si!b-lica. "a gesti&n pblica de la locura no se mide por su “curaci&n que además es dif#cil de medir! $e todas maneras, no hay que olvidar que los alienados son ni*os grandes a reeducar, disciplinar y a reinculcar las normas a trav)s del tratamiento moral! "a pedagog#a manicomial es un anticipo conductista, al intentar controlar todas las variables del medio, utili'ar continuos castigos o t)cnicas disciplinarias 5racionales6 para normali'ar el desorden! El autoritarismo, lejos de ser una contradicci&n con el humanismo 5alienista6, es su instrumento racionali'ador! "a locura no es s&lo error de juicio, exceso de las pasiones, sino que es el alejamiento de la locura de la ra'&n 5la nica6! "os alienistas dicen que los alienados reservan en el fondo un poco de ra'&n que les hace entender el tratamiento moral, es decir, los castigos! "a imposici&n de la escuela obligatoria ha sido muy til como primer centro de control, de normali'aci&n y detecci&n de anomal#as!
El 'aradi&!a del i"ter"a!ie"to. El diagn&stico se convierte en algo muy importante ya que es condici&n necesaria para el encierro! Atra mutaci&n- extensi&n se produce cuando "isle propone que la obligaci&n de secuestrar de oficio no s&lo puede reducirse a los que comprometen de manera inminente la seguridad pblica, sino tambi)n a aquellos que tengan signos evidentes de locura y las familias no los puedan vigilar suficientemente! Es extender la ley al domicilio del alienado! >n alienado no es s&lo un enfermo mental, sino alguien que hay que internar, todo o nada ya que intervenir es internar! qu# hay una contradicci&n interna en la historia de la medicina mental, ya que para la omnimedicali'aci&n y la psicopatologi'aci&n de lo social, para extender el tutelaje a todo el cuerpo social, hay que romper con el alienismo, aunque no del todo! "a financiaci&n de los manicomios no es tan problemática, ya que se sustentará con la sobreexplotaci&n de los enfermos, la admisi&n prudente de pensionistas y los fondos pblicos! 9e hace especial hincapi) en la prohibici&n de las relaciones sexuales por aquello de la me'cla y el contagio!
P(blico o 'riado 9e empie'a a diferenciar el tratamiento colectivo, moral, de un tratamiento individual para diferentes clases de poblaciones! El tratamiento individual es deficitario porque ser#a un arte, no una ciencia, ya que se niega las leyes terap)uticas generales! El tratamiento colectivo que tiene una cuasi-superioridad por sus beneficios, pero tiene más defectos desde el punto de vista del saber/ es decir, cuidados especiales para los que puedan pagarlo 5psiquiatra, psicoanalista - posterior al manicomio-6, y masificaci&n para pobres, hacinamiento, miseria material, no actividades terap)uticas, privaciones, reglas, violencia f#sica para los locos pobres en el manicomio!
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+rimeras dificultades! $espu)s de la ley de 1JDJ, el manicomio se ve atacado por todas partes, as# como al sistema alienista! s#, algunos psiquiatras comprenderán que la definici&n del alienado contemplada en la ley es muy estrecha, esto abrirá un debate en el movimiento! "a experiencia de una comunidad agr#cola llamada Mheel que admit#a a alienados en r)gimen de “semilibertad y que funcionaba bien, fue considera como una forma primitiva y peligrosa! Bambi)n surgen cr#ticas al manicomio desde algunos sectores que pretend#an sustituirlo por un sistema familiar que está supervisado por el m)dico, pero no fructifican ya que “el manicomio responde a necesidades sociales que se dan en todas partes, s&lo que debe mejorar y perfeccionarse progresivamente! 9in embargo, el alienismo se ve obligado a flexibili'ar sus principios y m)todos de aplicaci&n!
"a distancia entre medicina psicol&gica y medicina general no hi'o más que agravarse, tomando esta ltima el privilegio de la cientificidad! =orel propone que se contemple la locura como una enfermedad, esto es un significativo cambio respecto a la alineaci&n ya que se pasa de un problema del “alma a buscar en cada una de las manifestaciones una lesi&n especial y constitutiva, por lo que hab#a que desterrar al análisis psicol&gico a un plano muy secundario! principios de siglo ?? triunfa el organicismo, la bsqueda de lesiones o alteraciones morfol&gicas e histol&gicas que respond#an a la concepci&n patog)nica de que se instaur&! Esto supuso una cr#tica de la limitada visi&n que hi'o prestar s&lo atenci&n a la fisonom#a externa de los s#ndromes y que agruparon más o menos artificialmente sin preocuparse suficientemente por las causas y la evoluci&n de los diversos trastornos! Atros autores se esfor'aron, por el contrario, en constituir tipos y grupos nosol&gicos que admitieran la etiolog#a y el desenvolvimiento de las afecciones mentales! 9e está gestando una ampliaci&n de la definici&n de enfermedad mental que a*ade 5a demás de la alineaci&n6 las causas de las degeneraciones f#sicas, morales e intelectuales! El tratamiento moral formaba una especie de triángulo entre el m)dico, el enfermo y el manicomio donde la interrelaci&n estaba jerarqui'ada y reglamentada! Este espacio es un lugar de doma de una voluntad ra'onable por otra que no lo es tanto! El gran m)dico alienista es aquel que no solamente sabe la verdad de la locura, sino que tambi)n es aquel capa' de someterla, el due*o de la locura que la aniquila a trav)s de controlar totalmente su existencia! "os cambios de la instituci&n, de la concepci&n de la enfermedad y, por tanto, del enfermo van a modificar profundamente el r)gimen! Es la tendencia de transformar el tratamiento moral y despla'ar el campo de actuaci&n prioritaria afuera del manicomio! "as nuevas categor#as de poblaci&n y prevenci&n que incluyen a toda la sociedad 5hoy en d#a todos somos tutelables6, no olvida que existen puntos preferentes de actuaci&n, aunque sobre todo la medicina mental contribuirá a la morali'aci&n y normali'aci&n de las masas! 9e generan grandes planes muy pretenciosos! =orel elabora un plan de vigilancia de las poblaciones miserables que ofrece a un senador! Consiste en saber cuál es la cantidad de los habitantes de un determinado medio, el nmero de hijos ileg#timos, el de atentados contra las personas, contra la propiedad, la extensi&n de la prostituci&n, de suicidios, de muertes, cuál es su alimentaci&n, su higiene, la proporci&n de alcoh&licos, el estado de instrucci&n primaria, etc! Conocer perfectamente el medio para evitar la “plagas sociales ya que, en muchas ocasiones, es necesario penetrar en las familias, ver de cerca la manera de vivir de los habitantes para saber el estado de su higiene f#sica y mental! qu# podemos observar una fuerte extrapolaci&n de la funci&n m)dica! El m)dico atrapado en un marco demasiado estrecho, el manicomio, donde el material que le llega es poco receptivo porque le llega demasiado tarde para su acci&n curadora! Esta extensi&n tambi)n transforma la modalidad de ejercicio! El m)dico no será 5fuera del manicomio6 un agente exclusivo, sino que su funci&n será aconsejar, iluminar al conjunto de profesionales y decisores que ejercen la acci&n pol#tica respecto a las masas! 9igue afian'ándose su papel de experto pero desvaneci)ndose su sue*o de fil&sofo rey!
"a transformaci&n del fundamento te&rico de la enfermedad mental va producir un doble efecto! >n cmulo de pron&sticos pesimistas requeridos por una etiolog#a orgánica, que aumentará considerablemente el nmero de incurables! +or otro lado, se abre un infinito campo de intervenciones: prevenci&n, chequeo, profilaxis/ el m)dico se multiplica, quiere estar presente en todas las l#neas de vanguardia donde la enfermedad y el desorden aparecen! Es la extensi&n de la estrategia de tutelari'aci&n!
La doble l#"ea de reco!'osici-". %asta 13K4 no se establece relaci&n entre las diferentes cr#ticas, s&lo entonces empie'an a tomar fuer'a! 9e avecina una crisis pero, Npor qu) ha tardado tanto en producirseO N9e ha producido un cambioO! +odemos ver dos l#neas de recomposici&n: "a distancia entre la práctica manicomial y extramanicomial es muy grande, por lo se ve la posibilidad de elaborar una nueva organi'aci&n de conjunto! >na primera tentativa es recomponer el espacio manicomial para hacer de )l un medio “aut)nticamente m)dico! En definitiva, de volver a hacer de nuevo lo que se hi'o tres cuartos de siglo antes con el hospital general! %ay que desembara'arse de los seniles, los indigentes, los alienados delincuentes para quedarse con los “verdaderos enfermos, para poder tratarlos intensivamente! Es, por tanto, tratar la enfermedad mental con medios que se aproximen a c&mo se tratar#a a cualquier otra enfermedad somática en un hospital! Es romper el carácter especial de la práctica manicomial para devolver la psiquiatr#a al seno de la medicina! "a segunda l#nea de recomposici&n tiende, por el contrario, a romper la relaci&n privilegiada de la práctica psiquiátrica con el espacio hospitalario! Qa no se trata de medicali'ar el manicomio, sino de evitarlo al intervenir en las superficies de emergencia de la locura, en las instituciones no sanitarias como la escuela, el ej)rcito, la familia V Es la modalidad de la prevenci&n, el chequeo V 9e transforma profundamente la naturale'a de la intervenci&n/ se trata, más que de curar, de prevenir, de detectar anomal#as, de evaluar riesgos, de chequear aptitudes! 9e trata, más que de modificar el individuo, hacerlo con el medio de vida, con m)todos de higiene que serán adscritos m)dicamente! El tipo de poblaci&n se transforma cuantitativa y cualitativamente!
=ás que una dicotom#a entre medicina t)cnica y medicina social, es un modelo tecnicista con el esqueleto de la medicina social que empe'& a luchar contra la tuberculosis, las enfermedades ven)reas y hasta las plagas sociales! 9e perfila un sistema con dos polos: un trabajo con unas poblaciones seleccionadas y, por otra parte, unas actividades de prevenci&n e inspecci&n!
Atro hecho importante va ha constituir el que se va ir más allá de la tutelari'aci&n inscrita m)dicamente, )sta solo será una parte de la recomposici&n de las prácticas de normali'aci&n! +or ejemplo, la transformaci&n del tratamiento moral en la relaci&n terap)utica, el prestigiado alienista "euret lo mostrará claramente! Wl era partidario de un tratamiento moral coercitivo que no ten#a porqu) privarse de golpes, mentiras y violencia f#sica, sin embargo, cambi& con gran soltura a una psicoterapia prolongada donde se persiguiera incansablemente al enfermo para sacarlo de la vanidad de su delirio! s#, el tratamiento moral que muere en el manicomio, ahora perdura fuera transformado en relaci&n terap)utica que conserva la desnivelaci&n de los personajes, ya que uno ejerce el poder y representa a la norma! 9in embargo, desaparecen los puntos objetivos y más visibles de esta relaci&n, volvi)ndose más flexible, más m&vil, transplantable a cualquier lugar! Es una transformaci&n de los rasgos arcaicos en dispositivos sofisticados! "a relaci&n de tutela, en muchos casos, se acerca al establecimiento del contrato 5de tutela6! El reacondicionamiento del espacio vital en un espacio de continua vigilancia segn ciertas f&rmulas del sector, t)cnicas de examen y de la evaluaci&n de las adquisiciones hasta la muerte, etc! 0nstauran otros procedimientos más o menos sutiles de “tratamiento que son otras tantas modalidades de tutela! "as actuales tecnolog#as se han vuelto más sofisticadas, han refinado sus c&digos! +ol#tica de la asistencia que enturbia y quiere disimular la diferencia de clases, ahora la funci&n del nuevo trabajo social es ayudar 7al conjunto de la sociedad8, cada cual en funci&n del lugar que ocupa y, por supuesto, a permanecer en el circuito producci&n-consumo, reproduciendo la existencia de la estructura socioecon&mica! "a disoluci&n de la dicotom#a de lo normal y lo patol&gico extiende an más los lugares y sujetos a donde puede llegar el tratamiento, es la misma superaci&n que en el orden social ha diluido la antag&nica de las clases! Es la proliferaci&n de t)cnicas, de estrategias que han pasado de la dominaci&n a la manipulaci&n, t)cnicas de poder cada ve' menos visibles! $el paradigma del internamiento al intervencionismo generali'ado, del vigoroso paternalismo a la violencia simb&lica de la interpretaci&n!
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