EL CATACLISMO DE DAMOCLES.
Gabriel García Márquez. Conferencia de Ixtapa. México, 1986. Editorial Oveja Negra. Bogotá. IDEA PRINCIPAL.
La idea principal expresada por el autor es la indiferencia de las personas ante los acontecimientos acontecimientos que suceden a su alrededor, en especial, en cuanto al tema de las armas nucleares y la inversión millonaria que que hace para la obtención de estas. Las armas, es un tema muy polémico, puesto que vivimos en una sociedad donde el uso de las armas es algo muy común, y aunque muchas personas no estemos de acuerdo con el uso de estas, hay un igual número de personas que apoyan el uso de las armas independientemente independientemente del fin con el que se estén usando; pues muchos muchos las usas por defensa personal, personal, otros para para hacer cumplir la ley, otros con fines delictivos. Pienso que nuestra sociedad debería recurrir al dialogo y a otros tipos tipos de métodos métodos a través de los cuales cuales se pueda llegar a solucionar los problemas sin recurrir a la violencia. En cuanto al uso de armas nucleares, pienso que es algo que va en contra del progreso del ser humano como tal; es algo contradictorio, pues se supone que los adelantos tecnológicos deberían estar encaminados al mejoramiento de la calidad de vida de las personas, más no a destruirla. Un arma nuclear es capaz de alcanzar un radio de acción de decenas o centenares de kilómetros a partir del punto de detonación; son consideradas las armas con mayor poder de destrucción, destrucción, causando a demás
un sin número de daños asociados con la
contaminación radioactiva, los cuales tienen efectos mutagénicos que perduran por muchas generaciones generaciones en los organismos vivos. Los países que se dedican a la fabricación fabricación de armas nucleares son las grandes potencias mundiales, las cuales invierten millonarias sumas de dinero para la fabricación y optimización de estas. El hecho de que un país posea armas nucleares no es algo de lo cual debamos sentirnos orgullosos, debido a que hay muchas necesidades tales como la educación, la salud y la nutrición, que han pasado a un último plano; en la actualidad hay gente muriendo de hambre, de epidemias, gente analfabeta, gente viviendo en las calles, gente en la pobreza absoluta. Lo que da más tristeza es que solucionar la mayoría de este tipo de problemas a nivel mundial, costaría muchísimo menos de lo que cuesta la fabricación de todas estas armas, siendo esta, la mayor critica realiza por el autor. Esto solo refleja los pensamientos egoístas e indiferentes de quienes lideran la fabricación de armas nucleares, estas personas solo protegen sus propios interés sin pensar en los demás y en los daños que pueden ocasionar estas armas, sus ideales los los han llevado a creer que el poder poder nuclear es la mejor arma de
control mundial, sin darse cuenta de que si en un futuro llegara a estallar una guerra nuclear a nivel mundial, la vida como la conocemos dejaría de existir; no quedaría ni el recuerdo de lo que una vez fue la raza humana y si se da el caso de que unos pocos sobrevivan, se verán afectados por los efectos mutagénicos causados por la energía nuclear, los cuales les perduraran por muchas generaciones, de igual manera tendrán que vivir con los malos recuerdos y con la culpa de que la mano del hombre acabo con lo que un día fue el planeta Tierra. El autor nos invita a reflexionar y a no mostrarnos indiferentes ante esta realidad que se está viviendo, de igual forma nos invita a cultivar una cultura de paz; la cual nos permita solucionar nuestros problemas sin necesidad de recurrir a la violencia y por ende a las armas. De igual manera nos pide que miremos hacia el futuro y juntemos nuestras voces como señal de protesta y desacuerdo ante esta cultura de violencia y de poder atómico concebido por unos pocos, y de esta manera ser recordados como una sociedad que fue silenciada por las explosiones causadas por los poderosos que se mostraron indiferentes ante nuestras suplicas y ante el clamor de muchos. De esta manera algún día dentro de millones de años, gracias a la evolución, los nuevos pobladores del planeta, puedan ver e n nosotros un recuerdo fósil de una civilización en la cual prevaleció el sufrimiento y la injusticia, pero que también experimentó las cosas bellas de la vida como el amor y los ideales de felicidad, y sobre todo que caiga la culpa de nuestra extinción sobre aquellos poderosos que se mostraron indiferentes ante el clamor de la humanidad y pusieron sus ansias de poder por encima de sus propias vidas y de la de los demás.