UN MÉTODO MÉTODO DE INVESTIGACIÓN DE ORIGEN ORIGEN PSICOLINGÜÍSTICO: EL DIFERENCIAL SEMÁNTICO
INTRODUCCIÓN La necesidad cada vez mayor de que la investigación esté presente en nuestras E.U. de Magisterio, como parte de la Universidad que son, exige —entre otras cosas- la difusión de técnicas y procedimientos que hagan posible la participación y entrenamiento de los hoy estudiantes, y mañana profesores de EGB, en el estudio empírico de la realidad escolar y en los proyectos de investigación operativa (IO) que pueden y deben llevarse a cabo. El hecho de haber escogido hoy esta técnica, no supone sin embargo que sea la primera que deba enseñarse a nuestros alumnos. Por ser la Revista CAUCE una publicación de la Sección de Filología de una Escuela Universitaria de Magisterio, nos ha parecido oportuno presentar en ella precisamente una técnica de investigación muy utilizada en el campo lingüístico: la del diferencial semántico (DS). Y, paralela me nte, hacer hacer un par de observaciones, que , acas acaso, o, puedan er de interés. inte rés. Por otra parte, dado que el Análisis Factorial es un método (25 años más antiguo) de que se auxilia el DS, el posible lector encontrará en el texto explicitadas ambas técnicas, con, creemos, suficiente bibliografía para permitir la profundización deseable. Como la investigación educativa y el quehacer didáctico deben implicarse mutuamente, conocer los métodos de investigación científica ayudará a los futuros profesores de básica para, más tarde, indagar en sus propias aulas, en orden a promover el me joram iento de la acción docente y educadora. Lo que equivale a decir que cualquier artículo de este tipo debe ser entendido como una llamada de atención y un cierto anatema para quienes, dedicados o no a la enseñanza, piensan que los docentes deben seguir fiados de la intuición, la analogía y el buen sentido, o creyéndose cre yéndose portadores de unos caris carismas mas que es dispens dispensan an de toda co ne xión con la ciencia. Es necesario seguir luchando contra toda vaguedad pedagógica que lleve a seguir multiplicando errores y a continuar con una práctica indeseable: la de convertir a los los alumnos alumnos en víctima s de tanteos y posibl posibles es m anipulaciones
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EL DIFERENCIAL SEMÁNTICO COMO MÉTODO DE INVESTIGACIÓN En el desarrollo de la investigación científica, quizás una de las características más acentuadas de nuestro siglo sea el constante ensayar la medición de hechos y fenómenos que anteriormente no se consideraban susceptibles de ser expresados cuantitativamente En las Ciencias Sociales y de la Conducta, uno de los procedimientos más utili"standard" por medio de los cuales se puede reproducir la posición relativa de una unidad sobre un continuo, a ser posible en forma numérica —, en sus distintos ti, a saber 1.— Escalas arbitrarias (arbitrary scales)
2. Procedimientos de comparación por parejas (paired comparison) 3.— Procedimientos de intervalos iguales (method of equal appearing intervals) 4.— Método de los los intervalos intervalos determinados a pos teriori (me thod of graded d¡ cho tom ies/ equal dis crim ina bility sca scale les/ s/ metho d o f succ succes essi sive ve intervals) intervals) 5.— Método de los cálculos sumados (method of summated rating) 6.— Técnica de discriminación (scale discrimination technique) 1.
Aunq ue desde desde N.R. CA PB EL L, se se viene viene entendiendo por m edición "l a ordenación de valor valores es numéricos para la reproducción de aquellas cualidades de objetos de investigación, que no son numéricos en sí mismos" (CAMPBELL, N.R.: An Account of the Principies of Measurement and Calculation, Londres, 1938 , p. 176), esta esta defin ición "clá sica " result resultaa en la actualidad , para para la inve investi stigagación empírica en las ciencias sociales y de la conducta más problemática y restrictiva de lo que parecía en un principio, y se suele últimamente sustituir por la siguiente: "atribución ordenada de valores numéricos, de acuerdo con una norma explícita, para reproducir aquellas cualidades de objetos que no son numéricos en sí mismos" (Cfr., SCHEUCH, E.K.: Skalierungsverfahren ais Instrument der Sozialforschung, Meisenheim, a, G., 1967). En ambas definiciones es importante señalar que se habla de la medida de cualidades de los objetos y no de los objetos mismos, lo que equivale a decir que la medición presupone una abstracción de las características concretas del objeto. HEMPEL señaló muy acertadamente las principales ventajas de la medición frente a otras formas de caracterización de los objetos, por ejemplo las clasificaciones: 1) Las mediciones permiten de ordina rio una m ayor flexi bilida d en la caracterización caracterización de cuali cualidades dades y una subdivisión subdivisión más detall detallaa2) P ueden indicar indicarse se as posiciones relati relativas vas de las cualidades de unidades regi registr stradas adas en difere ntes clases; clases; 3) Se pueden estab establecer lecer for mu lacio nes más prec precisa isass sobre las las interdepende interdepende ncia de determinados hechos; y 4) se pueden aplicar, después, teoremas matemáticos, con las ventajas evidentes que ello reporta (Cfr. HEMPEL, C.G.: "Fundamentáis of Concept Formation ¡n Empirical Science", en NEURAT, O. y otros (Edits): International Encyclopedia of Unified Science, Chicago, 1952, v o l . 2 , n ú m . 7 ) .
3.
El escalonamiento, a su vez, se se entiende com o aquella aquella form a de medición que, mediante una una com binación "standardizada" de observaciones, lleva a una representación geométrica de clasificaciones nes inferidas inferidas (C fr. COO MBS , C.H.: Theory of Data, Nueva York, 1964). Seguimos la clasificación propuesta por Erwin K. Scheuch, en KONIG, R. (Dir): Tratado de Sociología empírica, tomo I, trad. esp esp.,., Edit. Tecnos, M adrid , 1973, pp. 339 y s. Conviene recordar que, junto a las designaciones técnicas anteriores, se emplean también -en un lenguaje menos exacto— los nom bres de los investi investigadores gadores más aasociados sociados dichos m étodos; por ejem plo, esc escal alas as de Lic ker t, escalas de Guttman, escalas de Thurstone, etc. Con gran imprecisión, el público suele encuadrar estos procedimientos o métodos de escalonamiento dentro del nombre genérico de "tests".
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Se acompañan las las denominaciones más conocidas en en el el idioma original.
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7.— Análisis de escalograma (scale analysis) 8.— Escalonamiento por estructuras latentes (latent structure analysis) - Método de las graduaciones transferidas (u nfold ing technique /order metric scales) 10.— Método de los perfiles de polaridad (se an ticdiffe ren tial) De estos diez tipos de escalas , el más reciente y original s el del difere ncial se mántico o método de los perfiles de polaridad: en 1952 se publicó el primer trabajo sobre el mismo , pero fue en 1957, hace escasamente un cuarto de siglo, cuando se dio a conocer el primer estudio am plio sobre es e m éto do Al igual que otras técnicas de escalonamiento, el diferencial semántico posee también su fundamentación teórica; pero ésta no constituye en sí misma un modelo de medición, sino toda una teoría psicológico-semántica: la de Charles W. Morris No obstante, como procedim iento o método de obtención y estudio de datos, puede separarse perfectamente de dicha teoría, ya que las dos características del mismo son independientes de aquella, a saber: de una lado, medir las reacciones asociadas con un estímulo empleando para ello parejas opuestas de adjetivos, y, de otro, someter los datos obtenidos a un análisis factorial , qu e, en cuanto ta l, es ante tod un método experimental y matemático . Dicho de otro odo , utilizar el diferen6.
Traducido al español al principio como "la diferencial semántica" (por ej., en SE LL TI Z, C , JAHO DA, M., DEUTSCH, M. y COOK, S.W.: Métodos de investigación en las relaciones sociales, trad. esp., Ed. Rialp, Madrid, 1965, pp. 425 y ss.), y más unlversalizado después en su forma masculina: "el diferencial se mántico" (Por ej., en DIAZ-G UE RR ER O, R. y SAL AS , M.: El diferencial semán tico del idioma español, Ed. Trillas, México, 1975).
7.
El hecho de que con stantem ente e estén propo nien do nuevas técnicas de escalonam iento y, para lelame nte, el uso prá ctico de índices para el estudio de las características pluridime nsion ales, hac que esta clasificación no deba entenderse cerrada o completa. Por otra parte, no entra en nuestra intención actual discutir las posibles clasificaciones, sino destacar únicamente que el DS es una.de Jas técnicas de escalonamiento y que el conjunto de todas ellas debe entenderse como una manifestación específica de ese deseo de medición tan característico de nuestro siglo.
8.
OSGO OD, CE .: "T he Nature and Measurement of Meaning", en Psichological Bulie tin, vol. 49, 1952. OSGOOD, CE ., SUCI, G.J. y TA NN EB AU , P.H.: The Measurement of Meaning, Univ. of Illionis Press, Urbana, 1957. Recientemente ha sido publicada en español, por la Biblioteca de Psicología y Psicoterapia que dirige J.J. López Ibor: La medida del significado, trad. esp., Edit. Gredos, Madrid, 1975. MO RR IS, C.W.: 1) Fundations ft e T heo ry of Signs,Univ. of Chicago Press, 193 8, 2) Signs, Language, and Behavoir, Prentice-Ha ll, Nueva Yo rk , 1946. Cfr. Y LA , M.: P sicología de las aptitudes (E l análisis factor ial y as funciones del alm a), Btca. Hispánica de Filosofía, Ed. Giedos, Madrid, 1956; también, del mismo autor: La técnica del análisis factorial (Un método de investigación en Psicología y Pedagogía), Btca. Nueva, Madrid, 1957. Una aplicación de la técnica del análisis factorial puede verse en: GARCÍA HOZ, V.: Vocabulario usual, común y fundamental (Determinación y análisis de sus factores), C.S.I.C, Madrid, 1953, pp. 486 y ss.
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Como se sabe, el análisis factorial fue elaborado por científicos interesados en cuestiones psicológicas; siendo los principales los siguientes: SPE AR MA N, : The Abilities of Man, Macm illan, Nueva York , 1927.
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cial semántico no supone estard e acuerdo con la teoría de C.W. Mo rris, ni aún en el caso de que fuera utilizado en Lingüistica. De hecho son tantas sus aplicaciones y posibilidades q ue , sobre el dife renc ial sem ántico sólo y en poco más de una decada, la bibliografía correspondiente ascendía a unas 1.400 referencias 13 , abarcando títulos relativos a todas las ciencias sociales y de la Conducta con una amplísima gama de aplicaciones específicas: medición de las actitudes , investigación transcultupsicología clínica , estética literaria 17 y de la pintura , desarrollo del lenguaje en sus diversos aspectos 19 , y un largo etcétera, con la particularidad de que, T H O M S O N , G.H.: The factorial analysis of human ability, Univ. of London Press, Londres, 1948 (3 edic.j. BURT, C.rThefactorsof the mind, Mac millan, Nueva York , 1941. T H U R S T O N E , L.L.: Múltiple factor analysis, Univ. of Chicago Press, Chicago, 1947. (Para más bibliografía, véase nota 38). 13
Vide: 1) OSG OOD, . y colabs. (1957), op. cit. 2) SNIDER, J.G. y OSGOOD, CE. (Edits.): Semantic Differential Technique (A sourcebook), Aldine Publishing Co., Chicago, 1969.
14
Cfr., además de las obras citadas en (13 ), los trabajos siguientes: TAN IME NB AU M, P.H.: " In iti al attitud e towa rd souce and concept as factors in attitude change through co mm unication", e Public Opinión Quarterly, núm. 20, 1956, pp. 413-425. HEISE, D.R.: " Th e semantic differen tial in attitud e research", en SU MM ERS , G.F. (Dir .): Attitude measurement, Rand McNally, Chicago, 1970 (La Ed. Trillas, de México, preparaba la trad. española de esta obra).
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Los más característicos, acaso sean los siguientes trabajos: ) K UM AT A, H. y SCH RA MM , W.A.: "P ilot study of cross-cultural meaning", en Public Opinión Quartely, n. 20, 1955, pp. 229-238. 2) TRIANDIS, H.C y OSGOOD, CE.: "A comparative factorial analysis of semantic structures ¡n monolingual greek and american college students", en Journal of Abn orma l and Social Psychology, n. 57, 1958, pp. 187-196. 3) OSGOOD, CE.: "Studies on the generality of affective meaning systems", en American Psychologist, n. 17, 1962 , pp. 10-28. 4) OSGOO D, CE .: "Semantic differential technique in the comparative study of c ultures ", en. American Anthropologist, n. 66 , 1964, pp. 171-200. 5) OSGOOD, CE.: "On the strategy of cross-national research into subjective culture", en Actas del IX Congreso Interamericano de Psicología, México, 1967. 6) OSGOOD, CE., ARCHER, W.K. y MIRÓN, M.S.: The cros-cultural generality of affective semantic d ifferential (Informe de progreso, mimeografiado), Inst. of Communications Research, Univ.de Illionis, 1963. El trabajo pionero fue el de OSGOO D, . y LU RI A, Z.A.: A b lind analysis of a ase of m últiple personality using the semantic differential", en Journal of Abnormal and Social Psychology, n.49, 1954, pp. 570 y ss.
8.
CA RR OL , J.B.: "Vec tors of prose style", en SN IDER , J.G. y OSG OOD , ., dirs, 1969, op. cit. CHOYNOVSKI, M.: "Dimensions of painting", en Perceptual and Motor Skills, n. 25, 1967, 128 y ss. Cfr. principalmente': 1) ERVIN, S.M. y FORTER, G.: "The development of meaning in children's descriptive terms", en Journal of Abnormal and Social Psychology, n. , pp. 271 y ss. 2) Di V ES TA , F.J. y S TO VER , D.O.: "Th e semantic med ition of evaluative mea ning", en Journal of Experimental Psychology, n. 64, 19 62, pp. 467-475. 3) Di VESTA, F.J.: "Developmental patterns in the use of modifiers as models of conceptualizat i o n " , en Child Development, n. 36, 1965 , pp. 185-213. 4) Di VE ST A, F.J.: " A de velopment study o f the semantic structures in ch ild re n" , en Journal of Verbal Learning and Verbal Behavior, núm. 5, 1966, pp. 249-260.
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por lo general, han sido poco cuestionados 20 LA TÉCN ICA DEL DS: SUS CAR ACTER ÍSTICAS PRINCIPALES El DS es desc rito por s autores, Osgood, Suci y Tann enb aum , com o un m étodo para medir el significado que un objeto, o varios objetos, tienen para un individuo. Aunque se sigue discutiendo qué es lo que en realidad se mide, lo que nadie pone en duda s que , en el fon do , son las distintas facetas o dimensiones de as actitudes de los sujetos, por más que se suela hablar de significados afectivos, subjetivos o connotativos La técn ica es fác il de aplicar: e pide a los sujetos que escalas bipolares de siete puntos. Por ejemplo: ....Concepto Pas vo : : : : : : : Pequeño: : : : : : : Malo : : : : : : : Fuerte : :_ : : :_ : :
los clasifiquen sobre unas
: ctivo : Grande : Bueno : éb il
Las primeras y más importantes reacciones a la obra de Charles E. Osgood y seguidores, pueden verse en 1) BROWN, R.: "Is a boulder sweet or sour?", en Contemporary Psychology, n. 3, 1958, pp. 1,1.3115. 2) GULLIKSEN, H.: "How to make meaning more meaningful", en Contemporary Psycbolbgy, n.3, 1958, pp. 113-118. 3) W EIN RE ICH , U.: "Travels through semantic space", en Wo rd, n 14, 1958, pp 346-366 4) EIN RE ICH , U.: "A rejoinder to semantic space revisited", en Wo rd, n, 15,1 959 , 192-200. 21 ".. . lo que ustedes están mid iend o .., pod rán decir muc hos lectores , ¿por qué te llaman "signific ao están ustedes mid ien do más bien ia reacción em otiva a tas palab ras...' (••. es á ju stif icado emplear el térm ino "sig nific ad o" tpara (os tipos de correla ción ent re los signos y tos estado organísrrucos cua ntific ado s por el difere ncia l semántico? (...) ¿En tiu é se ntido , pues, estamos mi diendo el significado con el diferencial semántico? Es cierto que no estamos propo rcionad o un índice de aquello a lo que se refiere el signo; y si es la referencia o la designación la condición "sine qua no n" del significado, como insistirán algunos lectores, entonces concluirán que este libro tíeñe e| título mal puesto" (QSGQQD, C.E., SUCI, G.J. y TA NN EN BA UM , P.H., 1957, tr. esp.. La me, dida del significado, op . cit., pp. 314 v ss.) , "Cree mo s que estamos mid iend o válidam ente, al men os, algunos aspectos de una variable mu importante de la conducta humana, el "significado", y que por el|o nuestro instrurnento tiene muchas aplicaciones ú tiles. Pero tam bién . ha hecho progresivamente claro q ue nuestras conce pciones iniciales eran insuf icientes,,que los procesos semánticos humanos son mu y c om plejo s, y que lo problemas del significado están intrincadamente mezclados, con problemas más generales del pensamiento o conocimiento humanos" (ídem., p. 312). "... los procesos repre,sentac¡onales expresados por índices mediante el diferencial semántico, no , son los únicos determinante s que actúan en la prod ucc ión del lenguaje; las variables lingüísticas las situacionales co ntrib uye n tam bién a la codifica ción selectiva. Quizás si adm itiéramos que la palabra "significado" se usa en varios sentidos, entonces que lo que estemos midiendo sea o no el "sig nific ad o" parecería ser una m era cuestión de elección de térm ino s" (Ibid., p. 319). <••••
Cualquier concepto, objeto, hecho, persona, tema, institución, acción, etc., es susceptible de ser clasificado. Por ejemplo: esposa, comida, yo (como me gustaría ser), yo (tal como soy), control de natalidad, usar anticonceptivos, F. (como hombre político), patria, la bandera como símbolo nacional, tal o cual carrera técnica o hum anística, etc. , ó; La dirección en que se presenta cada escala se determina generalmente al azar, para evitar que los lados "po sit ivo s" aparezcan del mismo ado. '
í;
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etc.: agradable-desagradable, limpio -sucio , dign o-ind igno , pesado-ligero, valioso-sin valor, simpático-antipático, rápido-lento, caliente-frío, blando -duro, admirable-despreciable, familiar-no fam iliar, tradicionalmoderno, insignificante-grandioso, bonito-feo, descortés-amable, alegre-triste, brillante-opaco, útil-sin u tilid ad , ,... De las escalas bipolares utilizadas, vale la pena señalar estos dos aspectos que consideramos importantes: 1.— En ningún caso se ha demostrado que las parejas de calificativos, elegidos
como disyuntivas en el enjuiciamiento delos|conceptos u objetos,sean auténticas oposiciones, en un sentido psicológico 2.— Tampoco se demuestra si ambos polos equidistan del punto central de la escala, s decir del p un to cero del co nt in uo en que e presentan. De todas formas, existan o no esas demostraciones deseables en el modelo de medición, lo cie rto s que el uso de as escalas hipolares se ha generalizado y c on stituye una de las características más originales y conocidas de la técnica del DS. Ha co ntri bu ido mucho a es a generalización el intento de comp robar a hipótesis de l universalidad de los sistemas de significado afec tivo ( = con nota tivo) independientemen te de as diferencias culturales y lin gü ísticas 26 , plasmado en la investigación transcultural denominada "The Cross-Cultural Generality of Meaning Systems" En las investigaciones transc ulturales suelen emplearse entre 10 y 15 escalas bipola res, p reviamen te seleccionadas (Cfr. MAY, W.: "Test of generality of affective meaning systems", en Actas del Congreso Interamericano de Psicología, éxi co, 196 7, en d onde e sugiere el uso de las siguientes escalas básicas: pasivo-activo, grande-pequeño, fuerte-dé bil, bueno-malo, sim pático-a ntipático, joven-viejo, rápido-lento, odioso-admirable y menor-mayor). Frecuentemente la producción de calificativos opuestos se solicita a unos cuantos expertos o jueces, a los que e suele adv ertir previame nte que eviten palabras oscuras, excesivamente liter arias , de uso poco frecuente, y procuren adjetivaciones de uso común y fácilmente inteligibles (Cfr. DIA Z-G UE RR ER O, R.y SA LA S, M. (1975), op. cit., pp. 57-63). El po rqu é e emplean escalas bipolares, es decir "opuestos", en el DS viene expresado así por sus autores: "Hemos estado siguiendo una hipótesis más o menos implícita de que pensar en términos de opuestos es "connatural" a la especie humana; los datos que se recogen actualmente sobre los Indios en el Sudoeste parecen que ap oyan esta hipó tesis, y los etnolingüis tas c on los que hemos hablado sobre esto, después de pensarlo y contrastarlo con su propia experiencia, están de acuerdo habitualmente en que la oposición semántica es común a la mayoría, si no a todos, de los sistemas de lenguaje. Sin embargo (...), uno de los difíciles problemas metodológicos al que nos hemos enfrentado, hasta ahora sin éxi to, es el de demostrar que los térm inos polares que utilizamos son auténticos opuestos psicológicos, i.e., están a distancias ¡guales del origen del espacio semántico y en direcciones opuestas en una línea recta que pasa por el origen" (OSGOOD, CE. y colbs.; 1957, trad. esp.,p. 321). Los prim eros trabajos son los señalados en la no ta 15: de K um ata, comp arando japoneses y coreanos bilingües con norteamericanos m onolingües; de Osgood y T riandis, que compararon universitarios griegos y norteamericanos; etc. (vide nota 15). Aspectos parciales de esta investigación han sido publicados en Revistas especializadas y/o presentados en Congresos científicos: American Psychologist (n. 17, cit. en 15), American Anthropologist (n. 66 cit. en 5) , IX Congreso Interamericano de Psicología, México, 1967 (Cfr. 1) OSGOOD,
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de Osgood (CE.), Archer (W.K.) y Mirón (M.S.), a la que se han unido en pocos años más de treinta grupos lingüísticos y culturales distintos de todo el mundo: Grecia, Italia, Alema nia, Tha ilandia, India, Corea, Tu rqu ía, Nigeria, Mé xico, etc con el logro de múltiples "A tlas de significado c on no ta tiv o" C E . : "On the strategy...", cit. en 15; 2) MAY, W.: "Test of generality...", cit.en 24; 3) JAKOBOVIST, L.A. y QSGOOD, CE.: "Some potential uses of the cros-cultural Atlas of Affective Meani'ngs"; y 4) , Y , M AY , W. e IWAM AT SY , Y: "Psycholinguistic studies on the cros-cultural generality in cognotive interaction").
Tom ada de Díaz-Guerrero y M. Salas, 1975, op . cit. en nota 6, p. 52, pueden verse en la siguiente tabla algunos países, familias lingüísticas y lugares de la investigación transcultural: País Estados Unidos Finlandia Japón India Holanda Bélgica Francia Líbano Suecia Hong Kong Irán Afganistán Yugoslavia India Polonia Afganistán
Idioma
Fam. lingüística
Lugar
Inglés Finlandés Japonés Kannada Holandés Flamenco Francés Árabe Sueco Cantones Persa Persa Servocroata Hindí Polaco Pashto
Indoeuropeo Fino-úrgico Japonés Drávida Indoeuropeo Indoeuropeo Indoeuropeo Semítico Indoeuropeo Sinotibetano Indoeuropeo Indoeuropeo Indoeuropeo Indoeuropeo Indoeuropeo Indoeuropeo
Urbana (Illionis) Helsinki Tokyo Mysore Amsterdam Bruselas París Beirut Upsala Hong Kong Teherán Kabul Belgrado Delhí Varsovia Kabul
El más significativo para nos otros puede ser el "Atl as de Significados afectivos del español-mexican o " , anunciado por Rogelio Díaz-Guerrego y Miguel Salas en su obra El diferencial semántico..., ci t., de l cual damos, siguiendo a s s autores (ibid., pp . 57-67), a con tinuac ión una breve reseña a) Lista de 100 palabras utilizadas como estímulo para la producción de adjetivos: casa, muchacha, cuad ro, carne, con fianza, dolo r, derro ta, libr o, lago, estrella, batalla, peligro, simp atía, progreso taza, valor, ladrón, pan, amor, fruta, pájaro, víbora, calor, mapa, esposo, lluvia, árbol, piedra, dien te, oreja, respeto, risa, luna, vien to, traba jo, cue nto, castigo, riqueza, mujer, nube , gato, vene crimen, hambre, selección, ruido, necesidad, esperanza, enojo, lengua, caballo, matrimonio, juego, color, corazó n, am igo, muerte, con ocimie nto, libertad, creencia, éxit o, reata, mano, m adre, nudo, vida, cabeza, trueno , verdad, autor, músico, sueño, fut uro , huevo, raíz, sol, perro, dinero, humo, pescado, hombre, miércoles, silla, culpa, suerte, paz, cabello, comida, semilla, policía, padre, miedo, placer, propósito, fuego, doctor, poder, ventana, río y agua. b) Lista de 60 escalas bipolares utilizadas: agradable-desagradable, hipócrita, sincero, abundante-escaso, frío -calie nte, viejo-joven, fiel -in fiel , insignificante-grandioso, adm irable-despreciable, seco-m ojado, du ro-bla ndo, cansado-descansado, largo-corto, d ébil-fu erte, perezoso-trabajador, enanogigante, antipático-simpático, tonto-inteligente, natural-artificial, espantoso-maravilloso, profundosuperficial, leche-café, venenos>o-inocuo, lindo-horrible, sabroso-desagradable, divertido-aburrido, educado-grosero, ente ro-roto , enfermo-sano, blanco-negro, seguro-peligroso, piadoso-cruel, bon itofeo, imperfecto-perfecto, rojo-azul, mucho-poco, soportable-insoportable, oscuro-claro, honradodeshonesto, descortés-amable, responsable-irresponsable, falso-verdadero, pasivo-activo, bueno-malo rápido-lento, grande-chico, sofocante-fresco, agradable-doloroso, alegre-triste, menor-mayor, calmado-nervioso, agradecido-desagradecido, cobarde-audaz, inmenso-diminuto, brillante-opaco, excelente-pésimo, odioso-amoroso, dulce-amargo, ¡nútil-útil, optimista-pesimista, y extraño-cono-
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Otra característica extema y distintiva ha sido a form a de aplicación. Aunqu e han ensayado m últiples maneras, el m étodo más com ún ha sido el que us autores llamaron "m éto do gr áf ico " (con es ala s de siete pun tos, como hemos visto má arriba), que tiene a ventaja de poder r aplicado fácilme nte a grupos numerosos y con una verdadera economía de materiales y tiempos En cuanto a la elaboración de los datos obtenidos, el uso del análisis factorial es, sin duda, otra característica importante. Como se sabe, el punto de partida del análisis factorial son los coeficientes de correlación entre cada dos escalas: una vez obtenida la matriz de correlaciones, se procede a su factorización pimero y a su rotación después, lo que perm ite fina lme nte a interpreta ción de los resultados. Las escalas bipolares, los gráficos, y el análisis de los resultados por el método fac tor ial, son, sin du da, s tres características más conocidas del DS. Sin em bargo, queremos aquí llamar la atención sobre un hecho de esta técnica sobre el que generalmente se pasa quizás con excesiva rapidez. Me refiero a la producción de adjetivos previos a la cons trucc ión de as escalas bipolares. No se trata de la deseable demostración de que los dos polos de cada escala sean auténticas oposiciones (en sentido psicológico), ni que equidisten del punto central de la escala. Tampoco, de los requisitos psicométricos (validez y fiabilidad fundamentalmente) que deben cumplir. Se trata de fijarnos bien, ante todo, en el proceso previo que se sigue para su cido. (Sobre la obtención de estos adjetivos, volveremos en el texto del artículo), c) Ejem plo de 10 palabras tal com o aparecerán en el Atla s: P-IND.
Adolescencia Accidente Adulterio África Agresivo Cólera Respuesta Ejército Artista Ateo
1.300 -1.837 -1.250 0.950 -1.325 -0.606 0.956 1.175 1.331 0.075
0.825 0.137 0.162 1.687 0.644 -0.031 0.512 1.681 0.744 0.081
0.912 0.319 -0.187 0.025 0.194 0.012 0.706 0.519 0.831 0.019
P.GRUP.
1.408 1.652 1.246 1.475 1.554 1.242 1.150 1.712 1.510 0.892
Cl C) 1.033 0.097 0.617 1.112 0.967 0.350 0.754 1.417 0.994 0.108
0.375 0.725 0.629 0.362 0.587 0.892 0.396 0.296 0.517 0.783
(*) E., P., . = pesos factoriales en cada uno de los tres principales factores (evaluaci&n, potencia, actividad) P-IND . y P-GRUP. = índices de polarida d (indiv idua l y respecto a la media del grupo) Cl = inestabilidad cultura l del concepto Én 1973, Jackson y Klinger desarrollaron una forma pictórica, especialmente diseñada para niños y con posibilidades de ser utilizada con analfabetos y otras personas con posibles dificultades verbales (Cfr., JACKSON, S. y KLINGER, R.: Manuel for trie cross-culturel attitude ¡nventory test, doc. m imeografiado, National Consortia for Bilingual Educ ation, Texas, s/f), si bien el procedimiento quedaba evidentemente sugerido en la misma cubierta ilustrada del libro de Snider y Osgood, editores, 196 9, op . cit., don de aparece una escala gráfica form ada por siete expresiones faciales de una misma person a, gradualmente de la más sonriente a la más enojada.
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construcción, dado que pueden quedar condicionados después los resultados finaes y u correcta inte rpre tación . Pero antes de ver esto , para lo que requeriré del lecto r a lectura atenta de a nota 2 , es necesario conocer bien el se ntido , lógica, alcance y cálculos del análisis factorial, técnica que se utiliza como auxiliar del DS, análisis que dedicamos el epígrafe siguiente. EL ANÁL ISIS FAC TORIAL DE LOS RESULTADOS El análisis factorial es, ante todo, un método matemático, esencialmente mate ático , que aqu í se emplea para elaborar los datos obten idos con as esca as bip olares. Sin embargo, los resultados no han de ser interpretados matemáticamente sino en fu nc ión de lo que e pretende dem ostrar: as dimensiones (o unidades funcion ales) que operan en la conducta empírica del hombre. Por eso, el objetivo último del análisis factorial es el descubrimiento de una serie de rasgos (capacidades o facultades) psicológicos de los sujetos. El carácter m atemá tico del mé todo nos perm ite determinar objetivame nte cuántos y cuáles son esos factores, pero este mismo y acusado carácter matemático no debe alejarnos de la realidad psicológica que estemos estudiando, y cuya unidad, riqueza y complejidad es mayor que la encerrada en un número. Dicho de otro modo, debe entenderse que "toda investigación psicológica, como toda investigación científica, empieza y termina en el hom bre, quien ha de form ular os problemas e inter pretar los resultados" . Por ello, el investigador no puede contentarse con llegar a saber cuántos sean los factores explicativos y su expresión cuantitativa, sino que ha de aspirar a saber cuál es el con ten ido real de tales facto res El análisis fac tor ial: A) En cuanto procedimiento matemático comprende tres fases: 1. La obtención de la matriz de correlaciones Su factorización 3. La rotación de los ejes y B) En cuanto m étodo de investigación, exige posteriormente una adecuada interpre tación de los resultados. Veámoslo con cierto detenimiento. La matriz de correlaciones: su obtención
Cada sujeto (i) obtiene encada esca a (j, , etc.) una puntua ción (X¡¡, , etc.) llamada pun tuac ión direc ta, s decir expresada en unidades de prueba. Generalmenlos diversos escalones de cada escala se calific an así: 31
32.
YE LA, M., 1957, op. cit., p. 17. Ibid., p. 22.
55
CAUCE. Núm. 3. URBAN FERNANDEZ, Francisco. Un método de investigación de origen ...
ado negat vo): - 3 : 2 Pues bien, llamando XJ, _ X= =
1
1 :
:
1 :
2 :
3 : ado pos ivo)
, etc ., a las dis tinta s medias en cada escala: n 2
.
-
=
- S
,etc,
podemos calcular para cada sujeto su desviación respecto a la media en cada escala, simbolizadas por =
¡ "
(Estas desviaciones serán, claro está, positivas, negativas o de va lor cero) Existe un índice que expresa la variabilidad de las puntuacion es del grupo en torno a la media aritmética del mismo. Este índice es la "desviación típica" (Sj, s etc.), cuyo cá lculo responde a la fórm ula
Si una vez obtenidos los valores sigma de cada escala, expresamos cada puntua ción ind ivid ua l, no en unidades de prueb a, sino en unidades sigma:
podemos calcular, para cada sujeto del grup o, el prod ucto Zj¡z ¡, que podrá ser positivo, negativo o nulo; y, para el grupo, el coeficiente de correlación (rj ) entre las dos escalas: —
1
-I -7
i¡ mi
que expresa la variación concomitante entre las dos series de datos, expresándola con un valor numérico comprendido entre + Aplicando este procedimiento para cada dos escalas, se hallan todas las intercorrelaciones y se llenan las casillas de la siguiente matriz de correlaciones, denominada R:
CAUCE. Núm. 3. URBAN FERNANDEZ, Francisco. Un método de investigación de origen ...
k 1 1
c
2
12
3
13
escalas
2
3
.
21
31
...
r^ 23
j
.
m
.
1"^
...
r
...
r k1
.
j2
...
r
...
r
....
r j3
...
r
...
r
'"
*
k
3j
•• •
3m
••
jm
...
r jk
que, obviamente es simétrica (por ejemplo, a diagona l.
mj
¡m
••
•• •
...
r
j) y que no presenta valores en
A.2.— La factorización
Tiene como objeto hallar el número de factores comunes que es preciso admitir para explicar todas as correlaciones obtenidas; lo que equivale a descubrir as di mensiones de variabilidad com ún existentes tras el conju nto de esca as bipolares que es emos u tilizan do Si cada escala varía independientemente de las demás, habrá tantos factores como esca as. Si, por el co ntra rio, no varían independientemente, la m ultiplicid ad inicial de as mismas podrá expresarse por un núme ro m enor de conceptos explicativo o factores. De otro modo: si los sujetos de un grupo numeroso, al enjuiciar un objeto o conce pto d eterm inad o, tienden a darle una posición similar en algunas escalas ("b ueno-malo", "limpio-sucio", "digno-indigno", "valioso-sin valor", "simpático-antipátic o " , etc.); si, de otra parte, también tienden a darle otra puntuación semejante entre sí en otras escalas ("grande-pequeño", "fuerte-débil", "pesado-ligero", "largoor to ", "m ay or-m en or", etc.) ; s¡, además, tamb ién tienden a calificar por igual el ob jeto, o co ncepto, en s restantes esc as entre sí ("ac tivo-pasiv o", "rá pid o- len to ", "joven-viejo", "caliente-frío", etc.), y, finalmente no hay ninguna escala que deje de estar relacionada con cualquiera de los tres tipos anteriores, concluiríamos que tras la multiplicidad inicial de las escalas existen tres factores explicativos o dimen57
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siones de variabilidad común (cuya naturaleza por de pronto no sabremos todavía), y que, de algún modo, pondrían de manifiesto un reducido número de formas fundamen tales en el calificar hum ano. La factorización consiste, pues, en la determinación de los factores comunes existentes tras las escalas, es decir, de los factores comunes y distintos que explican (matem áticamente, claro está, en un prin cip io) s ¡ntercorrelaciones de l matriz R. En la factorización no se persigue, como pudiera pensarse, encontrar el número total de factores que intervienen; de hecho, son innumerables los factores (psicológicos, fisiológicos, circunstanciales, etc.) que operan en los sujetos al situar sus juicios en distintos lugares en las diversas escalas. Lo que se pretende es descubrir sólo aquellos que son comunes a varias escalas (dos o más), es decir, descubrir los factores "fundamentales", los que intervienen en un importante y determinado número de funciones o actividades, o sea en el calificar humano en nuestro caso, y no los factores instrumentales, de circunstancias, etc., que, por otra parte, no actúan por separado ni organizados al azar. Se quiere , en , enacción" que, en número mínimo y fundamental explican todos los resultados obtenidos.
Los procedimientos de cálculo para hacer la factorización de la matriz R, son muy variados. En lenguaje matemático, intentamos encontrar la "característica" de la matriz de correlaciones, una vez cuadrada y completa (obsérvese que falta n os elementos diagonales, o c omu nidades). En la práctica, sin embargo, en lugar de hallar la "característica" de la matriz R, se procede del siguiente mo do : se extrae un primer facto r que e xplique la mayor parte posible de las correlaciones, cuyos residuos no explicados exigen, sucesivamente, la obtención de un nuevo factor posterior, hasta que los residuos son cero o prácticamente nulos. Los resultados de la factorización se inscriben en una nueva tabla de valores, que recibe el nom bre de atriz ortogon al o m atriz F (La m atriz F tiene la propiedad de que, multiplicada por su transpuesta F'—, reproduce exactamente la matriz R). Entre los varios m étodos de fac toriz ació n, el más utiliz ado s el llamado "ce nt r o i d e " que en la práctica resulta no sólo sencillo y rápido , sino el equivalente menos laborioso del método "de los componentes principales", que, siendo el Cfr . su lógica, las razones m atemáticas en que e funda n sus diversas fases y as dem ostraciones pertinentes en YE LA, M., ibid., 75-91. En honor a los estudiantes de Magisterio, hagamos un ejemplo, partiendo para ello de la matriz de correlaciones siguiente, en la que además aparecen las sumas de las filas y colum nas que a com po-
58
CAUCE. Núm. 3. URBAN FERNANDEZ, Francisco. Un método de investigación de origen ...
s exacto para determinar las comunidades, es ambién el
ás razonable en s
cálculos ya que, en términos geométricos, consiste en situar en la configuración vecor al correspondiente a la matriz R un primer eje de modo que las proyecciones de los vectores
n él sean máximas; en disponer, luego un segundo eje de manera que
nen así com lasuma total: E S C A L A S Sr=s 0764 0764
0710
0'805
2'279
0'925
0'889
2'578
0'878
2'513
0710
0'925
0'805
0'889
0'878
2'279
2'578
2'513
2'572 2'572
9'942
A) cálculo primer factor centroide indicado en la siguiente tabla tabla consultar lector interesad msmo tiempo qu leeel texto siguiente a dicha tabla.
),
debe
_s .764
.710 .925
.805 .889 .878
2'279
.764 ,710 .805
.925 .889
.878
2'279
2'578
2'513
2'572
9'942
2'279
2'578
2'513
2'572
9'942
0'805
0'925
0'925
0'889
3'544
0'805
0'925
0'925
0'889
3'544
= E 3'084
3'503
3'438
3'461
2'578 2'513 2'572
T"= S I
I = 13'486
V13'486
3'672329
1/vT~= 0'272307
mE = a¡,
0'840
0'954
0'936
0'942
|
(que
=3'672 hade
igual a mT)
Las fases seguidas han sido observa si la suma alguna column negativa. nuestro caso, todas son positivas. (Si alguna fuera negativa, procedería reflejar vector correspondiente, según indicará más adelocual formam os lante). fila queennuestro caso será ello exactamente igual ala .—En fila escribimos lacorrelación más alta de lacolumna. (Escribir estos valores represen). como veremos luego, hacer estimación inicial cuáles serían valores diagonales .- Como todos valores son positivos, escribimos fila exactamente igual a fila d. (Las filas Dy serían distintas si hubiera reflejado algún vec tor). suman lo elementos delasfilas y registrándose suma fila .— ; y m = A/T hacen lo cálculos: T = ^EL; .— multiplica m por la fila valores resultantes son los valores .correspondientes loque debe n escribirse primer factor centroide, para cada escalas; primera lumna matriz F). B) Para calcular tabla 2:
lo
primeros residuos y e nuevo factor centroide
opera como
CAUCE. Núm. 3. URBAN FERNANDEZ, Francisco. Un método de investigación de origen ...
indica
la
los vectores residuales tengan proyecciones tales que, asimsmo, y n seguir, poster ormente, ntroduciendo ejes de igual
versos vectores residuales = a
n máximas en
odo, hasta que losdi
n nuos o nsigni cantes. -0'840
-0'954
-0'936
-0'942
= -3'672
-0'037
-0'076
-0'014
-0'099
0'032
-0'010
-0'015
-0'004
-0'048
Esc. 0'840 0'954
-0'037
0'936
-0'076
0'942
£|aj,
0'032 -0'010
-0'004
-0'015
-0'048
(0'050)
0'008
0'024
(0'050)
0' 029
0' 052
(0'014)
)
-0' 039
-0' 056
(0'014
0' 28
0'078
0'112
0' 028
0'076
0'037
0'076
0' 01
Md = D
0' 07 6
0'037
0'076
0' 01
C+ D= E
0' 204
0'115
0'188
0' 04
0' 275
0'155
0'254
0' 057
=3'672 2res¡d=:3-0'099
A +
]
+
B
2B = C |d |
mE=a
(0'0
0
= V3496
Los pasos seguidos han sido los siguientes:
1.—
la columna a stáfor ada por los coeficientes del pr
er factor centroide, cuya s
a es V. En
la fi a b se repiten e s coeficientes con signo negativo. 2.— Los valores inter ores de la tabla son lascorrelaciones residuales: resida, =
resid
residuon resid
resid 2
12
resid13
resid3i
13
resid
resid4
14
resid
resid
23
resid
resid 42
24
resid
resid
(0'840) (0'840) (0'840) (0'954) (0'954) (0'936)
(-0'9
) =
0'
(-0'9 6) = -0'076 <-0'9
) =
(-0'936) =
0'014 0'03
(-0'9
) =
0' 04
(-0'9
) =
0' 04
3.— Se su a la nueva fi a s. Como contiene valores negativos, espreciso reflejar algunos vectores:
3.1.—
Se hal la A =
, poniéndose entre paréntesis el valor pos vo m s alto; que en nues
o caso es el correspondente a la columna 1 .2.— A los valores A se les a ade los de la fi a , encerrando también en paréntesis el nuevo valor positivo s al o (en nuestro ejemplo, el de la columna 4 A los valores anteriores se lesañade los de la f a 4, observándose entonces que tras ref e3.3. ar el vector , odos los valores son negativos o están encerrados en paréntesis, indicando con el o que no hay que reflejar ningún vector ás. A los resultados les llamamos la B. La fila C = 5.— En la f a I d | e escriben los valores más altos de las columnas de residuos. - n la fi a D eescriben los valores de | d | con signo negativo para los vectores reflejados y pos vo para los no reflejados.
60 CAUCE. Núm. 3. URBAN FERNANDEZ, Francisco. Un método de investigación de origen ...
Los autores de La medida del significado (op. cit.) sugieren, en el apéndice de u obra, el uso del mé todo D de facto riza ció n, equivalente en esencia al m étodo d iagonal de Thurstone y con la ventaja de no comenzar con coeficientes de correla7.— Los cá lculos siguientes son semejantes a los que se realizaron para el cálculo d el prim er fac tor. Los resultados a¡ e pasan a la segunda colum na de la ma triz F (Estos valores aJ2 son los coeficientes que corresponden al segundo factor centro ide). C) El procedimiento explicado se aplica del mismo modo para determinar todos los factores centroides que sean precisos hasta que los residuos sean nulos o prácticamente nulos. En nuestro ejem plo, esto acontece con el tercer factor , como puede comprobarse: C.1.-Segundos residuos: —a
+a
0'275
-0'155
-0'254
0'057
0'006
-0'006
-0'002
-0'007
-0'001
Esc.
-0'275 0'155 0'254
0'010
- 0'057 C.2.-Valores a¡ = 0 .0 64 , 0 ' 0 6 7 , - 0 ' 1 0 6 , - 0 . 0 9 4 C.3.— Nuevos residuos, ya prácticamente despreciables (el mayor vale cuatro milésimas) D) En consecuen cia, la ma triz
¡ es, en nuestro ejem plo, la siguiente: j (= resultados de la primera factorización II
MI
0'840
-0'275
0'064
0'7853
0'954
0'155
0'067
0'9386
0'936
0'254
-0'106
0'9518
0'942
-0'057
-0'074
0'8961
Notas: 1 ) Los valores h , llamados "com unid ade s", se obtienen sumando los cuadrados de los elementos conten idos en su fila. ) Dichas comunidades expresan una estimación de los valores que debemos poner en la diagonal en blanco que presentaba la matriz R inicial. Dicho de otra m anera, cuando no bíamos estos valores diagonales, fuimos escribiendo en la fila d (vide cálculo del primer factor) una estimación de los mismos. Ahora estamos en condiciones de hacer una estimación más precisa: los valores h de la tabla F E) Por tanto, porque puede hacerse ya una estimación más precisa de las comunidades, se debe proceder a una segunda facto riza ció n, inscribie ndo en la fila d , no as correlaciones m ás altas de cada columna, sino las comunidades (h ) obtenidas tras la primera factorización. (Para los factores segundo y siguientes, en las respectivas colum nas d e escriben as comu nidades residuales). E 1.-Te rm inad a a segunda factorizacion.se obtiene F . Sumando los cuadrados de cada fila, obtenemos las nuevas comunidades (h ). Si estas coinciden co n as primeras, damos por term inado el proceso y la matriz F sería la que bu scábamos. E.2.- Si las comunidades (h ) obtenida s en la segunda fac toriz ació n se diferen cia apreciableme nte de los h obtenidos en la primera fa ctoriza ción , volvemos a factoriz ar, insertando en la fila d de los factore s a calcular los residuos sucesivos de esas com unidad es. E 3 - El proceso e term ina c uan do, en dos factorizaciones sucesivas, as comu nidades obtenidas son prá cticam ente iguales (N ota : si se han utiliza do en el DS pocas escalas, no suele terminarse antes de la quin ta o sexta facto rización ). 61
CAUCE. Núm. 3. URBAN FERNANDEZ, Francisco. Un método de investigación de origen ...
ción, sino con las
tud con
35
smas puntuaciones directas . Sin embargo,
l método "diagonal
36
, le hacen menos recomendable que el "cent oide
por varias razones, entre las cuales destacan dos: ción de ca a factor
35
a misma simil
n pri
er lugar, porque la extrac-
e apoya exclusivamente en un solo vector, cuya comunidad
OSGOOD, C E . , SUCI, G.J. y TANNENBAUM, P.H.: medida..., op. cit , 326-329. Para nuestros alumnos, reproducimos ejemplo, en qu fácilmente advierte qu recorrido en caos conceptos da escala no sel tradicional, e —3 Se observará también qu selección h, gy f, por lo que pasan respectivamente las dimensiones I, II y I I I , hace cada caso aten diendo magnitud delasuma de los cuadrados en cada paso. Las fórmulas a que alude son: (14)
c,,¡ = (16)
Conceptos -3.0 -1.0
.0
.5
1.
1.
1.0
2. 2.
.0
1.
-3.0 -1.5 -6.0
0. 2. 4. 5. 3.
0.
3.
1.
2.
-2.0
35.00
Aplicando
ecuación (14 ), c¡
I4 :¡¡
Aplicando
ecuación (15),
%x¡¡ II
II
Aplicando
36
ecuación (16),
M¡
13.75 -52.50 -15.75 - 5 . 9 2 -1.77
-.05 21.00 21.02 -.02 0.00 -.05 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00
10.62 27.50
6.28 21.22 3.26 -.01 4.25 0.00 4.27 -.02 0.00
3. 0. 2.
-0.5 1.
-1.0
78.75 78.75 8.87
55.00 -31.50
.0 -31.50 -31.49
42.40 55.00 12.60 42.40 6.51 .02 8,50 0.00 8.53 -.03 0.00
.01 0.00 .07 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00
15.50 0.00 -3.55 0.00 15.50 8.50 0.00 8.50 1.31 13.78 15.50 0.00 1.72 13.78 3.71
3.712
método "diagonal", y por ende método equivale en lenguaje geométrico a siguiente: primer eje hace coincidir co vector cualquiera (e criterio para elegirlo enel método D es, como eh visto n nota anterior, magnitud delasuma de cuadrados). segundo eje se traza se colineal perpendicular primero y enel espacio definido porel primer factor otro qu con él. tercer eje es perpendicular a los otros dos en espacio defin ido estos do primeros tercer vector situado fuera plano qu determinan dos primeros. así sucesivamente. (Cfr. YELA, M.: La técnica..., op. cit., pp. 63-71.
62 CAUCE. Núm. 3. URBAN FERNANDEZ, Francisco. Un método de investigación de origen ...
e util iza com o cons tante (aun sin conocer u verdadero valor) para el cálculo de lo coeficientes factoriales. En segundo lugar, porque suelen necesitarse más factores para llegar a residuos prácticamente nulos y explicar las mismas correlaciones, cuya configuración por otra parte no es tenida en cuenta. A.3.— La rotación
Tras la lectura de la parte final de la nota 34 (véase), fácilmente se comprende que los resultados de factorizaciones sucesivas, o conseguidos por diferente procedimiento de factorización, son valores numéricos distintos, aunque sean matemáticame nte equivalentes (pues en todos ellos han de cum plirse que F = R). Pa hacerlo más evidente, veamos un pequeño ejemplo hipotético (cuya ilustración geométrica sería tridimensional si hubiera tres factores): Los resultados de la primera factorización fueron
0'806 0781
-0'445
0'347
0'608
0'695
-0'397
0'446
0782
0'645
0'322
Y los de la últim a facto rizac ión, supongamos que fueron
II 0'17 0'65
0'62
0'48
-0'51
0'59
0'54
0'60
-0'65 -0'17
Puede verse por lo gráficos qu e, al variar la posición de los ejes, as proyecciones de los vectores en ellos también son distintas, es decir no son iguales los coeficientes factoriales a pesar de estar expresando de un modo totalmente equivalente una misma realidad.
63 CAUCE. Núm. 3. URBAN FERNANDEZ, Francisco. Un método de investigación de origen ...
Por elio, tras la factorización (única o sucesiva) es necesario girar esos ejes hasta una posición que, por razones suficientes, sea realmente significativa y final, en sentido psicológico. El problema s ahora determinar a posición de os e es que más interés cie nt ífi co tenga. Esto e consigue girándolos, por e jem plo, has a una posición de "es truc tua sim ple" , cuyo resultado es una matriz F (para que pueda servir al lector, diremos de t columnas) en que se cum plen as siguientes propiedades a) b) c) d) )
Cada colum na tiene t o más ceros Cada fila tiene uno o más ceros Cuando hay cua tro o más colum nas, abundarán las filas con dos o más ceros En cada par de column as habrá pocas filas con elementos nulos en ambas, En cada par de columnas no puede haber más de " " filas con ceros en las dos columna
El proceso que se sigue para conseguirla es el siguiente: 1.— Se representa gráficamente la matriz F mediante diagramas definidos por
cada dos ejes centroides, con las respectivas proyecciones en ellos de los extremos de los vectores, lo que form ará en cada diagrama u n con jun to de de puntos. Girar cada eje hasta una posición que sea perpendicular a un plano o hiperplano que pase por el mayor número posible de esos puntos, y hallar las nuevas proyecciones - Repetir el proceso hasta obtener una estructura simple o comproba r s inexistencia (conviene advertir que, al compobar si se cumplen las propiedades distintivas de la estructura simple, el cero "teórico" es, en la práctica un cero o un valor aproximadamente nulo ). 4.— Si hay estructura simple, comprobar si es ortogonal u oblicua (loque significaría, respectivamente, que los factores encontrados son, o no, independientes estadísticamente; en el caso de ser dependientes, someter las correlaciones entre los factores de primer orden a un nuevo análisis que ponga de ma nifiesto los factores de orden su pe rior) B) Para lograr una correcta inte rpre tación de los facto res, s necesario que reflexionemos nuevamente sobre todo lo que hemos hecho: Véase el sentido y propiedades en Ibíd., pp. 109-119. Cfr. YELA, M., Ibid., pp . 22-26 y 103 -120 . Para otros m étodos de rota ción , cons ultar, por ejemplo, HORST, P.: Factor analysis of data matrices, Ho lt, Rinehart and Winston, Nueva Yo rk, 1965, 418-4 67 (dedicadas al métod o varim ax). (Esta obra de Paul Horst tiene , además un apéndice de 120 páginas (pp . 599 -718 ), conten iendo los programas para ordena dor, en Fo rtran II , de la mayor parte de los métodos presentados en el tex to de la obra. Cfr., tambié n, para una visión m oderna del análisis factorial, la obra TORRENS-IBERN, J.: Modeles et méthodes de l'analyse facto rielle, Dun o d , Paris, 1972). Vide YELA, M., 1957, op. cit., pp. 121-185.
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Aplicar el DS a un sujeto es ponerle en una situación en la cual tiene que responde r. Las respuestas del grupo son calificadas, después, con una pun tuac ión individual en cada escala, y sólo estos datos son los que sirven de base para efectuar el análisis factorial. Dicho de otra manera, esas puntuaciones dependen en cada caso de a co ndu cta to ta l del sujeto (de cada sujeto del grupo) al responder a "es a" situación. Esto vale tan to com o decir que los datos que maneja el análisis fac toria l e re fieren al comp ortam iento (sólo a ciertos aspectos del co mp ortam iento : aquellos que se reflejan en las puntuaciones y quedan definidos por una cierta intencionalidad y espues a o re alización), y no a una func ión o proceso m ental o em otiv o. Por su parte, las puntuaciones en cada escala se relacionan con los diversos tipos de respuesta, o sea con cada uno de esos tipos de comportamiento. Mas la conducta humana no varía en infinitas direcciones, tantas por ejemplo como situaciones concretas, sino en unas pocas, a saber, tantas como le permiten esas situaciones concretas en relación co n la intenciona lidad y unida d personales. De lo que se hace cargo, pues, el análisis factorial es de determinar esas direcciones fundamentales de variación común de la conducta de los sujetos de un grupo ante una situación determinad a. Sin emb argo, los factores e xtraído s p or este análisis ma temá tico y especial, son en principio sólo meros índices numéricos (utilizables como parámetros en ecuaciones de regresión) que pueden tener o pueden no tener significación psicológica. De hecho, no hay razón alguna para que tengan dicha significación psicológica, pues, repetimo s, son concep tos inicia l y exclusivamente estadísticos. En realidad, la significación de estos factores "depende, ante todo, de la naturaleza de los datos que el anál sis u til iz A este respecto conviene señalar dos cosas: En prim er lugar, co o esos datos e refieren a as respuestas dadas por un grupo de sujetos a una determinada situación, esos datos son de algún modo el reflejo de as diferencias individuales que en el g rupo pueda haber. Mas s diferencias individuales, en lo fund am enta l, no son in finitas , dada la existencia de unas dimensiones de variabilidad com ún en los com portam ientos, demostrable y puesta en eviden cia por la covariación em pírica de la sere de respuestas dadas po r los sujetos de gru po . Por el lo , lo que el análisis factor ial descubre es cuáles son es s dimensiones de variabilidad com ún . Y as llama "fa cto res ". Descubrir factores no significa, pues, encontrar las causas de los comportamientos del grupo ante una situación determinada y concre ta. Com o el fenóm eno de a propagación de la luz e describe med iante ecuaciones que defin en a estructura de l campo electrom agn ético, o co mo el es pacio físico in tu itiv o e describe en fun ció n de tres dimensiones indepe ndientes, así YELA, M.: "La signification psychologique de l'analyse factorielle some méthode de recherche", en Coloqu io Internacional sobre el Análisis Factorial y u Aplicaciones", París, 1955.
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el com portam iento humano se describe mediante "fa ct or es . Sin em bargo, descubrir tales factores no s solo descubrir conceptos descriptivos, puramen te m atem áticos, ya que siempre se refieren, como decíamos, al comportamiento y carecen de significación real fuera de tal referencia. Esto vale tanto como afirmar que han de r interpretados desde una perspectiva t ot al de la conducta humana y us propieda des.
En segundo lugar, como los datos de que se parte son, además, un reflejo de los tipos de respuesta que permite la prueba, lo que sean dichos factores dependerá de algún modo también del contexto experimental en que nos estemos moviendo. Y ello, tanto porque el investigador pueda introducir, por ejemplo, una causa uniforme de variación (lo que proporcionaría estadísticamente un "factor" más, que no representaría ninguna cualidad estable de los sujetos), cuanto porque las pruebas en sí mismas sólo permitieran unos determinados tipos de respuesta. (Tal es a exp licación, por ejemp lo, de que sería evidentemente imposible encontrar factoes del pensam iento crea tivo , si e parte de tests o pruebas exclusivamente de pensa miento convergente). LOS FACTORES O DIMENSIONES DEL ESPACIO SEMÁNTICO Desde los primeros trab ajos, Osgood y s colaboradores, utiliza nd o las intercorrelaciones halladas entre as escalas y sometiéndolas a un análisis fa ct or ia l, encontraro n tres factores principales en el espacio sem ántico, co ns titu ido por os significados subjetivos o conno tativos, que ide ntificaron com o: - fa cto r evaluativo, pro pio de las escaas con stitu idas por adjetivos que implicaban una valoración del concepto: bueno-malo, valioso-sin valor, limpio-sucio, digno-indigno, simpá tico-antipático; y seme antes; - factor de potencia, identificado a partir de las escalas adjetivales definidas por términos que de una u otra forma representaban fuerza y poder: fuertedébil, grande-pequeño, ma yor-me nor; y análogos; - factor de actividad, en que quedaban agrupadas las escalas bipolares que denotan de alguna manera mo vim ientos : activo-pasivo, rápid o-len to, jove n-viejo ,etc. También hallaron otros factores de menor peso y persistencia; por ejemplo, los llamados factores secundarios (estabilidad, ten sión, novedad, receptividad y agresivi dad). No obstante, aquellos tres factores "de evaluación, potencia y actividad (que fueron derivados empíricamente más que teóricamente) han reaparecido en una gran variedad de situaciones que fueron juzgadas; especialmente en lasque el muestreode los conceptos había sido más amplio" Cfr., por ejemplo, Y E L A , O S G O O D , C E . , S U C I , G.J.
.: El análisis factorial y as funcione s..., o p. cit., p. 20 8 y s , P
: L medida...,
cit.,
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319.
En el diagrama siguiente, que es una adaptación simplificada de los ofrecidos por Osgood, Suci y Tannenbaum 43 y relativos a un estudio realizado antes de las elecciones presidensiales no rteamericanas de 1 95 2, en que p articipaban com o can didatos T ft, Eisenhower y Stevenson, pueden verse gráficamente I diferencias y semejanzas entre los personajes, en relación con esas tres principales dimensiones del espacio semántico: (Los 20 conceptos que se enjuiciaron fue ron : 1 Ta ft. 2 Um t. 3 Stevenson. 4 Po lítica en China. 5 Churchil. 6 Gastos federales. 7 McCartur. 8 Socialismo. 9 Kefauver. 10 Empleados del Gobierno. 11 Stalin. 12 Control de precios. 13 Truman. 14 Ayuda europea. 15 Eisenhower. 16 Unión laboral. 17 Roosevelt. 18 Bomb a atóm ica. 19 Mc Ca rthy. 20 Naciones Unidas).
JUSTO
/DÉBIL
AC
\
.
FUEATE
p\
-1
INJUSTO
VOTANTES DE TAF
PASIVO
DOS OBSERVACIONES FINALES La primera es que los resultados obtenidos por el diferencial semántico son logices y previsibles, dado el proceso seguido en la obtención de las escalas bipolares. Por ejemplo, veamos cómo se ha procedido para elaborarlas en el idioma espaTomando como estímulos la lista de 100 palabras que figuran en la nota 29 (Vide bibliografía) y utilizando el procedimiento modificado de asociación de palabras, 100 sujetos respondieron con un sólo calificativo (el primero que se les ocurriera) a los 100 estímu los (Por eje mp lo: "L a asa es . Con esto e consiguieron 10.000 calificativos que, debidamente seleccionados (atendiendo a su frecuencia total, a la má xima diversidad de u so, y a su relativa independencia) queda43 44
lbid .,op .cit., pp. 118-119. Cfr. DIAZ-GUERRERO, R. y SALAS, M.: El diferencial..., op. cit., pp. 57 y s
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ron posteriormente reducidos a 80. Estos 80 adjetivos sirvieron de base para producir los "opuestos", por parte de un conjunto de jueces previamente seleccionados por su fluidez y conocimiento del lenguaje. El resultado fue la lista de 60 escalas bipolares que puede verse en el texto de la nota 29. Resulta evidente que, en la producción de los primeros calificativos, a los sujetos se les pedía un determinado comportamiento o conducta, puestos en cada caso ante un estímulo. Mas como a "respuesta" que da el nombre ante un "e st ím ul o" (E) es fun ción del "estímulo estructurado por el propio sujeto" (E') y esta estructuración depende tanto de lo que el sujeto "sepa", "quiera" y "pueda", cuanto de su "actit u d " ante el estímulo, se desprende fácilmente que dicha respuesta dependerá en última instancia de su propia experiencia "satisfactoria" o "frustante" ante dicho estímulo. De ahí que no sea extraño encontrar como primera dimensión del espacio semántico el "factor evaluativo", precisamente con un peso mayor que el de los demás. Y siendo, como creo, que el hombre "va" a las situaciones con cierta predisposición a "abr irse " o "cerra rse" a ellas, aquellas actitudes se án en el fon do sólo de una de estas dos clases: de apertura o de clausura; es decir, el hombre tomará aquella situación o como "un problema al que hay que enfrentarse" o como "una amenaza ante a que ha de h ir ". Si se quiere con otras palabras: previo a dar una espuesta al estímulo, el hombre valora la situación ante la que se encuentra en términos de la potencia y actividad que considera tiene el estímulo, o la situación, a que tiene que responder. (Y esos son los otros dos grandes factores del espacio semántipor cierto mostrando cierta dependencia del primero). Teniend o en cu enta, asimismo, que antes de dar su respuesta el hombre no sólo valora la situación en términos de potencia y actividad, sino también midiéndose previamente a sí mismo, sintiéndose capaz o incapaz (y no necesariamente de un modo consciente), capacidad o incapacidad que cristaliza después en conductas resolutivas o defensivas, habremos de enco ntrar otros factores. Es de cir, se deduce teóricam ente que debe haber en el espacio semántico (entendido al estilo de Osgood et alt.), otras dimensiones, personales y culturales (y en muchos casos mediatizadas por el lenguaje mismo), que permiten prever que la estructura E.P.A. determinada por el DS ha de se , por una parte, universal (como se ha dem ostrado em píricam ente por los estudios y trabajos transculturales) y, por otra, necesariamente incompleta. Aná logam ente, si todo ello era de esperar antes de ser aplicada la prueba, tam bién serán esas y no otras las dimensiones que llegan a registrarse en los distintos "A tla s de significados c onn otativo s" publicados o en vías de pub licación, dado que
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no ha cambiado el contexto experimental ni permite la prueba respuestas de otro tipo que las iniciales. - NOTA PARA NUESTROS ESTUDIANTES. El alum no de Magisterio que curse as especialidad de filolo gía deberá tener en cuenta el lado semiológicode esta técnica: a) Como e sabe, la sem iótica es el estudio de los fenóm enos relativos a los signos. Y según a generalidad de la do ctrin a, el signo debe cons istir, al menos, de dos cosas o ele me ntos 45 1. Una repercusión perceptible en uno de los sentidos corporales del receptor; y En un contenido o significado, en el que hay que distinguir el "designa(o significado, en sentido estricto) y lo "de no ta do " (aquello a que hace referencia). En algunas otras teoría s, como en la de Charles Pe irce 46 , son tamb ién esenciale otros dos componentes del signo: 3. El intérprete o individuo para quien el signo funciona como conjunción de un significante y un significado; y El interpretante (que corresponde a la reacción —quizás inconsciente— del intérprete ante el signo). b) Convien e, pues, saber cóm o consideran los psicólogos experimenta les, espe cialmente los behavioristas, entre los que se encuentran Osgood y cois., estos elementos del signo. Sin género de duda tratan de soslayar el designado en favor del "efecto del signo", es decir de esa reacción del intérprete del signo, considerando que dich o efecto es, si no más accesible al estudio, sí por lo menos más "ace pta ble como abstracción. Explicación aceptable, claro está , para dar cuenta de ciertos usos "d ire ct os " del lenguaje natu ral, y para c on tribu ir a a racionalización del discurso cie ntífic o. Pero, por no estudiar el "designa do" como un componen te fundam ental del signo, distin to tanto del "denotado" cuanto del "interpretante", el DS corre el riesgo de no estar a la altura de la complejidad y sutileza de la capacidad semiótica humana, puespor eje mp lo, de relieve en fenómenos com o el hum or o el razonam iento. F. J. UR BÁ Estos dos componentes mínimos, distinguidos por primera vez por los filósofos estoicos y conocidos después en la literatura medieval europea como "signara" y "signatum", reaparecieron en la teoría moderna con las denominaciones de "signifiant" y "signifié" (en el lenguaje de SAUSSUF.de). PEIRCE, C.S.: Collacted Papers.vol. 2: Elementsof Logic, Harvard Univ. Press, Cambridge (Mass.), 1932.
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