Control 1: Historia Universal
La idea de Edad Media – Giuseppe Sergi
Capítulo 1: El problema La ‘Edad Media’ es una convención cronológica que ha ido consolidándose en la cultura común de la Edad Moderna y Contemporánea. Tiene su origen en las reflexiones de los humanistas del siglo XV y XVI, animados por la esperanza de una era de renacimiento cultural y de recuperación general. La tendencia de estos humanistas, es dar una imagen oscura a la Edad Media dada la dureza de los años de los que acababan de salir (al ver el pasado ven lo más cercano, la fama negativa de esta Edad depende de esta deformación y de la crisis de pestes y hambrunas del siglo XIV). La cultura común hace de la Edad Media el ámbito de origen y de proveniencia de las formas de vida social más extrañas a la contemporaneidad. (Ejemplo: Si a finales de la Edad Media la alimentación campesina consistía en papillas de cereales, se imagina lo mismo para la Alta Edad Media, cuando en verdad se consumía mucha más carne) Otro ejemplo importante de esta deformación de perspectiva del pasado, es el concepto de feudalismo. Es un termino ambiguo que no pertenece al léxico medieval y se difunde solo en la Edad Moderna. En el S. XVIII los burgueses definían el feudalismo como un residuo medieval. Los hombres de la ilustración juzgaban según cierta perspectiva: criticaban un modelo social desde una perspectiva vivida por ellos, proyectaban hace atrás el punto de llegada de un proceso, suponiéndolo idéntico al punto de salida. ¿Qué es el sistema feudal? El derribado por la Rev. Francesa, ¿Y como era el feudalismo derribado? Un residuo medieval ¿Y cual era la característica de la edad media? Haber producido la organización feudal del poder, ¿Y como era esa organización feudal del poder? Parecido al sistema feudal aun vivo en el S. XVIII. Este razonamiento circular y tautológico la historia se hace estática, se borran los siglos VIII-XII, los más típicos de las instituciones feudales y se crea una idea de esto totalmente alejada de lo que realmente fue. La Edad Media es el periodo que marca el nacimiento de la palabra y concepto feudo, a pesar de que esta Edad no tiene la exclusiva de la terminología. Es un concepto que debe ser depurado del lenguaje pretencioso que lo envuelve, luego llevarlo a su ambiente y mirarlo con ojos contemporáneos. Nuestra cultura de masas, al parecer tiene necesidad de una Edad Media inventada: en nuestro días es una edad que funciona como un ‘otro lugar’ (negativo o positivo) o como una premisa. En el ‘otro lugar’ negativo hay negativo hay pobreza, hambre y peste, en el positivo hay torneos, vida de corte, hadas, etc. A la instrumentalización de Edad Media, hay que añadirle el recurso a los siglos pre modernos para buscar las raíces, a partir de esto, nacionalismos encuentran en
esta época época ‘imaginada’ (fraccionada y confusa, que ha dejado de ser romana y no esta encuadrada en los grandes estados modernos) el espacio ideal para colocar tradiciones especiales. La Edad Media que está en la psicología colectiva, es una Edad de los siglos XIV y XV (en consecuencia, una Edad Media final) oscura o resplandeciente según quien lo evoque. Capítulo 2: Edad Media: Definición y limites cronológicos (periodificación) En 1550, Vasari, comenzó a usar la periodización tripartita que ha llegado a ser habitual (Edades Antigua, Media y Moderna). Los literatos del humanismo italiano, habían formado un intervalo de muchos siglos entre la cultura de los antiguos y la cultura de su presente. Falvio Biondo: Humanista primer historiador de la Edad Media. Quien conto los acontecimientos del mundo occidental desde 412 hasta los años cuarenta del siglo XV, el autor nunca definió Edad Media, pero lo pudo constatar que coincidía con el milenio medieval que después fue más aceptado. Periodizar es una operación cultural orientada a la comprensión de la historia. La periodización que ha dado lugar a la idea europea de Edad Media está tan condicionada por la negatividad de su parte final que para conformar un largo periodo negativo, fue a buscar su inicio también oscuro: Siglo V. Caída del Imperio Romano. La Edad Media duró mil años, y no es posible que todos hayan sido iguales. Los limites cronológicos de la Edad Media más habituales son: -
476 (Deposición del ultimo emperador romano de Occidente: Rómulo Augústulo) y 1492 (descubrimiento de América). 410 (saqueo de Roma por los visigodos) y 1453 (conquista de Constantinopla por los musulmanes turcos) Entre muchos otros que están presentes en culturas nacionales específicas
En todos los casos, se reconoce un arco cronológico entre los siglos V y XV. Los siglos estudiados por los medievalistas van del VII al XIV, debido a ciertos elementos que se extienden o adelantan. Capítulo 3: Formación y desarrollo de un concepto historiográfico El concepto de Edad Media, desde su formulación, tuvo una connotación negativa. También, en el plano político, la Italia de los años de Lorenzo el Magnífico perseguía ideales de equilibrio y racionalización, y sus intelectuales apelaban al mito de la Roma antigua o al de la polis griega. En el plano cultural, había desinterés y desprecio por las expresiones originales de la Edad Media. Las consideraciones positivas se encuentran contenidas en el siglo XVII y XVIII. Luego, el juicio se hizo radicalmente negativo con el Iluminismo, que atribuía a la Edad Media toda la fealdad precedente a la Rev. Francesa. En el siglo XIX de la Restauración, del Romanticismo, del descubrimiento de las identidades nacionales se comprometió en cambio una relectura positiva de los
mismo aspectos que la Ilustración condenaba: de la superstición, se dio valor a las vertientes mágicas y fabulosas. En particular, la conciencia de sí y del propio pasado del pueblo alemán, imprimió un giro nacionalista-romántico a los estudios de la historia medieval, aquí nace la actividad de los institutos de investigación. Investigadores participes de la atmosfera política e ideológica de la Alemania de fines del siglo XIX leyeron a la Edad Media alemana como la historia de una corrupción progresivamente sufrida a causa del contacto de los germanos con los pueblos mediterráneos. ‘Europa habría sido distinta si no hubiese tenido que pactar con una civilización demasiado distinta a la suya’. Teoría de la Markgenossnschaft: Se consideraba que las aldeas germanas anteriores al encuentro con los romanos habrían estado organizadas según una especie de comunismo primitivo. Esta teoría influyó en Marx y Engels, culturalmente comprometidos en interpretar la Edad Media como gran teatro de las formas económicas pre capitalistas. El mundo romano, habría condicionado profundamente el espíritu igualitario de los primeros germanos. Sin innegables, algunos efectos positivos de la tendencia de la introducción latifundia(las nuevas guerras no eran de saqueo si no que de desplazamiento) al descubrimiento de las raíces alemanas. La idea de que cada elemento de la historia humana pueda tener manifestaciones distintas según el ámbito de civilización en el que se realice es la gran contribución que el medievalismo alemán de finales de siglo dio al desarrollo historiográfico. Europa se forma progresivamente en la Edad Media, época esencialmente germánica, Europa es pues, una construcción germánica. Es la reacción del siglo XIX alemán frente a las culturas latinas: italiana (todo lo que había habido de bueno en la Edad Media estaba ligado a la supervivencia del clasicismo romano), francesa (se apropió nacionalistamente del mito de Carlomagno, poniéndole un paréntesis a la innegable etnia germana de los francos). En el siglo XIX el mejor medievalismo europeo se caracteriza por un bipolarismo. Waitz (investigador alemán) presentaba una Europa que había modelado sus elementos de cultura germánica la construcción de nuevas formas de convivencia. Fustel de Coulanges, en cambio, daba un valor distinto: las raíces de Europa moderna serían fundamentalmente romanas, hechas de elementos encontrados en el encuentro entre francos y la aristocracia senatorial romana. Capítulo 4: Siglos no solo germánicos ni sólo romanos Los primeros siglos de la Edad Media son una integración de tradiciones diversas. Esta integración habría sido realizada por los francos. Después de la llegada de los francos a Galia meridional, se habría celebrado un matrimonio entre la aristocracia galo-romana y la germana, pero sobretodo hubo una convergencia sobre los estilos de vida de los dos ambientes. Este carácter híbrido es el signo dominante del Reino carolingio. Se dice reino y no imperio porque los historiadores han redimensionado la importancia del año 800 y la coronación imperial de Carlo Magno. La dignidad imperial aparece como un tributo a la persona que había unificado y convertido por la fuerza al catolicismo a Europa. Emperador solo significa el enriquecimiento de responsabilidades
simbólico-religiosas de un inmutado titular. Imperio representaba la herencia romana que los carolingios transmitieron a las edades sucesivas. Quien ejerciera poder sobre Germania, Italia y Borgoña lo hacia como rey, no como emperador. Capítulo 6: La Edad Media como infancia de Europa El concepto Europa, en la Edad Media se convierte en vehículo de ideas de superioridad respecto a todo lo que es exterior y consiente la elaboración de un conjunto de imágenes de la diversidad. En el siglo VII, se da testimonio de la capacidad de elaborar nociones geográficas totalmente distintas a las políticas, lo que es normal en una alta Edad Media que no tiene una configuración político-territorial tan estable como para poder transformar la geografía física en geografía política. La gran fortuna del t ermino ‘Europa’ se da en plena época carolingia. Los Annales Fuldenses utilizaban el termino Europa como sinónimo de ‘dominio de Carlos’. Europa es la vasta sede de los descendientes de Jafet, Europa es sinónimo de Occidente. Entre los siglos X y XI se desarrollan procesos que confieren a Europa una identidad, eliminando cualquier hipótesis de homogeneidad étnica, la hipótesis de Jafet no es sentida por nadie. La construcción de Europa habría sido el establecimiento de una convivencia entre dos estilos de vida: el tribal militar del mundo germano y el cultural eclesiástico del mundo latino. Dos estilos que los francos no solo habían juntado, si no que habían elevado a simbiosis, consintiendo a los galo-romanos el acceso a carreteras militares y emprendiendo ellos mismos carreras episcopales. Por lo tanto, la Europa post-carolingia, la Europa de hace mil años es un vasto territorio de tradición carolingia predominante. La superación del arrianismo llevan a la superposición de la idea de societas Christiana sobre el área occidental de síntesis latino-germana. En el siglo X, Europa se esta consolidando como noción geográfica, pero sigue siendo una noción poliedra y elástica. Dos grandes ámbitos se van definiendo en el corazón viejo del dominio carolingio: el reino de los francos occidentales (futura Francia) y el reino de los francos orientales (reino teutónico: Otones, que se dedican particularmente a Bohemia, Polonia, Hungría). Los teutónicos de la dinastía sajona (Otones) crean una franja eslavo-magiar que gravita hacia el Oriente cristiano, otro elemento que define a Europa de los siglos centrales étnicamente poliédrica. La cultura Europea de mil años resulta por centros de propaganda de identidades coincidentes con monasterios y escuelas episcopales urbanas. Las mismas familias aristocráticas tienen horizontes amplios y variados en relación con sus obligaciones religiosas. Al máximo fraccionamiento político, corresponde el terreno continuamente removido de los asentamientos humanos, de los predominios étnicos, de culturas
distintas pero no fragmentadas, porque cada una de ellas se vincula a un pasado unitario que sigue legitimando los poderes y ennobleciendo los centros de cultura. Las cruzadas desempeñan una función contradictoria. Enfatizan la diversidad del mundo islámico y otorgan unidad a una Europa abstracta, subrayan una idea de limite. Europa y universalismo medieval entran en conflicto. Europa encuentra un freno en el universalismo cristiano porque Europa es un campo demasiado limitado para las ambiciones de una societas christiana que quiere ser universal. En los siglos XI y XIII no son siglos en los que la idea europea tenga éxito. Esta idea tiene una recuperación durante el s. XIII, bajo la forma de agregación defensiva a causa del miedo de los mongoles. El s. XIII es también edad de oro de la cartografía y de la ciencia geográfica. Se empiezan a distinguir los continentes, por primera vez se atribuye una especie de capital cultural: París. En los siglos XIV y XV se forja un concepto de Europa similar al actual, donde se merece una definición muy eficaz: campo de fuerzas opuestas, que subraya las constantes tendencias al conflicto interno como las tendencias paralelas a la unidad. La diversidad étnica ya no tiene el rostro amenazador de Oriente. Smith desarrolla el concepto de ‘mito político constitutivo’ (mythomoteur ) que da fuerza a una idea de nación. Smith considera que el origen étnico es un elemento real e incontrovertible, principalmente situado en la Edad Media. La Edad Media ve desarrollarse una idea de Europa pero hemos visto unas contradicciones y dificultades: -
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No se puede hablar de Edad Media europea como rectificación de los repartos posteriores. Se ve la conformación de algunas áreas lingüístico culturales y de formaciones políticas, en general poco coincidentes con dichas áreas. La Edad Media es poco nacional, fue muy fragmentada y no hay nada de vocacional en las líneas de recomposición que afloran en sus siglos finales.
La Edad Media puede valorarse por su tendencia a integración étnica. Capítulo 10: La imagen sombría de la Edad Media que termina Las carestías hacen imaginar hasta hoy una Edad Media mucho más hambrientas de lo que en realidad fue, han hecho que se consideren feudalizados tos los siglos anteriores. La que termina es una Edad Media con rasgos marcados y contrastes violentos. Las guerras fueron numerosas y graves, pero disminuyo el belicismo endémico ligado a la fragmentación señorial, la cultura estaba en expansión, sobrevivieron las supersticiones y se hicieron mas duras las persecuciones religiosas. Hay recomposiciones políticas con nuevos estados, casi en todas partes los poderosos locales escogieron ponerse bajo la protección de un rey o príncipe. Los centros de poder se redujeron en numero y aumentaron sus funciones. Estas recomposiciones implican el paso de la edad medieval a la moderna como el paso
de la micro conflictividad entre los hombres a la macro conflictividad entre los estados. La Edad Media produjo los innovadores. Capítulo 11: La Edad de la experimentación Tiene sentido meditar porque los medievalistas usan cada vez mas el concepto de pluralización de poderes y no el de disolución de poder: esto sucede porque, se reconoce a los señoríos rurales de los castillos medievales la dignidad de un modo de funcionamiento de la sociedad. Había un espíritu comunitario distinto entre los ciudadanos de los municipios italianos o alemanes o Flandes. Un primer paso es comparar todas las formas políticas de la Edad Media reconociéndoles igual dignidad. A partir de ahí, el señorío rural y el régimen comunal resultan las dos formas político-sociales más originales de la Edad Media. Antes del señorío rural y después del régimen comunal, encontramos la experimentalidad. La Edad Media es una era de experimentación política y social. Es una larga fase histórica en la que no se cree fidedignamente en la razón, pero tampoco exclusivamente en lo mágico. Se evocan continuamente los ideales de res publica o de Sacro Imperio Romano. Se teoriza sobre un orden celestial que se refleja en la tierra. La Revolución francesa creía que había dado el golpe de gracia a la Edad Media, pero en realidad habría derribado la caricatura de una sociedad inmóvil pero si piramidal de esta época. La experimentalidad se había manifestado en el encuentro latino-germano, en los modelos bizantinos que exportaban a Occidente la cultura greco-helenística, en los distintos tipos de aproximación étnica. Fue experimental la construcción carolingia de una sistema mixto, de poder territorial y personal, de gobernadores de provincias de tipo romano (condes) y jefes militares fieles al rey (vasallos reales). También, la construcción desde debajo de formas de poder local (señoríos rurales). En el siglo XI se extienden otras experimentaciones que podemos llamar imitativas. Los condes imitan la concreción del poder local de los señores fundiarios, mientras estos señores imitan el carácter oficial del poder de los condes. Los nuevos poderes laicos imitan el hecho de la inmunidades recibidas por los entes religiosos. La iglesia episcopal de Roma imita la estructura jerárquica del Imperio, quien a su vez imita la estructura jerárquica de la Iglesia. Por ultimo, el municipio medieval es un gran experimentador, ya que, algunos habitantes imitan las tradiciones de las comunidades rurales, se mantiene vivo el recuerdo de la polis griega. Hace funcionar el reparto de funciones políticas entre las familias mas poderosas de la ciudad. Porque se inventa al primer político profesional de la historia europea, el podestà. Las construcciones territoriales de los comunes son heredadas en Italia por señores de la ciudad que consiguen revestir de legitimidad publica a amplitud de sus dominios.
Del señorío rural, el dominatus loci de las fuentes medievales, hay que subrayar la espontaneidad, la concreción, la versatilidad, la distribución homogénea del modelo en casi todo Europa. El señorío rural de los siglos centrales de la Edad Media es la forma experimental mas original de un largo periodo de experimentación. Se observan acciones de los hombres y estructuras del pasado. Regine Pernoud: Para acabar con la Edad Media
Edad Media Hoy, todo es muy distinto, Notre-Dame ha recuperado las multitudes de la Edad Media, todos los domingos, cuando sus puertas se abren de par en par a la hora de los conciertos. Hoy todo el mundo se desplaza. Se circula mucho por todas partes. El medievalista no puede evitar añadir que el turismo viene a ser hoy lo que fueron las peregrinaciones en otros tiempo. En Francia particularmente, los vestigios de la época medieval son mas numerosos que los de todas las otras épocas juntas. Hoy hay en todas partes un entusiasmo por un redescubrimiento, un sentimiento por restaurar y reanimar los monumentos del pasado. Se podrían citar restauraciones de monumentos en todas partes, recuperados y devueltos a si mismos, a menudo por jóvenes que han actuado espontáneamente. La televisión ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de la curiosidad por monumentos abandonados, ha levantado el interés por los testimonios del pasado. Edad Media significa todavía época de ignorancia, de embrutecimiento, y esto es porque las investigaciones eruditas realizadas desde hacia 150 años, aun no han llegado al gran publico. Torpes e inhábiles El renacimiento es la decadencia, decía Henri Matisse. El termino renacimiento (rinascita) fue utilizado por primera vez por Vasari en el siglo XVI. Las artes y las letras, que parecían haber perecido en el mismo naufragio que la sociedad romana, parecieron florecer de nuevo y después de diez siglos de tinieblas, brillar con un nuevo esplendor. Lo que renace pues, en el siglo XVI son las artes y letras clásicas. En la visión, en la mentalidad de aquel tiempo había dos épocas de luz: la antigüedad y el renacimiento. Y entre ambas una edad media, un bloque uniforme, tiempos oscuros. Lo que caracterizo al renacimiento fue el redescubrimiento de la antigüedad. Lorenzo de Medicis celebraba todos los años con un banquete el nacimiento de Platón. Con el progreso de la historia no se ha dejado observar que, en la edad media, los autores latinos y griegos eran muy conocidos, y que la aportación del mundo antiguo, clásico o no, distaba de ser despreciada o rechazada.
Hay eruditos del nuestra época que han hecho uso del termino renacimiento: Renacimiento carolingio, Renacimiento del siglo XII. Si consultamos las fuentes de la época, se pone de manifiesto que lo que caracteriza al renacimiento del siglo XVI y hace que esta época sea diferente de las que precedieron, es que establece como principio la imitación del mundo clásico. El renacimiento no habría podido producirse si los textos antiguos no hubieran sido conservados en manuscritos copados una y otra vez en los siglos medievales. Lo que era nuevo era el uso que se hacia a la antigua clásica. En lugar de ver en ella, un tesoro por explotar, se les ocurrió considerar obras antiguas como modelas que había que imitar. Los antiguos habían realizado obras perfectas; habían alcanzado la belleza misma. Por consiguiente, cuanto mejor se imitaran sus obras más se tendría la seguridad de alcanzar la belleza. Lo que cambia en el renacimiento es la manera misma de ver. Lo que hoy nos parece injustificable es el principio mismo de la imitación, el gusto por el modelo, por la copia. Se ha vivido de este principio de imitación hasta una época muy cercana a la nuestra. En Francia sobre todo, donde la cultura clásica ha sido considerada hasta nuestra época como la única forma de cultura. Recordemos que hasta hace muy poco, uno no podía pretender ser cultivado sin conocer el latín e incluso griego. Lo que hoy sorprende es que semejante estrechez de miras haya podido tener fuerza de ley durante casi cuatro siglos. La visión clásica que se impuso en occidente casi de modo uniforme, no admitía otro esquema ni otro criterio que la antigüedad clásica. La imitación de la antigüedad condenaba a la destrucción los testimonios de los tiempos góticos. Lo cierto es que la historia del arte se elaboro en la época en que reinaba sin disputa esta visión clásica. Como escribió André Malraux: se prejuzgaba que el escultor gótico había deseado esculpir una estatua clásica y que, si no lo había conseguido, es que no había sabido hacerlo. Solo evocamos aquí la escultura porque la pintura horrorizaba hasta tal punto a los siglos clásicos que no se encontró otra solución que recubrir con enlucido los frescos románico o góticos, o romper los vitrales para sustituirlos por cristales blancos. El gran arte de los tiempos clásicos era la escultura, el alto relieva, que precisamente se da muy poco en los siglos medievales, y ello por toda clase de razones, pero sobre todo porque se prefiere animar una superficie a ejecutar un objeto de tres dimensiones. La imagen del pequeño escultor borgoñón aplicándose a imitar a los persas sasánidas puede resumir bastante bien los errores a que daba lugar la actitud de los historiadores del arte obstinados en estudiar, no las obras en si mismas, en la sociedad que las había visto nacer y a cuyas necesidades y mentalidad respondían,
si no en las relaciones que podían tener con unos supuestos arquetipos, que a veces se iban a buscar muy lejos. El nombre del poeta en lo tiempos feudales era trovero, el que encuentra trovador, el inventor. El termino inventor toma aquí su sentido fuerte, el que adopta cuando se habla del inventor de un tesoro. Inventar es poner en juego a la vez la imaginación y la investigación y es el inicio de toda creación artística o poética. Los arquitectos de los tiempo clásicos y la enseñanza de la arquitectura hasta nuestro tiempo, consideraban los problemas desde el exterior. A nadie se le ocurría, en Francia sobretodo, empezar por examinar cuales podrían ser las necesidades de los usuarios. El modo en que hoy se intenta mantenerle un lugar al arquitecto es completamente artificial, el papel para el que se le ha preparado ya no es admisible, nacido con los tiempos clásicos, probablemente ha muerto con ellos. El siglo XIX no dudo ni un instante de su interdependencia entre el arte y el lujo. Es en este siglo donde nace la historia del arte. Aquellos en quienes vivía un verdadero fervor artístico se veían rechazados por una sociedad que se había vuelto decididamente incapaz de discernir la calidad artística fuera de los conceptos académicos. Basta evocar a: Sountine, Gauguin, Van Gogh, etc. Artesano de una revolución pictórica que nos liberaba de la visión clásica y que pronto iba a permitir a la mayoría ver del otro modo que según los cánones académicos, eran marginados por una sociedad petrificada en sus hábitos mentales; toso sentimiento de admiración por sus obras, que hoy nos parece natural, era calificado de extravagante. Esta actitud domino hasta el momento en que el burgués francés se dio cuenta de pronto de que había dejado escapar negocios excelentes y de que el arte también podía ser un valor de cartera. Durante todo el periodo medieval, el arte no esta separado de sus orígenes. Queremos decir que expresa lo sagrado. Y este vinculo entre el arte y lo sagrado corresponde a la fibra misma del hombre en todas las civilizaciones. Es muy significativo constatar que la falla, la caída de la actividad artística corresponde al momento en que aparece una concepción mercantilista del objeto de arte, siglo XIX. Todavía es impresionante ver hasta que punto la impotencia artística esta ligada a la ausencia de los sagrado. En la época románica, como en la época moderna, la arquitectura se concibe siguiendo unas normas semejantes casi en todas partes, parece haberse llegado a cierto acuerdo. Así en toda Europa y el Próximo Oriente se ven edificios románicos parecidos, desde el mas humilde hasta la vasta iglesia de peregrinación dotada. Del mismo modo, que las diferenciaciones que aparecerán con la arquitectura gótica nacen esencialmente de desarrollos técnicos como la invención del crucero de ovija y del arbotante. Ahora bien, de un monumento al otro todo el arte románico se ve reinventado. EL constructor ha sabido poner su sentido creador al servicio de las formas necesarias. Ornamento: aspecto necesario de la obra útil que emociona, lo que pone en movimiento, el color que anima a la obra entera. EL ornamento es inseparable del edificio y crece con el una armonía orgánica.
La importancia del ornamento radica en una época en la que no existía la preocupación por representar la naturaleza, el hombre y la vida cotidiana como tales, pero en la que el rasgo mas humilde, el toque de color mas modesto significaban una realidad distinta y animaban una superficie útil comunicándole algún reflejo de la belleza del universo visible e invisible. Estos motivos recorren toda la creación románica. Solo a partir del siglo XIII la visión cambia, y bajo la influencia renovada de Aristóteles, se desarrolla una estética de las formas y proporciones. Caperuza: tocado habitual de la época. Se remonta a la noche de los tiempos. Es la esclavina con capucha de los celtas. Esta humilde esclavina que cubría la cabeza y los hombros dio lugar a la cogulla de los monjes, pero también a la mayoría de los tocados de las mujeres y hombres entre los S. VI y XV. En aquella época, el vestido mismo es tema de ornamento. Una letra ornamentada basta para revelar lo que puede ser la creación artística en la época románica. Cada copista, cada iluminador, toma una simple inicial en su forma esencial, legible y reconocible y la hace suya y desarrolla sus posibilidades internas. Esto es lo que caracteriza al arte románico: el respeto a la función esencial en un perpetuo redescubrimiento de las posibilidades que encierra. Historia, ideas y fantasía La Edad Media proporciona, a todos aquellos para quienes la Historia no es mas que un pretexto, un terreno de elección: un periodo que el gran publico desconoce, con algunos nombres que emergen. Probablemente es uno de los errores capitales de nuestro tiempo: creer que la Historia se hace en nuestros cerebros, que se puede construir a gusto del consumidor. La libertad de pensamiento, que la Historia implica y necesita como toda investigación científica, no puede en ningún caso confundirse con las fantasías intelectuales de un individuo dictadas por sus opciones políticas. La historia tiene su campo propio. Cesa de existir si deja de ser investigación de lo verdadero. Es tan fácil, en efecto, manipular la Historia, consciente o inconscientemente, para el uso de un publico que no la conoce. La Edad Media es una materia privilegiada: se puede decir de ella lo que se quiera con la casi certeza de que nadie lo desmentirá. Por eso la vida del medievalista se podría consumir corrigiendo errores, pues casi siempre los hechos, los textos de la época, desmienten las leyendas acumuladas desde el siglo XVI. Es muy raro poder abordar un tema sin antes rectificar las fabulas que han suscitado. En relación con la Edad Media, los errores del mismo genero abundan; a menudo se deben a que no se acude a las fuentes. Todo lo que se puede pedir a una obra literaria es que sea el eco de una mentalidad, no la descripción de la realidad, y todavía menos su descripción exacta. El siglo XIX vio la eclosión de un genero nuevo con la novela naturalista.
Los que deseaban hacer una tesis sobre la historia de la Edad Media eran disuadidos por los profesores y futuros correctores de tesis a los que se dirigían. Las cuestiones ya han sido estudiadas e investigadas en todos sus detalles, mientras que los que querían orientarse en nuestra propia historia, en la que quedan por colmar enormes lagunas, se ven apartados de ella. Los medios modernos podrían permitir renovar y extender su estudio. En lo que concierne al periodo feudal, es muy raro que se posean conjuntos de documentos bastante extensos y completos como para que sea interesante tratarlos informáticamente. Para el periodo posterior, los registros parroquiales ya han sido objeto de un despojo que, por lo demás, si hay que creer a ciertos especialistas, no agota la cuestión, pues en el establecimiento de los programas se habrían olvidado los padrinos y madrinas cuyo papel era tan importante en el pasado. La imagen, el conocimiento que tenemos de la edad media gracias a la arquitectura, las esculturas, los vitrales, no representa ni la centésima parte de lo que podría enseñarnos la reproducción de los manuscritos si se llevara a cabo con los medios de reproducción en color que disponemos hoy en día. De momento, nos contentamos con imágenes, casi siempre las mismas, mientras que la ilustración de los manuscritos, increíblemente rica, ha permanecido estable y representa un inmenso panorama que atañe a la historia del arte, vida social, económica, etc. Un primer progreso decisivo, que habría que hacer con lo que respecta a la edad media seria aceptar que aquella gente, eran gente como nosotros, ni mejor ni peor, se puede estudiar como cualquiera. Periodo franco: comienzo de la alta edad media. Designada desde la caída del imperio romano hasta la llegada al trono del linaje carolingio a mediados del siglo VIII Periodo imperial: vio como se realizaba la unidad de Europa. Se desarrolla desde la muerte de Luis XV (1774) hasta 1975 Edad feudal: desde el siglo X hasta siglo XIII. constituye tiempos de unidad, especialmente en Francia, con elementos comunes y muy marcados que caracterizan a estos tres siglos y medio. Edad Media: se trata de un periodo de transición, entre feudalismo y monarquía. Para este último periodo se acortan las opiniones que lo catalogan como oscuro, debido a las guerras, hambrunas y epidemias.
Algunos estudios han demostrado que las condiciones climáticas se modificaron a principio del siglo XIV, se sucedió un periodo ms frio y mucho más lluvioso. Las gran hambre que se vivió en 1315 y 1317 en Europa se debió a este factor. Otro cambio importantes, es que a principios del siglo XIV aparece el reloj mecánico, esto tuvo efectos en ritmos de trabajo, estaciones marcadas, fiestas litúrgicas, etc.
Estos y mucho otros cambios hacen imposible las generalizaciones. Las guerras y hambrunas caracterizan especialmente a la edad media del siglo XIV y XV. Esto no significa que la edad feudal estuviera exenta de las miserias que en todas épocas han afectado a la humanidad. Nuestra generación se encuentra en el punto de confluencia de dos manera de concebir el mundo. La primera es aquella en la que hemos sido educados: en el centro de todo se coloca a un homo academicus animado por la razón razonante y la lógica aristotélica, juzgando segun el derecho romano y no admitiendo que la antigüedad clásica grecolatina observa las tres dimensiones del interior del universo. Esta visión clásica que viene de Aristóteles nace en la edad media. En el siglo XII es cuando la lógica aristotélicas se ve adoptada por la filosofía cristiana. Algunos comentarios sobre la enseñanza de la historia Un absurdo en el que hay que insistir, es el principio mismo que consistía en cortar la historia en trozos con la idea simplista de que lo que se estudia durante un año es asimilado para toda la vida. ¿No seria conveniente revisar la cuestión en su conjunto, no solo comparando el estudio de los hechos, si no que la formación del sentido histórico del alumnos, lo cual es tan necesario como la formación del sentido literario? Dejar de lado esto, es dejar atrás la aportación positiva del estudio de la historia. La enseñanza de la historia debería adoptar formas diferentes según la edad de quien es enseñado. La historia es vida, el hombre se afirma por su historia y si una piedra puede tener tanto interés para el , es por que esta es literalmente una señal de vida. La idea de hacer tabla rasa, de partir de cero, constituye siempre una tentación seductora. Nunca se parte de cero, todo lo que es vida esta dado, transmitido. La historia es vida precisamente porque contiene un elemento dado, algo que preexiste a nuestro conceptos, s nuestros prejuicios y sistemas: la pieza de moneda que lleva determinada de efigie , encontrada en un emplazamiento determinado. Las conclusiones que se saquen de ella pueden ser erróneas, pero el hecho no depende de nosotros, debemos aceptarla. La historia es una ascesis heroica. Los datos de la historia están ahí pero se necesita mucho tiempo, trabajo y respeto para explorarlos y después exponer su substancia. Una idea preconcebida como punto de partida es estimulante pero hay que saber resignarse a abandonarla cada vez que los documentos lo imponen. La historia obliga al respeto, se deja de ser historiador cuando se desatiende o se trunca un documento. El estudio de la historia permite situar exactamente la noción de progreso.
En el siglo XVI no se dudaba en absoluto de que la humanidad estaba progresando, sobretodo desde el punto de vista económico. La historia no da soluciones, pero permite plantear correctamente los problemas. Para una meditación de la Edad Media
Habla del primer viaje a Europa de un profesor de historia medieval, quien está muy emocionado de por fin llegar al continente y a las ciudades de las que tanto hablaba. Su camino Para él, el mundo de la antigüedad, especialmente Grecia y Roma ha sido muy diferente a la edad media, en la cual conviven excelencia de condición humana y también toda la miseria. No así, la edad media representa para quien la estudia, un viaje hacia el interior de la naturaleza humana, a los estratos más primitivos desde donde se forjaron ideales y también se alojaron miserias. Es un sabor a lo básico ya a lo primitivo, donde se constituyeron nuestros orígenes y las creaciones más perdurables. Esta época la interesaba mucho a este profesor por su cultivo de un área de conocimiento, ya que no es posible comprender la civilización del Occidente si no se está dispuesto, por ejemplo, aprender latín y las lenguas romances, para así p tener lo básico para poder desarrollar criterios teóricos y métodos para estudiar aquel pasado. El Concepto El concepto de Edad Media nació en el siglo XVII (Alemán, Cristóbal Keller), quien en lugar de “médium tempus”, inventó la expresión “Mediun aevus” para referirse a un periodo intermedio entre la antigua civilización greco-romana y a civilización Europea del Renacimiento. Esta sustitución de: tiempo por época, es tripartista, ya que se descubre una fuerte carga valorativa de consecuencias imprevisibles. Ya que se creía que a la cultura clásica la siguió una profunda “decadencia”, para desembocar en una recuperación gloriosa. En 1688, Charles de Cange, en el Glossarium, reitera su desprecio por la edad media y la oscuridad, donde los ingleses terminaron adoptando el término de Dark Ages, lo cual es indeleble hasta nuestros días (Diccionario de Oxford). El médium aevum era para Cellarius un tiempo de deterioro, de decadencia y no de progreso, de barbarie, donde la ignorancia fue más importante que la ilustración y la razón. El oscurantismo presenta este interludio como un gran tiempo burdo y tosco. “Leibniz y Voltaire: oscurantismo y edad media han sido y serán una misma cosa”
*La naciente burguesía de los siglos XVII y XVIII se preparaba para una lucha abierta contra un feudalismo que subsistía por su empeño en erradicar ideológicamente los siglos de hegeonía de la nobleza y la iglesia. ¿Cómo Estudiarla? Entre la Antigüedad y la Edad moderna, está la Edad Media, un “intermedio mediocre”, un verdadero paréntesis en la historia. No obstante, lo que se llama Edad moderna, desde el punto de vista material, sigue siendo parte de esta edad media, así también para sus estructuras sociales y metales. Por lo que la Época Moderna se ajusta mucho más al concepto de transición. Para estudiar esta edad, hay que conjugar la erudición y la imaginación. Lo primero, porque esta historia que llamamos científica, nació precisamente del estudio que hubo a fines de esta época, sus cartas, diplomas y escritos medievales. Y lo segundo porque el pasado, una vez estudiado, comprendido y analizado debe reconstruirse y volver a desarrollarlo mentalmente. Por esto, estos dos conceptos son los distintivos que necesita un historiador que quiera ascender en su humanidad. Medievo, historia larga En primer lugar no es prudente estudiar de manera excluyente un periodo de la historia, o la historia de una nación o país, sin tener en consideración la civilización a la que pertenece. El positivismo decimonónico cultivó con maestría la llamada nueva historia. La Edad media es más que tan solo un modo de producción, relación feudo-vasallo, egoísmo y crueldad. Ante todo es una forma de vida. Una sociedad en la que la agricultura se constituye en el fundamento del orden económico, social, político y cultural. Negarse estudiarla, es negarse a mil siglos de historia Europea, algunos incluso dicen que lo verdaderamente importante comienza con el humanismo de los siglos XVI y XVII. Los pensadores Iluministas del siglo XVIII despreciaron el estudio de la Edad Media, porque veían en ese periodo la supremacía de un elemento bárbaro, ya que la fe y la confianza irracional contradecía la naturaleza humana, donde se buscaba comprender después de creer. Durante largos siglos la irracionalidad se apoderó del humanos, donde en el medioevo reinaba la ignorancia y el oscurantismo, ya que todos creían en Dios, lo cual no es más que un prejuicio que impide comprender la cultura de esta época. Este rechazo provenía principalmente, porque desconocían el contenido de aquel pasado, lo cual es una idea absurda, el despreciar un pasado tan largo de nuestra humanidad. Ahora bien, por ejemplo, el Renacimiento no ha existido nunca como un tiempo periodizado de manera independiente, incluso se ha llegado a considerar como el último capítulo de la Edad Media. Ya que no hay ningún rasgo propio que la Edad
Media no haya cultivado o comenzado a cultivar por si solo y como tal, posee rasgos del tiempo anterior que se diluyen con los nuevos elementos que van dibujándose. También hay un prejuicio muy arraigado que conciernen a estas “dos épocas#, el arte medieval. Habitualmente se estudia en relación con el Renacimiento y eso constituye un enorme error. Especialmente ese supuesto de los pintores y escultores renacentistas descubrieron un nuevo arte, en el que ellos se sentían libres para representar la perfección del cuerpo humano, obras llenas de colores, justas proporciones, etc… Por lo que el arte medieval era considerado grosero y primitivo, siendo que se inspiraba en una concepción cristiana y platónica del mundo, expresando una representación de la realidad, cuyo propósito no era representarla tal cual era, sino que era un arte simbólico. Y no obstante se consideraba más libre dibujar un cuerpo humano perfecto… Época fundante A partir de una civilización supuestamente “moribunda”, aparece la esencia de muchas de nuestra estructuras sociales y mentales. La Edad Media fue la que creó la Edad Moderna, con estabilidad clásica, pero con espíritu medieval. En esta época casi no existían edificios públicos y la plaza era “reemplazada” por el mercado, era un centro comercial, donde lo privado dominaba. Esta estructura fue una consecuencia de la desintegración del mundo feudal, donde se respiraba un aire de libertad. En ella surgen las primeras libertades públicas y se estructuran jerárquicamente los estamentos sociales, que inician la lucha política citadina característica de la historia Occidental. También se acogió las bases de conformación de la Nación, fue un fenómeno psicológico, al cual hoy llamamos “Sentimiento Nacional”, el cual nutrió los conflictos en Europa a fines de la Edad Media. Esto fue como respuesta al intento hegemónico supranacional de la república cristiana que disputaron el Papado y el Imperio. El estado medieval es una mezcla entre Romanidad y Germanismo, de Antigüedad y Edad Media. La creación de Edad Media que más no acerca y compromete es la “Universalidad, surgió al amparo de la iglesia. También se organizó la vida humana en periodos de trabajo y de descanso de acuerdo con ciertas concepciones: “Tiempo para la vida, para el hombre y para dios” ”Tiempo esencialmente religioso”.
Surgió, así mismo, el valor del libro para la humanidad, lo protegió de su caducidad gracias a la labor paciente de los monjes con la continua copia de manuscritos, pudieron así conservarse el legado de la antigüedad. Siempre se ha considerado que la edad media era la época de mal gusto y modales groseros. En el siglo XIII nace una moda de refinamiento de modales que los cristianos de aquella época denominaron “cortesía” y que los sociólogos nombraron como “civilización”. Este se hizo realidad en las ciudades, de tal suerte, que el vocabulario recogerá la expresión “urbanidad”, conductas del buen y refinado ciudadano. “Caballerosidad” (literatura): la conducta leal de la nobleza terrateniente, respetando los pacos contraídos y la defensa de los desvalidos. La cultura del Renacimiento en Italia.- Burkhard
2da parte: El desarrollo de la personalidad. El estado y el individuo
En al época medieval la gente estaba cubierta por un velo “tejido” de fe, cortesía infantil e ilusión, donde el hombre se reconoce así mismo como: raza, pueblo, partido, corporación, etc… Pero es en Italia donde por primera vez despierta una consideración objetiva del Estado y de las diferentes cosas del mundo en general, levantándose así este velo que cubría al hombre, y al mundo en la Edad Media. Desde este momento el hombre se transforma en una persona espiritual y de gran personalidad, como lo fueron diferentes artistas y escritores, un ejemplo, fue el poeta Dante. Esta nueva personalidad y pensamiento individualista nace principalmente por las nuevas riquezas y la importancia que se le comienza a dar a la cultura. Así mismo a la diferenciación entre lo que es la Iglesia con el Estado y la falta de partidos políticos. Todo esto finalmente hace que el hombre tenga más tiempo ocioso. No obstante esta personalidad no solo comienza a crecer en estos hombres libres y objetivos, sino que también en los tiranos, donde la individualidad también empieza a formar parte de ellos. Por esto mismo comienzan a formar regímenes, los cuales los ayudan a protegerse a sí mismos y a otras personas y así finalmente reclutándolas. Es en este Renacimiento donde nace un nuevo hombre, un hombre “privado”, quien es indiferente a la política y quien por ende tienes sus propias metas y ocupaciones. Esto mismo favorece enormemente a las diferentes repúblicas, ya que así a los civiles no les importa ejercer ni gozar de mucho poder. Así mismo comienza a hacerse más popular el destierro, pero no en su significado estricto, sino que voluntario. Gente que decide irse de sus tierras por temas económicos y políticos y que llevan consigo mismo esta nueva forma de pensar y actuar, “contagiándola” por el resto del mundo. Donde encuentran la patria en el lenguaje y en las artes o como dice Dante, su patria es el mundo. Por esto mismo ya en el siglo XV hay muchas más personas cultas alrededor del mundo.
La perfección de la personalidad
Con esta nueva época, con el Renacimiento, se forman personas mucho más cultas, lo cual dio paso a que el hombre se considerara así mismo como “Universal”, un hombre con mayores conocimientos y habilidades. Naciendo así nuevos artistas y creadores de un mundo diferente. Hombres que ya no solo viven en su metro cuadrado, sino que hasta incluso son muy buenos comerciantes, tanto así que para mejorar sus relaciones con los “extranjeros” comienzan a aprender nuevos idiomas, como es el caso de los Florentinos quienes empiezan a hablar en los dos idiomas de la antigüedad. Los cuales no solo se preocupan de culturizarse ellos mismos, sino que también a sus hijos, considerándose (supuestamente) este periodo como el comienzo de la educación privada. Uno de los hombres más destacado de esta época, como se mencionó anteriormente, fue Dante, el autor de la “Divina Comedia”. En este libro, Dante hace reflexiones inigualables tanto del mundo exterior como el interior. Del mismo modo se destaca a Battista Alberti, un arquitecto y un ejemplo de lo que significaba un hombre universal en ese entonces, ya que no solo era un muy buen deportista desde pequeños, sino que también sabía de arte, música, matemáticas, literatura, entre oros. Así mismo se le consideraba un hombre enormemente sensible y gran admirador de la naturaleza. La fama moderna
Con este nuevo hombre, nace también un nuevo tipo de valorización, el sentido moderno de la gloria, una fama moderna. El concepto “fama” como tal, fue empleado por primera vez en el imperio Romano, el cual tiene finalmente mucha influencia en esta nueva concepción de la palabra. Dante hace ciertas percepciones de este concepto relacionado con la incomodidad que la fama puede traer consigo. Además hace hincapié en cómo esta no es infinita ni absoluta, sino que depende de los tiempos, los méritos, etc… Como por ejemplo los poetas que vinieron después de Dante, cuya fama llegó junto a sus obras, por sus méritos como personas, llegando ser así reconocidos en toda Italia. Era tal la gloria de algunos, que hasta incluso rozaban la idolatría, como el caso de Albertino Masattus. Por el contrario, Petrarca considera que la gloria y fama es vana y molesta, por lo que prefiere gozar en la posteridad y privarse de ella en vida, para no tener que vivirla en la “actualidad” con sus contemporáneos. Y así como dice Petrarca, esta fama muchas veces los acompaña hasta el día en que mueren, donde se comienzan a generar ciertos tipos de cultos donde los sepultan, tanto así que algunas ciudades consideraban hasta un honor poder poseer los restos mortales de estos Famosos. Como fue el caso de Florencia, donde se construyó la Catedral de Florencia para que se sepultaran ahí los cuerpos de Petrarca, Dante, Bocaccio. Pero luego, muchos de estos fueron trasladados a otro lugar. No solo se les comienzan a hacer cultos a los personajes célebres de esta época, sino que se comienzan a recordar a los célebres italianos de la antigüedad, como
fue el caso de Virgilio, cuyo lugar de sepulcro comienza por primera vez a tomar verdadera relevancia. Esto fue gracias a la historia y la Topografía, los cuales fueron pieza fundamental para no dejar en el olvido a ningún famoso y glorioso italiano. Esta veneración y adoración que empezó a surgir por estas personas célebres en la edad media era solo para Santos y estando más vinculada a los personajes religiosos o importante reyes y emperadores que a simples civiles con grandes méritos. Por lo que fue gracias a esta culturización y la profundización del campo de la literatura por parte de ciertos personajes que comenzó a surgir la admiración popular. Fue tanto así que un grupo de poetas fueron participes de la construcción de un Panteón, el cual contenía diferentes bibliografías de personajes célebres y universalmente conocidos. Esta nueva concepción de fama, no solo incentiva a la gente a interesarse más por estas artes liberales, sino que lamentablemente también se comienza a tomar conciencia de lo que conlleva la fama. Llámese inmortalidad de la persona. Lo cual genera finalmente ambición por sentir esta grandeza. La burla y el chiste modernos
Se considera que el individualismo altamente desarrollado son la burla y el sarcasmo moderno, sobre todo en la forma como chiste. No obstante en la Edad media el chiste era más bien utilizado como un arma, a través de canciones de reto. (Es literalmente un párrafo, por lo que creo que la ayudante no incluirá este tópico, igual te hice un mini resumen de lo que sale más o menos) 3era parte: El resurgir de la Antigüedad. Observaciones preliminares
Lo esencial del Renacimiento fue posible y comprensible sin la influencia del mundo antiguo, ya que la mayoría de los pensamientos que surgieron en el renacimiento fueron propios y únicos de este periodo, no obstante igual se pueden identificar muchos rastros de las épocas anteriores. El Renacimiento no hubiese sido el alto acontecimiento histórico-cultural que fue, si es que pudiésemos disociar sus elementos tan fácilmente. El Occidente que conocemos hoy en día, fue gracias a la alianza entre la antigüedad y el pueblo Italiano, quienes tenían una identidad única y propia. Así mismo sucedió con la religión, ya que fue desde Italia que se difunde al resto de los Europeos cultos, este nuevo ambiente espiritual, lo cual finalmente ayuda a diferenciar a las personas cultas de los ignorantes. Por lo que es este espíritu italiano moderno, los que son “llamados” a dar la pauta en todo el Occidente. Todo esto fue gracias a la influencia grecorromana sobre la vida italiana y de cómo el mundo clásico está reflejado en sus leyes, fundamentos, cultura, pensamiento, etc…
Esto se puede ver manifestado, por ejemplo, en la arquitectura romántica, la cual recoge mucho de los cánones clásicos. Los italianos no son indiferentes de este pasado y muy por el contrario siente la necesidad de volver a traerlo en vida, a resucitarlo. De ahí surge un movimiento cultural, erudito y muy popular, los cuales quieren renovar este recuerdo de su grandeza. En un comienzo, este no tuvo mucha popularidad, pero en el minuto en que se comienza a desarrollar la vida urbana entre gente noble y burguesa, se hace más fácil y aún más cuando empieza una crisis en los poderes políticos y religiosos que antes se consideraban sagrados. Este nuevo grupo de personas buscaban nuevos ideales y no tardaron muchos en sentirse superiores al resto del mundo. Los autores antiguos
Se consideran mucho más importante que los restos antiguos artísticos y arquitectónicos, los restos literarios de la antigua Grecia y Roma, los cuales eran considerados la fuente de todo conocimiento. Por lo mismo muchos de los escritores más famosos del Renacimiento, como Petrarca y Bocaccio, se dedicaron a traducir muchas obras como la Iliada y la Odisea y diferentes textos de Aristóteles, Plutarco, entre otros. El estudio del griego por parte de célebres escritores se concentró Principalmente en Florencia. No obstante, en Roma, por ejemplo, se contrataban profesores que enseñaran este idioma. La importancia por los libros y los manuscritos fue tal así, que se crearon Bibliotecas (Como la famosa biblioteca de Medici) que contenían las copias y las traducciones de miles de ejemplares de libros griegos y latinos. La Biblioteca con más relevancia fue la de Urbino, la que más tarde se conoció como la del Vaticano, la cual fue “creada” por Federico Montelfeltro y tenía muchas obras importantísimas. En esta se podían encontrar copias de libros para grandes señores, cuyo material era de pergamino con una “cuadernación” de terciopelo. La compra de los diferentes manuscritos antiguos era muy cara, por lo que se hizo muy común trabajar con copistas que supieran griego, conocidos como los scrittori, los cuales eran muy reconocidos y recibían elevados honorarios. Ahora bien también existían copistas de menor rango, los cuales vivían exclusivamente de ese trabajo. Como mencioné anteriormente los manuscritos más importantes tenían una presentación física inigualable, por lo que cuando un Alemán creó la imprenta, los libros impresos no eran muy apetecidos.
*Uno de los personajes más importante en esta recopilación de obras clásicas fue Poggio, quien en el sur de Alemania encontró seis discursos de Cicerón* * También se comenzó a estudiar sobre la cultura oriental y hebreo en particular, principalmente por la problemática con los judíos*
*Pico Della Mirandola, fue el primero que defendió la ciencia y la verdad de todos los tiempos contra la estrecha exaltación de la Antigüedad Clásica* El humanismo en el siglo XIV
Hubo muchos hombres que fueron intermediarios entre lo que ellos estaban viviendo en el presente y lo que era la antigüedad, convirtiendo este último en objeto de estudio e imitación, lo cual se reconoce como la cultura renacentista. Fue en este siglo donde, a pesar que se encontraban en medio de una cultura medieval, se estuvo en busca de una nueva cultura a la actual. Por lo que de aquí en adelante comienzan a surgir un sin número de artistas, escritores, arquitectos y pensadores que se procuraron de no tener precedentes de la época medieval en sus obras, pero sí de la que antecedía a esa, la antigüedad. Por lo que a través de sus pinturas, esculturas y escritos hicieron que esta época volviera a renacer, difundiendo a través de ellos el humanismo. Hubo muchos cambios en esta época, como por ejemplo, el derecho local es reemplazado nuevamente por el romano. Uno de los principales propulsores del humanismo fue Dante, quien a través de sus obras, puso a la antigüedad en primer plano, como fue el caso de la Divina Comedia, quien mezcla lo pagano con lo cristiano. *Petrarca imitaba la poesía latina y escribía epístolas sobre temas de la antigüedad *Bocaccio Decamerón presenta actitud humanista (Iglesia: enemiga) (Paganismo se estudia sin peligro) Estos y muchos otros eran reconocidos abiertamente en ceremonias simbólicas, donde hasta se les coronaba. El Renacimiento.- Peter Burke
El mito del Renacimiento Antes de comenzar …
Los historiadores más reconocidos que hablan sobre el renacimiento son: - Jules Michelet, francés que está fascinado pos esta época. John Ruskin, crítico que desaprobaba esta concepción - Jacob Burkhard, erudito que escribe sobre esta época en Italia, quien describe este periodo a través de dos conceptos: Individualismo y modernidad, considerando el Renacimiento el hijo primogénito de la Europa Moderna. Este autor considera que fue en Italia donde nació esta movimiento/época y que de apoco se fue difundiendo a lo largo de Europa. Este primer capítulo hace referencia a que el concepto de Renacimiento es un mito. Se dice esto porque en primer lugar los historiadores contrastan lo que dice Burkhard sobre el inicio del renacimiento en Italia y lo que sucedió en el resto de Europa, y se dieron cuenta que no se le dio importancia a las innovaciones realizadas en la Edad Media. Y en segundo lugar por los personajes sobrehumanos
que vivieron en esta época, ya sean héroes como Miguel Ángel o villanos como Borgia. Así mismo el relato de Burkhard se dice que es simbólico en como describe este cambio cultural, ya que utiliza muchas metáforas como despertar y renacer. Siendo que estas solo hacen referencia a un movimiento intelectual y artístico y deja de lado lo religioso y político, generando así una autovaloración. Como toda autovaloración, resultan reveladores, pero a la vez inducen a errores. Esto se puede comparar a como cuando los hijos se rebelan contra los padres y comienzan a añorar a las generaciones más antiguas. Burkhard también cometió un error, ya que creyó al pie de la letra en la versión de estos artistas e intelectuales del renacimiento, haciendo suya esta concepción y reelaborándola, añadiendo nuevos conceptos como: “individualismo, realismo y modernidad”. Lo que hizo BH fue “Antes de estudiar la historia, estudió al historiador”. Fue tal esta idealización, que en esta época se le comenzó a hacer un culto casi religioso a las artes que se exhibían en templos, los cuales se les conocieron más tarde como museos. Al igual que la gran preocupación que empezó a surgir por el realismo e individualismo, como lo hizo Vasari, quienes proyectaban sus ideales hacia el pasado, creando su propia realidad en base a un mito de una edad de oro o milagro cultural. Existen varias razones para afirmar que los llamados “hombres del renacimiento”, también tenían realidades medievales y que sus pensamientos eran más tradicionales de lo que ellos pensaban. Este fue el caso de Petrarca, cuyas escrituras estaban más próximas a la Edad Media de lo que él creía. Además se asegura que existieron varios renacimientos en la Edad Media, especialmente en la época de Carlomagno, donde hubo un resurgimiento del interés por las enseñanzas clásicas. Incluso en muchos de los periodos dentro de la edad media, la gente dice que estaban en una época de restauración, renovación y renacimiento propiamente tal. Esto mismo también ocurrió en Bizantino, en el mundo Islámico y en el Lejano Oriente. Italia: Resurgimiento e Innovación Un buen punto de partida del análisis del renacimiento Italiano es el intento entusiasta de revivir otra cultura e imitar la antigüedad. Arquitectura
Esta recuperación resulta obvio en la arquitectura, ya que en Italia se conservaban casi intactas muchas construcciones clásicas como el Panteón y el coliseo. Muchas generaciones de arquitectos contaron con la ayuda de un tratado de arquitectura escrito por Vitrubio, que se conservaba desde los tiempos de la antigua Roma. En este se resaltaba la necesidad de mantener la simetría y proporciones, comparando la estructura con el cuerpo humano. Fue la Iglesia de san Pietro en Roma, la que rompió con la tradicional planta uniforme de la iglesia medieval, adoptando así la planta circular del templo romano. Escultura
Los diferentes géneros de la escultura eran reediciones de los géneros clásicos, como el “Laoconte”, “Los Bustos”, etc… y también representaciones de la mitología clásica, como el “Baco” de Miguel Ángel. Pintura
Casi no habían fuentes no modelos antiguos para inspirarse como los dos casos anteriores, por lo que la pintura clásica era desconocida y siguió siéndola hasta las excavaciones de “Pompeya”. Por lo mismo los pintores de la época recurrían a métodos más indirectos, haciendo que sus pinturas se asimilaran a las esculturas clásicas más famosas, al igual que la música, que se intentó de recrear a partir de las diferentes fuentes literarias que existían de la antigüedad. Retrato: Se estimuló este estilo como género independiente, donde por lo general, los “modelos” aparecían antiguamente de perfil, pero ya en el año 1500 Leonardo y Rafael prescindieron de este convencionalismo, pintando a gente de frente. * Se hizo también un descubrimiento de las leyes de perspectividad lineal, aunque es posible que los artistas clásicos ya hayan tenido conocimiento de estas. Lo cual pone en manifiesto que no todo fue imitación entre el “Renacimiento” y la edad Antigua, sino que hubo afinidad aleatoria. Artes liberales(literatura y enseñanza)
Gozaban de mayor prestigio que las artes mecánicas (las que expliqué antes), donde le idioma clásico que se benefició de este renacer fue el Latín Clásico, ya que el medieval se consideraba bárbaro por su vocabulario, ortografía y sintaxis. Lorenzo Valla: “Durante siglos nadie había hablado latín correctamente” La ambición de esta época era escribir un latín digno de Ciserón. También se recuperaron los géneros literarios como la épica, la comedia, la oda, la pastoral, et. Humanismo
La palabra humanismo se empezó a utilizar en Alemania (XIX), lo cual estaba muy de la mano con la educción. Esta palabra se originó en el siglo XV y formaba parte del jerga de los estudiantes universitarios, los cuales tenían un profesor de “humanidades” (studia humanitatis) que les enseñaba: gramática, retórica, historia, filosofía moral y poética. Ellos eran unos convencidos de que estos estudios perfeccionaban al hombre, por es “humanismo”, puesto que este se diferencia del animal en su capacidad de hablar y comunicarse y por ende distinguir así el bien del mal. Estas cinco disciplinas eran “ética aplicada” *Los postulados básicos de los humanistas están en el diagrama del Francés, Charles de Bouttes, quien postula cuatro niveles de existencia: 1. Existir como una piedra 2. Vivir como Planta 3. Sentir como animal 4. Entender como hombre
Entre 1300-1600 se produjo un auge del humanismo en Italia, ya que se realizaron esfuerzo por revivir e imitar el sistema educativo de la antigua Roma, donde se les enseñaba a los alumnos hablar, leer, escribir en latín clásico y también era posible estudiar griego en algunas escuelas y universidades italianas, como algunos diálogos de Platón y el nuevo testamento, -Para los humanistas hubo mucha mal interpretación de los textos latinos, por lo que en esta época nace la crítica textual, la cual permitió recobrar lo que en verdad había escrito el autor y lo que este quería expresar. -Ellos también fueron los que situaron las leyes en el contexto socio-cultural de la antigua roma. No se sabía bien si los humanistas escribían de manera literal o metafórica o hasta que punto querían recuperar realmente el pasado. Uno de los conceptos claves era “la imitación” más que nada en relación a los grandes artistas y escritores. Esta imitación consistía en asimilar el modelo, convirtiéndolo en propio y si es posible superarlo. Esta imitación era parcial, ya que los productos de la antigüedad habían sobrevivido de una manera fragmentada y solo en muy pocos casos había ausencia total, como en la música y pintura. En realidad muchos eruditos estaban muy perdidos en relación a lo que consideraban “próximos culturalmente hablando” (Roma y Grecia) de lo que consideraban distante (Edad media). Aunque consideraban esta última como bárbara y gótica, aún pertenecían en ella en muchos aspectos, como el tipo de letra que utilizaban (a la cual ellos nombraban “renacimiento”) para escribir, la cual provenía de la temprana edad media. Otro caso fue el escrito “El Cortesano”, un libro de cortesía medieval reescrito bajo la influencia de los ideales clásicos del comportamiento. También se descubrió que las formas clásicas habían ya sido imitadas por el arte romántico y también en las universidades medievales se estudiaban a los poetas clásicos (como Homero y Virgilio), por lo que el renacimiento no fue una revolución cultural, sino que muchos sujetos insatisfechos con los elementos de su actual cultura. En la época del “Renacimiento” existían muchas contradicciones, las cuales eran muy evidentes en la religión, ya que la mayoría eran cristianos y no adoradores o paganos como en la antigüedad, estaban al servicio del papa. Por esto mismo muchas de las obras provenientes de esta época eran consideradas como “hibridas” culturales, ya que se escribían poemas épicos en latín clásico a semejanza de la “Eneida” de Virgilio, en las cuales se hacía referencia a la vida de cristo. Aunque según BH estos eran esencialmente paganos y cristianos solo por apariencia. No obstante, los deseos de estos humanistas en general era convertirse en romanos antiguos sin dejar de ser cristianos modernos. Cualquier
intento de revivir Roma y Grecia debe tener en cuenta, para tener visos de la realidad, 3 factores claves: 1. El territorio geográfico en el cual se produjo el momento 2. El momento cronológico
3. Situación Sociológica. Esto del Renacimiento se empezó a “tomar en serio”, en la época de Petrarca, ya que esto era aplicable a las necesidades de esas personas en ese momento. Este movimiento cultural solo interesó en realidad a tres grupos minoristas de hombres: los humanistas (profesionales, maestros o notarios), clase dirigente (patricios y príncipes) y los artistas (hijos de artesanos y vendedores). En el siglo XV esto movimiento cultural se puso de moda gracias a la imprenta y por ende la rápida difusión de ideas, estimulando así mucho más la cultura clásica que la de esa época. Romano y Tenenti: El Humanismo
Humanismo y Renacimiento Los autores mencionan que Renacimiento es el apelativo que se le ha puesto al conjunto de tendencias culturales y corrientes artísticas revolucionarias que se impusieron entre mediados del siglo XV y mediados del XVI en casi todo Occidente. La rapidez, amplitud, importancia y calidad de las expresiones artísticas condujo a la utilización del mencionado apelativo. Respecto al mismo, los autores sostienen que el Renacimiento no puede ser más que un concepto absolutamente positivo. Así mismo se tiene conciencia de que este término es en cierto sentido un mito, pero a la igual que muchos términos históricos, este es imperfecto y se utiliza como instrumento. También critican que se lo asocie a una serie de valores espirituales (artísticos, éticos y literarios) homogéneos que se manifiestan en el conjunto de Europa, cuando en realidad los contenidos son heterogéneos y están lejos de predominar en Occidente. Por otra parte, se hace mención a que muchas veces se ha utilizado este apelativo como sinónimo de Humanismo, considerando los autores que es preferible la utilización de éste último para aludir a las altas creaciones culturales aparecidas en occidente en los siglos XV y XVI. No obstante en Italia este término recién se comenzó a emplear a fines de este siglo y estaba ligado la ideología de una burguesía mercantil ciudadana y precapitalista. El aporte fundamental de los humanistas a la cultura occidental fue, según aprecian los autores, “su tendencia a la universalidad y su capacidad de expresar valores adecuados a un tipo de sociedad en desarrollo dinámico” Se busca, por ende, romper con los esquemas intelectuales y morales fuertemente jerarquizadas y centradas en Dios, para dar lugar a una concepción en la que los hombres son iguales entre sí y ocupan el lugar central que antiguamente estaba reservado a Dios.
Se plantea que el campo en el que el humanismo tuvo sus mayores y más prematuras realizaciones fue el artístico, respecto al cual el campo de lo filosóficoliterario estaba muy rezagado, lo que se debe fundamentalmente a la tradición de este último. Por otra parte, también hay una diferencia en el desarrollo del
humanismo entre las distintas regiones de Europa, dependiendo en el avance cultural e ideológico, repercutiendo así en las diferentes formas y desarrollos. El arte del “Quattrocento” en Italia. Unas de las entidades históricas europeas más reconocidas, pero a la vez diferente, respecto a sus expresiones artísticas son los Flamencos y los Florentinos o más bien el arte en Flandes y Florencia. En este sentido, los autores sostienen que si bien en un principio pueden constatarse ciertas similitudes, luego comenzaron a apreciarse algunas diferencias: “mientras los flamencos continuaron desarrollando su representación de la realidad –divina, humana y natural, los florentinos perfeccionaron un sistema completo de representación artística no subordinado a los valores religiosos cristianos”. Las obras de los pintores flamencos siguieron teniendo un contenido fuertemente religioso, pero incorporándolo a un ambiente en el que la naturaleza adquiría mayor relevancia. Romano y Tenenti afirman que “para los flamencos, todo el mundo de aquí a abajo participa en la relación interior, íntima y enteramente vital entre naturaleza, hombre y Dios: lo sacro y lo terreno no divergen, sino que se encuentran, compenetrándose en un sentido ético más orgánicamente humano”. El arte Italiano del Quattrocento exige pocas consideraciones análogas, pero si muchas diferentes donde no se quiso apartar al hombre de Dios, pero la búsqueda artística emprendió un camino distinto. Por ejemplo Los toscanos, en lugar de humanizar y de profundizar psicológicamente en lo divino, quieren idealizar y expresar de un modo arquetípico lo humano”. Esto se vincula a una disociación respecto a los modos de actuar y de pensar predominantes hasta entonces, dando lugar a una mayor confianza a las capacidades de creación del hombre. Una nueva conciencia adquirida sobre la propia autonomía humana. El artista del Quattrocento era muy sensible a los valores éticos, por lo que buscó un modo efectivo, una cultura y un arte no anclados en una visión que contradeciera las conquistas terrenales. Esta prolongada experiencia humana pudo hacer así que surgiesen individuos capaces de traducir al plano mental las profundas modificaciones que se habían operado en el conjunto de la sociedad. En este campo se aprecia un claro triunfo de lo terreno sobre lo divino, que sin embargo no se expresa en el campo de la literatura, la filosofía o la política. Existiendo así un gran dominio del espacio y de los valores plásticos que resulta de la conciencia de las dimensiones autónomas del ambiente, teniendo como resultado una extremadamente rica producción artística Italiana La visión humanística del mundo
El pensamiento humanista se aspira a una visión universal, una búsqueda de la verdad en todas sus dimensiones, pero sin estar provisto de un sistema filosófico. Según los autores, los propios humanistas no tomaron conciencia del cambio intelectual que suponían sus posturas. Consideraron que sus innovaciones se trataban fundamentalmente de las formas y no del fondo en sí mismo. Todo iba mucho más allá que sus manifestaciones artísticas.
El humanismo nunca quiso renunciar en absoluto al cristianismo, por lo que la iglesia nunca los vio como enemigos hostiles. Ahora bien, en cuanto a la centralidad del hombre, Romano y Tenenti advierten que si bien representa una postura novedosa, no hay que dejarse seducir demasiado, porque “al centrismo del hombre aún va unido en la mente de la mayoría, incluidos los menos tradicionalistas, la dimensión de la Tierra respecto al universo”. No obstante, nuevo filósofos proponían un nuevo horizonte, claramente más terrestre de modo prácticamente independiente de lo divino. Las concepciones éticas Una de las intenciones del Humanismo fue “restablecer el equilibrio armónico de la criatura, hasta entonces metafísicamente dividida en materia y forma, y, más aún, en alma y cuerpo” (el carácter revolucionario de esta concepción queda de manifiesto si lo comparamos con la concepción del cuerpo predominante en la Edad Media, en el que solo se lo considera como “el escenario de los pecados”). Esto dio lugar a que alguno personalidades destacas comenzaran a percibir diferencias importantes entre sus ideales de convivencia social y las características de la sociedad en la que vivían. Ejemplos de ello son el inglés Tomás Moro (14781535) y el holandés Erasmo (1466-1536), que publican escritos en los que se contraponen juicios éticos laicos a los cristiano. Desde esta corriente intelectual se entiende que “la virtud tiene su centro en el individuo, gracias a él se hace realidad la exigencia universal de obrar el bien, un sentido autónomo de felicidad que no debe esperar, por lo tanto, de nadie ni buscarlo en otro mundo”. Por lo que el humanismo a través de las diferentes expresiones artísticas, quiere conciliar generosamente las diferentes religiones en una única y progresiva verdad divina y humana y al mismo tiempo exaltar la libertad civil del hombre donde quiera que estuviese. La Historia y la política En este campo se destaca la labor del florentino Francesco Guicciardini (14831540), quien le otorga a la Historia un carácter racional, restándole importancia a la exaltación de los. Sin embargo, en su producción historiográfica aún hay atisbos de la mentalidad cristiana, como la poca energía analítica y la ausencia de juicios independientes de criterios moralistas y religiosos. Si bien reconoce que la política se desarrolla en una dimensión acristiana, no admite que Dios se mantenga al margen de la misma. El que verdaderamente revoluciona este campo del saber en este período es Nicolás Maquiavelo (1469-1527), quien propuso como principal objetivo descubrir la oculta racionalidad de la Historia. Para llevar a cabo dicho propósito se basó en el concepto de “naturaleza”, tal como lo hicieron los artistas del Quattrocento florentino. Entendiendo así la naturaleza humana “como realidad orgánica, regida por determinadas y rigurosas leyes, y funcionando según un complejo, pero racional mecanismo”. Según la concepción de Maquiavelo, Dios estaba excluido de toda participación o intervención en los procesos históricos, lo que nos da la pauta de que estamos ante uno de las más altas expresiones del pensamiento humanista. Hay un rechazo a la visión teológica y moralista de las relaciones humanas, sosteniéndose a este respecto que “no puede entenderse la conducta del homb re en sociedad sin tener en cuenta sus fuerzas motoras, como el deseo de poder y de
riqueza, el instinto natural de dominio y de expansión prepotente, la búsqueda de lo útil y de lo cómodo”. Sostienen los autores, que si bien el pensamiento de Maquiavelo no tuvo inmediata repercusión debido al clima conservador imperante en Europa, marcó un gran precedente y fue una referencia necesaria para toda la reflexión político posterior