Comunicación y tipos de textos *
La cultura escrita es una de las manifestaciones más importantes del conjunto de sistemas
y
capacidades
comunicativas
que
nos
permiten
interactuar
y
relacionarnos con el mundo. Al integrarnos a esa cultura, participamos en un complejo
e
infinito
proceso
de
construcción,
interpretación,
asimilación,
intercambio y reformulación de mensajes escritos de todo tipo: leyes, códigos, poemas, textos de ficción, libros de divulgación científica, trabajos académicos, escritos periodísticos, correos electrónicos, oficios, textos publicitarios, etc. Como manifestaciones de un sistema comunicativo que es del dominio de la mayor parte de la sociedad, los mensajes escritos pueden ser creados, (re)interpretados, (re)interpreta dos, contestados y
difundidos con relativa facilidad en los más
diversos ámbitos y circunstancias, independientemente de los propósitos que puedan motivar la comunicación (intercambio de información, goce estético, toma de postura, entretenimiento, discusión, capacitación, etc.). Incluso cuando el destinatario tiene dificultades para comprender un texto en ciertos detalles (el significado de términos desconocidos o especializados, por ejemplo), puede obtener la información requerida de varias formas, de las cuales la más común es consultando otros textos escritos (diccionarios, enciclopedias, manuales, etc.) En suma, para que esos procesos e intercambios comunicativos escritos puedan llevarse a cabo, requerimos, no de oraciones o párrafos sueltos, sino de textos completos. Difícilmente podrán establecerse intercambios satisfactorios a partir de fragmentos de texto, o de textos desligados de un contexto y de una intención comunicativa claramente definida. El estudio y clasificación de los textos tiene una larga trayectoria. Desde la Antigüedad grecolatina hasta nuestros días, diversas disciplinas humanísticas, como la retórica, la estilística, la filología, la crítica literaria, la literatura comparada y, más recientemente, la lingüística, se han ocupado en diversos grados y con distinta profundidad del análisis de textos, aunque la atención más importante se
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Aunque en esta lectura el término texto se utiliza con el sentido de texto escrito, es importante tener en cuenta que en la lingüística de texto, ese concepto se aplica también a las manifestaciones orales. JLK
le ha dedicado a los textos literarios (comedias, dramas, poemas, relatos, novelas, etc.). Es hasta las últimas décadas del siglo XX cuando empezaron a estudiarse textos no literarios, lo que obligó a ampliar (y a complicar) la definición del concepto de texto y las clasificaciones correspondientes. Hoy en día, el estudio de los textos y la elaboración de sistemas para su clasificación son tarea de las ramas de la lingüística conocidas como lingüística del texto y tipología. Los objetivos de la tipología textual son determinar el ámbito de validez de las regularidades (principios, máximas, reglas, normas) que son fundamento de la producción y recepción de textos; analizar textos concretos, y describir el fenómeno de la intertextualidad o influencia de unos textos en otros. En esta labor, los principales esfuerzos de la lingüística del texto y de la tipología se dirigen hacia la caracterización
teórica del concepto de texto, y la
ordenación consistente y sistemática de la inmensa variedad de textos que producimos e interpretamos, para así tratar de establecer una tipología del texto. En términos generales, pueden señalarse dos tendencias o líneas generales en el estudio y clasificación del texto: la primera realiza un acopio lo más amplio posible de tipos de texto concretos para tratar de describirlos a partir de sus características o propiedades textuales. Y la segunda tendencia aísla determinadas propiedades generales que se consideran necesarias para que pueda existir un texto, y luego trata de ubicarlas en textos concretos. El problema con las tipologías del primero grupo es que la enorme cantidad de tipos de texto resultantes se vuelve prácticamente inmanejable (Dimter y otros autores calculan en cinco mil el número de conceptos de clase de texto en la lengua coloquial o conceptos de clase de textos preteóricos). Por el contrario, una tipología del segundo grupo tiene mayor coherencia y solidez teóricas, pero tiene dificultades para formular una clasificación que sea aplicable a todos los textos de una comunidad lingüística y de comunicación debido a la parcialidad del conjunto de conceptos de clase de texto que le sirven de punto de partida. Como ejemplo del primer tipo, tenemos la propuesta que hace VAN DIJK (1978) de tipos de textos que posiblemente tienen rasgos o características
generales propias (lo que él llama superestructura); los tipos de textos marcados con una x son aquéllos que por lo general aparecen en un contexto institucionalizado: 1. conferencia académica 2. sermón ( x x ) 3. informe de un abogado defensor ( x ) 4. acusación ( x ) 5. comunicado oficial en asuntos penales o judiciales ( x ) 6. demostración ( x x ) 7. orden de pago ( x ) 8. orden penal ( x x ) 9. acta de declaración ( x ) 10. ley ( x x ) 11. disposición ( x ) 12. conferencia ( x ) 13. informe 14. petición 15. noticia 16. comentario 17. discurso público 18. artículo 19. conferencia universitaria 20. instrucciones para el uso de un artefacto
Un ejemplo de la segunda línea para estudiar textos es la propuesta de WERLICH (1976), que define cinco tipos de textos tomando como base el principio de que los textos, escritos o no, siempre tienen una correlación específica con determinados factores contextuales en una situación de comunicación. Es decir, el emisor que produce un texto escrito dirige la atención del destinatario a partir de ciertas convenciones y mediante el uso de factores y circunstancias muy específicas del
universo de la situación de comunicación. El resultado son los siguientes tipos de textos:
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Descripción: Descripción: dirige la atención del destinatario hacia fenómenos fácticos en el espacio; su idioma textual son frases (y variantes de frases) que expresan fenómenos en una secuencia. Ejemplo: “Aquel corral era el más amplio de los tres, y, según parecía, el primero en orden –el primero con relación al pueblo. Tenía, en dos de sus lados, sendas puertas hacia el campo: puertas de trancas más estropeadas –por mayor uso– que las de los corrales posteriores, pero de maderas más fuertes. En otro lado se abría la puerta que daba al corral inmediato. Y el lado último, en fin, no era una simple cerca de tablas, sino una tapia de adobes, de no menos de tres metros de altura.”
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Narración: Narración: dirige la atención del destinatario hacia fenómenos fácticos y/o conceptuales en el tiempo; su idioma textual son frases (y variantes de frases) que señalan una acción en la secuencia. Ejemplo: “Un caballo pasó al galope donde se cruza la calle real con el camino de Contla. Nadie lo vio. Sin embargo, una mujer que esperaba en las afueras del pueblo contó que había visto el caballo corriendo con las piernas dobladas como si se fuera a ir de bruces. Reconoció el alazán de Miguel Páramo. Y hasta pensó: ‘Ese animal se va a romper la cabeza.’. Luego vio cuando enderezaba el cuerpo y, sin aflojar la carrera, caminaba con el pescuezo echado hacia atrás como si viniera asustado por algo que había dejado allá atrás”.
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Exposición: Exposición: dirige la atención del destinatario hacia el análisis o síntesis de ideas conceptuales (conceptos) de los hablantes; su idioma textual son frases (o variantes de frases) que identifican y relacionan fenómenos en la secuencia. Ejemplo: “La palabra ‘puro’ en Kant quiere decir: independiente de la experiencia. Kant dirá en algún lugar: 'Todo conocimiento empieza con la experiencia, pero no todo conocimiento se funda en la experiencia'. Esto último quiere decir 'puro' o también, con otro término que él usa
mucho, 'a priori'. 'A priori' o 'puro' quiere decir independiente de la experiencia, frente a 'a posteriori', que es lo fundado en la experiencia.” •
Argumentación: Argumentación: dirige la atención del destinatario hacia relaciones entre conceptos y manifestaciones de los hablantes; su idioma textual son frases (o variantes de frases) que asumen una postura subjetiva (aprobación, reprobación, etc.) respecto de la secuencia. Ejemplo: “El rechazo a incorporar la visión sustentable en las políticas de gobierno y empresariales está trastocando los equilibrios básicos del sistema global natural, como lo demuestran las consecuencias de la devastación de los ecosistemas boscosos que provocan una grave disminución en la disponibilidad de agua, la erosión de tierras de cultivo y el calentamiento global, que a su vez trae consigo sequías extremas y gigantescas e impredecibles tormentas.”
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Instrucción: Instrucción: dirige la atención del destinatario hacia el comportamiento futuro del emisor o del destinatario; su idioma textual son frases (o variantes de frases) que reclaman la acción en la secuencia. Ejemplo: “Artículo 8. Es responsabilidad del Ayuntamiento establecer el Sistema Municipal de Protección Civil, el cual se coordinará con el Sistema Estatal de Protección Civil, con la finalidad de prevenir siniestros o desastres y salvaguardar a las personas, sus bienes, servicios estratégicos y el entorno donde viven en caso de que éstos ocurran.”
Es importante destacar que difícilmente encontraremos textos escritos que se ajusten única y exclusivamente a sólo uno de los tipos o subtipos de estas u otras clasificaciones. Lo más probable es que nos encontremos combinaciones de tipos de textos, con un tipo de texto predominante al que se subordinan otros tipos. En términos generales, el objetivo de estos y otros intentos de clasificación de textos es llegar a una tipología textual que sea capaz de explicar, como mínimo, todos los textos de una comunidad lingüística y de comunicación.
Síntesis: Jaime Larios K.
Bibliografía VAN DIJK, T.A. 1996 La ciencia del texto. texto. México: Paidós. DIMTER, M. 1999 “Sobre la clasificación de textos”; en Van Dijk (compilador) Discurso y literatura. Nuevos planteamientos sobre el análisis de los géneros literarios literarios.. España: Visor Libros. ISENBERG, H. 1987 “Cuestiones fundamentales de tipología textual” en Bernárdez, E. (compilador) Lingüística del texto. texto. Madrid: Arco Libros.