UNIVERSIDAD DELQUINDÍO
PROGRAMA DE FISICA TEORÍA DE LA ARGUMENTACIÓN TRABAJO FINAL: DIALOGO ENTRE UN SACERDOTE Y UN MORIBUNDO (APLICACIÓN DEL DISPOSITIVO DE LA CONVERSACION)
PRESENTADO A JAIRO URREA HENAO
PRESENTADO POR BRAYAN RAMIREZ PAVAS
ARMENIA, QUINDIO 28 DE NOVIEMBRE DEL 2017
INTRODUCCION La argumentación es uno de los mayores pilares de la filosofía y ciencias naturales, en general, es el instrumento mediante el cual damos una forma comunicable a nuestros razonamientos. Es por ello que se encuentra presente en toda actividad que implique exponer razonamientos para su escrutinio: desde la exposición científica a la elaboración de una sentencia jurídica, pasando por multitud de prácticas cotidianas relacionadas con la justificación de acciones y creencias. Las formas más comunes de argumentación son la generalización o razonamiento inductivo; el silogismo o razonamiento deductivo; la analogía y la relación de causa-efecto. Como es bien sabido, la inducción consiste en sacar una conclusión de carácter general respecto a algún aspecto relativo a una clase de hechos, objetos o personas, con base en el examen de ejemplos que consideramos típicos del género respectivo. Se trata de un razonamiento que parte de casos particulares, para llegar a una conclusión general que los comprende a todos; mientras más ejemplos, mejor el argumento. Se fundamenta en la regularidad de la naturaleza. La Argumentación por Analogía es un razonamiento que pasa de un caso particular del cual se conocen sus circunstancias (solución, efectos) a otro hecho o situación en que algunas cualidades son desconocidas, siendo éstas pertinentes y controvertidas en el debate. Consiste en inferir que si dos hechos, situaciones o ejemplos tienen semejanzas en varios caracteres conocidos, lo tendrán también en los demás. Tradicionalmente la idea de argumento se ha vinculado a la lógica y la lógica ha sido entendida como la ciencia o el arte del pensamiento. J. J. Moreso explica la lógica como una disciplina normativa destinada a ordenarnos como hemos de pensar, de argumentar, de inferir y cómo hacerlo correctamente. La lógica muestra como a partir de un conjunto de enunciado denominados premisas podemos derivar o inferir una conclusión. La lógica garantiza que si las premisas son verdaderas, la conclusión también será necesariamente verdadera o dicho de otra forma que no es posible que de premisas verdaderas se siga una conclusión falsa. Argumentar es inferir o derivar, de un conjunto de enunciados denominados premisas, otro enunciado denominado conclusión que se sigue o es deducible de las premisas. A la inversa, se puede afirmar que las premisas implican la conclusión. La lógica es el estudio de los métodos y principios utilizados con el fin de distinguir los razonamientos correctos de los incorrectos. Por lo tanto, no es una explicación de cómo pensamos sino un modelo de cómo debemos pensar para hacerlo correctamente. Teniendo en cuenta lo descrito anteriormente como argumentación y su conformación, se llevara a cabo el análisis del texto escrito por Marques de Sade; titulado ‘Dialogo entre un sacerdote y un moribundo’ en el cual vemos como se desentraña la conversación entre dos hombres, uno de estos “el moribundo” haciendo uso de la argumentación y la lógica persuade al sacerdote de que su Dios
es un ente netamente imaginario e ilusorio que vive simplemente en la mente de aquellas personas ignorantes de una sociedad que se desarrolla a pasos agigantados a través del razonamiento y la lógica; incapaces de ver la realidad de su religión pues no tienen argumentos valederos que den pie a la existencia de su Dios.
De acuerdo a esto y haciendo uso del dispositivo de la conversación; conformado por el triángulo ético y lingüístico, los niveles de la conversación (descritos por Paul Grice, Ludwig Wittgenstein y Amparo Tusón Valls) y los tipos de falacias públicos en el lenguaje. Este dispositivo es la conformación de todos los conocimientos adquiridos durante el semestre en el curso de ‘Teoría de la Argumentación’. Se pretende al hacer dicho análisis que cada concepto e instrumentos dirigidos en
este curso se hayan consolidado satisfactoriamente. Siendo este el escrito que reflejara lo aprendido durante el transcurso del semestre y prueba fehaciente de los conocimientos adquiridos.
DIÁLOGO ENTRE UN SACERDOTE Y UN MORIBUNDO (Uso del dispositivo de la conversación)
Triangulo Ético:
Ethos: podemos asumir que el moribundo permanece con una postura inmovible ante el sacerdote; manteniendo un Ethos fuerte. Dado que el defensor de la iglesia trata de disuadir a nuestro hombre (Moribundo) con sus creencias y débiles argumentos carecientes de lógica y un razonamiento más riguroso, el moribundo le expone argumentos que a la vista se ven verídicos y justificables, con los que refuta toda creencia de un Dios y haciendo que sus argumentos sopesen por encima del otro interlocutor en cuestión. Ahora es de notar que el Ethos del sacerdote es débil pues al final de la conversación vemos que a falta de argumentos se deja seducir por el moribundo, corrompiendo así su naturaleza religiosa. Pathos: En el dialogo podríamos comentar que los argumentos expuestos por cada una de las partes solo van dirigidos a la otra persona (Moribundo o Sacerdote), pero estos también afectan al lector pues se pueden ver seducidos por este conjunto de premisas y conclusiones otorgadas en mayor medida por el Moribundo, es claro, que este es quien da mejores razones lógicas y estructuradas en base a lo demostrable y lo que si podríamos comprender como lo es la física y las ciencias básicas. Por tanto el diálogo va dirigido al lector sea cual fuere pues es un tema que toca a toda persona en nuestra sociedad occidental con creencias adoptadas por sus padres y estos heredadas por los suyo. Logos: la mayor parte del dialogo por no decir todo, se apoya en la razón sumiéndonos directamente a lo argumentado por el Moribundo; pues es quien apela más a la razón e inteligencia del oyente y el lector. Haciendo que cada uno de estos entré en un momento de reflexión, dejando que su razonamiento lógico seduzca a todo aquel que le escuche y a medida que argumenta con veracidad sus pensamientos hace que apartemos las emociones de lo racional y así lograr persuadir de que en realidad Dios solo es una creación de nuestra imaginación y fantasías heredadas de generación en generación por nuestros congéneres. Pues no hay bases teóricas o lógicas que comprueben la existencia de esté y todo lo que conlleva la creencia en él. Triangulo Lingüístico:
Yo: el personaje mejor ubicado en esta posición del triángulo es el Moribundo pues durante la conversación es quien tiene mayor dominio de la palabra y quien mejor argumenta sus razonamientos. Tiene un mejor manejo del lenguaje. Tu: el sacerdote quien es la persona que permanece durante el dialogo prestando atención a lo que expone el moribundo mas no dando razones suficientes para seducir de que si hay un Dios real y que la demostración de su existencia si es posible mediante la lógica y la razón. El: Los argumentos en contra de la existencia de un ser supremo y omnipotente, el cual otorga vida eterna a los que creen en él y los milagros que puede llegar a materializar. Son el fundamento o la
base de esta conversación pues vemos que el Moribundo ataca durante todo el dialogo el concepto o la creencia de este ser al que se le atribuye la creación del universo y el nombre de Dios.
Realidad: este es un tema que se ha abordado durante varios siglos, concluyendo siempre en un desacuerdo entre las partes, dado que ninguna sede ante la persuasión o seducción de los argumentos del contra ponente., conversaciones de este tipo son muy comunes ya que es un tema vinculado a nosotros desde el nacimiento, impartido por la sociedad en que nos desarrollamos. En la conversación se acoge de una manera espontánea pues el sacerdote le hace una pregunta al Moribundo la cual desencadena una variedad de argumentos para la contestación de esta y varias en las que se cuestiona el tema de Dios y más importante en la atribución que le da el orador a lo que llamaría corrupción de la naturaleza. Nivel de la conversación: Nº2. I_____________________I. Dirigimos, seducimos. Los dos personajes no se limitan solo a escuchar al otro si no que contradicen o contraponen sus argumentos y tratan de seducir al otro de que sus argumentos son válidos y por tanto sus pensamientos son verdaderos y su razonamiento es más lógico. Estructura del dialogo:
Apertura: la apertura de esta conversación se da con la pregunta hecha por el sacerdote al moribundo. ¿No te arrepientes, hijo mío, de los múltiples desórdenes a los que te condujo la humana debilidad y fragilidad?
Orientación: la conversación se encamina con la respuesta dada por el moribundo, al resaltar que por culpa de los prejuicios absurdos del sistema religioso, no ha podido avanzar lo que hubiera querido al pasar de su vida, pues describe que cosecho solo flores cuando pudo hacer una amplia cosecha de frutos. Dando a entender que se sometió a hacer solo lo que es correcto para la iglesia o Dios que es solo tener lo necesario sin ambicionar demasiado. Al exponer estos pensamientos hace que la conversación se ciña entorno a la existencia de Dios y su creación (universo). Desarrollo: El moribundo da una serie de argumentos que desarman la idea de que hay un ser divino y creador de todo el universo dada por el sacerdote, el cual no tiene argumentos fuertes que puedan declinar lo expuesto por el moribundo. El sacerdote se ve seducido por dichos argumentos al final de la conversación. Conclusión: El moribundo como último argumento le expresa al sacerdote lo siguiente “ Abandona tus prejuicios, sé hombre, sé humano, sin temor y sin esperanza, abandona tus dioses y tus religiones. Todo esto sólo es bueno para poner cadenas en las manos de los hombres, y el solo nombre de todos estos horrores ha hecho verter más sangre en la tierra que todas las otras guerras y plagas juntas. Renuncia a la idea del otro mundo, no lo hay, pero no renuncies al placer de ser feliz y de hacer la felicidad en éste. Esta es la única manera que te ofrece la naturaleza rara duplicar o extender tu existencia”
Y con esto dando le a entender al sacerdote que sea un hombre libre de pensamiento sin prejuicios que lo amarren a un ser divino o a una iglesia en particular o a unas costumbres dadas.
Cierre: como fin de la conversación vemos que el moribundo invita al sacerdote a compartir un rato placentero junto a él y seis chicas en el cuarto de al lado. “ Seis mujeres más bellas que el día están en el cuarto vecino, las reservaba para este momento. Toma de ellas tu parte, trata de olvidar en su seno, a ejemplo mío, todos los vanos sofismas de la superstición y todos los imbéciles errores de la hipocresía”.
Tipo de la conversación: Teniendo en cuenta el enfoque dual de Douglas Walton: un análisis lógico-dialéctico de los argumentos. Podemos ubicar la conversación como un diálogo persuasivo o discusión crítica. Pues en este dialogo vemos como se tratan de persuadir ambas partes con argumentos racionales, esto es también en un segundo plano un dialogo persuasivo de disputa donde las partes tratan de demostrar su tesis y el otro trata de refutarla. Violación de algunas máximas: Vemos que se viola la máxima de cantidad cuando el sacerdote le pregunta al moribundo: ¿Qué interpretación?... hablando del arrepentimiento que tenía y, este le responde de una forma elocuente pero diciendo más de lo justo y extendiendo su argumento innecesariamente. También en la conversación se ve violada la máxima de cualidad cuando el sacerdote dice lo siguiente: “¡A dónde te arrastran tus errores, a dónde te conducen tus sofismas! Prestas a la cosa creada todo el poder del creador. ¿No ves que esas desdichadas tendencias que te extravían no son más que efectos de la naturaleza corrompida, a la cual atribuyes toda la potencia?” ya que no tiene
una buena justificación para lo dicho aquí, pues el moribundo le pregunta a que a tribuye el nombre de creador y a que hace referencia con naturaleza corrompida, cosa que se ve incapaz de justificar el sacerdote durante toda la conversación. Otra de las máximas violadas en el texto es la de Cantidad se da cuando el sacerdote le pregunta al moribundo: ¿No crees, pues, en Dios? Y dado que al pasar de la conversación se ha visto lo persuasivo que se torna el moribundo; este para seducir aún más al sacerdote se extiende en su argumento de manera que dice más de lo necesario, ya que si no cree en un Dios, ¿Por qué ve pertinente la argumentación tan extensa de su postura al decir que no? Vemos que la máxima de cualidad es violada de nuevo. Cuando el sacerdote replica diciendo: ¡Cómo!, las profecías, los milagros, los mártires, no son pruebas? Dado que este no tiene razones suficientes ni pruebas que puedan demostrar que esto es cierto, sus argumentos son poco convencedores y seductores. Falacias: Durante la conversación es claro que el sacerdote comete muchas faltas o expone muchos argumentos falaces y aún más del tipo “falacias por ignorancia”.
El primer argumento que vemos falaz es el siguiente: El Sacerdote: Pues bien, aprovecha estos remordimientos felices para obtener del cielo, en este corto intervalo, la absolución general de tus faltas, y piensa que es por la mediación del santísimo sacramento de la penitencia que te será posible obtenerla del Eterno.
Es de notar que el sacerdote no tiene las bases suficientes para sostener este argumento dado que no se sabe si hay un Dios en el cielo, y que al tener remordimientos de sus decisiones el moribundo verdaderamente Si! Vaya a obtener la absolución de la que habla el sacerdote. Falacia Por Ignorancia. En la pregunta del sacerdote: ¿No ves que esas desdichadas tendencias que te extravían no son más que efectos de la naturaleza corrompida, a la cual atribuyes toda la potencia?
La combinación de las palabras subrayas en la pregunta hacen que el argumento que se expone aparezca como una FALACIA DE AMBIGÜEDAD y del tipo Anfibológico. Pues después de esto el moribundo le pregunta al sacerdote a que hace referencia Naturaleza Corrompida . En la conversación cuando el sacerdote expone lo siguiente: ¡Desdichado! Sólo te creía sociniano, tenía armas para combatirte, pero veo claramente que eres ateo, y desde el momento en que tu corazón se niega a la inmensidad de las pruebas auténticas que recibimos cada día de la existencia del creador, no tengo nada más que decirte. No se le da luz a un ciego. Se puede notar en este pasaje
de la conversación que el sacerdote discrimina al moribundo tildándolo de ateo y a causa de esto se niega a seguir hablando con él y darle más argumentos de porque si hay un creador y una creación hecha por él. Falacia Argumento ad hominem abusi vo Ahora vemos otra seducción engañosa del orador al decir lo siguiente: ¡Cómo, las profecías, los milagros, los mártires, no son pruebas? Argumento a la causa falsa. El sacerdote no tiene pruebas de que estos sucesos al ocurrir sean una causa directa de la existencia de su Dios, es imposible tratar de sustentar como premisa valida una profecía, mártires o incluso un milagro para tal objetivo, es más el mismo moribundo hace caer en cuenta al orador de esta falta. Otra falacia de las muchas cometidas por el sacerdote es la siguiente: El Sacerdote: Pero, en fin, admitirás algo después de esta vida, es imposible que tu espíritu no se haya complacido, algunas veces, en atravesar la espesura tenebrosa de la suerte que nos espera. ¿Qué sistema puede ser más satisfactorio que el de una multitud de penas para quien vivió mal y el de una eternidad de recompensas para quien vivió bien? El sacerdote no tiene la forma de sustentar que después de la
muerte hay un lugar mejor, o que nos espera en la eternidad un sinfín de riquezas, es más, no tiene la forma de comprobar que después de la muertes seamos una esencia consientes de una realidad. Falacia Ar gumento ad ignorantiam. Es de notar durante el trascurso de todo el dialogo que el sacerdote comete muchísimas faltas a la lógica y aún más a la retórica, pues hace honor a los de su misma corte. Ya que todo sacerdote o en su gran mayoría seducen a las personas con argumentos falaces. Estos son incapaces de dar argumentos que se semienten sobre bases lógicas y bien estructuradas solo se saben guiar por los designios de su Dios pero sin ser conscientes del gran basto universo que tenemos, sin comprender lo y solo viendo esté a través de la pequeña rendija llamada iglesia.
CONCLUSION
Durante el dialogo vemos que el sacerdote opta por tener una postura seductora donde trataba de seducir al moribundo, el cual al percatarse de esto empieza a tomar la misma postura y empieza un juego de roles en el que el sacerdote trata de argumentar de una manera muy débil la existencia de su Dios omnipotente y el moribundo siendo un hombre más racional y lógico empieza a encaminar la conversación a su favor haciendo que el sacerdote que desarmado y sin argumentos o razones para decir lo contrario del moribundo o tener una antítesis que refute todo lo argumentado por este. Vemos que el sacerdote es un hombre con mucha escases de argumentos y razones lógicas es un hombre que se rige por lo fantasioso de su Dios y solo le basta con eso para explicar todo lo que ocurre en el universo o incluso el en interior de nuestras mentes todo lo deja en manos de su Dios. El moribundo lo seduce diciendo que deje su estupidez e ignorancia a un lado y se vaya por el camino de la razón y la lógica, que aumente sus conocimientos y quite su banda de los ojos y así vea lo bello que es el mundo desde la postura racional. Es claro que al final del dialogo el moribundo logra su cometido seduciendo en gran medida al sacerdote, pero este al no ser un hombre perjuicios como lo es el sacerdote lo invita a que se corrompa junto a él, y se lo lleva al cuarto vecino logrando que el sacerdote olvide sus prejuicios como orador y como creyente de un Dios el cual no pudo defender bajo su juicio.
BIBLIOGRAFIA
J.J. Moreso y P. Casanovas, Argumentació i pragmática del Dret, Publicacions de la Universitat Oberta de Catalunya, p. 21 y ss
Quine, W.V. (1981), Los métodos de la lógica, Barcelona, Ariel, especialmente capítulo 1. CH. PERELMAN y L. OLBRECHTS-TYTECA TRATADO DE LA ARGUMENTACION Filosofía y retorica: el lugar de la teoría de la argumentación. Lilian Bermejo Duque. Notas de clase, documentos enviados por el profesor.