Anatomía de los anuros o sapos comunes.
De los seres vivos animales más estudiados en aulas, por su facilidad de captura y manejo, desde el punto de vista anatómico, las ranas y los sapos son sin duda los más recurrentes. A menudo se utilizan como ejemplo de estructura y función de los vertebrados en los cursos de biología. Un animal adulto, tanto de rana como de sapo carece de cola, de ahí su clasificación ANURO que quiere decir precisamente "sin cola". Las extremidades traseras o apéndices pélvicos son más largos y musculares que los delanteros o apéndices pectorales. Las patas delanteras carecen de pulgar, por lo que sólo poseen 4 dedos. En el caso de las patas traseras, éstas poseen 5 dedos y, en algunos casos, se suman a ellos un espolón que no se ve a simple vista, sino hasta hacer la disección. En el rostro del animal podemos observar dos orificios nasales, también llamadas narinas o ventanas nasales, que permiten el ingreso del aire a la cavidad bucal. En el caso de los anuros, el aire que ingresa por las narinas al interior de la boca es "deglutido", por decirlo de alguna forma, ya que no poseen sistema diafragmal ni costillas que formen la presión negativa necesaria para que el aire ocupe las cavidades pulmonares. O sea, esto significa que la respiración de los anfibios es a "presión positiva", ya que deben forzar al aire a entrar. Como es normal encontrar en los animales superiores, podemos ver 2 ojos funcionales, que en la mayoría de estos protruyen al exterior, dándole su apariencia característica de "ojos saltones". En ellos es posible encontrar una membrana protectora transparente llamada "membrana nictitante" que les permitiría sumergirse sin distorsionar la imagen bajo el agua a modo de escafandra. Los expertos señalan que esta no es otra cosa más que una prolongación de la cornea. En algunas especies podemos encontrar membranas timpánicas externas, lo que les permitiría captar los sonidos. En época de apareamiento suelen hacer grandes coros de sonidos que van desde los muy agudos, como la rana peeper americána, hasta los más graves, como Caudiverbera. El ruido que producen es llamado "croar". Para este efecto, estos animales poseen una caja de resonancia llamada "saco del canto", que generalmente se hincha de forma desmedida, dependiendo la especie, amplificando su sonido de tal forma que puede ser escuchado por las hembras, que habitualmente no croan, a cientos de metros de distancia.
En algunas especies que carecen de tímpanos externos, poseen órganos internos que le permiten captar ruidos incluso bajo el agua. Tal es el caso de Xenopus laevis, que croa bajo el agua, y cuyas ondas sonoras se propagan a varios metros de distancia. Además estos animales poseen, al igual que los peces, una línea lateral (en algunos más desarrollados que en otros) que les permiten captar las vibraciones que se propagan en el agua. Una boca habitualmente grande es particularmente notable a la hora de examinar externamente a estos animales. En algunos de ellos, como en el caso del género Bufonidae no existen dientes, aunque en las especies en general no son muy evidentes. La piel, como dijimos anteriormente, suele ser muy húmeda para permitir el intercambio gaseoso. Recordemos que, para que un gas difunda al interior de una membrana, necesita una capa de agua donde solubilizarse, para luego ingresar al medio interno. Es por esto que, por ejemplo, nuestros pulmones tienen una capa de humedad constante que bajo la eventualidad de secarse nos asfixiamos de forma inmediata. Lo mismo pasa con los anfibios cuya respiración se realiza a través de la piel entre un 40 a 70 % aproximadamente, dependiendo de los hábitos de cada especie. En la parte posterior del animal podemos encontrar un orificio que recibe el nombre de cloaca, que es el lugar donde desembocan los desechos de la digestión, las excreciones metabólicas y también las gametas.
Bajo la piel: La musculatura.
Los músculos de los anfibios han sido bastante importantes en la ciencia. No podemos olvidar la notable experiencia realizada por Galvani con las ancas de una rana muerta que respondían ante la acción de golpes eléctricos con movimientos de contracción. Esto permitió entender el mecanismo de transmisión de la información del movimiento a los músculos, desde el sistema nervioso hasta éstos. En la siguiente figura se muestra un esquema con la musculatura de un anuro típico.
A.- Músculos superficiales de la zona ventral; B.-Músculos superficiales de la zona dorsal.
Soporte
animal: El esqueleto.
El esqueleto es el sostén del cuerpo del animal. Es ahí donde se insertan la mayoría de los músculos, además de envolver y proteger gran parte del sistema nervioso. Dependiendo de las diferentes especies podemos encontrar distintos grados de osificación, que también dependerá de la edad del animal. En algunos la mayor parte del sistema es de tipo cartilaginoso, mientras que en otros, como Caudiverbera, su grado de osificación es mayor, presentando más huesos que cartílagos. El esqueleto de los anfibios puede dividirse en 2 zonas:
*El esqueleto axial: Comprende a la columna vertebral, cráneo y esternón. *El esqueleto apendicular: Comprende a los miembros (patas).
El siguiente esquema muestra los huesos del esqueleto de un anuro típico.
Vista dorsal del esqueleto de una rana. Los números romanos muestran los números correspondientes a los dedos.
La siguiente figura muestra el grado de osificación de una especie de sapo chileno.
Las zonas de color rojo corresponden a zonas completamente osificadas, mientras que las zonas azulinas corresponden a zonas cartilaginosas.
El sistema circulatorio:
El corazón se encuentra situado en la cavidad pericárdica, ventral al esófago, frente al septo transverso que separa completamente las cavidades celómica y pericárdica. El corazón está envuelto por una membrana, elpericardio, que es un saco de doble pared. La interna o visceral se encuentra adosada a la superficie cardiaca. Entre ésta pared y la parietal o externa, existe un liquido seroso destinado a disminuir el efecto del roce sobre la pared del órgano. Ambas membranas, la parietal y la visceral, se encuentran unidas en la base de los arcos arteriales. El corazón consta de cinco cámaras: un seno venoso triangular, aurículas derecha e izquierda, un ventrículo y un cono arterial.