Editorial Concluye en este mes una temporada cinegética más. Fuimos testigos nuevamente de la trama que se vive en la naturaleza, del regalo que recibimos de la vida al poder presenciar de cerca los métodos de supervivencia más elementales, la representación más elocuente y plástica de lo que alguna vez Charles Dal\,yin comenzó a esbozar para definirlo en los conceptos de selección natural y evolución de las especies. En complicidad con nuestras aves de presa y casi sin pretenderlo nos adentramos en los capitulos más prístinos de nuestra historia a pal1ir de
Snt]Jo
(getreros del 1Jalle de
1fl!l éxica Ji. (9
los cuales el hombre descubrió en las rapaces a un leal compañero, un instrumento de la naturaleza que le permitía entender la lógica de la vída silvestre y que al mismo tíempo le otorgaba placeres difíciles de comparar
Presidente
con cualquier otra actividad humana. Así, los territorios de caza se
MVZ. Cerl. Guillermo Yamil Reyes Torres
convirtieron bajo nuestras botas en escenarios paralelos que nos pel1llitieron
Secretario
una vez más, asimilar y constatar la vivencia de cientos de generaciones que
C.I'.Viclorino Villalobos Álvarez
han logrado a través de los siglos captar las maravillas que se decantan al
Tesorera
presenciar toda esa información genética codificada en los cerebros dc las rapaces. Una y otra vcz asombrados al tcsti ficar la acuciosa búsqueda, la persecución, las cstratcgias dc fuga y captura, el descenlace, cualquiera que éste fuera. Pero al mismo tiempo durante este últímo allo discurrimos a través de lecturas y videos por los tópicos de la biologia moderna que sustentan
MV7.. Dilian Ariadnc Maldonado Moreno Comunicación, Enlace y Relaciones Públicas Lic. Jaime Ramón Villagrana I.abastida Asesor de la :\'lesa Directiva Ing . .luan Carlos Rojo
nuestra actividad para ofreccrles un adecuado manejo, temas de la ciencia contemporánea y la tecnologia más desarrollada que busca su prescrvación para convertirlos en un legado permancnte en nuestro mundo, de las aplicaciones médicas dc vanguardia en veterinaría y zootecnia que permitieron resol ver impoderables en la salud de las aves, que garantizaron su regreso a los territorios naturalcs. a los que pel1enecen. Esos fueron los escenarios, todos cn conjunto fuimos los actores, cerremos esta secucncia con optimismo y con la satifacción que se concede a quienes cumplieron sus objetivos, preparémonos como cetreros a iniciar un capitulo más, esboccmos ese guión en donde podamos visualizar nuevos y mejores dcrrotcros para ese quehaccr que adoptamos al ser consecucntes
COORDI1'iACIO:\'ES Distrito Federal Zona 1'iorte Maximino Sánchcz Diaz Zona Sur .Jesús Zcpeda Pércz Centro Ing. Ismael Vargas Sánchez Oriente Julián Fernández Alarcón
con nuestra propia naturaleza y que nos hace sentírnos particularmcnte
Estado de \Ié\iro (Ciudad .\~tr<·a)
privílegiados, consolidcmos nuestro trabajo mcdiante la dedicación, la
.Jesús Sánehcz Ferra
congruencia que gobierna y define nuestras acciones, la reflexión y
Estado tle :\Ihiro (Chako)
ponderación que deben ser la rúbrica de cada una de nuestras determi naciones.
MVZ Gustavo Quesada Cionzález \lorelos Ing. Gcrardo Mora Gareia
Temporada 2003-2004, la historia ya fue escrita.
Querétaro Edgar Albcrlo Alvirde Navarro
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Aves de presa en el Centro de México Prehispánico Por Bio1. Bernardo Rodriguez Ga1icia, Arq. GilbeTto Pérez Rolddn,
.A
Dr. Raúl Valadez Azua, AntT. M6nica G6mez Peña
, . . , Irededor de mil especies de aves se encuentran catalogadas en peligro de extinción en todo el mundo y en ello la acción del hombre, directa o indirectamente, mucho tiene que ver. México no es la excepción yen él son 35 las aves que están bajo esta categoría.
endémicas, o exclusivas, que sólo pueden ser encontradas en territorio nacional. Esta variedad es asombrosa si consideramos que en toda Europa existen poco más de 500 especies; que México posee 30% más especies que Estados Unidos y Canadá
Las últimas investigaciones indican que han existido 9881 especies de aves, agrupadas en 27 órdenes diferentes, de ellos la familia Falconidae, que incluye caracaras, águilas, aguilillas y otros, son los de mayor uso, representación e inquietud en la iconografia prehispánica. El símbolo del escudo mexicano, un águila devorando una serpiente encima de un nopal, revela el sitio donde se había de fundar la gran Tenochtitlan. Sirva el ejemplo anterior como evidencia de la importancia de estas aves en México prehispánico. Así en la actualidad basta mencionar las diversas campañas de protección y preservación de las especies de aves que están en peligro de extinción, las cuales incluyen, de manera muy especial, a los diferentes falcónidos. LAS AVES EN EL MÉXICO ACTUAL
Cuentan las crónicas de indias que cuando los colonizadores españoles llegaron a estas tierras, quedaron impresionados por el brillante y variado colorido de las aves que los indígenas les ofrecían como presentes; lo anterior no es exagerado, ya que la riqueza y variedad de las aves en México, y en general para el Nuevo Mundo, no es un secreto. Tan es así que la riqueza de aves en México es de llamar la atención, pues en ella existen aproximadamente 1054 especies, es decir el 10.6% de estos vertebrados en el mundo viven, por lo menos durante parte del año, en nuestro país; así también es de remarcar que en México existen 125 especies de aves
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juntos, y que en lo que fuera la Unión Soviética, con una superficie más de 10 veces superior a la de nuestro país, existen 728 especies de aves, o sea aproximadamente el 70% de las aves que habitan en México (Moctezuma, 1992).
Áreas culturales en México, antes de la llegada de los europeos.
en las personas que nada tienen que ver con el tema.
La variedad de pájaros que existen en México incluye patos gansos, pelícanos, ibis, garzas, pájaros bobos, carpinteros, grullas, gallinas, y otros; sin embargo las aves de presa son para quienes habitamos esté país, animales que tienen un importante legado biológico y cultural, tan es así que desde hace algún tiempo se han empezado aplicar diferentes programas, y apoyos, a favor su preservación, pues recordemos que esté grupo de aves cuenta con especies como el aguililla (Hypomorphnus urubitinga), el águila pescadora (Pandion haliaetus), el águila arpía (Harpia harpyja), el águila (Aquila chrysaetus), el zopilote rey (Sarcoramphus papa), el gavilán poli ero (Buteo albonotatus) y otras que se suman a una lista de 55 cinco especies (Navarro, 2003) que bien vale la pena cuidar de ellas. LAS AVES DE PRESA Y SUS USOS CULTURALES EN MÉXICO
Las aves falconiformes, comúnmente conocidas como aves de presa, se alimentan de animales vivos, o muertos, que capturan gracias a adaptaciones particulares. En general se denominan como águilas, aguilillas, halcones, cernícolas, caracara, quebrantahuesos o gavilanes; lo anterior debido a que a veces se aplican a una misma especie distintos calificativos comunes o viceversa. Las aves de presa son de patas cortas y fuertes, provistas de largas y puntiagudas garras; la parte superior del pico es fuerte y ganchuda, sus ojos están en posición laterofrontal dándole una visión estereoscópica para lograr una localización exacta de la presa; sus alas, ya sean puntiagudas o redondas, son fuertes. El tamaño y la coloración varían notablemente de acuerdo con la especie, además de los cambios de coloración en el plumaje según la edad y el sexo, lo cual hace aun más difícil su caracterización por especie, sobre todo
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Anidan en los árboles o riscos, utilizando para ello diferentes estructuras de vegetales, ponen de l a 6 huevos que son incubadas por la hembra o bien por la pareja. Las crías son nidícolas y tienen que ser alimentadas por los padres. Un aspecto que no se debe de pasar por alto es que la mayoría de las aves de presa realizan migraciones cortas, de las áreas de anidación, a las de alimentación invernal, situación que obliga al hombre a tener mayor cuidado en la preservación de su hábitat natural de migración. Con base en lo anterior, y para que se pueda tener un panorama más amplio de los falconiformes en el centro de México, y su papel en América antes de la llegada de los españoles, consideramos importante que situemos como era el México prehispánico. En México precolombino, o prehispánico, el territorio estaba dividido en dos áreas culturales: El primero Mesoamérica; que ocupaba desde el centro sur del país y llegaba hasta territorios de Guatemala, Belice, parte de Honduras y El Salvador; el segundo, poco menos conocido, llamado Aridoamérica,
Escultura mexica de una águila, encontrada en las excavaciones del Templo Mayor, de la Ciudad de México.
al cual correspondia1a porción norte de México y parte del sur de los Estados Unidos. En Mesoamérica se desarrollaron civilizaciones que llegaron a formar estados e imperios, dos grandes ciudades son de mayor importancia, Teotihuacan que llego a ser la primera urbe de todo el continente, que floreció desde el siglo I al siglo IX d. C., la segunda fue Tenochtitlan, ubicada en la actual ciudad de México, yen la cual habitó el grupo cultural conocido como azteca, o mexicas, desde los sIglos XI hasta la llegada de los españoles a principios del siglo XVI. Para el México prehispánico estas aves fueron de un valor y simbolismo de llamar la atención ya que despertaban un , interés muy particular, tanto por sus características físicas, como por su forma de volar, la manera en como capturaban a sus presas, así como la vivacidad que demostraban para devóralas. Para los antiguos habitantes mesoamericanos estos animales se emplearon en actividades de sacrificio, o rito, dedicados a sus dioses. En Teotihuacan se han descubierto esqueletos completos de estos animales enterrados dentro de jaulas de madera, mientras que los textos del siglo XVI hablan acerca del método que tenían para llegar al nido de las aves rapaces y robarse los aguiluchos: Lo anterior era aprovechando que la madre era distraída al atacar un cuerpo de palma, al que consideraba el verdadero intruso, aprovechando el momento los hombres tomaban los polluelos y los mantenían cautivos varias semanas hasta
que llegaba el momento de utilizarlos (Valadez, 2003). Una de las aves de presa de mayor simbolismo y admiración es el águila real (Aquila chrysaetos) (Reid, 1953) que para la cultura mexica o azteca era conocida como iztquauhtli. El águila sobre el nopal fue la señal de donde se había de fundar la ciudad de México-Tenochtitlan, y hoy en nuestros días está imagen se conserva como emblema del escudo nacional mexicano. Entre los dibujos tejidos en tilmas y enaguas aztecas o mexicas, figuraban las garras del águila, símbolo de la diosa terrestre-Coatlicue.. En el calendario prehispánico correspondía al décimo-quinto día de la veintena, los que nacían bajo su signo eran desafortunados, aunque valientes y arriesgados en la guerra; se lee cuauhtli en náhuatl y men en maya. Un mito náhuatl dice que en Teotihuacan, los dioses crearon al Sol y a la Luna, que después hicieron a dos personajes se arrojarse a la hoguera, el águila salto sobre las brasas y por esos sus plumas son negras con un poco de blanco (Valadez,
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1992). Los guerreros aztecas tenían en su atavío una corona de plumas de águila, ornamento que también tenía Coatlicue. Un disfraz de águila era empleado por los guerreros llamados "Caballeros Águila". Para la cosmovisión azteca, los recipientes destinados a recoger la sangre de los sacrificios debían estar ornamentados con representaciones de águila y se llamaba cuauhxicalli -"jícara del águila". Los corazones humanos sacrificados al sol eran "tunas de águila" --euauhnochtli. El dios Curacaueri del grupo prehispánico tarasco o purepecha de la región del occidente de México, se presentaba a menudo bajo la forma de un águila blanca, con una gran verruga en la frente. Los miembros de la familia real tarasca se llamaban Uacus echa, "águilas". Entre los huicholes grupo étnico contemporáneo que habita la región noroeste de México, el águila esta consagrada al dios del fuego. En algunos casos, los falconiformes han servido en el México prehispánico como
Imagen donde se puede apreciar la representación de las aves de presa en los documentos coloniales (Códice Florentino, de Fray Bernardino de Sahagún)
indicador de condición ambiental, es ejemplo el necuilitli (palco columbarius) que señalaba el inicio de las heladas que afectan las cosechas tanto de maíz, como de fríjol, ya que es un ave que visita el centro de México en el mes de octubre, cuando comienza a presentarse este fenómeno (Corona, 2(02). En la medicina prehispánica el uso de las aves de presa se puede ver en distintas aplicaciones, e incluso, se usaba como remedio para enfermedades muy específicas. Por ejemplo, según las fuentes del Siglo XVI el zopilote real (Sarcoramphus papa) ave carroñera que habita de manera típica el sureste mexicano, costas del Pacífico y costa del Golfo de México, y que en lengua azteca se· le llamaba cozcaquahtli, es buena contra la úlcera aplicando las plumas, lo que se complementa comiendo la carne mientras dura la enfermedad (Corona, 2(02). . También para esta época el halcón (Herpetotheres cachinnas), en nahuatl hoatzin, se menciona como un ave de mal agüero, aunque por otro lado se dice que sus huesos calman los d.olores por desgarradura muscular, mientras que el humo al quemar sus plumas restituyen la razón a los enajenados por esta enfermedad. Además se dice que la cenizas de sus plumas curan el mal gálico. También se recomienda el uso de la piedra del buche para un remedio contra la epilepsia y sus excrementos como ingrediente de un bebedizo que se da a las parturientas (Corona, 2(02). Las fuentes coloniales, mencionan que de las águilas son utilizables diversas partes de su cuerpo, por ejemplo; los nervios del cuello y las patas, los huesos como punzón, además del ala, el excremento, el corazón y la piedra del buche que servían como ingredientes de remedios contra el dolor de cabeza, dolores de articulación, problemas de parto, dolor de vulva o como remedio que alivia a los moribundos respectivamente. Las fuentes históricas también señalan que del gavilán, su hiel es utilizada en un remedio para la caspa, mientras que la sangre y las patas se usan contra los problemas de articulación (Corona, 2002). En el siglo XVI y XVII, época de contacto entre los españoles y los grupos indígenas, una de las varias actividades recreativas es la cetrería traída de Europa, en la cual se expresa un conocimiento propio de las aves de presa. Esta actividad llega a los europeos a partir del contacto con la cultura árabe durante la Edad Media, convirtiéndose en una afición de la nobleza, especialmente de la española (Corona, 2002). Las aves rapaces utilizadas para estos fines fueron el águila real y el halcón café. La cetrería continua siendo practicada en México por el heroico colegio de cadetes del Ejército Militar Nacional Mexicano, así como algunos otros grupos de profesionales que admiran y gustan del cuidado, y características de este magnifico grupo de aves, utilizando comúnmente al águila real, o a los halcones en general para sus exhibiciones. Así también existen grupos de cazadores, aficionados, que siguen utilizando a estas aves en actividades de cacería; sin embargo hay que mencionar que, seguramente, existen algunas personas que lo hacen fuera de la ley y algunos otros, afortunadamente, con los permisos y reglamentos que establecen las autoridades mexicanas. EL FUTURO DE LAS AVES DE PRESA EN MEXICO
Grandes esfuerzos se están realizando al conocimiento de la avifauna mexicana y su protección. Sin embargo el acelerado ritmo de crecimiento de la población humana, y las subsecuentes necesidades económicas, han favorecido para que los recursos naturales, incluyendo las aves de presa, estén desapareciendo a una velocidad alarmante, corriendo el riesgo de no poder heredar a futuras generaciones esté magnifico grupo de aves. Las aves son, como todos los otros organismos, parte fundamental de los ecosistemas, y se encuentran amenazadas o en peligro por una gran variedad de factores (Navarro, 2003). El águila arpía, una de las aves rapaces más grandes del mundo, que habita las selvas
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ANEXO
NOMBRE COMON
ESPECIE Accipiter bicolor Accipiter bicolor Accipiter chionogaster Accipiter cooperii Accipiter gentiles Accipiter striatus Aquila chrysaetos Busarellus nigricollis Buteo albicaudatus Buteo albonotatus Buteo brachyurus Buteo jamaicensis Buteo lagopus Buteo lineatus Buteo mangirostris Buteo nitidus Buteo platypterus Buteo regalis Buteo swainsoni Buteogallus anthracinus Buteogallus urubitinga Carncara plancus Circus cyaneus Falco columbarius Falco deiroleucus Falco femoralis Falco mexicanus Falco peregrinus Falco rufigularis Haliaetus leucocephalus Harpia harpyja Harpyhaliaetus solitarius Herpetotheres cachinnans Micrastur ruficollis Micrastur semitorquatus Pandion haliaetus Parabuteo unicinctus Rostrhamus sociabilis Spizaetus omatus Spizaetus tyrannus Spizastur melanoleucus
Gavilán bicolor Gavilán pecho blanco Gavilán de Cooper Gavilán azor Gavilán pecho rufo Águila real Aguililla canela Aguililla cola blanca Aguililla aura Aguililla cola corta Aguililla cola roja Aguililla ártica Aguililla pecho rojo Aguililla caminera Aguililla gris Aguililla ala ancha Aguililla real Aguililla de Swainson Aguililla-negra menor Aguililla-negra mayor Caracara o quebrantahuesos Gavilán rastrero Halcón esmerejón Halcón pecho rufo Halcón fajado Halcón mexicano Halcón peregrino Halcón enano Águila cabeza blanca Águila arpía Águila solitaria Halcón guaco Halcón-selvático barrado Halcón-selvático de collar Gavilán pescador Aguililla rojinegra Gavilán caracolero Águila elegante Águila tirana Águila blanquinegra
Aves de presa para México (tomada de la página Web del Museo de las aves, Saltillo Coahuila).
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La venta clandestina de especies es una actividad ilegal que está prohibida en México, ya que conduce a la extinción de especies animales, en este caso un cara-cara.
tropicales del sur uel centro del país, ve reducida su área natural por la constantc tala que se practica en su hábitat; mientras que el águila real, del norte de México, necesitan grandes áreas de hábitat para obtener su alimento, es decir mamíferos medianos que son cazados, y en el peor de los casos envenenados, sin imaginar que el veneno indirectamente pasara al ave.
estudio de las aves son conocidos como Omitólogos, pudiendo ser catalogados como aficionados o profesionales, siendo ellos los encargados de desarrollar programas locales e internacionales destinados a la conservación de estos vertebrados voladores. Los programas, en términos generales, tienen como objetivos específicos: 1.
La constante introducción de fauna exótica, y tráfico de especies, no nativas del lugar, también ha provocado la desaparición de varias especies endémicas. Menciona Navarro (2003) "Se piensa que la introuucción de ratas, chivos y gatos en la isla de Guaualupe causo la extinción uel petrel y el caracara endémicos, entre otras aves, y está causando problemas a las aves marinas y terrestres que habitan el golfo de Califomia, las Marias y las Reviliagigedo -ubicadas hacia el norte del Pacifico mexicano-o Una medida urgente, aunque no sencilla, es extirpar todas esas especies exóticas". Afortunadamente en México se empiezan a desarrollar programas y proyectos en favor de la preservación de la avifauna nacional, pues son cada día más los estragos que se están causando por la invasión de sus habitas. PROGRAMAS PARA LA CONSERVACiÓN DE LA AVIFALJNA
Los investigadores que se dedican al
2.
Brindar protección adecuada, combatiendo la perdida o saqueo de especies. Favorecer el desarrollo de las aves mediante la creación de reservas naturales, refugios y parques nacionales.
En general podemos hablar de tres tipos de defensores de fauna: Las organizaciones internacionales, las organizaciones nacionales y los observadores aficionados. Los primeros dos son creadas por diferentes sectores de intelectuales, nacionales o extranjeros, cuyo papel fundamental es dar la voz de alarma y planificar programas operacionales que permitan la protección, no solo de las aves, sino, de la fauna y flora en vías de extinción, también buscan establecer programas para la conservación de habitas y ecosistemas, apoyan y fomentan la investigación ecológica y sobre todo prueban nuevos métodos y sistemas que permitan un uso racional y sostenido de los recursos naturales. La Unión Internacional para la
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Conservación de la Naturaleza y los recursos Naturales, creada en 1922 junto con el Consejo Internacional para la Preservación de las Aves, el Fondo Mundial para la Protección de la Vida Silvestre, la UNESCO a través de su programa El hombre y la Biosfera, son algunas de las organizaciones internacionales de mayor prestigio en la conservación de los recursos naturales (Avilés, 1996). Ciertamente son muchas las orgal1lzaclOnes y programas que apoyan en coordinación con gobiernos nacionales, fundaciones, e instituciones privadas los programas de protección de las aves y sus habitas. En México como en muchos otros países durante las últimas décadas han surgido organizaciones no gubernamentales que apoyan a grupos sociales y establecen programas de protección como, por ejemplo, Pronatura, DUMAC y la Fundación Miguel Alemán (Avilés, 1996) De acuerdo con Avilés (1996) los observadores son personas que con su experiencia y afición, han logrado acumular una gran cantidad de información que, utilizada y analizada por los ornitólogos profesionales, ha permitido avanzar en el conocimiento de rutas migratorias, períodos re reproducción y nidificación, número de especies en un área determinada, periodos de vuelo y sitios de descanso.
Nombre común Águila real Zopilote real Quebrantahueso Halcón café o de pradera Halconcillo o cemícola Guaco Gavilán ratonero
Nombre indígena Iztcquauhtli Cuzcaquauhtl i Aitzquautli Tlotli Quauhtlotli Hoatzin Tlhoquauhtli
Nombre científico AquiJa chrysaetos Sarcoramphus papa Pandion halietus Falco mexicanus Falco Sparverius Herpetotheres cachinnans Circus cyaneus
Cuadro 1. Aves de presa que tienen una representación en la antigua historia mexicana. (Tomados de Corona 2002 y Álvarez y González, 1987) Especie Harpía harpija Aquila crysaetos Haliaetus leucocephalus Polyborus lutosus Falco peregrinus
Nombre común Águila arpía Águila real Águila calva Caracara de Guadalupe Halcón peregrino
Categoría X A A E X
Cuadro 2. Algunas especies de aves de presa extintas (E); en peligro de extinción (X) o fuertemente amenazadas (A).
Referencias Bibliográficas Álvarez Solórzano, Ticul y Manuel González 1987 Altas Culturales de México. Fauna, SEP INAH- Grupo Editorial Planeta, México, 187 pp. Corona Martínez, Eduardo. 2002 Las aves en la historia natural novohispana, Colección Científica 441, INAH, México, 187 pp. 'Navarro, Adolfo y Benítez Hesiquio 2003 El dominio del aire. Fondo de Cultura Económica, México D. E, 246 pp. Reid Blake, Emmet 1953 Birds of Mexico, The University ofChicago Press, Estados Unidos, 644 pp. Valadez Azúa Raúl 1992 Impacto del recurso faunístico en la sociedad teotihuacana, tesis doctoral en Ciencias, UNAM, México 480 pp. Museo de las aves, estado de Coahuila México: http://museodelasaves.org Aldegundo Garza de León, presidente del patronato Valadez Azúa Raúl y Alvarado Zink, Alejandra, 2003 Mascotas muy mexicanas. Revista Digital Universitaria, Vol. 3, N° 2, UNAM, México (http://www.revista.unam.mx).D
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