Alan Turing y sus propuestas cibernéticas que condujeron a la primera computadora y mediante su funcionamiento lograr descifrar el código enigma de los nazis.Full description
3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Aparatos3 Los Ap…Descripción completa
El siguiente análisis es sobre el vídeo La Historia de la Computadora y ComputacionDescripción completa
Aparatos de maniobra y corte
Descripción completa
Resumen Alan Turing y La Máquina Enigma
Descripción completa
Full description
Descripción completa
Descripción: computación
Descripción: Comparación entre varias maquinas de Turing
Conceptos basicosFull description
e-eFull description
lenjuages y automatasDescripción completa
Descripción: Maquina de Turing
Descripción completa
makalah tentang mesin turing
4 A. M. TURING
Los aparatos de computation y la inteligencia
E l ju c g o d e la im ita it a tio ti o n Me propongo considerar la pregunta siguiente: ‘'ensar las rnaquinas qu inas?” ?” debc deb c busca buscarse rse en una un a cncuesta cstadi cstadistic sticaa como como las las que hacc Gallup. Esto es absurdo. £n lugar de intentar tal defini tion rcemplazar6 la pregunta por otra, estrechamcnte relacionada con la prim era era y expresada en terrninos terrnin os dc relativa rela tiva ambigOedad. La nueva forma del problema puede describing en terrninos Mi nd,, Vol. L1X. N“ 236 Dc “ Computing Machi Machine nery ry and Intelligence". Intelligence". Mind (1930). Reproduction auturizada.
69
de un jucgo que llamaremo llamaremoss “ jucgo de la imita im itation tion”” . En cl par par-ticipan trcs personas, un hombrc (A), una mujer (B), y un interrogador (C) quc puede scr hombrc o mujer. El interrogador pcrmanece en un cuarto, cuarto , separado dc las las otras dos personas. personas. El objeto del juego para cl interrogador es determinar cual de los otros dos cs cl hombrc y cual la mujer. Los conoce por los rotulos X e Y y al fina finall del jucgo debedee debe deeir ir que “ X cs A” c “ Y es B” , o bien qu quee “ X es B” e “ Y cs A” . Sc permi pe rmite te al interrogador interro gador for for-mular a A y B preguntas como las siguientes: C: (Puede decirmc X dc qui largo licnc e! pelo?
Ahora supongamos quc X es en realidad A. A debe respon der. El objero dc A en cl juego cs tratar de inducir a C a hacer una identificacidn equivocada. Por consiguicnte su respuesta podrfa scr, por ejemplo: “Tengo corte de pelo escalonado, y los mcchones mas largos tienen unos veintitres centimctros.” Para quc el interrogador no reciba indicios |>or los tonos dc voz, las respuestas sc dan por escrito, o mejor aun. cscritas a maquina. Lo ideal cs tenet un eeleimpresor que comunique los dos cuartos. En forma alternativa, pueden repetirse preguntas y res pucstas con la ayuda de un inte in term rmed edia iary ry.. El ob objet jetoo del juego paraa el tcrccr jug par jugado adorr (B) (B) es ayudar al interrogador.- -Is# "mej "mejor or estrategia para ella es dar, probablementc, respuestas veraces. Puede agregar cosas como "yo soy la mujer. jN o le hagas caso a cl!” a sus respuestas, pcro.no tendra utilidad alguna, pucsto que cl hombrc puede hacer idfnticos comcntarios. Ahora formulamos formulamos la pregunta pregunt a siguiente: ” ^Quc suced suceder erit it cuando una maquina tome la pane de A en cl juego? ,-Deddira equivocadamentc cl interrogador con la misma frccuencia frccuencia cuan do sc juega asf cl juego como ocurrc cuando en cl participan un hombre y una mujer?” Con cstas preguntas rcemplazamos la nuestta nuestt a original: original: “ ^Sabcn ^Sabcn pensar las las maquinas maq uinas?” ?” Cri Critica d el n uevu prob lem a
Ademas dc preguntar ‘‘^Cual es la respuesta a esta nueva formulacion de la pregunta?” cabc ahadir: ‘‘^Merece la pena inves70
tigar esta nucva prcgunca?" Dccidimos invcstigarla sin mayorcs titubeos y con efio cortamos pot lo sano un infinito retroceso. El nuevo problcma ofrece la ventaja de trazar una Jtnea bastanre firme entre las aptitudes fisicas e intelecrualcs del hombre. Ningun ingeniero ni qulmico afirma scr capaz dc producir un material que no sc distinga de la picl humana. Es posible que cn algun punto se logre cal cosa, pero aun suponiendo que csta invencion sea posible, dcbcrlamos adoptar la posicidn dc que no tiene mucho sentido tratar dc crear una “maquina de pensar" que sea mas humana cubriendola con una piel artificial como la mencionada. La forma cn que se ha plantcado el problema refle ja el hecho cn el requisito que impide al interrogador ver o tocar a los otros competidotes, como tampoco oir sus voces. Algunas ventajas adicionales del crircrio propuesto aparecen ilustradas por los siguientes ejemplos dc preguntas y respuestas: P. Por favor, escrabemc un sonoo sobre cl icma del Pucmc sobre cl Forth. R. Dcsco pasar esa pregunta. Nunca pude esetibir pocsi'a. P. Sums 54.957 a 70.764. R. (Pausa dc unos treinra segundos antes de dar la respucsta) 105.621. P. Jucgas al ajcdrcz? R
S i.
P. Tcngo u n caballo cn mi C-l. sin otras piczas. Tu tkness6k> un caballo cn C6 y una torre en Tl. Tc toca mover. ^Cu5l mueves5 R. (Al cabo dc una pausa dc 15 segundos) Torre. T8 marc.
El m£todo dc preguntas y respuestas parece scr inditado para su introduccidn en cualquiera dc los aspectos de la conducta hu mana que deseemos abarcar. No dcseamos imponer penas a la maquina por su imposibilidad de rnostrarse radiantc en concursos de beileza, ni tampoco penalizar a ningdn hombre por haber perdido una carrera contra un avidn. l.as condiciones dc nuestro juego quitan todo caricter de pertinentes a estas imposibilidades por parte de hombre o de maquina. Los “ tesrigos” pueden jactaxse, si lo considetan convcniente, tanto como quieran en cuanto a sus encantos, puntos fuertes o heroismo, pero el interroga dor no puede exigir demostracioncs practicas. Quiza se critique este juego por considerate que las probabili71
dadcs cstan dcmasiado en contra de la maquina. Si cl hombre intcntasc fingir quc es una m&quina, scguramcnrc su actuation serfa muy deficiente. Dc inmcdiato lo delataria su lentitud y falta dc precision cn matcmatica.
Las m dquinas involucradas en e l ju ego La pregunta formulada con anterioridad no tendra alcanccs concrctos hasta quc hayamos cspecificado quc queremos significai con el termino ‘‘miquina’’. Es natural que descemos permitir cl uso dc totla clasc dc tccnicas de ingcnicrla cn nucstras maquinas. Deseamos ademas crcar la posibilidad de que un ingcnicro, o bicn un grupo de ingcnicros pueda construir una miquina quc funcione, pero cuya forma dc operar no pueda scr descrita cn t£rminos satisfactotios por quicncs la construyeron por haber aplicado cllos un metodo cn gran medida experimen tal. Finalmentc, queremos cxcluir de las maquinas a los hombres nacidos cn la forma convencional. Es dificil cstablcccr las definicioncs oc tal modo quc llcncn cstas tres condiciones. Podria insistir arguicn, por cjemplo, cn quc todos los miembros del cquipo dc ingcnicros scan del mismo sexo, pero cn rcalidad esto no scria satisfactory, ya que probablcmcntc cs posiblc crcar un individuo complcto dc una cflula unica dc, digamos, la picl de 72
un hombre. Conscguirlo scria una hazafia dc la tecnica biologica digna dc los mis altos elogios, pcro no nos mclinartamos a considcrarla como un caso dc construccion dc una " maquina dc pcnsar” . Esto nos impulsa a rcnunciar a la idea dc que sc permita todo tipo dc tecnica. Nos senumos tamo mis indinados a cllo en vista de que el ir.tcr6s actual en las "maquinas dc pen sar'’ surgio dc un tipo especial dc maquina, llamada en general “ computadora clcctr6nica” o “cornputadora digital'’. Como corolario dc tal sugcrcncia podriamos permitit la participation en el juego dc las computadoras digitales... Esta propiedad especial dc las computadoras digitales. la dc podcr remedar a cualquier maquina analogica, rccibc cl califkativo dc universal. La existcncia dc maquinas con esta propiedad ticne la importantc consecucncia de que, apartc de las consideraciones dc velocidad. no cs neccsario disenar diversas maquinas nuevas para llevar a cabo los diversos procesos de computaci6n. Es posible hacerio todo con una sola computadora digital, adecuadamcnte programada para casa caso. Sc vera que como consccucncia dc esto todas las computadoras digitales son en cierto sentido equivakntes.
Puntos de vista conflictivos sobre la cuestion fu n d a m e n ta l Podemos considerar ahora despejado cl terreno y cstamos pre parados pata pasai al debate acerca dc nucstra pregunta: "^Sa ben pensar las m iquinas?" No podemos abandonax del todo la forma original del problems, ya que las opinioncs variaran en cuanto a la eficacia de la substitution, y debemos por lo menos cscucbar lo que cabc decir en esre aspecto. Las cosas sc simplificatan para el lector si comcnzamos por explicar nuestra propia position en esta cuestion. Considctemos primeto la forma mas concrcta de la pregunta. Creemcs que dentro de un plazo de unos cincuenta afios sera posible programar computadoras con capacidad de conservation de datos de 10' para que jueguen tan bicn al juego dc la imitaodn que el interrogador comun no tendra mas del 70 por cicnto de probabili73
dad de efectuar la identification corrects al cabo dc cinco minutos dc interrogatorio. la prcgunta original: "^Saben pcnsar las maquinas?” cs, a mi juicio, dcmasiado carente dc sentido para quc oos dctcngamos a considcrarla. A pcsar dc cllo, crco quc al finalizar el siglo actual cl uso dc las palabras y cl punto de vista del sector educado habran cambiado ranco que sera posiblc hablar dc maquinas quc piensan sin prever que sc nos conrradiga. Creo, ademas, que no hay ningun objeto titil cn ocuhar tales puntos de vista. El conccpto popular de quc los hombres de ciencia marchan incxorablcmenre desde cl hccho s61ido y comprobado al siguiente de la misma catcgoria. sin que nunca los influcncic la hip6tesis, es equivocado. Siempre quc rcsulte bien claro cufiles son los hechos probados y cuSles las hipotesis, no se causa* ra ningun per juicio. I.as hipotesis ticncn gran importancia porque proponen caminos utiles a la investigaci6n. Pasarcmos ahora a considcrar las opinioncs contrarias a la nucstra. 1. La objeuon teologica. El pensamiento es una funcion del alma inmortal del hombre. Dios ha dado un alma inmortal a todos los hombtes y mujcrcs. pero no a los otros animales ni a las maquinas. Por lo tanto. ningun animal ni ninguna maquina pueden pcnsar.1 Por mi parte, no puedo accptar csta afiimacion en ninguna dc sus panes. Intentar6, sin embargo, responder a ella en t6rminos tcol6gicos. Hallaria mas convinccntc cl argumento si los animales cstuvicscn cn la misma clasc que los hombres, ya que a mi juicio cxistc una diferencia mayor entre los seres animados y los inanimados que la existente entre el hombre y los otros anima les. El caracter arbitrario del punto dc vista ortodoxo rcsulta mas obvio cuando pensamos c6mo podria aparec^rsclc a un miembro dc otra comunidad religiosa. <>Qu6 piensan los cristianos del punto dc vista musulman segun cl cual las mujeres no tienen al ma? Pero dejemos cstc punto y volvamos al argumento princi 1Es posiblc quc tat punto dc vista sea hcftico. Santo Tomfis dc Aquino (cn la Sumnu Thfo/ogica), cicada pot Bertrand Russell cn su Htstoria dc la filosofia de Occidemc (Nueva Yotk. Simon & Schuster. 1945), p atina 458. dice que Dios no puede hacec quc un hombre no tenjja alma. Pero puede set quc n o sc ttatc aqui dc u na verdadeta restriccidn a los podetes de Dios, sino simple tonsccuencia del h « h o dc quc cl alma dc los hombtes cs inmortal. y pot lo tamo, indestructible.
74
pal. Me parcce que cl argumemo citado mas arriba implica una setia limitation a los podcfcs del Todopodcroso. Sc admite quc cxisten cicrtas cosas quc El no puedc hater, como que uno sea igual a dos. pero
no cxisic el peligro dc quc pierda su position dc dominio. I.a po pularidad del argumento teoI6gico csta daramentc rclacionada ton este semimicnto. Tiende a alcanzar caractcristicas marcadas en personas dc alta capacidad intelectual, quc valtiao cl podcr dci pcnsamiento mucho mas alio quc otras y se inclinan mas a basar su creencia cn la superioridad del Hombre en esc poder. No creo quc este argumento tenga solidez sufkiente para quc requiera rcfutacion. Mas apropiada serfa una nora de consuclo, quc quiza convendria buscar cn la teoria dc la transmigration dc las almas. 3. I m objecion matemdtica. Hay una serie dc rcsultados dc la logica maternities quc podemos invocar cn la demostracidn de quc existen limitaciones a los podcrcs dc la maquina en estado de serie abierta. El mis conocido dc cstos resultados cs cl llamado teorema dc Gbdcl, y mucsira que en cualquicr sistema logieo dc poder suficientc se pueden formular afirmacioncs imposiblcs dc probar o refutar denrro de dicho sistema, a mcnos que surja la posibilidad de que cl sistema mismo no sea consistente. Existen otros rcsultados, semejantes en algunos aspectos, provenientes de Church, Klccnc, Rosser y Turing. El citado cn ultimo tlrmino es muy indicado para nucstro analisis, por cuanto se refiere dircctamente a las maquinas, mientras que los otros se pueden usar solo cn un argumento rclarivamentc indirccto: por cjcmplo, el teorema de Godcl, de ser utilizado, requiere ademas algun me dio para dcscribir sistemas logicOS cn t^rminos de maquinas. y maquinas cn term inos de sistemas 16gicos. El resultado en cucstion sc refiere a un tipo de maquina quc cs en esencia una com putadora digital con capacidad infmita. Establecc quc hay ciertas cosas que esa miquina no puedc haccr. Si csta programada para dar respucstas a preguntas, como en el juego de la imitation, habra preguntas a las cualcs data una respuesta cquivocada, o bicn a las cuales no respondera, por m utho tiempo quc se lc conceda para responder. Puedc haber, sin duda, muchas de cstas preguntas, y otras a las quc si bien no puede responder csta m£quina, otra podria haccrlo en forma satisfactoria. Dcsdc luego suponemos por ahora que las preguntas son del tipo para las cuales correspondc una respuesta de si o de no y no otras, como por ejemplo: "
do tipo. Considcremos a la mfiquina cspccificada como siguc... ..Rcspondcra alguna vez con “ s f ' a cualquicr pregunca? Deben rccmplazarsc los puntos suspcnsivos por la descripci6n dc una m&quina conocida... Cuando la maquina dcscrita ticne una rclaci6n comparativamcnte simple con la maquina que sc cncuenira bajo intcrrogatorio, cs posible dcmostrar quc la respuesta es cqurvocada o bien no sc ha producrdo. Este es cl resultado matematico. §e argumcnta aqui que tal resultado prucba una incapacidad dc las m£quinas quc no sufrc la inteligcncia humana. La replica tategorica a tal argumcnto es quc si bien csta establccido quc existen limttes a los podcrcs de una maquina de* terminada. se ha afirmado, sin prcsentar la menor prueba, quc no se aplican limitaciones scmejanrcs al intclccto humano. Yo no creo quc sea posible dejar pasar por alto tal afirmacibn sin de* tenerse a analizarla. Cada vez que cualquiera dc cstas maquinas recibc una pregunta erftica y apropiada y da una respuesta dcfinida, sabemos quc la respuesta ticne quc cstar equivocada y cl hecho nos proporciona cierto sentido de superioridad. ^Es ilusorio tal sentimiento? Sin duda cs bien genuino, pero no crco que debamos darlc cxcesiva importancia. Con suma frccuencia damos respuestas cquivocadas a nosotros mismos para hallar justifi cation en cl hecho de sentimos tan complacidos ante tal prueba dc falibilidad de las maquinas. Adcmas, nuestra superioridad se percibc s61o en las ocasiones mcncionadas y cn rclacidn con la maquina en particular rcsponsablc de nuestro mezquino triunfo. Scria inimaginable un triunfo simultaneo sobre todas las ma quinas. En resumen, cntonces, podrfan existir quizfi hombres mas inteligentcs que una maquina determinada, pero por otra parte, tambif-n podrfan existir otras maquinas mucho mas intcligentes, y asi sucesivamentc. Quienes apoyan el argumento matemitico estarfan en su mayorfa, segun crco dispucstos accptar el juego de la imitacibn co mo base de discusidn. I.os que crccn en las dos objcciones antcriores, probablemcnte no mostrarfan interns alguno frente a ningun criterio. 4. El argumento de la conciencia de uno mismo. Estc argu m e n t aparecc expresado en excclentcs tdrminos cn la discrtaci6n Lister pronunciada por el profesor Jefferson cn 1949. dc la cual cito lo que siguc: "H asta que una mSquina sepa cscribir un 77
soneto, o componcr un concierto dcrivado dc pensamicntos y cinociones vividas y no dc la caida fortuita dc unos simbolos, no podrcmos estar dc acuerdo en quc la maquina es equiparable al ccrcbro, es dccir, capaz de escribir talcs obras y, ademas, saber que las cscribi6. Ningun mccanismo podria sentir placer (cn lugar dc limitaxse a cmicir scnales en forma artificial, tarca facil) ante los propios exitos. pesar cuando sc le funden las valvulas, halago frente al clogio, dcprcsi6n por los crrorcs, dclcitc por el sexo, enojo o frustration cuando no obuene lo quc desea.” £1 argumento niega cn aparicncia la validez de nucstra prueba. Segun la expresion mis extrema de este p unto de vista, la unica forma en quc podnamos tener la certeza dc quc la m£quina ptensa es siendo la maquina nosotros mismos y sintiendo quc estamos pensando. Sena posiblc, cntonccs, desaibir al mundo estos sentimientos, pero sin duda nadic hallaria justificaci6n en reparar cn ello. Del mismo modo, segun este punto dc vista la unica forma de saber que un bombre piensa scria scr esc hombre cn particular. Este cs, dc hecho, el punto de vista solipsistico. Es posiblc que sea cl mis logico, pero hace muy diffcil la comunicaci6n de ideas. A tiendc a creer que *'A piensa, pero 13. no” , mientrasque B crec quc ” B piensa, pero A, no” . En lugar dc continual' discuticndo intcrminablcmcnte, lo habitual cs adoptar la convention cortcs dc que todos pensamos. Estoy seguro de que cl profesor Jefferson no dcsca adoptar cl punto de vista extremo y solipsistico. Es probable quc este dis puesto a aceptar cl juego dc la imitacidn como prueba. El juego (con cl jugador B omitido) se aplica a menudo cn la practica bajo cl nombre dc viva voce, con cl fin de determinar si alguicn realmente comprendc algo, o bicn lo ha “ aprendido como un loro” . Escuchcmos pane dc una de cstas pruebas dc viva voce: Inlerrvgador: cn la prirocra lines del soneto quc comienza con: "^Hc dc com parartc con un dta de veran o?". .inosonaria lo mismo, o aun mejor: " u n dia dc ptimavera"? Testigo: Sc quebrarfa cl ritmo. Irtferrogador: "u n dia de invierno"? Esto mamendrla cl ritmo. Testigo: SI. peio nadir quictc quc lo comparcn con un dia de invierno. InterrogaJor:
78
Inleno ga dor Sin embargo, b Navidad inglrsa tienc lugar cn invicrno. y yo no crco quc a Pickwick Ic hubicse desagradado la comparacifm. Tango: Crco quc usted no habla cn scrio. Per dia dc invicrno entendcm os un dia dc invicrno tfpko. mis bicn quc uno especial como cl dc Navidad.
Y asi continua la prueba.
En general no hay bases que sustenten estos argurnentos. Crco que en su mayorfa sc basan cn el principio de la induccion cicntffica. En toda su vida un honibre ha visto millares dc maquinas. Farriendo de lo que vc dc cllas, llcga a una serie de conclusioncs gcnerales. Son fcas, cada una de cllas fue disefiadacon fines muy limitados, cuando se las necesita para un fin minucioso rcsulran inutilcs, la variedad en la condutta dc cualquiera de ellas es muy reducida, etc., etc. Como cs natural, llega a la conclusion dc que £stas son condiciones neccsarias en las maquinas er. general. Muchas dc las limitaciones estan rclacionadas con la capacidad dc conscrvaci6n de datos tan reducidas de la mayoria de las ma quinas (Estoy suponiendo aquf que la idea de capacidad dc con servation dc datos sc extiende de algOn modo hasta incluir ma quinas que no scan las analdgicas. La dcfmicion exacta no tienc importancia, ya que en estas considcraciones no planteamos la precisi6n mecinica.) Hacc pocos ah os, cuando aun no sc habfa oido hablar mucho dc las computadoras digitalcs, era posible provocar una gran incredulidad al referirse a ellas cuando sc mcncionaban sus propicdadcs sin describir su construction. Esto se debr'a, presumiblcmcntc, a esa misma aplicacion del principio de la induccion cicntffica. Desde luego, talcs aplicaciones del principio son en gran parte inconscicntes. Cuando un niflo que sc ha quemado temc el fuego y muestra que lo teme evitandolo, dirfa yo que csta aplicando la induccion cicntffica. (Sin duda podn'a describir tambifn su conducts dc m uchasotras maneras.) Las obras y los hSbitos de la humanidad no parecen ser material muy adecuado para aplicar la induction cientffica. Para obtener resultados confiablcs cs ncccsario investigar una parte conside rable dc cspacio-ticmpo. De otto modo podemos decidir (como lo hacc la mayorfa de los niftos inglcscs) que todo el mundo hablc el ingles, y que cs una tonterfa aprender franccs. Hay ciertos comentarios, no obstante, que cabc haccr cn cuan10 se reficten a muchos dc los impedimentos mcncionados con anterioridad. La incapacidad de saborcar las frutillas con crema puede haber sonado como algo frivolo al lector. Es posible que se pudicra lograr que una maquina disfrutase de csta deliciosa com binacidn, pero todo intento de hacerlo serfa absurdo. Lo que es importantc cn cl impedimento es que contribuye a algunos dc los otros, por ejemplo, a la dificultad dc que exista el mismo npo 80
de amistad entre cl hombre y la maquina que entre dos hombres blancos, o dos hombres negros. La afirmacion dc quc las maquinas “ no pucden cquivocarse” resuha algo curiosa. La tentacidn cs rcplicar: “ ^Estan, acaso, en peores condicioncs por ello?” Adoptcmos, mis bicn, una actitud mas comprensiva y tratcmos de ver quc sc quiere significar en realidad. Crco que cs posiblc cxplicar esia crftica scgOn el juego dc la imitacion. Se afirma quc el interrogador podna distinguir la rn&quina del hombre simplcmcnte mediante la pre sentation a cada uno dc una seric dc problemas dc aritmftica. Sc podna desenmascarar a la maquina por su absoluta precision. La respuesta a esto cs sencilla. La maquina (programada para jugar al juego) no intentaria dar las respucstas correctas a los problcmas aritmfticos. Deliberadamentc introduciria errores intencionalcs calculados para confundir al interrogador. Una falta mecanica se revclana probablemcntc por medio dc una decisibn inadecuada en cuanto al tipo dc error que puede efectuarse en aritmetica. Aun csta interprctacidn dc la crftica no revcla mucha comprension del problema. Pcro no podemos permitirnos dedi car demasiado cspacio a detenernos mas en estas considcraciones. A mi juicio la crftica se basa en una confusion entre dos clases de errores. Podemos Uamarlos “ errores de funcionamienro” y “ errores dc infercncia” . Los errores de ftincionamicnto se deben a alguna falla mccanica o elfctrica que hacc que la maquina se comporcc en forma distinra de la quc le fue asignada para la tarea a cumplir. En los debates filosdficos tendemos a pasar por al to la posibilidad de quc surjan tales errores. Estamos, por lo tanto. hablando de “ maquinas abstractas". Estas mSquinas abstractas son ficcioncs matematicas mas bicn que objetos ffsicos. Por dcfinicidn. no son suscepublcs a errores de funcionamienro. En este sentido podemos afirmar con la mayor verdad que “ las ma quinas pueden cometer errores". Los errores dc inferencia pueden surgir s61o cuando se atribuye algun significado a las scfialcs de salida dc la maquina. La maquina podna. por cjcmplo, registrar por cscrito ecuacioncs matematicas. u oraciones en ingles. Cuando registra una inferencia falsa, decimos que la ma quina comcti6 un error de inferencia. Es obvio que no hay base alguna para afirmar quc la maquina no puede cometcr este tipo de error. Podrla no hacer otra cosa quc escribir repetidamente 81
“ 0-1” . Para tomar un ejcmplo mcnos malintcncionado. podria contar con algun procedimiento para elaborar infcrencias por medio dc la induccion cientffica. Cabe prever, no obstante, que tal proccdimiento puede dar lugar de vez cn cuando a resultados erroneos. La afirmacion de que la maquina no puede scr sujeto dc su propio pensamiento no puede tener, desde luego, otra respuesta que la dc demostrar que la maquina ticne algun pensamiento con determinado material como sujeto. A pesar de cllo, cl “ suje to tema de las opcraciones dc una maquina” da la impresidn de significar algo, por lo mcnos, para las personas que la manejan. Si por ejcmplo la maquina ha intentado hallar la solution de la ccuacion ' V -40x - 1 - 0 ” , podriamos vemos tentados a describir esta ecuacidn como parte del sujeto tema dc esc momento. En estc sentido, la mlquina puede constituir, sin duda, su propio sujeto. Es posible utilizarla para que elabore sus propios programas, o para predecir cl cfecto de las alteraciones dentro de su propia estructura. A travfs de la observaridn de los resultados de su propia conducta puede modificar sus propios programas con el objeto dc alcanzar un objetivo con mayor cficicncia. Tcnemos aqui probabilidades cn un futuro inmediato, y no sueftos ut6picos. La crftica de que la maquina no puede mostrar gran diversidad de conducta es simplcmcnte una manera dc decir que no puede tener mucha capacidad de conservation dc datos. Hasta hace re* lativamcnte poco tiempo una capacidad dc conscrvac i6n incluso dc mil dfgitos era bastante rara. Las objcciones que venimos considcrando suelen aparecer disfrazadas como formas del argumento de la conciencia de si mismo. En general, si sostenemos que una miq uin a puede hacer alguna dc las cosas mencionadas y dcscribimos cl m£todo que dicha maquina habra de aplicar, no causaremos una gran sensacion. Sc considera que el metodo (cualquiera que sea, ya que de bc scr mecSnico) es realmente algo mezquino. Comparcmos el par^ntesis que figura en la cita de Jefferson mencionado mas arriba. 6. La objecion de lady Lovelace. Nuestra informacion mis dctallada de la maquina analltica dc Babbage provienc de un inform cd c lady Lovelace. Enel dice: “ Lamaquinaanalogica no ticne 82
la pretension de original nada. Es capaz dc hacer lo que sea que separnos ordenarte que realicc." (Las palabras en bastardiila son dc elia.) La afirmaci6n cscitada por Hanrce, quicn afiadc: “ Esto no implica que no sea posiblc construir cquipo elcctromco que ‘piense por si mismo’, o cn cl cual, cn t6rminos biolbgicos, no sea posiblc establecer un reflejo condicionado que sirva como ba se para 'aprendcr’. Que sea posibk o no, cn principio, ofrecc un inicrrogantc lleno dc sugcrcncias y posibilidadcs, como lo indi can algunos de los dcsarrollos recicntes. No parecib, sin embar go. que las maquinas construidas o proycciadas en aquel me mento tuviesen esta propiedad.” Estoy completamcnte de acuerdo con Hartrec en cuanto a este punto. Cabc scfialar que Hartrce no afirma que las m&quinas cn cuestidn no tenian tal propiedad, sino que las pruebas de que disponfa lady Lovelace no le daban fundamentos para creer que la tenian. Supongamos. en cfecto, que alguna maquina analogica posee esta propiedad. La miquina analogies uenc una com putadora digital universal, dc tal modo que si su capacidad dc conservation y su velocidad son las apropiadas, podrfa, mediante una programacion adccuada, ser llevada a hacer la miniica dc la maquina en cuestibn. Es probable que este argumento no se le haya ocurrido a la condesa ni tampoco a Babbage. Dc cualquier manera, ellos no tenian la obligation dc afirmar todo lo que se afirmo. Volveremos a considerar esta cucstion bajo cl encabezamiento dc “ maquinas de aprendcr’'. Una variante dc la objecion dc lady Lovelace afirma que la m&quina “ nunca puede hacer nada realmente nuevo". Por un momento es posiblc replicar con la muletilla: “ No hay nada nuevo bajo el sol.” ^Quicn puede estar seguro dc que el “ trabajo origi nal” que realizo no es simplementc la scmilla crecida que plantaron en 61 al cnscnatle, o bicn el cfecto de hal>cr seguido princi pios gcneralcs bien conocidos? Una variante algo mejor de la ob jecibn dice que una m aquina'nunca puede “ tomarnos por sorpresa” . Tal afirmacion es un desafto directo y tambicn podcmos encararlo dircctamcnte. Las maquinas me toman por sorpre sa con suma frecuencia. La razon cs que no hago caiculos suficientes para dccidir que debo esperar que ellas hagan, o mas bic aquc, aun cuando hago el calculo.lo hago dc prisa, sin meti83
culosidad. corticndo ricsgos. Quiza me digo: “ Sospecho que el voltajc aqui tendra que scr c! mismo que el dc aqui. Dc todos modos, considerate que es asf.” Como es natural, a menudo me equivoco y el rcsultado es una sorpresa para mi, porque para el momento cn que sc tcrmina el experimento he ohidado los presupucstos mcneionados. Tales admisioncs me exponen a que me den sermones sobre el tema dc los enfoques viciosos, pero no arrojan duda alguna sobre cl caracter confiable dc Jo que digo cuando hablo dc las sorpresas que experimento. No crco que esta replica sirva para silcnciar a ningGn critico. Probablemente dira que tales sorpresas se deben a algun acto mental creativo dc mi parte, y que no rcflejan m£rito alguno pata la maquina. Esto nos hace volver al argumento dc la conciencia dc si mismo y nos aleja mucho dc la idea dc la sorpresa. Es una Ifnca de razonamiento que debemos considerar ccrrada, peto tal vez valga la pena sehalar que la apreciacion dc algo tan sorprendente cxige tamo de un “ acto mental creativo” cuando cl hecho tiene origen cn el hombre, como cuando lo tienc en un libro, una mSquina o cualquier otra cosa. El concepto dc que las maquinas no pueden dar lugar a sorpresas se debe, a mi juicio, a la faJacia a la que los fil6sofos y matcmaticos son en especial susccptiblcs. Se trata dc la suposici6n de que tan pronto como se presenra un hecho ante la mente todas las consccucncias de dicho hecho brotan dentro dc la mentc cn forma simultanea. Resulta muy util cn muchas circunstancias, pero tendemos a olvidar con demasiada frccuencia que es falsa. Una consccuencia natural de este olvido es la de inferir que no hay mcrito alguno en la simple resolucion de las consecuencias partiendo de datos y principios gcncrales. 7. Argumento de la continuidad en el sistema nervioso. Sin duda alguna el sistema nervioso no es una maquina analogica. El mas leve error en la information relativa a la intensidad dc un impulso que aettia sobre una neurona puedc dar lugar a una gran difcrencia cn la intensidad del impulso ccntrffugo. Puedc argumentarse que al scr 6ste cl caso no es posible pretender imitai la conducta del sistema nervioso en un sistema dc serie abicrta. Es verdad que una maquina anal6gica tiene que scr diferentc de una maquina continua. pero si nos ajustamos a las condi84
clones del juego dc la imitation, el intcrrogador no podra dcrivar ventaja alguna de la diferencia. La situation rcsulta mis clara si consideramos otta maquina continua mas scncilla, por ejemplo, un analizador diferencia!. (El analizador diferencia! es un ma quina no analdgita que sc utiliza cn algunos tipos dc cakulo.) Algunas de cstas maquinas proporcionan las rcspuestas cscritas a miquina y son por cllo apropiadas para participar en cl juego. No scria posible para una computadora digital predecir con cxactitud qu£ rcspuestas daria a un problcma el analizador difercncial, pcro en cambio podria muy bien dai la respucsta indicada. For ejemplo, si sc le indicase que d£ el valor dezr(cn realidad, aproximadameme 3,1416) serla razonable elegir al azar entre los valorcs 3,12, 3.13, 3,14, 3,15, 3,16 con las probabilidadcs dc 0,05, 0,15, 0,55, 0,19, 0,06 (digamos asl). En cstas circunstancias seria muy diffcil para el intcrrogador distinguir el analizador diferencia! dc la computadora digital. 8. El argumento d e la inforrualidadde la conducta. No cs po sible elaborar una scrie de reglas para describir lo que debe haccr un hombre en todo tipo dc circunstancia imaginable. Podnamos, por ejemplo, tener la regia de que hay que detenerse delantc de una luz de transito roja y proseguir si vemos una verde, pcro,
la” y “ lcycs de conduct*” que oscurezcan cl problcma. Por “ rcglas dc conducta” cntiendo preceptos tales como “ dctcncrsc dclantc dc una luz roja” , scgun los cualcs podcmos actuar y dc los cualcs tenemos concicncia. Por “ lcycs dc conducta” cntiendo lcycs dc la naturalcza cn cuanto sc aplican al cuerpo humano. ta lcs como “ si lo pcllizcas, chillara” . Si rccmplazamos “ leyes dc conducta por las quc rcgula su vida” por “ lcycs dc conducta quc rcgulan su vida” en cl argumcnto citado. cse medio sin distribu tion deja dc scr algo insuperable. Crccmos, cn cfecto, que no s6lo cs verdad que cstar rcgulado por rcglas dc conducta implica scr una espccie de maquina (aunque no necesaiiamcnte una maquina analogical, sino ademas quc, inversamente, scr una ma quina dc csta clasc implica scr regido por talcs lcycs. En cambio, no podcmos convcnccrnos con tanta facilidad dc quc no exist an lcycs complctas dc conducta y rcglas complctas dc comportam ten to. La Onica forma quc conoccmos dc dcscubrir cstas lcycs cs la obscrvacidn cicnttfica y dccididamcntc no sabemos dc circunstancia alguna quc nos permita decir: “ Hemos buscado lo suficicntc. No cxistcn talcs lcycs.” Podcmos demostrar con mayor fuerza que toda dcclaracidn co mo la seftalada no puedc tetter justificacidn. Supongamos que tuvi6scmos la certcza de cncontrax esas leyes si acaso cxistcn. Entonccs, dada una maquina cn cstado dc scric abierta, cicrtamcnte seria posible dcscubrir medianre la obser\aci6n lo suftcicnte acerca dc ella como para predeeir su conducta futura, y esto dentro de un plazo razonablc, digamos, mil aflos. Pero no parecc scr cstc cl caso. He tenido oponunidad dc cstablcccr cn la computadora Manchester un programa rcducido que rcquicrc s6lo 1000 unidadcs de conscrvacidn dc datos, por cl cual la ma quina provista del ntimero dc dicciscis digit os replica con orro cn mcnos dc dos segundos. Me gustaria desafiar a cualquicra a epic aprenda sobre la base de estas rcspucstas lo suficiente acerca dc un programa como para podcr predeeir rcspucstas a valorcs no ensayados. 9 Argutnento de la perception extrasensorial. Seguramente cl lector est£ familiarizado con la idea de la perception extrasensorial y con el sigmficado dc sus cuatro aspcctos, a saber, tclcpatia, clarividcncia, prcconocimicnto y psicocmcsis. Estos fenomenos pcnurbadorcs parcccn negar todas nucstras ideas cientlficas. 86
jCuanto nos gustarla dcsacrcditarlos! Desgraciadamcnte la cvidcncia estadlstica, por lo mcnos on cuanto a la telepatia sc rcficrc, resulta abrumadora. Es muy diflcil reorganizar nuestxas ideas dc mancra de integrar a ellas cstos nuevos hechos. Una vcz aceptados, tenemos Ja impresion de cstar a corta distancia dc los fantasmas y los cucos. La idea dc que nuestros cuerpos sc mueven simplementc segCin las lcyes conocidas de la flsica, ademas dc otras no descubicrtas aun, pero cn cierto modo semejantes, scrla la primera en desaparecer. A mi juicio este argumento es bastante podcioso. Podcmos rcplicar a 61 afirmando que muchas icorias cicntlficas pateccn continuar siendo validas cn la pdctica, a pesar dc estar cn conflicto con la perception cxtrasensorial y que dc hccho podc mos vivir muy bicn olvidando todo lo relativo a clla. No cs esto un gran consuclo y tememos que pensar sea precisamente cl tipo de fenomeno cn cl cual la perccptidn extrasensorial tienc espe cial xclcvancia. Un argumento mas especlfico basado cn la P.E.S. podrla dcsarrollarsc como siguc: Juguemos al juego dc la imitacidn, utilizando como testigos a un hombre con cualidadcs de receptor telcpatico, y una computadora digital. El interrogador puede formular preguntas como “ odcr efectuar la identification accrtada. Por otra parte, podria llegar a adivinar correctamcnte sin ninguna pregunta previa, por clartvidencia. En la P.E.S. puede sucedcr cualquier cosa. Si sc admite la telepatia sera ncccsario ajustar mas nuestto test. 87