ANTROPOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
Mgtr. Nancy Estela Salazar
LA AFECTIVIDAD “La afectividad humana está constituida por movimientos sensibles, por los que uno se ve “afectado”, por la realidad percibida como algo bueno o malo” (Genara Castillo)
ESPIRITUALIDAD
Inteligencia Voluntad
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AFECTIVIDAD
CORPORALIDAD
Sentimientos, pasiones y emociones
Conocimiento y Tendencias sensibles
Función de la afectividad en la vida humana •
La afectividad no es solo imprescindible, sino maravillosa en la vida humana. Su función no consiste en regir la vida humana, sino en potenciar la capacidad y el vigor del entendimiento y de la voluntad para llevar con tino esas riendas (Tomás Melendo).
“Una valoración muy positiva de los sentimientos: refuerzan las tendencias… Los sentimientos son importantes ya que intensifican las tendencias;… así como producen valoraciones inmediatas, sobre todo de las personas. Evocan determinados bienes, males, recuerdos, etc. Esta valoración espontánea que el sentimiento provoca predispone la conducta en un sentido u otro. En conexión con esto, los sentimientos refuerzan las convicciones y les dan fuerza… (Ricardo Yepes)
Función real de los sentimientos: La afectividad no es solo imprescindible, sino maravillosa en la vida humana. Su función no consiste en regir la vida humana, sino en potenciar la capacidad y el vigor del entendimiento y de la voluntad para llevar con tino esas riendas. Lo que realmente es el centro de la vida humana es el amor, que en su sentido más cabal no es un sentimiento ni un conjunto de ellos; es un acto de la voluntad de querer el bien del otro en cuanto otro. Pero por la imperfección de la voluntad humana, el amor humano resulta insuficiente y debe ser reforzado y completado por los sentimientos y la manifestaciones externas de afecto.
La afectividad, realidad global y compleja •
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La afectividad es un complejo de potencias y facultades, atracciones, actos y resonancias de esos actos, aspectos físicoorgánicos, psíquicos y espirituales. La afectividad implica a la persona en su integridad. Solo es posible estudiarla y medianamente comprenderla si tenemos en cuentas la complejidad de elementos que constituyen la persona humana. El hombre es una unidad sustancial de alma y cuerpo y por lo tanto no está dividido; todo lo que vive y experimenta le afecta a todo su ser. Los sentimientos afectan toda la persona en su integridad: lo corporal, psicológico, social y espiritual. Se trata de algo constitutivo e irremplazable de cada persona que influye poderosamente en su actuar.
Tipos de Sentimientos •
Sentimientos antecedentes: Es la percepción de la tendencia de deseo, que se origina ante la captación de un determinado bien. Ejemplo: cuando un estudiante capta la bondad de una obra literaria y en él surge el deseo de leerla. Este sentimiento le mueve con anterioridad a la realización de la acción: leer la obra.
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Sentimientos concomitantes: Son los sentimientos que acompañan la acción del sujeto para conseguir el bien deseado. Ejemplo: el gozo o alegría que siente el lector al estar leyendo la obra literaria, acercándose al final.
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Sentimientos finales o subsiguientes: Son los sentimientos que surgen cuando se ha conseguido el bien captado. Surgen como resultado de nuestra actividad para conseguir algo. Ejemplo: cuando el estudiante termina de leer la obra literaria tendrá un sentimiento de satisfacción o gozo por la tarea cumplida y por todo lo que ha aprendido.
Errores en la valoración de la afectividad
A) Rechazo de los sentimientos: Concepción racionalista de los sentimientos: S. XVIII (Descartes, Hegel). •
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La afectividad en su conjunto fue olvidada y casi despreciada.
La realidad entera debe conocerse racionalmente. Solo se acepta como verdad las ideas claras y distintas, y la afectividad se tornaba confusa y por lo mismo se dudaba de su validez e importancia; dejándose de lado. Esta actitud procede de un cierto dualismo, que ve en lo sensible un rebajamiento de lo humano y olvida que animaforma corporis.
A) Rechazo de los sentimientos: •
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Desear que el hombre no viva sus sentimientos es intentar que el hombre no sea humano, que no viva también desde un punto de vista corpóreo. Esta concepción es incorrecta porque no podemos dejar de reconocer la importancia y validez de la afectividad; ya que es una realidad que está presente en toda nuestra vida humana en lo que hacemos y dejamos de hacer y en lo que pensamos en lo que queremos o rechazamos… tampoco podemos darle una sobre valoración como lo más importante en la vida humana, pero sí es necesario reconocerle su valor real en la vida personal y social del hombre.
B) El sentimentalismo: sobrevaloración de los sentimientos: •
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Ante la concepción extrema del racionalismo, se produce un redescubrimiento de la afectividad humana, llegándose a otra concepción extremista que concede una importancia muy superior a la que realmente posee. Esta concepción presentada y explicada por muchos ensayistas contemporáneos, considera que los sentimientos son la clave de cualquier existencia humana. Lo más importante de la vida son los sentimientos (como tu te sientes), solo de esto depende la felicidad humana; incluso en desmedro del dictado de la razón. Esta concepción olvida una antropología cabal, integra que conciba al hombre como una realidad corporal y espiritual y como tal no se puede reducir a la persona solo a sentimientos. Criterio moral para el sentimentalismo: El modo como me siento es el único criterio para determinar lo que es bueno o malo.
La sobrevaloración de los sentimientos: sentimentalismo •
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Los sentimientos son importantes en la vida del hombre pero deben estar ordenados por su inteligencia y voluntad. Solo cuando hay armonía en todas las dimensiones humanas el hombre podrá perfeccionarse. La experiencia enseña que darle más importancia de lo que tiene realmente a los sentimientos y fundamentar nuestras decisiones en ellos tienen consecuencias gravísimas como la destrucción de la persona, de la familia y de la sociedad. acarreando como consecuencia una total infelicidad y una vida sin sentido para la existencia humana.
El sentimentalismo: Características: •
Hipertrofia de la afectividad : Lo que más prima en la vida humana son los sentimientos; todas las decisiones son tomadas en base a lo que uno siente.
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Atrofia del entendimiento y la voluntad: Por vivir solo en un mundo sentimental no se ejercita la inteligencia y la voluntad que por ser potencias requieren ser ejercidas permanentemente para desarrollarse.
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Concepción inadecuada de la voluntad : Se concibe a la voluntad como fuerza, fortaleza. El uso de la voluntad es el voluntarismo.
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Desmesurada importancia otorgada a
la autoestima.
Hedonismo: Huída a toda costa del dolor y sufrimiento por considerarlo un mal verdadero ya que solo el placer es el bien.
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La calidad de vida es solo bienestar físico-psíquico o simplemente psíquico. Los padres se plantean como objetivo supremo el evitar contrariedades y sufrimiento a sus hijos; resultando personas carentes de vigor, fáciles de derrumbarse ante cualquier contrariedad en la vida social y familiar. Se valora a la persona en función exclusiva de sus buenos sentimientos.
Causas del sentimentalismo •
Falta de estudio de la afectividad como se merece: –
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Rechazo casi total y absoluto de los sentimientos. Sobre valoración de los sentimientos.
Abandono y desprecio de la metafísica: el conocimiento de la realidad tal como es en sí misma. La verdad, la bondad y la belleza se fundamentan en el ser mismo de las cosas. El sujeto conoce estas propiedades trascendentales y debe adecuar su obrar a las exigencias del ser y la naturaleza de la realidad. Casi total de la primacía del yo: Subjetivismo: La realidad queda conformada según mis propias exigencias. La verdad, el bien y lo bello se fundamentan en el sujeto mismo, en lo que él decide y piensa. El triunfo del relativismo subjetivo: Todo es relativo a cada sujeto. La verdad en sí, la bondad en y la belleza en sí vienen reemplazados por la verdad para mi, la bondad para mi y la belleza para mí.
Por qué educar la afectividad hoy •
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Porque nuestros niños y jóvenes se encuentran en un ambiente donde impera el subjetivismo y el relativismo, donde se confunde la realidad objetiva con lo subjetivo, dando preponderancia al yo sobre la realidad. De tal manera se niega la existencia de verdades objetivos y universales; la verdad queda reducida a lo que cada uno piensa o siente: Cada quien actúa de acuerdo a su propia verdad. Con esta mentalidad, los niños y los jóvenes viven en un mundo donde su actividad intelectual y volitiva brillan por su ausencia. Sólo ejercitan sus potencialidades sensitivas y se dejan llevar sólo por lo que sus sentimientos les indican. La vida moderna y todo lo que supone ésta, ha originado que los padres piensan que amar a los hijos es darle lo mejor (solo lo material) y para ellos lo mejor es librarles de todo sufrimiento y contrariedad; blindándoles una sobre protección, convirtiendo a sus hijos en seres extremadamente delicados y no preparados para la vida. La mentalidad hedonista en la que vivimos en donde se piensa que el dolor es sinónimo de mal y el placer es sinónimo de bien.
RECOMENDACIONES PARA UNA EDUCACIÓN DE LA AFECTIVIDAD •
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Tener presente que solo el amor le da pleno sentido a la vida de la persona y junto al amor va de la mano la inteligencia que conoce el verdadero bien. Los sentimientos acompañan, dinamizan, prolongan, completar los actos de la inteligencia y la voluntad, haciendo que todo sea más fácil o lo contrario, por lo tanto no son el centro de la vida humana. Los niños y jóvenes deben ser orientados de manera correcta referente a lo que es realmente bueno y malo, aunque les guste o no; que sepan diferenciar bien la realidad objetiva y subjetiva; entiendan que la primera tiene primacía a lo que ellos pueden pensar, desear o querer. Los padres deben darles a sus hijos los medios necesarios para desarrollar su capacidad intelectual y volitiva; para que los niños aprendan a conocer con objetividad la verdad (única y universal) y aprendan amar el bien real.
RECOMENDACIONES PARA UNA EDUCACIÓN DE LA AFECTIVIDAD •
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Para lograr este desarrollo no hay que privar a los niños y jóvenes de ciertas limitaciones y contrariedades ya que si se les satisface todas sus necesidades, deseos o caprichos llegaran a pensar que ellos tienen derecho a todo; y como todo no se puede lograr en esta vida, ellos crecerán con una sensación de infelicidad por toda su vida. Los niños y jóvenes tienen que entender que no siempre lo que produce placer es bueno y lo que produce dolor es malo; pues si ellos obran solo por el placer, el gusto, las ganas solo desarrollarán esa dimensión de su ser. En cambio, el dolor bien llevado fortalece, permite el desarrollo de lo propiamente espiritual del hombre. El placer en sí mismo no es malo; el placer ordenado por la razón humana es siempre bueno. El placer siempre debe ser considerado como un medio, nunca como fin. Los padres deben inculcar en sus hijos lectura de buena literatura, buen cine y teatro.
RECOMENDACIONES PARA UNA EDUCACIÓN DE LA AFECTIVIDAD •
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Los padres deben orientar a sus hijos en la necesidad de tener buenos amigos, especialmente de más experiencia que ellos y con buena formación para que a través de conversaciones pausadas y sinceras puedan entender mejor los sentimientos humanos y como moderarlos. La familia juega un papel imprescindible en la educación, con el ejemplo y frases muy breves; enseñarles el valor que tiene el servicio a los demás, del trabajo bien acabado, del cuidado de los detalles con vistas a hacer más agradable a los otros, del trato interno delicado y cordial con los hermanos, amigos y con Dios.
