Desde El Silencio - Moratiel

EL SILENCIO ENGENDRA LA UNIDAD

pre engendra inquietud, inquietud que es la angustia que mucha gente padece. La distracción está tan con nosotros que es como indicadora de una urgencia de silencio. Cuando se advierte vagabundeo y dispersión es para tomar conciencia de que es la hora de regresar a sí mismo, es como la voz de alarma para que regresemos a la propia interioridad, porque allí de nuevo todo se va a restablecer, a reunificar. Existe un “parkinson” espiritual que manifiesta nuestra confusión. Este pasaje de la Biblia que estamos comentando dice que al principio existía la dispersión. Este origen expresa nuestra propia situación; es decir, el estado en que nos encontramos cuando nos disponemos a encontrar nuestro verdadero origen y encontrar a Dios, porque cuando uno inicia esta aventura espiritual advierte pronto su estado de dispersión, su constante parloteo, la imaginación no deja de ofrecernos fantasías y nos lleva de la ceca a la meca. Este “parkinson” tiene cura si uno es constante, porque advierte que se escapa de donde está, se va a otro sitio, sueña con otro paisaje, con otra situación, incluso al darse cuenta de que está en una situación poco grata o justa, se promete a sí mismo ser de otra manera: “mañana voy a ser de otra manera”, ¡es otra distracción! Ahí, uno está huyendo de esa situación que en ese momento reconoce, y sueña con un comportamiento mucho más complaciente o fraterno. A veces, los propósitos no son más que una distracción porque uno no quiere abrazar 25