Crítica Básicamente, si vemos los principales escritos teóricos de las feministas socialistas podemos ver que ellas están tratando de combinar la teoría marxista con la teoría feminista radical, y su énfasis está en demostrar que la opresión de la mujer es la fuerza central y motriz en la lucha dentro de la sociedad. Los escritos teóricos han venido principalmente de Europa y los EE.UU., y se centran en la situación en la sociedad capitalista avanzada. Todo su análisis se relaciona con el capitalismo en esos países. Incluso su comprensión del Marxismo se limita al estudio de la dialéctica de una economía capitalista. La perspectiva Maoista acerca de la cuestión de la mujer en India también identifica al patriarcado como una institución que ha sido la causa de la opresión de la mujer a través de la sociedad de clases. Pero esa identificación no la hace como si de un sistema separado se tratase, con sus propias leyes de movimiento. La comprensión parte de que el patriarcado coge diferente contenido y forma en diferentes sociedades dependiendo de su nivel de desarrollo, su historia específica y la condición de esa particular sociedad; esto ha sido y está siendo usado por las clases dominantes para servir sus intereses. Por lo tanto, no hay un enemigo separado para el patriarcado. Las mismas clases dominantes, imperialistas, capitalistas o feudales, y el Estado que controlan, son los enemigos de la mujer porque ellos sustentan y perpetúan la familia patriarcal, la discriminación de género y la ideología patriarcal dentro de la sociedad. Ellos reciben el apoyo de los hombres de a pie que se tragan las ideas patriarcales. Pero la posición de esos hombres no puede ser comparada con las de las clases dominantes. Las feministas socialistas, dándole énfasis a la reproducción, están minimizando la importancia del rol de la mujer en la producción social. La cuestión crucial es que sin la mujer teniendo el control de los medios de producción y sobre los medios para cubrir necesidades y bienestar, ¿cómo puede acabarse su subordinación? Esto no es sólo una cuestión económica, es una cuestión de poder, una cuestión política. Y aunque la visión feminista pueda basarse en la consideración en el contexto de la división del trabajo basada en el género, en la práctica, se hace hincapié en las relaciones dentro de la familia heterosexual y en la ideología del patriarcado. Por otro lado, la perspectiva marxista subraya el papel de la mujer en la producción social y que su apartamiento de jugar un papel importante en la producción social ha sido la base de su subordinación en la sociedad de clases. Así que estamos interesados en la forma en que la división del trabajo, las relaciones con los medios de producción y el trabajo en sí en una sociedad particular, están organizadas para comprender comprender cómo las clases dominantes explotan a las mujeres y l as subordinan. Y desde luego normas y reglas patriarcales ayudaron y ayudan a intensificar la explotación de las mujeres y reducir el valor de su trabajo. Siguiendo con el tema y apoyando el argumento dado por Firestone, las feministas socialistas hacen hincapié sobre el papel de las mujeres en la reproducción para construir su argumento. Siguen a Engels en que: "De acuerdo con la concepción materialista, el factor determinante de la historia es, en última instancia, la producción y reproducción de la vida inmediata. Esto, de nuevo, es de un carácter
doble; por un lado, la producción de los medios de existencia, de comida, ropa y techo y las herramientas necesarias para su producción; en el otro lado, la producción de los mismos seres humanos, la propagación de la especie. La organización social en virtud del cual la gente de una época particular está determinada por ambos tipos de producción". Sobre la base de esta cita, las feministas socialistas colocan el punto en que en el análisis Marxista sólo se concentra en la producción, ignorando la reproducción. Contrariamente, Engels da el marco básico de una formación social: el materialismo histórico, nuestro estudio de la historia, que deja claro que cualquiera de los dos aspectos no pueden ser aislados o incluso entenderse sin tomar en cuenta al otro. El hecho es que a lo largo de la historia las mujeres han jugado un papel importante en la producción social y hacer caso omiso de esto y afirmar que el papel de la mujer en la esfera de la reproducción es el aspecto central y debe ser el foco principal es, de hecho, aceptar el argumento de las clases gobernantes patriarcales que el papel social de la mujer en la reproducción es más importante que cualquier otra cosa. Las feministas socialistas también distorsionan y vacían de contenido el concepto de base y superestructura en su análisis. Firestone dice que (y también lo hacen las feministas socialistas como Hartmann) la reproducción es una parte de la base. De esto se deduce que todas las relaciones sociales relacionadas con ella deben ser considerados como parte de la base - la familia, otras relaciones hombre-mujer, etc. Si todas las relaciones económicas, así como reproductivas son parte de la base, entonces el concepto se convierte en algo tan amplio que pierde su significado por completo y no puede ser una herramienta analítica, como estaría destinado a ser. La división sexual del trabajo ha sido una herramienta útil para analizar el sesgo patriarcal en la estructura económica de ciertas sociedades. Pero las feministas socialistas, que están poniendo por delante el concepto de la división del trabajo por género como más útil que el de la propiedad privada, están confundiendo el punto, histórica y analíticamente. La primera división del trabajo era entre hombres y mujeres. Y fue debido a causas naturales o biológicas el papel de la mujer en dar a luz hijos. Pero esto no significa desigualdad entre ellos - la dominación de un sexo sobre otro. La contribución de las mujeres en la supervivencia del grupo fue muy importante - la recolección de alimentos que hicieron, el descubrimiento del crecimiento y cuidado de plantas, la domesticación de los animales … esencial para el avance del grupo. Al mismo tiempo, una mayor división del trabajo se llevó a cabo, sin estar basada en el sexo. La invención de nuevas herramientas, el conocimiento de la domesticación de los animales, de la cerámica, del trabajo del metal, de la agricultura, todo esto y más, contribuyó a una división más compleja del trabajo. Todo esto tiene que ser visto en el contexto de la sociedad en su conjunto y su estructura - el desarrollo de las estructuras familiares y de clanes, de interacción y los enfrentamientos con otros grupos y de control sobre los medios de producción que se estaban desarrollando. Con la generación de excedentes, con guerras y el sometimiento de otros grupos que podrían entonces ser convertidos en mano de obra, el proceso de la retirada de las mujeres de la producción social empezó. Por lo tanto, la concentración de los medios de producción y el excedente en manos de clanes / jefes de la tribu dio paso a la dominación masculina.
La institucionalización de pleno derecho del patriarcado sólo podría venir después, es decir, la defensa o la justificación ideológica para la retirada de las mujeres de la producción social y su papel limitado a la reproducción en una relación monógama sólo podía aparecer posteriormente al pleno desarrollo la sociedad de clases y el surgimiento del estado. Por lo tanto, el mero hecho de la división sexual del trabajo no explica la desigualdad. Afirmar que la división del trabajo basada en el género es la base de la opresión de las mujeres en lugar de la sociedad de clases, todavía plantea la pregunta. Si no encontramos razones sociales y materiales para la desigualdad, entonces nos veríamos obligados a aceptar el argumento de que los hombres tienen una tendencia innata de poder y dominación. Tal argumento es contraproducente, ya que significa que no hay ningún punto en la lucha por la igualdad. Nunca se podría realizar. La tarea de tener hijos, por sí mismo, no puede ser la razón de esta desigualdad, ya que como hemos dicho anteriormente, era un papel que fue alabado y bienvenido en la sociedad primitiva. Otra razón material debe presentarse como la causa, algo que las feministas radicales y socialistas no están investigando. En el ámbito de la ideología, las feministas socialistas han hecho análisis detallados que exponen la cultura patriarcal en la sociedad, por ejemplo, el mito de la maternidad. Sin embargo, el énfasis unilateral por algunas de ellas en los factores ideológicos y psicológicos les hace perder de vista la estructura socio-económico más amplio en la que se basa esta ideología y psicología. En las cuestiones de organización, las feministas socialistas siguen a las feministas radicales y las anarco-feministas. Ellas han ideado claramente su estrategia, pero esto no es una estrategia para la revolución socialista. Es una estrategia completamente reformista porque no aborda la cuestión de cómo el socialismo puede llevarse a cabo. Si, como creen, partidos socialistas / comunistas no deben hacerlo, entonces los grupos de mujeres deberían brindar una estrategia de cómo van a derrocar la dominación de la burguesía monopolista. Ellas están restringiendo sus actividades prácticas a la organización de grupos pequeños, la construcción de comunidades alternativas, de la propaganda general y la movilización entorno a demandas específicas. Esta es una forma de práctica economicista. Estas actividades en sí mismas son útiles para organizar a la gente en el nivel básico, pero no son suficientes para acabar con el capitalismo y llevar el proceso de liberación de la mujer por delante. Estaríamos hablando de un mayor trabajo de organización en la confrontación con el Estado - su inteligencia y poder armado. Las feministas socialistas han dejado de lado esta cuestión, en el sentido de dejarlo en manos de los partidos revisionistas y revolucionarios que critican. Por lo tanto, la totalidad de su orientación es reformista, en la dirección de llevar a cabo la organización y propaganda limitada dentro del sistema actual. Un gran número de los teóricos del feminismo radical y la tendencia feminista socialista han sido absorbidos en empleos bien remunerados, de clase media, especialmente en las universidades y escuelas superiores y esto se refleja en el elitismo que se ha colado en su escritura y la distancia con el movimiento de masas. También se refleja en el ámbito de la teoría, como hemos visto.
Posmodernismo y feminismo La crítica de las feministas no-blancas condujo a una facción del feminismo a moverse en las aguas termales de la multiculturalidad y el posmodernismo. Partiendo desde la escritora existencialista Simone de Beauvoir, que decía que la mujer es el "otro", feministas postmodernistas están glorificando la posición del Otro, ya que se supone que debe dar conocimientos sobre la cultura dominante a la que el Otro no pertenece. Por lo tanto, las mujeres pueden ser críticas con las normas, los valores y las prácticas impuestas a todo el mundo por la cultura dominante. Ellas creen que l os estudios deben estar orientados a partir de los valores de las que están siendo estudiadas, las subalternas, que han estado dominadas. El postmodernismo ha sido popular entre los académicos. Ellos creen que no existe una categoría fija, en este caso, la mujer. El “yo” está fragmentado por diversas identidades - por sexo, clase, casta, comunidad étnica y la raza. Estas diversas identidades tienen un valor en sí mismos. Por lo tanto, esto se convierte en una forma de relativismo cultural. Así, por ejemplo, en la realidad, no existe tal categoría de "mujeres". La mujer puede ser una de las identidades del “yo”, pero hay otras también. Habrá una mujer dalit, una mujer dalit prostituta, una mujer de casta superior,... Visto de esta manera, no existe ninguna posibilidad de encontrar un terreno común para la actividad política colectiva. El concepto de la mujer ayudó a reunir a las mujeres y actuar colectivamente. Pero este tipo de políticas de identidad divide más que une. La unidad está en la base más estrecha. Los posmodernos celebran la diferencia y la identidad y critican el marxismo por centrarse en una totalidad - de clase - y por ser 'esencialista'. Además, el postmodernismo no cree que el l enguaje (lenguas occidentales por lo menos) refleje la realidad. Ellos creen que las identidades se construyen a través del discurso. Por lo tanto, en su entendimiento, el lenguaje construye la realidad. Por eso muchos de ellos se han centrado en la "deconstrucción" del lenguaje. En efecto, esto deja a una persona en nada - no hay ninguna realidad material de la que podemos estar seguros. Esta es una forma de subjetivismo extremo. Las feministas postmodernistas se han centrado en la psicología y el lenguaje. El posmodernismo, de acuerdo con el famoso filósofo francés Foucault, está en contra de lo que ellos llaman "relaciones de poder". Pero este concepto de poder es difuso y no está claramente definido. ¿Quién tiene el poder? De acuerdo con Foucault, es sólo en la plana local, así que la resistencia al poder sólo puede ser local. ¿No es esto la base del funcionamiento de las ONG, que unen a la gente contra un poder corrupto local y realizan los ajustes con el poder de los gobiernos central y estatales? Después de to do, el postmodernismo es escéptico de cualquier ideología o "grandes proyectos" o "grandes narrativas" como el humanismo, la ilustración y el marxismo y ve la realidad como fragmentada en "pequeñas narrativas". En efecto, el postmodernismo es extremadamente divisivo, ya que promueve la fragmentación entre las personas y da importancia relativa a las identidades sin un marco teórico para comprender las razones históricas de la formación de la identidad y de vincular las diversas identidades. Así podemos tener una reunión de o rganizaciones no gubernamentales como el Foro Social Mundial, donde todo el mundo celebra su identidad - las mujeres, las prostitutas, los homosexuales, las lesbianas, las tribus, los dalits, etc., pero no hay una teoría que lo someta a una comprensión global, una estrategia común. Cada grupo se resistirá a sus propios opresores, ya que así los percibe. Con este argumento, lógicamente, no puede haber
ninguna organización; en el mejor de los casos, puede haber una espontánea organización a nivel local y coaliciones temporales. Abogar por una organización de acuerdo con su comprensión significa reproducir “relaciones de poder” - la jerarquía, la opresión. Esencialmente, dejan al individuo para resistir por sí mismo, y están en contra de la resistencia organizada de forma consistente y armada. Carole Stabile (1997), una feminista marxista señala bien esto cuando dice: "El sesgo anti-organizacional es parte integral del paquete posmodernista. Organizar cualquier cualquiera, aunque sean las coaliciones más provisionales y espontánea es, para los teóricos posmodernistas sociales y feministas por igual, reproducir la opresión, las jerarquías, y las formas de dominación. Tampoco, como Joreen señaló hace más de dos décadas, parece importar que la falta de estructura produce sus propias formas de tiranía. Por lo tanto, en lugar de cualquier política organizada, la teoría social posmoderna nos ofrece variaciones sobre el pluralismo, el individualismo, la agencia individualizada, y en última instancia, soluciones individualizadas que nunca han podido - y nunca podrán - ser capaces de resolver los problemas estructurales ". No es de extrañar que el capitalismo, el imperialismo, etc., no signifiquen nada más que una forma más de poder. Mientras que el postmodernismo en su forma desarrollada no puede ser encontrado en un semi-feudal y semi-colonial sociedad como la India, muchas feministas burguesas han sido influenciadas por él. Su crítica vehemente de las organizaciones revolucionarias y revisionistas, por motivos de la burocracia y la jerarquía y el total desconocimiento de las cuestiones de clase en el movimiento de mujeres también reflejan la influencia del postmodernismo en los úl timos tiempos.
Resumiendo Mientras el debate con el marxismo, y dentro mismo del marxismo, dominó la década de 1970, en la década de 1980 el feminismo cultural con su agenda separatista y su mira colocada en los aspectos culturales de la opresión de la mujer pasó a primer plano. Las cuestiones de la elección sexual y la función reproductiva de las mujeres llegaron a dominar el debate y las discusiones en los círculos feministas. Muchas feministas socialistas también han dado importancia a estas preguntas aunque no en la forma extrema que tiene feminismo cultural. La transformación de la familia heterosexual se convirtió en el principal llamado del movimiento feminista burgués y las secciones más activas trataron de llevar algo a la práctica también. A pesar de que muchas de ellas pueden haber previsto un cambio en to do el sistema social de esta manera; de hecho, se convirtió en una perspectiva renovadora, que han tratado de teorizar. El posmodernismo hizo sentir su influencia en la década de 1990. Sin embargo, a finales de 1990, el marxismo vuelve a convertirse en una teoría importante dentro del análisis feminista. Esta visión crítica de la forma en que el movimiento feminista (en particular, la feminista radical y la feminista socialista) analiza teóricamente la opresión de las mujeres, las soluciones que han ofrecido y las estrategias desarrolladas para llevar el movimiento hacia adelante, nos muestra que los fallos en su teoría han llevado a abogar por soluciones que han llevado al movimiento a un callejón sin salida. A pesar del enorme interés generado por el movimiento y
el amplio apoyo de las mujeres que estaban tratando de comprender sus propias insatisfacciones y problemas, el movimiento no podría c onvertirse en un movimiento de amplia base consistente incluyendo no sólo las clases medias, sino también a las mujeres de la la clase trabajadora y de secciones étnicamente oprimidas. Las principales debilidades en su teoría y estrategias fueron: 1. Buscar las raíces de la opresión de la mujer en su f unción reproductiva. Dado que el papel de las mujeres en la reproducción está determinado por la biología, es algo que no se puede cambiar. En lugar de determinar la causa material y las causas sociales para el origen de la opresión de las mujeres, se centraron en un factor biológicamente dado cayendo así en la trampa del determinismo biológico. 2. En relación con su función biológica, centrarse en la familia nuclear patriarcal como la estructura básica de la sociedad en la que está arraigada su opresión. Por lo tanto, el énfasis estaba en oposición a la familia heterosexual como la base principal de la opresión de las mujeres. Como resultado, la estructura socio-económico más amplia que da pie a que exista la familia y que da forma a la familia fue ignorada. 3. Poner la contradicción entre el hombre y la mujer como la contradicción principal. Concentrar su atención en el cambio del sistema sexo / género - los roles de género en que los hombres y las mujeres han sido “socializados”. Esto significó la concentración de los aspectos culturales, psicológicos de la vida social sin tener en cuenta las fuerzas políticas y económicas más amplias que dan origen a y defienden la cultura patriarcal. 4. Haciendo hincapié en las diferencias psicológicas / de personalidad entre hombres y mujeres como biológicas y propugnar el separatismo para las mujeres. Un énfasis excesivo en la liberación sexual de la mujer: grupos separados, y lesbianismo. En esencia, esto significa que esta sección del movimiento de mujeres se limitó a grupos pequeños y no podía apelar a la movilización o la masa de las mujeres. 5. Enfatizar en la oposición a la jerarquía y la dominación y centrarse en pequeños grupos de concienciación y actividad alternativa. Oponiéndose a la movilización y la organización de la gran masa de mujeres oprimidas. 6. Ignorar o ser parcial contra las contribuciones hechas por los movimientos socialistas y revoluciones socialistas en Rusia, China, etc., en el logro de un cambio en la condición de grandes sectores de las mujeres.
Cómo los análisis teóricos erróneos y las estrategias equivocadas pueden afectar a un movimiento puede verse claramente en el caso del movimiento feminista. No entender la opresión de las mujeres como vinculada a la estructura socio-económica y política más amplia de explotación, al imperialismo, obliga a buscar soluciones dentro del propio sistema imperialista. Estas soluciones han beneficiado en el mejor de los casos una sección de mujeres de clase media, pero dada la gran masa de las mujeres oprimidas y explotadas, todo queda
lejos de la liberación. La lucha por la liberación de la mujer no puede tener éxito en el aislamiento de la lucha para derrocar el sistema imperialista en sí.