Comunidad lingüística (< latín communtas, -tis ['Comunidad; estado común']).
La comunidad lingüística es «toda sociedad humana que, asentada asentada históricamente en un espacio territorial determinado, reconocido o no, se autoidentifica como pueblo y pueblo y ha desarrollado una lengua común lengua común como medio de comunicación natural y de cohesión cultural entre sus miembros. .1 »
En tal sentido, los conceptos de comunidad lingüística y pueblo (como unidad demográfica) coinciden espacialmente. Más adelante, la Declaración Universal de Derechos Lingüísticos especifica que la comunidad lingüística será tal sin importar que se encuentre rodeada por otras comunidades lingüísticas, sin menoscabo de que estas compartan o no la historicidad de aquella. La Declaración establece otra categoría, la de grupo lingüístico, lingüístico, para referirse a aquellos colectivos humanos, como las diásporas y los inmigrantes, que viven de manera dispersa en el seno de otra comunidad lingüística, y comparten en común la lengua de esta, 3 con lo cual quedan dos categorías sociolingüísticas muy bien definidas: la comunidad lingüística , que corresponde a un colectivo humano en uso de una misma lengua, asentado en un espacio geográfico determinado que lo delimita e identifica como unidad demográfica; y el grupo lingüístico , que corresponde a un colectivo humano desplazado hacia el interior de una comunidad lingüística, pero sin que llegue a constituir una unidad demográfica. Tanto la comunidad lingüística como el grupo lingüístico se organizan y desarrollan en la trilogía lenguaje lenguaje--lengua lengua--habla habla.. Otros autores, como Albert Álvarez, ponen el acento en la dificultad de definir el concepto de comunidad lingüística. Este autor señala la necesidad de considerar las nociones diferenciales de pueblo y nación nación,, por una parte, y por la otra, sostiene la posibilidad de que en un mismo pueblo o nación coexistan varias comunidades lingüísticas, ofreciendo como ejemplo los casos del mundo hispánico y de Francia Francia.. En Guatemala, un país con un territorio de 108 889 km², hay veinticinco comunidades lingüísticas; la lengua franca es el castellano, y también se hablax inka inka , garífuna y veintidós idiomas que pertenecen a la familia lingüística maya (Verdugo, 2009, pp. 852-853): achi', akateko, awakateko, chalchiteko, ch'orti', chuj, itza', i x i l, jakalteco o popti', kaqchikel, k'iche', mam, mopan, xil, poqomam, poqomchi', q'anjob'al, q'eqchi', sakapulteko, sipakapense, tektiteko, tz'utujil y uspanteko .
La lengua que se utiliza para llevar a cabo la mayoría de las actividades educativas, económicas, políticas y sociales en Guatemala es el español o castellano, lo cual es una gran desventaja comunicativa interétnica para quienes no lo dominan (Verdugo, 2009, p. 853). Esta situación ha favorecido las desigualdades, pues durante años se ha minusvalorado a las lenguas indígenas como herramientas para el aprendizaje (Giuliani,2008, p. 5). En consecuencia, se observa una fuerte tendencia hacia la transición al castellano y son pocos los contextos en los que los idiomas indígenas sean dominantes (Galdames, Walqui & Gustafson, 2008, p. 212).
El monolingüismo en castellano que predomina en Guatemala también constituye una gran desventaja comunicativa interétnica, pues quienes no hablan un idioma maya, garífuna o xinka tienen menos posibilidades de comprender a fondo la diversidad inherente a la sociedad guatemalteca (Verdugo, p. 853). Las lenguas no sólo son medios para la comunicación, sino expresiones de una cultura, formas de pensar y visiones del mundo que enriquecen una nación (Herrera, 2007, p. 125). LENGUAS EN PELIGRO
De acuerdo con el Atlas Interactivo UNESCO de las Lenguas en Peligro en el Mundo (2009), al menos veintitrés lenguas indígenas de Guatemala se encuentran en peligro de extinción, aunque en diferentes grados: Hablantes
Nombre I tza'
1094
Xinka
1283
Mopan
2455
Ch'orti'
11 734
Jakalteco o popti'
34 038
Poqomam
11 273
Sakapulteko
6973
Sipakapense
5687
Tektiteko
1144
Tz'utujil
63 237
Achi'
82 640
Akateko
35 763
Awakateko
9613
Chuj
59 048
Garífuna
3564
Ix il
83 574
K'iche'
890 596
Kaqchikel
444 954
Mam
477 717
Poqomchi'
92 941
Q'anjob'al
139 830
Q'eqchi'
716 101
Uspanteko
3971
Grado de amenaza
En situación crítica Seriamente en peligro
En peligro
Vulnerable
DISPERSIÓN
La realidad lingüística del país es variada y presenta una gran dispersión de los idiomas, de modo que la situación aparece como un mosaico de idiomas, con fronteras lingüísticas bien marcadas (Verdugo, 2009, p.860). Cada uno de los idiomas del país cuenta con una diversidad de dialectos, al punto que algunas comunidades lingüísticas presentan un dialecto por cada municipio en el que habitan (Verdugo, 2009, p. 860). El mam, por ejemplo, es uno de los idiomas mayas que presenta más variaciones internas pues tiene al menos 686 000 hablantes dispersos en 56 municipios (England, 1990): se ha acostumbrado a hablar, por lo menos, de las diferencias entre el mam norte, que abarca los pueblos de habla mam de Huehuetenango y otros al norte del departamento de San Marcos, y el mam del sur, que cubre el resto de San Marcos y la parte mam de Quetzaltenango. Menos conocida, tal vez, es la existencia de otro grupo de pueblos donde también se encuentran diferencias substanciales entre el norte y el sur; estos pueblos son los de Tacaná, Sibinal y parte de Tectitán, que constituyen la región mam occidental.(England, 1990, p. 222). Aunque se trata del mismo idioma, presenta fenómenos dialectales (por ejemplo, fonéticos, léxicos o sintácticos), por razones geográficas o sociales, que le distinguen de una comunidad a otra (England, 1993, p. 7).