COMENTARIO a VIOLENC VIOL ENCIAS IAS POLÍTIC POL ÍTICAS AS, de PHILIPPE BRAUD
Philippe Braud estructura su libro1 en torno a cinco grandes vías de acceso al tema de la violencia política: la violencia como objeto de la flosoía; la violencia desde el punto de vista de los actores; la violencia como objeto de las ciencias sociales; la violencia simbólica; y los medios para salir de ella. u objetivo es abordar un estudio !clínico" # de la violencia política $ue prescinda de criterios morales% con el fn de llegar una defnición científca científca $ue logre logre distinguirl distinguirla a respecto respecto de cual$uier cual$uier otro comportamiento comportamiento humano. u punto de partida es el an&lisis de la condición de víctima% cuyo rasgo distintivo distintivo es el surimiento% surimiento% en primera instancia instancia ísico% ísico% pero tambi'n psicológico: la violencia ísica hace surgir un sentimiento de vulnerabilidad. (o obstante% el surimiento puede aparecer tambi'n sin $ue medie ata$ue ísico alguno% y esto conduce a Braud a considerar $ue tanto la violencia ísica como la simbólica deben ormar parte del mismo concepto ). *l +nico elemento $ue tienen en com+n todas las ormas de violencia es la víctima y su punto de vista; en contraste% los responsables de la violencia pueden negarla y% en otros casos% como en el de la violencia ejercida en el marco de procesos sociales% apenas se les podr& identifcar. identifcar. *n conclusión% sólo hay un criterio para defnir en t'rminos !clínicos" la violencia: !la e,istencia de un surimiento surimiento vivido subjetivamen subjetivamente" te"-. ual$uier otro conlleva% a juicio de Braud% la ormulación de juicios de valor acerca de si es o no aceptable tanto moral como políticamente la violencia alegada por dierentes grupos sociales.
La violencia como objeto de la floo!"a
eg+n Braud% e,isten tres puntos de vista flosófcos undamentales acerca de la violencia política: el racionalista% $ue la ju/ga una !aberración !abe rración""0; el $ue aspira a regularla para alcan/ar la seguridad de $ue el ser humano carece 1 Philippe Braud% Violencias políticas % lian/a *ditorial% #223. 4odas las citas proceden de esta edición.
# 5bíd. P&g. 1) ) !*s la dimensión psicológica de la violencia ísica la $ue le confere la sensación de herida"% 5bíd. P&g. #2
- 5bíd. P&g. #1 0 5bíd. P&g. #6
en esta estado do natu natura rall 7vio 7violen lento to por por defn defnic ició ión8 n8;; y el $ue $ue la ensa ensal/ l/a a co como mo 3 liberadora de !una energía primordial" . 9a violencia% enómeno irracional ran parte del pensamiento político occidental 7ontaigne% Beccaria% 9as asas%
evolución rancesa no era un precio admisible. 9a revolución bolchevi$ue volver& a plantear el mismo dilema: mientras $ue algunos teóricos revolucionarios 7
alcance el autodominio es un planteamiento de @ume $ue se traducir&% en el &mbito social y político% en la idea% corriente en la flosoía del siglo A555% se seg+ g+n n la cual cual el desa desarr rrol ollo lo del del co comer merci cio o co conll nllev eva a una una redu reducc cció ión n de la violencia 7dam mith% ontes$uieu8. Para Braud el actor decisivo% en el orden interno% no consiste tanto en la supuesta virtud pacifcadora de la economía de mercado como en el grado de ri$ue/a $ue permite a las naciones !apaciguar las insatisacciones de sus ciudadanos" 6; en el orden e,terno% sin embargo% dado $ue la guerra moderna ya no precisa de la movili/ación masiva de los ciudadanos% un nivel de vida elevado es un actor menor en la l a reducción de conCictos. 9a regulación de la violencia y la b+s$ueda de la seguridad De ac acue uerd rdo o co con n @o @obb bbes es%% en esta estado do natu natura rall el homb hombre re vive vive en guer guerra ra permanente con sus semejantes. *n una situación en $ue cada ser humano posee el derecho natural de autodeensa% la violencia no tiene fn y la +nica salida es $ue todos deleguen tal derecho en benefcio de una autoridad 3 5bíd. 6 5bíd. P&g. )3
soberana capa/ de imponer la protección de una ley a $ue todos se sometan. @obbes% sin embargo% no le preocupa $ue la violencia desplegada por este poder soberano pueda% a su ve/% hacer peligrar la seguridad de los ciudadanos. *n contraste% los teóricos liberales como 9oc=e o onstant si temen $ue la arbitrariedad del poder político interfera en las libertades de opinión y e,presión% pero% sobre todo% $ue amenace la seguridad ísica y la propiedad de las personas. 9a efcacia de esta violencia al servicio del derecho y la ley implica !el recurso a la uer/a contra los recalcitrantes" E. *n la actualidad% sin embargo% se tiende a minimi/ar el papel de la violencia como garantía del cumplimiento del derecho. 9as ra/ones de ello son% seg+n Braud% tanto psicológicas como políticas: de una parte% el creer $ue el acatamiento de la ley se debe al libre consentimiento es m&s satisactorio $ue admitir $ue se hace por coacción; de otra% en la teoría política y jurídica se sobrevalora por sistema el consentimiento por su virtud legitimadora. 9o cual no puede ocultar el papel undamental $ue% incluso en las democracias% sigue desempeFando la violencia: en los cambios de r'gimen% en las relaciones de uer/a $ue subyacen a la elaboración de las leyes y% sobre todo% en el papel $ue la amena/a de sanciones penales juega en la imposición de las normas jurídicas: la limitada importancia de la violencia ilegal se debe% en +ltima instancia% al cr'dito $ue se concede la eectividad de la violencia legal. 9a reivindicación de la violencia *l elogio de la violencia puede rastrearse desde la e,altación tradicional de las virtudes coneridas al guerrero 7heroísmo% desprecio de la muerte8% pasando por la alaban/a de la guerra de autores tan dispares como De aistre o Proudhon% hasta llegar al darGinismo social de mitad del A5A% para el $ue la guerra viene representar entre las naciones lo $ue la lucha por la e,istencia en el reino animal. Para (iet/sche la violencia es !patrimonio de los seres superiores"H% e,presión de una moral $ue no reconoce otros deberes $ue para con sus iguales. *ste concepto !dionisíaco" de la violencia e,plica la atracción por la guerra% por el uror desatado; y% si bien son pocos los flósoos $ue hallen justifcación para la violencia orgi&stica% 'sta sí encontrar& su elogio si se ju/ga $ue la inspira una causa noble. *n el otro e,tremo% eorge orel ue el primero en entonar las alaban/as de la !violencia proletaria" concretada en la !huelga general revolucionaria"12% una violencia generosa y desinteresada rente a la desplegada por la burguesía. 4ambi'n 9enin revela !una aut'ntica ascinación por la virilidad y el instinto ísico del hombre del pueblo" 11. Por +ltimo% en su prólogo a Los E 5bíd. P&g. -2 H 5bíd. P&g. -E 12 5bíd. P&g. 02 11 5bíd. P&g. 01
condenados de la Tierra % de Irant/ Ianon% artre justifca la violencia de los
pueblos coloni/ados como catarsis de autoafrmación y liberación.
La violencia dede el #$nto de vita de lo acto%e& la j$tifcaci'n
*l empleo de la violencia se justifca% b&sicamente% por dos vías: bien por su efcacia% bien por su legitimidad. 9a justifcación por la efcacia *n las democracias modernas% las maniestaciones de protesta son un medio a trav's del cual los convocantes esperan inCuir en los resultados políticos. 9as ormas de violencia $ue se ponen en pr&ctica suelen ser% no obstante% moderadas. 9a ra/ón de ello es $ue% a menos $ue se mantenga por debajo de cierto umbral% la violencia provoca un gran recha/o social% $ue aecta por igual a los e,cesos eventualmente cometidos por las uer/as de orden p+blico% $ue pueden comprometer gravemente el cr'dito de los gobernantes democr&ticos. *n otras palabras% la efcacia $ue se busca tiene mayores posibilidades de ',ito con la pr&ctica de !violencias de baja intensidad"1#. *n cuanto a las violencias de alta intensidad es preciso distinguir% a eectos de su posible efcacia% entre los diversos agentes responsables. *n el caso de !brutalidades callejeras" o de !violencia colérica"1) el c&lculo de costesJbenefcios pasa a un segundo t'rmino 7aun$ue% en ocasiones% puede tratarse de una violencia instrumentali/ada y $ue% por ende% sí responde a un c&lculo indirecto8. *n lo $ue se refere a las violencias intensas del tipo golpe de Estado $ue a+n tienen lugar en algunos países de Krica Lccidental% tampoco el c&lculo de utilidad sirve de e,plicación para los procesos de desplome de la autoridad estatal. *l criterio de efcacia es decisivo% sin embargo% para e,plicar el enómeno del terrorismo . *n este caso% la utilidad es triple: en primer lugar% se deriva del hecho de $ue el terrorismo orece una compensación por la debilidad militar en los enrentamientos militares convencionales y asimismo por su debilidad e impotencia política; en segundo lugar% logra mantener viva en la agenda política la causa $ue asegura deender 7para lo cual resulta imprescindible la repercusión de sus acciones en los medios de comunicación8; y% en tercer lugar% conía en !imponer al menos la apertura de negociaciones a un adversario decepcionado por una lucha sin resultados en el plano estrictamente policial" 1-.
1# 5bíd. P&g. 0H 1) 5bíd. P&g. 32 1- 5bíd. P&g. 33
Por +ltimo% el c&lculo de utilidad respecto a la entrada en guerra conlleva una complejidad mayor: por la movili/ación $ue se precisa en cuanto a recursos humanos% económicos y tecnológicos; por el obst&culo $ue en una democracia supone una opinión p+blica nada dispuesta a asumir p'rdidas; y por el coste de las operaciones. 9a justifcación por la legitimidad 9a legalidad es el actor $ue mayor legitimidad confere a cual$uier acción de uer/a% tanto a nivel interno% en los países en los $ue impera el *stado de derecho% como en el orden e,terno% con la creación de jurisdicciones internacionales especiali/adas en crímenes de guerra. Por su parte% las organi/aciones $ue impulsan estrategias violentas precisan militantes $ue no alberguen dudas ni sobre la legitimidad de la causa ni sobre los medios utili/ados para promoverla. >esulta diícil $ue en la actualidad se ju/guen legítimas las violencias de alta intensidad y ello% sobre todo% por causas sociológicas: la ciudadanía es consciente de $ue la inseguridad generada por la violencia desestructura tanto las economías nacionales como los intercambios internacionales; los medios de comunicación% por su parte% hacen a la opinión p+blica testigo tanto de los surimientos ísicos como de las secuelas psicológicas $ue padecen las víctimas; por +ltimo% la deslegitimación viene asimismo de la mano de la decadencia de los valores asociados a la virilidad% debida a la evolución social y económica% al cada ve/ mayor protagonismo de las mujeres en las movili/aciones de protesta% $ue reduce su grado de brutalidad% y a la evolución de los ej'rcitos% con la progresiva transormación de los soldados en t'cnicos. (o obstante% el recurso a la violencia se sigue considerando legítimo en dos casos: el derecho a la autodeensa y la promoción de una !causa justa". *n el &mbito interno 7democr&tico8% la legítima deensa es% en principio% prerrogativa del *stado% $ue monopoli/a la coacción legítima% y esgrime a$u'lla en cuanto !derecho inalienable a garanti/ar la seguridad de sus conciudadanos" 10. *sta legitimidad es objeto de controversia cuando se producen graves tensiones sociales; pero cuando la cohesión social est& garanti/ada% no suele discutirse tal preeminencia siempre y cuando la coacción se ejer/a dentro de los límites marcados por la legalidad. *n el orden internacional% tambi'n se reconoce al poder político dicha prerrogativa a la hora de garanti/ar la protección de sus habitantes y su territorio. @oy en día el recurso a la guerra en virtud del principio de legítima deensa deriva undamentalmente su legitimidad del aval $ue brinde el onsejo de eguridad de la L(M toda ve/ $ue la inmensa mayoría de los *stados son miembros de (aciones Mnidas; de hecho la e,istencia o no de una resolución del onsejo condiciona en gran medida el eventual visto bueno de la opinión p+blica a una intervención militar en el e,tranjero. 10 5bíd. P&g. E2
9a justifcación de la violencia en virtud de una “causa justa ha solido encubrir las motivaciones reales de las actuaciones% ya sea la deensa de intereses económicos o la mera voluntad de poder. 9a utilidad política $ue se deriva de la legitimación de las acciones violentas con argumentos idealistas e,plica el empleo de la religión como valor justifcativo 7e ideali/ador8 de todo tipo de violencias; de la emancipación del proletariado como e,cusa de la violencia revolucionaria; o% contempor&neamente% de la deensa de la democracia y los derechos humanos para enmascarar los objetivos $ue realmente se persiguen 7invasión de 5ra= en #22)8. Dado $ue en las democracias el umbral de legitimidad de la violencia en caso de guerra es muy alto% en ellas se tiende a utili/ar otro tipo de estrategias legitimadoras% como la demoni/ación del adversario% cuya intrínseca maldad se pretende $ue justif$ue la justicia de la guerra; pero tambi'n se da el caso de la legitimidad otorgada a una intervención militar por intelectuales y medios de comunicación de muy diversa orientación política% cuya !efcacia persuasiva NO puede ser muy grande" 13 7intervenciones de la L4( en Bosnia y
La violencia dede el #$nto de vita de lo acto%e& lo #%oceo de acele%aci'n, en($itamiento ) e%%adicaci'n de la violencia
9as circunstancias avorables a la propagación de la violencia son muchas: atentados signifcativos% magnicidios% incidentes ronteri/os; la represión desmedida en caso de situaciones prerrevolucionarias; la violencia gubernamental indiscriminada; las Cuctuaciones en las políticas represivas% cuyos altibajos pueden estimular la intensifcación de las revueltas 7urr8; en el caso de maniestaciones protestatarias y movimientos revolucionarios% la b+s$ueda de m&rtires. *n conCictos militares interestatales% la escalada puede deberse a ',itos iniciales% $ue condicionan la evaluación objetiva de situaciones posteriores; o al deseo de revancha de países o pueblos vencidos. 9a victoria puede de hecho contribuir al surgimiento de nuevos conCictos% de resistencias violentas e incluso provocar $ue% ante el temor $ue suscitan las pretensiones hegemónicas% personas neutrales se sumen a coaliciones hostiles. Dos son las din&micas b&sicas de en!uistamiento de la violencia. *n primer lugar% en los países asolados en guerra de larga duración surgen !categorías de actores interesados directamente en su dilatación"16 7mercenarios% seFores de la guerra8% $ue pueden convertirse en !agentes objetivos de la prolongación del conCicto" 1E por el lucro $ue esperan seguir obteniendo; por la amena/a de represalias o de condenas judiciales% $ue les disuade del retorno a la vida civil; y por el escaso atractivo $ue orece la 13 5bíd. P&g. E6 16 5bíd. P&g. H3 1E 5bíd. P&g. H6
perspectiva de reinserción en circunstancias de nulo desarrollo económico. *n segundo lugar% cuando los gobernantes democr&ticos se enrentan a rebeliones% insurrecciones o actos terroristas% vienen obligados a ejercer la violencia estatal dentro del marco establecido por el *stado de derecho; la limitación de las libertades p+blicas o de la aplicación de medidas de e,cepción pueden llegar a ortalecer a las organi/aciones $ue recurren a la violencia; todo lo cual contribuye al estancamiento de la situación% del $ue sólo puede salirse mediante decisiones políticas radicales diíciles de tomar. uando la violencia alcan/a una intensidad e,trema% puede llegar a uncionar como medio para erradicar otras violencias $ue se le opongan. 9a disuasión a trav's del terror es un recurso empleado por los gobernantes de todas las 'pocas% en particular por los estados dictatoriales. *l objetivo perseguido es simple: $ue el temor a la repetición de los e,cesos suridos mantenga parali/adas a las poblaciones no sumisas.
La violencia dede el #$nto de vita de lo acto%e& e!ecto de %eet%$ct$%aci'n #ol"tica
4res consecuencias undamentales se derivan de las violencias de alta intensidad% tanto en el &mbito interno como en el internacional% en lo $ue se refere a los actores participantes: la radicali/ación de los antagonismos políticos% la aparición de nuevas uer/as políticas y la activación de comunidades emocionales. 9as violencias de alta intensidad inciden directamente en la racionalidad de los actores. *n tales casos% los juicios políticos habituales son reempla/ados por categori/aciones morales radicales: el adversario es defnido en t'rminos de odio y desprecio. *n el caso de los gobernantes democr&ticos $ue han de enrentar situaciones de insurrección% terrorismo o guerra este mecanismo psicológico puede conducir a la tentación de responder en los mismos t'rminos% iniciando una espiral $ue incrementa el riesgo de incurrir en errores de juicio ulteriores; los an&lisis objetivos de la situación $uedan en segundo plano. 9a plena asunción de la violencia va de la mano con la radicali"ación de los an#lisis políticos y la descalifcación del adversario 7los e,cesos contra el cual $uedan así legitimados8. 9a dial'ctica amigo?enemigo obliga% adem&s% a $ue los moderados deban tomar partido; la demagogia política $ue hace acto de presencia en estas circunstancias mina sus posiciones de partida: !la intimidación acalla la voces de la ra/ón"1H. $uevos actores políticos emergen en los procesos de violencia. 9as
maniestaciones de protesta pueden dar lugar a la aparición de líderes m&s radicales% con mayor capacidad para lograr $ue se incluyan las reivindicaciones en la agenda política. uando los gobernantes no pueden derrotar a las organi/aciones $ue defenden la lucha armada% cobra uer/a la 1H 5bíd. P&g. 12E
opción de aceptarlas como actores participantes en un eventual di&logo; lo cual puede suscitar una oposición enconada% en particular si en las negociaciones se prescinde de actores electoralmente legitimados. *n las situaciones de posguerra% si por un lado surge la fgura del e, combatiente% $ue !representa un poderoso llamamiento a la unidad por encima de las discrepancias de los partidos% las clases o las religiones"#2% por otro el surimiento e,perimentado durante el conCicto promueve la opción del pacifsmo. 9as comunidades emocionales brotan al calor de cual$uier enómeno violento y se caracteri/an por constituir !un colectivo basado en aectos compartidos"#1 relacionados con el hecho y sus consecuencias. *stas comunidades ejercen una enorme presión sobre sus miembros $ue potencia la cohesión del grupo. 9a e,periencia en torno una violencia grave provoca implicaciones emocionales de car&cter identitario $ue pueden llegar a ser muy poderosas desde el punto de vista político: pueden revelar !solidaridades de base social% comunitaria% religiosa o nacional"## subyacentes; en casos de enrentamientos% esta solidaridad se manifesta en la tendencia a minimi/ar% o incluso negar% los surimientos del enemigo y a reconocer e,clusivamente como tales a !sus" víctimas; incluso entre los intelectuales !la resonancia emocional de la violencia propicia un sesgo irresistible en la construcción de sus an&lisis" #).
La violencia como objeto de inveti*aci'n en la ciencia ociale& an+lii ociol'*ico
9os planteamientos de orden sociológico tratan de identifcar los actores estructurales 7económicos% políticos8 $ue motivan los actos violentos. Braud menciona cuatro tipos: los $ue se centran en el problema de la escase/ de bienes; los $ue lo hacen en la desigualdad; el modelo de la privación relativa; y las teorías de la acción racional. iolencia y escase/ ientras $ue la abundancia de bienes potencia las relaciones sociales pacífcas en el orden interno como en el e,terno% la escase/ lo hace con la agresividad y la violencia. *s decir% la relación entre el tamaFo de la población y los recursos disponibles e,plicaría el estallido de conCictos derivados de la demograía. 9a superpoblación% no obstante% es un actor relativo: mientras $ue una gestión incorrecta de los recursos puede hacer surgir la escase/ en países autosufcientes% las innovaciones tecnológicas% el #2 5bíd. P&g. 11) #1 5bíd. P&g. 11## 5bíd. P&g. 113 #) 5bíd. P&g. 11E
comercio% la industriali/ación y la urbani/ación pueden ocasionar el eecto contrario. Ltra e,plicación de las violencias generadas por actores demogr&fcos es la posible correlación entre la tendencia a la violencia y la baja esperan"a de vida en una sociedad 7Derriennic8: la proporción de jóvenes se ve reor/ada% son ellos los $ue nutren los ej'rcitos y milicias% y estadísticamente los hombres jóvenes son con mayor recuencia agentes de la violencia; tambi'n por$ue la baja esperan/a de vida% $ue hace de 'sta un bien precario% relativi/a el coste humano de motines% represiones y guerras. @ay otros bienes vitales cuya escase/ deviene en actor de violencias: la escase/ de agua% los conCictos en torno a las uentes de energía% la protección de ecosistemas amena/ados. ientras $ue en los países económicamente desarrollados la violencia política es menor $ue en los países m&s pobres% $ue son los $ue suren mayores violencias% la e,istencia o no de una correlación entre alta de recursos% pobre/a y nivel de violencia política en un país parece depender de la presenciaJausencia de otra variable: el grado de institucionali/ación política. *n eecto% donde el grado es bajo% la violencia se incrementa tanto en la orma en $ue se transmite el poder como en el modo en $ue se e,presan las insatisacciones. Por otro lado% en las sociedades tradicionales cuyas estructuras políticas y económicas se han !occidentali/ado"% la violencia política se intensifca si tales transormaciones no vienen acompaFadas !de una elevación sensible del nivel de vida general" #-. iolencia y desigualdad Desde el punto de vista económico % la pobre/a relativa% es decir% el acceso desigual a los recursos es uente de violencias a nivel internacional. *n t'rminos históricos% la hegemonía occidental sobre el planeta le he permitido acceder a unos recursos cuya redistribución interna ha acilitado la pacifcación social y la consiguiente legitimación del sistema. *n la política interna% las desigualdades en el acceso a la ri$ue/a y al poder pueden devenir en conCictos entre los gobiernos% sus oponentes y los sectores e,cluidos. 9a activación de esta violencia potencial depender&% sin embargo% del grado en $ue socialmente se haya interiori/ado la legitimidad de tales desigualdades. *n este sentido% e,isten instancias ideológicas y culturales $ue desarrollan procesos de legitimación de las desigualdades económicas y política% los cuales% si son efcaces% reducen en mucho la probabilidad de estallidos violentos: la religión; en las sociedades liberales% la promoción del espíritu emprendedor; la prosperidad económica misma de las democracias occidentales. 4ambi'n el acceso al poder político es desigual% incluso en las democracias% cuyas 'lites diícilmente son representativas de su población desde el punto de vista sociológico. 9os conCictos $ue de ello se derivan son #- 5bíd. P&g. 1)1
particularmente graves en las sociedades multi'tnicas #0. 9a desigualdad en el acceso al poder político puede ser asimismo resultado de la con$uista y dominación e,tranjeras 7lo cual repercute en la violencia característica de los movimientos de descoloni/ación8. *l modelo de la privación relativa *sta teoría% cuya ormulación se debe a 4ed urr% trata de e,plicar todas las ormas de violencia política 7e,ceptuando los conCictos internacionales8 a partir de la idea de rustración relativa% de acuerdo con la cual la causa +ltima $ue e,plica el recurso a la violencia es la divergencia entre las e,pectativas de acceso a bienes a $ue se cree tener derecho y la posibilidad real de acceso% $ue se ju/ga indebidamente restringida. mbas percepciones est&n socialmente condicionadas. 9a rustración relativa alcan/a su punto &lgido cuando la brecha entre e,pectativas y las posibilidades de satisacción es m&,ima% pero ello no determina de modo mec&nico el surgimiento de la violencia. *n su modelo% urr tiene en cuenta una serie de variables $ue incrementan o disminuyen la probabilidad del estallido: el potencial coercitivo del r'gimen y el grado de legitimidad de $ue disrute; el potencial coercitivo de los grupos descontentos y los apoyos $ue consigan; el historial de violencia de la sociedad de $ue se trate; el ',ito obtenido en el pasado por movimientos similares. 9as teorías de la acción racional De acuerdo con estas teorías los actores deciden recurrir a la violencia si creen $ue est& ser& efca/ para lograr sus objetivos; este c&lculo de utilidad est& condicionado por el marco institucional en el $ue se desenvuelven. *l aprendi/aje y la sociali/ación est&n en la base de este tipo de comportamientos. simismo% se postula $ue los actores son conscientes del coste y los riesgos $ue la violencia comporta; en principio% sólo optar&n por ella si ju/gan insufcientes los medios políticos para lograr sus propósitos. Lberschall considera $ue el grado de !estructuración de la conCictividad" es un actor decisivo a la hora de e,plicar el recurso a la violencia. *n el aspecto político% la estructuración es grande !si e,iste un lidera/go eectivo en cada uno de los campos"#3; las disensiones% la disciplina escasa son signos de una estructuración baja. 9a probabilidad de violencias es directamente proporcional al grado de estructuración de la conCictividad 7es decir% es racional restringir su uso cuando se pueden alcan/ar los objetivos por otros medios8. Mn escalón superior lo constituye la institucionali/ación de los conCictos: a los grupos de protesta se les reconoce el derecho a la p+blica e,presión de sus puntos de vista y% en #0 !llí donde la toma de conciencia identitaria es uerte% la inrarrepresentación de una minoría y NO la de una mayoría se transorman en un problema político de capital importancia"% 5bíd. P&g. 1)6
#3 5bíd. P&g. 1-6
segundo t'rmino% son aceptados como interlocutores por las autoridades gubernamentales; por +ltimo% !se le concede a la oposición un estatuto jurídico protegido"#6. eg+n Braud% el punto d'bil de este tipo de modelos es $ue al no tener en cuenta !las variables emocionales NO para centrarse en elementos cuantifcables y verifcables"#E% no pueden e,plicar cabalmente a$uellos enómenos de violencia $ue obedecen !m&s bien a delirios mim'ticos $ue a c&lculos de utilidad"#H. 9a violencia% escribe Braud% puede llegar a ser un fn en sí misma y no un medio para la consecución de fnes ulteriores.
La violencia como objeto de inveti*aci'n en la ciencia ociale& an+lii #icol'*ico
*,isten al respecto dos planteamientos antagónicos. De acuerdo con uno% determinados tipos de personalidad muestran predisposición a la violencia; seg+n el otro% los individuos involucrados son personas corrientes a las $ue circunstancias concretas convierten en agentes violentos. Personalidades violentas Braud menciona dos tipos de e,plicaciones. *n primer lugar% de acuerdo con
violentos como actor e,plicativo de la violencia política es muy reducida% con dos salvedades: en primer lugar% hay actos concretos de psicópatas $ue pueden ser políticamente relevantes% aun$ue% en cual$uier caso% ser& el conte,to sociopolítico en $ue se produ/can el $ue determine su impacto; en segundo lugar% e,iste un vínculo entre determinados tipos de personalidad y las organi/aciones en $ue deciden insertarse 7uer/as policiales especiales% partidos políticos e,tremistas8% $ue puede contribuir a la deriva violenta de a$u'llas. iolencia y gente corriente eg+n el modelo pulsión%in&ibición de Ber=oGit/% la probabilidad de la violencia aumenta cuando estímulos e,ternos activan la agresividad al tiempo $ue suprimen las inhibiciones. 9a !violencia col'rica"% por tanto% da salida a las tensiones psicológicas. *ste tipo de violencia suele aparecer en el comportamiento colectivo de las masas y puede ser &cilmente instrumentali/ada. *ste modelo caracteri/ado por la liberación de las inhibiciones y controles sociales se verifca% sobre todo% en la llamada !violencia orgi&stica"% $ue tiende a surgir en conte,tos específcos: la festa% donde la transgresión est& permitida% pero $ue% en determinadas circunstancias 7celebración de una victoria ardua o de la liberación de un r'gimen odiado8% puede derivar en estallidos incontrolables; la guerra y la suspensión de las inhibiciones morales $ue en ocasiones conlleva; y las situaciones de anomia social en $ue el desmoronamiento de la autoridad estimula la comisión de todo tipo de e,cesos. *n otras ocasiones% determinados individuos son inducidos a cometer actos violentos contra personas rente a las carecen de predisposición hostil alguna. eg+n algunos an&lisis% la ra/ón parece residir en las órdenes impartidas por una autoridad a la $ue se reconoce como legítima% el sometimiento a la cual compensa por triple partida al agente $ue debe enrentar el dilema moral: es coherente con su unción principal; lo e,ime de responsabilidad en virtud de su car&cter de mero ejecutante; y le ahorra el castigo cone,o con la indisciplina. Ltro tipo de an&lisis resalta las din&micas de grupo como mecanismos activadores de la violencia. nivel de la toma de decisiones 7en particular las $ue implican el uso de la uer/a8% 5rving Qanis habla de groupt&in' 7!pensar en grupo"8. *n este caso% un grupo reducido de individuos toma decisiones relevantes en un conte,to de aislamiento y secretismo% y son precisamente las condiciones en $ue se desarrolla el proceso de decisión 7minusvaloración de la inormación incómoda o desestabili/adora% autocensura y unanimidad% $ue devienen en reuer/o !sin undamento real% de la convicción dominante")#8 las $ue determinan el resultado. nivel de los ejecutantes% otro tipo de din&micas de grupo inducen !a cometer actos de violencia en deensa propia sin $ue se pueda decir $ue se han visto
)# 5bíd. P&g. 16)
estrictamente obligados"))% siendo actores determinantes de este comportamiento !el sentimiento corporativo NO el conormismo de grupo y la presión de los colegas" )- 7hristopher BroGning8.
La violencia imb'lica
9a utilidad del concepto de violencia simbólica estriba en $ue permite incluir cual$uier tipo de violencia ejercida contra la identidad de las personas% !bien confriendo a las violencias ísicas su aut'ntico sentido político y psicológico% bien produciendo eectos dolorosos de manera independiente". Desde el punto de vista de la víctima la violencia simbólica puede reerirse% por un lado% a la idea de !desvalori/ación" y% por otro% a la !desestabili/ación por p'rdida de reerencias")0. 9a devaluación de la identidad *ste g'nero de violencia simbólica se ejerce contra una característica distintivamente humana: la necesidad de sentirse reconocido y valorado. 9os ata$ues parecer&n m&s violentos cu&nto m&s importancia se otorgue a la identidad% tal y como sucede en el &mbito político y social% donde las identidades se construyen en torno a determinadas características $ue% en situaciones específcas% se sobrevaloran hasta defnir de modo e,clusivo al individuo 7!identidades primordiales" seg+n liRord eert/8. 4res son% seg+n Braud% los tipos de violencia simbólica relacionados con la minusvaloración de la identidad propia: la heteroobia% la e,hibición de superioridad y la negación del surimiento e,perimentado. 9a violencia de car#cter &eteróobo 7,enoobia% antisemitismo% anticlericalismo% machismo% ultraeminismo% antagonismo de clase8 !se centra en un atributo identitario a partir del cual todo un grupo resulta designado y encasillado en representaciones peyorativas")3. *ste enómeno resulta singularmente grave en seg+n $u' circunstancias: en los casos de !depreciación cru/ada" en $ue los ata$ues entre grupos de pertenencia se retroalimentan; y en momentos en $ue el grupo se siente inseguro. *n las sociedades contempor&neas% aun$ue los juicios heteróobos reciben un recha/o generali/ado% algunos políticos pueden albergar la tentación de instrumentali/ar tales sentimientos si ju/gan $ue ello puede brindarles r'dito electoral.
)) 5bíd. P&g. 16)- 5bíd. P&g. 160 )0 5bíd. P&g. 16H )3 5bíd. P&g. 1E#
9a e(&ibición de superioridad !resulta diícil de sobrellevar para los miembros de los grupos reducidos a un rango inerior" )6 cuando concurren dos actores: la arrogancia no se percibe como legítima y% adem&s% deriva en acciones oensivas. *n ocasiones% esta violencia simbólica tiene traducción jurídico?política en los sistemas de apartheid y% actualmente% en las !reafrmaciones comunitaristas")E. 9a disparidad entre niveles de vida puede llegar a ser insoportable si se percibe como una e,hibición por !culturas $ue no pueden mostrar signos e,ternos e$uivalentes de ',ito material")H. Del mismo modo% las ideologías basadas en ideas tales como la de pueblo predilecto o nación !elegida" pueden promover an&logo sentimiento en a$uellos para $uienes los títulos alegados son ilegítimos y% adem&s% suren las consecuencias. *n las democracias contempor&neas% la violencia simbólica de este tipo ad$uiere tintes m&s sutiles: los estratos sociales con escaso nivel educativo y sin acceso a los medios de comunicación diícilmente sabr&n deender sus puntos de vista en p+blico y% en consecuencia% es probable $ue se autoperciban como socialmente ineriores a a$uellos sectores 7periodistas% uncionarios8 con recursos culturales 7dominio del lenguaje% capacidad persuasiva8 y acceso privilegiado a la inormación y a los medios de diusión. Por otro lado% la hostilidad rente a los comunitarismos en las democracias pluralistas puede ser interpretada tambi'n como e,hibición de una superioridad cultural $ue pretende universali/ar sus valores particulares. 9a negación del surimiento ajeno puede ser percibida como una violencia insoportable para $uien% en eecto% ha surido% y tambi'n para todos a$uellos $ue se identif$uen con el grupo?víctima. 9a herida es mayor en a$uellos casos en $ue el surimiento de las víctimas tiene escasa repercusión social por desconfan/a% indierencia o incluso la nula efcacia a la hora de hacerse oír. 9a noción de genocidio est&% en consecuencia% sujeta a controversia% tanto por el rencor $ue se suscita en a$uellos grupos $ue se sienten e,cluidos del concepto% como por el punto de vista de a$uellos para $uienes resulta inaceptable e$uiparar niveles de surimiento $ue ju/gan incomparables. Desestabili/ación de los puntos de reerencia 9a identidad personal y colectiva de los individuos ad$uiere su sentido en relación con el !universo simbólico" confgurado por sus reerencias en lo $ue concierne a normas% valores% modelos% tradiciones. 9as acciones% de hecho% ad$uieren signifcado en relación con tales puntos de reerencia. 4res son los elementos undamentales $ue lo conorman: en 'l pueden identifcarse los grupos +ltimos de pertenencia; los valores +ltimos de reerencia; y la historia y la memoria con relación a la cual se construye la identidad propia. 9a violencia aparece al desestabili/arse tales puntos de )6 5bíd. P&g. 1E3 )E 5bíd. P&g. 1E6 )H 5bíd.
apoyo y puede tener lugar de dos modos: cuando se oponen dos universos simbólicos irreductibles y cuando surgen desajustes entre los propios valores y creencias% $ue los hacen inefcaces como recursos rente a los dilemas vitales. *n muchos conCictos entre sistemas de reerencias antagónicas las conrontaciones devienen violentas cuando las acompaFa el proselitismo político o religioso; los grupos aectados han de optar entonces entre la deensa a ultran/a de las íntimas convicciones 7con el peligro cone,o de empobrecimiento cultural8 o asumir la p'rdida de la tradición propia. @oy% este tipo de proselitismos opera con mayor discreción pero con objetivos: en el &mbito internacional% la deensa de los derechos humanos y las subsiguientes intervenciones humanitarias apenas disimulan la presión $ue la cultura occidental ejerce !sobre universos simbólicos $ue le son muy ajenos% empe/ando por el del islam" -2. 9a desestabili/ación se produce asimismo cuando las convicciones culturales y políticas +ltimas resultan reutadas por los hechos: el declive de los valores y normas propias es violento en la medida en $ue incrementa la inseguridad ante la e,istencia 7así% el impacto sobre la e religiosa del progreso científco y t'cnico; el del genocidio judío sobre la e en el progreso; y el de la globali/ación sobre la deensa del *stado?nación8. *l impacto de la economía de mercado puede derivar en violencia simbólica en naciones del 4ercer undo en las $ue las características de a$u'lla colisionan con las tradiciones culturales autóctonas. *l crecimiento económico y la e,plotación de recursos naturales $ue conlleva tambi'n ejercen violencia simbólica: no sólo devastan ecosistemas sino tambi'n !espacios dotados de uertes proyecciones aectivas en identitarias" -1. 9a inmigración económica% en la medida en $ue supone un cambio cultural proundo% implica proundas crisis de identidad. 4ambi'n los medios de comunicación pueden contribuir a la desestabili/ación de las creencias% por dos ra/ones: el e$uilibrio en la publicación de puntos de vista contrapuestos% en virtud de su car&cter relativi/ador% genera incertidumbre y precariedad en las propias convicciones; por otra parte% la inormación sobre las pr&cticas de corrupción política mina la confan/a de los ciudadanos en sus gobernantes. De la violencia ísica a la violencia simbólica Braud menciona tres ormas de e,trema violencia ísica íntimamente conectadas con un alto grado de violencia simbólica: la crueldad% la lógica del chivo e,piatorio y la violencia iconoclasta. 9a violencia !ué busca maltratar y degradar % de cuyos ejemplos rebosa la historia% ha sido atestiguada en la 'poca contempor&nea de dos nuevas ormas: la literatura sobre los campos de concentración y los -2 5bíd. P&g. #21 -1 5bíd. P&g. #2-
testimonios de masacres recabados por algunas L(. 4ales crueldades no se limitan al castigo ísico: en los campos de e,terminio na/is se ha documentado la imposición de toda una serie de ritos sin sentido% salvo el de !$uebrar los puntos de reerencia de la dignidad humana" -#% $ue buscaban% por una parte% la completa destrucción de los universos simbólicos humanos% y% por otra% poner de manifesto la supuesta inerioridad identitaria de las víctimas; dado $ue la imposición de condiciones de vida indignas e,hibe la indignidad de las víctimas% la violencia ísica y la simbólica se reuer/an entre sí: el escarnio deviene en ultraje ísico% el resultado del cual avala el escarnio. 4ales mecanismos aCoran tambi'n durante las guerras% tanto en el trato $ue la soldadesca inCige a personas desarmadas de las $ue se sospecha $ue simpati/an con el enemigo% como cuando se procede a movili/ar a los combatientes y se hace entonces preciso !limitar NO el eecto parali/ador de la compasión" -)% para lo cual se procura $ue el surimiento del enemigo no origine los sentimientos $ue suscita el del propio campo y se denigra al adversario% violencia simbólica $ue incrementa la probabilidad de crueldades y tratos degradantes. 9a idea de c&ivo e(piatorio hace reerencia a la b+s$ueda de una !persona $ue se designa como responsable de actos reprensibles o perjudiciales" --. 9as víctimas de la violencia% $ue sienten la necesidad imperiosa de identifcar a los responsables de su surimiento% propenden a designar como tales a grupos previamente denostados 7por causas raciales% culturales o de clase8% y si esto tiene lugar en circunstancias de violencia simbólica intensa puede derivar en persecuciones. De acuerdo con la tesis de >en' irard% la víctima elegida lo es por ser !sacrifcable" y no por$ue su responsabilidad haya $uedado establecida. ctualmente siguen uncionando dos tipos de retóricas conectadas con la lógica del chivo e,piatorio. De una parte% la teoría del complot en la sombra% $ue inventa un enemigo cuya peligrosidad deriva de su car&cter oculto. De otra% la demoni/ación% $ue convierte al adversario en el s+mmum de la maldad y la inamia; violencia simbólica $ue acaba por justifcar la utili/ación de la violencia ísica contra el antagonista denigrado. 9a violencia iconoclasta% en el sentido político del t'rmino% busca% a trav's del ata$ue material contra objetos o monumentos% $uebrar su inCujo sobre las mentalidades en cuanto constituyen el soporte ísico de las creencias y emociones m&s proundas. 9os eectos emocionales $ue provoca la violencia contra tales objetos pone de manifesto la lealtad a distintos tipos de valores: religiosos% políticos% culturales. 9a iconoclasia puede producirse inadvertida o intencionadamente; en este segundo caso es cuando aparecen los fnes políticos: la destrucción agresiva de ídolos% $ue pretende -# 5bíd. P&g. #26 -) 5bíd. P&g. #2H -- 5bíd. P&g. #1#
erradicar el !error" religioso; el ata$ue contra objetos o edifcios depositarios de uertes cargas emocionales; y la escenifcación% a trav's de la proanación ísica de sus edifcios y monumentos simbólicos% del derrocamiento irreversible de un r'gimen derrotado.
La condici'n de v"ctima de violencia !"ica ) imb'lica
9a condición de víctima es el resultado de !una labor de construcción social"-0; la visibilidad de la víctima en los órdenes político% simbólico y jurídico re$uiere una movili/ación efca/ propia y est& condicionada por los valores 'ticos y culturales vigentes en una sociedad dada. 9a inocencia $ue se atribuye a las víctimas !aut'nticas" 7en particular% las $ue han surido violencias de alta intensidad8 les confere% por e,tensión% rasgos morales virtuosos. *sta moralidad otorgada no responde or/osamente a la realidad% pero las emociones $ue presiden el proceso silencian cual$uier posible reserva al respecto. *sta discreción% comprensible% puede sin embargo comportar inconvenientes a largo pla/o: no puede descartarse la posibilidad de $ue tal actitud sea e,plotada. Para $ue la empatía con las víctimas perdure es preciso% adem&s% $ue 'stas no hayan recurrido por su parte alguna ve/ al uso de una violencia desproporcionada. *n culturas políticas donde la e,altación de la uer/a es un valor destacado% la compasión suscitada por la condición de víctima puede rayar en la condescendencia. 9as víctimas tambi'n pueden llegar a ser !molestas" tanto por la intensidad misma del surimiento padecido como% en determinadas circunstancias% por las difcultades $ue para identifcarse con ellas tienen otros grupos $ue consideran $ue los padecimientos propios est&n comparativamente minusvalorados. *n fn% la constante diusión en los medios de actos de e,trema violencia provoca $ue el espectador idee mecanismos de autodeensa para disociar sus percepciones de las emociones cone,as 79uc Boltans=i8. 9a solidaridad despertada por el surimiento de las víctimas puede llegar a constituir un recurso político de primer orden por medio del cual obtener compensaciones materiales 7reparación8 o morales -3 7!reconocimiento de una deuda colectiva" 8. *l silencio% sin embargo% adem&s de hacer desaparecer de la escena p+blica a la víctima% le inCige un surimiento suplementario. i los recursos políticos son escasos el resultado político ser& limitado. Por otra parte% este reconocimiento de derechos no est& e,ento de pol'mica% por cuanto la sobredeterminación de la condición de víctima puede ormar parte de una estrategia destinada a obtener ventajas 7huelgas de hambre% reivindicaciones sociales basadas en la -0 5bíd. P&g. ##0 -3 5bíd. P&g. #))
e,hibición de desigualdades8. 9as víctimas pueden optar asimismo por retribuir a los agresores con su misma moneda: buscan con ello una reparación simbólica en tanto $ue la inversión de uer/as borra el car&cter de inerioridad vinculado a su condición. 4odas estas actitudes persiguen reafrmar la dignidad de la víctima. aben otros comportamientos: la huida% los despla/amientos de poblaciones% el e,ilio interior. 9a p'rdida de identidad resultado de la violencia ísica o simbólica puede devenir en la total interiori/ación del sentimiento de inerioridad $ue se tradu/ca en actitudes de pasividad y sumisión. lgunas víctimas e,perimentan tales sentimientos de humillación% vergSen/a o desesperación $ue recurren a actos col'ricos de violencia ísica; este tipo de repuesta puede estar socialmente condicionado% siendo m&s probable% por ejemplo% en culturas caracteri/adas por un alto sentido de honor y de valores belicistas. Por +ltimo% la indignación de las víctimas es% en ocasiones% políticamente instrumentali/ada por organi/aciones e,tremistas% $ue ven incrementada su efcacia cuando enrolan a individuos dispuestos a autoinmolarse. 9a e,plicación psicológica de este comportamiento radica en la autopercepción de a$u'llos como !víctimas absolutas" y en el deseo irremisible de trocar !el estigma de inerioridad en manifesta superioridad"-6.
alida de la violencia
Braud seFala cuatro vías para regular% reducir e incluso erradicar la violencia política: las políticas de disuasión y represión; la legitimación de la violencia; la rituali/ación; y las políticas de consideración. Disuasión y represión nivel estatal% dado su monopolio sobre la coacción jurídicamente legitimada% el *stado dispone de la capacidad de reprimir cual$uier e,presión de violencia. *n las democracias% el ideal de la aplicación del derecho sin $ue sea preciso recurrir a la uer/a conlleva% en ocasiones% el riesgo de $ue% en virtud de un e,ceso de celo en la vigilancia sobre las prerrogativas judiciales y policiales del *stado% resulte debilitada !la lucha contra determinadas ormas de violencia" -E. 9a tensión entre la obligación del *stado de velar por la seguridad% de una parte% y el respeto escrupuloso de los derechos y libertades individuales% por otra% se vincula a la cuestión del umbral de violencia $ue se ju/gue tolerable en la lucha social y política. *n tanto $ue las violencias de alta intensidad son incompatibles con la democracia% algunas violencias de baja intensidad !est&n íntimamente -6 5bíd. P&g. #-2 -E 5bíd. P&g. #-0
vinculadas a la libertad de e,presión"-H; incluso algunas violencias contra bienes y personas re$uieren cierta moderación en su sanción% bien para evitar la reanudación de un conCicto% bien para apaciguar el conCicto mismo. 9a tensión es m&,ima cuando la efcacia de la lucha contra las violencias de alta intensidad re$ueriría aplicar medidas de e,cepción incompatibles con las libertades democr&ticas02. nivel internacional% la teórica igualdad soberana entre *stados se ha visto superada% en la pr&ctica% por la superioridad militar $ue ha permitido a algunos imponer su ley sobre otros haciendo $ue% de este modo% callen las armas. Para Braud el mayor incentivo para !una política circunspecta" es el temor a !p'rdidas e,cesivamente elevadas"01; y esto e,plica la paradoja implícita en las políticas de desarme: si los adversarios debilitan sus medios de respuesta% puede incrementarse el riesgo de conCicto. ctualmente% la total superioridad militar de los *stados Mnidos parece conerirle el papel de !policía del mundo"% lo cual supone una carga diícil de sobrellevar tanto por el coste económico y humano derivado de la intervención simult&nea en m+ltiples escenarios% como por las repercusiones $ue las eventuales p'rdidas pueden tener en la opinión p+blica norteamericana. De ahí la voluntad de poner en marcha un !condominio desigual" $ue% bajo lidera/go estadounidense% permitiría compartir con los aliados el coste militar y económico del mantenimiento del orden mundial; para su instauración% este sistema re$uiere la aceptación de a$uel lidera/go por los aliados europeos% pero tambi'n por las dem&s potencias nucleares 7>usia% hina% 9a 5ndia8% lo $ue se halla muy lejos de estar garanti/ado. 9egitimación de la violencia estatal y en las relaciones internacionales nivel estatal% la legitimación de la coacción ejercida por el *stado a trav's de la imposición de normas jurídicas se deriva del principio de la representación% $ue garanti/a el car&cter democr&tico y representativo de a$u'llas; la aceptación del car&cter imperativo de las normas se ve acilitada% adem&s% por su proceso de elaboración% $ue incluye la consulta con grupos de inter's; y% en tercer lugar% el hecho de $ue la norma no pueda 7no deba8 $uebrantar los valores undamentales% compartidos por todos% $ue undamentan el *stado de Derecho% difculta la oposición violenta a la ley. in embargo% estos elementos legitimadores son inoperantes rente al terrorismo internacional y de efcacia limitada rente a poblaciones insufcientemente integradas en la comunidad nacional. nivel internacional% históricamente la legitimidad de la dominación ha derivado del derecho del m&s uerte. ctualmente% sin embargo% la e,istencia de la L(M plantea el tema de la legitimación de la violencia en -H 5bíd. P&g. #-3 02 !cuando el desaío al *stado de derecho se agrava de orma duradera% se acaba siempre por derogar el derecho com+n"% 5bíd.
01 5bíd. P&g. #-6
otros t'rminos. un$ue el onsejo de eguridad suele intervenir en caso de guerras civiles o interestatales% las uer/a relativa de los *stados sigue siendo decisiva a la hora de determinar el sentido de la intervención; en particular% es impensable una intervención sin el consentimiento% e,plícito o t&cito% de *stados Mnidos. *n otras palabras: la legalidad internacional est& condicionada a la realidad de las relaciones de uer/a. on los intereses de las grandes potencias los $ue en +ltima instancia deciden cu&ndo y cu&ndo no se interviene. Por otra parte% la justicia penal internacional independiente tomó carta de naturale/a con la creación de los tribunales creados por el onsejo de eguridad para ju/gar los crímenes de guerra cometidos durante las guerras civiles en la e, Tugoslavia y >uanda. Mn paso m&s ue la creación del 4ribunal Penal 5nternacional por el tratado de >oma% competente para castigar los crímenes contra la humanidad% bien $ue% por un parte% su competencia es subsidiaria y% por otra% aun$ue por ra/ones dierentes% países como >usia y hina% de un lado% y *stados Mnidos% de otro% se oponen a $ue sus ciudadanos se sometan a la jurisdicción del 4ribunal. >ituali/ación de la violencia Por rituali/ación Braud entiende !una codifcación rigurosa de los comportamientos cuyo resultado es $ue pare/can en gran medida previsibles"0#. 9os mecanismos de rituali/ación de la violencia $ue 'l anali/a son: la juridifcación% la estructuración institucional de la conCictividad y las diversiones. *n el orden internacional% la juridifcación del recurso a la violencia nace a fnales del A5A con las convenciones de inebra sobre el derecho de guerra. *n el orden interno% los *stados de derecho rituali/an el ejercicio de la coerción tanto en lo $ue se refere a su unción penal como en la coacción material. 9a justicia se aplica de acuerdo con un ritual en $ue destacan las reglas ormales y procedimentales cuyo objetivo es reglamentar los conCictos codifcando el papel asignado a cada una de las partes. 9a coacción ísica se ejerce sobre la base del principio de proporcionalidad; los procedimientos de interpelación% detención y control son ejecutados por personal habilitado de acuerdo con protocolos elaborados ad hoc. 9a intervención de la uer/a p+blica est& asimismo rigurosamente codifcada; como% por otra parte% los maniestantes recurren tambi'n a rituali/aciones 7servicio de orden% pancartas% eslóganes% !teatrali/ación de violencias marginales"0)8% la violencia se mantiene en un nivel de baja intensidad. 9a estructuración institucional de la con)ictividad es el medio a trav's del cual las democracias gestionan la inevitable oposición de intereses y creencias. 9as estructuras de di&logo y concertación% si se insertan en un conte,to de normas culturales y jurídicas consolidadas% contribuyen a moderar la violencia trasladando el conCicto !al orden de las palabras y de 0# 5bíd. P&g. #31 0) 5bíd. P&g. #3-
los argumentos"0-. 9a m&,ima instancia de institucionali/ación de conCictos en las democracias es la asamblea representativa% en cuyo seno los debates se rituali/an al detalle. *,iste una correlación entre un bajo nivel de violencia social y la correcta operatividad de las vías de e,presión del descontento 7huelgas% maniestaciones% voto de protesta en elecciones8. anali/ando la violencia% las democracias orecen una salida institucional a la conCictividad. 9as diversiones% en particular las competiciones deportivas% contribuyen a moderar la violencia. eg+n (orbert *lias% el deporte !rituali/a la brutalidad de tal modo $ue mantiene la e,citación emocional limitando el surimiento inCigido"00. *n eecto% deportes como el +tbol o el rugby permiten asistir a un ejercicio de violencia limitada y regulada% es decir% rituali/ada 7lo $ue% seg+n Braud% puede constituir !un modo de sociali/ación ejemplar" 038; por otra parte% en cuanto medios para encau/ar la agresividad social% pueden llegar a reducir las tensiones políticas. Políticas de consideración *ste tipo de políticas tienen como objetivo combatir las maniestaciones de violencia simbólica. Por un lado% proceden a reconocer la realidad del surimiento padecido por las víctimas; por otro% a reparar material y simbólicamente los daFos; y ello a trav's de la conservación de la memoria de lo sucedido% de las reparaciones y de los instrumentos de sociali/ación. 9a importancia $ue hoy tienen las políticas de la “memoria se debe al enorme esuer/o hecho en tal sentido respecto del e,terminio judío% $ue contrasta con el caso de los crímenes del estalinismo% en relación con los cuales no se ha producido nada parecido. *n otros países salidos de guerras civiles o represiones militares 79íbano% amboya% entroam'rica8 la invocación de la reconciliación nacional ha precedido a la promulgación de leyes de amnistía para buena parte de los responsables de crímenes o a la celebración de juicios insufcientes. uando se trata de violencias de alta intensidad% la ausencia de una genuina política de memoria conlleva eectos políticos negativos: empuja a las víctimas y sus amiliares al aislamiento y la marginalidad 7en contraste% los testimonios sobre el holocausto judío han contribuido a la disminución del antisemitismo; y la comisión de la !erdad y >econciliación" de ud&rica ha tenido virtudes cat&rticas para las víctimas del apart&eid8; por +ltimo% la ocultación p+blica de las responsabilidades en procesos de violencia promueve las estrategias de políticos populistas dispuestos a !e,plotar efca/mente los traumas históricos" 06. 9a labor de la memoria puede tener eectos negativos cuando ocupa todo el presente% se 0- 5bíd. P&g. #30 00 5bíd. P&g. #3E 03 5bíd. P&g. #3E 06 5bíd. P&g. #6E
proyecta sobre el uturo o es política o comercialmente e,plotada; pero resulta positiva cuando pone las condiciones para $ue las víctimas logren ir distanci&ndose poco a poco de sus legítimas emociones. omo Braud indica% !la alternancia de recuerdos y olvidos NO constituye la vía m&s segura hacia una pacifcación de las relaciones sociales y la ruptura del ciclo de violencias"0E. 9as políticas de reparación pueden adoptar varias ormas. 9a sanción penal% $ue no sólo castiga a los culpables% sino $ue trata de compensar a las víctimas. 9a concesión de reparaciones materiales% $ue conlleva el riesgo de devaluar la causa% en particular en el caso de violencias irreparables 7lo $ue sobre todo cuenta es su valor simbólico% en cuanto reconocimiento de una deuda y un surimiento8. 9a rehabilitación moral y política de personas o grupos perseguidos. T la concesión de derechos compensatorios. 9a labor de sociali"ación% particularmente la educación% es importante en la medida en $ue contribuya a la eliminación de prejuicios y al omento del respeto y la tolerancia. *,isten% seg+n Braud% dos interpretaciones contradictorias al respecto. eg+n la primera% es preciso evitar todo lo $ue divide; la escuela% como lugar neutro% debe prescindir de cual$uier signo $ue remita a una especifcidad cultural indentitaria. omo Braud seFala% estimular la desaprobación de las particularidades contradice el ideal de tolerancia $ue se pretende promover. *n virtud de la segunda% la pertenencia identitaria es un valor undamental cuyos signos deben poder e,hibirse; la escuela debe omentar el aprendi/aje de las particularidades $ue defnen a los grupos sociales. Braud objeta $ue la coe,istencia de culturas dierentes conlleva or/osamente la aparición de conCictos% la solución de los cuales e,ige !un principio de solución ra/onable" 0H.
Concl$i'n- El an+lii .cl"nico/ ) la em#at"a mo%al con la v"ctima
Dos ideas b&sicas estructuran el libro de Braud: el an&lisis de la violencia política desde una perspectiva !clínica"% seg+n su propia terminología; y% en estrecha relación con ello% la condición de víctima como rasgo defnitorio de cual$uier maniestación de violencia. *l entiende por !clínico" un an&lisis desprovisto de juicios de valor moral% pero asimismo distante de las defniciones de car&cter positivista $ue se centran en e,clusiva en los actores materiales y empíricamente verifcables. Dada la relevancia $ue a lo largo del te,to concede a los aspectos psicológicos $ue conCuyen en cual$uier tipo de conCicto y% muy en especial% dada la importancia capital $ue para 'l reviste la violencia simbólica% su an&lisis se halla muy lejos de cual$uier orma de positivismo. in embargo% 0E 5bíd. P&g. #E) 0H 5bíd. P&g. #H1
resulta cuando menos dudoso $ue su perspectiva !clínica" est' e,enta de alg+n tipo de resonancia 'tica. 9a elección de la víctima como piedra angular de sus an&lisis no parece moralmente neutra. De hecho% no lo es. in &nimo de incurrir en la parodia% un an&lisis puramente clínico no entendería de víctimas y agresores sino% en todo caso% de agentes y pacientes. i 'l elige como punto ocal de su investigación la e,periencia subjetiva de las víctimas es por$ue previamente ha ormali/ado una elección moral: la de empati/ar con el surimiento padecido por a$u'llas. un$ue no se trata de llevar la cuestión tan lejos como para ro/ar el problema mismo del alcance y sentido $ue puedan o deban tener las ciencias sociales% la elección de Braud se antoja correcta en la medida en $ue resulta diícil concebir una investigación en torno a un tema como el de la violencia política sin $ue se aborden las consecuencias de los actos violentos como algo m&s $ue eectos derivados de una patología específca. Para Braud% la condición de víctima% la autopercepción de 'sta como tal% constituye el actor $ue confere su car&cter distintivo al enómeno. 4ras esta premisa e,plícita% no obstante% subyace otra% t&cita: la de la solidaridad 'tica con las víctimas de cual$uier g'nero de violencia. T esta convicción latente confere al te,to su pleno sentido.