Cartilla Metodologica Ver- Juzgar -Actuar

PROPUESTA PEDAGÓGICA Y METODOLÓGICA PARA REALIZAR ANÁLISIS DE REALIDAD COLOMBIANA CON ENFOQUE PASTORAL

PROPUESTA PEDAGÓGICA Y METODOLÓGICA PARA REALIZAR ANÁLISIS DE REALIDAD COLOMBIANA CON ENFOQUE PASTORAL

OBSERVATORIO DE REALIDAD COLOMBIANA CON UNA MIRADA PASTORAL

Edición preliminar

2011 SECRETARIADO NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL CÁRITAS COLOMBIANA Carrera 58 No. 80 -87 Teléono (571) 437 7150 Fax: (571) 437 7171 www.pastoralsocial.org [email protected] Bogotá, Junio 2011

Director Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria Sección Investigación, formación e incidencia Observatorio de Realidad Animadora equipo de investigación, formación e incidencia Rosa Inés Floriano Carrera Realización: equipo del Observatorio de Análisis de Realidad Camilo Ramírez Herrera Luz Marina Quintero Cely Diseño y diagramación DesignPlus S.A.S. Revisión de estilo Jorge Humberto Humberto Correa Díaz Fotografía de portada Elkin Torres Giraldo Impresión AGM Con el apoyo nanciero de Catholic Relie Services - CRS

Esta guía metodológica, propuesta por el equipo del Observatorio de Realidad, se compone de d e dos ámbitos complementarios: a. Una síntesis de los elementos doctrinales y pastorales que iluminan el trabajo de análisis de realidad. b. Ejercicios prácticos para la realización de análisi análisiss de realidad en contextos contex tos locales. locales .

ENSEÑANZAS DEL MAGISTERIO Y LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA FRENTE AL ANÁLISIS ANÁLISIS DE REALIDAD CON ENFOQUE PASTORAL Es muy amplia y prounda la sabiduría emanada del Magisterio y de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Esta sabiduría, ruto de una larga trayectoria histórica, ha legado a los miembros de la Iglesia y a la sociedad en general, enseñanzas enseñanzas y lineamientos lineamientos signicat signicativos ivos en el camino de la dignicación del ser humano. Su mayor concreción, en términos de análisis de las dinámicas sociales, políticas y económicas, comienza, por lo menos, desde la segunda mitad del siglo XIX. La mayoría de los documentos importantes del Magisterio Magisterio y de la DSI, surgen de un análisis de la situación de la Iglesia y de la sociedad, es decir, de los acontecimientos y procesos que enmarcan histórica y espacialmente la labor de la Iglesia en el mundo. Una muestra de la importancia del análisis de realidad pastoral la constituyen dos de los documentos más relevantes relevantes en la historia de la Iglesia Católica: la Carta Encíclica Rerum Novarum (RN) del Papa León XIII en el año 1891, y la Encíclica Centesimus Annus (CA) del Papa Juan Pablo II en el año 1991. Estas dos encíclicas se s e pueden entender como enseñanzas doctrinales y pastorales enmarcadas en el particular análisis de la realidad mundial que hacen los pontíces. Asimismo, los Obispos Colombianos han recogido estas enseñanzas y han desarrollado líneas de acción y refexión para un análisis de

Observatorio de realidad colombiana con enfoque pastoral

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realidad pastoral que reconozca las especicidades y necesidades de la Iglesia y de la sociedad colombianas. Recientemente estos planteamientos ueron analizados en detalle en la Asamblea de Obispos del año 2009 y recogidos en el documento “La Iglesia en Colombia – Vol. 2. La realidad que nos interpela”, dado a conocer al país ese mismo año. Este documento no pretende realizar un acercamiento detallado a la historia del conocimiento que emana del Magisterio y la DSI en relación al análisis de realidad pastoral. Lo que se persigue con este esuerzo es identicar algunas enseñanzas undamentales en estos textos, que tienen una pertinencia en el análisis de realidad pastoral. Se trata de ideas principales que aparecen a lo largo de los textos ponticios y del Episcopado latinoamericano y colombiano, y que es conveniente tener en cuenta tanto en las dinámicas locales de análisis de realidad como en el escenario nacional.

CONTENIDO TEOLÓGICO PASTORAL DEL ANÁLISIS DE REALIDAD El Episcopado colombiano identica dos razones que dan cuenta de la importancia del análisis de realidad, no solamente para el mejoramiento y adecuación de las labores pastorales al interior de la Iglesia, sino como herramienta que impulsa labores de evangelización hacia el mundo social y comunitario. En este sentido se vincula la enseñanza de Jesús a sus discípulos acerca del discernimiento de los signos de los tiempos (San Mateo 16:1-4), es decir, los hechos que se relacionan con la intervención de Dios en la historia.

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Metodología de análisis de realidad

La primera razón parte de la naturaleza misma de la Salvación que ʻ ʻDios ha querido orecernos. Cuando el Señor se dirige a Abraham para decirle: “Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que yo te indicaré… Por ti serán benditas todas las naciones de la tierra” (Gen 12, 1 -3) está irrumpiendo en la historia de la humanidad para imprimirle un verdadero dinamismo de salvación . (Conerencia Episcopal de Colombia, pp. 7) ʼ ʼ

La segunda razón es el reconocimiento del papel de la Iglesia como agente activo de la obra de salvación de Dios en la dimensión histórica humana. En este sentido la Iglesia está al servicio de la obra salvadora de Dios, y para realizar esta tarea debe aprender a discernir adecuadamente la realidad. La Iglesia tiene que descubrir, discernir, a la luz del kairós undamental cómo Dios continúa salvando a cada uno de los ʻ ʻ seres humanos, cómo Dios continúa congregando a todos los seres humanos dispersos por el pecado, cómo Dios continúa venciendo la injusticia, la violencia y el pecado. La Iglesia no puede sino contemplar esa obra de salvación y ponerse al servicio de dicha obra . (La Iglesia en Colombia. – Vol. 2. La realidad que nos interpela, pp. 9 - 10) ʼ ʼ

Igualmente, estas refexiones deben ser entendidas en el marco amplio de las enseñanzas del Magisterio y la DSI, que incluye varias Encíclicas y documentos episcopales en los que se precisan varios contenidos sobre el análisis de realidad.

CRITERIOS PARA HACER ANÁLISIS DE REALIDAD PASTORAL LA DIGNIDAD DEL SER HUMANO ES EL CENTRO DE INTERÉS La idea de la dignidad de la persona humana es un principio que trasciende el ámbito de la losoía. De esta manera, se ha avanzado hacia una concepción integral del signicado del ser humano, teniendo en cuenta sus dimensiones espiritual, ética y social.


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Sin desconocer que se han planteado diversas deniciones acerca de la dignidad de la persona humana, es imprescindible tener presente que desde las enseñanzas del Magisterio y la Doctrina Social, se ha derivado una aproximación integral y prounda de aquélla. En la Constitución pastoral Gaudium et Spes (GS, 1965), ruto del trabajo del Concilio Vaticano II, se hace una completa síntesis de los principios a partir de los cuales la Iglesia Católica plantea la dignidad de la persona humana. En el capítulo I se encuentran contenidos sustantivos del desarrollo doctrinal en este sentido. En primer lugar se pone de presente al ser humano como creación de Dios. El hombre y la mujer ueron creados a imagen y semejanza de Dios; asimismo, se le ha dotado de la capacidad de conocer y amar a Dios. A partir de aquí se desprende la acultad de ser señor de la creación , para gobernarla y usarla en su benecio, reconociendo en cada momento los dones de Dios. La Gaudium et Spes , reuerza este argumento basándose en varias citas de las Sagradas Escrituras, entre ellas el Salmo 8, 5 – 9: ¿qué es el hombre para que pienses en él, el ser humano para ʻ ʻ que lo cuides? Lo hiciste poco inerior a los ángeles, lo coronaste de gloria y esplendor; le diste dominio sobre la obra de tus manos, todo lo pusiste bajo sus pies: todos los rebaños y ganados, y hasta los animales salvajes; las aves del cielo, los peces del mar y cuanto surca los senderos de las aguas . ʼ ʼ

Por su parte, en la Encíclica Caritas in Veritate , Su Santidad Benedicto XVI señala:

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Dios es el garante del verdadero desarrollo del hombre en cuanto, habiéndolo creado a su imagen, unda también su ʻ ʻ dignidad trascendente y alimenta su anhelo constitutivo de ser más. El ser humano no es un átomo perdido en un universo casual [70], sino una criatura de Dios, a quien Él ha querido dar un alma inmortal y al que ha amado desde siempre . ʼ ʼ

Un elemento undamental y distintivo de la concepción de la dignidad de la persona humana en la enseñanza de la Iglesia es la espiritualidad, ya que ésta expresa no solamente la relación del hombre con la creación, sino consigo mismo y principalmente con Dios. Es interesante destacar la manera en que uno de los aspectos undamentales de la dignidad, como lo es la autonomía, tiene una relación directa con la espiritualidad. Así lo enseña el documento Gaudium et Spes: No se equivoca el hombre al armar su superioridad sobre el universo material y al considerarse no ya como partícula de ʻ ʻ la naturaleza o como elemento anónimo de la ciudad humana. Por su interioridad es, en eecto, superior al universo entero; a esta prounda interioridad retorna cuando entra dentro de su corazón, donde Dios le aguarda, escrutador de los corazones, y donde él personalmente, bajo la mirada de Dios, decide su propio destino. Al armar, por tanto, en sí mismo la espiritualidad y la inmortalidad de su alma, no es el hombre juguete de un espejismo ilusorio provocado solamente por las condiciones ísicas y sociales exteriores, sino que toca, por el contrario, la verdad más prounda de la realidad . (GS, N. 14.) ʼ ʼ

La dignidad humana, analizada desde la perspectiva de la enseñanza de la Iglesia, es un pilar undamental, un reerente que guía toda acción de la evangelización y además se articula con el papel de la Iglesia en la sociedad actual. Se trata de una dignidad que expresa de muchas maneras esa “imagen y semejanza” de Dios, y al mismo tiempo ubica al ser humano en un escenario de relaciones justas no solamente con la creación, sino con otros seres humanos.


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La dignidad del ser humano es integral cuando es capaz de escuchar la voz de Dios en el corazón. La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, ʻ ʻ en el que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquélla. Es la conciencia la que de modo admirable da a conocer esa ley cuyo cumplimiento consiste en el amor de Dios y del prójimo. La delidad a esta conciencia une a los cristianos con los demás hombres para buscar la verdad y resolver con acierto los numerosos problemas morales que se presentan al individuo y a la sociedad . (GS, N. 16) ʼ ʼ

En la misma línea el Papa Benedicto XVI, en el discurso inaugural de la Conerencia Latinoamericana de Obispos, señaló que el conocimiento de la realidad social necesita de una reerencia espiritual basada en el reconocimiento de Dios. La primera armación undamental es, pues, la siguiente: solo ʻ ʻquien reconoce a Dios, conoce la realidad y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano. La verdad de esta tesis resulta evidente ante el racaso de todos los sistemas que ponen a Dios entre paréntesis . (Benedicto XVI, 2007) ʼ ʼ

De acuerdo a estas enseñanzas, el análisis de realidad pastoral debe buscar en todo momento comprender las complejidades de la vida social, económica, política y espiritual, teniendo como perspectiva los impactos sobre la dignidad de los seres humanos envueltos en dicha realidad, pero también identicando escenarios de construcción de esperanza en donde incida decididamente la Iglesia en sus distintos niveles. Al reconocer la complejidad de la realidad y la constitución integral de los seres humanos, se asume en el trabajo pastoral una de las armaciones más proundas planteadas en Caritas in Veritate: “el auténtico desarrollo del hombre concierne de manera unitaria a la totalidad de la persona en todas sus dimensiones” (CIV, N. 11). Reconocer que el ser humano posee una dignidad especial en tanto creación de Dios, con capacidades racionales y una espiritualidad, conduce a

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plantear el tema de la libertad de acuerdo a estos presupuestos éticos y religiosos. En la historia del pensamiento humano, la discusión acerca de la libertad ha sido una de las más prolongadas y complejas. Este debate, por ejemplo en el caso de la losoía, podría rastrearse desde los tiempos de la Grecia clásica, cuyos contenidos han llegado a nuestra época gracias a la conservación de los diálogos de Platón y las obras de Aristóteles. La pregunta acerca de la libertad aún hace parte de las preocupaciones proundas del ser humano. Desde el punto de vista de la DSI, se arma que las responsabilidades éticas y sociales atribuidas a los hombres y las mujeres, que se desprenden de recibir una dignidad especial en tanto imagen y semejanza de Dios, implican que solo se pueden llevar a cabo cabalmente en un marco de libertad. Al respecto la constitución pastoral Gaudium et Spes señala: La dignidad humana requiere, por tanto, que el hombre actúe ʻ ʻ según su conciencia y libre elección, es decir, movido e inducido por convicción interna personal y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa. El hombre logra esta dignidad cuando, liberado totalmente de la cautividad de las pasiones, tiende a su n con la libre elección del bien y se procura medios adecuados para ello con ecacia y esuerzo crecientes . (GS, N. 17) ʼ ʼ

EL MUNDO CONTEMPORÁNEO ES UN MUNDO COMPLEJO De manera paralela a los avances que a mediados del siglo XX se desarrollaban en el campo de las ciencias sociales y económicas, la Doctrina Social de la Iglesia en varios de sus documentos, empezó a plasmar la idea de complejidad como una característica esencial de la vida contemporánea.


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Asumir la complejidad implica que los diagnósticos de las situaciones sociales, económicas y culturales de las realidades contemporáneas, no pueden limitarse a encontrar explicaciones reduccionistas y denitivas. De igual orma, se hace necesario el diálogo entre múltiples puntos de vista para complementar las diversas aristas que componen determinada problemática. Los acontecimientos en el siglo XX también obligaron a los observadores y analistas de las realidades sociales a discutir y actualizar permanentemente sus metodologías y las conclusiones de sus diagnósticos. Fue muy importante el papel que jugó el Concilio Vaticano II en la proundización del diálogo de la Iglesia y su Doctrina Social con los cambios acelerados que empezó a vivir el mundo luego de la segunda guerra mundial. Concretamente, en la Constitución Pastoral Gaudium et Spes se encuentra un completo análisis de las principales tendencias que se maniestaron durante la primera mitad del siglo XX, especialmente en el mundo occidental. En esta Constitución Pastoral el Concilio Vaticano II identicó cinco áreas de cambios proundos en el mundo, pero igualmente de desaíos para la Iglesia y la cristiandad católica en general. El reconocimiento de la vinculación y la proundidad de cada uno de estos temas ue un paso adelante en el camino de comprender e incidir en la complejidad de los desaíos que la realidad del siglo XX planteaba: Entre las numerosas cuestiones que preocupan a todos, hay que ʻ ʻmencionar principalmente las que siguen: el matrimonio y la amilia, la cultura humana, la vida económico-social y política, la solidaridad de la amilia de los pueblos y la paz. Sobre cada una de ellas debe resplandecer la luz de los principios que brota de

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Cristo, para guiar a los cristianos e iluminar a todos los hombres en la búsqueda de solución a tantos y tan complejos problemas . (GS, N. 46)

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La Gaudium et Spes se detuvo, entonces, en el análisis de estas grandes áreas temáticas: La problemática de la amilia y el matrimonio, los cambios culturales, las transormaciones y avances económicos y sociales, la vida política, la persistencia de las guerras y los confictos armados, y algunos aspectos principales de la política internacional de entonces. En cada una de estas temáticas se hace un balance de las nuevas problemáticas que se presentaban, y también de las tensiones que continuaban en el largo plazo de la historia. Pero más allá de la identicación de temáticas nuevas, con impactos transormadores a distintos niveles de la sociedad, adicionalmente la Doctrina Social empieza a plasmar con más claridad la naturaleza global de las realidades y sus impactos dierenciados. Asumir el análisis desde una perspectiva que permita entender claramente que todas las naciones del mundo están involucradas en estos cambios es un aspecto de vital importancia, es una postura que enriquece el trabajo de análisis y comprensión pastoral. No obstante, en los textos eclesiales hay una advertencia en el sentido de que los impactos de estas realidades globales tienen maniestaciones dierenciadas en los ámbitos geográco, cultural, de género y también etario. El Papa Pablo VI señaló en sus encíclicas la necesidad y la importancia de tener como reerente los contextos tan diversos que enmarcan la vivencia del cristianismo en el mundo; de esta constatación se deriva un lineamiento ponticio relacionado con el análisis de realidad, que se torna undamental en la labor de evangelización. Sobre la naturaleza global de muchas de nuestras realidades es pertinente recordar algunas palabras del Papa Pablo VI en la Encíclica Populorum Progressio (PP):


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Hoy el hecho más importante del que todos deben tomar conciencia es el de que la cuestión social ha tomado una dimensión ʻ ʻ mundial. Juan XXIII lo arma sin ambages [6], y el Concilio se ha hecho eco de esta armación en su Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo de hoy [7]. Esta enseñanza es grave y su aplicación urgente. Los pueblos hambrientos interpelan hoy, con acento dramático, a los pueblos opulentos. La Iglesia sure ante esta crisis de angustia, y llama a todos, para que respondan con amor al llamamiento de sus hermanos . (PP, N. 3) ʼ ʼ

Respecto a la lógica global de los acontecimientos en nuestra sociedad, el Papa Juan Pablo II, en su Encíclica Sollicitudo rei Socialis (SRS), conrma la importancia de este elemento: El reconocimiento de que la «cuestión social» haya tomado una dimensión mundial, no signica de hecho que ʻ ʻ haya disminuido su uerza de incidencia o que haya perdido su importancia en el ámbito nacional o local. Signica, por el contrario, que la problemática en los lugares de trabajo o en el movimiento obrero y sindical de un determinado país no debe considerarse como algo aislado, sin conexión, sino que depende de modo creciente del infujo de actores existentes por encima de los connes regionales o de las ronteras nacionales . (SRS, N 9) ʼ ʼ

Adicionalmente, la Doctrina Social ha logrado involucrar a su corpus una variedad amplia y heterogénea de temas de interés. Uno de los ejemplos más notables lo constituye el aporte del Papa Pablo VI a partir de la Encíclica Octogesima Adveniens (OA), dada a conocer en 1971, como documento Ponticio escrito con ocasión del octogésimo aniversario de la Encíclica undadora de la Doctrina Social de la Iglesia: Rerum Novarum. Esta Encíclica es undamental en el análisis de la realidad de los cambios del mundo en las últimas décadas del siglo XX, en ella amplía la refexión iniciada en las encíclicas sociales desde nales del siglo XIX. Esta

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refexión actualizada permite que en Octogesima Adveniens se identiquen temáticas concretas, que hasta el momento los documentos eclesiales no habían tratado a proundidad. Entre estos nuevos elementos del análisis ponticio se encuentran: la urbanización, la juventud, la mujer, los distintos tipos de discriminación, la emigración, el desempleo estructural, el papel de los medios de comunicación y la problemática medio ambiental. Pero hay otra área de análisis que el Papa Pablo VI desarrolla en esta Encíclica. Se trata del papel de las diversas ideologías en los recientes cambios del mundo. El texto se concentra en el estudio de las trayectorias históricas y las implicaciones éticas y sociales de las dos grandes matrices ideológicas del siglo XIX y gran parte del siglo XX: el liberalismo y el marxismo. El Papa Pablo VI advierte sobre los peligros que se generan por la absolutización de estos marcos ideológicos. En el caso del marxismo, la exacerbación de la dimensión colectivista implicaba una disminución y casi extinción del ámbito individual, y su dimensión de libertad y creatividad. Por su parte, la experiencia reciente de ciertos liberalismos en el mundo, demostraba que el ejercicio de la libertad individual sin claricar sus límites y sus impactos en el disrute de los derechos de otros seres humanos, generaba hondos desequilibrios y desigualdades en muchas sociedades. Frente a esta polarización ideológica, el Papa Pablo VI le otorga un papel de suprema importancia a la e cristiana, en tanto la espiritualidad le permite al ser humano la identicación con la trascendencia y, por ende, el ejercicio de una libertad con responsabilidades claras.


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La e cristiana es muy superior a estas ideologías y queda situada ʻ ʻ a veces en posición totalmente contraria a ellas, en la medida en que reconoce a Dios, trascendente y creador, que interpela, a través de todos los niveles de lo creado, a la humanidad como libertad responsable . (OA, N 27) ʼ ʼ

En las encíclicas y otros documentos eclesiales de los años recientes, el elemento de la complejidad para los análisis de realidad pastorales se ha conrmado en la enseñanza de la Iglesia. El documento de Aparecida, presenta una síntesis integral de los retos que para la Iglesia signica integrar la idea de complejidad a los actuales y uturos análisis de realidad pastorales: En este nuevo contexto social, la realidad se ha vuelto para el ser humano cada vez más opaca y compleja. Esto quiere ʻ ʻ decir que cualquier persona individual necesita siempre más inormación, si quiere ejercer sobre la realidad el señorío a que por vocación está llamada. Esto nos ha enseñado a mirar la realidad con más humildad, sabiendo que ella es más grande y compleja que las simplicaciones con que solíamos verla en un pasado aún no demasiado lejano y que, en muchos casos, introdujeron confictos en la sociedad, dejando muchas heridas que aún no logran cicatrizar. También se ha hecho diícil percibir la unidad de todos los ragmentos dispersos que resultan de la inormación que recolectamos. Es recuente que algunos quieran mirar la realidad unilateralmente, desde la inormación económica, otros, desde la inormación política o cientíca, otros, desde el entretenimiento y el espectáculo. Sin embargo, ninguno de estos criterios parciales

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logra proponernos un signicado coherente para todo lo que existe. Cuando las personas perciben esta ragmentación y limitación, suelen sentirse rustradas, ansiosas, angustiadas. La realidad social resulta demasiado grande para una conciencia que, teniendo en cuenta su alta de saber e inormación, ácilmente se cree insignicante, sin injerencia alguna en los acontecimientos, aun cuando sume su voz a otras voces que buscan ayudarse recíprocamente . (Aparecida, N. 36) ʼ ʼ

EL ANÁLISIS DE LA REALIDAD PASTORAL SE APOYA EN EL DIÁLOGO CON LAS CIENCIAS Las enseñanzas del Concilio Vaticano II en la Constitución Gaudium et Spes abrieron las perspectivas para un diálogo constructivo entre la e, la razón y las ciencias. La idea undamental que sustenta esta posición es aquella que arma que tanto las realidades espirituales como las terrenas se desprenden de un mismo origen que es Dios. En estos términos se puede leer en Gaudium: La investigación metódica en todos los campos del saber, si está ʻ ʻrealizada de una orma auténticamente cientíca y conorme a las normas morales, nunca será en realidad contraria a la e, porque las realidades proanas y las de la e tienen su origen en un mismo Dios . (GS, N 36) ʼ ʼ

La doctrina de la Iglesia señala que, si bien los ámbitos de la razón y de las ciencias mantienen cada uno de ellos una independencia en términos epistemológicos y metodológicos respecto de la e, de ahí no se debería desprender la existencia de un conficto insoluble entre estos órdenes de conocimiento. El sagrado Sínodo, recordando lo que enseñó el Concilio Vaticano I, declara que “existen dos órdenes de conocimiento” ʻ ʻ distintos, el de la e y el de la razón; y que la Iglesia no prohíbe que “las artes y las disciplinas humanas gocen de sus propios principios y de su propio método..., cada una en su propio campo”,


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por lo cual, “reconociendo esta justa libertad”, la Iglesia arma la autonomía legítima de la cultura humana, y especialmente la de las ciencias . (GS, N. 59) ʼ ʼ

Sin embargo, la independencia no necesariamente confictiva, podría dar paso a la construcción de relaciones estrechas. En esa dirección exhorta la DSI cuando en el compendio de la Doctrina Social de la Iglesia se recuerdan los términos en los que se puede dar un diálogo ructíero entre razón y e. La e, que acoge la palabra divina y la pone en práctica, interacciona ecazmente con la razón. La inteligencia de la e, en ʻ ʻ particular de la e orientada a la praxis, es estructurada por la razón y se sirve de todas las aportaciones que ésta le orece . (Compendio DSI, N. 74) ʼ ʼ

En una de las Encíclicas más ilustrativas acerca de los vínculos entre la e y los conocimientos humanos basados en la razón, como la losoía y las ciencias, el Papa Juan Pablo II hace una armación muy esclarecedora en sus primeros párraos: La e y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales ʻ ʻ el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad . (F et R, Introducción) ʼ ʼ

De estos principios doctrinales se pueden deducir elementos valiosos para la estructuración conceptual del análisis de realidad pastoral. Este es un ejercicio de estudio que tiene como reerencia algunas herramientas teóricas y metodológicas de las ciencias sociales y humanas, de cara a los escenarios, complejidades y actores que intervienen en la vida de los seres humanos y de las sociedades. Pero al mismo tiempo tiene una vocación pastoral, en el sentido de encontrar las limitaciones y oportunidades que las realidades actuales plantean al desarrollo integral de la dignidad de la persona humana, y, por otro lado, en apoyar la labor evangelizadora identicando prospectivas y evaluando trayectorias recorridas.

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La naturaleza intelectual de la persona humana se perecciona y debe ʻ ʻ pereccionarse por medio de la sabiduría, la cual atrae con suavidad la mente del hombre a la búsqueda y al amor de la verdad y del bien. Imbuido por ella, el hombre se alza por medio de lo visible hacia lo invisible . (GS, N. 15) ʼ ʼ

La Iglesia es consciente de las transormaciones actuales en los campos de las ciencias y de la losoía en general. A partir de mediados del siglo XX se han discutido ideas y conceptos que han undamentado la manera en que se hace ciencia desde los años de la modernidad. Los paradigmas clásicos en ciencias sociales y naturales están actualmente sometidos a revisiones por parte de cientícos contemporáneos. La idea de objetividad cientíca, por ejemplo, actualmente se está replanteando debido a la absoluta separación entre sujeto y objeto de conocimiento, que se generó en parte por algunas interpretaciones del positivismo que algunas escuelas cientícas impulsaron. La idea de disciplina cientíca, tal y como se construyó y diundió en el siglo XIX y gran parte del siglo XX, se está replanteando. Los mayores avances que se han hecho en la investigación en años recientes parten del diálogo entre saberes, en lo que se llama multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad. Es lo que se observa en las trayectorias recientes de algunas de las ciencias naturales; los nuevos descubrimientos en la genética, la biología y la neurología han replanteado la relación entre estos campos del saber con campos que se suponían dierenciados como la ética, la psicología y la sociología. Estas tendencias actuales de la investigación en las ciencias naturales, sociales y humanas han de ser tenidas en cuenta, desde una perspectiva crítica, por quienes hacen análisis de realidad pastorales.


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De esto es consciente el Papa Benedicto XVI cuando armó en la Encíclica Caritas in Veritate Teniendo en cuenta la complejidad de los problemas, es obvio ʻ ʻ que las dierentes disciplinas deben colaborar en una interdisciplinariedad ordenada. La caridad no excluye el saber, más bien lo exige, lo promueve y lo anima desde dentro. El saber nunca es sólo obra de la inteligencia . (Caritas in Veritate, N. 30) ʼ ʼ

La excesiva sectorización del saber, el cerrarse de las ciencias humanas a la metaísica, las dicultades del diálogo entre las ʻ ʻ ciencias y la teología, no sólo dañan el desarrollo del saber, sino también el desarrollo de los pueblos, pues, cuando eso ocurre, se obstaculiza la visión de todo el bien del hombre en las dierentes dimensiones que lo caracterizan . (CIV, N. 31) ʼ ʼ

Sin embargo, el contenido pastoral de los análisis de realidad tiene que articular el nivel del conocimiento experto con la sabiduría, así como nos la explican las Sagradas Escrituras y varios textos eclesiales. Esto quiere decir que no se trata de hacer análisis rigurosos metodológicamente sin insertar los postulados de la caridad y el amor cristiano. Los diagnósticos que se derivan del análisis de realidad no se hacen únicamente para conocer, sino para impulsar la acción de evangelización. El saber nunca es sólo obra de la inteligencia. Ciertamente, puede ʻ ʻ reducirse a cálculo y experimentación, pero si quiere ser sabiduría capaz de orientar al hombre a la luz de los primeros principios y de su n último, ha de ser «sazonado» con la «sal» de la caridad. Sin el saber, el hacer es ciego, y el saber es estéril sin el amor. En eecto, «el que está animado de una verdadera caridad es ingenioso para descubrir las causas de la miseria, para encontrar los medios de combatirla, para vencerla con intrepidez» [75]. Al arontar los enómenos que tenemos delante, la caridad en la verdad exige ante todo conocer y entender, conscientes y respetuosos de la competencia especíca de cada ámbito del

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saber. La caridad no es una añadidura posterior, casi como un apéndice al trabajo ya concluido de las dierentes disciplinas, sino que dialoga con ellas desde el principio. Las exigencias del amor no contradicen las de la razón. El saber humano es insuciente y las conclusiones de las ciencias no podrán indicar por sí solas la vía hacia el desarrollo integral del hombre. Siempre hay que lanzarse más allá: lo exige la caridad en la verdad (…) No existe la inteligencia y después el amor: existe el amor rico en inteligencia y la inteligencia llena de amor . (CIV, N. 30) ʼ ʼ

EL MÉTODO DEL VER, JUZGAR Y ACTUAR El método del ver, juzgar y actuar constituye la matriz metodológica principal de la postura epistemológica del análisis de realidad pastoral. Ha sido desarrollado y aplicado en la DSI, sobre todo desde la segunda mitad del siglo XX hasta hoy. En una de sus Encíclicas, el Papa Juan XXIII sintetiza los aspectos principales de este método: Ahora bien, los principios generales de una doctrina social se llevan a la práctica comúnmente mediante tres ases: primera, ʻ ʻ examen completo del verdadero estado de la situación; segunda, valoración exacta de esta situación a la luz de los principios, y tercera, determinación de lo posible o de lo obligatorio para aplicar los principios de acuerdo con las circunstancias de tiempo y lugar. Son tres ases de un mismo proceso que suelen expresarse con estos tres verbos: ver, juzgar y obrar . (Mater et Magistra (MM), N 236) ʼ ʼ

Se trata de un modelo de trabajo que privilegia el enoque inductivo. Es decir, consiste en entender la realidad a partir de una observación directa de los acontecimientos, planteando una independencia con teorías o ideologías que desde un enoque deductivo pretenden explicar las realidades sociales a partir de marcos conceptuales preestablecidos.


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El ejercicio del ver impulsa al analista a acercarse a los modos en que la realidad social impacta la vida de los seres humanos, a identicar las consecuencias que los distintos hechos tienen en la historia, y a avanzar en la identicación de las causas que puedan explicar el porqué del carácter de la realidad que investiga el analista. La observación de la realidad puede desarrollarse a partir de diversas herramientas de investigación. No obstante, se quieren destacar aquí los aportes que pueden brindar dos disciplinas cientícas, sin que esto impida que otras disciplinas puedan aportar al análisis de realidad pastoral. Un análisis de realidad debe reconocer en un primer momento las trayectorias históricas de las comunidades. Pero no se intenta concentrar en la historia local de las comunidades, sino vincularla al movimiento histórico de la sociedad nacional y del continente. Por otro lado, el análisis de realidad debe identicar las principales características y tensiones de la orma de vida de las comunidades y los actores que intervienen en los distintos niveles de esa realidad. Esta mirada integral ha predominado en la aplicación del método del ver, juzgar y actuar en la Iglesia Latinoamericana. Los documentos de las Conerencias del Episcopado Latinoamericano, tanto en Puebla , en 1979, como en Aparecida en el año 2007, son apenas dos ejemplos de cómo se ha aplicado este método en el análisis de la realidad en América Latina y cómo desde allí se derivan las líneas de acción pastoral y evangelizadora que se implementan en cada país. En el documento conclusivo de la Conerencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida , se rearma el compromiso y la importancia de este método:

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En continuidad con las anteriores Conerencias Generales del ʻ ʻEpiscopado Latinoamericano, este documento hace uso del método ver, juzgar y actuar. Este método implica contemplar a Dios con los ojos de la e a través de su Palabra revelada y el contacto vivicante de los Sacramentos, a n de que, en la vida cotidiana, veamos la realidad que nos circunda a la luz de su providencia, la juzguemos según Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, y actuemos desde la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo y Sacramento universal de salvación, en la propagación del reino de Dios, que se siembra en esta tierra y que ructica plenamente en el Cielo. (…). Este método nos permite articular, de modo sistemático, la perspectiva creyente de ver la realidad; la asunción de criterios que provienen de la e y de la razón para su discernimiento y valoración con sentido crítico; y, en consecuencia, la proyección del actuar como discípulos misioneros de Jesucristo. La adhesión creyente, gozosa y conada en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y la inserción eclesial, son presupuestos indispensables que garantizan la ecacia de este método . (Aparecida, N. 19) ʼ ʼ

SE ANALIZA LA REALIDAD PARA IDENTIFICAR CAMINOS DE ACCIÓN Como se ha venido señalando, a partir de la DSI la labor evangelizadora incluye la tarea de analizar la realidad, pero también de generar acciones para que la dignidad de los seres humanos sea tenida en cuenta en el devenir de la sociedad. Este nivel de la acción pastoral es aún más importante en sociedades en donde todavía persisten desaíos en materia de desarrollo social y humano, para lograr insertar a los rutos del progreso, la ciudadanía que aún permanece al margen de este desarrollo. De esta manera, es necesario articular las tareas de análisis de realidad y de identicación de los posibles caminos que la Iglesia y los creyentes podrían proponer como alternativas de superación.


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A estas comunidades cristianas toca discernir, con la ayuda del Espíritu Santo, en comunión con los obispos responsables, en ʻ ʻ diálogo con los demás hermanos cristianos y todos los hombres y mujeres de buena voluntad, las opciones y los compromisos que conviene asumir para realizar las transormaciones sociales, políticas y económicas que se consideren de urgente necesidad en cada caso . (OA, N. 4) ʼ ʼ

Conscientes de esta necesidad en el contexto latinoamericano, los Obispos en Aparecida recalcaron el papel de la incidencia, a partir de análisis de realidad, que la Iglesia tenga en contextos nacionales: En esta tarea y con creatividad pastoral, se deben diseñar acciones concretas que tengan incidencia en los Estados para la ʻ ʻ aprobación de políticas sociales y económicas que atiendan las variadas necesidades de la población y que conduzcan hacia un desarrollo sostenible. Con la ayuda de distintas instancias y organizaciones, la Iglesia puede hacer una permanente lectura cristiana y una aproximación pastoral a la realidad de nuestro continente, aprovechando el rico patrimonio de la Doctrina Social de la Iglesia. De esta manera, tendrá elementos concretos para exigir que aquellos que tienen la responsabilidad de diseñar y aprobar las políticas que aectan a nuestros pueblos, lo hagan desde una perspectiva ética, solidaria y auténticamente humanista. En ello juegan un papel undamental los laicos y las laicas, asumiendo tareas pertinentes en la sociedad . (Aparecida, N. 403) ʼ ʼ

Una lectura de los planteamientos expuestos en Encíclicas y documentos del Episcopado latinoamericano, conrma que la labor de incidencia no solo se reere a la relación de la ciudadanía con los altos niveles de los poderes públicos. Es necesario tener en cuenta que dicha incidencia tiene un escenario muy importante en los niveles locales del poder público, esto es, en los escenarios de la administración pública en localidades y municipios. Impulsar mejoras en sociedades locales es una tarea que las comunidades católicas no pueden perder de vista en la labor de análisis de realidad pastoral y evangelización de lo social.

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REFLEXIONES FINALES De esta breve recopilación de las principales enseñanzas de la DSI en relación con los análisis de realidad pastorales, se pueden desprender elementos muy pertinentes para el caso del análisis de realidad en Colombia. En primer lugar, la pertinencia de aportar con diagnósticos que partan del undamento teológico de la dignidad de la persona humana, idea que se traduce en todo el desarrollo jurídico de los derechos humanos. En Colombia esta perspectiva aún no se ha proundizado en algunas instituciones y organizaciones dedicadas a hacer estudios sobre la realidad. Esto se expresa en la baja apropiación, por parte de la sociedad, de los contenidos de los derechos, que son la carta de ciudadanía. Aquí la Iglesia puede aportar en el trabajo de pedagogía y ormación ciudadana a partir de este valor irrenunciable de la dignidad. También es muy claro el llamado, explícito en los mismos documentos Ponticios, en el sentido de integrar la mirada pastoral con la mirada investigativa de las ciencias. Los argumentos expresados en la DSI son contundentes para superar la discusión acerca de las tensiones insolubles entre la razón y la e. Aortunadamente, importantes sectores del mundo intelectual y cientíco van en esta dirección.


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METODOLOGÍA PARA REALIZAR LOS TALLERES DE ANÁLISIS DE REALIDAD

I. SOBRE LA METODOLOGÍA DE ANÁLISIS DE REALIDAD ¿QUÉ ES LA METODOLOGÍA DE ANÁLISIS DE REALIDAD? Después de habernos acercado a algunos elementos teológicos y doctrinales que sustentan la necesidad eclesial de hacer un análisis de realidad pertinente, cimentado en el Espíritu que particulariza al ser humano como creación de Dios, en su dignidad, su libertad y en la sabiduría que emana de la razón, con la iluminación de la e, es preciso enocarnos en una metodología que permita dar concreción a tal ejercicio en los contextos propios de nuestro país. La metodología de análisis de realidad es una herramienta que nos permite (a personas y comunidades) reconocer, entender y comprender el contexto social, político, económico, cultural y religioso en el que se desarrolla nuestra vida y comunidad, partiendo de cómo sentimos y percibimos los actores que nos rodean. El análisis de realidad es un ejercicio de interacción y participación que nos permite (a los(as) asistentes a los talleres y acilitadores(as)) tomar conciencia personal y comunitaria de lo que el país vive en el ámbito regional, para entender la coyuntura nacional y poder, por medio de este conocimiento, aportar a la transormación de nuestra realidad desde el método del ver, juzgar y actuar.

¿PARA QUÉ HACEMOS EL ANÁLISIS DE REALIDAD? Los talleres de análisis de realidad los desarrollamos para incentivar en las personas y en las comunidades la habilidad de refexión crítica de nuestra situación social, política, económica, cultural y religiosa pastoral ; con el n de ortalecer la capacidad de proporcionar estrategias que respondan a los desaíos que la realidad nos presenta con una mirada de desarrollo sostenible y construcción de paz. Asimismo, la metodología de análisis de realidad proporciona a los agentes de la Iglesia herramientas analíticas que pretenden guiar las


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estrategias de acción que se llevan a cabo en cada una de las regiones en las cuales estos hacen presencia, partiendo de la realidad de cada una de nuestras comunidades y de las necesidades más sentidas por sus habitantes.

¿CUÁLES SON LAS RAZONES PARA HACER ANÁLISIS DE REALIDAD? Por eficacia: “Una Pastoral reducida a acciones, obras, proyectos (micro o macro- realizaciones), sin reerencia a las interrelaciones que se producen en un contexto determinado y sin observar las coyunturas nacionales y continentales, hace de la Iglesia simple espectadora de la historia o mero agente benéco, sin real participación en la construcción de un mundo más justo y humano”. (Mons. José Vicente Eguiguren, “Pastoral Social. Una elaboración Latinoamericana”. Secretariado Latinoamericano Caritas. SELAC Quito) Por razones teológicas: Los signos de los tiempos requieren

discernimiento y lectura permanente para denir el papel de la comunidad creyente. “Es propio de todo el Pueblo de Dios, pero principalmente de los pastores y de los teólogos, auscultar, discernir e interpretar, con la ayuda del Espíritu Santo, las múltiples voces de nuestro tiempo y valorarlas a la luz de la palabra divina, a n de que la Verdad revelada pueda ser mejor percibida, mejor entendida y expresada en orma más adecuada”. (GS, N. 44) Por razones de espiritualidad: Nuestro acompañamiento a las

comunidades es para poner en práctica la compasión (ruto de la caridad y expresión del amor misericordioso del Padre). Pero entender esa realidad para ser compasivos, nos obliga tener una actitud contemplativa – estar pendientes de la presencia del Espíritu en la historia, ser dóciles a la realidad, tener visión clara. Para buscar transformaciones: Al conocer la realidad de nuestra

comunidad, la sociedad se empodera y somos capaces de generar transormaciones sociales, con base en la incidencia política y participando de la opinión pública.

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¿CÓMO VAMOS A HACER EL ANÁLISIS DE REALIDAD? Los talleres de análisis de realidad contemplan mirarnos en un ejercicio participativo entre personas, comunidades y organizaciones sociales que estén interesadas en conocer, analizar y buscar estrategias de solución a los problemas que enrentamos. Esta mirada se hace desde cinco ámbitos: el social , el político , el económico , el cultural y el religioso pastoral. Y para esto utilizamos la metodología del VER - JUZGAR ACTUAR: 1. Ver: se realiza una descripción detallada de lo que conocemos

y vivimos, de nuestra situación amiliar y social en la cual se representan nuestros imaginarios, posturas, sentires, necesidades y problemáticas sobre la localidad, el barrio, la vereda; con el n de identicar los principales problemas de nuestra comunidad. Las herramientas metodológicas que utilizamos en esta ase son la cartograía social y la lluvia de ideas de los problemas que la comunidad identique. 2. Juzgar: una vez identicado el contexto de la comunidad

participante, refexionamos sobre el o los problemas descritos, preguntándonos por sus causas y eectos , y tratando de llegar a lo estructural, es decir, al motivo o motivos de ondo que lo o los generan. Las herramientas que utilizamos en esta segunda ase son el árbol de problemas y el mapa de actores. 3. Actuar: una vez se ha llevado a cabo el trabajo de recopilación

y el análisis de la inormación con la comunidad, el equipo del Observatorio complementa esos datos de campo con inormación primaria y secundaria para estructurar un análisis que es devuelto a la comunidad y a los agentes de pastoral que hacen presencia en la zona, con el n de que la acción y la presencia que la Iglesia hace en las comunidades parta del conocimiento de su realidad y así se puedan generar estrategias que ayuden a los habitantes a resolver sus problemáticas, protegiendo la dignidad y la vida de las personas que se encuentran en contextos sociales problemáticos. La herramienta que se utiliza en esta ase es la identicación de soluciones locales.


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PASOS A SEGUIR PARA LA REALIZACIÓN DE LOS TALLERES DE ANÁLISIS DE REALIDAD: HERRAMIENTAS DEL VER, JUZGAR Y ACTUAR Los talleres de análisis de realidad los iniciamos con una oración que guiará e iluminará la actividad del día y nos dispondrá a tener la mejor actitud rente al ejercicio participativo. Continuamos con un ejercicio de presentación de cada uno de los(as) participantes y de la agenda de la jornada.

1. VER ACTIVIDAD 1. CARTOGRAFÍA SOCIAL O MAPA “EL LUGAR DONDE VIVIMOS” Se motiva a los(as) asistentes para que en conjunto o en subgrupos, elaboren un mapa detallado del lugar donde viven, ubicando los principales espacios y actores que hacen parte de la comunidad, con el n de: 1) reconocer e interiorizar el territorio que habitan; 2) identicar los espacios claves y los elementos que los conorman; 3) identicar las relaciones, las dimensiones y las tendencias. Este ejercicio nos permite analizar la situación pasada, actual o utura (dependiendo de la temporalidad que se proponga) con el objetivo de identicar temas sensibles como problemas, potencialidades y confictos sobre los cuales seguiremos trabajando a lo largo del taller con la comunidad. Para facilitar este ejercicio debemos disponer de papel, marcadores, figuras o convenciones, tijeras, pegante y cinta.

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Dependiendo de la comunidad, y si tenemos o no inormación previa, el ejercicio debe estar guiado por unas preguntas iniciales que pueden ser: ¿Cuáles son los lugares más importantes y representativos de la comunidad? ¿Cuáles son los límites y los accesos a la zona? (vías, caminos, trochas). ¿Qué tipo de iglesias hay y dónde están ubicadas? ¿Cuáles son los lugares de reunión que la comunidad preere? ¿Cuál ha sido el proceso de poblamiento de la localidad, barrio, vereda, municipio o comunidad? ¿Qué características sociales y económicas tiene la población que habita el territorio? •

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Socialización: este primer ejercicio naliza con una plenaria que permita

socializar el mapa a un representante de los grupos conormados, y así incentivar a que los(as) asistentes compartan sus percepciones acerca del territorio y enriquezcan su conocimiento del entorno que habitan. Posibles variaciones de la actividad

A partir de las características de cada comunidad, de la situación de orden público, del tiempo que se tenga destinado para el taller, y de la extensión del territorio que vaya a ser analizado, es posible motivar alguno de los siguientes ejercicios: a. Recorrido cartográco por el territorio Los(as) participantes, bien sea en su totalidad o en subgrupos, comienzan a recorrer el territorio (barrio, vereda, parroquia, etc.) y a plasmar los espacios signicativos que en él encuentren. Es preciso que, como primer ltro de análisis, tengan presentes cuatro preguntas: ¿Cuáles espacios sirven para disrutar? ¿Cuáles espacios son motivo de esperanza y sueños? •

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¿Cuáles espacios generan temor? ¿Cuáles espacios considero prohibidos?

Una vez hayan terminado el recorrido, todos(as) se encargan de hacer del salón un gran mapa del territorio, denen unas convenciones y, con base en las preguntas establecidas, encuentran comunes denominadores sobre lugares de disrute, esperanza, temor y prohibición. Para facilitar esta actividad necesitamos hojas de papel y un lápiz.

ACTIVIDAD 2. LLUVIA DE IDEAS DE PROBLEMAS QUE AQUEJAN A LA COMUNIDAD Se pide a los(as) participantes que piensen aspectos de la realidad - social, política, económica, cultural y religiosa - que suceden en su territorio. Se puede delimitar también en relación a un tema en particular, por ejemplo: pensar en aspectos de la realidad relacionados con el desplazamiento orzado, con las comunidades campesinas, con los(as) jóvenes, etc. Una vez tengamos identicados los problemas se pide a los(as) asistentes que los escriban en chas bibliográcas (uno por cada cha) para armar la lluvia de ideas.

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Es importante aclarar que “un problema no es la ausencia de una solución sino es el problema ocal en sí mismo”. Por ejemplo: un problema no puede ser redactado como alta de escuelas en la comunidad o alta de hospitales, porque la solución está implícita (dotar a la comunidad de una escuela u hospital). Este ejercicio nos permite identicar los problemas más sentidos por los(as) habitantes de la comunidad y, asimismo, empezar a tener un panorama mayor de la realidad que allí se vive. Para facilitar esta actividad necesitamos fichas bibliográficas y esferos. Socialización: este segundo ejercicio naliza con una plenaria que

permita socializar a cada uno(a) de los(as) asistentes el problema identicado de orma corta y concreta para que cada uno(a) tenga la posibilidad de expresar el porqué de su elección. Posibles variaciones de la actividad

a. Protocolo de ocosocialización (Mycrolab protocol) El grupo se divide en tríos. No puede haber equipos de cuatro (4) personas; si es preciso se dejan parejas. Cada integrante cuenta con un minuto para expresar sus ideas o la respuesta a la pregunta que se plantee respecto a los problemas más relevantes de la comunidad, y solo debe cumplir dos normas: No puede interrumpir a sus compañeros(as) cuando estén utilizando su minuto de expresión. Debe respetar el tiempo asignado para su intervención (1 minuto). •

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Entre cada una de las intervenciones se dejan treinta (30) segundos para que los dos que escucharon las ideas o la respuesta de su compañero(a), refexionen y tomen nota de aquello que más les llamó la atención.


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Cuando todos los miembros del equipo terminan de hablar, se dejan cinco (5) minutos para que el equipo saque conclusiones y nombre un vocero. Se lleva a cabo una plenaria para identicar los problemas mencionados. Quien esté a cargo de la actividad va pegando los problemas en un espacio que pueda ser observado por todos. Al nal se pregunta si consideran que alta o sobra alguno de los problemas denidos. Para facilitar esta actividad necesitamos fichas bibliográficas y lápices.

b. Collage Se pide a cada uno de los miembros del grupo escribir lo primero que se le ocurra acerca del tema del ejercicio y que vayan pasando ordenadamente al papel para escribir el problema o los problemas que consideran más notables en su comunidad. Cada persona escribe como quiera (puede dibujar también) el problema y deja una palabra o un trazo en el renglón siguiente. El papel se va doblando, de manera que quien sigue no vea lo que ha escrito el anterior. Cuando todos hayan pasado se hace la lectura del texto. Es evidente que no habrá cohesión ni coherencia, pero permitirá ver reiteraciones en problemas que aectan a la comunidad. Se cierra con una plenaria para ampliar o depurar la enunciación de los problemas. Y cuando ya se tenga consenso sobre los problemas más recurrentes se escriben en chas bibliográcas para preparar la siguiente actividad. Para facilitar este ejercicio necesitamos un rollo de papel kraft y marcadores.

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2. JUZGAR ACTIVIDAD 3. ÁRBOL DE PROBLEMAS Una vez tenemos las chas con los problemas identicados, agrupamos las que expresan una misma idea. Si los(as) participantes están de acuerdo, las chas repetidas pueden ser eliminadas, pero es mejor reemplazarlas por una nueva con una ormulación acordada por todos(as). Ninguna tarjeta debe salir de la lluvia de ideas si no hay consenso. A continuación se abre el debate para organizar las chas en los siguientes grupos: 1) las que representan el problema principal o problemas principales; 2) las que representan las causas o problemas estructurales; 3) y las que representan las consecuencias o los eectos del problema principal. Una vez se han identicado las tarjetas de los tres grupos se ubica el problema o problemas principales en la posición del tronco del árbol. Los problemas que representan las causas se ubican como las raíces, y las ideas que representan los eectos del problema principal se ubican como el ollaje. La nalidad de ubicar los problemas que hemos identicado en la gura de un árbol es obtener un mapa general de la problemática que la comunidad siente como la más importante, con sus causas y consecuencias, y así tener los insumos necesarios para continuar, con ideas claras y consensuadas, con los siguientes puntos del análisis de realidad. El ejemplo que se muestra en la gráca del árbol de problemas


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identica como problema principal, o tronco del árbol, la drogadicción de los jóvenes ; esta es la dicultad más sentida por una de las comunidades de Montería (Córdoba) y es sobre la cual la comunidad siente que puede ejercer algún cambio en el mediano plazo. Como problemas estructurales (o raíces) que conllevan a que los(as) jóvenes de esa comunidad caigan en el problema de la drogadicción se identicaron: amilias disuncionales; la alta de ortaleza personal, social y espiritual; un modelo educativo no apto para los retos de la sociedad; alta de orientación a las amilias por parte de entidades gubernamentales; la violencia y el conficto armado , entre otros. Estos problemas que identicamos como causas, ubicados en la raíz, son los que están arraigados en la comunidad, los que necesitarán de mucho tiempo para que se logre tener un cambio a nivel político, económico y social. Y por último, están ubicados en las hojas del árbol los eectos que tiene la drogadicción de los jóvenes en las amilias y en la comunidad que los rodea. En este grupo se identicaron: la desintegración amiliar, la desestabilización emocional en la amilia, el bajo rendimiento académico de los jóvenes, los problemas mentales que el consumo genera, el abandono de los padres, el pandillismo y la delincuencia, el aumento de los gastos económicos de las amilias , entre otros. Estos problemas que se identicaron como consecuencias o eectos, son los que debemos tratar de solucionar en el corto plazo, ya que si se cambiamos estos actores podremos ayudar a la solución del problema principal.

ACTIVIDAD 4. ORGANIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN OBTENIDA: Trabajo complementario para el equipo facilitador (quienes implementan el taller).

Esta actividad NO se realiza con las personas asistentes al taller; sino entre quienes acilitan la actividad (ya sea el equipo del Observatorio de Realidad del SNPS o los agentes de pastoral de las dierentes diócesis

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del país) con el n de organizar y sistematizar la inormación obtenida con el ejercicio del árbol de problemas, en las siguientes dimensiones: proximal, intermedia y estructural; para permitir un mejor análisis posterior. Dimensión proximal: Lo que se mueve rápido

Son todos los hechos cotidianos a los cuales se ven los ciudadanos(as) sujetos o condicionados. Por ejemplo maltrato intraamiliar, problemas de convivencia con los vecinos, intolerancia, desempleo, etcétera. Dimensión intermedia: Lo que se mueve poco

Son los hechos que se presentan en el contexto territorial, que determinan las relaciones sociales y las interacciones entre grupos. Denen las dierencias de exposición de los individuos a la vulnerabilidad; incluyen las condiciones de vida, las condiciones laborales, la disponibilidad de alimentos, los comportamientos de la población y las barreras para adoptar modos de vida dignos. Por ejemplo, el sistema de seguridad social en salud puede considerarse como un actor de este nivel intermedio, ya que sus problemas en la atención de los(as) pacientes aecta de orma directa la vida; pero la solución a estos problemas de acceso y calidad no se encuentra en nuestras manos sino en las de los entes gubernamentales. Lo mismo pasa con los sistemas de educación, de transporte, etc., que aunque aectan directamente la vida de la comunidad, sus cambios no son inmediatos y vienen determinados desde entes superiores. Dimensión estructural: Lo que parece no moverse

Son los actores dentro de la sociedad que no pueden medirse directamente en el ámbito individual y que abarcan un conjunto amplio de aspectos organizacionales y uncionales de un sistema social de carácter político y económico, cuya repercusión sobre las personas no es medible, pero que ejerce una gran infuencia en los modelos de


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estraticación social y, por lo tanto, en las oportunidades que tienen las personas del común para insertarse en la sociedad. Son las decisiones y mecanismos sociales y políticos que generan, conguran y mantienen el orden social, como por ejemplo: el modelo de desarrollo económico, los sistemas políticos que acogen los modelos económicos imperantes, las características políticas establecidas en la Constitución nacional y en las leyes, o la conormación político administrativa regional, departamental, municipal, etc. Son actores que han estado en la sociedad incluso muchísimo antes de que naciéramos. Una vez el equipo acilitador tenga organizada la inormación de la lluvia de ideas y del árbol de problemas según estas dimensiones, se procede a clasicarla por niveles (sociopolítico, económico, cultural y religioso) para ser plasmada en la matriz No. 1 de dimensiones, que se muestra más adelante. Ésta matriz permite organizar los problemas identicados en la lluvia de ideas en niveles y dimensiones, así como plasmar la discusión obtenida en las plenarias, diligenciando la casilla de IMPACTOS. Por último la casilla de TENDENCIA nos permite, a manera de conclusiones, tener un panorama general de lo que debemos enrentar, en un corto, mediano y largo plazo si no se toman medidas para cambiar las situaciones problemáticas a las cuales se enrenta la comunidad y cada uno de sus integrantes.

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A I C N E D N E T S O T C A P M I

S E L E V I N Y S E N O I S N E M I D E D . 1 Z I R T A M

L O A D I P M I Á X R O E R V P E N U M Ó I E S S N E E U M I Q D O L

a a a l a a a l a a a l a a a l a a a l l l l a l i a l i v e a v e a v e a v i i v e d v v v v v e d i e e e e e d i d d d d d d d d a t d a t d a i d a i d a i d a i t d a t t d a t t d a t t d a t a a a a a a a a a a t s d t s d d d d t s d d t s d d t s d i i i i i i i i i i i i i i t s t s t s t s t s l i l l l l l l l l l i o i o o o o i o o i o o i o t t t t l l l l l a n h a a h a n h a a h a n h a a h a n h a a h a t h a n a h e e e e e c e c c e c e c e c e r a r u c r a r u c r a r u c r a r u c r a e r u e e e e e e e e e u u u u u c c c c c H H c H H c H H c H H c H H c

S O T C A P M I E V E A N I U Ó I D O S E M E C M N S E R E O E P M I T U N D I Q O L S O T C A P M I O L N A E N R C E Ó I U E S S T R R A E N P V E C U E O M I R T U M D S Q E O L s e n o i s n e m i D s e l e v i N

O C I T Í I L O P O I C O S

O C I M Ó N O C E

L A R U T L U C

L O S A R O I O G I T L S E A P R

A I C N E D N E T


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ACTIVIDAD 5. MAPA DE ACTORES Cuando hemos identicado el problema principal con sus causas y consecuencias, proseguimos con la identicación de los actores que hacen presencia en la comunidad y quienes infuyen, de orma positiva o negativa, en la situación problemática determinada. Para comenzar, se pide a los(as) participantes que hagan un listado de los grupos y las organizaciones sociales, los entes gubernamentales y no gubernamentales, los grupos armados, y demás actores que hagan presencia en la zona. Cada actor descrito por los(as) participantes debe ser escrito en una cha bibliográca dierente (al igual que en el ejercicio del árbol de problemas). Una vez tenemos los actores en cada una de las chas, se abre la conversación para que cada participante exponga de qué manera cree que el actor identicado infuye en la situación problemática registrada, ya sea positiva o negativamente. Una vez se tengan los actores escritos en las chas y cada participante haya aportado a la discusión, se denen los tipos de relaciones que existen entre los actores y la situación problemática. Por ejemplo: Alianza (contribuye o podría contribuir a la solución del problema), Tensión (intereses opuestos a la solución del problema), Relaciones Rotas (hubo relación con el problema identicado pero esta se perdió), Relaciones Inexistentes (jamás ha habido relación pero podría haber si las condiciones cambian). Cada uno de estos tipos de relaciones se identica con una convención por ejemplo: Alianza Tensión Relaciones rotas Relaciones inexistentes

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Actores con los que actualmente hay Alianza

Actores con los que se debe continuar o buscar Alianza

Actores con los que actualmente hay Tensión

Actores con los que abra Tensión, aunque se busque Alianza

Actores con los que actualmente hay relaciones Rotas

Actores con los que abra relaciones Rotas

Actores con los que actualmente hay relaciones inexistentes

Actores con los que la relación será inexistente

A continuación se dialoga sobre cuáles de los actores, identicados por nosotros como comunidad, podríamos infuir para que la situación problemática mejore (relaciones de alianza); sobre cuáles actores no es posible infuir porque están uera de nuestro alcance (relaciones inexistentes); sobre cuáles actores no nos interesa infuir porque


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tienen intereses opuestos a lograr la solución del problema y buscar el bienestar de la comunidad (tensión); y por último sobre cuáles ueron los actores aliados, en algún momento determinado, pero que por alguna circunstancia cambiaron su posición y por eso no sería posible ortalecer una relación que aporte a la solución del problema. Estas últimas relaciones las identicamos con un color dierente en el mapa para que se distingan del primer grupo de relaciones identicadas y podamos tener un mapa de los actores a los cuales debemos acercarnos y ortalecer lazos de cooperación. Las siguientes preguntas son un ejemplo de cómo se puede guiar este ejercicio: ¿Quiénes están involucrados en las problemáticas identicadas? ¿Cómo interactúan: son quienes la ocasionan, los que intentan solucionarla, son indierentes en la acción pero no en la opinión? ¿Qué personas o grupos de estos tienen uertes lazos y relaciones positivas entre sí? ¿Quiénes tienen dierencias uertes? •

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ACTIVIDAD 6. ORGANIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN OBTENIDA Trabajo complementario para el equipo que lleva a cabo el taller. Esta actividad no se lleva a cabo con la comunidad asistente al taller, sino entre las personas del Observatorio o los agentes de pastoral que estén replicando el ejercicio, con el n de organizar y sistematizar la inormación en los siguientes niveles, para permitir un mejor análisis posterior:

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? é u q r o P ¿

S E R O T C A E D . 2 Z I R T A M

A D A C I F I T N E D I A C I T Á M E L B O R P

s s e e t n n o e i t c i s a l x e e R n I

s e n s o a i c t n l a o R ó e i c R a l e R e d o p n i T ó i s n e T

a z n a i l A

r o t c A


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3.

ACTUAR

ACTIVIDAD 7. IDENTIFICACIÓN DE SOLUCIONES LOCALES Para esta actividad se organizan subgrupos según el número de problemas surgidos en el ejercicio del árbol de problemas en el nivel cultural o en la dimensión proximal, es decir, lo que responde a los valores, comportamiento, reglas, costumbres, hechos cotidianos. Cada grupo deberá seguir el siguiente fujograma para identicar soluciones:

Pregunta 1: ¿Existen soluciones locales (qué hemos hecho para

tratar de solucionar este problema)? Si la respuesta es NO: se deberán identicar soluciones potenciales para introducir. Si la respuesta es SÍ : pasar a la pregunta 2. Si la respuesta es NO SABEMOS: hacer investigación de campo.

Pregunta 2: ¿Las soluciones locales han dado buenos resultados?

Si la respuesta es NO: pasar a la pregunta 3. Si la respuesta es SÍ : las soluciones deben ser promovidas. Si la respuesta es NO SABEMOS: hacer investigación de campo.

Pregunta 3: ¿Las soluciones locales pueden

ser mejoradas? Si la respuesta es NO: pasar a la pregunta 4. Si la respuesta es SÍ : deberá enocarse el

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mejoramiento de las soluciones locales y posiblemente su modicación con elementos introducidos. Si la respuesta es NO SABEMOS: hacer investigación de campo. Pregunta 4: ¿Hemos visto soluciones en otros lugares que podrían ser

introducidas? Si la respuesta es NO: debemos investigar con ayuda de la comunidad. Si la respuesta es SÍ : enumeramos lo que hemos visto para analizarlo.

ACTIVIDAD 8. ORGANIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN OBTENIDA Trabajo complementario para el equipo que lleva a cabo el taller Esta actividad NO se lleva a cabo con la comunidad asistente al taller, sino entre las personas del Observatorio o los agentes de pastoral que estén replicando el ejercicio, con el n de organizar y sistematizar la inormación surgida de la Identicación de Soluciones Locales, para permitir un mejor análisis posterior con la ayuda de la siguiente matriz:


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l u s S o ¿ g l e a u c c r o e i o n s ? n o e c s e e n n o t r o s

l o ¿ E c x a i l t e s e s ? n s o l u c i o n e s S Í

N O

N O S A B E M O S

P r o b l e m á t i c a i d e n t i f i c a d a :

¿ C u á l e s ?

¿ Q u é r d e a s u d l o t ? a d o s h a n

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M A T R I Z 3 . D E S O L U C I O N E S L O C A L E S

ACTIVIDAD 9. ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN OBTENIDA Trabajo nal elaborado por el equipo del Observatorio o los agentes de pastoral que repliquen la metodología en sus comunidades. Por último, los talleres de análisis de realidad deben concluir con la elaboración de un inorme - documento de investigación que dé cuenta del trabajo realizado-, basado en la inormación obtenida en los talleres (inormación primaria) y en la recopilación de inormación de prensa, datos censales, libros, documentos e investigaciones sobre los temas abordados (inormación secundaria). Adicionalmente se complementará, en los casos en que sea posible, con un trabajo de campo que permita realizar entrevistas y un trabajo etnográco en las zonas objeto de estudio, con el n de ortalecer los relatos de las personas participantes en los talleres con datos e investigaciones ociales que nos permitan tener un sólido contexto de la situación en la que viven los y las colombianas. Este documento nos permitirá orecer a la comunidad participante un análisis de su situación social, política, económica, cultural y religiosa pastoral, con el n de generar conciencia de la realidad vivida, ortalecer procesos y lazos comunitarios y enocar el accionar de la Iglesia con base en el conocimiento previo de las regiones en donde se hace presencia.


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BIBLIOGRAFÍA •

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Cartilla Metodologica Ver- Juzgar -Actuar

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