Descripción antropologica de la etnogénesis mapuche (teoria)
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Segredo dos vencedores é uma das séries de matérias / ebooks que nos faz pensar um pouco mais...
Descripción: Las profecías através de este maravilloso libro (Apocalipsis o Revelación), describen a Cristo como el Vencedor, el Conquistador. Descúbralo por usted mismo.
Livro Mais que Vencedores de William HendriksenDescrição completa
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Descrição: “Vendedores Vencedores” é o 1º livro escrito por José Ricardo Noronha, um Vendedor e Palestrante apaixonado pelo mundo das vendas que tem por Sonho e Missão transformar a carreira e a vida de milha...
UN APORTE REAL A LA SALUD CON LOS PRODIGIOS DE LA CURCUMADescripción completa
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Cómo descubrir los significados y las fechas que ves mientras duermes. Con La Numerología de los Sueños busco enseñar paso a paso, y tan claramente como me es posible, un método completo…Descripción completa
libro
La visión de los vencedores. Etnogénesis y poder en territorio mapuche. Siglos XVI-XIX Guillaume Boccara raducción !iego "ilos
#resentación$ por %athan &atchel Introducción general
Primera Parte. Estructura, Estructura, guerra y sociedad sociedad en los primeros primeros tiempos de la conquista Introducción I La estructura sociopol'tica Los niveles mínima de integración Filiación y residencia Poliginia, riqueza y alianzas matrimoniales El lebo y el rewe: frontera política e identitaria Ayllarewe Ayllarewe y futamapu: alianzas guerreras y geopolítica indígena (ormas y ra)ones de la guerra reche Individuo, guerra y sociedad Dinmica guerrera, identidad e ideología
Segunda Parte. El poder creador o el espíritu espíritu de las conquistas conquistas españolas: de la guerra contra los “bárbaros” a la “civiliaci!n de los salva"es” Introducción II !el mito de la guerra permanente a la *+s,ueda de una pa) inencontra*le !ueva periodización de la "istoria del contacto en la oscura ne#ulosa de los Estudios Fronterizos Las instituciones de la $paz fronteriza% El poder creador tipos de poder y principios de sueción Poder, dominación y go#ierno El poder so#erano &'()(*'+)' El poder civilizador &'+)'*'-'.
#ercera Parte. $e los %ec&e a los 'apuc&e: restructuraciones y etnog(nesis Introducción III Econom'a y sociedad /dopción del ca#allo y ro#o de ganado en los primeros tiempos de la conquista La gran transformación: razzia, crianza de ganado y comercio &'+((* '-'. /eligión y mentalidad De la digestión del patiru o misionero en $todos sus estados% $Del irreducti#le salva0ismo% de los 1ec"e: permanencias y cam#ios
#resentación$ por %athan &atchel Introducción general
Primera Parte. Estructura, Estructura, guerra y sociedad sociedad en los primeros primeros tiempos de la conquista Introducción I La estructura sociopol'tica Los niveles mínima de integración Filiación y residencia Poliginia, riqueza y alianzas matrimoniales El lebo y el rewe: frontera política e identitaria Ayllarewe Ayllarewe y futamapu: alianzas guerreras y geopolítica indígena (ormas y ra)ones de la guerra reche Individuo, guerra y sociedad Dinmica guerrera, identidad e ideología
Segunda Parte. El poder creador o el espíritu espíritu de las conquistas conquistas españolas: de la guerra contra los “bárbaros” a la “civiliaci!n de los salva"es” Introducción II !el mito de la guerra permanente a la *+s,ueda de una pa) inencontra*le !ueva periodización de la "istoria del contacto en la oscura ne#ulosa de los Estudios Fronterizos Las instituciones de la $paz fronteriza% El poder creador tipos de poder y principios de sueción Poder, dominación y go#ierno El poder so#erano &'()(*'+)' El poder civilizador &'+)'*'-'.
#ercera Parte. $e los %ec&e a los 'apuc&e: restructuraciones y etnog(nesis Introducción III Econom'a y sociedad /dopción del ca#allo y ro#o de ganado en los primeros tiempos de la conquista La gran transformación: razzia, crianza de ganado y comercio &'+((* '-'. /eligión y mentalidad De la digestión del patiru o misionero en $todos sus estados% $Del irreducti#le salva0ismo% de los 1ec"e: permanencias y cam#ios
#ol'tica e identidad 1edefinición de la figura del ulmen Formación de macro*agregados políticos y unificación identitaria 0onclusión Glosario 1ndice de mapas y 2iguras e 'ndice de las ilustraciones /e2erencias *i*liogr32icas
#resentación 2e aquí una o#ra que logra muc"o ms que renovar los estudios araucanos: nos presenta una investigación que com#ina de manera e0emplar las pro#lemticas y los m3todos de la "istoria y de la antropología4 El desafío es por lo tanto de envergadura: se conoce la dimensión legendaria del afamado guerrero araucano que, ms all del río 5ío*5ío, opuso una resistencia plurisecular a los Incas, primero, y a los espa6oles y c"ilenos, despu3s4 Por cierto, no se trata de negar dic"a resistencia, pero erigirla en un sím#olo cuasi mítico, como lo "a "ec"o una a#undante literatura, es convertirla en un enigma4 7uillaume 5occara resuelve #rillantemente el enigma deconstruyendo el mito y demostrando rigurosamente cómo se "a construido, a lo largo de los siglos, la identidad mapuc"e4 /sí pues, se trata de un proceso de larga duración en cuyo t3rmino los indígenas de la /raucanía, a fines del siglo 89III, se parecen poco a sus ancestros del siglo 89I, aun cuando no "an de0ado de cultivar su diferencia asimilando la alteridad: los rec"e se "an convertido en mapuc"e4 De0aremos al lector el placer de descu#rir y recorrer los detalles del nota#le anlisis que pone en evidencia la correlación entre las transformaciones económicas profundas producto del contacto con el mundo espa6ol &de la recolección a la "orticultura, la crianza de ganado equino, #ovino, ovino, el trfico de esclavos y la producción para el mercado y el paso de una 0efatura fundada en el prestigio guerrero y en el rito de antropofagia, a un poder mantenido por la razzia, el comercio y la riqueza4 En paralelo, se podr o#servar cómo la organización sociopolítica cam#ia espectacularmente de escala con la araucanización de la Pampa y la construcción de unidades macro*regionales, mientras que el sistema autóctono de creencias religiosas sufre a su vez una serie de reela#oraciones sincr3ticas4 El minucioso eamen de estas diversas reestructuraciones se inscri#e, en efecto, dentro de una perspectiva glo#al que restituye la etnog3nesis mapuc"e dentro de toda su comple0idad, es decir, para nosotros, su inteligi#ilidad4 Este li#ro de 7uillaume 5occara marca de a"ora en adelante un "ito y perdurar como un modelo de investigación en antropología "istórica4 !atc"an ;ac"tel
Introducción general !e la leyenda a la historia en *usca del sueto 45araucanos$ mapuche o rec&e67 ierras le0anas que evocan las fronteras de la $?ivilización% y los límites de la ineora#le empresa del $desenclave planetario%4 /raucano, Lautaro, ?"ile austral4 >res t3rminos que, apenas ingresados en la 2istoria de la conquista, se convierten en mito4 Lautaro, $#r#aro genial%,
seg=n los t3rminos de Pierre ?"aunu,' fue el primer "3roe de la prover#ial resistencia que los araucanos opusieron a la empresa de conquista de las fronteras meridionales de un Imperio Espa6ol que, en esta segunda mitad de siglo 89I, "a#ía alcanzado sus verdaderos límites4@ Los araucanos, #r#aros de las tierras australes, aucaes de los Incas, "a#ían entrado en esta nueva "istoria como un $pue#lo po3tico% y $alcanza#an la inmortalidad por ser los campeones de la li#ertad%4A Esta figura del indígena guerrero, ardiente defensor de su li#ertad y portador de valores igualitarios atravesar los siglos4 Los patriotas de comienzos de siglo 8I8 "arn del araucano de los primeros tiempos de la conquista el precursor del genio c"ileno4 Pa#lo !eruda ver en la luc"a entre proletarios y #urgueses la continuación de la que opuso a los araucanos con sus invasores peninsulares4) Los araucanos devendrn tam#i3n los primeros guerrilleros de una /m3rica Latina desangrada por los Yankees y Lautaro ser metamorfizado en una suerte de ?"e 7uevara de los tiempos coloniales4 Bs recientemente, izado por el movimiento de renacimiento indígena y por la difusión del ideal ecologista, el indígena se convirtió en el paladín de la igualdad, del respeto a la naturaleza y en el =ltimo guardin de verdades sagradas, primarias, ancestrales4 Por supuesto, el destino del indígena &real o imaginario no fue siempre positivo, para eso falta muc"o4 Ca sea el sím#olo de la li#ertad o el de la encarnación del salva0e ocioso, alco"ólico, violento y sucio, no es ms que un persona0e "a#lado4 5uen salva0e o #r#aro infra"umano, guerrero valiente o caní#al inconstante, li#ertador o guerrillero, el /raucano, aunque vencedor, no "a#la nunca o casi nunca4 Pues si el /raucano es c3le#re en razón de la resistencia plurisecular que opuso a los Incas, a los espa6oles y luego a los c"ilenos, el murmullo que envuelve su figura oculta numerosos vacíos en cuanto a su ser social real y a la irrupción de los espa6oles en su "istoria4 p4'' ?uando afirmamos que el indígena "a sido "a#lado, no queremos insinuar que aquí le devolveremos la pala#ra4 La naturaleza misma de las fuentes utilizadas &espa6olas en nuestra empresa de reconstrucción de la organización social y de las transformaciones durante la 3poca colonial, "ace de dic"a am#ición una aut3ntica y etra6a odisea4
Esa fue, de alguna manera, nuestra interrogación inicial: intentar eplicar las razones y las formas de la resistencia mapuc"e4 Esta primera pro#lemtica fue sin em#argo rpidamente infligida por dos eventos que "icieron vacilar tan límpida y #sica interrogación &qu3 "ay de la resistencia mapuche G y que nos condu0eron a reconsiderar los t3rminos mismos de mapuc"e y de resistencia4 El primer elemento que "izo desviar nuestra investigación "acia el pro#lema que da el título a este estudio &etnog3nesis mapuc"e fue la ausencia del voca#lo mapuc"e en los documentos de los dos primeros siglos de la 3poca colonial4 Intentar reconstruir la organización social y la "istoria de una po#lación cuyo nom#re no aparece en las fuentes no remitía simplemente a un pro#lema material4 Pues la ausencia del etnónimo mapuc"e "asta la segunda mitad del siglo 89III, cuando los t3rminos pe"uenc"e, "uillic"e, picunc"e o puelc"e eran empleados para calificar a las po#laciones vecinas de los llamados araucanos o mapuc"e desde los primeros tiempos de la conquista, plantea#a una pregunta en cuanto a la eistencia misma de este grupo en tanto etnia4 Esta duda se ve reforzada por tres indicios suplementarios4 Primero, los t3rminos "uillic"e o puelc"e, le0os de constituir etnónimos, son ms #ien deícticos para designar a la gente &che del norte & picun, del sur &huilli y del este & puel 4 En cuanto al t3rmino pe"uenc"e, servía para designar a las po#laciones que vivían en la ?ordillera que se alimenta#an esencialmente de pi6ones &pehuén4 El segundo indicio consistía en que los indígenas utiliza#an efectivamente un t3rmino para autodesignarse, pero que no era el de mapuc"e &che: 2om#re, mapu: tierra sino el de rec"e &che: "om#re, re: aut3ntico, puro, verdadero4 Finalmente, el =ltimo indicio, si #ien eistían araucanos en ?"ile, este t3rmino designa#a =nicamente a los "a#itantes de los territorios situados inmediatamente al sur del río 5ío*5ío dentro del Estado o de la Provincia &seg=n el voca#ulario de la 3poca de /rauco4 oms 7uevara, rector del ?olegio de >emuco y fino conocedor de la realidad indígena post*pacificación &fines del siglo 8I8 y comienzos del siglo 88, el territorio u#icado entre el río ?opiapó y el istmo de 1oloncaví "a#ría sido "a#itado, en el siglo 89I, por la etnia mapuc"e, que se dividía, seg=n 3l, en cuatro grandes regiones: los picunc"e &?opiapo*1apel, los promaucaes &1apel*Itata, los araucanos &Itata*>olt3n y los "uillic"e &>olt3n*itsmo de 1eloncaví4( olt3n (
'H@(4
y los "uillic"e "asta el arc"ipi3lago de ?"ilo34+ olt3n una po#lación que, tanto por sus características culturales como por su modo de organización y su carcter #eligerante, se diferencia#a de sus vecinos septentrionales, meridionales y orientales4 Es, por tanto, a partir de esta unanimidad que se da pie a un importante n=mero de impasses4 /sí pues, si "acemos caso a los autores que llaman mapuc"e a esta po#lación y consideramos las fuentes de los siglos 89I y 89II, nos encontraremos enfrentados a un pro#lema ms que considera#le, el cual ya fue evocado anteriormente: el t3rmino mapuc"e no "a sido nunca mencionado4 C sin incurrir a un positivismo ecesivo, nos parece pertinente preguntarnos por qu3 los t3rminos picunc"e, "uillic"e, etc4, aparecen en los documentos para designar entidades en apariencia territorialmente localizadas, mientras que la po#lación u#icada entre los ríos 5ío*5ío y >olt3n no aparece nunca nom#rada con el t3rmino mapuc"e4 !o afirmaremos, por el momento, que los "a#itantes de este territorio no se autodenominaran mapuc"e4 ?onstatamos simplemente que la pala#ra, a diferencia de las dems, est ausente en las fuentes y que, por consiguiente, es inapropiado afirmar, en un tra#a0o de carcter etno"istórico, que una supuesta etnia mapuc"e residía entre estos dos ríos a la llegada de los espa6oles4 'H@) y 'H@-4 'H(+: )A(*)(+4 'H-)a: -H*''( y 'H-#: )'*)+4 H 'H-@: +(*-+ y 'H-H: A@H*A)-4 +
olt3n son araucanos, pareciera que nos encontramos en presencia del pro#lema inverso4 Efectivamente, se "ace referencia al t3rmino /raucano en la documentación para designar a una po#lación aguerrida que se u#ica#a al sur del 5ío* 5ío4 Lo que es ms, "emos visto que el t3rmino aparece muy tempranamente en la literatura colonial, pues desde los primeros acercamientos de Pedro de 9aldivia a este territorio, ya es cuestión de la Provincia de /rauco4 ucapelinos, ?atirayes, Baqueguanos, etc44 En resumen, mientras algunos ven mapuc"e allí donde manifiestamente no los "ay, víctimas de una mirada propia del siglo 88, en el cual la utilización del etnónimo mapuc"e se encuentra #ien esta#lecida, otros etienden una denominación &araucano, empleada de manera errónea por ciertos espa6oles de la 3poca colonial, al con0unto de los "a#itantes de los territorios u#icados entre los ríos 5ío*5ío y >olt3n4 La puesta al tanto de las imprecisiones que contienen los tra#a0os precedentes nos conduce a formular una pregunta propiamente elemental: si no "a#ían, en el siglo 89I, po#laciones que se autodenominaran o se perci#ieran como mapuc"e, qu3 "a#ía entoncesG p4') Para tratar esta cuestión, volvamos a a#rir la presentación de las proposiciones de los diversos especialistas y veamos en qu3 medida es posi#le detectar una reciente evolución a trav3s de los escritos de /dal#erto
che 0gente del norte1 %pikum 0norte1 y che 0gente1(. +o hay buenos indicios de que pikumche tenga o haya tenido el significado que le han dado los antrop"logos e historiadores. 8ue y es s"lo un deíctico %como el castellano 0nortino1( y no el nombre de una parcialidad o subdi,isi"n de los mapuches internamente percibida como tal %...( 9os soldados y funcionarios del imperio incaico llamaban purum awka 0gente animal o sal,a/e1 a los grupos etran/eros que no podían pacificar e incorporar a la estructura sociopolítica imperial. 4n #hile aplicaron estas denominaciones a los nati,os hostiles que encontraron entre los ríos 7aule y el )ío-)ío. 4ntre los historiadores y antrop"logos circula a ,eces el deri,ado hisp2nico promauca %y ,ariantes( como nombre de un presunto grupo étnico asentado en esa 2rea lo que es ineacto3 entre el 7aule y el )ío-)ío ,i,ían mapuches no sometidos al incanato y completamente absorbidos en la hispanidad durante la #olonia %4'.
olten, fueron llamados primero promaucaes y luego araucanos &444 pero su verdadero nom#re de origen, es decir, el que se da#an a sí mismos, es el de mapuc"es &Qgente de la tierraR o el de rec"es &Q"om#res purosR%4'A Este largo desvío preliminar por la terminología relativa a las po#laciones del centro y del centro*sur de ?"ile va sin em#argo #astante ms all de un simple asunto de pala#ras4 Pareciera, en efecto, que esta persistencia en "a#lar de mapuc"e o de araucano por parte de ciertos investigadores &a=n cuando otros relevan la eistencia del t3rmino rec"e remite a una concepción #ien peculiar de la noción de etnia4 Pues, qu3 puede eplicar esta 'HH@: @H*A.4
constancia sino una aproimación su#stantivista o esencialista de la cultura4 !o desestimamos evidentemente la comodidad que "ay en emplear t3rminos conocidos por todos &mapuc"e o araucano ni el peso de la "istoria y de las proyecciones de la realidad presente so#re un pasado a=n poco esclarecido4 Pero, al parecer, este uso insistente remite tam#i3n a una concepción "istórico*antropológica que tiende a considerar a las etnias como datos de la "istoria o como entidades desde siempre presentes, a las que el etno"istoriador no tendría finalmente ms que e"umar de las profundidades del pasado, sin tener en cuenta los diferentes estratos o capas de sedimentación que contri#uyen a su formación4 Esta persistencia sería entonces la epresión de una concepción esttica de la cultura y de la sociedad, las cuales sólo se transformarían p4'+ por la corrupción de su esencia4 De manera que toda modificación que condu0ese a una etnia a ale0arse de una supuesta tradición inmemorial, representaría un paso irreversi#le "acia la p3rdida de la identidad original y la marca de una aculturación impuesta4 /nte esto, intentaremos demostrar con el presente estudio que la lógica social y la "istoria de los reche centrales de la 3poca colonial estn #astante le0os de responder a tal definición de etnia y de cultura4 /sí pues, "ay que "a#lar de rec"e para calificar a las po#laciones indígenas del siglo 89I4 ?ompartiendo totalmente las afirmaciones de olt3n, ni etnia picunc"e al norte ni "uillic"e al sur4 olt3n4
Edición facsimilada '--4 Faron 'H+.4
aparece por primera vez mencionado el etnónimo mapuc"e4 En cuanto a los documentos del siglo 8I8, 3stos se6alan que los indígenas del centro*sur se autodenominan mapuc"e4 E: 1EE!?I/ I!DI7E!/ PIE1DE /!?I/4 Es la toma de consciencia de este do#le fenómeno, construcción lenta de una nueva entidad 3tnica &los mapuc"e y transformaciones dentro de las estrategias de dominación &por implementación de la misión, de asam#leas políticas "ispano*indígenas y del comercio, de0ando atrs a la guerra a sangre y fuego, que nació una nueva pro#lematización de la conquista y de sus efectos so#re las po#laciones indígenas4 La conquista tenía irremedia#lemente dos fases y era p4'- en el conteto de esta interacción comple0a entre
un su0eto indígena en plena reestructuración y una presión colonial polimorfa, que se reveló necesario comprender lo que realmente "a#ía tenido lugar4 9amos a"ora a la presentación de las pginas que siguen4 En un primer momento, intentaremos reconstruir la organización social y el universo religioso de los rec"e durante los primeros tiempos de la conquista4 Esta primera etapa ser seguida del estudio detallado del fenómeno guerrero4 Ca que, tan etra6o como pueda parecer, esta po#lación, conocida por su carcter #3lico, no fue nunca o#0eto de un estudio en profundidad so#re las razones y las formas de la guerra que lleva#a a ca#o4 /"ora #ien, constataremos que el estudio de la guerra como "ec"o social total permite a la vez comprender la manera como se produ0o y se reprodu0o esta sociedad, así como la importancia del fenómeno #3lico en la producción del !osotros y de las figuras de la alteridad4 Bostraremos que llegando "asta el final del c"mo de la guerra, se termina por comprender un poco me0or su porqué. Esta primera etapa ser la ocasión de formular algunas "ipótesis en cuanto a las razones de $esta tan etra6a resistencia indígena%4 En la segunda parte eaminaremos, desde una perspectiva política, el lado espa6ol de la conquista4 Despu3s de una presentación crítica de las principales "ipótesis y conclusiones de los investigadores de los Estudios Fronterizos, propondremos un anlisis de las diversas estrategias de su0eción y de los diferentes tipos de poder desplegados por los 2ispano* criollos orientados a aca#ar con sus inconstantes enemigos4 !os dedicaremos a mostrar que los dispositivos de poder conocen una evolución a lo largo de la 3poca colonial y que se pasa de un modelo de integración*eplotación a otro de asimilación*civilización4 Los agentes, los m3todos, el espíritu de las conquistas se transforman4 Pues si en un primer momento &'()(*'+)' es a los soldados y a la figura a#stracta del rey &a nivel ideológico a quienes corresponde efectuar la conquista de las masas de indígenas e integrar los territorios a un espacio de so#eranía, en un segundo momento &mitad del siglo 89II* comienzos del siglo 8I8 se pasa a una empresa política que descansa so#re un principio de civilización y de creación de individualidades indígenas positivas a fin de ampliar los efectos de un nuevo tipo de poder4 Los principales agentes de este nuevo diagrama de poder son desde entonces el misionero y los $intermediarios aculturantes% &capitn de amigos, comisario de nacionesS las instituciones claves: la misión &como espacio de civilización de las costum#res y el parlamento &como lugar de normalización 0urídico*polítca y comercial4 En la =ltima parte, nos atendremos a determinar los efectos so#re la sociedad indígena producidos por las m=ltiples presiones a trav3s del anlisis de: ' >ransformaciones del modelo económico &paso de la "orticultura, la recolección y la crianza reducida de cam3lidos, a la producción de un ecedente para el mercado, la ganadería, el trfico de esclavos, la razzia y la epansión transandina "acia las Pampas argentinas4 p4'H @ Bodificaciones en la religiosidad rec"e &aparición de un sincretismo religioso y de una nueva entidad celeste4
A ?am#ios sociopolíticos &concentración de estructuras, constitución de agregados macro* regionales, cristalización del poder y su#stitución de los 7randes "om#res guerreros por los Tefes4 ) >rastornos en los mecanismos de definición identitaria4 !os aplicaremos entonces en demostrar que es a trav3s de reestructuraciones, reapropiaciones y reevaluaciones de las categorías $tradicionales% &o a trav3s de una perpetua reinvención de la tradición que se for0ar la etnia mapuc"e4 Es importante precisar que este nuevo intento de reconstrucción "istórica servir quizs tanto para conocer un poco ms el pasado de los rec"e* mapuc"e como para demostrar que, en suma, conocemos #astante mal el universo mental y la organización social de estos indígenas en el período colonial4 >am#i3n, remarcamos, con Tacques 7alinier,'+ que la etnología y la "istoria de#en "acer prue#a, en este dominio, de la mayor "umildad4 Esta o#ra se entiende a sí misma como una modesta contri#ución tanto a la deconstrucción de un mito como a la e"umación de un pasado que, a pesar del carcter fragmentario e incompleto de las fuentes, merece ser resucitado4 erminemos esta larga introducción &se nos acordar que los enigmas y malentendidos "an sido numerosos volviendo al pro#lema de la figura dominante del /raucano como guerrero indómito, feroz y apasionado por la li#ertad, que enmascara la realidad autóctona4 / este respecto, convendría preguntarse si los mapuc"e no "a#rían sido víctimas de su reputación4 >al como los Tivaro reductores de ca#ezas, los >upi caní#ales y los ?"iriguano guerreros, los mapuc"e li#ertarios y devoradores de corazones "an sido investidos de muc"as fantasías4 De manera que a pesar de una resistencia que se dice atípica, "ay que reconocer por lo menos que son tan c3le#res y cele#rados como mal conocidos4 Es incluso sorprendente y significativo encontrar #a0o la pluma de uno de los ms grandes especialistas del $desenclave planetario%, el saludo al carcter singular de esta resistencia indígena &$Lautaro, #ar#aro genial% y la confusión de los protagonistas de esta luc"a, al punto de "acer de los $puelc"e% &U la punta de lanza de la resistencia indígena4' aylor*Descola 'H-+ et4 ?om#3s K
de ?laude Levi*
L3vi*olt3n4 /dems, nos preguntamos a qu3 $ingreso oficial a la 2istoria% Leiva se refiere4 En realidad, se sa#e demasiado #ien de qu3 "istoria oficial este autor se revela una inconsciente víctima4 Es 0ustamente de aqu3lla que el etno"istoriador de#ería tener por o#0etivo demarcarse, partiendo por llamar a los araucanos por su nom#re, a sa#er, rec"e o mapuc"e4 Es de esta "istoria y de esta manera oficial de "acer la "istoria que el etno"istoriador de#ería tener por preocupación esquivar las trampas y los presupuestos mediante un permanente tra#a0o de o#0etivación4
Bapa ' Localización del territorio de los rec"e centrales* mapuc"e4
Bapa @ Localización de los rec"e centrales* mapuc"e en ?"ile meridional4
LECE!D/: * Oona fronteriza del territorio rec"e * Oonas del territorio rec"e: Piedemonte y cordillera de los /ndes 9alle central ?ordillera de !a"uel#uta y zona litoral V ?iudades principales Ilustración ' Pedro de 9aldivia: primer conquistador del sur de ?"ile &Mvalle '+)+
Estructura$ guerra y sociedad en los primeros tiempos de la con,uista $&444 finalmente lo de #hile se ha con,ertido en guerra de 8landes con que ha consumido los indios que había de pa5 y los ,ecinos que ,i,ían en los pueblos con sus haciendas y est2 tan mal quieto entre los espa6oles e indios que el que en esta tierra comete delito quiere m2s que le en,íen a las galeras que no ser,ir a #hile %4 7arcía 2urtado de Bendoza, Puerto de ?allao, '(H. $ +uestra idea de cultura dibu/a un paisa/e antropol"gico poblado de estatuas de m2rmol y no de estatuas de array2n. ;ensamos que toda sociedad tiende a perse,erar en su ser < siendo la cultura la forma reflei,a de ese ser- y que s"lo una presi"n ,iolenta y masi,a puede transformar. #reemos sobre todo que el ser de una sociedad est2 en su perse,erancia3 la memoria y la tradici"n son el m2rmol identitario en el cual se encuentra tallada la imagen de la cultura %...(. Sin embargo para las sociedades cuyo fundamento es la relaci"n al otro y no la coincidencia con sí mismas en que la relaci"n prima por sobre la substancia qui52 nada de todo esto haga sentido %4 Eduardo 9iveiros de ?astro4
Introducción I /l igual que muc"as otras po#laciones encontradas por los conquistadores espa6oles en los mrgenes de los imperios Inca y Beica, los rec"e fueron calificados como un pue#lo $sin Fe, sin 1ey, sin Ley%4 El t3rmino recurrente para designar la forma social de estos grupos situados en la frontera sur del >aWantinsuyo era el de behetría. La característica principal de su distri#ución espacial era la dispersión, y el rasgo ms destacado de su organización sociopolítica era la confusión y la ausencia de su0eción a una figura política, es decir, a la de un $0efe% que dispusiera de medios para el e0ercicio de su autoridad4 La ausencia de un poder político centralizado, dotado de medios de acción esta#les que permitieran asegurar la continuidad de la sociedad e imponer a sus miem#ros o#ediencia, constituía, seg=n los espa6oles, una de las principales dificultades para la conquista de estos grupos4 /dems de esa carencia política esencial, estas sociedades desconocían la figura omnipotente y omnisciente del Dios cristiano y, por consiguiente, sus miem#ros no eran capaces distinguir el #ien del mal, lo #ueno de lo malo y lo 0usto de lo in0usto4 Esta do#le ausencia de figuras, celestial y terrenal, del poder, implica#a lógicamente la ineistencia de la ley y sometía a estos grupos a una gran inesta#ilidad, en la medida en que el ro#o, el asesinato o la violación de los tratados de paz &en relación a los espa6oles, o#viamente no eran seguidos de ning=n tipo de castigo o sanción4 Lo que es ms, estos atentados a la integridad física y violaciones al derec"o de propiedad se resolvían mediante enfrentamientos intra o inter*tri#ales, los cuales no "acían ms que aumentar el caos reinante4
Esta manera de perci#ir a las po#laciones del centro*sur de ?"ile se encuentra muy #ien resumida en una carta del go#ernador Bartín 7arcía de Loyola al 1ey, en la que epone las razones de las m=ltiples dificultades que frena#an la empresa de conquista: $%...( un enemigo que se ha defendido =' a6os de continua ofensa por muchas comodidades que le ayudan siendo la principal la inepugnabilidad del 2spero y montuoso sitio de su habitaci"n y no tener para su morada congregaci"n de pueblos sino caserías distintas y sil,estres donde para buscarlos es necesario di,idir y desmontar el campo y con esta di,isi"n y la comodidad del sitio ofenden con seguridad suya dem2s que no tienen cabe5a de gobierno a quien fuera de materia de guerra obede5can y estos nombrados por ellos por ,alentía personal donde faltando uno eligen luego en su lugar al de mas suficiencia y lo mas estéril y fragoso de toda la tierra les produce para sus sustento %...(>. ?@ La constatación de esta triple ausencia, * de una figura política fuerte, de una repartición territorial en $pue#los% y de una coordinación general de las comunidades indígenas * se encuentra en todas las fuentes &políticas, militares o religiosas que tratan directa o indirectamente la organización sociopolítica indígena4 Pero detrs de este contundente "ec"o y de esta visión glo#al de las po#laciones rec"e como gente $sin Fe, sin Ley, sin 1ey% &percepción que se remite al esquema mental de los espa6oles de la 3poca, los peninsulares no de0aron de captar las particularidades de la organización de estos grupos, en la medida en que su resistencia plantea#a una importante cantidad de pro#lemas4 Es precisamente de#ido a este cuestionamiento permanente acerca de las causas del fracaso de la empresa de conquista y so#re los medios necesarios para remediar la situación, que los escritos de la 3poca proporcionan numerosas informaciones con respecto a la organización política indígena4 Es una vez enunciado este primer 0uicio, seg=n el cual los rec"e serían gente no civilizada y no educada, carentes de una Iglesia terrestre &el Estado y de un Estado celestial &Dios,@@ que los espa6oles se esforzarían en comprender el funcionamiento de las comunidades, con el fin de determinar los medios adecuados para su dominación4
8. La estructura sociopol'tica. @'
$#arta de 7artín arcía de 9oyola al Bey>. '-*.)*'(HA, 5!?, BB H(, doc4 ')A) 2emos tomado prestada esta formulación a 5aounine &'H@ @A
9 : Los niveles mínimos de integración. /econstrucción cr'tica. Las informaciones que arro0an los documentos del período en cuestión estn lamenta#lemente llenas de lagunas4 >anto el voca#ulario indígena recogido por los espa6oles, como las descripciones concernientes a la vida y su organización a nivel de las unidades sociales de primer orden, son sumamente restringidos4
1enard * ?asevitz La referencia ms antigua del t3rmino rucatuc"e se encuentra en el #onfesionario de Luis de 9aldivia pu#licado en '+.+4 La tercera pregunta del tercer mandamiento es la siguiente: $ :as hecho que tus hi/os y tu familia oigan missa entera los Domingos y fiestas G% Pregunta que 9aldivia tradu0o de esta forma: $ 7issamemn pibimi cam ta mi rucatuche cay 6ug domingo fiestamo cayE %4 El empleo del t3rmino ,otum muestra que la pregunta de dirige a un "om#re considerado due6o de la ruca &$ ngenruca: due6o de ruca% y 0efe de la familia & rucatuche, literalmente: la gente X che* de la casa * ruca*4 >am#i3n encontramos la pala#ra rucatuche &$gente de casa% en Fe#res &'-)+4 @+ !o encontramos en mapudungun ning=n t3rmino correspondiente a $caserío%4 2a#laremos entonces de patrifamilia o de familia polígama dependiente, en el sentido de familia polígama englo#ada en torno a un agregado familiar ms amplio &Burdoc 'H@4 !otamos, sin em#argo, en el diccionario de Luis de 9aldivia la presencia de la pala#ra $ puquidu% que significa $parientes de casta o lina0e%4 Por lo dems, encontramos en el diccionario de Fe#res la pala#ra $ qui6echeun% traducida como $parentela, ser de una familia%4 Estas informaciones son a=n demasiado imprecisas como para que podamos aplicar los t3rminos de puquidu o qui6icheu a los miem#ros del caserío4 @(
"a#itación4 / pesar de los comentarios "orrorizados de los misioneros, y de la concupiscencia de los dems su0etos fieles al 1ey en relación a la eistencia de una poligamia desmedida y generalizada, pudimos determinar que el n=mero de esposas y la poligenia &de preferencia sororal dependen del estatus social del individuo4 ?onstatamos tam#i3n que las moradas no estn nunca aisladas, sino que forman caseríos de tama6os varia#les4 Los miem#ros masculinos de cada caserío forman parte, teóricamente, de una misma patrifamilia, la del cacique principal llamado ulmen y realizan periódica y colectivamente las la#ores de producción4 !otamos adems que los 0efes de "ogar que residen en el caserío no son ms que algunos de los "i0os casados del ulmen4 9eremos ms adelante que a veces el caserío no al#erga solamente individuos de una misma ascendencia en línea paterna, ya que aliados &cu6ados, yernos pueden tam#i3n residir en 3ste4 Los indígenas se pliegan a una regla de residencia patri*virilocal y el "ec"o de que los ni6os varones nacidos de la primera esposa, principalmente los primeg3nitos, o#tengan por derec"o de sucesión los títulos y los cargos de su padre, incita a suponer que sólo ellos permanecern en sus caseríos de origen4 Lo que sí se sa#e con seguridad es que algunos de los "i0os del ulmen se instalan en otros caseríos, cercanos al primero, y que las "i0as casadas "a#itan, teórica y generalmente, en el caserío de sus esposos4 /dems, es posi#le plantear la "ipótesis de que la patrifamilia se encuentra regularmente su0eta a escisiones cada vez que su efectivo es tal que los recursos alimenticios se vuelven insuficientes4 C en la medida en que es el "i0o primog3nito nacido del primer matrimonio el que asegura la continuidad de la patrifamilia en razón de la transmisión de los títulos y funciones paternas, es posi#le suponer que algunos de los "ermanos menores nacidos de ese matrimonio, yYo de los ni6os nacidos de los matrimonios secundarios, de#en emigrar "acia zonas cercanas al caserío de origen4 La 0erarquía entre los "ermanos y la diferenciación de roles que es posi#le deducir tanto de la terminología de parentesco como de las informaciones presentes en otros documentos, permiten pensar que, en virtud de la regla de primogenia que determina la sucesión, el "i0o mayor nacido del primer matrimonio morar en el caserío de su padre4
son los puntos que "an sido =tiles para nuestra iniciativa de reconstrucción del pasado etnogrfico rec"e4 9olveremos, a lo largo de todo este capítulo, so#re los aspectos que nos parecen discuti#les de los estudios que "emos consultado, pero sólo en la medida en que las diferencias sean nota#les en lo concerniente a los fundamentos del edificio social rec"e, ya que es el con0unto de la construcción lo que "a sido necesario reconsiderar4
pertenecientes a tótemes diferentes4 Esta unidad, en cuya ca#eza se encuentra el toqui, dispone de un espacio ceremonial específico &el lepFn para el arreglo de los asuntos civiles y militares4 Esta unidad es definida por Latc"am de la manera siguiente: $ 4l levo m2s que una familia era una parentela que reconocía un tronco comGn cuyos descendientes directos lle,aban el t"tem y el nombre de origen del grupo y cuya cabe5a era también cabe5a de todo el levo y se llamaba toqui>.?H olt3n, este "ec"o es muc"o ms incierto para los grupos indígenas que residen al norte de este mismo río4 !otamos, en efecto, una diferencia muy clara en el voca#ulario utilizado en los títulos de encomienda para designar las unidades sociales de las po#laciones que viven en las zonas de 9illarrica, 9aldivia y @
'H@): '@ >oms 7uevara, otro especialista en los mapuc"e del comienzo de ese siglo, comparte la opinión de Latc"am seg=n la cual los Indígenas se encontra#an, a la llegada de los espa6oles, en un período de transición de la matrilinealidad a la patrilinealidad4
Msorno por un lado, y en las que se u#ican entre los ríos >olt3n e Itata por otro4 /l sur del >olt3n, la unidad social mencionada mayoritariamente es el cabi, mientras que al norte de este río es el lebo el t3rmino que aparece en todos los casos4 El mismo Latc"am no cita ms que una sola c3dula de encomienda en la cual se "ace referencia al cabi para el norte del >olt3nA. y una vez ms olvida mencionar precisamente la fuente4 Por nuestra parte, no "emos encontrado ms que una sola y =nica referencia eplícita al cabi en el norte del >olt3n4A' Para Latc"am, el "ec"o de que la eistencia del cabi no sea, por así decirlo, nunca se6alada en las po#laciones que vivían entre los ríos Itata y >olt3n, no plantea pro#lema alguno y no invalida el planteamiento, pues seg=n 3l las pala#ras cahuin y cabi serían intercam#ia#les4 Los espa6oles de los primeros tiempos de la conquista, y aquellos que les siguieron, se "a#rían equivocado al diferenciar el cahuin &espacio en el cual se reunían los miem#ros de un mismo tótem del cabi &unidad social compuesta de varias familias pertenecientes al mismo tótem4 Nna vez ms o#servamos que las afirmaciones de Latc"am no descansan en ninguna #ase documental fia#le y, so#re todo, que la asimilación de la pala#ra cahuin a cabi es totalmente forzada4 /unque no afirmaremos categóricamente que el cabi no eistía entre los grupos rec"e centrales pre"ispnicos, o#servamos por lo menos que, en la suma de las informaciones que disponemos, la presencia de 3ste parece #astante incierta4 ?omo contrapartida, es posi#le adelantar que la ausencia del cabi al norte del >olt3n y su eistencia al sur del mismo río nos daría una prue#a de las diferencias entre los grupos "a#itantes de estas dos regiones4 Diferencias en la organización social de estos dos grandes #loques de po#laciones p4AA que incluso el mismo Latc"am reconoce al escri#ir acerca de la matrilinealidad en los "uillic"es lo siguiente: I7ilitan en contra las declaraciones de cronistas y otros de que los hii/os heredaban a los padres$ pero todas las obser,aciones que conocemos en este aspecto son generales y no se refieren en especial a ninguna 5ona. ;uede ser que la costumbre comentada fuese comGn a las tribus del norte del #autin y que las del sur del mismo río tu,iesen otra que pas" inad,ertida por llamar menos la atenci"n estas tribus que raras ,eces tomaban parte acti,a en las guerras contra los espa6oles. 4s esto lo que creemos probable porque en esta regi"n encontramos otras costumbres que tampoco han sido /am2s comentadas por los cronistas>. J?
!otamos finalmente que seg=n Latc"am el lo, constituye una unidad social eógama4
'H@): 'A' En la c3dula de encomienda emitida por 7arcía 2urtado de Bendoza en '(+. en #eneficio de Lopez 1uiz de 7am#oa se "ace referencia al cabi 5uipangue, el que se encuentra en la isla de la Boc"a4 $ 7éritos de 9"pe5 Bui5 de amboa%, /7I, Patronato ''@, 1 '@4 A@ Mp4 cit4: ''H A'
cada una y algunas de m2s y an no pocas de K'' pies %...( #ada indio de esta tenía muchas mu/eres y así había en cada casa @= o @C y mas puertas para que cada mu/er tu,iese su puerta aparte %...(>.H'
!os proporciona adems un dato importante en lo concerniente a la poligenia sororal y a la organización de la vida en el seno de la ruca: IY cuando un indio puede lle,ar muchas hermanas /untas por mu/eres lo quieren m2s que lle,ar mu/eres que no sean entre si parientes y esto es conforme a sus leyes3 y cada mu/er destas tiene cuidado de dar de comer a su marido una semana yendo por su rueda en darle mesa y cama por semanas %...(>. H@
Encontramos el mismo concepto de rotación de esposas en esillo: I4ligen diferente mu/er cada noche y a la que duerme con el le toca guisar la comida>.
H?
7erónimo de Zuiroga se6ala que los caciques disponen de casas ms amplias que las de los dems y que en 3stas le es asignado un espacio propio a cada mu0er4 Precisa que no eisten divisiones o separaciones al interior de la ruca, pero que los espacios de cada una de las mu0eres estn marcados por el emplazamiento de su fuego y de su asiento4 /sí, concluye: I%...( de suerte que tantas cuantas mu/eres tiene el indio tantos fogones tiene y tantas di,isiones en que cada mu/er reco/e sus cosechas %...(>. HJ
Este maestro de campo confirma, adems, que eiste una circulación del esposo dentro de la casa, ya que se6ala que los "om#res comen y duermen con una esposa diferente cada noc"e)4 En un documento de '+'( encontramos la misma idea, seg=n la cual cada esposa dispone de una reserva de #ienes propios: I%...( los caciques desta tierra tienen el nombre i no son respetados como los caciques del ;iru o 7e/ico %...( 4l m2s rico dellos tiene die5 o,e/as de la tierra ocho mugeres i para cada muger una chacara con que escasamente se sustentan aunque siembran de sus legumbres>. HC Qp.==R
9arios documentos entregan información so#re la 0erarquía eistente entre las diferentes esposas, siendo la primera mu0er, por le0os, la ms valorada socialmente4 Esta 0erarquía es respaldada por los t3rminos empleados para designar y distinguir a la primera mu0er de la siguientes4 Luis de 9aldivia escri#e en su diccionario que el t3rmino kure &esposa es empleado para la primera mu0er, mientras que para la siguiente el marido "a#la de su $ ynan .
'-+(: '@)4 I#id4: '@)4 @ '-+): @)4 A 'HH: @@4 ) I#id4: @@4 /unque esta información provenga de una fuente de la mitad del siglo 89II, nos parece posi#le emplearla en la medida en que nos proporciona una descripción de la vida en la ruca muy cercana a la que los documentos anteriores nos permiten reconstruir4 ( $*estimonio de las paces que ofrecen los indios de aldi,ia y Lsorno %, '+'(, 5!?, BB ''@, doc4 'H@H4 '
domo%, lo que literalmente quiere decir $mu0er cadete%4 La primera mu0er es tam#i3n llamada $unen domo%, de $unen: adelantarse, ser mayor% y $domo: mu0er%4 / este respecto, citemos al 0esuita: INnen domo3 la primera mu/er de muchas que tienen y esta es la mayor de casa y la que manda. Cnandomo llaman la segunda que se sigue>. H&
Mtro misionero 0esuita, /lonso de Mvalle, destaca: I%...( aunque todas se estiman por legítimas y lo menos los hi/os que nacen de ellas$ con todo esto la primera tiene en todo el primer lugar y todas las dem2s est2n a su disposici"n>. HH
Por otra parte, notamos el empleo de los mismos prefi0os para distinguir el "i0o mayor & yunen ,otum de los "i0os menores & ynan ,otum4 Podemos adems plantear la "ipótesis de que la distinción entre esposas conlleva a aquella que eiste entre los ni6os nacidos de estas m=ltiples uniones4 Est efectivamente demostrado que sólo el "i0o mayor nacido del primer matrimonio o#tiene por derec"o de sucesión los títulos y las funciones de su padre4 Es, entonces, a trav3s del yunen ,otum que se perpet=a la patrifamilia, tanto en su aspecto territorial como temporal, y es pro#a#le que la primera mu0er de#e a su progenie el "ec"o de distinguirse de las dems esposas4 !o "ay que perder de vista el aspecto prctico de esta discriminación, ya que la primera mu0er, la ms antigua, es tam#i3n la que vigila a las otras con el fin de evitar los conflictos y tensiones de un posi#le adulterio4-
B- (iliación y residencia. Desde el inicio de este siglo, el parentesco rec"e "a sido tema de un spero de#ate4 C aunque dispongamos de una determinada cantidad de información, de entre las cuales se destacan las terminologías de parentesco recogidas por los 0esuitas 9aldivia &'+.+, Fe#res &'+( y 2avestadt &', las preguntas persisten en cuanto a las modalidades de filiación y, so#re todo, en cuanto a las unidades sociales que entran en 0uego en los intercam#ios matrimoniales4 2emos visto ms arri#a en qu3 aspectos los documentos permiten despe0ar la eistencia de una regla de residencia patrilocal, así como la de una filiación patrilineal4 La terminología de parentesco presentada por 9aldivia tiende a confirmar estos dos aspectos del parentesco rec"e y proporciona, p4)( adems, indicios so#re la modalidad de la alianza4
'--4 '---: '+H &citado por Ou6iga Fuentes, 'H+: )) Es, en todo caso, lo que se desprende de los propósitos de >ureupillan reportados por !u6ez: $\444] me redu/e con el tiempo a no sustentar ni tener mas de cuatro o cinco \esposas], y en mi ,e/e5 solo una muchacha que me abrigue \444] que las otras tres ancianas que me asisten son las madres de mis hi/as que solo sir,en hoy de gobernar la casa de sustentarme de ,estirme y regalarme y tal ,e5 con dormir con ellas las agrade5co su traba/o \444] y son las celadoras de la mo5a y la guardan mas bien que yo pudiera porque es muchacha y yo ,ie/o no puedo satisfacer sus apetitos y es mucho que con eso sea honrada quieta y de buen natural % &op4 cit4: )((4
del parentesco rec"e, reconoce que representa una $unidad de parentesco mal definida%H, pone un pro#lema en la medida en que "ace referencia a lina0es, a nom#res y a #lasones cuyas características y significación social no "an podido ser, "asta a"ora, determinadas con certeza4 2emos visto, en efecto, que desde 1icardo Latc"am, quien considera#a al cFga como una so#revivencia de la matrilinealidad y del totemismo pre"ispnicos, "asta Msvaldo
#atrilocalidad y patrilinealidad. Podemos notar el empleo de un mismo t3rmino, chao, &por parte de 4go masculino para designar el padre y el "ermano del padre, aunque con la utilización de la partícula mF &prefi0o que significa $ms% o $me0or% para distinguir al progenitor o padre #iológico de los padres clasificatorios4 / la inversa, notamos que un mismo t3rmino es empleado para designar al "i0o de un individuo masculino a aquel de sus "ermanos4 Este voca#lo, ,otum , es usado 0unto al prefi0o mF para distinguir a la "i0o #iológico de los "i0os clasificatorios4 M#servamos finalmente que el t3rmino 6ahue es utilizado por 4go masculino para designar a sus propias "i0as y a las de sus "ermanos4 9aldivia precisa que, generalmente, las parientes mu0eres que quedan a=n por casar entran en la categoría de deas-.4 /sí, vemos que sólo las "i0as de "ermanos son llamadas 6ahue, mientras que para las "ermanas &so#rinas uterinas el t3rmino de referencia est compuesto por dos t3rminos sencillos: lamuen-coni o "i0a de "ermana4 Estos t3rminos tienden a confirmar la intimidad en que se encontra#an varios "ermanos y el rol psico*sociológico importante que tenían los tíos paternos de 4go. El aspecto patrilineal del parentesco aparece adems en el modo de sucesión descrito en numerosos documentos4 En los escritos de Diego de 1osales encontramos la siguiente información: I9as mugeres como son de ha5ienda propia del marido y que las ha comprado no quedan libres en muriendo el$ sino que se las dea por herencia al hi/o mayor y el las tiene por sus mugeres y reser,ando a la madre las dem2s le sir,en para el talamo y en los officios domésticos. %...( Y si el que muere no tiene hi/os hereda las mugeres el hermano o el pariente m2s cercano$ y cuando ha5e testamento se /unta toda la parentela y la palabra ha5e las mandas y cada uno de/a alguna cosa repartiendo las mugeres los ganados las tierras las armas los caballos y asi las dem2s cosas>. K@ Qp.=&R H
'H(+: )A(*)(+4 $Y generalmente a todo género de parientes por casar que quedan en su poder llaman deas% &op4 cit4 : (. -' 'H-H, >4': 'AH4 -.
Encontramos mencionado el traspaso de las esposas del padre a los "i0os en un documento que trata so#re las causas que frenan la empresa de evangelización: I%...( heredar el hi/o la mu/er de su padre y de usar della como propia %...(>.
K?
/unque no es seguro que el "i0o mayor sostuviera relaciones carnales con las mu0eres de su padre, estas descripciones nos ense6an dos cosas4 Primero, que el "i0o mayor reside en el caserío de su padre4
-@
$ #ausas que impiden la buena doctrina y ense6an5a de los indios destas misiones de #hile %4 '+*.@*'+-, /1
8ig. !omenclatura de parentezco &seg=n Luis de 9aldivia *'+.+*
8ig. ? !omenclatura de paretezco4 4go femenino &seg=n Luis de 9aldivia *'+.+*
La relación avuncular y las modalidades de alian)a El empleo del t3rmino chao para designar al padre y a los "ermanos del padre de#e ser adems contrastado con el empleo de un t3rmino de referencia diferente al del lugar del "ermano de la madre &llopu4
8ig.C: 1elaciones 4go masculino*"ermanos de los padres &
8ig.& : 1elaciones 4go femenino*"ermanos de los padres &seg=n Luis de 9aldivia *'+.+*
8ig. H : >erminos de alianza4 4go masculino &seg=n Luis de 9aldivia *'+.+*
8ig.K: >3rminos de alianza4 4go femenino &seg=n Luis de 9aldivia *'+.+*
En el caso de la relación tía paterna Y so#rino uterino y tía materna Y "i0o de "ermano, vemos que los t3rminos empleados se componen de t3rminos elementales: * lame*co6i: "i0o de "ermana, lameS t3rmino con el cual 4go femenino designa a sus "ermanas reales y clasificatorias, co6i: t3rmino con el cual una mu0er designa a sus "i0os4 * lamuen*,otFm : "i0o de "ermano4 /l parecer, aquí 9aldivia cometió un error ya que es el t3rmino chulla el que es utilizado por 4go femenino para designar la categoría de "ermano, siendo lamuen un t3rmino que le sirviera a 4go masculino para designar a sus "ermanas4 En este punto, en consecuencia, de#eríamos "a#er encontrado el uso del compuesto chulla * ,otFm y no lamuen*,otFm , a menos que lamuen sea, como en nuestros días, un t3rmino de dirección4 Para el caso del "i0o del "ermano, "emos visto que el t3rmino empleado, ,otFm , era el mismo que el que se usa#a por el padre para dirigirse a su "i0o #iológico4 En lo que concierne a los t3rminos utilizados por 4go masculino para designar a sus tíos y tías, ya "emos se6alado que "ermano del padre se u#ica en la misma categoría de los padres, es decir, chao4 La "ermana del padre est clasificada en la categoría de las madres, 6uke4 El empleo del mismo t3rmino, 6uke, para designar a la madre y a las "ermanas del padre de 4go masculino sugiere que las relaciones entre el grupo local de 4go y aqu3l al cual la "ermana del padre emigra se caracterizan por ser íntimas y regulares4 Esto tendería a confirmar que el qui6elob , unidad en torno a la cual eiste una particular solidaridad en materia económica, guerrera y religiosa, constituye una unidad territorial endógama compuesta de varias patrifamilias4 El qui6elob , compuesto por varias casas y caseríos representantes tanto de familias polígamas como etendidas, constituiría la primera unidad autónoma de integración sociopolítica-)4 Destaquemos que 9aldivia escri#e que adems de emplear el t3rmino 6uke para designar a su madre y a las "ermanas de su padre, los ni6os lo usan en relación a las mu0eres que los educan4-( La presencia de sentimientos su#0etivos y la carga afectiva en el t3rmino 6uke tendería a corro#orar la "ipótesis de que las relaciones tía paternaY"i0o de "ermano se caracteriza por su continuidad4 >am#i3n es posi#le que el 0oven ni6o llame 6uke a la "ermana de su padre en la medida en que antes de ir a vivir a la patrifamilia de su esposo, la tía paterna vive en el caserío, &o incluso en la misma ruca que el "i0o de su "ermano4
En este punto estamos en a#soluto acuerdo con Faron cuando escri#e: $ !n the use o a mother term for 8aSi we ha,e a posible clue to he rule of residence in eistence prior to @&''. !t suggests that 8aSi played a socio psicological role by which she could be identified with 4go1s mother. *herefore she presumably had frequent and intimate contact with 4go1s mother. *his could ha,e occurred if the pre-Spanish settlements were multilineage and endogamous &J% &op4 cit4: ))) -( Mp4 cit4: (.
matrilateral4 En efecto, si una mu0er del caserío / se casa con un "om#re del caserío 5, teóricamente los ni6os varones nacidos de esta unión #uscarn una mu0er en el caserío / y, preferentemente, a la "i0a de su llopu4 4go femenino ir entonces a vivir al mismo caserío que una de sus tías paternas prolongando así una relación que ya sostenían en su caserío de origen4 En lo que concierne al t3rmino 6u6u empleado por 4go para designar a la "ermana de su madre, 3ste sería, seg=n Faron, un derivado de 6uke, t3rmino usado para designar a la madre o t3rmino de dirección para designar a la madre4 Podríamos ver aquí una confirmación de poligenia sororal4 9eremos que no es el =nico t3rmino que permite confirmar la eistencia de este tipo de matrimonio &cf4 ms adelante so#re la utilización de 4go del t3rmino kurun, derivado de kure, esposa, para designar a las "ermanas de su mu0er4 La eistencia de esta relación específica llopuYchoqFm parece adems entregar una nueva luz so#re la afirmación, recurrente en los documentos de la 3poca, del matrimonio de los indígenas con sus madres y "ermanas4 /l parecer, si los espa6oles veían en los matrimonios rec"e relaciones incestuosas, es porque los "om#res se casa#an con parientes cercanas, "ec"o que parece confirmar la eistencia del qui6elob como grupo local endógamo y que permite suponer que esta relación, llopu Y choqFn se traduciría en el matrimonio preferencial con la prima cruzada matrilateral4 . K&
En resumen, el anlisis cruzado de la fuentes y de la terminología de parentesco permiten adelantar que las patrifamilias de un qui6elob sostienen relaciones de alianzas matrimoniales, de cooperación económica y de solidaridad guerrera, todas 3stas esenciales para la so#revivencia y la reproducción del grupo, cuya co"erencia es asegurada por relaciones de reciprocidad y de parentesco duraderas en el tiempo4 !otemos finalmente que el qui6elob se compone p4() de dos categorías de personas, los aliados & guillan y los consanguineos &mo6mague4- -+
'--A: .) &primera edición ' 9eremos que Luis Faron, aunque no "a#ía relevado en sus tra#a0os el empleo eclusivo del t3rmino choqFm, "a#ía no o#stante notado el uso particular de llopu, llegando a la conclusión siguiente: $&J the indication is that 7o)rDa marriage eisted in early #onquest times if not as a pre-Spanish custom 4% &op4 -
0.KK
. KM
/unque es seguro que esta categoría de parentesco no aparece eplícitamente en ninguna otra fuente de las primeras d3cadas de la conquista, algunos cronistas mencionan la eistencia de sím#olos, nom#res y grupos que constituyen quizs alusiones similares a los mismos cFga. H. 5i#ar nota que algunos guerreros se adornan con ca#ezas de puma, de tigre, de zorro o de otros animales seg=n sus gustos4H' Benciona tam#i3n la presencia de sím#olos animales &guila, puma, zorro esculpidos en madera en los portales de las casas y precisa cit4: ))A4 En lo que concierne al uso de t3rminos mo6mague y guillan para designar a los consanguíneos y aliados vemos que tam#i3n estn presentes en Bolina &'-4 - Mp4 cit4 : (@ -H I#id4 H. Esto constituye por lo menos la interpretación corriente de los estudios etno"istóricos4 H' Mp4 cit4: @+A4
que los indígenas considera#an esas especies de mstiles como signos de no#leza4H@ Esta descripción fue confirmada por 7óngora Barmole0o, quien eplica el origen del nom#re de la ciudad de Imperial por el "ec"o de que los indígenas de esa zona tenían inmensos mstiles en cuyas etremidades se encontra#an esculpidas guilas de dos ca#ezas4HA 7onzlez de !0era, por su parte, destaca que los indígenas poseían $lina/es o descendencias y de apellidos porque hay casas que se nombran del sol otras de leones raposas ranas y cosas seme/antes de que hay parentelas que se ayudan y fa,orecen en sus disenciones y bandos y es tanto lo que se precian destos apellidos que solo les falta de escudos sus armas>. M= La eistencia de topónimos, que en realidad son patrónimos, es mencionada por el conquistador Pedro de 9aldivia al tomar nota de que los $le,os % corresponden a nom#res que son como $apellidos %4H( >erminemos esta larga serie de referencias a las fuentes de los primeros tiempos de la conquista con una carta del 0esuita 9aldivia en la que escri#e que los ulmen Ison las cabe5as de lina/e y no tienen mas ,asallos que sus propios parientes %...(>.M& Información confirmada por 1osales,H quien se6ala respecto de los nom#res atri#uidos a reci3n nacidos lo siguiente: I%...( y se hace una fiesta al nacimiento de la criatura3 poniendole el nombre. Y cuando la madre entra con el hi/o le nombran por el nombre que le han puesto3 diciéndole3 seas bien,enido 8ulano3 y todos le brindan al ni6o con la chicha nombr2ndole por el nombre que le han puesto del lina/e$ que unos son del lina/e de los leones otros de los tigres3 otros de las 2guilas y otras a,es3 otros de peces$ 2rboles piedras o conforme a los ,arios sucesos que se ofrecen %4H/l organizar los datos que se desprenden de los documentos que aca#amos de citar, resalta que los nom#res de los individuos "acen referencia a la pertenencia de estos a un grupo4 Es fcil constatar que todos los indígenas poseen nom#res compuestos en los que el segundo t3rmino significa puma, zorro, guila, etc4, mientras que el primero es un ad0etivo calificativo &negro, rpido, etc44
H@
I#id4: @+4 'HH.: '..4
IAcostumbran estos indios de que nacen los hi/os de ponerles nombres y cuando son de edad de doce o quince a6os le ponen otro nombre y cuando son de treinta o cuarenta a6os les ponen otro nombre>. MM Qp C&R
/unque esta descripción permite suponer que, como en otras sociedades, los individuos cam#ian de nom#re en cada etapa crucial de su vida y que esa operación corresponde a un rito de pasa0e o a una muerte o renacimiento sim#ólicos, lamenta#lemente no nos dice nada so#re el modo de transmisión y de adquisición de nom#res que parecen estar unidos al t3rmino de cFga4 . @'@
En '+(, Fe#res tam#i3n se6alar que lacu significa a#uelo paterno4'.@ Finalmente, las definiciones proporcionadas por 2avestadt en su diccionario de ' no de0an dudas ni so#re el lazo entre cFga y lacu ni so#re la significación de este =ltimo t3rmino4 I#Gga3 grupo familiar descendencia estirpe familia lina/e. Asimismo nombre que toman de las a,es cuadrGpedos serpientes peses piedras y cualquier otra cosa animada o inanimada N...P. 9acu3 dos personas que tienen el mismo nombre o el mismo apellido3 Asimismo. Abuelo y nieto por parte del padre. *ener el mismo nombre. @'J
/ partir de este con0unto de datos &que representa "asta a"ora, seg=n nuestro conocimiento, la totalidad de las informaciones eistentes so#re este punto podemos plantear la "ipótesis de que el cFga se transmite patrilinealmente o, ms precisamente, que estos nom#res personales transmitidos de a#uelo paterno a nieto tienden a formar unidades &patrilina0es o patriclanes no localizadas en generaciones alternadas4 Las fuentes consultadas no mencionan distinciones entre las ramas primog3nitas y las cadetes en la atri#ución de los nom#res, y tampoco sa#emos si los em#lemas clnicos y los seres que les estn aparentemente asociados son o#0eto de culto4 De la misma manera, ignoramos si "ay pro"i#iciones alimentarias que acompa6an la pertenencia a un cFga4 >odas estas interrogantes son aquí mencionadas con el fin de poner en evidencia que las afirmaciones de Latc"am, seg=n las cuales eistía un comple0o tot3mico que aliaría eogamia y pro"i#iciones alimentarias, no descansan so#re ning=n fundamento documental serio4 p4( >omando en cuenta las fuentes disponi#les, vemos que el pro#lema queda por HH
Mp4 cit4: @+-4 Mp4 cit4: ('4 '.' /1
completo sin resolver y que sólo podemos emprender una nueva dirección planteando la "ipótesis de que el cFga remite a un parentesco de otro tipo, ms #ien político o ceremonial4 Es lo que nos sugiere una descripción de 1osales, en la cual se o#serva que queda a la voluntad de los indígenas tomar o no el nom#re del Padre /lonso del Pozo con el fin de que 3ste sea un lacu3 Ique le pusiese su nombre para que fuese su lacu que es palabra de parientes lo que estiman mucho los indios el ser de un nombre>. @'=
El cFga, entonces, "aría referencia a un grupo no localizado de parientes políticos &afinidad y consanguinidad actuando quiz paralela pero no necesariamente que demostrarían una particular solidaridad en períodos de conflictos y tendrían a la ca#eza a un individuo principal4 Pero, evidentemente, esto no es ms que una "ipótesis y la pregunta queda a#ierta a futuras investigaciones4
0- #oligenia$ ri,ue)a y alian)as matrimoniales.
'HH': -@4 7onzlez de !0era, op4 it4: -H4
'.(
ordinaria pasan lo que queda de sus muertes en tierras in"óspitas donde no crecen ms que legum#res negras4 Finalmente, aquel que tiene sólo una o no tiene mu0eres se encuentra en la imposi#ilidad de dar, ya que no posee reservas necesarias ni despensas fastuosas, condición sine qua non para el acrecentamiento del prestigio y signos de no#leza4 Es literalmente un misera#le, un ku6ifal , un "u3rfano, al igual que los misioneros avaros que, a veces, entra#an en tierra rec"e sin el ms mínimo presente4 /sí, como en muc"as sociedades descu#iertas por el conquistador, el via0ero o el etnólogo, un "om#re rico no es quien acumula riqueza, sino aquel que es engullido por un ciclo de gasto, en el cual no se acumula "oy lo que ma6ana puede perderse4 En este ciclo la riqueza acumulada y luego gastada, o acumulada para ser consumida, así como en el lento te0ido de la trama social a trav3s del uso estrat3gico de la institución matrimonial, la mu0er constituye de manifiesto un elemento clave4 /ct=a como lazo de unión entre diversas unidades sociales, produce la c"ic"a y reproduce a los seres para reproducir a su vez las alianzas4 La mu0er comprada, la mu0er ro#ada: dos modalidades de adquisición de esposas que, si #ien no implican las mismas o#ligaciones y no se traducen de la misma manera en el nivel político, tienen comparten su rol de sím#olo y de riqueza para los ulmen o 7randes 2om#res de la /raucanía4 Desde esta óptica, la alianza de matrimonios se vuelve el medio para una verdadera política de parentesco4 Los caciques contraen matrimonio con mu0eres eternas a sus unidades y la endogamia eistente a nivel del qui6elob no es eclusiva de cierta eogamia4 La lógica guerrera y los clculos políticos de los ulmen pueden entonces permitir una coeistencia sin contradicciones de matrimonios cercanos con la prima cruzada matrilateral y de matrimonios le0anos con mu0eres de otros qui6elob o incluso de otros lebo4 /quí, como en el caso de las sociedades $de casa% analizadas por Levi*
'HH: '+)*'H@
#oligenia discrimidora$ sororato y levirato. /l compro#ar la eistencia de la poligenia, podemos tam#i3n afirmar que eiste una discriminación en función del estatus de los individuos4 2emos visto, a trav3s de las descripciones de !=6ez, que las residencias ms espaciosas y dotadas de mayor cantidad de fogones pertenecen a las personas ms importantes del caserío4 Luis de 9aldivia se6ala como una de las causas que o#staculizan la empresa de evangelización el "ec"o de que los 0efes de familia no estn en ning=n caso dispuestos a a#andonar la pluralidad de mu0eres, cuyo n=mero so#repasa a veces la decena4'. El 0esuita precisa que esto tiene relación con el "onor de los caciques, los que se distinguen por el n=mero de sus esposas y por la cantidad de "i0as por casar4 Parece, en efecto, crucial disponer de un amplio $stoc% de deas3 I%...( que ,ender a otros caciques principales de otras partes con quienes emparientan que son lo me/or de la tierra y se hace su nombre famoso mui le/os>. @'K
En la letra anua de '+'+*'+' se "ace referencia a la reticencia de numerosos ulmen respecto al #autizo y a la evangelización de sus "i0os, ya que para los caciques eso "u#iera significado, en =ltimo t3rmino, verse o#ligados a no conservar ms que una sola mu0er4'.H Por su parte, Mvalle toma nota de que la cantidad de mu0eres constituye un sím#olo eterior de poder, una cuestión de "onor y que mientras ms mu0eres posee un cacique, ms 3ste es poderoso4''. /"ora, qu3 ocurre con el n=mero de mu0eres por individuoG 1osales escri#e que los indígenas tienen por lo com=n entre cuatro y seis mu0eres, y que los caciques ms importantes y ricos pueden tener "asta diez o veinte4''' Bari6o de Lovera afirma que eiste un cacique muy rico casado con diez y oc"o mu0eres4''@ Encontramos en las descripciones de !u6ez cifras ms razona#les, por lo menos en lo que se refiere a la cantidad de fogones mencionados en la ruca, y en las de 2ernando de /guilera, uno de los primeros misioneros de la Mrden de Tes=s en la /raucanía, se o#serva que los indígenas tienen entre tres y cuatro mu0eres4''A Estos datos fueron corro#orados por lo que escri#ió 9aldivia so#re una misión $volante% efectuada en tierras re#eldes: IAyer salimos a 7illarapue y se bapti5aron ='H %...( no quise admitir a ninguno que tubiesse dos mugeres ni tres por m2s que rogaron>. @@=
>am#i3n se "ace mención al matrimonio de caciques y capitanes con dos o tres mu0eres en otra letra anua de '+A(*'+A+4''( '.
$ 9etra anua @&@C%, /1
7onzlez de !0era se6ala que el =nico límite posi#le a la cantidad de mu0eres es fi0ado por la riqueza del pretendiente,''+ dato que encontramos en >esillo'' y 1osales,''- que o#servan que si los indígenas poseen los medios para pagar la compensación matrimonial y los gastos de la ceremonia, pueden tener la cantidad de mu0eres que deseen4 Idea que 1osales resume en estos t3rminos: $/quel que tiene ms, puede ms%4 En la carta anual de '+'- se "ace referencia al "ec"o de que los "om#res, cuyo n=mero de esposas depende de su capacidad de pago, se enriquecen a costa de sus mu0eres que tratan como $esclavas% y que "acen tra#a0ar en sus "uertas4''H Es in=til multiplicar las citas que confirman la idea de que si #ien la poligenia es generalizada o, al menos, conce#ida como un ideal, eisten rec"e, los ulmen, que poseen ms esposas que otros4 / lo que de#emos a"ora a#ocarnos es al pro#lema del precio de la esposa, los #ienes en circulación para el matrimonio y las unidades sociales que participan de esta alianza4 En otros t3rminos, nos referiremos a la composición de la compensación matrimonial, así como a los grupos participantes de esta constitución4 . @?@
La terminología de parentesco recogida por el misionero confirma adems la eistencia del sororato4 Destacamos primero la presencia del t3rmino 6u6u &empleado por 4go masculino para designar a su tía materna que es, seg=n Faron, un derivado o un t3rmino de dirección equivalente a 6uke &madre4 M#servamos enseguida que el t3rmino kurun p +' &derivado de kure, esposa es utilizado por 4go para designar a la "ermana de su mu0er4 ?a#e destacar que las referencias eplícitas so#re esta prctica son, en suma, relativamente escasas &no "emos registrado ms que dos para los setenta primeros a6os de la conquista'@@ y eiste la ''+
Mp4 cit4: )+4 Mp4 cit4: @)4 '' Mp4 cit4: 'AH4 ''H $ 9etras anuas de la ;ro,idencia del ;araguay de los a6os @&@K-@&@M%, /rsi, Prov4 Para4 -4 '@. Mp4 cit4: -+4 '@' $ Belaci"n de una carta del padre 9uis de aldi,ia \444]%, op4 cit4 '@@ / partir del segundo cuarto del siglo 89II las informaciones son muc"o ms numerosas en la medida que los 0esuitas "an ya avanzado en su tra#a0o de evangelización y de penetración del territorio rec"e4 /sí, en la carta anual de '+)- se encuentra la siguiente descripción: $ 4s costumbre en este Beino el comprar las mugeres y nender los padres a sus hi/as a los que quieren por mugeres y los caciques mas principales por tener mas contenta a la muger y que tenga quien le haga compa6ia suelen comprar las demas hermanas y todas las tienen por mugeres y las mugeres cuando son de diferentes linages suelen re6ir y andar en 5elos para e,itar este de6o les aconse/" el demonio otro mas pernicioso para sus almas y es que procuren por ''
posi#ilidad, como lo se6ala Faron, de que la poligenia sororal no sea ms que una consecuencia del levirato4 En ese caso, y como se "a visto que dos "ermanos se casarían preferentemente con sus primas cruzadas matrilaterales, es sólo en la medida en que, cuando uno de los "ermanos fallece, el otro contrae un matrimonio secundario con la viuda, que es tam#i3n la "ermana &real o clasificatoria de su esposa4'@A /"ora, en lo que concierne el tema del levirato, lo encontramos mencionado en algunos documentos4 1osales "ace nota#lemente referencia al escri#ir que si el "i0o primog3nito es demasiado 0oven como para "eredar a las mu0eres de su padre a la muerte de 3ste, es el "ermano del padre o el pariente ms cercano quien las "ereda &cf4 ms arri#a la parte so#re patrilocalidad y patrilinealidad4 El precio de la novia )brideprice* y la importancia de las deas
?omo era de esperarse, el con0unto de las fuentes se6alan que el matrimonio es un $asunto de familia%4 Durante los preparativos de la ceremonia de matrimonio propiamente dic"a, es requerida la participación material de los miem#ros de los grupos de los futuros esposos4 Los parientes del pretendiente participan de los gastos relacionados con el precio de la esposa, mientras que los parientes de la novia de#en ofrecer a sus futuros aliados una determinada cantidad de 0arros de c"ic"a4 % &$ Anua de la misi"n de !mperial del Beyno de #hile %, '*''*'+)-, 9iceprovincial Luis Pac"eco, /!?, fondo Tesuitas de ?"ile HA4 Encontramos la misma información en un documento sin nom#re ni fec"a pero cuyo contenido nos permite suponer que data de '+(': $ 8inalmente ha sido grande estor,o para que estos indios se hagan capaces en las cosas de la fé sus usos gentilicos la multitud de mugeres pues la tienen siendo cristianos de la misma suerte que cuando gentiles hered2ndolas de sus padres y tienen tal ,e5 por mugeres dos o tres hermanas &444%4 &$ #arta de E al irrey %, /!?, fondo Borla 9icu6a A, pieza '-4 '@A Faron escri#e a este respecto: $ !f sororal polygyny444%4 &op4 cit4: ))A4 '@) 5i#ar, op4 cit4: @++ y Bari6o de Llovera, op4 cit4: '@)4 '@( Mp4 cit4: )+4 '@+ 'HH': '(*'@4 Documento pu#licado por Timena M#regón Iturra en el Uournal de la societé des americanistes L889II.
sus parientes para reunir las 0arras de c"ic"a que llevarn al caserío del futuro esposo, lugar donde se realizar la ceremonia de matrimonio4 matrimonio4'@ / veces, la adquisición de la esposa se "ace mediante el rapto4 Pero, si el pretendiente no quiere verse epuesto a represalias, de#e presentarse ante sus suegros algunos días antes del rapto y sacrificarles sacrificarles una llama4 llama4 La descripción descripción que proporciona 1osales de esta ceremonia permite o#servar que todos los miem#ros del grupo de la novia raptada estn concernidos por la eventual eve ntual unión4 u nión4 Por un lado, porque por que la llama ofrecida para la reparación r eparación del ro#o r o#o es es repartida entre todos los presentes4 C por otro, porque el padre de la muc"ac"a raptada de#e eplicar a los miem#ros de su grupo que el 0oven $delincuente% no es tan da6ino como parece y, so#re todo, que tiene los medios para sus pretensiones4'@En la medida en que la circulación de #ienes ocurre en el sentido inverso del r3gimen del dote, encontramos a menudo en las fuentes la idea de que mientras ms "i0as tenga un "om#re, ms rico es4 2emos citado ms arri#a la opinión de Bari6o de Lo#era, que es compartida por esillo, al escri#ir que las "i0as constituyen para el padre una suerte de $reserva de valor% y que, a la inversa de lo que ocurre en Espa6a, para los indígenas la riqueza aumenta cuando se casan las "i0as4 "i0as4'@H .@J?
/sí como para otros aspectos de la sociología indígena de las primeras d3cadas de la conquista, los datos so#re los #ienes en circulación y so#re las transacciones ocurridas en el matrimonio son etremadamente incompletos4
Mp4 cit4: ').4 Mp4 cit4: ')'4 '@H Mp4 cit4: @)44 'A. $\444] el que tiene m2s hi/as es m2s rico y se tiene por m2s dichoso3 como les pagan las hi/as con ellas adquiere m2s ha5ienda3 y se ennoblece m2s3 porque enparienta enparienta por medio de las hi/as con m2s. Y es entre ellos gran noble5a el tener grande parentela3 y el entrar con grande acompa6amiento de parientes en una borrachera y fiesta pGblica % &'H-H: ').4 'A' Mp4 cit4: /1
los elemento elementoss o#liga o#ligados dos del brideprice 4 La llama, de "ec"o, nunca entra dentro de la categoría de los #ienes de su#sistencia4 Bs #ien, se trata un #ien de prestigio que circula durante los intercam#ios rituales &sacrificios a las entidades del otro mundo, pactos de guerra y de paz y las transacciones compensatorias &rescate de un prisionero, brideprice , precio de sangre4 Destacamos nuevamente que el grupo de la esposa proporciona la c"ic"a & pulcu pulcu, la cual es necesaria para la realización de la fiesta4 Esta #e#ida, fermentada en #ase al maíz, es eclusivamente ela#orada por las mu0eres y es indispensa#le para la realización de las ceremonias, sea cual sea la finalidad de 3stas4 Podríamos incluso afirmar que una fiesta sin #e#ida no es un fiesta, y que un ulmen sin c"ic"a no es un ulmen4 Es ofreciendo grandes cant cantid idad ades es de esta esta #e#i #e#ida da que que 3ste 3ste mani manifi fies esta ta su riqu riquez ezaa y qu quee da prue prue#a #a de su prodigalidad4 Es #e#iendo c"ic"a en los rituales guerreros que se sella el pacto de alianza que ser, desde entonces, inviola#le4 El difunto al que se le llena la tum#a de vituallas no emprende emprende su via0e al otro mundo sin grandes cantidades cantidades de esta #e#ida y si es que no se "a trincado previamente con 3l4 Por el contrario, el guerrero que sale en epedición no #e#er c"ic"a durante toda la fase #3lica, marcando de así sim#ólicamente una separación de la esfera femenina4'AA !otaremos finalmente que el matrimonio polígamo es etremadamente valorizado y que el "ec"o de tener muc"as mu0eres &y una gran cantidad cantidad de "i0as es a la vez fuente y sím#olo de riqueza, de estatus y de poder4 Esto nos conduce lógicamente a volcarnos so#re la figura del ulmen que parece desprenderse sistemticamente del meollo de la comunidad4 Este "om#re rico, que "a sa#ido "acer converger "acia su persona un con0unto de fuerzas que de otra forma serían centrípetas, dispone de numerosos aliados y guerreros y, gracias a sus mu0eres productoras de c"ic"a, cumple regularmente con la o#ligación de realizar fiestas de #e#ida4
La ri,ue)a del ulmen 1eina cierta confusión en los estudios etno"istóricos respecto a la figura y función del ulmen4 ?onfusión que ciertamente no es etra6a al "ec"o de que los documentos de la 3poca 3poca emplea empleann ordinari ordinariame amente nte el voc voca#l a#loo cacique ecluyendo ecluyendo cualquier referencia al t3rmino vernculo4 /sí, pues, a menudo resulta complicado discernir la persona o la función que guarda el empleo de una categoría categoría tan vaga como la de $cacique%4 $cacique%4 / veces los espa6oles "an traducido el t3rmino ulmen por $"om#re rico%, lo que conduce a que algunos etno etno"i "ist stor oria iado dores res vean vean en este este indi indivi vidu duoo &prod &product uctoo de los los cont contact actos os una suert suertee de $empresario*comerciante% carente de todo poder político y que, por consecuencia, era distinto al cacique propiamente tal4'A) Posi#lemente Posi#lemente los espa6oles espa6oles no se "ayan equivocado, ya que el ulmen es en efecto, y contrariamente contrariamente a lo que plantean plantean la mayoría mayoría de los estudios estudios etno"istóricos, un cacique y a la vez un "om#re rico4 Bs eactamente, el cacique rec"e se deno denomi mina na ulmen, es decir, decir, liter literalm alment ente, e, $"om#re $"om#re rico%4 rico%4 Pero esta esta traducc traducción ión sólo sólo es apropiada si es que retraducimos la noción de riqueza desde el prisma que impone el marco sociológico sociológico rec"e4 En revanc"a, revanc"a, la riqueza de0a de ser tal apenas perci#imos perci#imos a los "om#res ricos ricos como como $comer $comercia ciante ntes*em s*empre presari sarios%, os%, acumula acumuladore doress de las riquez riquezas as nacida nacidass con el 'AA
9er el capítulo siguiente, dedicado al estudio de la guerra4 9er
'A)
contacto4 1etomemos, una vez ms, $al pie de la letra% las fuentes de los primeros tiempos de la 3poca colonial con el fin de sa#er un poco ms so#re el $cacique% rec"e4 Es en el inestima#le Arte y ram2tica ram2tica de 9aldivia donde se encuentra la primera referencia eplícita eplícita a este 7ran "om#re austral, austral, encontrndose encontrndose a"í traducido traducido literalment literalmentee cacique cacique por 'A( principal%4'A+ ulmen. ulmen. En otro lugar de esta misma o#ra, el 0esuita asimila ulmen a $"om#re principal%4 Encontramos una información similar en la correspondencia de 9aldivia, quien nota que un día se reunie reunieron ron los caciqu caciques es $qu $quee aquí, aquí, escri#e escri#e,, se llama llamann ulmenes %4'A En este mismo documento se6ala que los caciques o ulmenes se oponen a la evangelización de sus "i0os4 Durante las negociaciones de paz entre los indígenas de ?atiray y el Padre 0esuita a comienzos del siglo 89II, varias veces se "ace referencia al rol principal adoptado pos los $ulmenes %4 p +( En ese documento, que citaremos a continuación, son descritos como los 0efes o representantes de las parcialidades parcialidades, en otras pala#ras, como aut3nticos caciques e0erciendo poder político y no como individuos desenvueltos en el puro m#ito económico: I%...( me en,íaron a llamar el día siguiente todos los ulmenes de la die reguas de #atiray. %...( tres ulmenes principales habian ,enido a 9ongonabal por hablar conmigo de parte de las die reguas que estaban /untas esperando el día siguiente en Tamcu lugar esco/ido por el parlamente por estar en medio de las die reguas %...(>.@JK
Los ulmen con los que 9aldivia se encontró en Longona#al le di0eron: I%...(como todos los ulmenes creian ser ,erdad lo que yo trahia %las proposicines de pa5( pero que los conas que son los soldados no podían creer tanto tanto bien y tal genero de pa5 sin ser,ir diciendo diciendo que era era tra5a para para enga6arlos enga6arlos como otras otras ,eces %...(>. %...(>. @JM
El 0esuita interrogó entonces a los ulmen quienes le aseguraron que no "a#ía ning=n riesgo en que se adentrara en tierra rec"e, ya que: I%...( aunque los conas son atre,idos %cuando hay algunos ulmenes que les fa,orecen( fa,orecen( pero que todos los ulmenes estaban de mi parte % ulmenes ulmenes son las cabe5as de lina/e y no tienen mas ,asallos que sus propios parientes parientes que en esta tierra no hay otro modo de caciques ni @=' curacas %...(>. 'A(
$ui6e Vlmen eVenbi taqui6e hueque qui6e huinca mari huarcu meu % que 9aldivia tradu0o por $ Wn cacique ,endi" a un espa6ol una o,e/a de la tierra por die5a pesos % &op4 cit4 : ). 'A+ Para los espa6oles de la 3poca el $"om#re principal% es un "om#re rico, es decir, un individuo capaz de gastar sin mayores clculos y dispuesto a alimentar a un cierto n=mero de personas que conforman una suerte de micro-suite4 Los conquistadores aparecen mentalmente ms cercanos a los rec"e que nosotros mismos4 Para Para el caso que aqu aquíí nos intere interesa, sa, el de los "om#re "om#re ricos ricos o principales no "ay gran diferencia entre la concepción rec"e y la de los hidalgos conquistadores en cuanto a la riqueza y su uso4 >anto en uno como en otro caso, nos encontramos en una economía del gasto en vista a la o#tención de un provec"o sim#ólico: el prestigio4
9aldivia, confiado, se rindió al lugar de la asam#lea donde una cincuentena de $ulmenes %, como precisa 3l mismo, se encontra#an reunidos con los capitanes, los soldados y los labradores. @=@ anto los eventos que "an agitado a la /raucanía, así como las descripciones de las diversas actividades colectivas &matrimonio, construcción de casas, tra#a0os "ortícolas, ritos funerarios, guerra tienden a compro#ar que el grupo del ulmen se compone a la vez de consanguíneos &ascendientes y descendientes en línea paterna y de aliados &grupos donadores y receptores de mu0eres4 ?on esto, el ulmen pareciera e0ercer ms poder en la medida en que posea ms parientes, consanguíneos y aliados4 p ++ De esto se desprende que se "aga un uso estrat3gico de la institución matrimonial y que el matrimonio del ulmen, así como los de sus "i0as, implican ms ela#orados clculos políticos que rígidas reglas matrimoniales4 De "ec"o, en varios casos, el ulmen no se atiene a la regla de endogamia local que "emos presentado anteriormente4 Desde este punto de vista, las informaciones proporcionadas por 9aldivia respecto a la voluntad de los ulmen de aliarse entre sí, así como las de 1osales en relación a la ceremonia de matrimonio de un ulmen son de gran inter3s4 1ecordemos que en la carta de 9aldivia citada ms arri#a &cf4 carta del '(*'.*'+'@ se "ace mención a la voluntad de los ulmen de casar a sus "i0as con caciques de renom#re de otras comunidades4 9eremos a"ora que cuando un ulmen se casa, es el con0unto de los parientes &consanguíneos y aliados el que se ve implicado, y que por esa razón &entre otras nos parece azaroso afirmar que la organización social rec"e o#edecía una lógica rígida de patrilina0es o que los grupos se moviliza#an yYo se oponían en función de la pertenencia a tal o cual lina0e4 5uscar en el parentesco rec"e un acento patrilineal es una cosa legítima, pero interpretar la lógica social indígena =nicamente a partir de la noción de unilinealidad no nos parece apropiado4 1esumamos, a modo de e0emplo, las transacciones que tuvieron lugar durante la ceremonia de matrimonio de un ulmen, partiendo por la descripción etremadamente valiosa y detallada que proporciona 1osales4')( El misionero destaca que cuando un individuo ')'
I#id4 Mp4 cit4: @-'4 ')A $ 9os caciques son las cabe5as de las familias y lina/es. De modo que no tiene un cacique quien le recono5ca mas de los de su lina/e y a essos ordona las cosas de la pa5 y de la geurra \444]% &'H-H: 'A+ ')) ?f4 5ernand K 7ruzinsi 'HH': 'A.4 ')( ' ')@
importante se casa, sus parientes consanguíneos y los parientes de sus otras esposas participan &aunque de manera distinta en la organización y en los costes de la fiesta, así como con una contri#ución para pagar el brideprice 4 De la misma manera, se o#serva que los parientes de la esposa &consanguíneos y aliados del padre de la prometida participan de la ceremonia y reci#en los #ienes distri#uidos a título de la compensación matrimonial4 Las transacciones que tienen lugar en la ceremonia &cf4 figuras H y '. permiten o#servar que el matrimonio de un ulmen &o uno de sus "i0os funda una alianza entre dos grupos, desde entonces centrados en torno a un 7ran "om#re4 !otamos que los parientes consanguíneos de sus esposas son personas cuyo ulmen se ve en el derec"o de esperar una participación activa en lo que concierne la compensación matrimonial4 La alianza matrimonial no es un simple asunto de patrilina0es, pues tanto los consanguíneos como los aliados se ven #eneficiados con las nuevas alianzas4 Es el grupo de consanguíneos y aliados, cuyo ulmen es el centro, el que aquí se moviliza, no el patrilina0e4 p +
H-H: ').*')'4
Las informaciones reunidas en las pginas precedentes permiten llegar a la conclusión de que el ulmen o cacique rec"e se sit=a en el centro de un grupo de parientes, el cual se conforma de consanguíneos y aliados4 Plantendolo en otros t3rminos, el ulmen es el 0efe de una patrifamilia y, al mismo tiempo, una de las figuras centrales del grupo local &el qui6elob compuesto de aliados y consanguíneos4 Finalmente, el poder que e0erce y el respeto que inspira los de#e a la cantidad de parientes y aliados de los que dispone4
La importancia que tienen las redes de parentesco se encuentra por lo dems confirmada en varios documentos4 7onzlez de !0era o#serva que los individuos ms temidos son los ms $emparentados %4')+
Mp4 cit4 : ''(4 'H-@: '+(*'-4 ') $ Belaci"n de una carta del ;adre 9uis de aldi,ia \444]% op4 cit4 ')
su lina/e y a essos ordena las cosas de la pa5 y de la guerra con mucha pa5 y amor y como rogando. ;orque si se muestra imperioso no ha5e caso de el el subalterno y se sale con lo que quiere. Y assi el modo de ordenar alguna cosa con,eniente para la pa5 o para la guerra es3 /untando en su casa a los de su parentela y con,idandolos a beber chicha y a comer tratales de las con,eniencias de la pa5 o de la guerra y con gusto de todos y buena conformidad dispone lo que cada uno a de ha5er. Y es cosa assentada al a,er de ha5er estos con,ites a los parientes para tratar cualquier cosa que en ninguna manera los llama ni los /unta$ si no ay chicha y que comer y fuera cosa ,ergon5osa el /untarlos a secas$ y que le dieran en cara con ello y le diieran que era un pobreton o un menguado y no hi5ieran caso del. ;orque todas las materias de pa5 y de guerra se han de tratar comiendo y bebiendo3 proponiendo las co,eniencias y rogando a los inferiores que acudan con sus personas a las con,eniencias del bien comun %...(>. @=M
La idea de la necesaria prodigalidad del ulmen se encuentra tam#i3n en los escritos de !=6ez, quien afirma que la c"ic"a a#unda permanentemente en los dominios de los $caciques principales> a fin de estar preparados para una eventual visita4 Este $cautivo feliz% afirmar incluso que: I%...( no es cacique principal el que no esta abastecido de este /enero> .@C'
El parecido entre las descripciones de 1osales y los escritos de ?lastres so#re la 0efatura indígena es muy visi#le, y no es difícil concluir que el ulmen es un 0efe sin poder o que la 0efatura rec"e es una institución cuya función es negarse a sí misma evitando su surgimiento como instancia separada de la comunidad4 Buc"os son los investigadores que no vacilaron en comparar a la sociedad rec"e con las que ?lastres denomina $contra el Estado%, en tanto es cierto que el ulmen presenta todas las características del $0efe clastriano%: es un polígamo impenitente pero de#e "acer muestras de prodigalidadS demuestra un gran talento oratorio pero se le escuc"a sólo en la medida de que su pala#ra no es una pala#ra individual4 Empero, este 0efe, que tiene muc"as esposas y aliados y que posee un nítido prestigio, no es tan $inconsistente% como lo presenta ?lastres4 Pues si #ien el poder que e0erce no es etracomunitario ni a#soluto, el ulmen no es nada menos que una de las figuras mayores del espacio sociopolítico rec"e4 . ?iertamente, si consideramos al poder político como una su#stancia detenida en una sola persona &individual, moral o colectiva dotada de medios coercitivos para constre6ir, aqu3l no sería el caso del 0efe rec"e, ya que 3ste no posee tal tipo de poder . Desde cierto punto de vista, 3ste no es un 0efe4
'H-H: 'A+4 Mp4 cit4 : @)H4