MANUEL NUÑEZ BUTRON
Este gran medico Puneño nació en Samán,
al
sur
de
la
provincia
de
Azángaro (Puno) el 1 de e nero de 1900, sus padres fueron don Guillermo Nuñez y
doña
Rosa
Yanahuara
Butrón
y
respectivamente.
Caima Sus
naturales
de
(Arequipa), primeros
años
transcurrió en el pueblo de Juliaca, que
en
aquellos
años
solo
era
una
pequeña
estación
ferroviaria, lugar donde realizó sus estudios primarios. En 1913 se traslada a Puno para cursar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional San Carlos de Puno, destacando por su espíritu organizador y conductor. Formó el batallón de estudiantes Juliaqueños y también integro la brigada de los Boy Scouts de Puno. En estos años juveniles todo era color de Rosa, gozó de la simpatía de sus compañeros quienes cariñosamente le llamaban “Cari Gato”.
En 1918 inició sus estudios de premédicas en la San Agustín de Arequipa, pasando dos años después a Lima para matricularse en la Universidad Mayor de San Marcos al primer año de Medicina. Le sorprende la Gran Revolución
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Universitaria del 19, y con el cierre de la Universidad se ve obligado a emigrar a España para continuar sus estudios en Barcelona, España, donde permaneció durante cinco años, hasta 1925. Volvió al Perú y en Facultad de Medicina de Lima revalidó su título de médico cirujano. Desechando
la
tentación
de
quedarse
con
más
facilidades en la Capital, el flamante médico, guiado por un
inconmensurable
amor
a
su
terruño,
decide
sus
conocimientos al servicio de sus pobres y abandonados coterráneos
campesinos.
desoladoras
textualmente
recién
egresado
de
la
Sus
primeras
impresiones
anota:
“¿Qué
hace
un
facultad
si
apenas
son
médico
tiene
un
termómetro y un recetario”. No podía ser de otro modo,
puesto que en aquellos años no existía Ministerio de salud Pública sino simplemente una dirección general de salubridad, dependiente del Ministerio de Fomento. La peculiar distribución de la población indígena en pequeños y dispersos núcleos, alejados unos de otros, sin vías de comunicación entre sí, desperdigados en abruptas serranías, serranías, dificulta toda acción civilizadora y hace imposible que llegue a ellos la acción sanitaria del Estado con sus organismos habituales. Anudado a ello el primitivismo de la vida del campesino, las lamentables condiciones
higiénicas
de
su
vivienda,
vestimenta, Pág. 2
alimentación, ausencia de aseo corporal, analfabetismo y múltiples prejuicios en materia de la medicina, lo hacían presa fácil de las enfermedades, especialmente de las infecciosas. Este era el medio en donde tenía que actuar Núñez Butrón.
Siendo
medico
titular
(hoy
se
llama
medico
sanitario) de las provincias de Azángaro y Huancané, le era materialmente imposible atender a la gran población de ambas que sumaba cerca de doscientos mil habitantes. Presto sucesivamente sus servicios de medico titular en las
provincias
de
Lampa
y
San
Román
y
más
tarde
en
Angaraes (Huancavelica). Fue en la provincia de San Román donde hacia el año 1933 creo y puso en práctica, con éxito, una doctrina sanitario-social a la que llamó "rijcharismo", nombre derivado
de
la
voz
quechua
rijchariy,
que
significa
"despierta", cuyos objetivos eran lograr el mejoramiento de la salud física y mental de los indígenas, declarando enemigos al piojo, transmisor del tifus exantemático; al alcohol que bestializa; al papel sellado, elemento de la pleitomanía y el analfabetismo. Símbolos de esta lucha eran el peine y el jabón, el cuaderno y el lápiz. A ello agrego
cinco
mandamientos:
no
ser
mentirosos,
no
ser
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ladrones, no ser ociosos, no ser pendencieros y no ser sucios. Núñez Butrón enfrentó, pues, el reto de un medio geográfico
y
tenacidad,
cultural
imponiendo
tan
complejo
un
nuevo
con
estilo
creatividad de
y
política
sanitaria acorde a la realidad de sus habitantes, usando los recursos del lugar. Para empezar, recorrió el extenso altiplano a caballo, en motocicleta y muchas veces a pie, pero sus logros eran escasos y efímeros, pues los indios desconfiaban de sus procedimientos y preferían seguir sus métodos empíricos, más prácticos y más baratos. Además, en un principio, era rechazado por ser "Misti", es decir mestizo, igual que las autoridades terratenientes, jueces y gobernadores que secularmente habían sometido a los campesinos indígenas a una miserable servidumbre. Frente a las epidemias de viruela, Núñez Butrón optó por exigir a los campesinos que se presentaran limpios como condición para vacunarlos. Como la gente empezó a rehuir las vacunas decidió ir a buscarlos a sus propias casas
y
darles
consejos
en
su
propia
lengua.
Simultáneamente, con mucha perspicacia, comenzó a trabar amistad con los curanderos indios, a quienes enseñaba la higiene corporal, a hacer pequeñas curaciones, colocar inyecciones,
vacunar
y
finalmente
organizó
con
ellos Pág. 4
brigadas sanitarias que iban a sus comunidades a cumplir estas funciones y que posteriormente se convirtieron en "rijcharis". Fueron ellos los primeros "promotores de salud", considerados hoy como una experiencia sui generis a nivel mundial. Es decir que hace más de medio siglo Núñez Butrón puso en práctica lo que hoy día se conoce come "atención primaria de salud", en base a los líderes de cada comunidad. Reunido
semanalmente
con
ellos,
Núñez
Butrón
realizaba las asambleas dominicales en el patio de su casa,
en
prácticas
la
ciudad
de
curativas
Juliaca.
Sin
ancestrales,
menospreciar instruía
a
sus los
asistentes en los fundamentos de la medicina rural. Poco a poco, estas charlas llegaron a adquirir una importancia capital; desde distancias enormes, casi siempre a pie, con
una
devoción
mística,
acudían
los
campesinos
a
escuchar al Gran Doctor, semana tras semana, mes tras mes, año tras año. Sus sencillas charlas en lenguaje nativo
terminaban
admonitorias: ¡Rijcharisun
siempre
con
"¡Rijchariychis!, puni!",
es
decir:
estas
palabras
¡Rijcharisun!, "¡Despertad!,
¡Despertemos!, ¡Estemos siempre despiertos!". Su labor sanitaria se complementó y afianzó con las escuelas rurales, donde enseñaban a leer y escribir los Pág. 5
que
sabían,
sastrería;
y
diferentes
sombrerería,
oficios
la
como
confección
agricultura,
de
esteras
y
sandalias, la elaboración de quesos, etc. Al mismo tiempo Acta
Médica
Peruana
experimental,
para
cada
escuela
mejorar
la
tenía
su
huerto
alimentación
y
las
condiciones de los pastos. En casi todas las comunidades se realizaron censos con el objeto de tener una noción precisa sobre el número de personas que las constituían. Núñez Butrón no escatimaba esfuerzos para difundir los postulados de su doctrina sanitario-social, implementando bibliotecas
ambulantes
y
recurriendo
incluso
a
la
presentación de espectáculos de teatro al aire libre en lenguaje
nativo.
numerosos maestro
En
todas
colaboradores,
Eustaquio
estas
labores
destacando
Rodríguez
contó
entre
Aweranca
y
los
con
ellos
el
hermanos
Chambi. Para
difundir
con
mayor
provecho
las
enseñanzas
sanitarias y la doctrina del "rijcharismo", Núñez Butrón editó la revista Runa Soncco, "primer periódico de los indios y sólo para los indios", adaptado a la mentalidad y a las necesidades del indígena. El primer número salió el 28 de abril de 1935 y el décimo y último el 24 de junio de 1948. Aunque literalmente Runa Soncco se traduce como
"corazón
de
indio",
su
significado
puede
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interpretarse
como
"el
que
ama
al
indio
con
todo
su
corazón", "el amigo". Y ese era realmente el rol de este primer vocero sanitario rural en el PERÚ y quizás en América Latina, mensajero de la doctrina "rijcharista" y de
los
principios
elementales
de
la
salud,
al
mismo
tiempo que vocero de las actividades de los campesinos, tales
como
matrimonios,
bautizos,
muertes,
comercio,
viajes, etc. Se casó con doña Lidia Cabrera en 1935, con la cual tuvo 2 hijos, posteriormente hubo separación y se unió con doña Donata Belzú Aragon, con quien tuvo tres hijas. Hacia 1937, cuando los frutos del "rijcharismo" se multiplicaban
frondosamente,
cuando
toda
la
prensa
regional y nacional aplaudía la labor sanitario-social y cuando
votes
México
amigas
llegaban
desde
llenas
otros
de
países
estímulo,
como
Chile
surgieron
y
los
primeros obstáculos, haciendo aparecer a Núñez Butrón como
subversor
tildándolo gobierno.
de Las
e
incitador
comunista
y
autoridades
de de
la ser
masas
campesinas,
peligroso
políticas
le
para
el
prohibieron
inaugurar más escuelas y como no cumplió tan absurda disposición, a fines de ese año, por resolución suprema, fue
trasladado
a
un
distrito
de
Huancavelica,
en
un
verdadero destierro que duró ocho años. Pág. 7
Cuando volvió a Juliaca en 1945, gran parte de su obra se había perdido. No obstante, siguió en la brega y reanudó su doctrina, aunque sin los bríos de su juventud, cansado por los años y la dura tarea rural. Desde las columnas de su Runa Soncco y de la revista Medicina Social, editada en Lima de la cual era miembro redactor, continuó
difundiendo
los
aspectos
principales
del
"rijcharismo". En uno de sus últimos artículos apunta: "No estoy aún satisfecho, mi labor está trunca y apenas se ha puesto en el camino social de la medicina Peruana uno de los muchísimos escalones que falta recorrer". El 7 de diciembre de 1952, víctima de policitemia y de una complicación
pulmonar,
se
apagó
la
vida
del
Jatun
Rijchari, causando un profundo dolor en los campesinos, quienes lo consideraban su protector y amigo. El 11 de abril de 1953 en el patio principal del colegio nacional San Carlos se le rindió un grandioso homenaje póstumo, organizado por el Club de Leones de la localidad. En junio del mismo año, una de las salas del hospital de Juliaca, de cuya fundación fue uno de Acta Médica
Peruana
los
más
entusiastas
propulsores,
fue
bautizada con su nombre, privilegio que es compartido por una de las principales avenidas de dicha ciudad.
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En el Primer Congreso Regional de Sanidad del Sur, realizado en la ciudad del Cusco, entre el 15 y el 19 de setiembre de 1953, a mérito de una ponencia presentada por
la
delegación
Médica
puneña
integrada
por
los
doctores Rogelio Bermejo Ortega, David Frisancho Pineda y Francisco Marino Velásquez, se le declaró Precursor de la Sanidad Rural en el Perú. Por Resolución Ministerial N° 5703 del 21 de mayo de 1954, se designó con su nombre a la escuela de segundo grado
de
varones
N°
1121
de
la
ciudad
de
Juliaca,
colocándose una placa recordatoria; y en 1965 el flamante hospital
de
Puno
pasó
a
llamarse
Hospital
Regional
"Manuel Núñez Butrón". Posteriormente, en la ciudad rusa de Alma Ata (hoy perteneciente a la republica asiática de Kazajastan), la Organización Mundial de la Salud declaró al doctor Manuel Núñez Butrón "Pionero de la atención primaria en el mundo". Después de este reconocimiento internacional, condecorarlo
el
gobierno
póstumamente,
peruano a
través
se de
vio la
obligado
a
resolución
suprema que se publica en la sección "Documentos". El 30 de diciembre de 1999 la Dirección Regional de Salud de Puno, el Hospital Regional "Manuel Núñez Butrón" y el Consejo
Regional
XIV
del
Colegio
Médico
del
Perú
organizaron un homenaje por el centenario del nacimiento
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del "Precursor de la medicina social en el Perú", durante el cual se develó un busto en su memoria.
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