Biblia de Jerusalén La Biblia de Jerusalén (Bible de Jérusalem) es una versión de la Biblia publicada en fascículos entre los años 1948 y 1953, finalmente la Escuela bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén, publicó esta versión fruto de la traducción de los manuscritos griego y hebreo, al francés; posteriormente fue traducido a otras lenguas vernáculas, y finalizada integralmente a la lengua española con una revisión en el año 1973. Tuvo otra importante revisión en 1998 y es obra de la Escuela bíblica de Jerusalén y de la editorial Desclée de Brouwer (Bilbao).
Es valorada sobre todo por sus introducciones, por las notas a pie de página, y por la riqueza de sus paralelos en el margen. Es traducida, en el texto bíblico o sólo en la parte de comentarios e introducción,[1] en muchos otros idiomas. El criterio de traducción fue la comparación con los textos originales en hebraico-aramaico y griego. La edición española (DDB 1974) traduce todo el material, incluyendo el texto bíblico.
En 2000 la editorial Desclée De Brouwer sacó la Biblia de Jerusalén Latinoamericana en español, cuyo imprimátur fue dado por el Cardenal Arzobispo Primado de Colombia, Pedro Rubiano Sáenz. Esta versión de la Biblia de Jerusalén, está escrita en el lenguaje propio de los pueblos hispanoamericanos, omitiendo el uso de vosotros por el de ustedes, entre otras cosas. Esta edición difiere en el lenguaje con el español peninsular. Dicho trabajo recoge el texto de la Edición de la Biblia de Jerusalén en español de 1998, pero sólo incorpora la usanza latinoamericana. Fue aprobada por el CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana).
Los eruditos católicos valoran grandemente la versión La Biblia de Jerusalén, por ser la primera versión católica de la Biblia que no se limita a traducir la versión Vulgata latina de San Jerónimo a las lenguas vernáculas, sino que acude a los manuscritos griegos y hebreos, entregando finalmente un trabajo de gran calidad.
Nácar-Colunga La Nácar-Colunga es una versión católica de la Biblia impresa con autorización eclesiástica en su primera edición en el año 1944. Es la primera versión bíblica española católica, cuya traducción fue efectuada desde los idiomas originales (hebreo y griego), ya que no existía ninguna versión en dicho idioma desde la traducción protestante efectuada por Casiodoro de Reina en el siglo XVI conocida como Reina-Valera
Sus autores fueron dos escriturarios, Alberto Colunga Cueto y Eloíno Nácar Fúster.
El cuerpo del texto bíblico se complementa con mapas en las cubiertas, notas al final del volumen, ilustraciones tomadas de cuadros y pinturas religiosas famosas y un índice doctrinal que cierra la obra.
Existen más de 30 ediciones editadas por Biblioteca de Autores Cristianos, siendo la más actual de 2008. Además hay que destacar una edición en tamaño grande, con láminas procedentes de códices medievales españoles, una edición de bolsillo y un breviario pensado para los miembros del sacerdocio católico.
Como muchas versiones católicas de deuterocanónicos del Antiguo Testamento.
la
Biblia,
contiene
los
libros
Ha sido una de las versiones de la Biblia más populares dentro de la Iglesia Católica. [editar] Particularidades
* En el pasaje Lucas 17:21, traduce el adverbio como dentro, en lugar de en medio o entre, como hacen el resto de las Biblias.
G1787
entós; dentro (adverbio o sutantivo):-dentro.
El versículo queda redactado así: No podrá decirse: Helo aquí o allí, porque el reino de Dios está dentro de vosotros. (Lucas 17:21)
* Conserva la mención a Lilit con el término Lamia, a diferencia de otras versiones bíblicas (La Biblia de las Américas, Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras) que traducen el pasaje refiriéndose a un monstruo nocturno o ave nocturna. * Omite la Coma Juanina.
Biblia Latinomericana Podemos decir que esta bella traducción La Biblia Latinoamericana, por su lenguaje accesible y sencillo, su orientación pastoral y sus introducciones, es muy útil para los grupos bíblicos, para las reuniones de oración, para la catequesis y grupos de reflexión bíblica o de oración, etc. Es una Biblia muy pastoral y muy querida por los catequistas. Características de esta traducción pastoral: Es una traducción de las lenguas originales (hebreo y griego), dirigida por los padres Ramón Ricciardi y Bernardo Hurault. La traducción está hecha en un lenguaje sencillo que pasa las fronteras de los países latinoamericanos, sin recurrir a términos reservados a los intelectuales. La primera edición fue hecha en Chile, en 1972. Fue traducida, presentada y comentada para las comunidades cristianas de Latinoamérica, de allí su nombre (Biblia Latinoamericana). Es una edición católica, traducida y comentada en Chile, con aprobación del Arzobispo de Concepción, Mons. Manuel Sánchez. En la Argentina se ha publicado un "Suplemento obligatorio", elaborado a pedido del Episcopado Nacional de ese país, con el cual esta edición puede usarse sin ningún inconveniente. Por su parte, ha sido una de las más conocidas y difundidas en Costa Rica y en América Latina, siendo considerada una ³Biblia popular´, de gran valor, pues su lenguaje es sencillo, fácil de entender. También se puede conseguir esta versión, en disco compacto. Tiene introducciones: oI ntroducción general al inicio del libro sobre el antes y después de la Biblia. oUn amplio cuadro titulado La Enseñanza Bíblica, en el cual se narra resumidamente la historia de la salvación y al cual se remite con frecuencia a lo largo de la Biblia oBreve introducción al Nuevo y Antiguo Testamento respectivamente oBreve introducción a cada libro de la Biblia Posee notas de tipo actualizador del mensaje bíblico (es decir, tratan de actualizar y aplicar el mensaje a la realidad actual; no sólo de explicar lo que el texto significa) oSon amplias y se encuentran al pie de la página oEn algunos casos están divididas en subtemas oSe acompañan de numerosas referencias bíblicas que remiten a otros textos para aclarar el sentido del texto comentado oSe les identifica con un negro a la derecha del texto y se repite al pie de la página oLas notas que presenta facilitan a los creyentes y a las comunidades cristianas la comprensión de cada texto.
Cada uno de los libros ha sido dividido en: secciones párrafos o Trae a lo largo del texto y al final de la Biblia: o
mapas, que facilitan la localización de la historia bíblica oun índice del Evangelio en sinopsis oun resumen y fechas de la historia sagrada. Tiene fotos e ilustraciones, no sólo del mundo bíblico, sino del mundo latinoamericano o de la actualidad. Por ejemplo, al hablar de los profetas, incluye imágenes de Luther King y de Helder Cámara. Tiene como preocupación el afán de integrar en cada nueva edición los descubrimientos que aporta la investigación bíblica. En una de sus últimas ediciones, en el año 1995, tanto en la traducción como en las notas al pie de página, éstas se ampliaron y se mejoraron considerablemente. o
Presenta índices, indicaciones de fechas, cronologías y otras cclaves para el manejo de la Biblia
Vulgata La
Vulgata es una traducción de la Biblia al latín, realizada a finales del siglo IV (en el 382 d.C.)
por Jerónimo de Estridón. Fue encargada por el papa Dámaso I dos años antes de su muerte (366-384). La versión toma su nombre de la frase vulgata editio (edición para el pueblo) y se escribió en un latín corriente en contraposición con el latín clásico de Cicerón, que Jerónimo de Estridón dominaba. El objetivo de la Vulgata era ser más fácil de entender y más exacta que sus predecesoras. La
Biblia latina utilizada antes de la Vulgata, la Vetus Latina, no fue traducida por una única
persona o institución y ni siquiera se editó de forma uniforme. La calidad y el estilo de los libros individuales variaba. Las traducciones del Antiguo Testamento provenían casi todas de la Septuaginta griega. Conservación
Un número de manuscritos tempranos que atestiguan la Vulgata sobreviven hoy. Fechado en el siglo VIII, el códice Amiatinus es el manuscrito completo más antiguo. El códice Fuldensis, que data aproximadamente del 545, es anterior aunque los evangelios son una versión corregida del Diatessaron. En la Edad Media la Vulgata sucumbió a los cambios inevitables forjados por el error humano, en el copiado incontable del texto en los monasterios a través de Europa. Desde sus días más tempranos, las lecturas del Vetus Latina fueron introducidas. Las notas marginales fueron interpoladas erróneamente en el texto. Ninguna copia era igual a la otra. Cerca del año 550, Casiodoro hizo la primera tentativa de restauración de la Vulgata a su pureza original. Alcuino de York supervisó esfuerzos para copiar una Vulgata restaurada, que él presentó a Carlomagno en 801. Tentativas similares fueron repetidas por Teodulfo Obispo de Orleans (787? - 821); Lanfranc, Arzobispo de Canterbury (1070-1089); Esteban Harding, el abad de Cîteaux (1109-1134); y del diácono Nicolás Maniacoria (sobre el principio del siglo XIII). Aunque el advenimiento de la imprenta redujo mucho el potencial del error humano y aumentó la consistencia y la uniformidad del texto, las ediciones más tempranas de la Vulgata reprodujeron simplemente los manuscritos que estaban disponibles fácilmente para los editores. De los centenares de ediciones, la más notable es la de Mazarin, publicada por Johann Gutenberg en 1455, famosa por su belleza y antigüedad. En 1504 la primera Vulgata con variantes de lectura fue publicada en París. Uno de los textos de la Biblia Políglota Complutense fue una edición de la Vulgata, hecha con los manuscritos antiguos y corregida para convenir con el griego. Erasmo publicó una edición corregida y cotejada con el griego y el hebreo en 1516. En 1528, RobertusStephanus. La edición crítica de Juan Hentenius de Lovaina siguió en 1547.
Vulgata de Stuttgart
Una mención final se debe hacer a la edición de la Vulgata publicada por la Sociedad Bíblica Alemana (Deutsche Bibelgesellschaft), en Stuttgart (ISBN 3-438-05303-9). Intenta reconstruir el texto original que publicó Jerónimo hace 1.600 años mediante la comparación crítica de los manuscritos importantes. Una característica importante en la edición de Stuttgart para los estudiosos de la Vulgata es la inclusión de todos los prólogos de Jerónimo a diferentes libros. Contiene en el apéndice de apócrifos, el salmo 151, la epístola a los Laodicenses, además de los libros 3 y 4 de Esdras y la Oración de Manasés. Además, sus prefacios contemporáneos son una fuente de la información valiosa sobre la historia de la Vulgata.
Reina-Valera Esta conocida versión de la Biblia, que alcanzó muy amplia difusión durante la Reforma Protestante del siglo XVI, es una de las más aceptadas por las iglesias cristianas protestantes (se trata de la Biblia aceptada por las Iglesias Evangélicas del Mundo Hispánico), e incluso por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, por la Iglesia Adventista del Séptimo Día y por las iglesias Bautistas.
Debe su nombre a la suma de esfuerzos de Casiodoro de Reina, su autor principal, materializados en la Biblia del Oso (Basilea, Suiza, 1569) (el título original es "La Biblia que es, los sacros libros del Viejo y Nuevo Testamento / Trasladada en español, 1569"), y de Cipriano de Valera, su primer revisor, materializados en la Biblia del Cántaro (Ámsterdam, Holanda, 1602). (Ambos eran monjes católicos jerónimos del Monasterio de San Isidoro del Campo (Santiponce, Sevilla), que se habían exiliado de España después de ser perseguidos por la Inquisición debido a sus abiertas simpatías con las ideas de los reformadores protestantes Lutero y Calvino.) [editar] Antecedentes e influencia
Las anteriores traducciones al castellano, como las auspiciadas por los monarcas castellanos Alfonso X el Sabio y Juan II, no habían contado con mayor difusión, en vista de que la predicación y lectura pública del texto bíblico se realizaba entonces en latín, siguiendo la Vulgata de Jerónimo de Estridón, considerada la única versión canónica por la Iglesia Católica. Sin embargo, de acuerdo a la doctrina luterana de lectura directa de la Biblia como única fuente válida de doctrina y práctica cristiana, los cristianos protestantes emprendieron varias traducciones a las lenguas vernáculas, entre ellas la propia Biblia de Lutero, uno de los hitos fundacionales del idioma alemán moderno.
La traducción de Casiodoro de Reina --inspirada de cerca en la edición del Nuevo Testamento de Juan Pérez de (la) Pineda, editado en Bruselas, Bélgica, en 1556, que, a su vez, se basaba en las traducciones de Francisco de Enzinas, publicadas en Amberes, Bélgica, en 1543-- ocupó a éste durante doce años. También es importante señalar el aporte que para esta empresa representó la obra y los trabajos de otros importantes reformadores, como Juan de Valdés, Juan (Diego) de Medina y Julián Hernández, llamado también Julianillo.
El traductor principal fue Casiodoro de Reina, y el primer revisor, Cipriano de Valera. En 1569 se publicó en Basilea, Suiza, la primera versión. El texto revisado, impreso en Ámsterdam, Holanda, en 1602, fue el más difundido de las versiones de la Biblia en idioma castellano durante varios siglos.
En las dos primeras ediciones, de Casiodoro de Reina (1569), llamada la Biblia del Oso, y de Cipriano de Valera (1602), llamada la Biblia del Cántaro, contenían todos los textos propios de la Biblia Vulgata latina de Jerónimo de Estridón, que es el texto oficial de la Biblia para la iglesia católica romana. Es decir, que incluía nueve libros deuterocanónicos católico-ortodoxos y otros tres, propios del canon largo seguido por iglesias cristianas ortodoxas. En la revisión de Valera, no obstante, estos libros se situaban a modo de apéndice en una sección aparte.
La traducción fue revisada por Lorenzo Lucena Pedrosa en 1862, y, posteriormente, por las Sociedades Bíblicas Unidas en 1909, 1960 y 1995. No fue sino hasta en estas ediciones posteriores en las que se omitieron los textos deuterocanónicos y los pseudoepigráficos que habían sido incluidos en las dos primeras ediciones originales, de Casiodoro de Reina (1569) y de Cipriano de Valera (1602).
Algunos fieles, por cuestiones teológicas y de fidelidad textual, rechazan las dos últimas revisiones, usando de manera preferente sólo las revisiones de 1862 y de 1909. En líneas generales, puede decirse que, salvo algunas excepciones, como las ediciones de 1977 y de 1995, esta versión ha empleado como base el TextusReceptus para la traducción del Nuevo Testamento. (Léase, al respecto, el libro Comprendamos cómo se formó la Biblia, de Neil R. Lightfoot, Editorial Mundo Hispano, pág. 208.)
Dos grupos de bautistas independientes de México han hecho revisiones de la Reina-Valera, con el fin de 'purificar' su texto, y alinearla más con el TextusReceptus. El primer grupo de Matamoros, México, basó su revisión de 2004 en el texto de la 1909, haciendo comparaciones con los textos en griego y hebreo, y la Biblia King James. Esa Biblia se llama la Reina-Valera- Gómez, por el editor principal, Humberto Gómez. Otra revisión actual es la de 2007, que tuvo el mismo fin de 'purificar' el texto bíblico español de cambios críticos. Sin embargo, ellos partieron con el texto de la 1602. Por eso se llama la 1602 Purificada. Esta obra se hizo en Monterrey, México, bajo la dirección de Raúl Reyes y Guillermo Parks.
En mayo de 2009, las Sociedades Bíblicas Unidas sacaron a la luz una nueva edición de la Reina-Valera, en la que a los textos de la Reina-Valera Actualizada, de 1995, han sido nuevamente reinsertados libros deuterocanónicos que estaban en la edición original de Reina, pero en el orden tal y como quedaron dispuestos en la edición de Valera de 1602.[1]
En septiembre de 2009, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días publicó su primera edición oficial de la Biblia en castellano basada en la edición Reina-Valera de 1909, con algunas actualizaciones muy conservadoras en lo que respecta a gramática y vocabulario antiguos.[2]
Actualmente, la Sociedad Bíblica Trinitaria se encuentra aunando esfuerzos en el mundo hispanoparlante para trabajar en una revisión de la Biblia Reina-Valera de 1909, considerada por los biblistas como una "joya de la hispanidad", debido a la gran fidelidad y precisión con la que reproduce el Texto Masorético y el TextusReceptus. La idea central es actualizar el lenguaje y los arcaísmos del castellano de comienzos del siglo XX, y no utilizar el texto crítico ni manuscritos desapegados de la tradición de los masoretas. Esta labor fue realizada especialmente en la Biblia Reina-Valera Revisada (RVR).