PATRICIA ANTÓN PLATA Se tiembre 2011
Teoría del arte II Grado de Historia del arte. Centro asociado Gregorio Marañón- UNED-
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PRIMERA PARTE : INFLUENCIAS DE PLATÓN EN LA TEORÍA DEL ARTE. INTRODUCCIÓN: APROXIMACIÓN A LOS CONCEPTOS DE ARTE Y BELLEZA
JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO
página 3 EL ARTE Y LA BELLEZA DURANTE LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA: GRECIA Y ROMA página 4 PLATÓN. INTRODUCCIÓN A SU FILOSOFÍA: DOS MUNDOS DIFERENTES página 7 LO BELLO ES DIFÍCIL: BELLEZA Y ARTE EN LA FILOSOFÍA DE PLATÓN página 8 PLATÓN: APROXIMACIÓN A LA ESTÉTICA página 9
SEGUNDA PARTE: REFLEJO DE LA ESTÉTICA PLATÓNICA EN EL RENACIMIENTO. VUELTA A LOS ORÍGENES: EL RENACIMIENTO
página 16 PLATÓN EN LA FILOSOFÍA RENACENTISTA :LA EVOLUCIÓN DE SUS TEORÍAS página 17 La estética de la academia Platónica florentina: Ficino página 18 La estética humanistas página 21 La estética de Alberti página 22 La estética de Leonardo Da Vinci Página 23 La estética de Miguel Ángel Página 24 página 26 o
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CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
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JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO
El presente trabajo tiene como objetivo principal el analizar la línea evolutiva que han seguido, dos de los conceptos que se entienden principales para la Teoría del Arte, el concepto de belleza y arte. Este proyecto enfatiza la teoría platónica por su importancia en sí misma y a lo largo de las posteriores teorías estéticas basadas en esta. Por ello la línea argumental que se ha seguido compara la antigüedad clásica, con aquel período que no fue sino una revisión de lo clásico en todos los sentidos, el Renacimiento. Donde se advierten profundas similitudes con el trabajo inicial de Platón sobre ambos conceptos, en las teorías formuladas por los grandes pensadores del Quattrocento y del Cinquecento italiano.
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“La naturaleza tomada en conjunto… es también el archivo de todas las perfecciones, cuya belleza es tan inagotable, que no sólo se niega a las artes el poderla expresar cumplidamente, sino que ni aun se permite a la misma imaginación concebir o idear algún grado de belleza que no se halle comprendido en el plano inmenso de la creación” Arteaga, E de.: La belleza ideal. Madrid, 1942
PRIMERA PARTE : INFLUENCIAS DE PLATÓN EN LA TEORÍA DEL ARTE.
1. Introducción: aproximación a los conceptos de arte y belleza
Desde que el hombre habita la superficie terrestre se ha relacionado, tanto con sus iguales, como con su entorno, con el que ha interactuado activamente. Aprendió a cultivar, y obtener de la tierra agua y alimentos para poder sobrevivir. Aprendió a domesticar animales, probablemente este hecho se debiera a la propia observación de los mismos, lo que puso de manifiesto que esas bestias podían convertirse en una importante reserva de alimentos y pieles sin necesidad de matarlos. El dominio de la agricultura y ganadería hizo a los hombres sedentarios y aparecen, entonces, las primeras aldeas y con ellas el crecimiento de los grupos familiares, la división del trabajo y la organización social. Y es en este momento cuando para algunos estudiosos y teóricos se producen las primeras manifestaciones artísticas.
Sin embargo, y ya
desde entonces, los teóricos del arte se han mostrado muy escépticos a la hora de decidir qué es y qué no es arte. El concepto de arte ha generado una gran controversia y muy diferentes opiniones, de hecho, en nuestros días aun se cuestiona prácticamente a diario si el arte actual es <
> o es sólo una tomadura de pelo por parte de los artistas.
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“ARTE” un concepto que nos pensamos capaces de definir, pero que se nos presenta tedioso y casi siempre incompleto para todo lo que ésta palabra ha simbolizado, simboliza y simbolizará. La definición de arte es difícil pero no es imposible. Iniciaremos este análisis con la siguiente. El arte es una manifestación de la raza humana capaz de expresar o generar un sentimiento en una tercera persona utilizando recursos sonoros, visuales o plásticos.
A lo largo de estas páginas se complementará esta primera aproximación al concepto de arte, gracias a las teorías de los grandes pensadores que han dado la filosofía, la estética, y el mundo del arte en general a nivel mundial y de todos los tiempos. Tal y como ocurre con el término arte, en el caso del término belleza pasa que se nos presenta muy complicado el definir de forma rigurosa el significado de esta palabra, sin hacer alusión a cosas (objetos, realidades…) que consideramos podemos llamar “bellas”. El término belleza ha de ser analizado en función del contexto social en el que nos desenvolvamos, puesto que es un concepto que se relaciona directamente con las acciones sociales del ser humano, y es más, depende de la cultura en la que nos encontremos, puesto que lo que para unos es bello, para otros no. Lo que sí se puede afirmar es que la belleza es un concepto abstracto, propio del ser humano, pero universal relacionado con aquello que nos produce placer. Incluso se puede decir que más allá de las modas, que van cambiando en diferentes épocas dentro de un mismo marco cultural, y más allá de las divergencias que se dan entre culturas, dado que cada una posee unos códigos de creación e interpretación diferentes, se puede encontrar una cierta convergencia transcultural en determinados estándares de belleza. 2. El arte y la belleza durante la antigüedad clásica: Grecia y Roma
Tras las primeras manifestaciones artísticas que se dan durante la Prehistoria, el Imperio Egipcio y el arte de Asia Occidental, surge el que se conoce como “ Arte griego”.
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Con el arte griego se introducen plenamente los conceptos estéticos que han de predominar en la cultura occidental. De hecho la producción artística que sale de esta época, marcará un antes y un después en la historia del arte. Surgirán por primera vez el concepto de belleza, que se hacía radicar fundamentalmente en la armonía derivada de la adecuada relación entre medida y proporción. Por otro lado, durante esta época que data de entre los siglos V y II a. C, se tiende hacia la creación de un mundo idealizado, racionalmente abstracto, pues si bien el artista griego se apoya en la naturaleza, se trasciende el mundo sensorial ya que se busca la expresión de un idealismo que va más allá del mundo de los sentidos. Medida, proporción, principios abstractos que tienen su fundamento en la objetividad de las matemáticas, idealismo en las formas y en el contenido expresivo.
La magia culmina con la llegada del arte romano, que representa el fin del proceso evolutivo que se había iniciado con las culturas mediterráneas. Estaba profundamente enraizado en la cultura griega, de la que es su más directo heredero, incorpora a ella múltiples elementos de las más diversas culturas mediterráneas, con un sincretismo sumamente característico. Los autores griegos y romanos de casi todas las épocas, comenzando por Homero hasta la Antigüedad tardía, estuvieron familiarizados con la producción artística de su coetáneos, ya que de no haber sido así, no hubieran comentado pinturas, esculturas… a
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las que se refieren en muchos de sus textos. Gracias a este contacto se definieron nuevos conceptos por parte de filósofos, poetas y retóricos: imitación, expresión, armonía. Estos conceptos han perdurado desde su acuñación hasta nuestros días, y son ideas que cualquier teórico del arte tiene asumida y con los que está muy familiarizado. Pero no podemos adelantarnos a afirmar de forma categórica que durante la antigüedad clásica de Grecia y Roma ya existían teóricos de arte, ya que sobre estos mismos conceptos disertaron una y otra vez, sin tener una propia definición clara de lo que eran. De architectura , del arquitecto romano Vitruvio es el único tratado antiguo conservado en su integridad que trata directa y exclusivamente del arte, pero su tema es la arquitectura. Omite toda referencia a la pintura y la escultura. Lo mismo ocurre con los documentos que nos llegan de los sofistas, que también obvian pronunciar teorías sobre pintura y escultura. Y así, con otros tantos fragmentos de documentos que nos llegan desde la antigüedad. ¿No resulta extraño?, ¿podrían haber desaparecido todos los documentos que disertaran sobre estas dos formas artísticas? Más bien, el por qué a esta ausencia de información se sostiene en la despreocupación que los filósofos de esta época tenían sobre las artes visuales. Y es que, probablemente, lo más cercano a nuestro concepto moderno de arte, sea el término griego techné y su equivalente latino, ars. Ambos son ideas que abarcan muchos campos, incluido actividades como pudieran ser la agricultura, la medicina, la botánica… cualquier actividad que requiera de la aprehensión de una técnica para poder ponerla en práctica, si bien, esa idea nada tiene que ver con las habilidades de las que está dotado un artista para poder realizar su obra de arte. El artista deja de gozar, durante ésta época, de un instinto, de una inspiración, para concebir su obra como una suma de factores. Nada se deja al más mínimo devenir emocional del artista, sino que todo está perfectamente analizado, medido y condicionado a la satisfacción de una meta propuesta previamente de forma deliberada. Entonces, ¿Cómo se desarrollaron las ideas clásicas sobre pintura y escultura?, ¿cuáles eran las opiniones que circulaban en relación con el artista? Pese a que los filósofos de Grecia y Roma no contribuyeron directamente a la teoría de las artes visuales, mostraron una sorprendente perspicacia sobre el trabajo del artista y, sobre
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todo, formularon el marco conceptual de la discusión sobre el arte para las épocas posteriores.
3. Platón. Introducción a su filosofía: dos mundos diferentes.
Uno de los filósofos más importantes que ha dado la historia fue Platón (427-347). Este gran filósofo ateniense de la era clásica, pese a que nunca expuso una teoría de las artes visuales, ha tenido una gran repercusión en la historia de la filosofía. Así como, podemos considerar a Platón como el iniciador de la crítica del arte y de la especulación estética. No ha existido filósofo más polifacético que Platón, quien fue a la vez de esteta, metafísico, lógico y ético. De hecho la tradición de la reflexión teórica del arte, que acompaña al arte occidental por el camino de su autonomía, está totalmente en el bando del platonismo. El platonismo es la herencia dominante en la cual y contra la cual se ha desarrollado la experiencia estética en la historia de la cultura europea. El platonismo ha legado a la tradición europea una doble orientación para la historia y la teoría de las artes, que se podría calificar de ambigua. Pues si la apelación a Platón pudo otorgar la más alta dignidad al trato con lo bello, también lo desacreditó moralmente. La dignidad se debe a la mediación de lo suprasensible, ya que la visión de la belleza terrena despierta, según Platón, el recuerdo perdido de lo bello y verdadero trascendente, pero nadie salvo los filósofos pueden tratar con lo bello. De modo que la teoría de Platón se limitará a una minoría privilegiada por su condición de filósofos, únicos capaces, gracias a su capacidad para filosofar, de alcanzar la belleza verdadera.
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De modo que tal y como se puede ver en el cuadro, Platón basó su filosofía sobre dos pilares fundamentales: la existencia de dos mundos, “ el mundo de lo inteligible” y “el mundo de lo sensible” .
La principal diferencia entre ambos reside en que, en el mundo
inteligible habitan las ideas, aquello que es etéreo, inmaterial, e intangible. En el mundo sensible se encuentran los objetos materiales, que son tangibles. Ambos mundos se encuentran directamente relacionados, ya que los objetos del mundo sensible, son copias de las ideas. Los hombres se relacionan con los objetos materiales, pero siempre han de tener presente que han de aspirar a alcanzar el mundo de las ideas. Aunque Platón no lo llamara Dios, la perfección de este mundo inteligible fue relacionada con Dios con la llegada de la filosofía cristiana. 4. Lo bello es difícil: belleza y arte en la filosofía de Platón
- Platón desmitifica el arte y resta importancia a la validez de las obras y los artistas.
En el mundo material es donde Platón sitúa el arte, con lo cual, pese a que Platón acepta la existencia de las obras de arte, tienen para él un carácter peyorativo, por ser un mal retrato de la Verdad del mundo de las Ideas. - Platón introduce el concepto de “mimesis” – imitarPlatón, parte del hecho de que las obras de arte imitan el mundo que rodea al artista – copia del mundo material, que ya copiaba al mundo de las ideas- por lo tanto podríamos resumir que para Platón, las obras de arte sólo son una mala copia de una copia. - La filosofía platónica se explica gracias a sus textos en forma de diálogos.
Más de un diálogo de Platón se ocupa de la cuestión de la belleza, tal es el caso, por ejemplo, del Hipias Mayor. En este texto, que señala la dificultad para alcanzar una definición de lo bello, Sócrates (portavoz de Platón) le pide a un sofista, fingiendo admiración por éste, que defina la Belleza. El sofista se defiende indicando momentos concretos de algo o alguien bello (una muchacha hermosa, un instrumento musical, una vasija...), pero nunca el concepto en sí de belleza. Para finalmente, concluir Sócrates, que lo bello es bello porque participa de una idea esencial.
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-Platón equipara Belleza=Bien=Verdad
Por ello Sócrates, cita para terminar un proverbio “lo bello es difícil”- que probablemente se entendía como “todo lo bueno es arduo de conseguir”. Al equiparar la belleza con el bien y la verdad, se entiende que el camino que sigue el ser humano para conocer la verdad real es difícil, arduo y tedioso y está lleno de sacrificios. Por ello el ser humano ha de apoyarse en el mundo sensible, y en la belleza visible de ésta para poder alcanzar la belleza suprema. 5. Platón: aproximación a la estética. “Si es algo por lo que vale la pena vivir, es por contemplar la belleza” (Platón, El Banquete)
Platón nunca se ocupó de la estética propiamente dicha, dado que la teoría del arte no figura en el campo de sus investigaciones, aunque si bien, hará referencias en numerosas ocasiones a los problemas del arte y la belleza, como ya se ha visto, especialmente en dos de sus grandes obras, La República y Las Leyes . Sería imposible comprender cómo Platón pudo aproximarse a la formulación de una base conceptual para la estética, sin su Teoría de las Ideas . - Conceptos de alma, cuerpo e ideas.
Según sus posturas espiritualistas e idealistas sostiene que en el mundo existen no sólo cuerpos sino también almas y no sólo objetos sensibles y perecederos sino también Ideas eternas. Las almas son más perfectas que los cuerpos, y las Ideas más perfectas que los cuerpos y las almas. Por lo que no se puede limitar la belleza a los cuerpos, pues ésta, para Platón, debió ser propiedad de las almas y de las ideas, que, por su carácter intangible son superiores a los cuerpos que son materiales y corrompibles. Extrapolándonos a la actualidad para hacer un pequeño inciso, cabe cita que los tratados de estética actuales suelen abordar la definición del término belleza, desde dos puntos de vista diferentes: -
Señalando aquellas características que tienen determinados objetos que nos llevan a reconocerlos como bellos. Se habla de orden, medida, proporción, equilibrio, luminosidad… -9-
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Obviando las características que poseen los objetos, y analizando el efecto que produce en nosotros. De ahí que se pase a afirmar que serán bellos aquellos objetos que produzcan en nosotros placer.
Como vemos, parten de ideas que si bien, muy evolucionadas aun comparten similitud con las que surgirán por primera vez durante la antigüedad clásica con la filosofía platónica. Sobre la belleza:
Platón, de acuerdo a su filosofía, ubicará la belleza en el mundo de las
ideas, el mundo inmaterial y según él perfecto. De hecho, al hablar de belleza no se referirá únicamente a lo que agrada a los ojos y al oído, sino a todo lo que causa admiración y aprobación, lo que fascina o lo que gusta. Platón entendía la belleza en el sentido griego, o sea, no le daba un sentido estrictamente estético, por ello reúne la belleza, junto con la verdad , y el bien, que son para él los mayores valores humanos.
¿En qué se basó Platón para formular su tesis?
En el ya mencionado diálogo, el sofista llamado Hipias Mayor había tomado en consideración cinco definiciones: lo bello es lo conveniente, lo bello es lo útil, lo bello es lo que sirve para lo bueno, lo bello es un placer para la vista y para los oídos, lo bello es la grata utilidad. Estas definiciones pueden resumirse en dos: la belleza es lo conveniente y la belleza es un placer para la vista y los oídos. Aunque ambas definiciones habían sido ya empleadas en la filosofía preplatónica, sin embargo serán rechazadas por Platón. Hasta entonces, los filósofos habían sugerido tres formas de medir la belleza: -
Sócrates,
para el cual, la belleza se analizaba en función del fin que había de
cumplir, y en el grado de adaptación a dicho fin. -
La medida sofista que equiparaba la belleza con la experiencia de placer que se tuviera.
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Los pitagóricos, que la valoraban en función de la regularidad y armonía de los objetos calificados como bellos.
Ahora Platón propone su cuarta manera de medir la belleza, y para ello, según que caso se apoyará en los anteriores intentos o los desmontará con sus nuevos argumentos. 1) De Sócrates –la belleza es lo conveniente - Platón no lo admite porque aquello que es conveniente o adecuado, no deja de ser un camino para llegar a lo bueno,
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pero no puede constituir lo bueno en sí mismo, mientras que lo bello es siempre bueno. La belleza es el fin, y no el camino para alcanzarla. 2) De los Sofistas- lo bello es un placer para la vista y para los oídos - ¿sólo la vista y el oído son capaces de percibir la belleza?, existen otros sentidos que también percibir la belleza, con lo que no podría aceptarse nunca esta definición. Platón negará la experiencia del placer como síntoma inequívoco de que algo es bello, por considerarla tan efímera que sería incapaz de poder definir una cualidad perpetua de algo. Por lo tanto contrapone la verdadera belleza a la belleza ilusoria, o aparente. Aquella que nos llega a través de la vista y el oído, de los objetos que nos rodean, copia de los existentes en el mundo de las ideas. Por lo tanto, ¿qué es para Platón la belleza?
Siguiendo la línea de pensamiento clásica, y apoyándose en la línea de estudio de los pitagóricos, Platón considerará la belleza como orden, medida y proporción , es decir, aquello acorde y armónico. Lo contrario, la desproporción , será considerado como feo. De modo que acepta que existan cinco figuras perfectas – cuerpos perfectos- ya que estas son figuras regulares y tridimensionales, y dada su regularidad, serán perfectas. Sostiene Platón que el mundo está constituido sobre ellas, ya que no se podían haber tomado otras proporciones, salvo aquellas que son perfectas.
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Sobre el arte:
Platón desliga entonces la teoría del arte de su teoría de la belleza, puesto
que para Platón la mayor belleza se encuentra en el universo de las ideas y no en el arte. Para el pensamiento griego, las artes, comprendían la pintura, la escultura, así como aquellas artes que se consideraban útiles, de modo que era arte todo lo que el hombre produce con habilidad y para algún fin. Arte era por tanto la técnica, pero no la poesía, ya que para lo griegos esta última estaba ligada a la inspiración y no a la habilidad. Una inspiración que le llegaba al artista a través de las musas. Cuando el poeta es inspirado para crear por las musas, Platón consideraba que se encontraban al mismo nivel que los filósofos. Platón divide las artes en su libro La República, en representativas, imitativas , y miméticas.
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De modo que el arte imita la realidad que rodea al artista. Pero Platón fue más allá cuando comenzó a preguntarse si el arte al imitar la realidad lo hace conforme a la verdad. En este momento surgió un problema para Platón, ya que al compararlo con su modelo natural, toda obra de arte, como ya se ha puntualizado, será inferior y no podrá ser más que una copia del original. Platón introduce entonces, un nuevo concepto, el de mimesis, en el sentido de reproducir, de repetir el aspecto de las cosas, lo que se tradujo en la idea de imitación. De modo que llegará a la conclusión de que el pintor, o el escultor se limitan a copiar de un modelo verdadero y real porque la obra que sus manos produzcan, nunca podrá ser considerada verdadera y real, sino todo lo contrario será una copia, e irreal. Esta teoría seguirá evolucionando en el Sofista, donde las artes se van a volver a subdividir, según produzcan cosas, o las que sólo producen imágenes. Estas últimas se vuelven a dividir en función de si mantienen o no las proporciones. Platón define para el arte dos objetivos básicos: la utilidad y la justedad. -
La utilidad vista desde un punto de vista moral, como un medio para formar el carácter de la persona.
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La justedad, el arte ha de desarrollarse conforme a las leyes universales del cosmos, si no es así será acusado de falso, y por tanto de no lograr
llegar a la verdad, y sino logra alcanzar la verdad, de ninguna manera podrá ser bueno. Platón condenará el arte de su tiempo porque deforma la realidad, porque buscará innovar sobre lo ya existente. Desde el momento en el que el artista plasma la realidad en sus obras, no será más que una mala copia de su original, por lo tanto muestra sólo una imagen ilusoria. Todo aquel que vea esas obras será engañado y corrompido por una falsa realidad que le impedirá continuar su camino hacia la verdad, ya que podría creer que ya la ha encontrado. Para el filósofo se consideraría arte, sólo aquello que no deformara la realidad y que por supuesto se adaptara a su filosofía. Es arte: la medicina, la agricultura, la gimnasia o la política. - 13 -
1 Cuadro esquemático sobre el planteamiento teórico de Platón sobre Las artes.
MUNDO DE LAS IDEAS MUNDO MATERIAL
Belleza – Bien LA VERDAD
A imagen del mundo de las ideas
Aquello que es útil es bello, y por lo tanto bueno
El arte ha de ser útil Producen cosas Mantienen Proporciones y colores
LAS ARTES
Imitaciones
Producen imágenes Modifican Proporciones y colores El arte ha de perseguir unos objetivos
Ilusiones
Utilidad Moral Justedad Arte del engaño (Ejemplo: pintura ilusionista)
Engañan. Por lo tanto son falsas, no muestran la verdad. No son bellas, ni buenas.
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Para Platón el mundo fue construido conforme a ideas eternas, y se encuentra regido por leyes inmutables, es perfecto porque se encuentra ordenador. Cada cosa que existe en este mundo está dispuesta según el orden del conjunto y siempre responderá a un por qué, y sólo aquí reside la belleza. La Belleza Suprema sólo podrá ser captada por la mente, dado que los sentidos no pueden apreciarla en su totalidad. El artista sólo puede representar esa forma única y verdadera que corresponde a cada cosa, sin embargo cada desviación de esa perfección hace que su obra sea errónea, falsa e irreal.
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SEGUNDA PARTE: REFLEJO PLATÓNICO DURANTE EL RENACIMIENTO
1. Vuelta a los orígenes: El Renacimiento
Se entiende por Renacimiento al fenómeno cultural que, en el inicio de la Edad Moderna, retoma los principios de la cultura de la antigüedad clásica, actualizándola a través del Humanismo, sin renunciar a la tradición cristiana, pero sustituyendo la omnipresencia de lo religioso del mundo medieval por una afirmación de los valores del mundo y del hombre, independientemente de su trascendencia religiosa. El arte se apoyará durante esta época en los modelos de la antigüedad greco-romana, siguiendo de forma rigurosa los criterios matemáticos que los artistas clásicos habían tenido a la hora de realizar sus obras, de acuerdo a unos principios de orden, armonía, simetría, proporción. Estas pautas que marcaban de manera decidida el que una obra fuera considerada bella o no, vuelven a usarse, por lo tanto volveremos a encontrarnos con los ideales de belleza que ya apuntaba Platón. Fruto del Renacimiento es la teoría del arte, una teoría que va evolucionando desde su comienzo en el siglo XV hasta el siglo XVI, y cuya cuna será Italia. A grandes rasgos, durante esta época se dieron los siguientes acontecimientos: - Se produjo la secularización de la vida y de la cultura en el abandono del mundo trascendente y el renovado interés y preocupación por los asuntos temporales. - Sólo un país Europeo, Italia, logró sobreponerse a los demás gracias a su ciencia y al refinamiento de sus formas de vida. - Italia resucitó la tradición antigua, rompiendo con la tradición medieval. El Renacimiento fue una época de cambios muy importantes, que marcarán un antes y un después en las artes. Fue una época de renovado espíritu cultural, y de continua búsqueda de la perfección. Los artistas tratarán de liberarse de su herencia medieval, para buscar nuevas formas de crear. El arte ya no estará dirigido hacia un público ignorante, sino que todo lo contrario, el público al que va dirigido es culto y sofisticado, de modo que el arte se vuelve elitista. Estos artistas, ya sean pintores, escultores o arquitectos no estarán
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aislados uno de los otros, sino que todo lo contrario, cualquiera que fuera la rama, todos se reunirán para poner sus ideas en común. Pero… ¿qué tienen estas artes en común?, según Giorgio Vasari, lo que estas artes tienen en común será el dibujo, por ello se podrán unificar bajo el sobre nombre de “artes del dibujo” que conforme pase el tiempo terminarán conociéndose como “bellas artes”. El término “arte” conservará la herencia de la Edad Media y de la Antigüedad y mantendrá el significado de: habilidad de producir intencionadamente un objeto, sólo que ahora se considerará arte a todas las obras producidas por un pintor, escultor o arquitecto. Al igual que ocurría en el arte, con el pensamiento filosófico ocurrirá lo mismo, se recuperaron las fuentes antiguas de la estética renacentista. El filósofo antiguo en el que más se inspiraron los estéticos renacentistas fue Platónaunque no asumieran totalmente las tesis fundamentales de sus doctrinas- La estética de Aristóteles también llegará al Renacimiento, pero mucho más tarde. De entre los poetas, la fuente principal fue Horacio, Quintiliano y sobre todo Cicerón. Mientras que la obra más leída fueron Los diez libros de arquitectura de Vitruvio. A continuación se presenta una relación de las principales tesis que servirán a la estética del Renacimiento gracias a la obra de Vitruvio. - En arquitectura, la belleza es tan importante como la utilidad. - Es bello todo lo que es conforme a la razón, pero también aquello que agrada a la vista. - La belleza consiste en la conveniencia de las partes (simetría). - La belleza es realizada en la naturaleza, siendo ésta un modelo insuperable para el arte. - La mejor proporción es la del ser humano. - Hay diversos grados de belleza, hasta la elegancia. - Hay variantes de belleza. - Existe un factor social en lo bello. - Sobre la belleza decide también un factor psicológico.
La obra de Vitruvio se construyó sobre el fondo de la filosofía platónica, de hecho muchas de sus tesis se fundamentan en las teorías, ya comentadas de Platón y su estética. 2. Platón en la filosofía renacentista: la evolución de sus teorías
De entre los grandes sistemas antiguos, el Renacimiento asumió prácticamente sólo dos: el platonismo y el aristotelismo. En cuanto al platonismo, que será el que nos ocupe, se convertirá en el lema de los humanistas del siglo XV, aunque si bien, llegados al siglo XVI estos asumirán la filosofía aristotélica como verdadera.
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Los estudiosos del Renacimiento barajarán cuatro variantes del platonismo para adaptarla a su tiempo: 1) Filosofía platónica fundida con el neopitagorismo, cargada de especulaciones numéricas y elementos procedentes de las religiones paganas. 2) El platonismo de Plotino y sus discípulos consolidado en el siglo III, más conocido como Neoplatonismo, fue una filosofía trascendente, abstracta y absoluta; una auténtica metafísica, jerárquica, emanantista, idealista e intuitiva. 3) Interpretación y transformación de las ideas de Platón realizada en el siglo IV por San Agustín, quién las concibió como ideas divinas. Por lo tanto fue una filosofía religiosa. 4) Platonismo científico que había asumido de Platón el método matemático y apriorístico de cognición. Influencias:
LA ESTÉTICA DE LA ACADEMIA PLATÓNICA FLORENTINA: FICINO
La academia platónica del siglo XV comenzó más que como academia como una reunión de amigos, aunque no tardará en convertirse en un centro de investigación completamente desligado de las universidades, como un ente totalmente autónomo, por lo cual suscitará mucha desconfianza entre los estudiosos coetáneos. Fue la estética de un cierto grupo de hombres unidos por su interés por la filosofía y por una doctrina espiritualista lo que dio origen a una verdadera teoría estética. El que fuera el mayor representante de esta academia y su director, Marsilio Ficino, se había interesado desde muy joven por diferentes autores antiguos, profundizando sobre todo en Platón. Ello, le llevará a pasar a la historia como el principal platónico del Renacimiento; con sus actividades, traducciones y comentarios contribuyó como ningún otro estudioso a formar una corriente platónica. Ficino llevó a cabo una ardua labor de traducción de las obras de Platón, al igual que tuvo sobre él una gran influencia el neoplatonismo y la filosofía medieval. Sobre la belleza:
Ficino elaboró una teoría verdadera de lo bello, a diferencia de Platón,
distingue entre la belleza (externa) y el bien (cualidad interna). La belleza se revela porque consigue atraer al hombre y cautivarle para que éste las desee, y precisamente serán aquellas cosas que consiguen llamar la atención de los hombres las que
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consideramos bellas. Por otro lado para Ficino, el deseo equivale al amor, por lo que éste considerará que las cosas bellas despiertan el amor. La belleza no consiste sólo en la proporción y disposición de las partes, si esto fuera así, piensa Ficino, las cosas simples nunca podrían ser consideradas bellas, y sin embargo esto sí que ocurre, puesto que llamamos bellos a los colores simples, a las luces, las voces… que son cosas sencillas que nos deleitan. Con ello, Ficino no niega que la belleza pueda consistir también en la conmensurabilidad, la proporción y la armonía, pero no sólo consiste en ellas, tal y como pensaba Platón. Ficino distingue dos tipos de belleza: la corporal (la forma) y la no corporal (las virtudes), no sólo serán bellos los cuerpos, sino también la imagen de los cuerpos creados por los ojos y la razón. Pero es aquí donde Ficino puntualizará que la belleza corporal es perceptible gracias a la existencia de un espíritu en los cuerpos (inmaterial) volvemos entonces a la dualidad de estadios: lo material y lo inmaterial que ya distinguió Platón en sus teorías. El artista antes de dar forma a la obra, construye en su mente una idea (inmaterial) y luego dará forma a la materia tal y como haya ideado. Citará Ficino como argumentación a su tesis: La
belleza es todo lo que es hermoso por
naturaleza, lo que lo es por sí mismo, razón por la cual la belleza no reside en los cuerpos, que “hoy son bellos y mañana, cuando se produzca en ellos un pequeño cambio, no lo son”. Así, pues, los cuerpos, como mucho, pueden ser “cosas bellas”, pero nunca “belleza”. Si los cuerpos contienen la belleza, ésta será tomada de prestado.
2 Cuadro esquemático sobre el planteamiento teórico de Ficino sobre la Belleza, y su analogía con el planteamiento de Platón.
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Sobre el arte:
El artista no hace otra cosa que imitar la naturaleza, puesto que es ahí
dónde reside la belleza, y esto es así porque la naturaleza mantiene un orden, proporción y armonía de acuerdo a determinadas reglas. Como síntesis, en lo que a estética se refiere, Ficino profesaba las siguientes tesis:
La belleza tiene su fuente en la proporción y el esplendor; en la proporción de las partes y el esplendor de la totalidad.
La belleza, incluso la de los cuerpos, es siempre espiritual. Y también es espiritual la belleza de la idea que se revela en la materia.
El hombre reconoce la belleza gracias a la idea de lo bello que le es innata, así como gracias al amor que por ella siente.
La poesía, igual que algunas artes como la música o la pintura, es un fruto de éxtasis divino, siendo su rasgo distintivo la inspiración y no la imitación. Y no sólo al poeta, sino también al músico, al pintor o al arquitecto, no los definen la habilidad, sino la inspiración e intuición.
Ficino no estaba de acuerdo con Platón en el hecho de que la belleza dependiera exclusivamente de la proporción. Tampoco compartía su postulado de condenar el arte, lo único que su estética conservó de la doctrina platónica fue el espiritualismo.
La concepción de lo bello durante el Renacimiento podemos rastrearla gracias a la gran cantidad de obras que se producen durante esta época. Los grandes y reconocidos creadores fueron Leonardo, Miguel Ángel, Bramante y Rafael, los cuales también se pronunciarán sobre temas estéticos. Tal es el caso de Rafael que comparte en su teoría del arte muchas similitudes con las de Ficino y por lo tanto de inspiración platónica. Rafael en su trabajo cita “para que el artista pueda pintar a una mujer bella, tiene ver a varias mujeres bellas y elegir lo mejor, pero cuando le faltan las mujeres hermosas, se sirve de cierta idea que le viene a la mente”, se refiere Rafael a la teoría de que el artista construye su obra con una idea primigenia en la que, por el hecho de que es inmaterial, reside la belleza.
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LA ESTÉTICA DE LOS HUMANISTAS
El grupo humanista estaba compuesto por escritores eruditos, que aunque sin llegar a ser filósofos, tuvieron un reconocido prestigio a nivel social durante el Renacimiento. Su pensamiento fue una vuelta a lo clásico, a los textos, y a los pensadores de aquella época. Por ello fueron fundamentales para los humanistas los viajes a Grecia para realizar estudios de primera mano. Rescatarán del pasado los escritos de los pensadores griegos, entre ellos estará Platón, cuyas obras tradujeron. Si bien los humanistas no fueron estéticos en el sentido estricto de la palabra, sí usaron conceptos estéticos para realizar sus escritos. Sobre la belleza:
Para los humanistas, la belleza será un gran bien. Tal y como hizo
Platón, equiparan el concepto de belleza con el del bien supremo. Por lo tanto será el objetivo principal del arte el llegar a alcanzar esa belleza, y la meta más anhelada para el ser humano. Pero, ¿qué se consideraba bello? Los humanistas coinciden con Platón. Para los humanistas la belleza surge del orden y la proporción de los elementos. El mundo en el que vive el ser humano fue obra de un ser superior, un Dios creador, cuyas obras son perfectas. Y aquí, difieren humanistas de Platón, cuando piensan que el ser humano mejora las obras creadas por Dios, a través de las artes y la poesía. Sobre el arte:
Cuando el hombre hace más hermosas, más decorativas y elegantes las
obras creadas por Dios, él a su vez está creando. Estas nuevas obras de arte, ya sean fruto de las artes plásticas o de la poesía, se rigen por diversos principios, reglas y preceptos. Pero he aquí una nueva tesis planteada por los humanistas, a diferencia de Platón, para este grupo, el arte no sólo se rige por normas, sino que aparte de éstas, el artista se deja llevar por la inspiración. Concepto que Platón rechazó contundentemente en sus postulados. Sin embargo, comparten con la filosofía platónica el hecho de que el artista imita todo aquello que ve, si bien (añaden los humanistas) se puede servir también de su inspiración y del recuerdo de las cosas vividas para crear. Los objetivos de la poesía y del arte son múltiples. Tanto la poesía como el arte han de ayudar al hombre, complacerle y deleitarle. Los humanistas entienden el arte como placer, a diferencia de Platón. La obra de arte es grande, pero el artista es más grande todavía. El artista recupera la importancia de ser creador de la obra.
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Y he aquí una de las mayores aportaciones de los humanistas frente a las teorías de Platón, aunque la poesía y arte son ficción (irreal) encierran una parte de verdad (realidad) y no como había negado Platón.
LA ESTÉTICA DE ALBERTI
Alberti vivió y trabajó en los principales centros del Renacimiento italiano. Trató con los máximos y más destacados representantes de la intelectualidad de su época: de joven, con los humanistas, de mayor con Ficino y otros relacionados con él. Escribió tres grandes trabajos dedicados a las artes: De Redificatoria, De Pittura y De Statua. Alberti abogó en sus trabajos por una vuelta al clasicismo y un total abandono de la concepción trascendente del arte que se había venido manifestando durante el gótico. Sobre la belleza:
A juicio de Alberti, admiramos el mundo más por su belleza que por
su utilidad. ¿En qué consiste lo bello? Lo bello es armonía, disposición conveniente de las partes y proporción perfecta, tal y como opinaba Platón. Estas armónicas proporciones no son invento del hombre, sino que se dan en la naturaleza y son las leyes que la rigen, de modo que la armonía estará en todo lo que nos rodea, y será la finalidad de toda obra que busque la belleza. Lo bello es útil y conveniente, teoría que asumida por Alberti, procedía, como ya se ha comentado, del filósofo clásico. Sobre el arte:
Asimismo, era para Alberti (y con ello sigue enlazando sus teorías con
las del Platón) la imitación de la naturaleza el camino adecuado para el arte. El artista imita, pero no buscar representar el aspecto de la naturaleza en su obra, sino del orden que la rige. Según sus tesis la finalidad del arte es la belleza, y el medio para conseguirla será la imitación de la naturaleza. La principal novedad que con sus teorías aporta Alberti a la estética es que por primera vez ambos término, se aúnan en una misma teoría. El arte era para Alberti toda habilidad de producir cosas basadas en reglas y principios. Por lo tanto, lo común a todas las artes era su aspiración a lo bello.
Los factores de lo bello y del arte son los siguientes: -
Proyecto y materia : toda obra ha de partir de un dibujo.
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Proporción y forma : toda obra responde a unas normas.
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Rasgos genéricos e individuales :
cada una de las artes tiene su concreta
particularidad y reglas específicas además de las universales. -
Forma y contenido : una idea mental que se transforma en materia.
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Estructura y ornamento :
además de la armonía, proporción y disposición de
las partes de la obra, el artista debía darle a la misma un esplendor especial externo que llamara la atención del espectador.
LA ESTÉTICA DE LEONARDO DA VINCI
Leonardo da Vinci fue uno de los principales hombre que El Renacimiento dio. Como había ocurrido con Alberti, redactó importantes tratados sobre las artes, cabe destacar su Tratado de pintura. Cabe destacar de la teoría estética de Leonardo, la importancia que éste dará a la experiencia, ya que sin esta, dice, es imposible conocer nada con seguridad ni certeza. El ser humano ha de conocer y conocerá gracias a sus sentidos, que le permiten relacionarse con el medio. De los cinco sentidos del ser humano, Leonardo sentía especial admiración por el de la vista, ya que pensaba, “era más difícil de engaña ”. A diferencia de las teorías de Platón, sí se valorará positivamente toda aquella información que el ser humano recibe a través de sus sentidos, principalmente a través de la vista. Sobre el arte:
el arte necesita de la ciencia. Ciencia es el conjunto de conocimientos
obtenidos mediante la observación y el razonamiento sistemáticamente estructurados y gracias a los que se deducen principios y leyes generales. Por tanto la ciencia se basa en un sistema de trabajo empírico, es decir, en la experiencia. Y esta teoría queda demostrada cuando en el Renacimiento, los pintores comienzan a hablar de perspectiva, claroscuro y demás técnicas que usarán para representar en un plano el mundo tridimensional, buscan lograr engañar al ojo humano. Pero ¿no era la vista un sentido difícil de engañar, según Leonardo? Efectivamente, por ello el artista ha de desarrollar una elaborada técnica basada en sus conocimientos científicos que permitan recrear este fenómeno de manera adecuada. Lo mismo hará el arquitecto y el escultor. - 23 -
Leonardo creará un sistema de valores, que le ayudará a decidir, desde su punto de vista, qué es arte, y qué no es arte. Este sistema, que atañe a todos los palos artísticos, valorará por encima de todas las artes, a la pintura. Así, pues, el valor del arte estribará en su función de imitar, en los objetos que imita, en la manera de representarlos, y en la representación en sí misma. Sobre la belleza:
la belleza no era para Leonardo el único objeto de la pintura, tal y
como los pensadores anteriores habían venido postulando, con lo que diferirá de Platón en este punto. De hecho, en sus tratados, Leonardo afirma que la belleza no siempre es buena. Leonardo restará importancia a los conceptos de belleza y arte, que fueron tratados por el artista en un sentido bien distinto al que lo habían tratado los platónicos renacentistas como Ficino por ejemplo. En contraposición, Leonardo, nos dejará con su teoría un nuevo concepto, “el encanto”. “Diversos cuerpos tienen diversas bellezas, más igual encanto”
cita Leonardo.
Leonardo puntualizó sobre la teoría platónica de las proporciones perfectas, ya que lo acepta, pero con reservas. Para Leonardo no existe una proporción perfecta, sino muchas proporciones perfectas. Cada persona es diferente, y hay que aceptar esas diferencias y comprender que no puede existir una belleza perfecta, porque cada uno con sus diferencias puede ser bello, es decir, tienen algo especial que los hace diferentes unos de otros, a ese “algo especial” llamaba Leonardo –encanto-. Hablará entonces de calidad de las proporciones, y no de cantidad. No hay un canon exacto para todos. De hecho, los objetos cambian, evolucionan. Leonardo observó cómo las cosas cambian de color según sea el espacio en que se encuentran, y el aspecto de las mismas también cambiará según la posición del que las está observando. Y sin embargo, en ambos casos, no tienen porque dejar de ser objetos bellos.
LA ESTÉTICA DE MIGUEL ÁNGEL
Miguel Ángel se sitúa en la última fase del Renacimiento. Las principales ideas estéticas de Miguel Ángel se centran en dos problemas: la relación entre el arte y la naturaleza.
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Sobre la belleza:
El objetivo de la pintura y la escultura había sido durante muchos
años el de representar la naturaleza, la belleza era el resultado obtenido tras cumplir este objetivo. De modo que si el artista representa fielmente la naturaleza, su obra será siempre bella. Pero para Miguel Ángel, esta tesis estaba mal planteada, porque él se cuestionaba el que, aunque la naturaleza fuera bella, existían otras muchas cosas que también lo eran. De modo que la belleza, no sólo se encontraba en la naturaleza. Sobre el arte:
El objetivo del arte es la belleza, si bien, no es el único camino para
alcanzarla el imitar a la naturaleza, sino que de ésta, el artista ha de seleccionar aquello que más le interese representar en su obra. El artista goza de la facultad de imitar y de imaginar para poder crear. De modo, que “la verdad”, aquello que es verdadero y real, deja de ser, aquello que es conforme con la realidad, y es que a partir de este momento, el artista no sólo pintará con sus manos, sino también con su cerebro. Si es el cerebro el que trabaja, Miguel Ángel está equiparando el arte con la razón. El artista conoce la belleza gracias a su visión intelectual, es decir, la razón. El artista no reconoce la belleza a través de la observación por medio de los sentidos, sino que lo hace conforme a su capacidad de razonar, y los sentidos se limitan a corroborar que está en el camino correcto hacia la belleza. Miguel Ángel rompe con las reglas universales, que había planteado Platón en la antigüedad clásica, cuya función era dirigir el arte y al artista. Deja de tener validez para el artista el canon establecido, y no hay proporciones perfectas. Con Miguel Ángel se cerrará un ciclo. A partir de este momento las teorías de Platón se volverán cada vez más obsoletas y el artista buscará innovar con su arte, y sobre todo provocar al espectador. Como se ha podido comprobar, desde la filosofía de la estética de la academia platónica hasta la estética de Miguel Ángel, se produce una evolución en el significado que tienen los términos arte y belleza. Esto fue así debido al profundo cambio social e ideológico que revolucionó a los pensadores del Renacimiento. El pilar fundamental durante esta época será la razón, y la ruptura progresiva con el arraigo religioso que se había dado durante la antigüedad clásica y sobre todo durante la época medieval.
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CONCLUSIÓN
A partir del siglo XVI el mundo dejó de ser el reflejo de lo divino para ser un espacio humano, como ya se había empezado a introducir durante los dos siglos que duró el Renacimiento, por lo que el arte buscará responder a las necesidades del ser humano, e implicarle como parte fundamental de la obra. Surgirá el concepto de espectador con opinión, juicio y experiencia, y este hecho marcará un antes y un después en la evolución que habían tenido hasta ese momento los conceptos de arte y belleza. Enlazando con la estética de Leonardo Da Vinci, la experiencia será parte fundamental para que el espectador considere bella o no una obra de arte. Dejarán de importar la proporción, la armonía o que sea más o menos fiel a la hora de representar la realidad; lo que interesa es la sensación que esa obra de arte despierta en el espectador que la contempla, para así poder emitir su propio juicio crítico, y valorar si merece o no el calificativo de belleza. El arte ya no necesita de la realidad previa, es autónomo e independiente, y sólo responde a las normas que su propio mundo ha creado, por lo tanto carece de sentido hablar de representación, o imitación, porque ahora lo que importa es la producción de lo nuevo. Como ya se había indicado, el modelo de conocimiento de la antigüedad clásica ya no puede ser válido, porque de repente Dios ha dejado de ser la verdad, tras la ruptura con ese modelo teocéntrico. El arte actual a veces puede presentarse hostil, quizás se presente resistente a la comprensión, por ser fruto de las diversas hibridaciones entre los distintos medios de expresión (pintura, escultura, fotografía…) que a diferencia de lo que ocurría en el pasado, no son autónomos, sino que pueden converger como uno solo en la misma obra de arte. Y el fenómeno que ocurre cuando esa obra se nos presenta hostil es que la reacción de espectador puede ser favorable (considerar la obra bella) o puede rechazarla, ¿por qué? Porque no logra comprenderla. Antes, el público podía no gustar de una obra, pero la comprendía, con el nuevo arte, en cambio lo que ocurre es que se da el caso de que muchas veces no la entienden. Como podemos imaginar las opiniones al respecto de esa idea son múltiples, para unos como Arnold Schönberg si la obra no se entiende, deja de ser arte; para otros como Jean
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Epstein, existían dos tipos de clases de personas, las que entienden el arte (minoría privilegiada) y las que no (la masa). La estética y las nuevas teorías del arte, acompañan a las obras y a los artistas en su camino hacia la evolución. Se presentan nuevas formas de mostrarnos el arte, nuevas y distintas formas de verlo, y entenderlo, y por lo tanto nuevas teorías artísticas. Hemos de tener la mente continuamente abierta, dejarnos transgredir por ese nuevo arte que consigue, para bien o para mal, desanestesiar nuestra mirada. El artista quizás quiera emocionarnos, enfurecernos, hacernos reír… ante todo ello, la mirada desprejuiciada no tratará de definir se aquello es o no es arte, para ello debe dejarse conmover hacia un momento de lucidez, y debe dejar que se produzca la eficacia comunicativa entre el artista y el espectador a través de la obra.
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