República Dominicana
Universidad Católica Santo Domingo Facultad de Ciencias de la Salud Escuela de Psicología
Resumen Capítulo 9: Atracción y Cortejo Sustentantes Grupo 4 2015-1887
Silmary Urbáez
2016-0252
Mary Joyce Fernández
2016-0268 2016-0347
Vanessa Minaya Karoline Espinal
2016-0499
Nicole Mieses
Asignatura Psicología Animal 200
Maestro Claribel Peñaló Santo Domingo, República Dominicana Marzo 02, 2017
Atracción y Cortejo Hay una fuerte tendencia evolutiva a maximizar las posibilidades de aparearse con un compañero sexual que favorezca el éxito reproductor. Un factor especialmente importante es que el compañero sexual tenga «buenos genes», es decir, el potencial de aportar genes asociados a eficacia biológica. El potencial genético no se puede evaluar directamente, por lo que la evolución ha tendido a favorecer la sensibilidad a aquellos rasgos que reflejan un buen potencial genético y el desarrollo de exhibiciones y estructuras indicativas de dicho potencial. También se ha favorecido el desarrollo de la sensibilidad ante aquellos recursos que contribuyen al proceso reproductor, particularmente a la supervivencia de la progenie. Por ello, los factores relacionados a la atracción suelen incluir indicadores de ambos aspectos —buenos genes y recursos adecuados—, o por lo menos, el potencial de aportar estos recursos. Como estos factores varían de una especie a otra, los determinantes del atractivo también son sumamente variados.
ATRACCIÓN ¿Cómo evalúan los animales el atractivo sexual de sus coespecíficos? Hay que tener en cuenta lo siguiente: 1. Los animales tienden a reaccionar ante rasgos atractivos que son indicadores «fidedignos» de la calidad genética y la capacidad de aportar recursos. 2. Es importante que los rasgos sean fácilmente perceptibles. 3. La predación: rasgo que indica eficacia biológica, pero que también atrae a los depredadores tiene un coste obvio. También hay diferencias en el coste que suponen elegir un compañero sexual inadecuado para cada sexo. Una hipótesis derivada de la teoría de la inversión parental de Trivers postula que siempre habrá un sexo que pagará más caro el hecho de hacer una mala elección. En la mayoría de especies las hembras invierten mucho más en el proceso reproductor, no pudiendo rectificar inmediatamente el hecho de hacer una mala elección de pareja debido al tiempo a esperar para reproducirse luego de poner huevos (hembras ovíparas) o parir (hembras vivíparas). Puesto que las hembras tienen mucho más que ganar en términos de eficacia biológica siendo selectivas, es lógico que generalmente sean más sensibles que los machos a los rasgos indicativos de éxito reproductor.
Rasgos atractivos El tipo de indicios que utilizan los animales para percibir y comunicar el atractivo depende obviamente de sus capacidades sensoriales. El medio ambiente del animal también es un factor importante. Señales auditivas
Las señales auditivas tienen ventajas indudables sobre otros tipos de señales utilizadas para atraer a los coespecíficos: en la mayoría de condiciones, las ondas sonoras se pueden transmitir a largas distancias, y el sonido puede ser tan eficaz de noche como de día. Pero por muy eficaz que pueda ser la comunicación auditiva, tiene un importante inconveniente: producir sonido puede exponer a un animal a la predación. Algunas aves cantoras tienen modalidades de canto especie-específico, en vez de una sola versión estereotipada. Estos disuaden a los machos de entrar a su territorio y atraen a las hembras. En los mamíferos, igual que en las aves, las pautas que sirven para amenazar a otros machos también sirven para atraer a las hembras. Algunos animales se comunican utilizando sonidos de baja frecuencia, con la gran ventaja de que se pueden transmitir a distancias relativamente grandes. Señales visuales
Visualmente se puede transmitir una gran cantidad de información sobre el atractivo; y, como es de esperar, muchos animales evalúan el aspecto físico de sus compañeros sexuales potenciales. Sin embargo, se ha comprobado experimentalmente que los rasgos concretos que resultan atractivos a menudo son bastante sorprendentes. Por ejemplo, las hembras de mosca Escorpión ( Panorpa japonica) prefieren a los machos cuyas alas son simétricas a aquellos cuyas alas son ligeramente asimétricas. Al parecer; la simetría refleja resistencia a los parásitos y la capacidad de salir ileso de los enfrentamientos con depredadores o coespecíficos que podrían lesionar alguna de las alas. Los estudiosos del comportamiento animal saben desde hace mucho tiempo que los machos que realizan exhibiciones visuales llamativas con plumajes llenos de colorido, como el pavo real ( Pavo cristatus) y la viudita del paraíso (Steganura paradisea), tienen más éxito a la hora de aparearse que los que tienen un aspecto más apagado.
Manipulación experimental de rasgos visuales
Mientras anillaba de forma rutinaria a pinzones cebra (Taeniopygia guttata, unos pájaros cantores, naturales de Australia) Nancy Burley (1982) hizo un descubrimiento sorprendente. Se dio cuenta de que el hecho de llevar una anilla de determinado color en la pata afectaba considerablemente a la atracción que ejercían las aves sobre los miembros del otro sexo. Por ejemplo, los machos con anillas rojas resultaron ser muy atractivos para las hembras, y las hembras que llevaban anillas negras resultaron irresistibles para los machos. Los colores de las anillas que influían sobre la elección de pareja se parecían a los colores de otras partes de la anatomía de las aves, lo que sugiere que las anillas realzaban características naturalmente atractivas. Este descubrimiento permitió que Burley y posteriormente otros investigadores manipularan el atractivo de los pinzones cebra. Después del apareamiento, las aves no atractivas proporcionaron la mayor parte de los cuidados parentales. De algún modo, las aves estaban aplicando un principio de equidad. Otro hallazgo inesperado fue que, cuando se hacía muy atractivo a un macho, nacían más hijos que hijas, y, cuando se hacía muy atractiva a una hembra, nacían más hijas que hijos. Igual que las hembras de mosca escorpión, las hembras que pinzón cebra prefieren a machos que llevaban dos anillas del mismo color, una en cada pata, se preferían claramente a los que llevaban anillas de colores diferentes en ambas patas. En un entorno natural, los machos anillados perdieron sus territorios muchos más frecuentemente que los pájaros que no estaban anillados, Al parecer, las anillas rojas exageran la señal agresiva de las marcas alares, por lo que los machos vecinos fueron incitados a poner a prueba la honestidad de las señales y acabaron rechazando unas exhibiciones ilegítimas. Señales químicas
Las señales químicas tienen ventajas importantes sobre las señales visuales: se pueden utilizar tanto de día como de noche, y pueden superar obstáculos y recorrer largas distancias. La hembra de la polilla emperador ( Limantria dispar ) parece ser la comunicadora química a larga distancia más eficaz del reino animal; produce una señal química que es capaz de atraer a machos que se encuentran a varios kilómetros de distancia. Las señales químicas que permiten atraer a los miembros del sexo opuesto se denominan feromonas sexuales. Los mamíferos suelen comunicar la atracción mediante feromonas sexuales liberadas en la orina. Los machos se sienten máximamente atraídos por las feromonas que
segregan hembras cuando están en estro (período de receptividad sexual) o en celo. De forma complementaria, cuando están en estro, las hembras son más sensibles a las feromonas, que segregan los machos.
Atracción basada principalmente en la calidad genética Cuando una hembra elige a un macho en función de algunas características como el tamaño, una posibilidad es que ese esté basando su elección en las probabilidades de que un macho de gran tamaño o que posea características exageradas sea portador de «buenos genes», que le ayudarán a tener hijos de sexomasculino grandes y atractivos. Sin embargo, también es posible que la hembra elija a un macho grande porque su tamaño u otras características se relacionan con su capacidad para aportar determinados recursos. A veces, las hembras interactúan con los machos de forma que indirectamente les ayudan a obtener información sobre su eficacia biológica y su potencial genético. En el medio ambiente natural, los colores llamativos indican resistencia a los parásitos, ya que un animal infectado no puede tener un plumaje vistoso y lleno de colorido. Esta hipótesis se conoce como hipótesis del ave vistosa. De todos modos, no todo el colorido del plumaje, el pelo o la piel de los animales puede explicarse apelando a esta hipótesis, pues hay otras hipótesis que permiten explicar la evolución de características inconspicuas. Parece ser que anunciar la resistencia a los parásitos es importante en muchos animales. No sólo indica su calidad genética, también resulta más seguro aparearse con él. Por lo tanto, los buenos genes responsables de la resistencia a la parasitación podrían haber iniciado una tendencia evolutiva, y esta tendencia podría haber llegado a un extremo debido a la selección «desbocada».
Atracción basada principalmente en la capacidad de proporcionar recursos En algunos casos, los recursos son más importantes para una hembra que los buenos genes. No cabe duda de que a una hembra le resulta ventajoso. Elegir un macho que aporte buenos recursos no sólo permite obtener beneficios inmediatos, sino que también puede asociarse a ventajas a largo plazo.
Atracción basada principalmente en otro tipo de consideraciones Algunas hembras son sensibles a otros factores relacionados con la eficacia biológica.
El efecto imitador
Las hembras suelen elegir a los machos que se han apareado eficazmente con otras hembras de la misma especie. Utilizando la información obtenida por un tercero sobre la eficacia biológica de una pareja sexual potencial, un sujeto puede ahorrarse el tiempo y el esfuerzo asociados al proceso de evaluación. No todas las hembras son igual de imitadas en sus elecciones. Las hembras jóvenes y sin experiencia, que probablemente no son muy buenas a la hora de evaluar la eficacia biológica de un macho, no son tan imitados como las hembras mayores y con más experiencia. Capacidad de suministrar cuidados parentales
En las especies en que el macho participa en los cuidados parentales, las hembras pueden basar su elección en aquellos factores que predicen un buen comportamiento parental. Algunas observan su comportamiento con las crías, otras toman en cuenta la edad. Amistad
En algunos primates, lo que podríamos denominar vínculo amistoso influye sobre la elección del compañero sexual por parte de las hembras. Estos vínculos son independientes de cualquier tipo de actividad sexual. Los amigos suelen pasar mucho tiempo en proximidad o contacto corporal y aseándose mutuamente. Una de las ventajas que tienen este tipo de amistades para las hembras es que los machos las protegen contra las agresiones de otros machos. Por su parte, las hembras, cuando entran en estro, solicitan cópulas a sus amigos de sexo masculino, aunque también copulan con otros machos.
CORTEJO En algunos casos, los animales necesitan observar el comportamiento, aparte de las características físicas, antes de elegir compañero sexual. Consecuentemente, algunos animales se implican en conductas de cortejo antes de aparearse.
Los machos cortejan a las hembras Los machos han sido seleccionados para que inviertan más energía que las hembras en las pautas de cortejo. Las hembras, por su parte, han sido seleccionadas para que sean sensibles a los rasgos predictivos de éxito reproductor.
El principio de Bateman
Si un macho es capaz de atraer a varias hembras, su éxito reproductor puede ser muy alto. Por tanto, hay una mayor variabilidad en el éxito reproductor de los machos que en el de las hembras., patrón conocido como principio de Bateman. Competencia entre machos
La competencia entre machos es un sello distintivo del cortejo en muchas especies de animales. Si hay una cantidad reducida de hembras receptivas en un momento determinado, la competencia entre machos se exacerba. Existen una tendencia a aparearse con compañeros sexuales que sean similares en algún rasgo significativo, que se conoce como apareamiento por equiparación. La competencia entre machos por acceder directamente a las hembras o por establecer territorios que atraigan a las hembras es fundamental en la evolución de la agresividad entre machos, y de los sistemas sociales que tienden a mantener la agresividad dentro de unos límites aceptables.
Estrategias alternativas de cortejo en los machos Los ejemplos que hemos visto hasta ahora pueden dar la impresión de que en una especie determinada todos los machos adoptan la misma estrategia para cortejar a las hembras. Existen formas alternativas de actuar llamadas estrategias condicionales; es decir, los machos presentan estrategias primarias y estrategias alternativas según la circunstancia. En otros casos, tanto la forma de actuar primaria como la alternativa son estrategias no condicionales; es decir, están fuertemente influidas por los factores genéticos. Estrategias condicionales
Las estrategias condicionales tienen la ventaja de la flexibilidad. Cuando sea posible, el animal adoptará la estrategia que le aporte más ventajas en términos de eficacia biológica. Cuando esto no sea posible, el animal tendrá la opción de sacar el mejor partido de una situación desfavorable.
Las investigaciones indican que el tamaño del macho determina la estrategia adoptada. La elección de una u otra estrategia también está influida por factores situacionales. Estrategias no condicionales
Se pueden llegar a proporciones evolutivamente estables, tanto cuando las estrategias alternativas tienen una importante base genética como cuando son condicionales.
Las hembras cortejan a los machos En unas pocas especies las hembras cortejan a los machos. Significativamente, los machos de estas especies participan más en los cuidados parentales que las hembras. Como ocurre con los ejemplos de cortejo dominado por el macho, estos ejemplos de cortejo dominado por la hembra son consistentes con la teoría de la inversión parental. Cuando los machos invierten más que las hembras en los cuidados parentales, las presiones selección determina que sean más exigentes a la hora de elegir pareja que las hembras. Estas presiones selectivas generan exhibiciones de cortejo activas por parte de las hembras y competencia entre hembras.
Cortejo mutuo Los machos y las hembras de algunas especies pueden beneficiarse siendo selectivos en la elección de compañero sexual en los casos en que ambos invierten mucho tiempo y energía en los cuidados parentales. La interacción prolongada previa al apareamiento también sirve para. establecer un vínculo de pareja, es decir, la tendencia a que macho y hembra sigan juntos. Este vínculo garantiza que la-pareja mantenga una relación más o menos monógama por lo menos durante una estación reproductora. Las parejas monógamas de aves a veces se cortejan mutuamente durante semanas antes de aparearse. Esta unión no sólo permite que los dos miembros de la pareja se evalúen mutuamente a fondo, sino que también aporta otros beneficios. Desde el punto de vista del macho se reducen las probabilidades de que la hembra copule con otro macho, lo que lo colocaría en la situación desfavorable de tener que invertir cuidados parentales en unos hijos que no son suyos. Desde el punto de vista de la hembra, el vínculo garantiza que el macho no invierta tiempo y energía en otra relación.
El cortejo y el riesgo de predación Aunque los animales se benefician del hecho de aparearse con el mejor compañero sexual disponible, el cortejo tiene ciertas restricciones. Las pautas de cortejo muy elaboradas no se pueden ejecutar cuando el riesgo de predación es elevado. Además, un animal puede bajar el listón y aceptar a un compañero sexual que esté disponible antes que arriesgarse a perder la vida por acceder al compañero más atractivo. Puesto que el riesgo de predación afecta a la elección de las hembras, en las poblaciones con elevado y con escaso riesgo de predación tienen lugar procesos de selección diferentes. El riesgo de predación no sólo influye sobre el modo en que se expresa el cortejo; es obvio que el riesgo de predación ha influido sobre la evolución de las pautas de galanteo en sí mismas. Por ejemplo, algunos animales probablemente desarrollaron pautas de cortejo que implicaban utilizar señales auditivas y olfativas porque las señales visuales habrían sido detectadas fácilmente por los depredadores. Asimismo, el riesgo de predación ha fijado límites a los procesos de selección sexual. Por mucho que una característica conspicua aumente el éxito reproductor, la sensibilidad de los depredadores a esa característica limitará o invertirá el proceso selectivo.
Otras funciones del cortejo El cortejo tiene más funciones de las ya antes mencionadas; de hecho, algunas pautas de galanteo reportan múltiples beneficios. Identificar a los miembros de la propia especie
Sentirse atraído por un miembro de otra especie e intentar aparearse con él es una pérdida de tiempo y energía, y, además, puede desencadenar reacciones agresivas. Consecuentemente, muchos animales poseen (especie-específicas).
señales
de
cortejo
que
son
exclusivas
de
su
especie
Apaciguar
La proximidad y el contacto corporal íntimo que suele implicar ai apareamiento evoca reacciones agresivas en muchos animales. Esta tendencia a reaccionar con agresividad se debe a la violación del espacio individual, un área que rodea al animal y que éste protege contra los intentos de intrusión. Para que el apareamiento tenga lugar, se deben romper las barreras del espacio individual. Por lo tanto, muchos de los elementos de las pautas de cortejo que presentan los machos
permiten reducir las tendencias agresivas de las hembras. Los rituales de cortejo de muchas especies incluyen conductas que comunican sumisión y, consecuentemente reducen la tendencia natural de la hembra a agredir a otro sujeto cuando se aproxima demasiado. Sincronizar la conducta reproductora
El cortejo suele coordinar los niveles de excitación sexual entre ambos miembros de la pareja. Los rituales de cortejo ayudan a coordinar pautas reproductoras de los dos miembros de la pareja. Los rituales de cortejo de parejas monógamas afianzan el vínculo existente entre macho y hembra, lo que contribuye a que la pareja permanezca unida durante toda la estación reproductora.
EVOLUCIÓN HUMANA Antiguamente se creía que los cánones de atractivo humano y las pautas de cortejo estaban culturalmente determinadas y presentaban una variabilidad imprevisible entre las distintas culturas. Ahora sabemos que muchos principios relacionados con la evolución de la atracción y los rituales de cortejo son aplicables a los animales humanos y no humanos.
ATRACTIVO Definiciones generales del atractivo
Una buena complexión y la limpieza son indicadores fiables de salud y eficacia biológica, que se consideran rasgos atractivos prácticamente en todas las culturas. Contrariamente, los indicadores de enfermedad o deformidad se evalúan típicamente de forma negativa. Los humanos también parecen ser sensibles a la simetría, pues consideramos más atractivo los rasgos simétricos tanto en hombres como mujeres. En cuanto a personalidad del compañero potencial, los rasgos indicativos de capacidad de cooperación y de «jugar limpio», junto con otros valores positivos, se evalúan positivamente en todas las culturas estudiadas. Diferencias sexuales en la percepción del atractivo
Las mujeres obtienen máximos beneficios del hecho de asociarse con hombres que puedan aportar recursos para ellas y sus hijos. Tal es el caso por el cual pueden verse atraídas a hombres mayores, con más experiencia y recursos para cooperar.
Sin embargo, los hombres se benefician del potencial reproductor, por lo que tienden a evaluar positivamente la juventud en las mujeres. Rasgos como las medidas de la cintura y cadera y el tamaño del busto, indicadores corporales que mejor predice el éxito reproductor, son algunas de las preferencias en los hombres. Los celos en cada uno reflejan las pérdidas potenciales en términos de eficacia biológica a las que se enfrentaría cada sexo en cada situación. Por eso los hombres muestran conductas celotípicas más intensas frente a infidelidades estrictamente sexuales, mientras que las mujeres reaccionan frente a las emocionalmente íntimas. Equiparación del atractivo
Como ocurre con los animales no humanos, no se puede aspirar a aparearse con la pareja más atractiva. Las tendencias a equiparación del atractivo dictan que las parejas tienden aproximarse al mismo nivel de atractivo. Este fenómeno probablemente obedece a que los individuos intentan obtener el compañero más atractivo al que pueden acceder, teniendo en cuenta sus atributos y recursos.
CORTEJO Los hombres, como los machos de muchos animales no humanos, tienen gestos y hacen regalos que son indicativos de su estatus social o eficacia biológica. Las personas presentan un principio de equidad similar al que identificó Nancy Burley en el pinzón cebra. Se en una pareja, una persona es físicamente más atractiva que la otra, ésta puede compensarle por la falta de equidad ofreciéndole recursos. Asimismo, también puede compensarle asumiendo una parte relativamente importante de las tareas comunes. Además, las relaciones caracterizadas por la inequidad de atractivo tienen pocas probabilidades de perdurar. Como es de esperar, la equidad percibida es todavía más importante que las medidas objetivas de equidad para predecir el éxito de una relación.