Economía Ilegal de la Cocaína y el cuestionamiento cuestionamient o a las políticas de drogas: una mirada al desarrollo de la oferta y demanda de la cocaína del Siglo XXI. Alexis Garrido De acuerdo al economista Moisés Naim en su artículo The Five Wars of Globalization (2003), establece que los gobiernos mantienen una lucha desde hace siglos contra cinco guerras: el tráfico internacional de drogas, de armas, de la propiedad intelectual, de personas y lavado de dinero. A pesar que los gobiernos destinan inmensos recursos a medidas represivas contra los negocios ilícitos, las redes criminales no dan muestran de debilitamiento, esto se debe a que la globalización de los mercados ha dificultado la lucha contra el crimen global. En el caso de la “Guerra Contra las Drogas” dejaron de ser eficaces las políticas de drogas nacionales e internacionales al no poder reducir la producción y consumo de los sicotrópicos, ya que los combatientes son altamente motivados por fines lucrativos, los cuales disponen de una mayor cantidad de recursos financieros, humanos, institucionales y tecnológicos que los mismos gobiernos. Incluso cuando los jefes de los carteles son capturados o asesinados, hay otros quienes les reemplazan. Las políticas de drogas de la región andina y de las Naciones Unidas son cuestionadas por su ineficacia, pues a pesar que la comunidad internacional aprueba una política de prohibición de las drogas, tanto la oferta como la demanda crecen constantemente. Esto se debe a que el mercado de la cocaína, ha experimentado transformaciones económicas
significativas, de ser un mercado monopólico evoluciona a un mercado competitivo (Jaén e Dyner, 2007). En otras palabras, el poder de mercado de 1980 y 1990, se caracterizaba por una oferta controlada por los carteles colombianos y la demanda se centralizaba sólo en los Estados Unidos, por ende, el crimen organizado y la violencia también se monopolizaban (Jaén y Dyner, 2008). Mientras en un mercado competitivo de la década de 2000, la oferta en la región andina presenta una tendencia a la fragmentación en pequeñas organizaciones criminales y la demanda se extiende a todo el hemisferio norte, siendo Europa el mercado más codiciado por la industria de la cocaína, por ende, aumenta considerablemente tanto las actividades criminales como las transacciones ilegales.
Política de prohibición de las drogas Gráfico 1
Fuente: elaboración propia a partir de datos de Mankiw (2003)
La incautación de drogas, tiene un efecto no deseado, si bien reducir la oferta, eleva el ingreso total en el mercado de las drogas, por ende, aumenta el poder económico a
determinadas bandas del narcotráfico. De esta manera, el enfoque de la la sociedad libre de drogas reduce el consumo de drogas, pero a la vez aumenta la narcoviolencia debido al carácter inelástico de la demanda (Mankiw, 2002).
Oferta de la coca-cocaína Tabla 1 Medidas de centralización Área cultivo coca (hectáreas) (mediana)
Demanda de cocaína de los países industrializados
Producción (toneladas (media)
Gráfico 2
Producción clorhidrato cocaína (toneladas métricas) (media)
hoja coca métricas)
Colombia
Perú
Bolivia
86.000
49.250
26.450
184.882
82.778
28.489
595
231
81
Fuente: elaboración propia a partir de datos de http://www.unodc.org/
Fuente: elaboración propia a partir de datos de UNODC (2009)
Entre 2000 y 2007, Europa tiene una alta demanda de cocaína, con un promedio de US$80/g precio retail y una alta volatilidad del precio de US$23/g. En tanto, Noruega e Islandia presentan un promedio alto del precio retail con un US$154/g y de US$153/g respectivamente, mientras que Portugal y Holanda presenta un promedio bajo del precio retail de US$50/g y US$48/g respectivamente. Sin embargo, los Estados Unidos presentan una demanda baja con un promedio de US$101/g y con una baja volatilidad de los precios de la cocaína de US$9/g.
En relación a Perú y Bolivia, manifiestan una oferta monopólica, al aportar la menor área de cultivo de coca, de producción de coca y de producción de cocaína. Esto se explica porque las organizaciones del narcotráfico que operan en las zonas son débiles, pues el Estado peruano monopoliza la comercialización de la coca, y el Estado boliviano y las comunidades indígenas no permiten el uso de coca para fines ilícitos. ilícitos. Sin embargo, Colombia desarrolla una oferta competitiva. Las organizaciones criminales a pesar que están atomizadas aún permanecen fuertes, debido a que las políticas contra las drogas tienen una alta dependencia a la política exterior de los Estados Unidos, la cual se gestó bajo la administración de Ronald Reagan, que al no poder reprimir la oferta se militariza la lucha contra el narcotráfico (Walker, 1992). En este contexto, los países andinos se han especialización en el cultivo de la hoja de coca al ser utilizada inicialmente por las comunidades indígenas para fines religiosos y medicinales (Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit-GTZ, 2001). Pero en la
modernidad este analgésico natural se convirtió en la sustancia esencial para las organizaciones criminales transnacionales, que fomentan el uso de drogas ilícitas como el clorhidrato de cocaína para fines estimulantes y euforizantes (Diban, 2007).
Fiscalidad internacional contra tráfico ilícito de estupefacientes estupefacientes
el
La comunidad internacional de las Naciones Unidas suscribe a las Convenciones 1961, 1971 y 1988, en donde se comprometen prohibir el cultivo, el refinamiento y consumo de la coca, la marihuana, opio para fines no medicinales. Sin embargo, el principal impulsor de las normas internacionales son los Estados Unidos, por lo que su principal medida es reducir la producción vegetal de la coca. (Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit-GTZ, 2001) De esta manera, las políticas de drogas en los países andinos se caracterizan por alta heterogeneidad. Pues Colombia desarrolla una política nacional rígida, en la cual decreta la ilegalidad total al cultivo de coca, esto se entiende por su alta dependencia a los Estados Unidos. Mientras que Perú conserva una política antidrogas centralizada, al monopolizar la venta con la Empresa semiestatal de la Coca (ENACO). En cuanto a Bolivia presenta una política antinarcóticos flexible, al permitir en determinadas áreas la legalización del cultivo de coca. Los dos últimos Estados presentan una dependencia parcial a la política exterior de los Estados Unidos.
Conclusiones La tendencia de la economía de la cocaína en el siglo XXI presenta un aumento significativo de la oferta y de la demanda, no obstante las políticas antidrogas basada en el prohibicionismo no son suficientes para poder eliminar la demanda y la oferta. Pero la naturalización del comercio ilegal se hace inevitable frente a las recesiones económicas.
Referencia Naim, Moisés. 2003. “The Five wars of globalization”. Foreign policy magazine. GTZ (Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit). 2001. “Drogas y desarrollo en América Latina estrategias, experiencias y ejemplos de proyectos de la labor de GTZ”. Programas drogas y d esarrollo, Alemania. Diban, Michel. 2007. “la toma de control”. RU revista universitaria Pontificia Universidad Católica de Chile. Drogas dossier: 61-64. Jaén, Sebastián e Dyner, Isaac. 2007. “Comportamiento dinámico de los mercados de drogas ilícitas”. Revista de dinámica de sistema Universidad nacional de Colombia. Mankiw, N. Gregory. 2002 “principios de economía”. Harvard University. Jaén, Sebastián e Dyner, Isaac. 2008. “Monopolio y carteles: una hipótesis sobre los nuevos equilibrios criminales en Colombia”. Universidad Nacional de Colombia. Revista de Dinámica de Sistema, vol. 4 n°1. Walker, William. 1992. “control de drogas en la Américas: los límites de la flexibilidad”. Instituto de Investigación Culturales Latinoamericanas (IILA) “Cocaína drogas, el Estado y la economía”: 91 -140. México.
Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC), 2009. “Informe Mundial sobre las Drogas”: 226.