LA DELINCUENCIA
Crece la delincuencia, se pone en peligro la seguridad ciudadana y se multiplican las víctimas del más despiadado desprecio por la dignidad humana. Todas las ciudades tienen sectores y horas, en que resulta demasiado arriesgado salir a la calle. El cogoteo, la navaja, el machete, el revólver y las promesas falsas, pueden acabar con la billetera y con la vida del ciudadano. Suenan voces de indignación, cada vez más destempladas c ontra estos hechos. Lo que no está claro es si lo que se pretende es acabar con la delincuencia o con los delincuentes. Lo primero resulta viable, aumentando la vigilancia, los vigilantes, las detenciones y las sanciones. Pero lo segundo requiere un cambio profundo de la sociedad. Acabar con los delinc uentes no es acabar con la delincuencia. El delincuente no nace, se hace. Todo está en los genes , una explicacion de cómo son las cosas, que no pone peligro cómo están las cosas. Esta frase es una dicotomia ampliamente difundida y una visión determinista de la vida, que nos muestra a los genes como cosas que no pueden ser cambiadas, que son inevitables y mas vale no gastar recursos en intentar arreglarlas, ni molestarse en dirigir la energía social en tratar de mejorar, porque es inevitable e inmutable. Esto es un completo disparate. Asi que el argumento genético es solo una salida fácil que nos permite ignorar los factores sociales, económicos y polítcos que de hecho, subyacen en muchos comportamientos problemáticos. “
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El mayor proveedor de violencia, guerra, gue rra, crimen, pobreza, injusticia e inhumanidad, el generador mas grande de neurosis social y personal, desordenes mentales, depresión y ansiedad, sin mencionar la fuente mas grande de parálisis social, que nos detiene de movernos hacia h acia nuevas metodologías de sostenibilidad global y progreso real en este planeta, no es un gobierno o legislación corrupta, no es un defecto en la naturaleza humana, es sino el sistema socioeconómico en sí. Y a menos que empecemos a discutir una transformación radical, no podremos ver ningun ápice de esperanza social en el futuro próximo ni habrá algo que cambie los problemas sociales como la delincuencia y corrupción.
