¿Arte o diseño?: Lo estético y lo artístico diferenciados Para el hombre ha sido muy dificil diferenciar lo estético de lo artístico, puesto que los dos van ampliamente relacionados. Lo estético es algo que todos podemos comprender y que nos viene por naturaleza. La estética es el reflejo de la sensibilidad cultural y por lo tanto causa sentimientos de gusto o de aversión. La diferencia entre lo artístico y lo estético es que este último surge de la naturaleza y el primero es el producto racionalizado del hombre que sensibiliza al receptor. Aún así estos dos conceptos mantienen una estrecha relación, ya que en el plano social lo estético entraña lo artístico e incumbe a todos los hombres, mientras que las actividades y los productos de lo artístico, contienen lo estético e interesan a muy pocas personas. Esta selectividad es causa de el bajo nivel cultural de las sociedades, en donde el arte no es comprendido por toda la gente puesto que la educación es deficiente, haciéndolo exclusivo para las clases altas. En resumen, el diseñador tiene que comprender la relación que existe entre lo estético y lo artístico para lograr un diseño creativo, en donde a través del proceso artístico se crea algo estético y funcional: el diseño. Las artesanias, las artes y el diseño Es curioso mencionar que las artes surgen como un proceso para satisfacer a las necesidades de la estética occidental, que son producto de un determinado contexto histórico y cultural. Las artes surgen como una evolución de las artesanías, y se consideran como así a partir de 1300, con los conceptos que aporta Giotto sobre la estructura que debía haber en el arte, así mismo el arte y la artesanía coexisten, sin embargo el artista llega a desplazar al artesano, puesto que el artesano tiene un conocimiento empírico y realiza productos en serie que casi siempre dependen del sentido religioso y práctico de las estructuras sociales, y en cambio el artista tiene una formación académica y realiza obras únicas que no son ornamentalistas y que conllevan un contenido cultural, ideológico, sentimental y estético. Así que llena más expectativas de la gente y por eso lo prefieren ante la artesanía. Las artes evolucionaron en tres etapas, la primera se denomina como ascendente y se da entre los años de 1300 y 1600, en ésta etapa se da el rompimiento de los temas eclesiásticos y se comienzan a tratar temas paganos hasta llegar a los profanos. En la segunda etapa que va de 1600 a 1900 y que alcanza su mayor esplendor, se tratan temas con variantes profanos y naturalistas. Y la tercera y última etapa que continua hasta nuestros días es la descendente, que se desprende de los temas profanos para tratar temas que se enfocan a los planos semántico, sintáctico y pragmático. El arte se desarrolló junto con el capitalismo y por lo tanto su producción debía de ser en mayor cantidad , es cuando se piensa en poder producir en masa, pero con une técnica avanzada, y que estos productos en masa, además, sean estéticos y por primera vez, se piensa en que sean funcionales. Es en éste preciso momento cuando surge el diseño. Un aspecto muy importante que contribuyó con la masificación del arte, fue que los medios de comunicación tuvieron avances importantes, como la fotografía, el radio, la televisión y el cine, que vinieron a romper el monopolio de los artistas en la producción y reproducción de imágenes y enriquecieron así los recursos y la eficacia de la distribución de las artes en sus tres circuitos: el comercial, con las bienales y las galerías; el de difusión con la apertura de museos, las academias, y la
difusión cultural, artística y política , y por último con la creación de nuevas tendencias que iban de acuerdo con las necesidades de la nueva realidad sociocultural. Los medios masivos contribuyen a que el consumo también sea masivo, y las artes sufren un desarraigo social. Con el diseño, la cotidianidad vuelve a ser objeto principal de las manifestaciones estéticas, y éstos complementan así la excepcionalidad de las artes. En la distribución actual, los diseños desempeñan un papel importante; la distribución, con su eficacia difusora y persuasiva, beneficia también a las artesanías y a los mismos diseños. Los diseños son frutos de una nueva división técnica del trabajo que comenzó a gremiar cuando la cultura estética de occidente necesitó profesionales capaces de introducir recursos estéticos en los productos industriales. Los diseños conjuntan al trabajo estético con el industrial masivo. Viejo trabajo de la universidad, en donde viene aclarada esta vieja discusión sobre si el diseño es arte o no, en términos prácticos, si conoces la historia, sabes por que no es arte, sino diseño. Ideas de Juan Acha, por cierto muy bien fundamentadas. Espero que les sirva a los que están estudiando, así como a los recién egresados que por alguna razón pasaron de noche esto. ★ Juan Acha Valdivieso, crítico de arte nacido en Piura (Perú) en 1916, se inclinaba por la segunda opción, para lo cual debíamos desp ojarnos de nuestros lastres culturales, la tradición, la “peruanidad”, la figuración, para seguir propuestas universalistas que nos llevarían al desarrollo social y a formar parte del concierto de las naciones. Juan Acha se diplomó en Química en la Universidad de Munich entre 1938 – 40 y regresó al Perú en 1942, donde trabajó en algunas industrias químicas. De 1959 a 1969 alterna su profesión científica con la crítica de arte, que ejerce, principalmente, en el diario El Comercio de Lima. Coordinador del Museo de Arte Moderno de México de 1972 a 1977 y académico de tiempo completo en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (ENAP) de 1976 a 1995, el teórico no sólo logró producir una abundante bibliografía y hemerografía -aproximadamente 22 títulos-- publicada por editoriales nacionales e internacionales, sino también acumular un valioso acervo documental el cual, ahora, parece estar subvaluado por la misma institución en la que enseñó e investigó durante 19 años. La estética filosófica de Juan Acha Juan Acha Valdiviezo fue un importante teórico del arte y la estética de América Latina. Nació en
Sullana, Perú en 1916 y murió en México en 1995. De joven realizó estudios de Ingeniería química en Alemania y desde los años cincuenta inició su labor como crítico de arte en su país natal. En 1971 se traslada definitivamente a México. Entre sus publicaciones más importantes se pueden mencionar: Art in Latin American Today , Perú (1961); Arte y Sociedad en Latinoamérica (1979) México: Fondo de Cultura Económica; Ensayos y Ponencias Latinoamericanistas (1984) Caracas: Galería de Arte Nacional; Las culturas estéticas de América Latina (1994), México: Universidad Nacional Autónoma de México; Los conceptos esenciales de las artes plásticas (1993), México, Coyoacán, entre muchas otras publicaciones. Al comienzo de su artículo de 1993 titulado: Los problemas artísticos de América Latina , Juan Acha plantea numerosos interrogantes respecto a la situación de las artes plásticas en el continente: ¿Por qué, por ejemplo, el muralismo mexicano se truncó, mientras prosperó un movimiento posterior a éste, como fue el de J. Pollock en Nueva York? ¿Por qué en 1939 se pudo fundar la American Society for Aesthetics y en 1941 sus más de 400 miembros iniciaron la revista Journal of Aesthetics and Art Criticisme , en tanto en 1993 no contamos con cifra parecida entre los 400 millones de latinoamericanos? ¿Por qué no pasan de tres o cuatro nuestros profesionales de estética filosófica?
¿Por qué somos pocos los profesionales dedicados a criticar, teorizar e historiar las artes plásticas? ¿Por qué escasean sus publicaciones y no es muy elevado su nivel profesional? ¿Por qué nos faltan especialistas en muchos aspectos de las artes plásticas, tales como la educación escolar y la profesional, el mercado y la difusión? ¿Por qué seguimos todavía revoloteando exclusivamente en torno a las obras de arte? Estos interrogantes los aborda Acha asumiendo las artes fundamentalmente como complejos procesos socioculturales que implican en su dinamismo tres actividades básicas: la producción, la distribución y el consumo. Esta manera de enfocar la realidad cultural corresponde al materialismo histórico y dialéctico tal como está planteado en el breve texto de Marx: Introducción a la crítica de la economía política , de 1857. Allí radica uno de los principales inconvenientes de la perspectiva estética de Acha, porque resulta de cierta manera anacrónica, o muy sesgada hacia lo económico y sociocultural, aunque -a la vez- le da un carácter sistemático y crítico muy interesante. Él es consciente de la primera dificultad, por ello reafirma su postura de la siguiente manera: "Muchos lectores no estarán de acuerdo con nuestro enfoque. Nos reprocharán hacer del arte y la ciencia una manifestación económica, en lugar de ocuparnos de su elemento específico; elemento que desde nuestro punto de vista no existe, salvo como totalidad estructural. Su criterio es, sin duda, anacrónico, por eso ellos reclaman que reduzcamos el arte a lo sensitivo o estético. Pretenden ignorar que las mencionadas actividades preceden en la historia, a las ciencias económicas, y que la producción y el consumo de todo bien cultural nunca son actividades económicas; apenas si la distribución incluye una parte verdaderamente económica: la compraventa o cambio" (ACHA, Juan. Los conceptos esenciales de las artes plásticas. México: Coyoacán, 1997. p.15)
Volviendo a los puntos de partida de la Estética filosófica de Juan Acha. Para analizar un sistema cultural él asume a nivel general los siguientes cinco conceptos fundamentales: • La unidad básica: todo sistema cultural está constituido por tres activida des básicas interdependiente, que lo engloban todo: producción distribución y consumo. • La dependencia tripartita: cada una de las actividades básicas depende del individuo que la realiza, de
la sociedad donde él vive y del sistema cultural al que pertenece dicha actividad. • La intervención tripartita: en cada una de las actividades básicas intervienen los sentidos, la
sensibilidad y la razón (las tres facultades humanas principales) variando la primacía de cada factor sobre los otros dos, de acuerdo con la naturaleza de cada actividad (científica, tecnológica o artística). • La interdependencia social: las artes, las tecnologías y las ciencias se encuentran en íntima
interdependencia entre sí. • La dialéctica teoría/práctica: los bienes culturales, las ci encias que los estudian y su respectivo sistema
cultural implican que todo arte requiere de un conjunto de teorías para avanzar en sus prácticas y poder constituir un fenómeno sociocultural completo. Hay que aclarar que por artes, Juan Acha entiende tres sistemas culturales estéticos diferenciados: • Las artesanías, las cuales también denomina artes prerrenacentistas o feudales (para Europa) y como artesanías gremiales o populares (para el caso de América Latina); • Las artes cultas, eruditas, renacentista s o simplemente artes; • y, las artes tecnológicas, industriales, que él engloba bajo la denominación de los diseños. Las artesanías, las artes y los diseños son –entonces- sistemas productores de imágenes, acciones y objetos de la cultura estética de Occidente
Toda cultura estética posee un sistema de valores, que son las categorías estéticas diferenciadas de
los sentimientos afectivos, los religiosos y los ético-políticos. Es recurrente en el discurso de Juan Acha criticar el monopolio de la belleza por encima de otras categorías estéticas: La belleza y lo sublime constituyen categorías estéticas, junto con la fealdad, la dramático, la cómico, lo típico y lo trivial: El problema básico del consumo artístico consiste en diferenciar entre valores y placeres . (…) por otra parte algunas obras no contienen belleza, sino valores artísticos (Les demoiselles d’Avignon de Picasso,
por ejemplo). A partir de lo anterior, Juan Acha critica diversos prejuicios que están muy arraigados a la hora de abordar el estudio del arte. Estos prejuicios emergen cuando se cree que el a rte es: • Una sucesión de obra y de genios; (el arte es mucho más que objetos y seres aislados) • Un producto natural o facultad humana; (la cultura occidental es contradictoria al postular el consumo artístico como actividad innata y a la vez considerar la producción artística como sobrenatural) • Elaboración exclusiva del individuo (con esto se ocultan los méritos de la colectividad y de la tradición cultural) • Sólo placer y belleza (porque no toda belleza es artística ni todo placer estético, menos todavía artístico)
En un salón de la Academia de San Carlos --Centro Histórico de la Ciudad de México-- con clima extremoso y pocas condiciones de higiene, se encuentra, guardado en 258 cajas de cartón colocadas sobre el suelo y en algunos anaqueles, el Fondo Reservado Juan Acha. Se tratade un acervo documental conformado por aproximadamente 9 mil libros --de estética y sociología, psicología, teoría e historia del arte-- y numerosas cartas, ponencias, catálogos y diapositivas, que el prestigiado teórico de arte acumuló durante los más de 20 años que vivió en nuestro país. Químico de formación y sociólogo y teórico del arte por convicción y pasión, Juan Acha (Perú, 1916México, 1995) fue uno de los principales pensadores y protagonistas de la escena mexicana y latinoamericana de las artes visuales durante los años setenta y comienzos de los ochenta. Posteriormente, su lúcida y motivante presencia se mantuvo a través de la crítica y, muy especialmente, a través de la docencia, desde donde detonó estudios e interpretaciones teóricas sobre el sistema artístico en general. Consciente de la dependencia cultural en la que se desarrollaba el arte latinoamericano, Acha defendió la necesidad de construir un aparato teórico particular el cual, con base en el conocimiento del "instrumental teórico de occidente", permitiera solucionar "las contradicciones internas y el empleo de los procedimientos artísticos" eurocentristas. Visionario y convencido de la igualdad y dignidad que debía alcanzar la creación y el pensamiento latinoamericano en el diálogo con las potencias artísticas, el maestro inició en México un análisis del fenómeno artístico que, con base en una metodología marxista-estructuralista, integró a la teoría, la sociología y la historia del arte en una compleja interpretación que integraba las diferencias: el arte culto, los diseños, las artesanías, la fotografía, la tecnología, la semiótica, la informática, los circuitos de distribución, los consumos y la crítica del arte. Interesado especialmente en la comprensión de los no-objetualismos, Juan Acha fue pionero tanto en la utilización del término posmodernista como en la asimilación de las estéticas de la recepción que en aquellos años ochenta provenían de la Alemania democrática. “Los latinoamericanos no podemos seguir aceptando como inamovibles las definiciones occidentales y
perdernos en sus engañosos atractivos, debemos ejercer nuestra soberanía conceptual, a través del
análisis, actual y realista, de cad a aspecto cultural y de acuerdo con nuestros intereses colectivos” Juan Acha Este lema esta prohibido por el imperialismo porque trata de destruir la hegemonia occidental de las ideas que sobre el arte Latinoamericano tienen teoricos criticos y artistas latinoamericanos, por eso es peligrosa para el sistema porque pretende destruir la hegemonia occidental de las ideas para formar un arte Latinoamericano mejor que ayude a las sociedades a ser libres y soberanas a favor de nuestros intereses colectivos. Perú trabajo como ingeniero Químico, trabajando de ingeniero se interesó por los procesos artísticos y comenzó a ejercer la critica de Arte lo que finalmente lo llevó a desarrollar teorías en el campo de las Artes en Latinoamérica, su primera incursión en los los libros fue “Art in Latin America Today, Perú” lo escribió en 1961 a la edad de 47 años y su segundo libro fue “Pintura Peruana 1938 -1960” del ICNA, lo escribió en Lima en el año de 1967, siguió ejerciendo
la crítica de Arte pero comenzó a desarrollar sus teorías Latinoamericanistas y fue hasta el año de 1979 cuando publicó ya en México su tercer libro, ya para entonces vivía en la ciudad de México D. F. en donde residió por más de veinte años aunque siempre fue viajero incansable, escribió más de veinte libros en su fructífera vida. En México trabajo como investigador y maestro impartiendo cátedra en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, la UNAM en la División de Posgrado mejor conocida como “San Carlos” y en la Escuela Nacional de Pintura Escultura y Grabado del INBA conocida como “la Esmeralda”, también colaboró en el Instituto de Investigaciones Estéticas y con la
Coordinación de Humanidades de la UNAM, como periodista cultural colaboró en los principales diarios de circulación nacional de México.