Arraigamiento y Desarraigamiento. El ser humano como hemos visto en el texto de Morín, no es solamente una creación distinta de la naturaleza, las condiciones del cosmos en sí han provocado que surjamos como tal, el surgimiento del sol y del planeta tierra como tal han sido fundamentales, los mismos componentes que conformaron los astros son los que nos conforman a nosotros somos de la misma materia, masa, energía que los demás seres vivientes. Nuestra capacidad mental nos ha hecho capaces de evolucionar y adaptarnos a diferentes épocas y problemas que se han suscitado, esta condición nos hace diferenciarnos de los demás animales, pero también de los demás seres humanos y a su vez provoca un conflicto con tal de entender a donde pertenecemos. Nos renegamos como humanos, somos nosotros mismos los que nos apartamos de nuestra naturaleza, de nuestra condición y especie. Negam os al cosmos y la tierra como parte de nuestra humanidad, por lo tanto, negamos a nuestro origen. Para ambos casos, el ser humano no es individual, está arraigado al cosmos y como tal debemos entender que la pertenencia hacia el univers o es fundamental. Debemos mirar más allá de la esfera terrenal para poder comprender nuestra complejidad humana, de otra forma no nos aceptaremos como seres vivientes, como seres humanos. Actuamos como seres individuales dentro de un universo al que pertenecemos como conjunto. Estamos inmersos en el cosmos pero a su vez estamos fuera del mismo, es una relación indivisible en la que dependemos de él para poder vivir. Condición Cósmica: El ser humano está inmerso dentro de un universo donde las diferentes materias y elementos que lo componen, son los mismos elementos y partículas que forman al ser humano. Estas partículas fueron ordenadas de forma aleatoria dando origen al mundo terrestre que conocemos. A su vez, el sentimiento de inferioridad al estar viviendo en un planeta alejado dentro de la galaxia, la incertidumbre que provoca el desconocimiento del ser humano y la relación con el universo, causa de una u otra forma una separación del pensamiento con respecto a la materia, es decir, el ser humano no acepta su condición como tal y busca razones mientras crea argumentos para diferenciarse de los demás seres vivientes. Pero esta condición debe entenderse más allá de este simple hecho, ya que sea como sea, estamos arraigados desde el nacimiento a este universo que nos conserva. En palabras simples es cuestión de mirar al cielo y ver las estrellas y pensar que los mismos elementos que las conforman (oxígeno, carbono, helio, hidrógeno etc.) son a su vez los mismos de los que estam os hechos como seres humanos. Por ende, la misma magnificencia del universo se ve reflejada en nuestros pensamientos y en nosotros mismos. Esta separación del ser humano con el universo, es de cierta forma la misma que se crea al momento de dividir las diferentes disciplinas educacionales, es decir, para comprender lo holístico del conocimiento no podemos mirar ni entender las materias por separado, sino que debemos crear una visión que abarque la mayor cantidad de saberes, una analogía es que así como los planetas, estrellas y seres humanos forman un universo enorme, el conocimiento se
forma por la interacción y retroalimentación de todas las partes o materias, de este modo, la división de conocimientos no hace más que aislar los mismos y nos limita a conocer el universo en sí Condición Física: Cuando nos preguntamos acerca de nuestro origen y procedencia en el cosmos nos preguntamos a la vez nuestro sobre nuestro origen antropológico, de acuerdo al autor “la vida surgió en los destellos de los resplandecientes torbellinos solares y nosotros somos apenas una pajilla de esa dispersión cósmica”. Esto quiere decir que la vida y su origen provienen del sol y todos los afluentes de esta “vida” han sido creados por éste y reunidos en un planeta que también fue formado por el astro rey. Condición Terrestre: Por muchos años se creyó que éramos los únicos, amos y dueños de todo, pero a través del transcurso de los años hemos adquirido el conocimiento de que somos solo vida presente en este singular planeta situado en una de millones de galaxias de un universo que continua en crecimiento, siendo destronados de nuestra egoísta posición y llevándonos también a cuestionarnos si ¿seremos los únicos? Nosotros los humanos estamos realmente aislados dentro del cosmos, a pesar de ser parte de el. El Sol, del cual dependemos vitalmente porque nos entrega calor, luz y energía para desarrollar la vida, los alimentos, el agua, la tierra y las diferentes especies, vaga sin rumbo entre millones de otras estrellas, las cuales pertenecen a una galaxia periférica, dentro un universo que cada vez se va expandiendo. Se dice que fueron las destrucciones cósmicas de la explosión de un sol anterior al nuestro las que ayudaron a que el planeta Tierra se conformase como tal. Eso ocurrió aproximadamente hace unos cinco mil millones de años. Sin embargo, sólo hace cuatro mil millones de años fue cuando surgió la organización viviente, supuestamente a causa de un torbellino macromolecular, el cual provocó muchas tormentas, terremotos, levantamientos del fondo marino y terrestre. Se produce con este acontecimiento, el inicio de una Era más organizada y más apta para la Vida. Cuando se desarrolló la biosfera del planeta gracias a la energía solar, la Tierra se auto-produjo, dio vida a ecosistemas, especies de plantas, animales y nosotros mismos, y se auto-organizó, como por ejemplo la clasificación de animales dependiendo de su hábitat, los tipos de relieves terrestres y marinos, entre otros. Por ende la Tierra es dependiente y a la vez independiente del Sol. Somos seres cósmicos y a la vez terrestres. Somos parte del Sol, por tanto parte de su galaxia y por consiguiente del universo. Y a la vez somos de la Tierra, estamos formados de las mismas moléculas que están formados los árboles, los animales, entre otros. Sólo evolucionamos de forma diferente, con procesos similares a las otras especies, pero es la Tierra la que nos creó, la que nos formó como seres. De acuerdo a lo ya escrito, la Tierra habría nacido en una serie de eventos telúricos, por lo que ésta ha estado a punto de desaparecer en por lo menos dos ocasiones debido a los cambios de las Eras por las que el planeta ha pasado, lo cual no sería extraño por el simple hecho de que todo en la vida está en constante movimiento y tiene un ciclo de cambios, incluida la Tierra misma.
Es muy importante que como seres vivos, reconozcamos nuestra identidad terrenal, porque dependemos de la biósfera terrestre; n acemos, nos desarrollamos y sobrevivimos gracias a ella. Estamos formados del planeta Tierra y ésta, es parte de nuestra identidad tanto física como biológica al tener una relación de dependencia vital con ella. La Humana Condición: Resulta extraño pensar que las características propias de los animales y los humanos puedan juntarse para poder conformar nuestra humana condición. Es aquí donde el proceso de evolución del hombre desde nuestros antepasados hasta el hombre actual; la Hominización, es de vital importancia pues ella nos ayuda a comprender la estrech a relación que hay entre la Animalidad y Humanidad. Gracias a los estudios antropológicos históricos sabemos que la Hominización es un proceso que se viene dando desde hace millones de años, y es importante resaltar que se ha desarrollado de forma discontinua como continua. Para comprender que a sido discontinua es esencial tener en cuenta las diferentes especies que han aparecido a lo largo del tiempo, como el habilis, el erectus entre otros, y éstas traen consigo lenguaje y cultura, surgidas y desarrolladas acorde a la especie correspondiente. Se entiende que es continua por la evolución de cierta especie en sí, hablando en términos del desarrollo de sus extremidades, manos, pies, enderezamiento del tronco, etc. Es decir, un proceso del homínido en el cual poco a poco va transformándose en humano, ya sea que comience a tener apariencia humana o que vaya apareciendo un lenguaje más humano y junto a él la cultura que irá transmitiéndose a medida que el homínido, ya más humanizado, vaya evolucionando. He ahí la importancia de la hominización según el autor, al entender el proceso por el cual pasaron nuestros antepasados a través de los millones de años, se logra relacionar la animalidad con la, ahora, humanidad. La evolución de las antiguas y primeras especies (con caracterís ticas animales) y su desarrollo, tanto físico como biológico, sico-socio-cultural. Pero, debido a nuestras características humanas, a la cultura y sociedad en que estamos insertos, a nuestra forma de pensar, no nos reconocemos como parte del cosmos, del cual provenimos. Lo consideramos un extraño y sólo un objeto de investigación, lo cual se puede explicar por la fragmentación del ser humano, al estudiarlo separadamente, se va perdiendo nuestra verdadera identidad la cual está unida a nuestro origen, es decir, el cosmos.