Apreciada María Victoria Agudelo En la actualidad sólo hay dos vías doctrinales que identifican la Iglesia de Cristo y son: el Arminianismo y el Calvinismo. Hay otras vías religiosas, que no toman partido en este tema, a las cuales se les denomina sectas, ya sea porque no son Trinitarias y en consecuencia niegan la divinidad de Cristo (como son por ejemplo los Pentecostales y Testigos de Jehová), o porque la estructura institucional de las mismas, tiene un representante como cabeza o papa, lo que las constituye en organizaciones y no en Iglesias (como por ejemplo Los Adventistas). A la Iglesia Reformada se le llama también la Iglesia Histórica, ya que fue a través de Agustín de Hipona, Lutero y Calvino que se recuperaron las Sagradas Escrituras que estaban cautivas en poder del Catolicismo Romano. A ellos debemos que hoy podamos leer las Santas Escrituras. Después vinieron otros que salvaguardaron las doctrinas más relevantes de la Biblia, los cuales recibieron el nombre de Puritanos. Así nació la Reforma Protestante, con sus primeros seguidores: Aguistín, Lutero, Calvino, Juan Jus y otros. Pero como todo es susceptible de manipulación, entonces llegó un señor llamado Arminio y Pelagio que tomaron las Doctrinas Bíblicas de la Reforma Protestante y alteraron su contenido, con el fin de establecer su propia doctrina. Fue así como nació el Cristianismo Popular que hoy abunda en nuestro país y en el mundo entero, y al cual pertenecimos muchos antes de conocer la Reforma, pues la Reforma no alcanzó a extenderse tanto como el Arminianismo y el Pelagianismo; de ahí que apenas hoy, vuelva a tomar fuerza y a alcanzar el lugar que le corresponde como Doctrina Primaria y Original que expone la Verdad con Claridad y a la Luz de la Inerrante e Infalible Palabra de Dios. A continuación expongo las diferencias más contundentes y relevantes que separan la Reforma Protestante de el Arminianismo: Comparación entre dos Sistemas de Salvación Arminianismo vs. Calvinismo1 El Calvinismo y el Arminianismo son dos sistemas de teología que intentan explicar la relación entre la soberanía de Dios y la responsabilidad humana con respecto a la salvación. El Calvinismo es llamado así por Juan Calvino (Noyon, 10 de julio de 1509 – Ginebra, 27 de mayo de 1564), bautizado con el nombre de Jean Cauvin, latinizado como Calvinus. Fue un teólogo francés, considerado uno de los padres de la Reforma Protestante. Más tarde, las doctrinas fundamentales de posteriores reformadores se identificarían con él, llamando a estas doctrinas «calvinismo». Particularmente los «cinco puntos del calvinismo» surgen como contraposición a las doctrinas de Jacobo Arminio. El Arminianismo es llamado así por Jacobo Arminio, un teólogo holandés que vivió en 1560 – 1609. Arminius es mejor conocido como el fundador de la escuela protestante anti-Calvinista. Se dice que en 1589 Arminius debía defender la doctrina calvinista de la predestinación contra el punto de vista de Dirck Volckertszoon Coornhert, pero Arminius concluyó que el punto de vista calvinista era insostenible e introdujo modificaciones al mismo. La teología arminiana fue plenamente desarrollada después de su muerte, en 1610, por los primeros seguidores holandeses de Arminius (los "arminianos"), en un documento de cinco puntos de divergencia con el calvinismo clásico, titulado Remonstrants (memorial o pliego de protesta), por lo que también se habla de remonstrantes. Estos puntos fueron tomados y estudiados por los seguidores de Calvino (los "gomaristas"), que los refutaron con 5 puntos que llegaron a llamarse "los cinco puntos del calvinismo", base para las denominaciones reformadas que se distinguen de las arminianas. Este material fue tomado de Romans: An Interpretive Outline, (Romanos: Una bosquejo interpretativo) por David N. Steele y Curtis Thomas, ministros Bautistas en Little Rock, Arkansas, hacen un contraste de los Cinco Puntos del Calvinismo con los Cinco puntos del Arminianismo en la forma más clara y más concisa encontrada por el Sr. Loraine Boettner. Está también incluida como Apéndice en The Reformed Doctrine of Predestination (La Doctrina Reformada de Predestinación), por el Sr. Boettner. Cada uno de estos libros son publicados por la Presbyterian and Reformed Publishing Co., Phillipsburg, N.J. 1
Arminianismo Libre-Voluntad o Habilidad Humana
Calvinismo Total Inhabilidad o Total Depravación
Aunque la naturaleza humana fue seriamente afectada A causa de la caída, el hombre es incapaz 2 , por por la caída [de Adán], el hombre no ha sido dejado cuenta propia, de creer el evangelio para salvación. en un estado de total desayuda espiritual. Dios por El no regenerado está muerto 3 en sus delitos y Se utilizan diversas descripciones que apuntan a los mismo. La Biblia describe los 'no regenerados' de la siguiente manera: 2
1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14.
duros de cerviz [barra de hierro tu cerviz y frente de bronce] (Deut. 9:6,13; 10:16; Isa. 42:4; 48:4; Hch. 7:51) duros (dureza) de corazón (Deut. 29:19; Isa. 46:12; Sal. 81:12-18) duros de rostro (Eze. 2:4) corazón de piedra (Eze. 11:29; 36:26) corazón empedernido (Eze. 2:4) corazón sin entendimiento (Deut. 29:4) corazón inclinado hacia el mal (Gen. 6:5) corazón malvado (Jer. 3:17; 7:24) corazón incircunciso (Deut. 10:16; Hch. 7:51) corazón perverso, engañoso (Jer. 17:9) de oídos incircunciso (Hch. 7:51) sordo espiritual (Deut. 29:4) ciego espiritual, corazón y ojos cerrrados (Deut. 29:4; Isa. 44:17) muerto [espiritual] (Mt. 8:22; Efe. 2:1)
La descripción del hombre no-regenerado tiene una relación directa en los efectos de vida, acción y pensamiento de la perona... ¿Qué efectos en el individuo la condición „no-regenerada‟ mencionada arriba?: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16.
entendimiento entenebrecido (Efe. 4:18; 2 Cor. 4) falta de arrepentimiento (Rom. 2:5) No ama a Dios con todo el corazón y toda el alma ( Deut. 30:6) la incredulidad/ falto de fe se aparta de Dios (Heb. 3:12) desobediencia (Lev. 26:40-41) no escuchan a Dios (Jer. 7:24-37) es religioso (Marcos 3:4-6) infidelidad (Salmo 78:8) lejos de la justicia [injustos] (Is. 46:4) resiste el Espíritu Santo (Gen. 6:3; Hch. 7:51) ignorancia de Dios (Ef. 4:18) Caminan en sus propios consejos (Salmo 81:12) rebeldía (se rebelan contra Dios) (Eze. 2:3-5) obras malas (Jer. 4:4) no tienen temor de Dios (Rom 3:18) ajenos de la vida de Dios (Efe. 4:18)
Entonces el hombre para que pueda recibir y entender a Dios, necesita ser regenerado, nacer de nuevo, nacer de Lo Alto. Eso es lo que dijo Jesús a Nicodemo y a todos nosotros. Al principio de la creación Dios hizo al hombre recto y en un estado de libertad pero cuando Adán pecó, la raza humana completa se vio afectada no solo judicialmente (Rom. 5:12, 19) sino también personalmente (Sal. 51:7). Desde entonces todos los seres humanos que nacen en este mundo, vienen 'espiritualmente muertos'. Eso significa que lo que los unía a Dios ha desaparecido. El hombre nace en 'separación' de Dios a causa del pecado que mora en cada uno. La razón por la que la regeneración es tan importante es porque el hombre sin Dios, está muerto en delitos y pecados. Esta muerte separa al hombre de Dios y toda la comunión con Él. 3
“Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos” (Efesios 2.5).
cortésmente capacita todo pecador para que se arrepienta y crea, pero no interfiere con la libertad del hombre. Cada pecador posee una voluntad libre, y su destino eterno depende de cómo la use. La libertad del hombre consiste en su habilidad para escoger el bien sobre el mal en los asuntos espirituales; su voluntad no es esclava a la naturaleza pecaminosa. El
pecados 4 , ciego y sordo a las cosas de Dios; su corazón es engañoso y desesperadamente corrupto. Su voluntad no es libre, está en esclavitud a su naturaleza perversa. Es así que, por cuanto está destituido 5 de la gloria de Dios, por su naturaleza caída el hombre no posee la facultad de escoger6 –en verdad él no puede7– el bien sobre el mal en el área
Aquí vemos que el apóstol Pablo habla de la regeneración como una 'resucitación' de entre los muertos. Eso es, si estábamos muertos en delitos y pecados, entonces lo PRIMERO QUE Dios tuvo que HACER fueresucitarnos espiritualmente para que pudiéramos entender, ver, oir y recibir lo espiritual y de esa manera poder tener comunión con Él por medio de la fe. “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,” (Colosenses 2:13-14). 4:
La Biblia es muy clara que el hombre por sus propias fuerzas y en su condición natural no puede venir a Dios, no puede agradarle, ni tampoco quiere: “Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios” (Romanos 8:6-8). Todos los hombres sólo han buscado su bienestar y su propio camino y Dios tiene que abrir sus ojos espirituales y darles vida (regeneración) para que puedan creer. “…por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo JESÚS”. (Romanos 3.23-24). 5
“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Romanos 3.10-12). “Y si el hombre tuviese ese poder de elección –por alguna razón no explicable bíblicamente–, aún así, no podría escoger el camino de la salvación, sino que irremisiblemente tomaría el camino de la perversidad; ya que su naturaleza es una naturaleza caída y ésta no le permitirá hacer una elección correcta. Si la salvación dependiera de la libre voluntad –o libre albedrío– del hombre, ningún individuo de la raza humana sería salvo. Porque el hombre siempre estará inclinado a escoger el camino de la perversión. “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6.5). Por tal razón el hombre no puede elegir su propia salvación por causa de su estado de depravación total. 6
El acto de regeneración proporciona al recién nacido la capacidad para 'ver' y 'entender' las cosas de Dios. Sin el nuevo nacimiento o regeneración nadie sería salvo jamás. Pablo dice que los "incrédulos" no creen a consecuencia de su separación de Dios: “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. (Efesios 4.17-19). Aunque el hombre 'No regenerado' puede tener y de hecho casi siempre tiene tendencias religiosas, el no puede tener una verdadera comunión con el verdadero Dios y por lo tanto no puede ser salvo, todos sus intentos por acercarse a Dios o dioses, son fútiles, escasos y sin éxito verdadero. El hombre aunque sea religioso y moral en su comportamiento se encuentra alejado de Dios y es ajeno a la comunión con Él. De hecho el hombre no regenerado en su religión solo 'busca lo suyo', 'su camino' y 'su parecer'. Cuando le es presentado con la verdad espiritual de Dios, el hombre no regenerado las considera locuras y no las puede entender: 7
“Mas el hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente” (1ra. Corintios 2.14). El hombre animal en este contexto quiere decir: hombre no-regenerado; éste puede tener cierta iluminación académica o intelectual acerca de Dios y hasta puede tener algún atractivo emocional, pero si no es renacido, todos estos sentimientos pasarán y terminará buscando su propio camino ya sea dentro o fuera de la congregación de los creyentes. Un ejemplo de esto lo encontramos en los falsos maestros. Estos son movidos solo por el deseo personal de promover su nombre y su agenda. Es el orgullo y el reconocimiento de sus seguidores lo que les mueve a actuar, no la gloria de
pecador tiene el poder para cooperar con el Espíritu de Dios y ser regenerado ó resistir la gracia de Dios y perecer. El pecador perdido necesita la asistencia del Espíritu, pero no tiene que ser regenerado por el Espíritu antes de que él pueda creer, pues la fe es un acto del hombre y precede al nuevo nacimiento. La fe es el don del hombre hacia Dios; es la contribución del hombre para la salvación.
espiritual. Consecuentemente, toma mucho más que la asistencia del Espíritu para traer al pecador a Cristo; hace falta la regeneración por medio de la cual el Espíritu Santo hace que el pecador resucite a una nueva vida8, dándole una nueva naturaleza. La fe no es algo que el hombre aporte o contribuya para la salvación, sino que es en sí misma parte del don de Dios de la Salvación; es el don de Dios para el pecador, no el don del pecador para Dios.
Elección Condicionada
Elección Incondicionada
La elección de Dios de ciertos individuos para salvación antes de la fundación del mundo fue basada en que Él previó que ellos responderían Su llamado. Él seleccionó solamente a aquellos que Él sabía que por ellos mismos creerían libremente el Evangelio. Por lo tanto, la elección estuvo determinada por o condicionada sobre lo que el hombre haría. La fe la cual Dios previó y sobre la cual Él fundamentó su decisión, no fue dada al pecador por Dios (no fue creada por el poder regenerador del Espíritu Santo), sino que resultó solamente de la voluntad del hombre. La responsabilidad de elegir fue dejada enteramente al hombre ya que Dios sabía de antemano que éste iba a creer y de esta manera sería salvo. Dios escogió a los que Él sabía que, por su propia y libre voluntad, escogerían a Cristo. Por esta razón la causa final de la
La elección 9 de Dios de ciertos individuos para salvación antes de la fundación del mundo descansó únicamente en Su propia y soberana voluntad. Su decisión 10 por pecadores particulares no fue fundamentada en ninguna previsión de respuesta obediente por parte del pecador, tales como la fe, el arrepentimiento, etc. Por lo contrario, Dios da fe y arrepentimiento a cada individuo que Él ha seleccionado. Estos hechos son el resultado y no la causa de la decisión de Dios. Por lo tanto, la elección no fue determinada por o condicionada sobre ninguna cualidad virtuosa o acto previsto en el hombre 11 . Aquellos a quienes Dios soberanamente eligió, Él mismo les trae por el poder del Espíritu Santo, para que deseosamente 12 acepten a Cristo. Así, pues la elección de Dios no está condicionada por ningún
Cristo. Pueden tener todo el vocabulario y todas las apariencias de un verdadero creyente, pero en fin la realidad es que al no ser internamente regenerados, sus frutos darán a conocer su verdadera naturaleza. 8
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). “Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?” (Romanos 9.20-24). 9
“Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera” (Romanos 9:10-14). 10
La historia de la resurrección de Lázaro (Juan 11.38-44) es una bella ilustración donde podemos ver como Dios obra en el plano espiritual trayendo los pecadores del reino de las tinieblas a la luz de Cristo. Solo después que recibimos vida podemos ver la luz y oír al llamado de Cristo de venir a Él: “Porque también éramos nosotros necios en otro tiempo, rebeldes, extraviados, sirviendo á concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y en envidia, aborrecibles, aborreciendo los unos á los otros. 4 Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5 No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; 6 El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7 Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna (Tito 3.3-7). 11
12
“Porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para Su beneplácito” (Filipenses 2:13).
salvación no es la decisión de Dios por el pecador, factor humano y es la causa final de la salvación, sino la decisión del pecador por Cristo. puesto que es la decisión13 de Dios por el pecador y no la decisión del pecador14 por Dios. La salvación o regeneración no es un premio otorgado o una respuesta de Dios a la fe de los que creen, tampoco es producto de obras de justicia que el hombre haga sino que es obrado por la gracia de Dios en los escogidos 'para que crean'. Es Dios quien abre el corazón de aquellos que escuchan el evangelio para que puedan recibir las palabras y el mensaje de salvación como en el caso de Lidia a quien Dios le abrió su corazón15. Redención Universal o Expiación General La obra redentora de Cristo hizo posible que todo el mundo fuera salvo pero actualmente no aseguró la salvación de ninguno. Aunque Cristo murió por todos y cada uno de los hombres, solamente aquellos que creen en Él son salvos. Su muerte hizo posible que Dios perdonara los pecados de los pecadores sobre la condición de que ellos creyeran, pero en realidad no quitó los pecados de nadie. La redención de Cristo se hace efectiva solamente si el hombre escoge aceptarla.
Redención Particular o Expiación Limitada La obra redentora de Cristo aseguró la salvación solamente de aquellos que fueron escogidos y predestinados desde antes de la fundación del mundo. Es decir Cristo murió no por todo el mundo, en el sentido estrictamente literal, sino por aquellos que el Padre le dio16 en Su Concejo Eterno17. Su muerte fue un sufrimiento substitutorio de la penalidad del pecado; es decir, Cristo pagó el precio que no podía ser pagado por aquellos pecadores que habían sido de antemano –y por la Presciencia18 de Dios–, conocidos,
“Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece” (Romanos 9.15-18). 13
“Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida” (Juan 5.21). “Y Jesús respondió, y díjoles: No murmuréis entre vosotros. Ninguno puede venir á mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así que, todo aquel que oyó del Padre, y aprendió, viene á mí (Juan 6.43-45). La salvación no se da a consecuencia de la 'decisión' del hombre cuando éste cree. La voluntad, propósito, libre albedrío o nacionalidad del hombre no tienen nada, pero absolutamente nada, que ver con la 'Regeneración'; pues: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre: Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios” (Juan 1.11-13). 14
“Una de ellas, que se llamaba Lidia, adoraba a Dios. Era de la ciudad de Tiatira y vendía telas de púrpura. Mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para que respondiera al mensaje de Pablo” (Hechos 16.14). 15
“He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra” (Juan 17.6). 16
“Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son,...” (Juan 17.9). “Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilatos, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo –La palabra “consejo” en este contexto, denota reunión de dos o más personas– habían antes determinado que sucediera” (Hechos 4.27-28). 17
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Romanos 8.28-30). 18
predestinados, llamados19 y justificados, los cuales el Padre tomó del mundo para entregarlos a Su Hijo, y nadie los arrebataría de Su mano20. Cristo murió en la cruz no por todo el mundo, sino por los que el Padre le dio para salvación, los cuales estaban ya escogidos desde antes de la fundación del mundo. La redención de Cristo aseguró todo lo necesario para la salvación de los elegidos, incluyendo la fe que les une a Él. El don de la fe es infaliblemente aplicado por el Espíritu Santo a todos los que son añadidos a la familia de los Santos por cuanto Cristo murió garantizando, de esta manera, la salvación de ellos. El Espíritu Santo puede ser efectivamente La llamada Eficaz del Espíritu Santo o La resistido Gracia Irresistible El Espíritu llama internamente a todos aquellos que son llamados externamente por la invitación del evangelio; Él hace todo lo que puede por traer al pecador a la salvación. Pero considerando que el hombre es libre, éste puede exitosamente resistir la llamada del Espíritu. El Espíritu no puede regenerar al pecador hasta que éste crea; fe (lo cual es la contribución del hombre) procede y hace posible el nuevo nacimiento. Así, la voluntad libre del hombre limita al Espíritu Santo de Dios21 en la aplicación de la obra salvadora de Cristo. El Espíritu Santo puede sólo traer a Cristo a aquellos que se lo permiten. Hasta que el pecador no responda al llamado, el Espíritu Santo no puede dar vida. La Gracia de Dios no es invencible, puede, comúnmente, ser resistida y trastornada22 por el hombre.
En adición al llamado general externo para salvación el cual es hecho a todo aquel que escucha el evangelio, el Espíritu Santo extiende al escogido un llamado especial interno que inevitablemente le trae a la salvación. El llamado interno (el cual es hecho sólo a los escogidos) no puede ser rechazado; y siempre resulta en conversión. Por medio de este llamado especial, el Espíritu Santo irresistiblemente trae los pecadores a Cristo. En su tarea de aplicar la salvación, Él no está limitado por la libre voluntad del hombre23, ni depende Él de la cooperación del hombre para su eficacia. El Espíritu Santo causa que el pecador elegido coopere, crea, se arrepienta y venga libre y gustosamente a Cristo. Por eso, la Gracia de Dios es invencible e irresistible; nunca fracasa. El Plan perfecto de Dios siempre resulta eficaz para la salvación de aquellos que han sido destinados para tal propósito.
Caer de la Gracia
Perseverancia de los Santos
Aquellos que creen y son verdaderamente salvos Todos aquellos que han sido escogidos por la Gracia pueden perder su salvación por fallar en mantener su de Dios24, y redimidos por la obra de Cristo en la “mas para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es poder de Dios y sabiduría de Dios” (1ra. Corintios 1.24). 19
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos” (Juan 10.27-30). 20
Que en el lenguaje claramente entendible equivale a decir que el poder de Dios puede ser limitado, consternado o manipulado. 21
¿Puede ser el Espíritu santo de Dios trastornado o engañado? De ninguna manera. Nada toma por sorpresa a Dios: “…Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios” (Hechos 5.3-4). 22
23
O el mal llamado “libre albedrío”.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2.8-9). 24
fe, etc. Todos los Arminianos no se han puesto de acuerdo sobre este punto; algunos mantienen que los creyentes están eternamente seguros en Cristo y que una vez un pecador es regenerado, nunca se puede perder.
cruz, y han recibido la fe por el Espíritu Santo, son eternamente salvos 25 ; y esto no como una licencia para pecar26 puesto que éstos son guardados en fe por el poder del Dios Todopoderoso para perseverar hasta el fin.
De acuerdo al Arminianismo:
La Salvación es completada por medio de los esfuerzos combinados de Dios (quien toma la iniciativa) y el hombre (quien debe responder), siendo la respuesta del hombre el factor determinante. Dios ha proveído salvación a todo el mundo, pero su provisión se hace efectiva solamente para aquellos quienes, de su propia libre voluntad, "escogen" cooperar con Él y aceptan la oferta de su gracia. En el punto crucial, el hombre juega el rol decisivo; es así el hombre –no Dios–, el que determina quiénes serán los recipientes del don de la salvación.
De acuerdo al Calvinismo:
La Salvación es completada por la fuerza todopoderosa del Dios Trino. El Padre escoge a las personas, el Hijo muere por ellas, y el Espíritu Santo hace efectiva la muerte de Cristo al traer a los escogidos a la fe y el arrepentimiento, haciéndoles obedecer gustosamente el evangelio. El proceso entero (elección, redención, regeneración) es la obra de Dios y es sólo por Gracia27. Es pues, Dios –no el hombre–, el que determina quiénes serán los recipientes de su don de salvación. “…Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna” (Romanos 6.22). 25
“…Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” (Juan 10.14-16). “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos” (Juan 10.27-30). “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2.10). “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Romanos 6.1-2). 26
“…Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera” (Romanos 6.14-15). “Ninguno que haya nacido de Dios practica el pecado, porque la semilla de Dios permanece en él; no puede practicar el pecado, porque ha nacido de Dios” (1ra. Juan 3.9). Las 5 solas son el clamor de la Reforma en concordancia con las Doctrinas de la Gracia: Sola Scriptura: La Biblia es el único estándar de la verdad; es inerrante, infalible y todo suficiente; Sola Gratia: Salvación sólo por Gracia; Sola Fide: Justificación sólo por Fe; Solus Christus: Solamente por medio de la obra de Cristo somos salvos; Soli Deo Gloria: Solamente para la Gloria de Dios. Como declara la Confesión Bautista de 1689: 27
“Cristo, por su obediencia y muerte, saldó totalmente la deuda de todos aquellos que son justificados; y por el sacrificio de sí mismo en la sangre de su cruz, sufriendo en el lugar de ellos el castigo que merecían, hizo una satisfacción adecuada, real y completa a la justicia de Dios en favor de ellos; sin embargo, por cuanto Cristo fue dado por el Padre para ellos, y su obediencia y satisfacción fueron aceptadas en lugar de las de ellos, y ambas gratuitamente y no por nada en ellos, su justificación es solamente de pura gracia, a fin de que tanto la precisa justicia como la rica gracia de Dios fueran glorificadas en la justificación de los pecadores”. La Escritura dice al respecto:
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de Su Gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de Su Gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,..” (Efesios 1:3-8).
DIFICULTADES APARENTES CON LA DOCTRINA DE LA PREDESTINACIÓN Argumentación equivocada en contra de la doctrina de la Predestinación Hechos 10.34 Romanos 2.11. DIOS NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS. Esto refuta la creencia básica de la predestinación que dice que Dios de antemano decidió quién se salvaba y quién se perdía. Deuteronomio 30.19 - Ezequiel 33. 11, 14-15,19. DIOS NO QUIERE LA MUERTE DEL IMPÍO. Entonces no predestinó a ningún impío a perderse. Va contra sus deseos. Mateo11.28. VENID….TODOS… Marcos 16.15-16. Prediquen a TODA CRIATURA, EL QUE CREYERE SERÁ SALVO Juan 3.16. TODO aquel que cree SEA SALVO Juan 12.32. A TODOS ATRAERÉ A MÍ MISMO Romanos 3.23. TODOS LOS PECADORES ESTÁN DESTINADOS (Destituidos) A (de) SU GLORIA. La predestinación es universal. Incluye a todos los que nacieron y los que nacerán. Predeterminadamente todos estábamos destinados a su gloria. Romanos 2.5. Te pierdes porque TU CORAZÓN REÚHSA ARREPENTIRSE, no por determinación Divina. Hechos 17.30. MANDA A TODOS LOS HOMBRES QUE SE ARREPIENTAN. Dios no es irónico, no le va a exigir a un “no elegido” que haga algo que no puede, o que en caso de hacerlo no le va a servir de nada, porque no está incluido en la lista de los escogidos. 1ª Corintios 15.22 - 2ª Corintios 5.14-15 - 1ª Timoteo 2.4. Contundente. QUIERE QUE TODOS LOS HOMBRES SEAN SALVOS…. 1ª Timoteo 4.10 - Tito 2.11. GRACIA MANIFESTADA PARA SALVACIÓN A TODOS LOS HOMBRES 2ª Pedro 3.9. NO QUIERE QUE NINGUNO PEREZCA SINO QUE TODOS SE ARREPIENTAN