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Poratti, Armando. SOBRE EL LENGUAJE DE HERÁCLITO.
Ediciones: Argentina. Ed. EUDEBA. En “El pensamiento pensamiento antiguo y su sombra.” En una consideración del lenguaje de Heráclito parece casi ine!itable partir del t"rmino lógos cla!e del pensamiento del e#esio y uno de cuyos sentidos es $lenguaje$. En Heráclito lógos mienta en compleja unidad el #undamento de la realidad la posibilidad %umana de captarlo y el lenguaje &ue e'presa esa comprensión. Esa unidad basada en la presencia en los tres planos de una misma misma estructura inteligible no tardará en romperse: ya con (arm"nide (arm"nidess ser pensar y decir decir aun& aun&ue ue remiti"ndose remiti"ndose uno al otro se distingue distinguenn )D* +,B-. $es necesario el decir y pensar &ue )lo/ ente es$ y B+.-01 B,.102 1 340 - c#. B3 B4./ y desde la so#5stica )pensemos en las $tres tesis$ del Sobre el no ser de de 6orgias: nada es si algo #uera no podr5a ser pensado si algo #uera y #uera pensado no podr5a ser comunicado/ comunicado/ pasan a primer plano los problemas problemas de su escisión. escisión. Esto pudo interpretarse como unidad indi#erenciada: 6uido 7alogero encontraba en Heráclito una “indistinción entre las es#eras ontológica lógica y ling85stica en la &ue puede se9alarse la caracter5stica constituti!a de la mentalidad arcaica$. 6. 7A;<6E=< $Eraclito$. 6iornale critico della #iloso#5a italiana 23- p. 2-. cit. en =. >
En este sentido p%ysis se atribuye a los milesios de lo cual no tenemos pruebas. 6. C. *I=* )Heraclitus. J%e 7osmic @ragments 7ambridge 2K4 pp. ++,03/ deja de lado el sentido de $origen$ e interpreta en B+3 $t%e real constitution o# a t%ing or o# t%ings se!erally$F y aun&ue niega &ue se trate de la suma de las cosas o de una ?aturalea transcendente le atribuye un alcance coe'tensi!o a la totalidad al suponer esperable un geniti!o como pánton %eástou o pragmáton. L. *. 7. 6UJH=IE A History o# 6ree (%ilosop%y. 7ambridge 2-+. p. ,3 n. supone un uso pre!io al absoluto de B+3 con geniti!os como tou %ólouo ton ónton &ue L. AE6E= daba como un %ec%o en J%e J%eology o#t%e Early 6ree (%ilosop%ers )241/ cap. II )tr. c. ;a teolog5a de los primeros #ilóso#os griegos. @7E. >"'ico 2K+ p. +-/. 7on todo esto estamos dando por sentado )como se lo %ace casi uni!ersalmente/ el origen %eracl5teo de B+3 tomado de #uentes tard5as. Una nota del #ilonista uan (ablo >A=JI? )$Cobre Heráclito y la naturalea &ue ama ocultarse$ >"t%e'is MII 224 10/ sin embargo se9ala a @ilón como #uente intermedia e introduce la #uerte sospec%a de &ue la #rase sea una pará#rasis de su cu9oF de ser as5 %abr5a &ue proceder a una re!isión importante de la interpretación de Heráclito y de la noción misma de p%ysis. Ci es as5 justamente en esa l5nea en &ue se nombra esa totalidad de lo &ue es como origen proceso y (ág.44 con#iguración se dice &ue este mo!imiento incluye constituti!amente una tendencia a esconderse. 7on ello se niega al menos de modo inmediato a la comprensión y el lenguaje. ;a triple posibilidad de B23 es una indicación sobre cómo %ablar acerca de lo &ue se esconde. Apolo en su oráculo re!ela lo escondido a los %ombres. El dios no oculta pero tampoco %abla abiertamente sino &ue semaínei da signos o indicios. Semaínein es propiamente indicar mediante un sema una marca o se9al. A di#erencia de phaíno sacar a lu re!elar mostrar la cosa misma semaínein es la indicación de una cosa por medio de otra &ue %a de ser interpretada y &ue #unciona como puente %acia a&uella. El %ec%o signi#icante puede consistir en la e'%ibición de algo o en el gesto de indicar o %acer un signo )mostrar el camino ordenar el ata&ue/. ;os sémata son normalmente de carácter no ling85stico. (or ej. II. +.+44 menciona el relámpago &ue Neus $muestra como sema a los mortales$. Aun si el sema es un discurso "ste resulta objeti!ado para &ue pueda #uncionar como signo como en el pasaje de
declaración y ocultamiento en un lenguaje cr5ptico. El %ombre tendrá &ue interpretar el oráculo en contra del oráculo mismo %aci"ndole !iolencia a la !iolencia oracular. (ág.4K En consecuencia el oráculo antes &ue sema de una cosa situación o acontencimiento en primer lugar es sema de s5 mismo del sentido oculto disimulado en los pliegues del sentido mani#iesto siempre e&u5!oco. Cer5a un ejemplo paradigmático de lo &ue (aul =icoeur denomina lenguaje simbólico alrededor del cual nace la %ermen"utica como t"%ne %ermeneut5". aun&ue el #ilóso#o #ranc"s más atento al papel de la e'"gesis b5blica o del psicoanálisis la mencione sólo de paso. 7#. )entre otros te'tos/ $E'istence et %ermeneuti&ue$ en ;e con#lit des interpr"tations. Editions du Ceuil. (ar5s 2-2 ;a estructura semántica del %ablar del dios es la misma &ue BK indica para el %ablar de Heráclito: 7#. U!o HO;C7HE= $Der ;ógos bei Heraleitos$ @estsc%ri#t =ein%ardt. >8nsterP7ologne 2K+ pp. -20, y $(arado' Cimile. and 6nomic Utterance in Heraclitus$ )Q An#anglic%es @ragen: Ctudien ur #r8%en greic%isc%en (%ilosop%ie. 6óttingen 2-,. pp. 3-04.4402/ en A. (. D. >ourelatos ed. J%e (re0Cocratics. Anc%or Boos. ?eR Sor 214. pp. ++203,. %ay &ue escuc%ar al lógos y no a m5 pero para ello no %ay dos lenguajes sino uno sólo el de Heráclito en el cual de algGn modo )c#. Bl/ se da el lógos. El %ombre Heráclito %abla a los %ombres al parecer directamente. S sin embargo 0como sucede con el mensaje del dios0 cuando se lo escuc%a directamente no se lo entiende y menos toda!5a cuando se cree entenderlo. Jambi"n el l"gein de Heráclito remite a algo en "l y por detrás de "l de lo cual es signo. En el discurso %eracl5teo pueden identi#icarse !arios s"mata pri!ilegiados. (ero segGn BK $Ci escuc%áis no a m5 sino al lógos es sabio concordar en )%omo0log"in/ &ue todo es uno.$ a&uello &ue es sema es el lenguaje mismo de Heráclito en su totalidad &ue como tal alude a otra cosa: al lógos. En el lenguaje %umano en &ue el %ombre Heráclito dice sus palabras )l"gein lógous/ %abla tambi"n el ;ógos )%o 5dgos l"gei/ instalando un circuito en el cual se apodera de este decir para $decir$ esas mismas palabras %umanas como s"mata de su !erdad. Al trans#ormarlas as5 en indicios el decir deja de ser un %ablar claro y pleno )l"gein/ y curiosamente el lógos no l"gei sino &ue 0como Apolo0 %ace signos semamei. El lenguaje &ue procede por s"mata es el &ue re!ela lo &ue %a sido ocultado. *ryptein rypt"st%ai 0&ue no es lant%ánein el pasar desapercibido sino un ocultamiento arisco o astuto0 es lo &ue %ace la p%ysis. (ero la p%ysis &ue ama esconderse tambi"n da &ue decir a un decir. ;os s"mata dicen en su modo propio el lógos... de la p%ysis el no e!idente proceso y ley de su desarrollo )p%ynai/. S esto se dice en un lenguaje &ue como el del dios sabe seguir y perseguir en su escondite a lo &ue se oculta pero al sacarlo a lu preser!a su esencial mo!imiento de esconderse. (or eso no puede declararse en un %ablar abierto &ue lo traicionar5a y por eso no puede ser o5do inmediatamente por los %ombres. (or de pronto la doble dirección de este l"gein &ue es tambi"n semamein #unda una doble posibilidad de la escuc%a. En un solo discurso el de Heráclito pueden o5rse dos cosas segGn se escuc%e a uno u otro %ablante $a mi$T o $al ;ógos$. (ág.4- Vu" dice entonces el lógos cuál es el $contenido$ de su decirW BK lo declara: uno0 todo )%en pánta/. El lógos &ue dice la unidad de todo tambi"n la #unda. (or ello )Bl B+ B3 B4 c#. B, B,2/ es lo comGn y la inteligencia &ue lo apre%ende sigue a lo comGn en contraste con los mundos pri!ados de los dormidos &ue !i!en como si tu!ieran una comprensión particular. As5 es como los %ombres suponen y escuc%an en el decir de Heráclito la comprensión y el decir de un particular y no lo entienden. Esta pri!acidad se corresponde con o consiste en la apre%ensión de lo particular en las cosas.
;a posibilidad in!ersa de escuc%ar al lógos lle!a en cambio a %omo0loge5n con "l en eso &ue dice $uno0todas las cosas$. ;a #órmula &ue cierra BK es sin duda enigmáticaF una enigmaticidad mayor aparece en otro #ragmento &ue al parecer la despliega B y tambi"n en B-1 &ue da cuenta de esta unidad de otro modo bajo el sema $el dios$ %o t%eós. Estamos ante a&uello &ue %io &ue toda la Antig8edad llamara a Heráclito $el oscuro$. Esta oscuridad no es meramente estil5stica aun&ue as5 pudo creerse. ?os interesa !er dónde y cómo #ue !ista por&ue all5 puede %aber una cla!e. Diógenes ;aercio IX - )D* ++Al/ da argumentos tri!iales acerca del propósito de ocultar la obra al !ulgo o 0citando a Jeo#rasto0 de un descuido al escribir atribuido a la idiosincracia de Heráclito. Cin embargo el párra#o siguiente )IX 1/ agrega 0tomándolo sin duda de otra #uente0 este elogio &uiás Gnico: $Algunas !eces en su escrito se e'presa en #orma brillante y clara de modo &ue %asta el más lerdo puede comprender #ácilmente y es presa de una ele!ación del almaF la bre!edad y la #uera de la e'presión son incomparables.$ A&u5 y l5neas más abajo citamos las traducciones de 7onrado Eggers ;an y Mictoria E. uliá en “;os @ilóso#os (resocráticos” I 6redos >adrid 21, pp. 3+3 s. As5 pues no todas las sentencias suenan oscuras. Dónde ubicar entonces con mayor precisión la oscuridad de HeráclitoW ;a oscuridad podr5a ser !ista en la semántica justamente en el carácter de s"mata de 0las palabras %eracl5teas pri!ilegiadas. (ero los dos o tres testimonios &ue D* recogen bajo el subt5tulo Cc%ri#t )A4/ todos consagrados a la di#icultad del escrito y casi todos pro!enientes de la tradición peripat"tica apuntan en otra dirección. Sa mencionamos la cita de Jeo#rasto en D; IX - &ue te'tualmente rea: TJeo#rasto dice &ue por melancol5a escribió algunas cosas dejándolas a medio terminar mientras &ue otras una !eces las escribió de una manera y otras de otra$. >elon%olia a&u5 no signi#ica lo &ue la baja Antig8edad y nosotros entendemos con esta palabra sino $impulsi!idad$ 7omo obser!a *ir. en base a Aristóteles E?H,Kb+K y siguiendo a *. Deic%gráber 7@p. ,F 6. C. *I=*0. E. =AME? J%e (resocratic (%ilosop%ers 7ambridge 2K1 repr. 212 p. ,4. a la cual atribuye (ág.41 Jeo#rasto lo &ue percibe como trunco en el discurso %eracl5teo. Aristóteles )=etórica K 41b/ sintió la di#icultad de puntuar.
%ay toda!5a en el 7ratilo platónico/ Aristóteles asume al lógos como mero lenguaje %umano residuo de la &uiebra operada por la so#5stica de cual&uier otra dimensión &ue 0como el ;ogos %eracl5teo0 pudiera presentarse en "l y descentrarlo y co%erentemente con ello asume la concepción instrumental y con!encional del lenguaje. Al lenguaje se lo encuentra como phoné, como una cierta cosa 0el sonido articulado de la !o %umana0 &ue tiene la propiedad de ser semantiké, de tener un sentido esto es de #uncionar como signo. Ese sentido es distinto del soporte #5sico y le es atribuido a "ste por con!ención para e'presar en principio un5!ocamente las a#ecciones de la mente 0id"nticas en los distintos sujetos0 re#eridas a la cosa. A%ora bien nombre y !erbo )ónoma y r%"ma/ son partes signi#icati!as de por s5 como mera enunciaciónF pero la palabra aislada no es toda!5a lógos discurso. Yste es una cierta s5ntesis entre las palabras &ue puede e#ectuarse de distintos modos entre los cuales %ay uno pri!ilegiado. $Jodo discurso$ dice en e#ecto el cap. 4 $es signi#icati!o$ pero $no todo discurso es proposicional (ág.4, )apop%ant5ós/ sino a&u"l en el &ue están lo !erdadero y lo #also: pues no están en todo discurso como es el caso de la plegaria &ue es discurso pero ni !erdadero ni #also$ )-b3301a4/. Dejando de lado los modos del discurso &ue suponen el uso retórico y po"tico del lenguaje )de algGn modo sus usos directi!o y e'presi!o/ el nGcleo del lógos es %allado en la apó#ansis. Ella cumple una #unción sint"tica en cuyo #ondo está el !erbo ser como atribución. ;a cópula une algo a algo o separa algo de algo a#irma o niega un atributo de un sujeto dice algo de algo predicaF y sólo en ello cabe la !erdad o #alsedad )!erdad situada entre la mente y el lenguajeF el juicio es acto mental &ue se %ace !erbal/. ;a apó#ansis establece el es&uema $C es ($ ZnGcleo de nuestra sinta'is0 &ue no %ace sino traducir al ni!el lógico y ling85stico la comprensión de la cosa como soporte de propiedades o sujeto de atributos. En el acto judicati!o el intelecto se pliega a la estructura de la realidad y en la predicación el lenguaje la declaraF y la declaración de esa estructura es la sinta'is misma. (or ello la predicación aparece como el modo propio y pri!ilegiado de interpretación de la realidad: lo &ue este modo pri!ilegiado del lógos $dice$ es lo &ue la cosa $es$F por eso tambi"n es el Gnico &ue dice algo !erdadero o #also. Ci es en la sinta'is donde un lenguaje es solidario de una ontolog5a es de esperar &ue una cla!e de Heráclito est" en esa otra sinta'is &ue Aristóteles y los peripat"ticos perciben con molestia. 7itamos tres #ragmentos como otras tantas #ormulaciones de a&uello &ue segGn BK dice el ;ógos: el mismo BK B y B-1. ;o primero &ue salta a la !ista es &ue este nGcleo del pensamiento %eracl5teo está en todos los casos e'presado para0tácticamente )?E: coordinadamente/. ;a cla!e puede estar no sólo en a&uello &ue dice el ;ógos )%"n pánta uno0todo/ sino en el peculiar modo en &ue lo dice. Jomamos como base para el análisis B-1: $El dios: d5a0noc%e in!ierno0!erano guerra0paF saciedad0%ambre. Ce trans#orma como el #uego )&ue/ cuando se mecla con per#umes ?E: inciensos es denominado )onomázetai) segGn el aroma de cada uno de ellos$. Jraducción segGn el te'to de D* con la conjetura $el #uego$ para la laguna donde deber5a estar el sujeto de $se trans#orma$. El te'to de la segunda parte del #ragmento presenta !arios puntos sujetos a discusión #ilológica de los cuales tendr5a importancia para el tema la autenticidad de alloioutai )$se trans#orma$ o $cambia$/ sospec%ado al menos desde L. A. HEIDE; )$Vualitati!e 7%ange in (re0Cocratic (%ilosop%y$ Arc%. #. 6esc%. d. (%il. 2 2- p. 333 n. / de ser una re#ormulación posterior en lenguaje no %eracl5teo. Han &uedado #uera de la discusión la conjetura ozetai por onomázetai );orting/ y la opción de relacionar hekástou no a los per#umes sino a &uienes los
respiran elegida por Diels en sus primeras edicionesF esto daba a hedonén hekástou el sentido de $el placer )Q arbitrio/ de cada cual$ )[. ed./ o $la impresión de cada cual$ )+[. ed./ de lo &ue resultaba una concepción del lenguaje subjeti!a y en el primer caso puramente arbitraria. (ág.42 El #ragmento presenta dos partes #ácilmente deslindables. ;a primera pone al $dios$ %o t%eós junto a una serie de oposicionesF la segunda indica &ue entre $el dios$ y lo demás %ay una determinado ne'o &ue e'plica mediante una comparación. ;a #rase &ue constituye la primera parte presenta dos campos &ue pueden es&uematiarse: 0000 I .P.P.P.P. El te'to de Hipólito &ue nos transmite el #ragmento agrega a la enumeración: $todos los opuestos: tal es el sentido$ )tanant5a %ápanta0 %o8tos %o nous tr. segGn *ir 7@ p. ,4/ palabras consideradas por Diels y la mayor5a de los cr5ticos seguramente con raón como una glosa De#endidas por >ondol#o en base a @ilodemo. Heráclito pp. +K s.F aun&ue tambi"n %ay consenso en &ue dan una idea correcta del alcance de esta enumeración incompleta. S si esto es as5 encontramos distribuidos en los dos campos de la #rase los dos miembros del uno0todo de BK. El segundo campo es de algGn modo un despliegue de $el dios$ pero de &u" modoW *ir *. =. p. 2+ supone &ue Heráclito %abr5a considerado a $dios$ de un modo inde#inido inmanente en las cosas o como la suma total de las cosas. Ce trata de dos posibilidades distintas y además se tratar5a de de#inir esa inde#inición. Es lo &ue podemos preguntar a la sinta'is de la #rase. En primer lugar podemos preguntarnos si entre dios y las oposiciones &ue siguen %ay una relación de sujeto y predicado. Ci as5 #uera apunta tambi"n *ir ser5a una relación $la'amente$ o $presumiblemente predicati!a$: *. =. ib. 7@. p. ,K dada la comparación de la segunda parte del #ragmento $dios$ ser5a sujeto aun&ue Z recordando la #rase de LilamoRit acerca de la 5ndole predicati!a de $dios$ en griego0 tambi"n podr5a ser !isto como predicado. 7@. ib. Esta obser!ación del cr5tico ingl"s as5 como la inmediata de &ue en este estado del lenguaje y la lógica la di!isión C0( no puede ser %ec%a claramente sólo !ale como 5ndice de &ue a&u5 e'plotan nuestras categor5as gramaticales. (or de pronto es claro &ue no tiene sentido atribuir $d5a0 noc%e$ etc. a $dios$ al modo de $la casa es roja$ o $el triángulo tiene tres lados$. (or eso lo &ue se dice de $dios$ no puede entenderse como alguna suerte de descripción o como de#inición o análisis de un concepto. $El dios$ sólo no se sostiene sino &ue como mención unitaria de todo re&uiere al otro campo como su despliegue. Jal unidad es y no es id"ntica a su (ág.K despliegue y en este sentido podr5a ser a la !e sujeto y predicati!o. )>ondol#o recordaba a Cpinoa y más aGn a la complicatio y explicatio de Bruno y el 7usano./ A%ora bien $d5a$ o $noc%e$ como realidades separadas no son $dios$. Hemos supuesto &ue la enumeración &uiere signi#icar la totalidad. ;a segunda posibilidad de *ir $dios$ como $la suma total de las cosas$ al menos as5 e'presada es insatis#actoria pues no recoge la necesidad de la oposición )aun&ue el autor lo %aga en el conte'to/. Jampoco la mera suma de $d5a$ y $noc%e$ es dios ni ninguna suma de cosas aisladas entre s5 )o para el caso su mera disyunción d5a o noc%e/. >ás !aldr5a decir &ue $el dios$ es todas las oposiciones como rea la glosa de Hipólito. Aun as5 &ueda por !er si $todas$ debe entenderse como la suma de todas ellas de modo &ue $el dios$ ser5a sólo la realidad considerada en su totalidad pero no cada uno de sus aspectos o por el contrario $todas$ tiene sentido distributi!o y $dios$ es o se mani#iesta en cada oposición.
En esta dirección apunta la otra posibilidad mencionada por *ir: $dios$ de algGn modo inde#inido es inmanente en las cosas. Hay &ue !er si esa inmanencia puede ser precisada atendiendo a la dinámica de su despliegue en las oposiciones mismas. BK1 a#irma &ue d5a y noc%e son uno: $>aestro de los más es Hes5odoF consideran &ue sabe muc%o "ste &ue no conoció el d5a y la noc%e: pues son uno.$ en cada oposición ninguno de los dos t"rminos por separado $es$. (ero tampoco $es$ su conjunción ni su disyunciónF lo &ue $es$ es su oposición. 7ada t"rmino $es$ en su $no ser$ en su oponerse al otro. Ci sólo %ubiera d5a... no %abr5a d5a &ue sólo es en tanto no es noc%e. Es la totalidad contradictoria de ambos lo &ue $es$. Ci es as5 desaparece cual&uier prioridad ontológica de los t"rminos tomados en s5 mismos y la prioridad pasa desde todo punto de !ista a la dinámica &ue los engendra como opuestos. ?o están primero la noc%e y el d5a y luego "stos como datos primarios producenF con#rontándose una tensión deri!ada sino &ue lo primario y lo generante la realidad primordial )el $ser$ de lo &ue es/ es la dinámica &ue se mani#iesta como tensión desde la cual emerge cada uno de los t"rminos en la totalidad del ciclo. ;a dinámica regular de los opuestos es la p%ysis como emergencia y como estructura de las cosas )B+3 Bl/ el lógos medida o #órmula de su oposición y e&uilibrio $guerra$ pólemos )B,/ &ue como padre y rey )BK3/ engendra y da la ley nomos )B l 4/. $El dios$ entonces es la oposición misma presente en cada par de opuestos como generación y medida. Dios no $es$ cada par pero $es$ la dinámica en &ue cada par consiste y &ue cada par e'%ibe a &uien sabe !erla como su ci#ra propia y a la !e como ley de la totalidad. (or ello no %ace #alta una enumeración &ue (ág.K agote la realidad para $e'plicar$ al dios. Ci se $oye$ esto una sola mención 0d5aPnoc%e por ejemploZ bastar5a para $nombrarlo$ o $e'plicarlo$. ?o %ay un pante5smo indi#erenciado en el cual cada cosa y cada aspecto de la realidad ser5an inmediatamente DiosF pero el dios puede ser encontrado y nombrado como $d5a0noc%e$ etc. si se sabe !er a&uello muy determinado &ue es lo di!ino en ellos. Dios $es$ todo pero cada una de las contraposiciones particulares y cada una de las cosas contrapuestas en ellas es un $nombre$ &ue se le da en el cual cabe reconocerlo o no as5 como cabe reconocerlo en la totalidad de las oposiciones. 7on esto retornamos a la cuestión del lenguaje. A esta altura no %ace #alta indicar la distancia &ue separa la #rase %eracl5tea del es&uema aristot"lico de la proposición. 7ada uno de los t"rminos opuestos $es$ en su no ser el otro y esto como es ob!io no puede e'presarse apo#ánticamente mediante un $es$ copulati!o. ?o %ay a&u5 atribución alguna de algo a algo &ue pueda ser !erdadera o #alsa: la $!erdad$ de los t"rminos &ue se oponen es la oposición misma pre!ia a ellos y esta !erdad no está ni puede decirse en un juicio. El dios está $dic%o$ en la estructura de las peculiares proposiciones &ue lo declaran: en la parata'is. ;a !erdad se dice en la parata'is misma como posición de los t"rminos en la contraposición &ue es antes &ue nada posición de la contraposición misma. Al %ablar ponemos al d5a y la noc%e en el mo!imiento del lenguaje pero la comprensión más bien los #ija en la ilusión de una realidad autónoma y estática. El lenguaje todo lo relaciona pero pareciera &ue puede relacionar por&ue más pre!iamente %a aislado y coagulado a los contrarios como cosas subsistentes por s5. (ara destruir esta ilusión y $decir$ al lógos para mostrarlo por ejemplo en esta mani#estación suya &ue es el c5rculo de d5a y noc%e %ay &ue arrancar las palabras al discurrir del discurso. Arrancadas al discurso y arrojadas una contra otra las palabras &uedan adjudicadas a la dinámica del lógos. (ero con ello la di#erencia con concepciones posteriores cala más %ondo toda!5a. Al lenguaje se lo !a a encontrar luego en primer lugar como phoné, !o articulada en
#unción signi#icati!a signo #on"tico. A%ora bien si la parata'is $dice$ al lógos como tensión originaria lo $dice$ justamente en la contraposición inmediata de los t"rminos en la ausencia de ne'os de cual&uier clase entre ellos es decir en lo que no es onación . ;a !erdad está en lo no %ablado y dios y el lógos circulan por el silencio #on"tico. 7on ello se e'plica la doble posibilidad de o5r en un mismo discurso $a m5$ o $al lógos$: la posibilidad de o5r al lógos pasa por $o5r$ lo &ue no se dice a&uello en el lenguaje &ue no es #on"tico. >ientras &ue el estar $despiertos$ propio de los dormidos &uiere entender escuc%ando atentamente lo &ue se dice. En este sentido decir al lógos es sema5nein no sólo o#recer s"mata pri!ilegiados sino proponer al lenguaje mismo como sema como algo &ue tiene (ág.K+ &ue ser transcendido desde su sentido inmediato %acia su !erdadero signi#icadoF mientras &ue nombrar a las cosas como si $#ueran$ en su aislamiento y en s5 mismas es onomáein poner nombres. De lo &ue !enimos diciendo podr5a desprenderse una lectura del #inal de B-1 &ue #ue apuntada por B. Cnell en un importante art5culo donde interpretaba el $denominar$ como esencialmente #alseador: $7uando con el lenguaje ponemos nombre a una cosa la e'traemos del conte'to general y la aislamos. Ci llamamos d5a al d5a lo separamos de la cone'ión estructural con la noc%e sólo en la cual nos es dado el d5a y por medio de la cual !i!imos el d5a como d5a. A%ora bien el nombre e'trae aparte sólo un #enómeno y con ello destruye lo esencial y por eso se puede captar al Dios en un nombre tan poco como al #uego cuando se lo llama mirra o incienso$. Bruno C?E;;. $Die Cprac%e Heralits$. Hermes - 2+- pp. 3K30,F cita en p. 3-,. Un a9o antes E. Ho##man E. H<@@>A? Die Cprac%e und die arc%aisc%e ;ogi. J8bingen 2+K cit. en >ondol#o Heráclito. pp. 3+3 s. consideraba por el contrario &ue las mismas palabras particulares como tales $lle!an el signo de la oposición y con ello de la naturalea en s5$ )de all5 la di#erencia con (arm"nides para &uien por ello mismo son meros nombres/ mientras &ue el discurso como proposición soporta la s5ntesis de los opuestos. Estas dos posiciones t5picas son ambas !álidas pero si las re#erimos primariamente no al decir sino a la escuc%a )y el &ue no sabe o5r no sabe %ablar B2 c#. B34/: la palabra $d5a$ o5da inmediatamente a5sla al d5a pero cuando se la oye entendiendo al lógos resuena en ella la oposición a la noc%e sin la cual ni si&uiera podr5a nombrarse al d5a. (or ello el status de los nombres )onómataF onomáetai en B-1/ es ambiguo: el decir tiende a ocultar al ;ógos. (ero en primer lugar para $decir$ al ;ógos tambi"n %ay &ue %ablar y %ay &ue mencionar al d5a y la noc%e as5 sea sobre el #ondo !iolento de la parata'is: la imposibilidad de %ablar en &ue cayó 7ratilo es imposibilidad de comprender al ;ógos o es directamente la negación del ;ógos. El despliegue del lenguaje se corresponde con el despliegue del dios en la multiplicidad de las oposiciones por&ue $dios$ mismo si se lo nombra aislado )si se nombra hén sin pánta y su despliegue/ es tambi"n un mero nombre un nombre !ac5o. S $uno lo Gnico sabio &uiere y no &uiere ser llamado con el nombre )ónoma/ $Neus$ )B3+/. En segundo lugar cuando la escuc%a logra concordar con el ;ógos )el %omo0loge5n de BK/ el lenguaje paradójico del ;ógos no sólo se !uel!e un l"gein más claro &ue el corriente sino &ue al comprenderlo podemos o5rlo tambi"n en "ste. En el l5mite podr5a decirse &ue para Heráclito todo lenguaje es adecuado pues (ág.K3 la ambig8edad misma del decir !ulgar está respondiendo al esencial esconderse de la p%ysis y a la !e a la posibilidad de de!elarla en cada cosa y por eso en cada nombre. El pesimismo %eracl5teo con respecto a la comprensión %umana no se traslada al lenguaje como tal &ue en Gltimo t"rmino siempre aun&ue no siempre inmediatamente e'presa al )pro!iene del/ ;ogos. (ág.K4