Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset
Doctorado en Asuntos Públicos, Políticas y Gobierno
Curso de Teoría Política I y II
Profesor: Dr. Arturo Laguado Duca
Alumno: Adrián Martín Rois. DISCURSOS DE JUAN DOMINGO PERON 10 DE OCTUBRE DE 1945 17 DE OCTUBRE DE 1945 1º DE ENERO DE 1946 CONTEXTO HISTORICO, INTERRELACION, SIGNIFICANTES EQUIVALENCIALES Y LA CONSTRUCCIÓN DE HEGEMONIA.
Introducción Los discursos de Perón de 1945 y 1946 tienen la característica de encontrarse impregnados de una gran carga emotiva, ya por las circunstancias que analizaremos en este trabajo, ya por el innato carisma del líder. Lo cierto es que los sucesos históricos que sucedieron desde la revolución del 43´ hasta el 9 de Octubre de 1945, cuando Perón es Obligado a renunciar a todos sus cargos, enmarcaron el cuadro de situación que dio lugar a su posterior candidatura para las elecciones presidenciales de Febrero de 1946, en las que triunfa con el 56% de los votos. Mediante el presente trabajo se pretende determinar la dimensión contextual que da lugar al éxito del proyecto político de Perón. Al mismo tiempo se interrelacionaran sus discursos, identificando los significantes equivalenciales y los antagonismos que dieron lugar a la construcción de una poderosa Hegemonía. Contexto histórico: Nacional Los discursos analizados se dan a fines del año 1945 y principios de 1946. Por ese entonces Perón, que venía conquistando poder y beneplácito por entre las masas de trabajadores, es obligado a renunciar a todos sus cargos, los mismos que venía conquistando desde el gobierno de facto del General Pedro Pablo Ramírez. Ramírez, accedió a la presidencia con la llamada revolución del 43´, tras el golpe de estado encabezado por Rawson el 3 de Junio de ese año. En principio asume la presidencia Rawson, pero a causa de sus intenciones de nombrar un gabinete extremadamente conservador y de derecha, fue desplazado por un grupo de militares que designaron a Ramírez como presidente. Durante éste gobierno, Perón se desempeño como secretario del ministro del ejército, bajo el mando de quien fuera vicepresidente y ministro de guerra de Ramírez, el general Edelmiro Julián Farrell. Ramírez gobernó hasta Febrero de 1944, cuando debió “delegar” (delegación de facto) su cargo a Farrell, por exigencia de la última asamblea del GOU (Grupo de oficiales unidos o Grupo obra de unificación, que formaban una asociación de tenientes del ejercito) tras una fractura producida después de la abrupta ruptura de Ramírez con las potencias del Eje, por fuertes presiones de los Estados unidos. Durante este nuevo gobierno de facto Perón ejerció los cargos de Vicepresidente y ministro de guerra. Perón, que había maniobrado para ser designado a cargo del Departamento Nacional del Trabajo y que más tarde logro elevarlo al rango de Secretaría Nacional del Trabajo, también llamada Secretaría de Trabajo y Previsión,
comenzó a emerger con mucha fuerza política y construye su propio movimiento con fuertes alianzas con el movimiento obrero. Éste tiene su nacimiento en la misma Secretaria de Previsión, desde la que impulsó a firmar cientos de convenios colectivos de trabajo que alcanzaron y se tradujeron en beneficios para más de 3.500.000 de trabajadores. Por otro lado montó un régimen de sindicatos paralelos donde colocaba a los que no acordaban con la Secretaría de Previsión, concediendo mayores beneficios a los que apoyaban el régimen militar. Perón no solo contaba con gran apoyo del movimiento obrero sino que había logrado alianzas con la Iglesia, las propias fuerzas armadas, partidos políticos e incluso varios sectores empresariales ante quienes presento el famoso discurso en la bolsa de comercio.
Internacional Se vivía el final de la segunda guerra mundial, en Argentina había diferentes corrientes, aliadófilos, neutralistas y germanófilos. Nuestro gobierno siempre mantuvo una tendencia neutralista. Perón mantenía una visión pragmática y sostenía que los aliados ganarían la guerra. Argentina mantuvo durante la mayor parte de la segunda guerra este neutralismo, hasta que el aislamiento diplomático se hizo insostenible y durante la presidencia de facto de Farrell se le declaró la guerra al Eje. Esta declaración tardía, dio lugar a una creciente desconfianza de los países aliados en particular de funcionarios Estadounidenses, que aún después de finalizada la guerra continuó. En mayo de 1945 las tropas alemanas se rindieron en Italia, Francia y la Unión Soviética. Desde el 17 de julio hasta el 2 de Agosto de 1945 se celebró en la ciudad de Potsdam la última conferencia aliada de la Segunda Guerra mundial, donde se decidió dar el ultimátum a Japón, pidiendo su rendición incondicional. El día 8 de Agosto de 1945 por ordenes de Harry Truman, presidente de los Estados Unidos, el Enola Gray, un B29 superfortress, lanzaba la primer bomba atómica en Hiroshima, luego otro B29 realiza lo propio en Nagasaki, con fines de obtener la rendición rápida de Japón ante Estados Unidos. Lo suyo también hizo la Unión Soviética, que el 8 de Agosto de 1945 atacó a los japoneses en Manchuria acabando con un ejército de más de un millón de hombres. La renuncia de Perón Partidos políticos opositores acusaban al gobierno de encontrarse alineado con los países del Eje. Esto fue aprovechado por facciones antiperonista del
ejército Argentino, quienes presionaron al presidente de facto para que quite el apoyo a su colaborador Juan domingo Perón. Farrell pidió la renuncia al general en todos sus cargos, y éste la presentó el día 9 de Octubre de 1945. Asume en su lugar una sesga extraña proveniente del GOU, al mando del General Eduardo Ávalos. Al día siguiente Perón ofrece un discurso de despedida en la Secretaría de Previsión. Posteriormente es trasladado y encarcelado para mayor seguridad en la Isla Martín García, aunque luego fue trasladado al Hospital Militar alegándose razones de salud. El discurso del 10 de Octubre de 1945 Al día siguiente de la forzada renuncia a la Secretaría de Trabajo y Previsión, en calle Perú entre Victoria y Julio A. Roca, sobre un improvisado Palco, el General Perón brindo su discurso de despedida ante una multitud. El discurso estuvo marcado por un fuerte grado de profundidad emocional. Perón era víctima de una jugada política realizada por opositores del GOU que lograron que Farrell exigiera la separación de los puestos de gobierno que ocupaba. Perón utiliza esto como herramienta y lo transforma en sensibilidad social, hegemonía y poder. Comenzó el discurso dirigiéndose con amor hacia sus compañeros de trabajo, hace un storytelling de sus pasos por la Secretaria de Trabajo y Previsión y menciona las conquistas que había logrado para los trabajadores. Comienza a forjar desde este día el camino de su discurso, que no era más que un relato de sus hechos, motivo por el cual no necesitaba herramientas de legitimación en este sentido. Las conquistas sociales lo legitimaban. Este discurso, corto y focalizado a sus camaradas más cercanos, tuvo por objeto trasmitir tranquilidad a las masas, que se encontraban alteradas por la situación, ya que se temía, que tras la salida de Perón de la Secretaría, se perdieran los derechos consagrados a las clases trabajadoras hasta aquel momento. Instala fuertemente el significante revolución y comienza a armar en este discurso lo que sería la cadena equivalencial de significantes sobre los que forjara todo su discurso: Revolución, democracia, reforma económica, política y social. REVOLUCIÓN – DEMOCRACIA (discurso del 10 de Octubre de 1945) “Si la revolución se conformara con dar comicios libres no habría realizado sino una gestión en favor de un partido político. Esto no pudo, no puede, ni podrá ser la finalidad exclusiva de la revolución. Eso es lo que querrían algunos políticos para poder volver; pero la revolución encarna en sí las reformas fundamentales, que se ha propuesto realizar en lo económico, en lo político y en lo social. Esa trilogía representa las conquistas de esta revolución que está
en marcha y que cualesquiera sean los acontecimientos no podrán ser desvirtuados en su contenido fundamental.” “Dentro de esa fe democrática fijamos nuestra posición incorruptible e indomable frente a la oligarquía. Pensamos que los trabajadores deben confiar en sí mismos y recordar que la emancipación de la clase obrera está en el propio obrero. Estamos empeñados en una batalla que ganaremos porque es el mundo el que marcha en esa dirección. Hay que tener fe en esa lucha y en ese futuro. Venceremos en un año o venceremos en diez, pero venceremos.” “Y ahora, como ciudadano, al alejarme de la función pública, al dejar esta casa que para mí tiene tan gratos recuerdos, deseo manifestar una vez más la firmeza de mi fe en una democracia perfecta, tal como la entendemos aquí.”
Vemos claramente en estos pasajes como Perón da nacimiento a la revolución del pueblo, en un claro discurso populista, dirigido al pueblo. Se aprecian dos claras condiciones del liderazgo populista, en primer lugar la referencia al pueblo como “los de abajo” para construir su identidad política, y en segundo lugar la marcación de un espacio de antagonismo estricto que divide el campo social en dos partes contrapuestas, “Nosotros la democracia – Ellos la oligarquía”. La batalla la ganaremos no porque sea nuestra idea sino porque el mundo marcha en esa dirección. Hay una construcción de hegemonía del proyecto político legitimado en una condición supra nacional: “Es el mundo el que marcha en esta dirección”, entonces “Nosotros = El mundo” o “Nosotros = democracia” “Al dejar el gobierno, pido una vez más a ustedes que se despojen de todo otro sentimiento que no sea el de servir directamente a la clase trabajadora. Desde anoche, con motivo de mi alejamiento de la función pública ha corrido en algunos círculos la versión de que los obreros estaban agitados…” “…Mientras tanto que sea la calma y la tranquilidad la que guíe los actos de los obreros para que no se perjudique esta magnífica jornada de justicia social. Pido orden para que sigamos adelante en nuestra marcha triunfal pero, si es necesario, algún día pediré guerra.” (Hegemonía) “…Recuerden y mantengan grabado el lema "de casa al trabajo y del trabajo a casa" y con eso venceremos.” “Para terminar no voy a decirles adiós les voy a decir "hasta siempre", porque desde hoy en adelante estaré entre ustedes más cerca que nunca, y lleven finalmente esta recomendación de la Secretaría de Trabajo y Previsión: únanse y defiéndanla, porque es la obra de ustedes y es la obra nuestra.”
Nuevamente marcada dirección populista del discurso, haciendo referencia a la clase trabajadora. Mostrándose Perón tácitamente como conductor y encargado de llevar adelante las demandas sociales. En diferentes pasajes del discurso da órdenes a la masa, les transmite tranquilidad, fundada en sus conversaciones con el presidente de la Nación, lo que acrecienta su hegemonía y da muestras de su capacidad de bróker.
17 de Octubre: Día de la Lealtad Peronista Con posterioridad a este discurso, el día 11 de Octubre Ávalos asume como Ministro de Guerra. Se convoca una reunión en el Circulo Militar, a la que asisten alrededor de 300 militares. Allí se discutió la dirección que debía tomar el país y la decisión de mantener o no a Farrell en la presidencia. La asamblea envió una delegación a conversaciones con Ávalos, a quién se le solicito 4 puntos: Convocatoria a elecciones, designación de Ministros civiles, levantamiento del estado de sitio y la detención y procesamiento de Perón.
Para ese entonces el ejército se encontraba con severas divisiones y muchos sectores solicitaban que la Corte Suprema de Justicia se hiciera cargo del gobierno hasta las elecciones. El significante democracia cobra vida en todos los estratos de la sociedad. Al día siguiente Perón es detenido y trasladado a la cañonera Independencia, la que a su vez lo traslado a la Isla Martín García. De allí en adelante, los diferentes movimientos obreros comenzaron a declararse en paro, como anécdota y también como causa de enervación de la masa, cuando los trabajadores se presentaron a cobrar la quincena el día 15 de Octubre, se percataron que no se les pagaba el feriado del 12 de Octubre tal como lo había conquistado Perón mediante uno de sus últimos decretos. Y a los obreros se les respondía: “Vayan a reclamarle a Perón”. El 16 de Octubre la CGT declaro una huelga para el día 18 de Octubre, reclamando la convocatoria a elecciones, el mantenimiento de las conquistas sociales y la libertad de los presos políticos. Así fue, que sin hacer referencia directa a Perón, se convoca a un paro general que encubiertamente era para solicitar su liberación. Por la mañana del día 17 de Octubre, espontáneamente comenzó una movilización de diferentes grupos obreros. Los trabajadores no ingresaban a las plantas y empezaron a dirigirse hacia la Casa de Gobierno. La movilización era coordinada por algunos dirigentes sindicales quienes iban recorriendo las fábricas en diferentes localidades, incitando a los trabajadores a la convocatoria. La policía, aliada a Perón, no obstaculizo la marcha, y durante todo el día se fue autoconvocando una multitud frente a la casa de Gobierno. Perón, que alegando razones de salud había logrado ser trasladado al hospital militar en el barrio de Palermo, es visitado por Ávalos donde en una corta reunión pactaron las condiciones para que aquel hablase a los manifestantes. Se acordó que Perón tranquilizaría a las masas y no hablaría de su detención. Ávalos solicitaría su retiro y renuncia de todo el gabinete. A las once y diez de la noche, Perón sale por la ventana de la Casa de Gobierno y entrega el que fuera quizás el discurso más emotivo de la historia
Argentina, frente a una multitud de aproximadamente 200.000 personas que lo aclamaban. Este discurso está cargado, aún más que el anterior, de un fuerte contenido emocional, enmarcado en un contexto prácticamente de acefalia presidencial por las separaciones existentes dentro del gobierno de facto y un fervoroso reclamo de democracia y defensa de las conquistas sociales por parte del pueblo. Por las condiciones en las que se dio, no se encuentra impregnado de significantes equivalenciales destinados a continuar con el discurso referente a su proyecto político y más bien se enfoco en la continuación de la construcción de un liderazgo populista, apelando al pueblo como “los de abajo”, “la masa sufriente y sudorosa”, identificándose Perón con ellos y poniéndolos a ellos en pie de igualdad con su madre a la que hace referencia en una parte del discurso. Por otro lado, refuerza el significante “democracia”, preparando su carrera por la presidencia para las próximas elecciones. Perón centra su discurso en dos significantes equivalenciales: Nacionalismo y democracia. No hace uso en este discurso del recurso de la antinomia. [“Trabajadores: Hace casi dos años, desde estos mismos balcones, dije que tenía tres honras en mi vida: la de ser soldado, la de ser un patriota y la de ser el primer trabajador argentino…”] [“… quiero seguir siendo el Coronel Perón, y ponerme con este nombre al servicio integral del auténtico pueblo argentino.”] [“Dejo el honroso uniforme que me entregó la patria, para vestir la casaca del civil y mezclarme con esa masa sufriente y sudorosa que elabora el trabajo y la grandeza de la patria. Por eso doy mi abrazo final a esa institución que es un puntal de la patria: el ejército. Y doy también el primer abrazo a esta masa, grandiosa, que representa la síntesis de un sentimiento que había muerto en la República: la verdadera civilidad del pueblo argentino. Esto es pueblo. Esto es el pueblo sufriente que representa el dolor de la tierra madre, que hemos de reivindicar. Es el pueblo de la patria. Es el mismo pueblo que en esta plaza pidió frente al Congreso que se respetara su voluntad y su derecho. Es el mismo pueblo, que ha de ser inmortal, porque no habrá perfidia ni maldad humana que pueda estremecer este pueblo grandioso en sentimiento y en número.”] [“Esta verdadera fiesta de la democracia, representada por un pueblo que marcha ahora también para pedir a sus funcionarios que cumplan con su deber para llegar al derecho del verdadero pueblo. Muchas veces he asistido a reuniones de trabajadores. Siempre he sentido una enorme satisfacción; pero desde hoy sentiré un verdadero orgullo de argentino porque interpreto este movimiento colectivo como el renacimiento de una conciencia de los trabajadores, que es lo único que puede hacer grande e inmortal a la patria.”] [“…Muchas veces me dijeron que ese pueblo a quien yo sacrificara mis horas de día y de noche, había de traicionarme. Que sepan hoy los indignos farsantes que este pueblo no engaña a quien lo ayuda. Por eso, señores, quiero en esta oportunidad, como simple ciudadano, mezclarme en esta masa sudorosa, estrecharla profundamente con mi corazón, como lo podría hacer con mi madre…] [“…Estuve realizando un sacrificio que lo haría mil veces por ustedes…”]
Perón comienza en este discurso a construir su hegemonía, que se verá con mayor énfasis en el próximo discurso, e inicia a dar legitimidad a su candidatura y su posición de líder, referente y conductor del pueblo. Vemos como da legitimidad a su persona, mencionando el sacrificio que ha hecho por el pueblo cuando refiere: “este pueblo no engaña a quien lo ayuda.” Apela a la sensibilidad al referirse a su madre y también juega solo por una vez con una antinomia: “Yo o los indignos farsantes” [“…Esperemos que los días que vengan sean de paz y construcción para la nación. Sé que se habían anunciado movimientos obreros, ya ahora, en este momento, no existe ninguna causa para ello. Por eso, les pido como un hermano mayor que retornen tranquilos a su trabajo, y piensen. Hoy les pido que retornen tranquilos a sus casas, y por esta única vez ya que no se los pude decir como secretario de Trabajo y Previsión, les pido que realicen el día de paro festejando la gloria de esta reunión de hombres que vienen del trabajo, que son la esperanza más cara de la patria.”]
La convocatoria a la plaza se había hecho por múltiples causales, convocatoria a elecciones, temor por la pérdida de conquistas laborales y la liberación de presos políticos. Vemos en este pasaje anterior como Perón utiliza el temor del pueblo para construir su propia hegemonía, dando seguridad a las masas. Dejando en su discurso mensajes subliminales al decir “se habían anunciado movimientos obreros, ya ahora, en este momento, no existe ninguna causa para ellos”, dando cuenta de que él se encontraba libre y podían estar tranquilos y retornar a sus hogares en paz. También continua haciendo uso de su herramienta de conductor nato cual es, dar órdenes a la masa, al solicitarles e indicarles constantemente el camino a seguir. Es necesario transcribir el final del discurso en donde Perón se da el lujo de pedirle a la masa auto convocada en su apoyo, que se quedase tranquilamente en la plaza para que el pudiera observarlos. Otra vez enfatiza con esto su hegemonía como líder y su posición de mártir y servidor del pueblo al referirse a los tristes días que vivió por ellos. Perón después de este acto y estos acontecimientos, en un punto llega a compararse a Jesús en su posición de mártir del pueblo. [“Pido a todos que nos quedemos por lo menos quince minutos más reunidos, porque quiero estar desde este sitio contemplando este espectáculo que me saca de la tristeza que he vivido en estos días.”]
Inmediatamente después de este discurso, Perón se casa el 23 de Octubre de 1945 con Eva Duarte, tal como le había prometido en una carta que le envió desde la prisión en Isla Martín García. Toma un breve descanso y comienza su campaña política de cara a las elecciones que habrían de celebrarse el 24 de Febrero de 1946. Las fuerzas que se sumaron al movimiento peronista fueron la UCR Junta Renovadora, el Partido Independiente y el Partido Laborista. Del lado de la oposición se conforma un frente antiperonista de la mano del Estadounidense Braden, quién acusa a Perón de Nazi, presentando una serie
de documentos que lo vinculaban con las potencias del Eje durante la Segunda Guerra mundial. Este movimiento antiperonista estaba conformado por los sindicatos opositores, la UCR, el partido Demócrata Progresista, el partido Comunista, la Federación Universitaria Argentina, la Sociedad Rural, la Unión Industrial y la Bolsa de Comercio. En síntesis, frente a su movimiento populista, quienes se oponían eran: algún sector de la clase media y la clase alta. El primero de Enero de 1946, Perón da un discurso en Santa Fe, frente a una multitud de personas. Es este discurso el que sienta las bases de su proyecto político, completo en cuanto a explicación del programa y claridad de su plan de gobierno. Continúa firme con una cadena de significantes en la que se encuentran: Revolución, Democracia y Nacionalismo; generando un plan de gobierno fundado en tres reformas: Política, económica y social (Soberanía política, independencia económica y justicia social) [“Por eso nos reunimos en esta magnífica asamblea que tiene su germen más genuino en la más pura democracia de los pueblos. Se nos dijo primero comunistas, después se nos dijo nazis, lo que demuestra que tomando el punto intermedio resulta lo justo: somos única y exclusivamente argentinos. Somos única y exclusivamente argentinos que abogaremos incansablemente por una Patria mejor que soñaron nuestros mayores y a la que demagogos y ladrones, a quienes acusamos y acusaremos eternamente, la desviaron en su provecho.”]
Presenta una primera antinomia: “Nosotros Argentinos, ellos demagogos y ladrones.” [“…No estamos fundando un partido político; somos la resultante de una Revolución en marcha que tiene un contenido económico, social y político, que irremediablemente ha de cumplirse. Vamos a la reforma del Estado en que hemos estado sometidos durante treinta años. Partimos del principio fundamental de la Nación después de ciento treinta años de independencia política. Queremos que cada argentino tenga acceso a la tierra y que ésta sea del que la trabaja y no del que explota su renta.”] [“Nosotros, a quienes se ha acusado de malgastar los dineros del Estado, hemos saneado las finanzas del País. Debíamos ocho mil millones de pesos y hemos pagado cuatro mil millones y durante la guerra abastecimos a los países aliados por valor de otros cuatro millones, suma que en este momento nos deben. Estamos al día, no debemos un centavo a nadie. Por primera vez en la historia del país podemos decir que no debemos al exterior, que tenemos nuestra independencia económica que complementa la independencia política hace 139 años.”]
Pasando a un segundo plano los significantes Revolución y Democracia, articula, mediante la construcción de puntos nodales, sentido a los significantes flotantes que dan lugar a la instalación de tres ejes centrales de su discurso: SOBERANIA POLÍTICA – INDEPENDENCIA ECONÓMICA – JUSTICIA SOCIAL [“La reforma social no podía postergarse ni oponerse a la rural e industrial porque si no nuestros obreros, cuando recibieran los beneficios, ya habrían fallecido de inanición…”] [“…Pero las masas estaban satisfechas con nuestra justicia social, se hicieron cargo del
combate y fue una batalla ganada en Diagonal y Florida por doscientos cincuenta mil trabajadores.”]
Perón hace hincapié en los significantes flotantes reforma social, rural e industrial, dándole el contenido al elemento Justicia Social. [“Desde entonces, la oligarquía y esos vivos de las fuerzas se han dedicado a comprar de contrabando, pero olvidan que para manejar se necesitan hombres, y ellos no son hombres.”]
En este pasaje anterior del discurso, Perón vuelve a dar valor a la antinomia ya sembrada en los discursos anteriores. Nosotros: los hombres de bien; ellos: la oligarquía.” Acto seguido Perón comienza a dar legitimidad al movimiento, explicando la organización que debe llevar y lo necesario de la virtud para llevar adelante las reformas que el País espera hace 100 años. Se muestra como el salvador de la Patria. Siempre habla en plural incluyendo en el movimiento a todos los Argentinos. Vuelve a cargar con la antinomia, nosotros: “el bien”; ellos: “la maldad, la mentira”: [“Nuestro movimiento, que respalda las reformas fundamentales que hace cien años espera el país, es un movimiento orgánico. No puede ser una turba política. Por eso he aguardado el fin de este viaje para decir a todos los argentinos de esta tribuna que es necesario organizarse.”] [“…la organización es lo único que vence al número, a la violencia, a la maldad y a la mentira.”] [“Ahí nace precisamente la reforma política que complementa la reforma económica y social, porque la reforma social está destinada a consolidar las otras dos reformas.”]
Continúa por el camino populista abogando por la satisfacción de las demandas sociales insatisfechas en un plano de equivalencia. Perón construye su hegemonía y la legitima también mediante la organicidad por los caminos legales, fundando su liderazgo y explicándole al pueblo tácitamente porqué él es el conductor. Veámoslo claramente en el siguiente pasaje: [“Esa reforma política ha de venir por los caminos que corresponden. Uno por el método ideal, desde el Gobierno, por el camino constitucional, y otro por el método real, realizado por el pueblo, formando una verdadera fuerza política organizada, sin la cual repetiremos el fenómeno a que nos tiene acostumbrados la política argentina.”] [“¿Qué es un gobierno orgánico? Es una agregación de fuerzas sólidamente aglutinadas que tiene a su frente a un idealista, que no debe ser forzosamente ni un genio ni un sabio, sino un hombre a quien la naturaleza ha dotado de una condición especial para abarcar un panorama completo que otros no ven. Ese hombre tiene dos o tres discípulos para que cuando muera haya quien lo prolongue en el tiempo y el espacio. Detrás de ellos viene la plana mayor del partido, que tiene ocho, diez o veinte especialistas o técnicos para cada gran rama del Estado, que son los candidatos a ser ministros, y se preparan desde el llano con estudio y sacrificio, y no hay problema del país, por insignificante que sea, que en su rama no lo dominen y tengan la solución, para que, al llegar al gobierno, abran el cajón de su escritorio, saquen el plan y ordenen su inmediata ejecución.”]
Continua dando fuerza a una antinomia con la que sigue adquiriendo Hegemonía: Perón o las fuerzas del mal; Perón o la falacia más absoluta; Perón o la mentira; Perón o el enemigo común; para rematar su discurso desintegrando al enemigo con la frase: Ellos dicen: “Muera Perón” Yo les pregunto: ¿Viva quién? [“…Estén atentos a la propaganda de las fuerzas del mal, propaganda que hoy especula con la falta de discernimiento de los hombres y que busca explotar la sugestión colectiva dirigiéndose a presentar un hecho que el olvido general a la desaprensión de los que andan en otros problemas acepta sin reflexionar.”] [“La propaganda constituye el virus de la falacia más absoluta. Ella ha hecho que la conducción de los pueblos no esté en manos de hombres más morales y capaces, sino de quienes pueden pagar una mejor propaganda. Queremos matar esa mentira y para ello existe un solo remedio que Dios ha dado a los hombres: el discernimiento.”] [“Finalmente, les podría decir como Martín Fierro, que nunca olviden los consejos de un padre, que más que padre es un amigo. Sean unidos; no hagan pequeñas diferencias entre hermanos frente al enemigo común. Piensen que estamos empeñados en una lucha en que se juega el ser y el destino mismo de la Nación; porque yo estoy persuadido de que si alguna vez a este pueblo, que ha despertado a la vida cívica y democrática, se le cerrara nuevamente el camino a la administración, a la legislación y al Gobierno, tendríamos la guerra civil.”] [“Somos hombres de paz y de orden; no queremos pelear, queremos votar. No queremos insultar a nuestros enemigos políticos que pasan el día insultándonos. Ellos dicen "Muera Perón". Yo les pregunto: " ¿Viva quién?"] [“Les pido unión, desprendimiento personal, valores morales; que elijan a los hombres pensando en la Patria y en nuestro movimiento, que ha de perdurar si los hombres que se eligen son puros y capaces.”]
Perón no lanza estos significantes así porque si, sino que lo hace en respuesta a los fundamentos del movimiento que había creado y se corresponden con la dimensión contextual del momento, estos significantes responden a lo que la sociedad en su conjunto requería. En otras palabras, las condiciones sociales de producción acompañaban el discurso de Perón, que respondía a los reclamos sociales, y es esto lo que justifica el éxito de su discurso y proyecto político. Acompañar con su discurso las demandas sociales de aquel momento, legitimar perfectamente su liderazgo, apelar a los más fuertes valores del ser humano y construir firmemente su hegemonía con antagonismos marcados precisamente.