Tema final de Españolas II: Elegí trabajar con la poesía de Luis García Montero, específicamente con su libro Cincuentena, por ser ésta una recopilación de los cincuenta poemas ue, como él señala en la nota introductoria, !lo dejan m"s tranuilo#$ El libro est" di%idido en tres partes: !&alabra#, !&alabra#, !edad# ' !amor#, ' de cada uno de ellos elegí un poem poema, a, para ara inte intent ntar ar un an"li n"lisi sis s ue ue de mues muestr tra a de !una !una poét poétic ica a de la pro%ocación#, de una pro%ocación ue %a directamente dirigida a los lectores, porue su poesía no es cursi ni superficial, ni se ol%ida al cerrar el libro$ (us %ersos nos acompañan dentro de la casa, en los rincones m"s ol%idados, pero también cuando abrimos la puerta ' salimos a caminar por las calles plagadas de %e)ículos, cafés ' cables de líneas telefónicas$ El primer poema ue anali*o se llama !Garcilaso +--.# ' pertenece a la primera sección titulada !&alabra#$ Leo la primera estrofa: Mi alma os ha cortado a su medida, Dice ahora el poema, Con palabras que fueron escritas en un tiempo De amores cortesanos. Y en esta habitación del siglo XX, Muy a finales ya, Preparando la clase de mañana, egresan las palabras sin rumor de caballos, !in "estidos de corte, !in palacios. #unto a $agdad herido por el fuego, Mi alma te ha cortado a su medida.
/a desde el título ' desde el primer %erso nos remitimos al renacimiento, a una época dorada de la poesía española ' de la mano de uno de los poetas m"s renom renombr brad ados$ os$ (in (in embarg embargo o no )a' )a' auí auí una una simple simple muest muestra ra de erud erudici ición ón o conocimiento, sino ue e0iste una apropiación del %erso para transformarlo en un nue%o poema$ El personaje lírico actuali*a el %erso, lo ubica en el presente, a finales del siglo 11 ' lo sumerge en su cotidianeidad !preparando la clase de mañana#$ (eñala las ausencias: el rumor de los caballos, los %estidos de corte, los palacios$ palacios$ 2ada de eso est" presente en su )abitación, sólo regresan las palabras, ue es lo 3nico ue permanece$ &ara cuando cierra la estrofa con el 3ltimo %erso la apropiación 'a es completa, no se puede aspirar a crear, sino a reelaborar: un 4 apar aparen ente te 4 simp simple le camb cambio io de pron pronom ombr bres es,, ue tamb tambié ién n es parte arte de la actuali* actuali*ació ación n del %erso %erso permite permite la apropiac apropiación ión total, total, la nue%a nue%a locali* locali*ació ación n de
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palabras ue pertenecieron a otro tiempo ' lugar, pero ue son capaces de regresar ' )abitar el siglo 11$ &aso a)ora a la segunda estrofa: %odo cesa de pronto y te imagino &n la ciudad, tu coche, tus "aqueros, 'a ley de tus edades Y tengo miedo de quererte en falso Porque no s( "i"ir sino en la apuesta, )bra*ado por las llamas que arden sin quemarnos Y que son realidad, )unque los o+os miren la distancia &n los tele"isores.
5)ora la inacti%idad da paso a la imaginación ' el espacio ue se representa est" puesto en función de las circunstancias ue se uieren transmitir: el lugar es la ciudad ' aparece acompañada de dos elementos característicamente urbanos: los coc)es, los %aueros$ El personaje lírico siente temor ' lo e0presa abiertamente ' al )acerlo enuncia adem"s una indi%idualidad ' una soledad propia de finales del siglo 11, propia de la ciudad ' propia de la modernidad$ La soledad, no obstante no es completa: ) tra"(s de los siglos, !altando por encima de todas las catstrofes, Por encima de t-tulos y fechas, 'as palabras retornan al mundo de los "i"os, Preguntan por su casa.
2ue%amente, las palabras regresan, las palabras retornan, )aciendo un %iaje de siglos )acia el mundo de los %i%os, porue el %erso de Garcilaso re%i%e cada %e* ue alguien lo pronuncia, ' pregunta por su casa porue necesita de esa intimidad, de ese lugar específico pero a la %e* sencillo ue es a donde pertenece$ La 3ltima estrofa condensa en seis %ersos todo lo ue %iene desarrollando anteriormente: Ya s( que no es eterna la poes-a, Pero sabe cambiar +unto a nosotros, )parecer "estida con "aqueros, )poyarse en el hombre que se in"enta un amor Y que sufre de amor Cuando est solo.
La afirmación inicial tiene un dejo de desilusión, pero también es una pro%ocación, in%oca los %ersos de 6écuer de la rima I7 en la ue sostiene ue !8siempre )abr" ~
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poesía9# ' propone una alternati%a: la poesía no ser" eterna pero sí sabe cambiar junto a nosotros, ' nue%amente aparece la palabra resignificada, reconstruida a partir de otras palabras, ' la muestra de ello es ue la poesía de García Montero aparece !%estida con %aueros#, es decir, actuali*ada, urbani*ada ' adem"s cotidiana, para apo'arse en un )ombre solitario ue se in%enta un amor para sufrir en soledad, ' en los 3ltimos tres %ersos resuenan las palabras de un Mac)ado apócrifo ue escribe sobre una Guiomar apócrifa también: todo amor es fantas-a (l in"enta el año, el d-a la hora y su melod-a in"enta el amante y, ms la amada, no prueba nada contra el amor, que la amada no haya eistido +ams.
Este protagonista lírico ue se %a constru'endo a lo largo del poema es la imagen de un )ombre com3n ue despojado de un registro grandilocuente refle0iona metapoéticamente de forma aparentemente casual ' sencilla, sin embargo la lectura de estos poemas necesita de la colaboración de un lector cómplice, ue sea capa* de distinguir la conciencia ue e0iste detr"s de la representación ue se )ace$ El protagonista poético pro%oca al lector e0igiéndole ue sea capa* de reconocer la palabra, la poesía ue cambia junto a nosotros ' también se %iste de cotidianeidad cuando se cal*a los %aueros$ El segundo poema se titula 'os hi+os ' pertenece a la sección de !Edad#$ omien*a así: Por fa"or, no hagan ruido &n la tranquilidad de este poema &scrito con la mano Del que cierra la puerta al apagar la lu*. Mis tres hi+os acaban de dormirse. /ecesito el silencio para pensar en ellos.
&ocas cosas pueden ser tan buen indicador del paso del tiempo como el %er crecer a los )ijos$ En este poema el protagonista lírico es un poeta ue desciende del ;limpo, pierde su aureola ' se transforma en un )ombre normal ue con la misma mano ue apaga la lu* ' cierra la puerta de la )abitación de los )ijos comien*a a escribir en el silencio de la noc)e$ (ólo cuando los )ijos duermen )a' silencio en la casa$ (e refugia en el silencio de la noc)e, lejos de las obligaciones de la %ida diurna ue ellos demandan$ ontin3a el poema: Colores indelebles en un lpi* ~
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De tra*ado infantil, 0uel"en a dibu+ar 1 pero esta "e* en serio 2 3n rbol, una casa, la memoria De una lu* encendida Con sabor a diciembre, 'os cristales del miedo Y la ilusión del por"enir $a+o el sol de los d-as laborables.
El protagonista lírico no defiende un testimonio superficial ' meloso de la %ida cotidiana sino ue intenta ue el lector e0perimente sensaciones con la lectura$ (e le pide ue sea acti%o, consciente de los artificios de la representación pero ue también se permita sentir ' re%i%ir emociones junto a este personaje poético ue es tan com3n como él, ue tiene )ijos, ue trabaja para ganarse la %ida$ 3n hi+o es el segundo pa-s donde nacemos. Con su falta de edad nos hace cumplir años Y nos de"uel"en al mundo del relo+, ) las llamadas telefónicas 4ue son una ra-* &n la orilla del tiempo. 3n hi+o nos enseña a preguntar Con "o* de agua 'a "erdad decisi"a de la tierra. !er como +uncos, y en amor fleibles /o asegura respuestas ni confirma el reposo.
La incertidumbre ' la intranuilidad in%aden estos %ersos donde se e%idencia el paso del tiempo de dos formas simult"neas: los )ijos ue, por un lado, )acen en%ejecer a los padres a medida ue ellos crecen ' por otro los de%uel%en al mundo del reloj ' de las obligaciones, )aciéndolo estar pendiente ' consciente, minuto a minuto de ese paso del tiempo$
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/unca s( imaginar 'o que pueden decir de lo que digo, 'o que pueden pensar de lo que pienso, 'o que pueden hacer con lo que hago.
Los tres nombres ue aparecen crean %erosimilitud mostrando algo tan íntimo de la %ida pri%ada a la %e* ue e%idencia la singularidad de cada uno, )aciendo ue el padre poeta se pregunte: cómo pueden lograr ser tan diferentes entre sí$ El protagonista lírico ruega otra %e* !por fa%or# ' anuncia su total desconocimiento, puesto ue teme a las pro%ocaciones ue ellos reali*an, ue crecen con espinas capaces de lastimarlo a él, ue es incapa* de imaginar sus reacciones, siempre tan di%ersas, siempre tan inesperadas$ &ara el protagonista lírico la %erdad ' el conocimiento no son un punto de partida, sino una construcción lenta e inacabable$ / en este caso él es el ue recibe la pro%ocación por parte de los )ijos, ellos lo incitan a ue act3e, a escribir$ En el primer poema el protagonista lírico tiene temor de la palabra, de uererla en falso, en el segundo teme de las respuestas impredecible de sus )ijos, ue lo )acen en%ejecer a medida ue crecen= %eamos ue sucede con el 3ltimo poema, ue pertenece al grupo !5mor#, se titula !Merece la pena +un jue%es telefónico.# ' est" acompañado de un epígrafe de >oan Margarit: ! trist el qui mai no ha perdut per amor una casa6 7triste aquel que no ha perdido por amor una casa89 !obre las die* te llamo Para decir que tengo die* llamadas, :tra reunión, seis cartas, 3na mañana espesa, "arias citas, Y nostalgia de ti. &l tel(fono tiene rumor de barco hundido, $urbu+as y silencios. !obre las doce y media 'lamas para contarme tus llamadas, Cómo "a tu traba+o, Me eplicas por encima los negocios 4ue lle"as en com;n con tu emarido, Debes sin ms remedio hacer la compra, Y me echas de menos. &l tel(fono quiere espuma de cer"e*a, )unque no, la mañana no es hermosa ni rubia.
En primer lugar notamos como el amor, o mejor dic)o, la relación amorosa aparece mediado por un aparato típico de la posmodernidad: el teléfono$ 2o )a' contacto entre el amante ' la amada ue se configuran como )ombre ' mujer ~
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com3n ue logran a pesar de las enumeraciones de sus obligaciones diarias mantener su indi%idualidad en el silencio ' la soledad generada por la distancia$ El protagonista poético descendido del ;limpo ' ue )a perdido su aureola ue se mencionó en el poema anterior, reaparece auí, solo ue en estos %ersos no )a perdido la nostalgia de una amada acti%a, ue trabaja, ue mantiene negocios con su e0marido con total naturalidad ' ue lo ec)a de menos$ La amada ue se recrea es completamente real: !obre las cuatro y media Comunica tu siesta. Me llamas a las seis para decirme 4ue sales disparada, 4ue se queda tu hi+o en casa de un amigo, 4ue te aburre esta "ida, pero a las siete debes &star en no s( dónde, Y a las ocho te esperan &n la presentación de no s( qui(n Y luego sufres restaurantes y copas Con algunos amigos. !i no se te hace tarde Me llamars a casa cuando llegues.
5mada no sólo es real sino ue adem"s est" inmersa en la %or"gine de la %ida urbana ' bien podría %estir de %aueros, una amada ue adem"s es madre ' tiene muc)os puntos en com3n con la mujer posmoderna, ue trabaja, es independiente ' tiene m3ltiples obligaciones$ El personaje poético recibe con desinterés la comunicación de esas obligaciones, est" )astiado de todos esos detalles ue los mantienen alejados$ Y no se te hace tarde. !obre las dos y media te aseguro 4ue no me has despertado.
2ue%amente un discurso realista ' %erosímil donde no sólo est" el discurso propio sino el ajeno, el del otro, el de la amada en este caso$ &l tel(fono busca "entanas encendidas &n las calles desiertas Y me alegra escuchar noticias de la noche, Cotilleos del mundo literario, 4ue se te nota lo feli* que eres, 4ue no haces otra cosa que hablar mucho de m-, Con todos los que hablas.
Es el teléfono el ue busca %ida en las %entanas encendidas ue son sinónimo de acti%idad en la oscuridad de las calles desiertas, gracias a este mediador e0iste ~
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este poema, e incluso tal %e* la relación amorosa$ El personaje poético no se )ace cargo de ese mundo literario ue menciona no se apropia de él, sino ue es ella la ue lo sumerge en tanto )abla de él con todos los participantes de ese mundo$ /ada sabe de amor quien no ha perdido Por amor una casa, una hi+a tal "e* Y ms de medio sueldo, &mpeñado en el arte de ser feli* y +usto, )l otro lado de tu "o*, )l sur de las fronteras telefónicas.
La 3ltima estrofa recupera el epígrafe de >oan Margarit ' nada lo )ace tan actual, tan contempor"neo como construcción de un personaje poético ue aspira a ser feli* ' justo, ' ue debe remunerar con objetos materiales ' dinero la ruptura con un %iejo amor, para poder estar tranuilo con la amada actual$ (e e0presa un deseo intentando objeti%idad, o tal %e* casual, pero el lector acti%o ' cómplice ad%ierte ue este no es un asunto a tomarse con li%iandad$ Este poema no es la transcripción de una con%ersación espont"nea capa* de mostrar dos %oces objeti%amente, sino ue es una reconstrucción, una representación consciente del poeta ue selecciona ' discrimina de su %ida auello ue mejor le permite transmitir al lector sus intenciones ' sus e0periencias$ Es ine%itable no )acer referencia a 6écuer ' sus declaraciones en !artas literarias a una mujer# donde señala ue: !cuando siento no escribo#, sin lugar a dudas, García Montero sigue la misma línea del poeta se%illano$ Los poemas aparentan ser espont"neos ' sencillos, intentan pro%ocar al lector, ' un lector acti%o ' cómplice debe tomar esa pro%ocación ' ad%ertir ue detr"s de esa retórica de lo sencillo se esconden m3ltiples procesos, ue nos enseñan ue la poesía est" en las calles, )abita la ciudad como los transe3ntes ue %an de la casa al trabajo ' del trabajo a casa diariamente, como los bares al caer la noc)e, como los cables de teléfono, como las señales satelitales$ ?o' la poesía %iste de jeans ' nos pro%oca para ue )agamos de ella algo m"s ue puras met"foras amorosas$
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