Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
Un gran agradecimiento a Claude por la creación y la realización de la cobertura de los cuadernos de este seminario,
Así como a Frédéric por haber tenido la amabilidad y la paciencia de releerlos, comentarlos y corregirlos.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
Un gran agradecimiento a Claude por la creación y la realización de la cobertura de los cuadernos de este seminario,
Así como a Frédéric por haber tenido la amabilidad y la paciencia de releerlos, comentarlos y corregirlos.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
¿Qué es la alquimia? La alquimia es la ciencia de las transormaciones. !u principio b"sico es que cada cosa creada es susceptible de e#olución. $sta e#olución se eect%a al ritmo de la naturaleza, es decir, lentamente en la escala del tiempo humano. $l alquimista, ayudado por sus conocimientos di#inos, posee la capacidad de acelerar esta e#olución. &or medio de procedimientos particulares y de un estado de "nimo adecuado, llega a colocar la materia en condición de e#olución óptima.
¿Por qué la materia evoluciona lentamente? &orque encuentra obst"culos que le impiden realizar su pleno potencial. Cuando es creada, la materia se beneicia de un medio ambiente al igual que cada cosa que #iene del mundo. $ste medio ambiente es tan dierente como hay lugares sobre la tierra. $s el mismo concepto para los humanos, algunos nacen en países ríos, otros en países c"lidos. Algunos son concebidos en amilias disuncionales, otros son acogidos en amilias donde reina la armonía. $stas dos categorías de personas no #an a crecer en las mismas condiciones. La primera dar" indi#iduos da'ados, la otra, indi#iduos sanos. $n las #enas de la tierra, la materia #a a seguir el mismo destino. !eg%n su curso, #a a e#olucionar en una dirección m"s bien que otra, dando a #eces un metal, a #eces una planta. $l alquimista llama a este enómeno una especificación. (odas las cosas tienen pues un mismo origen pero éste se ha di#ersiicado en m%ltiples ormas hasta dar un ininito de materias separadas tradicionalmente en tres reinos) el reino mineral, el reino r eino #egetal y el reino animal.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
¿Qué hace el alquimista? (oma un elemento de la naturaleza, le #uel#e a su estado primordial, antes de que se haya especiicado, y lo coloca en un medio ambiente de e#olución ideal. &ara realizar esta e*periencia, el alquimista debe desembarazar su materia de todos los accidentes encontrados hasta entonces. +ealiza así una serie de puriicaciones que llama reincrudación. Lo que signiica que de#uel#e a su materia su crudeza en otras palabras, le de#uel#e su #irginidad. Comparati#amente, es como si se tomara un ser humano al que se haría surir una clase de lobotomizacion -lobotomía es una inter#ención quir%rgica que corta la membrana que une ambos hemiserios del cerebro para que deen de tener comunicación/ , quit"ndole completamente su pasado. 0o m"s malos recuerdos, ni m"s heridas, ni traumatismos. (al persona #ería ciertamente la #ida dierentemente que a tra#és del iltro opaco y o*idado de su conciencia habitual.
¿Cómo reincrudar una materia? Los Antiguos intentaron distintas cosas. &ercibieron e*ca#ando en la materia para encontrar su origen, que ésta est" ormada principalmente por tres partes que llamaron Azufre, Mercurio y Sal. (omando eemplo sobre la obser#ación de la naturaleza, dedueron que no se podía #ol#er cruda una carne ya cocida. !ería una magia supersticiosa que se alearía de las posibilidades reales de la naturaleza. Así mismo no se puede hacer que un hombre #uel#a a ser un bebé. Los alquimistas por el contrario obser#aron que una materia muerta se descompone "cilmente y libera una serie de cosas. 1ieron que un cuerpo en descomposición, crea otras ormas de #ida como gusanos y moscas que, al parecer, no se encontraban en este cuerpo cuando estaba en #ida. &ues supieron que lo que buscaban, este elemento de #ida primordial que parece cambiar r"pidamente de ormas cuando ocurre un determinado #encimiento, aparecía en el momento de la muerte. A ellos les #ino la idea que era necesario, hasta cierto punto, matar la materia para liberar el espíritu que moraba dentro. $ste espíritu no es el mismo seg%n el reino en el cual se trabaa. &ero #eremos que la muerte es indispensable en todo proceso alquímico, que se trabae sobre un mineral, un #egetal o un animal.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
$s pues matando la materia que el alquimista separa sus distintos constituyentes y puede a continuación puriicarlos uno a uno.
¿Qué pasa a continuación? Cuando el alquimista ha disuelto la materia y ha puriicado sus tres principios, puede entonces reunirlos de nue#o. $sta mezcla muy especial, la naturaleza no puede realizarla sin la ayuda del hombre. $sta es la razón por la que se dice que el hombre puede ayudar a la naturaleza para la operación de la 2ran 3bra. $sta segunda operación genera un cuerpo que la naturaleza supuestamente #a a producir al inal de los tiempos. &or sus e*periencias, el alquimista acelera el proceso de e#olución y comprende, por lo tanto, las grandes leyes uni#ersales. !in la alquimia, el hombre #i#e en un desierto e*istencial libre de reparos y de conocimientos. $l nue#o producto es un embrión que debe encontrar su nodriza.
¡La vía es libre! A partir de allí, m"s nada puede impedir al germen de #ida que ha sido aislado y ha sido preparado ilosóicamente de crecer en su hue#o, sin el temor de que se le impida e#olucionar por las m%ltiples impurezas de la corteza terrestre. $l alquimista se transorma en una nurse -ni'era/ ya que #a a alimentar pacientemente a su peque'o protegido hasta su maduración completa y deiniti#a. Al colocar a éste en el athanor de los sabios, la maduración se har" hasta la ase -estado/ de perección %ltima. Lo que habría demandado millares de a'os a la naturaleza, el alquimista lo realiza en alg%n tiempo en el secreto de su laboratorio.
¿Sobre qué materias se debe trabaar? (radicionalmente, e*isten tres reinos agrupando millares de materias muy dierentes. (eóricamente, puesto que la #ida est" por todas partes, se podría tomar cualquier materia para realizar la 2ran 3bra. $n la realidad operati#a, algunas materias son m"s pr"cticas para trabaar que otras. Los alquimistas las agruparon con el tiempo y las clasiicaron seg%n un orden er"rquico y un orden de diicultad.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
$n las sociedades secretas que ense'aban la alquimia, se seguía un protocolo de trabao preciso. !e iba naturalmente de lo m"s simple a lo m"s diícil, en este orden, el reino #egetal en primer lugar, luego el reino mineral y por %ltimo el reino animal. Cada reino debía dominado antes de pasar al siguiente. 4oy demasiada gente se precipita en #ías met"licas, sin haber tanteado en primer lugar en el reino #egetal. $ste es un error lamentable que est" en el origen de muchos sinsabores, que comienzan por el desaliento5
La alquimia veetal La alquimia #egetal es pues el primer paso que el in#estigador debe dar. $s indispensable para el buen aprendizae de las órmulas generales del hermetismo. $n el laboratorio #egetal, se entra en relación con un nue#o mundo poblado de energías muy di#ersas. $s la primera puerta que conduce a los conocimientos ocultos de la naturaleza. $l alquimista har" sus primeras armas en materia de laboratorio. !us e*periencias sobre los #egetales le permitir"n amiliarizarse con operaciones importantes de las que tendr" necesidad para la continuación de sus trabaos, en particular, en el reino mineral. Los primeros eli*ires #egetales le ayudar"n a modiicar su actitud con respecto a sí mismo y al mundo. Conocer" por in lo que signiica para los alquimistas la e*presión contemplación filosófica. 6escubrir" también que las operaciones 7 tan simples como ellas sean 7 del laboratorio no son anodinas y que pueden producir eectos notables sobre el operador, así como lo redescubre la ciencia cu"ntica moderna. $*perimentar" el #ínculo proundo que une a la materia y al alquimista en el marco de las operaciones herméticas. &or in, por la utilización de los eli*ires o piedras #egetales, el in#estigador cambiar" sensiblemente en todos los ni#eles. !u energía personal se ainar". !us sentidos sutiles y su intuición se desarrollar"n. !u #ida conocer" una gran limpieza. 6e estas puriicaciones sucesi#as depender"n el é*ito de sus trabaos posteriores, a medida que se acerque a la realización eecti#a de la &iedra ilosoal.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
¿"e qué tiene necesidad?
$n sus principios, el alquimista necesitar" muy pocas cosas. La razón es que las primeras e*periencias muy simples de la alquimia #egetal son ya inmensamente ricas en ense'anza. $l deecto de numerosos principiantes es lanzarse de lleno en e*periencias complicadas. Con equipos costosos, piensan que así, la intensidad de los resultados ser" proporcional. Ahogados en la compleidad de las órmulas, ol#idan lo esencial y terminan por conundir la orma y el ondo. $s importante comprender desde el principio que este renesí operatorio sólo conduce a la desilusión. La mente humana tiene diicultad para creer que de la simplicidad surge la riqueza. La mayor parte del tiempo, se piensa lo contrario y son muy diíciles de controlar los condicionamientos de nuestra pesada ci#ilización moderna. Las ilusiones son maltratadas en alquimia. !iendo una ciencia inici"tica e*celente, la e*periencia hermética #a a pedirnos despoarnos de nuestros antasmas y otros sue'os de omnipotencia. Así pues, la simplicidad, la humildad y la paciencia se nos ense'ar"n de buen grado o de mal grado con una uerza #erdaderamente igual a la de la que se sir#en nuestras crispaciones y partidos tomados. La materia debe puriicarse, poco importa cómo.
#l laboratorio veetal$ Las primeras e*periencias de alquimia requieren algunos utensilios presentes en cualquier cocina. 8
simples bocales -rascos/ herméticos -aquellos con la unta anaranada que sir#en para hacer conser#as/,
8
algunos bocales -rascos/ de mermelada en #idrio,
8
uno o dos embudos,
8
un peque'o tamiz en pl"stico,
8
una o dos cucharas en madera
8
una #iea banda
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
8
un peque'o hornillo de gas -de camping/
8
una #iea cacerola o meor un plato en cer"mica resistente a las llamas
8
un plato en #idrio -estilo pyre*/
8
una peque'a placa que calienta
8
una parte inerior de plato en m"rmol
8
una peque'a lupa
8
una agua para hacer punto
8
un im"n.
(odas estas cosas pueden ser encontradas "cilmente. Aunque se proyecte en el uturo en el uni#erso alambicado de un alquimista e*perto, es importante al principio no arruinarse y utilizar lo que ya se tiene.
#volución de un laboratorio$ $n consecuencia, cuando el in#estigador compruebe que de #erdad se est" apasionado por la alquimia, y que tiene sobre todo la certeza que est" en un buen camino de realización espiritual, entonces podr" tener en #ista otras adquisiciones que le permitir"n operaciones m"s a#anzadas. La compra -o el armado/ indispensable para un determinado ni#el es indudablemente un destilador. 9ue éste sea de #idrio, en cobre o de cualquier otro material, el destilador es una etapa importante para la e#olución del alquimista. :uy numerosas aplicaciones dependen de este aparato aunque, a%n allí, ser" necesario tener oo con in de no que ceder a la compleidad. $n eecto, es necesario acordarse que los primeros alquimistas no utilizaban ine#itablemente tales métodos. La simbólica alquímica maneando el lenguae técnico de laboratorio es relati#amente reciente. !e lo percibe simplemente leyendo los primeros te*tos de 4ermes en los cuales la descripción de operaciones químicas es casi ine*istente. $ste aspecto de la alquimia se desarrollar" m"s tarde, esencialmente con los "rabes que, en alguna época, eran adelantados en ciencia y medicina. Con el tiempo, deber"n tener los siguientes instrumentos) Un destilador
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
1arios balones de laboratorio en pyre* de dierentes espesores.
Una peque'a balanza electrónica.
+ecept"culos -#asias/, probetas y embudos en #idrio,
1arillas de #idrio
&ilones en porcelana y en acero de distintos tama'os
Frascos cuentagotas
Una incubadora eléctrica -la mayor parte del tiempo artesanal/
Antes de cada compra, se #elar" por comprobar bien la utilidad de la adquisición. 0o es una cuestión de economía sino de sabiduría. $l adagio alquímico principal es que es necesario a#orecer la calidad a la cantidad. La potencia de un producto no se mide con la dimensión técnica con la cual se a concebido. $n la e*periencia, es incluso a menudo el re#és. &ersonas muy simplemente equipadas obtienen eli*ires de una uerza impresionante comparati#amente a algunos in#estigadores aortunados que tienen un laboratorio de luo, pero que realizan inalmente muy pocas cosas. $s sobre todo la sinceridad y la uerza de penetración de los principios herméticos del operador que #a a determinar la calidad de su trabao. !i la persona es a#anzada internamente, necesitar" muy pocas cosas para obtener productos alquímicos de gran #alor. La alquimia es un arte en el mismo concepto que la m%sica. Un m%sico con e*periencia tocar" muy di#inamente en condiciones muy modestas por la buena razón que hace cuerpo con su instrumento. $n cambio, un m%sico mediocre sólo producir" notas inarmónicas, aunque toque en un instrumento de gama alta5
¿%lquimia o espairia? :uy a menudo, la alquimia #egetal es llamada espagiria. &or comodidad, esta asociación no es perudicial. $n eecto, la etimología de la palabra espagiria #iene del griego spao -e*traer/ y ageiro -reunir/ !e encuentra pues la órmula alquímica latina m"s importante que es solve y coagula. $l principio de separación y reunión de la materia es uni#ersal e incluso ha alimentado algunos mitos como, por eemplo, el de Isis y Osiris.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
!in embargo, con el tiempo, el término espagiria ue utilizado m"s bien para designar una de las ramas particulares de la alquimia, la consagrada a la medicina itoterapéutica. $n la actualidad, la distinción es muy clara y con#iene guardarla en la mente si no se quiere dear de lado al proceso puramente inici"tico de la alquimia #egetal. Lo que equi#ale a decir que, aunque los principios de trabao sean idénticos entre la espagiria y la alquimia #erde, sus obeti#os di#ergen considerablemente. $so ustiica por otra parte a los conseos de simplicidad dados m"s arriba. $n un conte*to escrupulosamente espagírico, la economía de algunos equipos es imposible. Adem"s el destino undamentalmente alquímico 7 pues inici"tico 7 de los eli*ires #egetales, puede hacer su realización e*tremadamente simple. 6ependen entonces de actores meta7técnicos que ine#itablemente no se tienen en cuenta en la disciplina espagírica, aunque, una #ez m"s, esta %ltimo se apoya en la teoría hermética general para realizar sus obeti#os terapéuticos. $sto debía ser dicho con el in de destacar la importancia de la actitud interior del alquimista aparte de la dependencia de sus medios técnicos.
¿Por qué comen&ar por los veetales? $sta pregunta nos sumerge directamente en los undamentos de la alquimia. !e nos in#ita entonces a descubrir una escala de #alor que impregna toda la creación desde su origen hasta su inal. &uesto que el obeti#o de la alquimia es utilizar la naturaleza para a#orecer la e#olución del hombre, con#iene en primer lugar poner de nue#o las cosas en su lugar, y comenzar por el propio hombre. $n esta empresa, #a a ser necesario #alor ya que de las re#elaciones estupeacientes esperan el alquimista en las #ueltas de su b%squeda. 6esde tiempos inmemoriales, el hombre se ha recolectado muchas historias con respecto a si mismo. 6"ndose cuenta muy r"pidamente de sus debilidades, comprendió que si quería sobre#i#ir en su medio ambiente, debería obtener el control. A ni#el arqueológico, los homínidos han #arias #eces desaparecido. Lo que es normal dada la pobreza de sus sistemas de deensa natural. $n eecto, el homínido no #e de leos, escucha muy mal, no corre r"pidamente, sure el río y no tiene casi ning%n olato. $stas disposiciones desdichadas r"pidamente le causaron gran dolor y por eso quiso r"pidamente con#ertirse en el due'o del mundo para sobre#i#ir.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
Ahora bien, el homínido que al haberse con#ertido en hombre ol#idó este pesimismo de anta'o. ; #iendo que tomaba la parte sobre todas las especies así como sobre la propia naturaleza -aunque en cierta medida/, se creyó superior a su medio ambiente y se colocó en el centro del mundo. &rogresi#amente terminó por ol#idar que es una de las numerosas especies animales del planeta y se puso a e*plotar los recursos de la naturaleza sin discernimiento. Una #ez instalado en esta certeza superior, el hombre se auto ustiicó por medio de la teología. !us pies son sus raíces pero se niega a plantarlos en el suelo7madre para beneiciarse de la sabiduría natural del mundo. Lo que equi#aldría a reconocer lo que simplemente es. $sta re#elación es dolorosa para muchos.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
'na reciprocidad anadora$ 6ebido a nuestra cercana relación con los #egetales, #amos a emprender una puriicación de nuestra naturaleza #egetati#a. Contrariamente a nosotros los #egetales est"n #inculados. !u metabolismo es in#erso al nuestro. La cabeza de un hombre se'ala hacia el cielo mientras que la de un "rbol es iada en la tierra. $sta situación permite al #egetal estar en comunión con el conunto de la naturaleza.
Los pies de un #egetal se orientan pues hacia el cielo lo que nos da la impresión de una gran inmo#ilidad y del problema que se deri#a. +ealmente, el mundo subterr"neo es el obeto de una intensa acti#idad energética, mucho m"s importante incluso que todo lo que se produce en la supericie de la tierra. $l mundo #egetal #i#e en la unidad de la naturaleza mientras que al hombre est" disociado. Cuando el trabao alquímico a#anza, el hombre rencuentra la sensatez natural y comienza a sentir los #ínculos que lo unen con la naturaleza. !e siente cada #ez menos aislado en el desierto e*istencial, quitando progresi#amente lo de cada uno para sí en a#or de una conciencia uniicada y paciicada. Cuando el alquimista trabaa sobre una planta y recibe los eectos, in#ierte los procesos de percepción habitual y se alinea sobre nue#as energías. La carta del tarot ?el colgado@ representa este proceso de in#ersión y muestra al hombre el camino que debe recorrer.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
La mayoría de las tradiciones espirituales son conscientes de ese hecho. !e lo encuentra bao distintas ormas como en la C"bala hebraica con el "rbol de #ida o también en la crucii*ión de !an &edro cabeza abao. $*iste incluso un yoga alquímico que predica que si un hombre pasa tres horas al día en la posición denominada !alamba shirshasana o postura del peral, de#endr" inmortal. $n esta ase, se comprende "cilmente que la alquimia #egetal dista mucho de ser poco importante. $l iniciado reconocer" perectamente las #entaas que podr" sacar de tales ense'anzas, a condición de que acepte in#ertir sus métodos de uncionamiento corrientes $0 esta ase, se comprende "cilmente que la alquimia #egetal dista mucho de ser poco importante. $l iniciado reconocer" perectamente las #entaas que podr" sacar tales conclusiones, a condición de que acepte in#ertir sus métodos de uncionamiento corrientes
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
'n redescubrimiento de sí$ $l hombre ha ol#idado hasta qué punto es un #egetal en mo#imiento. Al estudiar meor su anatomía, #a a darse cuenta que no es muy dierente de una planta.
Comencemos por el esqueleto. 9ué es un esqueleto compar"ndolo con el tronco y con las ramas de un "rbolB Los alquimistas simbolizaban las osamentas por el árbol seco o el árbol hueco. +ecordamos m"s arriba la analogía que acercaba los bronquios - bronches/ y las ramas -branches/, pero también podemos #er esto en el desarrollo #egetati#o del sistema cardio#ascular y esto, ad ininitum. $sta es la razón por la que la alquimia #egetal abre la puerta del autoconocimiento y permite al hombre iniciar la primera ornada inici"tica.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
Cómo entrar en contacto con los veetales Como en todos los mundos maniestados, el de los #egetales posee su propio lenguae Un #iaero que quiere aprender a comunicarse con los habitantes de un país leano debe adaptarse a sus costumbres con el in de ganar progresi#amente su conianza. $n otros "mbitos, todo in#estigador debe plegarse a las leyes de lo que estudia. $l que quiere estudiar la auna submarina, debe aprender a conocer el medio ambiente oce"nico y debe adquirir la competencia particular. Lo mismo sucede en alquimia #egetal. Las plantas se pueden apro*imar de una determinada manera que a #eces sobrepasa muy leos nuestros métodos de comunicación #erbal.
La puerta de las emociones$ La principal #ía de comunicación con los #egetales es la emoción. $sta es la razón por la que una prounda insensibilidad no nos permitir" entrar en relación con ellos. 0o basta con decir palabras bellas para que una planta acepte con#ersar. !i nuestras palabras est"n #acías de emoción, la planta simplemente no lo entender". +ecoger" una suerte de energía ría a su alrededor y se cerrar" a ella. $ste enómeno e*plica porqué algunas personas tienen la mano #erde. +ealmente, estas personas simplemente aman a las plantas. $llas lo perciben y se alimentan, lo que a#orece su crecimiento. 0uestra educación no nos ha preparado para eso. $n occidente, conundimos sensibilidad con sensiblería. &ensamos que las emociones naturales son nuestras enemigas y nos cerramos a ellas. +esultado, nos pri#amos de acultades de percepción sutil y a#orecemos los comportamientos analíticos y técnicos. !e #e a dónde eso lle#a a ni#el colecti#o respecto a la gestión ecológica del planeta. Una irresponsabilidad notoria es lo que reina y desarregla peligrosamente el equilibrio del ecosistema. 0o es m"s un secreto que el hombre moderno est" en ruptura con su medio ambiente y e*plota sin medida los recursos naturales.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
Cosa curiosa, la e*periencia de la alquimia #egetal demuestra que las plantas no conocen la cólera sino solamente la compasión. $s también por eso que la alquimia #egetal puede ayudarnos a nosotros a asumir y a desarrollar comportamientos m"s responsables.
La tierra que respira$ Un eercicio inquietante consiste entra'arse en ir con los pies desnudos imagin"ndose que se #a sobre el #ientre de un gran animal dormido. !entir la #ida que palpita bao sus pies e ir con el respeto de un #iaero que no quiere molestar el sue'o del mastodonte. 0uestros h"bitos son muy contrarios a esta propuesta. &restamos muy poca atención a nuestros pies y los maltratamos considerablemente. Con todo constituyen nuestra toma de contacto con la realidad. !i nos acordamos que los organismos #egetales y humanos son in#ersos, entonces #amos a descubrir bao nuestros pies lo que nuestra cabeza habría sido muy incapaz de entender. $ntra'"ndonos -dedicndonos/ a sentir la respiración del suelo, de un "rbol o de una lor, se #a a producir algo interesante. !e #a a comenzar a probar sensaciones nue#as y desconocidas. !er" necesario #elar mucho para resistir toda interpretación mental y dear que la e*periencia contin%e naturalmente.
Como entrar en contacto$ Continuemos in#irtiendo las cosas y abandonemos moment"neamente nuestros h"bitos. $n eecto, el hombre se hizo tan poderoso como piensa poder obtener lo que desea tom"ndolo. $n el reino #egetal, somos m"s bien escogidos y no a la in#ersa. $s mucho m"s interesante dearse captar por una planta que determinarla por si mismo. $s por otra parte una regla uni#ersal de comunicación. &or eemplo, los etólogos que han estudiado los gorilas sencillamente entraron de orma progresi#a en su territorio y esperaron que los monos se acercaran naturalmente. Al cabo de un momento, crea una complicidad que incita al contacto y los mismos gorilas acaban por reclamar la presencia de los e*traneros. &odríamos imaginarnos que con el mundo #egetal, esta comparación sea boba o este pri#ada de undamento. 0o lo es en nada. Cuando se hace la e*periencia de una in#itación #egetal, es siempre un gran momento lo que no dea ninguna duda.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
$l bot"nico Eduard Bach realizó sus eli*ires lorales de este modo. Dl recorría la landa -estepa, planicie/ y cada #ez que sentía una emoción particular, miraba a su alrededor que #egetal se encontraba allí. Así es como ha conseguido clasiicar un cierto n%mero de plantas de las que se sir#ió para meorar sus estados de alma. $sta ley de resonancia ue conocida por los Antiguos bao el término de le de las signaturas. Una #ez que la se'al ha sido recibida, podemos acercarnos delicadamente y percibir el #egetal no como un obeto, sino como una sustancia #i#a. $s algunas #eces diícil porque la gente tiende a creer que lo que esta inmó#il esta también inerte. Creemos también que lo que no emite ning%n sonido no esta dotado de ning%n modo de entendimiento.
(er ) entender de otro modo$ $*iste una m%sica #egetal. Ciertos seres dotados de percepciones particulares, han claramente entendido las melodías indescriptibles que emanaban de los "rboles y de las lores. :uy a menudo, estos sonidos inaudibles en la orea humana se parecen a ga#illas -a atados/ de colores perumados. $s ciertamente un espect"culo mara#illoso y desconocido para la mayoría. $s e#idente que para poder entender la dulce #oz de las plantas, hay que saber callar y dear su lugar. $l murmullo de un #egetal que se comunica es tan r"gil y dulce como un delicado perume. $n esto el hombre debe hacer el esuerzo de abrirse y dilatar su conciencia con el in de poder percibir el lenguae de las personas #erdes.
La ense*an&a de las plantas$ Cuando conseguimos establecer un contacto y comenzamos a trabaar con una planta, ésta es susceptible de maniestarse en sue'o. +ecibimos entonces ense'anzas relati#as a problemas en contacto con la especiicidad de la planta. Cada #egetal es poseedor de un conocimiento que es propio. Dl lo comparte de buena gana en el "mbito de las pr"cticas de alquimia #egetal ya que la realización de un eli*ir es un gran honor que se le hace, así como a todos los de su especie. Como ser#icio de#uelto, nos ayuda a comprender o a austar nuestros problemas.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
Cuando hacemos un eli*ir con una planta, hecemos un pacto de amistad con el conunto de su categoría. $sto signiica que si trabaamos con las amapolas del campo, seremos también reconocidos por todas las amapolas que se encuentran en otra parte, cualquiera que sea el tiempo y la distancia. $s una de las particularidades de la naturaleza que los in#estigadores en comportamiento animal también obser#aron. &or eemplo, introduciendo a un grupo de chimpancés nue#os comportamientos en una región del mundo, obser#amos que en otra parte otros monos los reproducían sin que haya habido contacto entre ambos grupos. 4ay pues un lazo in#isible que une las especies animales y también es #erdad para las plantas. 0o tenemos que preocuparnos por saber cómo la planta se dirigir" a nosotros. $n el uni#erso onírico el lenguae hablado es muy a menudo reemplazado por una comunicación telep"tica. Los pensamientos se transmiten directamente de una sustancia a otra cualquiera que sea su reino. Así es como podemos con#ersar "cilmente con una planta sin que la barrera del lenguae se interponga.
Primer obra $n cuanto la planta ha sido determinada y cuanto una relación se estableció con ella, el trabao alquímico #a a poder comenzar. +ecordemos que se trata de una colaboración entre dos seres y que un intercambio se eectuar". 0o debemos, sobre todo, ser#irnos de una planta sin haber tomado el tiempo de pedirle su ayuda. La lógica quiere que no pensemos en orzar a una persona de nuestro cercanía a eectuar un trabao en com%n que no habría escogido hacer, y para el que no tenga ning%n interés... 0os proporcionamos pues una cantidad determinada del #egetal concernido o sea en sus raíces, o sea en sus ramas, o sea en sus hoas, o sea en sus lores o rutos. $sta elección depender" del an"lisis del tema astrológico del alquimista que estudiaremos en otro capítulo.
¡Comencemos con el +in! &or muy e*tra'o que esto parezca, el inicio del trabao alquímico comienza con la muerte. (ambién es #erdad para todos los reinos de la naturaleza y puede parecer inconcebible que se pueda ayudar a alguien mat"ndolo. $s sin embargo a lo que se llega cuando realizamos la primera operación alquEmica de acuerdo con nuestro #egetal. :"s e*actamente, hay que comprender que para renacer, hay Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
que primero morir. $n ese caso, esto no transorma al alquimista en asesino sino en sacriicador. $l sacriicio inici"tico conlle#a una renuncia. 6ebemos dar la espalda a un estado e*istencial impuro en pro#echo de otro que es meor. $sto puede hacerse sólo pasando por la puerta de la muerte. 0uestra planta lo sabe pero no se deber" creer que ella sola ser" la que #a a perecer en esta operación. ;a que el trabao de laboratorio tiene proundas repercusiones sobre el alquimista, resulta que este %ltimo también deber" aceptar #i#ir un duelo en contacto con las cualidades de la planta con la cual labora. &or eemplo, la Lis que rige las relaciones de parea a di#ersos ni#eles, aportar" su lote de #erdades, de aclaraciones o de desilusiones en la #ida sentimental del alquimista. !i éste mantiene una relación amorosa neasta o mentirosa, la energía de la Lis acudir" para restablecer el equilibrio y podría ser que esto terminara en una rotura. $ste género de acontecimiento es a menudo #i#ido como una muerte porque hay entonces que librarse de #ieos comportamientos obsoletos del pasado.
Separar las cosas$ Así como con un rompecabezas que acaba de comenzar, la primera cosa que hacemos es separar el grueso montón de piezas amontonadas sobre la mesa en di#ersas categorías. 1amos ciertamente a escoger los "ngulos y a poner untos los colores dominantes. $s un poco lo que hace la naturaleza cuando un cuerpo muerto se descompone. Asistimos a la desarticulación de las partes constituyentes de su metabolismo, tal como los luidos, los gases y las partes m"s sólidas. Un cuerpo en descomposición se transorma aparentemente de modo incoherente mientras esto sigue el orden de los elementos de la naturaleza. Los alquimistas denominaron a este enómeno caos. &odemos en eecto alcanzar un nue#o orden de las cosas sólo pasando por una clase de desorden o de desarticulación, de allí la e*presión muy conocida) el caos precede al orden .
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
,Solve,$ Los alquimistas denominaron a su primera operación solve. $s una palabra latina que signiica separar o disolver. 1amos pues a separar los constituyentes de la planta haciéndola macerar en un alcohol #egetal y precisaremos su naturaleza m"s tarde.
$sta maceración #a a separar nuestra planta en dos partes) un alcoholaturo coloreado y odoríero
un residuo bituminoso
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
-res principios$ $sta separación de los elementos #egetales es comparable a la disolución que se produce en el momento de una putreacción. 3bser#ando el resultado de esta e*periencia, los alquimistas determinaron que tres elementos principales coe*istían en toda cosa. $llos les llamaron simbólicamente Azure, :ercurio y !al.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
$n el momento de su separación, el mercurio y el azure son mezclados en el alcoholaturo. $n el estado de nuestros eercicios, no procuraremos separarlos. La sal, en cuanto a si, se encuentra en el residuo bituminoso y #a a hacer alta puriicarla por el uego hasta obtener una ceniza. $sta operación se llama la calcinación y la estudiaremos m"s tarde. La ase solve es una separación que concierne mucho m"s que a los elementos psico7 químicos de la materia. $lla corresponde sobre todo a la separación global del ser #egetal.
¿-res principios o tres cosas? Concretamente, obtenemos tres cosas o tres productos que se puede asociar simbólicamente con los tres principios alquímicos Azufre, Mercurio y Sal. 0o hay que conundir pues una materia y un principio. 8 $l :ercurio es el alcohol de la planta 8 $l Azure es el aceite #ol"til 8 La !al es la ceniza $s importante comprender que los tres principios alquímicos encierran las #irtudes ontológicas de la planta y que, por consiguiente, no son de las cosas iadas. Los tres términos son utilizados pues para las analogías que se #inculan con los elementos constituti#os presentes en cada materia natural. Así, acabamos en el cuadro siguiente)
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
Principios alquímicos
Mercurio
Azufre
Sal
%natomía oculta
Espíritu
Alma
Cuerpo
Parte de la planta
Alcohol
Aceite esencial
Sales minerales
Matriz universal y elemento común al mundo vegetal
Carácter y personalidad, olor, propiedades terapéuticas y gusto
!eceptáculo tangi"le de los otros dos principios permitiendo la manifestaci#n física del cuerpo
Características
Los Antiguos escogieron estos tres términos a causa de propiedades particulares de los cuerpos químicos que ellos designan. $n eecto, el mercurio es solo el metal en usión a temperatura ambiente. $s una clase de e*cepción met"lica que lo singulariza simbólicamente. $s también un metal que tiene la particularidad de entrar "cilmente en aleación con otros metales. $sta característica lo dota de propiedad matricial de acuerdo con lo que querían signiicar los Antiguos en términos de espíritu. $s por eso que el alcohol ue llamado agua de vida en relación con el hecho que el Mercurio al!uímico o espíritu representa la #ida que circula por la materia y esto, uni#ersalmente. Alquímicamente hablando, se considera pues que un :ercurio es un elemento capaz de recibir una impresión o una signatura. $s un producto o#ular cuya #irginidad podr" ser ecundada al contacto con un esperma 7 de otro modo llamado tintura por los Antiguos 7 y que no es otro que el Azufre al!uímico. La semilla que #a a dar a una personalidad a la planta es el aceite esencial o el alma vegetal. $ntre los humanos, el car"cter de una persona, que sea bueno, malo o mitigado, responde a las cualidades del alma. $s pues el alma o Azufre que modela el Mercurio para darle una orma, al ser retenido todo por el principio Sal. $n el reino #egetal, esta impresión del azure #a a determinar el color, el perume, el gusto y las cualidades curati#as o en#enenadoras de una planta. Los Antiguos se inspiraron
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
en las propiedades c"usticas y tingeantes -de te'ir/ del azure mineral para cualiicar el principio alquimico que ellos deseaban describir. ; inalmente, habiendo obser#ado que toda sal mineral es "#ida de humidad y se impregna r"pido si se la dea al aire libre, los alquimistas le dieron pues al cuerpo -nacido/ de los dos principios precedentes el nombre de Sal. &odemos concluir pues que todos los #egetales poseen el mismo Mercurio -ya que es simplemente el espíritu de vida/ en un cuerpo igualmente neutro, pero que lo que #a a distinguirlos se encuentra en su Azufre o aceite esencial. La primera operación consiste pues en separar los tres principios aislando por un lado el principio #ida o Mercurio , el car"cter o Azufre y el cuerpo7 Sal.
¿Qué hacemos e.actamente? !abemos que una planta, como todos los seres de este planeta es sólo una de las numerosas maniestaciones del espíritu universal en el origen de todo. $n su #iae del cielo hacia el centro de la tierra, luego de mutaciones sucesi#as que lo han transormado en una o en otra de las cosas e*istentes -mineral, metal, #egetal o animal/, este espíritu ha acumulado impurezas y equi#ocaciones. La operación sol#e #a a disol#er la materia en tres principios, pero #a al mismo tiempo a poner en e#idencia estas impurezas y adem"s a separarlas.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
#l menstrum Ahora que comprendimos cómo se eect%a la primera operación, debemos estudiar los medios que permiten su eecución. &ara separar, hace alta un separador. $ste agente especial puesto en contacto con una materia la desagrega r"pida o lentamente seg%n su naturaleza. $sto signiica que e*isten #arios separadores o -menstra/ menstruo -origen latino que deri#a de menstrua que es el período cuando la muer se separa de una parte de su sangre/.
'n menstrum por materia$ La eicacia de estos menstruos #aría con arreglo a su naturaleza y a las materias que son consideradas a disol#er. $l m"s dulce -sua#e/ y también el m"s lento es el agua. Cuando hacemos una tisana, sumergimos un poco de planta en agua caliente que #a a separar y a agregar una cierta parte soluble de la planta y abandonar" el resto. Algunos menstra -menstruos/ son m"s #iolentos y r"pidos como di#ersos "cidos y aguas uertes de los Antiguos. 3tros son m"s atenuados como el alcohol, el éter o el #inagre. $n alquimia #egetal, el menstrum universal es el etanol o el alcohol nacido del #ino. Una #iea tradición esotérica atribuye al sarmiento -la rama/ de la #id la cualidad de ser el agente uni#ersal del reino #egetal. $s probablemente debido al hecho que el #ino siempre ha sido asociado con la sangre, hasta tal punto que se lo ha llamado sangre de la tierra . :"s el #ino como la sangre participan en muy numerosos ritos en la mayoría de las tradiciones espirituales antiguas. 4ay por otra parte una ense'anza alquímica a e*traer de la abricación del #ino.
¿Cómo obtener el menstrum? asta con destilar #ino seg%n un cierto procedimiento que estudiaremos a continuación. $l segundo modo consiste en hacer ermentar la planta en agua lo que, como lo sabemos, ocasiona una producción de alcohol. La solución alcohólica que se obtiene por estos dos medios es el principio Mercurio del #ino y, como lo precisamos m"s alto, por e*tensión, el Mercurio universal para el reino #egetal.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
6educimos de esta rele*ión que el mercurio de un reino es un e*celente menstrum para este reino.
#l arte de la destilación 6estilar signiica separar una materia de manera que sus partes #ol"tiles se desprendan de sus partes groseras o pesadas. $ste procedimiento parece haber sido desarrollado ampliamente por los "rabes, pero atestiguamos su presencia en los baos relie#es del antiguo $gipto. La destilación es toda#ía utilizada hoy en los laboratorios químicos porque su utilidad es mayor en todo proceso de separación de luidos. 4ay que saber sin embargo que e*iste una destilación puramente ilosóica que otorga al menstrum cualidades alquímicas particulares. &ero antes de describir el particular, primero nos detendremos en el procedimiento cl"sico mismo. $*isten m"s o menos SEIS "I#OS de destilación) G 7 la destilación ordinaria
H 7 la rectiicación
I 7 la destilación raccionada
J 7 la destilación al #acío
K 7 la destilación al #apor
7 la destilación ilosóica.
1eremos solamente dos, la primera y la se*ta, porque estas son ampliamente suicientes para realizar operaciones alquímicas de en#ergadura. $l resto constituye un riesgo de complicación in%til y peligroso para la b%squeda alquímica.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
%natomía del destilador$ Un destilador, ya sea de #idrio o en otros materiales, siempre consta por lo menos de cuatro piezas) 8 un recipiente de base en el cual se #a a calentar el líquido del que se quiere e*traer la parte #ol"til 8 un rerigerante que #a a recolectar y a condensar el #apor emitido por el líquido calentado 8 un recipiente7recept"culo que recoge el destilado obtenido 8 un sistema de calor
$l recipiente de base debe poder resistir al calor de un ba'o de arena o meor, el de una placa caleactora. $n ese caso, debe ser obligatoriamente en pyre* como la mayoría de los equipos de química.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
$l rerigerante puede ser de dos clases) 8 $on circulación de agua. $s el utilizado m"s corrientemente. $l tubo en el cual se encamina el #apor est" unido a una corriente de agua ría que circula en circuito cerrado por medio de una peque'a bomba de acuario.
8 $on aire% :"s a menudo utilizado en alquimia a causa de la lentitud del procedimiento. Aquí, el lugar de condensación est" sobrealzado y cubierto con un capitel redondeado, que hace recordar la bó#eda celeste contra la cual los #apores de agua que suben de la tierra se transorman en llu#ia. $ste tipo de destilador resaltaba pues de la obser#ación de la naturaleza para los primeros alquimistas. $l enriamiento del #apor se hace pues por el contacto con la parte m"s ría del equipo, de allí la idea del rerigerado con aire.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
$l sistema de calor debe ser también estudiado con el in de responder a necesidades precisas. A menudo emplearemos una placa calentadora simple sobre la cual pondremos un plato relleno de arena y capaz de resistir el calor. !e #er" mucho m"s tarde la compra de un calentador de balón de laboratorio especialmente concebido para la destilación. Adem"s de la iabilidad de este tipo de material, su precisión de calor es notable. &ara trabaos que requieren una cualidad de calor dado, el calentador de balón se muestra irreemplazable. (ambién anotemos que productos destilados en un balón e#itan la agresión de puntos de calor aleatorios-as/ debidos a recipientes con ondo plano.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
¿Cómo +unciona un destilador? 1amos a estudiar principalmente la destilación del #ino precisando que las reglas de la operación #arían con arreglo a los productos que hay que destilar. 0uestro obeti#o es usar #ino y e*traer de este el alcohol. Así como el #ino es un líquido homogéneo, el destilador nos #a a ser#ir para e*traer de él una parte, gracias a una ley ísica elemental. Dsta dice que no todos los líquidos tienen el mismo punto de ebullición. $n eecto, el agua hier#e a GMMNC mientras que el alcohol hier#e sólo a OPNC. =$sta dierencia nos #a a interesar ampliamente porque signiica que si se calienta #ino, la primera cosa que se #a a e#aporar, es el alcohol> !iguiendo esta lógica, si llegamos a mantener nuestro #ino a una temperatura que linda los OPNC, entonces #amos a poder capturar el alcohol sin que otros líquidos 7 y en particular el agua 7 no pasen a nuestro recipiente colector. Concretamente, el #ino es calentado debao de su punto de ebullición hasta pro#ocar la aparición de #apores. +espondiendo a su naturaleza #ol"til, éstas #an a subir hasta el cuello del recipiente y a encontrar la parte ría alimentada por el rerigerante. Un #apor que se enría reencuentra e#identemente su orma líquida que ser" recolectada por inclinación hasta el recipiente colector.
'na amistad mu) molesta$ $sta ingeniosa teoría contiene a pesar de todo una alla. =$s que el alcohol y el agua hacen muy buen menae -parea/> Las partículas de agua se unen "cilmente con el alcohol. &ues, nuestro desaío de alquimista #a a consistir en e#itar al m"*imo que nuestro alcohol destilado sea impregnado de agua, lo que reduce considerablemente su poder de e*tracción ya que lo destinamos a ser#ir de menstrum&.
777777777777777777777777777 &&recisamos m"s arriba que el agua también entra en la categoría de los menstra. !in embargo, el agua posee un poder separador m"s indicado en la e*tracción del azure. $s por eso que, e#itamos que nuestro alcohol quede demasiado impregnado de agua con el in de que pueda capturar el mercurio de la planta por #ía de ainidad. 777777777777777777777777777
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
4e aquí por qué podemos hablar de grado alcohólico. 6e hecho, cuando se dice que un alcohol est" graduado a KM N, es que est" constituido por un KM Q de etanol y por un KM Q de agua. Cuando est" graduado a OM N, entonces est" constituido por un OM Q de etanol y solamente IM Q de agua. Una destilación cl"sica y reducida al equipo m"s simple permite obtener un alcohol cercano a los M N desde el primer pasae, a #eces menos si se ha destilado a uerte temperatura. &recisemos que para hacer nuestros primeros eli*ires, un alcohol entre JK y KK N basta ampliamente. &odremos obtener un alcohol de meor grado re7destil"ndolo e#entualmente muchas #eces, lo que tendr" por resultado el reducir en cada pasae su tasa de humedad. Ciertas escuelas preconizan el empleo de un alcohol de muy alto grado, incluso de un alcohol absoluto -GMM N/. La e*periencia muestra que este género de proeza no aumenta en nada la eicacia de un eli*ir #egetal y tiende m"s bien a complicar el procedimiento.
'n au.iliar mu) /til$ $l termómetro es una muy buena guía en las operaciones de destilación. $ste no debe estar en contacto con los líquidos porque es la temperatura del #apor la que es importante. !upongamos pues que nuestro aparato est" encargado con #ino. (an pronto como éste comienza a her#ir, el termómetro sube y se detiene hacia los OMNC a OHNC. $l agua de enriamiento del rerigerante debe entonces circular y gotas de líquido caen en el rasco receptor. $stas primeras gotas son de alcohol metílico que no deberá ser conservado por!ue es tó'ico. Cuando la temperatura se estabiliza alrededor de los OPNC, podemos entonces conser#ar el líquido. (an pronto como el #ino hall" liberado todo su alcohol, la temperatura #a muy r"pido a subir hasta alcanzar PH a PINC. 4abr" entonces que retirar el rasco receptor en el cual el alcohol del #ino ser" pasado. !i se continuara calentando r"pidamente, la temperatura alcanzaría GMMNC que es la del punto de ebullición del agua.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
¿Cómo aumentar el poder del menstrum? 1arias ormas se orecen al alquimista para obtener un menstrum apto para las operaciones alquímicas) 8 destilación lenta 8 rectiicación 8 destilación ilosóica
% 0 "estilación lenta$
Así como su nombre lo indica, esta destilación debe ser realizada durante #arios días, incluso #arias semanas seg%n la cantidad de menstrum deseado. &ara hacerlo, es in%til calentar mucho la materia. Lo m"s bao m"s posible ser" lo meor. $n eecto, todo líquido posee la propiedad de e#aporarse a temperatura ambiente. Ahora, el alcohol es mucho m"s #ol"til que el agua ya que su grado de ebullición es inerior. $s pues él quien subir" primero, lle#ando con él una cantidad no despreciable de agua. $ste tipo de destilación lenta puede realizarse sólo con un rerigerante a aire. $l %nico incon#eniente es la débil cantidad de alcohol recuperado así como su grado relati#amente bao. $n ese caso consideramos que la lentitud de e*tracción del menstrum es superior en términos de calidad a su grado. !e preerir" pues un alcohol de KM N conseguido de una destilación con aire a calor débil y habiendo demandado una semana de trabao, a un alcohol a RM N producido en un solo día por los cl"sicos medios y a alta temperatura.
1 0 2ecti+icación$
:uy a menudo, rectiicaremos nuestro alcohol muchas #eces. $sto signiica que una #ez liberado el #ino inicial, redestilaremos nuestro alcohol tantas #eces como sea necesario para quitarle el e*cedente de agua atada a él. La rectiicación aumenta pues el grado del alcohol pero reduce su #olumen. Ciertos pr"cticos intentan alcanzar el alcohol absoluto -GMM N/ rectiicando numerosas #eces, lo que queda muy aleatorio-a/ con un equipo cl"sico. La realidad demuestra que para llegar a este in, ciertos procedimientos son necesarios tales como columnas de destilación raccionada o incluso la destilación al #acío. 0o entraremos en los detalles de estas técnicas porque, en nuestro sentido, son completamente Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
in%tiles para la pr"ctica alquímica. Adem"s, ellas reclaman medios m"s complicados y a #eces peligrosos que se alean de la simplicidad propia del hermetismo.
C 0 "estilación +ilosó+ica$
$n alquimia, el término filosófico es empleado para indicar que uno de los ingredientes no con#encionales #a a inter#enir en la operación. &ara un químico cl"sico, el empleo de la radiación -rayos/ soli7lunar en el corazón de una e*periencia de laboratorio, #iene de la superstición.
&ara un alquimista, se trata de una ciencia por dem"s entera pero que reposa en conocimientos ol#idados o secretos. $s posible en eecto, y alquímicamente deseable, impregnar a 0uestro :enstrum con radiación soli7lunar para dotarlo de un poder preciso. $l uego solar es #erdaderamente un uego alquEmico secreto. $s posible destilar #ino utilizando los rayos concentrados del sol directamente orientados hacia el destilador.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
$sta técnica reclama cierta habilidad y un clima m"s bien estable. !in embargo, el alcohol obtenido es #erdaderamente milagroso y es, de hecho, la #erdadera agua de vida de los Antiguos. Utilizada como menstrum en las operaciones #egetales, orece una eicacia uera de lo com%n en los eli*ires que engendra. Una #ez obtenido, este alcohol deber" ser sometido a los rayos de la luna llena, estos ser"n atraídos irresistiblemente por su naturaleza magnética.
2ecapitulemos$ $s ahora posible comprender precisamente el rol y la acción del menstrum en la operación Solve. +ecordemos) 8 tenemos una planta que est" constituida de tres principios Azufre, Mercurio y Sal mezclados uniormemente en dierentes proporciones para cada materia. $sta amalgama se ha ensuciado por escorias o impurezas acumuladas en el curso de su e#olución.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
8 La planta es sumergida en un alcohol ilosóico o menstrum obtenido por destilación del #ino. 8 !abemos que nuestro menstrum es de hecho un Mercurio universal magn(tico. &ues, él #a a atraer hacia él a su semeante el Mercurio de la planta. 8 &ero como lo hemos dotado de propiedades mercuriales por su e*posición a la radiación lunar, así como la luna lo hace con el sol, también #a a agregar el azufre de la planta -su aceite esencial/ y tomar la orma de un alcoholaturo coloreado y odoríero
!e podría replicar aquí que la misma cosa podría ser obtenida con un simple alcohol no ilosóico, lo que es verdad !uímicamente. &ero los eectos alquímicos buscados, ser"n entonces débiles o nulos porque la radiación soli7lunar impregna la materia así trabaada de propiedades ontológicas indeseables por medio de aparatos de an"lisis. $sto signiica que un alcoholaturo clásico operara m"s especíicamente sobre el plano isicoquímico, mientras que el alcoholaturo filosófico engendrar" reacciones emocionales, psíquicas y espirituales considerables. $s allí entonces que con#iene recordar la des#iación prounda que separa la química de la alquimia. Un paralelo e#idente e*iste por eemplo con la homeopatía. !abemos bien que las peque'as bolas de az%car que se ingiere a menudo no contienen ning%n rastro químico de las sustancias que sir#ieron para su elaboración. !in embargo, ellas han conser#ado la energía o el alma y son entonces capaces de producir eectos terapéuticos similares y algunas #eces superiores a los procedimientos alop"ticos tradicionales.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
La +ermentación 1amos a cerrar este capítulo de la primer obra #egetal por la descripción de la fermentación. $ste tema crear" ramiicaciones hasta ni#eles espirituales. 4ay, en eecto, concordancias inici"ticas importantes entre la ermentación de una planta y el enómeno escatológico. Lo que es normal ya que ase#eramos m"s arriba que la ase solve representaba la muerte de la materia. $n tiempos m"s a'eos o en regiones muy pobres, los alquimistas no utilizaban destiladores para e*traer los tres principios de una planta. =La naturaleza ha pre#isto que esto sea posible pr"cticamente sin equipo alguno>
2indan a César333 Cuando un hombre allece, decimos que retorna el alma. :"s e*actamente, que retorna el espíritu. $sta conusión se e*plica por un enómeno socio7ilosóico que no podemos desarrollar aquí ya que nos alearía de nuestro tema. !in embargo, sabemos que la muerte entra'a una descomposición de los cuerpos que liberan un cierto n%mero de sustancias aéreas. $n todos los ni#eles de la creación, la primera cosa que dea el cuerpo, es la #ida, es decir el espíritu para los Antiguos. &ara los organismos celulares, esto se traduce en una rigidiicación y un enriamiento de las carnes. 9uienquiera que haya tocado un cad"#er ha sido nublado por la ausencia maniiesta del elemento #ital que caracterizaba a la persona cuando #i#ía. $n suma, sentimos bien la dierencia entre una masa #i#iente y una masa inerte. !i esto es #erdad para un reino, también es #erdad para otro aunque ciertos matices inter#ienen orzosamente. Cuando se dea morir una planta en agua azucarada, ella #a a descomponerse liberando alcohol. $sto es llamado fermentación. $ste alcohol es un enómeno biológico compleo que #a a transormar las glucosas de la planta en etanol por medio de enzimas naturales contenidas en las le#aduras, bacterias y microorganismos presentes en condiciones pri#adas de o*ígeno o anaerobia. Lo que hizo decir a #asteur que) )la fermentación* es la vida sin el aire+ . &ara los Antiguos, la ermentación y la putreacción son una y la misma cosa. &ero después, la palabra putreacción tomó un sentido p%trido que los Antiguos no le atribuían. $n eecto, los alquimistas siempre creyeron que la putreacción era la lla#e de los secretos de la naturaleza.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
1amos pues a retener este adagio y a conser#arlo para la continuación de nuestro estudio airmando que el alcohol producido de una ermentación #egetal, libera el Mercurio de éste.
Las condiciones de una +ermentación $n tiempo normal, la muerte de una planta ocasiona su desecación. $lla comienza por marchitarse, se marchita cada #ez m"s, pierde sus colores y se seca irre#ocablemente. $lla no se #a a pudrir e*cepto si se la encierra en un saco u otro lugar no aireado. $n tal caso, ella se transorma en una papilla p%trida y caótica no orzosamente ermentable. Al contacto con el aire sus luidos se e#aporan y no obser#amos osario hediondo propio del reino animal. $sto es debido a dierencia de compleidad bioquímica entre ambos organismos #egetales y animales. La ermentación de los rutos es relati#amente simple de obtener. La presencia de le#aduras sobre su piel y az%car en abundancia en su pulpa, acti#a el enómeno. Frecuentemente el empleo de le#aduras suplementarias a#orece el desarrollo, conugado con técnicas de mezcla y el empleo de temperaturas particulares. Así es como numerosas bebidas alcohólicas son producidas -#ino, cer#eza, sidra/. 4acer ermentar una planta es m"s diícil en cambio. $s por eso que a menudo se preiera la utilización de un menstrum e*terno para nuestros eli*ires alquímicos.
¿Cómo reali&ar una +ermentación veetal? (radicionalmente, la planta es ermentada después del aislamiento del principio azufre, $n comparación con el método con menstrum en el cual se e*trae un alcoholaturo que contiene el Mercurio y el Azufre mezclados, aquí la planta sure primero la primera e*tracción de su aceite esencial. Cualquiera que sea el método empleado, con #apor o por maceración en el agua, queda de esta operación una papilla que toda#ía no ha soltado su :ercurio. 6aremos m"s adelante algunas precisiones sobre los Azufres vegetales. !e recupera pues la papilla y la mezclamos con la planta resca para re#i#iicarla porque ha sido muerta por la e*periencia precedente. $l conunto est" colocado en un gran bocal -rasco/ de conser#a y es rellenado con agua de llu#ia o meor, de rocío. A'adimos un pedazo de az%car roizo con el in de acilitar la ermentación aunque sería meor pasar sin
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
hacer eso ya que lo que se procura obtener es un producto resultante de una operación natural. $n los principios, podemos utilizar le#adura de cer#eza o pan para acti#ar la ermentación y poder obser#ar los resultados.
$s necesario seguidamente e*poner el rasco -bocal/ a un calor que #aría entre HKNC
y IMNC e idealmente a pleno sol que es el calor radical por e*celencia. !in embargo, se puede usar perectamente una buena incubadora.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
6urante tres o cuatro días, se abre el bocal para airearlo y e#acuar el gas carbónico
que se estanca por encima del líquido que impide el desarrollo de las le#aduras.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
Luego se agita sua#emente el producto con una cuchara de palo y se cierra la
tapadera.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com
Cursillo Práctico de Alquimia Vegetal – Volumen 1
Al cabo de un momento, la supericie del líquido ser" espumosa. La aparición de
estas burbuas indica la presencia de una ermentación en el rasco -bocal/.
Stéphane Barillet © 2010 – Todos los derechos reservados – www.art-du-vivant.com