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KENT V. FLANNERY. 1976. La Evolución cultural de las civilizaciones. Universidad Nacional Mayor de San Marcos Li!a. ____________________________________________________________________________________ ____________________________________________________________ ________________________ _
LA EV"LU#$%N #UL # ULTURAL TURAL &E LAS #$V$L$'A#$"NES La ecología humana ha hecho contribuciones considerables a la prehistoria, especialmente al estudio de los pueblos con nivel de organización relativamente sencillo y ligado al medio ambiente. Con las primeras civilizaciones, o cualesquiera otras civilizaciones, pasamos a lo que Steward caliica de un nivel m!s alto de integración y deben buscarse otros tipos de causalidad. La escarpada ascensión de una vida de aldea de temprana ormación a la civilización olmeca es un e"emplo de evolución cu!ntica cuya e#plicación v!lida bien puede puede hallarse hallarse en el el reino de las ideas y las instituciones instituciones antes que en los modos modos de producción. producción. $ichael %. Coe &'(), p. *+ s estimulante que los los nuevos nuevos datos rectiiquen rectiiquen el equilibrio equilibrio y diri"an nuestra atención, atención, e#cesivame e#cesivamente nte interesada por la ecología del antiguo -ró#imo riente, hacia temas arqueológicos m!s centrales como la organización social y el contenido cultural, materias que merecen un estudio global que no han recibido en los /ltimos a0os.
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1obert 2. %yson, 3r. &'*), p. '.(45
n el curso de los tiempos antiguos y modernos, algunas sociedades humanas han evolucionado a nive nivele less de gran gran comp comple le"i "ida dad d socio sociopo polí lític tica. a. l estud estudio io de estas estas 6cult 6culturas uras superi superiore ores7, s7, 6esta 6estado dos7 s7 o 6civilizaciones7 presenta problemas de gran magnitud y pocos han sido los intentos de e#plicación &sean etnogr!icos o arqueológicos) que han tenido 8#ito. sto no es casual9 en los /ltimos a0os, una masa de datos cada vez mayor sugiere que las sociedades comple"as no son ya susceptibles de ser tratadas por los distintos tipos de an!lisis simples :estructurales, uncionales o 6culturológicos7: que los antropólogos han desarrollado tradicionalmente. l limitado 8#ito de los llamados 6enoques ecológicos7 a las sociedades comple"as ha llevado a una comprensible crítica de los humanistas. '. l lector debe percatarse de que la comple"idad de la organización sociopolítica no implica la comple"idad de los ecosistemas. n realidad, como sugiere este artículo, alguna de las sociedades m!s comple"as puede asociarse con ecosistemas deliberadamente simpliicados. -or e"emplo, el cultivo intensivo con una sola cosecha anual es menos comple"o que dos cultivos diversiicados y libres de plantas silvestres en algunas bandas cazadoras y recolectoras, como muestran las citas que inician este te#to. %e hecho, tanto entre los arqueólogos, e#iste la diundida creencia de que las apro#imaciones ecológicas son apropiadas para cazadores, recolectores y primitivos primitivos productores productores de alimentos, alimentos, pero inadecuadas inadecuadas para el estudio de las civilizaciones. sto viene a ser tan convincente como el dogma religioso de que la evolución sirve para e#plicar todas las ormas ineriores de vida, vida, pero que el hombre hombre necesitó necesitó un acto especial de creación. creación. #iste una razón de que hayan racasado los vie"os 6enoques ecológicos7, pero esa razón no radica en la ecología, sino en los autodenominados 6ecólogos7. Los ecólogos modernos, que no sólo analizan, sino que inclu incluso so simula simulan n ecos ecosist istem emas as din! din!mi mico coss &c. &c. ;att ++), ++), tiene tienen n en cuenta cuenta que que todas todas las poblac poblacion iones es inte interc rcam ambi bian an mate materi ria, a, ener energí gíaa e ino inorm rmac ació ión n con con su medi medio o ambi ambien ente te.. 2asta 2asta ahor ahoraa han han sido sido undamentalmente los humanistas quienes han estudiado los aspectos relativos a la inormación de las sociedades comple"as< el arte, la religión, el ritual, los sistemas de escritura, etc8tera. Los 6ecólogos7 se van contentando en gran medida con estudiar el intercambio de materia y energía9 los actores 6tecno ambientales7 como los llama 2arris &4(). Leyendo lo que escriben los 6ecólogos7, uno tiende a pensar que los pueblos civilizados sólo comen, e#cretan y se reproducen9 leyendo lo que escriben los humanistas, podría pensarse que las civilizaciones civilizaciones est!n por encima encima de esas tres actividades y dedican dedican todas sus energías a las artes. n este te#to deender8 que los humanistas deben de"ar de creer que la ecología es 6deshumanizada7. La 2istoria y los ecólogos deben de"ar de considerar el arte, la religión y la ideología
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como simples 6epienómenos7 sin importancia causal. n una apro#imación mediante ecosistemas al an!lisis de las sociedades humanas, todo lo que transmite inormación cae dentro del campo de la ecología. =al apro#imación se adoptar! en la /ltima parte de este ensayo. Las primeras civilizaciones. Las civilizaciones m!s antiguas del mundo, incluídos los llamados 6estados prístinos7 &>ried 44), hace mucho tiempo que son ob"eto de inter8s y debate por parte de los estudiosos. =odas evolucionaron antes de que se iniciara la historia escrita en sus respectivas partes del mundo, y todas comparten una sorprendente cantidad de características a pesar de haberse iniciado con parcial o total independencia unas de otras. ?sí, aunque algunos estudiosos podrían argumentar que las primeras civilizaciones de los ?ndes &-er/, @olivia,) y de $esoam8rica &$8#ico, Auatemala, 2onduras) deben de haber tenido por lo menos un leve contacto, e#isten pruebas abrumadoras de que se produ"eron con independencia de las primeras civilizaciones del -ró#imo riente, gipto y la Bndia, las cuales estuvieron en mutuo contacto con una intensidad desconocida. =odavía no se sabe hasta qu8 punto ue autónoma la primera civilización china. Como otros campos del saber, la arqueología padece de una terminología tan vaga y ambigua que m!s tiende a oscurecer que a clariicar. -uesto que 6civilización7 es uno de esos t8rminos, sólo lo utilizar8, y pocas veces, para reerirme a ese comple"o de enómenos culturales que tiende a presentarse con la orma especial de organización sociopolítica llamada stado. l stado es algo m!s !cil de deinir, puesto que ha sido muy estudiado por cualiicados sociólogos y antropólogos. o obstante, debemos apro#imarnos a 8l considerando brevemente las ormas m!s sencillas y precedentes de organización sociopolítica &>igura ') que recientemente Service &+5), Sahlins &(*) y >ried &44) han distinguido del estado.
LA S"#$E&A& $(UAL$TAR$A Bandas. Las sociedades igualitarias m!s sencillas son las bandas, cuyos /nicos 6segmentos7 son las amilias o grupos de amilias emparentadas, y cuyos medios de integración se limitan habitualmente a los lazos amiliares de parentesco y matrimonio, m!s la residencia com/n. l liderazgo es inormal y eímero9 la división del traba"o opera por criterios de edad y se#o y los conceptos de territorialidad, iliación o lina"e est!n muy poco desarrollados. Las ceremonias m!s importantes son ad hoc y tienen lugar siempre que se re/ne el bastante n/mero de personas y se dispone de suicientes recursos. sta organización suele encontrarse entre los cazadores y recolectores, como los aborígenes australianos, los bosquimanos y los esquimales, y los paiute y shoshones de la Aran Cuenca. Se supone, por las pruebas arqueológicas, que hasta el a0o '5.555 a. de C. la mayor parte de la población del mundo estaba organizada de esta orma. Tribus. ?unque muchos evolucionistas no se sienten actualmente contentos con el t8rmino 6tribu7, Service &+5) lo encontró originalmente adecuado para describir sociedades igualitarias mayores cuyos segmentos son grupos de amilias relacionadas por la iliación com/n o por la pertenencia a una variedad de grupos basados en el parentesco &clanes, lina"es, líneas de iliación, parentelas, etc8tera), de cuya descripción se han ocupado los etnólogos durante d8cadas. Como ha sugerido Sahlins &(+), una unción latente de algunos de estos grupos de parentesco es ser unidades de tenencia de tierra o de propiedades y, por tanto, no es sorprendente que sean m!s abundantes entre agricultores primitivos que entre cazadores. Suelen venerar a los antepasados y creen que siguen tomando parte en las actividades del lina"e, incluso, despu8s de la muerte &buenos e"emplos se encuentran en los indios pueblo del sudoeste de los stados Dnidos &rtiz E*) y en los habitantes de las tierras altas de ueva Auinea &1appaport EF). -uesto que las 6tribus7, al igual que las bandas, tienen un liderazgo d8bil y eímero, se integran con ayuda de complicadas ceremonias y rituales, &e incluso se ha deendido que tales actividades regulan sus relaciones interpersonales y ambientales). ?lgunas de 8stas son dirigidas por 6asociaciones7 ormales o 6sociedades raternales7 en las que participan miembros de muchos lina"es9 los e"emplos incluyen las sociedades de danzas, las sociedades de payasos y las sociedades de medicinas de los indios -ueblo. Las 6tribus7 recuentemente tienen ceremonias regularmente programadas o calend!ricas que se celebran todos los a0os en las mismas echas. stas ceremonias, así como los ciclos rituales a largo plazo que abarcan d8cadas, pueden ayudar a evitar la degradación del medio ambiente, limitar las incursiones intergrupales, a"ustar la relación hombre:tierra, acilitar el comercio, redistribuir los recursos naturales y 6nivelar7 todas las dierencias de riqueza que amenacen la estructura igualitaria de la sociedad &c. 1appaport EG, pp. F:G).
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=ales sociedades 6tribales7 parecen haber evolucionado durante la primera parte del período posterior al -leistoceno en las distintas partes del mundo que hemos considerado, se maniiestan arqueológicamente en los restos de las aldeas o recintos residenciales donde las dierencias de riqueza y status entre las amilias son insigniicantes. n el pró#imo riente y en la costa del -er/, tales asentamientos parecen haberse producido antes de que apareciera la agricultura y se sostenían a base de la recolección intensiva de alimentos silvestres9 en $esoam8rica, por otra parte, solo surgieron despu8s de muchos miles de a0os de gradual pereccionamiento de una agricultura todavía primitiva &>lannery 'G). La aparición de las líneas de iliación multigeneracionales puede verse en algunas aldeas prehistóricas del -ró#imo riente donde se guardaban los cr!neos de los antepasados y se reconstruían sus rasgos o donde sus esqueletos vueltos a enterrar secundariamente se almacenaban ba"o el piso de las casas de sus descendientes. n $esoam8rica, las asociaciones de muchos lina"es, como las sociedades de danza de los indios -ueblo, se sugieren en las m!scaras de cer!mica que se entierran con sus propietarios, mediante incontables iguras de danzantes en ant!sticos disraces y mediante la increíble acumulación de sona"as de concha, esc!pulas de ciervos, tambores de concha y tortuga, trompetas de concha de caracola y los huesos de las incontables araraunas que proporcionaron las necesarias plumas & ibid ). Las echas apro#imadas de la aparición de las tribus igualitarias podrían ser el H555 a. de C. en el pró#imo riente, en E555 a. de C. en el -er/ y el 'E55 a. de C. en $esoam8rica.
)EFATURAS Dno de los problemas m!s espinosos de la evolución cultural es el de los orígenes de la desigualdad hereditaria9 el salto a una etapa en que los lina"es est!n 6"er!rquicamente clasiicados7 unos con respecto a otros y los hombres, por nacimiento, son de iliación 6de "ees7 o 6de plebeyos7, sin que se tomen en cuenta sus propias capacidades personales. %ado que los lina"es tambi8n son unidades de tenencia de las propiedades, no es sorprendente encontrar que en algunas "eaturas las me"ores tierras agrícolas o los me"ores lugares de pesca son 6propiedad7 de los lina"es de m!s alto rango. Las sociedades en el nivel de la "eatura comprenden a los antiguos habitantes de las islas =onga y 2awai, los indios atchez del valle del $ississippi y los indios IwaJiutl y ootJa del noroeste del -acíico. Los 6"ees7 de las sociedades de rangos no son sólo de origen noble, sino que habitualmente son de origen divino9 tienen relaciones especiales con los dioses que no pueden tener los plebeyos y que legitiman su derecho a e#igir tributos y sostenimiento de la comunidad. >recuentemente se crean complicados s8quitos de seguidores y ayudantes &muchas veces parientes), los principales precursores de las burocracias de los posteriores estados. $uchas veces, las "eaturas no sólo tienen complicados rituales, sino incluso, especialistas religiosos de dedicación plena9 el 6"ee7 e#iste con independencia del individuo que ostenta el cargo y, a la muerte de 8ste, es cubierto por alguien de iliación igualmente noble9 hay "eaturas que tienen complicadas genealogías para determinarlo y, en algunos casos &por e"emplo, en 2awai), los "ees se casan con hermanas de ambos padres cuando no disponen de nadie m!s con status suicientemente alto. -or /ltimo, los miembros de los rangos superiores de las "eaturas reuerzan su status con bienes suntuarios, que m!s tarde son recuperados por los arqueólogos en orma de 6obras de arte7 de "ade, turquesa, alabastro, oro, lapizl!zuli, etc8tera. Las "eaturas son diíciles de identiicar arqueológicamente, pero probablemente aparecieron ya en el ++55 a. de C. en el -ró#imo riente y el '555:F55 a. de C. en $esoam8rica y los ?ndes. Dna clave utilizada por los arqueólogos es la aparición de enterramientos de ni0os de alto status, status al que, dada su "uventud, han tenido que ser adscritos por nacimiento. Los enterramientos de ni0os con estatuas de alabastro y turquesa y ornamentos de cobre en =ell:es:Sawwan, Braq. &++55:+555 a. de C.) y aqu8llos con suntuarios artículos de "ade en tumbas de columnas de basalto de La Kenta, $8#ico, &F55 a. de C.) suelen citarse como e"emplos &l:;illy y ?bu:es:Soo 'H9 Coe 'E, p. *G5). ?dem!s, las "eaturas tienen gran población, con las aldeas de los "ees supremos que a veces alcanzan los miles de habitantes, y esto sí puede detectarse con m8todos arqueológicos. =ambi8n tienen un mayor grado de especialización artesana, tanto en artículos de lu"o. Los e"emplos arqueológicos del -ró#imo riente incluyen aldeas especializadas en la manuactura de cer!mica de alta calidad, cuchillas de obsidiana, cobre y pedernal9 en $esoam8rica había aldeas que producían espe"os magn8ticos, cuchillas de obsidiana, ornamentos de concha y otros bienes para el consumo de e#tensas regiones. Sin embargo, aunque e#istan aldeas especializadas, todavía no suele haber una clase de especialistas artesanos, ni castas por ocupaciones como en la sociedad
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estratiicada. @/squese en las casas de los artesanos de los restos arqueológicos y normalmente se encontrar!n herramientas que indican que tambi8n era agricultor.
LA S"#$E&A& ESTRAT$F$#A&A Estados. La siguiente y superior orma de organización sociopolítica es el stado, y ahora llegamos a su deinición. l stado es una orma muy uerte, y habitualmente muy centralizada, de gobierno con una clase gobernante proesional, en gran parte divorciada de los lazos de parentesco que caracterizan a las sociedades m!s simples. s una sociedad muy estratiicada y con enorme diversidad interna, con pautas de residencia muchas veces basadas en la especialización de las ocupaciones y no en las relaciones de consanguinidad o de ainidad. l estado pretende mantener el monopolio de la uerza y se caracteriza por la presencia de la ley9 pr!cticamente cualquier delito contra el stado, en cuyo caso el castigo es impuesto por el stado seg/n procedimientos codiicados, en lugar de quedar a cargo de la parte oendida o de sus parientes, como ocurre en las sociedades m!s simples. $ientras que los ciudadanos deben abstenerse de la violencia, el stado puede emprender guerras9 tambi8n puede reclutar soldados, imponer impuestos y e#igir tributos. Los estados tienen una poderosa estructura económica9 se caracterizan por el intercambio tanto recíproco como redistributivo, y muchas veces tambi8n por la e#istencia de mercados. La economía est! en gran medida controlada por una 8lite &generalmente hereditaria) con acceso preerente a los bienes y servicios estrat8gicos9 esta 8lite constituye el estrato en que normalmente se reclutan los altos uncionarios. Como en las "eaturas, los cargos e#isten por sí solos con independencia del individuo que los ocupa9 y los estados tienen muchos m!s cargos. 2abitualmente, los estados tienen una población que por lo menos se cuenta en centenares de miles &y muchas veces en millones), de la que sólo un peque0o porcenta"e participa en la verdadera producción de alimentos9 muchos son artesanos de dedicación plena que residen en barrios urbanos especializados en su actividad. ?lcanzan un alto nivel de logros artísticos y 6cientíicos7, muchas veces gracias al apoyo del estado a toda clase de artesanos y a su constante demanda de ellos. Los estados tienen ediicios, obras y servicios p/blicos de distintas clases, por regla general en manos de arquitectos, ingenieros y burócratas proesionales. ntre estos suelen aparecer empleos p/blicos de naturaleza religiosa, atendidos por especialistas de dedicación plena que mantienen una religión estatal. =al religión, en el caso m!s típico, tiene un panteón de dioses con una "erarquía interna y una dierenciación de tareas tan comple"a como las de la misma sociedad. ?dem!s muchos estados utilizan un estilo artístico 6oicial7 para retratar a estos dioses &y a los gobernantes seculares que los sirven) en toda la zona que controlan o en la que tienen inluencia, incluso cuando estas zonas sean 8tnica o lingísticamente diversas.
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La búsqueda de los «primeros motores».
MCu!les son los mecanismos por los que la 6tribu7 se convierte en "eatura y la "eatura en estadoN ste problema ha atraído a los cientíicos sociales desde Lewis 2. $organ, >riedrich ngels y K. Aordon Childe. Los /ltimos estudios evolucionistas de los etnólogos son sincrónicos; toman una serie de sociedades contempor!neas y no relacionadas en distintos niveles de desarrollo y, compar!ndolas, tratan de imaginar qu8 cambios institucionales podrían haber convertido a la m!s simple en la m!s comple"a. -or otra parte, la mayor parte de los estudios arqueológicos han sido diacrónicos, rastreando el desarrollo de una sociedad a lo largo del tiempo en una /nica región. Los etnólogos se0alan con absoluta razón la mayor riqueza de detalles de que disponen en sus sociedades contempor!neas9 sin embargo, todas sus reconstrucciones no pasan de ser historias 6e#actamente así7, porque no e#iste casi ninguna sociedad para la que se disponga de causas evolutivas rigurosamente demostradas y que abarquen un gran período de tiempo. Los datos arqueológicos carecen de riqueza de detalles, pero, sin embargo, proporcionan '5.555 a m!s a0os de continuidad de una misma cultura9 y muchos arqueólogos est!n actualmente sometiendo sus datos a una rigurosa comprobación de un tipo que no puede aplicarse a la historia sincrónica e#actamente así. %os recientes artículos del etnólogo 1obert Carneiro &'5) y del arqueólogo 2enry =. ;right &*') resumen las teorías actuales sobre los orígenes del estado. ntre los 6mecanismos de la ormación del estado79 que se han propuesto est!n el crecimiento de la población & per se o en determinadas !reas circunscriptas de diversas ormas), la guerra, la irrigación, el comercio, la simbiosis entre pueblos o regiones ambientales contrapuestos, 6la colaboración y la competencia7 y el 6poder integrador7 de las religiones y los grandes estilos artísticos. Irrigación. La irrigación ue propuesta originalmente como el primer motor de la aparición del 6estado hidr!ulico7 por Iarl ;ittogel &+H). -ensaba que el agua era un recurso de cualidades poco habituales, vital para la agricultura en las tierras !ridas, y sin embargo manipulable por las sociedades humanas por procedimientos que no se pueden aplicar a otras variables del medio ambiente. ;ittogel creyó que la aparición del estado radicaba en la creación de un cuerpo de gobernantes y uncionarios que se encargaba de la dirección de la agricultura hidr!ulica en gran escala. Carneiro &'5) y ?dams &4,E), si bien aceptan la importancia de la irrrigación en algunas regiones, la rechazan como mecanismo general porque &a) muchos estados9 como el primitivo estado maya, aparecieron en zonas donde la irrigación tiene una importancia entre ilimitada e insigniicante, y &b) porque incluso en el !rido $8#ico y en $esopotamia, los datos arqueológicos se0alan que la irrigación comple"a y en gran escala sólo apareció despu8s de que se hubiera constituído el estado &ibid). Guerra. -ara Carneiro &'5,p. HE() 6la guerra es seguramente el primer motor del origen del stado7, aunque 6no puede ser el /nico actor. %espu8s de todo, se han librado guerras en muchos lugares del mundo donde nunca apareció el estado7. Con el descubrimiento de posibles obras de deensa, pinturas de escenas de guerra y escenas de conquista en los monumentos de piedra &por e"emplo, las escenas de Oa#chil!n, $orales y @onampaJ) de los antiguos mayas : en un momento considerados el e"emplo cl!sico de civilización 6pacíica7, es probable que Carneiro tenga razón al suponer que no ha habido ning/n comienzo de organización estatal sin guerra. -ero Mue verdaderamente la guerra una causa o un resultado de la ormación del estadoN. La mayor parte de las pruebas citadas por Carneiro datan de períodos muy posteriores al momento en que se cree que se ormó el estado. n los períodos ormativos precedentes, las pruebas siguen siendo ambiguas y no se ha podido presentar ninguna demostración rigurosa de que la guerra diera lugar a , ni de que resultara de, el estado, ni de que naciera de un tercer actor, responsable de la aparición de ambos. Crecimiento de la población circunscripción social. n 8poca m!s reciente se ha singularizado el crecimiento de la población como el primer motor, cuya popularidad casi parece haber producido una nueva escuela teórica. %esde la 8poca de $althus, muchos cientíicos sociales han creído que la adopción de nuevas t8cnicas agrícolas condu"eron a la aparición de e#cedentes de comida, que a su vez omentaron el crecimiento de la población así como el tiempo de ocio en que desarrollar las artes. stas concepciones han sido puestas en cuestión &a) por sther @oserup &*), quien sugiere que el crecimiento de la población tuvo lugar antes y operó presionando a avor de nuevas t8cnicas agrícolas9 &b) por Carneiro & op. cit .), Sahlins
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&(H) y otros quienes destruyen el mito del 6e#cedente7 y el 6tiempo de ocio7. l hecho etnogr!ico cierto es que los pueblos con m!s tiempo de ocio son los cazadores y recolectores, quienes tambi8n tienen el nivel m!s ba"o de productividad9 incluso los primitivos agricultores no producen e#cedente, a menos que sean obligados, y es 6poner a la gente a traba"ar m!s o poner m!s gente a traba"ar7 &Sahlins, op. cit ). Con me"or tecnología, la gente sencillamente traba"a menos9 lo que produce e#cedente es la uerza coactiva de una aut8ntica autoridad o las e#igencias de los rituales comple"os &v8ase m!s adelante). Siendo este el caso, el crecimiento de la población se considera hoy una causa y no un resultado de la evolución social en el pró#imo riente &Smith P Ooung +4), $esoam8rica &Sanders P -rice (G, p. 4E5) y los ?ndes &Carneiro, '5, p. HE+). Carneiro ha presentado una teoría en orma de corolario, deendiendo que lo m!s importante es la presión de la población dentro de un !rea circunscrita" por e"emplo, un valle rodeado de monta0as o una llanura de aluvión, 8rtil pero limitada. %entro de tal !rea, la insoportable lucha por la escasez de tierras o de recursos desencadena la guerra que lleva a la cooperación, la competencia, la deensa mutua y inalmente al gobierno en orma de estado que mantiene la paz y distribuye los recursos. O Carneiro resalta que la circunscripción no necesita ser totalmente ambiental< los pueblos que viven densamente concentrados alrededor del centro de lo que en otro caso podría ser un !rea abierta pueden estar 6socialmente circunscritos7 por vecinos que les rodean y aectan por todas partes, a pesar de tener densidades ineriores. -ara complicar m!s la hipótesis sobre el crecimiento de la población, e#iste una masa de datos cada vez m!s e#tensa que indica que los grupos humanos &en especial los cazadores:recolectores y los primitivos agricultores) practican muchos tipos de comportamiento que homoest!ticamente mantienen la población por deba"o de la teórica capacidad de sostenimiento de su medio ambiente & c# . @irdsell +). -ara que la población pueda crecer, no sólo debe tener la gente m!s comida, tambi8n hay que abandonar tales pr!cticas autolimitativas :inanticidio, senilicidio, dilatada lactancia, abstinencia se#ual ritual, etc8tera: en comparación con cómo se e"ercían antes. ing/n te#to que utiliza el crecimiento de la población como primer motor ha conseguido todavía e#plicar por$u% debe crecer la población, en primer lugar, y esta e#plicación parece incumbir especialmente a quienes ven el crecimiento de la población la causa y no el resultado de la producción intensiva de alimentos. ?dem!s, la teoría no llega a e#plicar cómo las tribus Chimb/ de las tierras altas de ueva Auinea &@rooJield P @rown H), cuya densidad de población alcanza las (55 personas por milla cuadrada y que, sin embargo, no tienen reyes, ni "ees, ni estratiicación social, ni rangos, ni de hecho ninguna clase de adornos propios de la civilización. ntre estos pueblos, cuyo intercambio es virtualmente todo recíproco, las relaciones ambientales e interpersonales no est!n reguladas por el poder político y las instituciones, sino por un sistema ritual increíblemente complicado que, en apariencia, se ha desarrollado como alternativa al desarrollo del poder. Sólo se puede recurrir a la postura de que la densidad de población es relativa y que no sabemos qu8 densidad es 6suiciente7 para desencadenar la ormación del estado en un punto dado del globo. Comercio simbiosis. Karias de la zonas en que aparecieron las primeras civilizaciones carecen de materias primas que se consideran 6esenciales7 para la vida cotidiana. La alta de piedra para construir, madera y metal en la $esopotamia meridional se ha considerado durante mucho tiempo responsable del auge del comercio de aquella zona9 y en 8poca m!s reciente, 1ath"e &(') ha deendido que la alta de sal, obsidiana y piedra adecuada para hacer herramientas trituradoras de maíz, en la región guatemalteca de -et8n, estimuló el comercio y la aparición de la civilización maya de las tierras ba"as. o obstante, este mecanismo no e#plica la aparición de la civilización en el centro de $8#ico, que aparentemente no carece de ninguna de las materias primas 6esenciales7, y sin embargo tuvo, a veces, m!s comercio interregional documentado que ninguna otra parte de $esoam8rica. ?dem!s, dado que en apariencia los grandes asentamientos est!n menos distantes unos de otros en el -et8n que en su perieria &v8ase m!s adelante el tratamiento de la 6hipercoherencia7), tambi8n puede deenderse con la misma razón que estaba operando la 6circunscripción social7 de Carneiro y no la escasez de recurso. n el Kie"o $undo, ;right &*5) ha demostrado que, al menos en un caso, en los bordes de la $esopotamia meridional, el gran salto del volumen comercial siguió a la ormación del estado, en vez de precederlo y ser su causa. Dna vez m!s, nos enrentamos con un 6mecanismo7 que puede haber sido importante en algunas !reas y no en otras, por lo que carece de universalidad. ?lgo muy parecido puede decirse de la simbiosis interregional, que est! relacionada con el comercio. Quiz!s no sea sorprendente que se haya propuesto como el mecanismo en !reas con ta"antes dierencias ambientales y un orden de magnitud 6biome7, como es el caso de $8#ico &Sanders:(F) y la gran
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$esopotamia &>lannery 'F), pero nunca en !reas donde la mayor parte de la civilización radica dentro de un 6biome7, como es el caso del valle del ilo o de los mayas de la tierras ba"as. bien el concepto de 6simbiosis7 necesita ser rediinido o bien tampoco se cumple como primer motor de orma universal. &tros ' primeros motores (. os quedan la 6cooperación y la competencia7 &c#. Sanders P -rice (G) y el poder integrador7 de las grandes religiones y de los estilos artísticos & c#. ;illey +*), que sólo tratar8 brevemente. ?unque de innegable importancia, la cooperación y la competencia son procesos generalizados que uncionan a todos los niveles de la sociedad humana, desde los m!s simples a los m!s comple"os9 y si ueran los mecanismos de la ormación del stado, no quedaría banda ni tribu suelta por el mundo. %e hecho, la cooperación y la competencia puede !cilmente operar tanto para mantener la homeostasis como para promover la evolución. ?unque el diunto Stephan de @orhegyi &en comunicación personal) solía decir, con alguna "ustiicación, que 6la invención del Cielo y del Bnierno constituyó un primer motor de la sociedad m!s poderoso que la rueda7, los roles de la religión y del gran arte han sido mane"ados con imprecisión por muchos antropólogos. La disposición "er!rquica de los miembros y de las clases de la sociedad es lo que proporciona la verdadera integración de los estados. La aportación crítica de las religiones estatales y los estilos artísticos estatales consiste en legitimizar esa "erarquía, en conirmar la ailiación divina de los que est!n arriba mediante e#periencias religiosas estimulantes, el tipo de e#periencias de terror a que se ha reerido 1appaport, en un n/mero anterior de esta revista &(5, p. E'), como 6numinous7. Causalidad mltiple.* Como se0ala ;eight &*'), gran parte de las teorías sobre el origen del stado versan sobre requisitos de dirección o sobre conlictos entre clases sociales o ormas de gobierno. 1obert ?dams &E) ha publicado una teoría que ;right describe como 6sint8tica7, puesto que combina ambas ormas de apro#imación &igura 4). -ara ?dams no e#isten 6primeros motores7 y sí toda una serie de variables importantes con comple"as interrelaciones y #eedbac+ entre ellas. ste modelo no satisace a quienes, como Carneiro, creen que las e#plicaciones simples son m!s elegantes que las comple"as, pero nos atrae a quienes gustamos de la causalidad circular m!s que de la causalidad lineal. n lo que resta del artículo, me ocupar8 de algunas de las implicaciones de la causalidad m/ltiple. Dna orma de organizar las variables de tal teoría evolutiva consiste en considerar la sociedad humana como una clase de sistema vivo y aplicarle un modelo general de tales sistemas &$iller E(9 1appaport EG, (5). n tal esquema, el stado aparece como un sistema cuya comple"idad puede medirse en unción de su segregación &el grado de dierenciación y especialización interior de los subsistemas) y la centralización &el grado de vinculación entre los distintos subsistemas y los controles de orden superior de la sociedad9 v8ase m!s adelante). Dna e#plicación de la aparición del stado se centra, pues en las vías por las que tienen lugar la creciente segregación y centralización. sta e#plicación tambi8n e#ige que distingamos cuidadosamente entre &?) tales procesos, &@) los mecanismos mediante los cuales tienen lugar, &C) las presiones socioambientales que seleccionan esos mecanismos. Sugiero que los mecanismos y los procesos son universales, no solamente en la sociedad humana, sino en la evolución de los sistemas comple"os en general. Las presiones socioambientales no son necesariamente universales, sino que pueden ser especíicas de regiones o sociedades concretas. n esta /ltima categoría es donde sit/o los 6primeros motores7 de que ya se ha hablado, y esta categorización ayuda a e#plicar por qu8, pese a ser importantes, no puede demostrarse que operen en todas partes del mundo. Con ob"eto de comprender cómo las presiones socioambientales seleccionan determinados mecanismos evolutivos, hagamos el diagrama de un ecosistema humano simple &>igura Ea). Consiste en una serie de subsistemas "er!rquicamente ordenados de ineriores y m!s especíicos a superiores y m!s generales. Cada subsistema est! regulado por un aparato controlador cuya unción es mantener todas las variables del subsistema dentro de la adecuada esera de ob"etivos, una esera que mantenga la homeostasis y no amenace a la supervivencia del sistema. La administración de las plantas cultivadas, por e"emplo, podría ser regulada por un control de orden inerior que emitiera órdenes especíicas9 la distribución de las cosechas y los e#cedentes &6la producción7
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del /ltimo subsistema) podría a su vez ser regulada por rituales calend!ricos o dirigentes de grupo situados m!s o menos en los niveles intermedios de la "erarquía. n todos los niveles, el aparato de control social compara los valores de la producción no simplemente con los valores ideológicos, las e#igencias de las deidades y los espíritus de los antepasados, los propósitos 8ticos y religiosos< el 6modelo conocido7 por la población humana de cómo se articula el mundo. Los propósitos superiores, m!s abstractos y m!s inamovibles se encuentran en el orden superior &o de los controles 6gubernamentales7) que suelen ocuparse m!s de la política que de las órdenes9 con este con"unto abstracto de normas se "uzgan los m!s dram!ticos acontecimientos del ecosistema humano y se eval/a la necesidad de regulación. ste modelo es casi diametralmente opuesto al modelo que utilizan los 6ecólogos culturales7, para quienes operaciones como la producción de rutos vegetales constituyen la 6m8dula7 de la cultura, mientras que los rituales y los espíritus de los antepasados son meros epienómenos &Steward +(). =ambi8n implica que tales 6epienómenos7 :cuyo estudio ha caído en gran medida en manos de los humanistas: se hallan en el corazón de la regulación interpersonal y ambiental de la sociedad y en tanto que tales no pueden omitirse de ning/n an!lisis ecológico e#haustivo, como con tanta recuencia se ha hecho en el pasado. -or regla general, los controles de orden superior sólo regulan la producción de subsistemas de orden inerior y no las variables que mantienen estos /ltimos. -ero en el caso de que un control de orden inerior no consiga mantener sus variables importantes dentro de sus límites &como sucede en el caso de la presión socioambiental), el aparato de control del nivel inmediato superior de la "erarquía puede ser requerido para que act/e de 6 bacJ up 7, de 6 respaldo 7. Caso de que allen los controles de todos los niveles, el sistema entra en crisis9 necesita una nueva institución reguladora y, a menos que se produzca, el sistema puede derrumbarse o bien 6retroceder7 a un nivel de integración inerior. Si el sistema est! amortiguando de tal orma que las variables desviadas de un sistema tardan mucho tiempo en aectar a otros subsistemas, es probable que sea estable. -ero 6 la creciente coherencia de los sistemas es m!s una concomitante de la evolución 7 &1appaport EG, 4')9 esto signiica que los sistemas m!s comple"os, m!s 6 altamente evolucionados 7, pueden ser menos estables o m!s e#igentes, con inluencia m!s directa de unos subsistemas en otros, y en consecuencia con mayor necesidad de una dirección m!s uerte y m!s centralizada en la cima de la "erarquía. =ales sistemas centralizados, poderosos y muchas veces inestables :de los que el estado constituye su /ltima orma: son tambi8n competidores con 8#ito, en el sentido de que r!pidamente quitan de en medio o absorben los sistemas m!s simples o m!s estables que se ponen en su camino. n apariencia se e#panden continuamente hasta que llegan a determinados límites de tama0o, o hasta que son amenazados o rechazados por estados a/n m!s poderosos , cómo ue el caso de los aztecas y los incas al entrar en contacto con los espa0oles. Aran parte del aparato de control de las sociedades humanas consiste en instituciones que varían enormemente de orma y unción. specialmente entre los controles de orden inerior, se encuentra lo que podría denominarse instituciones al servicio del sistema o 6de propósitos especiales79 se crean para llevar a cabo tareas concretas o para regular determinadas variables para el bien del sistema en general. Las instituciones autónomas o 6de propósitos generales7 e#isten en menor cantidad y se encuentran undamentalmente entre los controles de orden superior. Cuando su supervivencia es sinónimo de la supervivencia del sistema en general, son adaptables y provechosas. Cuando su supervivencia se produce a e#pensas del sistema, generan tensión. %os enómenos del progreso evolutivo son la generación de nuevas instituciones y su gradual metamorosis de instituciones al servicio del sistema a instituciones autónomas &v8ase m!s adelante). ntre las instituciones m!s importantes se cuentan las que procesan la inormación de las sociedades humanas. Son los detectores /ltimos de las variables desviadas9 y su n/mero aumenta en las sociedades m!s comple"as, pues los sistemas en evolución :como se0ala $aruyama &E4, p. 'H(): generan autónomamente nueva inormación a trav8s de la interacción entre sus partes. %e este modo, una de las principales vías de la evolución de las bandas en tribus, "eaturas y estados debe ser un gradual aumento de la capacidad para procesar, almacenar y analizar inormación. ntre las bandas, gran parte de la manipulación de los datos corre a cuenta de dirigentes inormales, que re/nen y distribuyen conocimientos sobre qu8 bosques de nueces comestibles han sido e#haustivamente recolectados, que c!nones suelen tener caza abundante, etc8tera &Steward +(, capítulo *9 1ichard @. Lee, comunicación personal). stos dirigentes se sostienen a sí mismos, no ocasionando 6gastos7 a la sociedad9
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pero la cantidad de trozos de inormación que pueden mane"ar es limitada y probablemente en ning/n momento est! al servicio de m!s de '55 personas. Con la agricultura se plantea la necesidad de controlar no sólo los datos relativos a los rutos silvestres, sino la distribución de la tierra, la 8poca de la siembra y la recolección, y la colaboración para el despe"e del suelo9 y tal vez lo m!s importante, las diversidades de cosechas y e#cedentes resultantes de las dierencias de ertilidad deben ser reguladas para el bien general del grupo. ntre las tribus igualitarias e incluso en algunas "eaturas, los programas de rituales comple"os detectan tales disparidades y hacen circular de orma ceremonial, las cosechas, los recursos, las obligaciones y los derechos sobre la tierra entre los miembros de la sociedad &1appaport EF). stos rituales son costosos &el gasto sigue siendo gasto, incluso cuando se dedica a los dioses o a los antepasados diuntos), pero sin embargo proporcionan mayor cantidad de datos y son m!s eicaces como reguladores que los dirigentes inormales. n las "eaturas :donde el n/mero de instituciones es mucho mayor y la población con recuencia muy grande, la guerra recuente, la agricultura muchas veces comple"a, los oicios est!n mucho m!s desarrollados y el intercambio es intenso: incluso los rituales comple"os no se bastan por sí solos para conseguir una regulación adecuada9 gran parte de esta regulación se hace mediante los "ees hereditarios santiicados o los miembros de su s8quito, en quienes delegan parte de la responsabilidad. ? la sociedad le cuesta mantener este s8quito del "ee, pues requiere bienes suntuarios, alimentación y apoyo logístico para un gran grupo de personas que participan poco o nada en la producción de alimentos9 sin embargo, tal grupo proporciona una gran cantidad de datos, o la proporciona con mayor rapidez, y regula a miles de personas mediante la creación de un con"unto de cargos muy diversiicados y especializados a un nivel superior al del dirigente local &Sahlins ((). n los estados, la superestructura dirigente se hace todavía m!s comple"a, con m!s niveles y mayor centralización9 y las burocracias reales, que procesan datos de cientos de miles de almas, deben ser sostenidas mediante costosos tributos, traba"o al servicio del estado y muchas veces el saqueo de vecinos menos poderosos, &IottaJ 4*). n el caso de algunas civilizaciones antiguas, como los mayas cl!sicos, tal superestructura era sostenida a pesar de que se cree que los procedimientos agrícolas no eran m!s soisticados &e#cepto en raros casos) que los de la mayor parte de las tribus igualitarias &%umond '+). Kistas a esta luz, las dierencias m!s sorprendentes entre los estados y las sociedades m!s simples radican en el reino de la adopción de decisiones y en su organización "er!rquica, m!s bien que en los intercambios de materia y energía. O 8ste es otro de los problemas a que hacen rente los 6ecólogos culturales7 que subrayan undamentalmente los sistemas de que se valen los pueblos civilizados para conseguir sus alimentos. ,resiones socioambientales mecanismos evolutivos. SlobodJin &+') ha sugerido que cuando las variables e#ceden sus eseras de ob"etivos, someten los sistemas a presiones que pueden conducir a la quiebra o al cambio evolutivo. Quiz!s como resultado del intento del sistema de devolver a su esera a una variable escapada, aparecen nuevas instituciones o nuevos niveles en la "erarquía de controles de orden superior ¢ralización). La guerra, la presión de la población, las e#igencias del comercio en gran escala o bien una combinación de las condiciones socioambientales tratadas anteriormente en este artículo deben proporcionar el medio adecuado en que se desencadenan diversos mecanismos evolutivos. Sólo me ocupar8 de dos de estos mecanismos, a los que llamar8 promoción linealización. n la >igura E se muestran en orma de diagramas. n la promoción &>igura Eb), una institución puede elevarse de su lugar en la "erarquía de controles para ocupar una posición de un nivel superior9 en el proceso puede transormarse de ser 6de propósitos especiales7 a una condición m!s 6de propósitos generales7, o alternativamente, puede surgir una nueva institución de lo que antes no era m!s que una unción de una institución previamente e#istente, tal como presumiblemente nació el cargo de "ee de la unción de liderazgo del dirigente inormal en una sociedad m!s simple. La promoción prevalece especialmente en las instituciones con personal desunido &1appaport EG)9 puede ocurrir que ese personal, si es muy apoyado o 6consolidado7 durante la tensión de una emergencia, se encuentre con m!s libertad para ser autónomo cuando haya pasado la emergencia. La promoción contribuye enormemente al proceso de segregación, puesto que genera nuevas instituciones. tro e"emplos de promoción incluyen< &?) la evolución del 6palacio7 sumerio uera de las residencias seculares incluídas en al $esopotamia meridional en los comple"os del templo en el E555 a. de C. &?dams '), con sus consecuencias para la evolución de la monarquía al separarse de esa especie de rol de
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6sacerdote:administrador7 de la anterior etapa de la "eatura9 y &@) la transición de las llamadas civilizaciones 6teocr!ticas7 de primera generación a sus sucesoras m!s 6militaristas7. =odos los datos de que disponemos sugieren que, en los estados 6prístinos7 de la primera generación, los gobernantes se reclutan entre los lina"es reales santiicados, mientras que los militares crean un brazo del estado para propósitos especiales. o obstante, los individuos de iliación menos:que:real que se habían elevado en el e"8rcito, a la larga, alcanzaron o accedieron a la realeza en lugar de los 6verdaderos7 herederos reales &ibid ). s posible que las condiciones políticas inestables :tiempos de guerra y grandes tensiones: proporcionaran el medio adecuado en que tales líderes sur"an para propósitos especiales. Si es así, el allo de los controles ineriores por regla general eicaces debe indicarse. -or /ltimo, como tercer e"emplo, podemos hacer la hipótesis de que los militares aparecieron por primera vez gracias a la promoción de alguna institución como las 6sociedades guerreras7 que tienen muchas "eaturas & c# . Aearing 4E). n l a linealización &>igura Ec), los controles de orden inerior son repetida o permanentemente sobrepasados por los controles de orden superior, habitualmente despu8s que los primeros no han conseguido mantener las variables signiicativas dentro de su esera durante alg/n período de tiempo crítico. Los e"emplos incluyen, &?) la absorción de la regulación de la irrigación local por los organismos ederales, que se presenta m!s adelante9 &@) el hecho de que el stado pasa por encima del dirigente local al hacer que todos los delitos contra el individuo sean delitos contra el stado, proscribiendo las disputas y las venganzas de sangre9 &C) el pago de impuestos directamente al stado ederal por parte de todos los ciudadanos, en lugar de pagar tributo los "ees locales de acuerdo con los recursos globales de sus s/bditos. %ebe quedar claro que la linealización contribuye enormemente a la centralización. Sospecho que en buena parte se elige para resolver los conlictos en todos los niveles de la sociedad humana y constituye el mecanismo que con mayor recuencia promueve la guerra. 1espondiendo a la tensión socioambiental, la promoción y la linealización conducen al cambio evolutivo, pero el avance no carece de problemas. Con demasiada recuencia, las instituciones promovidas m!s bien sirven a sus propios intereses que a los de la sociedad, y la linealización muchas veces destruye los controles intermedios que sirven para amortiguar en un subsistema las perturbaciones que se producen en otro. ?mbos enómenos pueden llevar a lo que 1appaport &EG) ha llamado una 6patología7 sistem!tica, que somete el sistema a una tensión todavía mayor. ?l enrentarse a esta tensión, el sistema puede emprender una centralización y una segregación a/n m!s progresivas, y un cambio evolutivo todavía mayor, el proceso, pues, cuenta con muchos circuitos positivos de realimentación &eedbacJ). %os de las patologías de 1appaport son la usurpación R 6la elevación del propósito del propio subsistema a una posición de preeminencia en un sistema m!s amplio7 &1appaport EG, p. 4* y la intromisión R6someter directamente a un control de orden superior las variables normalmente reguladas por controles de orden inerior7 &op. cit., p. 4(). Como indican sus deiniciones, estas patologías se parecen a la promoción y la linealización, aunque no necesariamente implican ning/n cambio en el nivel evolutivo9 no obstante, la inestabilidad y la nueva tensión que producen pueden seleccionar alguno de los mecanismos evolutivos. n un modelo de varias variantes, podríamos ver el estado desarroll!ndose mediante un largo proceso de centralización y segregación, producido por innumerables linealizaciones y promociones , no sólo como respuesta a las condiciones socioambientales cargadas de tensión, sino tambi8n en respuesta a la tensión provocada por las patologías internas. ?hora presentar8 tres e"emplos concretos de cómo operan algunos de estos mecanismos. %os de ellos, relativos a la promoción y a la linealización, proceden de mis propias investigaciones y las de mis colegas sobre la aparición del estado en el $8#ico meridional &>lannery et al 45). l tercero se ocupa de otra de las patologías de 1appaport :la hipercoherencia: que se deinir! en otra sección. -itual" promoción estrati#icación social. Los principios historiadores especulativos atribuyen el origen de la estratiicación social a la 6conquista7 de una tribu por otra, al convertir los vencedores a los vencidos en esclavos. Los etnólogos modernos, sin embargo, se0alan que los miembros de la tribu derrotada por otra tribu igualitaria tienen las mismas probabilidades de casarse con miembros de la tribu vencedora o de ser adoptados por ella. >ried &44), que resalta la posición verdaderamente central de este problema, pone en claro que las presiones evolutivas hacia la estratiicación deben buscarse dentro de la sociedad. n otro lugar &4') ha sugerido tambi8n que el potencial para la estratiicación ya est! presente en
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la sociedad igualitaria, sólo en espera del conte#to socioambiental adecuado en el que de"arse sentir. n las sociedades 6tribales7 este potencial se mantiene a raya por lo que a veces se denominan 6mecanismos niveladores7, instituciones sociales o religiosas que recogen inormación sobre las desigualdades en tenencias de tierras, riquezas o poder, y regulan estas variables antes de que e#cedan la esera de ob"etivos de la sociedad igualitaria &v8ase m!s adelante el tratamiento de la mayordomía). n muchas sociedades, la acumulación de cantidades desmesuradas de propiedades privadas en manos de un individuo o de sus parientes desencadena una ceremonia en la que se le obliga a entregarlas todas, a riesgo de desprestigiarse o ser acusado de bru"ería. Caso de hacerlo gana gran prestigio, pero no gana 6acceso desigual a los recursos estrat8gicos ni a los medios de producción7, lo cual generalmente se considera un criterio de la estratiicación. i tampoco consigue un prestigio hereditario9 su hi"o debe gan!rselo por su propia cuenta, en su propia generación, o no lo tendr!. -ero un e#amen minucioso de los mecanismos niveladores de las sociedades igualitarias revela una interesante relación sistem!tica9 suelen llevar en sí mismos las semillas de su propia destrucción. Si el conte#to es el adecuado, todos pueden manipularse de tal orma que produzcan acceso hereditario preerencial a los recursos estrat8gicos, en directa oposición con los propósitos para los que aparecieron. Sólo presentar8 un e"emplo, del estudio de $endieta y u0ez &EE) de San 3uan Auelavia, una aldea de indios aztecas, tradicionales cultivadores de maíz, en el valle de a#aca, a E55 millas al sur de la ciudad de $8#ico. ? inales del siglo pasado, San 3uan Auelavia era una aldea de peque0os propietarios, gobernada por un conse"o de ancianos y regulada por dos mecanismos reguladores muy e#tendidos por $esoam8rica llamados la mayordomía y el sistema de cargo. l cargo es un sistema de rotación de los puestos de gobierno de la aldea entre los ciudadanos responsables del pueblo &town), mientras que la mayordomía es un sistema de padrinazgo rotativo de las iestas del santo patrón del pueblo y de otras iestas religiosas calend!ricas. n principio, el rol de mayordomo o patrocinador caer! una y otra vez en los ciudadanos m!s acaudalados que pueden costearlo, 6nivelando7 de este modo su riqueza y distribuyendo sus beneicios entre el resto de la aldea, mientras que al mismo tiempo, implícitamente, legitimiza un tolerable grado de desigualdad de la riqueza, puesto que los patrocinadores aumentan su prestigio gracias a patrocinar iestas cada vez m!s importantes &;ol +F, Cancian G). n los /ltimos a0os del siglo TBT, las unciones latentes de la mayordomía ueron satisactoriamente subvertidas por un aldeano emprendedor llamado $arcial López &$endieta y /0ez EE, pp. 4'*:G), quien convirtió la institución en un medio para apropiarse de las tierras de sus vecinos. Con la ayuda de algunos amigos del clero &el sistema de propósitos especiales encargado de las iestas), obligó al conse"o de ancianos a que designaran maordomos sin tener en cuenta si la persona era o no suicientemente solvente para encargarse del patrocinio. -uesto que la designación del conse"o acarreaba una pesada obligación y suponía la promesa del prestigio, los patrocinadores diícilmente podían rehusar, incluso cuando la aceptación les obligara a buscar pr8stamos9 López proporcionaba el dinero, pero a condición de que pusieran sus tierras como garantía. ?l cabo de tres d8cadas López había acumulado una considerable propiedad, gracias a las hipotecas vencidas, y en vísperas de la revolución me#icana poseía la mayor parte de las me"ores tierras de la comunidad. ntre los zapotecas, las dudas pasan inalteradas de una generación a la siguiente9 el hi"o hereda las deudas del padre y puede pagarlas traba"ando en las antiguas tierras de su padre como aparcero del hi"o del acreedor de su padre. -ara 'G'+ unas pocas amilias &en su mayor parte de apellido López) poseían el G4.4 U de la tierra cultivable de San 3uan Auelavía, mientras que el restante F.F U estaba repartido entre E+( aldeanos. ste acceso preerencial a los recursos estrat8gicos se ampliica por el hecho de que los principales terratenientes poseían toda la tierra de regado menos el *U. La amilia López evitaba la crítica ayudando considerablemente a la iglesia &el sistema de propósitos especiales !vido de convertirse en sistema de propósitos generales)9 en una generación, se habían convertido en una 6gran amilia7, en el sentido que ?dams &E) coniere al t8rmino &v8ase >igura 4). ?l inal, con controles de orden inerior como la mayordomía y el cargo eran 6incapaces de reducir la discrepancia entre los síntomas de desviación y los valores de reerencia7 &1appaport EG, p. 45), las grandes amilias ueron derribadas y sus tierras redistribuídas /nicamente gracias a 6controles de orden superior que act/an como deensores & bac+* ups)7 &en este caso, la revolución me#icana y su política de reorma agraria.
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Karias son la implicaciones de este e"emplo. n primer lugar, es evolutivo. $uestra la emergencia &aunque abortada) de una nueva institución :la 6gran amilia7, a alta de me"or t8rmino: y de una economía con acceso preerencial a los recursos estrat8gicos. =ambi8n es un e"emplo de 6promoción7, en el que una institución de propósito especial &la iglesia) se apodera de la elección de mayordomos que antes corría a cargo de un sistema de propósitos generales &la autoridad del pueblo, mediante el consenso general). O quiz!s lo m!s importante, demuestra que el cambio evolutivo puede ser consecuencia de la perversión de un mecanismo ritual regititivo, evidentemente algo de lo m!s ale"ado de los 6actores t8cnicoambientales7 en que por regla general se han centrado los 6ecólogos culturales7. sto no quiere decir que los actores socioambientales no sean operativos9 deben haberlo sido, aunque en este caso no sepamos cu!les. -ero su unción ue aportar las presiones para la selección, mientras que el verdadero instrumento del cambio ue el ritual. O aunque los resultados ueron evolutivos, el mecanismo no ue distinto de una patología de 1appaport :la usurpación: en la que los 6organismos reguladores... se convierten en instrumentos del mismo subsistema que pretenden regular7 &1appaport EG, p. 4H). Linealización" amortiguación / bu##ering 0 el 'estado hidr!ulico(. l segundo e"emplo del valle de a#aca ilustra el mecanismo de linealización, al mismo tiempo que arro"a alguna luz sobre la controversia de ?dams:;ittogel a propósito de la irrigación y las hipótesis de @oserup:Carneiro sobre la 6presión de la población7. Dna de las ases de nuestra investigación en a#aca consistió en un estudio etnogr!ico de m!s de veinte aldeas irrigadas por canales realizado por Susan 2. Lees &4G, E5), de cuya monograía proceden los datos que siguen. l riego tradicional mediante canales del valle de a#aca es una empresa de poca monta que mane"a autónomamente cada comunidad a su manera. l reparto del agua se realiza mediante una diversidad de m8todos, casi tantos como pueblos Rtowns< a veces se encarga el presidente del municipio, a veces un conse"o elegido, muchas veces los topiles &que son poco menos que recaderos de las aldeas). Se trata simplemente de una m!s de las tareas que llevan a cabo los uncionarios de la aldea, cuyos cargos rotan entre los ciudadanos responsables mediante el sistema de cargo ya descrito. La localización en el sistema de canales no proporciona ninguna venta"a9 ni tampoco encuentra Lees 6despotismo7 de la aldea situada aguas aba"o cuando dos de ellas comparten el mismo aluente. La construcción y el mantenimiento del peque0o sistema de canales de lu"o solemne se lleva a cabo por los mismos sistemas que cada comunidad lleva a cabo tradicionalmente todos los dem!s asuntos 6p/blicos7, como la construcción de la escuela o la iglesia, la realización de caminos, etc8tera. ?dem!s, durante cientos de a0os &o como han indicado los datos arqueológicos, a veces durante miles de a0os) en el mismo lugar, cada aldea ha aprendido lo que puede esperar de las luctuaciones de la lluvia, el nivel de agua o el lu"o de la corriente, y puede amortiguar tales perturbaciones ambientales. o obstante, en los /ltimos a0os las aldeas rurales se han dado cuenta de las actividades de la Secretaría de 1ecursos 2idr!ulicos, una institución 6de propósitos especiales7 creada por el gobierno ederal de $8#ico para desarrollar los recursos hidr!ulicos del país. La S12 tiene especialistas :ingenieros, proyectistas, hidrólogos, equipos de construcción: y maquinaria pesada para remover tierras de que no dispone ninguna aldea. Karias aldeas pró#imas a ca0ones adecuados se han orecido en consecuencia a aportar mano de obra no especializada si la S12 construye una presa para retener agua de su aluente estacionalmente seco, y ya se han construído cierto n/mero de ellas donde Lees hizo su estudio. ?l t8rmino de tal proyecto :que aumenta de orma considerable el !rea que se puede regar:, el S12 es lógicamente reacio a de"ar el mantenimiento de la presa en las ine#pertas manos locales. n lugar de eso, de"a el control del agua de la aldea al cuidado de su propio representante designado o agente, responsable ante la S12 y el gobierno ederal y no ante la aldea. %e este modo, la aldea se encuentra con que el precio del desarrollo es la p8rdida de la autonomía. -or tanto la centralización representa una 6linealización7 de la vinculación entre el brazo para propósitos especiales &la S12) de un sistema de orden superior &el gobierno ederal) y una importante variable &el agua) de un sistema de orden inerior &el ecosistema de la aldea local)9 ahora la respuesta es directa y no es amortiguada por la administración de la aldea. ?dem!s, la escena est! lista para la patología de 1appaport, para la 6intromisión7. Bmagínese, por e"emplo, un caso hipot8tico en que r!pidas avenidas en uno o dos ca0ones &cosa que es habitual en a#aca) da0en seriamente las presas construídas por el estado río aba"o. La noticia va directamente al gobierno ederal. %espu8s de diversos incidentes, se toma
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una decisión política9 para evitar uturos da0os debidos a desbordamientos, durante la estación lluviosa todas las noches se liberar! una cierta cantidad de agua en todas las presas de construcción estatal. sta orden, transmitida a todo el sistema de presas rurales, signiica que esa cantidad de agua se soltar! incluso en las presas situadas en ca0ones donde hace meses que no ha llovido. l sistema de orden superior, que posiblemente no conoce ni entiende las condiciones ambientales locales como cada aldea rural concreta, puede introducir de esta orma una nueva inestabilidad en el sistema al mismo tiempo que introduce un control m!s centralizado. -or suerte, muchas aldeas remotas se limitar!n a ignorar las órdenes, reduciendo de este modo la linealización. ste concreto e"emplo nos muestra la tendencia hacia la hipercoherencia &v8ase m!s adelante) que puede ocasionar la centralización. $ediante la linealización y la intromisión, las distintas aldeas irrigadas por canales del sistema est!n tan uertemente integradas que los desastres de uno dos ca0ones aislados pueden de"ar sentir su impacto r!pidamente en todas las dem!s aldeas, a trav8s de las medidas políticas de orden superior9 anteriormente, un desastre local rara vez salía de la comunidad local. n segundo lugar, el e"emplo alude a la hipótesis de @oserup y Carneiro, puesto que en unos pocos casos &pero no en todos) las aldeas rurales han pedido presas al gobierno ederal como consecuencia del crecimiento de la población y las presiones sobre la tierra dentro de los municipios muy circunscritos. Lo que demuestra el e"emplo de a#aca es que, si bien el crecimiento de la población en !reas circunscritas puede e"ercer una presión 6causal7 en avor de una tecnología agrícola m!s soisticada, no es un mecanismo directo de la evolución cultural9 m!s bien proporciona una situación socioambiental en la $ue las presiones selectivas a # avor de maor linealización e intromisión son altas" el resultado #inal consiste en maor centralización. n tercer lugar, volvemos a la teoría de ;ittogel del estado hidr!ulico. Como muestra el estudio de Lees, en el caso de a#aca el estado e#istía &y realmente tena que e#istir su cuerpo de ingenieros e hidrólogos) antes de cualquier 6gran7 obra de irrigación. -ero el agua sí posee una cualidad crítica y /nica que ;ittogel le asignó< si el gobierno ederal quiere entrometerse en la administración de la aldea rural, el control del agua es una de las ormas de hacerlo. l agua es un punto d8bil de la aldea autónoma, un punto adecuado para que el gobierno pueda penetrar en la comunidad corporativa cerrada, realizar un servicio que est! m!s all! del poder de organización de la comunidad y de"ar a la aldea m!s irmemente su"eta al sistema de orden superior de lo que pudiera estar antes. Sin embargo, es precisamente la linealización :y no la irrigación en sí misma: lo que lleva a la evolución, y la linealización puede ser seleccionada por toda una serie de actores socioambientales. Integración" hiperintegración delegación. l alto nivel de integración característico de los estados procede, en parte, de siglos de linealización, centralización y promoción. La orma muy estructurada de incluso los primeros estados suele maniestarse arqueológicamente en ausencia de documentos escritos9 en el -ró#imo riente , por e"emplo, ;right &*5) ha sugerido que la aparición de una "erarquía administrativa de tres grados, con tres tama0os de emplazamientos &ciudad, pueblo y aldea), puede ser un indicador de la organización estatal, "untamente con otros enómenos. tro indicador de integración en grandes regiones es la aparición de los enre"ados he#agonales de asentamientos asociados a 6lugares centrales7 en llanuras ilimitadas, desarrollados por Christaller &'', '4) y LVsch &4H, 4F). 2ace mucho que se sabía que el he#!gono era la igura geom8trica m!s económica para dividir una e#tensión en partes iguales entre cierto n/mero de puntos. %e ahí se dedu"o todo un cuerpo de teoría, demasiado copiosa para tratarla aquí con detalle, sobre el espaciamiento de esos pueblos o ciudades que uncionaban como centros de distribución de bienes y servicios para los pueblos m!s peque0os y el interior rural. Suponiendo &?) una uniorme distribución de la población y del poder de compra, &@) una uniorme distribución del terreno y de los recursos, &C) la misma acilidad para el transporte en todas direcciones, y &() que todos los lugares centrales realizasen las mismas unciones y abastecieran a zonas del mismo tama0o, la orma m!s económica de espaciar tales centros de servicios sería que ueran equidistantes, de donde salen las iguras o 6re"as7 he#agonales. Dno de los primeros arqueólogos que aplicó este modelo a una civilización antigua ue Aregory 3ohnson &4+), de quien se ha tomado gran parte de este tratamiento. Los centros equidistantes, he#agonalmente espaciados, de servicios constituyen una clave importante que inorma a los arqueólogos sobre cuando las 6unciones de servicios7 de un con"unto de emplazamientos :sea económico, administrativo o ceremonial: han comenzado a predominar sobre otros actores que
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inluyen en la elección de los lugares de asentamiento, como son el buen suelo, el agua, los lugares abrigados, la deensa, etc8tera. Bncluso en la 6llanura ilimitada7 ideal del geógrao :un enómeno arqueológicamente casi inasequible: no es probable que los recursos naturales est8n homog8neamente repartidos. %e ahí que los asentamientos de las sociedades simples est8n probablemente muy estrechamente correlacionados con tales recursos y no necesariamente espaciados con regularidad. Con el desarrollo de las sociedades comple"as, 6las unciones de servicios7 se vuelven cada vez m!s importantes y las aldeas adecuadamente localizadas para convertirse en 6nódulos7 pueden transormarse en ciudades, mientras que las vecinas languidecen a nivel de aldeas. %ado que muchas regiones arqueológicamente importantes est!n en terrenos monta0osos o accidentados, o siguen valles lineales de ríos, tales t8cnicas son diíciles de aplicar9 y la mayoría de los arqueólogos que aplican los modelos de lugares centrales han escogido deliberadamente las regiones m!s llanas que han podido encontrar. Dn e"emplo de he#agonal o romboidal de la región de $esopotamia lo proporciona la reelaboración de 3ohnson de la investigación de ?dams en el río %iyala &?dams 4, 3ohnson 4+). La >igura ( presenta la situada al este de la temprana ciudad din!stica de shnunna en la que aparecen emplazamientos de las tres clases de tama0os. Los emplazamientos que constituyen la 6c8lula7 de shnunna muestra un alto índice de correlación &W GF) con la re"illa ideal &3ohnson, op. cit.) a pesar de la desviación debida a la alineación de los principales cursos de agua de la zona. La red de 3ohnson quiz!s pueda contraponerse a la región de DruJ, en la $esopotamia meridional, donde ?dams &() cree que los modelos de lugares centrales est!n 6escasamente relacionados con el urbanismo hiperdesarrollado de inales del período de las primeras dinastías7 cuando esa ciudad sólo estaba rodeada por 6un gran n/mero de peque0os pueblos y aldeas, uniormemente distribuidos en tama0o en vez de ormar una "erarquía gradual y dierenciada... centrada en DruJ7. n $esoam8rica, igualmente, unas arcas parecen adecuadas a los modelos de los lugares centrales y otras no. =eotihuac!n, la primera gran ciudad de $8#ico &E55:*55 a. de C.), era tan incomparable en tama0o con todos los asentamientos contempor!neos cercanos que m!s enca"a en la anómala pauta de DruJ que en la de %iyala &$ilton E+, -arsons EH). o sólo estaba =eotihuac!n en el borde noreste del valle de $8#ico, sino que los 6centros secundarios7 que pueden haber sido sus contempor!neos no orman re"illa he#agonal a ning/n nivel signiicativo. =ales 6megalópolis7 urbanas ueron indudablemente características de algunos estados antiguos. ?unque los arqueólogos han aplaudido de orma característica las pautas de asentamiento que presentan 6un alto grado de integración7, irónicamente, en muchos casos pueden estar alabando otra de las patologías de 1appaport< la hiperintegración o 6hipercoherencia7. sta situación muy centralizada, pero a veces inestable, es el resultado de la quiebra o lo que sea de la autonomía que puedan tener los diversos subsistemas peque0os &o instituciones) de un sistema mayor9 uno a uno, van siendo unidos m!s estrechamente entre sí yXo al control "er!rquico central hasta que, como las ristras de luces del !rbol de avidad montadas en línea, el cambio de una unidad aecta de hecho a todas las dem!s de orma demasiado directa y r!pida &>igura Ed). n palabras de 1appaport< 6puede... sugerirse que el grado e#cesivamente alto de coherencia puede ser tan letal como el e#cesivamente ba"o7 &1appaport EG, p. 45). Dna de las ormas m!s comunes en que puede presentarse la hipercoherencia es a trav8s de la 6intromisión7, &v8ase anteriormente), pero hay otras, las alianzas matrimoniales entre amilias gobernantes de antiguos estados hostiles, por e"emplo, pueden reorzar tanto la comunicación y la inluencia entre ellos como destruir el natural amortiguamiento que aislaba a uno de los levantamientos que ocurrían en el otro. =ales alianzas matrimoniales ocurren con recuencia entre las ciudades:estado sumerias &?dams E), entre caci$ues mi#tecas y zapotecas de $8#ico meridional &Spores +E), y entre los centros de los mayas cl!sicos &$arcus E'). n otro caso mesopot!mico, Sargón de ?JJad envió a su hi"a a que uera la gran sacerdotisa de la diosa anna en Dr. =al nepotismo indudablemente aumentó la linealización de la unión entre las principales capitales, la política &?JJad) y la religiosa &Dr), de $esopotamia meridional &;oolley +G). La pregunta arqueológica crítica es Mcu!nta integración quiere decir 6hiper7N. ? este respecto, quiz!s sea signiicativo que lo m!s apro#imado a espaciamiento he#agonal en las pautas de asentamiento de la civilización maya de las tierras ba"as de $esoam8rica ocurriera a inales del período cl!sico &*55:G55 a. de C.), poco antes de su ahora amoso 6colapso7. -ara demostrar esto, he
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utilizado las investigaciones de @ullard &F) en la región nuclear de -et8n y las de 1upper P %enison &(4) sobre la perieria septentrional de -et8n &v8ase >igura +). Sólo si tuvieron en cuenta 6las ruinas de importantes centros ceremoniales7 &@ullard) o los 6lugares con estelas7 &1upper P %enison). Se observar! en las >iguras +a y +b que los he#!gonos alrededor de los emplazamientos como aran"o o CalaJmul son todavía m!s llamativos que los de la región de %iyala, y las re"illas son asombrosamente uniormes en vista de todas las colinas, sierras y pantanos arbolados & ba1os) que intervienen y lo distorsionan. n realidad, si se calculan las distancias entre los 6vecinos m!s pró#imos7 de los principales centros de ceremonias de @ullard, se encuentra lo siguiente < Cuadro '. %istancias al primero, segundo y tercer vecinos m!s pró#imos entre grandes centros ceremoniales del norte de -et8n, Auatemala < _____________________________________________________________________ Kecino Segundo vecino =ercer vecino m!s pró#imo m!s pró#imo m!s pró#imo _____________________________________________________________________ %istancia media '5,EE Im. 'E,EE Im. '*,5F Im. Karianza E,F*H Im. (,+*H Im. E,G(4 Im. %esviación modelo ',G** Im. 4,'EH Im. ',GF+ Im. _____________________________________________________________________ Dna nueva comprobación estadística muestra que, aunque la dierencia de las medias entre el primero, el segundo y el tercer vecinos es signiicativa &a nivel 5.555(), la dierencia de la varianza no lo es y la desviación modelo de cada media es muy ba"a, lo que demuestra una situación muy estructurada. sta re"illa he#agonal, presumiblemente creada por rol de 6centro de servicios7 de los asentamientos principales, no es en sí misma patológica, pero en los /ltimos cl!sicos los centros de cada he#!gono estaban vinculados por alianzas matrimoniales y los centros peri8ricos por alianzas militares &$arcus E'), dando lugar a un grado de integración todavía mayor, que puede haber sido 6hipercoherente7 en nuestra terminología. Cualquiera que sea la causa, la apuntada integración es tan grande que la perturbación en un centro puede haber aectado uertemente a otros centros9 una probable 6precondición7 para el tan discutido colapso maya &Sablo (E). ntre par8ntesis, tambi8n podría sacarse la conclusión, partiendo del hecho de que los emplazamientos importantes est!n casi el doble de apretados &a '+,F Im de distancia) en el !rea central de @ullard en comparación con l perieria septentrional de 1upert y %enison &a 4H,F Im de distancia), que puede haber operado la 6circunscripción social7 de Carneiro. %e este modo, la circunscripción social puede construir una situación de gran tensión, pero en este caso ue seguida de 6delegación7 y no de evolución. 2acia un modelo generativo del estado. l ob"etivo /ltimo de un an!lisis de sistemas bien podría ser la creación de una serie de reglas mediante las cuales pudiera simularse los orígenes de un sistema comple"o. videntemente, estamos muy le"os de poder hacerlo en el caso del estado. =enemos dos mecanismos evolutivos &6promoción7 y 6linealización7), tres patologías &6intromisión7, 6usurpación7 e 6hipercoherencia7) y dos procesos &6segregación7 y 6centralización7) que probablemente son universales. =enemos media docena de condiciones socioambientales &crecimiento de la población, circunscripción social, guerra, irrigación, comercio, simbiosis), de las cuales probablemente ninguna es universal, pero todas las cuales pueden seleccionar patologías o mecanismos evolutivos y en consecuencia acelerar los dos procesos. -or tanto, permítasenos concluir enumerando provisionalmente quince reglas out o# the scores con las que alg/n día podremos simular la aparición del estado. l proceso comienza con una población humana simple, con un peque0o con"unto de reglas, pocas instituciones y un peque0o n/mero de subsistemas. Los controles de los subsistemas de orden inerior &por e"emplo, la agricultura) son especíicos y relativamente inle#ibles. Los controles de orden superior &por e"emplo, el 6gobierno7) son m!s generales y le#ibles, pero establecen valores de reerencia para la producción de los sistemas de orden inerior. '. Caso de que los controles de orden inerior no consigan mantener determinadas variables dentro de la esera de ob"etivos especíica, los controles de orden superior se activan. 1epetidas activaciones pueden conducir a la 6linealización7 o 6evolución7 por centralización.
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4. La linealización debilita los amortiguadores entre subsistemas y, en consecuencia, conduce a una simpliicación o alta de autonomía de los subsistemas. E. l mantenimiento de tal simpliicación e#ige m!s dirección. (. $!s dirección e#ige m!s instituciones ormales. +. Las instituciones ormales &a) pueden colaborar a una mayor linealización, haciendo de este modo que las reglas 4:E:(:+ se conviertan en circuitos de 6positiva7, o bien una nueva 6evolución7 por segregación. *. Los sistemas vivos en evolución generan autónomamente nueva inormación a trav8s de la interacción de sus partes &$aruyama E4). H. ?parecen nuevas instituciones para procesar con mayor rapidez esta inormación o bien en mayor cantidad, o ambas cosas. F. Cualquier institución tiene que desarrollarse a partir de alg/n elemento de una institución previamente e#istente &muchas veces por promoción). G. Sólo aparecer! una nueva institución despu8s de haberse alcanzado alg/n umbral crítico en cuanto a necesidad de procesar inormación9 de este modo la evolución parece ir despacio & c#. ?dams E, p. 'H5). '5. n principio, las nuevas instituciones son m!s eicaces, pero tambi8n son m!s caras de sostener9 su 6coste7 puede proporcionar una tensión adicional. ''.La tendencia evolutiva de las instituciones se dirige de servir al sistema &propósitos especiales) a ser autónomas &propósitos generales). '4. La tensión a que somete al sistema el hecho de sostener instituciones autónomas e#ige la creación de nuevas instituciones para propósitos especiales que se ocupen de la tensión. 'E. Cuando la segregación y la centralización alcanzan un determinado umbral, se puede decir que e#iste el estado. '(. %emasiada centralización, promoción y linealización puede desplazar al estado hacia la hipercoherencia y la inestabilidad. '+. -or /ltimo, la hipercoherencia puede conducir al colapso y la delegación. videntemente, estas pocas reglas simples sólo constituyen un peque0o primer paso hacia la comprensión de la evolución cultural de las civilizaciones. =ales modelos de muchas variables, aunque muchos se sientan repelidos por su comple"idad, pueden tener ciertos eectos beneiciosos. ?ntes que nada, obligan al investigador a ser especíico sobre los vínculos entre las variables, distinguiendo de este modo entre socioambientales &que son locales), y mecanismos y procesos &que son universales). n segundo lugar, resaltan la importancia de la inormación y del ritual en la regulación de las variables ambientales y económicas de la sociedad humana. %e este modo, pueden proporcionar un terreno com/n para humanistas y ecólogos. -ues Coc y %yson, en las citas que inician este artículo, tienen en parte razón y est!n en parte equivocados. =ienen razón cuando dicen que las ideas, las instituciones, la organización social y el contenido cultural han sido groseramente ingnorados por los ecólogos interesados por la aparición de la civilización. La que est! equivocada es su deducción de que estos temas caen uera del campo del ecólogo. specialmente para los ecólogos interesados por el estado, son todavía m!s importantes que los sistemas por los que tales sociedades comple"as producen sus alimentos.