Rizoma Gilles Deleuze – Félix Guattari
Hemos escrito el Antiedipo entre dos. Como sea que cada uno de nosotros era varios, eso redundaba ya en mucha gente. Aquí nos hemos valido de todo cuanto podía acercarnos, lo más próimo y lo más le!ano. Hemos distribuido hábiles seudónimos a "in de hacer el traba!o irreconocible. #$or qu% hemos conser conservad vado o nuestr nuestros os nombre nombres& s& $or costum costumbre bre,, sólo sólo por por costu costumbr mbre. e. $ara $ara volver volvernos nos irrecon irreconoci ocible bless a nuestr nuestra a vez. vez. 'o para para volver volvernos nos imperc impercept eptibl ibles es nosotros mismos, sino aquello que nos hace actuar, sentir o pensar. (, luego, porque es muy grato hablar como todo el mundo) decir ha salido el sol, cuando la generalidad de las personas sabe que es un modo de hablar. 'o llegar al etremo en que ya no se dice yo, sino al etremo en el que decir yo no tiene ya importancia alguna. (a no somos nosotros mismos. Cada quien conocerá a los suyos. Hemos sido ayudados, absorbidos, multiplicados. (a casi no hablamos de psicoanálisis) sin embargo, aun hablamos, inclusive, demasiado. 'ada más de eso. 'os "astidiaba) sin embargo, %ramos incapaces de cortar por lo sano *os psicoanalistas y principalmente los psicoanalizados nos hastían demasiado. +ra preciso que, por cuenta nuestra, precipitáramos esta esta materi materia a que nos "renab "renabas asin in "or!ar "or!arnos nos ilusio ilusiones nes acerca acerca del alcanc alcance e ob!etivo de tal operaciónera necesario que le comunicásemos una velocidad arti"icial capaz de llevarla hasta la ruptura o hasta nuestro desmoronamiento. -e acabó) no hablaremos mas del psicoanálisis despu%s de este libro. A nadie hará su"rir ya, a ellos ni a nosotros. +s curioso como las ob!eciones que a uno le hacen son retardalrices. Cuando usted intenta nadar en un arroyo, a sus pies les ponen grilletes #ha pensado en eso&, #qu% hace con aquello&, #es usted muy cohere coherente nte& & #acaso #acaso no ve la contra contradic dicció ción& n& /ambi%n ambi%n dulzur dulzura, a, de no respon responder der nunca. nunca. -olam -olament ente e hay algo algo todaví todavía a peor peor que las ob!eci ob!ecione oness y re"utaciones de las ob!eciones, esto es. la re"leión, el retorno a. . . $or e!emplo, en un libro, el regreso a otro anterior y, #qu% hay de eso&, #ha comprendido bien a 0reud&, y #su 1ltimo libro, ha cambiado usted& Analizar la situación 2qu% horr horror or33 4n libr libro o no tien tiene e ob!e ob!eto to ni su!e su!eto to,, está está elab elabor orad ado o de mate materi rias as distintamente "ormadas, de "echas y velocidades muy di"erentes. A partir del
momento momento en que un libro es atribuido atribuido a un su!eto, se descuida descuida este traba!o de las materias y de la eterioridad de sus relaciones. -e "abrica un 5ios bueno para los movimientos .geológicos. +n un libro, a igual que en todas las cosas, hay líneas de articulación o de segmentariedad, planos, territorialidades) pero, tamb tambi% i%n, n, lin lineas eas de "ug "uga, movi movim mient ientos os de des desterr territ ito oria rializ lizació ación n y de destrati"ic destrati"icación ación.. *as velocidade velocidadess comparada comparadass de circulación circulación de "lu!o, seg1n seg1n estas líneas, llevan en sí "enómenos de retraso relativo, de viscosidad o, por el contra contrario rio,, de precip precipita itació ción n y ruptur ruptura a 6ciert 6ciertame amente nte el psicoa psicoanál nálisi isiss ha sido sido nuestra traba) era necesario cortar7. /odo esto, líneas, velocidades medibles, constituye una composición maquínica. 4n libro es una tal composición y, como tal, es inatribuible. +s una multiplicidad aunque todavía no se sabe lo que el m1ltiple implica cuando %l de!a de ser atribuido, o sea, cuando es elevado al estado de substantivo. 4na composición maquínica es dirigida hacia los planos, los cuales "orman, indudablemente, una especie de organismo, o bien, una totalidad signi"icante, o bien una determinación atribuible a un su!eto, pero no menos hacia un cuerpo sin órganos que no cesa de deshacer el organismo, de hacer hacer pasar pasar y circul circular ar partícu partículas las asigni asigni"ic "icant antes, es, intens intensida idades des puras) puras) y de atribuirse los su!etos a los cuales no de!a más que un nombre, como traza de una intensidad. #Cuál es el cuerpo sin órganos de un libro& Hay varios seg1n la natu natura rale leza za de 8 las las líne líneas as cons consid ider erad adas as)) seg1 seg1n n su cont conten enid ido o o su dens densid idad ad prop propia ia)) seg1 seg1n n su posi posibi bililida dad d de conv conver erge genc ncia ia en un 9pla 9plano no de cons consis iste tenc ncia9 ia9 que que aseg asegur ure e en la sele selecc cció ión. n. $or $or aquí aquí,, como como por por allá allá,, las las unidades de medida constituyen lo esencial cuanti"icar la escritura. 'o hay di"e di"ere renc ncia ia entr entre e aque aquellllo o de lo cual cual un libro libro habl habla a y del del modo modo como como está está elaborado. 4n libro no tiene, pues, no más ob!eto. +n calidad de composición, %l mismo está en coneión con otros cuerpos sin órganos. 'o se deberá preg pregun unta tarr nunc nunca a lo que que un libr libro o quie quiere re deci decirr, sign signi"i"ic icad ado o o sign signi"i"ic ican ante te)) tampoco deberá tratarse de comprender nada en un libro. :nicamente vale preguntar con qu% "unciona) en coneión de qu% hace pasar o no intensidades) en cuáles multiplicidades introduce y metamor"osea la suya) con qu% cuerpos sin órganos hace converger el suyo. 4n libro no eiste más que por lo eterior y en el eterior. Así pues, siendo un libro por sí mismo una peque;a máquina, cabe cabe preg pregun unta tar r #en #en qu% qu% rela relaci ción ón,, a su vez vez mens mensur urab able le,, se encu encuen entra tra
momento momento en que un libro es atribuido atribuido a un su!eto, se descuida descuida este traba!o de las materias y de la eterioridad de sus relaciones. -e "abrica un 5ios bueno para los movimientos .geológicos. +n un libro, a igual que en todas las cosas, hay líneas de articulación o de segmentariedad, planos, territorialidades) pero, tamb tambi% i%n, n, lin lineas eas de "ug "uga, movi movim mient ientos os de des desterr territ ito oria rializ lizació ación n y de destrati"ic destrati"icación ación.. *as velocidade velocidadess comparada comparadass de circulación circulación de "lu!o, seg1n seg1n estas líneas, llevan en sí "enómenos de retraso relativo, de viscosidad o, por el contra contrario rio,, de precip precipita itació ción n y ruptur ruptura a 6ciert 6ciertame amente nte el psicoa psicoanál nálisi isiss ha sido sido nuestra traba) era necesario cortar7. /odo esto, líneas, velocidades medibles, constituye una composición maquínica. 4n libro es una tal composición y, como tal, es inatribuible. +s una multiplicidad aunque todavía no se sabe lo que el m1ltiple implica cuando %l de!a de ser atribuido, o sea, cuando es elevado al estado de substantivo. 4na composición maquínica es dirigida hacia los planos, los cuales "orman, indudablemente, una especie de organismo, o bien, una totalidad signi"icante, o bien una determinación atribuible a un su!eto, pero no menos hacia un cuerpo sin órganos que no cesa de deshacer el organismo, de hacer hacer pasar pasar y circul circular ar partícu partículas las asigni asigni"ic "icant antes, es, intens intensida idades des puras) puras) y de atribuirse los su!etos a los cuales no de!a más que un nombre, como traza de una intensidad. #Cuál es el cuerpo sin órganos de un libro& Hay varios seg1n la natu natura rale leza za de 8 las las líne líneas as cons consid ider erad adas as)) seg1 seg1n n su cont conten enid ido o o su dens densid idad ad prop propia ia)) seg1 seg1n n su posi posibi bililida dad d de conv conver erge genc ncia ia en un 9pla 9plano no de cons consis iste tenc ncia9 ia9 que que aseg asegur ure e en la sele selecc cció ión. n. $or $or aquí aquí,, como como por por allá allá,, las las unidades de medida constituyen lo esencial cuanti"icar la escritura. 'o hay di"e di"ere renc ncia ia entr entre e aque aquellllo o de lo cual cual un libro libro habl habla a y del del modo modo como como está está elaborado. 4n libro no tiene, pues, no más ob!eto. +n calidad de composición, %l mismo está en coneión con otros cuerpos sin órganos. 'o se deberá preg pregun unta tarr nunc nunca a lo que que un libr libro o quie quiere re deci decirr, sign signi"i"ic icad ado o o sign signi"i"ic ican ante te)) tampoco deberá tratarse de comprender nada en un libro. :nicamente vale preguntar con qu% "unciona) en coneión de qu% hace pasar o no intensidades) en cuáles multiplicidades introduce y metamor"osea la suya) con qu% cuerpos sin órganos hace converger el suyo. 4n libro no eiste más que por lo eterior y en el eterior. Así pues, siendo un libro por sí mismo una peque;a máquina, cabe cabe preg pregun unta tar r #en #en qu% qu% rela relaci ción ón,, a su vez vez mens mensur urab able le,, se encu encuen entra tra
esta máquina literaria con una máquina de guerra, una máquina de amor, una máquina revolucionaria, etc., y con una máquina abstracta que las arrastre& -e nos nos ha repr reproc ocha hado do invo invoca carr con con dema demasi siad ada a "rec "recue uenc ncia ia a los los lite litera rato tos. s.
a, y una inaudita máquina burocrática. .. 6(, 6(, suponiendo que uno se tornara animal o vegetal por literatura, lo cual de ninguna manera quiere decir literariamente, #no sería primero por la voz que uno se convierte en animal&7 *a literatura es una composición, nada tiene que ver con la ideología) no hay ni !amás hubo ideología. 'osotros no hablamos de algo distinto las multiplicidades, las líneas, planos, segmentariedades, líneas de "uga e intensidades, las disposiciones maquinicas y sus di"erentes tipos, los cuerpos sin órganos y su construcción, su selección, el plano de consistencia, las unidades de medida en. cada uno de los casos. *os *os estr estrat atóm ómet etro ros, s, los los dele deleóm ómet etro ros, s, las las unid unidad ades es Cs< Cs< de dens densid idad ad,, las las unid unidad ades es Cs< Cs< de conv conver erge genc ncia ia no sólo sólo "orm "orman an una una cuan cuantiti"i"ica caci ción ón de la escritura, sino que la de"inen como en tanto que son siempre la mesura de algo dist distin into to.. +scr +scrib ibir ir no tien tiene e nada nada que que ver ver con con sign signi"i"ic icar ar,, sino sino con con medi medirr, cartogra"iar, inclusive las comarcas venideras. 4n primer tiempo de libro es el libro?raíz. +l árbol es ya.la imagen del mundo) tambi%n, la raíz es la imagen del árbol?mundo. +s el libro clásico, como bella interioridad orgánica, signi"icante y sub!etiva 6los planos del libro7. +l libro imita al mundo, como el arte, a la naturaleza por procedimientos que le son propios, y que conducen a buen t%rmino lo que la naturaleza no puede o no puede hacer ya. *a ley del libro es aquella de la re"leión) el 4no que se torna dos. #Cómo la ley del libro podría estar en la naturaleza, dado que preside la propia división entre mundo y libro naturaleza y arte& 4no se convierte en dos siempre que nos enco encont ntra ramo moss de nuev nuevo o con con esta esta "órm "órmul ula a así así "uer "uera a estr estrat at%g %gic icam amen ente te anunciada por @ao, y asi "uese comprendida 9dial%cticamente9 al máimum,
nos hallamos ante el más clásico y más re"leionado pensamiento, el más vie!o y "atigado. *a naturaleza no se conduce así las propias raices son en ella pivotantes, con una rami"icación más numerosa lateral y circular, no dicotómica. +l espíritu retarda sobre la naturaleza. Hasta el libro, como realidad natural, es pivotante, con su e!e, y las ho!as a su derredor. $ero, el libro, como realidad espiritual, el rbol o la Raíz, en tanto que imagen, no de!a de desarrollar la ley del 4no que se convierte en dos, luego, dos que se convierte en cuatro. . . *a lógica binaria es la realidad espiritual del árbol?raiz. Hasta una disciplina tan 9avanzada9 como la lingBistica conserva este árbol?raiz en calidad de imagen de base, que la vincula a la re"leión clásica 6así Choms>y y el árbol syntagmático da comienzo en un punto -, para proceder por dicotomía7. +so es tanto como decir que este pensamiento !amás ha comprendido la multiplicidad requiere de una "uerte unidad primordial supuesta para llegar a dos mediante un m%todo espiritual. ( del lado del ob!eto, seg1n el m%todo natural, es indudable que se puede pasar directamente del 4no al tres, cuatro o cinco, si bien a condición siempre de disponer de una "uerte unidad primordial, esto es, la del pivote que soporta las raíces secundarias. +sto casi no me!ora. *as relaciones biunívocas entre círculos sucesivos tan sólo han podido remplazar la lógica binaria de la dicotomía. *a multiplicidad no es me!or comprendida por la raíz pivotante que por la dicotómica. 4na opera en el ob!eto, en tanto que la otra lo hace en el su!eto. *a lógica binaria y las relaciones biunivocas dominan a1n el psicoanálisis 6el árbol del delirio en la interpretación "reudiana de -chreber7, la lingBística y el estructuralismo, y hasta la in"ormática. +l sistema raicilla, o raíz "asciculada, es la segunda "igura del libro, de la cual nuestra modernidad se vale gustosamente. +n esta ocasión, la raíz primordial ha abortado, o bien se destruye hacia su etremidad) sobre ella se va in!ertando una multiplicidad inmediata y cualquiera de las raíces secundarias que eperimentan un gran desarrollo. +sta vez, la realidad natural aparece en el aborto de la principal raíz, pero su unidad no subsiste nada menos como pasado o venidero, como posible. ( cabe preguntarse si la realidad espiritual y pensada no compensa este estado mani"estando, a su vez, la eigencia de una unidad secreta a1n más comprensiva, o de una totalidad más etensa. -ea
el procedimiento de cut?up, de urroughs el plegado de un teto sobre otro, constitutivo de raices m1ltiples e, inclusive, adventicias 6diríamos un esque!e7, implica una dimensión suplementaria a la de los tetos considerados. +n esta dimensión suplementaria del plegado es en donde la unidad prosigue su traba!o espiritual. +n este sentido, la obra más resueltamente parcelaria puede ser tambi%n presentada como la
o
de sobredeterminación,
en
una dimensión siempre
suplementaria de la de su ob!eto. +l mundo se ha convertido en un caos) pero el libro permanece como imagen del mundo, caosmos?raicilla en lugar de cosmos raíz. Rara misti"icación, %sta del libro, tanto más total cuanto más "ragmentada. +l libro como a imagen del mundo) de todos modos, 2qu% idea tan insulsa3 Ferdaderamente no basta prorrumpir en 2Fiva lo m1ltiple3, aun cuando esta eclamación sea di"ícil de lanzar. 'inguna habilidad tipográ"ica, leical o inclusive sintáctica será capaz de hacerlo entender. *o m1ltiple hay que
hacerlo, no precisamente a;adiendo siempre una dimensión superior, antes bien, por el contrario, lo más sencillamente posible, a "uerza de sobriedad, al nivel de las dimensiones de que se dispone, siemprpe n?G 6sólo así es como el uno "orma parte de lo m1ltiple, estando siempre substraído7. -ubstraer lo 1nico de la multiplicidad a constituir) escribir a n?G. A este sistema se le podría llamar rizoma. 4n rizoma como tronco subterráneo se distingue totalmente de las raices y raicillas. *os bulbos, los tub%rculos son rizomas. *as plantas de raíz o raicillas pueden ser rizomor"as por cualquier otro concepto la cuestión de saber si la botánica, en su especi"icidad, no es por entero rizomór"ica. ncluso hay animales que lo son por lo que respecta a su "orma de manada) las ratas son rizomas. *as madrigueras lo son en cuanto a todas sus "unciones de habitat, de previsión, de desplazamiento, de evasión y de ruptura. +l rizoma en sí posee muy diversas "ormas, desde su etensión super"icial rami"icada en todos los sentidos, hasta sus concreciones en bulbos y tub%rculos. Cuando las ratas se deslizan unas ba!o las otras. +n el rizoma se encuentra lo me!or y lo peor la patata y el grama, la mala hierba. Animal y planta, la grama, es la digitaria. +stamos persuadidos que a nadie podríamos convencer si de!áramos de enumerar algunos caracteres aproimados del rizoma. GI y JI $rincipios de coneión y heterogeneidad cualquier punto de un rizoma puede ser conectado con otro cualquiera, y debe serlo. 'o es igual con respecto al árbol o a la raíz que "i!an un punto, un orden. +l árbol lingBístico al modo de Choms>y a1n comienza en un punto - y procede por dicotomía. +n un rizoma, a la inversa, cada rasgo no remite necesariamente a un rasgo lingBístico eslabones semióticos de todas naturalezas están ahí conectados a modos de codi"icación muy distintos, eslabones biológicos, políticos, económicos, etc., poniendo en !uego no sólo regímenes de signos di"erentes, sino tambi%n, estatutos de estados de cosas. *as disposiciones colectivas de enunciación "uncionan, en e"ecto, directamente en las disposiciones maquínicas, y no es posible establecer una ruptura radical entre los regímenes de signos y sus ob!etos. +n la lingBística, aun cuando se pretende ce;irse a lo eplícito y nada suponer de la lengua, se permanece en el interior de las es"eras de un discurso que implica todavía modos de
disposición y tipos de poder social particulares. *a gramaticalidad de Choms>y, el símbolo categorial - que domina todas las "rases, es primero un marcador de poder antes que un marcador sintáctico 0ormarás "rases gramaticalmente correctas) dividirás cada enunciado en sintagma nominal y .sintagma verbal 6primera dicotomía. . .7. 'o habrá reproche para tales modelos lingBísticos de ser ecesivamente abstractos, antes bien, a la inversa, de no serlo bastante, de no alcanzar a la máquina abstracta que e"ect1a la coneión de una lengua con contenidos semánticos y pragmáticos de los enunciados, con las disposiciones colectivas de enunciación, con toda una micropolítica del campo social. 4n rizoma no de!aría de conectar eslabones semióticos, organizaciones de poder, coyunturas remitiendo a las artes, a las ciencias, a las luchas sociales. 4n eslabón semiótico es como un tub%rculo que aglomera muy diversos actos, lingBísticos, pero igualmente perceptivos, mímicos, gestuales, cogitativos no eiste lengua en sí) tampoco, universalidad del lengua!e. Concurren diversos dialectos, pat1a y argot, en abundancia, lenguas especiales. 'o eiste el locutor?auditor ideal, así como no se cuenta con una comunidad lingBística homog%nea. 5e acuerdo con una "órmula de Keinreich, 9la lengua es una realidad esencialmente heterog%nea9. a7 'o hay una lengua?madre, sino toma del poder de una lengua dominante en una multiplicidad política. *a lengua logra su estabilidad en torno a una parroquia, un obispado, una capital. Hace bulbo. +voluciona por troncos y "lu!os subterráneos, a lo largo de valles "luviales, o líneas de "errocarril, se desplaza por medio de manchas de aceite. 6J7 +n la lengua siempre se pueden realizar descomposiciones estructurales internas esto no es esencialmente distinto de una investigación de raíces. -iempre hay algo de cariz genealógico en el árbol, no se trata de un m%todo popular. Al contrario, un m%todo de tipo rizoma sólo puede analizar el lengua!e descentrándolo sobre otras dimensiones y demás registros. 4na lengua !amás se encierra en si misma, como no sea en una "unción de impotencia. LI$rincipio de multiplicidad 1nicamente si lo multiplica es positivamente tratado como substantivo, multiplicidad, es cuando de!a de tener relación alguna con el 4no como su!eto o como ob!eto, como realidad natural
o espiritual, como imagen y mundo. *as multiplicidades son rizomáticas, y denuncian las seudomultiplicidades arborescentes. 'o hay unidad que sirva de pivote en el ob!eto, así como tampoco que se divida en el su!eto. 'i una unidad siquiera, aun queriendo, para abortar en el ob!eto y para 9retornar9 en el su!eto. 4na multiplicidad no tiene su!eto ni ob!eto, sino tan sólo determinaciones, grandezas, dimensiones que no pueden crecer sin que ella cambie de naturaleza 6las leyes de combinación crecen, pues, mediante la multiplicidad7. *os hilos de la marioneta, en tanto que rizoma o multiplicidad, no remiten a la voluntad, que se supone es 1nica, de un artista o de un pensador, antes bien a la multiplicidad de las "ibras nerviosas que, a su vez, "orman otra marioneta, siguiendo otras dimensiones conectadas a las primeras 9*os hilos o los troncos que mueven a las marionetas ?llam%mosles la trama. $odríamos ob!etar que su multiplicidad resida en la persona del actor que la proyecta en el teto. -ea) pero sus "ibras nerviosas "orman, a su vez, una trama. ( ellas se sumergen a trav%s de la masa gris, la retícula, hasta lo indi"erenciado. . . +l !uego se acerca a la pura actividad de los te!edores, aquella que es atribuida por los mitos a las parcas y a los nornes. 6L7 4na composición es, precisamente, este crecimiento de las dimensiones en una multiplicidad que cambia inevitablemente de naturaleza a medida que aumenta sus coneiones. +n un rizoma no hay puntos o posiciones, como se les encuentra en una estructura, un árbol, una raíz. 'o hay más que líneas. Cuando Dlenn Douid acelera la e!ecución de un trozo musical no es que act1e 1nicamente en calidad de virtuoso, sino que trans"orma los puntos en líneas, haciendo proli"erar el con!unto. +s que el n1mero ha de!ado de ser un concepto universal que mide elementos seg1n su lugar en una dimensión cualquiera, para convertirse en una multiplicidad variable siguiendo las dimensiones consideradas 6primacía del dominio sobre un comple!o de n1meros vinculado a este dominio7. 4nidades de medida no tenemos) 1nicamente, multiplicidades o variedades de medida. *a noción de unidad nunca aparece, hasta que se produce en una multiplicidad una toma de poder por el signi"icante, o un proceso correspondiente de sub!etivación asi la unidad?pivote que "unda un con!unto de relaciones biunívocas entre elementos ob!etivos o puntos ob!etivos, o bien el 4no que se divide siguiendo la ley de una lógica binaria de la di"erenciación en el su!eto.
*a unidad siempre act1a en el seno de una dimensión vacía, suplementaria a aquella
que
pertenece
al
sistema
considerado
6encodi"icar7.
$ero,
precisamente, un rizoma o multiplicidad no de!a nunca enci"rar, no dispone !amás de dimensión suplementaria al n1mero de sus líneas, es decir, a la multiplicidad de n1meros destinados a esas líneas. /odas las multiplicidades son planas en tanto que ellas llenan, ocupan todas sus dimensiones asi pues, se hablará de un plano de consistencia de las multiplicidades, aunque este 9plano9 sea de dimensiones crecientes con"orme el n1mero de coneiones que se establecen en %l. *as multiplicidades se de"inen por lo eterno por la línea abstracta, línea de "uga o de desterritorialización con"orme la cual trans"orman su naturaleza al conectarse con otras. +l plano de consistencia 6retícula7 es la parte eterior de todas las multiplicidades. *a línea de "uga se;ala, a un tiempo, la realidad de un n1mero de dimensiones limitadas, que la multiplicidad
llena
e"ectivamente)
la
imposibilidad
de
toda dimensión
suplementaria, sin que la multiplicidad se trans"orme siguiendo esta línea) la posibilidad y la necesidad de allanar todas estas multiplicidades en un mismo plano de
consistencia
o
de
eterioridad,
cualesquiera
que
sean
sus dimensiones. *o ideal de un libro sería eponer todo sobre tal plano de eterioridad, sobre una sola página, sobre una misma zona acontecimientos vividos, determinaciones históricas, conceptos re"leionados, i ndividuos, grupos y "ormaciones sociales. =leist inventó una escritura de este tipo, un encadenamiento
destrozado
de
a"ectos,
con
velocidades
variables,
precipitaciones y trans"ormaciones, siempre en coneión con lo eterno. Anillos abiertos. /ambi%n sus tetos se oponen por todos conceptos al libro clásico y romántico constituido por la interioridad de una substancia o de un su!eto. +l libro?máquina de guerra contra el libroaparato de +stado. *as multiplicidades planas de n dimensiones son asigni"icantes y asub!etivas. +llas son designadas por artículos inde"inidos, o más pronto partitivos Mdel grama, del rizoma. . .7. 'o habremos de preguntarnos, sobre todo, lo qu% una multiplicidad signi"ica ni a qui%n se atribuye, sino que, tratándose de una multiplicidad cualquiera, pongamos, por e!emplo, 0A-C-@< horrible multiplicidad, de"inida por sus líneas o dimensiones epuestas, precisamente, en el plano de consistencia
, nos podemos preguntar seg1n que dimensión signi"ica esto o aquello, seg1n que linea se atribuye a un individuo, a un grupo o a una "ormación social. $ues eiste un "ascismo individual, uno de grupo y otro de "ormación social. (, precisamente, tales distinciones no son pertinentes, sino secundarias y derivadas con respecto al estudio directo de multiplicidad. 6N7 +s necesario golpear "uerte con el martillo, aplanar para convertirnos en "or!adores del inconsciente. NI$rincipio de ruptura asigni"icante contra los cortes demasiado signi"icantes, cortes que separan las estructuras, o que atraviesan una. 4n rizoma puede ser roto, quebrado en cualquier parte, vuelve a brotar siguiendo tal o cual de sus lineas y aun otras líneas. 'o se termina nunca con las hormigas, ya que %stas "orman un rizoma animal en el cual la mayor parte puede ser destruida sin que de!e de reconstruirse. /odo rizoma comprende líneas de segmentariedad, seg1n las cuales es estrati"icado, territorializado, organizado, signi"icado, atribuido, etc.) pero tambi%n líneas de desterritorialización por las que huye sin cesar. Hay ruptura en el rizoma cada vez que lineas segmentarias eploten en una línea de "uga, si bien %sta "orma parte del rizoma. +stas líneas no de!an de remitirse las unas a las otras. +s por esta razón que nunca se puede dar un dualismo o una dicotomía, aun ba!o la "orma rudimentaria de lo bueno y lo malo. -e produce una ruptura, se traza una linea de "uga, no obstante, siempre se corre el riesgo de volver a encontrar en ella organizaciones que reestrati"ican el con!unto, "ormaciones que devuelven el poder a un signi"icante, atribuciones que reconstituyen un su!eto todo lo que uno quiera, desde los resurgimientos edípicos hasta las concreciones "ascistas. Hemos sido conceptuados de "ascistas) !amás lo seremos su"iciente, hasta tal etremo somos conscientes, nosotros al menos, que el "ascimo no es aquel de otros 1nicamente. *os grupos y los individuos contienen micro"ascismos que no piden sino cristalizarse. -í, el grama es tambi%n rizoma. *o bueno y lo malo no pueden ser más que el producto de una selección activa y temporal a empezar de nuevo. #Acaso los movimientos de desterritorialización, así como los procesos de reterritorialización no podrían ser relativos, perdurablemente empalmados, asidos los unos de los otros& *a orquídea se desterritorializa "ormando una
imagen, una reproducción eacta de la avispa) pero, la avispa se reterritorializa en esta imagen) no obstante, se desterritorializa, volvi%ndose una pieza en el aparato de reproducción de la orquídea) sin embargo, ella reterritorializa la orquídea transportándole el polen. *a avispa y la orquídea, en tanto que heterog%neas, establecen rizoma. -e podría decir que la orquídea imita a la avispa, de la cual ella reproduce la imagen de una manera signi"icante 6mimesis, mimetismo, treta, etc.7. -in embargo, esto solo no es verdad más que a nivel de estratos paralelismo entre dos estratos tales que una organización vegetal sobre el uno imita una organización animal sobre el otro. A un tiem po, se trata de algo completamente distinto nada absolu tamente de imitación, sino captura del código, plusvalía del código, aumento de valencia, verdadero devenir, deveniravispa de la orquídea, devenir?orquídea de la avispa, cada uno de estos devenires asegurando la desterritorialización de uno de los t%rminos y la reterritorialización del otro, los dos devenires encadenándose y relevándose seg1n una circulación de intensidades que impulsa a la desterritorialización siempre más y más le!os. 'o hay imitación ni parecido. sino eplosión de dos series heterog%neas en la linea de "uga compuesta por un rizoma com1n, el cual no puede ser ya atribuido ni sometido, sea lo que "uere de signi"icante. R%my Chauvin dice claramente 9+volución apáratela de dos seres que en absoluto tienen nada que ver el uno con el otro9. 6O7 Con más generalidad puede ser que los esquemas de evolución sean llevados de más en más a abandonar el vie!o modelo del árbol y de la descendencia. +n ciertas condiciones, un virus puede conectarse a c%lulas germinales y %l mismo transmitirse como genecelular de una especie complea a1n más podría huir, pasar a las c%lulas de otra especie cualquiera no sin llevarse 9in"ormaciones gen%ricas9 provenientes del primer hu%sped 6de esta suerte son las investigaciones actuales de $enveniste y /odaro acerca de un virus del tipo C, en su doble coneión con el A5' del babuino y el A5' de ciertas especies de gatos dom%sticos7. *os esquemas de evolución ya no se harían 1nicamente seg1n
modelos
de descendencia
arborescente,
yendo
del
menos
di"erenciado al más di"erenciado, sino, seg1n un rizoma, actuando de inmediato en lo heterog%neo y saltando de una linea ya di"erenciada a otra. 6P7 Allí aun, evolución apáratela del babuino y del gato, donde uno no es, evidentemente, el
modelo del otro, así como el otro tampoco es la copia del uno 6un deyenir? babuino en el gato no signi"icaría que el gato Qhaga Q el babuino7. $or nuestra parte, hacemos rizoma con nuestro virus, o más bien son nuestros virus los que nos hacen hacer rizoma con otros animales. +n opinión de Eacob, las trans"erencias de material gen%tico por virus u otros procedimientos, las "usiones de c%lulas descendientes de especies di"erentes, tienen resultados análogos a los 9amores abominables estimados en la AntigBedad y en la +dad @edia9.
67
Comunicaciones
transversales
entre
líneas di"erenciadas
enmara;an los árboles genealógicos. uscar siempre lo molecular o hasta la partícula submolecular con la cual nos enlazamos. +volucionamos y nos morimos más de gripes polimor"as y rizomáticas que de nuestras en"ermedades hereditarias o de en"ermedades que tienen en sí su propia descendencia. +l rizoma es una antigenealogía. *o mismo acontece con el libro y el mundo el libro no es imagen del mundo, de acuerdo con una arraigada creencia. Hace rizoma con el mundo) hay evolución aparalela del libro y del mundo) el libro asegura la desterritorialización del mundo, pero el mundo opera una reterritorialización del libro que, a su vez, se desterritorializa en sí mismo en el mun? do 6de ser capaz de ello y si puede7. *a mim%tica es un muy mal concepto, que depende de una lógica binaria, para "enómenos de muy distinta naturaleza. +l cocodrilo no reproduce un tronco de árbol, al igual que el camaleón no reproduce los colores de su alrededor. *a $antera rosa no imita nada, no reproduce nada, pinta el mundo de su color, rosa sobre rosa, es su devenir? mundo, para hacerse ella misma imperceptible, asigni"icante, labrar su ruptura, su línea de "uga, llevar hasta el "inal su 9evolución aparalela . -abiduría de las plantas incluso cuando ellas son araices, siempre hay un eterior donde hacen rizoma con aguna cosa con el viento, con un animal, con el hombre 6y tambi%n un aspecto por el cual los mismos animales construyen rizoma, y los hombres, etc.7. 9*a embriaguez como irrupción triun"al de la planta en nosotros9. ( siempre seguir el rizoma por ruptura, etender, prolongar, relevar la línea de "uga, variarla, hasta producir la línea más abstracta y tortuosa con n dimensiones, con las direcciones rotas. Con!ugar los "lu!os desterritorializados.
-eguir a las plantas empezaremos por "i!ar los límites de una primera línea seg1n los círculos de convergencia alrededor de singularidades sucesivas) y despu%s veremos si, en el interior de esta línea, nuevos círculos de convergencia se establecen con nuevos puntos situados "uera de los límites y en otras direcciones. +scribir, construir rizoma, aumentar su territorio por desterritorialización, etender la línea de "uga hasta .el punto en donde ella cubra todo el plano de consistencia en un máquina abstracta. 9$rimero ve a tu primera planta, y allí observa atentamente como se derrama el agua a chorros a partir de ese punto. *a lluvia ha debido transportar los granos le!os. -igue los regueros que el agua ha cavado, así conocerás la dirección de la desembocadura. usca, entonces, la planta, que, en esta dirección, se encuentra más ale!ada de la tuya. /odas las que crezcan entre estas dos son para tí. @ás tarde, cuando estas 1ltimas siembren a su vez sus granos, t1 podrás, siguiendo el curso de las aguas a partir de cada una de esas plantas, ampliar su territorio9. 6S7 *a m1sica no ha de!ado de introducir sus líneas de "uga, como otras tantas 9multiplicidades de trans"ormación9, incluso invirtiendo sus propios códigos los cuales la estructuren o la arbori"iquen) es por esta razón por la que la "orma musical, hasta en sus rupturas y proli"eraciones, es comparable a la mala hierba, un rizoma. 6T7 OI y PI $rincipio de cartogra"ía y de calcomanía) un rizoma no responde a ning1n modelo estructural o generativo. +s tan a!eno a toda idea de e!e gen%tico, como a la de estructura pro"unda. 4n e!e gen%tico es como una unidad pivotal ob!etiva sobre la que se organizan estudios sucesivos) una estructura pro"unda es más bien como una serie de base descomponible en constituyentes inmediatos, mientras que la unidad de producto pasa a otra dimensión, trans"ormacional y sub!etiva. Así no se sale del modelo representativo del árbol o de la raíz?pivotal o "asciculada 6por e!emplo el 9árbol9 choms>iano, asociado a la serie de base, y representando el proceso de su generación desde una lógica binaria7. Fariación sobre el más vie!o pensamiento. 5el e!e gen%tico o de la estructura pro"unda, decimos que son antes que nada principios de calco, reproducibles hasta el in"inito. /oda la lógica del árbol es una lógica del calco y de la reproducción. /anto en la lingBistica como en el psicoanálisis tiene por ob!eto un inconsciente el mismo representativo, cristalizado en comple!os codi"icados, repartido sobre
un e!e gen%tico o distribuido sobre una estructura sintagmática. +sta tiene como "in la descripción de un estado de hecho, la reestabilización de relaciones intersub!etivas o la eploración de un inconsciente presente, agazapado en los rincones oscuros de la memoria y del lengua!e. Consiste en calcar algo que se da completamente hecho a partir de una estructura que sobrecodi"ica o de un e!e que soporta. +l árbol articula y !erarquiza calcos, los calcos son como las ho!as del árbol.
y se contenta con trazar calcos con"eccionados +dipo, el buen padre y el malo, la mala y la buena madre, mientras que el ni;o trata con desesperación de proseguir una realización que el psicoanálisis desconoce absolutamente.7 6GU7 *as impulsiones y ob!etos parciales no son ni estadios sobre el e!e gen%tico, ni posiciones en una estructura pro"unda) son opciones políticas para problemas, entradas y salidas, calle!ones sin salida que el ni;o vive políticamente, es decir, con toda la "uerza de su deseo. -in embargo, #no estaremos restaurando un simple dualismo, oponiendo los mapas al calco, como un lado bueno y uno malo& #'o es lo propio de un mapa que pueda ser calcado&) #no es lo propio de un rizoma cruzar raíces&) #con"undirse a veces con ellas&) #acaso un mapa no implica "enómenos de redundancia que son como sus propios calcos&) #no tienen una multiplicidad sus estratos donde se arraigan uni"icaciones y totalizaciones, masi"icaciones, mecanismos mim%ticos, tomas de poder signi"icantes, atribuciones sub!etivas& ncluso las líneas de "uga #no van a reproducir, gracias a su divergencia eventual, las "ormaciones que tenían por "unción deshacer o cambiar& $ero lo contrario tambi%n es verdad, es una cuestión de m%todo -iempre hay que llevar el calco sobre el mapa. ( esta operación no es en absoluto sim%trica de la precedente. (a que, con todo rigor, no es eacto que un calco reproduzca el mapa. +s más bien como una "oto, una radio que empezaría por elegir o aislar lo que tiene intención de reproducir, con la ayuda de medios arti"iciales, con la ayuda de colorantes u otros procedimientos de impresión. +s siempre el imitador quien crea su modelo y lo atrae. +l calco ha traducido ya el mapa en imagen, ya ha trans"ormado el rizoma en raices y raicillas. Ha organizado, estabilizado, neutralizado las multiplicidades, seg1n e!es de signi"icancia y de sub!etivación que son sus propios e!es. Ha generado, estructuralizado el rizoma, y el calco sólo se reproduce ya a si mismo cuando cree reproducir otra cosa. $or esto es por lo que es tan nocivo. nyecta redundancias y las propaga. *o que el calco reproduce del mapa o del rizoma son solamente los atolladeros, los bloqueos, los g%rmenes de pivote o los puntos de estructuración. @irad eV psicoanálisis y la lingBística el uno no ha sacado nunca del inconsciente más que calcos o "otos) la otra, calcos o "otos del lengua!e, con todas las traiciones que eso supone 6no es de etra;ar que el psicoanálisis haya unido su suerte a la de la
lingBistica7.
subsisten a pesar de todo que, aun subterráneas. contin1an haciendo oscuramente rizoma. +l m%todo 5eligny hacer el mapa de los gestos y los movimientos de un ni;o autista, combinar varios mapas para el mismo ni;o, para varios ni;os. . .6GG7 -i es verdad que el mapa o el rizoma tienen esencialmente entradas m1ltiples, se considerará incluso que se puede entrar en %l por el camino de los calcos o la vía de los árboles?raíces, teniendo en cuenta las precauciones necesarias 6tambi%n ahí se renunciará a un dualismo maniqueo7. $or e!emplo, nos veremos a menudo obligados a caer en atolladeros, a pasar por poderes signi"icantes y a"ectaciones sub!etivas, a apoyarnos sobre "ormaciones edípicas, paranoicas o a1n peores, asi como sobre territorialidades endurecidas que hacen posibles otras operaciones trans"ormacionales. $uede, incluso, que el psicoanálisis sirva, muy a pesar suyo, de punto de apoyo. +n otros casos, al contrario, nos apoyaremos directamente sobre una línea de "uga que permita hacer estallar los estratos, romper las raíces y e"ectuar las nuevas coneiones. Hay pues composiciones muy
di"erentes,
mapas?calcos,
rizomas?raíces
con
coe"icientes
de
desterritorialización variables. +isten estructuras de árbol o de raíces en los rizomas, pero, inversamente, una rama de árbol o una división de maíz pueden ponerse a brotar en rizoma. +l punto de re"erencia no depende aquí de análisis teóricos que impliquen universales, sino de una pragmática que componga las multiplicidades o los con!untos de intensidades. +n el corazón de un árbol, en el hueco de una raíz, o en la aila de una rama, un nuevo rizoma puede "ormarse. < bien es un elemento microscópico del árbolraiz, una raicilla, la que comienza la producción del rizoma. *a contabilidad y la burocracia proceden por calcos sin embargo, pueden ponerse a brotar, a lanzar tallos de rizoma, como en una novela de =a">a. 4n trazo intensivo se pone a traba!ar por su cuenta, una percepción alucinatoria, una sinestesia, una mutación perversa, un !uego de imágenes se liberan, y la hegemonía del signi"icante se encuentra puesta en cuestión. *as semióticas gestuales, mímicas, l1dicas, etc., recobran su libertad en el ni;o y se separan del 9calco9, es decir, de la competencia dominante de la lengua del educador X un acontecimiento microscópico trastorna el equilibrio del poder local. Así, los árboles generativos, construidosQ sobre el modelo sintagmático de Choms>y, podrían abrirse en todos los
sentidos, hacer rizoma a su vez. 6GJ7 -er rizomor"o es producir tallos y "ilamentos que tienen el aspecto de raíces, o me!or a1n se conectan con %stos, penetrando en el tronco, libres para servir a nuevos usos etra;os. +stamos cansados del árbol. 'o debemos creer ya en los árboles, en las raices ni en las raicillas, hemos su"rido demasiado por ello. /oda la cultura arborescente se basa en ellos, desde la biología hasta la lingBistica. Al contrario, nada es bello, nada es amoroso, nada es político ecepto los tallos subterráneos y las raices a%reas, lo adventicio y el rizoma. Amsterdam, ciudad nada enraizada, ciudad rizoma con sus canales?tallos, donde la utilidad se conecta con la mayor locura en su relación con una máquina de guerra comercial. +l árbol o la raíz inspiran una triste imagen del pensamiento que no cesa de imitar lo m1ltiple a partir de una unidad superior, centro o segmento. +n e"ecto, si se considera el con!unto ramas?raíces, el tronco desempe;a el papel de segmento opuesto para uno de los subcon!untos recorridos de aba!o arriba un tal segmento será un 9dipolo de unión9 a di"erencia de los 9dipolo unidades9 que "orman los rayos que emanan de un solo centro. 6GL7 *os mismos lazos pueden proli"erar como en el sistema raicilla, pero no se sale nunca del 4no?5os, y de las
multiplicidades
1nicamente
"ingidas.
*as
regeneraciones,
las
reproducciones, los retornos, las hidras y las medusas tampoco nos hacen salir de ahí. *os sistemas arborescentes son sistemas !erárquicos que comprenden centros de signi"icancia y de sub!etivación, autómatas centrales como memorias organizadas. +sto es así porque los modelos correspondientes son tales que un elemento no recibe sus in"ormaciones más que de una unidad superior y una a"ectación sub!etiva de vínculos preestablecidos. +sto puede observarse en los problemas actuales de in"ormática y máquinas electrónicas, que todavía conservan el más vie!o pensamiento en la medida en que con"ieren el poder a una memoria o a un órgano central. +n un bello artículo que denuncia 9la imaginería de arborescencias de mando9 6sistemas centrados o estructuras !erárquicas7 $ierre Rosenstiehí y Eean $etitot se;alan 9Admitir la primacía de las estructuras !erárquicas implica privilegiar las estructuras arborescentes. 6...7 *a "orma arborescente admite una eplicación
topológica. 6...7. +n un sistema !erárquico, un individuo sólo admite a un vecino activo, su superior !erárquico. 6...7 *os canales de trasmisión están preestablecidos la arborescencia preeiste al individuo que se integra en ella en un lugar preciso9 6signi"icancia y sub!etivación7. *os autores se;alan, a propósito de esto, que. incluso cuando se cree alcanzar una multiplicidad, puede ocurrir que esta multiplicidad sea "alsa lo que nosotros llamamos tipo raicilla porque su presentación o su enunciado de apariencia no !erárquica, de hecho, no admiten más que una solución totalmente !erárquica así, el "amoso teorema de la amistad, 9si en una sociedad dos individuos cualesquiera tienen eactamente un amigo com1n, entonces eiste un individuo amigo de todos los otros9 6como dicen Rosentiehí y $etitot, #qui%n es el amigo com1n&, 9#el amigo universal de esta sociedad de pare!as, maestro, con"esor, m%dico&) tantas ideas que están etra;amente ale!adas de los aiomas de partida9, #el amigo del g%nero humano&, #o bien el pYiiYo?so"o tal como aparece en el pensamiento clásico, incluso si es la unidad abortada que no vale más que por su propia ausencia o su sub!etividad, diciendo yo no s% nada, yo no so y nada&7. *os autores hablan a este respecto de teoremas de dictadura. /al es el principio de los árboles?raices o la salida, la solución de las raicillas, la estructura del $oder. 6GN7 A estos sistemas centrados, los autores oponen sistemas acentrados, redes de autómatas "initos donde la comunicación se hace de un vecino a cualquier otro, donde los tallos o canales no preeisten, donde todos los individuos son intercambiables, se de"inen 1nicamente por un estado en tal momento, de tal manera que las operaciones locales se coordinen y que el resultado "inal global se sincronice independientemente de una instancia central. 4na transducción de estados intensivos reemplaza a la topología, y el 9el grato que regula la circulación de in"ormación es de alguna manera lo contrario del gra"o !erárquico. . . +l grato no tiene ninguna razón de ser un árbol9 6nosotros llamábamos mapa a tal grato7. $roblema de la máquina de guerra o del 0iring?-quad #es necesario un general para que n individuos lleguen al mismo tiempo al estado "uego& la solución sin Deneral se encuentra mediante una multiplicidad acentrada que comprenda un n1mero "inito de estados y se;ales de velocidad correspondiente desde el punto de vista de un rizoma de guerra o de una lógica de la guerrilla. -e demuestra incluso que
tal multiplicidad, composición o sociedad maquinicas, rechaza como 9intruso asocial9 a todo autómata centralizador, uni"icador. 6GO7 ', a partir de aquí es siempre n?G. Rosenstiehí y $etitot insisten sobre esto, es decir sobre que la oposición centrado?acentrado vale menos por las cosas que representa que por los modos de cálculo que aplica a las cosas. 4nos árboles pueden corresponder al rizoma o, inversamente, brotar en rizoma. ( generalmente es verdad que una misma cosa admite los dos modos de cálculo o los dos tipos de regulación, aunque no sin cambiar singularmente de estado en uno u otro caso. /omemos, una vez más, como e!emplo, al psicoanálisis no solamente en su teoría, sino tambi%n en su práctica de cálculo y tratamiento, somete al inconsciente a estructuras arborescentes, a gra"os !erárquicos, a memorias recapituladoras, a órganos centrales, "alos, arbol?"alo. +l psicoanálisis no puede a este respecto cambiar de m%todo sobre una concepción dictatorial del inconsciente, "unda su propio poder dictatorial, el poder de los psicoanalistas sobre los psicoanalizados. y de las sociedades de psicoanálisis sobre los psicoanalistas. +l margen de maniobra del psicoanálisis está así muy limitado, biempre hay un general, un !ete, tanto en el psicoanálisis como en su ob!eto 6general 0reud7. $or el contrario, tratando el inconsciente como un sistema acentrado es decir, como una red maquínica de autómatas "initos 6rizoma7, el esquizo?análisis accede a un estado completamente distinto del inconsciente. *as mismas observaciones sirven para la lingBística) Rosenstiehí y $etitot consideran acertadamente la posibilidad de una 9organización acentrada de una sociedad de palabras9. /anto para los enunciados como para los deseos, la cuestión nunca estriba en reducir el inconsciente, en interpretarlo o en hacerlo signi"icar seg1n un árbol *a cuestión es producir el inconsciente y, con el, nuevos enunciados, otros deseos el rizoma es esta producción del inconsciente mismo. +s curioso como el árbol ha dominado la realidad occidental y todo el pensamiento occidental, de la botánica a la biología, la anatomía, pero tambi%n la gnoseologia la teología, la ontología, toda la "iloso"ía... el "undamentoraíz. Drund, roots y "undations.
razas que "orman toda una arborescencia animal. , underground, subterráneos, bandas y gangs, presiones laterales sucesivas en coneión inmediata con un eterior. 5i"erencia del libro americano con el libro europeo, incluso cuando el americano corre tras los árboles. 5i"erencia en la propia concepción del libro. ( en Am%rica, las direcciones no son las mismas es en el +ste donde se hace la b1squeda arborescente y la vuelta al vie!o mundo. $ero, el
huidizo, sus "ronteras móviles y desplazadas. /odo un 9mapa9 americano al
su cara occidental y su modi"icación de las dos. Al mismo tiempo, vamos por un mal camino con todas estas distribuciones geográ"icas. 4n atolladero, tanto me!or. -i se trata de mostrar que los rizomas tienen tambi%n su propio despotismo, su propia !erarquía, más duros a1n, muy bien porque no hay dualismo, nada de dualismo ontológico aquí y allá, nada de dualismo aiológico de lo bueno y de lo malo, nada de mezclas o síntesis americanas. Hay,
en
los
rizomas,
nudos
de
arborescencia
e
impulsos rizomáticos en las raíces. A1n más, hay "ormaciones despóticas de inmanencia y canalización, propias de los rizomas. Hay de"ormaciones anárquicas en el sistema trascendente de los árboles, raíces a%reas y tallos subterráneos. *o que cuenta es que el árbol?raíz y el rizoma?canal no se oponen como dos modelos el uno act1a como modelo y calco trascendentes, aunque engendre sus propias "ugas) el otro act1a como proceso inmanente que invierte el modelo y bosque!a un mapa, aunque constituya sus propias !erarquías, aunque suscite un canal despótico. 'o se trata de tal o cual lugar sobre la tierra, ni de tal o cual momento en la historia y a1n menos de tal o cual categoría en el espíritu. -e trata del modelo que no cesa de erigirse y de desmoronarse, y del proceso que no cesa de alargarse, romperse y recomenzar.
o de sus raíces, el rizoma conecta un punto cualquiera con otro punto cualquiera, y cada uno de sus trazos no remite necesariamente a trazos de la misma naturaleza, pone en !uego regímenes de signos muy di"erentes e incluso estados de no?signos. +l rizoma no se de!a reducir ni a lo 4no ni a lo m1ltiple. 'o es el 4no que se convierte en dos, ni tampoco que se convertiría directamente en tres. cuatro o cinco, etc. 'o es un m1ltiple que deriva del 4no, ni al que se a;adiría el 4no 6n[G7. 'o se compone de unidades sino de dimensiones. Constituye multiplicidades lineales de n dimensiones, sin su!eto ni ob!eto, que pueden disponerse en un plano de consistencia del que siempre se sustrae el 4no 6nG7. /al multiplicidad no varía sus dimensiones sin cambiar su misma naturaleza y metamor"osearse. $or oposición a una estructura que se de"ine por un con!unto de puntos y posiciones, relaciones binarias entre los puntos y relaciones biunívocas entre las posiciones, el rizoma sólo está compuesto
de
líneas
líneas
de
segmentariedad,
de
estrati"icación
como dimensiones, pero tambi%n línea de "uga o de desterritorializacion como dimensión máima seg1n la cual, sigui%ndola, la multiplicidad se metamor"osea cambiando de naturaleza 'o deben con"undirse tales líneas o lincamientos con las lineas de tipo arborescente que sólo son lazos entre puntos y posiciones. $or oposición al árbol, el rizoma no es ob!eto de reproducción ni reproducción eterna como el árbol?imagen, ni reproducción interna como la estructura?árbol. el rizoma es una antigenealogía. +l rizoma procede por variación, epansión, conquista, captura, picadura $or oposición al gra"ismo, al dibu!o o a la "oto, por oposición a los calcos, el rizoma se remite a un mapa que debe producirse, construirse, siempre desmontable, conectable, invertible, modi"icable. con entradas y salidas m1ltiples, con sus líneas de "uga. -on los calcos los que hay que llevar sobre los mapas y no a la inversa. Contra los sistemas centrados 6incluso policentrados7. de comunicación !erárquica y vínculos preestablecidos, el rizoma es un sistema acentrado. no !erárquico y no signi"icante, sin Deneral, sin memoria organizadora o autómata central, de"inido 1nicamente por una circulación de estados. 5e lo que se trata en el rizoma es de una relación con la seualidad, pero tambi%n con el animal, con el vegetal, con las cosas de la naturaleza
y
del
arti"icio,
completamente
di"erente
de la relación
arborescente todas las clases de 9devenires9. *lamamos planicie a toda multiplicidad conectable con otras por tallos subterráneos super"iciales para "ormar y etender un rizoma. 'osotros escribimos este libro como un rizoma. *o hemos compuesto de planicies. *e hemos dado una "orma circular, pero por pura broma. Cada ma;ana nos levantábamos y cada uno de nosotros se preguntaba qu% planicies iba a tomar, escribiendo cinco líneas por aquí, diez por allá. Hemos tenido eperiencias alucinadoras, hemos visto a las líneas, como peque;as hormigas, de!ar una planicie para alcanzar otra hemos hecho círculos de convergencia. Cada planicie puede ser leída posiblemente no importa enQ qu% lugar y puesta en relación con no importa cuál otra. $ara lo m1ltiple se necesita un m%todo que lo haga e"ectivamente) ninguna astucia tipográ"ica, ninguna habilidad de l%ico, mezcla
o
creación
de palabras,
ninguna
audacia sintáctica pueden
reemplazarlo. +stas, en e"ecto, no son casi siempre más que procedimientos mim%ticos destinados a diseminar o dislocar una unidad mantenida en otra dimensión por un libro?imagen. /ecnonarcisismo. *as creaciones tipográ"icas, de l%ico o sintácticas sólo son necesarias si cesan de pertenecer a la "orma de epresión de una unidad oculta para convertirse ellas mismas en una de las dimensiones de la multiplicidad considerada) nosotros conocemos escasos logros en este g%nero. 6GS7 $or nuestra cuenta, nosotros no hemos sabido hacerlo. -ólo hemos empleado palabras que, a su vez "uncionaban para nosotros
como
planicies.
RW<@A/C< +-\4W
+-/RA/
A'A*-- $RAD@/CA @CR$<*]/CA. +stas palabras son conceptos, pero los conceptos son líneas, es decir, sistemas de n1meros vinculados a tal o cual dimensión de las multiplicidades 6estratos, cadenas moleculares, líneas de "uga o de ruptura, círculos de convergencia, etc.7. +n ning1n caso aspiramos al título de una ciencia. 'o sabemos más de cienti"icidad que de ideología, sino sólo de composiciones. 'o hay más que composiciones maquínicas de deseo, así como composiciones colectivas de enunciación. 'ada de signi"icancia y nada de sub!etivación escribir a n 6toda enunciación individualizada permanece prisionera de los signi"icados dominantes,
todo deseo
signi"icante
remite
a su!etos
dominados7. 4na composición en su multiplicidad traba!a a la vez "orzosamente sobre "lu!os semióticos, "lu!os materiales y "lu!os sociales 6independientes de la recuperación que puede hacerse en un corpus teórico o cientí"ico7. (a no se está ante una tripartición entre un campo de realidad, el mundo, una campo de representación, el libro, y un campo de sub!etividad, el autor. -i no que una composición pone en coneión determinadas multiplicidades tomadas en cada u;o de estos órdenes, aunque un libro no tenga su continuación en el libro siguiente, ni su ob!eto en el mundo ni su su!eto en uno o varios autores. revemente, nos parece que la escritura nunca se hará bastante en nombre de un eterior. +l eterior no tiene imagen, ni signi"icación, ni sub!etividad. +l libro, composición con el eterior, contra el libro?imagen del mundo. 4n librorizoma, ya no dicótomo, pivotante o "asciculado. 'o hacer nunca raíz, ni plantarla, aunque sea di"ícil no recaer en esos vie!os procedimientos. 95e hecho, todas las cosas que se me ocurren, no se me ocurren desde su raíz, sino sólo desde alg1n punto situado en su mitad. \ue intente entonces alguien agarrarlas, que alguien intente coger una hierba y retenerla !unto a si, cuando esta hierba sólo crece desde la mitad del tallo para arriba9. 6GT7 #$or qu% esto es tan di"ícil& -e trata ya de una cuestión de semiótica perceptiva. 'o es "ácil percibir las cosas por el medio y no de arriba aba!o o inversamente de izquierda a derecha o inversamente, int%ntese, y se verá como todo cambia. -e escribe la historia, pero siempre se la ha escrito desde el punto de vista de los sedentarios y en nombre de un aparato unitario de +stado, lo menos posible incluso cuando se habla de nómadas. RW<@A/CAZ6^7 '<@A5<*i, *as puertas del $araíso, compuesto de una sola "rase ininterrumpida, "lu!o de ni;os, "lu!o de marcha con pataleo, estiramiento,
precipitación, "lu!o
semiótico de todas las con"esiones de ni;os que vienen a declararse al vie!o mon!e situado a la cabeza del corte!o, "lu!o de deseo y seualidad, cada uno partió por amor y más o menos llevado directamente por el negro deseo postumo y pederástico del conde de Fendóme, con círculos de convergencia
lo importante no es que los "lu!os hagan 94no o m1ltiplo9, no estamos ya allí hay una composición colectiva de enunciación, una composición maquínica de deseo, la una en la otra y enlazadas sobre un prodigioso eterior que hace multiplicidad de todos modos. (, despu%s, más recientemente, el libro de Armand 0arrachi sobre la F& cruzada. *a dislocation, en el que las "rases se distancian y se dispersan, o bien se atrepellan y coeisten, y las letras, la tipogra"ía se pone a bailar a medida que la cruzada delira. 6JU7 He aquí modelos de escritura nómada y rizomática *a escritura se desposa con una máquina de querrá y las lineas de "uga, abandona los planos, las segmentariedades, la sedentariedad, el aparato de +stado. $ero #por qu% a1n se necesita un modelo& #'o es el libro todavía una XXimagen9 de las cruzadas& #'o hay todavía una unidad mantenida como unidad piyotanteenel caso de -ch8ob, como unidad abortada en el caso de 0a_achi, como unidad del Conde mortuorio en el caso mas bello de las $uertas del $araíso& #+s necesario un nomadismo mas pro"undo que el de las cruzadas, el de los verdaderos nómadas o bien el nomadismo de los que ni siquiera se menean v aue ya no imitan nada& -olamente componen. #*.
antes que el corte signi"icante. Eamás la historia ha comprendido el nomadismo, !amás el libro comprendió lo eterior. +scribir para los que no saben leer las gentes ríen burlonamente 9sois los peores universitarios, #no os dais cuenta de las palabras que utilizáis y de vuestro chanta!e al saber&9, nosotros no respondemos, no tenemos la misma concepción del libro, nunca nos hemos citado nosotros mismos, nunca hemos entonado el canto de la vanguardia estilo ouillant Achille o /el \uel. +ntonces, '< '<- @<*+-/+-. +dith $ia". \u% placer si la gente dice nos decepcionan, se han vuelto locos. ( si dicen no se renuevan, tanto me!or tambi%n. +stamos en otra parte. #\u% es lo que hacen los nómadas& +llos han inventado la máquina de guerra contra el aparato de +stado, totalmente di"erente al aparato de +stado. Rizoma de una máquina de guerra contra el árbol?+stado. *a arborescencia es !ustamente el poder de +stado. +n el curso de una larga historia el +stado ha sido el modelo del libro y del pensamiento el logos, el "ilóso"o?rey, la trascendencia de la idea, la interioiidad del concepto, la rep1blica de los espíritus, el tribunal de la razón, los "uncionarios del pensamiento, el hombre legislador y su!eto. $retensión del +stado de ser la imagen interiorizada de un orden del mundo, y de enraizar al hombre. $ero la relación de una máquina de guerra con lo eterior no es otro 9modelo9, es una composición que haceque el pensamiento mismo se vuelva nómada y el libro una pieza para todas las máquinas móviles, un tallo para un rizoma 6=leist y =a">a contra Doethe7. *a mayoría de los libros que citamos son libros que amamos 6a aveces, por razones secretas o perversas7. $oco importa que unos sean muy conocidos, otros poco conocidos y otros olvidados. -ólo quisi%ramos citar con amor. 'o pretendemos constituir una -uma o reconstituir una @emoria, sino más bien proceder por olvido y sustracción, hacer asi un rizoma, hacer máquinas sobre todo desmontables, "ormar medios que de!en un momento sobrevivir ora esto, ora aquello cuadernos desmenuzables en las sopas. @e!or a1n. un libro "uncional, pragmático escoged lo que queráis. +l libro ha de!ado de ser un microcosmos, a la manera clásica o a la manera europea. +l libro no es una imagen del mundo y menos a1n un signi"icante. 'o es una bella totalidad orgánica, no es tampoco una unidad de sentido. Cuando se le pregunta a
@ichel 0oucault qu% es para %l un libro, responde es una ca!a de herramientas. $roust, que pasa, sin embargo, por altamente signi"icante, decía que su libro era como las ga"as ved si os convienen, si percibís gracias a ellas lo que de otro modo no hubierais pedido percibir) si no, de!ad mi libro, buscad otros que os irían me!or. +ncontrad trozos de libros, los que os sirven o los que os van. 'osotros no leemos ni escribimos ya a la antigua usanza. 'o hay muerte del libro, sino otra manera de leer. +n un libro no hay nada qu% comprender, pero si mucho de qu% aprovecharse. 'ada a interpretar ni a signi"icar, pero mucho a eperimentar. +l libro debe "ormar máquina con alguna cosa, debe ser una peque;a herramienta en un eterior. 'o representación del mundo, ni mundo como estructura signi"icante. +l libro no es árbol?raíz) es pieza de un rizoma, planicie de un rizoma para el lector al que conviene. *as combinaciones, las permutaciones, las utilizaciones no son nunca interiores al libro, sino que dependen de las coneiones con tal o cual eterior. -í, tomad de %l lo que queráis. 'osotros no pretendemos hacer escuela) las sectas, las capillas, las iglesias, las vanguardias y las retaguardias son a1n árboles que tanto en su elevación como en sus caídas ridiculas aplastan todo lo que sucede de importancia. +scribir a n, n?G, escribir por slogans Haced rizoma y no raíz, 2no plant%is !amás3 2'o sembr%is, picad3 2'o seáis uno ni m1ltiple, sed multiplicidades3 2Haced la linea y !amás el punto3 2*a velocidad trans"orma el punto en línea3 6JJ7 2-ed rápidos, incluso sin cambiar de lugar3 *inea de suerte, línea de cadera, `^7 línea de "uga. 2'o suscit%is un Deneral en vosotros3 2Haced mapas y no "otos ni dibu!os3 -ed la $antera rosa y que vuestros amores sean a1n como la avispa y la orquídea, el gato y el babuino. '
6L7 +rnst EBnger, 9Approches drogues et ivresse9, tr. "r. /able ronde, p. LUN, JGS. 6N7 @%todo no se buscará un g%nero com1n del que los "ascismos, e incluso los totalitarismos, serían las especies. /ampoco se buscará una especie propia de los "ascismos, o bien al "ascismo alemán, que sería di"erente de todas las otras. $or el contrario, a cualquier nivel de generalidad o de especi"icidad que se tome el concepto, se le considerará como una multiplicidad de"inida por sus dimensiones 6hay toda clase de "ascismos alemanes en la misma %poca, con 9corrientes9 de derecha, corrientes de izquierda, líneas de masa, líneas de "uga, grandezas urbanas y grandezas rurales, etc.7 E.?$. 0aye lo ha mostrado de una manera que nos parece de"initiva. *a signi"icación tomada por el "ascismo en tal momento, así como su atribución, dependen de las dimensiones que predominan sobre las demás, de las líneas que se desarrollan en detrimento de las otras. *as cuestiones de signi"icación y de atribución son siempre secundarias con relación a un concepto cualquiera considerado, en primer lugar, como multiplicidad sea una proposición del tipo 9'inguna "orma de superyó es in"erible de un individuo a una sociedad dada9. +s un mal m%todo. 'o hay ninguna "orma de concepto cuyo contenido se atribuiría eclusivamente 6o en principio7 o bien a individuos, o bien a colectividades. -i el concepto designa verdaderamente una multiplicidad se atribuye a las sociedades siguiendo tales de sus líneas, a grupos y "amilias seg1n tales otras, a individuos seg1n tales otras tambi%n) y cada cosa a la cual se atribuye es, a su vez, una multiplicidad. -i no, se trata de un mal concepto 6se habría sospechado esto para
el
superyó,
así
como
para
la
mayor
parte
de
los
conceptos psicoanalíticos que proceden por "alsas concentraciones y tambi%n por "alsa di"erenciación7. 6O7 R%my Chauvin, 9+ntretiens sur la seualit%9, $ión, p. JUO 6P7 -obre los traba!os de R. +. enveniste y D. E. /odaro c" (ves Chnsten, 9*e role des virus dans GQ%volution9, en 9*a Recherche9, n. ON, marzo GTO 9*os virus pueden, tras integración?etraccion en una c%lula, llevarse, a consecuencia de un error de ecisión X"ragmentos de 5'A de su hu%sped y transmitirlos a nuevas c%lulas?Q esto es por otra parte la base de lo que se llama
9engineering gen%tica . 5e ello resulta que la in"ormación gen%tica propia de un organismo podría trans"erirse a otro gracias a los virus. -i uno se interesa por las situaciones etremas, puede imaginarse incluso que esta trans"erencia de in"ormación podría e"ectuarse de una especie más evolucionada a una especie menos evolucionada o generadora de la precedente. +ste mecanismo actuaría, pues, en sentido contrario del que utiliza la evolución de manera clásica. -i tales pasos de in"ormación hubieran tenido una gran importancia, se hubiera llegado en ciertos casos a 9sustituir por esquemas reticulares 6con comunicaciones entre ramas tras su di"erenciación7 a los esquemas en matorral o en árbol que sirven hoy para representar la evolución9 6p.JG7 67 0rancois Eacob 9*a logique du vivant9, Dallimard, pp. LGJLLL 6trad. castellana 9*a lógica de lo viviente9, arcelona, *aia7. 6S7 Carlos Casta;eda, 9*Qherbe du diable et la petite "um%e9 tr "r. le -oleil noir, p. GPU. 6T7 0ierre oulez, 9$ar volont% et par hasard9, -euil, p. GN 94sted la planta en un cierto terreno, y de golpe se pone a proli"erar como la mala hierba...9. ( 9passim9, sobre la proli"eración musical, p. ST 9una m1sica que "lota donde la propia escritura aporta para el instrumentista una imposibilidad de conservar una coincidencia con un tiempo pulsado9. 6GU7 C". @%lanie =lein, 9$sychanalyse dQun en"ant9, tr. "r. /chou 6el papel de los mapas de guerra en las actividades de Richard7. 6GG7 9Cahiers de GQmmuable , *%gendes de 0ernand 5eligny9 69Recherches9, n. S, abril, GTO7. 6GJ7 C". 5ieter Kunderlich, 9$ragmatique, situation dQ%nontiation et 5eiis9, en 9*angages9, n. JP, !unio GTJ, pp. OU ss. 6*as tentativas de @ac Ca8ley, de -adoc> y de Kunderlich para introducir 9propiedades pragmáticas9 en los árboles choms>ianos.7 6GL7 C". Eulien $acotte, 9*e r%seau arborescent, sch%me primordial de la
pens%e9, Hermann, GTLP. +ste libro analiza y desarrolla diversos esquemas de la "orma de arborescencia, que no es presentada como un simple "ormalismo, sino como 9el "undamento real del pensamiento "ormal9. *leva al etremo el pensamiento clásico. Recoge todas las "ormas del 4no?5os, teoría del dipolo. +l con!unto tronco?raíces?ramas da lugar al siguiente esquema @ás recientemente, @ichel -erres analiza las variedades y secuencias de árboles en los más di"erentes dominios cientí"icos cómo el árbol se "orma a partir de una 9red9 69*a traducción9, @inuit, pp. J ss.) 90eu et signau de brume9, Drasset, pp. LO ss.7. 6GN7 0ierre Rodenstiehl y Eean $etitot, 9Automate asocial et systemes acentr%s9, en 9Communications9, n. JJ, GTN. -obre el teorema de la amistad, c". H. -. Kil", 9/he 0riendship /heorem in Combinatorial @athematics9, Keish Academic $ress) y sobre un teorema del mismo tipo, llamado de indecisión colectiva, c". =. E. Arro8, 9Choi collecti" et pr%"%rences individuelles9, tr. "r. Calmann?*%vy. 6GO7 9bíd9. +l carácter principal del sistema acentrado es que las iniciativas locales se coordinan independientemente de una instancia central, haci%ndose el cálculo en el con!unto de la red 6multiplicidad7. 9$or esto es por lo que el 1nico lugar donde puede constituirse un "ichero de las personas es en las propias personas, 1nicas capaces de llevar su descripción y de mantenerla al día la sociedad es el 1nico "ichero posible de las personas. 4na sociedad acentrada natural rechaza como intruso asocial al autómata centralizador9 6p. PJ7. -obre 9el teorema del 0iring -quad9, pp. OG?O. -ucede incluso que los generales, en su sue;o de apropiarse de las t%cnicas "ormales de guerrilla recurran a 9multiplicidades9 9de módulos síncronos9, 9a base de c%lulas ligeras numerosas, pero independientes9 que no incluyen teóricamente más que un mínimum de poder.central y 9enlace !erárquico9 así Duy rossollet, 9+ssai sur la non?bataille , erlín, GTO. 6GP7 -obre la agricultura occidental de los cereales y la horticultura oriental de los tub%rculos, sobre la oposición sembrar?picar, sobre las di"erencias con relación a la cría de animales, c". Haudricourt, 95omestication des animau,
culture des plantes et traitement dQáutrui9 69*QHomme9, GTPJ7 y 9*Qorigine des clones et des clans9 69*QHomme9, enero, GTPN7. +l maíz y el arroz no son ob!eciones son cereales 9adoptados tardíamente por cultivadores de tub%rculos9 y tratados de manera análoga) es probable que el arroz 9apareciera como una mala hierba de las zan!as de regadío9. 6G7 C". *eslie 0riedler, 9*e retour du $eau?rouge9, tr. "r -euil -e encuentra en este libro un muy bello análisis de la geogra"ía de su papel mitológico y literario en Am%rica y de la inversión deQ las direcciones. Al este, la b1squeda de un código propiamente americano y tambi%n de una recodi"icación con +uropa 6Henry Eames +liot, $ound, etc.7) la sobrecodi"icación esclavista al sur, con su propia ruma y la de las plantaciones en la guerra de -ecesión 60aul>ner, Cald8eil...7) la decodi"icación capitalista procedente del norte 65os $assos, 5reiser7) el papel del oeste, por otra parte, como línea de "uga, donde se con!ugan el via!e, la alucinación, la locura el indio, la eperimentación perceptiva y mental, el movimiento de las "ronteras, el rizoma 6=en =esey y su 9@áquina de niebla9) la generación beatni>, etc.7. Cada gran autor americano hace una cartogra"ía, incluso por su estilo) contrariamente a lo que sucede entre nosotros hace un mapa que se conecta directamente con los movimientos sociales reales que atraviesan Am%rica. $or e!emplo, la localización de las direcciones geográ"icas en toda la obra de 0itzgerald 6GS7 Así Eoelle de la Casiniere, 9Absolument n%cessaire9, @inuit, que es un libro verdaderamente nómada. +n la misma dirección, c". las investigaciones del @ont"aucon Research Center. 6GT7 =a">a, 95iarios9, tr. castellana *umen, p. GJ. 6^7 Fer pág. PP del libro en "ranc%s. 6JU7 @arcel -ch8ob, 9*a cruzada de los ni;os9, GSTP 6tr. castellana, /usquets, arcelona7) Eerzy Andrze!e8s>i, 9*as puertas del 5araíso9 GTOT 6tr. castellana, @%ico, Eoaquín @ortiz7, tr. "r. DallimardArmand 0arrachi, 9*a dislocation9, GTN, -toc>. A proposito del libro de -ch8ob $a1l Alphand%ry decía que la literatura, en ciertos casos, podía renovar la historia e imponerle 9verdaderas