Donald Ray Poll El diablo a todas horas
Guando Willar Willard d Russell, veterano de la primera guerra mundial, descubre descubre que el cáncer cáncer empuja a su mujer hacia una muert muertee inevit inevitabl able, e, concluy concluyee que solo Jess podrá socorrer a quien la ciencia ha condenado! condena do! tras erigir un altar en pleno bosque, se entrega a unas sesiones de oraci"n que, poco a poco, se tornarán peligrosamente peligrosamente sangrientas, y en las que participará, participará, estoico, su hijo #rvin$ Durante Durante más de dos d%cadas, d%cadas, desde la resaca resaca posb%lica hasta h asta los aparentemente esperan&ados a'os sesenta, #rvin crece en busca bu sca de su propia versi"n de la justicia, rodeado de personajes tan particulares como siniestros( )arl y *andy +enderson, una pareja de asesinos en serie que patrullan #m%rica en una etra'a misi"n misi"n homicida! homicida! el -ugitivo -ugitivo Roy, predicador predicador circense circense y -ebril, -ebril, y su compa'ero .heodore, .heodore, guitarrista paral/tico p aral/tico y asediado por sus pulsiones! el religioso Preston .eagardin, cruel, sádico y lascivo, y el sheri-- corrupto 0ee 1odec2er, 1odec2er, que está dejando de beber$ +ombres +ombres y mujeres mujeres -recuentemente -recuentemente dominados por -ormas monstruosas monstruosas de la -e, que perdieron perdieron el rumbo en un mundo a la deriva donde Dios no es más que una sombra$ .ras ras el sens sensac acio iona nall %ito %ito de 3noc 3noc2em 2emst stii--i -ihe he aqu/ aqu/ la espe espera rad/ d/si sima ma prim primer era a incu incurs rsi" i"n n en la novel novela a de Dona Donald ld Ray Ray Poll Polloc oc2( 2( El diabl diablo o a toda todass hora horass me&c me&cla la la imaginer/a imaginer/a del g"tico norteamerica norteamericano no con la sequedad y crude&a de la novela negra más descarnada descarnada en una trama adictiva y contundente, contundente, que replica replica y epande la intensidad intensidad de sus mejores relatos$ .odo un despliegue de poder narrativo, y la reválida de una -irma imprescindible$
PRóLOGO Una sombría mañana de finales de un lluvioso octubre, Arvin Eugene Russell iba
correteando detrás de su padre, Willard, por el borde de un pastizal que dominaba una hondonada larga rocosa del sur de !hio llamada "noc#emstiff$ Willard era alto huesudo a Arvin le costaba seguirle el paso$ El campo estaba invadido de zarzas de matas descoloridas de pamplinas cardos, la niebla del suelo, tan espesa como las nubes grises del cielo, le llegaba hasta las rodillas a aquel chico de nueve años$ Al cabo de unos minutos se desviaron para meterse en el bosque siguieron un estrecho camino de ciervos colina aba%o hasta llegar a un tronco que había tirado en un pequeño claro, lo que quedaba de un enorme roble ro%o que se había caído hacía muchos años$ Una cruz desgastada por los elementos, hecha de tablones sacados de la parte de atrás del cobertizo destartalado que tenían detrás de su gran%a, se inclinaba un poco hacia el este en el terreno reblandecido que tenían unos cuantos metros por deba%o$ Willard se apo& en el lado más alto del tronco le hizo un gesto a su hi%o para que se arrodillara a su lado sobre las ho%as muertas empapadas$ A menos que le corriera el 'his# por las venas, Willard venía al claro todas las mañanas todos los anocheceres para hablar con (ios$ Arvin no sabía qu) era peor, si la bebida o el rezo$ *or lo que )l recordaba, su padre llevaba peleando desde siempre contra el diablo$ +a humedad hizo que Arvin se estremeciera un poco se arrebu%ara en su chaqueta$ +e gustaría estar todavía en la cama$ asta la escuela, con todas sus miserias, era me%or que esto, pero era sábado no había forma de librarse$ Al otro lado de los árboles maormente desnudos que se levantaban más allá de la cruz, Arvin vio volutas de humo elevándose de unas cuantas chimeneas, a menos de un #il&met #il&metro ro de distan distancia cia$$ En -./ -./00 vivían vivían en "no "noc#em c#emsti stiff ff unas cuatroci cuatrocient entas as persona personass apro1imadamente, casi todas unidas por vínculos de sangre en virtud de una u otra calamidad, a fuera la lu%uria, la necesidad o la ignorancia pura simple$ Además de los cobertizos de cart&n alquitranado las casas de bloques de hormig&n, en la hondonada había dos tiendas, una 2glesia 2glesia de 3risto en la Uni&n 3ristiana 3ristiana un garito conocido conocido en toda la parroquia como el 4ull *en$ Aunque los Russell llevaban cinco años alquilando la casa que había encima de las 5itchell 6íats, 6íats, la maor parte de los vecinos vecinos que tenían más aba%o seguían considerándolos forasteros$ En el autob7s de la escuela, Arvin era el 7nico niño que no estaba emparentado con nadie$ acía tres días, había vuelto a casa otra vez con el o%o morado$ 89o apruebo el hecho de pelear porque sí, pero a veces eres demasiado manso 8le había dicho Willard aquella noche8$ *uede que esos chavales sean más grandes que t7, pero la pr&1ima vez que uno empiece con sus mierdas, quiero que lo hagas callar$ Willard illard estaba de pie en el porche, cambiándose cambiándose la ropa del traba%o$ +e dio a Arvin los pantalones marrones, acartonados por culpa de la sangre seca la grasa$ :raba%aba en un matadero de ;reenfield, aquel día habían sacrificado a mil seiscientos seiscientos cerdos, lo cual suponía un nuevo record para 3árnicas R$ <$ 3arroll$ 3arroll$ Aunque Aunque el chaval a7n no sabía qu) quería ser de maor, estaba bastante seguro de que no deseaba ganarse la vida matando cerdos$
Acababan Acababan de empezar sus oraciones oraciones cuando reson& tras ellos el cru%ido cru%ido seco de una rama$ Willard estir& el brazo para impedir que su hi%o se girara, pero antes el chico acert& a ver a dos cazadores ba%o la luz pálida, un par de hombres sucios andra%osos a quienes había visto unas cuantas veces repanchigados en los asientos delanteros de un vie%o sedán con manchones de &1ido en el aparcamiento de la tienda de 5aude =pea#man$ Uno de ellos llevaba un saco de arpillera marr&n con una mancha de color ro%o intenso$ 89o les prestes atenci&n 8di%o Willard en voz ba%a8$ Este tiempo es del =eñor de nadie más$ =aber que los hombres estaban cerca lo ponía nervioso, pero Arvin volvi& a colocarse en su sitio cerr& los o%os$ Willard illard consideraba consideraba aquel tronco igual de sagrado que cualquier cualquier iglesia iglesia construida construida por el hombre, la 7ltima persona del mundo a la que el chaval quería ofender era a su padre, por mucho que a veces eso pareciera una batalla perdida de antemano$ =alvo por las gotas que caían de las ho%as por una ardilla que atravesaba un árbol cercano, el bosque volvi& a quedar en calma$ Arvin a estaba empezando a pensar que los hombres se habían marchado, cuando uno de ellos di%o con voz ronca> 83ara, pero si están haciendo un pequeño servicio de campaña$ 84a%a la voz 8o& Arvin que decía el otro hombre$ 8
pasos se apagaran, el chico todavía oía las risas del deslenguado$ Al cabo de unos minutos, Willard se puso de pie esper& a que su hi%o di%era Cam)nD$ +uego caminaron en silencio hasta la casa, se rasparon el barro de los zapatos en los escalones del porche entraron en el calor de la cocina$ +a madre de Arvin, 3harlotte, estaba friendo tiras de beicon en una sart)n de hierro batiendo huevos con un tenedor dentro de un cuenco azul$ +e sirvi& una taza de caf) a Willard puso un vaso de leche en la mesa, delante de Arvin$ :enía el pelo negro brillante recogido en una coleta atada con una goma elástica, llevaba una bata desvaída de color rosa un par de calcetines mullidos, uno de ellos con un agu%ero en el tal&n$ 5ientras Arvin la veía moverse por la cocina, intent& imaginarse qu) habría pasado si los dos cazadores hubieran venido a la casa en vez de dar media vuelta$ =e pregunt& si los habría invitado a entrar$ En cuanto Willard termin& de comer, empu%& la silla hacia atrás sali& con una mirada f7nebre en la cara$ +levaba sin decir ni una palabra desde que había terminado sus oraciones$ 3harlotte se levant& de la mesa con su caf) se acerc& a la ventana$ =e qued& mirando c&mo cruzaba el %ardín con pasos furiosos se metía en el granero$ =e plante& la posibilidad de que )l tuviera otra botella escondida allí$ +a que tenía deba%o del fregadero hacía semanas que no la tocaba$ =e gir& para mirar a Arvin$ 8?:u padre se ha enfadado contigo por algo Arvin neg& con la cabeza$ 8o no he hecho nada$ 8Eso no es lo que te he preguntado 8di%o 3harlotte, apoándose en la encimera8$ +os dos sabemos c&mo se pone a veces$ *or un momento, Arvin consider& la posibilidad de contarle a su madre lo sucedido en el tronco de rezar, pero le daba demasiada vergFenza$ +e ponía enfermo pensar que su padre pudiera oír hablar a un hombre así de su mu%er no hacer nada$ 8emos hecho un pequeño servicio de campaña, nada más 8di%o$ 8?=ervicio de campaña 8di%o 3harlotte8$ ?(e d&nde has sacado eso 89o s), lo habr) oído por ahí$ 8+uego se levant& se ale%& por el pasillo hacia su habitaci&n$ 3err& la puerta, se tumb& en la cama se tap& con la manta$ *uesto de costado, se qued& mirando la pintura enmarcada del 3risto crucificado que Willard había colgado
encima de la ca%onera llena de ralladuras golpes$ =e podían encontrar imágenes parecidas de la e%ecuci&n del =alvador en todas las habitaciones de la casa e1cepto en la cocina$ 3harlotte se había negado de plano, igual que cuando su marido había empezado a llevarse a Arvin a rezar al bosque$ 8=olamente los fines de semana, Willard, nada más 8 le había dicho$ :al como ella lo veía, el e1ceso de religi&n podía ser igual de malo que la carencia, o tal vez incluso peorG el problema era que la moderaci&n no formaba parte de la naturaleza de su marido$ Apro1imadamente una hora más tarde, a Arvin lo despert& la voz de su padre en la cocina$ =e levant& de un salto alis& las arrugas de la manta de lanaG a continuaci&n fue hasta la puerta peg& la ore%a$ !& que Willard le preguntaba a 3harlotte si necesitaba algo de la tienda$ 8:engo que poner gasolina en la camioneta para ir al traba%o 8le di%o )l$ 3uando o& los pasos de su padre en la entrada, Arvin se apart& rápidamente de la puerta cruz& la habitaci&n$ =e qued& de pie %unto a la ventana, fingiendo que e1aminaba una punta de flecha que acababa de coger de la pequeña colecci&n de tesoros que tenía en la repisa$ Willard abri& la puerta$ 8Bamos a dar una vuelta 8le di%o al chico8$ 9o tiene sentido que te pases el día entero tirado ahí como un gato$ 5ientras salían de la casa, 3harlotte les grit& desde la cocina> 89o os olvid)is del az7car$ =e subieron a la camioneta fueron hasta el final de su camino lleno de baches antes de coger 4aum ill Road$ Al llegar a la señal de stop, Willard gir& a la izquierda para tomar la carretera asfaltada que pasaba %usto por el medio de "noc#emstiff$ Aunque nunca tardaban más de cinco minutos en llegar a la tienda de 5aude, a Arvin siempre le parecía que cuando salía de las 6íats estaba entrando en un país distinto$ En la propiedad de los *atterson vieron a un grupo de chicos, algunos más pequeños que )l, pasándose cigarrillos en la entrada de un gara%e ruinoso dando puñetazos a la carcasa sin tripas de un ciervo que colgaba de una viga$ Al verlos pasar, uno de los chicos grit& le dio un par de puñetazos al aire helado, Arvin se encogi& un poco en su asiento$ (elante de la casa de
Aunque solamente iba un curso por delante de Arvin, 8Bie%o, ?t7 tambi)n quieres lo que se ha llevado ese 8di%o Willard en voz bien alta8$ *ues ven para aquí$ te meto esa pistola por el
culo$ 8 se qued& esperando hasta que =noo#s cerr& la puerta$ a dentro de la camioneta, Willard cogi& un trapo que tenía ba%o el asiento se limpi& los restos de sangre de las manos$ 8?:e acuerdas de lo que te di%e el otro día 8le pregunt& a Arvin$ 8?+o de los chavales del autob7s 8Eso mismo 8di%o Willard, señalando al cazador con la cabeza$ :ir& el trapo por la ventanilla8$ +o 7nico que tienes que hacer es esperar el momento adecuado$ 8=í, señor 8di%o Arvin$ 8Este sitio está lleno de hi%os de la gran puta$ 8?5ás de cien Willard se ri& un poco$ 8=í, por lo menos$ 8=e puso a soltar el embrague8$ 3reo que será me%or que esto no salga de aquí$ *ara qu) vamos a preocupar a tu madre, ?no 89o, no hace falta$ 84ien 8di%o Willard8$ ahora, ?qu) te parece si te compro una chocolatina Arvin se pas& mucho tiempo considerando aquel día como el me%or que había pasado nunca con su padre$ Esa noche, despu)s de la cena, sigui& una vez más a Willard hasta el tronco de rezar$ *ara cuando llegaron a estaba saliendo la luna> una astilla de hueso antiguo moteado acompañada de una 7nica estrella reverberante$ =e arrodillaron Arvin le ech& un vistazo a los nudillos despelle%ados de su padre$ 3uando 3harlotte le había preguntado por aquello, Willard le había contado que se había hecho daño en la mano cambiando un neumático pinchado$ Era la primera vez que Arvin oía mentir a su padre, pero ahora estaba seguro de que (ios iba a perdonarle$ Aquella noche, en el bosque inm&vil, sumido en la penumbra, los ruidos que subían la colina procedentes de la hondonada se oían con una claridad especial$ En el 4ull *en, el claqueteo de las herraduras contra las estacas de metal sonaba casi como un tañido de campanas, los chillidos de burla de los borrachos hicieron que el chico se acordara del cazador ensangrentado tirado en el barro$ =u padre le había enseñado a aquel tipo una lecci&n que no olvidaría %amásG la pr&1ima vez que alguien se metiera con )l, Arvin iba a hacer lo mismo$ 3err& los o%os se puso a rezar$
PRIMERA PARTE SACRIFICIO 3orría un mi)rcoles por la tarde del otoño de -.H/, poco despu)s del final de la guerra$ El autob7s ;rehound hizo su parada habitual en 5eade, !hio, un pueblecito montado alrededor de una fábrica de papel situada a una hora al sur de 3olumbus que olía a huevos podridos$ +os forasteros siempre se que%aban del hedor, pero a los nativos les gustaba %actarse de que era el dulce olor del dinero$ El conductor del autob7s, un hombre ba%ito rechoncho que llevaba zapatos de plataforma una pa%arita mustia, detuvo el vehículo en el calle%&n de detrás del almac)n anunci& una parada de cuarenta minutos$ +e apetecía una taza de caf), pero la 7lcera le estaba dando guerra otra vez$ 4ostez& dio un trago de una botella de medicina de color rosa que guardaba en la guantera$ +a chimenea del otro lado del pueblo, que era con diferencia la construcci&n más alta de aquella parte del estado, eruct& otra nube de color marr&n sucio$ =e la veía a millas de distancia, soltando humaradas como un volcán a punto de lanzar por los aires su fina corteza superior$ Reclinándose en su asiento, el conductor del autob7s se cal& la gorra de cuero hasta los o%os$ Bivía en las afueras de *hiladelphia, le parecía que si tuviera que vivir en un lugar como 5eade, !hio, se pegaría un tiro$ En aquel pueblo era imposible encontrar ni un plato de lechuga$ +a gente de allí parecía alimentarse de grasa nada más que grasa$ =i comiera la misma bazofia que ellos, no tardaría ni dos meses en morirse$ =u mu%er les contaba a sus amigas que )l era un hombre delicado, pero en su tono de voz había algo que a veces le hacía preguntarse si en realidad se compadecía de )l$ (e no haber sido por la 7lcera, se habría ido a la guerra igual que los demás hombres$ abría masacrado a un pelot&n entero de alemanes le habría enseñado a ella si era delicado o qu), %oder$ +o que más le pesaba eran todas las medallas que se estaba perdiendo$ A su vie%o, una vez, el ferrocarril le había dado un certificado por no haberse perdido un solo día de traba%o en veinte años, )l se había pasado los veinte siguientes enseñándoselo a su enfermizo hi%o cada vez que lo veía$ Al palmarla por fin el vie%o, el conductor del autob7s había intentado convencer a su madre para que metiera el certificado dentro del ata7d %unto con el cuerpo para no tener que verlo más$ Ella, sin embargo, había insistido en colgarlo en la sala de estar, a modo de e%emplo de lo que una persona podía lograr en la vida si no de%aba que se lo impidiera una pequeña indigesti&n$ El funeral, un evento que el conductor del autob7s se había pasado mucho tiempo esperando, casi se había ido al garete por culpa de todas las discusiones sobre aquel papel cochambroso$ =e iba a alegrar cuando todos los soldados de permiso llegaran a sus destinos
)l no tuviera que seguir viendo a todos esos idiotas$ Al cabo de un tiempo, los logros a%enos acababan agobiándote$ El soldado Willard Russell había estado bebiendo en la parte de atrás del autob7s con dos marineros de ;eorgia, pero uno de ellos había perdido el conocimiento el otro había vomitado dentro de su 7ltima botella$ Willard no paraba de pensar que si conseguía llegar a su casa en 3oal 3ree#, Birginia !ccidental, a no volvería a marcharse %amás$ (urante su infancia en las montañas había visto cosas feas, pero no eran nada comparado con lo que había visto en el *acífico =ur$ En una de las islas =alom&n, )l otros dos hombres de su unidad se habían encontrado a un marine desollado vivo por los %aponeses clavado a una cruz hecha con dos palmeras$ El cuerpo descarnado ensangrentado estaba cubierto de moscas negras$ :enía las placas identificativas colgadas de los restos de uno de los dedos gordos del pie> sargento de artillería 5iller
3uando )l le vio los p&mulos altos, los labios carnosos las piernas largas esbeltas, cuando a continuaci&n ella le pregunt& qu) quería comer, Willard descubri& que se le había secado del todo la boca$ 9o podía ni hablar$ Aquello no le había pasado %amás, ni siquiera en medio del peor combate en 4ougainville$ 3uando la camarera se fue a buscar su pedido a traerle el caf), a )l se le pas& por la cabeza que hacía 7nicamente un par de meses había estado seguro de que su vida iba a terminarse en una roca humeante absurda en medio del oc)ano *acífico$ ahora se veía allí> todavía respirando a pocas horas de casa, servido por una mu%er que parecía una versi&n de carne hueso de una de aquellas modelos pinup de las películas$ A%uicio de Willard, fue en ese momento preciso cuando se enamor&$ 9o importaba que el pastel de carne estuviera reseco las %udías verdes deshechas des hechas el pan fuera tan duro como un trozo de carb&n del n7mero$ *or lo que a )l respectaba, le sirvi& la me%or comida de su vida$ , despu)s de terminársela, volvi& al autob7s sin saber siquiera c&mo se llamaba 3harlotte Willoughb$ 3uando el autob7s hizo otra parada de descanso, descanso, encontr& una licorería al otro lado del río, en untingtonG se compr& cinco botellas de 'his# de una pinta en dep&sito aduanero se las guard& en el petate$ =e sent& en la primera fila, %usto detrás del conductor, pensando en la chica de la cafetería buscando algo que le indicara que a estaba cerca de su hogar$ :odavía iba un poco borracho$ =in venir a cuento de nada, el conductor del autob7s di%o> 8?:raes alguna medalla a casa le ech& un vistazo por el retrovisor$ Willard Willard neg& con la cabeza$ 89ada más que esta carcasa raquítica que llevo a todos lados$ lados $ 8o 8o quería ir, pero me rechazaron$ 8@u) suerte 8di%o Willard$ Willard$ El día en que habían encontrado al marine, los combates en la isla a estaban a punto de terminar, el sargento los había mandado a buscar agua potable$ Un par de horas despu)s despu)s de enterra enterrarr el cadáver cadáver desoll desollado ado del sargent sargentoo 5iller 5iller
de puros llena de ore%as que a había secado$ =u plan era vender aquellos trofeos por cinco pavos en cuanto regresaran regresara n a la civilizaci&n$ 8:engo 8:engo una 7lcera 8le di%o el conductor del autob7s$ 89o te has perdido nada$ 89o s) 8di%o el conductor8 5e habría gustado gustad o traer una medalla a casa$ :al vez un par de ellas$ 4ueno, supongo que podría haber matado a bastantes boches de mierda como para conseguir dos$ =o bastante rápido con las manos$ 3on la vista clavada en el pescuezo del conductor de autob7s, Willard se acord& de la conversaci&n que había tenido con el %oven l7gubre sacerdote de a bordo del barco despu)s de confesar que le había pegado un tiro al marine para aliviar su sufrimiento$ El sacerdote estaba asqueado de ver tanta muerte de todas las oraciones que había tenido que decir frente a filas enteras de soldados muertos a montones de pedazos de cadáveres$ +e di%o a Willard que si la mitad de su historia era cierta, entonces la 7nica utilidad que podía tener este mundo depravado corrupto era prepararnos para el siguiente$ 8?=abías 8le di%o Willard al conductor8 que los romanos destripaban burros, metían a cristianos vivos dentro luego los cosían otra vez los de%aban al sol para que se pudrieran 8El sacerdote le había contado montones de historias como aquella$ 8? eso qu) coño tiene que ver con las medallas 8:7 pi)nsalo$ Estás todo atado a tado como un pavo dentro del horno, h orno, sin nada más que la cabeza asomando del culo de un burroG entonces los gusanos te empiezan a comer hasta que ves la gloria$ El conductor del autob7s frunci& el ceño agarr& el volante un poco más fuerte$ 83olega, no s) ad&nde quieres ir a parar$ o o te estaba hablando de volver a casa con una medalla enorme su%eta a la pechera$ ?@u) pasa, que los romanos esos le ponían medallas a la gente antes de meterla dentro de los burros ?Es eso lo que quieres decir Willard illard no sabía qu) era lo que quería decir$ decir$ (e acuerdo con el sacerdote, (ios era el 7nico que entendía los caminos de los hombres$ =e lami& los labios resecos pens& en el 'his# que tenía en el petate$ 8+o que digo es que, a fin de cuentas, todo el mundo sufre cuando le llega la hora 8di%o Willard$ Willard$ 84ueno 8di%o el conductor8, pues a mí me gustaría conseguir mi medalla antes de esa hora$ 3ara%o, tengo a una mu%er en casa que pierde la cabeza cada vez que ve una$ áblame a mí de sufrir$ =iempre que salgo a la carretera, me angustio pensando que se va a fugar con
alguno que tenga un coraz&n p7rpura$ Willard se inclin& el conductor not& el aliento cargado del soldado en el pescuezo rechoncho, pudo oler los efluvios del 'his# los restos rancios de un almuerzo barato$ 8?3rees que q ue a 5iller
84ueno, tengo que decir que cuando mandaron de vuelta el cuerpo de <7nior 3arver se le fue un poco la cabeza$ *ero ahora parece que está bastante bien$ 8 Ears#ell dio otro trago a la pinta se la puso entre las piernas8$ a estado preocupada preocupada por ti, nada más$ =ubieron lentamente por las colinas que llevaban a 3oal 3ree#$ Ears#ell quería oír an)cdotas de la guerra, pero durante la hora siguiente su sobrino no habl& de nada que no fuera una mu%er a la que había conocido en !hio$ si había probado ni que fuera una cucharadita de alcohol a no pedía auda a las alturas$ 8Benga, 8Benga, vente a la cocina 8di%o Emma8$ Así comes algo te hago un caf)$ :e he hecho pastel de carne$
A las tres de la mañana, Ears#ell )l a se habían ventilado cuatro pintas, además de un taz&n de alcohol destilado en casa, estaban con la 7ltima botella de la licorería$ Willard tenía la cabeza embotada le costaba %untar las palabras, aunque al parecer le había mencionado a su madre la camarera a la que había conocido en la cafetería$ 8?@u) es lo que me has preguntado 8le di%o )l$ 8Esa chica de la que estabas hablando 8le contest&8$ ?@u) te gusta de ella =u madre le estaba sirviendo otra taza de caf) hirviente con un cazo$ Aunque tenía la lengua entumecida, estaba seguro de hab)rsela quemado más de una vez$ 2luminaba la cocina una lámpara de queroseno que colgaba de una viga del techo$ +a ancha sombra de su madre temblaba en la pared$ Willard derram& un poco de caf) en el hule que cubría la mesa$ Emma neg& con la cabeza cogi& un trapo de secar platos que tenía detrás$ 8:odo 8di%o )l8$:endrías que verla$ Emma se imagin& que era el 'his# el que hablaba por su boca, pero aun así el anuncio de que su hi%o había conocido a una mu%er la ponía nerviosa$ 5ildred 3arver, una de las me%ores cristianas que había habido nunca en 3oal 3ree#, había rezado todos los días por su <7nior, sin embargo se lo habían mandado a casa dentro de un ca%&n$ *oco despu)s de oír que los portadores del f)retro decían no creer que hubiera casi nada dentro del ata7d, de tan poco que pesaba, Emma se puso a buscar una señal que le indicara qu) tenía que hacer para asegurar que Willard estuviera a salvo$ :odavía la estaba buscando cuando la familia de elen atton muri& al incendiarse su casa, de%ando a la pobre chica sola en el mundo$ (os días más tarde, despu)s de mucho pensarlo, Emma se puso de rodillas le prometi& a (ios que si le mandaba a su hi%o de vuelta vivo, ella haría lo necesario para que se casara con elen cuidara de ella$ *ero ahora, plantada en la cocina mirando su pelo negro ondulado sus rasgos afilados, se dio cuenta de que había estado loca al prometer una cosa seme%ante$ elen llevaba un gorro atado por deba%o de la barbilla cuadrada, su cara larga de caballo era id)ntica a la de su abuela Rachel, a quien muchos consideraban la mu%er menos atractiva que había caminado %amás por los riscos del condado de ;reenbrier$ *or entonces, Emma no se había planteado qu) podía pasar si ella no era capaz de mantener su promesa$ !%alá hubiera recibido la bendici&n de un hi%o feo, pens&$ (ios tenía algunas maneras curiosas de comunicarle a la gente que estaba descontento$ 8El físico no lo es todo 8di%o Emma$ 8?@ui)n lo dice 83állate, Ears#ell 8di%o Emma8$ ?3&mo has dicho que se llama esa chica Willard se encogi& de hombros$ 5ir& con los o%os entornados la estampa de
recuerdos de 5iller
M Willard estaba resacoso temblaba sentado a solas en uno de los bancos traseros de la 2glesia del Espíritu =anto =antificado de 3oal 3ree#$ Eran casi las siete media de un %ueves por la tarde pero el servicio religioso todavía no había empezado$ Era la cuarta
noche de la semana anual de renacimiento de la iglesia, que estaba dirigida sobre todo a los reincidentes a los que a7n no habían sido salvados$ Willard llevaba más de una semana de vuelta en casa aquel era el primer rato que pasaba sobrio$ Anoche )l Ears#ell habían ido al +e'is :heater a ver a
+a iglesia la había fundado el reverendo Albert =#es en -.MH, poco despu)s de que una mina de carb&n se desplomara lo atrapara en la oscuridad %unto con dos hombres más que murieron al instante$ A )l le quedaron las dos piernas rotas por varios lugares$ 3onsigui& alcanzar el paquete de tabaco de mascar 6ive 4rothers que *hil (rur tenía en el bolsillo, pero no pudo estirarse lo suficiente para alcanzar el bocadillo de mantequilla mermelada que sabía que 4url 5eado's llevaba en la chaqueta$ 3ontaba el reverendo que el Espíritu =anto lo había tocado la tercera noche$ Era consciente de que se iba a reunir pronto con aquellos dos hombres que tenía al lado que a olían a podrido, pero había de%ado de importarle$ Al cabo de unas horas, la patrulla de rescate se abri& paso por entre los escombros mientras )l dormía$ *or un momento estuvo convencido de que la luz que le acababan de poner delante de los o%os era la cara de (ios$ Era una buena historia para e1plicar en la iglesia, siempre se oían montones de aleluas cuando llegaba a aquella parte$ Willard creía hab)rsela oído contar al predicador unas cien veces a lo largo de los años, mientras co%eaba de un lado para otro por delante del p7lpito barnizado$ Al final de la historia siempre se sacaba el paquete vacío de 6ive 4rothers de la chaqueta raída del tra%e lo levantaba hacia el techo con las palmas ahuecadas de las manos$ +o llevaba consigo a todas partes$ 5uchas de las mu%eres de 3oal 3ree#, sobre todo las que seguían teniendo maridos e hi%os en las minas, lo trataban como si fuera una reliquia religiosa lo besaban siempre que tenían oportunidad$ Era un hecho que 5ar Ellen :hompson, en su lecho de muerte, había pedido que le tra%eran el paquete en lugar de al m)dico$ Willard mir& c&mo su madre hablaba con una mu%er flaca que llevaba gafas de montura metálica en la cara larga delgada, un gorro de color azul descolorido atado por deba%o de la barbilla angulosa$ Al cabo de un par de minutos, Emma cogi& a la mu%er de la mano se la
llev& a donde estaba sentado Willard$ 8+e he pedido a elen que se siente con nosotros 8le di%o Emma a su hi%o$ Ll se puso de pie para de%arla pasar, , cuando la chica pas& por su lado, el tufo a sudor rancio hizo que se le saltaran las lágrimas$ Ella llevaba una 4iblia de cuero gastada no levant& la cabeza cuando Emma la present&$ *or fin Willard entendía por qu) su madre llevaba días largándole que el físico no era importante$ El estaba de acuerdo en la maoría de casos, pero, %oder, hasta su tío Ears#ell se lavaba los sobacos de vez en cuando$ 3omo la iglesia no tenía campana, el reverendo =#es sali& a la puerta abierta en cuanto fue hora de empezar el servicio se puso a llamar a gritos a los que seguían remoloneando fuera con sus cigarrillos, sus cotilleos sus dudas$ Un pequeño coro de dos hombres tres mu%eres se puso de pie cant& C=inner, ou 4etter ;et ReadD$ *or fin =#es subi& al p7lpito$ Ech& un vistazo por encima de las cabezas de los feligreses sec& el sudor de su frente con un pañuelo blanco$ abía cincuenta ocho personas sentadas en los bancos$ +as había contado dos veces$ El reverendo no era un hombre codicioso, pero esta noche confiaba en recoger en la cesta tal vez cuatro o cinco d&lares$ El su mu%er llevaban toda la semana sin comer nada más que galletas duras carne de ardilla infectada de larvas de mosca$ 83ara, hace calor 8di%o con una sonrisa8$ *ero todavía va a hacer más calor, ?verdad =obre todo para los que no est)n a buenas con el =eñor$ 8Am)n 8di%o alguien$ 8Está claro 8di%o otro$ 84ueno 8continu& =#es8$ (e eso nos encargaremos pronto$ Ahora esos dos chavales de :opperville van a oficiar el servicio, , por lo que me cuenta todo el mundo, nos traen un mensa%e que vale la pena$ 8Ech& un vistazo a los dos forasteros sentados a un lado del altar, escondidos de la congregaci&n por una cortina negra deshilachada8$ ermano Ro hermano :heodore, venid aquí audadnos a salvar unas cuantas almas perdidas 8di%o, haci)ndoles señales con la mano para que se acercaran$ Un hombre alto flaco se levant& se puso a empu%ar la silla de ruedas donde iba su compañero, un chaval gordo, para sacarlo de detrás de la cortina acercarlo al centro del altar$ El que podía andar llevaba un tra%e negro que le venía grande unos mocasines voluminosos desvenci%ados$ :enía el pelo negro repeinado hacia atrás con brillantina las me%illas hundidas llenas de cicatrices violáceas de acn)$ 85e llamo Ro +afert 8di%o en voz ba%a8, este de aquí es mi primo,
:heodore (aniels$ El inválido asinti& con la cabeza dedic& una sonrisa a la congregaci&n$ +levaba una guitarra destartalada en el regazo un peinado estilo taz&n$ :enía el peto remendado con parches de tela de saco las piernas flacas retorcidas en ángulos abruptos$ +levaba puesta una camisa blanca sucia una corbata de flores de colores vivos$ 5ás tarde Willard diría que aquel se parecía al *ríncipe de las :inieblas el otro a un paaso en horas ba%as$ En silencio, el hermano :heodore termin& de afinar una cuerda de su guitarra de ca%a plana$ Unas cuantas personas bostezaron otras se pusieron a cuchichear entre ellas, a inc&modas por lo que parecía ser el inicio de un servicio aburrido oficiado por un par de reci)n llegados tímidos hechos polvo$ Willard deseaba haber salido al aparcamiento haberse encontrado con alguien que tuviera una botella antes de que empezara la cosa$ 9unca se había sentido c&modo venerando a (ios dentro de un edificio abarrotado de desconocidos$ 8Esta noche no vamos a pasar la cesta, amigos 8di%o por fin el hermano Ro, despu)s de que el inválido asintiera con la cabeza para indicar que estaba listo8$ 9o queremos cobrar por hacer el traba%o del =eñor$ :heodore o podemos vivir de la dulzura del aire si no nos queda otro remedio, , creedme, lo hemos hecho muchas veces$ =alvar almas no tiene nada que ver con los d&lares del demonio$ 8Ro mir& al vie%o predicador, que consigui& esbozar una sonrisa alicaída asinti& con la cabeza a regañadientes para mostrar su conformidad8$ Ahora vamos a invocar al Espíritu =anto para hacer que venga esta noche a esta pequeña iglesia, o bien os %uro a todos que moriremos en el intento$ diciendo aquello, el chaval gordo dio un guitarrazo el hermano Ro se ech& hacia atrás solt& un berrido lastimero que sonaba como si tratara de arrancar de una sacudida las puertas del cielo$ +a mitad de la congregaci&n estuvo a punto de caerse de su asiento$ Willard solt& una risita cuando sinti& que su madre daba un brinco a su lado$ El %oven predicador ech& a andar de arriba aba%o por el medio del pasillo, preguntándole a la gente en voz alta> 8?A qu) le ten)is más miedo 8Agit& los brazos describi& la inmundicia del infierno, su repugnancia, su horror su desesperaci&n, la eternidad sin final que le espera absolutamente a todo el mundo8$ =i lo que más tem)is son las ratas, =atanás se asegurará de que no os falten$ ermanos hermanas, se os comerán las caras mientras vosotros estáis allí tumbados sin poder levantar ni un dedo contra ellas, nunca pararán$ Un mill&n de años en la eternidad no es ni una tarde aquí en 3oal 3ree#$ 9i siquiera trat)is de entenderlo$ 9o ha cabeza humana que pueda calcular un sufrimiento así$ ?!s acordáis de aquella familia de 5illersburg a la que asesinaron en sus camas el año pasado ?A los que aquel lunático les sac& los o%os *ues imaginaos eso durante un bill&n de años, que es un mill&n de millones, amigos, lo he consultado, imaginaos ser torturados de esa manera pero sin morir$ @ue os saquen los o%os de la cara con un cuchillo ensangrentado por toda la eternidad sin fin$
Espero que esa pobre gente estuviera a buenas con el =eñor cuando aquel maníaco se les meti& por la ventana, lo espero con toda mi alma$ en verdad, hermanos hermanas, no podemos llegar a imaginarnos las maneras que tiene el diablo de darnos tormento, ning7n hombre ha sido lo bastante malvado, ni siquiera el itler ese, como para inventarse las formas en que =atanás va a hacer pagar a los pecadores cuando llegue el (ía del CAlabado sea (iosD, el hermano Ro di%o> CAsí es, amigo, así esD$ =ostuvo la garrafa en alto le dio una violenta sacudida$ 8Amigos, de%adme que os cuente una cosa 8 continu&8$ Antes de encontrar al Espíritu =anto, a mí me daban total pavor las arañas$ ?Berdad que sí, :heodore a desde que era un renacua%o me escondía detrás de las faldas de mi madre$ +as arañas se colaban en mis sueños ponían sus huevos en mis pesadillas, o no era capaz ni de ir al cuarto de baño sin que alguien me cogiera de la mano$ Estaban por todas partes, colgadas de sus telarañas esperándome$ Era espantoso vivir así, aterrorizado todo el tiempo, daba igual si estaba dormido o despierto$ así es el infierno, hermanos hermanas$ Esas diablesas de ocho patas no me daban ni un respiro$ asta que encontr) al =eñor$ A continuaci&n Ro se puso de rodillas zarande& la garrafa una vez más antes de quitarle el tap&n$ :heodore ralentiz& la m7sica hasta que solamente se o& una triste ominosa marcha f7nebre que hel& la sala e hizo que a todos los presentes se les erizara el pelo de la nuca$ =osteniendo la garrafa por encima de su cabeza, Ro mir& a los congregados, respir& hondo le dio la vuelta$ Una masa abigarrada de arañas de todos los colores 8marrones, negras a raas amarillas anaran%adas8 ca& sobre su cabeza sus
hombros$ +uego un estremecimiento le recorri& el cuerpo entero como si fuera una corriente el)ctrica, se levant& tir& la garrafa al suelo, provocando una lluvia de cristales rotos en todas direcciones$ Bolvi& a soltar aquel berrido espantoso se puso a sacudir los brazos las piernas, haciendo que las arañas caeran al suelo empezaran a corretear por doquier$ Una mu%er envuelta en un chal de punto se levant& de un salto ech& a correr hacia la puerta, al tiempo que varias más gritaban, , en medio de aquel alboroto, Ro dio un paso adelante, con unas cuantas arañas todavía pegadas a la cara sudorosa, vocifer&> 8Escuchad mis palabras, amigos, el =eñor se llevará vuestros miedos si vosotros se lo permitís$ 5irad lo que ha hecho por mí$ 8+uego tuvo una arcada escupi& algo negro que se le había metido en la boca$ !tra mu%er se puso a darse manotazos en el vestido a chillar que algo la había picado, un par de criaturas rompieron a lloriquear$ El reverendo =#es corría de un lado para otro, intentando restaurar el orden, pero la gente a se apresuraba hacia la estrecha puerta, presa del pánico$ Emma cogi& a elen del brazo trat& de sacarla de la iglesia, pero la chica se la sacudi& de encima, dio media vuelta se adentr& en el pasillo$ =u%et& la 4iblia contra el pecho se qued& mirando fi%amente a Ro$ =in de%ar de rasgar su guitarra, :heodore vio c&mo su primo se sacudía despreocupadamente una araña de la ore%a le dedicaba una sonrisa a aquella chica frágil fe7cha$ no de%& de tocar hasta que vio que Ro le hacía señas a aquella zorra para que se acercara$ (e camino a casa, Willard di%o> 83ara, lo de las arañas ha sido un buen detalle$ 8 E1tendi& la mano hacia su madre empez& a pasearle los dedos por el brazo gordo flácido$ Ella solt& un chillidito le dio un manotazo$ 8*ara$ a no vo a poder dormir esta noche con lo que he visto$ 8?abías visto predicar al chaval ese alguna vez 89o, pero hacen cosas raras en esa iglesia de :opperville$ =eguro que el reverendo =#es se ha arrepentido de haberlos invitado$ El de la silla de ruedas bebi& demasiada estricnina o anticongelante o algo así, es por eso que no puede caminar$ 5enuda pena$ *oner la fe a prueba, lo llaman$ *ero a mí me parece que eso es llevar las cosas demasiado le%os$ 8=uspir& reclin& la cabeza en el asiento8$ !%alá elen hubiera venido con nosotros$ 84ueno, en su serm&n no se ha dormido nadie, eso se lo reconozco$ 8?=abes 8di%o Emma8$ A lo me%or se habría venido si t7 le hubieses hecho un poco más de caso$ 8!h, por lo que o he visto, el hermano Ro le va a hacer todo el caso que ella quiera más$
8Eso es lo que me da miedo 8di%o Emma$ 85adre, me vuelvo a !hio dentro de un par de días$ a lo sabes$ Emma hizo ver que no le oía$ 8elen sería una buena esposa, a lo creo$ Barias semanas despu)s de que Willard se marchara a !hio a ver qu) pasaba con la camarera, elen llam& a la puerta de Emma$ Era media tarde de un día templado de noviembre$ +a anciana estaba sentada en su sala de estar, escuchando la radio releendo la carta que había recibido aquella mañana$ Willard la camarera se habían casado hacía una semana$ =e iban a quedar en !hio, por lo menos de momento$ El había encontrado traba%o en una planta cárnica contaba que no había visto tantos cerdos %untos en su vida$ El locutor de la radio le echaba la culpa de lo raro del clima a las secuelas de las bombas at&micas lanzadas para ganar la guerra$ 8@uiero contárselo a usted primero porque s) que ha estado preocupada por mí 8 di%o elen$ Era la primera vez que Emma la veía sin el gorro$ 8?3ontarme el qu), elen 8Ro me ha pedido en matrimonio 8di%o ella8$ (ice que (ios le ha mandado una señal de que estamos hechos el uno para el otro$ *lantada en la puerta con la carta de Willard en la mano, Emma se acord& de la promesa que no había podido cumplir$ abía estado temiendo un accidente violento, o bien una enfermedad espantosa, pero aquello era una buena noticia$ :al vez a fin de cuentas las cosas iban a salir bien$ =inti& que empezaban a llenársele los o%os de lágrimas$ 8?(&nde vais a vivir 8le pregunt&, porque no se le ocurría nada más$ 8!h, Ro tiene una casa detrás de la gasolinera de :opperville 8di%o elen8$ :heodore se quedará con nosotros, por lo menos de momento$ 8?Ese es el de la silla de ruedas 8=í, señora 8di%o elen8$ +levan mucho tiempo %untos$ Emma sali& al porche le dio un abrazo a la chica$ !lía un poco a %ab&n 2vor, como si acabara de bañarse$ 8?@uieres entrar sentarte un rato
89o, tengo que irme 8di%o elen8$ Ro me está esperando$ 8Emma mir& la ladera de la colina que se e1tendía tras la chica$ En el camino, detrás del vie%o 6ord de Ears#ell, había un coche del color de la bosta con forma de tortuga8$ Esta noche tiene que predicar en 5illersburg, que es donde les sacaron los o%os a aquella gente$ +levamos toda la mañana recogiendo arañas$ ;racias a (ios, con este tiempo que ha hecho no cuesta nada encontrarlas$ 8:en cuidado, elen 8di%o Emma$ 8!h, no se preocupe 8di%o la chica, mientras ba%aba del porche8$ 3uando uno se acostumbra a ellas no están tan mal$
I En la primavera de -.HN, a Emma le lleg& de !hio la noticia de que por fin era abuelaG la mu%er de Willard había dado a luz a un beb) sano al que habían llamado Arvin Eugene$ *ara entonces la anciana a estaba convencida de que (ios la había perdonado por su breve p)rdida de confianza$ a hacía casi tres años de aquello no había pasado nada malo$ Un mes más tarde, todavía estaba dando gracias al =eñor porque su nieto no hubiera nacido ciego microcOfalo como los tres hi%os de Edith 5a1'ell, la de =pud Run, cuando elen se present& a su puerta con otra cosa que anunciarle$ Emma apenas la había visto un puñado de veces desde que se había casado con Ro se había pasado a la iglesia de :opperville$ 8@uería pasar a darle a usted la noticia 8di%o elen$ :enía los brazos piernas pálidos flacos pero barriga de embarazada$ 8(ios bendito 8di%o Emma, abriendo la puerta mosquitera8$ Entra, cariño, descansa un poco$ 8a era tarde, el %ardín invadido de maleza estaba cubierto de sombras de color gris azulado$ Un pollo soltaba d)biles cloqueos ba%o el porche$ 8Ahora no puedo$ 84ah, no te andes con tantas prisas$ (e%a que te saque algo para comer 8le di%o la anciana8$ +levamos una eternidad sin hablar$ 8;racias, señora Russell, pero tal vez otro día$ 5e tengo que volver$ 8?Ro predica esta noche 89o 8di%o elen8$ a lleva un par de meses sin predicar$ ?9o se enter& usted =ufri& una picadura mu grave de una araña$ =e le hinch& la cabeza como si fuera una
calabaza$ 6ue espantoso$ =e pas& una semana o más sin poder abrir los o%os$ 84ueno 8di%o la anciana8$ A lo me%or puede traba%ar para la compañía el)ctrica$ Alguien me ha dicho que andan buscando gente$ =e supone que no van a tardar mucho en hacer pasar la electricidad por aquí$ 8U, para nada 8di%o elen8$ Ro no va a de%ar de predicar, solamente está esperando un mensa%e$ 8?Un mensa%e 8=í, Ll lleva tiempo sin mandarle ninguno, eso tiene a Ro preocupado$ 8?@ui)n no le manda ninguno 8*ues el =eñor, señora Russell 8di%o elen8$ Ro no escucha a nadie más$ 8 Empez& a ba%ar del porche$ 8?elen +a chica se detuvo se dio la vuelta$ 8?=í, señora Emma vacil&, sin saber mu bien qu) decir$ 5ir& más allá de la chica, al coche de color bosta que había en la ladera$ Bio una figura negra sentada dentro, al volante$ 8Bas a ser una buena madre 8di%o$ (espu)s de la picadura de araña, Ro había empezado a pasar la maor parte del tiempo encerrado en el armario del dormitorio, esperando una señal$ Estaba convencido de que el =eñor lo había frenado a fin de prepararlo para algo más grande$ En opini&n de :heodore, el hecho de que Ro hubiera preñado a la zorra a era la gota que colmaba el vaso$ Empez& a beber a pasar fuera toda la noche, a tocar en clubes privados en garitos ilegales perdidos en el monte$ =e aprendi& docenas de canciones pecaminosas sobre mu%eres que engañaban a sus maridos, asesinatos a sangre fría vidas malgastadas entre los barrotes de la cárcel$ +a persona con la que terminaba la noche se limitaba a de%arlo tirado borracho meado delante de la casaG elen se veía obligada a salir al amanecer para audarlo a entrar mientras )l la maldecía, maldecía sus piernas in7tiles maldecía a aquel falso predicador al que se follaba$ Ella no tard& en cogerles miedo a los dos, hasta le cambi& la habitaci&n a :heodore le de%& que durmiera en la cama grande al lado del armario de Ro$ Una tarde, cuando el beb), una niña a la que llamaron +enora, a tenía unos meses, Ro sali& del dormitorio convencido de que podía resucitar a los muertos$
8
8?*or qu) no resucitas a elen Entonces sabremos con seguridad que no estás diciendo memeces$ Ro neg& violentamente con la cabeza$ 89o, no$ Eso no lo puedo hacer$ :heodore solt& una risita cogi& la lata de cerveza del suelo$ 8?+o ves a sabía o que no decías más que trolas$ 3omo siempre$ 9o eres más predicador que esos borrachos para los que o toco todas las noches$ 89o digas eso, :heodore 8di%o Ro8$ ?*or qu) te da por decir esas cosas 8*orque lo teníamos bien montado t7 o, %oder, entonces tuviste que casarte %oderlo todo$ :e ha robado la luz que tenías eres demasiado tonto para darte cuenta$ (emu)strame que la has recuperado podremos volver a difundir el Evangelio$ Ro se acord& de la conversaci&n que acababa de tener en el armario de c&mo la voz de (ios había sonado alta fuerte en su cabeza$ 5ir& por la ventana a su mu%er, que estaba de pie %unto al buz&n, canturreándole al beb)$ Al fin al cabo, se di%o a sí mismo, elen estaba a buenas con el =eñor, por lo que )l sabía siempre lo había estado$ Eso solamente podía audar al tema de la resurrecci&n$ *ese a todo, tenía que probarlo primero con un gato$ 85e lo vo a tener que pensar$ 89o puede haber truco 8di%o :heodore$ 8+os trucos solamente los necesita el diablo$ 8Ro dio un sorbo de agua del grifo de la cocina, lo %usto para humedecerse los labios$ Una vez se hubo refrescado decidi& rezar más ech& a andar hacia el dormitorio$ 8=i eres capaz de hacerlo, Ro 8di%o :heodore8, no habrá iglesia en toda Birginia !ccidental lo bastante grande como para que quepa toda la gente que va a querer oírte predicar$
hasta hablaba de volver a predicar$ no solamente eso> :heodore había de%ado de salir de noche, estaba ensaando algunas canciones religiosas nuevas no probaba más que el caf)$ asta había tenido en brazos al beb) unos minutos, cosa que no había hecho nunca$ (espu)s de de%ar a +enora en casa de Emma, condu%eron cuarenta cinco #il&metros hasta un bosque situado a unas millas al este de 3oal 3ree#$ Ro aparc& el coche le pidi& a elen que saliera a dar un paseo con )l$ :heodore se qued& en el asiento de atrás fingiendo que dormía$ (espu)s de caminar unos metros, Ro di%o> 8:al vez deberíamos rezar primero$ El :heodore habían discutido sobre aquello, Ro había dicho que quería que fuera un momento privado entre )l su mu%er nada más, mientras que el inválido había insistido en que necesitaba ver con sus propios o%os c&mo el Espíritu salía de ella para asegurarse de que no lo estaban falsificando$ 3uando se arrodillaron deba%o de un abedul, Ro se sac& el destornillador de dentro de la camisa holgada$ Rode& el hombro de elen con el brazo la atra%o hacia sí$ *ensando que estaba mostrándose afectuoso, ella se gir& para besarlo en el mismo momento en que )l le clavaba la punta afilada bien hondo en el costado del cuello$ A continuaci&n la solt& ella ca& de lado, pero un momento más tarde se levant& se puso a intentar agarrarse fren)ticamente el destornillador$ 3uando por fin se lo arranc& del cuello, la sangre empez& a manarle a chorros del agu%ero cubri& la pechera de la camisa de Ro$ :heodore mir& por la ventanilla c&mo ella intentaba ale%arse gateando$ =olamente avanz& un par de metros antes de desplomarse sobre las ho%as sacudirse durante un minuto o dos$ +a o& gritar varias veces el nombre de +enora$ Encendi& un cigarrillo esper& unos minutos antes de salir como pudo del coche$ :res horas más tarde, :heodore di%o> 89o lo vas a conseguir, Ro$ Estaba sentado en su silla de ruedas a un par de metros del cuerpo de elen, su%etando el destornillador$ Ro estaba de rodillas %unto a su mu%er, cogi)ndole la mano todavía intentando devolverle la vida$ Al principio sus s7plicas habían resonado por el bosque, fervorosas llenas de fe, pero cuanto más rato pasaba sin que el cuerpo frío de ella emitiera ni un solo temblor, más embrolladas dementes se fueron volviendo$ :heodore not& que le venía un dolor de cabeza$ (ese& haberse traído algo para beber$ Ro levant& la vista hacia su primo lisiado con la cara surcada de lágrimas$ 8(ios mío, creo que la he matado$ :heodore se acerc& más con la silla le puso el dorso de la mano sucia en la cara a elen$
85uerta está, sí$ 89o la toques 8vocifer& Ro$ 8=olamente esto intentando audar$ Ro golpe& el suelo con el puño$ 89o tenía que salir así$ 8!dio decir esto, pero, como te pillen, los chavales de 5oundsville te van a freír como si fueras beicon$ Ro neg& con la cabeza se limpi& los mocos de la cara con la manga de la camisa$ 89o s) qu) ha salido mal$ o estaba seguro de que$$$ 8=u voz se apag& solt& la mano de su mu%er$ 8
8=iempre te puedes escapar 8di%o :heodore8$ Es la 7nica salida inteligente en una situaci&n como esta$ ! sea, %oder, ?qu) tienes que perder 8?Escaparme adonde 8e estado aquí sentado pensando en ello, supongo que ese vie%o coche podría llegar a 6lorida si lo mimas un poco$ 89o s) 8di%o Ro$ 83laro que sí 8di%o :heodore8$ 5ira, en cuanto lleguemos, vendemos el coche nos ponemos a predicar otra vez$ =i es que no tendríamos que haberlo de%ado nunca$ 8 5ir& el cuerpo pálido sanguinolento de elen$ =e habían acabado sus días de rezongar$ 3asi desearía haberla matado )l$ Ella lo había estropeado todo$ A estas alturas, a podrían tener su propia iglesia, o hasta haber salido en la radio$ 8?C+leguemosD 84ueno, sí 8di%o :heodore8, va a hacerte falta un guitarrista, ?no 8+levaba tiempo soñando con ir a 6lorida vivir %unto al oc)ano$ 9o era fácil vivir lisiado en medio de todas aquellas puñeteras colinas árboles$ 8?*ero qu) pasa con ella 8di%o Ra, señalando el cuerpo de elen$ 8Bas a tener que enterrarla bien hondo, hermano 8 di%o :heodore8$ Antes he guardado una pala en el maletero, por si acaso la cosa no salía como esperabas$ 8? +enora 83r)eme, ese beb) estará me%or con la vie%a 8di%o :heodore8$ 9o querrás que tu hi%a crezca como una fugitiva de la le, ?no 85ir& a trav)s de los árboles$ El sol había desaparecido detrás de una muralla de nubes oscuras, el cielo se había vuelto del color de la ceniza$ El aire traía consigo un olor h7medo a lluvia$ (e la zona de Roc# ;ap venía el retumbar lento d)bil de los truenos8$ =erá me%or que empieces a cavar antes de que nos quedemos empapados$ 3uando aquella noche lleg& Ears#ell, Emma estaba sentada en una silla %unto a la ventana meciendo a +enora$ Eran casi las once la tormenta empezaba a amainar$ 8elen me di%o que no iban a tardar más que un par de horas 8di%o la anciana8$ =olamente me ha de%ado un biber&n$ 84ah, a sabes c&mo son los predicadores 8di%o Ears#ell8$ +o más seguro es que haan salido se est)n corriendo una buena %uerga$
lisiado puede tumbarme a mí bebiendo$ Emma neg& con la cabeza$ 8!%alá tuvi)ramos tel)fono$ a algo en todo esto que me da mala espina$ El vie%o ech& un vistazo a la criatura dormida$ 8*obrecilla 8di%o8$ Es clavada a su madre, ?verdad
H 3uando Arvin tenía cuatro años, Willard decidi& que no quería que su hi%o creciera en un sitio tan lleno de degenerados como 5eade$ +levaban desde su boda viviendo en el vie%o apartamento que 3harlotte tenía encima de una tintorería$ A )l le daba la impresi&n de que todos los pervertidos del sur de !hio tenían su residencia en 5eade$ Qltimamente el peri&dico iba lleno de sus chanchullos asquerosos$ acía solamente dos días que habían detenido a un tipo llamado 3alvin 3lator en los grandes almacenes =ears and Roebuc# con dos palmos de salchichas de cerdo atados al muslo$ (e acuerdo con la 5eade ;azette, el sospechoso, vestido 7nicamente con un peto roto, fue cogido frotándose contra ancianas de una forma que el periodista describi& como Clasciva agresivaD$ *or lo que a Willard respectaba, aquel cabr&n de 3laton era todavía peor que el congresista estatal %ubilado a quien el sheriff había pillado %unto a la autopista, en las afueras, con un pollo encallado en sus partes, un Rhode 2sland Red que había comprado en una gran%a cercana por cincuenta centavos$ abían tenido que llevarlo a un hospital para quitárselo$ =e contaba que el audante del sheriff, por respeto a los demás pacientes o tal vez a la víctima, había cubierto la gallina con la chaqueta de su uniforme mientras metían al hombre en la sala de urgencias$ 8Ese cabr&n le estaba haciendo eso a la madre de alguien 8le di%o Willard a 3harlotte$ 8?3uál de los dos 8pregunt& ella$ Estaba plantada delante de los fogones, removiendo una olla de espaguetis$ 8
encontrado el cadáver de elen +afert, o por lo menos lo que quedaba de )l, enterrado en el bosque a pocos #il&metros de 3oal 3ree#$ El se había pasado una semana entera leendo la carta todas las noches$ 3harlotte se había dado cuenta de que despu)s de aquello Willard había empezado a angustiarse cada vez más con las noticias que traía el peri&dico$ Aunque Ro :heodore eran los sospechosos principales, hacía casi tres años que no había rastro de ellos, de manera que el sheriff todavía no podía descartar la posibilidad de que alguien los hubiera asesinado tambi)n hubiera tirado sus cuerpos en otra parte$ 89o lo sabemos, podría ser el mismo tipo que asesin& a aquella gente de 5illersburg la otra vez 8le di%o el sheriff a Emma al llevarle la noticia de que un par de buscadores de ginseng habían encontrado la tumba de elen8$ *odría haber matado a la chica luego haber descuartizado a los tipos haberlos desperdigado$ El de la silla de ruedas habría sido una presa fácil, todo el mundo sabe que al otro le faltaba un tornillo, dos tambi)n$ *ese a lo que decía la le, Emma estaba convencida de que aquellos dos estaban vivos eran culpables, no iba a descansar hasta que estuvieran encerrados o muertos$ +e di%o a Willard que estaba criando a la niña lo me%or que podía$ Ll le había mandado cien d&lares para contribuir al pago de un entierro decente$ =entado allí mirando a su hi%o, de repente Willard sinti& un intenso deseo de ponerse a rezar$ Aunque llevaba años sin hablar con (ios, sin hacerle ni una sola petici&n ni dirigirle una palabra de alabanza desde que se había encontrado al marine crucificado durante la guerra, ahora sinti& crecer dentro de sí el impulso de hacer las paces con su 3reador antes de que algo malo le pasara a su familia$ 3uando mir& el apartamento diminuto, sin embargo, se dio cuenta de que allí no iba a poder ponerse en contacto con (ios, igual que tampoco había podido dentro de una iglesia$ 2ba a necesitar un bosque para adorar a (ios a su manera$ 8:enemos que marcharnos de aquí 8le di%o a 3harlotte, de%ando el peri&dico sobre la mesa del caf)$ +a gran%a que había encima de las 5itchell 6íats se la alquilaron por treinta d&lares al mes a enr (elano (unlap, un abogado regordete afeminado que tenía unas uñas relucientes, sin mácula, vivía cerca del club de campo de 5eade de vez en cuando se dedicaba al negocio inmobiliario a modo de hobb$ Aunque al principio 3harlotte se había mostrado en contra, luego no había tardado en enamorarse de aquella casa destartalada llena de goteras$ 9i siquiera le importaba tener que sacar el agua del pozo$ Al cabo de unas semanas de instalarse allí, a estaba hablando de comprarla alg7n día$ =u padre había muerto de tuberculosis cuando ella tenía cinco años su madre sucumbi& a una infecci&n de la sangre poco despu)s de que 3harlotte empezara noveno$ +levaba toda la vida en apartamentos oscuros e infestados de cucarachas, alquilados por semanas o por meses$ El 7nico miembro de su familia que le quedaba con vida era su hermana *hllis, pero 3harlotte a ni siquiera sabía d&nde estaba$ Un día, hacía seis años,
*hllis había entrado en el Wooden =poon con un sombrero nuevo le había dado a 3harlotte su llave de las tres habitaciones que compartían encima de la tintorería de Walnut =treet> 84ueno, hermanita 8le había dicho8$ a te he criado ahora me toca vivir a mí$ 8 había salido por la puerta$ =er propietaria de la gran%a comportaría por fin cierta estabilidad en su vida, algo que ansiaba más que nada en el mundo, sobre todo ahora que era madre$ 8Arvin necesita un lugar que siempre pueda considerar su casa 8le di%o a Willard 8$ o nunca lo tuve$ :odos los meses las pasaban canutas para reunir los treinta d&lares del alquiler$ 8:7 espera verás 8le decía ella8$ Un día este sitio será nuestro$ *ronto descubrieron que no resultaba fácil tener cualquier clase de trato con su casero$ Willard siempre había oído decir que la maoría de abogados eran unos capullos corruptos maquinadores, pero enr (unlap result& ser un maestro en aquel sentido$ En cuanto descubri& que los Russell tenían inter)s en comprar la casa, se puso a %ugar con ellos, a subirles el precio un mes, ba%árselo al siguiente luego echarse atrás e insinuar que no estaba nada seguro de querer venderla$ Además, cada vez que Willard se presentaba en su despacho para llevarle el dinero del alquiler, un dinero que lo obligaba a deslomarse en el matadero, al abogado le gustaba contarle e1actamente en qu) se lo iba a gastar$ *or alg7n motivo, a aquel ricach&n le parecía necesario hacerle entender al pobre hombre que para )l aquel puñado de d&lares su%etos en un fa%o no representaba nada$ +e dedicaba a Willard una sonrisa con sus labios de color higadillo le soltaba como si nada que aquel dinero apenas cubría el precio de un par de buenos filetes en la cena del domingo, o de los helados que les compraba a los amigos de su hi%o en el club de tenis$ *asaron los años pero enr no se cans& nunca de provocar a su inquilinoG cada mes había un insulto nuevo, una raz&n más para que Willard le arreara una paliza a aquel gordo$ +o 7nico que lo frenaba era acordarse de 3harlotte, que en aquellos momentos estaría sentada a la mesa de la cocina con una taza de caf), esperando nerviosa a que )l regresara a casa sin que los hubieran desahuciado$ :al como ella le recordaba de vez en cuando, no importaba un pimiento lo que di%era aquel gilipollas$ +os ricos siempre pensaban que t7 querías lo que ellos tenían, no era verdad, por lo menos en el caso de Willard$ 5ientras permanecía sentado al otro lado del enorme escritorio de madera de roble del abogado lo escuchaba pavonearse, Willard se dedicaba a pensar en el tronco para rezar que había instalado en el bosque en la paz la tranquilidad que iba a reportarle en cuanto llegara a casa, cenara se acercase hasta allí$ A veces incluso ensaaba mentalmente una oraci&n que siempre decía %unto al tronco despu)s de su visita mensual al despacho del abogado> C;racias, (ios, por darme la fuerza necesaria para no ponerle las manos en el puto cuello a ese gordo de enr (unlap$ que ese hi%o de puta tenga todo lo que quiera en esta vida, aunque, =eñor, tengo que confesar que no me importaría ver c&mo alg7n día se le atraganta su dineroD$
+o que Willard no sabía era que enr (unlap usaba sus fanfarronadas para ocultar el hecho de que su vida era un desastre vergonzoso pusilánime$ En -.HI, reci)n salido de la 6acultad de (erecho, se había casado con una mu%er que, tal como descubri& poco despu)s de la noche de bodas, no podía parar de tirarse a desconocidos$ Edith llevaba años follando con todo el mundo> repartidores de peri&dicos, mecánicos de coches, via%antes, lecheros, amigos, clientes, el antiguo socio de su marido$$$ la lista era interminable$ Ll lo había soportado, hasta había llegado a aceptarlo, pero hacía poco que había contratado a un hombre de color para encargarse de su %ardín, en sustituci&n del adolescente blanco al que su mu%er había estado tirándose, convencido de que ni siquiera ella iba a caer tan ba%o$ *ero, menos de una semana despu)s, había llegado a casa en mitad del día sin avisar la había visto inclinada sobre el sofá del sal&n, con el culo en pompa el alto flaco %ardinero dándole como si le fuera la vida en ello$ Estaba haciendo unos ruidos que )l no había oído %amás$ (espu)s de mirarlos durante un par de minutos, se march& sin hacer ruido regres& a su despacho, donde se ventil& una botella de escoc)s se dedic& a rememorar la escena una otra vez$ =ac& de su mesa una (erringer con revestimiento de plata, se la qued& mirando un rato largo por fin la volvi& a guardar en el ca%&n$ +e parecía me%or plantearse otras formas de resolver su problema$ 9o tenía sentido volarse los sesos cuando no había necesidad$ (espu)s de casi quince años e%erciendo la abogacía en 5eade había conocido a varios hombres en el sur de !hio que podrían deshacerse de Edith por unos pocos centenares de d&lares, pero le daba la sensaci&n de que no podía fiarse de ninguno de ellos$ C@ue no te entre la prisa ahora, enr 8se di%o a sí mismo8$ Es así como uno la caga$D Un par de días más tarde contrat& al negro a %ornada completa, hasta le subi& el sueldo un cuarto de d&lar por hora$ +e estaba asignando una lista de tareas cuando Edith lleg& a la entrada de la casa al volante de su nuevo 3adillac$ (esde el %ardín los dos miraron c&mo ella salía del coche cargada de bolsas de la compra entraba en casa$ +levaba unos pantalones negros a%ustados un %erse de color rosa que le marcaba las tetas grandes flácidas$ El %ardinero mir& al abogado con una sonrisa picara en su cara chata marcada de viruelas$ Al cabo de un momento enr le devolvi& la sonrisa$ 85ás tontos que Abundio 8les di%o enr a sus amigos con los que %ugaba al golf$ (ic# :alor le había vuelto a preguntar por sus inquilinos de "noc#emstiff$ Aparte de escuchar c&mo enr se pavoneaba hacía el ridículo, los demás ricos de 5eade no tenían mucha relaci&n con )l$ Era el hazmerreír absoluto del club de campo$ asta el 7ltimo de ellos se había follado a su mu%er en un momento u otro$ Edith a ni siquiera podía ir a nadar a la piscina sin que alguna mu%er le intentara sacar los o%os$ =e rumoreaba que ahora le gustaba la carne negra$ +a gente decía en broma que lo más seguro es que ella (unlap no tardaran en mudarse a White eaven, la zona para la gente de color del lado oeste de la ciudad$ 8!s lo %uro 8continu& enr8, me da la impresi&n de que ese chaval se ha casado con su hermana, por la forma en que se tratan$ Aunque, por (ios, la tendríais que ver$ 9o estaría nada mal si la lavaras un poco$ =i se retrasan con el alquiler, a lo me%or me
lo cobro con ella$ 8? qu) le harías 8le pregunt& Elliot =mitt, guiñándole un o%o a (ic# :alor$ 8 83hicos, le he prometido que no se lo diría a nadie$ 5ás tarde, despu)s de que volvieran al edificio del club, un hombre llamado 3árter !1le se acerc& al gordo sudoroso abogado en el bar le di%o> 8o de usted me andaría con cuidado con lo que va diciendo de esa mu%er$ enr se dio la vuelta frunci& el ceño$ !1le era un socio nuevo del club de campo de 5eade, un ingeniero que había ascendido a fuerza de traba%ar hasta el puesto de subdirector de la fábrica de papel$ 4ernie ill se lo había traído para que pudieran ser cuatro$ 9o había abierto la boca en todo el partido$ 8?@u) mu%er 8di%o enr$ 8Ahí afuera estaba usted hablando de un hombre llamado Willard Russell, ?verdad 8=í, se llama Russell$ ? qu) 8Amigo, no es asunto mío, pero el otoño pasado Russell casi mat& a un hombre a puñetazos por decir guarradas de su mu%er$ El hombre al que le dio la paliza todavía no se ha recuperado, tiene que sentarse con una lata de caf) colgando del cuello para que le reco%a las babas$ :al vez debería tenerlo usted en cuenta$ 8?Está seguro de que hablamos del mismo tipo El que o conozco no diría una palabrota ni aunque le llenaras la boca de mierda$ !1le se encogi& de hombros$ 8:al vez sea un tipo callado$ Esos son los más peligrosos$ 8? c&mo sabe usted todo esto
89o es usted el 7nico que tiene tierras en "noc#emstiff$ enr se sac& una pitillera de oro del bolsillo le ofreci& un cigarrillo al nuevo socio$ 8?@u) más sabe usted de )l 8pregunt&$ Aquella mañana Edith le había dicho que creía que tenían que comprarle una camioneta al %ardinero$ Estaba de pie %unto a la ventana de la cocina comi)ndose un bollo de ho%aldre$ enr no pudo evitar fi%arse en que la parte superior del bollo estaba cubierta de glaseado de chocolate$ @u) apropiado, pens& )l, la mu puta$ =in embargo, se alegr& de ver que estaba ganando peso$ =u culo no tardaría mucho en ser tan ancho como largo es el mango de un hacha$ @ue aquel cabr&n de %ardinero se la tirara entonces$ 89o hace falta que sea nueva 8le di%o ella8$ 3ualquier cosa, para que se pueda desplazar$ Willie tiene los pies demasiado grandes para ir andando al traba%o todos los días$ 85eti& la mano en la bolsa para coger otro bollo8$ (ios mío, enr, los tiene el doble de largos que los tuos$
/ (esde principios de año, a 3harlotte le estaba dando guerra la barriga$ =e decía a sí misma que no era más que reflu%o, o tal vez indigesti&n$ =u madre había sufrido mucho de 7lceras, 3harlotte se acordaba de que durante los 7ltimos años de su vida la mu%er no había comido nada más que tostadas sin mantequilla pudin de arroz$ (e manera que de%& las grasas la pimienta, pero no le sirvi& de mucho$ +uego, en abril, empez& a sangrar un poco$ =e pasaba horas tumbada en la cama sin deshacer cuando Arvin Willard no estaban, descubri& que los calambres se atenuaban considerablemente si se encogía de lado no se movía$ 3omo les tenía miedo a las facturas del hospital no quería gastarse todo el dinero que habían ahorrado para la casa, mantuvo su dolor en secreto, confiando como una tonta en que fuera lo que fuera que tuviese se le terminaría pasando, se curaría solo$ Al fin al cabo, solamente tenía treinta años, era demasiado %oven para que le pasara nada grave$ A mediados de mao, sin embargo, las manchitas de sangre se habían convertido en un hilillo continuo, para aliviar el dolor había empezado a beber a hurtadillas de la garrafa de !íd 3ro' que Willard guardaba deba%o del fregadero de la cocina$ 3asi a final de mes, %usto antes de que empezaran las vacaciones de verano de la escuela, Arvin se la encontr& desmaada en el suelo de la cocina en medio de un charco de sangre acuosa$ En el horno se le estaban quemando un par de bizcochos$ 3omo no tenían tel)fono, le puso una almohada deba%o de la cabeza limpi& la sangre lo me%or que pudo$ A continuaci&n se sent& en el suelo a su lado, escuchando su respiraci&n poco profunda rezando para que no se detuviera$ Ella todavía estaba inconsciente cuando su padre lleg& a casa del traba%o aquella noche$ :al como el m)dico le
di%o a Willard un par de días despu)s, para entonces a era demasiado tarde$ =iempre había alguien muri)ndose en alguna parte, en el verano de -./N, el año en que Arvin Eugene Russell tenía diez años, le lleg& el turno a su madre$ (espu)s de un par de semanas en el hospital, 3harlotte se incorpor& en su cama le di%o a Willard> 83reo que he tenido un sueño$ 8?Agradable 8=í 8di%o ella$ Estir& el brazo le apret& un poco la mano a su marido$ Ech& un vistazo a la cortina blanca que la separaba de la mu%er de la cama de al lado ba%& la voz 8$ =) que parece una locura, pero quiero volver a casa fingir que es nuestra durante unos días$ 8? c&mo lo vas a hacer 83on esta medicaci&n que me dan 8di%o ella8, podrían decirme que so la reina de =aba me lo creería$ Además, a has oído lo que ha dicho el m)dico$ +o tengo más claro que el agua que no quiero pasar el tiempo que me queda en este sitio$ 8? eso es lo que pasaba en el sueño Ella lo mir& con cara perple%a$ 8?@u) sueño 8le di%o$ (os horas más tarde, estaban saliendo del aparcamiento del hospital$ 5ientras cogían la ruta / con rumbo a casa, Willard se detuvo le compr& un batido, pero lo vomit&$ +a llev& al dormitorio de atrás, la puso c&moda le dio algo de morfina$ A ella se le pusieron los o%os vidriosos no tard& ni un minuto en quedarse dormida$ 8@u)date aquí con tu madre 8le di%o a Arvin8$ Buelvo dentro de un rato$ 3ruz& los campos, con una brisa fría dándole en la cara$ =e arrodill& %unto al tronco de rezar escuch& los ruidos d)biles plácidos del bosque vespertino$ =e pas& varias horas mirando la cruz$ 3ontempl& su desgracia desde todos los ángulos posibles, en busca de una soluci&n, pero siempre terminaba con la misma respuesta$ *or lo que decían los m)dicos, el caso de 3harlotte era insalvable$ +e habían dado cinco semanas, seis, como mucho$ 9o quedaba otra opci&n> a solamente podía recurrir a (ios$ *ara cuando regres& a la casa, estaba oscureciendo$ 3harlotte seguía dormida Arvin estaba sentado %unto a su cama en una silla de respaldo duro$ =e dio cuenta de que el chico había estado llorando$ 8?=e ha despertado 8pregunt& Willard en voz ba%a$
8=í 8di%o Arvin8$ *ero, papá, ?c&mo es que no sabe qui)n so 8Es por la medicina que le están dando$ =e pondrá bien dentro de unos días$ El chico le ech& un vistazo a 3harlotte$ acía solamente un par de meses había sido la mu%er más guapa que )l hubiera visto nunca, pero la maor parte de su belleza se había esfumado$ =e pregunt& qu) aspecto tendría cuando se recuperara$ 8:al vez deberíamos comer algo 8di%o Willard$ *repar& unos bocadillos de huevo para )l para Arvin, calent& una lata de caldo para 3harlotte$ Ella la vomit& Willard lo limpi& todo la cogi& en brazos, sintiendo c&mo su coraz&n latía rápidamente contra el de )l$ Apag& la luz se sent& en la silla de al lado de su cama$ En alg7n momento de la noche se qued& adormilado, pero se despert& todo sudado de un sueño acerca de 5iller un hacha, un rastrillo una guadaña$ El resto del día se lo pas& e1pandiendo el claro que rodeaba el tronco de rezar, cortando las zarzas los arbolitos más pequeños rastrillando el suelo hasta de%arlo bien liso$ Al día siguiente empez& a arrancar tablones del cobertizo e hizo que Arvin lo audara a cargar con ellos hasta el tronco$ :raba%ando hasta bien entrada la noche, levantaron ocho cruces más alrededor del claro, todas igual de altas que la original$ 8Esos m)dicos no pueden audar a tu madre 8le di%o a Arvin mientras regresaban a la casa a oscuras8$ *ero o tengo la esperanza de que podemos salvarla si lo intentamos de verdad$ 8?=e va a morir 8di%o Arvin$ Willard lo pens& un segundo antes de contestar> 8El =eñor puede hacer lo que sea si se lo pides como es debido$ 8? c&mo lo hacemos 8Empezar) a enseñártelo a primera hora de la mañana$ 9o va a ser fácil, pero no ha otro remedio$ Willard pidi& un permiso en el traba%o, le di%o al capataz que tenía a su mu%er enferma, pero que pronto iba a me%orar$ El Arvin se pasaban horas rezándole al tronco
todos los días$ 3ada vez que se ponían a cruzar el campo en direcci&n al bosque, Willard volvía a e1plicarle que sus voces tenían que llegar al cielo, que la 7nica forma de conseguirlo era que sus s7plicas fueran absolutamente sinceras$ A medida que 3harlotte se consumía, las oraciones subían de tono, hasta el punto de que empezaron a oírse colina aba%o hasta en la hondonada$ :odas las mañanas sus ruegos despertaban a la gente de "noc#emstiff todas las noches los acompañaban a la cama$ A veces, cuando 3harlotte estaba teniendo una racha particularmente mala, Willard acusaba a su hi%o de no querer que se pusiera bien$ +e pegaba le daba patadas despu)s lo devoraban los remordimientos$ A veces Arvin creía que su padre le pedía disculpas todos los días$ Al cabo de un tiempo de%& de hacer caso empez& a aceptar los golpes, los insultos las disculpas consiguientes como una simple parte más de la vida que tenían ahora$ *or las noches se dedicaban a rezar hasta quedarse sin voz, luego volvían dando tumbos a la casa, bebían agua templada del cubo del pozo sobre la encimera de la cocina se desplomaban agotados en sus camas$ *or la mañana volvían a empezar$ sin embargo 3harlotte seguía adelgazándose, acercándose a la muerte$ 3ada vez que salía del letargo de la morfina, le rogaba a Willard que detuviera aquella locura que la de%ara morir en paz$ *ero )l no tenía intenci&n de rendirse$ =i requería toda la fuerza que a )l le quedaba, pues adelante$ Esperaba que en cualquier momento el espíritu de (ios ba%ara la curase$ 3uando la segunda semana de %ulio toc& a su fin, le reconfort& un poco el hecho de que ella a hubiera durado más de lo que los m)dicos habían predicho$ 3orría la primera semana de agosto 3harlotte a estaba ida la maor parte del tiempo$ Una tarde de calor asfi1iante en que estaba intentando refrescarla con paños h7medos, a Willard le dio por pensar que tal vez se esperara de )l algo más que oraciones sinceridad$ +a tarde siguiente volvi& de los corrales de la ciudad traendo un cordero en la parte de atrás de la camioneta$ :enía una pata mala solamente le había costado cinco d&lares$ Arvin ba%& del porche de un salto sali& corriendo al %ardín$ 8?+e puedo poner nombre 8le pregunt& a su padre mientras este detenía la camioneta delante del cobertizo$ 89o es ninguna puñetera mascota, %oder 8grit& Willard8$ 5)tete en la casa con tu madre$ Entr& en el cobertizo marcha atrás, sali& de la camioneta at& a toda prisa las patas traseras del animal con una cuerdaG a continuaci&n lo iz& cabeza aba%o usando una polea su%eta a una de las vigas de madera que sostenían el pa%ar$ 5ovi& la camioneta unos metros hacia adelante$ *or fin ba%& al animal aterrado hasta que su hocico estuvo a medio metro del suelo$ +o degoll& con un cuchillo de matarife recogi& la sangre en un cubo de pienso de veinte litros$ =e sent& sobre una bala de pa%a esper& a que de%ara de manar sangre de la herida$ +uego llev& el cubo hasta el tronco de rezar verti& con cuidado la sangre del sacrificio sobre )l$ Aquella noche, despu)s de que Arvin se fuera a la cama, carg& con el
cadáver peludo hasta la otra punta del campo lo tir& por un barranco$ Un par de días más tarde, Willard empez& a recoger animales muertos en la carretera> perros, gatos, mapaches, zarigFeas, marmotas ciervos$ +os cadáveres que estaban demasiado rígidos descompuestos para desangrarlos los colgaba de las cruces las ramas de los árboles que rodeaban el tronco$ El calor la humedad no tardaban en pudrirlos$ El hedor hacía que Arvin )l tuvieran que aguantarse el v&mito mientras permanecían de rodillas pedían a gritos que el =eñor se apiadara$ +lovían gusanos de los árboles de las cruces como si fueran goterones palpitantes de grasa blanca$ El suelo alrededor del tronco estaba enfangado de sangre$ +a cantidad de insectos que se agolpaba a su alrededor se multiplicaba a diario$ +os dos estaban cubiertos de picaduras de moscas, mosquitos pulgas$ *ese a que era agosto, Arvin empez& a ponerse camisa de franela de manga larga, guantes de traba%o un pañuelo que le tapaba la cara$ +os dos habían de%ado de bañarse$ Bivían de fiambre galletas saladas que compraban en la tienda de 5aude$ A Willard se le puso una mirada dura febril, a su hi%o le dio la impresi&n de que la barba apelmazada se le volvía gris de la noche a la mañana$ 8Así es la muerte 8le di%o en tono sombrío Willard una noche en que estaban los dos arrodillados %unto al tronco p7trido empapado de sangre8$ ?Es esto lo que quieres para tu madre 89o, señor 8di%o el chico$ Willard dio un puñetazo en la parte superior del tronco$ 8P*ues reza, me cago en la putaK Arvin se quit& el pañuelo inmundo de la cara e inhal& profundamente la podredumbre$ A partir de entonces de%& de intentar evitar la inmundicia, las oraciones interminables, la sangre putrefacta los cadáveres descompuestos$ , sin embargo, su madre seguía consumi)ndose$ :odo olía a a muerte, hasta el pasillo que llevaba a su lecho de enferma$ Willard empez& a cerrarle la puerta con llave a decirle a Arvin que no la molestara$ 89ecesita descansar 8le di%o$
J Una tarde en que enr (unlap a se disponía a marcharse de su despacho, se present& Willard para traerle el alquiler con más de una semana de retraso$ El abogado llevaba unas cuantas semanas pasando por su casa en mitad del día para mirar c&mo su mu%er lo hacía con su amante negro$ =ospechaba que aquella costumbre debía de ser indicativa de que estaba enfermo, pero no podía evitarlo$ =u esperanza, sin embargo, era
conseguir que la culpa del asesinato de Edith recaera en el tipo$ (ios sabía que el cabr&n se lo merecía, por follarse a la mu%er del blanco que le daba traba%o$ *ara entonces el zapatones de Willie a se estaba poniendo gallito, se presentaba al traba%o por las mañanas oliendo al coñac de importaci&n de la reserva privada de enr a su loci&n francesa para despu)s del afeitado$ El %ardín daba pena$ 2ba a tener que contratar a un eunuco solamente para que le cortara el c)sped$ Edith le seguía dando la tabarra para que le comprara un vehículo a aquel hi%o de puta$ 8
8+o lamento mucho 8di%o el abogado8$ +o de su mu%er, digo$ ?3&mo de grave es 8Empu%& la botella hacia Willard8$ Adelante, sírvase$ Willard se sirvi& un par de dedos de la botella$ 83áncer 8di%o$ 85i madre muri& de cáncer de pulm&n 8di%o enr8$ *ero de eso a hace mucho tiempo$ (esde entonces los tratamientos han avanzado una barbaridad$ 8=i tiene el recibo$$$ 8di%o Willard$ 83on esa casa vienen casi cuarenta acres 8di%o enr$ 8a le he dicho que ahora no puedo %untar el dinero$ El abogado gir& sobre su silla mir& la pared más le%ana a Willard$ 9o se oía más ruido que el de un ventilador que oscilaba de un lado para otro en el rinc&n, moviendo el aire caliente por la sala$ (io otro trago$ 8ace una temporada pill) a mi mu%er engañándome 8coment&8$ +levo desde entonces hecho una mierda$ 8 Admitir ante aquel palurdo que era un cornudo le había resultado más duro de lo que esperaba$ Willard e1amin& el perfil del gordo vio un hilo de sudor que le resbalaba por la frente le caía desde la punta de la narizota hasta la camisa blanca$ 9o le sorprendía lo que le acababa de decir el abogado$ A fin de cuentas, ?qu) mu%er era capaz de casarse con un hombre como aquel *as& un coche por el calle%&n$ Willard cogi& la botella se llen& el vaso$ =ac& un cigarrillo del bolsillo de la camisa$ 8=í, eso debe de ser duro 8di%o$ +e importaban un cara%o los problemas maritales de (unlap, pero llevaba sin probar una buena copa desde que se había llevado a casa a 3harlotte, el 'his# del abogado era de primera$ El abogado e1amin& lo que tenía en el vaso$ 85e limitaría a divorciarme de ella, pero, %oder, el tipo al que se está follando es más negro que el as de picas 8 di%o, ech& un vistazo a Willard8$ *or el bien de mi hi%o, preferiría que la ciudad no se enterara$ 8
deshacían como muñecas de papel ba%o la lluvia$ (unlap neg& con la cabeza$ 89o serviría absolutamente de nada$ =implemente encontraría a otro 8di%o8$ 5i mu%er es una puta lo ha sido toda la vida$ 8El abogado sac& un cigarrillo de la pitillera que tenía sobre la mesa lo encendi&8$ En fin, de%emos estas cosas$ 8E1hal& una nubecilla de humo hacia el techo8$ Bolvamos a lo de la casa$ e estado pensando$ ? si le di%era que puede usted ser propietario de esa casa completamente gratis 89ada es gratis 8di%o Willard$ El abogado esboz& una sonrisita$ 8=upongo que no le falta raz&n$ *ero, aun así, ?estaría usted interesado 8(e%& su vaso sobre la mesa$ 89o esto seguro de a qu) se refiere usted$ 89i o tampoco 8di%o (unlap8$ ?*ero por qu) no me llama usted la semana que viene aquí a la oficina a lo me%or podemos hablar del tema *ara entonces a lo habr) pensado bien$ Willard se puso de pie apur& su vaso$ 8Eso dependerá 8di%o8$ :engo que ver c&mo anda mi mu%er$ (unlap señal& el dinero que Willard había de%ado sobre la mesa$ 8Ande, c&%alo 8di%o8$ *arece que lo necesita$ 89o 8di%o Willard8$ El dinero es suo$ *ero sigo queriendo el recibo$ 3ontinuaron rezando, derramando sangre sobre el tronco colgando animales aplastados hechos polvo que recogían en la carretera$ *ero Willard no conseguía quitarse ni un solo momento de la cabeza la conversaci&n que había tenido con el gordo de su casero$ +a repas& mentalmente cien veces lleg& a la conclusi&n de que lo más seguro era que (unlap quisiera que )l matara al negro o a la mu%er o tal vez a los dos$ 9o se le ocurría nada más que pudiera valer el hecho de cederle la casa las tierras$ *ero tampoco podía evitar preguntarse por qu) pensaba (unlap que )l iba a hacer algo así, la 7nica respuesta que se le ocurría a Willard era que el abogado lo tomaba por tonto, que estaba intentando aprovecharse de )l$ que iba a asegurarse de que su inquilino acabara entre re%as antes incluso de que se enfriaran los cadáveres$ (espu)s de hablar con (unlap había acariciado mu brevemente la idea de que tal vez fuera posible hacer realidad el sueño de 3harlotte$ *ero no e1istía posibilidad alguna de que llegaran a ser propietarios de aquella casa$ Ahora se daba cuenta$ Un día de mediados de agosto, 3harlotte pareci& encentrarse me%or hasta se comi& una lata de sopa de tomate 3ampbellSs sin vomitarla$ Aquella tarde quiso sentarse en el
porcheG era la primera vez en semanas que salía al aire libre$ Willard se bañ&, se recort& la barba se pein& mientras Arvin hacía unas palomitas en el fuego$ (el oeste venía algo de brisa que aliviaba un poco el calor$ 4ebieron =even Up frío miraron c&mo las estrellas cruzaban lentamente el cielo$ Arvin se sent& en el suelo al lado de la mecedora de ella$ 8a sido un verano duro, ?verdad, Arvin 8di%o 3harlotte, pasándose la mano huesuda por el pelo negro$ Era un chico dulce bueno$ 3onfiaba en que Willard se diera cuenta de aquello cuando ella faltara$ :enían que hablar de una cosa, volvi& a recordarse a sí misma$ +a medicina hacía que se olvidara de todo$ 8*ero ahora estás me%orando 8di%o )l$ =e meti& en la boca otro puñado de palomitas$ acía semanas que no comía nada caliente$ 8=í, me encuentro bastante bien, para variar 8di%o ella, dedicándole una sonrisa$ =e qued& dormida en la mecedora sobre las doce Willard la llev& a la cama$ En mitad de la noche se despert& pataleando mientras el cáncer le abría otro agu%ero a dentelladas por dentro$ El estuvo sentado %unto a ella hasta la mañana, mientras 3harlotte le clavaba las uñas más más hondo en la carne de la mano cada vez que le venía una nueva oleada de dolor$ Era el peor episodio que había tenido hasta entonces$ 89o te preocupes 8no paraba de decirle )l8$ :odo va a me%orar mu pronto$ A la mañana siguiente se pas& varias horas conduciendo por las carreteras secundarias buscando por las cunetas nuevas víctimas de sacrificios, pero volvi& con las manos vacías$ Aquella tarde se fue a los corrales compr& otro cordero a regañadientes$ asta )l tenía que admitir que no parecía que los corderos estuvieran funcionando$ 5ientras salía de la ciudad, a de mal humor, pas& frente al despacho de (unlap$ :odavía estaba pensando en aquel hi%o de puta cuando dio un volantazo inesperado par& la camioneta en el arc)n de Western Avenue$ +os coches pasaban a su lado haciendo sonar las bocinas, pero )l no los oía$ abía una cosa que todavía no había probado$ 9o podía creer que no se le hubiera ocurrido antes$ 83asi lo daba a usted por perdido 8di%o (unlap$ 8e estado ocupado 8di%o Willard8$ !iga, si todavía quiere hablar, ?por qu) no nos vemos en su despacho a las diez de esta noche 8Estaba de pie en una cabina telef&nica del (ustSs 4ar de Water =treet, a un par de manzanas al norte del despacho del abogado$ (e acuerdo con el relo% de la pared, a eran casi las cinco$ +e había dicho a Arvin que se quedara en la habitaci&n de 3harlotte, que )l probablemente llegaría tarde$ +e había preparado un camastro al chico al pie de la cama de ella$
8?A las diez 8di%o el abogado$ 8Es lo más pronto que puedo llegar 8di%o Willard8$ (epende de usted$ 85u bien 8di%o el abogado8$ 9os vemos entonces$ Willard compr& una botella de 'his# de una pinta al camarero estuvo el par de horas siguientes conduciendo escuchando la radio$ *as& %unto al Wooden =poon mientras cerraba vio a una adolescente flacucha que salía con el vie%o cocinero patizambo, el mismo que se había encargado de la parrilla en la )poca en que 3harlotte hacía de camarera$ +o más seguro es que todavía no tuviera ni puta idea de hacer pastel de carne, pens& Willard$ (espu)s se par& a llenar el dep&sito de la camioneta puso rumbo al :ecumseh +ounge, en la otra punta de la ciudad$ =e sent& a la barra, se bebi& un par de cervezas vio c&mo un tipo con gafas gruesas casco amarillo de operario ganaba cuatro partidas de billar seguidas$ 3uando sali& de vuelta al aparcamiento de grava, el sol a se estaba empezando a poner por detrás de la chimenea de la fábrica de papel$ A las nueve media estaba sentado en la camioneta aparcada en =econd =treet, a una manzana al este del despacho del abogado$ Al cabo de unos minutos vio c&mo (unlap aparcaba delante del vie%o edificio de ladrillo entraba$ Willard condu%o hasta el calle%&n se meti& marcha atrás hasta pegarse al edificio$ (e detrás del asiento sac& un martillo, se meti& el mango por dentro de los pantalones tap& el resto con la camisa$ 5ir& de un lado a otro del calle%&nG a continuaci&n fue a la puerta de atrás llam&$ Al cabo de un minuto más o menos, el abogado le abri& la puerta$ +levaba una camisa azul arrugada un par de pantalones grises anchos aguantados con unos tirantes ro%os$ 84uena idea, lo de entrar por la parte de atrás 8di%o (unlap$ +levaba un vaso de 'his# en la mano sus o%os inectados en sangre indicaban que a se había tomado unas cuantas copas$ 5ientras se volvía hacia su mesa, se tambale& un poco solt& un pedo8$ *erd&n 8di%o, %usto antes de que Willard le arreara un martillazo en la sien un cru%ido espantoso llenara la sala$ (unlap se desplom& de bruces sin hacer ning7n ruido derrib& una estantería de libros$ El vaso que tenía en la mano se hizo añicos contra el suelo$ Willard se inclin& sobre el cuerpo le dio otro martillazo$ 3uando se asegur& de que el hombre estaba muerto, se apo& en la pared escuch& con atenci&n durante un momento largo$ Un par de coches pasaron por la calle de delante del edificio luego nada$ Willard se puso un par de guantes de traba%o que llevaba en el bolsillo de atrás arrastr& el pesado cuerpo del abogado hasta la puerta$ Bolvi& a levantar la estantería, recogi& los cristales limpi& el 'his# derramado con la cazadora que colgaba sobre el respaldo de la silla del abogado$ 4usc& en los bolsillos del pantal&n del abogado encontr& unas llaves doscientos d&lares dentro de su cartera$ 5eti& el dinero en un ca%&n del escritorio se guard& las llaves en el peto$ Abri& la puerta del despacho, sali& a la diminuta sala de espera comprob& que la puerta de delante estuviera cerrada con llave$ Entr& en el lavabo, en%uag& la cazadora de (unlap volvi& para limpiar la sangre del suelo$ *or sorprendente que pareciera, no había mucha$ (espu)s de tirar la cazadora encima del
cuerpo, se sent& a la mesa$ 4usc& algo que pudiera tener su nombre escrito, pero no encontr& nada$ (io un trago a la botella de 'his# que había en la mesa, la tap& la guard& en otro ca%&n$ =obre la mesa había una foto con marco dorado de un adolescente regordete, la viva imagen de (unlap, con una raqueta de tenis en la mano$ +a de la esposa a no estaba$ Willard apag& las luces del despacho, sali& al calle%&n de%& la cazadora el martillo en el asiento delantero de la camioneta$ +uego abri& la compuerta de atrás, arranc& el motor dio marcha atrás hacia la puerta abierta$ 9o tard& más que un minuto en arrastrar al abogado hasta el maletero de la camioneta, cubrirlo con una lona anclar las esquinas con bloques de cemento$ +e dio al embrague de%& que se deslizara un metro, luego sali& cerr& la puerta del despacho$ 5ientras se ale%aba por la ruta /, pas& %unto a un coche patrulla del sheriff que estaba en el aparcamiento vacío de =late 5ills$ =e qued& mirándolo por el retrovisor contuvo la respiraci&n hasta que el letrero luminoso de :e1aco desapareci& de su vista$ 3uando lleg& al puente de =chott, se detuvo a tirar el martillo a las aguas del *aint 3ree#$ A las tres de la mañana a estaba terminando$ A la mañana siguiente, cuando Willard Arvin llegaron al tronco de rezar, todavía goteaba sangre fresca de los costados sobre la tierra rancia$ 8Esto no estaba aquí aer 8di%o Arvin$ 8Anoche atropell) a una marmota 8di%o Willard8$ +a cogí la desangr) al llegar a casa$ 8?A una marmota 3ara, debía de ser grande$ Willard sonri& mientras se ponía de rodillas$ 8=í que lo era$ Era una cabrona grande gorda$
0 A pesar del sacrificio del abogado, a 3harlotte empezaron a romp)rsele los huesos un par semanas más tarde, con una serie de cru%idos repulsivos que la hacían gritar arañarse los brazos hasta hacerse sangrar$ 3ada vez que Willard intentaba moverla, ella se desmaaba del dolor$ Una llaga purulenta que tenía en la espalda se le e1tendi& hasta alcanzar el tamaño de un plato$ =u habitaci&n emitía el mismo olor p7trido f)tido que el tronco de rezar$ +levaba un mes sin llover el calor no aflo%aba$ Willard se dedic& a comprar más corderos en los corrales a derramar cubos de sangre sobre el tronco hasta que a los dos se les empezaron a hundir los zapatos en el fango inmundo hasta cubrirlos casi del todo$ Una mañana en que estaba fuera, un chucho co%o fam)lico con el pelo blanco suave se aventur& hasta el porche tímidamente con el rabo entre las patas$ Arvin le dio de comer unas sobras de la nevera a le había puesto de nombre
en la casa sali& con su rifle$ Apart& a Arvin del perro con un empu%&n le peg& un tiro al animal entre los o%os mientras el chico le suplicaba que no lo hiciera$ +uego lo arrastr& hasta el bosque lo clav& a una de las cruces$ (espu)s de aquello Arvin de%& de dirigirle la palabra$ =e dedicaba a escuchar los gemidos de su madre mientras Willard salía con el coche a buscar más víctimas para sacrificar$ +a escuela a estaba a punto de empezar de nuevo )l no había ba%ado la colina ni una sola vez en todo el verano$ Al cabo de unas cuantas noches Willard entr& corriendo en el dormitorio de Arvin lo zarande& hasta despertarlo$ 8Bete al tronco ahora mismo 8di%o$ El chico se incorpor& hasta sentarse mir& a su alrededor, confuso$ +a luz del pasillo estaba encendida$ !ía a su madre %adear tratar de respirar en la habitaci&n del otro lado del pasillo8$ 9o de%es de rezar hasta que o vaa a buscarte$ az que El te oiga, ?me entiendes 8Arvin se visti& a toda prisa ech& a correr por el campo$ *ens& en desearle la muerte, a su propia madre$ apret& el paso$ A las tres de la mañana a tenía la garganta ronca e irritada$ =u padre vino una vez, le vaci& un cubo de agua sobre la cabeza le implor& que no de%ara de rezar$ *ero aunque Arvin no par& de pedirle a gritos al =eñor que tuviera piedad, no sinti& nada ni tampoco fue atendido$ Algunos de los vecinos de "noc#emstiff cerraron las ventanas a pesar del calor$ !tros de%aron una luz encendida el resto de la noche se sumaron a los rezos$ +a hermana de =noo# as#ins, Agnes, se sent& en una silla a escuchar aquella voz lastimera a pensar en los fantasmas de los maridos que había enterrado con la imaginaci&n$ Arvin levant& la vista para mirar al perro muerto, sus o%os vacíos que miraban a trav)s del bosque a oscuras la barriga hinchada a punto de reventar$ 8?*uedes oírme,
4ourneville$ (e camino a casa despu)s del funeral, Willard di%o> 8Esto pensando que podríamos hacer un pequeño via%e$ 2r a visitar a tu abuela a 3oal 3ree#$ :al vez pasar allí una temporada$ Así puedes conocer al tío Ears#ell, esa chica que vive con ellos solamente es un poco más pequeña que t7$ :e va a gustar$ Arvin no di%o nada$ :odavía no se había olvidado de lo del perro, estaba seguro de que tampoco iba a poder olvidarse de lo de su madre$ Willard siempre le había prometido que, si rezaban lo bastante, ella se curaría$ Al llegar a casa se encontraron en el porche una tarta de arándanos envuelta en papel de peri&dico, %unto a la puerta$ Willard se ale%& por los campos de detrás de la casa$ Arvin entr&, se quit& la ropa de domingo se tir& en la cama$ 3uando se despert& al cabo de unas horas, Willard todavía no había vuelto, lo cual a le parecía bien$ =e comi& la mitad de la tarta guard& el resto en la nevera$ =ali& al porche, se sent& en la mecedora de su madre mir& c&mo el sol vespertino se hundía tras la hilera de rboles perennes que se levantaban al oeste de la casa$ *ens& que era la primera noche que ella pasaba ba%o tierraG debía de estar mu oscuro allí aba%o$ En el entierro había oído c&mo un vie%o que estaba apoado en una pala, deba%o de un árbol un poco le%ano, le decía a Willard que la muerte era o bien un via%e mu largo o bien un sueño mu largo, , aunque su padre había puesto mala cara se había ale%ado, a Arvin aquello le parecía bastante probable$ 3onfiaba, por el bien de su madre, en que fuera un poco de ambas cosas$ Al funeral solamente habían ido un puñado de personas> una mu%er con la que su madre había traba%ado en el Wooden =poon un par de vie%itas de la iglesia de "noc#emstiff$ =e suponía que 3harlotte tenía una hermana que vivía en alg7n lugar al oeste, pero Willard no sabía c&mo ponerse en contacto con ella$ Arvin nunca había estado antes en un funeral, pero le daba la sensaci&n de que aquel no había sido ninguna maravilla$ 3uando la oscuridad se e1tendi& por el %ardín invadido de maleza, Arvin se levant&, dio la vuelta al lateral de la casa llam& a su padre varias veces$ Esper& unos minutos pens& en volver simplemente a la cama$ A continuaci&n, sin embargo, entr& sac& la linterna del ca%&n de la cocina$ (espu)s de mirar dentro del cobertizo, ech& a andar hacia el tronco de rezar$ 9inguno de ellos había estado allí en los tres días transcurridos desde la muerte de su madre$ Ahora estaba anocheciendo mu deprisa$ En el campo los murci)lagos se cernían sobre los insectos un ruiseñor se qued& mirándolo desde su nido situado ba%o una enramada de madreselvas$ El vacil&, pero por fin se meti& en el bosque sigui& el sendero$ =e detuvo en el borde del claro lo ilumin& con su linterna$ Bio a Willard arrodillado frente al tronco$ +e lleg& el hedor a podrido le entraron ganas de vomitar$ 9ot& c&mo empezaba a subirle la tarta por la garganta$ 89o pienso hacerlo más 8le di%o a su padre en voz bien alta$ =abía que aquello iba a causarle problemas, pero no le import&8$ 9o pienso rezar$ Esper& respuesta un minuto más o menos luego di%o>
8?5e oes =e acerc& al tronco, sin de%ar de enfocar la figura arrodillada de Willard con la linterna$ +uego toc& el hombro de su padre la nava%a ca& al suelo$ A Willard se le desplom& la cabeza a un lado, de%ando al descubierto la ra%a sanguinolenta que se había abierto en la garganta de ore%a a ore%a$ +a sangre ca& por un costado del tronco le salpic& los pantalones del tra%e$ Una ligera brisa ba%& por la colina le enfri& el sudor del pescuezo$ +as ramas cru%ieron sobre su cabeza$ Un mech&n de pelo blanco flot& por el aire$ Algunos de los huesos que colgaban de los alambres los clavos traqueteaban suavemente al chocar entre sí, emitiendo un ruido que sonaba a m7sica hueca triste$ A trav)s de los árboles, Arvin vio unas cuantas luces encendidas en "noc#emstiff$ !& c&mo se cerraba la portezuela de un coche allí aba%o c&mo una herradura golpeaba una estaca de metal$ =e qued& esperando el siguiente lanzamiento, pero este no lleg&$ +e daba la impresi&n de que habían pasado mil años desde la mañana en que los dos cazadores los habían seguido hasta allí a Willard a )l$ =e sentía culpable avergonzado por no estar llorando, pero a no le quedaban lágrimas$ +a larga agonía de su madre lo había de%ado seco$ 3omo no sabía qu) más hacer, esquiv& el cuerpo de Willard apunt& con la linterna hacia adelante$ Empez& a ba%ar por el bosque$
N A las nueve en punto de aquella noche, an# 4ell puso el letrero de 3ERRA(! en el escaparate de la tienda de 5aude apag& las luces$ =e meti& detrás del mostrador, cogi& un paquete de seis cervezas del fondo de la nevera al fin sali& por la puerta trasera$ +levaba un pequeño transistor de radio en el bolsillo de la pechera de la camisa$ =e sent& en una silla de %ardín, abri& una cerveza encendi& un cigarrillo$ +levaba cuatro años viviendo en una autocaravana detrás de aquel edificio de bloques de hormig&n$ =e meti& la mano en el bolsillo encendi& la radio %usto cuando el locutor estaba informando de que los Reds iban perdiendo por tres carreras en la se1ta manga$ Estaban %ugando en la 3osta !este$ an# calcul& que allí debían de ser las cinco en punto$ abía que ver qu) raro funcionaba aquello del tiempo, pens&$ Ech& un vistazo a la pequeña catalpa que había plantado en su primer año como dependiente en la tienda$ (esde entonces había crecido casi un metro medio$ Era un esque%e del árbol que había en el %ardín de la casa donde )l su madre habían vivido antes de que ella falleciera )l perdiera su puesto en el banco$ 9o estaba seguro de por qu) lo había plantado$ :enía planeado marcharse de "noc#emstiff dentro de un par de años como mucho$ =e lo contaba a todos los clientes que estuvieran dispuestos a escucharlo$ :odas las semanas ahorraba un pellizco de los treinta d&lares que le pagaba 5aude$ Algunos días pensaba en mudarse al norte otras veces decidía que era me%or ir al sur$ *ero había tiempo
de sobras para decidir adonde ir$ :odavía era %oven$ =e qued& mirando c&mo una niebla de color gris plateado de medio metro de altura se elevaba lentamente desde el 4lac# Run 3ree# cubría el prado llano pedregoso al otro lado de la tienda, que formaba parte de los pastos de las vacas de 3larence 5eers$ Era su parte favorita del día, despu)s de ponerse el sol %usto antes de que desaparecieran las sombras alargadas$ 3ada vez que pasaba un coche por el puente de cemento frente a la tienda oía los chillidos el alboroto de los chavales que iban en )l$ Unos cuantos de ellos rondaban por allí casi todas las noches, sin importar el tiempo que hiciera$ *obres como ratas, del primero al 7ltimo$ +o 7nico que le pedían a la vida era un coche que corriera una tía buena$ A )l le parecía que en cierto modo aquello era agradable, el hecho de vivir toda tu vida sin más e1pectativas que aquellas$ A veces desearía no ser tan ambicioso$ acía tres noches que se habían acabado por fin los rezos en la cima de la colina$ an# intentaba no pensar en la pobre mu%er que se estaba muriendo allí arriba, encerrada en su cuarto, seg7n decía la gente, mientras Russell su hi%o se volvían medio locos$
)l nunca había estado allíG de hecho, en los veintid&s años que tenía, lo más al oeste que había llegado era a illsboro$ A an# le daba la sensaci&n de que su vida iba a empezar realmente cuando hiciera aquel via%e$ :odavía no había ultimado todos los detalles, pero cuando terminaran los dos partidos tenía planeado adquirir los servicios de una puta, una que fuera guapa que lo tratara bien$ +e pagaría e1tra por desnudarlo, por quitarle los pantalones los zapatos$ =e iba a comprar una camisa nueva para la ocasi&n, iba a parar en 4ainbridge por el camino se iba a cortar el pelo como era debido$ Ll la desnudaría mu despacio, se tomaría su tiempo con cada bot&n o lo que fuera que las putas usaran para su%etarse la ropa$ +e vertería un poco de 'his# en las tetas se lo lamería, como había oído decir a algunos hombres cuando pasaban por la tienda despu)s de tomarse unas copas en el 4ull *en$ 3uando por fin se la metiera, ella le diría que tuviera cuidado, que no estaba acostumbrada a estar con un hombre que la tuviera tan grande$ +a puta no iba a parecerse en nada a la bocazas de 5ildred 5c(onald, la 7nica mu%er con la que )l había estado hasta el momento$ 8Un chasquidito de nada 8le había contado 5ildred a todo el mundo en el 4ull *en8, luego nada más que humo$ (e aquello a hacía más de tres años, pero la gente todavía se burlaba de )l$ +a puta de 3incinnati insistiría en que se guardara su dinero despu)s de terminar con ella, le pediría su n7mero de tel)fono tal vez hasta le suplicaría que se la llevara$ =e imaginaba que probablemente volvería a casa convertido en un hombre distinto, igual que le había pasado a =lim ;leason al volver de la guerra de 3orea$ Antes de marcharse de "noc#emstiff para siempre, an# pensaba que tal vez hasta podría pasarse por el 4ull *en para invitar a algunos de los muchachos a una cerveza de despedida, solamente para demostrarles que no les guardaba ning7n rencor por todos sus chistes$ En cierto modo, suponía, 5ildred le había hecho un favorG )l había podido ahorrar mucho dinero desde que había de%ado de ir por allí$ Ahora estaba escuchando a medias el partido pensando en la putada que le había hecho 5ildred cuando vio que alguien con una linterna venía cruzando el pasto de 3larence$ Bio que la pequeña figura se agachaba para pasar ba%o la alambrada de p7as e iba hacia )l$ a casi era oscuro, pero cuando tuvo al visitante más cerca an# pudo ver que era el hi%o de Russell$ Era la primera vez que veía al chico solo fuera de la colina, tenía entendido que su padre no se lo permitía$ *ero acababan de enterrar a su madre aquella misma tarde, tal vez aquello había cambiado las cosas le había ablandado un poco el coraz&n a Russell$ 8ola 8di%o an# mientras Arvin se acercaba$ El chico tenía la cara demacrada, sudorosa pálida$ 9o tenía buen aspecto, ni hablar$ *arecía que tenía la cara la ropa manchadas de sangre o de algo parecido$ Arvin se detuvo a un par de metros del tendero apag& la linterna$ 8+a tienda está cerrada 8di%o an#8, pero si te hace falta algo puedo abrírtela otra vez$
8?3&mo puede uno hacer venir a las autoridades 84ueno, pues debe causar alg7n problema o bien llamarlos por tel)fono, supongo 8di%o an#$ 8?*uede usted llamarlos por mí o es que nunca he usado un tel)fono$ an# se meti& la mano en el bolsillo apag& la radio$ (e todas maneras, los Reds se estaban llevando una paliza$ 8?*or qu) quieres llamar al sheriff, hi%o 8*orque está muerto 8di%o el chico$ 8?@ui)n 85i padre 8di%o Arvin$ 8@uieres decir tu madre, ?verdad Al chico se le puso una e1presi&n confusa en la cara, pero al cabo de un momento neg& con la cabeza$ 89o, mi madre lleva tres días muerta$ +e hablo de mi padre$ an# se puso de pie sac& del bolsillo del pantal&n las llaves de la puerta negra de la tienda$ =e preguntaba si tal vez el chaval habría perdido la chaveta por culpa del dolor$ an# se acordaba de lo mal que lo había pasado )l al morir su madre$ Era algo que no se superaba nunca, eso lo sabía$ =eguía recordándola todos los días$ 8Entra$ =e te ve sediento$ 89o tengo dinero 8di%o Arvin$ 89o pasa nada 8di%o an#8$:e puedo fiar$ Entraron el tendero abri& la tapa corredera del refrigerador metálico de los refrescos$ 8?3uál te gusta El chico se encogi& de hombros 8:en un refresco de raíces 8di%o an#8$ Es el que bebo o$ 8+e dio la botella de refresco al chico se rasc& la barba de un día8$ A ver, te llamas Arvin, ?verdad
8=í, señor 8di%o el chico$ (e%& la linterna sobre el mostrador dio un trago largo seguido de otro$ 85u bien, ?qu) te hace pensar que a tu padre le pasa algo 8=u cuello 8di%o Arvin8$ =e ha degollado$ 8Eso que tienes encima no es sangre, ?verdad Arvin se mir& la camisa las manos$ 89o 8di%o8$ Es tarta$ 8?(&nde está tu padre 89o mu le%os de la casa 8di%o el chico8$ En el bosque$ an# sac& el listín telef&nico de deba%o del mostrador$ 8A ver 8di%o8$ 9o me importa llamar a las autoridades en tu nombre, pero a mí no me tomes el pelo, ?vale 9o les gusta nada que les vengan con chorradas$ 8acía solamente un par de días que 5arlene Williams le había hecho llamar para denunciar a otro mir&n en su ventana$ Era la quinta vez en dos meses$ El secretario le había colgado el tel)fono$ 8? por qu) iba a hacer o eso 89o 8di%o an#8$ =upongo que no lo harías$ (espu)s de hacer la llamada, )l Arvin salieron por la puerta de atrás an# recogi& sus cervezas$ (ieron la vuelta al edificio se sentaron en el banco frente a la tienda$ Una nube de polillas flotaba alrededor de la luz de seguridad que había encima de los surtidores de gasolina$ an# se acord& de la paliza que el padre del chico le había dado el año anterior a +ucas aburn$ 9o es que no se la mereciera, pero +ucas no se había recuperado$ Aer mismo se había pasado toda la mañana sentado en su banco con un chorro de babas colgándole de la boca$ an# abri& otra cerveza encendi& un cigarrillo$ (ud& un segundo le ofreci& al chico otro pitillo de su paquete$ Arvin neg& con la cabeza dio otro trago de refresco$ 8Esta noche no están %ugando a las herraduras 8di%o al cabo de un par de minutos$ an# levant& la vista hacia la hondonada vio las luces del 4ull *en encendidas$
abía cuatro o cinco coches aparcados afuera$ 8(eben de estar haciendo un descanso 8di%o el tendero, apoando la espalda en la pared de la tienda estirando las piernas$ Ll 5ildred habían ido un día a la pocilga de *latter s *asture$ Ella decía que le gustaba el olor fuerte del esti)rcol de cerdo, que le gustaba imaginarse cosas un poco distintas que la maoría de chicas$ T? qu) te gusta imaginarte 8le había preguntado an#, en tono un poco preocupado$ +levaba años escuchando a los chicos a los hombres hablar de se1o, pero %amás había oído a ninguno hablar de mierda de cerdo$ 8+o que haa dentro de mi cabeza no es cosa tua 8le di%o ella$ :enía la barbilla afilada como un hacha unos o%os que parecían canicas grises deslustradas$ El 7nico rasgo que la salvaba era lo que tenía entre las piernas, que algunos habían comentado que les recordaba a una tortuga dando mordiscos$ 8Bale 8le di%o an#$ 8A ver qu) tienes ahí 8le di%o 5ildred, abri)ndole la bragueta tumbándolo sobre la pa%a sucia$ (espu)s de su triste actuaci&n, ella lo apart& de un empu%&n le di%o> 8
+a mu%er con la que iba a ligar en 3incinnati sería cien veces más elegante que todas las 5ildred 5c(onald del mundo$ Un par de años despu)s de marcharse de aquí, lo más seguro era que a ni siquiera se acordara de c&mo se llamaba$ =e frot& la cara con la mano, se gir& vio que el hi%o de Russell lo estaba mirando$ 85ierda, ?estaba hablando solo 8le pregunt& al chico$ 8*ues no 8di%o Arvin$ 8A saber cuándo va a presentarse ese alguacil 8 coment& an#8$ 9o les gusta mucho venir por aquí$ 8?@ui)n es 5ildred 8pregunt& Arvin$
. A +ee 4odec#er a casi se le había terminado el turno cuando le lleg& el aviso por radio$ Beinte minutos más habría estado recogiendo a su novia endo por 4ridge =treet al autocine de
una luz encendida en la sala de estar$ 9eg& con la cabeza se sac& un cigarrillo del bolsillo de la pechera$ =eguía pagando casi todas las facturas, pero al volver del servicio militar les había de%ado claro que no podían continuar continuar dependiendo dependiendo de )l durante mucho tiempo más$ =u padre los había abandonado hace añosG había salido una mañana hacia la fábrica de zapatos a no había vuelto$ Recientemente habían oído el rumor de que estaba viviendo en "ansas 3it traba%ando en un sal&n de billares, lo cual resultaba más que creíble si uno conocía a cuanto antes empezara a ganar algo de dinero, antes podría salir$ acía unos días, )l había llegado al punto de sugerirle a su madre que sacara a =and de la escuela la pusiera a traba%ar a %ornada completa, pero la vie%a no había querido ni oír hablar del tema$ 8?*or qu) qu ) no n o 8pregunt& )l8$ En cuanto alguien se d) cuenta de lo fácil fá cil que es
camelarla, camelarla, va a acabar preñada de todos modosG así pues, ?qu) más da si aprende álgebra álgebra o no Ella no le ofreci& raz&n alguna, pero, una vez plantada la semilla, sabía que solamente solamente tenía que esperar un par de días para volver a sacarle el tema$ *uede que tardara un poco, pero +ee 4odec#er siempre conseguía lo que quería$ +ee gir& a la derecha por 4lac# Run Road condu%o hasta hasta la tienda de comestibles comestibles de 5aude$ El tendero estaba sentado en el banco de delante, bebiendo una cerveza hablando con un chaval$ 4odec#er sali& del coche patrulla con su linterna$ El tendero era un cabr&n triste de aspecto consumido, aunque el alguacil suponía que debía de tener su misma edad$ abía gente que a nacía lista para que la enterraranG su madre era así, )l siempre había sospechado que era por eso que el vie%o se había marchado, aunque tampoco es que )l fuera ninguna maravilla$ 8A ver, ?qu) pasa esta vez 8pregunt& 4odec#er8$ Espero que no sea otro de esos puñeteros mirones por los que llamáis siempre$ an# se inclin& escupi& al suelo$ 8!%alá 8di%o8$ *ero no, es el padre de este mozo$ 4odec#er enfoc& con la linterna a aquel chico flaco de pelo negro$ 8? qu) le pasa a tu padre, hi%o 8@ue está muerto 8di%o Arvin, levantando una mano para bloquear la luz que lo estaba deslumbrando$
8 ho mismo han enterrado a su pobre madre 8di%o an#8$ Es una puñetera desgracia$ 8! sea que tu padre está muerto, ?eh 8=í, señor$ 8?Eso que tienes en la cara es sangre 89o 8di%o Arvin8$ Alguien nos ha regalado una tarta$ 8Esto no es ninguna broma, ?verdad 3omo lo sea, a sabes que te meto en el calabozo$ 8?*or qu) todo el mundo cree que esto mintiendo 8di%o Arvin$ 4odec#er mir& al tendero$ an# se encogi& de hombros, se llev& la cerveza a los labios la vaci&$ 8Biven 8Biven en lo alto de 4aum ill 8di%o8$ Arvin puede enseñarle el camino$ 8 +uego se puso de pie, eruct& se ale%& por el costado de la tienda$ 8*uede que tenga algunas preguntas para ti más tarde 8le di%o 4odec#er, levantando la voz$ 8Es una puñetera desgracia, es lo 7nico que puedo decirle 8o& que contestaba an#$ 4odec#er hizo sentarse a Arvin en el asiento delantero del coche patrulla subi& por 4aum ill$ En la cima vir& para coger un camino estrecho de tierra flanqueado de árboles que el chico le señal&$ Aminor& la marcha todo lo que pudo$ 8Es la primera p rimera vez que vengo por aquí 8di%o el alguacil$ a lguacil$ 4a%& la mano abri& en silencio la funda de la pistola$ 8ace tiempo que nadie nuevo viene por aquí 8di%o Arvin$ 3ontemplando el bosque a oscuras por la ventanilla ventan illa lateral, se dio cuenta de que se había de%ado la linterna en la tienda$ 3onfiaba en que el tendero no la vendiera antes de que pudiera volver a ba%ar$ Ech& un vistazo a las luces brillantes del salpicadero$ 8?Ba 8?Ba usted a encender la sirena 89o tiene sentido asustar a alguien$ 8a 8a no queda nadie a quien asustar 8di%o Arvin$
8?! sea que vives aquí 8le pregunt& 4odec#er 4o dec#er mientras se acercaban acercab an a la casita pequeña cuadrada$ cuadra da$ 9o había luces encendidas ni más señal señ al de que allí viviera alguien que una mecedora en el porche$ +as hierbas del %ardín tenían dos o tres palmos de altura$ A la izquierda había un vie%o cobertizo$ 4odec#er aparc& detrás de una camioneta herrumbrosa$ +a típica chatarra chatarra de palurdo, palurdo, pens&$ 3ostaba saber en qu) clase de lío se estaba metiendo$ metiendo$ El est&mago vacío le ronroneaba como un retrete averiado$ Arvin sali& sin contestar se plant& delante del coche patrulla a esperar al alguacil$ 8*or aquí 8di%o$ (io la vuelta empez& a rodear la esquina de la casa$ 8?3&mo de le%os está 8pregunt& 4odec#er$ 89o mu le%os$ Unos diez minutos$ 4odec#er encendi& la linterna sigui& al chico por el borde de un campo invadido de maleza$ =e metieron en el bosque avanzaron un centenar de metros por un sendero bien hollado$ El chico se detuvo en seco señal& señ al& la oscuridad que tenían delante$ 8Está ahí mismo 8di%o Arvin$ El alguacil enfoc& con su linterna a un hombre que llevaba una camisa blanca pantalones de vestir estaba hecho un guiñapo encima de un tronco$ =e le acerc& unos pasos acert& a ver que tenía un ta%o en el cuello$ +a pechera de su camisa estaba empapada de sangre$ 8(ios, ?cuánto tiempo lleva aquí tirado Arvin se encogi& de hombros$ 89o mucho$ 5e qued) dormido un rato al despertar estaba es taba así$ 4odec#er se tap& la nariz con los dedos trat& de respirar por la boca$ 8?@u) coño es ese olor 8=on esos de ahí arriba 8di%o Arvin, señalando los árboles$ 4odec#er enfoc& la linterna hacia arriba$ A su alrededor los animales colgaban en diversas fases de descomposici&n, algunos de las ramas otros de unas cruces altas de madera$ 3lavado 3lavado en la parte alta de una de las cruces había un perro muerto con un collar de cuero, como si fuera una especie de 3risto repulsivo$ Al pie de otra cruz había una cabeza de ciervo$ 4odec#er manose& su pistola$
85e cago en la puta, chaval, ?qu) coño es esto 8di%o, apuntando con la linterna hacia Arvin en el mismo momento en que al chico le caía en el hombro un gusano blanco retorci)ndose$ =e lo sacudi& de encima con gesto tan despreocupado como quien se quita una ho%a o una semilla$ 4odec#er se puso a mover su rev&lver en todas direcciones mientras empezaba a retroceder$ 8Es un tronco para rezar 8di%o Arvin, con la voz reducida a un susurro$ 8?@u) ?Un tronco para rezar Arvin asinti& con la cabeza, mirando fi%amente el cadáver de su padre$ 8*ero no funciona 8añadi&$
SEGUNDA PARTE DE CACERÍA
- 3orría el verano de -.J/ la pare%a llevaba varias semanas deambulando por el interior del país, siempre de caceríaG dos seres an&nimos en una ranchera 6ord negra adquirida por cien d&lares en un negocio de coches usados de 5eade, !hio, que se llamaba 4rother WhiteSs$ Era el tercer vehículo que le compraban al pastor en tres años$ El tipo que iba en el asiento del pasa%ero se estaba convirtiendo en pura grasa, creía en los augurios tenía la costumbre de hurgarse los dientes podridos con una nava%a 4uc#$ +a mu%er siempre iba al volante llevaba pantalones cortos a%ustados blusas mu delgadas que mostraban su cuerpo pálido huesudo de una forma que a los dos les resultaba seductora$ Ella fumaba sin descanso cualquier clase de cigarrillos mentolados que pudiera encontrar, mientras que )l mordisqueaba unos puros negros baratos a los que llamaba Cpichas de perroD$ +a ranchera quemaba aceite, tenía un escape de líquido de frenos amenazaba con desparramar sus tripas de metal por toda la carretera cada vez que uno la hacía pasar de ochenta #il&metros por hora$ Al hombre le gustaba pensar que parecía un coche f7nebre, pero la mu%er prefería imaginarse que era una limusina$ =e llamaban 3arl =and enderson, aunque a veces respondían a otros nombres$
A lo largo de los 7ltimos cuatro años, 3arl había llegado a la conclusi&n de que no había nada como los autoestopistas, 7ltimamente las carreteras andaban repletas de ellos$ +lamaba a =and Cel ceboD, ella a )l lo llamaba Cel tiradorD, mientras que ambos llamaban a los autoestopistas Clos modelosD$ Aquella misma noche, al norte de annibal, 5issouri, habían engañado, torturado matado a un %oven recluta en una zona boscosa infestada de humedad mosquitos$ En cuanto lo habían cogido, el chaval les había dado amablemente barritas de chicle dar un buen frenazo ba%arle los humos al =eñor 2mportante$ *ero no iba a ser aquella noche$ El chico que iba en el asiento de atrás había sido bendecido con una cara suave como la mantequilla, pecas diminutas el pelo ro%izo, =and %amás podía resistirse a los que tenían aspecto angelical$ 8?3&mo te llamas, cielo 8le pregunt& ella, cuando a llevaban tres o cuatro #il&metros en la carretera$ *uso una voz amable simpática, cuando el chico levant& la vista sus miradas se encontraron en el retrovisor, =and le guiñ& el o%o le dedic& aquella sonrisa que le había enseñado 3ari, la que le había hecho ensaar noche tras noche, sentada a la mesa de la cocina, hasta que poco le había faltado a su cara para ca)rsele quedarse pegada al suelo como si fuera la corteza de una tartaG una sonrisa que insinuaba hasta la posibilidad más sucia que un hombre pudiera imaginarse$ 8=oldado ;ar 5atthe' 4rson 8di%o el chico$ A ella se le hizo raro que diera su nombre completo de aquella forma, como si estuviera presentándose a una inspecci&n o algo parecido, pero decidi& pasarlo por alto sigui& hablando como si nada$ 3onfiaba en que el chico no fuera uno de aquellos tipos seriotes$ Esos siempre hacían que su parte del traba%o resultara mucho más difícil$ 8@u) nombre tan bonito 8di%o =and$ *or el espe%o vio que al chico se le e1tendía por la cara una sonrisa tímida que se metía otro chicle en la boca8$ ? c&mo te llaman tus amigos 8le pregunt&$ 8;ar 8di%o )l, tirando el envoltorio del chicle por la ventanilla8$ Así se llamaba mi padre$ 8El otro nombre, 5atthe', viene de la 4iblia, ?verdad, 3ari 8di%o =and$
8 3arl no se acordaba de a cuál$ +e importaba un pimiento que al chaval le hubieran puesto el nombre de alg7n cabr&n chiflado del 9uevo :estamento, o el hecho de que su novia le hubiera prometido que iba a llevar colgado del cuello el anillo de graduaci&n hasta que )l volviera del e1tran%ero$ 3onocer aquella clase de datos solamente servía para acabar complicando las cosas, de manera que 3arl prefería evitar la charla intrascendente de%ar que =and se encargara de hacer todas las preguntas idiotas$ A ella se le daba bien lo de flirtear darle a la lengua, hacía que ellos se sintieran c&modos$ +os dos habían cambiado mucho desde la primera vez que se vieron, cuando ella no era más que una chiquilla de dieciocho años solitaria raquítica que hacía de camarera en el Wooden =poon de 5eade aguantaba guarradas de los clientes para poder ganarse un cuarto de d&lar de propina$ ? )l *ues no mucho me%or> un niño de mamá de cara rechoncha que acababa de perder a su madre no tenía ni futuro ni más amigos que los que pudiera conseguirle una cámara$ +o 7nico que )l había sabido a ciencia cierta, mientras permanecía sentado en el reservado de la cafetería mirando c&mo
aquella camarera flacucha terminaba de limpiar las mesas antes de apagar las luces, era que necesitaba hacerle una foto más que nada en el mundo$ llevaban %untos desde entonces$ *or supuesto, a 3arl tambi)n le tocaba hablar con los autoestopistas, pero normalmente su parte podía esperar a que aparcasen el coche$ 8Echa un vistazo a esto 8les decía, sacando la cámara de la guantera, una +eica 5 de mm, sosteni)ndola en alto para que ellos la vieran8$ 9ueva cuesta cuatrocientos pavos, pero o la he conseguido por cuatro perras$ 8 aunque la sonrisa se1 nunca abandonaba los labios de =and, ella no podía evitar sentir un poco de rencor cada vez que se %actaba de aquello$ 9o sabía por qu) había seguido a 3arl tras aquella vida, ni siquiera se planteaba ponerle un nombre a lo que hacían, pero sí sabía que aquella maldita cámara no había sido ninguna ganga, que al final les iba a salir mu cara$ +uego lo oía preguntarles a los modelos, con una voz que sonaba casi como si estuviera bromeando8> Así pues, ?te gustaría que te sacara alguna foto con una mu%er guapa 82ncluso despu)s de tanto tiempo, seguía asombrándola que los hombres adultos pudieran ser tan fáciles$ (espu)s de cargar con el cuerpo desnudo del soldado, arrastrarlo unos metros por el bosque esconderlo ba%o unas matas cargadas de baas de color p7rpura, registraron su ropa su petate encontraron casi trescientos d&lares guardados dentro de un par de calcetines blancos$ Allí había más dinero del que =and ganaba en un mes$ 85enuda rata embustera 8di%o 3ari8$ ?:e acuerdas de cuando le he pedido algo suelto para gasolina 8 Apart& a manotazos una nube de insectos que se había reunido alrededor de su cara sudorosa ro%a se meti& el fa%o de billetes en el bolsillo de los pantalones$ En el suelo, a su lado, %unto a la cámara, había una pistola de cañ&n herrumbroso8$ 3omo decía mi madre 8sigui&8, no se puede confiar en ninguno de ellos$ 8?En qui)nes 8di%o =and$ 8En los puñeteros pelirro%os 8di%o )l8$
de la guantera$ =e apo& en el guardabarros delantero, encendi& un pitillo us& una uña pintada de color rosa para sacarse una piedrecita de grava que se le había incrustado en la rodilla despelle%ada$ 8
caliente del cintur&n los restos humeantes de las botas militares$ +o tir& todo al fondo de la cantera o& un d)bil chapoteo$ *lantado al borde del profundo foso, 3arl pens& en la forma en que =and había abrazado al recluta cuando )l había de%ado la cámara en el suelo sacado la pistola, como si aquel abrazo fuera a salvarlo$ =iempre intentaba aquella mierda con los guapos, aunque no podía culparla por querer que la cosa durara un rato más, aquello era algo más que una puta fiesta$ En su opini&n, era la 7nica religi&n verdadera, lo que llevaba toda la vida buscando$ =olamente en presencia de la muerte podía sentir la presencia de algo parecido a (ios$ +evant& la vista vio que empezaban a aglutinarse nubes negras en el cielo$ =e sec& el sudor que le caía sobre los o%os ech& a andar de vuelta hacia el coche$ =i tenían suerte, tal vez aquella noche llovería la lluvia podría llevarse algo de la suciedad del aire lo refrescaría todo un poco$ 8?@u) coño estabas haciendo allí 8le pregunt& =and$ 3arl sac& otro puro del bolsillo de la pechera se puso a quitar el envoltorio$ 8=i te andas con prisas, es cuando la cagas$ Ella e1tendi& la mano$ 8(ame la puta linterna$ 8?@u) quieres hacer 8:engo que mear, 3arl 8le di%o8$
sus miedos más grandes era estrellar el coche quedarse atrapado dentro o perder el conocimiento$ A veces tenía pesadillas con aquello> se veía a sí mismo esposado a una cama de hospital tratando de e1plicarle a las autoridades esos carretes de película$ El mero hecho de pensar en ello empez& a %oderle el subid&n que le había provocado el soldado, de manera que estir& el brazo gir& el bot&n de la radio hasta encontrar una emisora de m7sica 3ountr que emitía desde 3ovington$ 9inguno de ellos rompi& el silencio, aunque en un momento dado =and se puso a tararear una de las canciones lentas$ +uego bostez& se encendi& otro cigarrillo$ 3arl cont& los bichos que se estrellaban contra el parabrisas permaneci& atento por si acaso ella se quedaba dormida tenía que agarrar el volante$ (espu)s de recorrer ciento cincuenta #il&metros de pueblecitos amodorrados campos de maíz gigantescos oscuros, llegaron a un motel ruinoso hecho a base de bloques de cemento color rosa llamado :he =undo'ner$ Era casi la una de la madrugada$ En el aparcamiento lleno de baches había tres autom&viles$ 3arl llam& varias veces al timbre antes de que por fin se encendiera una luz dentro de la oficina una ancianita con rulos metálicos entreabriera la puerta se asomara$ 8?Esa que está en el coche es su mu%er 8pregunt&, mirando a la ranchera con los o%os entornados$ El se gir& a duras penas consigui& distinguir el resplandor del cigarrillo de =and en las sombras$ 8:iene usted buena vista 8di%o )l, esbozando una breve sonrisa8$ =í, es ella$ 8?(e d&nde son ustedes 8le pregunt& la mu%er$ 3arl estuvo a punto de pronunciar 5arland, uno de los pocos estados en los que todavía no había puesto el pie, pero luego se acord& de la matrícula delantera del coche$ =e imagin& que aquella arpía chismosa a la habría comprobado$ 8(e cerca de 3leveland 8le di%o$ +a mu%er neg& con la cabeza se arrebu%& dentro de su bata$ 89o viviría en un sitio así ni aunque me pagaran, con todos los robos asesinatos que ha$ 8En eso no le falta raz&n 8di%o 3ari8$ o esto siempre preocupado$ *ara empezar, ha demasiados negros$ 3ara%o, si mi mu%er a casi no sale de casa$ 8 +uego se sac& del bolsillo el dinero del recluta8$ ?3uánto vale una habitaci&n 8pregunt&$ 8=eis d&lares 8di%o la mu%er$ El se humedeci& el pulgar, cont& varios billetes de un d&lar se los dio$ Ella se march& un momento volvi& con una llave su%eta a una tar%eta raída arrugada de cart&n8$ +a n7mero siete 8di%o8$ Al final de todo$ En el cuarto hacía mucho calor el aire iba cargado olía a insecticida 4lac# 6lag$ =and se fue directa al cuarto de baño 3arl encendi& el televisor portátil, aunque a aquella hora de la noche las ondas no traían nada más que grano ruido de estática, por lo menos en aquel lugar de%ado de la mano de (ios$ =e quit& los zapatos con los pies ba%& la fina
colcha de cuadros$ Encima de las almohadas planas había seis moscas muertas$ =e las qued& mirando un momentoG a continuaci&n se sent& en el borde de la cama meti& la mano en el bolso de =and para cogerle un cigarrillo$ Bolvi& a contar las moscas, pero la cantidad no vari&$ !bservando al otro lado de la habitaci&n, pos& la mirada en un cuadro de marco barato que colgaba de la pared, un bodrio total con flores frutas que nadie recordaría %amás, ni una sola de las personas que durmieran alguna vez en aquel cuarto apestoso$ 9o se le ocurría qu) prop&sito podía tener, más que recordarle a uno que el mundo era un sitio espantosamente s&rdido$ =e inclin&, apo& los codos en las rodillas trat& de imaginarse una de sus fotos en su lugar$ :al vez la del beatni# de Wisconsin que tenía la bolsita de celofán llena de hierba, o la de aquel cabr&n enorme rubio del año pasado que había ofrecido tanta resistencia$ *or supuesto, algunas eran me%ores que otras, hasta 3arl tenía que admitirlo$ *ero una cosa sí sabía a ciencia cierta> que cualquiera que viera una de sus fotos, ni que fueran aquellas tan torpes de hacía tres o cuatro años, %amás la podría olvidar$ =e apostaba todo el fa%o de billetes del recluta$ Aplast& el cigarrillo en el cenicero volvi& a mirar la almohada$ =eis era el n7mero de modelos que se habían traba%ado en aquel via%eG seis d&lares era lo que la vie%a zorra le había cobrado por la habitaci&nG ahora se encontraba seis moscas sobre su cama$ El olor persistente a insecticida empez& a escocerle en los o%os, se los frot& con el borde de la colcha$ 8? qu) quiere decir ese trío de seises, 3ari 8se pregunt& a sí mismo en voz alta$ =ac& su nava%a se hurg& en uno de los agu%eros de sus muelas mientras buscaba mentalmente una respuesta adecuada, una que evitara la implicaci&n más obvia de aquellos tres n7meros, el símbolo bíblico que la loca de su madre le habría señalado con entusiasmo si todavía estuviera viva8$ *ues, 3arl 8añadi& por fin, cerrando su nava%a8, quiere decir que es hora de volverse a casa$ 8, de un manotazo, tir& los min7sculos cadáveres con alas a la moqueta sucia les dio la vuelta a las almohadas$
-Aquel mismo día, en 5eade, !hio, el sheriff +ee 4odec#er estaba sentado en una silla giratoria de madera de roble frente a su mesa, comi)ndose una chocolatina haciendo algo de papeleo$ +levaba dos meses sin probar el alcohol, ni que fuera una triste cerveza, el m)dico de su mu%er le había dicho que los dulces podían calmarle la ansiedad$ 6lorence había repartido golosinas por toda la casa, hasta le había metido galletas ba%o la almohada$ A veces )l se despertaba en plena noche masticándolas con la garganta más pega%osa que una trampa para moscas$ =i no fuera por las cápsulas ro%as que tomaba para dormir, %amás podría descansar$ =e ponía enfermo solamente de pensar en lo mal que se había puesto, sobre todo cuando oía la voz preocupada con que su mu%er le hablaba veía la forma en que lo cuidaba$ Aunque todavía faltaba un mes para las elecciones a sheriff del condado, en 5atthe's estaba resultando ser un mal perdedor$ =u antiguo %efe a estaba %ugando
sucio, soltando mierda sobre ciertos agentes de la le que eran igual de incapaces de atrapar maleantes que de controlar la bebida$ *ero cada chocolatina que 4odec#er se comía le hacía querer diez más, la panza le estaba empezando a colgar por encima del cintur&n como si fuera una bolsa llena de sapos muertos$ 3omo no parara, cuando le tocase empezar otra vez a hacer campaña a sería un gordo asqueroso igual que el cara de cerdo de su cuñado, 3ari$ =on& el tel)fono, , antes de que le diera tiempo de contestar, una voz aguda de anciana le pregunt& desde el otro lado de la línea> 8?Es usted el sheriff 8o mismo 8di%o 4odec#er$ 8?:iene usted una hermana que traba%a en el :ecumseh 8Es posible 8di%o 4odec#er8$ +levo tiempo sin hablar con ella$ 8El tono de aquella mu%er le decía que no se trataba de una llamada amistosa$ (e%& el resto de la chocolatina sobre sus papeles$ Qltimamente a +ee le ponía nervioso hablar de su hermana$ En -./N, a su vuelta del e%)rcito, se habría partido el culo de la risa si alguien le hubiera sugerido que la flaca tímida =and iba a volverse tan salva%e, pero es que por entonces todavía no había conocido a 3ari$ Ahora 4odec#er apenas la reconocía$ acía años que 3arl la había convencido para que de%ara el traba%o en el Wooden =poon se mudase a 3alifornia$ Aunque solamente se marcharon un par de semanas, a su vuelta ella había cambiado$ =e puso a traba%ar de camarera en el :ecumseh, el local menos recomendable de la ciudad$ ahora iba por ahí con unas minifaldas que apenas le cubrían el culo la cara pintada como una de aquellas putas que )l había echado de Water =treet despu)s de que lo eligieran8$ e estado demasiado ocupado persiguiendo a maleantes 8brome&, intentando mitigar un poco el mal humor de la mu%er que estaba llamando$ 4a%& la vista vio una raspadura en la puntera de una de sus botas marrones nuevas$ =e escupi& en el pulgar se agach& para intentar quitarla$ 8=í, no me cabe duda 8di%o la mu%er$ 8?:iene usted alg7n problema 8di%o 4odec#er$ 8*ues mire, sí 8di%o la mu%er con furia8$ Esa hermana sua a lleva más de un año vendi)ndose el coño en la misma puerta de atrás de ese antro inmundo, pero, que o sepa, sheriff, usted no ha movido una mano para impedírselo$ A saber cuántos matrimonios decentes habrá roto$ 3omo le he dicho esta misma mañana al señor 5atthe's, una se pregunta c&mo puede ser que lo haan elegido a usted, con parientes como los que tiene$ 8?3on qui)n demonios hablo 8di%o 4odec#er, inclinándose en su silla$ 8P
condado de Ross$ 86uncionamos bien, gracias 8di%o 4odec#er$ 8Eso no es lo que dice el señor 5atthe's$ 8, diciendo esto, la mu%er colg&$ 4odec#er colg& el tel)fono de un golpe, ech& su silla hacia atrás se puso de pie$ 5ir& su relo% cogi& las llaves de encima del archivador$ 3uando a estaba llegando a la puerta, se detuvo volvi& hacia el escritorio$ 4usc& en el ca%&n de arriba encontr& una bolsa abierta de bolas de caramelo de mantequilla$ =e guard& un puñado de ellas en el bolsillo$ 5ientras 4odec#er pasaba frente al mostrador de recepci&n camino a la salida, el secretario, un %oven de o%os verdes saltones con peinado de portaaviones, levant& la vista de la revista guarra que estaba leendo> 8?:odo bien, +ee 8le pregunt&$ 3on la enorme cara ro%a de indignaci&n, el sheriff pas& de largo sin decir palabra, pero un momento más tarde se detuvo en la puerta mir& hacia atrás$ El secretario estaba sosteniendo la revista %usto deba%o de la luz del techo, e1aminando a una mu%er desnuda, fuertemente atada con correas de cuero cuerdas de nlon con las bragas hechas una pelota dentro de la boca$ 8Willis 8di%o 4odec#er8$ @ue no entre nadie aquí te pille mirando esa puñetera revista cerda, ?me oes a tengo bastantes problemas$ 83laro, +ee 8di%o el secretario8$ :endr) cuidado$ 8 empez& a pasar otra página$ 85e cago en la puta, hombre, ?es que no pillas las indirectas 8le grit& 4odec#er 8$ ;uarda eso, hostia$ 5ientras conducía hacia el :ecumseh, se puso a chupar una de las bolas de caramelo de mantequilla a pensar en la mu%er que le había dicho por tel)fono que =and estaba haciendo la calle$ Aunque sospechaba que 5atthe's la había hecho llamar solamente para tocarle los co%ones, tenía que admitir que no le sorprendería nada que fuese verdad$ En el aparcamiento había un par de cafeteras destartaladas, además de una motocicleta 2ndian recubierta de barro seco$ =e quit& el sombrero la insignia los guard& en el maletero$ +a 7ltima vez que había ido al :ecumseh, a principios de verano, había vomitado
8=í, para ti es fácil decir eso 8di%o =and, mientras lo audaba a levantarse del suelo a sentarse en una silla8$ :7 no tienes que traba%ar para ese capullo$ 8*ues cierro el puto local a correr 8di%o 4odec#er, agitando los brazos fren)ticamente8$ +o %uro$ 8:ranquilízate, hermano 8di%o ella$ +e limpi& la cara con un trapo mo%ado le prepar& una taza de caf) instantáneo$ En cuanto 4odec#er dio el primer sorbo, la taza se le ca& se hizo añicos contra el suelo$ 8
-M En el cuarto de baño del motel, =and llen& la bañera le quit& el envoltorio a una de las chocolatinas que llevaba en el neceser para aquellos días en los que 3arl se negaba a parar para comer$ 3uando estaban de via%e, )l era capaz de pasarse días enteros sin comer sin pensar en nada más que en encontrar al siguiente modelo$ *ues )l podía chupar aquellos puros asquerosos hurgarse con aquella nava%a sucia en los colmillos todo lo que quisiera, pero ella no tenía intenci&n de irse a la cama con hambre$ El agua caliente le alivi& el picor de la entrepierna, ella se reclin& hacia atrás cerr& los o%os mientras mordisqueaba la barrita de 5il# Wa$ El día en que se habían encontrado al chaval de 2o'a, ella acababa de salir de la carretera principal en busca de alg7n sitio donde parar a echarse una siesta, cuando aquel apareci& de un salto de entre un campo de so%a, con pinta de espantapá%aros$ En cuanto el chaval les enseñ& el pulgar, 3arl dio una palmada di%o> 8Aquí lo tenemos$ El autoestopista iba cubierto de barro, porquería briznas de pa%a, como si hubiera
dormido en un establo$ 2ncluso con todas las ventanillas abiertas, el olor a podrido que echaba les llen& el coche$ =and sabía que no es fácil ir limpio cuando vives en la carreter a, pero aquel espantapá%aros era lo peor que habían recogido nunca$ Ahora de%& la chocolatina en el borde de la bañera$ Respir& hondo, sumergi& la cabeza deba%o del agua escuch& el sonido le%ano de los latidos de su coraz&n, intentando imaginar que se detenía para siempre$ 9o se habían ale%ado mucho cuando el chaval empez& a canturrear con voz aguda> C3alifornia, a vengoo, 3alifornia, a vengooD, ella supo que 3arl se iba a ensañar con )l porque los dos se morían de ganas de olvidarse de aquel maldito lugar$ En una gasolinera de las afueras de Ames, =and llen& el dep&sito del coche compr& dos botellas de vod#a con naran%a, pensando que con ellas podrían callar un poco al chavalG sin embargo, en cuanto dio un par de tragos, se puso a corear todas las canciones de la radio, lo cual empeor& todavía más la cosa$ (espu)s de que el espanta%o se pasara cinco o seis canciones graznando sin piedad, 3arl se inclin& hacia ella le di%o> 8*or (ios que este cabr&n la va a pagar$ 83reo que tal vez sea retrasado o algo parecido 8di%o ella en voz ba%a, confiando en que lo soltara por superstici&n hacia aquellas cosas$ 3arl le ech& un vistazo al chaval, se dio la vuelta neg& con la cabeza$ 89o, solamente es idiota$ ! un puto chiflado$ 9o es lo mismo, a sabes$ 84ueno, pero por lo menos apaga la radio 8sugiri& ella8$ 9o tiene sentido animarlo$ 8A la mierda, d)%ale que se divierta 8di%o 3ari8$ o le har) enmudecer directamente$ Ella tir& al suelo el envoltorio de la chocolatina de%& correr el agua caliente$ *or entonces no había querido discutir, pero ahora desearía con todas sus fuerzas no haber tocado a aquel chaval$ En%abon& el paño de la bañera, se meti& una punta dentro cerr& las piernas bien fuerte$ En la otra habitaci&n, 3arl estaba hablando solo, aunque aquello normalmente no quería decir nada, sobre todo cuando acababan de terminar con un modelo$ +uego )l levant& un poco la voz ella estir& el brazo para asegurarse de que la puerta estuviera cerrada con pestillo, por si acaso$ 3on el chaval de 2o'a habían aparcado al borde de un vertedero de basuras 3arl había sacado la cámara empezado su perorata mientras ella el chaval se terminaban la segunda botella de vod#a con naran%a$ 8A mi mu%er le gusta tontear, pero o esto demasiado cascado para que se me levante 8le di%o al
chico aquella tarde8$ ?5e entiendes =and le había dado una calada a su cigarrillo había mirado al espantapá%aros por el retrovisor$ El chico se mecía de delante hacia atrás, con una sonrisa chiflada asintiendo con la cabeza a todo lo que decía 3ariG tenía los o%os tan vacíos como gui%arros$ *or un momento, ella pens& que iba a vomitar$ Era más que nada por nervios, la náusea se le pas& enseguida, igual que siempre$ +uego 3arl sugiri& que salieran del coche, mientras )l e1tendía una manta en el suelo, ella empez& a quitarse la ropa de mala gana$ El chaval se puso a cantar otra vez, pero ella se llev& un dedo a los labios le di%o que se quedara callado un ratito$ 8Ahora vamos a divertirnos un poco 8di%o ella, obligándose a sonreír dando palmaditas al trozo de manta que tenía al lado$ Al chaval de 2o'a le cost& más tiempo que a la maoría darse cuenta de lo que estaba pasando, pero aun así no ofreci& mucha resistencia$ 3arl se tom& su tiempo sac& por lo menos una veintena de fotos de ob%etos sali)ndole de varios lugares> bombillas, perchas latas de sopa$ *ara cuando de%& la cámara dio el asunto por acabado, a empezaba a oscurecer$ =e limpi& las manos la nava%a en la camisa del chaval luego se puso a caminar hasta que encontr& una nevera Westinghouse entre la basura, le quit& la porquería de encima abri& la puerta, mientras =and le registraba los pantalones al chico$ 8?9ada más 8di%o 3arl cuando ella le entreg& un silbato de plástico un centavo con un busto indio$ 8?@u) te esperabas 8le di%o ella8$ 9o tiene ni billetera$ 8Ech& un vistazo al interior de la nevera$ +as paredes estaban cubiertas de una fina capa de moho verde en un rinc&n había un frasco roto de mermelada viscosa gris8$
su cama mirando el techo$ Ella calcul& que llevaría una semana sin bañarse$ =e encendi& un cigarrillo le di%o que no pensaba dormir con )l hasta que se lavara para quitarse el olor de aquellos chicos$ 89o se llaman chicos, se llaman modelos 8di%o )l$ =e levant& de%& que le colgaran las gruesas piernas del borde de la cama8$ ?3uántas veces te lo tengo que decir 89o me importa c&mo se llamen 8di%o =and8$ Esa cama está limpia$ 3arl ech& un vistazo a las moscas de la moqueta$ 8=í, eso es lo que t7 te crees 8le di%o, se fue para el cuarto de baño$ =e quit& la ropa mugrienta se olisque& a sí mismo$ +e gustaba su propio olor, aunque tal vez debería andarse con más cuidado$ Qltimamente le preocupaba un poco estar volvi)ndose marica, sospechaba que =and tambi)n lo pensaba$ *rob& el agua de la ducha con la mano se meti& en la bañera$ =e frot& la pastilla de %ab&n contra el cuerpo fofo peludo$ El hecho de hacerse pa%as con las fotos no era buena señal, )l lo sabía, pero es que a veces no podía controlarse$ +e resultaba duro volver a casa pasarse noche tras noche sentado solo en aquel apartamento espantoso mientras =and servía copas en el bar$ 5ientras se secaba, intent& acordarse de la 7ltima vez que habían hecho el amor$ :al vez fuera la primavera pasada, aunque no podía estar seguro$ 2ntent& imaginarse a =and otra vez %oven lozana, antes de que empezaran con toda aquella mierda$ *or supuesto, )l se había enterado enseguida de lo del cocinero que la había desvirgado de sus encuentros de una noche con todos aquellos gamberros con granos, pero aun así en aquella )poca ella conservaba cierto aire de inocencia$ A veces 3arl pensaba que tal vez se debiera a que )l tampoco tenía demasiada e1periencia en la )poca en que la había conocido$ 3ierto, se había acostado con unas cuantas putas 8el barrio estaba lleno de ellas8, pero )l solamente tenía veintitantos años cuando a su madre le había dado el derrame que la de%& paralizada casi sin habla$ *ara entonces a hacía varios años que no venía ning7n novio a llamar a su puerta, de manera que le toc& a 3arl cuidar de ella todo el tiempo$ (urante los primeros meses estuvo considerando la posibilidad de aplastarle aquella cara retorcida con una almohada liberarlos a los dos, pero a fin de cuentas ella era su madre$ (e modo que lo que hizo fue empezar a documentar su largo declive por medio de la cámara, se pas& los trece años siguientes sacándole dos fotos por semana a su cuerpo consumido$ Al final ella acab& acostumbrándose$ +uego, una mañana, 3arl la encontr& muerta$ =e sent& al borde de la cama trat& de comerse el huevo que acababa de aplastarle con el tenedor para que desaunara, pero no consigui& tragárselo$ :res días más tarde echaba la primera palada de tierra sobre su ata7d$ (espu)s de pagarle el funeral, le quedaron, además de la cámara, doscientos diecisiete d&lares un 6ord destartalado que solamente arrancaba cuando no había humedad$ +a posibilidad de que aquel coche pudiera cruzar alg7n día el país era prácticamente nula, pero llevaba soñando con una nueva vida prácticamente desde el momento de nacer, ahora su me%or 7ltima e1cusa por fin descansaba en paz en el cementerio de =aint 5argaret$ así pues, el día antes de que venciera su alquiler, meti& en ca%as las pilas combadas de fotos que le había sacado a la enferma en su lecho las de%& en
la acera para que se las llevara el cami&n de la basura$ +uego condu%o en direcci&n oeste desde *arsons Avenue hasta igh =treet sali& de 3olumbus$ =u destino era oll'ood, pero por aquella )poca carecía de sentido de la orientaci&n, fue así como termin& aquella noche en 5eade, !hio, en el Wooden =poon$ 3uando lo rememoraba, 3arl estaba convencido de que era el destino el que lo había llevado allí, pero a veces se acordaba de la =and dulce suave de cinco años atrás casi deseaba no haber parado nunca el coche$ =aliendo de su ensoñaci&n con un estremecimiento, se meti& una bola de pasta de dientes en la boca con la mano mientras se manoseaba con la otra$ :ard& unos minutos, pero por fin estuvo listo$ =ali& del cuarto de baño desnudo con cierta aprensi&n, con la punta del pene erecto morada clavándosele en la barriga caída llena de estrías$ *ero =and a estaba dormida, cuando )l estir& el brazo para tocarle el hombro, ella abri& los o%os solt& un gemido$ 89o me encuentro bien 8le di%o, dándose la vuelta encogi)ndose en la otra punta de la cama$ 3arl se qued& de pie %unto a ella un par de minutos, respirando por la boca sintiendo que se le retiraba la sangre$ *or fin apag& la luz se fue al cuarto de baño$
espantapá%aros o una cosa parecida$ 3arl volvi& a la puerta abierta, encendi& otro de los cigarrillos de ella se qued& contemplando la noche$ 5ientras se maldecía por ser tan descuidado, las nubes se abrieron, de%ando al descubierto un trozo de cielo estrellado al este$ =e qued& mirándolo con los o%os entornados a trav)s del humo del cigarrillo se puso a contar las estrellas, pero enseguida se detuvo cerr& la puerta$ Un n7mero más, un augurio más, no iba a cambiar nada esta noche de mierda$
-I 3uando 4odec#er entr& en el :ecumseh +ounge, se encontr& a tres hombres sentados a una mesa bebiendo cerveza$ +a luz del sol ilumin& un instante el local a oscuras proect& la sombra alargada del sheriff por el suelo$ Un momento más tarde la puerta se cerr& detrás de )l todo volvi& a quedar sumido en la penumbra$ En la máquina de discos una canci&n de *ats 3line llegaba a sus 7ltimos compases tristones temblorosos$ 9inguno de los hombres di%o nada mientras el sheriff pasaba por su lado de camino a la barra$ Uno de ellos robaba coches el otro pegaba a su mu%er$ +os dos habían estado entre re%as le habían sacado lustre a su coche patrulla en diversas ocasiones$ Aunque 4odec#er no conocía al tercero, sospechaba que era una simple cuesti&n de tiempo$ 4odec#er se sent& en un taburete esper& a que
donde estaba sentado 4odec#er$ 8(ichosos los o%os 8di%o ella8$ ?@u) te puedo$$$ 8Anda, pero si se le acaba de abrir el coño como si fuera una fiambrera 8di%o uno de los hombres en voz bien alta %usto entonces, la mesa estall& en risas$ 8Así pues, =and todavía no ha vuelto, ?verdad 8
89o s) c&mo lo hacen 8di%o 8Eh,
-H Una portezuela se cerr& de golpe en el aparcamiento$ 3arl bri& los o%os mir& las flores las frutas de la pared del otro lado de la habitaci&n$ =ali& de la cama para ir al baño vaciar la ve%iga$ 9o se pein& ni se cepill& los dientes ni tampoco se lav& la cara$ =e visti& con la misma ropa que había llevado toda la semana anterior, una camisa p7rpura unos
pantalones holgados de tela de tra%e gris reluciente$ =e guard& los botes con las películas en los bolsillos, se sent& en el borde de una silla se puso los zapatos$ 3onsider& la posibilidad de despertar a =and para que pudieran salir a, pero decidi& de%arla descansar$ Al fin al cabo, se habían pasado tres noches durmiendo en el coche$ =upuso que le debía aquello, además se volvían a casa$ a no tenían prisa alguna$ 5ientras esperaba a que ella se despertara, 3arl mordisque& un puro se sac& del bolsillo el fa%o de billetes del recluta$ 5ientras contaba una vez más el dinero, se acord& de cuando el año pasado habían cruzado la punta sur de 5innesota$ a no les quedaban más que tres d&lares cuando se les perfor& el radiador del 3hev cup) del H. en el que via%aban aquel verano$ El se las apañ& para sellar de forma provisional la gotera con una lata de pimienta negra que llevaba para emergencias como aquella, un truco que había oído una vez en un bar de carretera$ :ras conducir un par de #il&metros más, encontraron una gasolinera rural %usto antes de que volviera a abrírseles el agu%ero, terminaron pasando casi todo un día esperando allí mientras un audante de mecánico al que le asomaba un paquete de Red 5an del bolsillo de atrás se dedicaba a prometerles que se lo arreglaría en cuanto terminara una puesta a punto que su %efe quería para aer$ 8a no tardo nada, caballero 8le decía a 3arl cada quince puñeteros minutos$ =and tampoco contribuía precisamente a aligerar la espera$ =e repanching& en un banco que había %usto delante de la puerta del gara%e se puso a limarse las uñas a provocar al pobre desgraciado enseñándole las bragas de color rosa hasta que a no sabía ni d&nde estaba ni qui)n era, de tan nervioso que lo había puesto$ *or fin 3arl levant& las manos en gesto e1asperado, sac& los carretes de película de la guantera se encerr& en el lavabo de detrás de la gasolinera$ En aquella sauna apestosa se pas& varias horas sentado, ho%eando una pila de revistas de detectives a%adas amontonadas en el suelo mo%ado al lado del retrete mugriento asqueroso$ (e vez en cuando oía la campanilla de la puerta principal, que anunciaba a otro cliente de la gasolinera$ Una cucaracha marr&n ascendi& a ritmo de caracol por la pared$ Ll se encendi& una de sus pichas de perro, pensando que tal vez le audaría a ir de vientre, pero tenía las tripas como el cemento$ +o 7nico que le salía era un hilillo de sangre de vez en cuando$ +os muslos gordos se le entumecieron$ En un momento dado, alguien aporre& la puerta, pero no estaba dispuesto a renunciar a su asiento solamente para que alg7n hi%o de puta asqueroso se lavara las manos como un remilgado$ a estaba a punto de secarse el culo sanguinolento cuando se encontr& con el artículo en un e%emplar empapado del :rue 3rime$ =e acomod& otra vez en la taza tir& la ceniza del puro$ El detective al que entrevistaban en el artículo contaba que habían encontrado los cadáveres de dos hombresG uno embutido en una alcantarilla de las inmediaciones de Red 3loud, 9ebras#a, el otro clavado al suelo de un cobertizo de una gran%a abandonada de las afueras de =eneca, "ansas$ Cablamos de ciento sesenta millas entre uno otroD, señal& el detective$ 3arl mir& la fecha de la portada de la revista> noviembre de -.JH$
detalles, el detective sugería que había una posibilidad mu grande de que los dos asesinatos estuvieran relacionados debido a la CnaturalezaD de los crímenes$ Al parecer, a %uzgar por el estado de los restos, la fecha estimada de las muertes era el verano de -.JI, o por ahí andaría, di%o$ 84ueno, por lo menos el año lo has acertado 8 murmur& 3arl para sus adentros$ abía sido en su tercer via%e cuando se cargaron a aquellos dos$ Uno era un marido fugitivo que confiaba en empezar una vida nueva en Alas#a el otro un vagabundo al que habían visto hurgando a la busca de comida en un cubo de basura tras la consulta de un veterinario$ +os clavos habían quedado de narices en la foto$ =e habían encontrado una lata de caf) llena de ellos nada más entrar en el cobertizo, como si los hubiera de%ado allí el diablo sabiendo que 3arl iba a presentarse un día$ =e limpi& se sec& las manos sudorosas en los pantalones$ Arranc& el artículo de la revista, lo dobl& se guard& las páginas en la billetera$ =ilbando una cancioncilla, mo%& el peine en el lavabo se pein& hacia atrás el pelo ralo grisG luego se revent& un par de for7nculos que tenía en la cara$ Encontr& al audante de mecánico dentro del gara%e, hablando en voz ba%a con =and$ :enía una pierna flaca pegada a las de ella$ 8 8?+o has arreglado El hombre se ale%& de =and se meti& las manos grasientas en los bolsillos del mono de traba%o con gesto nervioso$ 8Eso creo 8di%o8$ +o he llenado de agua de momento no pierde$ 8?@u) más has llenado 8di%o 3ari, mirándolo con cara de recelo$ 89ada, señor, nada de nada$ 8?+o has de%ado correr un rato 8+o hemos de%ado correr diez minutos 8di%o =and8 5ientras t7 estabas encerrado en el retrete haciendo lo que fuera que hacías$ 85u bien 8di%o 3ari8$ ?@u) te debemos El mecánico se rasc& la cabeza sac& el paquete de tabaco de mascar$ 8*ues no s)$ ?+e parecen bien cinco pavos 8?3inco pavos 8di%o 3ari8$
8Escucha a este cabr&n 8di%o 3ari8$ :e gusta aprovecharte de la gente, ?verdad 8+e ech& un vistazo a =and ella le guiñ& el o%o8$ 5u bien, si nos pones un par de botellas de refresco bien frías, te do dos d&lares, pero es mi 7ltima oferta$ 5i mu%er no es ninguna puta barata$ a era media tarde pasada para cuando salieron de allí, aquella noche durmieron en el coche en el margen de una carretera rural tranquila$ 3ompartieron una lata de pat) de carne, usando de cuchara la nava%a de 3ariG a continuaci&n =and se pas& al asiento de atrás le dio las buenas noches$ Al cabo de poco rato, %usto cuando 3arl estaba empezando a quedarse adormecido en el asiento de delante, un fuerte espasmo le recorri& las tripas le hizo buscar a tientas la manecilla de la puerta$ =ali& corriendo del coche se meti& en una zan%a de drena%e que discurría %unto a la carretera$ =e ba%& los pantalones %usto a tiempo vaci& una semana entera de nervios porquería sobre las hierbas mientras se agarraba al tronco de una asimina$ (espu)s de limpiarse con unas ho%as secas, se qued& fuera del coche ba%o la luz de la luna le& una vez más el artículo de la revista$ *or fin sac& el encendedor le peg& fuego$ (ecidi& no mencionárselo a =and$ A veces ella era una bocazas, a )l no le gustaba preocuparse por lo que iba a tener que hacer al respecto a largo plazo$
-/ El día despu)s de conversar con la camarera del :ecumseh, 4odec#er condu%o hasta el apartamento del lado este de la ciudad donde vivían su hermana su cuñado$ 4ásicamente le importaba un pimiento c&mo viviera =and su asco de vida, pero no iba a de%arle que se vendiera el coño en el condado de Ross, por lo menos mientras )l fuera sheriff$ *onerle los cuernos a 3arl era una cosa 8%oder, )l no podía culparla por eso8, pero hacerlo por dinero era algo completamente distinto$ Aunque en 5atthe's iba a intentar ensuciar su nombre con aquello en cuanto llegaran las elecciones, a 4odec#er le preocupaba por otros motivos$ +as personas son como los perros> en cuanto se ponen a escarbar, a no quieren parar$ *rimero sería el hecho de que el sheriff tenía una hermana puta, despu)s alguien se enteraría de sus negocios con :ater 4ro'n, , al final, de todos los sobornos demás mierdas que se habían ido acumulando desde que llevaba la insignia$ Ahora que lo pensaba, debería haber trincado a aquel hi%oputa ladr&n chuloputas cuando tenía oportunidad$ Una detenci&n grande como aquella prácticamente le podría haber limpiado la ho%a de servicios$ =in embargo, se había de%ado vencer por la codicia ahora aquello iba a acompañarle de por vida$ Aparcado ante el mísero d7ple1, vio c&mo una camioneta de ganado se metía en los corrales del otro lado de la calle$ El aire t&rrido de agosto iba cargado con el olor penetrante del esti)rcol$ 9o veía por ning7n lugar esa vie%a chatarra de coche en que =and lo había llevado a casa aquella 7ltima noche antes de de%ar el alcohol, pero sali& igualmente del coche patrulla$ Estaba bastante seguro de que había sido una ranchera$ Rode& el costado de la casa subi& las escaleras desvenci%adas que llevaban a la puerta del apartamento de
ellos, en la segunda planta$ En lo alto había un pequeño rellano que =and llamaba la terraza$ En un rinc&n se encontr& una bolsa de basura volcada por el suelo, con una nube de moscas verdes pululando sobre las cáscaras de huevo, los posos del caf) los envoltorios arrugados de hamburguesas$ Al lado de la baranda de madera había una silla de cocina acolchada, deba%o de ella una lata de caf) llena hasta la mitad de colillas$ 3arl =and tenían un estilo de vida peor que el de los negros de White eaven el de los palurdos analfabetos de "noc#emstiff, pens&$
-J *ara cuando se fueron del =undo'ner a era mediodía$ =and se había despertado a las once se había pasado una hora en el cuarto de baño hasta quedar lista$ =olamente tenía veinticinco años, pero en el pelo castaño a se le veían mechones grises$ A 3arl le preocupaban sus dientes, que siempre habían sido su me%or rasgo$ Ahora los tenía manchados de un color amarillo feísimo por culpa de todo lo que fumaba$ :ambi)n se había dado cuenta de que tenía mal aliento todo el tiempo, sin importar cuántas pastillas de menta
consumiera$ Algo estaba empezando a pudrirse dentro de su boca, estaba seguro$ En cuanto volvieran a casa tenía que llevarla a un dentista$ !diaba pensar en lo que iba a costarle, pero una sonrisa bonita era parte importante de sus fotografías, proporcionaba un contraste necesario a todo el dolor el sufrimiento$ Aunque lo había intentando de vez en cuando, 3arl nunca había conseguido que ninguno de los modelos fingiera ni que fuera una sonrisita en cuanto )l sacaba la pistola empezaba con ellos$ 83hica, a s) que a veces cuesta, pero si queremos que estas fotos salgan bien necesito que parezcas contenta 8le decía a =and cada vez que le hacía a uno de los hombres algo que le disgustaba8$ :7 piensa en el cuadro de la 5ona +isa$ az ver que eres ella que estás colgada en la pared del museo$ 9o llevaban más que unos #il&metros en la carretera cuando =and pis& el freno de golpe par& en una pequeña cafetería llamada :iptop$ :enía una forma como de choza india estaba pintada de distintos tonos de ro%o verde$ El aparcamiento se veía casi lleno$ 8?@u) co%ones estás haciendo 8le di%o 3ari$ =and apag& el motor, sali& dio la vuelta al coche$ 89o pienso conducir ni un #il&metro más sin comer algo como (ios manda 8di%o ella8$ +levo tres días sin probar más que golosinas$
=and trag& saliva neg& con la cabeza$ Ech& un poco más de sirope sobre la torri%a$ 8(e hecho, tenemos que hablar de eso 8di%o ella$ 8?@u) pasa 8pregunt& )l, quitándole la corteza quemada a una tira de beicon meti)ndosela en la boca$ +uego le cogi& un cigarrillo del paquete lo hizo rodar entre sus dedos$ *uso delante de ella lo que quedaba de su plato$ =and dio un sorbo a su caf) ech& un vistazo a la gente que tenían en la mesa de al lado$ 8*uede esperar 8di%o$ El tipo de la barra se puso de pie le dio algo de dinero a la camarera$ +uego se ech& la mochila al hombro con un gemido cansado sali& por la puerta con un mondadientes en la boca$ 3arl lo vio ir hasta el arc)n de la carretera tratar de parar a un coche que pasaba haciendo dedo$ El coche pas& de largo el tipo ech& a caminar en direcci&n oeste con andares perezosos$ 3arl se volvi& hacia =and señal& al otro lado de la ventana con la cabeza$ 8=í, a lo he visto 8di%o ella8$ Baa cosa$ Están por todas partes$ =on como cucarachas$ 3arl escrut& la carretera en busca de coches mientras =and terminaba de comer$ *ens& en su decisi&n de volverse a casa ho$ Anoche había visto que las señales eran mu claras, pero ahora a no estaba tan seguro$ Un modelo más estropearía los tres n7meros seis, pero podían pasarse una semana en el coche no encontrar a otro que tuviera el aspecto de aquel chico$ =abía que no debía interferir con las señales, pero de pronto se acord& de que la habitaci&n donde habían pasado la noche era la n7mero siete$ desde que se había marchado el chico no había pasado ni un solo coche$ :enían al tipo allí afuera, esperando a que alguien lo recogiera ba%o un sol de %usticia$ 85u bien 8di%o =and, secándose la boca con una servilleta de papel8$ a puedo conducir$ 8=e levant& cogi& su bolso8$ 9o hagamos esperar a ese cabr&n$
TERCERA PARTE HUÉRFANOS Y FANTASMAS
-0 (espu)s del suicidio de su padre, a Arvin lo habían mandado a vivir con su abuela, aunque Emma se aseguraba de que el chico las acompañara a ella a +enora a la iglesia todos los domingos, %amás le pedía ni que rezara ni que se arrodillara delante del altar$ +os servicios sociales de !hio le habían contado a la anciana el terrible verano que el chico había pasado mientras se estaba muriendo su madre, ella había decidido no obligarlo a nada más que al simple hecho de asistir$ =abiendo que a veces el reverendo =#es tenía propensi&n al e1ceso de celo en sus intentos de traer al redil a los reci)n llegados que no lo tenían mu claro, Emma había acompañado a Arvin un par de días despu)s de su llegada le había e1plicado al predicador que su nieto entraría en la fe a su manera cuando estuviera listo$ +o de colgar animales atropellados en cruces derramar sangre sobre el tronco había impresionado en secreto al vie%o predicador 8al fin al cabo, ?acaso no eran fanáticos en su fe todos los cristianos famosos8, pero asinti& se mostr& de acuerdo con Emma en que tal vez aquella no fuera la me%or manera de introducir a una persona %oven en la fe$ 8a entiendo lo que me quieres decir 8le di%o =#es8 $ 9o conviene convertirlo en uno de esos chiflados de :opperville$ Estaba sentado en los escalones de la iglesia pelando con una nava%a una manzana amarilla ma%ada$ 3orría una mañana soleada de septiembre$ +levaba puesta la chaqueta de vestir de los domingos por encima de un peto descolorido una camisa blanca a la que estaba empezando a deshilachársele el cuello$ Qltimamente le había estado doliendo el pecho, se suponía que 3lifford !dell lo tenía que llevar a ver a un m)dico nuevo en +e'isburg, pero todavía no se había presentado$ =#es había oído decir en la tienda de 4anner que aquel matasanos había ido seis años a la universidad tenía ganas de conocerlo$ =e imagin& que un hombre con seme%ante formaci&n podría curar cualquier cosa$ 8? qu) quieres decir t7 con eso, Albert 8pregunt& Emma$ =#es levant& la vista de la manzana vio la cara severa con que la mu%er lo estaba mirando$ :ard& un momento en darse cuenta de lo que acababa de decir, la vergFenza hizo que se le ruborizara la cara arrugada$ 8+o siento, Emma 8di%o atropelladamente8$ 9o estaba hablando de Willard para nada$ Willard era un buen hombre$ Uno de los me%ores$ 3ara, todavía me acuerdo del día en que fue salvado$ 89o pasa nada 8di%o ella8$ 9o sirve de nada dar coba a los muertos, Albert$ o s) c&mo era mi hi%o$ =implemente no atosigues a su chaval, es lo 7nico que te pido$ +enora, en cambio, parecía que nunca tenía bastante religi&n$ +levaba encima una 4iblia allí donde iba, hasta a la letrina, igual que había hecho elen, todas las mañanas se
levantaba antes que nadie se pasaba una hora rezando de rodillas en el suelo de madera astillado de al lado de la cama que compartía con Emma$ Aunque no tenía recuerdos ni de su padre ni de su madre, la chica dedicaba la maoría de las oraciones que le de%aba oír a Emma al alma de su madre asesinada, la maoría de las que se callaba a encontrar alguna noticia de su padre desaparecido$ +a anciana le había dicho mil veces que era me%or olvidarse de Ro +afert, pero +enora no podía evitar preguntarse por )l$ 3asi todas las noches se quedaba dormida imaginándose que )l se acercaba por el porche vestido con un tra%e negro nuevo lo arreglaba todo$ +e producía un pequeño consuelo, se permitía a sí misma confiar en que, con la auda del =eñor, en caso de que siguiera con vida, su padre realmente iba a regresar un día$ Barias veces por semana, sin importar qu) tiempo hiciera, ella visitaba el cementerio leía la 4iblia en voz alta, sobre todo los =almos, sentada en el suelo %unto a la tumba de su madre$ Emma le había contado una vez que aquella era la parte de las Escrituras que más le gustaba a elen, para cuando termin& se1to curso, +enora a se los sabía todos de memoria$ El sheriff a había renunciado hacía mucho tiempo a encontrar a Ro :heodore$ *arecía que se hubieran convertido en fantasmas$ 9adie era capaz de encontrar ni una mala fotografía ni ninguna otra prueba de su e1istencia$ 8 que el lisiado estaba enamorado de Ro que tal vez hubiera habido alg7n rollo de mariconeo entre los dos antes de que el predicador se casara con elen$
(urante la investigaci&n inicial, varias personas testificaron que :heodore se había que%ado amargamente de que la mu%er le había quitado toda la vida al mensa%e espiritual de Ro$ 8a estropeado a muchos hombres buenos, esa maldita arpía 8le oían decir al lisiado despu)s de unas cuantas copas8$ *redicador qu) más 8añadía8$ =i a no piensa en nada más que en mo%ar$ Al sheriff le irritaba sobremanera que aquellos dos imb)ciles sodomitas pudieran haber cometido un asesinato en su condado haberse escapado de rositasG de manera que se dedicaba a repetir el mismo cuento de siempre, que lo más probable era que el mismo maníaco que había masacrado a la familia de 5illersburg hubiera matado tambi)n a elen hubiera cortado en pedazos a Ro :heodore o bien tirado sus cuerpos al río ;reenbrier$ +o repetía tanto que había veces en que hasta )l se lo creía a medias$ Aunque Arvin nunca le creaba problemas graves, a Emma no le costaba ver a Willard en )l, sobre todo en lo tocante a las peleas$ *ara cuando tuvo catorce años, a lo habían echado varias veces de la escuela por pelearse a puñetazos$ CElige el momento adecuadoD, recordaba que le había dicho su padre, Arvin había aprendido bien aquella lecci&n> se dedicaba a pillar al enemigo de turno a solas desprevenido en los lavabos, o bien en la escalera, o deba%o de la tribuna del gimnasio$ *rincipalmente, sin embargo, en todo 3oal 3ree# se lo conocía por su temperamento tranquilo, había que reconocerle que casi todas las broncas en que se metía eran por +enora, por defenderla de todos los matones que se burlaban de sus modales beatos, de su cara transida de aquel puñetero gorrito que se empeñaba en llevar$ Aunque solamente era unos meses más %oven que Arvin, a se la veía reseca, como si fuera una pálida patata de invierno de%ada demasiado tiempo en la tierra$ Ll la quería como si fuera su hermana, pero a veces le daba vergFenza entrar por las mañanas en la escuela con aquella chica sigui)ndole recatadamente los pasos$ 89o va a llegar a animadora del equipo, eso está claro 8le di%o al tío Ears#ell$ Arvin deseaba con todas sus fuerzas que su abuela nunca le hubiera dado a +enora la fotografía en blanco negro de elen de pie ba%o el manzano de detrás de la iglesia con un vestido largo sin forma la cabeza cubierta por un gorro con volantes$ *or lo que a )l respectaba, a la chica no le hacía falta que le dieran nuevas ideas para conseguir parecerse más a la sombra de su triste madre$ =iempre que Emma le preguntaba por las peleas, Arvin se acordaba de su padre de aquel día h7medo de otoño en que había defendido el honor de 3harlotte en el aparcamiento del 4ull *en$ Aunque era el me%or día que recordaba haber pasado nunca con Willard, %amás le había hablado a nadie de )l, igual que tampoco mencionaba nunca la mala )poca que había llegado poco despu)s$ +o que hacía en cambio era limitarse a decir, con los d)biles ecos de la voz de su padre resonándole en la cabeza> 8Abuela, es que la escuela está llena de hi%os de la gran puta$
8(ios mío, Arvin, ?por qu) siempre estás diciendo eso 8*orque es verdad$ 84ueno, pues en ese caso quizá lo que deberías hacer es rezar por ellos 8le sugiri&8$ 9o le haría daño a nadie, ?verdad que no 8Era en momentos como aquel cuando se arrepentía de haberle dicho al reverendo =#es que de%ara que el chico encontrara el camino de (ios por su cuenta$ *or lo que ella veía, a Arvin siempre le faltaba poco para ponerse a andar en la direcci&n contraria$ El puso los o%os en blancoG aquel era el conse%o de su abuela para todo$ 8:al vez no 8di%o8$ *ero +enora a reza bastante por los dos, tampoco veo que le est) sirviendo de mucho$
-N 3ompartían carpa al final del carril del medio con la 5u%er 6lamenco, una mu%er más flaca que una escoba, con la nariz más larga que Ro le hubiera visto nunca a un ser humano$ 8*ero no es verdad que sea un pá%aro, ?a que no 8le pregunt& :heodore despu)s de que la conocieran, con una voz tímida temblorosa que contrastaba con su habitual berrido$ +o había asustado la e1traña apariencia de aquella mu%er$ 9o era la primera vez que traba%aban con fen&menos de circo, pero nunca se habían encontrado con nada parecido$ 89o 8lo tranquiliz& Ro8$ =olamente lo hace ver$ 8a me parecía a mí 8di%o el lisiado, aliviado al saber que era un monta%e$ Ech& un vistazo se fi%& en que Ro le estaba mirando el culo a la mu%er mientras ella se iba andando a su caravana8$ A saber qu) clase de enfermedades tiene una tipa así 8añadi&, recuperando rápidamente su chulería en cuanto se asegur& de que ella no lo podía oír8$ Esa clase de mu%eres se follan un perro o un burro o lo que sea por un par de d&lares$ +a 5u%er 6lamenco tenía el pelo espeso alborotado teñido de color rosa, llevaba un bi#ini con plumas de paloma raídas encoladas a la tela de color carne$ =u espectáculo consistía básicamente en aguantarse sobre una pierna en una piscinita de plástico llena de agua sucia mientras se acicalaba con el pico$ En una mesa detrás de ella había un tocadiscos del que salía una m7sica lenta triste de violines que a veces la hacía llorar si ese día se había tomado por accidente demasiadas de sus pastillas para los nervios$ :al como había temido, :heodore se dio cuenta al cabo de un par de meses de que Ro se la estaba tirando, aunque por mucho que lo intentara %amás conseguía pillarlos en pleno acto inmundo$
8Un día de estos esa fea asquerosa va a poner un huevo 8le recriminaba a Ro8, me apuesto lo que quieras a que el puto pollito se va a parecer a ti$ A veces aquello le importaba a veces no$ (ependía de c&mo se llevara en aquel momento con el *aaso *anqueque$ *anqueque había acudido a :heodore para aprender unos cuantos acordes de guitarra, pero había acabado enseñándole al lisiado a tocar la flauta de carne$ En cierta ocasi&n Ro cometi& el error de comentarle a su primo que lo que estaba haciendo con el paaso era una abominaci&n a los o%os de (ios$ :heodore de%& la guitarra en el suelo de serrín escupi& un salivazo marr&n en un vaso de plástico$ abía empezado a mascar tabaco hacía poco$ +e daba un poco de ganas de vomitar, pero a *anqueque le gustaba el olor que adquiría su aliento$ 8 E+ *R!6E:A E+ ;U2:ARR2=:A$ Ro declamaba su siniestra versi&n del fin de los tiempos mientras :heodore ponía la m7sica de fondo$ 3ostaba un cuarto de d&lar entrar en la carpa, no era fácil convencer a la gente de que la religi&n podía ser entretenida cuando a pocos metros había bastantes distracciones más emocionantes menos serias, de manera que a Ro se le ocurri& que podía comer insectos durante su serm&n, lo cual era una versi&n ligeramente distinta de su vie%o espectáculo con arañas$ 3ada dos minutos de%aba de predicar para sacar de un vie%o cubo de pesca un gusano escurridizo o una cucaracha cru%iente o una babosa viscosa se ponía a
masticarlos como si fueran golosinas$ A partir de entonces el negocio empez& a ir me%or$ (ependiendo del p7blico, hacían cuatro o a veces cinco funciones por noche, alternándose cada cuarenta cinco minutos con la 5u%er 6lamenco$ Al final de cada funci&n Ro salía rápidamente por la parte de atrás de la tienda para regurgitar los bichos, seguido por :heodore en su silla de ruedas$ 5ientras esperaban para entrar otra vez, se dedicaban a fumar, dar sorbos de una botella escuchar a medias c&mo los borrachos de dentro gritaban %ovialmente trataban de convencer a la falsa ave para que se despo%ara de sus plumas$ En -.JI a llevaban casi cuatro años con aquel circo en concreto, la (iversi&n 6amiliar de 4ill 4radford, via%ando de una punta del sur h7medo caluroso a la otra desde principios de primavera hasta finales de otoño a bordo de un autob7s escolar retirado de circulaci&n atiborrado de lona mohosa, sillas plegables postes metálicos, siempre montando las carpas en poblachos inmundos donde los lugareños creían que un par de atracciones giratorias chirriantes, unos gatos monteses desdentados llenos de pulgas una penosa colecci&n de fen&menos de la naturaleza eran un espectáculo de primera$ En una buena noche, Ro :heodore podían sacarse veinte o treinta pavos$ +a 5u%er 6lamenco el *aaso *anqueque se llevaban la maor parte de lo que ellos no podían gastarse en bebida o en bichos o en el tenderete de los perritos calientes$ Birginia !ccidental parecía estar a un mill&n de #il&metros los dos fugitivos no se podían imaginar que la autoridad de 3oal 3ree# pudiera nunca estirar tanto el brazo$ acía casi catorce años que habían enterrado a elen habían huido al sur$ a ni siquiera se molestaban en usar nombres falsos$
-. El día que Arvin cumplía quince años, el tío Ears#ell le dio una pistola envuelta en una tela %unto con una ca%a polvorienta de cartuchos$ 8Era de tu padre 8le di%o el vie%o8$ Es una +uger alemana$ =e la tra%o de la guerra$ 5e imagino que )l querría que la tuvieras t7$ 8Al vie%o nunca le habían gustado nada las pistolas, de manera que despu)s de que Willard se marchara a !hio la había tenido escondida deba%o de un tabl&n del suelo en el ahumadero$ (esde entonces no la había tocado más que para limpiarla de vez en cuando$ 3uando vio ahora la e1presi&n de euforia del chico, se alegr& de no haberla vendido$ Acababan de terminar de cenar quedaba un trozo de cone%o frito en el plato del medio de la mesa$ Ears#ell se plante& si guardarse o no aquella pata para el desauno, pero al final la cogi& se puso a mordisquearla$ Arvin desenvolvi& la tela con cuidado$ +a 7nica arma que su padre había tenido en casa era un rifle del , Willard nunca le había permitido que lo tocara, ni mucho menos que lo disparara$ Ears#ell, en cambio, le había dado al chico un Remington del calibre J se lo había llevado al bosque solamente tres o cuatro semanas despu)s de que viniera a vivir con ellos$
8En esta casa más vale saber mane%ar un arma, a menos que te quieras morir de hambre 8le había dicho el vie%o$ 8*ero o no quiero dispararle a nada 8di%o aquel día Arvin, cuando Ears#ell se par& señal& dos ardillas grises que estaban dando saltitos en las ramas altas de un nogal$ 8?9o te he visto esta mañana comerte una chuleta de cerdo 8=í$ El anciano se encogi& de hombros$ 8Alguien ha tenido que matar a ese cerdo descuartizarlo, ?no 8=upongo$ Ears#ell levant& su escopeta dispar&$ Una de las ardillas ca& al suelo el vie%o ech& a andar hacia ella$8a que intentar no destrozarlas demasiado 8di%o por encima del hombro8$ =e trata de que quede algo para servir en el plato$ +a capa de lubricante hacía que la +uger brillara como nueva ba%o la luz temblorosa de las lámparas de queroseno que colgaban de los e1tremos de la sala$ 89unca le oí hablar del tema 8di%o Arvin, levantando la pistola por la empuñadura apuntando con ella a la ventana8$ (e cuando estaba en el e%)rcito, digo$ 8 abía unas cuantas cosas de las que su madre le había prevenido en relaci&n a su padre, hacer preguntas sobre lo que había visto en la guerra estaba en los primeros puestos de la lista$ 8=í, lo s) 8di%o Ears#ell8$ 5e acuerdo de que cuando volvi& intent) que me hablara de los %apos, pero cada vez que o sacaba el tema se ponía a hablar otra vez de tu madre$ 8=e termin& el cone%o de%& el hueso en el plato8$
iglesia$ :enía una ca%a de cerillas en una mano su 4iblia de cuero agrietado en la otra$ 8?@u) es eso 8di%o Emma cuando vio a Arvin con la +uger en la mano$ 8Es la pistola de Willard, la que me dio 8di%o Ears#ell8$ 5e ha parecido que era hora de pasársela al chico$ 8A, (ios 8di%o Emma$ (e%& el pastel sobre la mesa se agarr& los ba%os del delantal a cuadros para secarse una lágrima$ Ber la pistola acababa de recordarle otra vez a su hi%o a la promesa que ella no había cumplido tantos años atrás$ A veces no podía evitar preguntarse si acaso no seguirían todos vivos ho si ella hubiera conseguido convencer a Willard para que se quedara se casara con elen$ :odo el mundo se qued& un momento en silencio, casi como si adivinaran lo que la anciana estaba pensando$ *or fin +enora encendi& una cerilla di%o con voz cantarina> 8 6eliz cumpleaños, Arvin$ 8 encendi& la vela, la misma que habían usado para celebrar su decimocuarto cumpleaños de ella hacía solamente unos meses$ 89o sirve para gran cosa 8continu& Ears#ell, haciendo caso omiso del pastel señalando la pistola con la cabeza8$ :ienes que estar %usto encima de algo para darle$ 8Benga, Arvin 8di%o +enora$ 8*ara eso tiras una piedra 8brome& el anciano$ 8?Arvin 8+a escopeta te irá mucho me%or$ 8*ide el deseo antes de que se apague la vela 8di%o Emma$ 8=on balas de nueve milímetros 8coment& Ears#ell8$ 4anner no las vende en su tienda, pero puede encargarlas especialmente$ 8P(ate prisaK 8grit& +enora$ 8Bale, vale 8di%o el chico, de%ando la pistola sobre la tela$ =e inclin& apag& la llamita$ 8?@u) deseo has pedido 8pregunt& +enora$ 3onfiaba en que tuviera algo que ver con el =eñor, pero, conociendo a Arvin, tampoco se hacía muchas ilusiones$ :odas las noches rezaba para que se despertara con el coraz&n resplandeciente de amor a 3risto$ !diaba pensar que el chico terminaría en el infierno igual que el Elvis *resle aquel todos aquellos pecadores a los que escuchaba por la radio$
8a sabes que esas cosas no se preguntan 8di%o Emma$ 89o pasa nada, abuela 8di%o Arvin8$ e deseado poderos llevar a todos a !hio enseñaros el sitio donde vivíamos$ Era mu bonito, vivir en lo alto de aquella colina$ *or lo menos antes de que mi madre se pusiera enferma$ 8?Alguna vez os he contado que viví en 3incinnati 8 di%o Ears#ell$ Arvin mir& a las mu%eres les guiñ& el o%o$ 8A mí no me suena$ 8(ios, otra vez no 8murmur& Emma, mientras +enora, sonriendo para sí misma, sacaba del pastel el trozo de vela lo guardaba en la ca%a de cerillas$ 8=í, me fui para allá detrás de una moza 8di%o el vie%o8$ Era de 6o1 "nob, se había criado %usto al lado de los Rile$ =u casa a no está allí$ @uería estudiar para secretaria$ o debía de tener tu edad, no mucho más$ 8?@ui)n quería estudiar para secretaria 8pregunt& Arvin8$ ?:7 o la chica 8P
tambi)n de la de )l$ Al cabo de un momento largo, desech& los recuerdos con un parpadeo di%o> 8Esa tarta tiene pinta de estar de narices$ Emma cogi& el cuchillo la cort& en cuatro pedazos, uno para cada uno de ellos$
M Un día Arvin se puso a buscar a +enora despu)s de que terminaran las clases la encontr& acorralada contra la incineradora de basura al lado del gara%e para autobuses, arrinconada por tres chicos$ 5ientras se les acercaba por detrás, o& que ;ene (in'oodie le decía> 8
de la Escuela =ecundaria de 3oal 3ree#$ Estaban %ugando contra el equipo de 5illersburg, que siempre traía a mucho p7blico$ =e qued& sentado en el coche, fumando cigarrillos 3amel mirando la puerta principal, a la espera de que apareciera :omm 5aison$ Estaba lloviznando corría una noche oscura helada de principios de noviembre$ A 5atson le gustaba considerarse el follador del instituto, siempre estaba %actándose de las chatis que se llevaba al huerto durante los partidos mientras los tontos de sus novios se dedicaban a corretear de un lado para otro de la cancha del gimnasio persiguiendo una pelota de plástico$ 85e gustaría ver c&mo intentas ponerme una bolsa en la cabeza a mí, hi%o de puta$ Arvin estaba sentado a una mesa con 5ar
8()%anos en paz, atontado de los co%ones 8le di%o ella, mirando con sorna al chico alto que tenían delante$ Arvin sonri&$ ;ene no hizo caso de la chica di%o> 8Russell, cuando termine contigo, a lo me%or me llevo a tu novia a dar una vueltecita$ 9o es ninguna belleza, pero tengo que decir que no es ni de le%os tan fea como esa hermana con cara de rata que tienes$ 8=e inclin& por encima de la mesa con los puños cerrados, esperando a que Arvin se levantara de un salto se pusiera a intentar pegarle, pero lo 7nico que pudo hacer fue mirar con cara de perple%idad c&mo el chaval cerraba los o%os %untaba las manos8$ 9o me lo puedo creer$ 8;ene escrut& la cafetería abarrotada$ El profesor de gimnasia, un hombre fornido de barba pelirro%a que los fines de semana hacía lucha libre para sacarse un e1tra en untington 3harleston, lo estaba mirando con el ceño fruncido$ En la escuela se rumoreaba que nadie lo había inmovilizado nunca, que ganaba todos los combates porque odiaba todo a todo el mundo en Birginia !ccidental$ asta ;ene le tenía miedo$ (e manera que se acerc& más a Arvin le di%o en voz ba%a8$ 9o te creas que rezar te va a salvar de esta, gilipollas$ (espu)s de que ;ene se marchara, Arvin abri& los o%os bebi& un trago de un cart&n de leche con cacao$ 8?Estás bien 8di%o 5ar$ 83laro 8di%o8$ ?*or qu) me lo preguntas 8?Estabas rezando de verdad 8=í 8di%o )l, asintiendo con la cabeza8$ Rezando para que llegue el momento oportuno$ Una semana más tarde pill& finalmente a (in'oodie en el gara%e de su padre, mientras estaba cambiando una bu%ía de su 3hev del /J$ *ara entonces, Arvin a había reunido una docena de bolsas de papel$ +a cabeza de ;ene estaba estrechamente enfundada en ellas cuando su hermano pequeño lo encontr& unas horas más tarde$ El m)dico di%o que había tenido suerte de no asfi1iarse$ 8Arvin Russell 8le di%o ;ene al sheriff despu)s de recobrar el conocimiento$ =e había pasado las 7ltimas doce horas en el hospital convencido de que iba el 7ltimo en una carrera del 2nd /$ abía sido la noche más larga de su vidaG cada vez que pisaba a fondo el acelerador, el coche aminoraba la marcha hasta ir a paso de caracol$ :odavía le resonaba en los oídos el rugido de los motores de los coches que lo de%aban atrás$ 8?Arvin Russell 8di%o el sheriff, con un matiz de duda en la voz8$ a s) que a ese chaval le gustan las peleas, pero, %oder, hi%o, t7 eres el doble de grande que )l$ 85e ha pillado con la guardia ba%a$
8?! sea que lo viste antes de que te atara eso a la cabeza 8pregunt& el sheriff$ 89o 8di%o ;ene8, pero ha sido )l$ El padre de ;ene estaba apoado en la pared, clavando en su hi%o una mirada huraña de o%os inectados en sangre$ El chico notaba las oleadas de tufo a Wild 2rish Rose que llegaban del lado de la habitaci&n donde estaba su padre$ 3arl (in'oodie no era demasiado malo si no bebía más que cerveza, pero cuando se pasaba al vino podía ser peligroso de verdad$ CEsto puede rebotarme reventarme en la cara si no me ando con cuidadoD, pens& ;ene$ =u madre iba a la misma iglesia que los Russell$ =u padre le daría otra paliza como se enterara de que había estado meti)ndose con aquella zorra de +enora$ 8*uede que me equivoque 8le di%o al sheriff$ 8Entonces, ?por qu) has dicho que ha sido el chaval de los Russell 89o lo s)$ @uizá lo he soñado$ En el rinc&n, el padre de ;ene hizo un ruido como de perro con arcadas di%o> 8(iecinueve años sigue en la escuela$ ?@u) le parece a usted, sheriff 5ás in7til que una bicicleta con puertas, ?a que sí 8?(e qui)n estamos hablando 8di%o el sheriff, con cara perple%a$ 8(e esa cosa ridícula que ha ahí tirada en esa cama, de ese 8di%o 3ari$ A continuaci&n dio media vuelta sali& tambaleándose de la habitaci&n$ El sheriff volvi& a mirar al chico$ 84ueno, pues, ?alguna idea de por qu) quien te ha pegado te ha puesto todas esas bolsas en la cabeza 89o 8di%o ;ene8$ 9i idea$
M 8?@u) has traído 8di%o Ears#ell mientras Arvin se acercaba al porche8$ :e he oído disparar por ahí con esa pistolita de %uguete$ 83ada semana estaba peor de las cataratasG era como si alguien estuviera cerrando unas cortinas sucias en una habitaci&n que a de por sí tenía poca luz$ =e temía que dentro de un par de meses a no iba a poder conducir$ acerse vie%o era la mierda más grande que le había pasado nunca$ Qltimamente
pensaba cada vez más en Alice +ouise 4err$ El hecho de que se hubiera muerto tan %oven había hecho que ambos se perdieran muchas cosas$ Arvin sostuvo en alto tres ardillas ro%as$ +levaba la pistola de su padre metida en la cintura de los pantalones$ 8Esta noche cenaremos bien 8di%o$ Emma llevaba cuatro días seguidos sin servirles nada más que alubias patatas fritas$ =iempre les tocaba apretarse el cintur&n a final de mes, antes de que llegara el cheque de su pensi&n$ :anto )l como el vie%o se morían de ganas de comer algo de carne$ Ears#ell se inclin& en su silla$ 89o las habrás cazado con esa porquería alemana, ?verdad 8En secreto estaba orgulloso de la forma en que el chaval era capaz de mane%ar la +uger, aunque seguía sin tener en gran estima las pistolas$ *refería con diferencia los trabucos o los rifles$ 89o está tan mal 8di%o Arvin8$ =olamente tienes que aprender a dispararla$ 8 Era la primera vez que el vie%o se burlaba de la pistola en bastante tiempo$ Ears#ell de%& el catálogo de utensilios que llevaba toda la mañana o%eando se sac& la nava%a del bolsillo$ 84ueno, trae una olla para meterlas te audo a limpiarlas$ Arvin despelle%& las ardillas mientras el vie%o las sostenía por las patas delanteras$ +es sacaron las vísceras sobre una ho%a de papel de peri&dico, les cortaron las cabezas las patas metieron la carne sanguinolenta en una olla de agua salada$ (espu)s de terminar, Arvin enroll& el papel de peri&dico con los desperdicios dentro se lo llev& al borde del %ardín$ Ears#ell esper& a que volviera al porche, luego se sac& una botella del bolsillo le dio un trago$ Emma le había pedido que hablara con Arvin$ :ras enterarse del 7ltimo incidente del chico, la mu%er estaba fuera de sí$ (e manera que se sec& la boca di%o> 8 Anoche estuve %ugando a las cartas en el gara%e de Eider =tubb$ 8? ganaste 89o, la verdad es que no 8di%o Ears#ell$ Estir& las piernas se mir& los zapatos desvenci%ados$ 2ba a tener que intentar remendarlos otra vez8$ *ero vi a 3arl (in'oodie$ 8?Ah, sí 8 no estaba nada contento$ Arvin se sent& al otro lado de su tío abuelo, en una silla chirriante rescatada de la basura recompuesta con alambre de empacar$ E1amin& el bosque gris del otro lado de la carretera se pas& un minuto mordi)ndose el interior de la me%illa$ 8?Está cabreado por lo de ;ene 8pregunt&$ acía una semana que le había
puesto la bolsa a aquel cabr&n$ 8Un poco tal vez, pero creo que lo que le mosquea en realidad es la factura del hospital que va a tener que pagar$ 8Ears#ell mir& las ardillas que flotaban en la olla8$ Así pues, ?qu) pas& Aunque Arvin no veía nunca la necesidad de ofrecerle e1plicaciones detalladas a su abuela por arrearle una buena tunda a alguien, principalmente porque no quería preocuparla, sabía que el vie%o no se quedaría contento con nada que no fueran los hechos$ 8a estado meti)ndose con +enora, )l un par de maricas amigos suos 8di%o8$ 2nsultándola esos rollos$ (e manera que le he leído la cartilla$ 8? a los otros 8:ambi)n$ Ears#ell solt& un largo suspiro se rasc& la barba del cuello$ 8?9o te parece que podías haberte refrenado aunque fuera un poco A ver, o entiendo lo que me cuentas, pero, aun así, no puedes dedicarte a mandar gente al hospital porque insulten a alguien$ 9o pasa nada porque le pongan un par de puntos en la cabeza, pero, por lo que he oído, lo has de%ado bastante hecho polvo$ 89o me gustan los matones$ 8
8:7 guárdala una temporada, ?vale =i lo que quieres es cazar, usa el rifle$ El chaval e1amin& un momento el suelo del porche luego mir& al vie%o con los o%os entornados en una mueca de recelo$ 8?=e te ha puesto insolente 8?:e refieres a 3ari 8pregunt& Ears#ell8$ 9o, no es tan tonto$ 89o veía la necesidad de contarle a Arvin que anoche le había salido una escalera de color cuando estaba en %uego el 7ltimo más cuantioso bote de la noche, que se había retirado para que 3arl pudiera llevarse el dinero con dos pare%as de mierda$ Aunque sabía que había sido lo correcto, aun así se ponía enfermo cuando se acordaba$ (ebía de haber doscientos d&lares en aquel bote$ 3onfiaba en que una parte llegara al m)dico del chaval$
MM Arvin estaba apoado en la baranda sin pulir del porche a altas horas de una noche despe%ada de marzo, contemplando las estrellas suspendidas sobre las colinas con todo su misterio remoto su fulgor solemne$ Ll, obart 6inle (arl "uhn, sus dos me%ores amigos, le habían comprado una botella aquella misma noche a :ragaperras, un contrabandista manco que operaba en ungr oller, todavía no se la había acabado$ =oplaba un viento cortante, pero el 'his# lo audaba a mantener el calor$ !& que Ears#ell gemía murmuraba algo en sueños, dentro de la casa$ 3uando hacía buen tiempo, el vie%o dormía en un barrac&n lleno de corrientes de aire que había añadido con clavos a la parte de atrás de la casa de su hermana al mudarse, a hacía años, pero, en cuanto empezaba el frío, se echaba en el suelo al lado de la estufa de leña sobre un camastro hecho de mantas ásperas hiladas a mano que olían a queroseno a bolas de naftalina$ En la ladera, aparcada en la entrada detrás del 6ord de Ears#ell, estaba la posesi&n más preciada de Arvin, un 3hev 4el Air azul de -./H con la transmisi&n suelta$ *ara poder comprárselo se había tenido que pasar cuatro años haciendo todos los traba%os que podía conseguir> cortar leña, construir cercas, recoger manzanas o dar de comer a los cerdos$ Aquel mismo día Arvin había llevado a +enora al cementerio para que visitara a su madre$ Aunque %amás lo admitiría, la 7nica raz&n de que la acompañara al cementerio era la esperanza de que ella pudiera desenterrar alg7n recuerdo de su padre o del lisiado que lo acompañaba$ abía llegado a fascinarle el enigma de su desaparici&n$ Aunque tanto Emma como mucha otra gente del condado de ;reenbrier parecían convencidos de que aquellos dos seguían vivos coleando, a Arvin le costaba creer que dos cabrones tan chiflados como se suponía que lo estaban Ro :heodore pudieran esfumarse sin más no de%ar ning7n rastro$ =i fuera tan fácil, suponía que mucha más gente querría hacerlo$ (eseaba a menudo que su padre hubiera elegido esa opci&n$
8?9o te parece gracioso que los dos haamos terminado hu)rfanos viviendo en la misma casa 8le di%o +enora despu)s de que entraran en el cementerio$ (e%& su 4iblia en una lápida cercana, se aflo%& un poco el gorro se lo ech& hacia atrás8$ 3asi parece que todo haa pasado para que podamos conocernos$ 8Estaba de pie %unto a la tumba de su madre, mirando la losa cuadrada plana del suelo que decía> E+E9 A::!9 +A6ER: .JT.N$ En las esquinas superiores había labrados dos angelitos con alas, pero sin cara$ Arvin se había llenado la boca de saliva había echado un vistazo a los restos muertos de las flores del año anterior que había en las demás tumbas por fin a los puñados de hierba alambrada herrumbrosa que rodeaban el cementerio$ +e incomodaba que +enora hablara de aquellas cosas, desde que había cumplido los diecis)is cada vez lo hacía más$ Era posible que no tuvieran ning7n parentesco de sangre, pero le daba asco pensar en ella más que como su hermana$ Aunque era consciente de que no había demasiadas posibilidades, confiaba en que ella encontrara novio antes de que di%era alguna estupidez de las gordas$ =e tambale& un poco mientras iba del borde del porche a la mecedora de Ears#ell se sentaba$ =e puso a pensar en sus padres de repente la garganta se le puso seca se le hizo un nudo$ +e encantaba el 'his#, pero a veces le causaba una profunda tristeza que solamente se le pasaba durmiendo$ :enía ganas de llorar, pero lo que hizo fue levantar la botella dar otro trago$ Un perro ladr& en una colina vecina, Arvin se acord& de una tumba poco profunda con dos esqueletos que emergían lentamente de la tierra, codo con codo, o bien una silla de ruedas herrumbrosa con marcas de disparos escondida en las profundidades de un barranco que les hubiera pasado a todos por alto$ *ero lo 7nico que había podido encontrar eran dos cartuchos usados de escopeta el envoltorio de un chicle =pearmint$ 5ientras +enora hacía caso omiso aquella mañana de todos los interrogantes sobre su padre seguía parloteando sobre el destino los amantes desventurados todas aquellas chorradas románticas que leía en los libros que sacaba de la biblioteca, )l se dio cuenta de que tendría que haberse quedado en casa traba%ando en el 4el Air$ +levaba sin funcionar bien desde el día en que lo había comprado$ 83oño, +enora, de%a de decir esas bobadas 8di%o Arvin8$ Además, es posible que ni siquiera seas hu)rfana$ :odo el mundo de por aquí está convencido de que tu padre sigue
vivo coleando$
antigua casa, si el tendero seguiría solo en aquella pequeña autocaravana, si
MI El reverendo =#es tosi& un poco la congregaci&n entera de la 2glesia del Espíritu =anto =antificado de 3oal 3ree# vio un pequeño hilo de sangre que le caía por la barbilla le goteaba sobre la camisa$ Ll sigui& predicando, sin embargo, les dio a sus feligreses un serm&n decente sobre audar a tu vecino$ Entonces, al acabar, les anunci& que se retiraba$ 8(e forma temporal 8les di%o8$ =olamente hasta que me encuentre me%or$ 8+es di%o que su mu%er tenía un sobrino en :ennessee que acababa de graduarse en una de aquellas universidades cristianas8$ (ice que quiere traba%ar con los pobres 8continu& =#es8$ o sospecho que debe de ser dem&crata$ 8=onri& esper& que alguna risa aligerara un poco el ambiente, pero lo 7nico que o& fue a un par de mu%eres al fondo, cerca de la puerta, que estaban llorando %unto con su esposa$ =e dio cuenta de que ho tendría que haberle dicho que se quedara en casa$ Respir& con cuidado carraspe&$ 8o llevo sin verlo desde que era niño, pero su madre dice que es buen tipo$ Ll su mu%er tienen que llegar dentro de dos semanas, , como he dicho, solamente viene para audar una temporada$ a s) que no es de por aquí, pero intentad hacer que se sienta c&modo de todas maneras$ 8=#es se tambale& un poco se agarr& al p7lpito para no caerse$ =ac& el paquete vacío de 6ive 4rothers lo sostuvo en alto8$ *or si acaso alguno de vosotros necesita esto, vo a dárselo a )l$ 8En aquel momento le vino un ataque de tos que lo dobl& por la cintura, pero esta vez pudo taparse la boca con el pañuelo para esconder la sangre$ 3uando recobr& el aliento, se levant& mir& a su alrededor, con la cara ruborizada sudorosa por la tensi&n$ +e daba demasiada vergFenza contarles que se estaba muriendo$ El pulm&n negro contra el que llevaba años peleando por fin le había ganado la partida$ En cuesti&n de semanas o meses, seg7n el m)dico, iba a reunirse con su 3reador$ =i tenía que ser sincero, =#es no
podía decir que tuviera muchas ganas, pero sabía que había tenido una vida me%or que la maoría$ Al fin al cabo, ?acaso no había vivido cuarenta dos años más que aquellos pobres desgraciados que se habían muerto en la mina que le había señalado su vocaci&n =í, había sido un hombre con suerte$ =e sec& una lágrima del o%o guard& el pañuelo ensangrentado en el bolsillo de los pantalones8$ 4ueno 8di%o8$ 9o ha necesidad de entreteneros más$ a lo he dicho todo$
MH Ro sac& a :heodore de la silla de ruedas carg& con )l por la arena sucia$ Estaban en el e1tremo norte de una plaa p7blica de =aint *etersburg, un poco al sur de :ampa$ +as piernas in7tiles del lisiado se mecían de un lado para otro como si fueran las de una muñeca$ Apestaba a meado rancio, Ro se había dado cuenta de que a no usaba su botella de leche, sino que cada vez que le venían ganas de mear se limitaba a mo%arse el pantal&n podrido$ :uvo que de%ar varias veces a :heodore en el suelo para descansar, pero por fin consigui& llevarlo al borde del agua$ (os mu%eres robustas con sombreros de ala ancha se levantaron, se los quedaron mirando por fin recogieron a toda prisa sus toallas sus lociones se fueron para el aparcamiento$ Ro volvi& a la silla de ruedas recogi& la cena> dos botellas de litro de oporto blanco un paquete de %am&n de or#$ +o habían mangado todo de una tienda de comestibles situada a un par de manzanas, %usto despu)s de que los de%ara allí el transportista de naran%as que los había traído$ 8?Aquí no es donde estuvimos en el calabozo una vez 8le pregunt& :heodore$ Ro se trag& la 7ltima loncha de %am&n asinti& con la cabeza$ 8:res días, me parece$ +a policía los había trincado por vagabundos %usto antes de que oscureciera$ Ellos habían estado predicando en un rinc&n de la calle$ Am)rica se estaba poniendo igual de mal que Rusia, les grit& aquella noche un hombre flaco medio calvo mientras pasaban escoltados por delante de su celda$ ?*or qu) la policía podía meterlo a uno en la cárcel solamente porque no tenía ni dinero ni direcci&n ? si uno no quería tener dinero ni tampoco una puta direcci&n ?(&nde estaba toda la libertad de la que se %actaban siempre 3ada mañana los policías sacaban a aquel descontento de las celdas lo obligaban a pasarse el día entero llevando una pila de listines telef&nicos escaleras arriba escaleras aba%o$ (e acuerdo con los demás reclusos, al tipo lo habían detenido por vagabundo veintid&s veces solamente en lo que iba de año, a estaban hartos de alimentar a aquel comunista de mierda$ *or lo menos iban a hacerlo sudar a cambio de sus salchichas sus gachas$
89o me acuerdo 8di%o :heodore8$ ?3&mo era la cárcel 89o estaba mal 8di%o Ro8$ 5e parece que de postre daban caf)$ 8+a segunda noche que habían pasado allí, la policía tra%o a un bruto más grande que un armario con la cara cortada al que llamaban 3omegranos$
detengan así descansamos un poco$ 8
89o empieces otra vez con esos rollos 8di%o :heodore8$ e servido al =eñor desde diversos cargos$ mis piernas lo demuestran$ 8:7 lo que necesitas es descansar 8di%o Ro8$ Bo a buscar un buen árbol para que duermas a la sombra hasta que se vaa la luz$ 8=igo pensando que tiene buena pinta$ +o de que te den caf) de postre$ 8
CUARTA PARTE INVIERNO
M/ 3orría una fría mañana de febrero de principios de -.JJ, el quinto año que 3arl =and pasaban %untos$ El apartamento parecía una nevera, pero a 3arl le daba miedo que si tenía que volver a ba%ar a decirle a la casera que subiera el termostato, se le fuera la cabeza la estrangulara con aquella redecilla mugrienta para el pelo que llevaba$ 9unca había matado a nadie en !hio, no le parecía buena idea cagar donde comía$ Era la regla n7mero M$ (e manera que la señora 4urch'ell, aunque se lo merecía más que nadie, era territorio prohibido$ =and se despert& un poco antes de mediodía se fue a la sala de estar con una manta echada sobre los hombros estrechos, arrastrando el e1tremo por el polvo la suciedad del suelo$ =e encogi& en el sofá hecha una bola temblorosa esper& a que 3arl le
tra%era una taza de caf) le encendiera la tele$ +as horas siguientes las pas& fumando cigarrillos, mirando culebrones tosiendo$ A las tres 3arl le grit& desde la cocina que a era hora de arreglarse para ir a traba%ar$ =and hacía de camarera seis noches por semana, aunque se suponía que tenía que relevar a
3uando ella entr& en la cocina, se encontr& a 3arl sentado delante de los fogones leendo el peri&dico por segunda vez en lo que iba de día$ a tenía los dedos grises de tinta$ :odos los fogones de la cocina estaban encendidos la puerta del horno abierta$ (etrás de )l danzaban llamas azules que parecían pequeñas hogueras de campamento$ =u pistola estaba sobre la mesa de la cocina, con el cañ&n apuntando a la puerta$ :enía el blanco de los o%os surcado de venas ro%as, su cara gorda, pálida sin afeitar tenía pinta de estrella fría distante cuando la veías refle%ada en la bombilla desnuda que colgaba sobre la mesa$ =e había pasado la maor parte de la noche encorvado en el trastero diminuto del pasillo que usaba como cuarto oscuro, devolviendo a la vida los 7ltimos carretes de película que tenía guardados del verano anterior$ !diaba que se terminaran$ Al revelar la 7ltima foto había estado a punto de llorar$ El pr&1imo agosto quedaba mu le%os$ 8Esa gente está bien %odida 8di%o =and mientras buscaba las llaves del coche dentro de su bolso$ 8?@u) gente 8pregunt& 3ari, pasando otra página del peri&dico$ 8+os de la tele$ 9o saben lo que quieren$ 8 3arl estaba convencido de que debía de ser el hi%o de puta con más suerte del planeta$ Aquel tipo era capaz de caerse en un nido de ratas salir con un maletín lleno de dinero las llaves de un nuevo El (orado$ A lo largo de los años que =and llevaba mirándolo, lo más seguro es que hubiera llevado a cabo más milagros que
8+e haría chillar como a un puto cerdo, Plo %uro por (iosK 8grit& 3arl mientras ella cerraba de un portazo al salir$ Unos minutos despu)s de que ella se fuera, 3arl se cans& de insultar al actor apag& los fogones$ Apo& la cabeza en los brazos se qued& adormecido$ 3uando se despert&, la cocina estaba a oscuras$ :enía hambre, pero en la nevera no encontr& nada más que dos puntas mohosas de pan una pizca de queso a la pimienta vetusto metido en un recipiente de plástico$ Abri& la ventana de la cocina tir& el pan al %ardín$ Unos cuantos copos de nieve caían flotando a trav)s del haz de luz procedente del porche de la casera$ (e los corrales que había al otro lado de la calle le vino un ruido de risas el sonido metálico de una cancela al cerrarse$ =e dio cuenta de que hacía más de una semana que no salía de casa$ 3err& la ventana, fue a la sala de estar se puso a caminar de un lado para otro, cantando vie%as canciones religiosas agitando los brazos en el aire como si estuviera dirigiendo un coro$ Una de sus favoritas era C4ringing in the =heavesD, la cant& varias veces seguidas$ 3uando era niño, su madre solía cantarla mientras hacía la colada$ =u madre tenía canciones especiales para cada tarea, para cada tristeza para cada maldita cosa que les pasara desde que muriera su marido$ Ella lavaba ropa para gente rica, la mitad del tiempo aquellos cabrones del infierno la estafaban$ A veces )l se saltaba la escuela se quedaba oculto deba%o del porche podrido, %unto con las babosas las arañas lo poco que quedaba del gato del vecino, allí se pasaba el día escuchándola$ +a voz de su madre %amás parecía fatigarse$ El se racionaba el bocadillo de mantequilla que ella le había preparado para el almuerzo daba sorbos de agua sucia de una lata o1idada de sopa que tenía guardada dentro de la ca%a torácica del gato$ +e gustaba fingir que era caldo de ternera con verduras o de pollo, pero por mucho que lo intentara siempre le sabía a barro$ (aría cualquier cosa por haber comprado algo de sopa la 7ltima vez que fue a la tienda$ El recuerdo de aquella vie%a lata hizo que le volviera a entrar hambre$ =e pas& varias horas cantando, con su vozarr&n retumbando por las habitaciones la cara ruborizada sudorosa por el esfuerzo$ +uego, %usto antes de las nueve, la casera se puso a golpear furiosamente con el mango de una escoba el techo del piso de aba%o$ El estaba en mitad de una versi&n vehemente de C!n'ard 3hristian =oldiersD$ En cualquier otro momento no habría hecho caso de la vie%a, pero ho su voz se entrecort& hasta detenerse$ Estaba de humor para pasar a otras cosas$ Aunque si ella no subía pronto la puta calefacci&n, iba a empezar a no de%arla dormir hasta la medianoche$ 9o le costaba aguantar el frío, pero los temblores las que%as continuas de =and le estaban poniendo los nervios de punta$ (e vuelta a la cocina, sac& una linterna del ca%&n de las cucharas se asegur& de que la puerta estuviera cerrada con llave$ +uego fue a cerrar todas las cortinas termin& en el dormitorio$ =e puso de rodillas sac& una ca%a de zapatos de deba%o de la cama$ +lev& la ca%a a la sala de estar, apag& todas las luces se apoltron& a oscuras en el sofá$ +as ventanas no cerraban bien de%aban entrar aire frío, de manera que se ech& la manta de =and sobre los hombros$ 3on la ca%a en el regazo, cerr& los o%os meti& la mano por deba%o de la tapa de cart&n$ (entro había más de doscientas fotos, pero solamente sac& una$ 6rot& lentamente el
papel satinado con el pulgar, intentando adivinar qu) imagen sería, algo que solía hacer para prolongar el momento$ (espu)s de hacer su con%etura, abri& los o%os encendi& la linterna solamente un segundo$ 3lic, clic$ Un pequeñísimo vislumbre de%& la foto a un lado$ Bolvi& a cerrar los o%os a sacar otra foto$ 3lic, clic$ Espaldas desnudas, agu%eros ensangrentados =and con las piernas abiertas$ A veces recorría la ca%a entera sin adivinar correctamente ni una sola de las fotos$ En un momento dado le pareci& oír algo, el ruido de una portezuela de coche unos pasos en la escalera de atrás$ =e levant& fue de puntillas de una habitaci&n a otra, echando vistazos por las ventanas$ *or fin comprob& la puerta regres& al sofá$ El tiempo parecía cambiar de velocidad, acelerarse ralentizarse moverse de un lado a otro como un sueño absurdo que no lo abandonaba nunca$ *rimero estaba plantado en un campo de so%a fangoso a las afueras de
8*ues he limpiado la nevera he cantado unas cuantas canciones$ 89o habrás vuelto a cabrear a la vie%a, ?verdad 8Es broma 8di%o )l8$ :engo unas fotos nuevas que enseñarte$ 8?(e cuál 8pregunt& ella$ 8(e aquel que llevaba el pañuelo atado a la cabeza$ an quedado bastante bien$ 8Esta noche no 8di%o ella8$a no me iría a dormir$ 8 +uego le pas& la mitad de las monedas$ El las recogi& con la mano las meti& en una lata de caf) que guardaba deba%o del fregadero$ =iempre estaban ahorrando para el pr&1imo coche decr)pito, para el pr&1imo carrete de película, para el pr&1imo via%e$ Abri& la 7ltima cerveza se la sirvi& a ella en un vaso$ +uego se le puso enfrente de rodillas, le quit& los zapatos se puso a frotarle los pies para aliviarles la fatiga del traba%o$ 89o tendría que haberte dicho nada ho de tu m)dico de las narices 8di%o )l8$ *uedes ver lo que te apetezca$ 8Es un simple pasatiempo, cielo 8di%o =and8$ 5e distrae, a sabes$ 8El asinti& con la cabeza le masa%e& suavemente las plantas blandas de los pies con los dedos8$ Ahí, ahí 8di%o ella, estirando las piernas$ +uego, despu)s de que ella se terminara la cerveza fumara un 7ltimo cigarrillo, cogi& en brazos su cuerpo flaco la llev& en volandas entre risitas por el pasillo hasta el dormitorio$ acía semanas que no la oía reírse$ Esa noche le iba a dar calor, era lo menos que podía hacer por ella$ Eran casi las cuatro de la mañana de alguna manera, con mucha suerte pocos pesares, habían llegado al final de otro largo día de invierno$
MJ Al cabo de unos días, 3arl llev& a =and al traba%o en coche le di%o que necesitaba salir un poco del apartamento$ +a noche antes habían caído varios dedos de nieve aquella mañana el sol había conseguido traspasar por fin el grueso banco gris de nubes que se había pasado las 7ltimas semanas suspendido encima de !hio como una maldici&n sombría e implacable$ Ahora mismo en 5eade no había nada, ni siquiera la chimenea de la fábrica de papel, que no fuera blanco resplandeciente$ 8?@uieres entrar un momento 8le pregunt& ella cuando )l par& el coche delante del :ecumseh8$ :e invito a una cerveza$ 3arl ech& un vistazo a los coches que había en el aparcamiento cubierto de nieve sucia$ +e sorprendía que estuviera tan atestado en mitad del día$ +levaba tanto tiempo recluido en el apartamento que no le parecía que pudiera tolerar a tanta gente en su primera incursi&n en el mundo real desde antes de 9avidad$ 89o, creo que paso 8di%o )l8$ =upongo que me dar) una vuelta con el coche a está$ 2ntentar) volver a casa antes de que se haga oscuro$ 83omo t7 quieras 8di%o ella, abriendo la portezuela8$ *ero no te olvides de venir a recogerme esta noche$ En cuanto ella entr&, 3arl se volvi& directo al apartamento de Watt =treet$ =e sent& a mirar por la ventana de la cocina hasta que el sol se puso por fi volvi& al coche$ 5eti& la cámara en la guantera la pistola deba%o del asiento$ +levaba el dep&sito de la ranchera hasta la mitad cinco d&lares en la billetera que había cogido del frasco del dinero de los via%es$ =e prometi& a sí mismo que no iba a hacer nada, solamente dar una vueltecita por el pueblo fingir$ A veces, sin embargo, desearía no haber inventado nunca aquellas malditas reglas$ que su hermano iba a terminar en la cárcel si no de%aba de andar con tipos como :ater 4ro'n 4obo 5c(aniels$ 8? esos qui)nes coño son 8le había preguntado )l$
Estaba sentado a la mesa de la cocina, desenvolviendo una de las hamburguesas con queso que ella le había traído del traba%o$ Alguien le había dado un bocado a una esquina de la hamburguesa$ El sac& la cebolla troceada raspando con la nava%a$ 8=on quienes lo dirigen todo desde 3ircleville hasta *ortsmouth 8le cont& ella8$ 4ueno, todo lo que es ilegal$ 8a 8di%o 3ari8$ ? c&mo es que t7 sabes eso 8Ella siempre estaba volviendo a casa con alguna trola que le había endilgado alg7n borracho$ +a semana anterior, sin ir más le%os, había estado hablando con alguien que tenía informaci&n confidencial sobre el asesinato de "enned$ A veces a 3arl le ponía furioso que ella fuera tan cr)dula, aunque al mismo tiempo sabía que seguramente era una de las razones de que llevaran tanto tiempo %untos$ 84ueno, pues porque ho ha entrado un tipo en el bar %usto despu)s de que 8? d&nde traba%as, 3ari El daría lo que fuera por verlo metido hasta el cuello en alg7n aprieto del que no pudiera salir enseñando aquella insignia de los co%ones$ 5ás adelante vio a dos chavales de
unos quince o diecis)is años que caminaban lentamente por la acera$ *ar& a su lado, detuvo el motor ba%& la ventanilla para llenarse los pulmones de aire frío$ 5ir& c&mo se separaban al final de la manzana uno se iba para el este otro para el oeste$ 4a%& la ventanilla del lado del pasa%ero arranc& otra vezG lleg& hasta la señal de stop gir& a la derecha$ 8Eh 8di%o 3ari, mientras paraba %unto a aquel chico flacucho, que llevaba una chaqueta azul marino con la inscripci&n C5eade igh =choolD cosida a la espalda en letras blancas8$ ?@uieres que te lleve El chico se detuvo mir& al tipo que iba al volante de aquella ranchera desastrada$ +a luz de la farola le hacía relucir la cara sudorosa$ Una barba castaña de tres días le cubría el cuello los carrillos rechonchos$ :enía unos o%illos negros crueles, como de roedor$ 8?3&mo dice 8pregunt& el chico$ 8Esto dando una vuelta 8di%o 3ari8$ A lo me%or podemos ir %untos a beber una cerveza$ 8:rag& saliva se detuvo a sí mismo antes de ponerse a rogar$ El chaval solt& una risilla$ 8:e equivocas de persona, amigo 8le di%o8$ o no so de esos$ 8 ech& a andar otra vez, ahora más deprisa$ 8*ues te vas a la puta mierda 8di%o 3arl entre dientes$ =e sent& en el coche mir& c&mo el chaval desaparecía en una casa que había a pocas puertas de distancia$ Aunque se había quedado un poco decepcionado, principalmente sentía alivio$ =abía que si hubiera tenido a aquel niñato de mierda en el coche no se habría podido refrenar$ 3asi podía imaginarse a aquel cabroncete tirado en la nieve con las tripas fuera$ Un día, pens&, iba a tener que hacer una escena invernal$ Bolvi& al White 3o' (iner vio que 4odec#er a no estaba$ Aparc& el coche entr&G se sent& a la barra pidi& una taza de caf)$ :odavía le temblaban las manos$ 8
89o 8di%o 3ari, dando un sorbo de caf) sacando una de sus pichas de perro8$ Esto de paso, vengo de 3alifornia$ 8+uego frunci& el ceño se qued& mirando el puro$ 9o estaba seguro de por qu) había dicho aquello, a menos que simplemente hubiera querido impresionar a la chica$ 9ormalmente, la sola menci&n de aquel estado le revolvía las tripas$ =e habían mudado allí unas pocas semanas despu)s de casarse$ 3arl había pensado que allí podría triunfar haciendo fotos de estrellas de cine gente famosa, de paso conseguirle traba%o a =and de modelo, pero habían terminado arruinados pasando hambre, al final )l había vendido a su mu%er a dos hombres a los que había conocido delante de una agencia pirata de actores que querían hacer una película guarra$ Al principio ella se había negado, pero aquella noche, despu)s de que la doblegara con vod#a promesas, los dos se habían adentrado con su coche destartalado en la niebla de las colinas de oll'ood hasta llegar a una casita pequeña oscura que tenía las ventanas tapadas con papel de peri&dico$ 8Esta puede ser nuestra gran oportunidad 8le di%o 3arl a su mu%er mientras la llevaba a la puerta8$ *ara hacer contactos$ Además de los dos hombres con los que había hecho el trato, allí había siete u ocho más, de pie a los lados de la sala de estar, que estaba pintada de color amarillo lim&n vacía salvo por una cámara de cine montada en un trípode una cama doble cubierta de sábanas arrugadas$ Un hombre le dio una copa a 3arl otro le pidi& a =and con voz amable que se desnudara$ Un par de ellos se dedicaron a hacerle fotografías mientras ella se quitaba la ropa$ 9adie di%o nada$ *or fin alguien dio una palmada se abri& la puerta del cuarto de baño$ Un enano con la cabeza afeitada desproporcionada en relaci&n a su cuerpo hizo entrar en la sala a un hombre alto de aspecto aturdido$ El enano llevaba unos bonitos pantalones de tela con los ba%os enrollados medio palmo por encima de unos zapatos italianos de puntera estrecha camisa ha'aiana, pero el grandull&n estaba completamente desnudo, entre las piernas morenas musculosas le colgaba un pene largo, recubierto de venas azules más ancho que una taza de caf)$ 3uando ella vio que el enano sonriente desenganchaba la correa del collar de perro que el hombret&n llevaba en el cuello, =and ba%& de la cama se puso a intentar recoger fren)ticamente su ropa$ 3arl se puso de pie di%o> 8+o siento, muchachos, la señorita ha cambiado de opini&n$ 8=acad de aquí a ese gilipollas 8gruñ& el que estaba detrás de la cámara$ Antes de que 3arl pudiera hacer nada, tres hombres a lo habían sacado a rastras por la puerta lo habían metido en el coche8$ 3omo no te quedes quieto aquí, tu chica va a salir mu mal parada 8 le di%o uno de ellos$ El se dedic& a chupetear su puro, a mirar c&mo las sombras se movían de un lado para otro por detrás de las ventanas empapeladas a intentar convencerse a sí mismo de que no iba a pasar nada malo$ Al fin al cabo, aquello era la industria del cine, no podía ocurrir ninguna desgracia
demasiado grande$ (os horas más tarde se abri& la puerta principal los mismos tres hombres tra%eron a =and hasta el coche la tiraron al asiento de atrás$ Uno de ellos se acerc& a la ventanilla del conductor le dio veinte d&lares a 3ari$ 8Esto no está bien 8di%o 3ari8$ abíamos acordado doscientos$ 8?(oscientos no intentes traerla otra vez$ 9o tiene lo que ha que tener para este negocio$ A la mañana siguiente, 3arl sali& se compr& una =mith V Wesson del N de aspecto vetusto en una casa de empeños con los veinte d&lares que le había dado el tipo de la peli porno$ 8?3&mo s) o que este trasto funciona 8le pregunt& al prestamista$ 8Ben conmigo 8le di%o el tipo$ =e llev& a 3arl a un cuarto trasero le peg& dos tiros a un barril lleno de serrín revistas vie%as8$ Este modelo de%aron de fabricarlo en -.H o por ahí, pero sigue siendo una pistola de narices$ =e volvi& al 4lue =tar 5otel, donde =and estaba sumergida en una bañera de agua caliente sulfato de magnesio$ +e enseñ& la pistola le %ur& que se iba a cargar a los dos cabrones que les habían tendido la trampaG lo que hizo, en cambio, fue ba%ar a la calle pasarse el resto del día sentado en un banco del parque pensando en suicidarse$ Aquel día algo se le rompi& por dentro$ *or primera vez pudo ver que su vida entera era un absurdo$ +o 7nico que sabía hacer era mane%ar una cámara, pero ?a qui)n le hacía falta otro gordo que se estaba quedando calvo que hacía fotos de beb)s llorones de cara ro%a, de zorras con el vestido del baile de graduaci&n de matrimonios de caras l7gubres que celebraban sus veinticinco años de amargura 3uando regres& a su cuarto aquella noche, ella a estaba
dormida$ =e volvieron a !hio la tarde siguiente$ 3arl conducía =and iba sentada en las almohadas que habían robado de la habitaci&n del motel$ El descubri& que le costaba mirarla a los o%os, apenas se dirigieron dos palabras mientras cruzaban el desierto llegaban a 3olorado$ 5ientras empezaban a subir las 5ontañas Rocosas, la hemorragia por fin se detuvo ella le di%o que prefería conducir en lugar de quedarse allí sentada acordándose de c&mo la violaba el esclavo drogado de aquel enano mientras todos aquellos hombres se burlaban de ella$ 9ada más sentarse al volante, encendi& un cigarrillo puso la radio$ Al cabo de un par de horas, recogieron a un hombre que olía a ginebra estaba haciendo autoestop para volver a casa de su madre, en !maha$ El hombre les cont& que lo había perdido todo, incluendo su coche, en una casa de putas 8una simple caravana, en realidad, donde tres tipas hacían turnos, una tía sus dos sobrinas8 en el desierto al norte de Reno$ 8+as mu%eres 8di%o el hombre8$ Ese ha sido siempre mi problema$ 8?@u) pasa, que se adueña de ti una especie de enfermedad 8di%o 3ari$ 83olega, hablas como un m)dico de la cabeza con el que me hicieron hablar una vez$ 8=e pasaron unos minutos en silencio por fin el hombre se inclin& pas& los brazos despreocupadamente por encima del asiento delantero$ +es ofreci& bebida de una petaca que llevaba, pero ninguno de los dos estaba de humor para correrse una %uerga$ 3arl abri& la guantera para sacar la cámara$ =e le había ocurrido que podía tomar unas fotos del paisa%e$ :enía mucha pinta de que no iba a volver a ver nunca aquellas montañas$ 8?Esta es tu mu%er 8le pregunt& el tipo, despu)s de que )l se acomodara otra vez en su asiento$ 8=í 8di%o 3ari$ 85ira lo que te digo, colega$ 9o s) cuál es vuestra situaci&n, pero te do veinte pavos si me de%as echarle un polvo rápido$ =i te so sincero, creo que no me puedo aguantar hasta !maha$ 8=e acab& 8 di%o =and$ *is& el freno puso el intermitente8$ a esto hasta el gorro de cabrones como t7$ 3arl ech& un vistazo a la pistola que tenía en la guantera, medio escondida deba%o de un mapa$ =e gir& mir& al hombre, que iba bien vestido, tenía el pelo negro, tez cetrina p&mulos marcados$ 3on el olor a ginebra se mezclaba un vago aroma a colonia$ 8*ensaba que habías perdido todo tu dinero$ 8 lo perdí, todo lo que tenía, pero cuando llegu) a +as Begas llam) a mi madre$
Esta vez a no me quiso comprar otro coche, pero sí que me mand& un puñado de d&lares para llegar a casa$ 3on esas cosas se porta bien$ 8? cincuenta pavos 8di%o 3ari8$ ?:ienes cincuenta 8P3ariK 8chill& =and$ Estaba a punto de decirle que tambi)n podía ba%arse del coche cagando hostias cuando vio que sacaba la pistola de la guantera$ (evolvi& la vista a la carretera aceler& hasta volver a coger velocidad de autopista$ 8*ues no lo s), colega 8di%o el hombre, rascándose la barbilla8$ :enerlos los tengo, pero por cincuenta pavos quiero fuegos artificiales, ?me entiendes, no ?:e importa añadirle algunos e1tras 83laro, los que t7 quieras 8di%o 3ari, con la boca secándosele mientras el coraz&n se le aceleraba8$ +o que pasa es que tenemos que encontrar un sitio recogido donde parar$ 85eti& barriga se desliz& la pistola dentro de los pantalones$ Al cabo de una semana, cuando por fin reuni& las agallas para revelar las fotografías que había sacado, a 3arl le bast& con echarles un vistazo para saber, con una certidumbre que no había sentido %amás, que el inicio de la obra de su vida lo estaba mirando desde aquella cubeta de líquido fi%ador$ Aunque le dolía ver una vez más a =and rodeando con los brazos el cuello de aquel putero e1perimentando su primer orgasmo de verdad, supo que a nunca iba a poder parar$ la humillaci&n que había e1perimentado en 3alifornia$$$ 8? qu) haces por aquí 8=o fot&grafo$ *rincipalmente de estrellas de cine$ 8?En serio ?+e has hecho alguna foto a :ab unter 8*ues la verdad es que no 8di%o 3ari8, pero seguro que da gusto traba%ar con )l$
M0 Al cabo de unos días, 3arl a era un habitual del White 3o'$ Resultaba agradable estar rodeado de gente despu)s de haberse pasado casi todo el invierno encerrado en el apartamento$ 3uando la camarera le pregunt& cuándo se volvía para 3alifornia, )l le contest& que había decidido quedarse allí una temporada tomarse un respiro del coñazo de
oll'ood$ Una noche estaba sentado a la barra cuando un par de hombres con pinta de sesentones llegaron a bordo de un El (orado negro reluciente$ Aparcaron a un par o tres de metros de la puerta principal entraron pavoneándose$ Uno de ellos llevaba un atuendo de vaquero decorado con lente%uelas centelleantes$ :enía la panza cervecera constreñida por una hebilla de cintur&n diseñada para parecer un Winchester caminaba con las piernas arqueadas, como si acabara de apearse de un caballo asombrosamente ancho, pens& 3ari, o bien como si tuviera un pepino escondido dentro del culo$ El otro llevaba un tra%e azul marino, con la pechera decorada con diversas insignias cintas patri&ticas, una gorra cuadrada de la Asociaci&n de Beteranos de ;uerras en el E1tran%ero torcida en un ángulo desenfadado$ +os dos tenían las caras ruborizadas por el alcohol de alta gradaci&n la arrogancia$ 3arl reconoci& al vaquero por los peri&dicos> era un bocazas republicano del auntamiento, que en los plenos mensuales siempre se estaba que%ando de las escenas se1uales degeneradas e1plícitas que tenían lugar en el parque municipal de 5eade$ Aunque 3arl había pasado por allí un centenar de veces de noche, lo más picante que había visto nunca era una pare%a de adolescentes desgarbados intentando besarse ante el pequeño monumento conmemorativo de la segunda guerra mundial$ +os dos hombres se sentaron en un reservado pidieron caf)$ (espu)s de que la camarera los sirviera, se pusieron a hablar de un hombre de pelo largo al que habían visto caminando por la acera mientras volvían de la American +egi&n$ 89unca pens) que vería nada parecido por aquí 8di%o el tipo del tra%e$ 8 esp)rate 8di%o el vaquero8$ 3omo alguien no haga algo, dentro de un par de años tendremos más que pulgas en el culo de un burro$ 8(io un sorbo de caf)8$ o tengo una sobrina que vive en 9ueva or# su novio es igual que una chica, con una media melena que le tapa las ore%as$ o no paro de decirle que me lo mande o se lo arreglo, pero ella no quiere$ (ice que sería demasiado duro con )l$ 4a%aron un poco la voz, pero 3arl todavía pudo oírlos hablar de c&mo antes colgaban a los negros de c&mo habría que empezar otra vez con los linchamientos, por mucho que fuera un traba%o duro, pero esta vez con los melenudos$ 8Unas cuantas corbatas en esos cuellos mugrientos 8 di%o el vaquero8$ Así se espabilan, hostia$ *or lo menos evitaríamos que vinieran por aquí$ 3arl olía la loci&n para el afeitado de aquellos tipos desde la otra punta de la cafetería$ =e qued& mirando el cuenco del az7car que tenía delante sobre la barra trat& de imaginarse sus vidas, los pasos irrevocables que habrían dado para llegar adonde estaban en aquella noche fría oscura de 5eade, !hio$ la sensaci&n que e1periment& fue el)ctrica, una conciencia del poco tiempo que llevaba en el mundo de lo que había hecho con ese tiempo, de aquellos dos vie%os cabrones la relaci&n que tenían con todo$ Era la misma sensaci&n que e1perimentaba con los modelos$ Ellos habían elegido un traecto o una direcci&n en detrimento de otros, de esa manera habían terminado en el coche de )l de =and$
?Acaso podía e1plicarlo 9o, no podía e1plicarlo, pero estaba más claro que el agua que podía sentirlo$ CEl misterioD, 3arl solamente podía denominarlo así$ =abía que al día siguiente a nunca significaba nada$ +a sensaci&n desaparecía hasta la pr&1ima vez$ +uego o& correr el agua en el fregadero de la cocina, la imagen nítida de cierta tumba inundada que había cavado durante una noche repleta de estrellas emergi& a la superficie de su memoria$ +a había cavado en un sitio anegado, una media luna, alta en el cielo tan blanca como la nieve reci)n caída, se había mecido sobre el agua acumulada en el fondo del hooG )l no había visto nunca nada tan hermoso$ Ahora intent& retener aquella imagen, puesto que llevaba una buena temporada sin acordarse de ella, pero las voces de los vie%os volvieron a infiltrarse a trastornar su paz$ Empez& a dolerle un poco la cabeza le pidi& a la %oven camarera una de las aspirinas que sabía que llevaba siempre en el bolso$ Ella le había confesado una noche que le gustaba filmárselas, machacarlas meter el polvo dentro de un cigarrillo$ (roga de pueblerinos, había pensado 3ari, se había tenido que contener para no reírse en la cara de aquella pobre chica idiota$ Ahora ella le dio dos tabletas guiñándole el o%o, (ios mío, como si le estuviera pasando un chute de morfina o algo parecido$ +e devolvi& una sonrisa volvi& a pensar en llevársela para un traecto de prueba, ver c&mo un autoestopista se lo pasaba bomba con ella mientras )l les hacía unas fotos le aseguraba a la mu tonta que era así como empezaban todas las modelos$ Estaba claro que se lo tragaría$ +e había contado algunas historias bastante subidas de tono, ella a no se hacía la escandalizada$ *or fin se trag& las aspirinas se dio un poco la vuelta en su taburete para poder oír me%or a los dos hombres$ 8+os dem&cratas van a ser la ruina de este país 8di%o el vaquero8$ +o que tenemos que hacer, 4us, es montar nuestro propio e%)rcito$ 5atar a unos cuantos así se lo hacemos entender al resto$ 8?Ahora hablas de los dem&cratas o de los melenudos, <$ R$ 84ueno, podemos empezar con los nenazas 8di%o el vaquero8$ ?:e acuerdas de aquel puto loco al que cogieron en la carretera con un pollo encallado en sus partes 4us, o te aseguro que los melenudos van a ser diez veces peor que eso$ 3arl dio un sorbo de caf) escuch& mientras los dos fantaseaban con montar una milicia privada$ =ería su contribuci&n final al país antes de morir$ =i hacía falta, estarían encantados de sacrificarse$ Era su deber como ciudadanos$ +uego 3arl o& que uno de ellos decía> 8?:7 qu) coño estás mirando Ahora los dos lo estaban observando$ 89ada 8di%o 3ari8$ Esto bebi)ndome mi caf)$
El vaquero le guiñ& un o%o al del tra%e le di%o> 8?A ti qu) te parece, chaval ?:e caen bien los melenudos 8*ues no lo s) 8di%o 3ari$ 83oño, <$ R$, lo más seguro es que tenga a uno en casa esperándolo 8brome& el del tra%e$ 8=í, no tiene agallas para lo que nosotros necesitamos 8di%o el vaquero, volvi)ndose a su caf)8$
rieron$ 3arl volvi& a darse la vuelta$ 9o se le había ocurrido nunca$ Una mascota$ :ener una en casa no era posible ahora mismo, pero tal vez alg7n día$ C?+o vesD, se di%o a sí mismo> siempre había algo nuevo emocionante en perspectiva, incluso en esta vida$ =alvo en las semanas que pasaban de cacería, siempre le costaba ser optimista, pero luego pasaba algo que le recordaba que no todo era una mierda$ *or supuesto, para plantearse el mero hecho de convertir a un modelo en algo parecido a una mascota, tendrían que mudarse al campo, buscar una casa en alg7n sitio perdido$ +es haría falta un s&tano, o por lo menos alguna clase de edificaci&n que estuviera cerca de la casa, un cobertizo o un granero$ :al vez hasta pudiera acabar adiestrando a la mascota para que hiciera todo lo que )l quisiera, aunque al mismo tiempo que se lo planteaba dud& que pudiera tener la paciencia necesaria$ a le costaba bastante tener controlada a =and$
MN 4odec#er entr& en el :ecumseh una tarde de finales de febrero, %usto despu)s de que =and empezara su turno, se pidi& una 3ocaT3ola$ En el bar no había nadie más$ Ella se la sirvi& sin decir palabra luego se volvi& para el fregadero de detrás de la barra donde estaba lavando %arras sucias de cerveza vasos de chupito que habían quedado de la noche anterior$ Ll se fi%& en las o%eras que tenía su hermana en todas las canas que le habían salido$ 9o parecía que llegara a los cuarenta cinco #ilos, a %uzgar por lo grandes que le venían los vaqueros$ +e echaba la culpa a 3arl de lo ave%entada que estaba$ A 4odec#er le daba asco pensar que aquel hi%o de puta vivía de ella como un parásito$ Aunque hacía años que no se podía decir que )l =and se llevaran bien, seguía siendo su hermana$ abía cumplido veinticuatro hacía poco, cinco años menos que )l$ =i la veías ho, no le echabas menos de cuarenta$ +ee se traslad& a un taburete al final de la barra desde donde pudiera vigilar la puerta$ A partir de la noche en que había tenido que entrar en el bar a recoger aquel sobre con dinero 8la idiotez más descomunal que :ater 4ro'n le había obligado a hacer nunca, se lo había de%ado claro al mu cabr&n8, =and apenas le hablaba$ +e agobiaba, por lo menos un poco cuando se detenía a pensarlo, que su hermana pensara mal de )l$ =ospechaba que ella seguía cabreada por el pollo que le había montado porque hiciera de puta en la parte de atrás de aquel antro infecto$ Ahora se volvi& para mirarla$ El local estaba muerto no se oía más ruido que el de los vasos tintineando en el agua cada vez que ella recogía uno para lavarlo$ A la mierda, pens&$ se puso a hablar, mencionando de entrada que 7ltimamente 3arl se pasaba mucho tiempo charlando con una camarera %oven del White 3o' mientras ella estaba allí encerrada sirviendo copas para
pagar las facturas$ =and de%& el vaso en el escurridor de plástico se sec& las manos mientras se preguntaba qu) podía contestar$ Qltimamente 3arl la había estado llevando en coche al traba%o un mont&n, pero aquello no era asunto de +ee$ ? qu) iba a hacer su marido con una chica A 3arl a solamente se le ponía dura cuando miraba las fotografías$ 8? qu) 8di%o ella por fin8$ =e siente solo$ 8=í, tambi)n miente como un bellaco 8di%o 4odec#er$ +a otra noche había visto la ranchera negra de =and estacionada frente al White 3o'$ abía aparcado en la acera de delante había mirado c&mo su cuñado le daba a la lengua con aquella camarera flaca$ (aba la impresi&n de que se lo estaban pasando bien %untos, de manera que le entr& la curiosidad$ (espu)s de que 3arl se marchara, 4odec#er entr&, se sent& a la barra pidi& un caf)$ 8Ese tipo que se acaba de marchar 8di%o8$ 9o sabrás c&mo se llama, ?verdad 8?:e refieres a 4ill 8?4ill, eh 8di%o 4odec#er, intentando no sonreír8$ ?Es amigo tuo 89o s) 8di%o ella8$ 9os llevamos bien$ 4odec#er se sac& un pequeño cuaderno un lápiz del bolsillo de la camisa fingi& que apuntaba algo$ 8()%ate de trolas cu)ntame lo que sepas de )l$ 8?Esto metida en alg7n lío 8pregunt& ella$ =e meti& un mech&n de pelo en la boca se puso a moverse nerviosamente de un lado para otro$ 8=i hablas, no$ (espu)s de escuchar a la chica repetir algunas de las historias de 3ari, 4odec#er se mir& el relo% de pulsera se puso de pie$ 8(e momento a me vale 8di%o, guardándose el cuaderno en el bolsillo8$ 5e da la impresi&n de que no es el que buscamos$ 8=e qued& pensando un momento mir& a la chica$ :odavía estaba mordisqueándose el pelo8$ ?3uántos años tienes 8le di%o$ 8(iecis)is$ 8Ese 4ill nunca te habrá pedido que poses para sus fotos, ?verdad A la chica se le puso la cara ro%a$
89o 8di%o ella$ 8En cuanto empiece a hablarte de esa clase de cosas t7 me llamas, ?de acuerdo 8 =i no hubiera sido 3arl el que intentaba follarse a aquella chavala, a )l le habría traído sin cuidado$ *ero aquel cabronazo había llevado a su hermana a la ruina, 4odec#er no conseguía olvidarlo, por mucho que se di%era a sí mismo que no era asunto suo$ Era algo que le comía por dentro, como un cáncer$ +o me%or que podía hacer ahora mismo era contarle a =and lo que estaba pasando con aquella niñata de camarera$ Alg7n día, sin embargo, quería hac)rselas pagar a 3arl todas %untas$ 9o tenía por qu) ser mu difícil, pens&G no sería mu distinto de castrar a un puerco$ (espu)s de interrogar a la chica se march& de la cafetería condu%o hacia el parque estatal que había %unto a la prisi&n, adonde :ater 4ro'n tenía que llevarle su dinero$ =u secretario farfull& algo por la radio sobre un atropello con fuga en la untington *i#e, 4odec#er estir& el brazo para ba%ar el volumen$ Unos días atrás había hecho otro traba%o para :ater había usado su insignia para sacar a un tipo llamado 3oonrod de una vie%a cabaña donde estaba escondido en la vega del *aint 3ree#$ Esposado en el asiento de atrás, el tipo cre& que el sheriff lo estaba llevando a la comisaría para interrogarlo hasta que el coche patrulla se detuvo en la carretera de grava que había en lo alto de Reub ill$ 4odec#er no di%o palabra> se limit& a sacarlo del coche tirando de las pulseras metálicas a arrastrarlo durante un centenar de metros hasta adentrarse en el bosque$ 5ientras 3oonrod pasaba de gritar que tenía derechos a suplicar piedad, 4odec#er se le puso detrás le peg& un tiro en la nuca$ Ahora :ater le debía cinco mil d&lares, mil más de los que el sheriff le había cobrado la primera vez$ Aquel sádico de mierda le había pegado una paliza a una de las me%ores putas que traba%aban en el piso de arriba del club de striptease de :ater había intentado e1traerle el 7tero con un desatascador de retretes$ El gángster había tenido que pagarle trescientos d&lares más al hospital para que le volvieran a meter todo dentro a la tipa$ Al final el 7nico que había salido ganando con el trato era 4odec#er$ Ahora =and suspir& di%o> 8A ver, +ee, ?de qu) co%ones me estás hablando 4odec#er se llev& el vaso a los labios se puso a mascar hielo$ 84ueno, de acuerdo con esa chica, tu marido se llama 4ill es un fot&grafo de gran )1ito de 3alifornia$ +e ha contado que es mu amigo de unas cuantas estrellas de cine$ =and se volvi& al fregadero meti& unos cuantos vasos sucios más en el agua tibia$ 8+o más seguro es que le estuviera tomando el pelo a está$ A veces a 3arl le gusta engañar a la gente para echarse unas risas, solamente para ver c&mo reaccionan$
84ueno, por lo que o he visto, la otra está reaccionando bastante bien$ :engo que decir que nunca me había imaginado que ese gordo de mierda fuera bueno para estas cosas$ =and tir& su trapo de secar se dio la vuelta$ 8?@u) coño estás haciendo ?Espiarlo 8Eh, no te quería molestar ni nada 8di%o 4odec#er8$ *ens) que querrías saberlo$ 8A ti 3arl nunca te ha caído bien 8di%o ella$ 8ostia puta, =and, si te ha estado puteando$ Ella puso los o%os en blanco$ 83omo si t7 no hicieras nada malo$ 4odec#er se puso las gafas de sol se oblig& a sonreír, enseñándole los dientes blancos enormes a =and$ 8*ero aquí la autoridad so o, chica$ a verás que eso es lo que importa$ :ir& un billete de cinco d&lares sobre la barra, sali& del local se meti& en el coche patrulla$ =e pas& unos minutos allí sentado, mirando a trav)s del parabrisas en direcci&n a las caravanas destartaladas de *aradise Acres, el poblado de autocaravanas que había al lado del bar$ +uego reclin& la cabeza en el asiento$ a hacía una semana nadie había denunciado la desaparici&n del cabr&n del desatascador$ =e le ocurri& que le podía comprar un coche nuevo a 3harlotte con una parte del dinero$ =e moría de ganas de cerrar los o%os unos minutos, pero en los tiempos que corrían no era buena idea quedarse dormido al descubierto$ 3ada vez estaban todos más hasta el cuello de mierda$ =e preguntaba cuánto tiempo pasaría antes de que le tocara matar a :ater o, a puestos a pensar, antes de que alg7n hi%o de puta decidiera cargárselo a )l$
M. Un domingo por la mañana, 3arl le hizo a =and unos panqueques, que eran su
comida favorita$ +a noche antes había llegado a casa borracha con una de sus depresiones$ 3ada vez que se empantanaba con aquellos sentimientos despreciables, )l no podía decirle nada ni tampoco hacer nada para audarla$ :enía que salir adelante por sí misma$ Un par de noches bebiendo lloriqueando volvería a estar como nueva$ A la noche siguiente, o tal vez la otra, se follaría a alguno de sus clientes despu)s de cerrar el bar, a alg7n chaval de campo con pelo cortado a cepillo, mu%er tres o cuatro criaturas mocosas en casa$ El chaval en cuesti&n le diría a =and que o%alá la hubiera conocido antes de casarse con la vaca de su mu%er, que era el me%or polvo de su vida, entonces a todo volvería a ir de perlas hasta la pr&1ima vez que le entrara el ba%&n$ 3arl le de%& una pistola del %unto al plato$ =e la había comprado hacía unos días por diez d&lares a un vie%o al que había conocido en el White 3o'$ El pobre desgraciado tenía miedo de que, si no se deshacía de la pistola, acabaría pegándose un tiro$ =e le había muerto la mu%er el otoño pasado$ El la había tratado mal, lo admitía, hasta cuando ella a estaba en su lecho de muerteG pero ahora se sentía tan solo que no lo podía soportar$ :odo esto se lo cont& a 3arl a la camarera adolescente mientras una nieve helada repicaba con suavidad contra las ventanas de cristal armado de la cafetería el viento zarandeaba el letrero metálico de la calle$ El vie%o llevaba un abrigo largo que olía a humo de leña a Bic#s BapoRub un gorro de lana salpicado de pelusa mu calado$ 5ientras el vie%o se les estaba confesando, a 3arl se le ocurri& que tal vez fuera buena idea que =and tuviera un arma tambi)n cuando estuvieran de cacería, solamente como refuerzo en caso de que algo se saliera de madre$ =e pregunt& por qu) no se le habría ocurrido antes$ Aunque siempre se andaba con cuidado, hasta los me%ores la cagaban a veces$ 3omprar la pistola le había hecho sentirse bien, pensar que se estaba volviendo más listo$ *ara matar a alguien con una pistola del había que pegarle un tiro en el o%o o bien met)rsela directamente en la ore%a, pero aun así era me%or que nada$ Ll le había hecho eso mismo una vez a un universitario, le había metido una pistola en la ore%aG el tipo era un capullo de pelo rizado de *urdue que había soltado una risilla cuando =and le había confesado que antes soñaba con ir a la escuela de belleza, pero que luego había terminado de camarera todo había acabado saliendo tal como era de esperar$ (espu)s de atar al chaval, 3arl le había encontrado un libro en el bolsillo de la chaqueta, *oemas de
hacerse daño$ El se la habría podido follar aquella misma noche en el asiento de atrás de la ranchera si hubiera querido, a %uzgar por la forma en que ella no paraba de decirle lo maravilloso que era$ acía unos años no le habría perdonado un polvo a aquella zorra, pero 7ltimamente aquella clase de líos no lo atraían demasiado$ 8?@u) es esto 8di%o =and cuando vio la pistola al lado de su plato$ 8Es por si acaso algo sale mal alguna vez$ Ella neg& con la cabeza empu%& la pistola de vuelta a su lado de la mesa$ 8Ese es tu traba%o, asegurarte de que eso no pase nunca$ 8=olamente te digo$$$ 8Escucha, si a no tienes pelotas para hacerlo, dilo$
gente le encanta que les hagas fotos$ 3omo les apuntes con una cámara, los mu capullos son capaces de hacer casi cualquier cosa$D 3arl nunca se olvidaría de la primera vez que había visto el cuerpo desnudo de su madre, en una de las fotos de +ndon, atada a la cama con cables el)ctricos con la cabeza tapada con una ca%a de cart&n que tenía agu%eros para los o%os$ *ese a todo, cuando no bebía, +ndon era un hombre más o menos decente$ +uego 3arl lo estrope& todo al comerse una loncha del %am&n bueno que el hombre guardaba en su nevera para las noches en que se quedaba a dormir$ =u madre tampoco le perdon& nunca aquello$
I En cuanto !hio empez& a reverdecer a templarse, 3arl se puso a organizar concienzudamente su pr&1imo via%e$ Esta vez planeaba ir al sur darle un descanso al interior$ =e pasaba las noches estudiando su mapa de carreteras> ;eorgia, :ennessee, Birginia las 3arolinas$ (os mil quinientos #il&metros por semana> aquello era lo que siempre habían planeado$ Aunque normalmente se cambiaban de coche por la )poca en que florecían las peonías, había decidido que la ranchera todavía estaba en buen estado para una salida más$ =and a no traía tanto dinero a casa como cuando hacía de puta de forma habitual$ +as gracias había que dárselas a +ee$ Una madrugada de %ueves en que estaban los dos en la cama, =and di%o> 8e estado pensando en esa pistola, 3ari$ A lo me%or tienes raz&n$ Aunque no lo había mencionado para nada, tambi)n había estado pensando mucho en aquella camarera del White 3o'$ 2ncluso había pasado por allí un día, se había pedido un batido v le había echado un buen vistazo a la chica$ (esearía que +ee no le hubiera contado nada$ +o que más le molestaba era el hecho de que la chica le recordaba a sí misma antes de que 3arl entrara en su vida> nerviosa, tímida ansiosa por complacer$ +uego, hacía unas cuantas noches, mientras le ponía una copa a un hombre al que se había follado hacía poco, =and no había podido evitar fi%arse en que el tipo a no le echaba ni un triste vistazo$ 5ientras miraba c&mo el mismo hombre se marchaba al cabo de unos minutos acompañado de una buenaza dentuda que llevaba una chaqueta de piel falsa, se le ocurri& que tal vez 3arl estuviera buscándole una sustituía$ +e dolía pensar que su marido pudiera traicionarla de aquella manera, pero, bien pensado, ?por qu) iba )l a ser distinto a todos los demás cabrones que había conocido 3onfiaba en estar equivocándose, pero a lo me%or no era tan mala idea que tambi)n tuviera un arma$ 3arl no di%o nada$ abía estado mirando el techo con cara l7gubre, deseando que su
casera estuviera muerta$ +e sorprendi& que =and mencionara la pistola despu)s de tanto tiempo, pero tal vez simplemente le había venido un ataque de sentido com7n$ ?@ui)n demonios no querría llevar pistola, haciendo las cosas que hacían =e dio la vuelta se sacudi& su parte de la sábana de encima de sus piernas gordas$ 6uera estaban a quince grados a las tres de la mañana la mu zorra de la vie%a les hacía aguantar el termostato al má1imo$ Estaba convencido de que lo hacía a prop&sito$ El otro día habían tenido bronca por el hecho de que )l cantara de noche$ Ahora se levant& de la cama para abrir la ventana se qued& allí, de%ando que la ligera brisa lo refrescara$ 8?@u) te ha hecho cambiar de opini&n 8le pregunt& por fin$ 8*ues no lo s) 8di%o ella8$ 3omo t7 di%iste, nunca se sabe lo que puede pasar, ?verdad El se qued& escrutando la oscuridad se frot& la cara mal afeitada$ +e daba grima volverse a la cama$ =u lado estaba empapado de sudor$ :al vez podría dormir en el suelo, %unto a la ventana, pens&$ =e inclin& cerca de la tela mosquitera rota respir& hondo varias veces$
sitio por chavales de los que ahora no le gustaba acordarse$ 3on todos ellos había creído que, si se de%aba follar por el siguiente, este la trataría como a su novia tal vez hasta la llevaría a uno de los bailes que se celebraban en el Winter ;arden o en el Armor, pero aquello no había sucedido %amás$ En cuanto se la hincaban, a se olvidaban de ella$ Un par de aquellos tipos incluso se quedaron con sus propinas le hicieron volver a casa andando$ Ahora se asom& a la ventanilla del coche vio tirado en la zan%a del arc)n un cond&n usado e1tendido sobre la boca de una botella de sidra 4oone s 6arm$ +os chavales solían llamar a aquel lugar el 3amino de EntrenamientosG a %uzgar por su pinta, supuso que todavía lo llamaban así$ Ahora que lo pensaba, =and no había estado %amás en un baile$ 8+o vi un día que estaba dando vueltas con el coche 8coment&8$ 5e record& al sitio aquel de 2o'a$ 8?@uieres decir donde el Espantapá%aros 8=í 8di%o 3ari8$ Aquel gilipollas que no paraba con lo de CAquí vengo, 3aliforniaD$ 8Estir& un brazo por delante de ella para abrir la guantera sac& la pistola del una ca%a de cartuchos8$ Benga, a ver qu) tal lo haces$ 3arg& la pistola coloc& unas cuantas latas o1idadas encima de un colch&n mo%ado lleno de manchas$ +uego volvi& para ponerse delante del coche dispar& seis veces desde una distancia de unos siete u ocho metros$ :umb& cuatro de las latas$ (espu)s de enseñarle una vez más a ella c&mo se cargaba el arma, se la dio$ 8+a cabrona se desvía un poco hacia la izquierda 8le di%o8$ *ero no pasa nada$ :7 no intentes apuntar, limítate a señalar igual que haces con el dedo$ +uego coges aire aprietas el gatillo mientras lo sueltas$ =and cogi& la pistola con las dos manos puso el o%o en la mirilla$ +uego cerr& los o%os apret& el gatillo$ 89o los cierres 8le di%o 3ari$ Ella hizo los cinco disparos siguientes tan deprisa como pudo$ =olamente consigui& hacerle varios agu%eros al colch&n$ 84ueno, te estás acercando 8di%o )l$ +e dio la ca%a de cartuchos8$ Esta vez la cargas t7$ 8=ac& un puro lo encendi&$ 3uando por fin le acert& a la lata, solt& un chillidito como si fuera una niña que acabara de encontrar un huevo de *ascua con premio$ 89o está mal 8di%o )l8$ ()%ame ver$
pantalones azules de vestir, camisa blanca zapatos negros lustrados$ +o más seguro era que se hubiera pasado toda la mañana sin poder escaparse de la iglesia, sentado en un banco con la gorda de su mu%er, pens& 3ari$ Ahora a tenía la mente puesta en el pollo frito que se iba a comer en la siesta que iba a echarse si la vie%a arpía se callaba durante unos minutos$ +uego, por la mañana, de vuelta al traba%o, duro$ 3asi le resultaba admirable que alguien fuera capaz de pasarse la vida haciendo aquello$ 8?@ui)n os ha dado permiso para disparar aquí 8 di%o el hombre$ El tono áspero de su voz indicaba que no estaba nada contento$ 89adie$ 83arl mir& a su alrededor se encogi& de hombros8$
direcci&n a =and, que estaba de pie al lado de la ranchera$ =e estaba encendiendo un cigarrillo$ 9o aprobaba que las mu%eres fumaran$ +a maoría de las que había conocido eran lo peor, pero supuso que lo más seguro era que un tipo que se ganaba la vida de fot&grafo tampoco pudiera conseguir nada decente$ 3ostaba imaginar de d&nde habría sacado a aquella$ acía unos años, )l se había encontrado a una mu%er llamada 5ildred 5c(onald en su pocilga, medio desnuda dando caladas a un pitillo$ +e había dicho que estaba esperando a alg7n hombre, con total naturalidad, luego había intentado que aciera con ella sobre la porquería$ =e qued& mirando la pistola que 3arl tenía en la mano se dio cuenta de que todavía tenía el dedo en el gatillo$ 85ás te vale largarte a mismo 8di%o el hombre, apret& el paso para volver a su camioneta$ 8?@u) va a hacer usted 8di%o 3ari8$ ?+lamar al sheriff 8+e ech& una mirada a =and guiñ& el o%o$ El hombre abri& la portezuela meti& el brazo dentro de la cabina$ 8
8 que no os vuelva a pillar por aquí, ?me has entendido bien 8o& 3arl que gritaba el hombre mientras )l se sentaba al volante le daba la pistola a =and$ Ech& un 7ltimo vistazo mientras arrancaba el motor, pero no vio ni una puñetera vaca por ning7n lado$
QUINTA PARTE PREDICADOR
I(e vez en cuando, si las autoridades se ponían demasiado duras o ellos pasaban demasiada hambre, se iban para el interior, le%os de aquel mar que le encantaba a :heodore, para que Ro pudiera encontrar algo de traba%o$ 5ientras Ro se dedicaba a recolectar fruta unos días o unas semanas, :heodore se quedaba todo el día sentado en alguna arboleda solitaria o bien a la sombra de unos matorrales, esperando a que su amigo volviera al anochecer$ =u cuerpo a no era más que una carcasa vacía$ :enía la piel gris como la pizarra no veía bien$ =e desmaaba sin raz&n alguna se que%aba de dolores fuertes que le de%aban los brazos entumecidos, de una pesadez en el pecho que a veces le hacía vomitar el fiambre del desauno el medio litro de vino caliente que Ro le de%aba todas las mañanas para que le hiciera compañía$ *ese a todo, cada noche intentaba volver a la vida un par de horas tocar algo de m7sica, por mucho que los dedos a no le funcionaran mu bien$ Ro echaba a andar alrededor de su hoguera con una botella, intentando encontrar unas palabras para arrancar, algo visceral, mientras :heodore escuchaba punteaba la guitarra$ =e pasaban un buen rato ensaando su gran regreso luego Ro se desplomaba encima de su manta, agotado por el traba%o diario en la huerta$ 9o tardaba ni un par de minutos en empezar a roncar$ =i tenía suerte, soñaba con +enora$ =u niña$ =u ángel$ Qltimamente pensaba cada vez más en ella, pero su 7nica manera de tenerla cerca era dormirse$ En cuanto se apagaba la hoguera, los mosquitos regresaban en tromba volvían loco a :heodore$ A Ro no le molestaban para nada, el lisiado deseaba tener sangre como la del otro$ Una noche se despert& con aquellos bichos zumbándole en los oídos, todavía sentado en la silla de ruedas con la guitarra tirada en el suelo delante de )l$ Ro estaba encogido como un perro al otro lado de las cenizas$ +levaban dos semanas acampados en el
mismo lugar$ *or toda la hierba muerta había desperdigados montoncitos de mierda v&mito de :heodore$ 8(emonios, a lo me%or deberíamos pensar en irnos a otra parte 8le había dicho aquella misma noche Ro, al volver de la tienda que había %unto a la carretera$ =e abanic& la cara con la mano8$ Aquí está empezando a apestar a base de bien$ Aquello lo había dicho hacía unas horas, en pleno calor del día$ Ahora, sin embargo, las ho%as del árbol que :heodore tenía encima de la cabeza eran agitadas por una brisa fría que traía un vago olor al agua salada que había a sesenta #il&metros de allí$ =e inclin& para recoger la botella de vino que tenía a los pies$ 4ebi& un trago, volvi& a tapar la botella mir& las estrellas que había incrustadas en el cielo negro como si fueran las esquirlas diminutas de un espe%o roto$ +e recordaron a la purpurina que *anqueque solía ponerse en los párpados$ Una noche, en las inmediaciones de 3hattahoochee, )l Ro volvieron a entrar a hurtadillas en el circo, solamente por unos minutos, un año apro1imadamente despu)s del incidente con el niño$ 9o, les di%o el tipo que vendía los perritos calientes, *anqueque a no estaba con ellos$ C:eníamos el circo montado en las afueras de un pueblo de palurdos en Ar#ansas una noche el tipo desapareci& sin más$
IM Emma Arvin estaban de pie delante del e1positor de la carne en la tienda de comestibles de +e'isburg$ Estaban a final de mes la anciana no tenía mucho dinero, pero el predicador nuevo llegaba el sábado$ +a congregaci&n les estaba organizando a )l a su mu%er una cena en la iglesia en la que cada feligr)s aportaría un plato$ 8?:e parece que está bien llevar hígados de pollo 8 pregunt& despu)s de hacer unos cálculos mentales$ +as vísceras eran lo más barato$ 8?*or qu) no iba a estar bien 8di%o Arvin$ *ara entonces a le habría parecido bien cualquier cosaG hasta los morros de cerdo$ +a vie%a llevaba veinte minutos largos mirando las bande%as de carne sanguinolenta$ 89o s) 8di%o ella8$ :odo el mundo dice que le gusta c&mo los preparo, pero$$$ 85u bien 8di%o Arvin8$ *ues c&mprales un buen filete a todos$ 8Anda a 8di%o ella8$ a sabes que no me llega el dinero ni de le%os$ 8*ues entonces compra hígados de pollo 8di%o )l, haci)ndole un gesto al carnicero con su delantal blanco8$ Abuela, de%a de preocuparte$ 9o es más que un predicador$ =eguro que ha comido cosas mucho peores$ Aquel sábado por la tarde, Emma tap& su bande%a de hígados de pollo con un trapo limpio Arvin la puso con cuidado sobre los tablones de la parte de atrás de su coche$ =u abuela +enora estaban considerablemente nerviosasG llevaban todo el día ensaando c&mo presentarse$ CEncantada de conocerloD, se repetían la una a la otra cada vez que se cruzaban por la casita$ =entados en el porche de delante, Arvin Ears#ell se habían dedicado a reírse de ellas, pero al cabo de un rato la cosa a se había vuelto cansina$ 8 CEncantado de conocerlosD, una otra vez$ =e llamaba *reston :eagardin$ :enía el pelo rubio más bien largo repeinado hacia atrás con brillantina perfumadaG en una mano peluda relucía una enorme piedra preciosa en forma de &valo, en la otra una fina alianza de oro$ +levaba unos pantalones satinados de
color azul celeste que le venían estrechos, botines una camisa blanca de volantes que, aunque solamente era de abril fuera todavía hacía fresco, a estaba toda empapada de sudor$ Arvin calcul& que debía de tener unos treinta años, pero su mu%er parecía bastante más %oven, probablemente no tuviera ni veinte$ Era una chica delgada como un %unco, con el pelo largo de color caoba peinado con raa en medio la tez pálida pecosa$ Estaba a un par de pasos de su marido, masticando chicle tirándose hacia aba%o de la falda a topos de color lavanda blanco que no paraba de subírsele por el culo redondo esbelto$ El predicador se dedicaba a presentarla todo el tiempo como Cmi dulce honrada mu%er de ohen'ald, :ennesseeD$ El predicador :eagardin se sec& el sudor de la frente ancha lisa con un pañuelo bordado mencion& una iglesia de 9ashville de la que había sido feligr)s durante una temporada que tenía aire acondicionado de verdad$ =altaba a la vista que estaba decepcionado con las instalaciones de su tío$ 3aramba, no había ni un ventilador$ A mediados de verano, aquella chabola iba a ser una cámara de torturas$ Empez& a ponerse más bien mustio, a casi se lo veía igual de soñoliento aburrido que su mu%er cuando Arvin vio que se animaba considerablemente al entrar por la puerta la señora Alma Reaster en compañía de sus dos hi%as adolescentes, 4eth Ann *amela =ue, de catorce diecis)is años respectivamente$ *or mucho que lo intentara, no podía quitarles la vista de encima a sus cuerpos bronceados prietos, enfundados en sus vestidos id)nticos de color crema$ Repentinamente inspirado, :eagardin se puso a proponerles a todos los presentes que formaran un grupo de %&venes, que era algo que había visto que funcionaba mu bien en varias iglesias de 5emphis$ A continuaci&n les %ur& que iba a hacer todo lo que pudiera para involucrar a los %&venes$ 8=on la vida misma de cualquier iglesia 8di%o$ En aquel momento su mu%er se le acerc& , sin de%ar de mirar a las chicas de los Reaster, le susurr& algo al oído que lo debi& de agitar mucho, en opini&n de una parte de la congregaci&n, a %uzgar por el mohín que hizo con sus labios sonrosados por el pellizco que le dio a ella en la parte de dentro del brazo$ A Arvin le costaba creer que aquel gordito salido tuviera parentesco alguno con Albert =#es$ Arvin sali& un momento a fumar %usto antes de que Emma +enora se aventuraran a presentarse al nuevo pastor$ =e pregunt& c&mo reaccionarían cuando el predicador las saludara diciendo CEncantado de conocerlasD$ =e plant& deba%o de un peral en compañía de un par de gran%eros vestidos con petos camisas con los cuellos abotonados con pulcritud se dedic& a mirar c&mo entraba más gente apresuradamente en la iglesia mientras los escuchaba hablar del precio en vigor de los terneros$ *or fin alguien sali& a la puerta vocifer&> 8El predicador está listo para comer$ +a gente insisti& en que :eagardin su mu%er se sirvieran primero, de manera que el
gordito agarr& dos platos procedi& a recorrer las mesas, olisqueando delicadamente la comida, destapando platos, mo%ando el dedo aquí allá para probarlo todo haciendo el paaso para las dos chicas de los Reaster, que soltaban risitas hablaban en susurros entre ellas$ (e repente se detuvo le pas& sus platos todavía vacíos a su mu%er$ A ella a se le estaba empezando a poner azul la marca del pellizco que tenía en el brazo$ El predicador mir& hacia el techo con una mano en alto señal& la bande%a de hígados de pollo de Emma$ 8Amigos 8empez& en voz bien alta8, no ha duda de que en esta iglesia somos todos gente humilde, todos vosotros hab)is sido tremendamente amables conmigo con mi dulce %oven esposa, o os do las gracias de todo coraz&n por la calidez de vuestra bienvenida$ es cierto que no ha ni uno de nosotros que tenga todo el dinero ni los coches elegantes ni la ropa bonita que nos gustaría tener, pero, amigos, la pobrecilla persona que ha traído esos hígados de pollo en esa bande%a desvenci%ada, en fin, digamos que me ha inspirado a predicar un momento antes de que nos sentemos a comer$ Recordad si pod)is lo que
Y eso mismo vo a hacer, amigos, me vo a comer esas vísceras para que vosotros podáis repartiros lo me%or$ 9o os preocup)is, o es que so así$ :omo como modelo a 9uestro =eñor
8En mi vida he pasado tanta vergFenza 8di%o ella8$ 5e quería esconder deba%o de la mesa$ 8?@uieres que te lleve a casa izo unos cuantos pucheros más por fin suspir&$ 89o s) qu) hacer$ 85ir& hacia la puerta de la iglesia8$ !s aseguro que no es el predicador que me esperaba$ 83ara%o, abuela, ese imb)cil no es ning7n predicador 8di%o Arvin8$ Es igual de malo que esos que tienen en la radio pidiendo dinero$ 8Arvin, no tendrías que hablar así 8di%o +enora8$ El predicador :eagardin no estaría aquí si no nos lo hubiera mandado el =eñor$ 8a, claro$ 8Arvin aud& a su abuela a levantarse8 a has visto c&mo se estaba zampando esos hígados 8 brome&, intentando arrancarle una sonrisa8$ 3ara%o, lo más seguro es que ese chaval no haa comido nada tan bueno en años$ Es por eso que los quería todos para )l solo$
II *reston :eagardin estaba leendo su vie%o manual universitario de psicología, tumbado en el sofá de la casa que la congregaci&n había alquilado para )l para su mu%er$ Era un cubículo con cuatro ventanas sucias una letrina e1terior rodeada de sauces llorones al final de un camino de tierra$ +a cocina de gas destartalada estaba llena de ratones momificados, los muebles rescatados del vertedero que les habían suministrado olían a perro o a gato o a alguna otra criatura inmunda$ *or (ios, teniendo en cuenta c&mo vivía la gente de aquel sitio, nole sorprendería nada que fuera a cerdo$ Aunque nollevaba más que dos semanas en 3oal 3ree#, a le daba asco el lugar$ Estaba convencido de que el hecho de que lo hubieran asignado a aquella avanzadilla de%ada de la mano de (ios era una especie de prueba espiritual que le ponía directamente el =eñor, aunque en realidad era básicamente cosa de su madre$ Estaba claro> aquella vez lo había %odido bien, le había dado por el culo, la vie%a arpía$ Ella no pensaba darle ni un centavo más deasignaci&n hasta que demostrara un poco de temple, le había dicho al enterarse finalmente 8la misma semana en que a se estaba preparando para asistir a la ceremonia de graduaci&n8 de que había de%ado de ir al eavenl Reach 4ible 3ollege al final del primer semestre$
Y %usto entonces, un par de días más tarde, su hermana la había llamado para contarle que Albert estaba enfermo$ @u) oportuno$ Ella había ofrecido voluntario a su hi%o sin molestarse en preguntarle$ El curso de psicología que había hecho con el doctor *hillips era lo 7nico bueno que *reston había sacado de su e1periencia universitaria$ Además, ?qu) demonios importaba una licenciatura de un sitio como el eavenl Reach cuando e1istían centros como la Universidad de !hio el arvard 3ollege Benía a ser como adquirir un diploma de aquellos de venta por correo que se anunciaban en la contraportada de los tebeos$ Ll habíaquerido ir a una universidad normal a estudiar (erecho, pero no, con el dinero de ella ni hablar$ =u madre quería que fuera un humilde predicador, igual que su cuñado Albert$ :enía miedo de haberlo malcriado, le decía$ =iempre le estaba soltando toda clase de rollos, rollos chiflados, pero lo que de verdad quería su madre, en opini&n de *reston, era que siguiera dependiendo de ella, tenerlo atado a su delantal, para que siempre tuviera que hacerle la pelota$ A *reston siempre se le había dado bien analizar a la gente, adivinar sus deseos carencias más mezquinos, sobre todo a las chicas adolescentes$ 3nthia era uno de sus maores )1itos$ 9o era más que una niña de quince años cuando )l había audado a uno de sus profesores del eavenl Reach a sumergirla ba%o las aguas del 6lash 6ish 3ree# durante una ceremonia de bautismo$ Aquella misma noche se había follado a aquella criatura delicada deba%o de unos rosales, en los terrenos de la universidad, al cabo de un año se había casado con ella para poder traba%ársela sin que los padres fisgaran en sus asuntos$ En los 7ltimos tres años, *reston le había enseñado todas las cosas que se imaginaba que un hombre podía hacerle a una mu%er$ 9o quería ni pensar en
cuántas horas de su vida le había costado, pero ahora la chica estaba tan bien entrenada como el me%or de los perros$ =olamente tenía que chasquear los dedos a ella se le empezaba a hacer la boca agua pensando en lo que a )l le gustaba denominar su CcetroD$ Ahora *reston mir& a su mu%er, encogida en ropa interior en la poltrona grasienta que venía con aquella pocilga de casa, con la ra%a de vello sedoso pegada a la tela desgastada de color amarillo$ Estaba mirando con el ceño fruncido un artículo sobre los (ave 3lar# 6ive publicado en un n7mero de la revista it *araderG intentando averiguar c&mo sonaban las palabras$ Alg7n día, pens& )l, si decidía quedársela, tenía que enseñarle a leer$ Recientemente había descubierto que era capaz de durar el doble sin correrse si una de sus %&venes conquistas se dedicaba a leer en voz alta las Escrituras mientras se la tiraba por detrás$ A *reston le encantaba la voz %adeante con que ellas leían los pasa%es sagrados, la forma en que tartamudeaban arqueaban la espalda luchaban para no perderse 8porque podía enfadarse mucho si se equivocaban con alguna palabra8
una pasta insípida$ =í, de momento se conformaría con la señorita +enora +afert, por lo menos hasta que pudiera ponerle las manos encima a una de las chicas de los Reaster$ +e iba a plantar una sonrisa en aquella cara triste constreñida en cuanto le quitara aquel vestido descolorido$ (e acuerdo con los cotilleos de la iglesia, mucho tiempo atrás su padre había hecho de predicador en aquel mismo condado, pero luego 8o por lo menos así se lo habían contado8 había asesinado a la madre de la chica había desaparecido$ (e%ando a la pobrecita +enora, que no era más que un beb), con aquella anciana que se había disgustado tanto por lo delos higadillos de pollo$ Aquella chica iba a ser pan comido, predi%o$ =e trag& la galleta una pequeña chispa de alegría le recorri& repentinamente el cuerpo, desde la coronilla rubia hasta las piernas las puntas de los pies$ ;racias a (ios, gracias a (ios, su madre había decidido mucho tiempo atrás que )l tenía que ser predicador$ Ahora podía conseguir toda la carne %oven fresca que a un hombre le cupiera en el cuerpo, si %ugaba bien sus cartas$ +a vie%a bru%a le había rizado el pelo todas las mañanas, le habíaenseñado hábitos higi)nicos le había hecho ensaar sus e1presiones faciales en el espe%o$ abía estudiado la 4iblia con )l todas las noches, lo había llevado en coche a distintas iglesias lo había vestido con ropa buena$ *reston no había %ugado %amás a b)isbol pero era capaz de llorar a voluntad$ 9unca había tomado parte en una pelea a puñetazos, pero podía recitar el Apocalipsis de =an C=eñor, t7 dame solamente seis meses en 3alifornia despu)s o volver) al camino recto, me asentar) con un rebaño de buena gente, lo %uro por la tumba de mi madreD$ Empu%& la cabeza de 3nthia más aba%o o& c&mo se atragantaba le venían arcadas$ +uego los m7sculos de la garganta se le rela%aron de%& de resistirse$ +a aguant& así hasta que la cara se le puso primero ro%a despu)s morada por falta de aire$ Así era como le gustaba a )l, claro que sí$
Biendo c&mo ella se iba$
IH Un día, cuando estaba volviendo de la escuela, +enora se par& en la 2glesia del Espíritu =anto =antificado de 3oal 3ree#$ +a puerta principal estaba abierta de par en par el coche deportivo ingl)s destartalado del predicador :eagardin 8regalo de su madre cuando había ingresado en eavenl Reach8 estaba aparcado a la sombra, igual que el día anterior que hacía dos días$ 3orría una tarde cálida de mediados de mao$ Ella había dado esquinazo a Arvin se había quedado mirando desde dentro de la escuela c&mo se cansaba de esperar se iba sin ella$ Ahora se meti& en la iglesia de%& que los o%os se le acostumbraran a la penumbra$ El predicador nuevo estaba sentado en uno de los bancos, hacia la mitad del pasillo$ :enía pinta de estar rezando$ Ella esper& hasta oírle decir Cam)nD ech& a andar lentamente hacia )l$ :eagardin sinti& que se le acercaba por detrás$ a llevaba tres semanas esperando pacientemente a +enora$ abía estado endo casi todos los días a la iglesia abriendo la puerta sobre la hora de la salida de la escuela$ +a maor parte de días la veía pasar en aquel 4elAir de mierda con aquel medio hermano que tenía o lo que fuera, pero en un par de ocasiones la había visto volver andando sola a casa$ Ahora o& sus pasos suaves sobre la madera áspera del suelo$ 5ientras la chica se le acercaba, le lleg& su olor a chicle
8?3uántos años tienes, +enora 83asi diecisiete$ 85e acuerdo de cuando o tenía tu edad 8di%o )l8$ Allí estaba o, lleno del =eñor, los demás chavales se burlaban de mí día noche$ Era espantoso, las cosas horribles que me pasaban por la cabeza$ Ella asinti& con la cabeza se sent& en el banco del otro lado del pasillo$ 8? qu) hizo usted *as& por alto la pregunta, aparentando estar enfrascado en sus pensamientos$ 8=í, fue una )poca dura 8di%o por fin, de%ando escapar un largo suspiro8$ ;racias a (ios que se acab&$ 8+uego volvi& a sonreír8$ ?:ienes que estar en alg7n sitio en las pr&1imas dos horas 8*ues no 8di%o ella$ :eagardin se puso de pie le cogi& la mano$ 84ueno, puesG creo que a es hora de que t7 o demos una vuelta en coche$ Beinte minutos más tarde, estaban aparcados en un vie%o camino rural que había estado vigilando desde su llegada a 3oal 3ree#$ Antaño había conducido hasta unos campos de heno situados a un par de #il&metros de la carretera principal, pero ahora los campos estaban invadidos de sorgo de Alepo de espesos matorrales$ +as 7nicas huellas de neumáticos que había visto por allí durante las dos 7ltimas semanas eran las suas$ 9ada más apagar el motor, rez& una breve oraci&n, le puso la mano caliente rechoncha en la rodilla a +enora le di%o e1actamente lo que ella quería oír$
89o se lo vas a contar a nadie, ?verdad que no 8di%o )l$ a estaba deseando haberse quedado en casa leendo su manual de psicología tal vez hasta intentando cortar el c)sped con la cortadora manual que Albert les había mandado despu)s de que 3nthia pisara una serpiente negra que había enroscada delante de la casa$ *or desgracia, nunca había sido uno de esos hombres a los que se les daba bien el traba%o físico$ +a mera idea de ponerse a empu%ar aquella cortadora de un lado a otro por aquel %ardín pedregoso le provocaba un poco de náuseas$ 89o 8di%o ella8$ 9unca haría eso$ +o prometo$ 8Así me gusta$ a quien no lo entendería$ o creo sinceramente que la relaci&n que una persona tenga con su predicador tiene que ser privada$ 8+o que me ha dicho usted, ?lo piensa de verdad 8le pregunt& ella, tímidamente$ El se esforz& por recordar cuál de sus embustes le había contado$ 8*ues claro que sí$ 8:enía la garganta reseca$ :al vez se iría en coche hasta +e'isburg se bebería una cerveza fría para celebrar que acababa de desflorar a otra virgenT$ *ara cuando acabemos 8le di%o8, esos chavales de tu escuela a no podrán quitarte la vista de encima$ A algunas chicas simplemente les cuesta empezar$ *ero o a veo que t7 eres de las que se van volviendo guapas a medida que se hacen maores$ :endrías que darle gracias al =eñor$ =í, te esperan unos cuantos años de lo más dulces, señorita +enora +afert$
I/ A finales de mao, Arvin se gradu& en la Escuela ecundaria de 3oal 3ree#, %unto con otros nueve alumnos de 7ltimo curso$ El lunes siguiente a estaba traba%ando con una cuadrilla de albañiles que estaban poniendo una capa nueva de asfalto en el tramo de la ruta / que pasaba por el condado de ;reenbrier$ +o había contratado un vecino del otro lado de la colina llamado 3lifford 4a#er$ El el padre de Arvin solían irse de %uerga %untos antes de la guerra, 4a#er suponía que el chaval se merecía que alguien le diera una oportunidad igual que cualquier otro$ Era un traba%o bien pagado, casi con sueldo de sindicato, aunque a )l le tocaba hacer de pe&n, que supuestamente era el peor traba%o de la cuadrilla, en el pasado Ears#ell lo había hecho traba%ar más en el huerto de detrás de la casa$ El día en que le dieron su primer cheque, Arvin le compr& a :ragaperras un par de botellas de 'his# del bueno para el vie%o, le encarg& a Emma una lavadora de rodillo del catálogo de =ears le compr& a +enora un vestido nuevo para ir a la iglesia en el 5afairSs, que era la tienda más cara en tres condados a la redonda$
5ientras la chica estaba intentando encontrar algo de su talla, Emma le di%o> 8(ios mío, no me había dado cuenta hasta ahora, pero te están empezando a salir curvas$ +enora se volvi& hacia el espe%o sonri&$ =iempre había sido recta de arriba a aba%o, sin caderas ni pechos$ El invierno pasado alguien le había pegado con cinta adhesiva a su armario del instituto una foto de la revista +ife que mostraba una pila de víctimas de un campo de concentraci&n había escrito encima con tinta C+enora +afertD, con una flecha que señalaba el tercer cadáver empezando por la izquierda$ (e no ser por Arvin, ella ni siquiera se habría molestado en despegar la foto$ *ero por fin estaba empezando a tener aspecto de mu%er, tal como le había prometido el predicador :eagardin$ Ahora se %untaba con )l tres, cuatro hasta cinco tardes por semana$ 3ada vez que lo hacían sentía remordimientos, pero era incapaz de decirle que no$ Era la primera vez que ella se daba cuenta de lo poderoso que podía ser el pecado$ 9o era de e1trañar que a la gente le costara tanto entrar en el cielo$ 3ada vez que se %untaban, *reston quería probar algo nuevo$ El día anterior, sin ir más le%os, se había traído un pintalabios de su mu%er$ 8a s) que parece una tontería, con todo lo que hemos estado haciendo 8di%o ella con timidez8, pero o creo que las mu%eres no tendrían que pintarse la cara$ 9o te enfadas, ?verdad 83ara, no, quita, cariño, no pasa nada 8le di%o )l8$ =i o admiro tus creencias$ !%alá esa mu%er mía amara tanto a
a la iglesia más que nunca, a pesar de que el predicador :eagardin no le llegaba a la suela de los zapatos a Albert =#es en materia de dar sermones$ A veces Emma se preguntaba si al tipo realmente le importaba un pimiento predicar el Evangelio, a %uzgar por el modo en que se perdía todo el tiempo, como si tuviera otras cosas en mente$ a estaba otra vez, se dio cuenta, agobiándose por aquellos hígados de pollo$ 2ba a tener que volver a rezar para pedir perd&n cuando se fuera a dormir por la noche$ =e dio la vuelta para mirar a Arvin> 8 :7 no crees que pueda tener un novio, ?verdad 8?@ui)n ?+enora 8di%o )l, puso los o%os en blanco como si fuera una de las ideas más ridículas que había oído en su vida8$ 3reo que por eso no tienes que preocuparte, abuela$ 8Ech& un vistazo vio que Ears#ell había echado a perder su cigarrillo estaba allí sentado sin más, mirando fi%amente los ingredientes que tenía sobre la mesa$ El chico estir& el brazo para coger la bolsita de tabaco los papeles se puso a liarle otro al vie%o$ 8El físico no lo es todo 8di%o Emma en tono áspero$ 8Eso no es lo que esto diciendo 8espet&, avergonzado por haber bromeado a costa de la chica$ a había demasiada gente que se dedicaba a eso$ (e pronto ca& en la cuenta de que a no iba a estar más en la escuela para evitar que se metieran con ella$ El otoño pr&1imo +enora iba a tener una buena papeleta por delante8$ =implemente no creo que haa ning7n chico por aquí que pueda interesarle$ +a puerta mosquitera de la entrada se abri& cerr& con un chirrido a continuaci&n oeron a +enora tararear una canci&n$ Emma escuch& atentamente reconoci& C*oor *ilgrim of =orro'D$ =atisfecha de momento, sumergi& las manos en el agua tibia se puso a restregar una sart)n de hierro$ Arvin devolvi& su atenci&n al cigarrillo$ +ami& el papel, le dio una vuelta más se lo pas& a Ears#ell$ El anciano sonri& se puso a rebuscar una cerilla en el bolsillo$ =e pas& un buen rato buscando antes de encontrarla$
IJ A mediados de agosto, +enora se dio cuenta de que estaba en apuros$ abía tenido dos faltas el vestido que le había comprado Arvin apenas le cabía a$ :eagardin había roto con ella hacía un par de semanas$ +e había dicho que tenía miedo de que, si seguía vi)ndose con ella, su mu%er se acabaría enterando, tal vez la congregaci&n tambi)n$ 89inguno de los dos quiere que eso pase, ?verdad 8 le di%o$ Ella estuvo pasando por la iglesia varios días antes de encontrarlo allí, con la puerta abierta el cochecito aparcado a la sombra del árbol$ 3uando entr& estaba sentado en las
sombras de los primeros bancos, con la cabeza gacha, igual que el primer día que había acudido a )l, pero esta vez el predicador no sonri& cuando se dio la vuelta vio qui)n era$ 89o tendrías que estar aquí 8di%o :eagardin, aunque no estaba del todo sorprendido$ abía algunas que no podían de%arlo de golpe$ 9o pudo evitar fi%arse en c&mo las tetas de la chica le abultaban por deba%o de la pechera del vestido$ abía visto en más ocasiones c&mo aquellos cuerpos %&venes empezaban a llenarse en cuanto las chicas lo hacían de forma habitual$ Ech& un vistazo a su relo% le coment& que le sobraban unos minutos$ =e estaba planteando echarle tal vez un 7ltimo polvo cuando +enora le solt&, con la voz entrecortada e hist)rica, que estaba embarazada de )l$ *reston se levant& de un salto, fue corriendo a la puerta principal la cerr&$ =e mir& las manos, que eran anchas pero blandas como las de una mu%er$ =e pregunt&, en el tiempo que tardaba en coger aire, si sería capaz de estrangularla con ellas, pero sabía perfectamente que no tenía agallas para algo así$ Además, si se daba el caso de que lo pillaban, la cárcel, en especial alg7n calabozo repugnante de Birginia !ccidental, sería demasiado para una persona tan delicada como )l$ :enía que haber otra salida$ *ero necesitaba pensar a toda prisa$ *ens& en la situaci&n de ella, una hu)rfana pobre preñada medio desquiciada por la preocupaci&n$ :odos aquellos pensamientos le pasaron por la cabeza mientras se demoraba en cerrar la puerta con llave$ *or fin camin& hasta el frente de la iglesia donde ella estaba sentada en uno de los bancos, con las lágrimas ca)ndole por la cara temblorosa$ (ecidi& ponerse a hablar, que era lo que me%or hacía$ +e di%o que había oído casos como el suo, en que una persona estaba tan confusa asqueada por algo que había hecho, por alg7n pecado terrible que había cometido, que empezaba a imaginarse cosas$ 3aramba, había leído historias de gente, gente normal corriente, alguna prácticamente analfabeta, que estaba convencida de que era el presidente o el papa o alguna estrella famosa de cine$ Aquella clase de gente, la avis& :eagardin con voz triste, solía terminar en el manicomio, violada por los conser%es forzada a comerse sus propios e1crementos$ +enora a había de%ado de sollozar$ =e sec& las lágrimas con la manga del vestido$ 89o entiendo de qu) me habla 8le di%o8$ Esto embarazada de usted$ El levant& las manos solt& un suspiro$ 8Eso forma parte del problema, dice el libro> la confusi&n$ *ero piensa en ello$ ?3&mo podría ser o el padre o %amás te he tocado, ni una vez$ 5írate$ :engo una esposa en casa que es cien veces más guapa que t7 que está dispuesta a hacer todo lo que le pida, me reafirmo en lo de todo$ Ella levant& la vista con e1presi&n perple%a$ 8?5e está usted diciendo que no se acuerda de todas las cosas que hemos hecho en su coche 8:e esto diciendo que debes de estar loca para entrar en la casa del =eñor decir esas inmundicias$ ?:e piensas que alguien va a creerte a ti en vez de a mí =o un predicador$
8
trastornado, simplemente$ =e puso a aflo%ar el lazo la cubeta de la manteca se tambale&$ +uego le resbal& el pie la cubeta rod& la de%& colgando en el aire$ =olamente había caído un palmo, no lo bastante como para romperse el cuello$ 3asi podía tocar con las puntas de los pies, tenía el suelo a un par de dedos nada más$ *atale&, agarr& la cuerda trat& como pudo de trepar hasta la viga, pero no tenía la fuerza suficiente$ 2ntent& chillar, pero los ruidos ahogados que le salieron no llegaron ni al otro lado de la puerta$ A medida que la soga le cerraba lentamente la tráquea, se puso más fren)tica empez& a arañarse el cuello con las uñas$ 6ue vagamente consciente de la orina que le caía por las piernas$ +os vasos sanguíneos de los o%os empezaron a estallarle, todo se volvi& más más oscuro$ 9o, pens& ella$ *uedo tener este beb), (ios$ *uedo simplemente marcharme de este lugar, escaparme como hizo mi padre$ *uedo simplemente desaparecer$
I0 5ás o menos una semana despu)s del funeral, Arvin sali& del traba%o se encontr& a :ic# :hompson, el nuevo sheriff del condado de ;reenbrier, esperándolo %unto a su coche$ 8:engo que hablar contigo, Arvin 8le di%o el agente de la le8$ Es sobre +enora$ :ic# había sido uno de los hombres que habían audado a sacar el cuerpo del ahumadero despu)s de que Ears#ell viera la puerta abierta la encontrara$ A lo largo de los años lo habían llamado por unos cuantos suicidios, aunque sobre todo de hombres, que se volaban los sesos por una mu%er o por alg7n negocio que había salido malG nunca de una chica que se ahorcara$ 3uando )l los había interrogado aquella misma noche, %usto despu)s de que la ambulancia se marchara, tanto Emma como el chaval le habían dicho que 7ltimamente +enora parecía más contenta que nunca$ abía algo en aquel asunto que no le cuadraba$ +levaba toda la semana sin dormir bien$ Arvin tir& su fiambrera en el asiento de delante del 4el Air$ 8?@u) me quiere decir 8e pensado que sería me%or contártelo a ti que a tu abuela$ *or lo que me han dicho, no se está tomando esto demasiado bien$ 8?3ontarme qu) El sheriff se quit& el sombrero lo sostuvo en las manos$ Esper& a que un par de hombres pasaran se metieran en sus vehículos luego carraspe&$
84ueno, cara%o, no s) c&mo decirlo, Arvin, más que dici)ndolo$ ?:7 sabías que +enora estaba embarazada Arvin se qued& mirándolo un momento largo con una e1presi&n perple%a en la cara$ 8 una mierda 8di%o por fin8$ Alg7n cabr&n está mintiendo$ 8Entiendo c&mo debes de sentirte, en serio, pero acabo de llegar del despacho del forense$ *uede que el vie%o (udle sea un borracho, pero mentiroso no es$ *or lo que ha podido calcular, estaba de unos tres meses$ El chico se ale%& del sheriff, sac& un trapo sucio del bolsillo de atrás se sec& los o%os$ 8 8=heriff, mi abuela se moriría si se enterara de eso$ 84ueno, ? +enora tenía alg7n novio, alguien con quien estuviera saliendo 8 pregunt& el sheriff$ Arvin se acord& de la noche, hacía unas cuantas semanas, en que Emma le había preguntado lo mismo$ 8@ue o sepa no$
convencer para que di%era unas palabras en el funeral, nada más$ 84ueno, ha gente que es mu estricta con esas cosas$ 8=í, supongo que sí$ 8?! sea que no tienes ni idea de con qui)n podía estar liada +enora 8+enora era mu reservada 8di%o el chico8$ Además, ?qu) podría usted hacer al respecto :ic# se encogi& de hombros$ 8=upongo que no gran cosa$ :al vez no tendría que haberte dicho nada$ 8+o siento, no quería faltarle al respeto 8di%o Arvin8 me alegro de que me lo haa dicho$ *or lo menos ahora s) por qu) lo hizo$ 8Bolvi& a guardarse el trapo en el bolsillo le estrech& la mano a :ic#8$ gracias tambi)n por pensar en mi abuela$ =e qued& mirando c&mo el sheriff se ale%aba en su coche por fin se meti& en el suo condu%o los veinticinco #il&metros que lo separaban de 3oal 3ree#$ *uso la radio al má1imo volumen se detuvo en la choza del contrabandista de ungr ollcr para comprarle dos botellas de 'his#$ 3uando lleg& a casa, entr& a echarle un vistazo a Emma$ @ue )l supiera, llevaba toda la semana sin salir de la cama$ Estaba empezando a oler mal$ +e sirvi& un vaso de agua le hizo beber un poco$ 8Escucha, abuela 8le di%o8$ @uiero que por la mañana salgas de la cama nos hagas el desauno a mí a Ears#ell, ?de acuerdo 8()%ame quedarme aquí 8di%o ella$ =e dio la vuelta en la cama cerr& los o%os$ 8Un día más a está 8le di%o )l8$ 9o esto bromeando$ Arvin entr& en la cocina, fri& unas patatas prepar& bocadillos de salchicha ahumada para )l para Ears#ell$ (espu)s de comer, lav& la sart)n de hierro los platos le ech& otro vistazo a Emma$ +uego sac& las dos botellas al porche le dio una al vie%o$ =e sent& en una silla por fin se permiti& pensar en lo que le había contado el sheriff$ (e tres meses$ Estaba claro que no había sido ning7n chaval de por allí el que había de%ado embarazada a +enora$ Arvin conocía a todo el mundo sabía qu) era lo que todos pensaban de ella$ El 7nico sitio al que ella le gustaba ir era a la iglesia$ =e volvi& a acordar del día en que había llegado el nuevo predicador$ (ebi& de ser en abril, hacía poco más de cuatro meses$ =e acord& de c&mo :eagardin se había emocionado al entrar las dos chicas de los Reaster la noche de la cena de bienvenida$ Aparte de )l, la 7nica que parecía haberse dado cuenta era la %oven esposa del predicador$ +enora incluso había guardado sus gorritos poco
despu)s de que llegara :eagardin$ El había creído que por fin se habría hartado de que se burlaran de ella en la escuela, pero tal vez lo hubiera hecho por una raz&n distinta$ =acudi& el paquete para sacar dos cigarrillos, los encendi& le dio uno a Ears#ell$ El día antes del funeral, :eagardin les había dicho a algunos feligreses que no se sentía c&modo predicando para una suicida$ le había pedido a su pobre tío enfermo que di%era unas palabras en su lugar$ (os hombres habían traído a cuestas a Albert en una silla de cocina de madera$ Era el día más caluroso del año la iglesia parecía un horno, pero el vie%o había estado a la altura de las circunstancias$ Un par de horas más tarde, Arvin había salido a dar una vuelta en coche por las carreteras secundarias, que era lo que hacía siempre que no entendía algo$ abía pasado frente a la casa de :eagardin había visto al predicador salir a la letrina con unas alpargatas un gorro blando de color rosa como el que llevaría una mu%er$ =u esposa estaba tomando el sol en bi#ini, tumbada sobre una manta en el %ardín invadido de maleza$ 83oño, qu) calor hace 8di%o ahora Ears#ell$ 8=í 8di%o Arvin al cabo de un par de minutos8$ :al vez deberíamos dormir aquí esta noche$ 89o entiendo c&mo Emma lo aguanta en ese dormitorio$ Es como un horno$ 8*or la mañana se va a levantar nos va a hacer el desauno$ 8?En serio 8=í 8di%o Arvin8$ En serio$ lo hizo, bizcocho con huevos bechamel con carne picadaG a estaba levantada una hora antes de que ellos salieran de deba%o de sus mantas en el porche$ Arvin se fi%& en que se había lavado la cara, se había cambiado de vestido se había anudado un pañuelo limpio sobre el pelo gris ralo$ 9o les di%o gran cosa, pero cuando se sent& con ellos se sirvi& el desauno, )l supo que a podía de%ar de preocuparse por ella$ Al día siguiente, en cuanto el capataz sali& de su camioneta señal& su relo% de pulsera para indicarles que a era hora de terminar, Arvin se apresur& en llegar a su coche volvi& a pasar frente a la casa de :eagardin$ Aparc& unos cuatrocientos metros carretera aba%o volvi& a pie, usando el bosque como ata%o$ =e sent& en la bifurcaci&n del tronco de un algarrobo se qued& vigilando la casa del predicador hasta que se puso el sol$ :odavía no sabía qu) estaba esperando ver, pero sí que tenía cierta idea de d&nde encontrarlo$
IN :res días más tarde, a la hora de salir del traba%o, Arvin le di%o a su %efe que a no
iba a volver$ 8!h, venga, chaval 8le di%o el capataz8$
colecci&n, aunque los encuentros con 4eth Ann tenían lugar dentro de la iglesia$ *ara entonces Arvin a no tenía duda alguna, cuando se despert& la mañana del domingo con el tañido de las campanas de la iglesia resonando por la hondonada, decidi& que había llegado el momento$ :enía miedo de perder los nervios como esperara un poco más$ =abía que :eagardin siempre se encontraba los lunes con la hermana maor$ *or lo menos aquel salido de mierda era regular en sus hábitos$ Arvin cont& el dinero que había conseguido ahorrar en los 7ltimos dos años$ En la lata de caf) de deba%o de su cama tenía trescientos quince d&lares$ (espu)s de cenar el domingo fue a ver a :ragaperras, le compr& una botella de 'his# se pas& la velada bebiendo en el porche con Ears#ell$ 8:e portas mu bien conmigo, muchacho 8le di%o el vie%o$ Arvin tuvo que tragar saliva varias veces para no llorar$ *ens& en el día siguiente$ 2ba a ser la 7ltima vez que compartirían una botella$ acía una noche preciosa, la más fresca desde hacía meses$ Entr& a buscar a Emma los tres se sentaron un rato con su 4iblia un vaso de t) helado$ Ella no había vuelto a la 2glesia del Espíritu =anto =antificado de 3oal 3ree# desde la noche de la muerte de +enora$ 83reo que este año el otoño va a llegar pronto 8di%o ella, usando un dedo huesudo para guardar la página echando un vistazo a las ho%as del otro lado de la carretera, que a estaban empezando a ponerse de un color herrumbroso8$ *ronto vamos a tener que empezar a pensar en llenar la leñera, ?verdad, Arvin El mir& a su abuela$ Ella seguía contemplando los árboles de la ladera$ 8=í 8di%o )l8$ 9o nos daremos cuenta a hará frío$ 8=e odiaba a sí mismo por engañarla, por fingir que no iba a pasar nada$ :enía muchas ganas de decirles adi&s, pero a ellos les convenía más no saber nada en caso de que las autoridades vinieran a por )l$ Aquella noche, despu)s de que se fueran a la cama, meti& algo de ropa en una bolsa de deporte la guard& en el maletero del coche$ =e apo& en la barandilla del porche escuch& el retumbar le%ano de un tren de transporte de carb&n que pasaba por la fran%a vecina de colinas con rumbo norte$ Bolvi& a entrar meti& cien d&lares en la lata donde Emma guardaba las agu%as el hilo$ Aquella noche no durmi&, por la mañana no desaun& más que caf)$ +levaba dos horas sentado dentro del escondite cuando la chica de los Reaster lleg& corriendo campo a traviesa, unos quince minutos antes de tiempo$ =e la veía preocupada
no paraba de mirarse el relo% de pulsera$ 3uando por fin apareci& :eagardin, apro1imándose lentamente con el coche por el camino lleno de roderas, ella no entr& de un salto en el coche como hacía siempre$ En cambio, se mantuvo a un par de metros de distancia esper& a que apagara el motor$ 8*ero entra, cariño 8o& Arvin que decía el predicador8$ @ue tengo las pelotas llenas$ 8o no me quedo 8di%o ella8$:enemos problemas$ 8?@u) quieres decir 8=e suponía que no tenías que tocar a mi hermana 8 di%o la chica$ 8!h, %oder, *amela, para mí no ha significado nada$ 89o, no lo entiendes 8di%o ella8$ Ella se lo ha contado a mi madre$ 8?3uándo 8(ebe de hacer una hora$ A punto he estado de no poder venir$ 8Esa pequeña zorra 8la insult& :eagardin8$ *ero si apenas la toqu)$ 8Eso no es lo que ella cuenta 8di%o *amela$ Ech& un vistazo nervioso al camino$ 8? qu) cuenta e1actamente 83r)eme, *reston, lo ha contado todo$ =e ha asustado porque no de%aba de sangrar$ 8+a chica lo señal& con el dedo8$ 5ás te vale que no le haas hecho daño ahora no pueda tener hi%os$ 85ierda 8di%o :eagardin$ =ali& del coche se pas& unos minutos caminando de un lado a otro, con las manos %untas detrás de la espalda, como si fuera un general en su tienda de campaña planeando un contraataque$ =e sac& un pañuelo de seda del bolsillo de los pantalones se sec& suavemente la boca8$ ?@u) crees que va a hacer tu madre 8di%o por fin$ 84ueno, conoci)ndola, despu)s de llevar a 4eth Ann al hospital, lo primero que hará será llamar al puto sheriff$ , para que lo sepas, el sheriff es primo de mi madre$ :eagardin le puso las manos en los hombros a la chica la mir& a los o%os$ 8*ero t7 no has contado nada de nosotros, ?verdad 8?5e tomas por loca Antes muerta$
:eagardin la solt& se apo& en el coche$ Ech& un vistazo al campo que tenían delante$ =e preguntaba por qu) a no lo cultivaba nadie$ =e imagin& un vie%o caser&n de dos plantas en ruinas, con unas cuantas piezas o1idadas de maquinaria vetusta desperdigadas entre la hierba tal vez un pozo cavado a mano de agua fresca limpia, cubierto con tablones vie%os podridos$ *or un momento se imagin& a sí mismo arreglando la casa, asentándose allí para vivir una vida sencilla, predicando los domingos traba%ando en la gran%a durante la semana con las manos callosas, leendo buenos libros en el porche por las noches despu)s de una buena cena con unos cuantos beb)s sonrosados %ugando en las sombras del %ardín$ !& que la chica decía que se marchaba, cuando por fin se gir& para mirar, a había desaparecido$ +uego se plante& la posibilidad de que tal vez *amela estuviera minti)ndole, intentando asustarlo para que no se acercara a su hermana pequeña$ 9o lo descartaba tratándose de ella, pero si lo que la chica le había contado era cierto, solamente tenía un par de horas para hacer las maletas largarse del condado de ;reenbrier$ a estaba preparándose para arrancar el coche cuando o& una voz que decía> 89o tienes mucho de predicador, ?verdad :eagardin levant& la vista vio al chaval de los Russell de pie %unto a la ventanilla del coche, apuntándolo con una especie de pistola$ El nunca había tenido una pistola, lo 7nico que sabía de ellas era que solían causar problemas$ (e cerca el chico parecía más grande$ :enía el pelo oscuro, los o%os verdes, el predicador se fi%& en que no había ni un gramo de grasa en su cuerpo$ =e pregunt& qu) pensaría de )l 3nthia$ Aunque sabía que era ridículo, con todas las chavalitas que )l se follaba, sinti& una punzada de celos$ Era triste darse cuenta de que nunca iba a ser tan atractivo como aquel chico$ 8?@u) co%ones estás haciendo 8di%o el predicador$ 8e estado viendo c&mo te tirabas a esa chica de los Reaster que acaba de largarse$ , como intentes arrancar ese coche, te vuelo la puta cabeza$ :eagardin solt& la llave del contacto$ 89o sabes de qu) estás hablando, chaval$ 9o la he tocado$ +o 7nico que hemos hecho es hablar$ 8o tal vez no, pero te la has estado tirando todo lo que has querido$ 8?3&mo ?5e has estado espiando 8:al vez el chico era un voeur de esos, pens&, recordando haber leído el t)rmino en su colecci&n de revistas de nudismo$ 8=) absolutamente todo lo que has hecho en las dos 7ltimas putas semanas$ :eagardin mir& a trav)s del parabrisas en direcci&n al roble enorme que había al final del camino$ =e preguntaba si podía ser cierto$ 3ont& mentalmente las veces que había
estado allí con *amela en las 7ltimas dos semanas$ *or lo menos seis$ Era un desastre, pero al mismo tiempo se sinti& un poco aliviado$ *or lo menos el chico no lo había visto tirarse a la hermana pequeña$ Aunque era difícil de imaginar lo que podía haber hecho aquel palurdo chiflado$ 89o es lo que parece 8di%o$ 8?*ues qu) es 8pregunt& Arvin$ @uit& el seguro del arma$ :eagardin se puso a e1plicarle que aquella zorrita no lo de%aba en paz, pero luego se record& a sí mismo que debía tener cuidado con las palabras que usaba$ =e plante& la posibilidad de que aquel gorila estuviera enamorado de *amela$ :al vez solamente se trataba de eso$ (e celos$ 2ntent& acordarse de lo que había escrito sobre el tema =ha#espeare, pero las palabras no le vinieron a la cabeza$ 8!e, ?t7 no eres el nieto de la señora Russell 8 pregunt& el predicador$ 5ir& el relo% del salpicadero$ a podría estar a medio camino de casa$ Empezaron a caerle chorretones de sudor grasiento por la cara rosada bien afeitada$ 8El mismo 8di%o Arvin8$ +enora +afert era mi hermana$ :eagardin gir& lentamente la cabeza, sin quitarle la vista de encima a la hebilla del cintur&n del chico$ Arvin se imagin& perfectamente las ruedecillas que estaban girándole dentro de la cabeza, lo vio tragar saliva varias veces$ 85enuda lástima lo que hizo esa pobre chica 8di%o el predicador8$ Rezo todas las noches por su alma$ 8? tambi)n por la del beb) 85ira, amigo, estás completamente equivocado$ o con eso no tuve nada que ver$ 8?3on qu) El hombre cambi& de postura en el estrecho asiento del coche ech& un vistazo a la +uger alemana$ 8Ella acudi& a mí, me di%o que quería confesarme una cosa me cont& que estaba embarazada$ o le prometí que no se lo contaría a nadie$ Arvin dio un paso atrás di%o> 8=eguro que sí, gordo hi%o de puta$ 8 dispar& tres veces> le revent& los dos neumáticos del lado del pasa%ero con la 7ltima bala atraves& la portezuela de atrás$ 8P*araK 8chill& :eagardin8$ P*ara, %oderK 8 levant& las manos$
8=e acabaron las mentiras 8di%o Arvin, acercándose clavándole el cañ&n de la pistola en la sien8$ =) que fuiste t7 el que la preñ&$ :eagardin apart& la cabeza de la pistola$ 8Bale 8di%o$ Respir& hondo8$ :e %uro que iba a hacerme cargo de todo, en serio, de pronto$$$ de pronto me entero de que se ha matado$ Estaba loca$ 89o 8di%o Arvin8$ =olamente se sentía sola$ 8 Apret& el cañ&n contra el pescuezo de :eagardin8$ *ero no te preocupes, no vo a hacerte sufrir como sufri& ella$ 8*ero espera un momento, hostia$
autopista entrar en el aparcamiento de una gasolinera antes de que la transmisi&n se rompiera del todo$ =e puso a cuatro patas vio c&mo la ca%a terminaba de quedarse sin líquido$ 85e cago en la puta 8di%o$ Al levantarse vio a un hombre flaco con un mono de traba%o azul holgado que se le acercaba le preguntaba si necesitaba auda8$ 9o, a menos que tenga usted una transmisi&n para ponerle a este trasto 8di%o Arvin$ 8=e te ha muerto, ?eh 8(el todo$ 8?Ad&nde vas 8A 5ichigan$ 8=i quieres llamar a alguien, puedes usar el tel)fono$ 89o tengo a quien llamar$ 89ada más decirlo, se dio cuenta de lo cierta que era aquella afirmaci&n$ *ens& un momento$ Aunque odiaba la idea de deshacerse del 4el Air, no podía quedarse allí$ 2ba a tener que hacer un sacrificio$ =e gir& hacia el hombre trat& de sonreír8$ ?3uánto me da usted por )l 8le pregunt&$ El hombre le ech& un vistazo al coche neg& con la cabeza$ 89o lo quiero para nada$ 8El motor está bien$ +e cambi) los platinos las bu%ías un par de días atrás$ El hombre ech& a andar hacia el 3hev se puso a palpar los neumáticos con el pie a buscar enmasillados$ 89o s) 8di%o, frotándose la barba canosa de dos días$ 8?3incuenta pavos 8di%o Arvin$ 89o será robado, ?verdad 8+os papeles están a mi nombre$ 8:e do treinta$ 8?9o puede darme más que eso 85uchacho, tengo cinco hi%os en casa 8di%o el hombre$
8Bale, es suo 8di%o Arvin8$ ()%eme sacar mis cosas$ Bio c&mo el hombre se metía en la gasolinera$ =ac& su bolsa del maletero se sent& en el coche por 7ltima vez$ El día que lo había comprado, )l Ears#ell se habían chupado un dep&sito entero conduciendo por ahí, habían llegado hasta 4ec#le habían vuelto$ (e pronto tuvo lasensaci&n de que antes de que aquello terminara iba a perder mucho más$ 5eti& la mano deba%o de la guantera,sac& la +uger se la meti& en la cintura de los pantalones$ +uego cogi& de la guantera los papeles del coche una ca%a de balas$ 3uando entr&, el hombre le puso treinta d&lares sobre el mostrador$ Arvin firm& los papeles, les puso la fecha se guard& el dinero en la billetera$ =e compr& un agnut una botella de R3 3ola$ Era lo primero que comía o bebía desde el caf) que se había tomado aquella mañana en la cocina de su abuela$ 5ir& por el ventanal en direcci&n al tráfico interminable de coches que circulaba por la carretera mientras masticaba la chocolatina$ 8?Alguna vez ha hecho usted autoestop 8le pregunt& al hombre$
I. Aquel día Ro termin& de cosechar naran%as sobre las cinco de la tarde recogi& su paga, que eran trece d&lares$ 6ue a la tienda que había en el cruce se compr& media libra de mortadela, media libra de queso, un pan de centeno, dos paquetes de 3hesterfield tres botellas de White *ort$ Estaba mu bien que te pagaran todos los días$ 5ientras caminaba de vuelta al sitio donde )l :heodore estaban acampados, se sinti& un hombre rico$ El %efe era el me%or que había tenido nunca, Ro llevaba tres semanas recolectando sin parar$ o el tipo le había dicho que tal vez solamente les quedaran cuatro o cinco días más de traba%o$ :heodore se alegraría de oír aquello$ =e moría de ganas de volver al oc)ano$ En el 7ltimo mes habían ahorrado casi cien d&lares, más dinero del que habían tenido en mucho, mucho tiempo$ =u plan era comprarse ropa decente empezar a predicar otra vez$ Ro estaba convencido de que en el ;ood'ill podrían encontrar un par de tra%es por tal vez diez o doce d&lares$ :heodore a no podía tocar la guitarra como antes, pero saldrían adelante de todas maneras$ Ro cruz& una zan%a de desagFe se encamin& hacia el campamento que tenían montado deba%o de una pequeña arboleda de magnolios raquíticos$ Bio a :heodore dormido en el suelo %unto a su silla de ruedas con la guitarra tirada al lado$ Ro neg& con la cabeza sac& una de las botellas de vino un paquete de cigarrillos$ =e sent& en un toc&n dio un trago antes de encenderse el cigarrillo$ a se había bebido media botella para cuando se dio cuenta de que el lisiado tenía la cara cubierta de hormigas$ 6ue corriendo a su lado le dio la vuelta hasta ponerlo boca arriba$ 8?:heodore Eh, venga, colega, despierta 8le suplic& Ro, zarandeándolo quitándole los bichos a
manotazos8$ ?:heodore En cuanto intent& levantarlo en brazos, Ro supo que estaba muerto, pero aun así se pas& quince minutos tratando por todos los medios de devolverlo a la silla de ruedas$ En cuanto lo consigui&, se puso a empu%ar la silla por el suelo de arena en direcci&n a la carretera, pero se detuvo al cabo de un par de metros$ +as autoridades le harían muchas preguntas, pens&, mientras miraba pasar un coche caro a lo le%os$ Ech& un vistazo al campamento$ :al vez fuera me%or quedarse allí$ A :heodore le gustaba el oc)ano, pero tambi)n le gustaba la sombra$ aquella arboleda era tan acogedora como cualquier otro sitio en el que hubieran estado despu)s de su )poca con 4radford Amusements$ Ro se sent& en el suelo al lado de la silla de ruedas$ A lo largo de los años habían hecho muchas cosas malas, de manera que se pas& varias horas rezando por el alma del lisiado$ 3onfiaba en que alguien hiciera lo mismo por )l cuando le llegara su hora$ 3uando a anochecía, por fin se levant& se hizo un sánd'ich$ =e comi& una parte tir& el resto entre la hierba$ En mitad de otro cigarrillo, se dio cuenta de que a no tenía por qu) escapar$ Ahora podía volver a casa entregarse$ *odían hacerle lo que quisieran, siempre cuando le de%aran ver una 7ltima vez a +enora$ :heodore %amás había conseguido entender c&mo era posible que Ro echara de menos a alguien a quien en realidad no conocía$ Era cierto que apenas se acordaba de la carita de la niña, pero aun así, se había preguntado miles de veces c&mo le estaría endo la vida$ *ara cuando se termin& el pitillo, a estaba ensaando unas palabras que decirle$ Aquella noche se emborrach& por 7ltima vez con su amigo$ Encendi& una hoguera se puso a hablar con :heodore como si todavía estuviera vivoG volvi& a contarle las mismas historias de siempre, la de *anqueque, la de la 5u%er 6lamenco, la del 3omegranos las de todas las demás almas perdidas que se habían encontrado mientras iban de un lado para otro$ En varias ocasiones se sorprendi& a sí mismo esperando a que :heodore se riera o añadiera algo que )l se había olvidado de contar$ Al cabo de unas horas a Ro se le acabaron las historias, se sinti& más solo que nunca en la vida$ 85ira que hemos hecho cosas desde 3oal 3ree#, ?eh, muchacho 8fue lo 7ltimo que di%o antes de tumbarse sobre su manta$ =e despert& %usto antes del amanecer$ 5o%& un trapo con agua de la garrafa que siempre llevaban atada a la parte de atrás de la silla de ruedas$ +e limpi& la mugre de la cara a :heodore lo pein&G a continuaci&n le cerr& los o%os a la fuerza con el pulgar$ En la 7ltima botella quedaba una pizca de vino, )l lo puso en el regazo del lisiado le coloc& el sombrero de pa%a raído en la cabeza$ +uego Ro envolvi& sus pocas pertenencias en una manta se qued& de pie con la mano sobre el hombro del muerto$ 3err& los o%os di%o unas cuantas palabras más$ Era consciente de que nunca volvería a predicar, pero a daba igual$ (e todas maneras, nunca se le había dado demasiado bien$ +a maoría de gente solamente quería oír tocar al lisiado$ 8!%alá te vinieras conmigo, :heodore 8di%o Ro$
*ara cuando consigui& encontrar a un conductor que lo llevara, a se había ale%ado tres #il&metros por la carretera$
SEXTA PARTE SERPIENTES
H ;racias a (ios, se estaba terminando el mes de %ulio$ 3arl se moría de ganas de volver a salir a la carretera$ +lev& los dos frascos de las propinas de =and al banco los cambi& por billetesG a continuaci&n se pas& los días previos a las vacaciones comprando suministros> dos con%untos nuevos ropa interior de volantes del <3 *enne para =and, una garrafa de aceite para el motor, bu%ías de repuesto, una sierra de arco que encontr& de reba%as se compr& por puro capricho, quince metros de cuerda, varios mapas de carreteras de los estados sureños procedentes de la oficina de la AAA, dos cartones de cigarrillos =alem una docena de pichas de perro$ (espu)s de hacer todas sus compras llevar el coche al taller para que le pusieran pastillas de freno, a no les quedaron más que ciento treinta cuatro d&lares, pero ese dinero todavía podía llevarlos le%os$ con aquella cantidad podían pasarse una semana viviendo como rees$ =e acord& del verano de hacía dos años en que habían salido de 5eade con cuarenta d&lares$ =e habían pasado el via%e entero comiendo carne enlatada patatas fritas rancias, birlando gasolina de otros dep&sitos durmiendo en el calor sofocante del coche, aunque se las apañaron para alargar la cosa diecis)is días con el dinero que les habían rapiñado a los modelos$ En comparaci&n con aquello, esta vez estaban forrados$ *ese a todo, había algo que le preocupaba$ Una noche estaba revisando sus fotos, intentando inspirarse para la cacería, cuando se encontr& con una de =and abrazada al recluta del verano pasado$ 3arl era vagamente consciente de que ella no había vuelto a ser la misma despu)s de que )l matara al recluta, como si aquella noche le hubiera quitado algo precioso$ *ero, en la foto que ahora sostenía en la mano, =and tenía una mirada de asco de decepci&n en la cara en la que no había reparado nunca hasta entonces$ =entado allí mirándola, empez& a desear no haberle comprado la pistola$ :ambi)n estaba el asunto de la camarera del White 3o'$ =and había empezado a preguntarle ad&nde iba por las noches mientras ella estaba en el traba%o, , aunque nunca había llegado a acusarlo directamente de nada, 3arl se preguntaba si acaso era posible que se hubiera enterado de algo$ +a camarera tampoco actuaba de forma tan amistosa como antes$ +o más seguro era
que estuviera paranoico, pero a resultaba bastante duro tratar con los modelos como para tener que preocuparse encima de que el cebo tambi)n se volviera en su contra$ Al día siguiente hizo una visita a la ferretería de 3entral 3enter$ Esa misma noche, despu)s de que =and se fuera a la cama, le descarg& la pistola 8 ella había empezado a llevarla en el bolso8 le cambi& las balas de punta hueca por otras de fogueo$ (e todas maneras, cuanto más pensaba en ello, menos podía imaginarse una situaci&n en que ella se viera forzada a disparar$ Uno de los 7ltimos preparativos que hizo para el via%e fue revelar una copia nueva de su fotografía favorita$ +a dobl& se la guard& en la billetera$ =and no lo sabía, pero siempre que salían llevaba una copia encima$ Era una fotografía en que ella tenía en el regazo la cabeza de un modelo, uno con el que habían traba%ado en su primera cacería, el verano despu)s de matar al maníaco se1ual de 3olorado$ 9o era una de las me%ores, pero tampoco estaba mal teniendo en cuenta que por entonces todavía estaba aprendiendo$ A 3arl le recordaba a una de aquellas pinturas de 5aría con el niño
H3orría una mañana calurosa de domingo, de agosto, 3arl a tenía la camisa empapada de sudor$ Estaba sentado en la cocina mirando las molduras mugrientas de madera la capa de grasa rancia que cubría la pared de detrás de los fogones$ =e mir& el relo% de pulsera vio queera mediodía$ :endrían que llevar a cuatro horas en la carretera, pero la noche anterior =and había vuelto a casa apestando a alcohol, había entrado con malos modos con una e1presi&n feísima en la cara ro%a se había puesto a ra%ar sin parar, diciendo que para ella aquel era el 7ltimo via%e$ Ahora llevaba toda la mañana intentando recuperarse$ 3uando por fin salieron para meterse en el coche, ella se par& a hurgar en el bolso en busca de sus gafas de sol$ 8ostia puta 8di%o8$:odavía me encuentro mal$ 8:enemos que detenernos para llenar el dep&sito antes de salir del pueblo 8di%o
)l, sin hacerle caso$ 5ientras esperaba a que estuviera lista aquella mañana, 3arl había tomado la decisi&n de no de%ar que =and le estropeara el via%e$ =i era necesario, se pondría duro con ella en cuanto se ale%aran del condado de Ross de aquel puto fisg&n de hermano que tenía$ 8 8=í, es que nos gusta el sitio$ 8o tambi)n he estado pensando en tomarme unas vacacioncillas 8di%o 4odec#er 8$ Entonces, vale la pena ir allí, ?no 8Es bonito 8di%o =and$ 8? qu) os gusta de Birginia 4each Ella mir& a 3arl en busca de auda, pero )l a volvía a estar inclinado sobre el
bid&n, rellenándolo$ +levaba los pantalones caídos, =and confi& en que +ee no se diera cuenta de que se le veía toda la ra%a de su blanco culo$ 8*ues que es bonito$ 4odec#er se sac& un mondadientes del bolsillo de la camisa$ 8? cuánto tiempo vais a estar allí =and se cruz& de brazos lo mir& con mala cara$ 8?A qu) viene este puto interrogatorio 8+e estaba empezando a doler la cabeza otra vez$ 9o tendría que haber mezclado cerveza con el vod#a$ 8A nada, hermana 8di%o8$ Es simple curiosidad$ Ella se lo qued& mirando un momento$ 2ntent& imaginarse la e1presi&n que aparecería en aquella cara petulante si le di%era la verdad$ 8Unas dos semanas 8le contest&$
=e quedaron mirando los dos c&mo 3arl le enroscaba el tap&n al bid&n de gasolina$ 3uando por fin entr& en la gasolinera para pagar, 4odec#er se sac& de la boca el mondadientes solt& un soplido de burla$ 8(e vacaciones 8di%o$ 8*ara a, +ee$ +o que hagamos es asunto nuestro$ nu estro$
HM
vagabundos fam)licos, de las cosas espantosas que les hacían a los pobres dulces chicos sin hogar a los que cazaban en la carretera$ (espu)s de contarle unas cuantas cuantas historias que había oído 8chicos enterrados vivos, clavados de cabeza en hoos diminutos, como si fueran postes de cerca, otros convertidos en estofado gelatinoso para los vagabundos, sazonados con cebollas silvestres manzanas caídas del árbol8, el hombre le ofreci& un buen pellizco de dinero una noche en un motel caro a cambio de alguna clase de fiesta que por alguna raz&n requería una bolsa de bolas de algod&n un embudoG sin embargo, por primera vez desde que se había marchado de casa, se imagin& a la mu%er de la limpieza que lo encontraba a la mañana siguiente destripado en la bañera, como si fuera una calabaza de allo'een$ 3omparados con aquel loco de los co%ones, estos dos de ahora eran como 5a *a "ettle$ *ese a todo, le sorprendi& que la tipa se saliera de la autopista el hombre le preguntara directamente d irectamente si estaría interesado en follarse a su mu%er mientras )l sacaba unas cuantas fotos$
HI 8?=olamente has traído una camisa 8le pregunt& =and$ =and$ +levaban seis días en la carretera carretera a se habían traba%ado traba%ado a dos modelos, modelos, el chaval de la melena un tipo con una arm&nica que creía que se iba a 9ashville a convertirse en estrella de la m7sica 3ountr, es decir, hasta unos minutos despu)s de que lo oeran cargarse por completo CRing of 6ireD de
pie e1tendi& la mano8$ (ame un cuarto de d&lar para la secadora$ s ecadora$ Ll le dio unas monedasG a continuaci&n se agach& para desatarse los zapatos se los quit& con los pies$ 9o llevaba calcetines$ =e había quedado en pantalones nada más$ =ac& la nava%a del bolsillo se puso a limpiarse las uñas de los pies$
HH En su duod)cimo día se les escap& uno$ Era la primera vez que les pasaba$ =e trataba de un e1presidiario llamado (ann 5urdoc#, el cuarto modelo que recogían en lo que lleva llevaba bann de via%e via%e$$ En el ante antebra brazo zo derec derecho ho tení teníaa un tatu tatua% a%ee de dos serpi serpien ente tess entrelazadas en una lápida que le dio ganas a 3arl de hacer algo especial con )l en cuanto lo abatieran$ =e habían pasado la tarde entera bebiendo cerveza compartiendo una bolsa e1tragrande de cortezas de cerdo con )l para hacer que se rela%ara$ *or fin encontraron un sitio donde aparcar, en la orilla de un lago estrecho alargado, adentrándose un #il&metro medio por el =umter 9ational 6orest$ En cuanto =and apag& el motor, (ann abri& la portezuela ech& a andar hacia el agua, agua , quitándose la ropa por el camino$ 8?@u) haces 8le grit& 3ari$ (ann tir& su camisa al suelo se gir& para mirarlos$ 8Eh, no tengo ning7n problema en follarme a tu parienta, pero primero d)%ame que me lave 8di%o, ba%ándose los calzoncillos8$ *ero te aviso, colega, cuando cuan do o llegue más allá de la parte usada a no va a estar satisfecha sa tisfecha contigo nunca más$ 83ara, 83ara, menuda lengua tiene, ?no 8di%o =and =and , dando la vuelta a la ranchera$ =e apo& en el guardabarros mir& c&mo el tipo se tiraba al agua$ 3arl apo& la cámara en la capota sonri&$ 89o por mucho tiempo 8di%o$ 3ompartieron otra cerveza c erveza ella observ& c&mo el
tipo nadaba, moviendo vigorosamente los brazos pateando el agua con las piernas, hasta llegar al centro del lago luego de vuelta$ 8:engo que admitir que eso parece divertido 8di%o =and$ =e quit& las sandalias con los pies e1tendi& la manta sobre la hierba$ 8 8?a estás lo bastante limpio 8?@u) coño haces 8di%o el tipo$ 3arl le hizo una señal con la pistola$ 85e cago en la puta, ponte en esa manta tal como te hemos dicho$
8:enemos que salir de aquí 8grit&$ Agarr& la manta que habían e1tendido en el suelo detrás del coche fue corriendo a recoger de la hierba la ropa los zapatos del hombre$ 8
89o vuelvas a mentirme, 3arl 8di%o8$ otra cosa, a que estamos> si me entero de que vuelves a tontear con esa zorra del White 3o', te vas a arrepentir$ 8A continuaci&n pis& el acelerador a fondo, veinte minutos más tarde cruzaron la frontera estatal con ;eorgia$
H/ Aquella misma noche =and aparc& en el margen de una parada de camiones situada a unos #il&metros al sur de Atlanta$ 3omi& un tasa%o se meti& a dormir en el asiento de atrás$ =obre las tres de la madrugada empez& a llover$ 3arl estaba sentado en el asiento de delante, escuchando c&mo la lluvia tamborileaba encima del coche acordándose del e1presidiario$ C(e esto se puede aprender una lecci&nD, pens&$ El solamente le había dado la espalda un segundo a aquel cobarde de mierda, pero eso a había bastado para cagarlo todo$ =ac& la ropa del hombre de deba%o del asiento se puso a e1aminarla$ Encontr& una nava%a automática, una direcci&n de ;reen'ood, 3arolina del =ur, escrita dentro de un librito de cerillas una billetera con once d&lares$ (eba%o de la direcci&n había escrito> 4UE9A= 5A5A(A=$ =e guard& el dinero en el bolsillo con todo lo demás hizo una pelotaG a continuaci&n cruz& el aparcamiento la tir& a un cubo de basura$ =eguía lloviendo cuando =and despert& por la mañana$ 5ientras desaunaba con ella en la parada de camiones, 3arl se pregunt& si alguno de los camioneros que tenían sentados a su alrededor habría matado alguna vez a un autoestopista$ =i alguien tenía esa inclinaci&n, la verdad es que era un traba%o perfecto$ 5ientras empezaban a tomarse la tercera taza de caf), la lluvia amain& el sol asom& en el cielo como un for7nculo enorme e infectado$ *ara cuando pag& la cuenta, a se levantaban volutas de vapor del asfalto del aparcamiento$ 8=obre lo que pas& aer 8di%o 3arl mientras caminaban de vuelta al coche8$ +o que hice estuvo mal$ 83omo te di%e 8le di%o =and8, no me mientas más$ =i nos pillan, a mí me toca comerme el mismo marr&n que a ti$ 3arl volvi& a acordarse de las balas de fogueo que le había metido en la pistola, pero decidi& que era me%or no mencionarlo$ *ronto llegarían a casa, )l volvería a cambiárselas sin que se enterara$ 89adie va a pillarnos 8di%o )l$ 8=í, bueno, seguramente tampoco pensabas que se nos fuera a escapar uno$
89o te preocupes 8di%o )l8, que eso no volverá a pasar$ 3ondu%eron por Atlanta se pararon a poner gasolina en un sitio llamado Ros'ell$ +es quedaban veinticuatro d&lares pico para volver a casa$ 3uando 3arl a estaba volviendo a entrar en la ranchera, se le acerc& tímidamente un hombre demacrado que llevaba un tra%e negro raído$ 8*or casualidad no irán ustedes hacia el norte, ?verdad 8les di%o el hombre$ 3arl recogi& tranquilamente su puro del cenicero antes de girarse para mirar al que acababa de hablar$ El tra%e le venía varias tallas grande$ =e había dado varias vueltas al dobladillo de los pantalones para que no le arrastrara por el suelo$ 3arl vio que en la manga del tra%e todavía llevaba pegada la etiqueta del precio$ El hombre llevaba, a modo de equipa%e, una esterilla de dormir enrollada, aunque aparentaba unos sesenta años, 3arl sospech& que el caminante era más %oven$ *or alguna raz&n, 3arl le vio pinta de predicador, de aquellos de verdad que a no se veían> no de esos cabrones avariciosos perfumados que solamente querían quedarse con el dinero de la gente vivir a lo grande a costa de (ios, sino de los que realmente creían en las enseñanzas de 8=e lo agradezco, señor$ :engo los pies reventados$ 8:e está costando que te co%an, ?verdad 8e caminado más que otra cosa, eso se lo aseguro$ 8=í 8di%o 3ari8$ 9o entiendo a la gente que no quiere coger a desconocidos$ (ebería ser una buena obra, audar a alguien$ 8abla usted como un cristiano 8di%o el hombre$ =and se aguant& la risa, pero 3arl no le hizo ni caso$
8En cierta manera supongo que lo so 8le di%o al hombre8$ *ero tengo que admitir que no le dedico tanto tiempo como antes$ El hombre asinti& con la cabeza mir& por la ventanilla$ 83uesta vivir como es debido 8di%o8$ *arece que el diablo no ce%a nunca$ 8?3&mo te llamas, cielo 8le pregunt& =and$ 3arl le ech& un vistazo sonri&G despu)s estir& el brazo para tocarle la pierna$ :ras la cagada del día anterior, había tenido miedo de que ella se pasara el resto del via%e haci)ndole la vida imposible$ 8Ro 8di%o el hombre8$ Ro +afert$ 8? qu) ha en Birginia !ccidental, Ro 8di%o ella$ 8Bo a casa a ver a mi niña$ 8@u) bonito 8di%o =and8$ ?3uánto hace que no la ves Ro lo pens& un momento$ (ios, no había estado tan cansado en la vida$ 8ace casi diecisiete años$ 82r en el coche le estaba dando sueño$ 9o quería ser maleducado para nada, pero, por mucho que lo intent&, no consigui& mantener los o%os abiertos$ 8?@u) has estado haciendo tanto tiempo le%os de casa 8le pregunt& 3ari$ (espu)s de esperar un par de minutos a que el hombre respondiera, se dio la vuelta para mirar al asiento de atrás$ 8ostia, se ha quedado dormido 8le di%o a =and$ 8()%alo que descanse 8di%o ella8$ , de que me lo folle, a te puedes ir olvidando$ uele peor que t7$ 8Bale, vale 8di%o 3ari, sacando de la guantera el mapa de carreteras de ;eorgia$ :reinta minutos más tarde, señal& una salida de la carretera le di%o a =and que la tomara$ =e adentraron cuatro o cinco #il&metros por un camino polvoriento de arcilla al final encontraron un pequeño descampado con restos de una fiesta un piano roto8$ abrá que conformarse con esto 8di%o 3ari, saliendo del coche$ Abri& la portezuela del autoestopista lo zarande&8$ Eh, colega 8le di%o8$ Ben, que quiero enseñarte una cosa$ Al cabo de un par de minutos, Ro se encontr& en una arboleda de altos pinos amarillos$ El suelo que pisaban estaba cubierto por una alfombra de agu%as secas marrones$ 9o se acordaba de cuánto tiempo llevaba via%ando, tal vez unos tres días$ 9o había tenido demasiada suerte a la hora de encontrar quien le llevara, así que había caminado hasta tener los pies llenos de ampollas$ Aunque no se veía capaz de caminar más,
tampoco quería quedarse quieto$ =e preguntaba si los animales a habrían encontrado a :heodore$ +uego vio que la mu%er se estaba desnudando aquello lo confundi&$ 4usc& con la mirada el coche en el que lo habían traído vio que el gordo lo estaba apuntando con una pistola$ +levaba una cámara negra colgando del cuello tenía un puro apagado entre los gruesos labios$ :al vez estuviera soñando, pens& Ro, pero, %oder, aquello parecía mu real$ *odía oler la savia que el calor hacía manar de los árboles$ Bio que la mu%er se tumbaba sobre una manta ro%a a cuadros, como las que la gente usaba para irse de picnic, luego el hombre le di%o algo que termin& de despertarlo$ 8?@u) 8pregunt& Ro$ 8(igo que esto haci)ndote un favor 8le repiti& 3ari8$ A ella le gustan los machos larguiruchos como t7$ 8?@u) está pasando aquí, señor 3arl solt& un suspiro$ 8
3arl se ri& tir& el puro al suelo$ 8Bale, parece que nos ha tocado un chiflado$ =and se puso de pie empez& a vestirse$ 8Bámonos de una puta vez 8di%o$ 3uando se dio la vuelta para ver c&mo la mu%er echaba a andar hacia el coche aparcado %unto a la carretera, Ro sinti& el cañ&n de la pistola contra el costado de su cabeza$ 89i se te ocurra correr 8le di%o 3ari$ 8(e eso no tiene que preocuparse 8di%o Ro8$ a se ha acabado mi )poca de correr$ 8+evant& la vista busc& un trozo de cielo azul visible a trav)s de las ramas verdes frondosas de los pinos$ *as& un %ir&n blanco de nube$ CAsí será morirse 8se di%o a sí mismo8$ 6lotar en el aire$ 9o tiene nada de malo$D =onri& un poco8$ =upongo que no me va a de%ar volver al coche, ?verdad 8as acertado 8di%o 3ari$ empez& a apretar el gatillo$ 8Una cosa nada más 8di%o Ro, con voz apremiante$ 8?@u) 8=e llama +enora$ 8?(e qui)n coño estás hablando 8(e mi niña 8di%o Ro$
HJ 3ostaba de creer, pero el chiflado de los co%ones del tra%e sucio llevaba casi cien d&lares en el bolsillo$ 3omieron parrillada con ensalada de repollo en un chiringuito de un barrio negro de "no1ville, aquella noche durmieron en un olida 2nn de
contemplando el aparcamiento manoseando una picha de perro hasta que se le deshizo entre los dedos$ 9o paraba de buscar señales, algo que hubiera pasado por alto$ *ero no se le ocurría nada, salvo la actitud más bien chunga de =and el e1presidiario que se había escapado$ que tenían que de%arlo ahora que a7n podían$ Eso estaba pensando mientras se acercaban a la larga caravana de coches que esperaban para cruzar el puente metálico plateado que los llevaría a !hio$ En aquel momento vio al %oven guapo moreno que esperaba en la pasarela para peatones con una bolsa de deporte en la mano, a siete u ocho coches de distancia por delante de ellos$ =e inclin& e inhal& el humo de los coches la peste procedente del río$ El tráfico avanz& un par de metros volvi& a detenerse$ Alguien que estaba por detrás de ellos en la hilera de coches hizo sonar la bocina$ El chico se gir& para mirar el final de la hilera, entornando los o%os ba%o el sol$ 8?Bes eso 8di%o 3ari$ 8?*ero qu) pasa con tus putas reglas
8Beamos solamente adonde va$
SÉPTIMA PARTE OHIO
H0 (aba la impresi&n de que había habido un accidente más adelante, a %uzgar por lo despacio que estaba avanzando el tráfico$ Arvin acababa de decidir que iba a cruzar el puente a pie cuando se le acerc& el coche el gordo le pregunt& si quería que lo llevase$ (espu)s de vender el 4el Air, había salido a la carretera se había subido al coche de un vendedor de fertilizantes 8camisa blanca arrugada, corbata manchada de salsa, el hedor del alcohol de la noche anterior manándole de los poros enormes8 que iba de camino a una convenci&n de piensos semillas en 2ndianápolis$ El vendedor lo había de%ado en la ruta a la altura de 9itro, unos minutos más tarde lo había vuelto a coger una familia de color en una camioneta que lo había llevado a las
afueras de *oint *leasant$ =e había sentado en la parte de atrás %unto con una docena de canastos de tomates %udías verdes$ +uego el negro le señal& por d&nde se iba al puente Arvin ech& a andar$ !li& el río !hio varias manzanas antes de poder ver su superficie grasienta de color gris azulado$ +e costaba creer que pudiera via%arse tan deprisa haciendo dedo$ 3uando se meti& en la ranchera negra, la mu%er que iba al volante lo mir& con una sonrisa$ (aba la impresi&n de que se alegraba de verlo$ =e llamaban 3arl =and, le di%o el gordo$ 8?Adonde estás endo 8pregunt& 3ari$ 8A 5eade, !hio 8di%o Arvin8$ ?+o conoc)is 8*ues$$$ 8empez& a decir =and$ 83laro 8la interrumpi& )l8$ =i no me equivoco, creo que tiene una fábrica de papel$ 8=e sac& el puro de la boca mir& a la mu%er8$ (e hecho, vamos a pasar %usto al lado, ?verdad, cielo 8Aquello tenía que ser una señal, pens& 3ari> recoger a un chico tan guapo que iba a 5eade, allí aba%o entre las ratas del río$ 8=í 8di%o ella$ El tráfico empez& a moverse otra vez$ +o que estaba causando la retenci&n era un accidente en el lado de !hio> dos coches todos abollados el pavimento lleno de cristales rotos$ Una ambulancia encendi& la sirena arranc& %usto delante de )l, evitando por los pelos una colisi&n$ Un policía hizo sonar su silbato levant& la mano para hacer parar a =and$ 8
84ill 4urns 8le di%o$ Era como se llamaba el via%ante de fertilizantes$ 8Es un nombre bonito 8di%o ella8$ ?(e d&nde vienes 8(e :ennessee$ 8? para qu) vas a 5eade 8le pregunt& 3ari$ 8*ues de visita nada más$ 8?:ienes familia ahí 89o 8di%o Arvin8$ *ero viví allí hace mucho tiempo$ 8+o más seguro es que no haa cambiado mucho 8 di%o 3ari8$ +a maoría de pueblos pequeños no cambian$ 8? d&nde vivís vosotros 8pregunt& Arvin$ 8=omos de 6ort Wane$ Benimos de estar de vacaciones en 6lorida$ 9os gusta conocer a gente nueva, ?verdad, cariño 8a lo creo 8di%o =and$ 3uando pasaron frente al letrero que anunciaba la entrada en el condado de Ross, 3arl se mir& el relo% de pulsera$ *robablemente deberían haber parado antes de llegar tan le%os, pero conocía un sitio seguro cerca adonde podían llevar al chico$ abía pasado por allí el invierno anterior en uno de sus paseos en coche$ a estaban a quince #il&metros de 5eade eran las seis de la tarde pasadas$ Eso quería decir que solamente les quedaba una hora media más o menos de luz aceptable$ Era la primera vez que violaba una de las reglas importantes, pero a había tomado su decisi&n$ Aquella noche iba a matar a un hombre en !hio$ 84ill, mi ve%iga a no es lo que era$ Bamos a detenernos para que o pueda echar una meada, ?vale 8=í, claro$ o os agradezco que me llev)is$ 8Aquí a la derecha sale un camino 8le di%o 3arla =and$ 8?A qu) distancia 8pregunt& =and$ 8@uizá un #il&metro medio$
Arvin se inclin& un poco mir& más allá de la cabeza de 3ari, en direcci&n al parabrisas$ 9o vio ninguna señal de que hubiera un camino, le pareci& un poco raro que el hombre supiera que había uno más adelante si no era de por allí$ C:al vez tenga un mapaD, se di%o a sí mismo$ Bolvi& a sentarse en su asiento contempl& el paisa%e$ =alvo por el hecho de que las colinas eran más pequeñas más redondeadas, se parecía mucho a Birginia !ccidental$ =e pregunt& si alguien habría encontrado a el cuerpo de :eagardin$ =and sali& de la ruta para coger un camino de tierra grava$ *as& por delante de una gran%a bastante grande que había en la esquina$ Al cabo de un #il&metro, aminor& la marcha le pregunt& a 3ari> 8?Aquí 89o, sigue un poco más$ Arvin puso la espalda recta mir& a su alrededor$ +levaban sin ver una casa desde que habían de%ado atrás la gran%a$ +a +uger le presionaba en la entrepierna, movi& el arma un poco$ 8Este parece un buen sitio 8di%o por fin 3ari, señalando los restos poco visibles de un camino para coches que llevaba a una casa destartalada$ Era obvio que el sitio llevaba años vacío$ +as pocas ventanas estaban rotas el porche se hundía por un lado$ +a puerta principal estaba abierta colgaba de una bisagra$ Al otro lado de la carretera había un campo de maíz, con los talios marchitos amarillentos por culpa del clima t&rrido ventoso$ En cuanto =and apag& el motor, 3arl abri& la guantera$ =ac& una cámara de aspecto caro la sostuvo en alto para que Arvin la viera$ 8=eguro que nunca te habrías imaginado que so fot&grafo, ?verdad 8di%o$ Arvin se encogi& de hombros$ 8=eguramente no$ 8!& el zumbido de los insectos en las hierbas secas que rodeaban el coche$ 5iles de ellos$ 8*ero, oe, no so uno de esos imb)ciles que hacen fotos idiotas como las que salen en el peri&dico, ?verdad que no, =and 89o 8di%o ella, volviendo la vista hacia Arvin8$ *ara nada$ Es mu bueno$ 8?as oído hablar de 5iguel Xngel o de +eonardo$$$ A, cara%o, me he olvidado del apellido$ ?=abes cuál te digo 83reo que sí 8di%o Arvin$ =e acord& de que +enora le había enseñado un libro
donde salía una pintura titulada 5ona +isa$ Ella le había preguntado si la veía parecida a la mu%er del cuadro, se alegraba de haberle dicho que era más guapa$ 8*ues a mí me gusta pensar que un día la gente va a mirar mis fotografías pensará que son igual de buenas que cualquiera de las cosas que hizo esa gente$ +as fotos que o hago, 4ill, son como arte, como lo que ha en el museo$ ?as ido alguna vez a un museo 89o 8di%o Arvin8$ 9o he ido$ 84ueno, tal vez vaas alg7n día$ ?@u) me dices, pues 8?@u) te digo de qu) 8di%o Arvin$ 8?*or qu) no salimos me de%as que te haga unas fotos con =and 89o, me%or que no$ e tenido un día bastante duro prefiero no entretenerme$ =olamente quiero llegar a 5eade$ 8!h, venga, hi%o, si no son más que unos minutos$ A ver, &eme$ ? si ella se desnuda para ti Arvin ech& mano de la manecilla de la puerta$ 89o, gracias 8di%o8$ 5e vuelvo andando a la carretera$ Bosotros quedaos aquí sacad todas las fotos que queráis$ 8Espera, me cago en la puta 8di%o 3ari8$ 9o era mi intenci&n molestarte$ *ero, %oder, preguntar no hace daño a nadie, ?verdad 8(e%& la cámara en el asiento suspir&8$ 5u bien, d)%ame echar mi meada nos largamos$ 3arl sac& su corpach&n del coche ech& a andar hacia la parte de atrás$ =and sac& un cigarrillo del paquete$ Arvin la mir& vio c&mo le temblaban las manos mientras hacía varios intentos de encender una cerilla$ Una sensaci&n, a la que no podía poner nombre, le hurg& de pronto en la tripa como si fuera un cuchillo$ a se estaba sacando la +uger de la cintura del peto cuando o& que 3arl decía> 8=al del coche, chaval$ 8El gordo estaba a poco menos de un metro de la portezuela de atrás, apuntándolo con una pistola de cañ&n largo$ 8=i lo que quer)is es dinero 8di%o Arvin8, tengo un poco$ 8+e quit& el seguro a la pistola8$ !s lo pod)is quedar$ 8(e pronto te has vuelto amable, ?eh 8di%o 3ari$ Escupi& en la hierba8$ *ues mira lo que te digo,
mariconcillo, de momento qu)date con tu dinero$ =and o a lo decidiremos despu)s de que o haga mis puñeteras fotos$ 8=erá me%or que hagas lo que te dice, 4ill 8di%o =and8$ =i las cosas no salen como quiere, se puede poner bastante nervioso$ 3uando ella volvi& a mirarlo le dedic& otra sonrisa, Arvin asinti& para sí mismo abri& su portezuela$ Antes de que la mente de 3arl entendiera qu) era lo que el chaval tenía en la mano, la primera detonaci&n a le había abierto un boquete en el vientre$ +a fuerza de la bala le hizo dar media vuelta sobre sí mismo$ Retrocedi& tres o cuatro pasos tambaleantes recobr& el equilibrio$ 2ntent& levantar el arma apuntar al chico, pero en ese momento otra bala lo alcanz& en el pecho$ Aterriz& boca arriba con un fuerte golpe sobre las hierbas$ Aunque todavía notaba la pistola del N en la mano, los dedos a no le funcionaban$ !& la voz de =and desde alg7n lugar le%ano$ *arecía que estaba repitiendo su nombre una otra vez> C3ari, 3ari, 3ariD$ @uería responderle, pens& que si descansaba un momento de nada todavía podía arreglar aquel desastre$ Algo frío empez& a reptarle por encima$ =inti& que el cuerpo se le empezaba a hundir en un agu%ero que parecía estar abri)ndose en el suelo deba%o de )l$ Rechin& los dientes luch& por salir de allí antes de hundirse demasiado$ =inti& que empezaba a elevarse$ =í, por (ios, todavía estaba a tiempo de arreglar las cosas, luego lo de%arían$ Bio a aquellos dos niños en bicicleta que pasaban lo saludaban con la mano$ =e acabaron las fotos, quería decirle a =and, pero le estaba costando encontrar aire$ +uego algo provisto de unas alas negras enormes se le pos& encima, empu%ándolo de nuevo hacia aba%o, aunque intent& fren)ticamente agarrarse a la hierba a la tierra con la mano izquierda para no hundirse más, esta vez no consigui& detenerlo$ 3uando la mu%er empez& a llamar al hombre a gritos, Arvin se gir& la vio en el asiento de delante, sacando algo del bolso$ 89o lo hagas 8di%o )l, negando con la cabeza$ =e apart& del coche la apunt& con la +uger8$ :e lo pido por favor$ A ella le caían por la cara chorretones negros de pintura de o%os$ ;rit& una vez más el nombre del tipo de pronto se detuvo$ Respir& hondo varias veces se qued& mirando las suelas de 3arl mientras se calmaba$ =e fi%& en que una de ellas tenía un agu%ero tan grande como una moneda de cincuenta centavos$ 9o lo había mencionado en todo el via%e$ 8*or favor 8le di%o Arvin cuando la vio sonreír$ 8A la mierda 8di%o ella en voz ba%a, %usto antes de sacar una pistola por encima del asiento disparar$ , aunque había apuntado directamente al centro del cuerpo del chico, este ni se inmut&$ Bolvi& a echar fren)ticamente el percutor hacia atrás con los
pulgares, pero antes de que pudiera hacer el segundo disparo Arvin le dispar& en el cuello$ +a pistola del MM ca& en los tablones del suelo mientras el balazo la mandaba despedida contra la portezuela del conductor$ Apretándose la garganta con las manos, ella intent& detener el chorro ro%o que le manaba de la herida$ Empez& a ahogarse tosi& vomitando un chorro de sangre sobre el asiento$ =u mirada se clav& en la cara del chico$ +os o%os se le dilataron unos segundos luego se cerraron lentamente$ Arvin escuch& c&mo respiraba varias veces de forma entrecortada por fin e1perimentaba una 7ltima sacudida$ 9o podía creerse que la mu%er no le hubiera dado$
HN Arvin decidi& mantenerse le%os de las carreteras, a era medianoche cuando por fin lleg& a 5eade$ En medio del pueblo, al lado mismo de 5ain =treet, encontr& un motel
achaparrado de ladrillo llamado =cioto 2nn que todavía tenía puesto el letrero de A A42:A32!9E=$ 9unca se había alo%ado en un motel$ El recepcionista, un chaval no mucho maor que )l, estaba mirando con cara de aburrimiento una película antigua, Abbott 3ostello contra la momia, en un pequeño televisor en blanco negro que había en el rinc&n$ +a habitaci&n costaba cinco pavos por noche$ 83ambiamos las toallas todos los días 8di%o el recepcionista$ Al llegar a su habitaci&n se quit& la ropa se pas& un rato largo en la ducha, intentando lavarse$ 9ervioso agotado, se tumb& encima de la colcha se puso a beber a sorbos de una botella de 'his#$ Estaba alegre de haberse acordado de traerla, %oder$ En la pared vio un cuadrito de
arrugada vino a recogerle el plato sin decir una palabra$ Apenas lo mir&, pero cuando )l se levant& para marcharse le de%& un d&lar de propina de todos modos$ 3uando estaba saliendo, tres coches patrulla pasaron a toda velocidad en direcci&n este con las luces centelleando las sirenas aullando$ +e pareci& que el coraz&n se le detenía un momento en el pecho luego empezaba a latirle a toda velocidad$ =e apo& en el costado del edificio de ladrillo trat& de encenderse un cigarro, pero las manos le temblaban demasiado para encenderse la cerilla, igual que le había pasado a la mu%er la tarde anterior$ +as sirenas se apagaron a lo le%os se calm& lo bastante como para encend)rselo$ En aquel preciso momento par& un autob7s en el calle%&n de al lado de la estaci&n$ Bio como se ba%aba una docena apro1imada de personas$ Un par de ellas llevaban uniformes militares$ El conductor del autob7s, un tipo de e1presi&n agria carrillos colgantes con camisa gris corbata negra, se reclin& en su asiento se cal& la gorra hasta los o%os$ Arvin camin& hasta el motel se pas& el resto del día paseando por la moqueta verde raída$ Era una simple cuesti&n de tiempo que las autoridades descubrieran que a *reston :eagardin lo había matado )l$ =e dio cuenta de que largarse tan de repente de 3oal 3ree# era la idiotez más grande que podía haber hecho$ ?Acaso podía haber sido más obvio 3uanto más caminaba por la sala, más claro veía que al dispararle al predicador había puesto en marcha algo que iba a pasarse el resto de su vida sigui)ndolo$ :enía la intuici&n de que debería intentar salir inmediatamente de !hio, pero no soportaba la idea de marcharse sin ver una vez más su vie%a casa el tronco de rezar$ (aba igual qu) más pasara, se di%o a sí mismo> tenía que intentar hacer las paces con aquellas cosas de su padre que seguían ro)ndolo por dentro$ =e pregunt& si alguna vez volvería a sentirse limpio$ En la habitaci&n no había televisor, solamente una radio$ +a 7nica emisora que pudo encontrar sin estática era de 3ountr and 'estern$ (e vez en cuando alguien tosía en la habitaci&n de al lado, a Arvin el ruido le recordaba a la mu%er ahogándose en su propia sangre$ :odavía se estaba acordando de ella cuando lleg& la mañana$
H. 8+o siento, +ee 8di%o o'ser mientras 4odec#er se acercaba8$ Esto es un puto desastre$ Estaba de pie %unto a la ranchera de 3arl =and$ Era el martes, cerca del mediodía$ 4odec#er acababa de llegar$ acía más o menos una hora que un gran%ero había encontrado los cuerpos había parado un cami&n de Wonder 4read en la carretera$ En el camino había cuatro coches patrulla en fila india varios hombres conuniformes grises de pie abanicándose con sus sombreros, a la espera de &rdenes$ o'ser era el audante principal
de 4odec#er, el 7nico en quien se podía confiar para algo que no fueran hurtos poner multas multas de tráfico$ tráfico$ En opini&n del sheriff, los demás no servían ni para hacer de guardias guardias de tráfico delante de una escuela con una sola aula$ +e ech& un vistazo al cuerpo de 3arl luego mir& a su hermana$ El audante a le había dicho por la radio que estaba muerta$ 8
+e dio la bala a o'serG a continuaci&n volvi& a inclinarse sobre el asiento delantero recogi& la pistola del con su pañuelo$ !li& el cañ&n, sac& el cilindro vio que se había disparado una vez$ *uls& el e1tractor las cinco balas le caeron en la mano$ +as puntas estaban dobladas$ 83oño, pero si son de fogueo$ 8?(e fogueo ?*or qu) coño iba a hacer alguien eso, +ee 8*ues no lo s), pero fue un error grave, g rave, está claro$ 8 (e%& la pistola en el asiento, al lado del bolso de la cámara$ +uego sali& del coche fue adonde estaba tirado 3ari$ El muerto seguía teniendo la pistola del N en la mano derecha un puñado de hierba tierra en la otra$ *arecía que hubiera estado arañando el suelo$ :enía varias moscas paseándole por las heridas otra posada en el labio inferior$ 4odec#er comprob& la pistola8$ este capullo no dispar& ni una bala$ 8Eso e1plica cualquiera de los dos agu%eros que tiene 8di%o o'ser$ 8:ampoco 8:ampoco hacía hac ía falta mucho para tumbar a 3arl 8 di%o 4odec#er$ ;ir& la cabeza escupi&8$ Era lo más inservible que he visto en la vida$ 83ogi& la billetera que había encima del cuerpo cont& cincuenta cuatro d&lares$ =e rasc& la cabeza8$ 4ueno, supongo que robo no fue, ?verdad 8?Alguna posibilidad de que :ater :ater 4ro'n haa tenido algo que ver con esto es to A 4odec#er se le puso la cara ro%a$ 8? eso a qu) coño viene El audante se encogi& de hombros$ 89o lo s)$ =olamente esto planteando ideas$ ! sea, sea , ?qui)n más hace esta clase de cosas por aquí 4odec#er se puso de pie neg& con la cabeza$ 89o, esto es to está demasiado a la vista para que haa sido ese maric&n baboso$ =i lo hubiera hecho )l, no los habríamos encontrado encontrado tan fácilmente$ =e habría asegurado de que los gusanos pasaran primero unos días a solas con ellos$ 8=upongo que sí 8di%o el audante$ 8? qu) pasa con el forense 8di%o 4odec#er$ 8=e supone que está de camino$
4odec#er señal& con la cabeza a los demás audantes$ 8az que echen un vistazo en ese campo de maíz, a ver si encuentran encuen tran algo, luego qu)date a esperar al forense$ 8=e sec& el sudor del cuello con el pañuelo$ Esper& a que se ale%ara o'ser se sent& en el asiento del pasa%ero de la ranchera$ Al lado del bolso de =and había una cámara tirada$ +a guantera estaba abierta$ (eba%o de unos mapas doblados de cualquier manera había unos cuantos carretes de película una ca%a de cartuchos del N$ Echando un vistazo para asegurarse de que o'ser seguía hablando con los audantes, 4odec#er se meti& los carretes en el bolsillo de los pantalones se puso a mirar en el bolso$ Encontr& Encontr& un recibo de un olida olida 2nn de
(e%& su bolsa negra sobre la capota del coche$ 8+a impresi&n que me da a mí es que a 3arl le dispar& alguien que estaba sentado atrás$ +uego =and consigui& pegarle un tiro con esa pistolilla del , pero, coño, no tuvo nada que hacer$ Ese puto chisme está cargado con balas de fogueo$ , a %uzgar por el sitio por donde le ha salido la bala, el que le peg& el tiro a ella se había puesto de pie$ 8=eñal& un punto del suelo situado a unos pasos de la puerta de atrás8$ *robablemente ahí mismo$ 8?4alas de fogueo 8di%o el forense$ 4odec#er no le hizo caso$ 8?3uánto tiempo te parece que llevan muertos El forense se apo& en una rodilla para levantarle el brazo a 3ariG se lo intent& mover un poco presion& sobre la piel con motas azules grises$ 8!h, aer a 7ltima hora de la tarde, diría o$ *or ahí$ :odos se que quedaron ron mirando ndo a =an =and en sil silenci ncio dura urante un minuto uto apro1imadamente a continuaci&n 4odec#er se gir& hacia el forense$ 8Aseg7rate de que se encargan de ella, ?de acuerdo acuerd o 8*or supuesto 8di%o 4enn$ 8@ue la reco%a Webster cuando termines$ (iles que pasar) más tarde para hablar del entierro esas cosas$ 5e vuelvo a la oficina$ 8? qu) hacemos con el otro 8pregunt& 4enn mientras 4odec#er empezaba a ale%arse$ El sheriff se detuvo para escupir en el suelo le ech& un vistazo al gordo$ 85&ntatelo como quieras, 4enn, pero aseg7rate de que a ese es e le toca una tumba de pobre$ =in lápida, sin nombre sin nada$
/ 8+ee 8di%o el secretario8$ 5e ha llamado un tal sheriff s heriff :hompson de +e'isburg, Birginia !ccidental$ @uiere que lo llames en cuanto puedas$ 8+e dio a 4odec#er un papel con un n7mero garabateado$
8Willis, ?eso es un cinco o un seis El secretario mir& el papel$ 89o, es un nueve$ 4odec#er cerr& la puerta de su despacho se sent&G abri& un ca%&n del escritorio sac& un caramelo$ (espu)s de ver muerta a =and, lo primero que le había venido a la cabeza era un vaso de 'his#$ =e meti& el caramelo en la boca marc& el n7mero de tel)fono$ 8?=heriff :hompson =o +ee 4odec#er, de !hio$ 8;racias por llamarme, sheriff8di%o el hombre, arrastrando las palabras al estilo del sur rural8$ ?3&mo les va por ahí 89o ando entusiasmado$ 8+a raz&n por la que le llamo, bueno, puede que no sea nada, pero en alg7n momento de aer por la mañana alguien cometi& un homicidio con arma de fuego, mat& a un predicador, el chaval del que sospechamos solía vivir donde ustedes$ 8?Ah, sí ? c&mo cometi& el homicidio 8+e peg& un tiro en la cabeza a la víctima mientras estaba sentada en su coche$ +e puso la pistola en la nunca$ +o de%& todo perdido, pero por lo menos no le hizo sufrir$ 8?@u) clase de arma us& 8Una pistola, probablemente una +uger, alemana$ =abemos que el chaval tenía una$ =e la tra%o su padre de la guerra$ 89ueve milímetros, ?verdad 8Eso mismo$ 8?3&mo me ha dicho que se llama el sospechoso 89o se lo he dicho, pero se llama Arvin Russell$ (e segundo nombre Eugene$ *or lo que tengo entendido, sus padres murieron ahí donde ustedes$ 3reo que su padre se pudo haber suicidado$ +leva unos siete u ocho años viviendo aquí, en 3oal 3ree#, con su abuela$ 4odec#er frunci& el ceño mir& los p&steres pasquines pegados a la pared del otro lado
de la sala$ ?Russell ?Russell ?(e qu) le sonaba aquel nombre 8?3uántos años tiene 8le pregunt& a :hompson$ 8Arvin tiene dieciocho$ Escuche, no es mal chico, o hace tiempo que lo conozco$ , por lo que he oído, es posible que ese predicador se mereciera que lo mataran$ *arece que estaba molestando a niñas$ *ero supongo que eso no lo %ustifica$ 8?El chaval va en coche 8:iene un 3hev 4el Air azul, modelo del /H 8?@u) aspecto tiene 84ueno, envergadura media, pelo oscuro, bastante apuesto 8di%o :hompson8$ Arvin es callado, pero no es de los que aguantan pullas$ , %oder, es posible que el chaval no est) metido en esto, pero es que no lo encuentro por ning7n lado es la 7nica buena pista que tengo$ 85ándenos cualquier informaci&n que tenga de la matrícula del coche o lo que sea nosotros nos mantendremos alerta por si lo vemos$ si vuelve a aparecer por ahí, me avisa usted, ?de acuerdo 8(e acuerdo$ 8Una cosa más 8di%o 4odec#er8$ ?:ienen una foto sua 89o, todavía no$ Esto seguro de que su abuela tendrá un par, pero ahora mismo no está de humor para cooperar$ En cuanto consiga una, nos aseguraremos de mandarles copia$ En cuanto 4odec#er colg& el tel)fono, todo le volvi& a la cabeza> el tronco para rezar aquellos animales muertos el niño que tenía la cara manchada de %ugo de tarta$ Arvin Eugene Russell$ 8a me acuerdo de ti, chaval$ 3amin& hasta un mapa enorme de Estados Unidos que tenían en la pared$ Encontr&
9o tenía sentido que se hubieran alo%ado en
pescado rebozado se lo tragaba$ 8
Ella aplast& el cigarrillo en el cenicero neg& con la cabeza$ 8(e momento no 8di%o ella8$ 5ontar una cosa así cuesta dinero$ 84ueno, ?pues c&mo se gana la vida Ella puso los o%os en blanco solt& un suspiro$ 89o te preocupes, sale adelante$ 8En otras palabras, no traba%a$ 8*ero si o le he visto la cámara todo$ 8
8:odavía me queda traba%o$ *arece que igual tengo que quedarme toda la noche$ 8?Alguna idea de qui)n lo ha hecho 89o 8di%o )l, mirando la botella que tenía sobre la mesa8$ +a verdad es que no$ 8?+ee 8=í, 6io$ 89o habrás estado bebiendo, ?verdad
/Arvin vio el peri&dico en el e1positor frente a la tienda de rosquillas cuando fue a comprarse un caf) la mañana siguiente$ 3ompr& un e%emplar se lo llev& a su habitaci&n para leer la noticia de que habían encontrado asesinados a la hermana del sheriff a su marido$ +a pare%a estaba regresando de unas vacaciones en Birginia 4each$ 9o se mencionaba a ning7n sospechoso, pero la noticia venía acompañada de una foto del sheriff +ee 4odec#er$ Arvin lo reconoci& como el hombre que estaba de servicio la noche en que su padre se había suicidado$ C5ierdaD, murmur&$ 5eti& sus cosas a toda prisa en la bolsa empez& a salir por la puerta$ =e detuvo entr& de nuevo$ (escolg& de la pared el cuadro del calvario, lo envolvi& en papel de peri&dico se lo guard& en la bolsa$ Arvin ech& a andar en direcci&n oeste por 5ain =treet$ Al llegar a las afueras del pueblo, un cami&n maderero que iba a 4ainbridge lo recogi& lo llev& hasta el cruce de la ruta / con 4laine igh'a$ 3ruz& a pie el *aint 3ree# por el puente de =chott una hora más tarde lleg& a las afueras de "noc#emstiff$ =alvo por un par de casas nuevas estilo rancho que se levantaban donde antes solamente había un campo de maíz, todo estaba más o menos como lo recordaba$ 3amin& un poco más luego pas& por la pequeña colina que había en medio de la hondonada$ En la esquina seguía estando la tienda de 5aude, detrás de ella la misma autocaravana que hace ocho años$ =e alegr& de verla$ Al entrar, se encontr& con el tendero sentado en un taburete detrás del armario de las golosinas$ =eguía siendo an#, aunque un poco maor un poco más enve%ecido$ 8@u) tal 8di%o, mirando la bolsa de deporte de Arvin$ El chico salud& con la cabeza de%& la bolsa en el suelo de cemento$ Abri& la portezuela de la nevera de los refrescos busc& una botella de refresco de raíces$ +a abri& dio un trago largo$
an# encendi& un cigarrillo di%o> 8:ienes pinta de haber estado via%ando$ 8=í 8di%o Arvin, apoándose en la nevera$ 8? ad&nde vas 89o lo s) e1actamente$ Antes había una casa en la cima de esa colina de ahí detrás que era propiedad de un abogado$ ?=abes a cuál me refiero 8=í, claro$ En las 5itchell 6íats$ 8*ues o vivía allí$ 8En cuanto lo di%o, dese& no haberlo hecho$ an# lo e1amin& un momento di%o> 85adre mía$ Eres el chico de los Russell, ?verdad 8=í 8di%o Arvin8$ @uería pasar a ver una vez más mi vie%a casa$ 8i%o, me sabe fatal decírtelo, pero esa casa se quem& hace un par de años$ 3reen que lo hicieron unos chavales$ (espu)s de ti de tu familia a no vivi& nadie allí$ +a mu%er del abogado el salido de su novio fueron a la cárcel por matarlo, , que o sepa, el asunto de la casa lleva desde entonces en los tribunales$ A Arvin le sobrevino una oleada de decepci&n$ 8? no queda nada de nada 8pregunt&, intentando que no le temblara la voz$ 84ásicamente los cimientos$ creo que todavía está el cobertizo, o por lo menos una parte$ Ahora está todo invadido de maleza$ 3uando se termin& el refresco, Arvin se qued& mirando el ventanal enorme de cristal reforzado que daba a la iglesia$ =e acord& del día en que su padre había abatido al cazador sobre el barro$ (espu)s de todo lo sucedido en el 7ltimo par de días, a no le parecía tan buen recuerdo$ *uso unas galletas saladas sobre el mostrador pidi& dos lonchas de salchicha ahumada queso$ =e compr& un paquete de 3amel, una ca%a de cerillas otra botella de refresco$ 84ueno 8di%o, cuando el dependiente termin& de meterle la compra en una bolsa 8$ =upongo que vo a subir de todas maneras$ 3ara%o, a que he llegado hasta aquí$$$ ?:odavía se puede subir por el bosque de allí detrás 8=í, t7 corta por el pasto de 3larence$ 9o te dirá nada$
Arvin meti& la compra dentro de la bolsa de deporte$ (esde donde estaba veía la parte superior de la vie%a casa de Wagner$ 8?:odavía vive por aquí una chica que se llama
/M Unos minutos despu)s de que 4odec#er colgara el tel)fono tras hablar con su mu%er, entr& o'ser con un sobre marr&n donde estaban los casquillos que el forense le había sacado del cuerpo a 3ari$ +os dos eran de . milímetros$ 82guales que el que alcanz& a =and 8di%o el audante$ 8a lo suponía$ (ispar& una sola persona$ 85e ha comentado Willis que te ha llamado un sheriff de Birginia !ccidental$ ?:enía algo que ver con esto 4odec#er ech& un vistazo al mapa de la pared$ =e acord& de las fotografías que tenía en el maletero$ 9ecesitaba encontrar a aquel chaval antes que nadie$ 89o, era una memez sobre un predicador$ *ara serte sincero, no entiendo mu bien por qu) nos ha llamado$ 84ueno$ 8?as encontrado huellas en el coche o'ser neg& con la cabeza$ 8*arece que alguien limpi& la parte de atrás$ :odas las demás que hemos encontrado eran de 3arl de =and$ 8?ab)is encontrado algo más 8*ues no$ (eba%o del asiento de delante había un recibo de una gasolinera de 5orehead, "entuc#$ +a guantera estaba atiborrada de mapas$ en la parte de atrás había un mont&n de trastos, almohadas, mantas, un bid&n de gasolina, cosas de esas$ 4odec#er asinti& con la cabeza se frot& los o%os$ 8Bete a casa a descansar un poco$ *arece que ahora mismo lo 7nico que podemos hacer es esperar a que aparezca algo$ Aquella noche se termin& la botella de 'his# en su despacho por la mañana se despert& en el suelo con la garganta seca un fuerte dolor de cabeza$ Record& que en alg7n momento de la noche había soñado que iba andando por el bosque en compañía del chaval de los Russell que se encontraba con todos aquellos animales podridos$ Entr& en el cuarto de baño para lavarse, al terminar le pidi& al secretario que le tra%era el peri&dico, un caf)
un par de aspirinas$ (e camino al aparcamiento, o'ser lo abord& le sugiri& que comprobaran los moteles la estaci&n de autobuses$ Aunque 4odec#er quería encargarse en persona del problema, no podía hacerlo de forma demasiado obvia$ 89o es mala idea 8di%o 4odec#er8$ 5anda a :alor a 3ald'ell$ 8?A qui)nes 8di%o o'ser, frunciendo el ceño$ 8A :alor 3ald'ell$ Aseg7rate de que entienden que ese chiflado de los co%ones es capaz de volarles la cabeza a simple vista$ 8(io media vuelta sali& por la puerta antes de que el audante pudiera protestar$ :eniendo en cuenta lo gallinas que eran aquellos dos, 4odec#er dudaba que despu)s de oír aquello salieran ni siquiera del coche$ 3ondu%o hasta la licorería se compr& una botella de
bosques de ahí detrás Aquella noche su chaval estuvo contigo$ Arvin, se llamaba$ 85e acuerdo$ 8?El mismo chaval ha vuelto a pasar por aquí esta mañana, o tal vez anoche an# se qued& mirando el mostrador$ 8=iento lo de su hermana$$ 8:e he hecho una pregunta, me cago en la puta$ 8?@u) ha hecho el chaval ?=e ha metido en líos 85ás bien sí 8di%o 4odec#er$ 3ogi& el peri&dico del mostrador sostuvo la portada delante de la cara de an#$ Al dependiente se le arrug& el ceño mientras volvía a leer los titulares en tinta negra$ 8*ero no ha sido )l, ?verdad 4odec#er tir& el peri&dico al suelo, sac& el rev&lver apunt& al dependiente$ 89o tengo tiempo para oír idioteces, subnormal de los co%ones$ ?+o has visto an# trag& saliva, volvi& la mirada hacia el ventanal vio que el coche trucado de :albert C
8Es posible que fuera andando, sí$ 8? hacia d&nde ha ido cuando se ha marchado 89o lo s) 8di%o an#8$ 9o le estaba prestando atenci&n$ 89o me mientas$ ?@u) te ha dicho an# ech& un vistazo a la nevera de los refrescos donde el chaval se había estado bebiendo su refresco de raíces$ 8a dicho no s) qu) de la vie%a casa donde vivía, nada más$ 4odec#er volvi& a enfundar la pistola$ 8?Bes 9o ha sido tan difícil, ?verdad 8=e fue hacia la puerta8$ Alg7n día serás un buen chivato$ an# mir& c&mo se metía en el coche patrulla salía hacia 4lac# Run Road$ 3oloc& las palmas de las manos en el mostrador agach& la cabeza$ (etrás de )l, con una voz d)bil como un susurro, el locutor de la radio mandaba otra sentida petici&n$
/I (esde lo alto de las 6íats, Arvin se qued& mirando hacia el sur$ Ahora la espesura del margen del bosque era más frondosa, pero no tard& más que un par de minutos en encontrar el sendero de ciervos que )l su padre cogían para ir al tronco de rezar$ Bio el te%ado metálico del cobertizo apret& el paso$ +a casa a no estaba, tal como le había dicho el dependiente de la tienda$ (e%& su bolsa en el suelo entr& por donde antes estaba la puerta de atrás$ 3ontinu& por la cocina por el pasillo hasta la habitaci&n donde había muerto su madre$ (io varias patadas a las cenizas negras a los trozos calcinados de madera, confiando en encontrar alguna reliquia de ella o alguno de los pequeños tesoros que )l había tenido en la ventana de su dormitorio$ *ero, salvo un pomo de puerta herrumbroso sus recuerdos, no quedaba nada$ En una esquina de los cimientos de roca alguien había desplegado una fila de botellas vacías de cerveza, como recuerdo de la noche que se había pasado allí bebiendo$ El cobertizo a no era más que un armaz&n$ +e habían volado todos los paneles de madera$ Al te%ado o1idado le habían salido agu%eros por todos lados los elementos habían
descolorido arrancado la pintura ro%a$ Arvin entr& para cobi%arse del sol en un rinc&n se encontr& el cubo de pienso que Willard había usado para transportar su preciosa sangre$ +o movi& hasta de%arlo cerca de la entrada lo us& de asiento mientras almorzaba$ 5ir& c&mo un gavilán de cola ro%a trazaba círculos perezosos en el aire$ *or fin sac& la fotografía de la mu%er con el muerto$ ?*or qu) la gente hacía aquellas cosas Bolvi& a preguntarse c&mo era posible que la bala de ella no lo alcanzara si lo tenía a menos de un metro medio de distancia$ En el silencio que reinaba se acord& de la voz de su padre> CAquí tienes una señal, hi%o$ 5e%or será que le prestes atenci&nD$ =e guard& la foto en el bolsillo escondi& el cubo deba%o de una bala de pa%a mohosa$ +uego empez& a cruzar el campo de vuelta$ Bolvi& a encontrar el sendero de ciervos no tard& en llegar al claro en el que tanto empeño había puesto Willard$ 3asi todo estaba invadido de hierba negra de helechos silvestres, pero el tronco de rezar seguía en su sitio$ :ambi)n quedaban cinco de las cruces en pie, con vetas de un ro%o apagado que venían del &1ido de los clavos$ +as otras cuatro estaban tiradas en el suelo, sobre ellas se enroscaban los rosales trepadores de flores anaran%adas$ El coraz&n se le detuvo un segundo cuando vio que de la primera cruz que su padre había levantado todavía colgaban algunos restos del perro$ =e apo& en un árbol se acord& de los días previos a la muerte de su madre de c&mo Willard había querido con todas sus fuerzas que viviera$ abría hecho lo que fuera por ella, daban igual la sangre el hedor los insectos el calor$ +o que fuera, se di%o a sí mismo Arvin$ de pronto se dio cuenta, plantado una vez más en la iglesia de su padre, de que Willard había tenido que irse adonde estaba 3harlotte a fin de poder seguir cuidando de ella$ Arvin llevaba todos aquellos años odiándolo por lo que había hecho, como le había traído sin cuidado lo que le pasara a su chaval despu)s de que ella muriera$ +uego se acord& del traecto de vuelta del cementerio, de que Willard le había propuesto ir a 3oal 3ree# a visitar a Emma$
tumba$ +uego volvi& a su bolsa, sac& el cuadro de la crucifi1i&n que había cogido del motel lo colg& de uno de los clavos de la cruz$ Bolvi& al otro lado del tronco se arrodill& en el sitio donde antaño había rezado %unto a su padre$ =e sac& la +uger de los vaqueros la coloc& encima del tronco$ El aire llegaba cargado podrido por el calor la humedad$ 5ir& a por fin a solas con los fantasmas de suinfancia$ =e puso a rezar, por primera vez desde la muerte de su madre$ Al cabo de un par de minutos una ráfaga repentina de viento ba%& de la colina por detrás de )l algunos de los huesos que todavía colgaban de los árboles empezaron a tintinear como si fueran m&viles de campanillas$
/H 4odec#er gir& por el camino de tierra que llevaba a la antigua casa de los Russell, con el coche patrulla bamboleándose suavemente sobre los baches$ Amartill& su pistola la de%& en el asiento$ *as& lentamente por encima de los frágiles arbolitos las matas altas de hierba carnicera por fin se detuvo a unos cincuenta metros de donde había estado la casa$ *udo distinguir a duras penas el borde superior de los cimientos asomando sobre el sorgo de Alepo$ +o poco que quedaba del cobertizo estaba a otros cincuenta metros a la izquierda$ :al vez compraría aquella propiedad cuando se acabara aquel puto %aleo, pens&$ *odía construir otra casa plantar un huerto$ @ue 5atthe's se quedara con el puto puesto de sheriff$ A 6lorence le gustaría$ Aquella mu%er vivía preocupada$ 5eti& la mano deba%o del asiento, sac& la botella dio un trago$ :ambi)n tendría que hacer algo con :ater, pero eso no podía ser mu difícil$ , sin embargo, el chaval de los Russell podía ser e1actamente lo que )l necesitaba para ganar otras elecciones$ Alguien capaz de matar a un predicador por tirarse a alguna chavalita debía de tener un tornillo flo%o, daba igual lo que le hubiera dicho aquel palurdo de sheriff de Birginia !ccidental$ 9o costaría nada hacer que aquel bruto pareciera un maníaco calculadorG la gente siempre votaba a los h)roes$ (io otro trago de la botella la guard& deba%o del asiento$ 8(e esas cosas es me%or preocuparse despu)s 8di%o 4odec#er en voz alta$ Ahora mismo tenía un traba%o entre manos$ Aunque no se volviera a presentar al cargo, no soportaba la idea de que alguien supiera la verdad sobre =and$ 9i siquiera podía e1presar con palabras lo que le había visto hacer en algunas de aquellas fotos$
Una vez fuera del coche, guard& el rev&lver en la guantera cogi& la escopeta de la parte de atrás$ :ir& el sombrero al asiento de delante$ :enía el est&mago revuelto por la resaca se encontraba fatal$ +e quit& el seguro a la escopeta ech& a andar lentamente por el camino que llevaba a la casa$ =e detuvo varias veces para escuchar reanudar su marcha$ 9o se oía nada más que el canto de unos pocos pá%aros$ Al llegar al cobertizo se qued& a su sombra, mirando los restos de la casa$ =e relami& dese& beberse otra copa$ Una avispa vol& cerca de su cabeza )l la abati& con la mano la aplast& con el tac&n$ Al cabo de unos minutos, ech& a andar por el campo, sin apartarse de la línea de los árboles$ 3ruz& por entre algodoncillos resecos, ortigas bardanas$ 2ntent& acordarse de hasta d&nde había seguido al chaval aquella noche antes de encontrarse con el sendero que llevaba al sitio en que se había desangrado su padre$ Bolvi& a mirar hacia el cobertizo, pero no se acordaba$ :endría que haberse traído a o'ser, pens&$ A aquel cabr&n le encantaba la caza$ a estaba empezando a pensar que se había pasado de largo cuando encontr& unas hierbas pisoteadas$ 9ot& que se le aceleraba un poco el coraz&n se sec& el sudor de los o%os$ =e agach&, mir& el bosque que se e1tendía más allá de la maleza las hierbas vio que el contorno del antiguo sendero de ciervos estaba solamente a un par de metros$ Ech& otro vistazo por encima del hombro vio tres cuervos negros que volaban ba%o sobre el campo, graznando$ Agach& la cabeza para pasar ba%o unas zarzamoras, dio unos pocos pasos a estaba en el sendero$ Respir& hondo se puso a ba%ar lentamente la colina, con el arma lista para disparar$ 9otaba que por dentro estaba temblando de miedo emoci&n, igual que cuando había matado a aquellos dos hombres para :ater$ 3onfiaba en que este de ahora fuera igual de fácil$
// +a brisa se apag& los huesos de%aron de tintinear$ Ahora Arvin o& otros ruidos, sonidos d)biles cotidianos que subían desde la hondonada> una puerta mosquitera que se cerraba de golpe, niños chillando el rumor de una cortadora de c)sped$ +uego las cigarras detuvieron un momento su agudo zumbido abri& los o%os$ ;ir& un poco la cabeza le pareci& oír un ruido d)bil detrás de sí, una ho%a seca que cru%ía ba%o un pie o tal vez una ramita que se partía$ 9o podía estar seguro$ 3uando las cigarras se pusieron a cantar otra vez, cogi& la pistola de encima del tronco$ Agachado, dio la vuelta a una rosaleda silvestre situada a la izquierda de lo que quedaba del claro ech& a andar colina arriba$ 9o llevaba más que siete u ocho metros cuando se acord& de que se había de%ado la bolsa de deporte al lado del tronco de rezar$ 8?Arvin Russell 8o& que lo llamaba una voz estridente$ =e agach& detrás de un nogal se puso de pie mu despacio$ 3onteniendo la
respiraci&n, se asom& al otro lado del tronco vio a 4odec#er con una escopeta en las manos$ Al principio solamente pudo verle una parte de la camisa marr&n de las botas$ +uego el agente de la le dio unos cuantos pasos más pudo distinguir buena parte de su cara ro%a$ 8?Arvin =o el sheriff 4odec#er, hi%o 8le grit& el sheriff8$ 9o he venido a hacerte daño, te lo prometo$ =olamente necesito hacerte unas preguntas$ Arvin vio que escupía se secaba el sudor de los o%os$ 4odec#er se apart& un par de metros un urogallo sali& volando de su escondri%o cruz& el claro batiendo las alas con furia$ +evantando de golpe la escopeta, 4odec#er dispar& meti& a toda prisa otro cartucho en la recámara$ 8
enseñan cuando eres agente de la le$ 9unca puedes entregar tu arma$ 8+o que les enseñan no es cosa mía 8di%o Arvin8$ ()%ela en el suelo apártese de ella$ 89ot& que el coraz&n le aporreaba ba%o la camisa$ (e pronto parecía que el aire se había secado$ 8?3&mo ?*ara que me puedas matar igual que has matado a mi hermana a ese predicador de Birginia !ccidental A Arvin empez& a temblarle un poco la mano cuando o& que el sheriff mencionaba a :eagardin$ *ens& un segundo$ 8En el bolsillo tengo una foto en que ella está abrazando a un muerto$ =i suelta usted esa escopeta, se la enseño$ 8Bio que al sheriff se le ponía rígida la espalda cogi& con más fuerza la +uger$ 8i%o de la gran puta 8di%o 4odec#er entre dientes$ Bolvi& a mirar su retrato en el peri&dico$ =e lo habían hecho %usto despu)s de que resultara elegido$ abía %urado defender la le$ A punto estuvo de entrarle la risa$ +uego levant& la 2thaca empez& a darse la vuelta$ El chaval dispar&$ A 4odec#er se le dispar& la escopeta los perdigones abrieron un agu%ero irregular en los rosales que Arvin tenía a la derecha$ El chaval se encogi& sobresaltado volvi& a apretar el gatillo$ El sheriff solt& un grito estridente ca& boca aba%o sobre las ho%as$ Arvin esper& un par de minutos se acerc& con cautela$ 4odec#er estaba tirado de lado mirando el suelo$ Una bala le había destrozado la muñeca la otra le había entrado por deba%o del brazo$ A %uzgar por su aspecto, tenía por lo menos un pulm&n perforado$ 3ada vez que el hombre respiraba pesadamente, le manchaba la pechera de la camisa otro chorro de sangre de color ro%o intenso$ 3uando 4odec#er vio las botas desgastadas del chaval, intent& sacarse la pistola de la cartuchera, pero Arvin se inclin&, se la cogi& la tir& a unos metros de allí$ (e%& la +uger encima del tronco , tan suavemente como pudo, puso a 4odec#er de espaldas$ 8=) que era su hermana, pero mire esto 8di%o Arvin$ =ac& la fotografía de la billetera la sostuvo para que el sheriff pudiera verla8$ 9o tuve opci&n$ +o %uro> le supliqu) que de%ara el arma$ 84odec#er mir& la cara del chico luego movi& los o%os para mirar a =and al muerto que ella tenía en brazos$ izo una mueca trat& de agarrar la foto con el brazo bueno, pero estaba demasiado d)bil para llevar a cabo nada que no fuera un esfuerzo desganado$ +uego se qued& boca arriba empez& a toser sangre, igual que había hecho ella$ Aunque a Arvin le pareci& que pasaban horas mientras escuchaba al sheriff luchar