Todo Todo ha cambiado, cambiado, todo. todo. Lo he fastidiado fastidiado a más no no poder. poder. Nada más llegar llegar al hospital me he encerrado en mi despacho tras avisar a Teresa de que sólo me avisara para emergencias. Había llamado a Ana hacía un rato estaba esperándola impaciente. !onseguí caf" reci"n hecho de la sala de m"dicos pero tenía la sensación de que a estaba frío. Nada más sentarme en mi silla, cruc" mis bra#os sobre la mesa apo" mi frente sobre ellos. No me he movido un ápice desde entonces. $e abrió la puerta sólo entonces levant" la vista, suspirando suspirando aliviada al ver a Ana, ocultaba su rostro tras unas gafas de sol enormes que se quitó para verme me%or. &'$e puede saber qu" es tan urgente que me haces levantarme a las nueve de la ma(ana un sábado) *me preguntó sentándose delante de mí mirándome +%amente& Tienes un aspecto horrible, que lo sepas. &racias, Ana. *le di%e con desgana. &A ver 'qu" pasa) '!uál es esa emergencia) &-e he acostado con sther. !reo que es la primera ve# que veo a Ana sin saber qu" decir. -e miraba +%amente sin mover un solo m/sculo de su rostro lo cual me inquietó bastante. &0i algo1 &No pienso darte mi opinión hasta que sepa ba%o qu" circunstancias ha ocurrido esto que me estás contando. La seriedad en su tono me alarmó, pero comenc" a relatarle lo que había pasado la noche anterior, de%ando a un lado los detalles morbosos, esos que siempre me pedía cada ve# que le comunicaba alguna de mis conquistas, tan escasas /ltimamente. 2i como tragaba saliva por primera ve# desde que se había sentado delante de mí apartó la vista para mirar a un lado, parpadeando repetidamente. &La has cagado. &3Lo s", Ana4 &'!ómo le dices eso) -aca menuda cagada 'Te has parado a pensar en sther) 'Acaso le preguntaste si ella sólo quería eso1 un polvo de una noche)*me ri(ó. &3No4 No le pregunt" nada, 'cómo quieres que lo hiciera) 56e sther, sólo quiero follar 'eso te vale o...)7 &Ahórrate tu sarcasmo, -aca, que sabes que a mí no me vale *me apuntó con su dedo índice& sto es mu fuerte. '8u" vas a hacer) &No tengo ni idea *suspir"& 9or una parte me siento increíblemente bien por otra1 por otra me odio. -e do asco por de%arme llevar así con sther. &!ari(o, es normal. Nunca es sencillo acostarte con tu me%or amiga, sobre todo si estás enamorada de ella.
:runcí el ce(o de manera casi automática, sin notar que lo estaba haciendo ella abrió los o%os, haciendo un gesto con la cabe#a como si esperara mi r"plica. $in embargo o sólo pude abrir la boca no decir nada. &-aca, tranquila '2ale) No vo a poner el grito en el cielo ni te vo a dar un sermón, estas cosas pasan, lo veía venir. Ahora el problema no es ese. '8u" te ha dicho ella esta ma(ana) &Nada. -e vine al hospital antes de que se despertara, le de%" una nota 1 &spera, espera *me interrumpió& 'Te fuiste antes de que se despertara) &3Tenía &3Tenía guardia Ana4 &Tengo miedo de preguntarte qu" le pusiste en la nota1 &di%o frotándose la frente. &9ues que me llamara si quería quedar ho. Hice una mueca al ver el gesto de desesperación de Ana, quien sin llamarme imb"cil con todas las letras, me de%aba claro que lo había hecho todo mal. &Tienes que hablar con ella, -aca, aclara las cosas. &No, mira no creo que sea lo me%or *negu" con la cabe#a& No. &9ero -aca, os vais a hacer da(o1 stas cosas nunca salen bien. &Ana '8u" quieres que le diga) -ira sther, o llevo meses enamorada de ti no s" qu" sientes t/ pero para mí lo de la otra noche fue increíble me gustaría hacerlo más a menudo. Ana se inclinó sobre la mesa me dio un coscorrón en la cabe#a. &Te lo advertí. -aca esto es serio. &Ana, sther no me quiere de esa manera. s mi me%or amiga, me quiere, me aprecia1 9ero a está. No ha nada más. &'!ómo sabes eso) 'Te lo ha dicho ella) &3No4 9ero tampoco me ha dicho o hecho nada que pueda pensar que o1 &al#ó las ce%as& 8uítatelo de la cabe#a, Ana. No pienso poner en peligro nuestra amistad. s lo me%or que me ha pasado en la vida no quiero arriesgarme a perderla por una estupide#. ;a se me pasará, sólo necesito salir con mu%eres, eso es todo. &No, t/ necesitas salir con sther. -aca, s" sincera con ella. sto te va a consumir seguramente acabarás cagándola entonces sí que la vas a perder. &No pienso hacerlo. &-aca1 n ese momento llamaron a la puerta Tania, una de las enfermeras de pediatría entró con rostro preocupado. &0octora, el ni(o de la cuatrocientos ocho ha entrado en crisis. &2o ahora mismo. Ana1
ntendió que tenía que irme salió conmigo hasta al pasillo, donde unimos nuestras manos un segundo antes de que saliera corriendo a ver a
l ni(o no aguantó, murió tras intentar reanimarle durante más de media hora. $i Laura no me hubiera parado hubiera seguido intentándolo hasta devolverle la vida, seguramente causando da(os que sólo empeorarían el nivel de vida del crío. l resto del turno fue tranquilo, sin apenas traba%o en pediatría ni en urgencias, por lo que tuve todo el día para pensar en mí, en sther en lo que pasó. 8ui#á Ana tenía ra#ón tenía que sincerarme con sther pero1 '9ara qu") $opes" detenidamente mis opciones posibilidades, e incluso tuve en cuenta la evolución de nuestra relación desde la noche que nos conocimos1 9rácticamente nula. sther acudió allí para intentar resolver una duda de la que nunca más volvimos a hablar, ni o pregunt" ni ella sacó el tema nunca más '8ui"n podía asegurarme que sther seguía pensando en la posibilidad de que le gusten las mu%eres) 2ale, sí, se acostó conmigo, pero había bebido, no creo que se diese cuenta de qu" estaba haciendo realmente. !laro, sther nunca hubiera hecho aquello estando sobria. -ir" mi relo% vi que eran casi las siete, no tenía ning/n paciente a la vista sí muchas ganas de ver a sther. =rremediablemente la necesitaba, necesitaba de su presencia, de su olor, de su sonrisa1 >na necesidad que no había sido capa# de ocultar a los o%os de Ana, sin embargo sther, la persona que me%or me conoce, no ha sido capa# de verla. 8ui#á fuese me%or así. -e cambi" me march" del hospital die# minutos antes de que acabara mi turno, tambi"n había llegado pronto nadie me había dado una palmadita en la espalda así que no vi ning/n problema en hacer aquello. sther no me había llamado en todo el día, así que me dirigí a su apartamento, aparqu" en frente de su portal, como siempre, entre un árbol una farola, llam" al timbre, pero no contestó. No estaba en casa pero o necesitaba verla, saber que todo seguía igual, que mi estupide# no la había ale%ado de mí. -e sent" en el peque(o escalón de su portería esper", esper" como quien espera un milagro por +n, ahí estaba. !ru#ando la cera con una bolsa del supermercado la mirada perdida. !ru#ó la calle mirando al suelo, sin prestarle demasiada atención a su alrededor, algo que le había reprochado miles de veces. $e quedó parada al verme, pero era algo normal 'No) Así que actu" con naturalidad para evitar afrontar un posible recha#o, ataca antes de que te ataquen, buena táctica. $ubimos a su piso , tras pasar un rato entretenido arreglando su portátil, le invit" a salir con un grupo que, teóricamente, nos íbamos a reunir aquella noche, el /nico problema era que ellas desconocían aquel hecho. -e fui de su casa tras recibir una respuesta a+rmativa me dirigí de nuevo al hospital, buscando a Laura con urgencia. racias a Teresa la encontr" enseguida, estaba en cortinas me dirigí a ella con una e?presión un tanto desesperada. &'T/ qu" haces aquí si a te habías ido)
&9ues invitarte a salir esta noche. &-aca1 &me miró con una sonrisa&1res una mu%er mu atractiva , cr"eme, si o fuera lesbiana t/ serías la primera en la lista pero1 &Laura %oder *me reí con su broma, lo admito& sther está un poco desanimada he pensado que podríamos salir por ahí. T/, va, Ana, sther o1 !omo siempre. '8u" me dices) &s que pensaba quedarme en casa esta noche, no todas hemos tenido un turno tan rela%ado como el tuo. &2enga Laura, ha#lo por mí *%unt" mis manos en se(al de s/plica& ;o te invito. =ntent" poner mi cara de cordero degollado, esa que tantas veces me funcionó a lo largo de mi vida acabó suspirando, asintiendo con la cabe#a. &enial. !onvence a va 'eh) ;o llamo a Ana luego te do un toque para con+rmar hora sitio. &2ale, tendr" el móvil a mano. &racias Laura. Le di un en"rgico beso en la me%illa salí pitando del hospital antes de encontrarme con alguien que me pidiera quedarme para alguna urgencia m"dica @o proposición indecente, -árque#, radiólogo, /ltimamente me miraba de manera un tanto lasciva, a la ve# que repugnante.
>na ve# llegu" a casa llam" a Ana con un nerviosismo desconocido para mí. Tuve que llamarla tres veces antes de que contestara cuando lo hi#o apenas podía oírla. &'0ónde estás) No te oigo nada. &3'8u")4 &3'8u" dónde estás)4 &3-aca espera4 -e colgó, allí me qued", clavada en medio del salón mirando el tel"fono con cara de idiota. 9ronto empe#ó a sonar contest". &6stras, por +n *suspiró Ana& '8u" pasa que me llamas con tanta insistencia) &Ana tenemos que salir esta noche. &Ah, vale, gua. *di%o con rotundidad. &'Nunca me vas a decir que no) &-aca 'cuánto hace que nos conocemos) '2einte a(os) '!uánto me has visto decir que no a una salida nocturna)
&2ale, es igual, mira. He ido a casa de sther le he dicho que esta noche salíamos las de siempre, que se apuntara1 &; ahora estás avisando a las de siempre de que ha que salir. *me interrumpió& 2ale, captado. ;, como siempre, so el /ltimo mono en enterarse porque sabes que dir" que sí. *$onreí& 'A qu" hora) &Le he dicho que pasaría a buscarla sobre las once. Lo que no le he dicho es a dónde vamos, porque no lo s". &$í, es lo malo de las salidas falsas, nunca se sabe a dónde se va *se quedó en silencio unos segundos& 2amos al pub de -arta. &'A !hueca) >n poco obvio 'No crees) &-aca, hemos ido miles de veces, no creo que sea nada raro. &2ale, como quieras. 6e1 muchas gracias Ana. &Nada mu%er1 9or cierto 'qu" tal ha ido) &9ues bien, supongo. >n poco raro al principio pero bueno, a sabes, acab" haciendo el tonto claro1 !aó rendida a mis encantos. &$í, a sabemos que cae rendida a tus encantos1 &Ana1 &le advertí con tono amena#ador. &2ale, vale, no digo nada. -e vo que tengo a gente esperándome. &'$e puede saber dónde estás) &so, querida, es secreto de sumario. !hausito.
Llam" a Laura, con+rmando su asistencia la de va, le di el nombre del local, la hora todo estaba listo. -e duch" en die# minutos prepar" un sándich mientras de%aba que mi pelo se secara por sí solo, ondulándose ligeramente, como le gustaba a sther. -e llev" el plato con el sándich al dormitorio lo de%" sobre la mesita de noche mientras buscaba qu" ponerme aquella noche. Abrí el armario con la boca llena el alborno# a/n puesto mir" en el interior. &2amos -aca, esta noche vas a por todas. $aqu" un top en tonos verdes que colgaba con holgura, de%ando un hombro al descubierto, unos te%anos a%ustados botas altas. -e vestí apliqu" un poco más de maquilla%e de lo que acostumbraba, me perfum" con esmero me ech" un /ltimo vista#o al espe%o. 9erfecta. !uando llegu" a su portal, sther a se encontraba esperándome en la puerta, con los bra#os cru#ados una tímida sonrisa. '-e lo parece a mí o está más guapa cada día) Aprovech" al má?imo aquellos segundos en los que el visor de mi casco seguía ocultando mi mirada para observarla de arriba aba%o.
; fue entonces cuando perdí la capacidad de controlar mi cuerpo. -is sentidos se alteraron al verla acercarse, al percibir su olor aquella sonrisa que parecía resistirse a aparecer mi mente voló, voló veinticuatro horas atrás, la sentí. $entí su cuerpo movi"ndose contra el mío, sus gemidos, sus escalofríos confundi"ndose con los míos1 =ntent" actuar con naturalidad, centrándome en el ob%etivo de aquella nocheB arrasar. l traecto al local fue una lenta tortura que me alteró más de lo que pens" en un principio. La sentí agarrarse a mí, con +rme#a, sin de%ar resquicio de aire alguno entre nosotras apoando su cabe#a en mi espalda, como muchas otras veces. 0i un poco de rodeo en un pat"tico intento de prolongar aquel contacto. Llegamos tarde, pero había valido la pena. -is piernas de%aron de temblar al pisar el suelo del local, sacando un valor que creía no poseer desde hacía tiempo me empap" del ambiente que nos rodeaba. Notaba las miradas repasando mi anatomía, siempre he sabido que llamaba la atención aquella noche me gustaba. nseguida una melodía conocida, busqu" a Ana, que me miró con una amplia sonrisa , agarrando a va de la mu(eca, me hi#o un gesto con la cabe#a mientras se acercaban al centro de la pista. mpe#amos a bailar sin inhibiciones. Nos de%amos llevar por la m/sica por las ganas de divertirnos e incluso permití que alguna que otra chica se acercara a mí Cirteara descaradamente, agarrándome siempre a Ana para evitar afrontar un posible acercamiento más directo. A/n no estaba preparada, necesitaba beber algo, sí, estaba segura de que un trago me rela%aría. -e disculp" con Ana va me dirigí hacia la barra, pidiendo un hisD con coca&cola cru#ando mis bra#os sobre la fría super+cie de metal. >na atractiva rubia de o%os verdes se acercó a mí se detuvo %usto a mi lado. &Hola 'stás sola) &'so no es una película) &No, película es lo que llevo viendo en mi cabe#a desde que te he visto bailar. '8uieres saber qui"nes son las protagonistas) *me preguntó Cirteando. Tom" un trago de mi bebida me inclin" un poco hacia delante, acercándome a ella. &!u"ntamelo.
2ale, qui#á había perdido práctica en esto de empe#ar una conversación pero desde luego no había perdido mis encantos. A los pocos minutos, despu"s de que la chica me contara su 5película7 particular mu cerca del oído, a nos estábamos besando sin importarnos nada más que ese momento que compartíamos. $us manos iban rápidas, pasando de mis caderas a mi espalda, colándose por mi top o me de%" hacer. !ualquiera pensaría que estaba perdiendo el control, pero sabía mu bien lo que hacía. $educía a aquella chica con el /nico ob%etivo de sentir algo, sentir que aquella necesidad que oprimía mi pecho podía ser suplida por cualquiera, que no pertenecía a sther.
&2ivo a dos calles de aquí. *me susurró. &0emos un paseo, entonces. No me reconocía. Nunca, en mis a(os de numerosas conquistas, había ido a casa de ninguna chica sin tan siquiera saber su nombre. No estaba orgullosa de aquello, pero funcionaba. 9or unos instantes me olvid" de su cara, de su olor1 mi cabe#a de%ó de repetir su nombre. Todo marchaba hasta que empec" a besar su cuello, impregnándome de su fragancia, lo que pareció despertar mis sentidos. n mi mente empe#aron a reproducirse mis peores pesadillas, los me%ores momentos de mi vida, mi noche con sther. Apret" los o%os abrac" aquel cuerpo con más fuer#a, trasladando mis labios a su pecho, e?plorando entre aquella tela que me obstaculi#aba la tarea de disfrutar de ella. $oltó un gemido que heló mi cuerpo tuve que parar. &'8u" pasa) *me preguntó preocupada, buscando mis o%os. &Nada. =ntent" besarla de nuevo pero ella se retiró hacia atrás. &'$eguro que no pasa nada) &$hhh1 La hice callar, de la misma manera que hice con sther. La bes" con furia, sintiendo que me quemaba por dentro, no un ardor apasionado, sino una rabia contenida. Eabia por obligarme a hacer algo que no quería, que no sentía. $eguía recorriendo su piel con mis dedos hasta que el fuego empe#ó a quemar. -e separ" de ella de un brinco empec" a abrocharme el pantalón que tan habilidosamente había desabrochado. &'$e puede saber qu" co(o te pasa) *me preguntó molesta. &Lo siento, pero no puedo hacerlo. &
!orrí hasta el local, esperando encontrar a las demás dentro. 2i a Ana me acerqu" a ella en dos pasos.
&'0ónde está sther) &Hombre '8u" haces t/ aquí) !reí que tenías me%ores cosas que hacer1 &
-e encontraba a frente a su puerta, muerta de miedo, temblando con un caos en la cabe#a que me impedía ordenar mis ideas. 8ui#ás era me%or así. A veces, cuando tenemos nuestras ideas demasiado ordenadas, creamos un discurso reglado que tiende a caerse en cuanto alguien pregunta algo que no entraba en nuestros planes. Llam" al timbre esper" unos segundos. scuch" pasos al otro lado cuando se esfumó aquel sonido, vi una sombra por deba%o de la puerta. &-aca1 $usurró mi nombre, sorprendida por verme allí, insegura como o. &'9uedo pasar sther) *le pedí. $e retiró de%ó que entrara, con un gran sentimiento de culpa un nudo en la garganta, sin quitar la vista del suelo, así me coloqu" frente a ella, con las manos en los bolsillos. &'8u" haces aquí) staba claro que había llorado, tenía la vo# tomada los o%os ro%os e hinchados. 'Habría llorado por mí) La observ" unos instantes sólo fui capa# de pronunciar dos palabras. &Te fuiste. &No creí que te fueses a dar cuenta. l desprecio en su vo# me hirió. >n tono tosco, directo. &sther1 por favor. No hagas esto más difícil.
&';o) Te acuestas conmigo, me dices que quieres hacer como que no ha pasado nada, me menosprecias a mí a lo que pasó encima te ligas a la primera que te hace o%itos en el bar. ; o so la que pone las cosas difíciles. 3Ha que %oderse4 &sther no son horas. & ra la primera ve# que la veía tan nerviosa, perdiendo los papeles elevando la vo#. &3-e importa una mierda -aca4 'Tienes idea de cómo me he sentido) 'h) 'No) s mu sencillo. 3!omo una mierda, -aca4 Así me he sentido1 $e giró, dándome la espalda, qui#á intentando que no viera que estaba temblando, que se sacudía sin querer mostrar aquella debilidad. $e abra#ó a sí misma o lo intent" de nuevo. &sther lo siento '2ale) No1 no sabía qu" hacer. No quería perderte, perder lo nuestro no1 ra demasiado complicado, pens" que1 &No -aca, no pensaste. se es el problema. $i hubieras pensado o no estaría así ahora mismo. Aquello no estaba funcionando, no me escuchaba. -e acerqu" a ella con cuidado e intent" posar mis manos en sus bra#os, encontrar esa cercanía que nos calmase. 9ero no estaba por la labor, se libró de mis manos con desprecio se giró. Lo que vi en sus o%os me asustó. 8ui#á porque no vi nada1 No brillaban como de costumbre, no mostraban candide#, calor, humanidad1 Aquella mirada fría, distante, hiriente, se clavó en mi pecho, haciendo que mi mandíbula empe#ara a temblar. &No me toques1 No vuelvas a tocarme, -aca. *spetó con rabia& Nunca en la vida me habían tratado así. '; sabes lo curioso) s que nunca pens" que, si alguna ve# me volvían a hacer tanto da(o, serías t/ quien me lo hiciera. T/, -aca1 res la persona que más quiero en este mundo no me da miedo decírtelo. 9ero se acabó1 No quiero volver a verte, -aca. &sther, s" que estás enfadada pero1 &'nfadada) nfadada es poco para cómo me siento, cr"eme. mpe#ó a llorar, comprimiendo mi cora#ón en un nudo que subía hasta mi garganta, aprisionando mi vo#, mi estabilidad emocional. 0eseaba tanto poder abra#arla, acariciar su espalda susurrarle que todo estaba bien1 Abrió la puerta sin decir nada, sin mirarme entendí que una ve# atravesara aquel umbral, la habría perdido. &2ete, por favor. &sther1 &2ete. !abi#ba%a, pas" por delante suo, escuchando aquellas palabras que resonarían en mi cabe#a cada noche. &spero que tirártela haa merecido la pena.
!erró la puerta con ella derrumbó mi mundo. 'Eealmente lo había hecho tan mal) '-e había equivocado al intentar preservar nuestra a mistad, al no hacerme ilusiones, al intentar que nada cambiara) No podía irme a/n, mis pies seguían clavados frente a su puerta, la cual acarici". $i cerraba los o%os pensaba que era su piel. &sther1 No me he acostado con ella. No he podido, no1 no he podido1 porque no eras t/. 6%alá pudiera abrir esa puerta tocarla, tocarla antes de irme, de irme de desaparecer, de desaparecer hundirme. -e subí al ascensor como si de una cabina de tele transporte se tratara, via%" hasta un lugar mucho más oscuro tenebrosoB la vida sin ella.
Han pasado a dos meses desde que vi a sther por /ltima ve#. 0e ve# en cuando s" algo de ella por Laura, que la llama de ve# en cuando para saber qu" es de ella. Laura1 0e%ó de hacer preguntas al tercer día, cuando vio que la sola mención de su nombre provocaba una sacudida imperceptible en mi ser. Alguna ve# me contaba que la había visto por la #ona, al ir salir de traba%ar, que estaba más delgada, de%ada. 8ue sus o%os no brillaban que su vo# estaba apagada, aquello me dolía profundamente. La echaba mucho de menos, demasiado. -e he encontrado a solas, con el tel"fono en la mano a punto de llamarla en miles de ocasiones, ninguna de ellas con el valor su+ciente para marcar. No sabía qu" decirle, ni si tan siquiera quería saber de mí. 9or otro lado estaba Ana, quien venía a buscarme al traba%o, en muchas ocasiones acompa(ada de %óvenes f"minas, a cual más despampanante. Nunca supe si lo hacía para sacarme de aquel trance en el que parecía haberme sumido o para que me olvidara de sther, pero no me importó. Ni una sola ve# me par" a mirar a los o%os a ninguna de ellas. Llevaba un rato sentada en el gabinete donde los m"dicos acudíamos para descansar un rato, estaba sentada en la mesa rellenando unas historias que tenía a medias. 0e ve# en cuando intervenía en la conversación sobre 5mu%eres die#7 que H"ctor, un simpático m"dico argentino,
na ve# allí 2ilches, el director de urgencias, nos informó de un grave accidente de trá+co con colisión m/ltiple. Eepartió los pacientes seg/n sus dolencias, entre los heridos había una ni(a de nueve a(os de la que tendría que ocuparme. Nos dirigimos al muelle esperamos a que empe#aran a llegar las ambulancias con los heridos. !ruc" los bra#os apret" la mandíbula, preparándome para controlar la adrenalina que se disparaba por mi cuerpo cada ve# que oía las sirenas de la ambulancia, consciente de que una de ellas transportaba a alguien malherido cua vida sería responsabilidad, completa /nicamente, mía.
La segunda ambulancia era la mía, cogí el historial, le ech" un vista#o en segundos, escuch" las indicaciones del m"dico del $A->E empec" a dar órdenes, empe#ando la e?ploración seg/n el protocolo. l olor a esterili#arte, el fren"tico baile de personal, casi coreogra+ado, el chasquido de los guantes de láte?1 Aquella era mi tabla de salvación, la que impedía cada día que naufragara, arrollada por la corriente de un mar agitado. Ahí, en los bo?es, guiándome por mi instinto mi capacidad de reacción, es donde me sentía segura de mí misma, con+dente, a salvo.
-e dirigí a la sala de espera en busca del padre de la ni(a, $alvador -u(o#, me había dicho Teresita. -e present" le e?pliqu" la situación de su hi%a. La peque(a había sufrido una fuerte contusión teníamos que intervenirla para drenar el hematoma cerebral. Le ense(" la ho%a para que diera su consentimiento la +rmó al instante, asustado. Aquello era lo más duro de todo, informar a los familiares, dar la cara, ver su miedo1 ntonces es cuando realmente te sientes responsable de todo lo que ocurra de ahora en adelante con sus familiares. 2ilches una ve# me di%o que los m"dicos estábamos para salvar vidas allí acababa nuestra función, por ello nunca le afectaba lo que los familiares pudieran decir. 9ara mí era más que eso, nuestro deber era salvar vidas, pero tambi"n intentar no destro#ar la de sus seres queridos. ; eso intentaba hacer o cada día. -e disponía a marcharme a quirófano cuando oí que una vo# familiar pronunciaba mi nombre. -e gir" vi a lena con una botella de agua de la mano. 9or un momento la idea de que algo le pudiera haber pasado a sther me invadió por completo. &'8u" haces aquí) *pregunt" asustada. &-i madre estaba en el accidente, -aca, estaba en el ta?i que provocó el accidente. &'9ero está bien) '8ui"n la lleva) &>n tal $otogrande1 &$otomaor,
&$í. &-enos mal, empe#aba a pensar que nunca me tocaría operar con una m"dica guapa. Le gui(" un o%o me dispuse a entr" en el quirófano, permitiendo que una enfermera me vistiera adecuadamente colocara la mascarilla sobre mi rostro. Tom" aire me acerqu" a la mesa de operaciones, observando la cara de aquella ni(a esfor#ándome por de%ar que todo lo demás abandonara mi mente. &Fisturí. >na sola orden, simple precisa todo empe#aba. Allí era la me%or, allí mandaba o, o tenía el control1 9ero sólo allí.
Acabó la operación, habl" con el padre me dispuse a buscar a
&8ue la cagu". &'; no pod"is hablarlo) &No creo que tu hermana quiera verme, lena. *la mir" con triste#a& $ino lo habría hecho. uardó silencio de nuevo o empec" a o%ear el historial de ncarna. $eg/n aquello, se despertaría pronto no estaba segura de querer estar allí cuando aquello ocurra. &6e tengo que ir a ver a un paciente, luego me paso a verla. '8uieres que te pida algo) &No hace falta, -aca, gracias. Asentí ligeramente me march", cerrando la puerta tras de mí apoándome contra la pared de al lado, suspirando. -e dirigí a la >!= me sorprendí al ver al padre de la ni(a que oper" hablando con 2ilches. 9or lo visto la mu%er en la otra cama, la paciente de 2ilches, era la madre de la ni(a, la e? mu%er de aquel hombre. Eevis" las constantes de la ni(a anot" su evolución en el historial, le e?pliqu" a $amuel cómo estaba endo todo volví a planta a visitar a ncarna.
staba ve# la puerta estaba abierta escuch" a
ncarna siempre tenía la capacidad de hacerme sonreír. $entía hacia ella un afecto especial sincero, que no había llegado a sentir %amás por mi madre, lo cual hi#o que, al conocerla, me acercara a ella a/n más. &-aca, dile a mi hi%a que no hace falta que se quede esta noche, que a es tarde ese asiento tiene pinta de ser incomodísimo. &-amá1 &Tu madre tiene ra#ón *mir" mi relo%& $on más de las doce 'por qu" no te vas) ;o tengo guardia hasta las siete, a me encargo o de vigilarla. &No s"1 &2enga, ves a casa que tu marido debe estar preocupado. &'
0ebí quedarme dormida porque me sobresalt" al escuchar abrirse la puerta de la habitación. 0i un peque(o bote en mi asiento los historiales se caeron al suelo, desperdigándose de manera desordenada. -e agach" a recogerlos, maldiciendo entre dientes por haber permitido que se me#claran así cuál fue mi sorpresa cuando, al ponerme de pie, me encontr" con los o%os de sther clavados en mí. &sther1 $e me escapó entre los labios de manera poco locua#. &'8u" haces aquí) *9reguntó en un susurro &'; lena) &Tenía guardia, así que la mand" a casa, nadie debería dormir aquí, cr"eme. -e devolvió una tímida sonrisa se acercó a su madre, besándola en la frente recolocando la sábana con cari(o. &'!ómo está) &Ahora está tranquila, los calmantes han hecho que se duerma enseguida. $e ha fracturado la tibia el peron" 1 han1 han tenido que1 que operarla para recolocarle la fractura tiene unos +%adores e?ternos.
&No tengo ni idea de lo que me has dicho pero suena fatal. $onreí esperan#ada por aquel atisbo de normalidad, por aquella sonrisa de medio lado que me ofreció, porque no apartaba sus o%os de su madre así no podía verme temblar. Eecogí mis papeles me coloqu" a los pies de la cama. &$i"ntate, debes estar cansada de conducir. &No, es igual1 &n serio, o me vo a. ;a estás aquí así que no me necesita. !amin" hasta la puerta, dispuesta a salir de aquella habitación huir así de la realidad. 8ue me duele, que la sigo queriendo, que mi cora#ón se para al verla sonreír que1 que la cagu". &Todas te necesitamos, -aca1 Aquello me hi#o parar girarme despacio, asegurándome que eran sus labios los que habían pronunciado aquello. &sther o1 &agach" la cabe#a, emitiendo un suspiro& 'Lo hice todo mal no) &Las dos lo hicimos bastante mal, sí. No levant" la vista, me aterraba lo que pudiera encontrar al hacerlo.
Hice una rápida ronda por pediatría me asegur" de que no había ninguna urgencia que requiriera de mi intervención. No tenía nada que hacer, así que me fui al gabinete, donde H"ctor dormía en el sillón Laura leía un libro sobre patologías cardíacas escuchaba la radio a un volumen aceptable. &Hola *susurró& '0ónde estabas) &Han ingresado a la madre de sther, así que estuve con ella hasta que llegó. &;a me ha comentado
http://www.sendspace.com/fle/p0vlv
9or una ve# prest" atención a la letra, al +n al cabo '8u" otra cosa tenía que hacer) Nada, intentar olvidar, como siempre, como llevo haciendo desde hace casi un a(o. '9or qu" lo haría) Aquellas palabras empe#aron a quemarme los oídos, imprimiendo el dolor contenido en esas líneas, en aquellos acordes que guiaban el mensa%e a mi cerebro. ; aquellas mismas palabras empe#aron a generarse en mi mente, espontáneamente, sin planearlo, como si a supiera como acababan aquellas líneas me ahogaba. Aquel nudo en el pecho que se había formado al ver a sther de nuevo empe#ó a oprimirme demasiado. -e levant" con rabia, emitiendo un sonido con la silla que despertó a H"ctor asustó a Laura. &!he, '8ui"n fue el boludo) *preguntó molesto. &9erdona, H"ctor. -e disculp" salí de aquella sala sin un rumbo +%o, intentando huir de nuevo.
Acab" en la >!= pens" en ir a ver a aquella ni(a del accidente. ncontr" a $amuel sentado en el sillón, el que había colocado entre ambas camas, sosteniendo la mano de su e? mu%er en la sua. ntr" despacio para no despertarle empec" a comprobar las constantes de la ni(a. -ir" los monitores, la historia anot" un par de cambios. 0ecidí retirarle la sedación, pero tenía que pasar por el otro lado, donde su padre descansaba tranquilo. -e acerqu" a la silla le toqu" el hombro. &$amuel1 $amuel despierta. $e levantó de un salto al verme allí de pie. &'8u" pasa) 'La ni(a está bien) *preguntó asustado. &Tranquilo, está perfectamente. Le vo a quitar la sedación para que se despierte por sí sola, pero es que tengo que1 $e(al" hacia dónde tenía que ir entendió que debía moverse. Eetir" la sedación a la ni(a no pude evitar observarla, acariciando la mano de su e? mu%er mirándola desconsolado. &'9uedo preguntarte qu" pasó) &8ue la cagu" *sonrió con triste#a& ;o nunca he sido demasiado efusivo '$abes) Llegó el día en el que se cansó, que pensó que no le correspondía de igual manera, que me daba más de lo que recibía 1 -e de%ó. &Lo siento. &No, no lo sientas. s culpa mía *me miró un segundo sonrió& $ólo espero tener la oportunidad de decirle cuánto la quiero. 8ue no so nada sin ella, que me ahogo sin
su vo#, que necesito su sonrisa para saber que todo irá bien1 $i no se despierta o1 mpe#ó a llorar, escondiendo su rostro entre sus manos o me acerqu" a "l, comprendiendo su dolor. Apo" una mano en su hombro no pude evitar emocionarme tambi"n. &$eguro que pronto se despierta podrás tener esa segunda oportunidad. &racias, -aca. ntonces me miró de una manera que me incomodó bastante, me coloqu" en posición erguida, sintiendo cómo me estudiaba. &'8u") *pregunt". &!reo que me comprendes especialmente '-e equivoco) Fa%" la mirada, +%ándola en el suelo. '9ara qu") Gl sufría de igual manera que o, sólo que sther no estaba en coma sin embargo lo veía todo tan difícil1 &No cometas el mismo error que o. $i lo puedes arreglar, arr"glalo.
2agu" por los pasillos del hospital, consciente de que si me detenía volvería a caer en cualquier momento. -e sorprendí al ver a -arta !ampo, m"dica de trauma al mirar a un lado otro del pasillo me di cuenta de que, de manera inconsciente, mis pasos me habían llevado hasta traumatología. $uspir" me seguí caminando hasta alcan#ar el pasillo donde sabía que se encontraba ingresada ncarna1 ncarna sther, claro. '8u" puedo decirle) Eepas" mil veces en mi cabe#a qu" decirle, cómo empe#ar esa conversación pendiente allí, sentada en una de las sillas del pasillo, con las manos en los bolsillos de mi bata la cabe#a apoada en la pared, mirando al techo. $entí que la +la de asientos se movía gir" la cabe#a hacia un lado para ver de qui"n se trataba. -i respiración se cortó en aquel preciso instante en la que mis o%os reconocieron a sther, con apariencia cansada mirada perdida. Había estirado las piernas hacia delante tenía los bra#os cru#ados, apoada como o contra la pared mirando a un punto in+nito en la pared de enfrente. 9ermanecimos en silencio durante largos minutos hasta que ella rompió aquella espera. &Te echo de menos. Eespir" de nuevo, inundando mis pulmones no sólo del tan necesario o?ígeno, sino de valor, ese valor que tanto necesitaba para poder empu%ar mi vo# fuera de mi pecho. -e coloqu" de lado en mi asiento la mir". &sther o1 $" que lo hice mal que1 &-aca1 &me interrumpió. &No, sther. Tengo1 tengo que decirte esto de una ve#. sc/chame, por favor.
La mir" nerviosa ella asintió. &No recuerdo el momento en el que la cagu" '2ale) No s" si fue cuando me de%" llevar me acost" contigo, cuando quise hacer como si no hubiera ocurrido o1 6 cuando me enamor" de ti puse nuestra amistad en peligro *ba%" la cabe#a apesadumbrada& $abes... =ntento pensar en qu" día me enamor" de ti la verdad es que no so capa# de recordar un día en el que no lo estuviera *suspir"& Te quiero como nunca he querido a nadie, sther, pero estaba1 esto tan asustada. Asustada porque no quiero perderte, no1 no quiero perder lo que tenemos. Hice todo aquello porque pens" que t/ no1 que no querías lo mismo que o 1 sólo intentaba que salieras de mi cabe#a, pero no pude. No pude porque a eres parte de mí, sther1 Lo me%or de mí eres t/. Not" su mano sobre la mía sonreí nerviosa, notando cómo las lágrimas se amontonaban en mis o%os. Apret" su mano un segundo, lo su+ciente para recobrar la entere#a que +ngía tener, proseguí con mi declaración. &La noche que pasamos %untas fue increíble, como un sue(o1 No sabes la de veces que pens" en t/ 1 o1 %untas. :ue una locura *sonreí& pero no me arrepiento de nada. Te am" como s", con pasión, con amor, con deseo1 ; o%alá aquella noche fuera la mitad de especial para ti de lo que lo fue para mí. &-aca, para mí tambi"n fue mu especial, o1 &sther, si paro una ve# más no s" si podr" continuar *le di%e sonriendo tímidamente. lla asintió me de%ó seguir& Lo que intento decirte es que, que eres mi amiga, mi compa(era, mi vida. 8ue cuando s" que estás triste me dan ganas de llorar. $i piensas en mí, si me sonríes o1 ;o so feli#, mucho. ; estos meses a tu lado, sintiendo que era parte de ti, que con+abas en mí para hacerte feli# aunque sólo fuera como amiga1 sos han sido, serán los me%ores meses de mi vida. Alc" la vista la mir" a los o%os, intentando que viera la sinceridad con la que pronunciaba aquellas palabras. &Nunca he pretendido apabullarte, ni presionarte, ni obligarte a elegir. Nunca he pretendido que te enamores de mí, que me necesites como o a ti1 ;o sólo quiero ser la ra#ón por la que sonríes, a qui"n acudas cuando est"s triste, a quien te abraces cuando quieras silencio. $ólo quiero hacerte feli#, si necesito ser sólo tu amiga para ello, lo ser". No me importa esconder mis sentimientos, sther, lo he hecho durante meses. $o fuerte1. -ientras t/ est"s a mi lado so fuerte. *Tragu" saliva, notando el nudo que se había formado en mi garganta seguí& $ólo quería que lo supieras. $" que es un poco tarde pero1 9ero no podía seguir huendo. Te quiero *me encogí de hombros& te quiero. -e acerqu" a ella lentamente con temor, reculando un centímetro antes de conseguirlo, bes" sus labios con in+nita dul#ura. staba segura de que notaría mis labios temblar contra los suos que mis lágrimas se me#clarían con las que adornaban su rostro1 9ero sobretodo, por encima de todo, quería que sintiera mi devoción por ella. :rot" mi nari# con una mano sonreí, como hi#o ella ante aquel gesto. -ir" mi relo% suspir". &-e queda una hora para terminar la guardia, será me%or que me vuelva a urgencias.
-e miró no di%o nada, así que no me despedí, no hacía falta, no quería. Le ofrecí una sonrisa de medio lado me march", tal como vine, cabi#ba%a con las manos en los bolsillos.
No volví a ver a sther ni a saber de ella en la hora restante. -e march" a casa me metí en la cama sin preocuparme ni de comer nada ni de darme una ducha. staba agotada, física emocionalmente agotada. Había confesado a sther todo aquello que me había esfor#ado por esconder durante meses sabía que, seguramente, ahora le encontraría a/n más sentido a mi comportamiento. $ólo esperaba que hubiera entendido que su amistad su felicidad me importaban más que mi propio bienestar que estaba dispuesta a renunciar a mis sentimientos con tal de mantenerla a mi lado, como siempre. !err" los o%os de%" que el sue(o me venciera, notando la humedad de mis lágrimas en la almohada. A las doce de la ma(ana llamaron al timbre, lo cual me mosqueó tremendamente. staba en esa fase del sue(o en la que por +n has de%ado de moverte empie#as a so(ar. -e levant" de mala gana abrí la puerta, parpadeando varias veces al ver a Ana entrar como una e?halación. &Acabo de hablar con lena me ha contado que han ingresado a su madre. !ierro la puerta medio dormida la miró atónita, intentando que mis parpados se despeguen para poder visuali#arla correctamente. &'stabas durmiendo) &Teniendo en cuenta que mi guardia acababa a las siete de la ma(ana, pues sí Ana, estaba durmiendo. &9erdona chica, que genio se te pone por la ma(ana. &$í, me pongo gru(ona cuando no duermo, mira un defecto que tiene una. *di%e molesta. &Fueno, a lo que venía. 'Te vienes conmigo a verla) &h no. -e vo a volver a la cama t/ te vas a ir. La cogí del bra#o e intent" que caminara hacia la puerta pero se #afó de mí se paró %usto delante de mí. &spera1 A ti te pasa algo más. &No me pasa nada, sólo quiero descansar. &9ues no me vo hasta que no me lo digas. !ru#ó los bra#os supe que no tenía nada que hacer. Levant" mis manos en el aire, frustrada, sabiendo que no tenía nada que hacer, me dirigí hasta el salón, sentándome en el sillón. Ana hi#o lo propio se sentó en el asiento de al lado, mirándome de frente.
&Aer habl" con sther. &A 0ios mío *se puso la mano en el pecho& '; cómo fue) &9ues1 se lo di%e todo. *la mir" a los o%os& Todo, Ana. &'Todo1 todo) *asentí& La virgen1 &stás mu religiosa t/ ho 'no) &s que anonadada me hallo. '; qu" tal) '8u" te ha dicho) &9ues1. No s". ;o le di%e todo, la bes" me fui. No me di%o nada. -e miró durante unos segundos sin decir nada, lo que me estaba poniendo nerviosa, sabía que estaba pensando algo. &'8u") $u"ltalo1 &Nada. '8u" tal estás) &Fien, supongo. No s", tranquila, como si me hubiera quitado un peso de encima. 9ero nerviosa, por saber qu" pasará ahora. &Fueno, lleváis dos meses sin hablar. $i no te dice nada pues estarás como antes, pero seguro que esta ve# te contesta. $i se lo has contado todo has sido sincera, no se quedará indiferente. No creo que sther se quede sin contestarte. -e encogí de hombros sonreí cuando Ana me abra#ó con fuer#a durante unos segundos, antes de levantarse. &-e vo a ver a ncarna, si puedo me entero de algo *me gui(ó un o%o& 0escansa, guapa. ; tal como se vino se fue, de%ándome allí sentada con los o%os más abiertos que un b/ho.
Tras despertarme a eso de las dos, me hice un sándich me sent" a leer un libro en el sofá, con una botella de agua fresca mi sándich. !uando había dado a dos mordiscos llamaron al timbre, obligándome a levantarme a rega(adientes. Abría la puerta ahí estaba de nuevoB Ana. &Holaaaa1. *saludó cantarina& 'stás a de me%or humor) &h sí, pasa. -e dio un beso en la me%illa de%ó varias bolsas que llevaba de la mano sobre una de las sillas del salón. $e sentó en el sillón agarró mi sándich, dándole un mordisco. &-mh1 me muero de hambre. &h t/ tranquila, como si estuvieras en tu casa 'eh) -e acerqu" al sillón por detrás apo" mis bra#os sobre el respaldo, apoándome para hablar con ella.
&'2ienes de comprar) &$í, hi%a. A mí es que los hospitales me deprimen *dio otro bocado a mi sándich& claro he ido a comprarme unos trapitos *di%o con la boca llena& 9or cierto, ha algo para ti. &'Ah sí) &$í. &Fueno, luego lo veo, vo a hacerme otro sándich. &3; tráete un refresco, anda4 *me gritó desde el salón. $acudí la cabe#a prepar" el sándich mientras la oía trastear con las bolsas en el salón. $aqu" el refresco puse mi sándich en un plato, dirigi"ndome hacia el comedor. 2i a Ana mirar mi libro por la página en la que había colocado la se(al acabarse el sándich. &'sto estás leendo) 2aa bodrio1 &Ana, a algunas nos gusta leer libros de adultos. ;a sabes, esos que no tienen fotos, ni dibu%itos. &Fueno, que ha algunos libros adultos *recalcó esa palabra& que tienen fotos1 3; vaa fotos4 -e sent" despu"s de darle su refresco colocar el bodrio de libro sobre la mesa, abra#ando mis tobillos con una mano mordiendo mi bocadillo. &Fueno ' para qu" has venido) &Ah, sí. He visto a ncarna, está fastidiadilla, pobre. &;a. -e imagino. &; he estado hablando con lena. *la mir" e?tra(ada& sther no estaba, por lo visto tenía un recado que hacer o algo así. Total que me ha estado contando que su hermanita lleva tiempo más mustia que todas las cosas. &Fueno pero puede ser por muchas cosas 'no) *mordí mi sándich. &-aca, despierta, va, que te veo empanada. $i sther está así es por ti. &-ira, no me líes. Además, que o a he hecho lo que podía, le he confesado lo que siento 'no) 9ues ahora sólo puedo esperar. &speremos que no le haga falta tanto tiempo como a ti para decidirse1 Lo di%o en vo# ba%a, mientras acercaba la lata de refresco a su boca, así que pude oírlo perfectamente. La odiaba, la odiaba por tener ra#ón la odiaba por esa sonrisita que se formó en sus labios mientras bebía, sabiendo que la observaba de cerca que, seguramente, sabía algo que o desconocía por completo.
9or +n había podido seguir con el libro. ;o estaba sentada en el sillón, leendo, Ana se encontraba sentada en el peque(o escritorio que tengo frente a la ventana del salón, trasteando con mi ordenador. 0e ve# en cuando la oigo refunfu(ar, no es mu amiga de 5estas máquinas7, como las llama ella. Al cabo de cinco minutos la vi casi empotrada en la pantalla o la observaba atentamente. $e ale%aba, miraba el teclado, tecleaba algo despacio, volvía a mirar, movía el ratón con furia1 $acudí la cabe#a devolví la atención de mi libro. &-aca, ven un momento. $uspir" me levant", dirigi"ndome hacia ella, que estiraba los bra#os a ambos lados mientras se apoaba en la silla. &-ira. 9or casualidad he entrado en el chat mira esto. 0irigí mi mirada hasta el punto que se(alaba con su dedo índice me puse a leer. &;a, un anuncio, ' qu") &-aca, lee1 ntorn" los o%os empec" a leer en vo# alta. 5-u%er soltera busca1 >na compa(era, esa que comparta mis risas sea la causante de todas ellas. Aquella que llore con mis lágrimas mis penas, me consuele con sus caricias me demuestre su apoo incondicional. Aquella con la que siempre pueda contar, pero sobre todas las cosas, que no de%e de ser mi amiga.7 &2ale, pues mu bien por ella. *Ana me miró con el ce(o fruncido& '8u") &-aca mira el NicD1 confundidaIJ. &2ale. -e dirigía de nuevo al sofá cuando Ana se levantó de golpe me cogió de la mu(eca. &-aca, 3confundidaIJ es sther4 &'8u") No puede ser1 &'podría ser ella) &$í, sí puede ser. -aca te está enviando una se(al. &9ero1 &0esde luego, todo lo que tienes de guapa lo tienes de parada. 0"%ame1 $e sentó de nuevo frente al ordenador empe#ó a teclear. &-ira, está conectada. 2o a mandarle un privado. Tecleó con di+cultad pero a una velocidad aceptable, mientras o la observaba desde mi improvisado asiento, el apoabra#os del sofá. Al cabo de cinco minutos lan#ó un 53$í47 al#ó los bra#os en se(al de victoria.
&Hab"is quedado para esta noche. &'8u") 9ero1 no1 Ana1 &2enga, -aca. $i no te has duchado a, ha#lo, vamos a ver qu" te ponemos ha que hacer algo con tu pelo. *me cogió un mechón& '!uánto hace que no ves a iancarlo) $upongo que bastante, se te nota la raí# en las mechas. 32enga, venga4 Aquello era increíble. $e presenta en mi casa, se come mi sándich, usa mi ordenador, me cita con sther ahora me empu%a por el pasillo de camino a mi dormitorio. Ana estaba loca pero agradecí enormemente el valor que a mí me faltaba que a ella parecía sobrarle. Llegu" cinco minutos antes de la cita, sabiendo que sther, seguramente se retrasaría. -e detuve un minuto frente aquel bar donde nos conocimos. Tom" aire me introdu%e en el local, buscando la misma mesa en la que me sent" die# meses atrás, en aquella noche en la que pens" no encontrar nada obtuve un mundo. 9edí un refresco de cola, con hielo sin limón, como la otra ve#, me sent" a esperarla. mpec" a mover el vaso de manera inconsciente, observando las formas de los cubitos de hielo, provocando un leve tintineo al hacerlos chocar. 'ncontraría realmente a sther o todo aquello era una locura) 6bsesionada, buscando su silueta en cada chica que entraba, buscaba un indicio de que llegaría puntual, pero no fue así. 9asaban a cinco minutos de la hora acordada sonreí, tomando un trago de mi bebida perdi"ndome de nuevo en aquel líquido oscuro, de%ando que mi mente volara dos meses atrás, recordando su piel, su olor, sus sonidos. !err" los o%os, intentando escapar de aquella tortura los abrí al notar una sombra sobre mí. Alc" la vista sonreí tímidamente, intentando contener mi alma, que trepaba a por mi pecho amena#aba con rasgar mi garganta, pidiendo salir a borbotones. -e sonrió tímidamente observ" cómo se sentaba frente a mí, nerviosa como o. &Hola. $iento llegar tarde1 &No pasa nada. Apartamos la mirada la una de la otra, sabiendo que nos interrogaríamos en silencio que ninguna estábamos preparadas para aquello. $in embargo, aquel silencio instalado entre ambas empe#ó a resultar sofocante. sther miraba hacia el e?terior de la ventana o la miraba a ella, sabiendo que qui#á sentía mis o%os sobre su rostro por aquella ra#ón no se giraba de nuevo. PLAY
mpe#ó a sonar el hilo musical, como cada tarde a eso de las ocho, sonreí al reconocer la canción. Tal como pensaba, en cuanto ba%" mi mirada, sther volvió a mirarme, como %ugando al escondite. mitió un chasquido con su lengua, de%ando claro que estaba molesta por algo sacudió la cabe#a. &'8u") &La letra1 &me di%o sonriendo.
Te imagino y la soledad se me llena de ti Y no es fácil poder decir lo que llego a sentir
; esa ve# nuestras miradas se encontraron, temerosas, bailarinas1 9ero con la certe#a de que en silencio susurrábamos aquellas palabras tan cargadas de nosotras. ; así estuvimos unos instantes, %usto antes de que ella retomara la palabra. &; bien1 '!uál es tu historia) *sonreí con timide#. Llevo tiempo buscándote En mi alma y mi piel Llevo tiempo soñándote No te quiero perder
&-e enamor" de la persona más maravillosa que %amás he conocido hará a die# meses la cagu". &'9or qu" la cagaste) *me preguntó. &9orque me enamor" de ella eso nos separó. Eres tan frágil como la luz, abres mi amanecer Si no me alumbras yo, no me acabo de encender
&'stás segura de que la cagaste por eso) -e encogí de hombros su%et" de nuevo el vaso con ambas manos. &'; t/) '!uál es tu historia) *le pregunt" o, esta ve#. &-e enamor" de mi me%or amiga no tuve el valor de decírselo por miedo a perderla. Y soy un corazn que se derriba Y late cada vez con menos vida Llevo tiempo buscándote!!!
Levant" la vista alargu" mi mano sobre la mesa, ofreci"ndosela con la palma abierta, sincera, desnuda1 6freci"ndole aquello que le arrebat", que nos arrebat", un futuro, %untas. lla sonrió con los o%os vidriosos agarró mi mano con fuer#a, aferrándose a mí, para no naufragar de nuevo, sola. Ll"vate mi alma en tu piel Llevar" tu alma en mi piel
; todo cambió. Los temores las barreras que un día erigimos, aquellas que nos separaron, perdieron su nombre. !obardía, desd"n, recha#o, temor, ignorancia1 !onceptos inocuos que se derritieron como el hielo de aquel vaso, concebido para desaparecer cuando el calor fuera su+ciente para destruir aquel bloque. A día de ho lo veo todo con claridad. La cagu"1 No por enamorarme de mi me%or amiga, no por ocultárselo, no por querer sacri+car mis sentimientos, sino porque al hacerlo sacri+qu" los suos que, sin saberlo, eran los mismos que aquellos que oprimían mis sue(os.
FIN
AGRADEI!IEN"#$
No os pod"is ni llegar a imaginar lo que me ha costado acabar este +c. $í, es corto, pero para mí ha sido como una peque(a tortura, tener que tirar del hilo cada día e intentar escribir de manera realista todo lo que les ocurría a estos dos persona%es. He de agradecer especialmente a cuatro personas el hecho de que este +c haa visto la lu#. A m%sc, qui"n me retó en una de nuestras tonterías varias por msn a escribir esta historia que no me convencía nada al principio. 'Has visto) !asi me ra%o1 A %a%e&&, por esos empu%oncitos cuando mi cabe#a no daba más de sí darme esa necesitada inspiración para, no sólo acabar la primera parte, sino para empe#ar la segunda. racias. K8ue no se te suba a la cabe#a, guapa A Y'ma(, que la pobre lleva días aguantándome como ni mi madre hubiera hecho1 'He dicho madre) 8uería decir hermana maor B9 racias por todo lo que estás haciendo por mí desde que te cono#co por esas peque(as auditas a la hora de escribir. n serio, has sido imprescindible en esta historia, gracias. ; como no1 a t*. $í, cari, a ti. A ti que me soportas como nadie, que me quieres a pesar de cómo so Kque a es mucho. 9or esos esfuer#os que haces a veces por hacerme sentir bien, con esas sonrisas que me arrancas por hacerme saber que, a veces, o tambi"n so capa# de hacerte sentir especial, aunque sea un poquito. racias por leerme, a pesar de tus pataletas ba%ones, gracias por ser como eres. Adri, eres la más me%or del mundo mundial no me cansar" de decírtelo. >n beso princesa. A todas1 EA!=A$. 9orque me seguís más a la hora de escribir relatos cortos, lo cual comprendo porque los largos son un co(a#o, pero gracias sobre todo a las que hab"is compartido un trocito de vosotras vía privados o vía posts en el foro, contándonos vuestra historia, que en ocasiones ha sido la historia de todas, la historia de este +c. racias por darme la oportunidad de intentar haceros ver que ha una lucecita de esperan#a que, aunque esto es un +c los +cs suelen tener un +nal feli#, vuestra historia tambi"n puede tenerlo. 0a igual si os recha#a, da igual si os corresponde1 2uestra historia tendrá el +nal que le queráis dar. ; como bien di%o daD.6ta, 5ha dos opciones, o aceptarlo1, o luchar por ello7. A toda aquella persona que le haa servido de algo esta +c, gracias.