Y llegaste tú
Ha pasado un mes desde que Daniela y Nicole trabajan juntas, sin embargo, el trato se ha mantenido en lo estrictamente profesional. Para Daniela, era todo un misterio la seriedad de Nicole, no podía decir que la hubiese tratado mal o que la tratara con indiferencia, sencillamente eitaba entablar cualquier conersaci!n que no tuiese relaci!n con el trabajo y por m"s esfuer#os que hacía por romper el hielo, Nicole siempre encontraba la manera de enfriar otra e# las cosas. Daniela siempre se había caracteri#ado por ser muy e$troertida y bromista. No era que le gustara ser el centro de atenci!n de todo, simplemente le gustaba compartir con las personas a su alrededor y ser alegre y din"mica, din"mi ca, por lo que procuraba que sus compa%eros de trabajo fuesen un poco m"s que simple empresa de medio tiempo. &sta característica era la que hacía que le fuese m"s difícil pasar por alto el no poder romper el hielo con Nicole, siendo la persona con la que compartía la o'cina todos los días hasta las ()** pm, le parecía absurdo que aún no pudiesen hablar de otra cosa que no fuera el trabajo. Desde el primer día que entr! a la o'cina se dio cuenta de lo buena profesional que era Nicole había demostrado ser muy creatia y detallista en su trabajo al igual que Daniela, asíque en ese sentido se habían complementado muy bien. +in embargo en lo personal, todo podía resumirse en que N H-/012-345N -267N-. 1n un principio pensaba que si Nicole no quería relacionarse con nadie en la o'cina, incluy8ndola a ella, debía tener sus ra#ones y que tal e# lo mejor era dejar las cosas como estaban, pero cada día que pasaba la inadía las dudas de si todo aquel comportamiento se debía a algo que había dicho o hecho, por lo que ese día, Daniela decidi! que era el momento de preguntar. Nicole9 7mm9 : 2e respondi! sin leantar la mirada de la ordenador +us escritorios estaban uno al lado del otro, por lo que Daniela podía er que Nicole 1staba muy concentrada en su trabajo. ;Puedo preguntarte algo9 3laro : 3ontest! quedamente
Por un momento dud! de si era el momento propicio o no, pero pens! que era mejor hacerlo de una e#. ;He hecho algo que te haya molestado9 ; Neg! con la l a cabe#a > ;Por qu8 lo preguntas9 p reguntas9 ueno es que = ya lleamos un mes trabajando juntas y por m"s que he intentado acercarme a ti pues = siempre siemp re lo eitas, así que pens8 que = no s8 = ;tal e# es por mí9 : Dijo dubitatiamente. Nicole la mir! mi r! unos instantes antes de contestar. contestar. No se había dado cuenta que en su af"n de pasar desapercibida le estaba dando una idea err!nea a su compa%era. No Daniela, no se trata de eso : 2e dijo un poco triste 1s solo que no soy muy buena en esto de ser amigable. 2amento si te hice sentir inc!moda. Nicole tenía su'cientes ra#ones para no querer inolucrarse con nadie en el trabajo, 7na mala e$periencia en su trabajo anterior le había ense%ado que los compa%eros de trabajo eran s!lo eso, pretender algo m"s, era darles permiso para inolucrarse en su ida priada, opinar o hasta ju#gar sobre ello, así que prefería aparentar que no era buena relacion"ndose con los dem"s. +iempre había sido tímida, pero eso no le había impedido relacionarse. 1sta actitud fríola hacia los dem"s, era simplemente una elecci!n. Pero debía reconocer que Daniela le parecía diferente a los dem"s, y en m"s de una ocasi!n tuo la tentaci!n de darle y darse una oportunidad de conocerla sin embargo, al recordar su reciente mala e$periencia, la hacía olidar esa idea. Pero ahora, al escuchar la inquietud de Daniela, sinti! que debía bajar un poco la guardia, despu8s de todo, el hablar o ser agradable con ella no signi'caba abrir de par en par las hojas de su ida. 1st" bien : 2e sonri! ligeramente Daniela : 1s s!lo que quería estar segura de que no era yo la causa de tu distanciamiento. No lo eres. De hecho =me agrada trabajar contigo : 2e confes! adoptando una posici!n m"s relajada en su silla. Daniela no pudo eitar sorencenderse. +i bien es erdad que hasta el momento, habían coincidido en opiniones, puntos de ista y decisiones tomadas, siempre pens! que para Nicole,
el trabajar junto a ella era m"s una obligaci!n que algo placentero. 1n serio9 ;No lo dices por compromiso9 : 4ndag! con una e$presi!n que hi#o sonreír a Nicole tambi8n. 1n serio. +e me hace f"cil trabajar contigo. -dem"s = > Desi! un poco la mirada como pensando lo que iba a decir. +í9 : Dijo al er que Nicole no continuaba la idea 1res muy ingeniosa y ocurrente : Dijo haciendo 8nfasis en la última palabra al recordar la última traesura de Daniela al colocar sal en el pote de a#úcar de la sala común para todos en la o'cina. si bueno = > Dijo sonroj"ndose y ri8ndose al mismo tiempo : = siempre he sido así, aunque he mejorado con el tiempo, cr8eme. Nicole abri! los ojos un poco m"s al tratar de imaginarse c!mo podía haber sido antes, Pero al hacerlo no pudo eitar imitar a Daniela en la risa. Pero tranquila que no te har8 bromas a ti, lo juro : Dijo leantando su mano derecha en forma de juramento. 1so espero : 2e respondi! leantando una ceja pero con e$presi!n diertida. No quiero abusar de mi suerte pero = > Dijo despúes de una peque%a pausa >= ;ser" que almor#amos juntas hoy9 ;-quí9 : Pregunt! re'ri8ndose a la cafetería de la empresa. +i. ueno, si no te importa i mporta claro est" -l er su e$presi!n no muy conencida, Daniela se apresur! a hablar ?ambi8n ?ambi8n podemos salir a otra parte si lo pre'eres. Nicole no estaba segura de si aceptar la initaci!n o no, sabía que de pasar esa línea, era muy posible que despu8s no pudiera retractarse, pero en el fondo, necesitaba sentirse m"s m" s a gusto en la o'cina o 'cina y si seguía en el plan de acartonamiento en el que estaba no lo lograría, así que acept!. @ueron @ueron a un restaurant de comida italiana i taliana que quedaba a dos calle, c alle, tuieron que esperar un poco antes de que las atendieran pues estaba repleto, pero una e# que se sentaron y pidieron, Daniela tom! la iniciatia y comen#! a hablarle. Y dime ;conoces la ciudad9 +i. Aií aquí casi toda mi ida, me fui un par de a%os nada m"s. -h oB, yo pensaba que eras nuea por aquí Nicole enía de trabajar en una agencia de publicidad muy reconocida en el medio : 2a agencia de donde ienes es muy buena. +i así es : 2e con'rm!
3uando supe que enías de all", no lo podía creer : Dijo despúes de que el camarero dejara las bebidas de ambas en la mesa Y cuando me enter8 que habías renunciado, pues mucho menos. 2os ojos de Nicole se oscurecieron al instante y su e$presi!n se oli! oli ! tensa al punto de que intent! disimular su estado tomando un poco de su #umo Daniela percibi! el cambio. 2o siento ;Dije algo malo9 No, nada : ?rat! de sonreír, pero fue m"s una mueca que una sonrisa 2a agencia es e$celente, no tengo quejas al respecto. ;Y entonces por qu8 =9 : Dej! la pregunta abierta para er si Nicole respondía. Digamos que tue que decidir entre mi estabilidad laboral y mi salud mental +abía que estaba dando m"s informaci!n de que la debía, pero era preferible contestar algunas pregunta antes que aumentar las interrogantes. Aaya : Dijo D ijo sorprendida : Aisto así, no tenías m"s opciones ;no9 -sí es = me cost! mucho irme, pero en de'nitia, trabajo podía encontrar en cualquier otra parte. Por eso decidí oler a mi ciudad. 3laro, te entiendo. Daniela sabía que había tocado un punto sensible en la ida de Nicole por lo que decidi! no tocar m"s el tema. No quería que Nicole sintiera que era una entrometida. Y tú eres de aquí9 > Pregunt! Pregunt! Nicole ;Yo9 = 2a erdad es que ya no puedo decir que soy de algún lugar en particular. particular. He iajado tanto desde ni%a que perdí la noci!n de lo que es ser de algún lugar en especí'co. ;3!mo es eso9 : Pregunt! un poco e$tra%ada por la respuesta. Ci padre fue militar, así que dependíamos de a d!nde lo trasladaran cada dos a%os apro$imadamente. 1so dur! hasta la etapa uniersitaria, pues me fui a estudiar a Cadrid. 3reo que ese fue el período m"s estable que tue : Dijo poniendo los ojos en blanco : -llí conocí a mi esposo. 1s piloto profesional, al principio trabaj! para una aerolínea comercial pero despúes lo contrataron para una empresa priada. Hace un a%o, uno de los l os socios de la empresa le propuso trabajar s!lo para 8l, pero con la condici!n de cambiar de ciudad cada e# que necesitara hacerlo, claro que le garanti#! casa donde quiera que llegara, así que esa es la ra#!n por la que paramos aquí. Aaya = ha sido moido ;no9 +i. -l principio me pareci! diertido esto de iajar constantemente, pero con los a%os se me ha hecho cada e# m"s difícil : Hi#o una pausa :
+upongo que estoy comen#ando a e$tra%ar tener un solo hogar : Dijo con tono melanc!lico : 1stoy un poco cansada de tener que adaptarme a una nuea ciudad, a nueos compa%eros de trabajo, a no tener alguien con qui8n hablar +acudi! ligeramente la cabe#a al darse cuenta que estaba agobiando a Nicole con sus problemas : 2o siento, creo que estoy e stoy hablando de m"s. Nicole se qued! en silencio unos minutos. 1n ese momentos se dio cuenta que la manera de ser de Daniela, tan e$troertida y bromista no era otra cosa que la m"scara que disimulaba la necesidad que sentía de pertenecer a algún lugar, por lo que con m"s ra#!n aún pens!, que no era justo hacerla pagar por cosas del pasado. No te preocupes, todos necesitamos hablar de e# en cuando 2e sonri! para tranquili#arla. +i bueno, el problema es que cuando empie#o, por lo general me cuesta parar. -mbas rieron. Desde ese momento el trato entre las dos se hi#o m"s agradable. Poco a poco se fueron dando cuenta lo mucho m ucho que tenían en común, el gusto por el cine, la a'ci!n por los bolsos, la necesidad de ir de compras cuando se sentían deprimidas o cuando las hormonas se hacían presentes, el ser hijas únicas = detalles que hicieron posible que Nicole se sintiera m"s a gusto con su decisi!n. Carcela, su amiga de a%os y compa%era de piso, se había dado cuenta del cambio de "nimo y de semblante que había e$perimentado Nicole No era mucho lo que podían erse, pues por cuestiones de horario, cuando Carcela llegaba, Nicole o estaba dormida o estaba a punto de acostarse, así que era muy poco lo que podían compartir. compartir. +in embargo, para ella era notable el cambio, lo que le intrigaba era qu8 lo había proocado. 7n iernes cualquiera, cuando Nicole lleg! al apartamento, se lle! una sorpresa al encontrar a Carcela sentada en el sof" frente al teleisor comiendo pi##a. 1ra una gran sorpresa, dado que Carcela era de las que no llegaba a casa sino hasta el s"bado muy temprano en la ma%ana o incluso, podía llegar el domingo. Hey : 2a salud! al entrar. entrar. Hey : 2e contest! entre dientes pues tenía un bocado de pi##a en la boca. Nicole coloc! su chaqueta en el mini armario que había detr"s de la puerta principal y se dirigi! hasta la cocina para tomar un aso de agua.
-quí hay pi##a, si no has comido +i gracias. 2a erdad es que me muero del hambre. Nicole tom! un plato del cocina y se sent! al lado de Carcela. +e siri! dos peda#os de pi##a y comen#! a comer come r. ;Y esa e$tra%e#a que est"s en casa hoy9 : Pregunt! Nicole. Nada en particular. +!lo no tenía ganas de salir hoy. hoy. ;?e sientes bien9 : Dijo incr8dula Carcela la mir! y se ech! a reír antes de contestar. +i. Ce siento bien = en e n serio, s!lo no tenía ganas de salir, es todo. B : +e encogi! de hombros. 1stuieron en silencio un rato mientras comían y la serie se iba a anuncios. ;Y tú9 : 2e pregunt! Carcela. ;Yo qu89 ;
Daniela siempre trataba de inentar algo qu8 hacer para no tener que llegar a la casa acía, pero que esa noche, el esposo había llegado, así que era Jnoche de casaJ, como le habían bauti#ado. Aaya Ya Ya parecen las m"s íntimas ;no9 : Dijo Carcela con erdad tono de reproche 7n día de estos me dir"s que te mudas con ella para hacerle empresa. Iajajajajajaja. No tanto, no e$ageres. 1$agerar Desde que llegaste aquí hace tres meses ya, he tratado que salgas, que te distraigas y lo único que he conseguido son negatias. Pero llega una e$tra%a, te llora un poco y te dice que est" sola y sin un hogar estable e inmediatamente puKf +ales de tu encierro. : ?om! aire antes de continuar : Ce alegro por ti, de erdadL solo lamento que haya sido una e$tra%a la que haya logrado ese cambio. Nicole la obser! durante unos instantes. Carcela no era la del tipo Jamiga celosaJ, pero sabía que de algún modo el hecho de no haber aceptado su ayuda en esos días, le había dolido. Desde que se conocieron, habían sido muy unidas y no había dudas de que siempre estarían allí cuando se necesitaran, pero en ese momento en particular, Nicole necesitaba otro aire, otro ambienteL y salir con Carcela no la ayudaba. No se lo había dicho, pero era hora de hacerlo. Carce = s8 que has intentado ayudarme y en erdad te lo agrade#co. No sabes cu"nto. Pero en este momento, Daniela representa un par8ntesis en mi ida, 7na pausa ante la decepci!n, la rabia y la = humillaci!n que ií. 1s por eso que salgo con ella, es por eso que escuchar sus problemas, sus preocupaciones, sus angustias y sus bromas son como un b"lsamo de olido. Ce impide pensar y recordar, aunque sea por unas horas, todo lo que pas! = me hace olidar. olidar. Nosotras tambi8n podemos hacerlo Nicole : Carcela y sus amigas ami gas +andra y ?atiana, habían hablado en arias ocasiones de las mil y una estrategias para hacer que Nicole superara lo ocurrido en meses anteriores. 2o s8. 1l problema es que por ahora, quiero olidarme incluso de qui8n soy y con Aosotras no logro hacer eso.
;lidarte de qui8n eres9 : Pregunt! frunciendo el ce%o. No sabía e$actamente qu8 quería decir. +i Carcela, olidarme de qui8n soy. No tienes que hacer eso Nicole. No tienes nada de qu8 aergon#arte ;lo sabes no9 : 2e dijo despúes de unos instantes. 1l silencio de Nicole le respondi! Nicole, escúchame bien lo que te oy a decir. 2o que pas! fue algo horrible, sí, pero de ninguna manera tienes que sentirte aergon#ada por ello. ?ú ?ú no tienes culpa de que esa loca haya querido tapar su homose$ualidad acus"ndote de acoso laboral No tienes culpa de que haya sido tan cobarde y tan egoísta como para preferir destruir ?u ?u reputaci!n y tu imagen s!lo s!lo para que no se descubriera que fue ella la que te llor! 1 implor! que te fueras tras ella. ?ú ?ú no tienes culpa de que todos en la empresa se hayan dejado enmara%ar en sus mentiras. -sí que no Nicole, N ?41N1+ N-D- D1 <7& -A106NM-0 -A106NM-0?1, ?1, N-D- 2as últimas palabras las dijo con tal ehemencia e ine$i!n que Nicole no pudo eitar
Aosotras me lo adirtieron. +í, pero jam"s imaginamos que sería capa# de hacer algo así. -sí que tú, que estabas enamorada, mucho menos te lo podías imaginar. imaginar. ;+abes qu8 es lo peor9 : 2e pregunt! sin poder mirarle a la cara por la ergOen#a de lo que le iba a confesar. ; ;?ú ;?ú debes ser la famosa fam osa Daniela9 @amosa9 : Dijo abriendo los ojos como platos +ip = es que Nicole me ha hablado mucho de ti. ueno, eres la única de la que me ha hablado en realidad = > +e apresur! a decir al sentir como Nicole se moía en su silla
3laro que conoci8ndola como lo hago, es muy probable que hable contigo nada m"s = es un poco antisocial : 2e dijo haciendo un gesto como de secreto y despúes se echaron a reír. reír. : Cucho gusto, soy Carcela. 3ompa%era de piso de Nicole. 1strecharon las manos. Cucho gusto : 2e sonri! ampliamente. ueno ya conociste a Daniela y ya me saludaste, ahora = > dej! la oraci!n así esperando que Carcela la continuara, pero 8sta s!lo la miraba con una media sonrisa burlona en sus labios. ;No me ofrecer"s sentarme tan siquiera9 : Dramati#! estar ofendida 1stamos trabajando Carce, así que no es mucho lo que podemos hacer. Ya Ya s8, pero un caf8 no se se le niega a nadie = al menos un aso aso de agua : Dijo mientras tomaba asiento frente al escritorio de Daniela. Nicole supo de inmediato que sería imposible deshacerse de Carcela r"pidamente, así que respir! profundamente y se leant! sonri8ndole. 3laro, ya te busco. una ta#a. de caf8. : Dijo puntuali#ando cada palabra. Daniela no hacía otra cosa que sonreír ante la din"mica entre Nicole y Carcela. 1ra obio que Carcela disfrutaba el intimidar a Nicole, pero de manera diertida. Y cu8ntame = ;3!mo te ha ido trabajando con con Nico9 es e$celente en su trabajo Daniela sonri! al er que Carcela entrecerraba los ojos como en se%al de sospecha. ;+eguro que no me lo dices porque soy amiga de ella9 Nooo 3laro que no. 1s en serio. No me mal int8rpretes, yo se que es una e$celente profesional, pero es que en casa a eces puede ser insufrible así que = ;
Daniela abri! los ojos como plato y leant! las cejas en se%al de estar emocionada con la idea. Nicole se qued! en silencio mirando a Carcela unos segundos antes de mirar hacia Daniela. +abía que al mencionar la palabra oQling era difícil que Daniela no se entusiasmara, pues era su deporte faorito, así que supo que Carcela tenía todo aquello plani'cado desde que entr!. ;
las tom! a ambas por las manos y las lle! adentro. 1n el momento en que pudo, Nicole logr! apartar a Carcela un poco del grupo para hablar. hablar. ;Ce puedes decir qu8 demonios pretendes9 : Habl! un poco entre dientes para pasar desapercibidas. ;3on qu89 : 2e dijo leantando ligeramente las cejas. ?ú ?ú sabes bien con qu8. Primero te apareces en la o'cina sin aisar, haces esta initaci!n que sabías Daniela no se negaría y ahora, incluyes a +andra y ?atiana en esto. ;
compartir con Carcela +andra y ?atianaL ?atianaL el que Daniela estuiera lo hacía mucho mejor, pues se habían compenetrado tanto en el último mes, que en erdad disfrutaba el compartir con ella. ;Podría con'ar en ella9 ;Podría contarle lo que era sin recibir recha#o de su parte9 1ran preguntas que le rondaban en la cabe#a. No era que fuese necesario hacerlo, nada le e$igía hacerlo, pero sabía que para cultiar una erdadera amistad con Daniela sería mucho mejor que se enterara de su boca y no por situaciones e$ternas. No sabía c!mo ni cu"ndo decírselo, s!lo sabía que debía hacerlo. 3uando lleg! la hora de irse, +andra propuso ir al cine S días despu8s, a lo que todas estuieron de acuerdo. -dolfo, el esposo de Daniela, seguía de iaje así que para ella era una idea estupenda. +e había acostumbrado a compartir las tardes con Nicole en e# de llegar a estar sola en su casa, y ahora que el grupo se había agrandado, le entusiasmaba mucho m"s. 2legado el día de ir al cine, Daniela pens! que era mejor cerciorarse de que todo estaba bien con Nicole y eitar que pudiese sentirse incomoda nueamente por su presencia. Hasta el momento, no había dado se%al de que estuiese en desacuerdo o que le molestara su inclusi!n en los planes de +andra, pero aún así, pens! que lo mejor era salir de dudas. -dem"s de que le intrigaba la ra#!n de la reacci!n de Nicole en el boQling. - s!lo una hora de salir del trabajo y encontrarse con las dem"s Daniela sac! el tema a relucir. ;2o pasamos muy bien en el boQling erdad9 : 3oment! Daniela tratando de sonar casual. +i, así es : 2e respondi! Nicole sonriendo : aunque nos barriste a todas. ueno, jugar desde temprana edad dio sus frutos : 3ontest! encogi8ndose de hombros y con cara de culpable. +i bueno, pero no te acostumbres, es s!lo falta de pr"ctica lo de nosotras. Deja que nos pongamos a tono. -mbas rieron. Despúes de una peque%a pausa Daniela habl! nueamente. ;No te molest! el que yo fuera9 7mm99 ;
No es así. ;1st"s segura9 = Nico, no quiero incomodarte, en serio. +i te molesta que aya con tus amigas, pues est" bien, hay personas que no les gusta compartir a sus amigos y yo lo entiendo = No es eso Daniela : 2a interrumpi! : 3r8eme, no es ese el problema. Pero si hay un problema entonces. No = ah = > Nicole no sabía c!mo e$plicarle sin tener que decirle la erdadera ra#!n 1s un poco m"s complicado que eso, pero no tienes que preocuparte. Ya Ya eso qued! atr"s. De hecho, me alegra que se lleen bien. 1llas son como mis hermanas y tu = bueno, tu te has ganado un puesto pue sto dentro de las personas que me importan así que mejor no pienses en eso. Daniela la mir! 'jamente unos instantes. Por mucho que Nicole le asegurara que ya todo había pasado, ella sabía que fuese lo que fuese, era importante. 3uando pretendía continuar con la conersaci!n, la secretaria del director de la empresa entr!. 3hicas, reuni!n ahora : 2es dijo se%alando la puerta de la o'cina del jefe. en unos minutos amos : 2e sonri! Daniela. D aniela. No creo. 1s -H0- :0epiti! :0epiti! haciendo hincapi8 en la l a última palabra e inmediatamente se fue. Daniela respir! profundamente antes de leantarse y dirigirse a la puerta. Nicole se dio cuenta que Daniela no dejaría las cosas así. 1n el poco tiempo que tenía conoci8ndola, sabía que no le gustaba dejar los problemas a media, ni dejar pasar mucho tiempo para resolerlos. 1n el ba%o, Daniela trataba de mantener la compostura, no sabía por qu8, pero el saber que Nicole no había querido que ella saliera con sus amigas le había dolido. 1ra eidente que a penas se conocían meses es muy poco poco tiempo para considerarse las amigas m"s íntimas, pero en todo ese tiempo había percibido que la con'an#a entre ellas iba creciendo y 8sta situaci!n la sentía como un retroceso. Pens! en salir a confrontarla y que le dijera qu8 era lo que pasaba pero despu8s de unos minutos, decidi! que no tenía ningún derecho a e$igirle o pedirle nada, así que lo dejaría así. -l entrar a la o'cina, actu! como si nada de lo anterior hubiese ocurrido, se sent! y continu! trabajando. +entía como Nicole la miraba repetidas eces como intentando hablar, pero al 'nal no decía palabra alguna.
Nicole se debatía entre seguir como hasta ahora o terminar de decirle la raí# de su reacci!n días atr"s. ?enía ?enía tanto miedo de que la historia se se repitiera y que Daniela la considerara una enferma o una paria por ser homose$ual, pero algo dentro de ella le gritaba que ella no era así, que tal e# todo sería diferente. -l menos eso era lo que necesitaba. 1l recha#o sufrido en su anterior trabajo al descubrirse su condici!n fue algo que la dej! insegura y con la autoestima por el suelo. 2as miradas de asco, los comentarios denigrantes y las constantes burlas le habían marcado profundamente, de ahí que necesitaba que Daniela fuera diferente, necesitaba poder contarle y que ella la aceptara como era, sin prejuicios. Pero el miedo la parali#aba. Despu8s de un buen rato en e n silencio, Daniela la mir!. mi r!. -l hacerlo se dio cuenta de la e$presi!n tensa y de = ;temor9
1stoy segura. ;No temes que te contagie9 ;o qu8 te acose9 : 4nsisti! Hasta donde s8, ser homose$ual no es una enfermedad, así que no podrías contagiarme. 3on respecto a lo segundo = ;2o har"s9 No : Neg! con la cabe#a ligeramente. 1ntonces no hay nada que discutir al respecto. Nicole trat! de descubrir un atisbo de duda en su o# o su mirada, pero ambas eran tan 'rmes como cuando tomaba una decisi!n en el trabajo. 1n ese momento, un aliio la inund! de tal manera que no pudo eitar que los ojos se le empa%aran. 4ntent! parpadear repetidas eces para alejar las l"grimas, pero las emociones eran demasiadas. @ue como renacer en ese mismo instante. Daniela se apresur! hasta ella y la abra#! con fuer#a. -llí se dio cuenta que Nicole esperaba lo peor, y que de seguro algo muy muy malo le debía haber sucedido antes. No s8 lo que esperabas e sperabas Nico, pero te aseguro que esto no cambia en e n nada mí percepci!n de ti. Nicole dej! escapar el aliento antes de abra#arse a la cintura de Daniela. No le gustaba ser tan fr"gil, pero por primera e# en meses no se sentía como una enferma. Daniela la consol! acarici"ndole el cabello. 1stuieron así unos minutos mientras que Nico recuperaba la compostura. ;Cejor9 : Pregunt! Daniela al separarse. +i. 6racias. : +e limpi! la cara con el dorso de la mano. ;1ntonces = eso quiere decir que puedo seguir saliendo con osotras9 Nicole asinti! sonriendo mientras aún se limpiaba la cara. 3omen#! a decir pero no continu!. No le dir8 a nadie, tranquila : 1ntendi! su angustia. 3on una mirada intensa le dijo lo mucho que le agradecía el que la aceptara. Por su parte, Daniela se sentía feli# de que Nicole le hubiese con'ado algo tan importante. 3uatro meses pasaron desde que Nicole le había confesado a Daniela su condici!n y m"s que enfriarse la amistad entre ellas, se habían uelto m"s c!mplices. 1n el trabajo bromeaban dici8ndoles que parecían siamesas, pues no se separaban la una de la otra. 4ncluso a la hora de almor#ar, la rutina había cambiadoL en un principio se turnaban el cocinar y llear la comida a la o'cina para ambas despúes cambiaron el lugar por la casa de Nicole. -l quedar a s!lo dos calle de la o'cina, decidieron que era mejor llear la comida hasta allí los días en que le tocara
a Daniela cocinar. cocinar. 1n las tardes, se habían inscrito en clases de Pilates, así que tres tardes a la semana se iban directo de la o'cina, los otros días simplemente se deolían a la casa de Nicole y cenaban las dos o con Carcela. 2os s"bados, lo dejaban para hacer cosas por su lado, sin embargo, los domingos se turnaban las casas entre +andra, ?atiana ?atiana y Carcela para reunirse y jugar a las cartas. 2o habían hecho una primera e# para pasar el rato mientras preparaban una hamburguesa, sin embargo, les había gustado tanto que decidieron hacerlo cada domingo que pudiesen. 1$ceptuando los 'nes de semana que -dolfo llegaba a la ciudad. Desde el momento en que las muchachas se habían enterado de que Daniela sabía lo de ellas, la habían adoptado como la l a amiguita hetero del grupo. D!nde quiera que estuieran, siempre estaban pendiente de ella, no entendía el por qu8, pero la trataban como la hermanita menor y aunque en el fondo le daba risa la situaci!n, no podía negar que le encantaba c!mo se sentía por ello. 2e encantaba formar parte de sus din"micas y le gustaba mucho m"s, que ellas estuiesen en la de ella. ?anto, ?anto, que en uno de esos 'nes de semana que -dolfo había había estado en la ciudad intent! conencer a Daniela de que se las presentara para así saber con qui8nes pasaba los días en los que 8l no estaba y ella se había negado rotundamente alegando que quería mantener esa parte para sí sola sin compartirlas con nadie m"s que no fuese ella. 3laro que toda esta negatia tenía que er con el hecho de que quería eitar que -dolfo se enterara o se diera cuenta de las preferencias se$uales de ellas. +abía que al conocerlas iba a querer presentarles o cuadrar reuniones en los que tuiesen la oportunidad de conocer a algunos amigos de su trabajo, así que mientras pudiese negarse a hacer aquel papel!n, decidi! dejarlo como algo priado y e$clusio de ella. 7n iernes en la noche, Daniela se encontraba en casa de Nicole ayud"ndola a arreglar un bolso de iaje, pues ese 'n se iba a la casa de playa de Carcela con las muchachas. Daniela estaba un poco triste por no poder acompa%arlas, ya que a última hora, -dolfo le había dicho que olería a casa. ;1ntonces a qu8 hora llega -dolfo9 : Pregunt! Nicole mientras acomodaba el bolso de los cosm8ticos.
-ún no lo s8. Ce dijo que me llamaba en cualquier momento para con'rmarme. ueno no te aijas, ya podr"s ir en otra ocasi!n. 3laro y como Carcela se toma 'nes de semana libre con tanta frecuencia f recuencia = > Dijo sarc"sticamente. ?ranquila, ?ranquila, me encargar8 de planear otro otro iaje pronto : 2e sonri! un poco diertida por la e$presi!n de refunfu%o de Daniela. 1stoy feli# de que -dolfo enga ;sabes9 Pero tambi8n me molesta que me haya cambiado los planes así. 1staba tan emocionada de ir con osotras. +i. Nosotras tambi8n. Pero insisto, har8 todo lo que est8 a mi alcance para oler a ir pronto. Cientras, te mantendr8 informada por mensajes de te$to. Y qu8 me dir"s ;2o mucho que se diierten sin mí9 No gracias : Puso los ojos en blanco. Iajajajajaja 1s erdad, lo siento. siento. 1ntonces hablaremos el lunes = ueno pues tampoco ;no9 ;Y entonces qu8 hacemos9 : Nicole no podía dejar de sonreír. sonreír. 1ra la primera e# que la eía actuar como una ni%a. No s8, ya er8. Yo Yo les escribo. Aale : Dijo sacudiendo la cabe#a. Cedia hora m"s tarde cada qui8n qui8 n cogi! su rumbo. Daniela con sentimientos encontrados porque deseaba er a -dolfo, pero al mismo tiempo quería ir a la paya con las muchachas. 1ra difícil de e$plicar, era una me#cla de frustraci!n y alegría por igual. Por su parte, las muchachas tambi8n se sentían mal pues tenían toda la semana plani'cando el iaje para que Dani conociera la casa Dani se fue a su casa a esperar la llamada de -dolfo para irlo a buscar al aeropuerto. +e ba%!, se puso ropa c!moda y se sent! a er teleisi!n. 1l m!il repic! y supo que era -dolfo por lo que lo atendi! r"pidamente. Hola Hola cari%o 3onocía muy bien a -dolfo y por su tono de o# apagada supo de inmediato que algo no iba bien. ;
Dani = Daniela h"blame : -dolfo sabía lo mucho que le molestaba a Daniela cuando 8l no podía llegar a casa en la fecha prometida, así que sabía lo molesta que debía estar en ese momento .2o siento cari%o. 1n erdad lo siento, pero el +r. Cartur8 necesita quedarse hasta el lunes al menos. -sí que al diablo con lo que yo necesito ;no9 Dani no digas eso. Y qu8 quieres que diga si eso es e$actamente lo que me est"s dando a entender No cari%o no es así, sabes bien que me muero por oler a casa, por estar contigo pero no puedo decirle al jefe que me oy y ya. ;No puedes o no quieres9 +abes que no es así = > comen#! a hablar, pero pe ro Daniela lo interrumpi!. ;+abes qu8 -dolfo9 Ce estoy cansando de esto, de eras y ahora mismo no estoy en condiciones de hablar contigo, así que hablamos cuando te d8 la gana de oler ol er.. +in esperar respuesta alguna, cort! la llamada. llamad a. 2a me#cla de rabia, de triste#a y de abandono la hicieron e$plotar en llanto. ?ir! el m!il a un lado y comen#! a llorar desconsoladamente. No era la primera e# que algo así ocurría, pero sí era la primera e# que no tenía como ocupar su tiempo y no pensar en ello. 1l m!il oli! a sonar unas cinco eces, Daniela no respondi!. Despúes comen#! a repicar el tel8fono de la casa, e igualmente lo ignor!. No fue sino hasta una hora despu8s que el m!il oli! a sonar, pero esta e# con el repique que identi'caba a Nicole, así que contest! de inmediato. si : contest! con un hilo de o#. ;Daniela9 +í. Hola. ;Ya llegaron9 No. 1stamos a mitad de camino, nos paramos para que ?atiana ?atiana fuera al ba%o ... ;
Daniela escuch! a lo lejos que la llamaban. -nda, no las hagas esperar, así no llegan tan tarde. ?e ?e llamo en cuanto llegue. De acuerdo. Nicole colg! y regres! al coche. ;?odo ;?odo bien9 : 2e pregunt! Carcela a erla tan seria. -dolfo no regres!. Carcela se le qued! mirando entendiendo lo que eso signi'caba para Daniela. 1ntonces plan : +in esperar que Nicole preguntara lo que era el Jplan J Carcela se baj! y fue hasta el coche de +andra que estaba atr"s. +e acerc! a la entanilla, intercambi! unas cuantas palabras y regres! 2isto. Ce oy con las muchachas. ?ú, ?ú, te lleas mi coche y la as a buscar buscar.. Nicole se qued! sin habla. 1n el fondo eso era lo que quería hacer, pero no se había atreido a propon8rselo a Carcela pensando que no estaría de acuerdo, despu8s de todo, Carcela era sumamente posesia y celosa con su coche, el cual no prestaba nunca a nadie. +in esperar a que Carcela se pudiese arrepentir, se corri! hasta el puesto del piloto. ?e ?e dejo mis cosas. ?en ?en cuidado y ll"mame cuando llegues Carcela le dio un ligero beso en la mejilla y le cerr! la puerta. No le tom! m"s de una hora oler. No había mucho tr"'co y la lu# de la luna casi llena iluminaba bastante bien la carretera así que pudo aproechar para ir un poco m"s r"pido de lo normal. 3uando lleg! a la casa de Daniela, estaban todas las luces apagadas. Dud! por un momento si era buena idea tocar, pero despúes de estar un par de minutos ante la puerta, decidi! que ya que había conducido de uelta, lo menos que podía hacer era intentarlo. ?oc! ?oc! la puerta dos eces. No muy fuerte, pero lo su'cientemente alto para que se escuchara. No obtuo respuesta. 4nsisti! una e# m"s temiendo que Daniela estuiera lo su'cientemente dormida como para no escuchar la llamada de puerta. Pronto escuch! moimiento dentro y no pasaron sino segundos antes de que abriera la puerta. Nicole ;
Pero = no entiendo = ;no estaban en camino9 +í, pero una amiga necesita ayuda así que no podía abandonarla. Daniela dej! escapar el aliento al escuchar aquello. No sabía si reír o llorar de la emoci!nLasí que s!lo asinti!. 2e tom! s!lo T( minutos arreglar su bolso y salir. Durante el camino, no hablaron mucho Daniela le cont! la bree conersaci!n con -dolfo y despúes s!lo se dedicaron a escuchar e scuchar música y cantar durante el camino. -l entrar a la urbani#aci!n donde quedaba la casa y obserar que la mayoría se trataba de casa de dos y tres pisos se sorprendi! y no pudo eitar silbar en se%al de asombro. +on impresionantes erdad : 2e dijo Nicole un poco diertida, pues a ella le había pasado lo mismo la primera e# que fue. +on inmensas = y muy lindas +í. Carcela iene de una familia muy adinerada. +!lo que cuando se enteraron de su homose$ualidad intentaron de todas las maneras posible quitarle Jesa enfermedadJ. 2o último que hicieron fue desheredarla y desterrarla de la familia. +u abuelo fue el único que no se uni! a esa conspiraci!n, por así llamarlo. 3uando muri! hace ( a%os, Carcela y toda la familia se lle! la sorpresa de que le había dejado la casa s!lo para ella. 4ncluso dej! clausulas en las que se indican que si alguno de los integrantes de la familia intentaba quit"rsela, la demolerían y el terreno lo cederían a una bene'cencia. Por otro lado, le dej! un fondo lo su'cientemente alto como para iir de la renta pero Carcela s!lo lo usa para el mantenimiento de la casa. Aaya, que familia tan enidiable : Dijo en tono sarc"stico. +on toda una belle#a : -greg! : Despúes de eso, le dejaron bien claro que no querían olerla a er nunca m"s. De ahi que es tan apegada a nosotras. ?rata ?rata de disimular y hacerse la dura, trata de aparentar aparentar que no es celosa con ninguna de nosotras, pero sabemos que no es así. Debe ser muy difícil saberse sin familia. ueno, ella nunca fue de las que se lle! muy bien con sus padres y hermanos. +iempre fue una rebelde. Pero sí, fue muy difícil al principio. : +e quedaron en silencio unos instantes hasta que Nicole sonri!. U
;De mí9 : -bri! los ojos como plato +í : +onri! m"s ampliamente : Pero ahora, creo que te quiere m"s a ti que a mí. ?an ?an es así que no dud! ni un un minuto en ofrecerme el coche coche para que te buscara. -l decir esto, ya estaba frente a la casa esperando que la reja del estacionamiento se abriera. ;-sí que ella fue la de la idea9 +í. 1n cuanto le dije que -dolfo no había uelto, no me dio tiempo de hablar. hablar. +implemente cuadr! todo y me dijo que me oliera. - Daniela se le aguaron los ojos. +abía que todas ellas la apreciaban mucho pero saber aquello, la hi#o darse cuenta de lo especial que eran. Pesta%o muchas eces para disipar las l"grimas y en cuanto pudo, se baj! del coche. No había terminado de bajar las cosas del coche cuando Carcela apareci! y las salud! muy efusiamente. 2e hi#o un recorrido por toda la casa, la cocina toda en tonalidades de a#ul claro y oscuro, la sala de entretenimiento con el teleisor 2D3 inmenso, el equipo de sonido y una mesa de pool, el comedor con una mesa conertible de R a T* puestos, en el segundo piso los R cuartos, tres con literas triples, y tres con camas matrimoniales y ba%o propio. +u cuarto quedaba en el "tico y se e$tendía por todo lo ancho de la casa, dando la impresi!n de que fuera fuer a un ane$o. -fuera de la casa, junto a la piscina estaba el toldo con una barra, un arcon, arcon, laaplatos Y una peque%a parrilla. -lrededor de la piscina, arias tumbonas y una peque%a ducha. -tr"s de la piscina, había una peque%a puerta por la que podías salir directamente a la playa. 1ra la perfecta casa de acaciones. ueno se%ora, ahora que ya conoce la casa, puedes decidir en qu8 cuarto quedarte 1 instalar tus cosas. +i8ntete como en tu casa. 6racias, de erdad. 1sto = > se%al! toda la casa > = est" increíble. Carcela sonri! ampliamente y asinti!. ;Y qu8 esperas entonces para comen#ar a disfrutarla9 Aamos -púrate y e e a cambiarte. ?e ?e esperamos afuera. 2e palme! ligeramente el hombro y sali!. 1n ese momento entr! Nicole. ;
-mbas rieron. ueno e a instalarte. ;?ú no ienes9 2o m"s seguro es que duerma con +andra y ?atiana ;Y me dejar"s sola9 No, no no no no : Dijo sacudiendo la cabe#a. : 1 stas loca si piensas dejarme sola en esta casa tan grande. : Dijo mirando a su alrededor como asustada. Nicole sonri! entre sorprendida y diertida. ien, = entonces compartimos un cuarto9 Plante! entre pregunta y a'rmaci!n 6racias : 0espondi! con aliio. 3uando subieron al piso de los cuartos, Daniela entr! en uno de los cuartos matrimoniales. Nicole no dijo nada, pero le sorprendi! la elecci!n. -l entrar, Daniela dej! sus cosas sobre la cama antes de inspeccionar el ba%o. &sta, est" bien : Dijo al salir. salir. Nicole asinti! sin decir una palabra, aún estaba en shocB. Daniela se dio cuenta de su aprehensi!n. ;?e ;?e molesta compartir la habitaci!n conmigo9 No. Pero no pareces muy conencida. No pasa nada, en serio. 1s s!lo que me sorprendi! que eligieras e ligieras esta habitaci!n. +i bueno, es que pre'ero que tenga un ba%o propio. Por lo general me leanto arias eces al ba%o en la noche y no me gustaría tener que pulular por el pasillo en la madrugada = soy un poco miedosa en la noche : 3onfes! ;1n serio9 : No podía creer lo que escuchaba. +í. 1n realidad, le temo a la l a oscuridad cuando no estoy en espacios conocidos : Dijo triste : Por eso tambi8n escogí este tipo de cama. +i siento a alguien a mi lado, no siento la necesidad de encender la lu#. - Nicole se le arrug! el cora#!n ante aquella confesi!n. B. : Dijo para tranquili#arla Nicole = preferiría que las dem"s no = No se enterar"n, tranquila. : 2e asegur!. Daniela le sonri! ampliamente. Ce ir8 a cambiar : Dijo mientras sacaba sus cosas del bolso ?e ?e espero abajo 3uando se disponía a salir del cuarto Daniela la llam!. Nicole =podrías = > ?enía ?enía la cara toda sonrojada de de la ergOen#a : ;quedarte9 1n ese momento, Nicole se dio cuenta que no s!lo le temía a la oscuridad, sino a estar sola en una casa con la que no estaba familiari#ada.
Para no hacerle m"s difícil la situaci!n,inent! qu8 hacer. hacer. Cejor me quedo a arreglar las cosas de una e#, así cuando engamos a dormir todo estar" en su lugar. Daniela agradeci! en silencio el gesto de Nicole. +e dio un ba%o r"pido y se puso uno de sus trajes de ba%o y encima se puso un estido de algod!n blanco que se le adhería al cuerpo. +e arregl! el cabello y sali!. 3uando Nicole la io no pudo eitar quedar con la boca abierta al igual que cuando la io por primera e# con sus mayas para hacer Pilates, s!lo que esta e# no pudo eitar que Daniela se diera cuenta. 2o siento : +e apresur! a decir desiando la mirada mi rada cuando io la e$presi!n diertida de Daniela. 1st" bien : +onri! : 1s bueno saber que no he perdido mi encanto. Para nada : Pens! de inmediato y aunque no tenía intenciones de decirlo en o# alta las palabras salieron de su boca antes de poder retenerlas. Daniela se ri! a carcajadas y despúes le gui%o el ojo pícaramente. ;ajamos9 : 3on un peque%o moimiento de la cabe#a se%al! la puerta del cuarto. +í, claro. Aamos. 1sa noche, por haber una isitante nuea, la tradici!n era que debían tomar Cargaritas -sí que alternaban ba%os en la piscina con tandas de preparaci!n en la barra. - cada una le toc! preparar una ronda. -lrededor de las G de la ma%ana, el cansancio y las copas comen#aban a hacer su efecto, por lo que que se fueron a dormir. dormir. Daniela, estaba un poco m"s ebria que las dem"s, pues la tradici!n tambi8n consistía en que a la persona nuea, se le preparaban las margaritas un poco m"s cargadas que a las dem"s, garanti#ando así la resaca del día siguiente y por supuesto, las condiciones necesarias para bromear sobre ello todo el día. Cientras subían al cuarto, Nicole tuo que coger a Daniela por la cintura para que mantuiera el equilibrio. -l llegar al cuarto la sent! en la cama pero 8sta se desplom! hacia atr"s y al caer se carcaje!. Dios, estoy muy borracha : Aoli! a reírse a carcajadas : Pero no entiendo = Dijo tratando de sentarse con la ayuda de Nicole : +i bebi lo mismo que osotras. No es erdad. 3laro que sí, yo no tom8 m"s que osotras :
Decía negando con un dedo índice de su mano. 1n número de copas no, pero en niel de alcohol = > Dijo con cara de culpable. 1spera, espera = ;c!mo 9.
3laro = claro > ?rag! con di'cultada +in pensarlo mucho, se dispuso a quitarle la panty Para ese momento, el cora#!n le latía a mil, las manos le sudaban y la boca la sentía seca. Necesitaba un trago, pensaba. Daniela se ech! hacia atr"s para hacerle m"s f"cil a Nicole la tarea de quitarle la prenda. 3uando Nicole la retir! y qued! frente f rente a su se$o cuidadosamente rasurado, casi se le tira encima. Nunca antes se le había presentado una situaci!n donde tuiese que tener tanta fuer#a de oluntad para no dar rienda suelta a sus deseos m"s salajes y primitios. -l lograr ponerle el e l short, respir! profundamente y se puso de pie nueamente. Aoy al ba%o a dejar esto : Dijo re'ri8ndose al traje de ba%o. 1n realidad necesitaba salir de allí aunque fuese unos minutos necesitaba echarse agua fría en la cara o de lo contrario no soportaría un minuto m"s. 3uando sali!, Daniela ya estaba acostada durmiendo profundamente. Nicole se qued! obser"ndola un buen rato antes de decidir darse una ducha fría ayudada de un bree pero intenso Jauto J auto sericioJ, era la única manera de sobreiir dormir a su lado. -l acostarse, debi! hacerlo lo m"s alejada de Daniela, pues aunque el clima estaba bastante fresco y la ducha fría le había ayudado, el calor y tensi!n que sentía de tenerla justo al alcance de su mano, era casi insoportable Poco a poco, logr! regular su cora#!n y quedarse dormida. Nicole se despert! primero que Daniela. 2a mir! dormir pl"cidamente unos minutos antes de leantarse. 2e parecía increíble lo cerca que había estado del desastre la noche anterior. anterior. Desde que io a Daniela por primera e# le había parecido una mujer muy atractia, Pelo casta%o claro con ri#os naturales que le llegaba ll egaba hasta la mitad de la espalda, ojos marrones que cuando se emocionaba adquirían etas etas amarillentas, su cuerpo delgado sin proporciones e$ageradas, piernas bien torneadas que las había logrado er cuando lleaba falda a la o'cina, rostro triangular con boca peque%a pero delineada, pesta%as largas, nari# per'lada y ese hoyuelo en la barbilla que tanto le fascinaba. No podía negar lo obio, era hermosaL pero a pesar de ello, hasta ese momento se había negado a mirarla o pensar en ella con otros ojos que no fueran los de amiga.
-sí había sido hasta la noche anterior. anterior. Cientras se aseaba en el ba%o, no podía dejar de recordar esos senos tan apetecibles, 1se abdomen y ientre, ese se$o con labios apretaditos que se le l e antojaba probar = de s!lo recordar la calentura se apoderaba ap oderaba de todo su cuerpo, especialmente de su centro, lo cual era e ra un erdadero problema. ;3!mo mirarla de manera indiferente9 ;3!mo estar a su lado y no desear rodearla con sus bra#os y sentir todo su cuerpo9 1ra un problema. 7n erdadero problema. No s!lo por el hecho de que Daniela era su compa%era de trabajo y amiga sino tambi8n porque era hetero y casadaL y ella ya sabía que enredarse con mujeres casadas era garantía de desastre. ?ermin! ?ermin! de arreglarse arreglarse y sali! sigilosamente del cuarto. -l llegar a la cocina, se encontr! con Carcela quien se tomaba su caf8 de la ma%ana mirando hacia el hori#onte a tra8s del entanal de la cocina +andra y ?atiana ?atiana estaban tomando sol en la piscina. uenos día : +alud! a Carcela. Hola : 2a salud! quedamente y sin desiar la mirada : 1n la cafetera hay caf8 reci8n hecho. 6racias : Nicole se siri! una ta#a de caf8 y se sent! al lado de Carcela. ;Y Daniela9 Dormida aún. ;-noche = todo bien9 : Pregunt! mir"ndola +i : 0espondi! deoli8ndole la mirada pero sin lograr sosten8rsela. Carcela que la conocía bien, entrecerr! los ojos antes de hablar. ; ;Y entonces por qu8 esa cara de culpable que tienes9 No es nada : ?rat! de dejarlo pasar. +abes que hablar"s de todos modos, así que por qu8 no nos ahorramos el tiempo
Y me cuentas de una e#. Nicole respir! profundamente antes de comen#ar a contarle todo lo que había sucedido 2a noche anterior sin obiar nada. y ahora no puedo eitar mirarla y = > ?rataba ?rataba de hablar pero las palabras no le salían. Desearla9 : 3omplet! Carcela. Nicole asinti! y el sentimiento de culpa oli! a inadirla No eres de piedra Nicole, raro sería que no hubieses sentido nada. +i pero eso no me ayuda. ;
de que Daniela se diera cuenta. 2o último que quería era perder su amistad por no poder controlar sus hormonas. 0esuelta a dejar atr"s todo lo sucedido sali! a la piscina con las dem"s. 7na hora m"s tarde, Daniela se les uni!. -ún sentía los estragos de lo bebido la noche anterior, sin embargo, estaba lista para el plan del día. se fueron rumbo al muelle. 2a lacha era del tipo deportia, un solo piso, con asientos para el piloto y copiloto y un asiento largo atr"s y un motor lo su'cientemente potente para alcan#ar elocidades altas. 1stuieron naegando alrededor de una hora y media. 3uando decidieron que ya era su'ciente y que querían quedarse en una de las playas, Carcela escogi! uno de los islotes menos isitados por los turistas, allí s!lo llegaban aquellos que poseían botes. -l llegar allí, habían alrededor de ( botes, de los cuales uno parecía estar ocupado por chicas solamente, lo cual Carcela no desaproech! y se ubic! justo al lado de ellas. 3reo que aquí estaremos bien : Dijo sonriendo con la mirada 'ja en el grupo de chicas que estaba cerca. Perfectísimo diría yo : 2a secund! ?atiana, ?atiana, tambi8n con una amplia sonrisa Y saludando con la mano a las chicas que ahora eían hacía el bote. Cuchachas, recuerden que no estamos solas : 2es record! Nicole. No se preocupen por mí, de erdad. erdad. : +e apresur! a decir Daniela. No era que se sintiera del todo c!moda con aquello, pero tampoco quería inhibirlas de hacer lo que quisieran. ;+eguro9 : 2e pregunt! Nicole dudosa. +í, claro. 1star8 bien : 2e sonri! ligeramente. ueno, entonces aquí nos quedamos : Dijo Carcela frot"ndose las manos como si estuiese a punto de probar algo muy rico y con e$presi!n de picardía. ?odas ?odas rieron ante la e$presi!n e$presi!n de Carcela, pues sabían de sobra lo que eso quería decirL todas menos Nicole. Para ella una cosa era que Daniela aceptara sus preferencias y otra muy distinta era inolucrarla, así fuese indirectamente, en sus ligues, así que busc! r"pidamente alguna alternatia para salir de aquella situaci!n. ;Carce, te importaría si lleo a Daniela a dar una uelta en la moto9 : Pregunt! Nicole tratando de sonar casual mientras las dem"s preparaban las cosas para quedarse allí.
Por mí no hay problema : 0espondi! despreocupada. ;?e ;?e gustaría dar una uelta9 : Pregunt! a Daniela. &sta se encogi! de hombros como indecisa. Pero al er los ojos de Nicole, que gritaban en silencio un sí de su parte, asinti!. ien, d8jennos primero descargar las cosas para instalarnos y despúes se an ;si9 -sí lo hicieron. 1n pocos minutos Carcela, ?atiana y +andra se quedaron instaladas en el islote mientras que Daniela y Nicole se fueron a dar ueltas en la moto de agua. 0ecorrieron 0ecorrieron una gran e$tensi!n de mar adentro, Daniela al principio estaba súper neriosa pues pensaba que podían quedarse a la deria. Nicole aproech! esta debilidad para darle un susto de muerte al 'ngir que la moto se había quedado sin gasolina. Despúes de unos minutos de angustia, y de er la posibilidad de que los nerios de Daniela la hicieran perder el control de sí misma, Nicole sin confesar su peque%a broma retom! el paseo como si todo hubiese sido un error del medidor. 1n isitas anteriores, Nicole había descubierto una playa irgen a la que s!lo se podía accesar con embarcaciones peque%as, pens! que sería buena idea llear a Dani hasta allí. 3on sumo cuidado, puesto que la entrada estaba celosamente oculta por manglares, iniciaron la entrada. 2e adirti! a Daniela a d!nde irían para que no se asustara antes de adentrarse a la peque%a playa. Ya Ya había pasado bastante tiempo, pero seguro que no lo su'ciente como para que Carcela hubiese desplegado todas sus t"cticas de conquista, así que estar un rato allí era perfecto. -l salir del tupido bosque de manglares, se abri! ante ellas una paradisíaca playa de aguas cristalinas. Había s!lo unas pocas palmeras, la arena era tan blanca que el el sol casi podía reejarse en ella. Daniela se qued! totalmente impresionada con lo espectacular del lugar, tanto que se qued! sin habla. Pas! un buen rato antes de que pudiera pronunciar palabra alguna. 1sto, = esto es hermosísimo Nicole = +í, lo es = > +onri! ampliamente sinti8ndose satisfecha por llearla hasta
allí. ;3!mo llegaste hasta aquí9 : Pregunt! aun dando ueltas sobre su eje admirando todo a su alrededor. alrededor. 7n día como hoy estaba dando ueltas sin rumbo cuando de pronto i a una pareja salir en una moto de agua de aquí. Ce dio curiosidad pues parecía que no había nada m"s all", así que me aentur8 a inestigar qu8 había detr"s y ual" = me encontr8 con esta marailla. 1s increíble de erdad = no tengo palabras. ueno, disfrútalo entonces : 2e dijo e$tendiendo la mano hacia la playa para que fuera hasta allí. Daniela no se hi#o de rogar, fue directamente a #ambullirse en la piscina natural comprobando no s!lo lo cristalina del agua sino tambi8n su deliciosa tibie#a. 1stuo nadando y otando durante arios minutos hasta que se sent! cerca de la orilla junto - Nicole. ;2as muchachas han enido9 : Pregunt! despúes de un rato. r ato. No. No lo conocen. ;Por qu89 : Pregunt! e$tra%ada Porque si lo hicieran, esto se conertiría en una hotel de citas : Dijo con cara de circunstancia. Daniela se carcaje! con ganas. No te rías = sabes que es erdad. Yo Yo las amo y las adoro a las tres, pero pero s8 que no apreciarían este lugar lugar por lo que es sino por lo que les le s puede ofrecer como estrategia para sus conquistas, así que me niego a ser alcahueta. Daniela se ri! un poco m"s antes de oler a hablar. hablar. ;Y tú = no has caído en la tentaci!n de traer a alguien9 No : 0espondi! sin titubear y en tono casual. Daniela entrecerr! los ojos ante aquella respuesta. Nico, no hay nadie aquí, s!lo nosotras dos así que = > Dej! la frase incompleta esperando a er si la continuaba, pero Nicole no lo hi#o. : h amos Nicole ;1n erdad piensas que oy a creer que no has traído a nadie para aqui9 No lo he hecho : +e encogi! de hombros : -sí que no puedo decirte algo que no es erdad. Pero me trajiste a mí : Dijo aún con duda. +í, pero no estoy tratando de seducirte, ni nada parecido. ?e ?e traje porque sentí que apreciarías apreciarías el lugar tanto como lo hago yo : 2e respondi! mir"ndola directamente a los ojos. -nte aquella respuesta, Daniela se sonroj! un poco.
2o siento = no quise = ?ranquila ?ranquila : 2a interrumpi! Nicole 1n tu lugar, habría dudado igual Hubo una peque%a pausa De todos modos, debo confesar que de haber podido, lo habría hecho : Dijo bajando la mirada. ; 0espondi! 0espondi! leantando la mirada y 'j"ndola moment"neamente en el hori#onte. Daniela no pudo eitar leantar ligeramente las cejas al escucharla, pero no dijo nada. 3uando Nicole le deoli! la mirada y io la interrogante continu! hablando. +!lo tue oportunidad de compartirlo con dos personas = pero con ninguna de las dos logr8 hacerlo hacerl o : Nicole tom! agua entre sus manos y se refresc! la cara : 2a primera, le tenía miedo a todo lo que se refería al mar m ar.. 2e gustaba s!lo si podía estar en la orilla, así que ni pensar en pasear en la moto de agua 2a segunda = > Daniela obser! como se le oscureci! la mirada al igual que cuando habl! de su último trabajo, así que pens! tendría relaci!n : Carcela y ella nunca congeniaron, la única oportunidad en la que intentamos sobrepasar las diferencias, no pudimos pasar m"s de una noche en la casa, a la ma%ana siguiente nos tuimos que ir al amanecer am anecer.. Nicole se qued! ensimismada en sus pensamientos unos instantes antes de sacudir ligeramente la cabe#a como queriendo alejar los recuerdos. - Daniela le intrigaba saber qu8 le había pasado, qu8 era aquello que la entristecía tanto pero sabía que no era el momento de preguntar. preguntar. -sí que = > Nicole se encogi! de hombros : ?ú ?ú eres la primera persona que traigo aquí Aaya = > Dijo un tanto sorprendida > Ce siento halagada por eso. +í bueno, al menos s8 que lo aprecias tanto como yoL y si llegases a enir con -dolfo, al menos s8 que es tu esposo, que es alguien importante para ti y no un ligue de momento. Daniela se ri! ante la idea, pero no en son de burla, sino por incredulidad. -unque quisiera, no sabría como llegar = pero gracias de todos modos : -mbas rieron : Y hablando de otra cosa = quería quería darte las gracias por lo de anoche. Nicole se le par! el cora#!n al instante, pero logr! disimularloL simplemente esper! que Daniela hablara para er qu8 se acordaba de lo sucedido la noche anterior. anterior. 3uando despert8 no tenía muy claro lo que había pasado anoche = tenía todo muy borroso aún, pero a medida que ha pasado el día
la mente se me ha ido aclarando = lamento que hayas tenido que cargar conmigo. No fue nada : 2e asegur! Nicole : No iba a dejarte tirada en la piscina en ese estado. ?omando ?omando en cuenta que me emborracharon emborracharon adrede y no hiciste nada nada por eitarlo 1s lo menos que te tocaba hacer : Nicole apret! los labios tratando de eitar reír +in embargo, una cosa es que tuieras tuier as que cargar conmigo hasta la habitaci!n y otra muy distinta que tuieras que cambiarme. Nicole baj! la mirada unos instantes, Hasta ese momento no había pensado en lo ocurrido la noche anterior, Pero al momento de mencionarlo, todas las im"genes se le inieron a la mente de inmediato. Pero sabía que debía disimular así que oli! a mirarla tratando de mantener una e$presi!n neutral. 2o erdad es que quería disculparme contigo por ponerte en esa posici!n tan inc!moda Dijo con tono apenado. No te preocupes por eso. 1stoy segura que de haber estado yo en esa situaci!n, tú hubieses hecho lo mismo, así que no te preocupes. Daniela le sonri! en se%al de agradecimiento y continuaron hablaron de otras cosas. 0ato despu8s, olieron al islote con las dem"s. 3uando llegaron, el grupo se había e$tendido un poco, pues ya no estaban s!lo Carcela +andra y ?atiana, ?atiana, sino adem"s, las G chicas que estaban sentadas al lado de ellas. Nicole y Daniela se incomodaron en un primer momento, pero al pasar los minutos decidieron incorporarse para pasar el rato. -l momento de irse, quedaron en reunirse en casa de Carcela en la noche para cenar y así lo hicieron. 2legaron, y a la hora y media llegaron las initadas. +e sentaron alrededor de la piscina conersando y disfrutando de las bebidas que Carcela preparaba. Despúes de comer, poco a poco se fueron separando las parejas sent"ndose cada qui8n apartadas del resto, quedando Nicole y Daniela solas en el toldo. Nicole, que ya sabía en qu8 terminaría aquello, pre'ri! llear a Daniela a caminar por la playa, puesto que aún era muy temprano para par a irse a dormir. dormir. 3aminaron por la playa con los pies inmersos en el agua un buen trayecto, tanto de ida como de enida.
-l oler, se asomaron a la casa para er c!mo estaban las cosas Y ieron a +andra bes"ndose con una de las chicas dentro dentro de la piscina, ?atiana ?atiana hablando muy de cerca junto con otra, sentadas en el borde borde y Carcela y la última chica, brillaban por su ausencia, con lo que no se les hi#o muy difícil imaginar donde estarían. Decidieron que mejor se sentarían en la orilla de la playa a esperar que el "rea de la piscina estuiese despejada para poder irse a dormir. 3onersaron temas arios, sin embargo, la constante brisa las hi#o tiritar del frío. Pensando que ya había pasado el tiempo su'ciente,olieron nueamente. Nicole fue la primera que se asom! y al er la escena subida de tono en la piscina se apresur! a eitar que Daniela la iera. Dios y a= a= ahora q= q= que hacemos9 : Pregunt! Daniela abra#"ndose a sí misma tratando de controlar sus temblores. Nicole lo pens! unos instantes y record! que en el cuarto donde se guardaba las cosas de mantenimiento de la piscina, había una manta que Carcela tenía allí para los momentos en los que se le hacía muy engorroso subir al cuarto a buscar colchas o s"banas para acondicionar las tumbonas en casos impreistos. 1sp8rame aquí : 2e pidi! a Daniela. 3on mucho sigilo, entr! y busc! la manta, no sin antes tener que esconderse en el toldo para que no la ieran. : 2isto. Aamos. +e sentaron muy juntas para lograr cobijarse con la manta, sin embargo, no era lo su'cientemente ancha para lograr cubrirlas por completo, por lo que Nicole, sugiri! que Daniela se sentara entre e ntre sus piernas para así abra#arse a ella y ayudarse con la manta para mantener el calor. Daniela, que no podía controlar los espasmos de su cuerpo no le import!, así que no esper! mucho antes de sentarse tal y como Nicole le había indicado. - medida que pasaron los minutos, el calor de ambas se fue e$tendiendo bajo la manta, disminuyendo así los espasmos por el frío, sin embargo, ninguna de las dos hi#o intento alguno por separarse. 1staban en silencio, cada una inmersa en sus pensamientos. ;Ya est"s mejor9 : Pregunt! Nicole +í : +onri! : -hora no me quiero ni moer. Ni yo : Nicole sonri! tambi8n. Cenos mal que te acordaste de esta manta. Cenos mal que Carcela la tenía en el mismo sitio.
1s primera e# que agrade#co queJ+1- 3C 1+J. ien por ella entonces : +e acurruc! aún m"s entre los bra#os de Nicole. Hubo una pausa antes de que Daniela hablara nueamente. ;Puedo hacerte una pregunta9 3laro ;3u"ndo te diste cuenta que eras = que eras =9 ;6ay9 : 3omplet! Nicole. Daniela se encogi! de hombros. Nicole lo pens! un instante antes de responder : No se trata de cu"ndo me di cuenta, sino de cu"ndo lo acept8 = +iempre supe que había algo diferente dife rente en mí. Desde muy peque%a recuerdo que me gustaba estar con las ni%as, pero no para jugar, sino porque me gustaba su empresa. Ce gustaba ayudarlas, protegerlas = no s8 c!mo describirlo = lo erdad es que no me gustaban sus juegos, ni las mu%ecas ni nada de eso, pero me gustaba estar junto a ellas. - medida que fui creciendo, me fui alienando con el resto, pero siempre en el fondo, seguía sintiendo lo mismo. De adolescente, me enamor8 de una de mis amigas, s!lo que no lo entendía, ni lo aceptaba. @ue muy confuso para mí, me moría de los celos cuando la eía con su noio, pero al mismo tiempo, me reprochaba el hecho de que eso no era normal, así que busqu8 de salir con cuanto chico me gustara. +olo que ninguno me satisfacía : +onri! : 2legu8 a tener fama de rompe cora#ones = lo que nunca supieron fue que la que tenía el cora#!n desecho era yo por no aceptar lo que realmente sentía. -ntes de entrar a la uniersidad, me fui a un campamento de dos semanas. -llí cambi! mi ida. 3onocí a ?abata. 1lla hi#o que me enfrentara con lo que sentía y me gustaba realmente. @ue mi primer beso, mi primer contacto con un cuerpo de mujer = no hubo sentimiento alguno de por medio, pero fue toda una reelaci!n para mí al darme cuenta que las sensaciones y emociones que sentí en ese momento, superaban por mucho lo sentido con los chicos. - ella, nunca la olí a er despúes de oler, pero cambi! mi ida por completo. Durante mi primer a%o de uniersidad, fui a una 'esta y fue allí donde conocí a Carcela. 1ra el cumplea%os de una de mis compa%eras de clase y allí estaba 1lla igual que como la es ahora, con ese aire diferente, con ese no se qu8 que te hace notarla así no quieras.
2a i hablando con una chica muy de cerca, de manera muy íntima = no podía dejar de mirarla, pero no porque me gustara, sino porque deseaba poder hacer lo mismo que ella. 1n un momento de la noche se me acerc! y yo me puse súper neriosa. No sabía qu8 hacer, sin embargo, fuimos hablando de cosas arias hasta que 'nalmente me pregunt! si me gustaban las mujeres. Yo Yo casi me desmayo de la impresi!n. 2o negu8 por supuesto, me daba terror pensar que fuera tan obio, pero a la 'nal, pens8 que era e ra mi oportunidad de descubrirme realmente. Y fue en ese momento en el que acept8 mi diferencia diferencia y estue dispuesta a enfrentar lo que eso signi'caba = y aquí estoy = aún enfrentando lo que signi'ca ser diferente. Aaya = no = no fue f"cil ;no9 Para nada. Hay quienes lo aceptan sin problemas, sin dudas = en mi caso, no fue -sí 4ncluso, despúes de enfrentarme a la idea, pas! un a%o y medio antes de que me atreiera a actuar, antes de dar rienda suelta a lo que soy. soy. 2a facilidad de Carcela para ligar me intimidaba, pero m"s all" de eso, le temía al fracaso, a no poder cumplir con lo esperado Pero lo logr8. 2ogr8 pasar esa barrera y despúes de eso, ya no tue dudas de qui8n era y lo que quería para el resto de mi ida. ;Y = has tenido muchas noias9 ;Perd!n9 : Nicole se sorprendi! con la pregunta. 2o siento no quiero ser imprudente, es solo que te eo tan diferente dife rente a Carcela, +andra o ?atiana ?atiana que = me dio curiosidad. 1ntiendo = > Dijo despúes de reírse : Noias = he tenido V. No te oy a mentir, al principio no fui muy juiciosa, no tanto como Carcela por supuesto, pero puede decirse de cirse que fui muy libre. -l enamorarme por primera e# y saber lo que era compartir con la persona que quieres hacer el amor y sentir esa felicidad y esa calide# = no pude oler a aquello del se$o acío y sin emoci!n. 2l"mame rom"ntica o cursi, pero no pude. Pues entonces somos dos las rom"nticas o cursi porque yo tambi8n comparto tu isi!n. Nunca entendí qu8 satisfacci!n se podía sentir yendo de cama en cama. No lo critico, despu8s de todo, cada quien es feli# a su manera, pero de'nitiamente no lo comparto. +í, a eces cuesta digerirlo : Hubo una peque%a pausa en la que Nicole no pudo seguir bloqueando sus pensamientos acerca de Daniela. 2a e$cesia pro$imidad en la que estaban ahora, la hacían reiir ese deseo
de acariciar y besar cada centímetro de su cuerpo. +er consciente de su calor, de lo bien que olía, de la suaidad de sus Canos las cuales sostenía junto con el borde de la manta. 2a brisa, el sonido de las olas a romper en la orilla, la lu# de la luna reejada mar adentro todo una combinaci!n perfecta de elementos para e$acerbar las m"s bajas de las pasiones. Nicole tuo que contener la respiraci!n unos segundos y cerrar los ojos para oler al aquí y al ahora. Aoler al Jella Jell a es hetero y yo soy s!lo su amigaJ. ;1st" todo bien9 : Daniela, aunque estaba de espaldas a Nicole, sinti! su moment"nea tensi!n. +í, todo bien : +e apresur! en decir : +!lo pensaba que = a eces me gustaría poder ser como Carcela. ;Por qu8 lo dices9 : Pregunt! oliendose ligeramente para lograr mirarla a los ojos. 2e parecía contradictorio que s!lo unos minutos antes hablara de no compartir esa isi!n de la ida y ahora quisiera ser así. No me mal interpretes, es s!lo que = cuando pasas mucho tiempo sola y sin proyecto de pareja pues ... a eces es difícil mantener a raya ciertas = necesidades 3omplet! un tanto triste. No era que lo que estaba diciendo fuese algo fuera de lo normal, sin embargo, siendo Daniela quien encendía esa necesidad en ella, le hacía m"s difícil hablar del tema. h = entiendo : +e oli! hacia enfrente nueamente para eitar que Nicole se diera cuenta que aunque no en la misma medida, Daniela entendía perfectamente de lo que hablaba. Iusto en los últimos meses las relaciones íntimas con -dolfo -dolfo habían mermado, siempre por diferentes ra#ones, pero a la 'nal, el resultado era el mismo. 7na de las ra#ones por la que no le gustaba llegar a casa temprano, era para no pensar mucho en ello : Pero, eres libre ;no9, es decir, podrías resoler la situaci!n sin remordimiento alguno. Podría = pero s8 que nunca aceptarías :Pens! ?al ?al e# lo haga : +usurr!. +usurr!. Pasaron Pasaron unos minutos en e n silencio antes de que Nicole oliera hablar. 3reo que es hora de oler = tengo las posaderas dormidas : -mbas rieron. +í, yo tambi8n Nicole se leant! primero para ayudar a Daniela a leantarse, pero cuando la impuls! para hacerlo, Daniela perdi! el equilibrio
y se fue hacia atr"s lle"ndose consigo a Nicole, quedando 8sta última encima de ella y con los rostros muy juntos, con los labios casi ro#"ndose. 1l momento fue fuga#, pues Nicole reaccion! de inmediato poniendo distancia entre ellas, un segundo m"s así y no se hubiese podido contener de besarla. Por su parte,para Daniela fue algo muy e$tra%o, pues el deseo que sinti! de besarla la parali#!, pero al mismo tiempo, al er la reacci!n de Nicole, la dej! con cierta sensaci!n de recha#o lo cual no tenía sentido, pues tampoco buscaba atenci!n de su parte. 2o siento : +e disculp! Nicole leant"ndose y ofreci8ndole la mano nueamente. 2a que debe disculparse soy yo, tú s!lo tratabas de ayudarme : Dijo una e# leantada. -mbas se quitaron los e$cesos de arena de la ropa y comen#aron a caminar en silencio hacia la casa. -l llegar, todo estaba en penumbra y en silencio, s!lo unas cuantas luces iluminaban los alrededores de la casa, sin embargo, e mbargo, en su interior, la historia era diferente. +e escuchaban gemidos ahogados proenientes del cuarto de entretenimiento, así como tambi8n de uno de los cuartos matrimoniales. ?rataron ?rataron de caminar lo m"s en silencio posible posible hasta llegar a la habitaci!n. 3uando entraron y cerraron la puerta, no pudieron eitar el ataque de risa que les dio 2o hicieron hasta que les lloraban los ojos de tanto reír. 2a situaci!n era tan ir!nica, ellas hablando de las carencias se$uales por la que estaban pasando, mientras que en tres de las habitaciones, eso era lo que sobraba. Cinutos despu8s, los sonidos fueron amainando y con ello, las risas, así que aproecharon para arreglarse para dormir y acostarse. - pesar de las risas, Nicole estaba en un estado tan sensible que lo que m"s deseaba Y necesitaba era dormirse profundamente profundamente para no pensar, para no desearL no obstante, instantes antes de que pudieran coger el sue%o profundo, comen#aron sonidos proenientes del techo, los cuales se hicieron cada e# m"s pronunciados. Por faor 1s una broma : +e e$asper! Nicole Daniela se mordi! los labios para eitar reírse de la e$presi!n de Nicole 1s muy real :3oment!. No puedo así : +e leant! abruptamente de la cama y comen#! a caminar de un lado a otro de la habitaci!n. 3uando hi#o el adem"s de ir hasta la puerta, Daniela le habl!. ;- d!nde as9 Necesito salir de aquí : Dijo agarrando el pomo de la puerta.
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el sue%o un rato despu8s. 2a ma%ana siguiente lleg! y con ella el acío de la cama al lado de Daniela. +e qued! absorta en sus pensamientos unos minutos mi nutos antes de leantarse y mirar por la entana. Nicole dormía en posici!n fetal una de las tumbonas. 3omo si se hubiese dado cuenta de su presencia allí, en ese momento Nicole se despert! Y mir! directamente hacia ella. +e quedaron mirando unos instantes antes de que Daniela retrocediera y entrara al ba%o. 3uando sali!, Nicole ya estaba afuera sentada en su lado de la cama. uenos días : 2a salud! Nicole con o# baja. uenos días : 2e respondi! sonri8ndole ligeramente y reanudando su camino hasta la cama donde tenía su bolso. Hubo un silencio inc!modo durante unos minutos antes de que Nicole se atreiera a romperlo. Dani = quería e$plicarte lo de anoche. ?ranquila. ?ranquila. No hay nada que e$plicar : Dijo en tono despreocupado aunque por dentro estuiese con los nerios nerio s de punta. Pero quiero hacerlo = por faor : 2e dijo par"ndose frente a ella pero con la cama de por medio. Dani dej! de arreglar el bolso y asinti! ligeramente. Nicole intent! hablar dos eces, pero no le salían las palabras. +e sentía aergon#ada. Dani yo = c!mo decirlo = > +e lle! una mano hasta la frente : 2leo mucho tiempo sin estar con alguien Y = anoche estaba un poco poco m"s sensible de lo normal ... ... 1l escuchar los sonidos de fondo me hicieron perder un poco la compostura y = bueno tú = tú eres = es decir = no es e s que te hubiese faltado el respeto pero = yo s!lo quería eitar una situaci!n inc!moda. Daniela baj! la mirada con una media sonrisa en los labios. ;C"s inc!moda que esta9 : Aoli! a mirarla. 3r8eme = podría ser mucho peor : 0espondi! mientras se le subían todos los colores a la cara. Daniela asinti!. 3on aquello, se dio cuenta que no le era indiferente a Nicole, o al menos, no lo había sido esa última noche, pero tambi8n se dio cuenta de que aquello no le incomodabaL por el contrario, sinti! como erdad regocijo en su interior. ?ranquila ?ranquila = te entiendo : 2e dijo despúes de un instante : @ue algo = intenso lo de anoche. +i : Dijo e$halante todo el aire de sus pulmones. ;Dormir"s un rato m"s9
No = mejor no. Deberías. No creo que hayas podido descansar con el frío que hi#o. 1n ese momento Nicole no pudo contener el boste#o que se hi#o presente, por lo que pudo taparse la boca a medias : 2o siento. ;Aes lo que digo9 ;Por qu8 no te acuestas un rato9 Yo Yo estar8 abajo, así que que tienes la cama para ti sola. No es necesario que te ayas, es decir, lo de anoche es algo aislado no signi'ca que no podamos = 2o s8 : 2a interrumpi! Daniela : Pero me muero por una ta#a de caf8, así que tú a la cama y yo a la cocina : 2e sonri! al tiempo que le gui%aba un ojo Daniela sali! s!lo unos minutos despu8s que termin! de arreglarse, mientras que Nicole, decidi! recostarse un rato. 2a erdad era que había sido muy poco lo que había logrado dormir, así que no pas! mucho tiempo entre que puso la cabe#a sobre la almohada y que se quedara completamente rendida. 1l día pas! sin noedad. Disfrutaron de la playa, el sol y la música hasta que comen#! a anochecer y tuieron que oler. No olieron a tocar el tema. De hecho, parecía como si nada hubiese pasado. Nicole decidida a buscar aliio a sus problemas y Daniela, tratando de echar tierra a los pensamientos que había tenido hacia Nicole. ?odo ?odo había funcionado hasta el día en que Carcela lleg! a la o'cina para initar a Nicole a una 'esta de bienenida. -l parecer, una amiga de ellas, regresaba a la ciudad despúes de una larga l arga temporada fuera del país. ?odo ?odo sonaba normal hasta que le escuch! decir que no debía faltar, pues para la que llegaba, Nicole era la initada i nitada de honor. honor. ;4nitada de honor9 > Pregunt! Daniela +í. 1s que tienen historia > 3ontest! Carcela sonriendo No hay ninguna historia > -clar! Nicole Porque tú no quisiste > 2e replic! 3!mo haya sido. No la hubo. Pero puede haberla : Aoli! a replicar haciendo que Nicole pusiera los ojos en blanco -sí que espero que esta e# te dejes de e$cusas.
Carcela, d8jalo ya sí9 No puedo hacerlo. Ya Ya leas demasiado tiempo con esa sequía y la edad, no s8 c!mo has hecho. 1s hora de tomar medidas. ;Y no se supone que soy yo la que debe hacerlo9 3laro, pero una ayuda nunca est" de m"s m" s ;erdad Dani9 +í claro ... supongo : 3ontest! tratando de disimular el malestar que todo aquello le estaba causando. Carce, agrade#co la intenci!n pero puedo arregl"rmelas. No lo dudo, pero a ese paso lo har"s cuando ya seas irgen otra e# C-0312- P0 @-A0 @-A0 > 1$clam! con los ojos como plato. Pero es la erdad No soy como tú Carcela ... > 3omen#! 3 omen#! a decir, pero Carcela la interrumpi!. 1so es obio. +í lo fueras te aseguro que de seca no tendrías ni la J+J ueno ya Carce +u'ciente > Dijo ya e$asperada No me ir8 de aquí hasta que me asegures que endr"s a la 'esta. ;?engo alternatia9 : Pregunt! resignada, a lo que Carcela neg! con la cabe#a y con una sonrisa entre maliciosa y traiesa en la cara. No se hable m"s. ?e ?e paso buscando por la casa casa a las . ?-N ?-0D1 Carcela respiro profundamente antes de oler ole r a hablar. - las Nicole > Dijo con e$presi!n de Jno te lo oy a repetirJ Carcela se despidi! y sali! de la o'cina tan intempestiamente como lleg!. 1l silencio que rein! en la l a o'cina fue un poco inc!modo. Nicole tratando de pasar la ergOen#a de lo que había dicho Carcela minutos antes y Daniela, tratando de controlar las ganas de decirle que no fuera, que no tenía nada qu8 buscar o hacer en esa fulana 'esta. 1staba realmente at!nita ante el impulso que tenía. ;
en arias ocasiones habían mencionado su nombre por lo que no le fue desconocida a Daniela. 7uummmm ... ;Y c!mo es la JhistoriaJ con ella9 No hay ... ;Historia9 +í ya lo dijiste. Pero tuo que haber algo para que seas la initada de honor Dijo con erdad sarcasmo. 1so es una e$ageraci!n de Carcela, estoy segura de que no fue así. 2o m"s probable es que s!lo haya preguntado por mí y Carcela lo haya conertido en una initaci!n. Daniela tuo que esperar unos minutos antes de oler a hablar, para poder calmar su e$asperaci!n. 3reo que lo importante no es el c!mo, sino el qui8n : Dijo 'nalmente tratando de suai#ar la o#. No estaba segura de por qu8, qu8 , pero necesitaba saber qu8 había pasado. +í = es erdad : -hora fue Nicole la que necesit! unos instantes antes de comen#ar a hablar Candy fue la primera primer a pareja estable de 0ocío. 1stuieron juntas tres a%os y terminaron porque se fue del país. 2e ofrecieron un trabajo e$celente en una trasnacional y no dud! en aceptarlo. - pesar del drama que eso caus!, al 'nal terminaron en buenos t8rminos. ?iempo despu8s, regres! regres! por una temporada para hacer un trabajo aquí y se qued! en casa de 0ocío como amigas. Nos reuníamos, salíamos cada e# que podíamos, todo como siempre, con la única diferencia de que ellas ya no estaban juntas. De hecho cada qui8n coqueteaba por su lado. Pero todo eso cambi! en el momento en que Candy comen#! a dar se%ales de que yo le gustaba. -l principio me cogio de sorpresa y no supe c!mo responder, ella es una mujer muy hermosa, inteligente y en erdad es = difícil no 'jarse en ella pero a pesar de que 0ocío decía que no le importaba, sabía que no era así, sabía que ella sentía cosas aún por -manda y no pude = no pude corresponderle sabiendo que 0ocío estaba de por medio. -sí que habl8 con ella y le dije que no podía, que ella igualmente se iría en unas semanas y que yo no quería ilusionarme con una relaci!n que no tenía futuro alguno. No quise poner en eidencia a 0ocío, así que me escud8 con esa historia. ?iempo despu8s de que que Candy partiera, 0ocío me confes! que todaía amaba a Candy y que aunque sabía que no había posibilidad alguna de oler con ella
ni nada de eso, le hubiese sido muy difícil, casi insoportable erla conmigo.
atr"s, algo de momento, renacía con fuer#a nueamente. No era posible. No podía ser posible. +in pensarlo un minuto m"s decidi! que debía salir por un trago, necesitaba salir de allí y entretener su mente en otras cosas para no pensar m"s 3uando estaba a punto de salir oy! las llaes en la puerta. -dolfo. 1sper! en el cuarto frente al espejo, por un momento no sabía si se sentía aliiada por su llegada o si por el contrario, la perturbaba aún m"s. -dolfo lleg! hasta la habitaci!n, se acerc! a cerc! a ella y la tom! por los hombros. 1n ese momento sinti! que Daniela temblaba. -mor > +e apresur! en ponerse a su lado : ;qu8 tienes9 Daniela eit! mirarle en un primer momento, pero al hacerlo, supo que su presencia era un gran aliio, que tenerlo allí con ella, sentir sus manos, mirar sus ojos le decían que todo estaba bien. +in decir palabra, se abra#! a 8l y dej! que su calor y sus caricias la ?ranquili#aran ?ranquili#aran 1n cuanto los temblores cesaron, lo tom! suaemente por las mejillas Y comen#! a besarlo. -l inicio con ternura y amor, pero despúes, la necesidad y la urgencia de sentirlo con ella, de sentirlo dentro de ella la dominaron. -dolfo se sentía igual, así que fue s!lo cuesti!n de minutos para que la ropa saliera olando y sus cuerpos se unieran. 1n la 'esta, todos los initados estaban en casa de +onia, con Carina su pareja como an'triona, pues el uelo de -manda se había retrasado así que aún no llegaban. 1se retraso le siri! a Nicole para despejar un poco la mente y darse cuenta que en realidad, 2o único que quería era tener tene r noches de desahogo, sin ataduras, sin compromisos, +in e$igencias. 1l detalle era que ese no era su estilo y de'nitiamente, no tendría cara para proponerle algo así a Candy aunque tuiera oportunidad, por lo que desech! cualquier pensamiento de un Jtal e#J o un Jqui#"sJ. 7na hora y media m"s tarde de lo preisto, +onia lleg! a la 'esta con -manda Dado el mal humor con el que había llegado por el retraso, +onia había tenido que con'rmarle lo de la 'esta de bienenida, cosa que hasta ese momento le había hecho creer que no se Había podido organi#ar, así que al llegar, el grito de +0P01+-
@ue m"s para los initados que para ella, sin embargo, agradeci! uno a uno la presencia y la espera. Cucho rato despu8s, -manda y Nicole s!lo habían intercambiado el saludo inicial. Candy se fue reuniendo con cada grupo de amigas pero cuidando de no quedar cerca de Nicole, 8sta se había dado cuenta de esta actitud, la cual secund! para eitarle incomodidades. Carcela la había initado a que se acercara, pero Nicole sentía que no era el momento, así que no lo hi#o. Despúes de tomarse la cere#a del momento, fue al ba%o. Cientras se laaba las manos y la cara tocaron la puerta. 4ndic! que estaba ocupado, a lo que la persona oli! a tocar con insistencia. Nicole, un poco molesta se apur! y abri! la puerta con cierta brusquedad. Ya Ya puede en... > +e interrumpi! al er que se trataba de Candy. Candy. -l er la cara de sorpresa de Nicole, -manda sonri! como una ni%a cuando comete una traesura lle"ndose la punta del dedo índice a la boca. 2o siento, pero es urgente > Dijo encogi8ndose de hombros. +i ... aah pasa > +e apresur! a hacerse a un lado para dejarla pasar. pasar. -manda entr!, pero cuando Nicole quiso salir, cerr! la puerta con seguro y se qued! parada bloqueando la puertaL se miraron a los ojos unos instantes antes de que Candy rompiera el silencio. Ha pasado mucho tiempo > Dijo en tono ree$io -sí es > 2a secund! Nicole sin poder eitar su neriosismo. ner iosismo. Candy la mir! de arriba a abajo deorando cada parte de su cuerpo. Nicole reaccion! tragando grueso y sonroj"ndose un poco, sin embargo, tambi8n admir! cada centímetro del cuerpo de -manda con el mismo descaro. 3uando sus miradas se encontraron otra e#, Candy le sonri! ligeramente antes de comen#ar a acercarse, quedando frente a frente casi ro#ando sus labios. 2a anticipaci!n las hi#o entreabrirlos y s!lo unos segundos despu8s, el beso lleg!. +uae al principio, pero lujurioso y fogoso al 'nal. 1l cuerpo de Nicole reaccion! al instante, su centro y sus senos ardían del calor que los inadi!L y por minutos, fogosos minutos, Nicole se olid! de d!nde estaban. +us manos buscaron con ansias, acariciar la espalda de -manda por debajo de la blusa, el sentir el estremecimiento causado por sus caricias, fue todo lo que necesit! para dar rienda suelta a sus deseos. +in resistencia alguna, le quit! la blusa de algod!n que lleaba puesta,
apart! el sujetador y colm! de besos los picos ya endurecidos por la pasi!n. 2os gemidos de -manda no se hicieron esperar, sentir c!mo la lengua de Nicole barría sus pe#ones y sus labios los presionaba, arrancaban de su boca e$presiones de placer. Desde el momento en que supo que olería al país, Candy so%! con este encuentro. -%os antes, cuando la atracci!n hacia Nicole se había hecho presente, tuo la ilusi!n de lograr conquistarla y conencerla de irse con ella. 2e gustaba a rabiar, no sabía de d!nde había salido aquella atracci!n, sobretodo siendo amiga de 0ocío, detalle que sabía sería un problema, pero así era, le gustaba, la cautiaba, y m"s que nada, le despertaba hasta el deseo y la fantasía m"s remota de su mente. -l llegar a la 'esta había tenido que mantenerse alejada de Nicole para eitar saltarle encima y hacerle el amor allí frente a todos. ?uo ?uo que hacer tiempo, hasta que la atenci!n atenci!n de todos ya no estuiera encima de ella y aproechar para acercarse a Nicole, de allí que al percatarse que se dirigía al ba%o, sin dudarlo se apresur! a seguirla. 1l control de ambas era casi ine$istente, s!lo un atisbo de racionalidad hi#o que Nicole detuiera todo aquello con e$trema di'cultad. ?uo ?uo que hacer uso de toda su oluntad oluntad para dejar de besar esos pechos tan tan suculentos y no claudicar ante la tentaci!n de besarla y probar el resto de su cuerpo en ese preciso instante. 1spera ... > 2ogr! decir entre jadeos y enterrando la cara en el cuello de -manda. ;1spera qu89 ;No hemos esperado su'ciente9 : Habl! con impaciencia y enredando e nredando una de sus piernas con las de Nicole mientras le besaba el cuello y el hombro. +í pero ... : 1sa boca la estaba oliendo loca. 1l estar c8libe durante tanto tiempo no la ayudaba : 1ste no es el lugar ... > Dijo separ"ndose de ella lentamente No aquí. -manda cerr! sus ojos por un momento y respir! profundamente. ?ienes ra#!n ... no es el lugar. lugar. 3on pesar, se acomod! el sujetador mientras que Nicole le acercaba la camisa. Aente conmigo esta e sta noche > 2e propuso -manda :
A"monos ahora mismo. Hoy no > 0espondi! despúes de sonreír ligeramente y tomarla por la manos m anos Hoy ... debes estar cansada : Candy se disponía a replicar, pero Nicole se le adelant! : Yo Yo estoy cansada, ma%ana tengo trabajo trabajo y ... de'nitiamente quiero que esto suceda sin límites ... ni físicas, ni de tiempo. -manda la mir! unos segundos intentando er en sus ojos la erdad de sus palabras. ?emía ?emía que al salir de allí, Nicole se arrepintiera arrepintiera de lo sucedido. sucedido. 1ntonces ... ;ma%ana9 > Pregunt! disimulando el temor de que se negara. Nicole se acerc! para besar sus labios una, dos y tres eces. Ca%ana > 2e asegur!. +alieron por separado para disimular que enían del mismo sitio y cada qui8n tom! una direcci!n diferente. Nicole se par! un rato en el balc!n del apartamento a ree$ionar sobre lo sucedido mientras se tomaba otra cere#a. No podía creer lo que había pasado, pero no podía negar que le había gustado. ?enerla ?enerla tan cerca, sentir sus sus labios y sentir sus pechos pechos pegados a los suyos había sido la chispa necesaria para encender todo su cuerpo. 1ra eidente que debía liberar toda la energía acumulada durante esos e sos meses, era urgente hacerlo, así que por qu8 no con Candy cuando era claro que estaba m"s que dispuesta. 4nmersa en sus pensamientos, no se dio cuenta que Carcela estaba a su lado, por lo que se sobresalt! cuando 8sta le l e habl!. 1stas muy pensatia U ;1h9 ... No, s!lo estaba mirando la noche > Dijo eitando mirarla mucho tiempo. Ya Ya eo > Dijo despúes de unos instantes instantes y con una media sonrisa en los labios. ; Dijo Carcela sin dejar de sonreír Nicole opt! por tomar un poco de su cere#a. Carcela la había descubierto, pero eso no signi'caba que debía darle detalles.
Ce alegro por ti. Ya Ya era hora > -ntes de irse se acerc! acerc! a su oído para decirle : Y descuida, nadie se dio cuenta de la ausencia de ambas : 3uando Nicole oli! la cara para mirarla, le gui%! el ojo y se fue a hablar con ?atiana. atiana . Durante el resto que dur! la 'esta, -manda y Nicole compartieron de manera normal, 7na que otra mirada c!mplice, pero siempre cuidando que no fuese eidente para los dem"s. 1l mantener todo bajo per'l fue algo t"cito entre ellas. -l día siguiente, lleg! un poco m"s tarde de lo que solía llegar a la o'cina normalmente. Daniela ya estaba allí tom"ndose el caf8 de la ma%ana. Hola, buenos día > 2a salud! acelerada > ;6uti8rre# ya lleg!9 -ún no, tranquila. ; 2e pregunt! mientras la eía arreglar sus cosas. +í por faor, necesito una ta#a grande > 2e dijo en tono de súplica Ce imagino > Dijo con cierta ironía que Nicole no capt!. -l entregarle el caf8 pudo er un brillo diferente en la mirada de ella. 1ra como ;emoci!n9;neriosismo9 ;qu8 había ocurrido esa noche9. ?uo ?uo el impulso de preguntar, pero pero decidi! que era mejor esperar que le contara el detalle fue que lleg! el medio día y Nicole no le hacía referencia a la 'esta y por otro lado, la eía distraída y pensatia. Ninguna de las dos había lleado el almuer#o, así que pidieron comida en el cafeteria y comieron en la o'cina. 1st" buena la pasta > 3oment! sorprendida Nicole. No era muy común que la comida de allí estuiese así. +í. ?uimos ?uimos suerte > 2e sonri! ligeramente. Cenos mal porque en erdad tenía apetito. Despu8s de irte de farra anoche es normal : Habl! en tono casual pero con la l a plena intenci!n de sacar el tema a relucir. ueno, tampoco fue toda la noche, pero igual me peg! un poco. ;Y qu8 tal9 ;3!mo les fue9 Cuy bien > +onri! : 1stuimos allí hasta las G de la ma%ana. 1l uelo de -manda se retras! una hora, pero igual la pasamos estupendo. Y ... ;c!mo estuo el reencuentro reencuentro de osotras9 -l escuchar la pregunta, no pudo eitar eocar el momento fogoso y pasional del ba%o, por lo que los colores se le subieron a la cabe#a. ien, bien > @ue lo que atin! a decir > 1stuo ... bien Daniela sabía reconocer cu"ndo Nicole no quería hablar de algún tema, y ese era uno de ellos. -dolfo lleg! anoche
;+í9 : +e e$tra%!, pues hasta el último momento no era ese el 'n de semana que 8l regresaba +í. Ce dio la sorpresa. 2e dijo sinceramente : Ya Ya lleaba mucho tiempo sin enir. enir. 3asi un mes. Pero ahora se queda dos semanas seguidas. Aaya 1so es mejor todaía. De hecho, creo que oy a pedir unos días para irnos de iaje. No s8, lo estoy pensando aún Durante la ma%ana, había estado pensando que unas acaciones 3on -dolfo era lo que necesitaban para reconectarse y así sacar de su cabe#a todos aquellos pensamientos hacía Nicole. No podía permitirse sentir esas cosas por ella. 1ra una mujer casada, no importaba el distanciamiento que tenían, 8l era su esposo, así que era imperatio retomar la armonía entre ellos. Pienso que deberías hablar con 6uti8rre# hoy mismo ;Para qu8 esperar9 4rme signi'caría dejarte dejarte con todo el trabajo trabajo al menos una semana 2e adirti! Por mí est" bien. No me oy a morir por una semana > 3ontest! encogi8ndose de hombros. ;?an ;?an urgida est"s de que me aya9 a ya9 > 2a pregunta sali! sin poder eitarlo. 1n otro momento no le hubiese importado la insistencia pero justo ahora que estaba -manda, le parecía e$tra%o. ;De qu8 hablas9 > @runci! el ce%o al no entender : +!lo quiero que aproeches la ocasi!n para arreglar las cosas con -dolfo. 2o s8. 2o siento, es s!lo que ... tengo miedo de que no funcione : Cinti! ?ranquila. 1stoy segura que donde sea que ayan, les ir" muy bien. -mbas sonrieron, sin embargo, cada una lidiaba con su tormenta. Nicole luchaba por no dejarse controlar por el neriosismo, la noche anterior todo había sido m"s sencillo, pero hoy, al tomar conciencia de lo que sucedería, tenía los nerios de punta. Por otro lado, al er a Daniela, la inadi! un sentimiento de culpa que no se esperaba era como si pasar la noche con -manda signi'cara enga%arla. 1ra absurdo sentirse así, por m"s que se dijera así misma que no había ra#!n alguna para aquello, cada minuto que pasaba era peor. 3uando supo que -dolfo había llegado, sinti! aliio en un primer momento. 3on -manda presente, la rutina ya no sería la misma, así que con 8l allí, Daniela no estaría sola despu8s del trabajo, y si se iban de iaje, mucho mejor.
1l detalle era que eso signi'caba tambi8n dejar de erla, y aunque era lo m"s sano para lograr centrarse en -manda y descubrir las implicaciones de estar juntas, le era difícil desligarse de Daniela. Dani habl! con 6uti8rre# para adelantar una semana de sus acaciones le mostr! los adelantos en el proyecto actual y lo poco que afectaría para reali#ar la primera entrega pautada. 6uti8rre# le aprob! la semana un poco renuente, sin embargo, el a%o anterior Daniela había trabajado sin descanso y sin quejarse, por lo que no tuo cara para negarle esos días. 3uando ella y Nicole se despidieron, el nudo en la garganta y la pun#ada en el pecho que ambas sintieron las dej! pasmada, tanto, que necesitaron hacer tiempo para llegar l legar a sus respectios destinos y lograr controlar sus emociones. Nicole se iba directo al hotel donde se hospedaba -manda, quien le había eniado la direcci!n y el número de habitaci!n por mail en la ma%ana. 1n el mensaje le daba a entender que esperaba que se quedara todo el 'n de semana, a lo que Nicole respondi! con un Jya eremosJ. No quería comprometerse sin saber si en realidad la pasi!n y la lujuria sentida la noche anterior habían sido s!lo producto del momento, del alcohol y del tiempo sin haber intimado con alguien, m"s que de la química y a'nidad entre ellas. +in embargo, teniendo los pensamientos tan diididos entre -manda y Daniela, decidi! que sin importar lo que pasara, no quería pasar el 'n de semana sola, así que subi! a la habitaci!n conencida de que no saldría de allí sino hasta el lunes en la ma%ana. ?oc! ?oc! la puerta. Nada. Aoli! a tocar. Nada. 3uando se disponía a irse, la puerta se abri! dejando s!lo una rendija a la ista. Nicole la abri! lentamente pues todo estaba oscuro. 1ntr!, cerr! la puerta tras de ella y dio tres pasos adelante. No lograba er nada, las cortinas alumini#adas no dejaban entrar ni un rayo de sol y por m"s que lo intentaba, sus ojos no se adaptaban : Candy > 2a llam!. No obtuo respuesta, s!lo sinti! unas manos rodearle la cintura y una pierna que se colaba entre las suyas. -l sentir aquello sonri!. 1ch! las manos hacia atr"s agarrando las caderas de -manda
y se lle! la sorpresa de que estaba totalmente desnuda. 4ntent! olerse, pero -manda se lo impidi! peg"ndose m"s de ella y susurr"ndole en el oído. ?e ?e quiero desnuda ... ... ahora : +in pre"mbulos, le quit! la ropa y la lle! hasta la cama quedando encima de Nicole. 2e borde! los labios con su lengua, le dio besos cortos hasta que Nicole entreabri! sus labios y sus lenguas se encontraron. -unque intentaban llear lle ar las cosas con calma, el deseo y la necesidad se adue%aron del momento, por lo que, dieron rienda suelta a la pasi!n. -manda deor! los senos de Nicole, los l os lami!, los presion! con sus labios y los masaje! hasta escuchar como la respiraci!n agitada y entre cortada se conertían en gemidos. 3ontinu! su recorrido hacía el sur hasta llegar a su se$o cuidadosamente rasurado dejando s!lo una hilera de ellos. es! los labios mayores, el entre piernas, la parte interna de los muslos, sopl! sobre el punto de placer sin llegar a tocarlo haciendo que Nicole se desesperara. UPor ... faoooor = > 2e pidi! al tiempo que subía las caderas para lograr el tan ansiado contacto. -manda no se hi#o de rogar y cubri! todo su se$o con la boca. +abore! los #umos que emanaban y daban fe de la grandiosa e$citaci!n, pas! la lengua por la apertura prometiendo entrar y succion! el clítoris hasta hacer gritar a Nicole. 3uando sinti! que el clíma$ estaba cerca la dej! respirar subiendo hasta su boca nueamente. Nicole le dio uelta tomando el control y logrando así deleitarse con aquel hermoso cuerpo, la oscuridad ya no era un impedimento así que recorri! el torso de Candy con la punta de sus dedos haci8ndola saltar por el cosquilleo. 3uando parecía que llegaría al se$o, se dio uelta otra e# pero haciendo que -manda quedara de rodillas sobre su cara y así tener la isi!n total de aquella brillante y sonrojada agina. 3on el pulgar recorri! todo el se$o, lubric"ndolo y calent"ndolo aún m"s. 2e dio caricias circulares al clítoris hasta hacer que Candy se cogera de la l a pared para impedir caer del placer. placer. 1n ese momento la embisti!
con la lengua haci8ndola gritar y comen#ar a moer las caderas sin control. Nicole la agarr! por los glúteos impidiendo que se alejara de su boca y comen#! una dan#a con sus labios y lengua que dejaron sin aliento a Candy. Candy. Por m"s que intent! retrasar el orgasmo, no pudo sino coger la cabe#a de Nicole y presionarla m"s contra sí. 2a quería dentro de ella, lo cual Nicole entendi! e introdujo su lengua lo m"s que pudo en su ranura. abra#ada a Nicole para descansar un rato antes de continuar con la sesi!n. -sí pasaron todo el 'n de semana, durmiendo, haciendo el amor, pensamiento de Nicole era Daniela, ;c!mo estaría9 ;1staría feli# con -dolfo9 ;- d!nde habrían ido9 1sa noche fue a su casa a buscar ropa para la semana, estaba decidida a ocupar su tiempo y energía en -manda. -proecharía cada hora y cada minuto que tuieran para estar juntas. Durante ese tiempo no supieron mucho de las muchachas, Nicole estaba un poco preocupada por la reacci!n de +onia. -unque ahora estaba con Carina y ya lleaban S a%os juntas, no estaba segura de que no le importara, despu8s de todo, -manda había sido el primer amor de +onia. 1l 'n siguiente, cuadraron para salir a bailar todas. 3onersaron, recordaron iejos tiempo y bailaron hasta m"s no poder. poder. 1l momento tenso de la noche fue cuando +onia pidi! hablar a solas con -manda. +in embargo, no dur! mucho, pues lo único que quería era asegurarse de que no lastimara a Nicole, quería asegurarse de que le hubiese hablado claro sobre su partida y no la estuiese ilusionando en ano. 1n palabras de -manda, 1st" m"s interesada en ti que en mí > +onri! con cierta incredulidad. 2leg! el lunes y Daniela regresaba. 2a noche anterior Nicole había decidido ir a dormir a su casa con la e$cusa de que debía darle los últimos toques a un proyecto que debía entregar ese día sin embargo, la erdad era otra. 2os nerios los tenía a or de piel, las mariposas en el est!mago no la dejaban probar bocado y la idea de que todo aquello, fuese s!lo por oler a er a Dani la descontrolaba aún m"s. 2leg! a la o'cina temprano como siempre, pero esta e#, Daniela ya había llegado. uenos día > 2a salud! una sonriente Daniela : ?e ?e sorprendí ;erdad9 Iajajaja C"s de lo que crees > Pens! :
Pues sí, pens8 que hoy m"s que nunca llegarías tarde 2e sonri! Aen aqui y dame un abra#o > Dijo leant"ndose del escritorio. Nicole se acerc! y la abra#!. abra# !. 2o que sinti!, la dej! parali#ada. @ue consciente de todo su cuerpo, del olor de su cabello y su perfume, la calide# de su piel y sobretodo fue consciente de como su propio cora#!n se desbocaba al tenerla tan cerca. 4ntent! respirar profundamente para ralenti#arlo, pero no funcion!. 3u8ntame 3!mo ha estado todo por aqui9 Nicole no contest!, no podía. 1l nudo en su garganta se lo impedía. No podía creerlo. No podía estarle sucediendo de nueo. Daniela no s!lo era su compa%era de trabajo sino heterose$ual, y adem"s, casada. 1n qu8 rayos estaba pensando. Nicole -h9 ... +i, perd!n. 1stoy como dormida aún > +e e$cus! Y a penas es lunes Por dios, así habr"s estado la semana pasada > Dijo en tono de pena U No es por eso. 1s s!lo que anoche me qued8 trabajando en el proyecto. Hoy es la primera entrega.
result! que -dolfo tenía todo arreglado para recrear nuestra luna de miel. 1l hotel, la misma habitaci!n, nuestro primer desayuno de casados Hablaba con emoci!n > ?odo ... No perdi! ni un detalle. Debo decir que me sorprendi! muchísimo y logr! que nos reconect"ramos otra e#. 1sa era la idea ;no9 : +onri! tratando de disimular el acío que sinti! en la boca del est!mago. +í. 1sa era la idea, s!lo que super! mis e$pectatias. Ce alegro : No pudo sostenerle la mirada, por lo que mir! a su alrededor para eadirle un poco. 4ncluso me dijo que tenía intenci!n de trabajar un a%o m"s c!mo piloto de tiempo completo para despúes intentar trabajar tiempo parcial y poder estar m"s tiempo conmigo. 1ntonces s!lo debes tener un poco de paciencia. +i bueno, eso ser" lo difícil. Despu8s de esta semana tan maraillosa, me ser" muy duro oler a las largas ausencias. Piensa que un a%o pasa r"pido > 4ntent! darle apoyo 1s erdad. Pero basta de mí, tú ;c!mo est"s9 ; Pregunt! Pregunt! con incertidumbre 1star con -manda > Dijo sin acilar. acilar. Despu8s de todo, no tenía ra#!n para sentirse cohibida o culpable por ello. Pero en el fondo, así se sentía. Por segundos, crey! er una sombra diferente en la l a mirada de Daniela, pero dur! muy poco como para lograr l ograr descifrarlo. -sí que ... ;ahora sí hay historia9 : Habl! en tono casual pero con los l os labios un poco tensos. +í > -sinti! con la cabe#a. Y ... +onia9 ien. No tuo problemas 8sta e# ;Pens! ;1ntonces est"n saliendo9 -sí es ... ;Y Carcela9 ;Y las chicas9 > 3ambi! de tema abruptamente.
1st"n bien. +alimos este 'n de semana y lo pasamos súper. Ce imagino > +onri! 1n ese momento son! el m!il de Nicole : Hola ... bien y tú9 ... +í, claro que sí > Dijo suae y sonriendo 2o siento es que estue trabajando con Daniela y despúes lleg! la hora de la entrega y se me fue el tiempo ... Cientras la conersaci!n transcurría, Daniela disimulaba estar pendiente de su alrededor, pero lo erdad era que estaba e staba escuchando cada palabra, la entonaci!n de la o# al hablar y hasta de los gestos de Nicole. 7na r"faga de celos la enoli! de inmediato la cual se hi#o m"s intensa cuando le escuch! decir que se quedara tranquila, que se quedaría con ella esa semana otra e#. ;tra e#9 ;?0- A1M9 -sí que a eso se refería cuando dijo que había estado con -manda > Pens!. Daniela sinti! n"useas de repente, así que se e$cus! y fue al ba%o encerr"ndose en uno de los cubículos. 0espir! 0espir! hondo tratando de controlar su est!mago. e st!mago. 4m"genes fugaces de Nicole con otra mujer inundaron su mente haciendo que las paredes del cubículo dieran ueltas. +e apresur! a salir al laabo para echarse agua en la cara. 1ra erdad que la semana con -dolfo había sido maraillosa, pero era igual de erdad que no había pasado un día en que no pensara en Nicole. 2o peor había sido la noche que so%! con ella, la noche en que sinti! sus labios y manos sobre su cuerpo y amaneci! deseando que fuese erdad. 1l desconerdad fue mucho mayor, pues pue s nunca, ni siquiera siendo adolescente y con las hormonas a mill!n, tuo fantasías o sue%os de este tipo con nadie su imaginaci!n había llegado s!lo a desear besos con su ecina, pero nada m"s, así que esto era e ra nueo y aterrador. Ya Ya Daniela por Dios 1sto tiene que terminar : Dijo con desesperaci!n y mir"ndose en el espejo. Pero los celos la carcomían, s!lo tenía ganas de salir y decirle que no se fuera con -manda, que no le hiciera eso. Pero qu8 era e$actamente lo que le hacía9 +i no eran nada, no podían serlo, ella ni siquiera era gay
alguien que pudiera darle todo lo que necesitaba y deseabaL ella no tenía ningún derecho de sentirse así. ?e ?e pedí el caf8 > 2e dijo Nicole Nicole despúes de que se sentara. 6racias > +onri! : Y ... ;est"s en problemas9 problemas9 : Pretendía cambiar el tema, pero no pudo con c on la curiosidad. ;Por qu89 > Pregunt! e$tra%ada Por estar aquí conmigo > +e encogi! de hombros. No tiene por qu8 molestarse > Dijo frunciendo el ce%o y negando ligeramente. 6racias por lo que me toca > +usurr! 1spera ... no es que no me atraigas : +e apresur! a decir al darse cuenta que Daniela había mal interpretado todo, el detalle fue que no pens! al hablar y lo que dijo fue mucho m"s comprometedor = es s!lo que -manda sabe que eres casada : Nicole s!lo la miraba a los ojos. -unque por dentro se estuiese muriendo, trat! de mantenerse 'rme al hablar. +í ... lo soy : Habl! con un hilo de o# despúes de unos segundos. Por primera e# en su ida dese! que no fuese así. 1l remolino de emociones se desboc!. 1l desasosiego la inund!. Por un momento, sinti! el impulso de decirle, de gritarle que la deseaba, que la hiciera suya y así olidarse de -dolfo y -manda, pero como caído del cielo lleg! el camarero con los caf8s y eit! que lo hiciera. Despúes de que se fuera, cada una estaba ensimismada en sus pensamientos, el silencio se hi#o denso hasta que Nicole aproech! para cambiar el tema a uno m"s triial y así oler a una normalidad relatia. 1l resto de la tarde cada una se dedic! a sus labores. 1staban demasiado reueltas para hablar. Daniela tratando de echar tierra sobre lo que estaba sintiendo por Nicole y esta última, pensando que el silencio y el trato esquio de Daniela se debían a su frase impulsia no es que no me atraigasJ. 1n qu8 diablos estaba pensando al decir eso. De seguro tendría miedo de tratarla o de hacer cualquier cosa que pudiera alentar la atracci!n Pero c!mo decirle que no hacía falta hacer nada, que su sola presencia era su'ciente para recordarle a cada minuto que le gustaba,
le fascinaba y que despertaba en ella sentimientos, emociones y deseos que pensaba había perdido con su última relaci!n. 1sa noche, intentaron borrar sus pensamientos refugi"ndose en el se$o pero para desconerdad de ambas, sus mentes las traicion! haci8ndoles er en cara de sus amantes el rostro de la otra. 3on cada beso y cada caricia, la ilusi!n de estar juntas se hacía m"s ia, m"s real y a su e#, m"s tormentosa, sobre todo al caer en la realidad de que nada era erdad. Daniela termin! llorando en silencio para que -dolfo no se diera cuenta y Nicole, termin! 'ngiendo un orgasmo que nunca lleg!, al igual que el sue%o y el descanso. 2os días en el trabajo transcurrieron eitando caer en temas personales y eitando el contacto físico f ísico directo, y en las noches, tratando de dar ida a una m"scara que desde un principio ya estaba rota. ?anto ?anto -dolfo como -manda, habían notado notado la diferencia pero ninguno había hablado al respecto, pues pensaron que todo se debía a sus respectias partidas. -l no tener nada diferente que ofrecer, decidieron callar y dejarlo pasar. pasar. -dolfo se fue nueamente y Daniela qued! sola como siempre. Nicole quiso retomar algunas de las actiidades que siempre hacían en las tardes para llenar un poco el acío, pero a todas les ponía e$cusas, por lo que entendi! que el problema era que no quería pasar m"s tiempo con ella. 1staban deastadas, pero no se atreían a hablar. Demasiado que perder si confesaban lo que estaban sintiendo. Demasiado que afrontar si aceptaban lo que el cora#!n les gritaba. 2leg! el cumplea%os de ?atiana y decidieron salir a bailar. Por supuesto que Carcela insisti! en que Daniela fuera con ellas, aunque no lo dijera, sabía que Dani estaba deprimida y 8sta era la ocasi!n perfecta para distraerla. -l estar todas juntas por primera e# en semanas, Carcela pudo er el trato frío y distante entre Dani y Nicole. bser! como eitaban mirarse a los ojos, tocarse de alguna forma, y sobre todo, la manera en que se miraban cada qui8n por su lado, cuando pensaban que nadie las eía. +abía muy bien lo que signi'caba todo aquello, sabía que era un desastre por enir, pero tambi8n se dio cuenta que era muy tarde para eitarlo. Nicole se había enamorado, la conocía bien y no había duda alguna. Daniela ... Daniela era otra historia. ;1namorada9 No lo podía asegurar.
;?entada9 ;-traída9 ;3on ganas de dar rienda r ienda suelta a lo desconocido9+eguro. -sí que s!lo quedaba esperar a que todo ocurriera para despúes recoger los peda#os. Daniela había bebido m"s de lo habitual, el panorama de Nicole y -manda juntas tomadas de la mano, abra#adas o bes"ndose, la tenían fuera de si, por lo que busc! la salida m"s f"cil a su problema. Pero todo se complic! cuando acept! bailar con una desconocida. Carcela intent! disuadirla, pero no escuchaba ra#!n. 3omo era de esperarse, la desconocida no s!lo quería bailar, en cuanto pudo se fue acercando y la rodeo con sus bra#os hasta quedar adherida a ella. Daniela que estaba ida con la música no se dio cuenta de nada hasta que sinti! unos labios en su cuello, cuando quiso reaccionar, unas manos cogieron a la desconocida por los hombros y la halaron hacia atr"s. &sta protest! ante la inasi!n, pero despúes de algunas palabras intendibles i ntendibles por la música se fue. 3uando logr! enfocar qui8n lo había hecho se encontr! con una Nicole que no conocía +us ojos eran fríos, pero al mismo tiempo transmitían rabia, ira, pero aún así, la tom! del bra#o con 'rme#a pero sin hacerle da%o y la lle! hasta el ba%o. 7na e# adentro, se miraron a los ojos por primera e# en la noche y en s!lo segundos todas las barreras y defensas que se habían impuesto por semanas se derrumbaron. +in dejar de mirarla, Nicole se fue acercando a ella hasta quedar a s!lo centímetro de su boca. +e qued! así unos segundos d"ndole la oportunidad de alejarse si era lo que quería, al no hacerlo, cerr! la distancia entre ellas ell as y la bes!. Iunt! sus labios con los de ella y lentamente los fue acariciando disfrutando de la suaidad y calide# de los mismos. 1ntreabri! los labios como pidiendo permiso para profundi#ar el beso y la respuesta no se hi#o e esperar sperar.. Daniela abri! sus labios tambi8n y su lengua fue a su encuentro. Dan#aron en perfecta armonía. 1l efecto de los tragos en Daniela no se comparaba con lo embriagador de ese beso ?odo ?odo alrededor desapareci! abandon"ndose abandon"ndose al placer del momento. 1l toque de la puerta las oli! a la realidad separ"ndose al instante. +e quedaron mir"ndose sin decir palabras.
7n segundo toque hi#o reaccionar a Nicole. Ya Ya salimos > 6rit!, pero no podía moer moer un s!lo miembro de su cuerpo. cuerpo. 7n tercer toque hi#o que Daniela abriera la puerta y saliera dejando a Nicole allí. ;Aas ;Aas a salir9 > Pregunt! una o# fastidiada. Nicole s!lo sali! sin siquiera mirar a qui8n le hablaba. 3uando lleg! a donde estaban todas,Daniela se estaba despidiendo dando como e$cusa que se había pasado de tragos y que lo mejor era que se fuera a su casa. +er" mejor que te acompa%emos, estas muy bebida > Dijo +andra con preocupaci!n. No chicas, estoy bien de erdad. 3on el susto de la pista les aseguro que estoy m"s sobria que cuando llegu8. - lo mejor, pero nos sentiríamos m"s tranquilas si te acompa%amos. de erdad que no muchachas. +e los agrade#co pero ... no hace falta. +in dar espacio a m"s, les tir! un beso al aire a todas y sali!. Durante todo ese momento, eit! mirar a Nicole. +e mont! en el coche y apoy! las manos y frente sobre el olante. -ún sentía los labios de Nicole sobre los suyos. ?odaía ?odaía degustaba el sabor de Nicole en su boca. -hora que no era un sue%o, una ilusi!n ... ahora que sí conocía su sabor, lo único que deseaba era que se repitiera una y otra e#. Pasaron Pasaron segundos o minutos, no lo supo, s!lo leant! la cabe#a cuando sinti! un toque en la entana que la asust!. 2a sorpresa fue mayor cuando io que era Nicole. +e qued! sin reaccionar. reaccionar. Nicole abri! la puerta del coche y dijo en o# suae, pero 'rme. Yo Yo condu#co. Daniela no discuti!, se pas! al puesto del copiloto y 'j! la mirada en Nicole. Despúes de montarse, Nicole le deoli! la mirada y sin pronunciar palabra se fue acercando lentamente a Daniela quien comen#! a temblar de inmediato. Nicole la rodeo con una de sus manos hasta alcan#ar el cintur!n de seguridad y poder coloc"rselo. -l tomar la postura para comen#ar a conducir, Daniela dej! escapar el aliento que se había quedado atascado en sus pulmones. ?odo ?odo el recorrido fue en silencio, silencio, s!lo se quebr! cuando cuando llegaron a una intercepci!n en la que de ir a la i#quierda, llegarían a casa de Daniela y de ir a la derecha, irían a casa de Nicole. 2a lu# de cruce se encendi! indicando la i#quierda,
a lo que Daniela se neg! con un suae JnoJ, haciendo que Nicole tomara el rumbo contrario. 2legaron al apartamento de Nicole y el silencio aún reinaba. Daniela temblaba de pies a cabe#a y Nicole, s!lo trataba de encontrar el alor y la fuer#a para no quebrarse, pues sabía de antemano lo que sucedería. +abía que a la ma%ana siguiente, Daniela despertaría con un gran remordimiento y se iría intentando aparentar apa rentar que nada había sucedido. Pero aunque sabía el gui!n de la película, no podía dejarla ir ahora. No despu8s de sentirla, no ante la posibilidad de hacerle el amor aunque fuese una e#. 2a tom! de la mano y la acarici! por unos minutos, despúes la condujo hasta su cuarto. 7na e# allí, recorri! lentamente los bra#os de Daniela con las yemas de sus dedos @ue subiendo desde sus mu%ecas hasta llegar a sus hombros. -llí acompa%! la caricia con delicados besos que produjeron un suae gemido en Daniela. 3ontinu! su recorrido hacía el cuello, su ment!n, el l!bulo de su oreja, sus ojos ... su nari# y 'nalmente ... su boca. - este punto, la respiraci!n de Daniela ya estaba acelerada y sus manos se aferraban al cabello de Nicole. +e besaron lento e intensamente. Para Nicole, esos labios eran la gloria, ni muy grandes, ni muy peque%os. ien delineados y tan suaes, que le sería imposible oler a desear otra boca como deseaba esa. Para Daniela, esos labios la hacían perder la noci!n de todo, incluso, perder la noci!n de quien era. +e besaron por múltiples minutos, minutos que parecieron horas, minutos en los que descubrieron lo perfectas per fectas que se amoldaban sus lenguas al dan#ar juntas. 3on un suae empuje, Nicole lle! a Daniela hasta la cama, la rodeo con uno de sus bra#os y la recost! equilibrando su peso con la otra mano para no caerle encima. -entur! -entur! a meter una de sus piernas en medio de las piernas pie rnas de Daniela, hi#o una ligera presi!n en su se$o haciendo que otro gemido saliera de esos labios que no podía dejar de disfrutar di sfrutar.. Pasaron Pasaron unos minutos m"s antes de que Nicole se decidiera e$plorar su cuello. 1se aroma oral y la suaidad de la piel la olían loca. 3on los labios, lo acariciaba y lo mordía ligeramente haci8ndola estremecer. estremecer. +e atrei! a posar su mano sobre uno de los senos,
que ya para el momento, estaba endurecido e iniciar un masajeo que aceler! aún m"s la respiraci!n de ambas. -l cabo de unos minutos, la blusa se conirti! en un estorbo, por lo que con cuidado Y mucha delicade#a, le quit! la camisa y el hermoso sujetador blanco de encaje que lleaba puesto. Por un momento, io la duda en la mirada de Dani, pero cuando se disponía - pararse y dejar todo hasta allí, Daniela la detuo y la arrastr! hacia sí una e# m"s. Para Daniela, esas manos la tocaban como nunca nadie lo había hecho, sus labios la adoraban con e$cesia dul#ura y su lengua la degustaba como el mejor de los platos gourmet. 3uando le quit! el pantal!n y recorri! sus piernas con dedos y labios, casi la lle! al cielo. 0equiri! de todo su autocontrol para no desfallecer ante el placer que estaba e$perimentando, control que perdi! cuando sinti! la lengua de Nicole recorrer su se$o. se$o. Nicole recorri! con mucha calma los labios l abios mayores, los menores, ambos canales y cuando lleg! a la abertura s!lo la toc! con la punta de la lengua sin hacer presi!n, s!lo la lami! como si fuese un helado. 2as caderas de Daniela ya se moían sin control, s!lo buscaban presionarse a ese !rgano de tortura y placer que la tenía prisionera. 3uando 'nalmente lleg! a su clítoris, la e$plosi!n que sinti! la hi#o gritar y estremecerse +e abandon! por completo a todas las sensaciones que estaba e$perimentando. 2leg! una, dos y tres eces al 8$tasis, no podía ni quería eitarlo, su cuerpo y mente ya no le pertenecían. Para Nicole, ese cuerpo era como un templo. 7n templo al cual adorar, de allí que sus propias necesidades pasaron a un segundo lugar No importaba cu"nto la pudiera desear, cu"nto necesitara ser acariciada por ella, sabía que eso no sucedería así que no podía permitirse so%ar con ello, s!lo podía atesorar cada segundo, cada minuto iido y prepararse para el ineitable arrepentimiento de Dani. - pesar de la lucha incesante en contra del sue%o y de querer elar el de Daniela 'nalmente Nicole perdi! la batalla, quedando abra#ada a ella. - la ma%ana siguiente encontr! el acío en su cama. No le hi#o falta abrir los ojos para saber que Dani se había ido. +u aroma seguía en la almohada, en las s"banas, en su propia piel, pero ya no estaba allí. 7na l"grima solitaria recorri! su mejilla al momento de abrir los ojos. 3uando Daniela abri! los ojos y io a Nicole a su lado,
record! todos y cada uno de los momentos mo mentos iidos con ella esa e sa noche. 3ada caricia, cada beso, cada abra#o. Pero tambi8n record! la locura que todo aquello signi'caba. ; 3ontest! Carcela Hola Carce, soy Dani. Hola Dani, c!mo est"s9 ;?e ;?e sientes mejor9 ;Por qu8 lo preguntas9 > Dijo con cautela J no puede haberle contadoJ > Pens! Uueno, anoche te pasaste un poco de copas. +í claro, es erdad > Habl! con aliio : 1stoy bien. 6racias por estar pendiente. No te llam8 durante el día porque estue ocupada, ya sabes > Dijo riendo +í, me imagino > +onri! tambi8n > Carce ... ;Nicole est" por allí9 Nop. Ce dej! una nota diciendo que no endría hasta ma%ana. 1l est!mago de Daniela se estruj! con fuer#a, quit"ndole el aliento por un instante. 1st" con -manda, supongo : Dijo tratando de sonar serena y casual, pero sin mucho 8$ito. Pues sip. ien ... ahm ... la er8 e r8 el lunes entonces. Hablamos. 7n beso. +in darle tiempo a contestar, colg!. De inmediato l"grimas inadieron sus ojos, un dolor pun#ante se cla! en su pecho y una sensaci!n de traici!n, de haber sido usada se apoder! de ella. Del otro lado de la línea, Carcela colg! e inmediatamente una pregunta escuch!.
+e lo crey!9 -sí parece > 3ontest! Carcela oli8ndose hacia Nicole. Y ... ;c!mo la escuchaste9 escuchaste9 +upongo que molesta, sorprendida ... No s8 Nicole, qu8 quieres qu8 te diga : 3ontest! Carcela en tono de hastío. Nicole s8 lle! las manos a la cara. +abía que en ese momento Daniela estaría pensando cualquier cosa de ella, pero no quería escuchar lo de siempre, no podía escuchar el mismo discurso que había escuchado una e#. No podía oler a escuchar que haber estado con ella había sido un gran error. No podría eitar decir que no importaba nada, que no esperaba nada que s!lo le permitiera estar. estar. -sí que decidi! que lo mejor sería, actuar como si todo había sido producto del alcohol. -manda la había llamado, pero despu8s de haber estado con Daniela era incapa# de tocar otro cuerpo o besar otra boca que no fuese la de Dani. -unque eso signi'cara oler al celibato otra e#. 2a embarr8 Carcela ... la embarr8 otra e# > Dijo sacudiendo la cabe#a 1s erdad, pero no fuiste tú nada m"s. 1so lo s8, pero no debí hacerlo, no debí dejarme llear por esto que siento .. no ... sabiendo como terminar" todo. Pero ya es muy tarde para los arrepentimientos. -hora s!lo te queda dejarlo pasar. 3omo si fuera tan f"cil. No lo es, pero quieres pasar por el mismo tormento que pasaste la última e#9 Nicole s!lo cerr! los ojos para intentar bloquear bl oquear los recuerdos. -miga, no te compliques m"s la ida. Yo Yo adoro a Daniela, pero s!lo te har" sufrir si no cortas esto esto ahora mismo. Carcela se acerc! para darle un beso en la frente y despúes de spúes se fue hasta su habitaci!n ?enía ?enía ra#!n. ?enía ?enía que dejar todo aquello atr"s. +!lo que no podía permitir que Daniela pensara lo peor de ella. 1l 'n de semana pas! lento. l ento. 2os pensamientos en torno a lo sucedido, les hacía parecer pa recer que estaban en el limbo suspendidas y sin saber lo que endría. Nicole buscando la manera, las palabras palabr as adecuadas para e$presar lo que aquella noche había signi'cado pero con la 'rme conicci!n de dejarlo deja rlo todo hasta allí, y Daniela, tratando de buscar una salida para no pensar, para no desear, para no e$tra%ar a Nicole. 2as mil y una maneras para no sentir esos celos que la estaban carcomiendo por dentro.
; Dijeron al unísono. No pudieron dejar de sonreír ante aquello. Pero de inmediato un silencio se hi#o presente, silencio que Nicole rompi! despúes de acercarse al escritorio de Daniela y poder mirarla por primera e# en el día a los ojos. 3reo que debemos hablar de lo que pas!. Daniela s!lo pudo asentir con la cabe#a antes de respirar profundo tratando de calmar sus nerios. Nicole cerr! la puerta de la o'cina y coloc! su silla en frente de Daniela. 4ntent! hablar arias eces, pero nada salía de su boca. +u garganta estaba seca y con un nudo tan grande que podría haberse tomado una jarra de agua. 3on gran esfuer#o carraspe! y comen#! a hablar. hablar. 1sto es m"s difícil de lo que creí > Dijo pas"ndose la mano por la frente : ?enía ?enía todo pensado pero ahora ahora ... estoy en blanco Nico yo ... > 4ntent! hablar. hablar. No, espera > 2a interrumpi! : 1scúchame primero > ?om! aliento :
cr8eme cuando te digo que las e$plicaciones no siempre resultan l!gicas o con sentido, así que lo mejor es dejarlo pasar y no pensar en ello m"s de lo necesario. ;1so es lo que quieres9 : Pregunt! despúes de unos segundos en silencio. No se trata de lo que quiera, sino de lo que es m"s coneniente. ;Y hacer como si nada pas! es lo mejor9 : Pregunt! dudosa e incr8dula al mismo tiempo. No es que sea lo mejor pero ... Yo Yo no puedo Nicole > 2a interrumpi! interrumpi! : Yo Yo no puedo dejarlo pasar así como así. ?al ?al e# para ti no sea importante o releante releante pero para mí ... ;3rees que para mí no es importante9 > +e apresur! en decir : 3laro que lo es Daniela y mucho. Pero s8 c!mo terminar" todo esto, s8 c!mo terminar8 Y en todo esto : Dijo con impotencia. ;- qu8 te re'eres9 - que no importa si para mí fue una noche sin igual, si fue algo que nunca podr8 olidar o si fue la mejor noche de mi ida, porque sea como haya sido, es algo que no se repetir"... 8sta no es tú ida Dani y aunque ahora sientas una gran confusi!n y tengas miles de preguntas en tú interior, no pasar" mucho tiempo antes de que te des cuenta que tu lugar es y seguir" siendo junto a -dolfo, y que lo sucedido conmigo no es otra cosa que una noche diferente, una noche colmada colmad a de e$periencias y sensaciones nueas, pero que de ninguna manera cambian qui8n eres o qu8 quieres, así que ... s!lo quiero ahorrarte confusiones innecesarias, s!lo eso. Daniela no supo qu8 responder a todo aquello. Dese! poder decirle tantas cosas pero en el fondo tenía ra#!n. No sabía qu8 hacer con lo que sentía con las miles de emociones que Nicole había proocado en ella. ;3!mo decirle que estando con -dolfo había pensado en ella cada día9 ;
-l escucharla hablar supo de inmediato que se trataba de -manda, por lo que no pudo eitar que la inadieran los celos y recordar que al día siguiente de haber pasado la noche con ella, Nicole había corrido a bra#os de -manda. 1n ese momento todo tom! sentido para ella. No era que Nicole deseara ahorrarle confusiones innecesarias, era m"s bien que deseaba librarse de ella para poder continuar su relaci!n con -manda sin problemas ni complicaciones. +inti! rabia y decepci!n, pero no dijo nada, despu8s de todo qui8n era ella para e$igirle algo. 3uando Nicole colg! que oli! su mirada a Daniela y not! de inmediato el cambio, su mirada era oscura y fría, su rostro estaba casi sin e$presi!n. - pesar de que se disculp! por la interrupci!n, s!lo obtuo un J?ranquila, J?ranquila, entiendo que hay prioridadesJ e inmediatamente se leant! con la e$cusa de ir al ba%o y la dej! allí sola. -l recordar que le había hecho creer que había estado con -manda el 'n de semana +upo que de seguro estaría mal interpretando todo. +u primer impulso fue seguirla y e$plicarle que no había sido así, que no podría estar con nadie mientras estuiesen tan ios los recuerdos de su cuerpo, de sus besosL pero la detuo el hecho de que nada cambiaría la triste realidad, ella era casada y no importaba cuanto le dijera, cu"nto le asegurar" que la amaba con locura ... Nunca, nunca dejaría su seguridad, su hogar, su esposo por estar con 1lla y dar un giro de TF*W a su ida. 2a e$periencia le decía decía que ese era el denominador común en estos casos, así que decidi! que era mejor así. No importaba cu"nto le doliese er esa mirada en Daniela, saber que pensaba lo peor de ella. Había quedado en encontrarse con -manda despúes del trabajo para ir a la casa y hablar -l llegar, Nicole se sentía perturbada por todo lo sucedido, así que fue directo a buscar una botella de ino tinto mientras Candy se sentaba en el sof". +iri! dos copas y se sent! a su lado. 1n casi un s!lo trago, Nicole se tom! su copa. -manda s!lo la obseraba sin tocar la suya. ;1st" bien9 > Pregunt! Nicole re'ri8ndose al ino. +í ... > ?om! un peque%o sorbo. Nicole termin! de tomar su ino y se siri! otro poco. ?enía ?enía intenci!n de hablar, pero la ansiedad no la dejaba, sentía la garganta garganta seca y la mente en blanco. No te preguntar8 si estas bien porque es obio que no ...
la pregunta es, ;qu8 te tiene así9 ... o ;qui8n9 : Nicole no pudo eitar sonrojarse un poco. 2o siento > Dijo triste No tienes por qu8 ... > Dijo serena : 2o nuestro es sin e$igencias, sin reproches, así que . No 'nali#! la frase, s!lo se encogi! de hombros en se%al de aceptaci!n. 1s erdad pero ... aún así, no siento que sea correcto .. no contigo. -manda la mir! a los ojos unos segundos antes de apretar los labios en forma de lamento Y bajar la mirada hasta su copa. 3ada día que pasa, lamento m"s no poder ofrecerte una relaci!n m"s all" de lo efímero y lo se$ual ... eres ... un ser marailloso > 3oncluy! mir"ndola nueamente. Nicole no pudo esconder su sorpresa por aquellas aquell as palabras. 2o menos que se esperaba era algo así. Daniela es muy afortunada ... 3omplet! y despúes sonri! con cierta triste#a antes de beber de su copa. ;1s muy obio9 > Pregunt! al aceptar que lo mejor era ser sincera. No ... hasta el iernes ... +altar a la pista como lo hiciste y lle"rtela al ba%o hecha una 'era como estabas, con'rm! cualquier sospecha que pudiese haber tenido.Nicole respir!. 1staba tan ensimismada en lo sucedido con Daniela, que no se había detenido a pensar en el espect"culo que había dado en el bar. bar. No pude controlarlo > Dijo casi en susurro. Y ella tampoco > -greg! ; Pregunt! entrecerrando los ojos. - que ella tampoco pudo controlar los celos al erte conmigo. No te entiendo > 1staba confusa ;Por qu8 crees que acept! bailar con esa e sa chica9 @ue porque no soport! er c!mo te abra#aba o te besaba ... -nte la mirada incr8dula de Nicole continúo hablando > Desde que llegamos al bar, lo único que hi#o fue mirarnos. 1star pendiente de nosotras mejor dicho ... de ti. De c!mo me tocabas, me abra#abas ... y en cada uno de esos momentos aceleraba su bebida. Por eso se embriag! de esa manera. -l 'nal, sali! a bailar s!lo para escapar de lo que eía ... debo reconocer que al darme cuenta de todo, me sentí celosa, posesia, así que busqu8 de incrementar los roces entre nosotras como para recordarle que estabas conmigo ... s!lo que todo sali! al re8s. No cont8 con que estas ... enamorada ... -l escuchar la palabra enamorada el cora#!n de Nicole dio un salto. Pero sí, estaba enamorada, perdidamente enamorada y no podía negarlo, s!lo que escucharlo de otra boca la dejaba en blanco.
+e hi#o un silencio agudo por unos minutos. -mbas inmersas en sus pensamientos. Nicole asimilando lo que Candy le decía y -manda aceptando que sentía algo m"s que atracci!n, pero aún así, no había posibilidad alguna de intentar algo m"s formal. ;Puedo preguntarte algo9 > Nicole s!lo asinti! : ;Pas! algo entre osotras9 Nicole la mir! unos segundos antes de contestar un lac!nico J+íJ. -manda se mordi! el labio inferior en un intento de controlar el nudo que se le formaba en la garganta. No podía mostrarse afectada, no tenía derecho despu8s de haber sido ella qui8n estableci! las l as reglas del juego desde el inicioL s!lo se$o . s!lo se$o ... ueno ... eso cambia todo .. +e termin! la copa, necesitaba pasar la noticia Y ...;qu8 har"n ahora9 ;3!mo conducir"n todo esto9 No hay nada que conducir ... no hay un Jella y yoJ. 2o que pas! ... nunca debi! pasar,así que s!lo queda dejarlo atr"s y continuar. ;Y crees poder hacerlo9 Debo hacerlo ... ella tienen su ida y no tengo cabida en ella. ;1st"s segura9 : 2e dijo despúes de encer el impulso de rea'rmarle la idea de dejarlo atr"s No creo que sea así Nicole. No importa ... no quiero hurgar en ello ... no podría pasar por esto otra e#. 1ntiendo ... : No fue capa# de decir algo m"s ante las inminentes l"grimas que se acumulaban en los ojos de Nicole. Pre'ero lidiar con el dolor de un amor imposible a lidiar con un amor compartido en el que siempre tendr8 las de perder. -sí concluy! la conersaci!n. No hi#o falta m"s. -manda la abra#! con fuer#a antes de irse, un abra#! que signi'c! apoyo y despedida a la e#, pues al igual que Nicole, prefería un amor imposible a un amor compartido, así que s!lo le quedaba retirarse antes de caer en un abismo sin fondo. 2os días pasaron y el trato entre Nicole y Daniela se hacía cada día dí a m"s frío. - niel laboral todo era normal, pero a niel personal, Daniela era esquia, easia, e asia, siempre buscando e$cusas para no tener que compartir con Nicole m"s de lo necesario. No soportaba estar a su lado, cada e# que lo hacía, recordaba la imagen de Nico con -manda en el bar y eso era m"s que su'ciente para renoar los celos y la rabia de haber sido s!lo el desli# de una noche. 1sa idea la torturaba cada día, pero cada e# que sentía el impulso de
reclamarle de reprocharle su actitud, un ba%o de agua fría f ría le caía al recordar las palabras de Nicole tu lugar es y seguir" siendo junto a -dolfoJ. 1sas palabras le retumbaban en la cabe#a a cada instante. Palabras que intentaba conseguirles sentido y erdad, pero que en el fondo, ya no estaba tan segura de que fuese así. 1n realidad, ya no estaba segura de nada. Para Nicole la historia no era muy diferente. 1l desasosiego que sentía cada e# que Daniela inentaba e$cusas para no pasar m"s tiempo con ella, era enorme. +obretodo sabiendo que el hacerle creer que aún estaba con -manda era la principal ra#!n de aquella actitud. 1n m"s de una ocasi!n quiso decirle que no era erdad, que no podría estar con nadie despu8s de estar con ella, pero sabía que eso s!lo le agregaría mayor confusi!n a todo aquello, pues irremediablemente tendría que admitir sus sentimientos y eso no era una opci!n. @inali#ando la semana ?atiana las init! ini t! al domingo de p!Ber en su casa. +!lo Carcela sabía bien lo que había sucedido, las dem"s pensaban que Nicole y Daniela habían discutido por el eento del bar, de allí que no io reparo en llamar a Daniela para aisarle. Dani intent! eadir la initaci!n, pero ?atiana fue bastante enf"tica al decirle que si no iba - irían a buscar a su casa, así que al no tener una ra#!n de peso Xla presencia de -dolfo en casa no pudo declinar la initaci!n. Nicole al er la incomodidad de Daniela, intent! aliiarla dici8ndole que tal e# no estaría en la noche de p!Ber, sin embargo, un lac!nico JCe imaginoJ le hi#o caer en cuenta que había mal interpretado sus palabras y que seguro pensaba que su ausencia sería por estar con -manda. 0espondi! sin ganas No te es así Nicole s!lo s8 encogi! de hombros. ;4r"s a casa de ?atiana9 No lo s8 ... si oy, tendría que lidiar con la indiferencia de Daniela ... pero si no oy, le estaría con'rmando una mentira ... : Hi#o una pausa para mirarla :
De cualquier manera pierdo pie rdo ... > Aoli! Aoli! la mirada al frente 1ntonces amos > Dijo acerc"ndose a ella y tom"ndola por el bra#o. ; Pregunt! sin poder eitar el leantarse +i de todas pierdes, entonces lo har"s junto a nosotras Nicole intent! resistirse, pero Carcela no le dio tregua haciendo que se istiera y se fuera con ella. 2legaron a casa de ?atiana ?atiana y +andra ya estaba allí, sin embargo, Daniela no daba isos de aparecer. ?ati ?ati la había estado llamando para con'rmar con'rmar su ida y el que lleara sus famosos broQnies, pero no atendía ni en su casa, ni en el m!il. Nicole no sabía si sentirse aliiada o decepcionada. 1ra un golpe tremendo con'rmar que por su falta de conciencia y control, había perdido la amistad que las unía, pues ya nada sería igual. 7na hora despu8s de haber llegado, son! el timbre de la casa. Pensaron que era la pi##a que habían pedido, por lo que Nicole se apresur! a abrir para escapar aunque sea por unos minutos de las miradas inquisidoras de +andra y ?atiana. &stas sospechaban que algo le sucedía, pero hasta el momento y gracias a las interenciones inter enciones oportunas de Carcela, no habían preguntado nada al respecto. -l abrir la puerta, se parali#! al er que era Daniela. -mbas se quedaron en shocB en un primer momento, pero en segundos reaccionaron. Hola, que bueno que llegaste : 2e sonri! y se hi#o a un lado para que entrara. Ce demor8 un poco terminando los broQnies : 2e deoli! la sonrisa y entr!. 7na e# adentro, dudaron en saludarse con el beso de costumbre, sin embargo Nicole tom! la iniciatia y la bes! r"pidamente. Ya Ya lleg! la pi##a9 > 6rit! Carcela antes de llegar y er quien era : Pero si son mis broQnies > rome! acerc"ndose con los bra#os abiertos : Pens8 que no endrías Danielita Y dejarte sin tu dulce9 No podría jajajaja jajajaja > 2e deoli! el abra#o 1res un sol, yo siempre lo he dicho. Cuchachas miren quien lleg! > +in darles tiempo a m"s, Carcela le pas! el bra#o por encima de los hombros y la lle! hasta la cocina donde estaba la mesa de juego y las chicas. 7na e# allí, le dieron una cere#a y se sentaron a conersar mientras la pi##a llegaba. -l 'nali#ar de comer, iniciaron el juego y todo transcurri! normalmente, por primera e# desde lo ocurrido. Nicole y Daniela interactuaron como si nada. 3onersaron, rieron, bromearon y hasta fueron c!mplices para hacerle una jugarreta
a ?atiana, ?atiana, quien al darse cuenta de ello, les impuso como castigo el salir a comprar m"s hielo y cere#as. +alieron sin rechistar. 2legaron a la licorería, buscaron las cosas y olieron. Durante el camino, todo fue ligero, no hubo momentos inc!modos. 2legaron al edi'cio, se estacionaron y cuando se disponían a bajarse, baj arse, Daniela la retuo. Nicole ... Podemos hablar9 3laro > 0espondi! despúes de mirarla a los ojos por unos segundos Yo Yo s!lo quería ... quería decirte que que ... : 0espir! 0espir! profundo antes de hablar > ... que te e$tra%o. Nicole solt! el aire que retuo a causa de la e$pectatia de lo que le diría. Nunca esper! eso, así que al oírlo, no pudo eitar sentir un cosquilleo de alegría en su interior y que su mirada se oliera c"lida. Yo Yo tambi8n te e$tra%o -mbas se miraron profundamente por segundos que parecieron horas. ?ambi8n ?ambi8n quería pedirte disculpas por mi actitud durante durante estos días ... yo ... no había logrado entender tus palabras y simplemente asumí que para ti todo lo sucedido no tenía alor ni importancia 1so me doli!, no esperaba algo así de ti, así que no supe er m"s all". Dani ... > 4ntent! hablar +8 que no es así ... s8 que s!lo intentabas eitar que lo sucedido me afectara en mi relaci!n con -dolfo y ti con -manda y eso est" bien, bien, es decir ... ... tenías ra#!n al pensar así, s!lo que no lo i, no en ese momento. Por otro lado, el estar aquí hoy me hi#o er que tambi8n querías eitar que nuestra amistad cambiara ... que no pudi8ramos ser las mismas de antes ... y yo tambi8n lo quiero, de erdad, s!lo que s!lo que no puedo eitar mirarte, estar cerca de ti y pensar en ... tus besos, tus caricias aj! la mirada tratando de eitar que se diera cuenta de su sonrojamiento > ?enías ?enías ra#!n al decir que todo esto es como un huracan para mí ... un huracan que no logro calmar, que no logro superar. superar. Nicole estaba sin palabras.
;3!mo puedo dejarlo pasar como lo haces tú9 Dime por faor - medida que fue hablando una cortina de agua empa%aba sus ojos al 'nal, se conirtieron en peque%as l"grimas l"gri mas que recorrieron sus mejillas. No puedo > Neg! bajando la l a mirada unos segundos Porque yo tampoco s8 c!mo hacer para dejarlo pasar Habl! oliendo su mirada hacia Daniela nueamente. +e quedaron mir"ndose unos instantes antes de que se acercaran para abra#arse 3on fuer#a, tratando de transmitir en ese abra#o todo lo que sentían y no se atreían a decir. 3on renuencia, Nicole fue la primera en separarse despúes de minutos que le parecieron 2a gloria, pero en los que si seguía así, no podría controlar las inmensas ganas que tenía de besarla hasta que sus labios se desgastaran. Daniela por su lado, no pudo soltarla, s!lo pudo abrir el abra#o hasta quedar frente con frente. 1stoy aterrada Nicole > +usurr! ?engo ?engo miedo de esto que estoy sintiendo sintiendo ... ?engo ?engo miedo porque no s8 qu8 qu8 hacer con ello. Hubo una pausa antes de que Nicole respondiera. Dani : +e ali! de toda su madure# para decir lo debía y no lo que realmente quería No pienses m"s en eso : +inti! como Daniela resping! al escucharla. Nicole se separ! lentamente 2o que estas sintiendo es producto de la noedad, de la sorpresade haber iido algo así y ... de haberlo disfrutado Daniela al escuchar lo último no pudo eitar sonrojarse un poco 3r8eme ... no es m"s que eso : Nicole hablaba con triste#a pues sabía por e$periencias preias que ese ataque l8sbico terminaría en el momento en que -dolfo apareciera, o si no, cuando se diera cuenta que mantener una relaci!n de ese tipo representaba un gran riesgo para su matrimonio y su estilo de ida. ;3!mo estas tan segura9 : 2e replic! al no entender por qu8 desestimaba tanto sus emociones. 1l silencio de Nicole le hi#o er despúes de unos minutos, que tendría que haber pasado por eso antes para poder saberlo con tanta certe#a. Ya Ya te a pasado ...Dijo m"s para si si misma que para ser escuchada por Nicole. Nicole. Nicole s!lo baj! la mirada, mi rada, con eso con'rmaba sus palabras. ;
Ce enamor8 y pens8 que me amaban de la misma manera ... pero no fue así ... despúes de seis meses de relaci!n me dijo que no era lesbiana, que aunque le encantaba acostarse conmigo amaba a su esposo y quería tener una familia ... que en sus planes no estaba tener a una mujer como amante ... que en de'nitia, aunque lo había disfrutado a rabiar, yo jam"s le daría lo que conseguía con su esposo Nicole sonri! de manera ir!nica i r!nica al recordarlo > 2a segunda e# ... no quise esperar nada, simplemente me dej8 llear para er qu8 sucedía 1l detalle fue que me enamor8 perdidamente y cuando quise reaccionar ya era tarde, no eía mi ida sin ella ... +e debía ir de la ciudad y me rog! que me fuera con ella, que me daría trabajo en su empresa y que en cuanto pudiera pediría el diorcio para irnos a iir juntas ...
podido sentir, de c!mo la habían dolido de esa manera, del dolor que pudo haber sentido. Aerla llorar de esa manera silente, le rompía el cora#!n, Pues era como si ya no le quedaran fuer#as para hacerlo. No pudo eitar llorar tambi8n, se odi! por no poder abra#arla y decirle que allí estaba ella, que estaría a su lado siempre y que la amaría amarí a sin reparos, pero no era así ... Ni siquiera sabía darle nombre a lo que sentía por ella. 2o siento > 2ogr! decir con un hilo de o# antes de oler a abra#arla y llorar junto a ella unos minutos m"s. 3uando ambas se calmaron, se separaron nueamente y Daniela rompi! el silencio. No s8 qu8 es lo que siento por ti, ni qu8 hacer con ello, pero te aseguro que lo último que quiero es hacerte da%o ... 2o s8 > 2e respondi! sinceramente. +!lo quiero que sepas que hacer el amor contigo me moi! los cimientos ... me rompi! los esquemas y ahora no s8 ni donde estoy parada ... pero a pesar de ello, seguir8 estando aquí para ti, como amiga, como compa%era de trabajo ... > ?om! aire > 2amento haberte echo a un lado estos días = estaba cegada por los celos hacia -manda por creer que era por ella que no querías hablar del tema ... 2o siento. Nicole asinti!. 1l nudo en su garganta no la dejaba articular palabra. ueno, es mejor que subamos. Deben estar desesperadas Daniela trat! de ponerle punto y 'nal a la conersaci!n. 1l dolor que sentía era como una estaca en el pecho,pero no había nada m"s que decir. +alieron del coche y subieron hasta el apartamento de ?atiana ?atiana pero antes de entrar con la llae que les habían dado, Nicole le dijo) No he uelto a estar con -manda > -nte la cara de sorpresa de Daniela, le e$plic! > Despu8s de estar contigo, no pude hacerlo ... sentí que no era correcto ni contigo, ni con ella. Daniela sinti! aliio pero al mismo tiempo la pun#ada en su pecho fue m"s fuerte pues cay! en cuenta de lo injusta que había sido con Nicole. -ntes de poder decir algo, +andra abri! la puerta de la casa. Hasta que llegan Pens"bamos que se habían dado a la fuga con el botín jajaja -mbas sonrieron, pero s!lo de la boca para afuera, internamente estaban hechas un caos. Pasaron Pasaron días, semanas y hasta meses en los que hicieron lo posible y lo imposible por 'ngir que todo estaba normal,
que no había ra#!n alguna para que las cosas entre ellas cambiaran, pero irremediablemente sí habían cambiado. Ninguna de las dos lograba er a la otra con ojos de amiga la electricidad que sentían con cada roce, la angustia al no estar juntas o no saber de la otra, la necesidad de compartir era m"s fuerte que sus oluntades o sus fuer#as para poner distancia, así que sin remedio, así lo hicieron. hi cieron. Nicole, tratando de iir con ese amor imposible, con ese amor que crecía y le dolía cada día m"s por saberlo inalcan#able, irreali#ableL y Daniela tratando de iir con su cora#!n diidido, pues amaba a -dolfo de eso no tenía dudas. 3uando 8l regresaba a casa, intentaba descubrir alguna se%al, algún indicio de no querer o no poder continuar con su matrimonio, pero era como si -dolfo supiese lo que ella intentaba, pues cada e#, la sorprendía con algún detalle, con una salida especial Por otro lado, la presencia sola de Nicole la hacía sentir completa, llenaL la deseaba con toda su alma y estaba conencida de que la amaba, s!lo que no sabía de qu8 otra forma lidiar con ello. No era capa# de iir sin ellos. ;Pero hasta cu"ndo podría hacerlo9 Nicole merecía enamorarse y rehacer su ida con alguien que la amara s!lo a ella, que se entregara s!lo a ella y sobretodo, alguien que le hiciera olidar todo el horror que había iido ... y esa, no era ella. 2e dolía pensarlo, le dolía aceptarlo, pero m"s le dolía pensar que ella pudiera causarle tan siquiera una mínima parte del dolor iido así que si para que Nicole fuese feli#, debía tragarse su amor por ella lo haría sin dudarlo. Durante el último mes, se había estado rumorando la posibilidad de que la empresa +e fusionara con una empresa m"s grande. 6uti8rre# no estaba conencido de la idea, pensaba que esas fusiones para lo único que serían era para arrebatarles la esencia y la mística a las empresa peque%as al industriali#arlas, pero sus otros socios no les desagradaba la idea, así que todo dependía de la isita que tendrían de un representante de la empresa esa semana. &ste se quedaría una semana allí mirando el trabajo que se hacía, para despúes e$poner su oferta. 6uti8rre# estaba de muy mal genio con todo aquello, sin embargo, estaba consciente que no había forma de eadir la isita, por lo que minutos antes de que llegara el representante de la J@amosaJ empresa los reuni! a todos en la sala de presentaciones. p resentaciones. +r. +r. 6uti8rre# > 2os interrumpi! su secretaria desde el speaBer del tel8fono :
2leg! la persona que est" esperando. H"gala pasar por faor De inmediato Pasaron Pasaron s!lo unos segundos de e$pectatia antes de que la puerta se abriera y entrara ?eresa, la secretaria de 6uti8rre# escoltada de una hermosísima mujer. 3abello rubio, te# blanca, ojos marr!n m arr!n claro, T,F* apro$imadamente con tacones, un cuerpo de diosa y aires de dia, hi#o que todos en la sala enmudecieran. 4ncluso el reacio de 6uti8rre# no pudo eitar el e l impacto de aquella presencia. Daniela m"s que admirar su belle#a, lo que hi#o fue rogar porque aquella mujer no fuese gay, pues de serlo, no sabría como competir con ella. +abía que no debía pensar así, pero de inmediato los celos la inadieron. Nicole había ignorado a diferentes mujeres que se le habían insinuado en el bar en el gym donde eían sus clases de pilates y en otros tantos lugares pero esta era imposible de ignorar, así que s!lo le quedaba rogar que nada ocurriera. 6uti8rre# se present! y le present! a cada uno de los integrantes del equipo. 2a despampanante mujer se tom! la tarea de acercarse a cada uno para e$tenderle la mano, cuando 'nalmente lleg! a Daniela, 8sta logr! er un brillo particular y e$tra%o en la mirada de aquella mujer qui8n se había presentado como 2ic. 1milia +andoal. 1ste brillo particular le inspir! dudas, descon'an#a, pero de inmediato, su duda fue despejada, pues al e$tender la mano hacia Nicole, 8sta sonri! casi imperceptible. 1s un placer olerte a er > 2e dijo en o# baja para que el resto no la escuchara. No puedo decir lo mismo : 0espondi! Nicole secamente y con la mirada fría. f ría. 1n ese instante, el cora#!n de Daniela se salt! un par de latidos. - pesar de la respuesta de Nicole, para ella fue eidente el inter8s de 1milia por Nicole. -l terminar de saludar a todos los del equipo, 1milia se sent! al lado de 6uti8rre# para hablarles. ien ... ahora que ya nos conocemos quiero que sepan cu"l es mi objetio aquí 1milia sonri! y esper! unos instantes a er si surgía alguna pregunta. -nte el intenso silencio, oli! a interenir. interenir. No se preocupen chicos, les aseguro que nos diertiremos. 7nas sonrisas tímidas se escucharon. 1ntonces no se hable m"s ...
tienes plena libertad de iniciar por el apartamento quedesees : 2e habl! un embobado 6uti8rre#. Despúes de un par de chistes malos y una muestra de lo que sería el despliegue de t"cticas De seducci!n por parte de 6uti8rre#, 'nalmente los dej! oler a sus puestos de trabajo. Nicole fue la primera en salir, tanto que por un momento Daniela la perdi! de ista. 2ogr! percatarse que se dirigía al ba%o, tuo el impulso de seguirla, pero decidi! que mejor era esperarla en la o'cina. Pasado unos T* minutos Nicole aún no regresaba a la o'cina por lo que Daniela pens! era mejor ir a comprobar que todo estaba bien. 1l ba%o estaba separado en tres cubículos, pero a diferencia de los ba%os comunes, 1stos eran cerrados totalmente, s!lo tenían rejillas en la parte baja de cada puerta. Nico99 > 2lam! al entrar. No obtuo respuesta. 3omen#! a tocar cada puerta, pero s!lo una estaba cerrada Nicole99 1stas bien99 > +ilencio : Nicole por faor, me estas asustando > C"s silencio : Zbreme Nicole > Ya estaba alarmada : tendr8 que llamar a mantenimiento para que abran -mena#! ante el insistente silencio. No pas! mucho antes de que se escuchara el cerrojo abrirse. Daniela abri! la puerta con cuidado por no saber lo que encontraría. -l abrirla por completo, encontr! a una Nicole sentada en el piso con las piernas e$ionadas abra#"ndose así misma y con la mirada perdida. Por dios > @ue lo único que logr! decir de cir.. +in preguntas ni cuestionamientos, se sent! a su lado y la abra#!. +inti! como Nicole temblaba sin control. 1n ese momento la única e$plicaci!n que le enía a la mente era que 1milia fuese la causante de su última mala e$periencia. Nicole nunca había dado mayores detalles de esa persona, pero la reacci!n de Nicole era m"s que su'ciente para llegar a esta conclusi!n. 2os temblores persistían y aunque Dani le frotaba los bra#os para que entrara en calor, sabía bien que no eran temblores de frío. Aamos Nicole, debemos oler a la o'cina.
1s ella ;Aerdad9 ... 1lla es la ra#!n por la que regresaste Nicole s!lo asinti!. 1l nudo en su garganta era tan grande que no podía pronunciar palabra alguna. 2e dijo al oído al abra#arla. -sí lo hicieron. 1milia continuaba en la o'cina de 6uti8rre# por lo que fue sencillo pasar de largo. 2a hora pas! lenta, pero una e# cumplida, Daniela tom! delicadamente a Nicole por el bra#o y la sac! de allí lo m"s r"pido que pudo. -l llegar a la l a casa, Daniela la acost! en e n la cama y la dej! descansar. descansar. 2a miraba cada tanto para er sí quería algo, pero Nicole no reaccionaba, seguía con la mirada perdida y sin pronunciar palabra alguna. 1n una de esas eces que entr! al cuarto la io tiritando +e acerc! de inmediato y se encontr! con que estaba ardiendo de 'ebre. -sustada como estaba, llam! a Carcela y le pidi! que oliera a casa con urgencia pero sin darle detalles, Cientras, ella se dedic! a colocarle compresas frías en un intento por controlarle la temperatura corporal. Carcela lleg! una hora despu8s. Daniela estaba al borde de las l"grimas cuando Carcela entr! al cuarto para er qu8 sucedía. Dani qu8 pas!9 > Pregunt! descolocada al er la escena. Nicole encogida como un oillo entre los bra#os de Daniela quien se mecía ligeramente tratando de consolarla. &sta no respondi!. es! a Nicole en la frente y despúes con mucho cuidado la l a coloc! sobre la almohada y se leant!. ?om! ?om! a Carcela de la mano y salieron salieron del cuarto. Daniela por dios qu8 pas!99 > Dijo e$asperada 1l nombre de 1milia +andoal te dice algo9 <7&9999 1milia +andoal +í, sí te escuch8 ... Pero no entiendo qu8 ... c!mo ... : No podía hablar 1stuo en la o'cina hoy U<7&9999 > 0epiti! con m"s asombro : Pero qu8 hacía allí9 Daniela le cont! con detalle todo lo sucedido. Por supuesto y como esa es la única empresa que e$iste aquí : 1$clam! con sarcasmo Carcela :
No puedo creer lo desgraciada que es. -caso no le bast! con todo el da%o que ya le hi#o999 ?iene que enir a destruirla aún m"s999 m"s999 : Carcela estaba fuera de sí de de la rabia Carce hay que llearla al m8dico > Dijo despúes de una pausa : ?iene mucha 'ebre 'ebre y es peligroso No serir" de nada > 2e contest! despúes de tranquili#arse un poco y sentarse en el sof" 3!mo que no serir"9 Puede conulsionar Carcela : Habl! con incredulidad ante la respuesta 2o s8 Dani, pero ... ya pas8 por esto antes y lo único que se puede hacer es esperar Pero esperar qu899 > Dijo con desesperacion - que asimile todo, la 'ebre es emocional > 2e e$plic! 3uando pas! lo que pas! con 1milia y regres! aquí, lleg! igual que ahora . No hablaba, no se leantaba de la cama, no quería comer y de pronto apareci! la 'ebre. 2a lle8 al m8dico y la dejaron hospitali#ada para obserarla y bajarle la temperatura. 2e hicieron e$"menes y an"lisis tratando de descubrir qu8 la proocaba pero nada aparecía ... así que despu8s de G días determinaron que nada org"nico lo causaba que era una reacci!n emocional. 3uando la 'ebre desapareci!, le dieron de alta pero con la condici!n de que pidiera cita con el psic!logo del centro para tratar su depresi!n, pero nunca fue. Por m"s que intent8 disuadirla su respuesta siempre fue que no había nada que hacer, que estaba muerta y no había nada que tratar Por unos instantes se qued! inmersa en sus pensamientos, despúes de sacudir ligeramente la cabe#a, concluy! : 1s difícil erla así pero cr8eme ... es mejor que le demos tiempo. Y si no mejora9 > Pregunt! Pregunt! con temor. temor. 2o har" > 0espondi! despúes de negarse a pensar en esa posibilidad. Daniela no pudo retener las l"grimas que se le acumularon a cumularon en sus ojos. 2e dolía tan s!lo imaginar por todo lo que había pasado Nicole. No soporto erla así Carce ... Ce siento tan impotente Dijo con un hilo de o# al sentarse a su lado en el sof" y apoyar los bra#os en sus piernas. Yo Yo tambi8n . 2e pas! la mano de arriba a abajo por la espalda tratando de 3onsolarla -unque era m"s bien un consuelo mutuo pues en el fondo, el temor de que Nicole no lograra superar aquello, la inadía. No Carce ... no es igual : +e oli! a erla con triste#a en sus ojos > Yo Yo ... yo ...
2a incit! a hablar Nada, olídalo ?uo ?uo el impulso de contarle todo lo que sentía, pero se acobard! y mir! hacia abajo Dani h"blame, qu8 pasa9 : +abía que necesitaba hablar, pero no podía darse por enterada de lo sucedido entre entre ella y Nicole. No puedo Carcela ... olídalo sí9 : -poy! la cara sobre sus manos para ocultar su rostro. Carcela lo pens! unos minutos antes de hablar. hablar. 2a quieres9 U 0epiti! la pregunta mir"ndola 'jamente. Daniela quiso escapar de esa mirada, pero no pudo, 3uando Carcela quería, podía ser intimidante. -sí que s!lo asinti! con resignaci!n. Hubo un inc!modo silencio en el que Carcela pensaba en las repercusiones de aquello +i bien era erdad que Daniela no era 1milia y que era por mucho una mujer e$cepcional era igual de erdad que estaba casada, así que de nada alía si la quería o no Pero por otro lado, sabía que Daniela debía sentirse ahogada con lo que estaba sintiendo así que pens! que este era el momento de demostrarle que en realidad era su amiga y que podía con'ar en ella, aún y cuando el tema incluyera a Nicole. Aoli! la cara para mirarla : Dijo despúes de unos minutos que parecieron eternos 3uando estoy a su lado siento todas esas cosas, no e$iste nadie m"s e$cepto ella
Pero despúes, cuando llega -dolfo ... me siento tan bien con 8l que ... creo es una hipocresía de mi parte tan siquiera pensar que puedo quererla 1ntonces iene la confusi!n porque siento que tambi8n estoy siendo hip!crita con -dolfo y no s8 que hacer, ni qu8 pensar y mucho menos qu8 sentir al respecto 1stoy hecha un lío Carcela Dijo sin poder controlar m"s las l"grimas que corrían lentamente por sus mejillas Ce estoy oliendo loca al no saber qu8 hacer. Carcela se limit! a abra#arla mientras Daniela llor! durante unos minutos. 1n un principio, Carcela pens! que Dani s!lo había caído en la trampa de e$perimentar cosas nueas para escapar de las ausencias de su esposo, sin embargo, erla de esa manera y escucharla hablar con los sentimientos reueltos la hacían caer en cuenta que la historia no era tan sencilla, que la presencia de sentimientos hacía que todo fuera mucho m"s complejo. Primero, aceptar tener sentimientos amorosos hacía Nicole. +egundo, escoger entre obiar lo que sentía y continuar bajo los c"nones de la sociedad ! aceptar que era diferente y dar rienda suelta a sus sentimientosL y tercero, enfrentar el hecho de que si aceptaba todo lo anterior, debía pensar en la ruptura de su matrimonio, pues estaba claro que Nicole no la aceptaría en su ida de otra manera, no despu8s de lo iido en el pasado. Por otro lado estaba Nicole, quien a pesar de amar profundamente a Daniela, se negaba a darle importancia o releancia a lo que sentía. Ya Ya era difícil saberse enamorada de un imposible c!mo para adem"s, ilusionarse y crearse historias rosas que s!lo e$istían en su imaginaci!n imagi naci!n Ya Ya había pasado por eso y de'nitiamente no se se permitiría caer de nueo en ese abismo. 3on la aparici!n de 1milia, todo era m"s crudo, era un io recordatorio de por qu8 negarse a algo así, no importaba lo que pudiese sentir. sentir. +implemente no era una opci!n. 2e has dicho algo de esto a Nicole9 +e interrumpi! al dudar decirle lo que había pasado entre ellas. Despu8s de haber intimado9 > 3omplet! ante el silencio de Dani. &sta dio un respingo al escucharla, siempre tuo la impresi!n de que Nicole le habría contado lo sucedido, pero no estaba segura, por lo que al con'rmarlo no pudo eitar mirar hacia el frente y sonrojarse.
?ranquila. ?ranquila. Nicole no me lo dijo a oluntad, yo me di cuenta al erte salir de aquí a la ma%ana siguiente, así que no le qued! m"s opci!n. Dani respir! profundamente antes de continuar. Despúes de eso ... quise hablar. ?ratar ?ratar de entender lo que me sucedía ... pero pero Nicole se neg! hacerlo. -l principio pens8 que era por -manda, pero despu8s me cont! sus e$periencias y me di cuenta que no era justo enredarla en mi confusi!n. -sí que opt8 por callar y ... simplemente estar sin esperar o pretender nada m"s 1lla merece mucho m"s de lo que yo puedo darle en este momento +iento que tengo mis sentimientos e intereses diididos y de'nitiamente ella no merece algo así : +e oli! a mirarla con la sinceridad tatuada en los ojos : 2a amo lo su'ciente como para saber que en este momento, mi amor por ella no ale de nada si no soy capa# de tomar una decisi!n. No dijeron m"s. -nte aquellas palabras, no hacía falta agregar nada m"s. Despúes de unos minutos en silencio, Daniela D aniela recogi! sus cosas para ir a su casa, buscar ropa para el día siguiente y oler. Ael! el sue%o de Nicole toda la noche. 3ada hora le daba un poco de agua para eitar la deshidrataci!n. -ltern! las compresas frías entre la cabe#a, cuello y pecho, y le tom! la temperatura cada S horas. -l día siguiente, fue a la o'cina e inent! una emergencia odontol!gica para la ausencia de Nicole. Nadie lo dud!, ni pens! que podía ser por otra ra#!n. 6uti8rre# ni se enter!, pues estuo con 1milia todo el día isitando alguno de los clientes m"s importantes i mportantes de la empresa. Decía que no estaba de acuerdo con la posible fusi!n, pero había quedado deslumbrado por la belle#a de 1milia así que no dudaba en rendirle pleitesía con tal de no separarse de ella y desplegar sus desgastadas t"cticas de seducci!n. ?rabaj! ?rabaj! seguido para poder irse una hora antes. 3ompr! comida china para la cena y se fue a er a Nicole. Carcela que se había quedado con ella todo el día, debi! salir para su negocio pues se le había presentado un inconeniente que debía resoler de inmediato, pero regresaba m"s tarde. Cientras, Nicole continuaba durmiendo, pero al menos ya sin 'ebre. Daniela tom! una ducha y se acost! al lado de Nicole. 3err! los ojos por un momento para reposar pues el cansancio de no haber dormido la noche anterior le estaba pasando factura. +in saber en qu8 momento, mome nto, se qued! profundamente dormida, tanto que no sinti! cuando Nicole despert! y se leant! para tomar una
ducha tambi8n 2a 'ebre constante del día anterior le había dejado restos de sudor en su pijama así que lo primero que necesitaba era un buen ba%o. Cientras Nicole estaba en la ducha, Dani despert! y al no erla a su lado, el miedo se apoder! de ella. Desorientada capt! el sonido de la regadera y corri! hasta el ba%o abri! la puerta y fue directo a la ba%era. Nicole estas bien9 > Pregunt! abriendo la puerta de la ba%era sin pedir permiso e$cusas. +u cara de angustia era su'ciente para saber que ni siquiera se daba cuenta de lo que hacía. +í. +!lo quería una ducha > 0espondi! con la o# un poco d8bil. Dios 0espir! 0espir! con aliio : Ce qued8 dormida y no sentí cuando te leantaste. Ce di cuenta > +onri! ligeramente Puedo ... terminar de ba%arme9 2e sonri! para tranquili#arla 3!mo te sientes9 ?ienes hambre9 +ed9 ... 1stoy bien. +!lo quiero salir del cuarto un rato. 3laro, claro ... te preparar8 un t8 mientras te istes Preferiría un caf8 7n caf8 entonces > +onri! ampliamente al erle mejor semblante. 3uando Nicole sali! de cuarto, Daniela le tenía la ta#a de caf8 lista con un par de galletas. Aen. +i8ntate > 2e lle! el caf8 hasta el sof" : -quí estar"s m"s c!moda. Despúes de unos minutos en los que Nicole sabore! el caf8, habl!.Y Carcela9 ?uo ?uo que resoler algo del trabajo, iene en un rato. 1lla se qued! aquí todo el día erdad9 -sí es. Y tú t8 quedaste toda la noche noche > -'rm!. Dani asinti! asinti! : 6racias ... no tenías por qu8 hacerlo. Pero quise hacerlo.
No te iba a dejar dej ar así como estabas > 2e dijo sin dudar. dudar. Nicole tom! otro sorbo del caf8. Y la o'cina9 1stuo todo el día afuera con 6uti8rre#. Nicole asinti! aliiada. 2o último que quería era que 1milia se diera cuenta que la había afectado de esa manera No, despu8s del descaro con que le había hablado como si no hubiese pasado nada. +in embargo, todo estaba muy reciente. 1l erla otra e# la hi#o recordar no s!lo lo malo, si no tambi8n lo mucho que la había amado. 1n un s!lo instante le inadieron miles de sentimientos y emociones, de allí el shocB. 1l dilema era qu8 hacer ahora. 3ambi! el tema Hay sopa y comida china. ?e ?e apetece9 +í, gracias. +!lo la sopa por ahora. Daniela de inmediato fue a la cocina para calentar y serir todo. Durante la comida, hablaron del proyecto en el que estaba trabajando, Dani entendi! que Nicole necesitaba centrar su atenci!n en algo que la hiciera olidar así que le detall! todo lo que había hecho ese día y discutieron las modi'caciones que podían
hacer para mejorarlo. Despúes se sentaron en el sof" para er la teleisi!n un rato. 1n ese tiempo, Carcela lleg! y se sent! con ellas para cenar cena r. 1l plan original era quedarse a una noche de películas pero uno de los ligues de Carcela le insisti! en erse esa e sa noche. Pretendía recha#ar la initaci!n, pero al er la mejoría de Nicole y la insistencia de ella en que saliera, fueron ra#ones su'cientes para decidir salir. - ambas les encantaba las películas de IacB Nicolson, así que escogieron er S películas de 8l, JCejor imposibleJ y J-lguien tiene que cederJ. No era que Nicole se sintiera de mil maraillas, pero decidi! que esa noche y la siguiente las disfrutaría sin pensar en el despu8s, así que poco a poco fue acerc"ndose a Daniela hasta atraerla hacia su rega#o y poder abra#arla cual si fueran pareja. Dani se dej! hacer, pues era como si no e$istiese nada, ni nadieL que era en de'nitia lo que tanto deseaba tan siquiera por unas horas. 1stuieron así, altern"ndose los abra#os, las caricias delicadas, los besos furtios en la coronilla de la cabe#a, en el dorso de las manos, en el cuello. 1stos últimos, fueron subiendo de tono cuando los besos fueron acompa%ados de peque%as caricias con la punta de la nari# en primera instancia y despúes con peque%os roces de dientes. 2as caricias inocentes se olieron m"s profundas y atreidas al buscar y conseguir tener contacto directo con la piel bajo la ropa. lid"ndose ya de las películas, pelí culas, se entregaron al deseo, a la necesidad y urgencia que tenían de ellas. +e fueron desistiendo sin prisa, descubri8ndose mutuamente. ?ratando ?ratando de memori#ar con ojos, piel y boca cada rinc!n de sus cuerpos. 1sta e#, Daniela busc! de recorrer todo el cuerpo de Nicole con besos y dedos curiosos. -prendiendo a tocar y acariciar el cuerpo de una mujer, aprendiendo c!mo hacer estremecer ese cuerpo con el que había so%ado, aprendiendo como amarlo y lograr l ograr arrancar gemidos y suspiros de 8$tasis de su due%a. 3uando lleg! al punto m"s m "s íntimo de Nicole quedando de rodillas entre sus piernas 2o recorri! con la punta de sus dedos, abri! sus labios l abios ligeramente al er su clítoris hinchado de la e$citaci!n y su piel brillante debido a la humedad originada por sus caricias. 2as piernas abiertas de Nicole d"ndole la bienenida, tambi8n le permitieron oler el erdadero aroma de mujer, el cual para par a su sorpresa fue como un afrodisíaco af rodisíaco
pues encendi! mucho m"s sus sentidos, necesitando de manera obsesia sumergirse en ese mar de n8ctar que uía del interior de Nicole. es!, lami! y succion! hasta hacer que Nicole gritara de placer sin reparo ni pudor. írla gemir, gritar y saber que sus caricias eran las responsables de tal reacci!n, la hi#o desear permanecer allí por mucho m"s tiempo. Y así lo hi#o, por m"s que Nicole pedía descanso para reponerse de de las embestidas de esa boca deliciosa, era como si Daniela no la escuchara. Despúes de hacerla llegar unas cuantas eces seguidas, 'nalmente la dej! descansar, pero s!lo porque necesitaba besarla, abra#arla y sentir su cuerpo desnudo junto al de ella. -ún sintiendo los espasmos de Nicole, Daniela se leant! y se sent! a horcada sobre las piernas de ella. 0odeo el cuello con sus bra#os y la bes! con 'ere#a y necesidad. 2a e$citaci!n que sentía, hacía que el cora#!n le galopara sin control 2os pechos le dolían y su centro ardía como brasa en llama. Nicole, aún en el cielo como se sentía, no dud! en rodear las nalgas de Daniela y comen#ar a masajearlas sensualmente. 3on moimientos circulares, fue acercando la punta de sus dedos a la ranura que las separaba y con cada moimiento, se fue adentrando m"s hasta llegar a ro#ar y recorrer desde la abertura de su ano hasta su clítoris. 1n ese momento, Dani retuo el aliento por unos segundos antes de soltar un profundo Y largo gemido. 1staba tan e$citada que casi se corria ante el primer roce. 2ogr! retener dos bocanadas de aire m"s antes de que sus caderas tuiesen ida propia y frotara todo su centro con los dedos de Nicole. Dedos que "gilmente esparcían sus uidos por toda su intimidad faoreciendo así el roce y las peque%as penetraciones que le hacía. Nicole pas! su mano hacía el frente de Daniela para lograr un mejor acceso a su centro, posicion"ndose de manera tal que estimulara el clítoris con la palma de su mano y con su dedo cora#!n penetrarla por completo. Daniela intent! disfrutar de los moimientos lentos que le propinaba Nicole al penetrarla pero al reali#ar moimientos circulares y curos, el primer estremecimiento
de anticipaci!n se hi#o presente haciendo que en pocos minutos la l a e$plosi!n fuera inminente y con ella, gritos de placer y de abandono de sí misma. Daniela dio gracias a dios por estar en el sof", pues las piernas perdieron toda su fuer#a Y no pudo eitar desplomarse sobre sobre Nicole, quien despúes de unos minutos, la fue recostando sobre el mueble hasta quedar sobre ella y ubicar su cara junto a su cuello. +e quedaron así, abra#"ndose incontables minutos, sintiendo y escuchando los latidos acelerados de sus cora#ones. +!lo un par de palabras pal abras pronunciadas por Daniela rompieron el silencio. 7n par de palabras que llenaron todo el espacio. ?e ?e amo ... Nicole abri! los ojos al escuchar aquellas palabras. 1ra algo que no se esperaba. Dud! por un momento si había sido producto de su imaginaci!n o si era realidad. 2entamente se incorpor! hasta mirar a Daniela a los ojos. +entía temor, e$pectatia e incredulidad. Durante todo ese tiempo había eitado imaginar o pensar en escuchar esas palabras en boca de Dani y ahora que las escuchaba ... le parecía que era un juego cruel de su imaginaci!n. Dani no pudo contener decirlas, hacía tanto que sentía con cada gramo de su cuerpo que la amaba, que se le hi#o imposible ocultarlo un minuto m"s. ?e ?e amo > 2e repiti!, repiti!, mir"ndola a los ojos y sin dudar. dudar.
sus nalgas, donde se demor! hasta lograr que Daniela moiera su cadera con cierta impaciencia. 3ontinu! su iaje al sur, haciendo que el alle de sus pechos acogieran las piernas de Dani al procurar que quedaran justo en medio de ellos. 3uando Dani pensaba que iniciaría el camino de retorno, Nicole la hi#o oltear para poder hacerlo, pero boca arriba. 2a anticipaci!n ante ese contacto hi#o que Daniela saltara m"s de una e# al sentir los l os picos de los pe#ones sobre su piel, su respiraci!n ya no era pausada ni tranquila y sus nudillos estaban blancos de apretar las s"banas con fuer#as. 1sas caricias la tenían fuera de sí, la suaidad de la piel, lo delicado y suae del roce y sobretodo, saber que al abrir los ojos, sería el rostro de Nicole el que ería, era lo que la hacía delirar. delirar. 3on -dolfo, nunca había tenido problemas a niel se$ual sin embargo, lo que estaba sintiendo con Nicole iba mucho m"s all" 3uando Nicole estuo nueamente frente a ella, le rodeo el cuello con sus bra#os y la atrajo hacia si para besarla con pasi!n y necesidad, pero una e$plosi!n irrefrenable la inadi! al sentir el pubis de Nicole sobre el suyo junto al calor y la humedad propia de de la e$citaci!n. -bri! aún m"s las piernas para obtener m"s contacto entre sí y despúes de frotarse con frenesí sus hinchados clítoris, los indicios de orgasmos hicieron su aparici!n. 4ntentaron erse a los ojos el mayor tiempo posible, pero los espasmos e spasmos eran tan intensos que no pudieron eitar cerrarlos y disfrutar del placer que las recorría. -l sentir que los bra#os perdían fuer#a para sostenerse, Nicole quiso acostarse a un lado de Daniela, pero 8sta la retuo y la atrajo hacia sí para que se acostara encima de ella ubic"ndole la cabe#a justo entre su cuello y pecho. Dani no quería separarse de ellaL quería, N131+4?-N131+4?-- tenerla muy cerca, N131+4?-N131+4?-- ... que escuchara cada latido de su cora#!n que corría con fuer#a por ella. 2a primera e# fue sorprendente, pero 8sta, era abrumadora.
uenos días > 2a salud! con la o# ronca uen día > 2e sonri! en respuesta Daniela se abra#! a Nicole escondiendo su rostro en el c"lido cuello de su compa%era sin poder quitar de sus labios una gran sonrisa. De repente, dio un respingo y se incorpor! i ncorpor! r"pidamente. 3!mo te sientes9 > Pregunt! con preocupaci!n y toc"ndole la frente con sus dedos para comprobar la temperatura 1stoy bien +eguro9 No sentiste 'ebre en la noche9 : 3omprob! la temperatura de su cuello +í ... pero de otro tipo > 0espondi! diertida. Daniela sonri! y baj! la mirada mientras los colores inadían su rostro. 1stoy bien ... > 2e subi! el rostro para poder erla a los ojos : De erdad > Despúes de unos instantes mir"ndose mutuamente, Nicole la bes! tiernamente > 2o que sí tengo es hambre > 2e dijo despúes de separarse. Yo Yo tambi8n > 2a secund! 1ntonces salgamos a preparar algo. +e leantaron de la cama y mientras Nicole buscaba ropa en su armario, Dani record! que la suya había quedado afuera en la sala. Nico mi ropa est" afuera 7ps > Dijo oli8ndose hacia ella : ueno ... en realidad te pre'ero así : +onri! leantando una de sus cejas y mir"ndola de arriba a abajo. Nicole > 2a reprendi!. Pero es erdad > 4nsisti!. Daniela a pesar de sentirse e$puesta, leant! la cara en forma de reto. ueno ... así estoy mucho m"s c!moda la erdad ... > +e arregl! el cabello : +i a ti no te molesta ... imagino que a Carcela tampoco : +e dirigi! hacia la puerta, pero Nicole la agarr! del codo justo antes de que abriera la puerta. [oQ [oQ
4magino que ya te sientes mejor : Cir! a Nicole mientras se sería un aso de agua. -sí es : -sinti!. Nicole supo que Carcela estaba en contra de lo que había sucedido, no hacía falta que lo dijera. Ce alegro > 2as mir! a ambas amba s durante unos segundos antes de oler a hablar ueno ... las dejo para que sigan en ... lo suyo. Dio media uelta y regres! a su habitaci!n. Nicole haciendo caso omiso de lo inc!modo de la situaci!n, dirigi! su atenci!n a buscar en el cocina lo que comerían. No estaba dispuesta a desperdiciar ni un minuto mi nuto de su 'n de semana preocup"ndose por lo bueno o malo de todo aquello. +abía e$actamente lo que debía hacer, en ese momento, y despu8s. Despúes de desayunar, decidieron ir a caminar. caminar. Nicole quería respirar aire fresco, necesitaba recuperar la fuer#a de su cuerpo, quería deshacerse de toda la mala energía que le había dejado el oler a er a 1milia. -hora que estaba segura de que en su cora#!n, era historia pasada, necesitaba terminar de botar cualquier estigio del shocB inicial. Durante lo caminata, la pasaron de marailla. 3onersaron y bromearon como siempre lo habían hecho hasta ahora. Nicole disfrutaba de cada minuto que pasaba sabía que eran minutos aliosísimos, pues nunca pens! recibir de Daniela esa mirada pícara, esa mirada c!mplice que compartían a cada instante cuando sus manos se ro#aban, cuando por cualquier e$cusa, Dani buscaba de pegarse a ella o de cogerle la mano. Por otro lado, el poder mirarla como mujer, sin tener que disimular o mentir, le hacían sentir un aliio inmensoL -unque fuese algo de s!lo dos días, serían momentos que atesoraría por siempre. -ntes de oler a casa, pasaron por la tienda de ideos para rentar nueas películas, querían pasar el resto de la tarde en casa, donde pudiesen estar en libertad de e$presar su reci8n confesado amor. amor. No tardaron mucho, pues la necesidad de besarse, de abra#arse y tocarse las estaba oliendo locas. Parecían par de adolescentes, sobretodo Daniela, a qui8n le brillaban los ojos con deseo cada e# que cru#aba la mirada con Nicole.
una o# masculina llam! a Daniela. &sta se oli! con curiosidad para saber de qui8n se trataba. Hola Dani : +e acerc! a ella con una gran sonrisa y la abra#!. mar : Dijo con sorpresa, correspondi8ndole el abra#o a medias.
2e gui%! el ojo : ye pero no seas tan mal educada. +oy mar Cel8nde# : 1$tendi! la mano hacia Nicole, quien con una sonrisa for#ada se la 1strech! 1stoy a tu completa disposici!n : Habl! con galantería. Nicole De 7rresti : Dijo con indiferencia. indife rencia. 2o último que necesitaba en ese momento eran las galanterías baratas de un don Iuan. 1stas cordialmente initada a cenar a casa de Daniela 1spera mar, qu8 dices9 : Pregunt! sorprendida por su atreimiento. Aiene contigo erdad9 -sí que asumo que son buenas amigas y si es amiga tuya pues es amiga mía +onri!. Daniela sabía que mar era un picaor y al er sus intenciones la inadieron los celos, asíque decidi! que ya era su'ciente de todo aquello. No te hagas ilusiones mar que no est" disponible : +e apresur! a decir ueno pero una cena no le hace mal a nadie > 4nsisti! Pero igual no puedo. De todas maneras gracias por initarme : ?rat! ?rat! de ser amable. De seguro comentaría ese encuentro cuando hablara con -dolfo y lo último que quería era ocasionarle una situaci!n inc!moda a Daniela. 1s una l"stima, de er"s que si. Pero ya sabes, estoy a tu entera disposici!n Nicole asinti! : Y tú, mujer de mis sue%os, espero que desde ahora ayas pensando en los deliciosos platillos que me preparar"s jajajajajaja. 3laro, ya ir8 pensando en las diferentes pi##erías a las cuales llamar8. 3on un gran abra#o se despidieron. -l retomar el camino hacia la casa el silencio era intenso. Daniela no podía creer su mala suerte. Nunca en todo el tiempo que tenían saliendo con Nicole como amigas, se habían encontrado a nadie que tuiese relaci!n con -dolfo. Pero justamente hoy, cuando lo que menos quería era hablar o pensar en 8l, tenía que encontrarse con mar. mar. No necesitaba preguntar lo mal que Nicole se sentía. 2o oscuro de su mirada y la seera seriedad de su rostro se lo decían de cían todo. Nicole, por otra parte, s!lo buscaba fuer#as para soportar todo aquello. 2a alentía = para mantener su decisi!n. -l entrar a la casa y dejar las cosas sobre la mesa de centro Daniela agarr! a Nicole por el bra#o para olerla hacia sí y abra#arse a ella. Hundi! su rostro en el cuello y la abra#! con fuer#a. 2o siento Nico = lo siento : Habl! con la o# quebrada. 2o que m"s le dolía de todo, era saber que de alguna manera, estaba haciendo justamente lo que no quería = hacerle da%o, y eso le estaba atraesando el cora#!n.
Nicole le correspondi! el abra#o sin decir palabra, al menos por un instante. No tienes por qu8 disculparte = esa es tu ida = es allí donde perteneces : Dijo con la o# apagada, pero sin titubear. titubear. 1s erdad pero = yo = no ?rataba ?rataba de hablar, pero qu8 podía decirle decirle que no sonara hueco e hip!crita. 1sa es tu ida Daniela = no 8sta : 2e dijo despúes de separarse un poco hasta lograr mirarla a los ojos. 2as l"grimas ya se hacían presentes en los ojos de Daniela, qui8n lo único que logr! decir fue J?e J?e amoJ. Y yo a ti = > 2e acarici! la mejilla recogiendo una l"grima que descendía : Pero no es su'ciente = a eces el amor = no es su'ciente. 1l nudo en e n su garganta era tremendo.
Aerdad : Dijo despúes de suspirar : 2o siento. Ya oy para all". -quí te espero. e spero. +abía que -dolfo estaba pensando lo peor, y tenía ra#!n, s!lo que no era tal y como se lo imaginaba, al menos no todo. -l colgar, se lle! las manos a la cabe#a. +e sinti! abrumada por todo lo que tendría que afrontar. afrontar. +alir de allí y no saber qu8 sucedería . 2legar a casa y aparentar que todo estaba igual, mirar adentro ade ntro y tratar de poner orden a la tormenta que se desataba en e n su interior. interior. +inti! la mano de Nicole rodear su cintura y abra#arla. 2a hal! suaemente hasta que quedara apoyada en su cuerpo y poder rodearla con ambas manos y besarla en la sien. Desde el día anterior, no había podido controlar sus l"grimas, a pesar de haber sido la noche m"s intensa de su ida y donde se entreg! en cuerpo y alma el dolor que sentía era constante. +entía como si todo lo iido era un adi!s y de s!lo pensarlo, se le desgarraba el cora#!n. No sabía qu8 hacer. Por primera e# en mucho tiempo, tie mpo, no sabía qu8 rumbo tomar tom ar.. Para Nicole la historia era diferente, aunque sabía que nunca m"s olería a tenerla entre sus bra#os de esa manera y este era el 'n de esa historia que reci8n comen#aba su cora#!n estaba en pa#, pues en e n esta ocasi!n, sabía, tenía la certe#a de que no había sido un juego para Daniela, que no había sido su e$perimento, su capricho de momento y eso, aunque no cambiaba el 'nal de la película, al menos no la dejaba con el sabor amargo del enga%o y la traici!n. ?endría ?endría para el resto de sus días el hermoso recuerdo recuerdo de esa noche inolidable. Podría cerrar sus ojos y recordar cada gesto, cada línea, cada espacio del cuerpo de Daniela, podría cerrar los ojos y recordar su sabor, su olor, el sonido de sus o# en sus e$presiones de placer = podría recordar todas y cada una de las eces que fue suya, s!lo suya. +in intercambiar muchas palabras, Daniela se leant!, se isti! y cuando se disponía a salir de la habitaci!n se detuo y se oli! para abra#ar con fuer#as a una Nicole que la miraba desde un rinc!n de la habitaci!n. ?e ?e amo Nicole = quiero que que lo sepas = > 2eant! su rostro para mirarla. 4ntent! decir m"s, pero las palabras no le salían. Nicole le acarici! la mejilla con el dorso de sus dedos y despúes bes! sus
labios tiernamente. ?uo ?uo que contener las ganas imperiosas de retenerla retenerla allí consigo, pero con las pocas fuer#as que le quedaban, la dej! ir. ir. Despúes de ello, s!lo se sent! en la cama con la mirada 'ja en ninguna parte y con la mente en blanco. No quería pensar, ni sentirL si lo hacía, no podría eitar salir corriendo a buscarla. Pasaron Pasaron horas o minutos, no lo sabía, antes de que Carcela entrara y se sentara a su lado. 1stas bien9 2o estar8 : Dijo con un hilo de o# Aale la pena pasar por esto otra e# Nicole9 3ada minuto = cada momento ali! la pena : Dijo sin dudar y i8ndola con las l"grimas recorriendo sus mejillas : Pre'ero haber tenido la oportunidad de amarla aunque fuese por un par de días, a estar el resto de mi ida sin haberlo hecho. Carcela asinti! despúes de un instante y sin decir m"s, la abra#!. Pero ahora necesito que me ayudes : -greg! Nicole al tiempo en que se separaba. 2o que quieras. - la ma%ana siguiente, Daniela se fue temprano a la o'cina, a pesar de haber tenido un día tenso con -dolfo qui8n no dud! ni un minuto en enfrentarla y presionarla para saber si lo estaba enga%ando, su mente no estaba allí, así que solo respondía lo que -dolfo quería oír sin detenerse a pensar en lo que sentía por 8l. 1n la noche, s!lo se dedic! a cumplir su papel de 'el esposa y amante, pero la erdad era que estaba e staba ausente. -unque su cuerpo era amado con frenesí y necesidad por -dolfo su mente siempre estuo con Nicole, su refugio, su pa#. Cientras lo meditaba sentada en su o'cina a la espera de que todos llegaran, se dio cuenta que su matrimonio ya era una farsa. Hasta ese momento, había sentido que su cora#!n estaba diidido, pero la realidad era que su cora#!n y su amor tenían un solo due%o y no era -dolfo. No podía enga%arse a sí misma, no era justo para ninguno de los tres. por respeto al amor que sentía por Nicole, era necesario aceptar que su relaci!n había llegado a su 'n. No quería otra boca, otras caricias, ni otros besos que no fuesen los de Nicole, así que no había otra soluci!n posible. Para su sorpresa, el tomar esa decisi!n le hacía sentir aliio. 2e aterraba la idea de tener que aceptar su ;nuea orientaci!n se$ual9
Pero si de algo le había serido todos esos meses saliendo y compartiendo con Nicole, Carcela, +andra y ?atiana, era para tener la certe#a de que aunque era difícil iir de esa manera ante la sociedad, m"s importante era aceptarse a sí misma y serle 'el a sus sentimientos. 3omen#! a llegar el personal de la empresa menos Nicole. Daniela dio tiempo pensando que tal e# se habría quedado dormida, pero al llegar las de la ma%ana sin noticia alguna, comen#! a llamarla a la casa y al m!il, pero no respondía. 1l tel8fono de la casa se reentaba sonando y nadie contestaba, el m!il caía la contestadora al primer repique. 3on temor a que hubiese tenido una recaída, llam! a Carcela. Carce9 : Habl! con ansiedad al sentir que contest! +í, hola. Hola amiga, disculpa que te moleste, pero Nicole no ha llegado a la o'cina aún y la he estado llamando a la casa y al m!il, pero no responde. ;1st" todo bien9 ;Pas! la noche bien9 : Pregunt! con preocupaci!n. Carcela se qued! en silencio unos instantes : Carcela99 1lla est" bien = solo que =
nada. Aa a oler9 : Pregunt! con un hilo de o# No lo s8 : Para Carcela era duro estar en el medio, las quería a las dos como hermanas : Dani = ir8 a tu o'cina al medio día. Daniela no contest!, simplemente colg! la llamada. @ue como si le hubiesen quitado el piso. 3omo aut!mata se leant! y se dirigi! a la o'cina de su jefe para terminar de con'rmar 2o que ya sabía, que no olería. uen día : 2o salud! parcamente al entrar en su o'cina. 1l bueno todaía no lo he isto, pero = pasa y si8ntate : 3ontest! tenso : Nicole me llam! ll am! ayer. ?iene un problema problema familiar muy grae que amerita su ida de la ciudad por tiempo inde'nido, así que renunci!. Ce asegur! que a 'nales de esta semana me manda 'nali#ado su parte del proyecto así que por ese lado, estamos medianamente bien. +in embargo, sabr"s que su ida justamente en estos momentos cuando estamos al borde de la fusi!n no es nada positia por lo que tendremos que tapar temporalmente su ausencia. Puede que no est8 de acuerdo con la fusi!n, pero tampoco me gustaría que la ausencia de uno de mis empleados sea la causa para que no se d8, así que para cualquiera que pregunte, especialmente la 2ic. +andoal, dile que est" en un trabajo de campo.
;qu8 pas!9 : No estaba para cortesías ni buenos modales, necesitaba saber. No lo sabes9 Por faor Carcela = > 3omen#! a decir sin fuer#as Dani qu8 esperabas9 : No quería sonar a reproche, pero en el fondo le parecía increíble que no supiera por qu8 Nicole se había ido Nicole ya ha pasado por esto antes, simplemente quiere eitar sufrir m"s : Daniela negaba con la cabe#a : ?ú ?ú iste lo que pas! cuando io a 1milia, 1milia, quieres que pase por lo mismo contigo9 Yo Yo no lo haría da%o Carcela Carcela Yo Yo no soy 1milia : +e defendi!. +í, pero eres casada ;no9 1n eso, sí eres igual a ella 0eplic!. 0eplic!. -mbas se quedaron en silencio unos instantes : -miga =s8 que tú no eres igual a ninguna de las dos personas que han hecho sufrir a Nicole pero las circunstancias son las mismas = no importa cu"nto la puedas querer, que rer, ella no podría comen#ar una relaci!n contigo estando tú casada. No puede oler a eso, no quiere. 1nti8ndela = +i dej! que pasara lo que pas! entre osotras el 'n de semana fue porque sabía era la única forma de llearte con ella, pero no soportaría quedarse y tener que estar en las sombras y tenerte s!lo cuando -dolfo no est8. No todas las historias son iguales Carcela = yo = yo quiero estar con ella ell a +!lo con ella : Para ese momento ya no pudo contener las l"grimas en sus ojos : No puedo seguir casada con -dolfo Carcela = no puedo = la amo demasiado. Carcela quería creerle, pero sabía que debía tener los sentimientos reueltos y que en cualquier momento podía arrepentirse de lo dicho ahora, por otro lado, estaba -dolfo, qui8n podía lograr conencerla de continuar junto a 8l, despu8s de todo, no se trataba de falta de amor entre ellos, sino de la presencia de sentimientos nueos. UNo me crees erdad9 > Dijo con triste#a No se trata de creerte o no Daniela, sino de lo que estas dispuesta a hacer en realidad ... ?ú ?ú ida cambiaría por completo ... Nada olería hacer como hasta ahora 3rees que no lo s89 0ealmente lo sabes9 ... No s!lo acabarías con tú matrimonio Daniela ...
1sto cambiaría ?D- ?7 A4D- 2a amo ... es lo único que s8 > -'rm! +í es así, entonces arregla tú situaci!n y despúes de spúes búscala, yo ser8 la primera en ayudarte, pero si no estas segura, si tienes algún atisbo de duda ... d8jala ir ... : +e qued! en silencio un instante, estaba consciente que la decisi!n que Daniela debía tomar era crucial para ambas, y en este punto no había t8rminos medios : ?!mate ?!mate tú tiempo Dani. &sta no es una decisi!n que debas tomar a la ligera. Daniela no tuo m"s que decir. decir. 2as palabras de Carcela habían sido claras, no importaba lo que dijera, s!lo importaba las acciones, así que de nada seriría decir o jurar que estaba enamorada de Nicole si igual no le creerían. Carcela se fue a los minutos dejando a una Daniela desecha, aunque entendía la decisi!n de Nicole de irse, le era imposible aceptar el hecho de no erla m"s, de no escucharla de no compartir el día a día con ella. 2a necesitaba, la -C-- y era algo que no podía, ni quería eitar. Dado que mar estaría en la ciudad toda la semana y que -dolfo le había ofrecido hospedaje en su casa, pens! que lo mejor sería esperar su partida para poder hablar con 8lL lo que tenía que decirle le cambiaría la ida a 8l tambi8n, así que decidi! esperar a que estuiesen solo ellos dos. 1sa tarde por suerte no tuo ningún encuentro con 1milia, así que ese día s!lo lidi! con su profundo dolor y el tener que actuar como si nada sucediera junto a su esposo. +in embargo, no le fue sencillo, se sentía culpable al enga%arlo así, si bien era erdad que el amor que sentía por Nicole era grande recibir el trato cari%oso y amoroso de 8l, escuchar los planes que pretendía poner en pr"ctica en el futuro, eran como l"tigos en su piel y en su cora#!n. No los merecíaL y con cada minuto que pasaba se ahogaba cada e# m"s con todo aquello. Por su parte, -dolfo notaba el cambio en e n Daniela. 2a mirada perdida y triste en los momentos en los que creía que -dolfo no la miraba, los sollo#os ahogados antes de dormir y la m"s dolorosa realidad, los orgasmos y gemidos ge midos 'ngidos a la hora de hacer el amor. ?odas ?odas se%ales inequíocas de que su su relaci!n estaba en peligro. peligro. Durante esa semana se esfor#! e sfor#! por sobrentenderla con numerosos detalles,
desde chocolates y ores, hasta retrasar su ida una semana m"s. ?odos ?odos intentos desesperados por por recuperar el brillo y la sonrisa genuina en el rostro de Daniela, pero a la e#, todos intentos inútiles, pues nada la hacía reaccionar. reaccionar. 7na tarde despúes del trabajo, Daniela en e# de irse a su casa, fue hasta casa de CarcelaL necesitaba estar allí, necesitaba sentirse cerca de Nicole aunque fuese al estar en el mismo espacio donde habían iido momentos tan especiales. Carcela le había dado copias de las llaes, así que no tuo que esperar a que llegara. 1l estar sola le permiti! drenar su triste#a, su dolor. dolor. Pudo llorar libremente sin tener que cuidarse de que -dolfo se diera cuenta o llegara de repente. 2lor! acostada en la cama de Nicole abra#ando con fuer#as una almohada que aún mantenía su olor. 1l sonido del timbre la sac! de su desahogo. -l principio se e$tra%!, pero despúes naci! una peque%a esperan#a de que fuese Nicole regresando nueamente, por lo que corri! hasta la puerta para abrirla. -l hacerlo, encontr! lo que menos esperaba, enoli8ndola una r"faga de rabia y celos. Dijo un tanto incr8dula :4nteresante No quiero ser grosera, pero ; Pregunt! con tono de hastío : debo decir ;- qui8n9 De'nitiamente no a ti : Dijo despúes de sonreír 1so es seguro. 2o que no entiendo es c!mo puedes ser capa# de presentarte aquí.
+!lo destruirle la ida a Nicole = o bueno, hiciste un muy buen intento. 6racias a Dios no lo lograste. 1milia baj! la mirada un momento. 1se no era un tema que quisiera discutir en medio del pasillo y mucho menos con alguien que no había estado inolucrada. No s8 cuanto sepas de lo que pas!, pero es algo que no quisiera discutir contigo. Ni yo, pero no puedo creer que seas tan cara dura como para enir aquí como si nada. ;+er" que puedo pasar9 : Pregunt! al sentir que se acercaban oces de algunos ecinos. Daniela abri! la puerta de mala gana y le hi#o se%as para que pasara. 1ntr!, obser! todo a su alrededor, estaba igual a como lo recordaba, y despúes se sent! en el sof". Daniela simplemente se qued! parada frente a ella. Podrías darme un aso de agua9 : 2e pidi! con o# suae y sin ningún atisbo de prepotencia o arrogancia, cosa que sorprendi! a Daniela y por lo cual no pudo negarse 6racias > 2e agradeci! al d"rselo. Dio dos sorbos al agua y despúes se decidi! a hablar : +8 que hice mal y no estoy orgullosa de eso ... pero ya no puedo cambiarlo y s!lo me queda tratar de ... -rreglarlo9 > 2a interrumpi! con tono ir!nico 2a corrigi! : Nada puede arreglar lo que hice > 1milia mir! a los ojos a Daniela y por m"s que Dani intent! encontrar algo de mentira o falsedad en su mirada, no la encontr! : No hay un día en el que no me sienta miserable y como una 3obarde en el que no me reproche la actitud tan baja que tue ... no pasa un día en el que no ea la e$presi!n de decepci!n y dolor de Nicole. 1so es algo que me perseguir" toda mi ida ... Y aunque s8 que no mere#co su perd!n, ella sí merece merece que se lo pida ... y a eso ine ... a pedirle perd!n. Daniela tuo que sentarse despúes de spúes de escuchar aquello. No conocía a 1milia, s!lo sabía lo que le había hecho a Nicole, pero por lo poco que había isto en la o'cina, parecía que no era del tipo de quienes bajaban la cabe#a y mucho menos, de quienes pedían perd!n. ;Por qu8 me dices esto a mí9 Porque Nicole debe saberlo de una manera o de otra. +8 que Carcela no se lo diría. 1n cambio tú ... Yo Yo qu89 > Pregunt! al er que 1milia no respondía 3onfío en que entiendas que esto es importante para ella ... 1s importante que sepa que no me regocijo de felicidad por el mal que le
hice ... que si pudiera oler el tiempo atr"s y eitarle todo el dolor y la ergOen#a por la que pas! ... lo hiciera sin dudarlo. ;1s importante para ella ... o para ti9 Nada har" que me sienta mejor, pero al menos quiero hacer lo correcto ... s!lo eso.Daniela estaba segura que durante mucho tiempo ti empo Nicole había esperado escuchar aquellas palabras, y era toda una ironía que no estuiese allí para escucharlas por sí misma. Daniela se qued! callada : Ce ir8 esta misma noche, lo único que me hacia quedarme era la necesidad de hablarle pero no es posible, así que lo mejor que puedo hacer es desaparecer de'nitiamente su ida. 1milia se leant! y camin! hasta la puerta, pero antes de irse se oli! hacia Daniela No hagas igual que yo ... si la quieres, no dejes que el miedo te impida hacer lo necesario para estar con ella. -sí como lleg!, se fue. Daniela se qued! pasmada con lo que le dijo, pero en el fondo se lo agradeci!, pues le dio el último empuj!n para hacer lo que debía hacer. De esa noche no pasaría. Hablar con -dolfo fue lo m"s difícil que había tenido que hacer en su ida. 3omo era de esperar, no aceptaba el 'nal y mucho menos por la ra#!n que le daba. No entendía c!mo era posible que se enamorara de una mujer y que echara por la borda todo lo que habían construido. @ueron @ueron días y noches infernales de discusiones y gritos, de insultos Y lamentaciones. ?odo ?odo hasta que 'nalmente comprendi! comprendi! que no había nada que hacer, Pues ya no había habí a nada que recuperar. recuperar. -l hacer la separaci!n de bienes, endieron la casa y el coche. -dolfo no quería tener nada que le recordara la peor noche de su ida. 3on el dinero, Daniela alquil! un modesto apartamento cerca de la o'cina y cerca de Carcela, a qui8n isitaba al menos dos eces por semana para saber de Nicole. No quiso que Carcela le dijera nada de su separaci!n.
cayos. 1staba tranquila, aunque la soledad la alcan#aba cada noche y la necesidad de oler y er aunque fuese de lejos a Daniela la carcomían. 1n dos ocasiones, había tenido acercamientos con dos de las clientes asiduas a la tienda, pero r"pidamente las había descartado. No eran Daniela, y el cora#!n estaba demasiado atado a ella como para dar cabida a aenturas sin sentido. Había pasado un a%o desde su partida. 1ra muy poco lo que sabía de Daniela, pues Carcela era muy parca al referirse a ella. 4ntuía que no quería herirla dici8ndole lo bien que estaría con -dolfo, como debía ser para su desgracia. Pero necesitaba oler. oler. Necesitaba retomar su ida. +ali! de la tienda m"s tarde de lo normal, lo hacía cada e# que podía, pero esta e# lo hacía para ir arreglando poco a poco las cosas sin terminar, antes de partir de'nitiamente. +e iría en una semana. -l llegar a la casa, la emoci!n la inadi! al er el coche de Carcela estacionado en el garaje. De cuando en e# Carcela se aparecía sin aisar alegr"ndole la estadía por algunas horas, así que baj! del coche lo m"s r"pido que pudo y corri! para entrar a la casa. 1ntr!, pero no la io. 2a busc! en su cuarto pero no estaba allí. Pens! que tal e# estaría e staría con alguna conquista por la playa, así que baj! a la cocina para hacerse algo de cenar. cenar. +ac! pan, queso y jam!n de la neera para hacerse un emparedado, si era erdad que Carcela estaba allí con una JamigaJ, lo mejor era dejarle el camino libre para no tener que presenciar escenas inc!modas. De pronto comen#! a sonar una canci!n desde el cuarto de entretenimiento. 1res todo lo que pedía, lo que mí alma acía, quería sentir. sentir. Nicole frunci! un poco el ce%o. No era costumbre de Carcela utili#ar esas t"cticas rom"nticas con sus conquistas. 1res lo que tanto so%aba, lo que tanto deseaba y que en ti, descubrí. +in embargo, le entr! la duda de si 'nalmente había conocido a alguien que la inspirara lo su'ciente como para dejar salir el romanticismo, así que decidi! echar un ista#o. ?ú, ?ú, has llegado a encender cada parte de mi alma, cada parte de mi ser. ser. Ya Ya no tengo
cora#!n, ni ojos para nadie ... +!lo para ti - medida que se acercaba a la sala de donde salía la música, se daba cuenta que no escuchaba oces ni nada que indicara la presencia de Carcela. Pero por otro lado, percibi! el dulce aroma oral que tanto recordaba ... U Daniela > +usurr!. +usurr!. 1l cora#!n comen#! a latirle con fuer#a. +abía que era una locura tan siquiera pensar que pudiese ser ella, pero no pudo eitar que la esperan#a naciera en su interior. 1res el amor de mi ida, el destino lo sabía y hoy te puso ante mí. 1ntr! a la sala y la l a encontr! sola y oscura. +!lo las luces del equipo rompían la intensa oscuridad. Y cada e# que miro al pasado, pasado, es que entiendo que a tu lado, lado, siempre pertenecí. +e qued! parada en medio de la sala, escuchando la canci!n y trag"ndose cada gramo de esperan#a que había tenido. 1ra absurdo que aún despu8s de tanto tiempo, aún la esperara. ?ú, ?ú, has llegado a encender cada parte de mi alma, cada parte de mi ser. ser. Ya Ya no tengo cora#!n, ni ojos para para nadie ... +!lo para ti 7nas manos rode"ndole la cintura la sacaron de sus pensamientos, quiso olerse para er de qui8n se trataba, pero esas manos se aferraron a ella pegando su cuerpo al de Nicole. Necesit! s!lo unos segundos para descubrir que sí era ella ... 1ra Daniela +!lo para ti. +!lo para ti Nicole tom! sus manos y se aferr! a ellas tambi8n. No entendía c!mo era que estaba allí, pero no quería arruinar el momento, m omento, así que s!lo se dej! llear. llear. 1sto es de erdad. 2o puedo sentir. +8 que mi lugar es junto a ti. Daniela se moi! hasta quedar frente a frente con Nicole. 1res todo lo que pedía, lo que no conocía y que en ti descubrí. ?e ?e amo Nicole ... ?e ?e amo m"s de lo que puedo decir ... y estoy aquí ... s!lo para ti : 2e dijo al 'nali#ar la canci!n. +in esperar ni un minuto mi nuto m"s, sus labios fueron a su encuentro. 2os anhelaba, los deseaba, los amaba. +e fundieron en un abra#o intenso.
sensibilidad de sus cuerpos. 1ntre besos y caricias, Nicole se detuo a erla por unos minutos. Dudaba si aquello era realidad o si era un juego cruel de su imaginaci!n. ;1stas aquí9 > Pregunt! mientras recorría su mejilla con el dorso de su mano. Daniela asinti! > ;No es un sue%o9 Daniela tom! la mano de Nicole y se la lle! hasta los labios para besar cada uno de sus dedos. 1stoy aquí ... donde debo y quiero estar ... 3ontigo. Nicole sonri!, pero aún no estaba segura de lo que sus palabras signi'caban. Daniela io la duda en sus ojos. Ce separ8 amor ... : 2e tom! el rostro con ambas manos y se acerc! lo m"s que pudo para que pudiera erle los ojos al hablar : Ce diorci8. Ya Ya no estoy e stoy con -dolfo ... 1stoy aquí contigo y para ti ... Hoy y siempre. ; ?e amo ?e ?e amo , te amo, ?1 -C -C > 6rit! con alegría. 2a bes! con pasi!n, con necesidad, pero tambi8n con todo el amor retenido hasta ese momento. -mbas rieron y se abra#aron con fuer#a. Para Nicole, decir esas palabras eran una liberaci!n, liber aci!n, para Daniela escucharlas, eran la con'rmaci!n de que ese era su lugar. lugar. 7na satisfacci!n y felicidad inmensa inme nsa las arrop!. 2a tranquilidad de saber que aquello era s!lo el comien#o del resto de sus idas. 2a certe#a de que eran la una para otra. otra. 2a certe#a de que era el inicio de una nuea ida.