Entonces miré hacia el aquilón, y he aquí que había cinco bestias: una semejaba un perro de fuego, pero no ardía; otra, un león cobrizo; otra, un pálido caballo; la cuarta, un cerdo negro; y la última, un lobo gris, y todas se olían al occidente! y allí, en el occidente, ante las bestias, apareció una colina con cinco picos: de la boca de cada bestia partía una cuerda que alcanzaba su correspondiente pico, y eran todas negras, salo la que salía de la boca del lobo, que era por una parte negra y, por la otra, blanca! y he aquí que, en el oriente, i de nueo a aquel joen, estido con una túnica púrpura, sobre el mismo ángulo en que lo había contemplado antes "donde se unían las dos murallas, luminosa y pétrea, del edificio "; pero ahora me era isible desde el ombligo hacia abajo: del ombligo al lugar que eidencia al arón, brillaba cual alborada, y allí mismo yacía como una lira con sus cuerdas en posición transersal; desde ese lugar hasta un espacio de dos dedos por encima de sus talones, estaba lleno de sombras; y desde ese espacio por encima de sus talones, sus pies resplandecían enteramente blancos, más aún que la leche! y aquella imagen de mujer que había contemplado frente al altar, ante los ojos de dios, olió a manifestárseme ahora en el mismo sitio, mas esta ez pude erla desde el ombligo hacia abajo: del ombligo al lugar donde se distingue la mujer, tenía numerosas manchas escamosas y, allí mismo, había una monstruosa cabeza negra: ojos de fuego y orejas como las de un asno, narices y boca igual que las de un león, y enormes fauces abiertas en las que, rechinando, afilaba paorosamente sus horribles colmillos acerados! pero, desde donde se hallaba esa cabeza hasta sus rodillas, era, la imagen, blanca y roja, como magullada por muchos golpes; y desde las rodillas hasta dos franjas blancas horizontales que tenía inmediatamente por encima de sus talones estaba llena de sangre! de pronto, esa cabeza monstruosa se liberó de su lugar, en medio de un fragor tan inmenso, que todos los miembros de la imagen de la mujer se agitaron io lentamente! entonces, una enorme masa de cieno se unió a la cabeza, que subió por ella como por un monte, tratando de alcanzar las alturas del d el cielo! mas he aquí que el fucilazo de un rayo, restallando inesperado, fulminó con tal fuerza a la cabeza, que rodó monte abajo y rindió su espíritu a la muerte! repentinamente, una niebla hedionda cubrió al monte todo y en olió a la cabeza en una inmundicia tal, que los pueblos que allí estaban se sobrecogieron, llenos de indecible pánico; esta niebla subsistió durante un tiempo alrededor del monte! iéndola los hombres que cerca se hallaban, presa de terror, se decían unos a otros: #ay, ay, $qué podrá ser esto%, qué os parece que es% &ay, desdicha dos de nosotros' $quién nos ayudará% $quién nos salará% pues no sabemos cómo hemos podido ser enga(ados! oh se(or todopoderoso, ten piedad de nosotros! rápido, apresurémonos y olamos, olamos corriendo al testamento del eangelio de cristo, ay, que hemos sido amargamente enga(ados, enga(ad os, ay, ay de nosotros)! y, de pronto, los pies de la imagen de la mujer se olieron blancos, relumbrando esplendorosos, más que el fulgor del sol! * de nueo escuché una oz del +ielo que me decía:
-unque cuanto hay en la tierra se encamine hacia su fin y el mundo, falto de fuerzas, adolezca, oprimido por incontables quebrantos y calamidades, enfilando enf ilando su ocaso, la .sposa de /i 0ijo, e1hausta por la lucha de sus hijos frente a los heraldos del 0ijo de la 2erdición y el mismo 3mpío, no sucumbirá por mucho que la combatan; pues cuando llegue la plenitud de los tiempos se leantará, llena de renoada fuerza y igor, más hermosa y diáfana, y así, des4bordante de dulzura y suaidad, caminará hacia el abrazo de su -mado: esto aparece místicamente en la isión que contemplas! 2or4que miraste hacia el -quilón y he aquí que había cinco bestias: estas son las cinco cruentas edades de los reinos de este mundo que, sumidos en las apetencias de la carne donde nunca falta la inmundicia del pecado, se acometerán unos a otros, furiosamente!
5na semejaba un perro de fuego, pero no ardía: este será el tiempo de los hombres de temple mordaz, que creerán semejarse al fuego, mas no arderán en la justicia del 6e(or!
7tra, un león cobrizo: este será el tiempo de los hombres beligerantes que desencadenarán muchas batallas, pero en ninguna de ellas alzarán la mirada a la rectitud rec titud de 8ios; su cobrizo color preludia el desmoronarse de estos reinos: umbral del desánimo de su oto(o!
7tra, un pálido caballo: porque endrá el tiempo en que los crápulas, empujados por la tempestad del pecado y las ráfagas de sus placeres, saltarán por encima de las buenas obras irtuosas: entonces, sí, entonces el corazón de estos reinos, desangrada ya su fuerza, pálido en la ruina, se partirá!
9a cuarta, un cerdo negro: este será el tiempo en que los príncipes del mundo forjarán en sus corazones la lóbrega sombra de la tristeza, y el cieno inmundo los cubrirá: arrumbarán la 9ey diina por la desmesura de la fornicación y otras abominaciones, y urdirán muchos cismas en la santidad de los preceptos diinos!
* la última, un lobo gris: este será el tiempo de la rapi(a: los hombres oraces arrebatarán para sí el poder y la riqueza; los eréis irrumpir en los saqueos bajo la piel grisácea, ni negra ni blanca, de sus astucias, y, desmembrando las cabezas de estos reinos, las derrocarán! -h, porque entonces llegará el tiempo de la tribulación: muchas almas serán apresadas cuando el error del error se alce del infierno al +ielo y los hijos de la 9uz sean puestos sobre el lagar del quebranto, pues no renegarán del 0ijo de 8ios y e1ecrarán al 0ijo de la 2erdición, que querrá cumplir su oluntad con las artes diabólicas! * todas se olían al 7ccidente: pues estos tiempos caducos caerán con el 6ol poniente, porque tal como este amanece y se pone, así los hombres unos nacen y otros mueren!
* allí en el 7ccidente, ante las bestias, apareció una colina con cinco picos: aquí se muestra cómo los poderes suscitados en el tiempo de los deseos carnales c arnales alcanzarán cinco ápices! 8e la boca de cada bestia partía una cuerda que alcanzaba su correspondiente pico: simbolizan la trayectoria temporal de esos poderes, desde que empiecen hasta has ta que lleguen a su culminación correspondiente! * eran todas negras, salo la que salía de la boca del lobo, que era por una parte negra y, por la otra, blanca: estas trayectorias estarán marcadas por la contumacia en la desmesura de los placeres; y la que recorre el tiempo de la oraz rapi(a manifestará, por una parte, la negrura de numerosas iniquidades, pero también durante ella caminarán en el albor de la justicia los que, saliendo al encuentro del 0ijo de la 2erdición, con ardientes maraillas a él se enfrentarán, según muestra /i siero ob al hablar del justo que obra la justicia cuando dice: #+ontra el impío se indigna el inocente, el justo se afianza en su camino, y el de manos puras redobla su energía)1. -sí es, en erdad: .l que sea inocente de actos sanguinarios "homicidio, fornicación y otras abominaciones semejantes" se leantará como ardiente centella contra el que siempre miente en sus obras! $+ómo% 2orque nombra la miel, pero en su boca hay eneno, y llama amigo al que como a enemigo estrangula: suenan dulces sus palabras, mas sólo maldad alberga; habla con ternura al amigo, y en los cepos de la muerte lo aniquila! 2ero el que tiene un cayado para espantar a las bestias despreciables lejos de sí, fuera del recto camino de su corazón, también tendrá un diáfano sendero en el sol esplendoroso: porque será la brillante centella, la clara luz suscitada en el 6e(or como ardiente antorcha; y armado con sus inocentes y poderosas obras, ce(irá su fuerte f uerte coraza, y su afilada espada blandirá, arrojando de sí los icios y atrayéndose las irtudes! 1. Job 17,8-9.
* he aquí que, en el 7riente, iste de nueo a aquel joen, estido con una túnica púrpura, sobre el mismo ángulo en que lo habías contemplado antes "donde se unían las dos murallas, luminosa y pétrea, del edificio": el 0ijo del 0ombre, amanecer de la justicia, que preside sobre la fortaleza de la unión entre la ciencia especulatia y el obrar humano, y edifica en la bondad del 2adre allí donde, como te fue reelado, derramó 6u sangre, según oluntad del 2adre, por la salud del mundo, uele a manifestarse a ti de nueo, mediante 6us misteriosos prodigios, sentado en esa misma altura para confirmación de la erdad! 2ero ahora te era isible desde el ombligo hacia abajo: porque desde la fortaleza de 6us miembros "6us elegidos", donde florece como .sposo de la 3glesia, hasta la plenitud de ellos, puedes contemplar muchos signos admirables y oscuros: del ombligo al lugar que eidencia al arón, brillaba cual alborada, pues desde esa plenitud "cuando ya 6us fieles miembros estén colmados de fuerza" fu erza" hasta el tiempo del 0ijo de la 2erdición, que fingirá ser el arón de la irtud, brillará con el fulgor de la justicia en la rectitud de cuantos deotamente 9e eneren! * allí mismo yacía como una lira con sus cuerdas en posición transersal: estos son los cantos jubilosos de aquellos que, durante la persecución en que el 3mpío infligirá muchos tormentos a los elegidos, serán desligados, por los crueles suplicios sufridos en su carne, de las ataduras corporales, y alcanzarán la paz!
8esde ese lugar hasta un espacio de dos dedos por encima de sus talones, estaba lleno de sombras: porque desde la época de las persecuciones con que el 0ijo del 8emonio atormentará a los fieles hasta la ense(anza de /is dos testigos, .noc y .lías, que despreciarán lo terrenal y consagrarán todo su esfuerzo a los deseos
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celestiales, la fe en la 3glesia zozobrará y los hombres se dirán unos a otros con gran desaliento: #$=ué es esto que se dice de esús%, $es erdad, o no%)!
2ero desde ese espacio de dos dedos por encima de sus talones, sus pies resplandecían enteramente blancos, más aun que la leche: reelado el testimonio de /is dos testigos, que aguardan la recompensa eterna, y encido el 0ijo de la 2erdición, hasta que llegue el fin del mundo, el 0ijo del 0ombre brillará, claro y hermoso, en la fe católica: entonces, por >l se manifestará a plena luz la erdad, y será borrada la mentira del 3mpío en toda la haz de la tierra, como testimonia /i siero 8aid cuando dice:
#* el rey en 8ios se gozará, el que jura por él se gloriará, cuando sea cerrada la boca de los mentirosos)2! -sí es, en erdad! 9a profunda ciencia, reina del talento humano, hermosa lengua forjada en la oluntad y designio de 8ios, cantará henchida de júbilo ante el altar del 6e(or, porque conoce a 8ios! * los bienaenturados, llenos de alabanzas sus sonoros corazones, correrán corr erán sembrando con el caudal de su s u cántico un ardiente camino hacia el manantial del 6e(or ?odo poderoso, cuando se cierren para siempre en el tiempo del quebranto las fauces sibilantes, los cepos del 8emonio, que una ez enenena ron las mentes de los hombres con el mordisco del oprobio! 2. Salmos 63 (62),12.
* aquella imagen de mujer que habías contemplado frente al altar, ante los ojos de 8ios, olió a manifestarse a ti ahora, en el mismo sitio: pues la .sposa del 0ijo de 8ios, que alienta las puras oraciones de los santos y las ofrece deotamente a la mirada del +ielo, según te fue reelado, uele a mostrarse a ti en estos misterios para confirmación de la justicia! 2ero esta ez pudiste erla desde el ombligo hacia abajo: aquí se te manifiesta el progreso de la 3glesia desde la procreación de sus hijos, por la que ahora se encamina hacia la el apogeo de su grandeza, hasta la plenitud de todos ellos, a traés de incontables y místicas maraillas para salaguarda de muchos! 8el ombligo al lugar donde se distingue la mujer tenía numerosas manchas escamosas, porque desde su fortaleza "por la que subsiste con gloria y dignidad en sus hijos" hasta el tiempo en que el 0ijo de la 2erdición trate de consumar las celadas con las que el 8emonio apresó a la primera mujer, habrá de sufrir la zozobra y la ingratitud: muchos icios la atacarán, la fornicación y otras maldades como el asesinato y la rapi(a, sumiéndola en el quebranto y la miseria! $+ómo% +uantos debieran amarla, la perseguirán enconadamente!
* allí, donde se conoce a la mujer, había una monstruosa cabeza negra: pues el 0ijo de la 2erdición llegará enloquecido, emboscado en las celadas de la primera tentación, con monstruosa ignominia y oscura iniquidad; con ojos de fuego y orejas como las de un asno, narices y boca igual que las de un león: con su furiosa barbarie de fuego maligno, con horribles roznidos de recalcitrante conjura, concitará a los hombres para que abjuren de 8ios, enenenará sus sentidos con la más hedionda ponzo(a, @
desgarrará a la 3glesia con su cruenta oracidad; sus enormes fauces abiertas en las que, rechinando, afilaba paorosamente sus horribles colmillos acerados: con co n sus deoradoras fauces hincará aleosamente el acero de sus icios a cuantos sucumban a él, y en enenosas dentelladas con su furia mordaz les infestará!
2ero, desde donde se hallaba esa cabeza hasta sus rodillas, era, la imagen, blanca y roja, como magullada por muchos golpes: porque durante el tiempo del funesto funes to enga(o "desde que el 0ijo de la 2erdición intente primero seducir a los hombres emboscado en dulzura y suaidad, hasta que, muy mu y pronto ya, trate de doblegarlos y aasallarlos con desenmascarada crueldad" la 3glesia, brillantes sus hijos en la blancura de la fe erdadera, sufrirá, sin embargo, la angustia de la sangrienta furia y el hondo quebranto de incontables tormentos! 8esde las rodillas hasta dos franjas blancas horizontales que tenía inmediatamente por encima de sus talones estaba llena de sangre: mientras soporte los embates de su tormento hasta que surjan los dos testigos de la erdad, que afianzarán firmemente la 3glesia reelando la blancura de la justicia y la rectitud, cercano ya el fin de los tiempos, sufrirá atroz persecución y el cruel derramamiento de sangre de cuantos desprecien al 3mpío! $=ué significa esto% +uando el 0ijo de la 2erdición se crezca en la confianza y fuerza de su hostil ense(anza, confortado en la mentira, la 3glesia se cubrirá de noble sangre a lo largo de su eloz camino y así alcanzará su plenitud, construida en morada celestial! * entonces osotras, oh plazas de erusalén, como oro puro brillaréis con la sangre de los santos, porque po rque habrá sido aniquilado el 8emonio, pues persiguió pers iguió a los miembros del Aey celestial: sí, de su gran terror habrá sido reducido a la nada!
2ero osotros, oh hombres, que queréis morar en la +asa del 6e(or, huid del 8emonio y adorad a 8ios que os ha creado! /irad que en seis días concluyó 8ios toda 6u obra y descansó en el día séptimo de toda la labor que hiciera3! $=ué significa esto% 9os seis días son los seis números de los tiempos y, en el se1to, se manifestaron al mundo nueas maraillas, así como 8ios terminó 6u obra en el día se1to! /as ahora estamos en el séptimo número drl siglo, cercano el umbral del último día, igual que en el día séptimo! $+ómo% 9os profetas han dicho ya todas sus palabras, /i 0ijo cuín plió /i oluntad en el mundo, el .angelio se ha predicado abierta mente por toda la haz de la tierra; pero, pese a la gran diersidad del proceder humano, todo lo que he fundado maraillosamente persis te y persistirá a lo largo de los ciclos de este número pleno y allende el fin de los tiempos, bien afianzado por /i mano! 3. Génesis 2,2-3.
/as ahora la fe católica zozobra entre los pueblos, declina el .angelio entre los hombres, los poderosos te1tos que los grandes sabio) reelaron con inmenso feror se agostan en tedio ignominioso, ya el pan de ida de las diinas .scrituras se ha entibiado: por eso hablo, ahora, de las .scrituras poniendo /is palabras en la boca de un ser humano que no sabe e1presarse, que no ha aprendido de maestro terrenal sino que *o, el que 6oy, anuncio por su oz nueos secretos) y muchos misterios hasta hoy ocultos en los te1tos, como hace el artesano que primero amasa la arcilla y luego la moldea según su oluntad! B
7h sabios maestros, que buenos frutos cosecháis, redimid uestras almas y clamad con fuerte oz estas palabras, no seáis incrédlos an!e ellas, "or#e si las escarnecierais, no las des"reciar$ais a ellas sino a %$, #e So& el 'era! /ira que debéis apacentar a /i pueblo bajo /i 9ey, cuidarlo hasta que llegue el tiempo se(alado de su salación, cuando ya no habrá quebranto ni fatiga alguna! 2ero antes de ese día pasarán largos a(os, según lo predestinado antes del mundo: sí, corréis al encuentro del tiempo en que endrá el 0ijo de la 2erdición! /anteneos firmes, pues, y sed fuertes, elegidos /íos; elad, no caigáis en los cepos de la muerte: enarbolad el ictorioso estandarte de estas palabras y arrojaos sobre el 3mpío! Crente a los errantes caminos de cuantos precedan y sigan al 0ijo de la 2erdición, al que llamáis -nticristo, imitad los pasos de -quel que os ense(ó la senda de la erdad cuando ino al mundo en la carne, sin soberbia alguna, lleno de humildad! .scuchad, pues, y entended:
=ue el .spíritu habla a la 3glesia sobre el tiempo del último error! 9a muerte irrumpirá en la 3glesia a la hora en que, cercano el fin del mundo, llegue el maldito de la maldición, que es la maldición de las maldiciones como testimonia /i 0ijo en el .angelio cuando dice, al hablar sobre la ciudad del aciago error:
#* tú, +afarnaúm, $hasta el cielo te as a encumbrar% &0asta el 0ades te hundirás'). -sí es, en erdad! 7h tú, pozo de iniquidad, abismo del fingimiento, $a la cima de las murallas as a ensalzarte con las alas del enga(o, doble lengua de los mentirosos% 6i tus ojos están sepultados en el oprobio de los icios que, en su ciénaga, la luz ardiente ocultan y murmuran: #$=uién más hipócrita que el parricida al que los necios llaman 6e(or%); $acaso tendrás el +ielo con los milagros y prodigios cuando hundas tu dedo en la llama del infierno% $+ómo% ?us obras merecen el fondo del 0ades, en sus oraces entra(as deorado yacerás, hasta que el infierno mismo omite esa ponzo(a por la que el mundo conocerá la amargura de la muerte con la perdición de perdiciones! . %a!eo 11,23.
/as no debe haber cabeza sin ientre y sin los demás miembros: el 0ijo de 8ios es la +abeza de la 3glesia; el ientre y los demás miembros que siguen son la 3glesia y sus hijos! 6in embargo, la 3glesia no ha alcanzado aún su plenitud en sus miembros y en sus hijos; pero, en el último día, cuando se complete el número de los elegidos, también la 3glesia será plena! .ntonces, ese día sobreendrá el cataclismo del fin del mundo y *o, *o, el 6e(or, purificaré los cuatro elementos y lo mortal de la carne humana, y allí, en la consumación de los tiempos, estallará en plenitud el júbilo de los hijos de la 3glesia!
D
+omo ya se ha dicho, 8ios concluyó 6u obra en seis días! 9o) cinco días son cinco números del siglo; en el se1to se reelaron nueas maraillas en la tierra, lo mismo que en el día se1to fue formado el primer hombre! 2ero ya ha transcurrido el se1to número: ha empezado el séptimo, en el que ahora se encuentra el curso del mundo como en el séptimo día de descanso; porque la labor que llearon a cabo los poderosos sabios en la hondura de las .scrituras con lo) sellos cerrados está ya abierta y saldrá a la luz con la dulzura de las palabras, como las palabras de este libro, igual que en la calma del séptimo día! 6eis días de trabajo y el séptimo de descanso: no hay más jornadas! 9o que queda no podrás saberlo, oh hombre: oculto en el 2adre está! 2ero, de este ciclo de los tiempos, aún tenéis por delante en uestro caminar largos a(os, oh hombres, antes de que enga el homicida que querrá enilecer la fe católica! =ué ocurrirá entonces no es la sazón ni el momento de que lo sepáis, como tampoco sabéis qué pasará tras los siete días de una semana; sólo el 2adre, que también esto lo tiene bajo 6u potestad, lo sabe! 6obre los días de la semana o el transcurso de los tiempos del mundo nada más sabrás, oh hombre!
?ranscurridos cinco números del tiempo, reelé al mundo milagros del +ielo, igual que en cinco días fueron formadas, antes que el hombre, las demás criaturas a él sometidas! -sí también, antes de que /i 0ijo tomara carne de una Eirgen, surgieron las muchedumbres de paganos y judíos, estallaron muchos cismas de diersas iniquidades, entre gentiles como entre judíos; ya habían obrado la 9ey y la 2rofecía, y todos los pueblos habían sido probados en el bien y en el mal! 6í: no quise eniar a /i 0ijo sin haber mandado antes todo esto para que .l fuera justificación de toda justicia y escándalo de toda injusticia! =ue /i 0ijo hubiera enido antes habría sido imprudente: como el que quiere recoger su fruto antes de que esté maduro; o si 6u .ncarnación se hubiera postergado hasta el fin del mundo, entonces 6u enida habría sido brusca, cual parancero que apresa con celada un ae sin que ésta sepa cómo ha caído c aído en su red! 2ero /i 0ijo ino en el tiempo en que el día, pasada la noena hora, se acercaba a las ísperas: cuando desmedraba ya la esplendorosa fuerza de los días y empezaba a sentirse el relente del crepúsculo; así, transcurridas cinco edades, ino /i 0ijo a la tierra: cuando el mundo enfilaba su ocaso! .ntonces $qué% -l enir abrió la médula de la 9ey: conirtió el agua de la 9ey en el ino del .angelio, de allí hizo manar el rico caudal de las irtudes; y pues llegó en el tiempo, cumplió todo esto, así que las irtudes de la 3glesia, encendidas por el .spíritu 6anto, con fuertes raíces medraran en los hombres, y que la irginidad que >l mismo trajo e1tendiera las hermosas semillas de sus flores!
2ero muy pronto endrá el insensato homicida, el 0ijo de la 2erdición: como en el umbral de la noche cuando ya el sol se pone en el ocaso y acaba el día, cuando la plenitud de los tiempos se acerque y el mundo llegue al final de su camino. *+ ieles %$os escc+ad es!e !es!imonio, en!endedlo con deoci/n "or es!ro bien, no sea #e os co0a des"reenidos el !error del m"$o, iniendo re"en!inamen!e, & os arro0e a la rina de la inidelidad & la "erdici/n! %irad #e es!áis aisados armaos con las deensas de la e & "re"araos "ara la más dra ba!alla. +uando llegue el tiempo en que haya de aparecer, entre el espanto, este malado asechador, la madre que lo traiga al mundo, ya desde la infancia llena de icios, habrá sido criada hasta su juentud con las artes diabólicas, en los páramos de la abyección, entre los más perersos hombres; sus padres no la conocerán y cuantos ian con ella no sabrán quién es: porque el 8emonio la seducirá para que aya donde F
él, y allí, según su oluntad, la enga(ará, disfrazado de ángel santo! .ntonces ella se alejará del mundo a fin de esconderse con mayor facilidad! 6e mezclará ocultamente con unos cuantos hombres en el malado crimen de la fornicación: se mancillará con ellos, enardecida de tal ehemencia por la ignominia como si un ángel san4to le hubiera ordenado colmar el feror de esa depraación! * así, en el feriente ardor de semejante fornicación concebirá al 0ijo de la 2erdición, sin saber a qué hombre pertenece el semen con que lo engendra! ero cier, la an!i4a ser"ien!e, com"lacido en es!a i4nominia, con ss ar!ima5as e+alará s alien!o sobre es!e embri/n, "or 0s!o 0icio %$o, & con !odas ss eras lo "oseerá en!eramen!e en el ien!re de s madre, as$ #e es!e m"$o nacerá lleno del es"$ri! diab/lico. 9uego ella abandonará sus hábitos de lujuria y dirá abiertamente a los hombres ignorantes y necios que no conoció arón ni al padre de su hijo: llamará santa a la fornicación que cometió, & el "eblo la !endrá "or san!a, & san!a la llamará. -sí el 0ijo de la 2erdición será alimentado en las artes diabólicas hasta la edad adulta, siem"re ocl!ándose de can!os le conocan.
.ntretanto, la madre del 3mpío lo mostrará, mediante el arte de la magia, a los que adoran a 8ios como a los que no, así hará que sea isto y amado por ellos! +uando llegue a la edad de la sazón, ense(ará abiertamente una doctrina falsa, combatiéndonos a /í y a /is elegidos, y cobrará tal fuerza que, con su gran poder, tratará de subir allende el nublado! 2ero, por justo juicio /ío, permitiré *o que ejerza su oluntad sobre las distintas criaturas; pues igual que qu e el 8emonio dijo al principio de los tiempos: #/e asemejaré al -ltísimo) -ltísimo), y cayó, dejaré que uela a caer al final de los tiempos cuando diga, a traés de su hijo: #soy el salador del mundo)! * así como los fieles de todos los siglos supieron que 9ucifer era un mentiroso cuando, al principio de los días, quiso asemejarse a 8ios, que todo hombre ho mbre fiel ea entonces que este 0ijo de la 3niquidad es un mentiroso cuando, al final de los días, quiera semejarse al 0ijo de 8ios. . sa$as 1,1.
.n erdad que el 3mpío es una bestia abyecta: matará a los hombres que le nieguen, se unirá a reyes, duques, príncipes y ricos, hollará la humildad, la soberbia ensalzará & aasallará !oda la !ierra con ss ar!es diab/licas. S "oder lle4ará a dominar +as!a la o de los ien!os le eréis a4i!ar los aires, sacar e4o de los cielos, desencadenar ra&os, !renos, !em"es!ades de 4ranio, aba!ir mon!a5as, secar las a4as, #i!ar s erdor & saia a los bos#es & de neo res!i!$rselo. * obrará quimeras semejantes con las distintas criaturas: en su temple, lozanía y ejez! 6in cesar montará celadas a los hombres! /mo: e eréis des"er!ar la enermedad en el sano, la sald en el enermo, arro0ar demonios &, a eces, lean!ar a los mer!os! $+ómo% +uando alguna ida se desanezca y su alma esté en poder del 8emonio, a eces de0aré #e mes!re el m"$o ss ilsiones sobre ese cadáer +ará #e se mea como si es!iera io; pero no permitiré que dure mucho esta ficción, sino poco, no escarnezca la gloria de 8ios con esta presunción! -lgunos de los que ean tales prodigios creerán en él; otros, en cambio, desearán a un mismo tiempo guardar su antigua fe y tenerlo propicio! - éstos, no queriendo herirlos duramente, les proocará ciertas enfermedades: buscarán el remedio entre los médicos, mas no podrán curarles y, entonces, recurrirán a él, por aeriguar si es capaz de sanarlos! s anarlos! -l erlos, les quitará el mal que él mismo les había suscitado, por lo que le amarán con deoción y creerán en él! * así, muchos serán enga(ados cuando cierren sus ojos G
interiores, con los que deberían mirarme; porque querrán, degustando esa quimera en el alma como un sabor nueo, conocer qué es esto que sus ojos e1teriores en y sus manos palpan, despreciando lo inisible que en /í permanece y que sólo con la fe erdadera ha de ser comprendido: pues los ojos mortales no pueden contemplarme, sino que reelo entre penumbras /is maraillas a quien deseo; pero nadie /e erá mientras habite en su cuerpo perecedero, si no es bajo la sombra de /is misterios, como anuncié a /i siero /oisés, según está escrito:
#Ho puede erme el hombre y seguir iiendo)6. -sí es, en erdad: que no ponga el mortal su mirada perecedera en /i claridad diina para que pueda p ueda conserar su ida transitoria, intacta la ceniza de su s u carne, mientras habite la mudanza del de l tiempo que pasa: su peregrinaje de esta ida a la otra; porque porqu e *o *o he afianzado cuanto ie y io eternamente, sin mudanza alguna! -sí como un insecto no podría seguir iiendo si se arrojara a la llama del fuego, tampoco el hombre mortal subsistiría si contemplara el resplandor de /i diinidad; pero /e muestro entre sombras a los hombres perecederos mientras pese sobre ellos la carga de su mortalidad, como el pintor hace er lo inisible a los demás por las imágenes de su pintura! %ira #e, si %e amas, o+ +ombre, !e abraaré & !e conor!aré con el calor del Es"$ri! San!o. ando %e mires con bena oln!ad & %e conocas en ! e, es!aré con!i4o! 2ero los que /e desprecian, se uelen al 8emonio porque no quieren conocerme! 2or eso, también *o les rechazaré! 6. <odo 33,2=.
- estos el 8emonio los burla y enga(a como quiere, así que creen erdadero cuanto les ense(a; inculca esas artes de su magia a los que en él confían y luego ellos, con semejantes ardides, muestran a los hombres, según su oluntad, distintos prodigios, todos falsos, que realizan en las criaturas! 2ero no pueden transformar en otra cosa ni los elementos ni las demás criaturas formadas por 8ios, es sólo mediante sus artima(as como fingen hacer monstruos, nebulosas quimeras, ante quienes les creen! > as$ como ?dán "erdi/ la 4loria del "ara$so al bscar más de lo #e deb$a, as$ es!os "ierden la isi/n & el o$do del +ombre in!erior, "or#e "or#e abandonan a @ios y adoran al 8emonio!
* así también ejercerá el 0ijo de la 2erdición las artes de su enga(o en los elementos, haciéndolos aparecer hermosos, dulces y suaes, según la oluntad de los hombres a los que seduzca! 6in embargo, le será permitido este poder para que los fieles disciernan, mediante su recta fe, que el 8emonio no posee dominio alguno sobre los buenos, sino sólo el imperio de la muerte eterna sobre los malos! ?odo cuanto realice este 0ijo de la 3niquidad, lo hará con prepotencia, soberbia y crueldad; no tendrá misericordia, humildad ni discreción; pero con su tiranía y el gran pasmo que despertarán sus fabulosas quimeras logrará que los hombres sucumban a él y le sigan! - muchas naciones cautiará, diciéndoles que cumplan libremente sus deseos, que no se mortifiquen con igilias ni ayunos, proponiéndoles que adoren sólo a su 8ios, que fingirá ser él mismo, para que, liberados del infierno, alcancen la ida! * los enga(ados e1clamarán: #-h, cuán
IJ
desdichados los que otrora iieron, que atribularon sus idas con amargos suplicios; que no conocieron, ay de ellos, la piedad de nuestro 8ios)! 9es mostrará, entonces, tesoros y riquezas, y les dejará obsequiarse como les plazca, afianzando su doctrina con falsas se(ales, +as!a #e !odos se conenan de #e no les +ace nin4na al!a mor!iicar ni cas!i4ar ss cer"os. Sin embar4o, les mandará obserar la circncisi/n & el 0da$smo, se4An las cos!mbres 0d$as, & ablandará, !al como deseen, los "rece"!os más dros d ros de la e&, #e el Ean4elio conir!i/ en Gracia median!e la "eni!encia 0s!a. > dirá B?l #e se conier!a a m$, le borraré ss "ecados & iirá conmi4o en la e!ernidadC. Dec+aará el ba!ismo & el Ean4elio de %i i0o, escarnecerá !odos los "rece"!os coniados a la 4lesia! * aun dirá, con diabólica irrisión, a cuantos le siran: #/irad qué insensato fue, y de qué laya, el que, con 6us mentiras, ordenó al pueblo sencillo obserar todo esto)!
#*o, en cambio, moriré por osotros, para gloria uestra, y resucitaré de entre los muertos: así libraré a mi pueblo del 0ades, a fin de que luego iáis gloriosamente conmigo con migo en mi reino, no como el mentiroso que me precedió y que sólo fingía)! .ntonces pedirá a sus predilectos que le den muerte con una espada y que le enuelan en un sudario blanco hasta el día de su resurrección; a tal punto los enga(ará, que creerán haberle matado y cumplido, así, sus preceptos! @es"és, in4irá resci!ar & !raerá las escri!ras de la acia4a maldici/n como remedio "ara salaci/n de las almas; en!re4ándoselas a los +ombres a modo de se5al, les mandará #e le adoren. > si al4An iel, "or amor de %i nombre, se ne4ara a +acerlo, el m"$o le ani#ilará en!re los creles dolores de los !ormen!os! -sí que el más grande estupor, de admiración y de incertidumbre, sobrecogerá a cuantos ean y escuchen todo esto, como muestra /i bienamado uan cuando dice:
#5na de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se le curó; entonces la tierra entera siguió maraillada a la Kestia)7! -sí es, en erdad: *o,, amante de los misterios del 6e(or, he isto al mentiroso, al maldito, rondando la entera santimonia de *o los santos, con innúmeras y horribles iniquidades, asediándola con mara(as de icios! 0e isto que con sus celadas fingirá derramar su sangre, herido de muerte, y morir; pero no será su cuerpo el que caiga lacerado y sea tenido por muerto, sino una sombra que lo suplantará8! -sí, dado por muerto con el enga(o de su falsa llaga, reaparecerá luego, simulando reiir del sue(o de la muerte; entonces, todos los hombres de la tierra sentirán un admirable, terrible estupor ante el espanto de este maldito, igual que el pueblo se marailló del tama(o y la fuerza de Loliat al erlo frente a sí, armado para la guerra! * como es, gran inquietud y paor sobrecogerán a las columnas de /is elegidos por los tormentos y por los aciagos, fabulosos y horribles signos que traerá consigo este 0ijo de la 2erdición, y lanzarán gemidos de dolorosa angustia! 7. ?"ocali"sis ?"ocali"sis 13,3.
8. ?"ocali"sis 1.
2ero he aquí que *o eniaré a /is dos testigos, .noc y .lías, a los que guardo, hasta ese tiempo, en el secreto de /i oluntad, para que combatan al 3mpío y deuelan a los errantes al camino de la erdad! .nse(arán a los fieles las irtudes más fuertes y firmes: por cuanto las palabras de su testimonio sonarán unánimemente en sus bocas, traerán la fe a cuantos les escuchen! %ira #e +e reserado a es!os dos II
!es!i4os de la erdad "ara #e, al enir, s "alabra era recibida & se consolidara en los coraones de %is ele4idos &, en adelan!e, medrara el 4ermen de %i 4lesia con sblime +mildad. > dirán a los +i0os de @ios, c&os nombres es!án escri!os en el ibro de la 'ida
#7h hombres justos y elegidos para la gloriosa alabanza de la bienaenturada gracia de la ida, escuchad y entended lo que de buena fe os decimos: es!e maldi!o es el eniado del @emonio, s desi4nio es condcir al error las almas #e se some!an a ss "rece"!os. Foso!ros imos a"ar!ados del mndo, 4ardados en los secre!os del Se5or, #e "ermanecen ocl!os a los +ombres, as$ #e no +emos conocido an4s!ia ni solici!d +manas. or#e +emos sido 4ardados & eniados a oso!ros "ara comba!ir el en4a5o de es!e m"$o. 'ed, "es, si somos seme0an!es a oso!ros en es!a!ra o edadC.
.ntonces, cuantos quieran conocer y confesar al 8ios erdadero, abandonando el inicuo error, seguirán a estos dos ancianos, testigos eraces que enarbolarán el estandarte de la justicia del 6e(or; porque éstos resplandecerán con grandes alabanzas ante 8ios y los hombres, recorrerán las aldeas, las plazas, las ciudades y otros parajes, dondequiera que el 0ijo de la 2erdición haya e1halado su aciaga doctrina, allí realizarán muchas se(ales por el .spíritu 6anto, y gran marailla embargará a cuantos las ean! .ntregarán a los hombres estos signos e1traordinarios, fundados en la firme roca, para que rechacen las falsas y hostiles se(ales del 3mpío! 2ues como el rayo incendia y abrasa, así hará el 0ijo de la 2erdición con su perersa iniquidad y con su ileza, arrasando naciones con sus artes mágicas igual que con fuego de rayo! 2ero .noc y .lías abatirán a toda su cohorte, aterrándolos con su justa doctrina como con restallar de trueno y afianzando, de este modo, a los fieles!
6in embargo, con la aquiescencia de /i oluntad, el 3mpío dará muerte, al cabo, a /is dos testigos, que en los +ielos recibirán la merced por su trabajo! .ntonces, las flores de su doctrina se deshojarán porque habrán cesado ya de resonar sus oces en el mundo, y mostrarán sus buenos frutos en los elegidos, que despreciarán las palabras y la furia del arte diabólico, bien afianzados en la esperanza de la suprema herencia, como ense(a 6alomón, hablando del hombre justo y probo, cuando dice: #9a casa del justo abunda en riquezas, en las rentas del malo no falta inquietud)9! -sí es, en erdad! 5n tabernáculo acerado donde no hay quebranto ni desdicha: he aquí el singular espejo del ojo de 8ios en el justo, en que este ojo e la fortaleza de 6us milagros, como co mo en el blandir de una espada la prontitud al ataque! 2ero en las obras que, cual frutos, gesta el corazón orgulloso, ese que forja ruinas con sus propios deleites, no falta la tristeza: pues este arrogante corazón no confía en la esperanza que en la plenitud celeste florece! 9. roerbios 1,6 (en 'l4a!a 'l4a!a se leeC la morada del 0s!o abnda en or!alea, en el r!o del i m"$o no al!a la alicci/nC).
pero iste cómo, de pronto, esa cabeza monstruosa mons truosa se liberaba de su lugar en medio de un fragor tan inmenso, que todos los miembros de la imagen de la mujer se agitaron iolentamente: cuando el hijo de la perdición, cabeza de la iniquidad, haya crecido desde des de la semilla criminal de su innata maldad hasta el I
má1imo error, acometiendo la cima de su soberbia desmesurada, queriendo enaltecerse por encima de todo, cuando ya sus enga(os estén por cumplirse, entonces el más paoroso terror estremecerá a toda la iglesia con todos sus hijos, grandes y peque(os, que aguardarán la furia de su presunción! y una enorme masa de cieno se unió a la cabeza, que subió por ella como por un monte, tratando de alcanzar las alturas del cielo, pues las más pérfidas celadas diabólicas, aprontando apr ontando su enorme cúmulo de inmundicia, ayudarán al a l hijo de la iniquidad: le darán las alas de la soberbia, y a tama(a cima de arrogancia lo encumbrarán, que creerá poder penetrar los secretos de los cielos! $cómo% cuando este impío haya cumplido enteramente la oluntad del demonio, cuando, por justo juicio de dios, ya no le sea permitido por más tiempo tan inmenso poder de iniquidad y crueldad, congregará a toda su cohorte y dirá a sus fieles que quiere subir a los cielos! pero, así como el demonio no supo que el hijo de dios nacería para redimir las almas, tampoco entonces este adersario sabrá, al enolerse en el mortífero mal de todos los males, que el poderosísimo golpe de la mano de 8ios caerá sobre él!
/as he aquí que el fucilazo de un rayo, restallando inesperado, fulminó con tal fuerza a la cabeza, que rodó monte abajo y rindió su espíritu a la muerte: cuando el poder de 8ios se manifieste, abatirá al 0ijo de la 2erdición con tal fuerza de 6u cólera, que caerá de la soberbia por la que se ensalzó contra el 6e(or en el gran precipicio de su presunción, y allí, e1ánime, omitará el último aliento de ida en la muerte de la condena eterna! 2ues, así como las tentaciones de /i 0ijo terminaron cuando .l mismo, al oír las seducciones del 8emonio, le dijo: #Eete, 6atanás)1= y este huyó aterrado, esta ira /ía acabará con las tentaciones del 3mpío a la 3glesia! 1=. %a!eo ,1=.
Aepentinamente, una niebla hedionda cubrió el monte todo y enolió a la cabeza en una inmundicia tal, que los pueblos que allí estaban se sobrecogieron, llenos de indecible pánico: porque un hedor ponzo(oso y mefítico infestará todo el lugar de la elación, allí donde el más pérfido criminal, alcanzado el ápice de su furor, se derrumbe en tal aluión de inmundicia que, por justo juicio de 8ios, en adelante no se recordará ni su principio ni su final; pues cuando las naciones ean su cadáer postrado en tierra, sin oz y lleno de podredumbre, sabrán que han sido enga(adas! .sa niebla subsistió durante un tiempo alrededor alred edor del monte: el hedor que enolerá la elación diabólica desenmascarará su inmundicia para que los hombres seducidos por el 3mpío se aparten de su error, al descubrir su pestilencia pes tilencia y su hez, y uelan a la erdad! 2or eso, es o, iéndola los pueblos que cerca se hallaban, se sobrecogieron, presa de gran terror: porque, al contemplarlo, el más horrible espanto les prenderá, así que derramarán lúgubres clamores, sollozantes lamentos, y dirán que amargamente se enga(aron! no!a edi!or E?HF: orgullo, soberbia, altanería, arrogancia, engreimiento!
I
*, de pronto, los pies de la imagen de la mujer se olieron blancos, relumbrando esplendorosos, más que el fulgor del sol: he aquí cómo la fortaleza del fundamento y el apoyo de la .sposa de /i 0ijo mostrarán la inmensa blancura de la fe y reelarán esa belleza, que supera toda belleza de claridad terrena, cuando, caído el 0ijo de la 2erdición, según se ha dicho, muchos de los errantes uelan a la erdad!
2ero que, tras la caída del 3mpío, no indague el hombre mortal cuándo llegará el último día, el eclipse del mundo, pues nadie podrá saberlo: el 2adre lo guarda en 6u recóndito secreto! 9uego estad preparados, oh hombres, para el día del juicio! 2orque, según se ha dicho, /i 0ijo, el poderosísimo guerrero, encerá en los últimos tiempos al 0ijo de la 2erdición con su padre, el 8emonio, y con todas sus artima(as, igual que fueron postrados los enemigos del fuerte 6ansón en esta prefiguración que narran las .scrituras:
#-pretó con todas sus fuerzas y la casa se derrumbó sobre los tiranos y sobre toda la gente allí reunida! 9os muertos que mató al morir fueron más que los que había matado en ida)11! -sí es, en erdad: -l 0ijo de 8ios, el fuerte 6ansón, estuo unida, al principio, la 6inagoga: >l le dio los secretos ocultos en el -ntiguo ?estamento ?estamento mediante 6u maraillosa doctrina, doctr ina, le abrió con bondad bo ndad la dulzura interior de la 9ey que era más fuerte que el león12! 2ero ella 9e enga(ó13, haciendo que fueran burlados 6us secretos; no quiso mirar 6u ense(anza, sino que la despreció con altio gesto de soberbia! .ntonces >l, afligido, predijo que el Aeino de 8ios le sería arrebatado1 para dárselo a otro pueblo; así, entre muchos prodigios y acompa(ado de inmenso gentío, subió a erusalén, borrada la infidelidad de cuantos e1tendieron sus mantos por el camino1, donde retribuyó con milagros lo que prometió a aquellos a quienes fue denunciado por 6u esposa! * en medio de este feror, abandonó a 6u esposa16 al anunciar que su casa quedaría desierta17! 2ero el padre de 6u esposa "la seducción diabólica" la unió a otro hombre: la infidelidad! .ntonces el 0ijo de 8ios enió astutos zorros18, los apóstoles, para que, con el fuego del .spíritu 6anto, quemaran las mieses de sus enemigos: olieron los preceptos de la 9ey hacia el entendimiento espiritual; así ardió la 6inagoga con su padre: la perersa impiedad de la 6inagoga fue fu e arrasada! 9uego postró a los incrédulos con e1traordinarias se(ales y admirables maraillas, así que un inmenso asombro estremeció a todos cuando dijeron temer que inieran los romanos19 y destruyeran su lugar santo y su nación! +ongregaron, pues, sus cohortes a fin de prenderle, pero >l se escondió en el monte para orar y suplicó si era posible que pasara de >l ese cáliz2=! 11. 1. 17. 17.
Jeces 16,3=. 'éase %a!eo 21,3. 'éase ase %a!e a!eo 23,3 23,38. 8.
12. 1. 18. 18.
?lsi/n a Jeces 1,1. 13. ?lsi/n a Jeces 1,18. %a!eo 21,8. 16. ?lsi/n a Jeces 1,2=. 'éase éase Jec eces 1,1 1,1- -.. 19. 19. Jan an 11,8. ,8. 2=.% 2=.%a! a!eeo 26,3 26,366-39 39..
/as udas 3scariote 9e traicionó21, entregándolo en manos de 6us enemigos! >l ocultó la potencia de 6u fuerza, que tenía en 6us cabellos "en 6u 2adre" y que es desconocida para todos los hombres, salo en tanto sea percibida por la fe "como se adierten los cabellos en la cabeza"! 8espués, cuando aceptó sufrir, I<
mostró la potencia de 6u fuerza: cogió la quijada de un asno22, al decir a las hijas de erusalén que no lloraran por >l sino más bien por ellas mismas23, y así les dio muerte "les predijo el terror de las desdichas enideras! +uando luego, agonizante en la cruz, sintió sed, brotó2 de los gentiles el manantial de la fe, del que bebió sin aergonzarse, y entonces dijo que ya todo estaba cumplido2! 0abiendo, pues, e1pirado, bajó a la Lehenna "donde la meretriz" 26 mientras sus enemigos 9e acechaban, poniendo la guardia en 6u sepulcro27; pero >l resucitó de la muerte y, cogiendo la puerta con sus dos jambas28 "6us elegidos especiales y el pueblo común al que había librado del infierno", subió al Aeino de los +ielos! 21. 21. 2. 2. 27.
%arc arcos 1,1 1,1=. =. Jan Jan ,6-7 ,6-7.. 'éas 'éasee Jec Jeces es 1,18 1,18.. %a!eo 27,66 ,66; Jeces ces 16,2.
22. Jece ecess 1,1 1,1. . 2. 2. Jan Jan 19,3= 19,3=.. 28. Jeces 16,3.
23. c cas 23,2 23,28. 8. 26. 26. Jec Jeces es 16,1 16,1 (Ga (Gaa) a)..
.ntonces 6u bellísima .sposa, la 3glesia, que se había unido a >l, 9e preguntó con inmenso amor en qué consistía 6u fuerza29! * >l le reeló 6u fuerza, pero no de una ez, sino poco a poco, con mesura! $+ómo% +uando, al principio, los fieles recibieron la fe católica, algunos creyeron que debían caminar en la Huea 9ey como hacían en la -ntigua, hasta la rectitud perfecta: era como una ligadura hecha de cuerdas de arco frescas, sin secar aún del todo3=! 2or lo que la 3glesia, aún sin labranza, decía a las grandes muchedumbres: #0e aquí la fuerza de mi .sposo)! * cuantos la escuchaban tan sólo querían, lleados de un súbito arrebato, adorar a 8ios según la palabra oída31 pero sin iir conforme al sentido del .spíritu 6anto! 6anto! 6in embargo, así no se descubrió 6u fuerza! 8espués fue noblemente erigida la irginidad, como cordeles nueos sin usar 32, ya que la irginidad nunca antes había sido tenida por gloriosa: con esta ligadura amarraron fuertemente al 0ijo de 8ios, más >l no se mostró todo! -unque la 3glesia, leantándose a las alturas, decía: #7h amigos míos, he aquí la inmensa fuerza de mi .sposo)! 2ero ni siquiera de este modo se reeló 6u fuerza! *, de pronto, se alzó el fragor de los pueblos, que se lanzaron sobre .l e1clamando: #9e hemos prendido en 6u inmensa fuerza)! 9uego la 3glesia fue afianzada por los siete dones del .spíritu 6anto, como siete trenzas33, sujetos por un firme clao al fundamento de la predicación apostólica! .ntonces, así tejida la red de la fe, clamó la 3glesia: #7h, cuán fuerte es mi .sposo en 6us siete trenzas)! * todos los pueblos que la oyeron se arrojaron con ardor sobre >l, creyendo que esta era 6u má1ima fuerza! 2ero ni siquiera así se descubrió 6u fuerza! 29. 32.
Jeces 16,1. 'éase Jeces 16,11.
3=. 33.
'éase Jeces 16,8. Jeces 16,13.
31.
'éase Domanos 2,13.
8espués la 3glesia derramó muchas lágrimas porque no conocía la fuerza de la 6anta ?rinidad: dijo haber isto la 0umanidad del 0ijo de 8ios, más sin comprender bien 6u 8iinidad! * .l, conmoido, manifestó por boca de 6u bienamado uan3 el secreto de la 6anta ?rinidad, hasta donde le era posible al hombre saberlo, en la gloria del 2adre y el ardor del .spíritu 6anto! *, recostando 6u cabeza sobre el regazo de 6u esposa es posa3, all$ descansará +as!a #e sobreen4a la 4ran discordia con el i0o de la erdici/n. +uando llegue ese tiempo se retirará de .l 6u fuerza, al serle cortados 6us cabellos; sí, cuando llegue ese tiempo los hombres desearán seguir al 0ijo de la 2erdición más que a .l, diciendo: #=ué sucede, oh 6e(or, que emos tantos y tan e1traordinarios prodigios)! -sí será mitigada 6u fuerza, mientras la ceguera de la impiedad oscurezca la fe erdadera! 2ero 6u fuerza resurgirá cuando aparezcan .noc y .lías! .ntonces, golpeando poderosamente la soberbia y la presunción, postrará al 0ijo de la 2erdición con todas sus artes diabólicas diabó licas y sus icios, y el día en que la 3glesia con su nombre cristiano pase de este mundo temporal a la eternidad, aplastará los crímenes del 8emonio más I@
duramente que antes, cuando el culto diino aún florecía dentro del tiempo, en el mundo! $=ué significa esto% +uando sobreenga el fin del mundo cesarán las persecuciones diabólicas y se habrán cumplido las obras que las irtudes realizan en los hombres, dentro del tiempo! ero #e #ien !em"le s o$do en el sen!ido m$s!ico, ss"ire en "os de es!as "alabras, encendido de amor "or %i es"e0o, & en la sabidr$a de s alma las escriba. 3.
1 Jan ,6-7.
3. Jeces 16,19.
!omado del libro S'?S *F*E *S ?%F*S @E S?FI? @EG?D@? @E FGEF. IEDED? ?DIE KF@<%? 'SHF
F*DIE. en todas las obras de 0ildegarda el norte es el lugar donde se asienta lucifer con el resto de los ángeles caídos: Mlucifer io que había, del lado de aquilón Nel norteO, un sitio acío que no sería para nada, y quiso instalar allí su sede para realizar mayor número de obras y más grandes que las de dios, sin conocer la oluntad que tenía éste de crear todas las demás criaturasP! Ncausae et curae, libro i! la creación! la caída de luciferO todo lo que procede del norte o tiende a él, los ientos, las nubes, las tentaciones, algunos deseos de los hombres, está impregnado del espíritu de su ocupante! el liber diinorm o"erm, L isi/n, 1L "ar!e, ca" ii, e1plica por qué 8ios permite este lugar: Myo que mostré mis obras en tres regiones, al oriente, en el sur y a occidente, he dejado acía la cuarta región en el norte, donde no resplandece ni el sol ni la luna! porque es justo que en aquella comarca, fuera del firmamento, se encuentre el infierno, que no tiene ni techo ni fondo, allí solo hay tinieblas! pero estas tinieblas se encuentran también al sericio de mi alabanza, porque, $cómo podríamos reconocer la luz sin la e1istencia de las tinieblas% $y como se reconocerían las tinieblas, si no fuera IB
por el radiante fulgor de mis seridores% si s i no fuera así, mi poder carecería de plenitud, p lenitud, y de ese modo mis maraillas no serían celebradas! en cambio mi poder es lleno y perfecto, no hay ninguna carencia en mis maraillasP!
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