PARA CONTARLES A LOS NIÑOS LA SEMANA SANTA Sobre el Domingo de Ramos : Este episodio del evangelio, trae elementos concretos que pueden ser de gran interés para los niños y que captan con facilidad: el burrito prestado, las palmas agitadas por la gente que sale de sus casas a recibir a Jesús como a un rey , los gritos alegres y entusiastas, los mantos lanzados al suelo, la sencillez de Jesús q ue, si siend o hij hijo d el Dueño Dueño d el mund o ,no tiene ni siquiera un asno o camello para hacer su entrada en la ciudad g ra nd e d e Jerus Jerusaa lén. én . El Domingo de Ramos que ahora celebramos nos anuncia que Jesús viene como nuestro Salvador y nosotros lo recibimos con a c la ma c iones on es y a p la usos usos en e l fond o d e nues n uestr tros os c o ra zone s. Sobre la Ultima Cena .- Para los niños puede ser muy significativo q ue Jes Jesús ús,, c om o to d o b uen a migo , a ntes d e e nfrenta nfrenta r la mue rte, quiso despedirse de sus amigos cenando con ellos. Así lo sentirán como una persona cercana, real, afectuosa, que tuvo gestos m uy hum a no s m ie ntra ntra s vivi vivióó e n la la tie tie rra . Que tam p oc o Jesús esús tenía tenía c a sa d ond e c eleb eleb ra r esta esta c ena y tuvo tuvo que pedirle a un amigo una sala prestada. Que cenaron verduras, cordero, pan sin levadura y vino. Que esa noche nos deja como recuerdo de despedida lo que ahora llamamos Euc a ristía tía d ond e El se vuelve ha c er pr p resent esentee y nos no s d a el ma nd a to d e a m a rnos no s unos uno s a otr ot ro s. Desta Desta c a r el ge sto d e humi hum ild a d d e Jesús esús a l a rro d illa rse d elante elan te d e sus a m igo ig o s y la va rles los p ies. ies. Co m enta ent a r q ue la s d esp esp ed id a s son g ene ra lme nte tri tristes p orque se sup one q ue los a migo s se sep a ra n y no se verán má s p or muc ho tiem tiem p o. Rel Relaa c iona r c on c om id a s fam ilia res d e d esp esp ed id a a a lg ún
amigo o pariente porque se va a otro país, o se cambia de tra tra b a jo, o se se va d e via via je. So b re e l Viernes Vie rnes Sa Sa nto. nto .- El El d ía d e su muerte m uerte c la va d o en una c ruz. uz. Destacar los momentos más importantes, no los más crueles: el camino de la cruz, Jesús cargando con la cruz sobre sus esp esp a ld a s, y sus sus c a íd a s b a jo su p eso eso , el m om ento ent o q ue c ons on suela a su m a d re y a la s m ujeres ujeres q ue lloran en la c a lle, si siend o d esnud esnud a d o delante de todos, luego clavado en el madero, perdonando a sus victimarios y luego entregando su espíritu en manos de su Padre de los cielos. La experiencia triste de la Virgen que ve cómo tratan a su Hijo, tan tristes como las de las madres de hoy que ven a sus hijos morir en la guerra, o en los atentados, o víc víc tima tima s d e a lg una enferme enferme d a d inc ura ura b le. Sobre la Resurrección .- Jesús murió en la cruz pero como lo ha b ía a nunc ia d o ve nc ió a la mue rte y res resuc uc itó a l terc terc er d ía . Elementos que son de interés para los niños: Jesús dejó las sábanas en que habían envuelto su cadáver ordenadamente doblado al resucitar, un grupo de mujeres quisieron visitarlo muy de mañana, su llanto al creer que habían robado su cuerpo, la sorpresa de la noticia de su resurrección, la aparición de Jesús a la Magdalena, la petición de Jesús a que vaya a la ciudad y cuente lo que ha visto, la alegría de las mujeres y de los discípulos. Con su muerte y resurrección, Jesús nos consigue la posibilidad de resucitar y llegar al cielo y gozar de la presencia y amor de Dios por toda la eternidad. Esta es la fiesta más importante de la Iglesia, el tiempo de Pascua es tiempo de alegría, gozo y e sp e ra nza nza p a ra lo s c ristiano tia no s. Aparte de rezar, conversar y comentar estos hechos, otras actividades adecuadas para los niños podrían ser: participar de la Misa de Ramos, conservar el ramo en algún lugar destacado d e la c a sa , vis visita a una ig lesi esia p a ra c ontem on tem p la r la s esta esta c io nes d el vía crucis, hacer algún acto de privación el Viernes Santo como familia (comidas sin bebida, sin postre, sin golosinas) comida especial en la noche de Pascua o en el domingo de resurrección, oración de la noche centrada en el misterio que se c eleb eleb ra , etc .
DOMINGO DE RAMOS Cuando un rey, o el presidente de un país visita otro país, las autoridades y miles de personas salen a las calles y lo saludan con pancartas, papel picado, banderitas y hasta flores. Y a veces se sub sub e a un a utomo uto mo vil vil descapotable muy elegante para que todos puedan verlo desde lejos ¿verdad q ue sí? Bueno, algo parecido le sucedió a Jesús. El domingo antes de morir se dirigió con sus amigos a la ciudad de Jerusalén. Le pidió a uno de sus discípulos que consiguiera prestado un burrito para entrar a la ciudad. Montó sobre él y seguido de sus amigos entró a la ciudad. Una gran multitud de gente salió de sus casas al encuentro de Jesús. Habían oído muchas cosas hermosas de Él, de su amor por los niños, por los pobres, de la sabiduría de sus palabras, de que sanaba a los enfermos. Entonc es, es, c ua nd o lo vier vieron on m onta d o e n un a sno se se a c erc erc a ron lo más que pudieron agitando entusiasmados ramos de palma y olivo. Y gritaban llenos de alegría: ¡“Viva, viva. Aquí llega el Rey, e l Me sía s. Be nd ito se a e l q ue vie vie ne e n el e l no m b re d e l Se ñor ño r” ! Je sús re c ib ía e sto s sa lud o s c o n una u na so nri nrisa hum ild e y m uc ha p a z. El burrito se portó muy bien, no protestó, al contrario caminaba c o nte nto d e lle lle va r so b re su su lo lo m o a l Hijo d e Dios. Dios.
UN SEÑOR QUE LAVA LOS PIES A SUS AMIGOS El jueves siguiente, a la entrada en Jerusalén, era día de Fiesta en el país. Jesús Jesús q uiso uiso te ne r una un a cena con sus discípulos, pero como no tenía casa en esa ciudad, de nuevo tuvo que pedir prestada una sala grande y alfombrada para poder reunirse con ellos. Antes de cenar, Jesús tomó una jarra con agua y una to a lla. la . El El era e l Se ño r, pero igual se arrodilló y les fue la va nd o los p ies a sus d o c e a m ig os, os, p ies q ue esta esta b a n m uy suc suc ios d e ta nto c a minar mina r p o r la s c a lles p olvori olvorienta ent a s. ¿Po r q ué c re e s tú q ue Je sús le s la vó lo s p ie s a sus a m ig o s c o m o si hub iera si sid o un c ria d o d e e se ti t iem p o ? Porque Porque nos no s q uería uería enseña enseña r a todos que debemos servir a cualquier persona en cosas que a vec es no nos g usta usta n. Tú, ¿l ¿le la va ría s la rop a a un va g a b und o d e la calle, lo peinarías? Ciertamente que Jesús, si hoy viviera en nuestros días, bañaría, abrigaría, peinaría a las personas que d uermen uerme n e n las c a lles. es.
UNA CENA DE DESPEDIDA MUY ESPECIAL Cuando llegó la hora de cenar, Jesús y sus amigos se sentaron a la mesa. En un momento de la c ena , Jes Jesús ús tom ó un pan, dio gracias a Dios y lo partió para compartirlo con todos. Lo mismo hizo con una copa de vino; dio las gracias a su Pa Pa d re p o r e lla y compartió con sus discípulos. Todos comieron y bebieron del mismo pan y del mismo vino. Al repartir el pan Jesús dijo:”Este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros” Y cuando compartió la copa de vino d ijo :” Esta es m i sa ng re , q ue se rá d e rra m a d a p a ra sa lva ro s” . ¿Te d a s c uenta uent a q ue a Jesús esús,, p a ra p od er que d a rse p a ra siem p re c on no sotros otros,, se le oc urr urrió la id ea d e p erma erma nec er en e l p a n y en el vino que representan su cuerpo y su sangre? Es lo que hacen los sa c erdo tes, tes, en rec rec uerdo suyo, c ua nd o c eleb ra n la la Sa nta Misa Misa . ¿Te ha s fij fija d o q ue e n un m om ento d e la Mis Misa leva nta n un pa necito necito blanc blanc o y red red ondo y tamb ién una una c op a pa ra que todo s lo adoremos? Después de ese gesto del sacerdote, es Jesús mismo el que está sobre el altar representado en el pan y en el vino.
UN PA PAS SEO TRISTE POR PO R EL HUE HUERTO Después de cenar, Jesús invitó a Pedro, Santiago y Juan a dar un paseo por el Huerto de los Olivos. Era una noc he o sc ura ura y triste. Jesús se sentía angustiado ante la cercanía de su muerte. Los amigos tenían mucho sueño y pronto se quedaron dormidos bajo los árboles mientras Jesús arrodillado unos metros más allá, oraba a su Padre de los cielos diciéndole: “ No m e a b a nd ones on es Pa d re en esta esta s hor ho ra s ter te rrib les” es” . Su a ng usti ustiaa y su su p ena a ume nta ron c ua nd o se d io c uenta q ue sus sus amigos no habían sido capaces de acompañarlo en esas horas d e ta nto sufri ufrim iento . Se sintió ntió m uy so so lo y a b a nd ona on a d o. ¿No ¿No c ree s tú que los los b uenos a migo migo s a c om p a ñan y están están c erc erc a c uand o uno sufre?
JESÚS ES ARRESTADO POR ORDEN DE LAS AUTORIDADES JUDÍAS Al
ver
a sus amigos dormidos, Jesús los despertó diciéndoles con voz muy triste: “¿Cómo es posible que no hayais sido capaces de acompañarme ni siquiera una hora? Deberíais haber rezado conmigo”. Aún estaba Jesús hablando cuando oyeron voces y gritos de hombres y unas antorchas brillaron entre la a rb o led a . Venía Venía n a a p resa esa r a Jesús esús c on p a los y esp esp a d a s c om o si hubiese sido un delincuente. Cuando se acercaron al lugar donde estaban Jesús y sus discípulos, se abalanzaron sobre él c on b rusq usq ued a d y si sin ningún res respp eto lo a g a rra ron y lo lo a rresta esta ro n. Pedro quiso defenderlo de los malhechores pero Jesús no se lo permitió, se dejó arrestar sin poner resistencia “como un cordero que es llevado al matadero”. Del Huerto se lo llevaron hasta el tribunal donde sería juzgado. Finalmente sus amigos llenos de esp esp a nto huyer huyeron on y lo lo a b a ndo naron. naron. Rep ite e sta ora ora c ión c on m uc ho a mo r: “Amigo Jesús, yo te amo con todo mi corazón te prometo este día no abandonarte jamás y ser siempre un amigo tuyo fiel y valiente.”
UN TRIBUNAL MUY INJUSTO Después de arrestar a Jesús, los soldados lo llevaron a empujones ante un tribunal judío llamado Sanedrín para ser juzgado como si se tratara de un ladrón o de un asesino. Durante toda la noche los ancianos jueces le hicieron preguntas y más preguntas pero Jesús g ua rd a b a si silenc io. Sólo cuando le preguntaron si Él era el Hijo de Dios, Jesús respondió afirmativamente. Cuando escucharon estas palabras, los ancianos se pusieron furi furiosos osos.. No No le p erdo na b a n q ue d ijera q ue era el Hi Hijo d e Di Dios os.. Al a ma nec er los juec es d ec id ieron eron q ue tenía tenía q ue ser ser c ond ena d o a muerte. Pero antes lo enviaron maniatado al gobernador ro ma no lla lla ma d o Po Po nc io Pi Pila to . Ta mb ién e ste g o b ernad or lo interr nterrog ó d ura ura nte muc ho ra ra to y se se d io c uenta d e q ue no me rec ía la muerte, pero eran tantos los gritos de la multitud que pedían que lo mataran que finalmente lo entregó a los soldados para q ue lo lo c ruc ific fic a ra n en lo lo a lto d e una c oli olina .
PEDRO NIEGA SER AMIGO DE JESÚS Cuando los soldados arrestaron a Jesús y lo llevaron al tribunal, Pedro lo siguió de lejos para ver qué hacían con Él. Lleno de miedo llegó hasta el patio del palacio donde estaban los jueces que lo interrogarían una y otra vez. Era una noche muy fría y los criados habían hec ho un fuego fuego pa ra calentarse. Pedro se acercó disimuladamente al grupo grupo p a ra no lllla ma r la atención y escuchar lo que ellos comentaban del prisionero. De repente, uno de los criados le preguntó a Pedro si conocía a Jesús y si era su amigo. Pedro le contestó que no lo conocía y que no entendía de quien estaba hablando. Por segunda y por ter te rc e ra vez ve z o tra tra s p e rso na s le p re g unta ro n lo lo m ism o y Pe Pe d ro vo lvió vió a d ec ir q ue ja ja má s lo ha b ía c onoc id o y que nunc a ha b ía e stad o c o n Él Él. Es que el pobre Pedro se moría de miedo pensando que a él le podría pasar lo mismo que a Jesús: que lo arrestaran y lo mataran. Pero cuando se dio cuenta de lo cobarde que había sid o a l neg a r a su me jor a migo , le d io m uc ha verg verg üenza üenza y pe na y se a lejó d el grup grup o llor lloraa nd o d esc esc onsolad onsolad a me nte.
UNA CRUZ DEMASIADO PESADA SOBRE LOS HOMBROS Cuando Pilato entregó a Jesús para que lo llevasen lejos de su presencia, los soldados se hicieron cargo de Él, tejieron una corona con espino y se la colocaron sobre su c a b eza eza , lo a zota ron y luego le cargaron sobre su espalda una pesada y tosca cruz d e m a d era era . A g ritos y empujones le ordenaron dirigirse a un colina que estaba en las afueras de Jerusalén donde sería crucificado. Pero antes de llegar hasta la colina, Jesús tuvo q ue a tra tra vesa vesa r la s calles de la ciudad e ntre ntre g rito s y b url urla s d e lo s q ue se a le g ra b a n d e su sufr sufriim ie nto y el el silencio de los que no se atrevían a decir nada por temor a ser c a stig tig a d os y ca lla b a n y llora ora b a n.
TRES CAIDAS BAJO EL PESO DE UNA CRUZ Tan pesada resultó la cruz sobre su espalda que Jesús cayó tres veces bajo su peso. Sus fuerzas le fallaron en tres ocasiones porque estaba muy debilitado por el hambre, los azotes, la tristeza, el griterío de la gente al verlo pasar, la vergüenza. Él no estaba a c ostumb ostumb ra d o a tanta humil humilla c ión. No fue sólo la cruz que lo aplastó y lo hizo caer por el suelo sino ta m b ién tod t od o s los p ec a d o s d e los hom ho m b res y mujeres mujeres d e tod t od os lo s tiem p o s y q ue Él, c o n su su sufr sufriim ie nto , sa sa lvó .
SIMÓ IM Ó N, UN HOM HOM BRE C O M PA SIV IVO O , UN HOM HOM BRE BUENO Simón era un campesino q ue seguramente venía del campo y se encontró con este espectáculo: un pobre hombre encorvado bajo el peso de una cruz, rodeado de soldados y una ruidosa multitud que vocifera y se ríe al mismo tiempo, mujeres y niños que lloran y tra tra ta n d e a c erc erc a rse a l c ond ena d o a mue rte y otros otros c uri uriosos osos q ue no sa b e n si si alejar aleja rse o se g uir uir e n la p ro c e sió n. Lo s so ld a d o s vie vie nd o q ue Je sús se le s m uer ue re e n e l c a m ino o b lig a n con rudeza a Simón a que le ayude, por un rato, a llevar la cruz. Es ta n la la m enta b le la fig fig ura ura d e Je sús, ús, q ue Si Simó n, c om p a d ec id o , le q uita uita la c ruz y la la p o ne so b re sus esp esp a ld a s. El El vení ve níaa c a nsa nsa d o d e su tra tra b a jo p ero é l se d ic e a sí m ismo q ue siem p re es p o sib le a yud a r a q uie uie n sufr sufree y e stá e n d ific fic ulta ulta d e s.
UN ENCUENTRO DOLOROSO CON SU MADRE El cortejo atravesaba las calles de Jerusalén y Jesús seguía con dificultad arrastrando su cruz a cuestas cayéndose y levantándose una y otra vez. Le dolía la cruz sobre sus espaldas pero más le dolía ser objeto de las burlas y de las risas burlonas del g entío entío q ue c a minab a c erc erc a d e é l. De rep rep ente , leva ntó sus sus ojos y entr ent re to t o d a esa esa m ulti ultitud tud hosti hostill d esc esc ub rió la mira mira d a a m orosa orosa d e su su madre. Fueron sólo unos segundos en que sus miradas se cruzaron sin palabras, pero, al menos Jesús, sintió que no estaba ta n solo: solo: su su ma m a d re lo seg seg uía uía , va liente , d e m uy c erca . El corazón de la madre se encogió de dolor ante la vista de su hijo humillado por una multitud cruel y despiadada, pero al mismo tiempo le dio fuerzas para seguirlo de más cerca. Las madres son así: sacan fuerzas y valentía si ven a un hijo enfermo, o en dificultades, con mayor razón María que llevaba al Espíritu Sa nto e n su su c o ra zó n.
PALABRAS DE CONSUELO PARA LAS MUJERES QUE LLORAN POR ÉL Cerca ya del monte Calvario Jesús vio a un grupo de mujeres que lloraban sin c onsuelo onsuelo p or él. él. Eran mujeres que lo conocían bien y sabían todo el bien que había hecho en esos años por los enfermos, las viudas, los amigos. No merecía que lo trataran como a un delincuente. ¡Qué castigo má s injus njusto to y m á s c ruel pa ra un hom b re q ue ha b ía p a sa d o p or la la vid vid a ha c iend o sólo sólo el b ien! Jesús se dio el tiempo para detenerse unos segundos y c o nso nso la rla s. “ No llo re is p o r m í” le s d ijo . Y ellas, animadas por estas palabras de consuelo continuaron d e trá trá s d e sus p a so s ha sta lle g a r a l lug lug a r m ism o d e la c ruc ifix fixió n.
LO DESPOJAN HASTA DE SUS VESTIDURAS Una vez que llegaron hasta la cima del Calvario, los soldados despojaron a Jesús de toda su rroo p a . Luego, se repartieron sus vestiduras y sortearon la capa que seguramente le había tejido su madre. Jesús no reclama, ni protesta, se deja despojar de todo cuanto tenía en ese momento.
LOS CLAVOS TRASPASAN SUS MANOS Y SUS PIES Una vez que los soldados desnudaron a Jesús, lo hicieron recostar sobre la cruz y sin piedad le clavaron manos y pies. Luego, alzaron la cruz en medio de otras dos cruces do nde yac ían do s ladrones que también habían sido condenados a muerte. Uno de ello al ver a Jesús se arrepintió de sus pecados y le pidió que se acordara de él cuando estuviera en el cielo. Jesús le contestó: “ Ho y d ía , esta esta rá s c o nm ig o e n el e l Pa ra íso ” . Po r lo m e no s e ste p o b re la d ró n mur m uriió c o n la la esp esp e ra nza nza d e sa lva rse e irs irse a l c ie lo . No hay gesto más bonito que arrepentirnos de nuestras faltas y p ed ir p erd erd ón ¿no ¿no te p a rec e?
JESÚS NOS REGALA A SU MADRE La madre de Jesús, Ma ría , esta esta b a a los p ies de la cruz muy cerca del apóstol Juan. “Aquí tienes a tu madre, Juan“ le dijo Jesús desde la cruz. Y luego mirando a María agregó “Aquí tienes a tu hijo, madre”. Desde ese momento María se convirtió en la madre no só lo d e Jua n si sino d e to d o s no so tro tro s. El bueno de Juan se la llevó ev ó a vivi vivirr a su c a sa . Ella es nuestra madre y nosotros somos sus hijos. Nos ama y nos cuida como saben amar y cuidar las mamás. Es lindo sentir que tenemos dos mamás que se preocupan de no so tro tro s. ¿verd ¿verd a d ?
JESÚS PERDONA A SUS VERDUGOS Cuando le quedaba que daba n pocos minutos de vida, Jesús miró a los soldados que tanto lo habían golpeado y maltratado y lleno de amor por ellos exclamó a su Padre: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” Jesús no supo de odios ni de venganzas, sólo de amor y de misericordia. Él perdonó a los soldados que lo habían azotado, empujado y clavado en la cruz. También perdonó a quienes se habían burlado de Él y le habían hasta esc esc up id o . ¡Qué ¡Qué c orazón orazón m á s nob no b le el d e Jesús esús!! El p erd erd ona r a un a migo o a un herma herma no es el ge sto má s lind o d el a mo r. Si p erd erd ona s muc ho e s p orq orq ue a ma s muc ho p ero, ero, a unq ue p erd erd one s p oc o, Dios Dios te p erd erd ona rá siem p re. Rep ite ite la siguie siguiente nte orac ión: “Perdono de corazón a todos los que me ha causado pena perdono de verdad a todos lo que me han ofendido, perdona Pa d re Bue no m is m e ntira ntira s, mis flo flo je ra s, mi m is fa lta s d e re sp e to , tod to d o el mal que he hecho y todo el bien que he dejado de hacer. Amén.
JESÚS M UE UER RE EN LA C RUZ “Todo está consumado” exclama Jesús finalmente. Son sus últimas palabras. Con estas palabras quiso decir que ya había cumplido con la voluntad de su Padre y que con su muerte pagaba la cuenta de todos nuestros pecados y nos conseguía el cielo. Entregaba su vida para que nosotros pudiéramos vivir en el p a ra íso c o n su su Pa Pa d re p a ra siem p re. Des Desdd e ese ese m o m ento la s puertas del cielo se abrían para recibir a quienes murieran como Él. Después de estas palabras Jesús expira y muere. Era como el mediodía. El sol se ocultó y todo el país quedó en tinieblas y un g ra n temb lor sa c udió la la c iuda d .
SEPULTADO EN UNA TUMBA PRESTADA Un hombre rico llamado José, que conocía a Jesús y era amigo suyo, le ofreció a María una tumba nueva para que lo sepultaran. Desclavaron el cuerpo muerto de Jesús y María lo recibió en su regazo. Lo besó con ternura de madre, lo envolvió en sá b a na s b la nc a s a yuda d a p or otra otra s mujeres mujeres,, le c oloc ó p erfumes erfumes y hierba hierba s c om o se usa usa b a en ese ese ti t iem p o y lueg lueg o lo p usi usieron en e n la la sepultura. Los hombres cerraron la tumba con una gran piedra. Y todos se volvieron a sus casas con una pena muy grande. Era el viernes a eso eso d e la s tres tres d e la ta rd e.
PASCUA DE RESURRECCIÓN LAS MUJERES VAN AL SEPULCRO AL AMANECER El domingo, muy de madrugada, antes que apareciera el sol, María Magdalena y otras mujeres se dirigieron al sepulcro donde había sido enterrado el cuerpo de Jesús. Grande fue su sorpresa cuando vieron que la piedra que cerraba el sepulcro no estaba en su lugar y éste estaba abierto. Temerosas entraron en la sepultura pero, estaba vacía. A punto de llorar salieron gritando: “ No está está a q uí, uí, a lg uien uien ha ro b a d o e l c uerpo d e nue stro tro Seño Seño r.” En ese ese m om ento , se les les a p a rec ió un á ng el en m ed io d e una g ra n luz luz y les dijo: “¿Por qué lo buscais entre los muertos? Jesús no está aquí: Dios le devolvió la vida, Jesús resucitó, tal como El lo había a nunc ia d o . Id a hor ho ra y dec d ec id lo a los d isc íp ulo ulo s” Ella s sa lie ro n c o rrie nd o , felic felic e s d e lle va r e sta no tici tic ia . ¡Aq ¡Aq ue l e ra sin duda el día más feliz de sus vidas!. Corrieron y corrieron hasta llegar al lugar donde estaban los discípulos y les gritaron:”¡Vive, vive vive,, Je Je sús vive vive.. No No e stá e n la se p ultur ulturaa y un á ng e l nos c o nfir nfirm ó la noti no ticc ia ! Ped Ped ro y Jua Jua n no lo p od ía n c ree r, entone ento ness se vis vistieron tieron c o n ra p id ez y sa sa lieron c orri orriend o p a ra c om p ro b a r si la s mujeres mujeres d ec ía n la verdad. Al entrar al interior de la cueva, Jesús no estaba, sólo el lienzo blanco con que habían envuelto su cuerpo muerto estaba bien doblado sobre una piedra. Había resucitado tal como se los había dicho en una ocasión. Jesús había cumplido c on su su p a la b ra y c on su su p rom esa esa . Esc ribe c on la letra letra m á s b onita q ue p ued a s la fra fra se : ¡Aleluya ¡Aleluya , el Se ñor ño r resuc resuc itó, el Se Se ñor ño r e stá vivo , Aleluya Aleluy a !
LA MÁS GRANDE Y LA MEJOR DE LAS NOTICIAS Ta n c onmo on mo vid vid a s y alteradas se quedaron las mujeres con la noticia que Jesús ya no estaba muerto sino vivo, que en un primer momento, no se dieron cuenta que era Jesús quien se les ap arec arec ió, cuando caminaban de vuelta del sepulcro. Pensaron que era el sepulturero. Pero al oír su voz, no tuvieron duda que era Él mismo y se arrodillaron felices para adorarlo. “No tengais miedo”, les dijo Jesús, “decidles a mis amigos que vayan a Galilea, allí me reuniré yo con ellos”. Y de nuevo salieron corriendo para dar la noticia de su Señor a c uantos lo ha b ía n co noc id o. Dar noti no ticc ia s b uena s es m uy ag ra d a b le, pe ro d a r noti no ticc ia s m a la s es incómodo y a veces triste. ¿No te parece que la Resurrección de Jesús es la mejor de todas las noticias que se han dado en el mund o entero? entero? Si tú tuvieras que darle una buena noticia a Jesús cuando estás rezand o ¿c uál uá l serí seríaa ?