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Heat of The Moment – Elle Kennedy
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Heat of The Moment – Elle Kennedy
Sinopsis
Shelby Harper desea al Marino COE (Cuerpo de Operaciones Especiales) John Garret por cerca de un año, pero no importa im porta cuantas señales sensuales le haya enviado, el hombre muestra una completa falta de interés en desnudarse. Luego ella escucha a Garret charlando con su compañero del COE — una discusión en la cual concluyen que ella es aburrida. Herida, Shelby se dispone a mostrarles exactamente cuan no-aburrida es. Garret ni puede creerlo cuando la dulce y sensual Shelby les sugiere un salvaje y sudoroso trío. Él había estado intentando averiguar como pedirle una cita sin salir malparado como un tipo que solo quiere meterse en sus pantalones — su amistad es demasiado valiosa como para arriesgarla. Pero si un loco y caluroso trío es lo que quiere Shelby, entonces él está listo y deseoso de dárselo. Sin embargo, una vez que ella se quita el peso de encima... bueno, entonces él le hará saber que la quiere solo para él. Advertencia:
Este título contiendo a dos peligrosos marinos del COE y a una heroína decidida a acostarse con ambos. Estate preparado para tomar una ducha fría (o quizás dos) después de leer este trío caliente.
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Heat of The Moment – Elle Kennedy
Capítulo 1 Traducido por rozzebell y Krixz
¿Por qué siempr siempree la ola de calor la hacía querer tener sexo? Shelby Shelby Harper no estaba segura pero sospechaba que tenía algo que ver con el aumento de su temperatura corporal y con el brillo del sudor que, constantemente, cubría su cuerpo, ciñendo sus pechos y pegándose a sus piernas. Esto la hacía querer rasgarse la ropa y vagar desnuda hasta el fin del tiempo. Y el pensar en estar desnuda, lógicamente, la llevaba a pensar en sexo, ¿cierto? O al infierno… Tal vez no era, para nada, la ola de calor. Tal vez … Realmente no debería haber tomado aquel tequila que el lindo teniente de la marina le había incitado a tomar. Pero ella nunca había dicho no a un hombre en uniforme…
¡Qué lástima que el tipo estaba casado! Era realmente bastante atractivo, con su mandíbula bien afeitada y esos pícaros ojos verdes. Luchando con una sonrisa, Shelby cogió otro cubo de hielo de la taza de plástico, situada en el mostrador liso. Aunque la mayoría del hielo ya se había derretido se las arregló para encontrar encontr ar un cubo aún aún intacto y lo movió despacio sobre su clavícula. El hielo se sentía celestial contra su piel febril. Una ducha fría podría haberse sentido incluso mejor pero ya había tomado una esta mañana y estaba tratando de conservar energía. - ―Jesús, Shel, enciende el aire acondicionado… me muero de calor aquí .‖ -- Dijo un sexi macho arrastrando las palabras. El cubo de hielo se deslizó fuera de sus dedos, metiéndose por debajo de su blusa y aterrizando directamente en la copa izquierda de su sujetador de encaje rosa. Su pezón se endureció instantáneamente aunque era difícil saber si era por el hielo o por la vista de John Garrett, que permanecía permanecía enfrente del mostrador de la panadería. ¿Cuándo había llegado ahí? La tienda estaba dividida en una panadería y un área para café en la parte posterior, donde la mayoría de los clientes se habían escondido todas las tardes. Ni siquiera había notado a John … - no, a ~3~
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él le gustaba que le llamaran Garrett, se recordó a sí misma - no había notado a Garrett entrando en la panadería. No era sorprendente ya que él pertenecía al Cuerpo de Operaciones Especiales de la Marina y poseía la siniestra capacidad de hacerse invisible hasta que decidiera aparecer de la nada. Sin embargo, por el momento, estaba muy lejos de ser invisible. Llevaba un par de pantalones de carga verde olivo que abrazaban sus piernas largas y musculosas y una camisa blanca pegada a sus abdominales abdominales de roca roca gracias al calor, y… ¡estaba realmente, realmente visible! Él le lanzó una sonrisa que era incluso tan sexi como su voz ronca, y agregó: -―Estoy caliente .‖ ¡Oh, sí que lo estás…!
Rápidamente, silenció la traviesa voz dentro de su cabeza. Sí, Garrett estaba caliente … – él era la definición andante, parlante y respirable de alto, moreno y guapo. Y … sí, su cuerpo era para morirse… con todos esos músculos perfectamente esculpidos que no procedían de un gimnasio sino de nadar con tiburones y colgar de helicópteros – o lo que sea que hiciera como un miembro del COE1. Pero no importaba lo bien que se veía, sabía que las fantasías sobre este hombre no llegarían a ningún lado. La verdad era que Garrett no estaba interesado en ella. Un año de coqueteo y un patético intento que había hecho, invitándolo a cenar, confirmaron esta triste verdad. Le gustara a ella o no él, al parecer, la había había escondido en territorio amigo por largo tiempo. Lo que probablemente era una cosa buena porque … ¿de verdad necesitaba enrollarse con Garrett? Ella ya había jugado antes ante s el papel de la novia militar y vio cuan bien resultaba. Mathew, su ex, no sólo estuvo ausente alguna vez durante meses sino que, al parecer, también estuvo haciendo algo más que jugar a GI Joe cuando estaba ausente … ¡estuvo follando a toda mujer que se encontraba de casualidad! - ―Tierra a Shelby.‖
Ella levantó su cabeza y vio a Garrett, de pie, inmóvil ahí, mirándola fijamente. ¡Por Dios, este calor la estaba poniendo en las nubes! - ―¡Perdón! ¿Qué querías ?‖ - ―Aire acondicionado .‖ - Puntualizó él. -“¡Olvídalo!‖ - ―Vamos…‖ - D ijo con otra sonrisa y un guiño. Hombre, ¿cómo hace para escaparse guiñando un ojo? La mayoría de hombres se veían como unos 1
Cuerpo de operaciones operaciones especiales de de la Marina. ~4~
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completos idiotas cuando intentaban guiñar un ojo. - ―Dame cinco minutos frente al aire acondicionado, a toda máquina, só lo para enfriarme.‖ - ―Incrementar el uso del aire acondicionado durante las o las de calor causan apagones de energía.‖ - Le recordó ella. - ―Esa es la razón de que media ciudad sufre un apagón. Prefiero estar toda sudada que sin energía durante cinco días.‖
De hecho, ella estaba bastante agradecida de que su panadería fuera el único lugar, en diez millas a la redonda, que tenía energía y todo gracias al generador de apoyo que había decidido encender. ¡Ni hablar! No estaba dispuesta a poner a funcionar con mayor tensión el generador por un maniático del aire acondicionado. Odiaba utilizarlo pero tenía un refrigerador lleno de pasteles que tenían que ser repartidos mañana a la mañana y se condenaría si todos estos pasteles se estropeaban porque John Garrett quería quer ía de un poco de aire frío. Ya le había hecho un favor f avor a él y a sus amigos marinos por abrir el café un domingo por la tarde. La ventana de enfrente se iluminaba atrayendo a los hombres como abejas a la miel. Para ellos la electricidad significaba televisión y la televisión significaba la capacidad de ver el gran juego entre los Padres y los Dodgers. Él elevó una ceja. - ―Estás toda sudada, ¿e h?‖ Supongo que él se había adherido a una diminuta parte de mi respuesta. - ―Sí, Garrett, estoy sudada. Afuera hay un billón de grados, en caso de que lo hayas olvid ado.‖ - ―Lo cual apoya mi idea sobre el aire acondicionado.‖ acondicionado.‖ - ―Olvídalo.‖ - Ella apretó su mandíbula y cruzó los brazos sobre su pecho demostrando que hablaba en serio. - ―Encuentra otra manera de refrescarte.‖
Un fuerte grito de ánimo vino desde el cuarto contiguo, seguido por el sonido de palmas contra palmas en altura altura de cinco. Los Padres, Padres , obviamente, habían marcado otra carrera. - ―El juego está casi a punto de acabar. Podrías tomar un chapuzón intentando ser útil. rápido en el océano al salir de aquí.‖ - Le dijo ella intentando Pero Garrett no parecía estar interesado en refrescarse con ningún método. Sus ojos chocolate-marrón se estrecharon, brillando con una mezcla de diversión y curiosidad mientras estudiaba mi pecho. - ―¿Estás… hum, lactando?‖ -“¿Uh?‖ ~5~
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Ella miro rápidamente hacia abajo, reprimiendo un gemido cuando vio la mancha de agua que se había filtrado, a través de su sujetador, en su fina blusa amarilla. - ―Hielo.‖ - Confesó. -―¿Perdón?‖ - ―Un cubo de hielo ca yó dentro de mi blusa.‖
Él soltó una pequeña risa ronca que hizo que sus pezones se endurecieran de nuevo. ¡Maldito sea! Su cabello negro, sus ojos bromistas y su risa … Se había sentido atraída por Garrett desde el mismo momento en que había entrado en su panadería, el año pasado, a comprar un pastel para el cumpleaños de su comandante. Había pedido el mensaje más obsceno escrito en glaseado y, desde ese momento, ella había estado totalmente perdida. Tal vez ella se había propuesto no tener más citas con militares pero ella sabía, a ciencia cierta, que todo lo que John Garrett tenía que hacer era preguntárselo y ella se quitaría la ropa en un nanosegundo. Pero no preguntó. ¡Nunca preguntaba! Desde que lo conocía, no había visto en él ni le había demostrado una pizca de interés en tenerla desnuda. - ―Deberías quitarte la blusa.‖ ¡Hasta ahora! Ella lanzó una sorprendida carcajada. - ―¿De verdad? ¿ Y eso por qué?‖ Su sonrisa era la de un joven inocente. - ―Porque estás totalmente mojada. O, si lo prefieres, puedo conseguir un par más de esos cubos de hielo y frotarlos sobre tu pecho derecho … Digo… para igualarlos.‖ Ella rió nuevamente, esta vez para disimular la chispa de excitación que había sentido justo al oír las palabras ―frotar‖ , ―tu‖ y ―pecho‖ saliendo de la boca sexi de este hombre. Obviamente estaba bromeando. Tenía que estar bromeando porque, aunque había imaginado las manos de Garrett sobre sus senos incontables veces, sabía que la fantasía se quedaría por siempre en su imaginación. Si John Garrett la quisiera, hubiera hecho un movimiento hace mucho tiempo. En vez de corresponder a su coqueteo, le dijo: - ―Te perderás el final del juego.‖
Algo que parecía desilusión centelleó en sus ojos oscuros. - ―Sí.‖ - Él tosió.―Tienes razón. Debería, humm, dirigirme hacia allí atrás. Siento haber venido aquí y haberte fastidiado .‖ ¿Qué? ¿Pensaba que la estaba fastidiando? ~6~
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Abrió su boca para decirle que podía pasar el rato con ella un poco más, que no estaba intentando alejarlo, pero él se dio la vuelta antes de que pudiera decirle una sola palabra. Ella echó una mirada fugaz y vio su tenso culo desapareciendo por la entrada principal del café y entonces … ¡se había ido! Bueno … Shelby apoyó sus codos en el mostrador y descansó su sonrojada cara en sus manos. ¿Qué acababa, exactamente, de ocurrir aquí? Ella repitió toda la escena en su mente, comenzando con el modo de entrar de Garrett y su exigencia de encender el aire acondicionado y finalizando con su oferta a frotar sus pechos. Y entonces, naturalmente, llegó su brusca partida. ¿Había hecho algo malo? ¿No había coqueteado lo suficiente? Tendría que haber coqueteado más pero no había visto ninguna razón para ello. Lo había intentado ya antes … Y Garrett siempre se sacudió sus comentarios sugerentes, haciendo obvio que no estaba interesado, pero nunca haciéndola sentir que no estaba a la altura ni nada por el estilo. A él, sinceramente, parecía gustarle ella pero, después de un año de amistad, estaba claro que no estaba interesado en ella del mismo modo que ella lo estaba en él. - ―Tú no buscas conseguir involucrarte con él de ningún modo.‖ - Se murmuró a sí misma. El recordatorio ayudó pero sólo un poco. Sí, no estaba interesada en una cita con un oficial nuevamente, pero…..pero , maldita sea, realmente deseaba que John Garrett tuviera sexo con ella. - ―Otro trago para nuestra bella anfitriona.‖ Levantó la vista y encontró a Paul, el teniente casado, en el mostrador; una vez más, sostenía una botella de tequila y una copa en sus manos. El tipo, obviamente, estaba intentando conseguir emborracharla y ella se preguntaba si debía decirle que ninguna cantidad de tequila podría convencerla de acostarse con un hombre casado. ¡Nah! Él lo descubriría muy pronto, especialmente si hacía algo estúpido… como manosearla. Si hacía eso, entonces descubriría también que era malditamente buena pateando bolas. - ―Ya me siento alegre.‖ - Admitió ella mirando la botella con cautela. - ―¡Alegre shmipsy, es la primera ola de calor del verano! Es una ocasión especial.‖
¿Él había dicho alegre shmipsy?
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Intentando no reír, Shelby metió su cabello detrás de sus orejas. - ―No gracias, paso.‖ - No podía ir arriba hasta que finalizara el juego de los Padres pero, beber estúpidamente, no era un buen modo de pasar el tiempo hasta que todo el mundo se fuera. Y otro trago tampoco la ayudaría a olvidar que John Garrett, su fantasía desde hace mucho tiempo, estaba en el otro cuarto… no queriendo acostarse con ella. ¡Ninguna cantidad de tequila podría hacerla olvidar eso!
- ―¡Enfréntalo! Ella, simplemente, no es para ti. ‖ - Dijo Carson Scott
encogiéndose de hombros. Garrett obligó a su mirada a quedarse pegada en la televisión y no desviarla en dirección a la entrada que dividía el café de la panadería. Su visión periférica captó un destello de movimiento … Shelby rodeando el mostrador para charlar con el teniente Paul Aston y su botella de tequila. ¡Oh mierda! ¿Acaso el Teniente Cretino pensaba que tenía una jodida posibilidad de conseguir a Shelby Harper en su cama? ¡Ni en sueños, hermano! Shelby nunca se enredaría con un hombre casado. O, al menos, eso era lo que Garrett se decía a sí mismo. Pero, con toda franqueza, el pensar en su encantadora y sexi Shelby ardiendo sobre las sábanas, con el Teniente Cretino o con cualquier otro hombre… le provocaba celos, bajando por su pecho en una espiral y embargando sus intestinos como una muerte prensada. - ―Puedes dejar de suspirar por la chica. ‖ - Añadió Carson, levantando su botella de cerveza hasta su boca y dando un largo trago. - ―No estoy suspirando.‖ - Garrett dijo a la defensiva. - ―Yo s ólo…..‖ - S u voz se dispersó, su cerebro era incapaz de acercarse a una descripción fidedigna de cómo se sentía sobre Shelby. ¡Joder! Bien... Tal vez estaba suspirando… sólo un poco. ¿Pero quién podía culparlo? Shelby era muy encantadora y asombrosa. Busca la definición de chica sexi de California en el diccionario y la foto de Shelby Harper estará ahí, completa, con su cabello ondulado, sus mechas rubias, sus grandes ojos azules, con esas increíbles y largas pestañas, y ese cuerpo, delgado y atlético, que mantenía en forma surfeando en playa Coronado todas las mañanas. Muchos oficiales que la conocían pensaban que era la típica rubia tonta de la costa oeste pero Garrett sólo había necesitado cinco minutos con ella para saber que estaba lejos de ser típica y tonta. ~8~
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Shelby Harper era inteligente como el infierno. Divertida como el infierno. Buena como el infierno. Y no había en el infierno una sola oportunidad de que ella estuviera alguna vez desnuda con un tipo como él. - ―Mira…‖ - Dijo Carson rompiendo el silencio, después de que Garrett se quedara callado demasiado tiempo. - ―Has pasado el último año actuando como un niño de coro, viniendo aquí cada vez que estás de permiso y comprando esos pijos moca latte Frapuccinos sin decirle ni una sola vez a Shelby que lo que realmente quieres es conseguir meterte en sus bragas.‖ - ―No puedes decirle a una mujer como Selby Harper que quieres entrar en sus pantalones.‖ - Replicó Garrett con el ceño fruncido, estirándose por
su propia cerveza. Tomó un sorbo lento pero el líquido ya estaba a temperatura ambiente y la temperatura ambiente significaba cerca de noventa grados. Se obligó a tragarse la cerveza tibia y luego empujó la botella. - ―¿Por qué demonios no? Ella llena jodidamente bien un par de pantalones.‖ ¡Sí que lo hacía…! Él sacó a la fuerza todos los pensamientos sobre el culo apretado de Shelby fuera de su cabeza y dijo: - "No puedo tratar a Shel del modo en que trato a todas las fans del COE que engancho. Ella es... elegante y… agradable . Se merece más que un par de vulgares corridas." - ―Bueno, d ado que has estado f racasando desde el primer día… tal vez un par de corridas vulgares son lo que necesitas." - "Yo, uh, he intentado eso …" - Admitió. - ―¡Ahora mismo!" - Un gemido salió de su garganta. - "Me ofrecí a acariciar sus pechos y ella …‖ Carson silbó. - "¿Hiciste qué ?" - " …b ásicamente me ordenó salir de su vista." - Finalizó. Y ahora... ahora estaba acurrucando a Aston quien, obviamente, estaba tratando de emborracharla lo suficiente para que a ella no le importara si estaba casado o no. - "Mira, aunque la línea caricias es oro …" - Carson rió entre dientes otra vez - "tal vez es hora de que aceptes el hecho de que ella no está interesada. ¿Y la culpas a ella? Este lugar está cerca de la base … Piensa en todo el personal de la Armada y ―fans― que vienen aquí. Ella, probablemente, ha oído todo sobre tu reputación, hombre." ~9~
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Garrett apretó los dientes, luchando contra el impulso de golpear algo pero, en el fondo, sabía que Carson tenía razón. Él no era un santo y, sin duda, Shelby había escuchado algunas historias salvajes acerca de él, la mayoría de ellas verdad. En el mejor de los casos, ella sabía que su pasado era una puerta giratoria de mujeres. Muchas mujeres. En el peor de los casos, ella estaba al tanto de su lado salvaje, tal vez incluso los tríos, algunos con nada menos que Carson Scott, el hombre sentado a su lado. Pero su reputación era, precisamente, la razón por la que había escogido un enfoque diferente cuando se trataba de Shelby Harper. No había sido demasiado coqueto, no había actuado irrespetuosamente y, ciertamente no había hecho obvia su desesperada y ansiosa necesidad de tenerla desnuda debajo de él mientras conducía su polla dentro de ella, haciéndola gritar su nombre mientras ella se corría... Mierda, definitivamente no era una buena idea estar pensando en cosas como esa. Ya estaba suficientemente caliente gracias a esta ola de calor. Junto a él, Carson no había terminado con su sermón. - "¡Shelby no es una chica salvaje, Garrett! Como tú d ijiste, ella es agradable, sana… ya sabes, el tipo de mujer que probablemente se asuste si sugieres, no sé, intentar algo más que no sea la posición del misionero. Ella tiene un cuerpo estupendo, seguro, pero está toda esta cosa … tipo Pollyanna… Tal vez sean las pecas .‖ - "Me gustan las pecas." - ―Sí, a mí también. Pero te digo, las mujeres con pecas son ridículamente aburridas cuando se trata de sexo. Hablo por experiencia, hombre.‖ Garrett tuvo que reírse. - "Déjame adivinar, tu pequeño libro negro tiene
una sección entera reservada para las mujeres cara-pecosa." El otro hombre se limitó a sonreír, lo que hizo pensar a Garrett si Carson realmente clasificaba sus conquistas... Nah, ni Carson Scott sería tan vulgar. De repente su cerebro se enredó con la palabra vulgar y tuvo que preguntarse si así es como Shelby lo veía. Esperaba que no pero … él no se sorprendería si ella pensara eso. A pesar de que él se había despedido de sus maneras salvajes su reputación lo precedía, lo mismo que su reputación como COE, aunque Shel no parecía impresionada por su trayectoria laboral. La mayoría de las mujeres estaban dispuestas a arrancarle sus ropas cuando se enteraban de que fue un gran COE malo, un héroe americano. Sin embargo, él tuvo la sensación de que Shelby veía su trabajo como algo negativo. Garrett sabía que ella había salido con un Marine un par de años atrás y que la relación había terminado mal, razón por la cual él había ~ 10 ~
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decidido no hablar sobre su trabajo. ¡No es que lo ayudara! Parecía que nada de lo que hacía impresionaba a la mujer. - "Tú no quieres tener sexo con Shelby Harper …" - Estaba diciendo Carson, todavía bebiendo de su cerveza. Puso los ojos en blanco. - "¿Porque tiene pecas?" - "Eso y también que es jodidamente dulce. Definitivamente … no es el tipo de chiva que estaría sin inhibiciones en el dormitorio." - Carson rió."¿Puedes imaginártela teniendo alguna vez sexo pervertido o, rayos, un trío? Mierda, me encantaría estar en la habitación y ver su cara si alguna vez sugieres algo como eso." Otra aclamación desde el frente de la cafetería hizo eco a través del cuarto. Garrett movió su cabeza y vio un par de suboficiales felicitándose por un cuadrangular de los Padres. No interesado en el juego Garrett volvió la mirada hacia Carson, pero no antes de que él atrapara otro destello de movimiento por el rabillo de su ojo. Rápidamente miró a la puerta que conducía a la panadería pero estaba vacía. Está bien. Podría haber jurado que había visto un destello de amarillo ― ¿La pequeña camiseta ajustada sin mangas de Shelby tal vez? ― Pero, cuando miró con atención a la habitación de al lado, vio que estaba junto al mostrador, todavía charlando con el Teniente Cretino. Otra ola de celos se estrelló contra él como un tsunami, aún más feroz que la primera. ¡Maldita sea! Odiaba la pura emoción que Shelby, con sus ojos azul intenso y cuerpo muy apetitoso, evoc aba dentro de él. Eso lo mataba… ¡lo mucho que la deseaba! Todo lo que tenía que hacer era batir aquellas pestañas largas en su dirección, darle la menor insinuación de que estaba interesada, y él estar ía a su lado en un instante. No… follando a su lado. Una palabra ―y la palabra era si― y estaría en lo más profundo de su coño, tan profundo que ninguno de ellos sería capaz de volver a caminar durante días. El pensamiento hizo a su polla retorcerse. ¡Maldición! Necesitaba salir de aquí. Si no estuviera a un millón de grados allá fuera, podría haberse marchado … Haber ido a casa, tomar un chapuzón en la piscina de su condominio y meterse en la cama. Pero pasar el resto de la noche en la oscuridad, sufriendo por esta ola de calor, era seriamente desagradable. La cafetería de Shelby era el único lugar con electricidad y, además, pese a estar tan molesto observándola con otro hombre, por lo menos, podía mantener un ojo en ella mientras él estaba aquí. ~ 11 ~
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Asegurándose de que ella no se pusiera borracha e hiciera algo estúpido con el teniente. Sí, esa es la razón de que te mantengas alrededor , se burló una pequeña voz. Muy bien, sí, tal vez una parte estaba esperando que Shelby se pusiera borracha y lo hiciera con él. Un hombre puede soñar, después de todo.
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Capítulo 2 Traducido por Krixz, Mary s y Dana_Alexia ¿Puedes verla alguna vez teniendo sexo pervertido o, rayos, un trío?
Shelby mantenía las palabras una y otra vez en su cabeza, preguntándose si, de algún modo, se las había imaginado. Era bastante difícil pensar con este sofocante calor y si agregamos a lo anterior una copa de tequila … ¡tienes un cerebro luchando por funcionar! Pero no, ella no podía haberlo imaginado. Había oído a Garrett y a Carson, alto y claro, cuando habían discutido sobre ella. Tacha eso … cuando habían discutido todas las razones para no tener sexo con ella. Realmente fue bastante insultante, ya que habían estado en el vestuario, dándose el gustazo de hablar de ella en su lugar de trabajo. Y a pesar de todo una parte de ella estaba... halagada. ¡Jesús! ¿Qué estaba mal en ella? ¿Cómo podía siquiera estar halagada con el hecho de que Garrett y su amigo pensaran que era aburrida? Por lo menos respondió la cuestión que había estado preguntándose desde el año pasado. John Garrett no quiso acostarse con ella porque, al parecer, no era demasiado salvaje para él. Oh, ella sabía que le gustaba. Había dejado eso bastante claro durante su charla con Carson. Pero también dejó claro que él pensaba que ella era dulce. No dulce como ‗hombre, ella tiene un culo dulce‘, sino dulce como ―No quiero follarla porque es obviamente una gran mojigata en la cama.‖ - "¡No soy una mojigata! ‖ - Murmuró para sí misma. " - ―¿Qué fue eso, cariño?"
Su cabeza se irguió y se dio cuenta de que Paul estaba a su lado otra vez. - "¡Oh! ¡Nada! No he dicho nada." - Mintió deseando de pronto que este hombre sólo desapareciera. Uno de los otros oficiales estaba vomitando en el baño de la cafetería, por lo que había dejado al teniente usar el baño en el apartamento de arriba, ~ 13 ~
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donde había vivido durante los últimos dos años. La ausencia de Paul le había permitido escuchar a escondidas la conversación de Garrett pero ahora ella se arrepentía por haber sido lo suficientemente entrometida para espiar tras la puerta. La última cosa que una mujer quería oír era que el hombre que le gustaba no pensara que era lo suficientemente salvaje para él. - "Entonces, ¿qué te parece echar a estos perdedores e ir arriba?" Está bien, vale, tal vez eso sí era la última cosa que una mujer quería oír. Ella le lanzó al teniente un comentario mordaz. - "¿Qué tendría que decir tu esposa al respecto?" Él pareció sorprendido por un momento, luego miró el anillo de bodas dorado, en su mano izquierda, como si recordara de pronto que estaba allí. Uh, sí, amigo, quizás deberías quitarte el anillo antes de tratar de seducir a una mujer que no es tu esposa. - "Mi esposa y yo estamos separados actualmente." – Dijo Paul rápidamente. ¡Sí, claro! - "Estoy segura de que la separación debe ser muy dolorosa para ti." Dijo Shelby cortésmente. - "Entonces, la idea de ir arriba..." - Él la miró con una expresión optimista. Ella se limitó a mirarlo. La esperanza se disipó como una bocanada de humo. - "Claro." - Se encogió de hombros. - "No se puede culpar a un hombre por intentarlo..." Ella abrió la boca para replicar eso, sí, se podía culpar a un hombre por intentarlo, especialmente a uno casado, pero él se escabulló antes de que pudiera hablar. Tratando de no poner los ojos en blanco Shelby vio como Paul caminó tranquilamente por la cafetería, murmuró algo al oficial que había llegado y, después, dejó su establecimiento sin una mirada hacia atrás. - "¡Idiota!" - Murmuró para sus adentros. - "Por favor, dime que tuviste algo que ver con que el Teniente Cretino saliera corriendo de esa manera." - Apareció Carson Scott en la entrada, sonriendo. - "¿Ustedes lo llaman Teniente Cretino?‖ - Dijo con una carcajada. - "O eso o Paul Canalla. Es difícil elegir uno en vista de que es ambos, un cabrón y un sinvergüenza. ¡Tendemos a alternar!" ~ 14 ~
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Shelby se asomó más allá de los hombros increíblemente anchos de Carson, tratando de echar un vistazo a Garrett. Al parecer, el juego había terminado porque la mayoría de los hombres del otro cuarto estaban empujando sus sillas y caminaban hacia la puerta. Unos pocos se acercaron a la entrada, asomando la cabeza y dándole las gracias por la apertura de la pastelería. Ella sólo sonrió, saludó y se preguntó a dónde demonios había salido corriendo Garrett. Probablemente, a encontrar una mujer a la que le iba el sexo pervertido y tríos. ¡Era una lástima! Porque si alguna vez él se hubiese molestado en preguntarle, estaría sorprendido de saber que ella era exactamente esa clase de mujer. Aunque nunca hubiera hecho realidad alguna de sus fantasías, no significaba que no las tuviera. - "Así que nos estábamos retirando…" - Estaba diciendo Carson. - "Pero pensamos que sería mejor ayudarte a limpiar un poco, antes de irnos. Garrett llevó las botellas de cerveza al contenedor de reciclaje. Vine aquí a conseguir un trapo para poder limpiar las mesas. " Ella se sintió realmente conmovida. - "¡Ustedes chicos no tienen que hacer eso!" - "¡Es lo menos que podíamos hacer! Tú no tenías que abrir la cafetería esta noche pero lo hiciste. También podemos pagarte con algo de limpieza." Él le lanzó una sonrisa torcida y un destello de calor estalló en su vientre. Se dio cuenta de que Carson era, realmente, un hombre atractivo. Ella había estado deseando a Garrett durante tanto tiempo que apenas se había dado cuenta de cómo lucía cualquiera de sus amigos y, por primera vez, realmente se tomó tiempo para mirar a Carson Sco tt… ¡realmente mirarlo! Y, definitivamente, le gustó lo que vio. El cabello rubio oscuro, corto pero no lo suficientemente corto para parecer como toda la tripulación de chicos que se paseaban por Coronado. Sus ojos eran azules, sus rasgos clásicos bien parecidos, y él era tan arrasador como su amigo Garrett. Obviamente, no podría ser un COE de la Marina sin poseer uno de esos cuerpos duros y elegantes que nunca fracasan en hacer a una chica babear. - "¿Tengo glaseado en la barbilla o algo así?" - Carson bromeó. "Maldición, sabía que no debería haber comido uno de esos pastelitos que sacaste para nosotros." - ―No, nada en tu mentón. " - Dijo con las mejillas calientes cuando se dio la vuelta y dejó de mirarlo.
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Rodeó el mostrador y agarró un trapo, luego regresó y se lo entregó. Tratando de no mirar fijamente su trasero, ella lo siguió dentro de la cafetería y vio como limpiaba eficientemente todas las mesas. Carson había terminado cuando Garrett regresó, las campanillas sobre la puerta tintinearon mientras caminaba al interior. El corazón de Shelby inmediatamente dio un par de saltos. ¡Demonios! ¿Por qué John Garrett siempre se las arreglaba para que su pulso se acelerara? - "Gracias por tolerarnos." - Dijo Garrett con voz un poco ronca. - "No hay problema." - Tragó saliva cuando lo vio justo al lado de la puerta, ansiosa de repente porque él no se fuera. Todavía no podía creer que él pensara que era aburrida y quizás era una locura …, ―bien, era una locura― pero tuvo la sensación de que tenía ante sus ojos una oportunidad de oro. Esa noche sería su única oportunidad para demostrarle que no era la dulce mojigata cara-pecosa que, obviamente, pensaba que era. - "Bien... ¡buenas noches!" – Se despidió Garrett. Sus miradas se encontraron y ella podría jurar que el aire silbó y crepitó con la atracción mutua. Bien, probablemente… era el calor el que hacía ese ruido crepitante pero aun así... Ella rompió el contacto visual mirando lentamente hacia atrás, a Carson, quien había dejado caer el trapo en una de las mesas y se dirigía hacia su amigo. No los dejes irse.
La voz urgente dentro de su cabeza le pilló con la guardia baja pero sólo por un segundo. Porque después ese segundo, se dio cuenta de que, realmente, estaba viendo una oportunidad de oro. ¡Una oportunidad deliciosa y ridículamente tentadora …! Es jodidamente dulce. Definitivamente no es el tipo que estaría sin inhibiciones en el dormitorio. ¡Dios! Sería perversamente satisfactorio demostrarles que … estaban
equivocados. Demostrar a Garrett que sus modos salvajes no la asustaban y que era perfectamente capaz de encargarse de él. ¡Encargarse de ambos! Ardor a fuego lento en su vientre, rebosando por sus miembros y haciéndola débil al… deseo. ¡Oh Dios! Ella siempre había imaginado lo que sería... Dos hombres … ¡Al mismo tiempo! Los chicos que había conocido en el pasado habrían estado horrorizados si hubiera admitido esa fantasía en ~ 16 ~
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particular. Incluso Matthew, que no había visto nada malo en acostarse con cualquiera y además con ella, se habría horrorizado. ¿Estaba loca? ¿Pervertida? Sufriendo por insolación … Quizás, pero ¿qué diablos le importaba? Eran todos adultos ahí. Y sí, quizás ella estaba un poco alegre por el tequila. Pero, como el Teniente Cretino había dicho, alegre shmipsy … ¿Qué tenía de malo actuar salvaje y alocadamente de vez en cuando? Si ser salvaje era lo que necesitaba para enseñar a Garrett que podía sacudir su mundo, entonces … ¿por qué no? - ―¡Hasta luego, Shel!‖ - Se despidió Carson. La mano de Garrett estaba en el pomo de la puerta. - ―Todavía es temprano…‖ - Se encontró a sí misma diciendo. - ―Vosotros tíos podríais quedaros y estar un rato más. ‖ Sus manos se congelaron y la miraron sobre sus hombros. - ―¿Quieres que nos quedemos?‖
Ella les dirigió un débil encogimiento de hombros. - ―Seguro. El canalla de Paul dejó una botella de tequila aquí. ¡Podríamos darle un buen uso! ‖ Ambos hombres se le quedaron mirando pero la mano de Garrett se apartó de la manilla de la puerta. - ―Además…‖ - Agregó. - ―Hace tant o calor ahí afuera .‖ - ―También hay bastante calor aquí, demasiado‖ - Escuchó murmurar a Carson. Ella encontró los magníficos ojos café de Garrett y le ofreció una pequeña sonrisa. – “Entonces … ¿qué decís ?‖. Garrett decidió que estaba soñando, porque, realmente, no había ninguna otra explicación para lo que estaba sucediendo. En un momento, Carson y él estuvieron a punto de salir de la cafetería de Shelby; al siguiente, de alguna manera, los convenció para quedarse y darle un buen uso a la botella de tequila, de la que todavía quedaba la cuarta parte. No quería saber por qué lo había consentido pero, por alguna razón, lo hizo y ahora aquí estaba, observando a Shelby Harper tirar la cabeza hacia atrás y tomar un trago. ¡Mierda! ¡Era sexi! Sus ondas rubias caían en cascada bajo sus hombros. Su delicada garganta se balanceó cuando tragó el líquido ardiente. Ella hizo una mueca, luego le pasó la botella y el vaso de chupito a Carson, quien estaba más que listo para el desafío. Carson rápidamente tomó su tragó y pasó la botella. ~ 17 ~
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Garrett la miró por un momento, debatiéndose. No tenía idea de lo que Shelby estaba tratando de conseguir. ¿Estaba tratando de conseguir emborracharlo? ¿Estaba planeando echarle un polvo si lo hacía? Y si era así … ¿por qué diablos le había pedido a Carson que se quedara también? Algo, en el fondo de su mente, le preocupaba pero se obligó a apartar esa absurda idea. No … ¡No! Con pecas o no Shelby, definitivamente, no era del tipo que iba retozando con dos a la vez. ¿O lo era? - ―Vamos, Johnny‖ - Shelby bromeó después de que él había titubeado demasiado. - ―¿Asustado de un poco de tequila?‖ ¡Uh-oh! Lo había llamado Johnny... Él le había contado cómo se sentía acerca del apodo. Sus palabras exactas habían sido. - ―¡Lo odio! Pateo los culos de las personas que me llaman así.‖ - Pero no quería patear el culo de Shelby Harper, por el momento, no por un gran trago. Se veía tan malditamente bien con esa ajustada camiseta sin mangas amarilla, con su hermoso rostro colorado por el calor y el alcohol. Quería besarla. Tanto que, prácticamente, podía saborear sus labios. Pero, en vez de atacarla sobre la mesa y capturar su boca con la suya, cumplió con su desafío y bebió alcohol en su lugar. El tequila le quemó al bajar a su estómago, calentando su cuerpo y facilitando el nudo de tensión que tenía dentro. - ―¡Dios, hace tanto calor !‖ - Dijo Shelby con un gemido, abanicándose con una delicada mano. Luego sonrió y se puso de pie. - ―Necesitamos hielo.‖ Garrett admiró su pequeño trasero ajustado mientras ella se apresuraba a salir del cuarto. Llevaba una falda vaporosa azul que era prácticamente transparente y, si él miraba detenidamente, podía ver el contorno de sus bragas. Espera … La falda se movió y… s í, traía una tanga. ¡Oh Jesús! Tratando de no gemir se movió en su silla pero no importaba cómo se acomodara, sus pantalones aún los sentía demasiados ajustados. - ―Así que… ¡creo que trata de seducirnos!‖ - Murmuró Carson. Se veía un poco sorprendido, como si no pudiera creer el giro de los acontecimientos. - ―Supongo que estoy equivocado en lo de las pecas .‖ Garrett tragó. No lo creía tampoco. Él había estado pensando la misma cosa y, escuchar a su mejor amigo y compañero decirlo, confirmaba sus ~ 18 ~
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sospechas. - ―Ella ha bebido demasiado‖ - Fue lo único que se le pudo ocurrir. - ―No est á borracha, hombre. Camina en línea recta, no arrastra las palabras …‖ - Carson extendió una sonrisa en su boca. - ―Creo que sabe , exactamente, lo que hace. Y exactamente lo que quiere .‖ Él quiso discutir pero Shelby regresó con un vaso de plástico relleno con hielo y se dejó caer en su silla otra vez. Luego alcanzó un cubo de hielo y comenzó a pasárselo por debajo de su cuello. Garrett decidió que Carson tenía razón. Shelby sabía lo que estaba haciendo. Y su plan, obviamente, incluía dejar a sus dos compañeros tan duros como un granito. Un pequeño gemido salió de su garganta cuando frotó el hielo a lo largo de su clavícula, dejando un sendero de brillante humedad en su sedosa piel. Garrett se cambió otra vez pero … ¡era inútil! Tenía una erección de proporción monstruosa y continuaba creciendo cada vez que Shelby pasaba cubitos de hielo sobre sí misma. Ella levantó su ondulado cabello rubio y enfrió su nuca. Movió el hielo, arriba y abajo, por sus brazos desnudos. Lo atrajo otra vez a su clavícula, luego … – ¡Oh, Dulce Señor! – deslizó sus dedos bajo el escote de su camiseta sin mangas. Se sorprendió al comprender que estaba celoso … ¡del maldito cubo de hielo! Podía ver su palma moviéndose bajo su camiseta, escuchaba sus suspiros de satisfacción cuando ella frotaba el hielo sobre la cima de sus senos duros. Y todo lo que quería hacer era empujar su mano y sustituirla. - ―Chicos, os lo estáis perdiendo.‖ - Se burló señalando el tazón sobre la mesa. - ―¡En serio! Coged un poco de hielo y lo ponéis debajo de vuestras camisas. ¡Se siente como el cielo !‖ Carson se rió. - ―No puedo hablar por Garrett pero… me divierto más viéndote.‖ Shelby hizo un sonido irritante y retiró su mano del escote. El hielo se había derretido y sus dedos estaban mojados … Garrett quería apoyarse hacia delante y lamer la humedad con su lengua. Y, cuando terminara de lamer sus dedos, le quitaría esa camiseta y lamería todo su cuerpo . Y luego… se pondría de rodillas, levantaría esa falda hasta su cintura y lamería debajo de allí también. Rápidamente apartó su mirada, apretó sus puños, aturdido al darse cuenta de que estaba increíblemente cerca de que sucediera. Casi había reventado su maldita carga en sus pantalones … Sin ni siquiera tocar a Shelby.
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¡La mujer era mucho más peligrosa de lo que había sospechado! - ―Mira que b ien se siente …‖ Lentamente desenroscó sus dedos y levantó la cabeza para ver… Síí... Shelby estaba deslizando un cubo de hielo a lo largo de la línea de la mandíbula de Carson. Garrett observó cuando ella se acercaba y trazaba la boca de Carson con el hielo. El bastardo estaba disfrutando cada segundo y Garrett no lo culpaba. Él estaría bastante contento también si Shelby le pasara los dedos por su boca. Lo que plantaba la siguiente pregunta … ¿podría conseguir su turno? Porque, demonios, realmente, realmente quería uno. Pero ella se veía lo bastante contenta bromeando con Carson como para olvidarlo y, luego, se inclinó aún más y … ¡Lo besó! ¡Ella estaba besando a su mejor amigo! Y Garrett advirtió con extrañeza que estaba tan excitado como envidioso. No podía controlarse, no podía apartar sus ojos de la vista de Shelby presionando su boca contra la de Carson. Su lengua se deslizaba en los labios de su amigo y profundizaba en su boca. El suave gemido que ella dio cuando sus lenguas se encontraron. Una onda de calor explotó en Garrett nuevamente. ¡Maldición! Maldición . ¿Qué estaba sucediendo? Había deseado a esa mujer durante todo un año y allí estaba ella, besándose con su compañero … Besándolo y recorriendo con sus dedos el cabello de Carson, y… ¿era su imaginación o ella tenía la otra mano deslizándola en el regazo de Carson? - ―¡Whoa!‖ - Murmuró Carson y Garrett supo que no se lo había imaginado. Shelby, en efecto, tenía su mano en la entrepierna de su amigo. - ―¿Qué estás haciendo ?‖ - Preguntó Carson con voz ronca. ¡Buena pregunta! Shelby retiró su mano y se echó atrás en su silla pero Garrett vio la sombra de una sonrisa en sus exuberantes labios. - ―Voy a ser honesta‖ - Dijo finalmente intercambiando la mirada entre los dos hombres. - ―Creo que deberíamos subir a mi apartamento ... ¡Nosotros tres!‖ Carson giró la cabeza en dirección a Garrett. ~ 20 ~
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Garrett, sin embargo, mantuvo su mirada en Shelby. - ―¿Estás segura?‖ - L e preguntó. - ―¡Oh, sí!‖ - Se encogió de hombros con recato, juntado sus manos en su regazo. - ―Pero… ¿por qué?‖ - Tenía que preguntarlo. Su sonrisa se transformó en una sonrisa traviesa, sus ojos azul océano brillaron con deseo y diversión. - ―Porque quiero, por supuesto .‖ ¡Porque quería! Era tan simple, una respuesta directa, y todavía Garrett no podía parar de darle vueltas a su cerebro. ¿Quién era esta zorra de ojos salvajes y qué había hecho con su dulce y pecosa Shelby? Shelby, la mujer que preparaba pasteles para ganarse la vida, que en realidad le importaba lo suficiente como para preguntarle cómo eran sus días, que podía aclarar su mundo con sólo una pequeña sonrisa … Había pasado el último año conociéndola, conteniéndose en invitarla a salir porque no quería que pareciera que todo lo que quería era echarle un polvo. Y, ahora, allí estaba ella a toda velocidad, ofreciéndole echar un polvo junto con su amigo más cercano. Parte de él estaba afligido, consternado, porque, obviamente, había estado equivocado. Ella sólo estaba buscando pasar un buen rato, como todas las demás mujeres con las que había estado. Pero, la otra parte de él… La parte excitada se moría por subir con ella. Así que… ¿qué sucedía si quería con Carson primero? Garrett había deseado a esa mujer por tanto tiempo que, en este momento, estaba dispuesto a hacer lo que fuera para conseguirla. Su cuerpo le decía: Toma lo que puedas conseguir … y su cabeza también parecía estar de acuerdo, señalándole además que la oferta, probablemente, no se quedaría en la mesa por mucho más tiempo. Un momento más de vacilación y, probablemente, ella lo echará a patadas y optará por subir con Carson. ¡Solo Carson! - ―¡Vamos a hacerlo entonces!‖ - Las palabras salieron antes de que pudiera detenerlas y, una vez que habían salido, no podía echarse atrás. Sus piernas estaban inusualmente débiles cuando se levantó pero se las arregló para mantener una postura derecha. Mirando a Carson, agregó: ―¿Listo?‖
Su compañero lo miró sorprendido un momento, disparándole una mirada que decía: ―¿Estás seguro acerca de esto, hombre?‖ En realidad, que Carson pidiera permiso era un gesto encomiable. Carson Scott era un tipo que hacía lo que quería, cuando quería, pero como se ~ 21 ~
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trataba de su amigo fue extrañamente considerado. Dado que Garrett no había mantenido en secreto sus sentimientos por Shelby no era sorprendente que Carson lo pudiera respetar. Él sabía que todo lo que tenía que hacer era dirigirle un imperceptible movimiento de cabeza y Carson se apresuraría en subir, pero … si le ordenaba telepáticam ente a Carson que se marchara… ¿ Shelby aún lo querría? ¿O el trío era un requisito esencial para la fantasía de esta noche? Él miró a Shelby, cuya excitación estaba claramente impresa en su ruborizado rostro, y se dio cuenta de que la respuesta a cualquiera de esas preguntas no importaba... ¡Siempre y cuando estuviera con esta mujer! Y, entonces, le ofreció a Carson un pequeño cabeceo de seguridad porque, si Shelby Harper realmente tenía en mente un pervertido trío, entonces … ¡eso era exactamente lo que él le iba a dar!
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Capítulo 3 Traducido por rozzebell y Dana_Alexia ¡Oh, Dios! ¡Garrett y Carson realmente estaban yendo arriba con ella! Así podían tener sexo … Así los tres podían tener sexo. Ella, en realidad, no había pensado que estarían de acuerdo con ello. Garrett casi se había caído de su silla cuando lo había sugerido … Es más, por un momento, había pensado que él se levantaría y saldría por la puerta. Pero toda la renuencia que pudo haber sentido se apagó en el instante en que se puso de pie y dijo ¡hagámoslo! Gracias Dios por el tequila que nadaba en su sangre, eso seguro. Ella no estaba borracha, ni mucho menos, pero el lento consumo de alcohol y la ligereza dentro de su cabeza verdaderamente hizo más fácil subir la estrecha escalera que conducía a su apartamento. No se atrevió a girarse para ver a Garrett, el cual estaba justo detrás de ella, su aliento tibio en su nuca. Por poco saltó dos pies en el aire cuando sus labios rozaron su oreja. Su voz era áspera cuando dijo - ―¿Estás segura de querer hacer esto?‖ Alcanzaron la puerta y ella la abrió empujándola, entrando al oscuro cuarto de estar sin responder la pregunta. ¿Quería hacer esto? ¿Debería retractarse? ¿Decirles que eso había sido el tequila hablando y que no tenía la intención de desnudarse ante ellos? Ella se detuvo, apoyándose contra la pared, y miró fijamente a los dos hombres que la habían seguido, ambos guapísimos por derecho propio. Garrett con su cabello oscuro y su fuerte atractivo. Carson, pálido y rubio, con su rostro cincelado de modelo. Ella podía pedirles que se marcharan, afirmándoles que esto era un malentendido, pero la reacción de su cuerpo hacia ellos hacía difícil abrir su boca y decir las palabras. Bien… ¿Qué estaba mal en ella? Sus pezones estaban duros como carámbanos, sus bragas estaban empapadas y cada célula de su cuerpo suplicaba por la oportunidad de ser tomada por esos dos dioses del sexo. Dos cuerpos firmes presionando contra ella, dos pares de manos tocándola, dos bocas besándola, dos penes … ~ 23 ~
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Heat of The Moment – Elle Kennedy - ―¿Shel?‖ - Preguntó Garrett.
Ella tragó saliva. El apartamento estaba increíblemente caliente, haciendo difícil respirar y mucho más pensar. ¡Abrir una ventana! Eso era lo que tenía que hacer. O … encender el ventilador, situado sobre la mesa de café. Pero no podía moverse … Su sexo estaba vibrando, su clítoris tan dolorosamente hinchado que tenía que apretar sus muslos antes de desplomarse. - ―Así que… ¿Cómo quieren hacerlo?‖ - Exclamó ella. Finalmente había dicho algo y eso significaba que … ahora no podía echarse atrás. Porque las cosas que había dicho hicieron obvio, más o menos, que quería hacerlo. Y … ¡Jesús! ¿Esa voz tan ronca, de mujer fatal, realmente le pertenecía a ella? - ―Ayudaría si te quitaras la ropa.‖ - Contestó Carson con una sexi sonrisa entre dientes. Garrett no dijo nada pero sus penetrantes ojos negros se estrecharon de excitación, además de otra emoción que no podía identificar completamente. Deseaba que él se acercara y la besara. Ya sabía a qué sabían los besos de Carson … ¡Lento, burlón, débil! ¿Podría sentir los labios de Garrett tan suaves contra los de ella? ¿Sería dulce? ¿O sus besos podrían ser besos ásperos, hambrientos? De repente no podía esperar más para averiguarlo. Pero, ya que ellos esperaban, obviamente, a que ella se desnudara antes de tocarla, Shelby cogió por el dobladillo su blusa y sacó la delgada tela por su cabeza. Su sujetador estaba casi pegado a su cuerpo, con gotas de sudor formándose entre sus senos. Sus dedos estaban temblando cuando desabrochó el broche de delante y deslizó el sujetador de encaje por sus hombros. Ninguno de los hombres dijo una palabra pero sus ojos se ensancharon, con aprobación, al ver sus pechos desnudos. La notable aprobación estimuló su confianza y sus manos no temblaron cuando agarró la pretina elástica de su falda ondeante, quitándosela también. La tanga le siguió después y entonces … quedó desnuda y expuesta ante dos de los chicos más sexis que jamás había encontrado. El suave silbido de Carson rompió el silencio. - ―¡Jesús, Shelby!‖ - Siseó entre dientes - ―¡Estás jodidamente buena!‖ El calor se derramó por sus mejillas. Ambos hombres estaban totalmente vestidos y ahí estaba ella, de pie frente a ellos, sin nada de ropa … por lo que la podían mirar y admirar descaradamente. Y, bajo sus análisis, los pezones se tensaron, sus pechos se hicieron pesados y … una impetuosa humedad la
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inundó entre las piernas. Tal vez eso la hiciera la puta del siglo pero ¡no podía esperar para comenzar! Evidentemente, Garrett sintió la misma urgencia porque, antes de que pudiera parpadear, había dado un paso hacia ella y estaba arrastrándola hacia él, su cuerpo desnudo hacia el de él, vestido. Ella fijó su mirada en su boca, su complicidad y la excitación estaban escritas por toda su cara. - ―¡Bésame!‖ - Le susurró. La complació rápidamente, presionando sus labios contra los de ella. Su boca estaba caliente, firme, insistente. ¡Oh, sí! Carson la había besado como si tuviera todo el tiempo del mundo, su boca perezosa, pero Garrett fue muy intenso. Sus besos eran ásperos, hambrientos y apasionados, como si quisiera devorarla …. Bueno, ella también quería devorarlo. Así lo hizo, chupando fuerte su lengua y frotándose desvergonzadamente contra su vientre bajo. Respirando forzadamente, tiró del dobladillo de la camiseta y se la quitó por encima de la cabeza. Debajo de la camisa era todo músculos, una ancha extensión de duros y torneados músculos y tersa piel dorada, con una capa de vello castaño claro que llegaba a la cintura de sus pantalones de carga. Su boca se secó; su mano, insegura como ella, se acercó y tocó emocionada ese increíble pecho. Pasó su dedo acariciando uno de sus planos pezones café, provocando un suspiro irregular de su garganta. Estaba tratando de decidir si era lo suficiente descarada para bajar su cabeza y chupar uno de los pezones, cuando sintió un par de tibias manos acariciando su espalda desnuda. Por poco dio un salto y entonces se dio cuenta de que era Carson, obviamente ansioso de unirse a la diversión. ¡Oh, Dios, esto era irreal! Su cuerpo desnudo … apretándose entre estos dos formidables hombres. Las manos de Carson apretando su culo, Garrett bajando su cabeza y besándola nuevamente. Un escalofrío de excitación danzó arriba y abajo de su columna y, en consecuencia, un gemido se deslizó fuera de su boca. Garrett rió entre dientes silenciosamente, colocó una de sus manos en su cintura y le dio la vuelta apretando su ingle contra su culo y, en ese momento, Carson llenó su boca con su lengua. Podía sentir la erección de Garrett acurrucándose entre los cachetes de su culo y, entonces, Carson la atrajo más cerca separándole las rodillas con uno de sus firmes muslos y podía notar también el montículo de su excitación. Suspiró empujando su culo contra Garrett y frotándose contra Carson, a través de su pantalón caqui. ~ 25 ~
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Heat of The Moment – Elle Kennedy - ―Quítense los pantalones …‖ - Murmuró.
Estaba dirigiéndose a ambos pero Carson fue el único en contestar. Él le dirigió una sonrisa torcida y le murmuró - ―¡Hazlo por mí!‖ Se encontró a sí misma mirando, por encima del hombro, a Garrett, quien sencillamente miró hacia atrás, sus ojos oscuros parpadearon con pura pasión. - ―No mantengas al hombre esperando‖ - dijo con una ligera sonrisa. Soltando un lento suspiro tiró de la cremallera de Carson, deslizándola con un silbido metálico. Shelby titubeó insegura de qué hacer a continuación. Esto era totalmente nuevo para ella, toda esta experiencia parecía más un producto de su pervertida imaginación que un acontecimiento de la vida real. - ―Ayúdame aquí.‖ - Pidió con una risita nerviosa. - ―¿Qué sigue ahora?‖ Los ojos azules de Carson brillaron. - ―Yo lo hago.‖ - Le cogió la mano y la guió al interior de su pantalón. Ella tomó aire reuniendo cada onza de coraje atrevido que poseía y, finalmente, envolvió con sus dedos su polla y lo empezó a acariciar. El gimió y ella lo vio tirando de su pretina, intentando empujar el pantalón hacia abajo. - ―Ayúdame aquí .‖ - Imitó, con sus facciones tensas por la lujuria desenfrenada. Hincándose de rodillas le bajó el pantalón y el bóxer, preguntándose si la sangre tamborileando en sus orejas era consecuencia del tequila, que había bebido escaleras abajo, o del duro pene que surgió contra su cara. ¡Dios! Era grande. Le rodeó la punta con su dedo índice y él tembló. - ―¡Mierda! Esto es bueno‖ - Dijo con voz ronca. Ella ladeó su cabeza y vio que Garrett estaba ahora inclinado contra el brazo de su viejo sofá estampado. Estaba inmóvil, observándola con esos sexis ojos oscuros. Le apretó el pene a Carson, encontrándose con la mirada fija de Garrett al mismo tiempo que se metía la polla de su amigo en la boca. Con un gemido Carson enroscó los dedos en su cabello y la guió, empujando profundamente su erección en su boca, los ojos de Garrett se estrecharon y vio fuego ahí, haciéndola casi desplomarse hacia atrás. Tragando forzosamente interrumpió finalmente el contacto visual y se centró en la placentera tarea de chuparle la polla a Carson. Con su lengua recorrió su longitud, con movimientos rápidos y cortos ~ 26 ~
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sobre la sensible parte inferior. El gimió con aprobación, inmóvil, con una mano cálida sosteniéndola contra él. Su coño palpitaba cuando lamía de la base a la punta, su cuerpo se ponía más caliente y tenso mientras movía su boca sobre el pene, entrándolo y sacándolo de ella. La habitación estaba totalmente en silencio salvo por la irregular respiración de Carson y el sonido de la succión, hecha por su boca sobre el pene. - ―¡Al dormitorio!‖ - Señaló Garrett con voz áspera. Ella alejó sus labios del pene de Carson dándose cuenta, por primera vez, que todavía no habían llegado a una cama. Ella estaba arrodillada en el centro de su sala, con la erección de Carson flotando frente a su cara, mientras Garrett observaba desde el sofá. La escena era tan deliciosamente sucia que casi se cae hacia delante, con la alfombra arañando sus rodillas. Él estaba en lo cierto. ¡Definitivamente, necesitaban una cama! Shelby no recordaba haberse levantado, no podía recordar tampoco cómo terminó Carson tendido en su cama, mientras ella se arrodillaba entre sus piernas y continuaba volviéndolo loco con su lengua, pero, de alguna manera, llegaron allí y, de repente, las manos de Garrett estaban acariciándola desde atrás. El colchón se hundió, el resorte rechinó y ella jadeó cuando sintió sus dedos tirando de sus pezones. ¡Dios! ¿Era posible estar así de excitada? Había demasiadas cosas ocurriendo a la vez. El pene de Carson en su boca, las palmas de Garrett en sus pechos, su erección presionando su culo … Entonces, el aliento caliente de Garrett la estaba abanicando a través de su nuca y de su cuello. - ―¿Quieres que te folle mientras le chupas la polla a Carson?‖ - Masculló apretando sus pezones entre sus dedos. ¡Todo lo que ella podía hacer era gemir! La inclinó suavemente hacia adelante y ella jadeó cuando él deslizó un dedo dentro de su coño ya empapado. - ―Te encanta esto, ¿no es así Shelby?‖ - La provocó, entonces, presionó sus labios en su cuello. De repente, una oleada de placer la atravesó. Se sintió como un volcán dormido por décadas que, de pronto, entró en erupción de la nada, con tanta fuerza, tanto poder, que lo cubrió todo y a todos, con lava caliente y ardiente … ¡y al infierno con las consecuencias! Empujó su culo contra el dedo explorador de Garrett, sus labios aun envolviendo el pene de Carson. Un grito de placer salió de su garganta cuando Garrett metió otro dedo en su coño. Él deslizó esos dos largos dedos, dentro y fuera de ella, tan duro y ~ 27 ~
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profundo que casi muerde a Carson quien, obviamente, sintió su incapacidad de realizar múltiples tarea a la vez y con cuidado la arrastró hacia arriba. Se encontró a sí misma tumbada sobre el pecho rizado de Carson, sus senos presionados contra sus definidos pectorales, mientras su culo sobresalía para dar caída a los dedos talentosos de Garrett. Carson le pellizcó sus pezones enrollando la rígida cima con sus dedos. Él sonrió cuando ella dejó salir un ligero suspiro, entonces tiró de su cabello y acomodó su cabeza, para que estuvieran a la altura de los ojos, para que él pudiera rozar sus labios contra los de ella. Deslizó su lengua en su boca, sus lenguas se enzarzaron en un duelo, robando el aliento de sus pulmones. Su cuerpo se llenó de sensaciones … Garrett con sus dedos dentro de ella, Carson con sus manos apretándole y jugueteando con sus pechos, su lengua caliente en su boca y el pene moviéndose contra su vientre. - ―¿Te gusta tener el dedo de John dentro mientras mi lengua está en tu boca?‖ - Susurró Carson contra sus labios. - ―¡Sí!‖ - Asintió con dificultad. - ―¡Me estoy volviendo loco aquí!‖ - Añadió él, sus facciones arrugadas por el hambre pura. Agarró una de sus manos y la arrastró hacia su pene, impulsándola a que se lo sacudiera. La voz ronca de Garrett fluyó desde atrás. - ―¿Acabarías si continuo haciendo esto, nena? ‖ - Él agregó un tercer dedo a la combinación y, entonces. comenzó a acariciar su clítoris con su pulgar. - ―Eventualmente‖ - Logró pronunciar ella mientras su mente giraba por el tornado de placer que asaltaba su cuerpo. - ―¿Eventualmente?‖ - Garrett hizo un sonido tch - tch. - ―No puedes tener eso. Queremos que te v engas ahora ¿No es así Carson?‖ - ―¡Oh, sí!‖ Garrett sacó sus dedos y ella casi lloró por la decepción; un segundo después, estaba llorando de placer. Porque, de repente, estaba boca arriba y la cabeza de Garrett estaba entre sus piernas. Su boca caliente cubría su coño, su lengua giraba en su clítoris y … ¡oh, sí …! sus dedos estaban de vuelta también. El placer era tan intenso que apenas podía conservar sus ojos abiertos, ni mucho menos acariciar a Carson, quien se había movido y ahora estaba tendido a su lado. No parecía molestarle que su mano hubiese dejado de moverse. En su lugar, él le apartó la mano y bajó su boca hasta su seno. ~ 28 ~
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―¡Vamos, Shelby!‖ - Murmuró Carson. - ―Quiero verte perder el control.‖ Al cabo de un rato obtuvo su deseo… porque era bastante difícil no perder el -
control cuando estos dos hombres la volvían loca con sus lenguas. Con Carson chupando sus doloridos pezones y Garrett lamiendo su alma… ¡Shelby explotó! Su orgasmo tomó su cuerpo en una ráfaga de placer tal que la tuvo llorando incontrolablemente. La habitación dio vueltas, el colchón se hundió y, al respirar, notó que el aire se volvió más denso … Percibió todo esto mientras se estremecía en la cama con un éxtasis que jamás hubiera creído posible. Ella gimió intentando alejarse de la lengua de Garrett, pero él agarró sus caderas con ambas manos y la mantuvo en el lugar. Siguió tocándola y chupándole el clítoris hasta que el mundo se inclinó nuevamente y un sorprendente segundo orgasmo la atravesó. ¡Oh, Dios! Cuando las olas de liberación decayeron finalmente, apenas podía moverse. Escuchó el sonido de la suave risa entre dientes de Carson contra sus pechos, las respiraciones irregulares de Garrett contra su coño, y se preguntaba si… supuestamente… debería sentirse… así de bien. ¡Dios! ¿Por qué no le había dicho nadie cuán bien se sentía una al tener dos hombres llevándola al clímax? - ―¿Estás bien?‖ – Le p reguntó Garrett con un toque de humor en su voz. Levantó la cabeza de sus muslos y se sentó, acariciando ligeramente su estómago. - ―Estoy… ¡genial!‖ - Salió de su trance orgásmico, notando que él aún tenía puestos sus pantalones. - ―¡Quítatelos ya!‖ - Demandó y al oír su voz percibió queja, protesta y exigencia. Sin atender su queja, él sacó un condón de uno de los muchos bolsillos de su pantalón. Lanzando rápidamente el paquetito cuadrado a su amigo, Garrett dijo: - ―Sólo tengo uno.‖ Un pequeño nudo de decepción se aposentó en su estómago. Pese a encontrar muy atractivo a Carson, él no sería su primera opción como ganador del sorteo de condón. Pero no dejó que la frustración se notara en su voz, no quería hacer añicos ningún ego de macho. Carson agarró fácilmente el condón que le había sido lanzado y luego … llegaron las palabras que hicieron tornar su decepción en deleite. - ―Hay unos cuantos en mi billetera. Creo que mis pantalones están en alguna
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parte de la sala de estar …‖ - Le sonrió a Shelby, como si le recordara que ella había sido la que le había sacado los pantalones. - ―Iré por ellos.‖ - Anunció Garrett, luego desapareció por la puerta. Shelby lo miró, admirando la forma en que sus pantalones se pegaban a su sexi trasero. Aunque el momento de admiración fue breve, porque la siguiente cosa que notó, justo después, fue que Carson había cubierto su cuerpo con el suyo. Él la besó, y fue ron… aquellos besos lentos que le habían dado cuando Garrett había estado chupando su clítoris. La lengua de Carson llenó su boca y luego metió su polla sin avisar. Ese primer empuje le quitó el aire de los pulmones. Un pequeño gemido encontró el camino de salida por su boca, resonando contra la ansiosa lengua de Carson. - ―¡Dios, Shelby, eres tan angosta!‖ - Murmuró. Su ritmo, desigual y errático, la volvió loca y arqueó sus caderas para introducirlo más adentro. ¡Dios! ¡Esto se sentía fantástico! ¿Estaba mal que esto fuera condenadamente fantástico? Ella había estado tan loca por Garrett durante tanto tiempo que, el modo en que su cuerpo respondía a Carson Scott, casi se sentía como una traición. Pero Garrett no pareció sentirse traicionado mientras regresaba al dormitorio. Se detuvo un segundo en la entrada, observando cómo Carson la follaba, y luego, finalmente … finalmente , Shelby lo vio comenzando a desabrocharse los botones delos pantalones. Alejó su boca de la de Carson y observó mientras Garrett se aproximaba de nuevo a la cama, bajando el cierre mientras caminaba. No podía dejar de mirarlo, cautivada por cada pequeño movimiento suyo. Sus manos bajando los pantalones. Sus dedos en la pretina de sus boxers negros. Observándola cómo lo miraba, se quitó los calzoncillos lentamente, sonriendo apenas cuando sus ojos se ensancharon. Su pene sobresalió, largo y grueso… y duro como piedra. Más grande que la polla, que en este momento, bombeaba en su interior. - ―¿Te gusta lo que ves?‖ - Preguntó Garrett con voz ronca. Ella logró asentir con la cabeza, su boca estaba demasiado seca para hablar. Luego gimió, porque Carson había disminuido el ritmo y estaba provocando a su cuerpo, con empujes profundos y lentos, del mismo modo que la vista de la erección de Garrett provocaba a sus ojos. Garrett se acercó a la cama, sus ojos oscuros tan increíblemente intensos que Shelby sintió las primeras oleadas del orgasmo saliendo a la superficie. ~ 30 ~
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Tomó aire, sus músculos interiores se abrazaban con fuerza a la polla de Carson. Estaba a segundos de perder nuevamente el control y Garrett, obviamente, lo supo porque, con un guiño de ojo, estuvo de pronto sobre la cama, arrodillándose en frente de ella, y separó sus labios con su erección. Su punta se deslizó en su boca y el masculino sabor fue todo lo que tomó. Shelby explotó de nuevo. - ―¡Jesús!‖ - Gruñó Carson. - ―Sigue apretando mi polla así… s í, Shel… así.‖ Ella no podía dejar de gemir … Los sonidos se amortiguaban con la polla de Garrett. Mientras olas de placer golpeaban por su cuerpo, le pasó la lengua y su ronco gemido sólo aumentaba cada ola de su orgasmo. - ―¡Mierda! Voy a acabar …‖ - Siseó Carson, sus dedos afirmándose fuertemente en sus caderas. Ella abrió los ojos a tiempo para ver sus rasgos tensos, sus ojos hacia arriba de puro éxtasis. Carson empujó, una, dos veces, sus empujes erráticos, y luego … también explotó. Ella sintió su sacudida por el clímax y tuvo que alejar su boca de la polla de Garrett para sonreír. Ya había hecho anteriormente que los hombres llegaran al clímax, pero … el orgasmo de Carson la llevó a un nivel de satisfacción que nunca antes había experimentado. Él había dudado de sus capacidades sexuales cuando la llamó aburrida y ahora ella… quería gritar, desde el techo, que la buena chica pecosa acababa de llevar al clímax al Dudoso Carson. ¡Y uno grande! Las respiraciones irregulares que subían su pecho eran suficiente para ensanchar su sonrisa. - ―¿Estás bien?‖ – Le provocó, trazando la línea de su quijada con sus dedos. Él la miró con los párpados pesados. - ―¡Oh, síí! Eso fue… ¡increíble !‖ Ella aún sonreía mientras Carson se retiró lentamente y se alejó de la cama. Se sacó el condón con una mano y le dirigió una increíble mirada, satisfactoria y satisfecha, antes de entrar al baño. Y, luego, estaba a solas con Garrett; cuya polla aún estaba a pulgadas de su boca; cuyos ojos aún brillaban con ansias. Ella le arqueó una ceja antes de acercarse y mover rápidamente su lengua por su pene. Él gimió cuando ella chupó la gota de pre -clímax de su punta. Enredó sus dedos en el cabello de Shelby e intentó acercarla más. Ella rápidamente se echó hacia atrás, disfrutando de la decepción que vio destellando en sus ojos oscuros. ~ 31 ~
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- ―¿Así que Cars on consigue toda la diversión?‖ - Refunfuñó él. Ella respondió con una suave risa. - ―De hecho, Carson s ólo fue mi … precalentamiento.‖ - De nuevo salió por su boca esa voz rasposa, como si le perteneciera a ella. - ―¡Ahora, realmente comenzaré!‖ - ―¿De verdad?‖ - ―Síí.‖
Con otra risa, Shelby se incorporó y se sentó en su regazo presionando las palmas de sus manos sobre su extraordinario pecho, obligándolo así a apoyarse en la cabecera de la cama. Luego ella envolvió sus manos alrededor de su cuello y lo besó.
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Capítulo 4 Traducido por Dana_Alexia y Aurora ¡Oh, Cristo! Garrett no pensó, ni por un segundo, que pudiera cansarse alguna vez de los labios sexi de Shelby. Ella besaba como en un maldito sueño, su boca flexible y tibia, su lengua hábil y entusiasta. Si moría ahora, con el cuerpo curvilíneo de Shelby en su regazo y su lengua en su boca, entonces … moriría como un hombre increíblemente feliz. - ―Me encantan tus labios‖ - Susurró ella sorprendiéndolo al decir lo mismo que estaba pensando él. Ella se echó hacia atrás y llevó su dedo índice sobre su labio inferior, su toque era suave. Lo miraba como si fuese el sabroso pavo del Día de Acción de Gracias y no pudiera esperar más para metérselo en la boca. Sus ojos azules brillaban con calor. Sus mejillas sonrojadas por la excitación. Su mirada se deslizó hacia abajo y, en efecto, sus pezones se habían endurecido como dos montículos duros. ¿Había estado así de excitada con Carson? Era absurdo que estuviera pensando en eso ahora, haciendo celosas comparaciones, pero no podía hacer más que pensar en ello. ¡Shelby era tan diferente de las mujeres que compartía con Carson! Ella pudo haberlo sorprendido al sugerirle un trío, pero Garrett estaba seguro de que no hacía cosas como esas a menudo, y sus celos, lentamente, se transformaron en satisfacción. Era obvio que lo estaba pasando bien … – ¡ya había llegado al clímax tres veces, por el amor de dios! –…pero no había ninguna duda en su mente, ella estaba disfrutando mucho más esta parte de la noche. Ella y él. Uno a uno. Besándose del modo que él deseaba desde hace más de un año. - ―¡Y tu lengua …!‖ - Añadió sin aliento, retrocediendo en busca de aire. ―Me encanta tu lengua… incluso más que tus labios .‖ Él rió entre dientes y deslizó sus manos hacia su coxis. Su piel estaba húmeda por el sudor y estaba a punto de encender el ventilador del techo ~ 33 ~
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cuando su móvil sonó. Al principio Garrett pensó que era el suyo, pero sus pantalones estaban a los pies de la cama y el ruido sonaba como si viniera de la sala de estar. - ―¡Mierda!‖ - Dijo Carson mientras salía del baño. - ―¡Es el mío!‖ Su amigo aún estaba tan desnudo como el día en que nació, pero Garrett no estaba particularmente perturbado. Había visto a Carson desnudo docenas de veces y la vista del pene de su amigo o su trasero desnudo ya no lo hacía sentirse incómodo. Carson salió rápido del dormitorio, sus pasos hicieron eco en el pasillo. Un rato después, su voz amortiguada se escuchaba en la sala de estar mientras hablaba a quienquiera que lo había llamado. Garrett se giró para encontrar a Shelby mirándolo, su expresión era de curiosidad. - ―Vosotros hacéis esto, uhm, lo del trío … a menudo, ¿no?‖ Preguntó incómoda. Él se encogió de hombros. - ―Éramos más salvajes unos años atrás, antes de terminar el entrenamiento COE. Ya no hacemos mucho este tipo de cosas .‖ Ella miró sorprendida. - ―¿De verdad?‖ Él ofreció una sonrisa tipo qué –se-le-va-a–hacer. - ―Las personas tienden a madurar. Por otro lado, estamos mucho fuer a del país, lo que hace difícil… ya sabes, emborracharte y hacer todo lo del trío. ‖ - ―Así que… ¿por qué esta noche?‖
Decidiendo que la honestidad era, probablemente, la mejor política, levantó la mano hasta su mejilla y acarició su suave piel. - ―¡Quería estar contigo...! Y t ú querías un trío así que…‖ - Dejó que su voz se apagara. Ella se quedó callada durante tanto tiempo que él se sorprendió cuando volvió a hablar. - ―¡También quería estar contigo, John !‖ - Apartó sus ojos. ―Habría querido incluso si Carson no estuviese aquí.‖
Antes de que él pudiera responder a su asombrosa confesión, el sonido de pasos lo interrumpió. Carson apareció en la entrada, con una expresión agotada en su rostro. - ―El auto de Jenny se averió.‖ - Tenía puestos sus pantalones pero estaban sin abrochar, y se subió la cremallera mientras se inclinaba a recoger su camiseta del suelo. ―Mi hermana‖ - Explicó cuando captó la mirada interrogativa de Shelby. - ―¿Está bien?‖ - Preguntó Garrett. Aunque no estaba sorprendido ya que, llamar a su hermano mayor siempre que necesitaba salir de un aprieto, era un hábito de Jenny Lo que era muy a menudo… ¡Los p roblemas parecían seguir a esa mujer como un perro callejero! ~ 34 ~
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- ―El auto se sobrecalentó.‖ - Contestó Carson. Sacó su cabeza por el agujero del cuello de la camiseta y estiró el dobladillo. - ―Dice que morirá de hipotermia si no voy y la ayudo.‖ - Rodó sus ojos añadiendo… ―Personalmente, creo que no tiene suficiente dinero para pagar un
remolque. Gastó su último cheque en un par de zapatos de seiscientos dólares … ¿quién mierda pag a ese dinero por unos zapatos?‖ Carson giró por el borde la cama donde estaba una Shelby muy desnuda, aún montada en el regazo de Garrett. Con una débil sonrisa, Carson inclinó su cabeza y le dio un beso rápido en la frente. Garrett, inmediatamente, experimentó otra oleada de celos pero reprimió esa emoción irritante. - ―Solo quiero decirte, Shelby, que estuviste absolutamente increíble. También me gustaría decirte que lo volveremos hacer alguna vez … ¡pero dudo que la próxima vez Garrett esté de acuerdo en compartir!‖ - Carson sonrió entre dientes. - ―¡Le gustan demasiado tus pecas! No tanto como tus cafés elaborados … pero verdaderamente le gustan tus pecas‖ - Se alejó de la cama. - ―¡Conozco la salida!‖ - Con un saludo burlón, Carson abandonó el dormitorio. Un momento después, el sonido del pestillo de la puerta principal hizo eco por el apartamento. Y, entonces, ahí estaba Garrett. A solas con Shelby. Desnudo con Shelby. ¡Justo como siempre lo había soñado! Él volvió su mirada hacia su hermoso rostro, queriendo besarla de nuevo, pero su expresión perpleja lo hizo reconsiderarlo. - ―¿A qué se refería con que no te gusta mi café?‖ - Preguntó despacio Shelby. Garrett logró hacer un evasivo encogimiento de hombros. - ―¡Nada! Las frases de Carson raramente tienen sentido .‖ - Intentó acariciar uno de sus increíbles pechos pero ella le alejó la mano. Luego se cruzó de brazos sobre sus pechos desnudos, como si cubriéndose le pudiera obligar a tener esta conversación. Él casi se rió. Ella no tenía idea de cuánta distracción ofrecía su cuerpo, cubierto o no. - ―¡No te gustan mis mocha lattes !‖ - Soltó, con sus ojos abiertos por el horror. Garrett suspiró. - ―Pero… compras prácticamente uno … cada día que no estás en la base o en servicio. Probablemente, gastaste cientos de dólares comprándome café. Y los pasteles …‖ - Chilló. - ―¿Al menos… te gusta el pastel?‖
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Él no pudo hacer más que reír. - ―Sí, Shelby, me gusta el pastel. Y sí, puede que prefiera un buen café negro a las elaboradas cocciones que vendes, pero…‖ - ―¿Pero qué?‖ - Su voz era suave. - ―Pero bebería anticongelante si eso me da una oportunidad de verte, ¿está bien así?‖ Algo nació en esos deslumbrantes ojos azules de ella. - ―¿Vienes sólo para verme?‖ - ―¡Eso me temo!‖ - ―¿Porque somos… amigos?‖ Él suspiró de nuevo. - ―Eso también. Pero… principalmente porque … tengo… siento una maldita cosa por ti y he estado intentando descubrir cómo decírtelo durante un año.‖
El silencio era tan grande que podías oír el ruido de un alfiler al caer. Su confesión, obviamente, la había asombrado porque tan sólo se sentó ahí, mirándolo, sus muslos firmes acunando su polla aún dura. El silencio se hizo interminable por tanto tiempo que él se preguntó si debía repetir las palabras, quizás esta vez … en un idioma diferente ya que ella, honestamente, no parecía comprender lo que había dicho. Ella habló antes que él. - ―¿Tienes … sientes algo por mí? ¿Aunque creas que soy aburrida?‖
Él parpadeó. - ―¿Qué? ¿Quién dijo …? ¡Oh, mierda! Sabía que estabas escuchando tras la puerta, cuando estaba hablando con Carson.‖ Examinó su rostro preguntándose repentinamente si… en realidad ella había… - ―¿Nos tra jiste aquí para probarme algo?‖ Ella no contestó pero el revelador rubor de sus mejillas lo dijo todo. - ―¡Jesús, Shelby!‖
Frunciendo el ceño ante su tono áspero, ella cruzó apretadamente sus brazos sobre su pecho y dijo: - ―¡No fue la única razón…! Realmente quise…siempre he… era una fantasía mía, ¿ok?‖ Ella parecía estar a la defensiva mientras lo decía. - ―Tal vez me hace ser una gran puta a tus ojos pero … siempre he querido experimentar…ya sabes, dos chicos.‖
Ahora ella sólo lucía avergonzada. Trató de bajarse de sus rodillas pero Garrett afirmó sus caderas y la hizo darse la vuelta, así yacía sobre su espalda y él estaba apoyado en su codo, cerniéndose sobre ella. Nuevamente ella intentó alejarse, así que él simplemente la tranquilizó con ~ 36 ~
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un beso largo. Ella hizo una brusca inspiración antes de devolverle el beso, su cálida lengua corrediza en su boca. - ―No estoy juzgándote .‖ - Murmuró cuando alejó su boca. - ―Y no creo que seas una puta, en absoluto. Sólo que… no quiero que pienses que necesitas, ya sabes, acostarte con mis amigos para hacerte a ti misma más atractiva a mis ojos. La verdad es que … ¡siempre has sido para mí condenadamente atractiva!‖ - ―Entonces, ¿ por qué nunca dijiste algo?‖ - Sus ojos eran suaves cuando ella levantó su mano y tocó su barbilla. - ―He estado flirteando contigo todo un año, Garrett. ¡Pudiste haberme dado una señal de que estabas interesado!‖ ¿Ella había estado flirteando con él durante un año? ¡Cielos! Tal vez si él no hubiera pasado tanto tiempo tratando de averiguar cómo pedirle salir habría captado el flirteo. Así que ahora se sentía como un completo idiota por perderse las señales que, aparentemente, ella había estado transmitiendo. - ―No quería que pensa ras que sólo quería sexo de ti. ‖ - Confesó finalmente. - ―¿Así que toda esa conversación sobre mis pecas y sobre que … no servía para sexo pervertido…?‖ - ―Ese era Carson , intentando convencerme de que tú no estabas interesada en mí por mi reputación …. por ser un, uh…‖ - ―¿Mujeriego?‖ – Le facilitó ella. Él se inclinó hacia abajo y besó la sonrisa traviesa en sus labios. - ―Mis días de mujeriego se acabaron. Fui serio cuando dije que quería estar contigo.‖ - ―Y esto lo d ice el chico que acaba de ver a su mejor amigo teniendo sexo conmigo.‖ - ―Admitiré que me moría de celos‖ - Dijo ásperamente, metiendo un mechón de cabello rubio tras su oreja. - ―Pero pensé… bueno, como t ú
dijiste, eso era una fantasía tuya. Y, ahora que la has realizado, tal vez podamos enfocarnos en mi fantasía.‖ Sus ojos brillaron. - ―¿Y qué podría ser eso?‖ - ―Tú.‖ Él rozó sus labios con los de ella y, esta vez, cuando ella profundizó el beso, él no se retiró. ¡No más conversación! Ahora mismo todo lo que quería hacer era perderse en el cálido cuerpo de Shelby y en sus dulces labios. Lamió el camino de su boca a su cuello despacio, chupando gentilmente su ~ 37 ~
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piel y aspirando su embriagador perfume. Olía a flores y lavanda y, algo realmente irónico, vainilla. Pero Carson había estado completamente equivocado antes porque … no había nada de vainilla 2 en Shelby. Ninguna otra mujer lo había calentado con esta fiereza. Él movió su boca desde su cuello hasta sus pechos, dibujando un pezón entre sus labios. Movió rápidamente su lengua sobre su protuberancia rugosa, disfrutando la forma en que ella gemía y enredaba sus dedos en su cabello para que lo introdujera más profundo aún en su boca. Chupó su otro pezón y obtuvo otro gemido por su esfuerzo y, entonces, los dedos de Shelby dejaron su cabello y acariciaron su pene hasta que él apenas podía ya ver bien. - ―Me harás acabar si continuas haciendo eso. ‖ - Gruñó. - ―Pensé que los mujeriegos tenían excelente contención.‖ - ―Era verdad lo que dije sobre que esos días se habían acabado. No he estado con nadie durante más de un año , Shel.‖ Su mano dejó su polla, su expresión transmitía sorpresa y cautela. - ―¿En serio?‖ - ―En serio .‖ - Confirmó.
La mirada en sus ojos le dijo que ella no estaba segura de poder creerle y, de nuevo, él decidió poner fin a toda conversación. Podían discutir todo esto más tarde … ahora mismo sólo quería disfrutar estando desnudo con Shelby. El calor en la habitación era palpable, tanto por la ola de calor de fuera como por las chispas que chisporroteaban entre ellos. Aspirando un poco del más que necesitado oxígeno, Garrett deslizó su mano entre sus piernas y tocó su clítoris, luego más abajo, gimiendo cuando encontró su coño empapado. - ―¡Maldición!‖ - Salió con dificultad. - ―¿Qué sucede?‖ - Pudo escuchar la sonrisa en su voz. - ―Había planeado ir despacio…‖ - ―¿Y estás hablando en tiempo pasado porque...?‖ - ―Porque el plan se fue al infierno en el segundo que sentí esto.‖ - Él la palpó y luego empujó dos dedos dentro de toda esa humedad. - ―¡Dios, necesito estar dentro de ti!‖
Agarró el condón que yacía junto a ellos y lo rodó en su pene, segundos más tarde estaba encima de ella, metiéndolo dentro de su dulce calor hasta el fondo. 2
Aburrido. ~ 38 ~
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- ―¡Johnny!‖ - Jadeó, con tanto placer cargado en su voz que no se
molestó en recordarle cuánto odiaba ser llamado así. La verdad era que el nombre sonaba sexy viniendo de los labios de Shelby. Deslizó sus manos por debajo de ella y las ahuecó en su trasero firme, empujándose a sí mismo más profundo, enterrándose tanto dentro de su coño que pensó que podía estar haciéndole daño. Pero sus suaves gemidos y la manera en que inclinaba sus caderas decían otra cosa, y pronto él estuvo bombeando dentro de ella sin una pizca de delicadeza. Se sintió como un adolescente caliente otra vez, necesitando llevar su pene dentro de ella una y otra vez, necesitando estallar en un clímax que tardó un año en llegar. A Shelby no parecía importarle. Si cabe, ella se estaba moviendo más erráticamente de lo que lo hacía él, encontrándolo empujón por empujón, rogándole ir más rápido y, cuando rápido no parecía ser suficiente para ella, más fuerte. - ―John… voy a… Oh Dios…‖ - Enterró sus dedos en su espalda, la cual estaba ahora empapada con sudor, y procedió a desmoronarse bajo él. La mirada de éxtasis en sus ojos, cuando ella llegó, fue suficiente para arrojarlo muy alto por el mismo precipicio. Placer al rojo vivo abatió su columna y se apoderó de sus bolas y entonces … él estaba llegando también, su corazón malditamente cerca de rebosar, sus ojos cegados por la luz que estallaba frente a ellos. - ―¡Jesús!‖ - Jadeó, intentando expresar lo que recién acababa de experimentar con palabras más elocuentes. - ―Eso fue… ¡Jesús!‖ Aparentemente, Shelby no era capaz de hablar más que él porque … simplemente dio un suspiro satisfecho y envolvió sus brazos apretadamente alrededor de él. Él sabía que debía estar aplastándola así que, gentilmente, intentó rodar hacia un lado, pero ella lo retuvo en el mismo lugar y murmuró - ―¡Quédate!‖ Sonriendo, retiró lentamente su pene aún duro de su estrechez, sin quitarse de encima de ella mientras se sacaba el condón. Luego plantó un beso suave en sus labios y dijo, - ―No te preocupes, no planeo ir a ningún lado.‖
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Capítulo 5 Traducido por Aurora y Dana_Alexia Shelby despertó la mañana siguiente con el sonido de la lluvia repicando contra la ventana de la habitación. Ella y Garrett no se habían molestado en correr las cortinas la noche pasada, y volvió su cabeza y observó cómo gruesas gotas de lluvia surcaban el cristal. Parecía que, finalmente, la ola de calor se había interrumpido. El nivel de calor entre las sábanas, sin embargo, estaba aún en niveles elevados, rompiendo el récord. - ―¿Nunca paras a descansar?‖ - preguntó ella cuando Garrett deslizaba una mano cálida bajo sus bragas y provocaba a su clítoris con los dedos. - ―Nooo.‖ - Se acurrucó cerca de ella, luciendo ridículamente adorable con su cabello oscuro despeinado tras dormir y sus ojos café guiñando con malicia. Ella aún no podía creer que él se quedara toda la noche. De alguna manera, había estado esperando que se alterara o algo, que decidiera que había cometido un error durmiendo con ella, y saltara de la cama con horror. Pensó que se despertaría para encontrar su lado de la cama vacío, la huella de su cuerpo la única señal de que él en realidad había estado ahí. Pero… ¡aquí estaba él! Pícaro y despierto y sin el más mínimo remordimiento por lo que ellos habían hecho. Era obvio que el único remordimiento que él sentía era por el hecho de que ella aún estaba usando bragas pero, rápidamente, se encargó de eso. - ―Realmente deberíamos levantarnos… ‖ - Dijo a regañadientes cuando sus dedos continuaron su exploración. Él agarró su mano y la arrastró hasta su entrepierna. - ―¡Ya estoy levantado!‖ Una sacudida de deseo agitó su cuerpo cuando sintió su erección. ¡Oh, sí! ¡Él estaba definitivamente levantado! Curvó sus dedos sobre su longitud y lentamente comenzó a acariciarlo, mientras se maravillaba de lo que le había sobrevenido ella. El despertador en su mesita de noche señalaba las ~ 40 ~
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nueve a.m., tenía toda una nevera de pasteles que necesitaban ser entregados y aún así no podía dejar de tocar a Garrett, no podía disuadir a su cuerpo de responder a esos dedos talentosos de él y el modo en que su pulgar trazaba círculos en su clítoris y… ¡a la mierda con los pasteles! ¿Quién necesitaba, de todas formas, tanta azúcar tan temprano? Pateó para deshacerse de la colcha enredada en sus piernas y se subió a su regazo. - ―¡Bien! Tú me convenciste para… hacer esto.‖ Riendo, él levantó sus manos y ahuecó su barbilla. Sus manos cálidas atrajeron su rostro hacia el de él. Un segundo más tarde, sus labios cubrieron los de ella. El beso fue tierno, un movimiento rápido de lengua, un mordisqueo de dientes y, entonces, él movió la boca hasta su cuello y chupó su piel ligeramente. El calor onduló dentro de ella, luego se extendió a través de su cuerpo, dejando escalofríos chisporroteantes en su despertar. La barba incipiente matutina de Garrett escocía su piel pero las pequeñas abrasiones sólo la excitaban más. Ella adoraba su áspera masculinidad. - ―Dios, no sé cómo pasé todo un año sin tocarte …‖ - Él gimió en su cuello, envolviendo sus brazos, fuertemente, alrededor de su cintura. Ella inhaló el perfume de especias de él, enredando sus dedos a través de su pelo y obligando a su boca a volver a la de ella. Esta vez el beso estuvo cargado de hambre y ella respondió con avidez, empujando su lengua en su boca y saboreando el sabor de él. Ella nunca antes había experimentado besos como este, caliente, apresurado, y tan … malditamente erótico que incluso su lengua comenzó a hormiguear. Dejando una mano en sus caderas, movió la otra alrededor y bajó entre sus piernas. Sin romper nunca el beso la acarició hábilmente, masajeando su clítoris, y luego empujó un dedo dentro de ella, hasta que el débil dolor del deseo llenó sus venas y sus muslos temblaron. - ―No, todavía no‖ - Respiró, tratando de alejar su mano. - ―Te quiero dentro de mí.‖ Ella extendió la mano hasta la mesita de noche donde estaba un solitario condón, esperando a ser abierto. Estaba de repente agradecida por no haber dejado que Garrett lo usara cuando la había despertado con un beso en mitad de la noche. Carson había tenido sólo dos condones en su billetera y, ya que ella había querido conservarlos, recompensó el maravilloso despertar, con un beso de Garrett, con una felación que pasaría a la historia, – sin pretender un juego de palabras, – y ahora estaba contenta de haber sido previsora con los condones. ~ 41 ~
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- ―¡Eres una maníaca del sexo!‖ - Garrett se burló mientras ella rasgaba
la esquina del sobre y, prácticamente, le lanzó el condón. - ―Mira a quién tengo en mi cama. Yo también esperé un año por ti, ¿sabes?‖ Él rodó el látex sobre su imponente erección, inclinando su cabeza cuando dijo, - ―Aún no puedo creer que me perdí todas esas señales que estabas mandando.‖ - Su mano se movió atrás, entre sus muslos, y gimió cuando sintió cuán mojada estaba. - ―Podíamos haber estado haciendo esto hace años...‖ Se sentó a horcajadas sobre él otra vez y guió su pene hasta donde lo quería. - ―Seguro pero … ¿no crees que valió la pena esperar?‖ El empujó hacia arriba. - ―¡Oh, sí!‖ ¡Dios! Ella no pensó que alguna vez se aburriría, o se acostumbraría… a tenerlo enterrado dentro. Se sentía tan bien… ¡ tan correcto! Gimoteó cuando él se retiró, se movió alrededor en un intento de traerlo de vuelta a donde pertenecía… pero él no la dejó. Riéndose entre dientes suavemente, la tiró sobre su espalda y tomó el control, provocando su abertura con la punta de su pene. - ―¡Te dije que te quería dentro!‖ - Se quejó. - ―Sí, bueno, quiero que dure. Te quiero tan desesperadamente que … estoy a punto de explotar‖. - ―¡Entonces explota!‖
Le lanzó una sonrisa pícara. - ―No hasta que tú lo hagas.‖ Ella hizo un último intento de ponerle en camino, pero él agarró su muñeca con los dedos antes de que pudiera alcanzar su polla. Entonces él agarró su otra muñeca, empujó ambas hacia arriba, sobre su cabeza, y las encerró juntas con una mano fuerte. - ―Ahora sé paciente .‖ - Ordenó, sus ojos oscuros parpadeando con excitación y diversión. - ―¡Sí, señor!‖ Muy lentamente, él frotó otra vez su pene contra su abertura, arrastrándolo, hacia arriba y hacia abajo, por su mojada hendidura. Cada vez que la punta rozaba su clítoris… ella se estremecía. Y, cada vez que ella arqueaba sus caderas, él se retiraba y agitaba su cabeza con desaprobación. Todavía estaba restringiendo sus manos pero su firme agarre sólo la volvía más salvaje. Como que a ella le gustaba estar a su merced, yaciendo bajo él, mientras él… hacía todo lo que quería sobre su cuerpo febril. ~ 42 ~
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Sus pechos comenzaron a cosquillear, sus pezones se endurecieron, su coño se apretó y, aun así, él todavía no entraba en ella. Sus provocaciones tortuosas pasaron a ser deliciosamente insoportables, su cuerpo estaba dolorosamente preparado, y, cuando finalmente se sumergió dentro de ella, no había forma alguna de detener el orgasmo. ¡La golpeó como un tren de carga! Se abalanzó a través de su sangre, sujetado por abrazaderas de sus músculos y sacó todo el aliento de sus pulmones. Se escuchó a sí misma gimiendo pero el sonido era apagado por el rugido de su pulso en sus oídos. Garrett no disminuyó la velocidad, no la dejó recuperarse. Él tan sólo apretó su agarre en sus muñecas, mordiendo su cuello y llenando la habitación con roncos gruñidos, que señalaban que él estaba cerca. Ella envolvió sus piernas alrededor de su cintura, sus pies desnudos descansando en su espalda tensa cuando ella levantó sus caderas del colchón para meterlo más profundo. Manteniendo sus ojos abiertos, ella observó sus rasgos tensos y sus ojos crecieron con párpados pesados por su inminente liberación. - ―Vamos, Johnny‖ - Murmuró ella, amando la expresión en su rostro, amando que ella fue la única que lo puso ahí. Él enterró su rostro en la curva de su cuello, su polla comenzó a latir y luego … – ¡O h, sí! – estaba llegando al clímax en su interior. Ella pudo sentir su corazón acelerado, un ruido sordo contra sus pechos como un errático tambor tribal. Él gimió, empujó una última vez y luego se relajó. - ―¡Jesús!‖ Respiró con dificultad. - ―¿Me parece a mí o se vuelve cada vez mejor entre nosotros …? Finalmente soltó sus muñecas, se giró y la empujó encima de él. Ella presionó su rostro contra su pecho y enrolló una pierna sobre sus muslos. Se quedaron ahí durante un largo momento, ninguno hablaba, ninguno se movía, hasta que Garrett extendió su mano y entrelazó sus dedos con los de ella. - ―¡Definitivamente valió la pena !‖ - Murmuró él, contestándole la pregunta de hace un rato. Su corazón dio un pequeño vuelco. ¡Dios, estaba escandalosamente colada por este hombre! Jamás había imaginado que él pudiera ser tan tierno, tan dulce. Deseó poder estar tendida en la cama con él para siempre, sostener su mano y besarlo y despertar con su rostro sexi cada mañana por el resto de su vida. ~ 43 ~
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- ―¡Quedémonos aquí para siempre!‖ – Murmuró él, haciéndose eco de
sus pensamientos. Ella acarició su pecho rizado y le plantó un beso en su pezón plano. - ―¡Me encantaría!‖ - La imagen de un refrigerador lleno de pasteles flotó en un primer plano de su cerebro. - ―¡Pero no puedo!‖ - Añadió a regañadientes. Ella se movió y sus dedos quedaron instantáneamente curvados sobre su cadera. - ―Sin levantarse.‖ – Ordenó él Un suspiro se deslizó por su garganta. - ―Tengo que hacerlo ...‖ - ―¡Lo prohíbo!‖ Riendo, ella se desenredó de su abrazo y se puso de pie. Sus piernas casi se le doblaron, las dulces réplicas de su orgasmo aún revoloteaban por su cuerpo. - ―De verdad. Tengo todo un refrigerador de pasteles que necesitan ser entregados.‖ - El reloj de alarma ahora marcaba las diez y media. ¡Maldición! Era casi la hora. Un montón de pasteles tenían que ser entregados a mediodía. - ―¿No puedes hacer las entregas más tarde?‖ - Refunfuñó Garrett. Ella sonrió ante el destello de decepción en sus ojos. - ―¡De verdad, no puedo! Pero, si quieres, puedes ser mi chofer y pasar el día conmigo .‖ Tan pronto como las palabras salieron de su boca el móvil de Garrett sonó. Maldijo despacio, inclinándose sobre un lado de la cama y alcanzando sus pantalones militares. Sacó su móvil de uno de los bolsillos, frunció el ceño cuando vio el número en la pantalla, y deslizó el teléfono sobre su oreja. - ―Garrett‖ - Dijo vivamente. Shelby observaba mientras él escuchaba lo que le decían al otro lado de la línea. No decía mucho, excepto un par de ―¡Sí, señor!‖ y un rápido ―¡Estaré ahí!‖ Y luego colgó el teléfono, y la decepción en sus ojos se profundizó con arrepentimiento. - ―Ese era mi comandante .‖ - Le dijo. - ―¡Oh!‖ - Tragó. - ―Me temo que … ¿debes marcharte?‖ Él asintió. - ―¿Al extranjero?‖
Él ya estaba saliendo de la cama y poniéndose torpemente su ropa. ―Probablemente.‖
Ella tragó dificultosamente. - ―¿Cuánto tiempo estarás fuera?‖ - ―No tengo idea, nena. Pueden ser horas, días, semanas, meses…‖ - Se fue
apagando su voz, se puso los pantalones y cerró la cremallera, se puso su camiseta y se dirigió al baño. ~ 44 ~
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Ella lo escuchó abrir el grifo y luego tirar de la cadena del inodoro. Él se fue tan sólo un momento, pero … fue también un momento lo que necesitó para que los viejos recuerdos se lanzaran al ataque. No podía recordar cuántas veces se había despertado, a la mañana o en mitad de la noche, con el sonido del móvil de Matthew; cuántas veces se despidió de él, preocupada semana tras semana porque fuera asesinado, en medio de la jungla o en una mina antipersonas. No es que tuviera que preocuparse … ¡Oh, no! Matt había estado en constante peligro, eso seguro, pero resultó que la mayoría del peligro provenía de las prostitutas y de extrañas al azar, con las que se acostaba en cada país en que era desplegado. La pregunta era… ¿Garrett compartía los mismos hábitos? Era un pensamiento inoportuno, por no decir ridículo. Pasando ambas manos por su cabello se apoyó en la pared, al lado de la puerta del baño, deseando poder sacar las inseguridades de su cerebro y de su corazón. No tenía derecho a preocuparse porque que Garrett pudiera hacerlo o no, cuando estaba de servicio. Ella no era su novia ni nada por el estilo y, por otro lado, verlo anoche … mientras ella tenía sexo con uno de sus amigos más cercanos, realmente … no la dejaba en una buena posición para juzgar o reprenderlo. - ―Soy un COE, Shel‖ - La voz tranquila de Garrett llenó la habitación y, cuando ella levantó la cabeza, lo vio de pie en la entrada del baño, plenamente consciente de la angustia en sus ojos. - ―Cuando el equipo es llamado no tenemos más opción que ir, a dónde sea que nos requieran .‖ - ―¡Lo sé!‖ - ¡Rayos! ¿Acaso notó el temblor en su voz? Síí, lo notó. Su expresión se suavizó mientras se acercaba y la empujó a sus brazos. Su cuerpo era sólido y tibio, sus labios suaves mientras la besaba en la frente. - ―¡Estaré de vuelta antes que te des cuenta! Y, luego, podemos continuar … lo que comenzamos anoche, ¿de acuerdo?‖ - ―Y… ¿comenzarás una iniciativa, hum, similar con alguien más? Ya sabes, si conoces a una mujer cuando estés fuera …‖ - Las palabras salieron antes de que pudiera detenerlas y, por el destello de dolor que vio en sus ojos, supo que debería haberse esforzado más para refrenar su miedo e inseguridad. Las manos de Garrett cayeron de su cintura. - ―No puedo creer que me preguntes eso…‖ - Se giró, dirigiéndose a la cama donde había dejado su móvil y lo metió en su bolsillo. - ―¡Honestamente… ¿crees eso de m í?!‖
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¡Whoa! Cuando se giró nuevamente el dolor en su rostro se había triplicado, sus rasgos ahora mostraban además incredulidad y rabia. - ―Yo…‖ - Ella intentó encontrar algo correcto que decirle, si es que había algo. - ―El chico con el que salí antes… solía acostarse con cualquiera cuando estaba lejos, ¿vale?‖ - ―No, no vale.‖ - Un músculo se torció en su apuesta quijada. - ―¡No me parezco en nada a Matthew! Sí, sé todo sobre Matthew, tu Marino, y sí, escuché rumores de que él no podía mantener su polla en sus pantalones. Pero no hago gilipolleces como esa. ¡No engaño a una mujer que me interesa!‖ - ―Garrett…‖ - El fuego en sus ojos la hizo reconsiderarlo. Cerró su boca, simplemente suspiro y esperó a que él se desahogara. - ―¿Crees que soy capaz de decir todo lo que dije, sobre desearte, sobre cuán loco estoy por ti, y luego girarme y follar a una extraña? Olvidas que estaré trabajando, probablemente, en un lugar remoto del mundo donde las mujeres que encontraré preferirían atarse bombas en sus pechos que follar con americanos, pero … ¡a la mierda! ¿Crees que te haría eso?‖ Ella respiró profundamente, sintiéndose de pronto ridícula y tonta por comparar a este hombre con su ex. Garrett podía tener un pasado salvaje, pero le creyó cuando le dijo que estaba en celibato desde el año anterior, y … ese año apareció en la cafetería casi a diario, comprando lattes que ni siquiera le gustaban sólo para poder verla. Y anoche… ¡Dios! Anoche la había observado teniendo sexo con su mejor amigo porque él quería que ella realizara su fantasía y, lo más importante, porque quería estar con ella. Y el modo en que la besó… estaba repleto de una emoción que jamás había experimentado antes. ¡Maldición, realmente era una idiota! Obviamente, Garrett estaba totalmente de acuerdo porque ya estaba haciendo un movimiento rápido hacia la puerta. - ―¡A la mierda con esto!‖ - Murmuró. - ―Obviamente, nuestra amistad este último año no te ha enseñado nada sobre mí. Obviamente, todo lo que ocurrió anoche, – y hace unos minutos atrás, – tampoco hicieron algún impacto en ti. Si no quieres confiar en mí, bien, no confíes en mí. ¡Vete a la porra, Shelby! No salto a través de aros por algo que otro imbécil hizo .‖ - ―¡Garrett…!‖ - Pero fue ya muy tarde. Él ya se había ido, el lejano sonido de un motor comenzó a envolver sus oídos, y luego no hubo nada más que el ligero repiqueteo de la lluvia contra las ventanas.
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Heat of The Moment – Elle Kennedy
Capítulo 6 Traducido por Dana_Alexia
Garrett acababa de colocarse su petate sobre el hombro y se dirigía, dentro de la base, hacia la zona donde el helicóptero de la marina los esperaba, cuando una voz conocida lo detuvo en su camino. Se congeló por un segundo, luego se giró y, efectivamente, Shelby estaba corriendo hacia él. Ella llevaba un par de vaqueros desteñidos y una camiseta verde brillante y su cabello rubio ondulado estaba bastante empapado por la lluvia. Él intentó esconder su asombro mientras ella se acercaba con pasos rápidos. ¿Qué hacía aquí? Después del modo en que él dejó las cosas en su apartamento, no había esperado volver a verla pronto … Sí alguna vez. ¡Maldición! Realmente la había jodido al arremeter contra ella de esa forma, pero… ¿alguien podía culparlo? Dejó claro cuánto le gustaba, cuánto deseaba estar con ella y, a cambio, ella le pregunta si va a follar con alguien más cuando se marche. Su desconfianza había sido demoledora. Quizás no debió haberle gritado de la forma en que lo hizo, pero … ¡Rayos! ¿Cómo podía tener tan poca fe en él? - ―¿ Tienes un minuto?‖ - Preguntó ella, quitándose mechones de cabello mojado de sus ojos. Posiblemente … ¡era la pregunta más absurda que pudo haber hecho! El sonido de la hélice del helicóptero runruneando era una clara señal de que no, no tenía un minuto, pero su tono cortés lo hizo querer patear algo. - ―¿Quién te dejó salir aquí?‖ - Preguntó sin responderle. De todos modos, su pregunta tenía más sentido, considerando que los civiles no tenían permitido entrar en esta parte de la base. - ―Fui yo‖ - Oyó otra voz. Garrett miró más allá de los delicados hombros de Shelby y vio a Carson acercándose a zancadas. Deteniéndose solamente para darle un rápido abrazo lateral a Shelby, Carson lanzó su bolso sobre sus hombros y se dirigió al helicóptero, donde esperaba el resto del equipo. - ―¡No lo ~ 47 ~
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arruines!‖ - Gritó Carson sin girarse y sus palabras fueron tragadas por el sonido del rotor. Garrett miró a Shelby, secando gotas de lluvia de su rostro. - ―Así que… ¿qué tal?‖ - Maravilloso … ¡Otra pregunta estúpida! - ―No podía dejar que te marcharas sin…‖
Ella dudó y el cerebro de Garrett rápidamente llenó el vacío. Romper contigo. Decirte cuanto me desagradas. Besarte. - ―¡Disculparme !‖ - Finalizó. - ―¡Disculparte! - Repitió él. - ―Sí‖ - Una respiración titubeante salió de su boca. - ―Actué como una
idiota. ¡Una idiota celosa e insegura! Y tienes todo el derecho de abandonarme del modo en que lo hiciste.‖ Él negó con su cabeza. - ―Debí haberme quedado.‖ - ―Bueno, no debí haberte preguntado si planeabas acostarte con alguien más cuando te fueras. Y, definitivamente, no debí haberte comparado con mi ex.‖ - ―No debí haberte mandado a la porra.‖ Ella se rió. - ―Eso fue duro pero… creo que lo merecía.‖ - Su risa se desvaneció rápidamente y él pudo ver la incertidumbre flotando en sus hermosos ojos azules. - ―¿Puedes perdonarme, Garrett?‖ ¡Jesús! Él no podía recordar la última vez que una mujer se paró frente a él y le pidió perdón. Normalmente él era el que lo pedía. - ―Sé que probablemente aún estés enojado…‖ - C ontinuó rápidamente, ―pero, de verdad, lamento lo que dije y, de verdad, quiero estar contigo cuando regreses. ¡Cuando sea que vuelvas! Y no me importa si es en un día, una semana o un mes. Esperaré … ¡Prometo estar aquí cuando vengas a casa!‖ Sus palabras fueron tan serias que su corazón se amplió. Su boca se secó y no podía decir palabra alguna, lo que no era algo bueno porque el rostro de Shelby decayó mientras, obviamente, tomaba su silencio como rechazo. - ―Si, probablemente eso fue tonto…‖ - Dijo ella con una sonrisa auto crítica. - ―La parte de esperarte. Demasiado Jerry Maguire, ¿ huh?‖ - Su mirada se enfocó en el helicóptero crepitando detrás. - ―Deberías irte. Sólo saldré de tu camino y …‖ ~ 48 ~
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Él la besó. Sólo la besó, justo en frente de un helicóptero lleno de COEs quienes comenzaron a silbar. - ―¡No fue tonto!‖ - Murmuró en sus labios. - ―¡Y no estoy enojado, Shel! Antes lo estaba pero … Dios sabe que nunca puedo estar enojado contigo .‖ Una gota de lluvia cayó directamente en su nariz pecosa y él se inclinó para quitarla con un beso. - ―No voy a ponerte los cuernos com o lo hizo el idiota de tu novio y ahora, que sé que estarás esperándome cuando regrese, me mataré trabajando para asegurarme de volver a casa tan rápido como pueda, ¿de acuerdo?‖ -
―¿Es esa una promesa?‖ ―Es una garantía.‖ ―¡Bien!‖ - Ella se puso de puntillas y acarició sus labios con los suyos, luego suavemente lo alejó. - ―Deberías irte‖ - ―Sí, debería‖ - Aún no podía dejar de besarla una vez más. Esta vez le
deslizó un poco de lengua. - ―Ve‖ - Ordenó ella, viéndose sin aliento y feliz y tan ridículamente ardiente que él estuvo casi tentado a enfrentar la ira de su comandante y no subir al helicóptero. Pero ella le dio otro empujón y repitió. - ―¡Ve!‖ - ―Bien.‖ - Rezongó. - ―Te veré cuando regreses.‖ - ―Bien.‖
Él sólo dio unos cuantos pasos hacia el helicóptero que lo esperaba, cuando se detuvo y se giró para darle una mirada pícara. - ―Oye… ¿recuerdas esa cosa qu e hiciste anoche con el hielo?‖ - Gritó. - ―¿Cuándo te lo frotaste por todas parte y me volviste loco?‖.
Riendo, ella esperó expectante que continuara. - ―Bueno, cuando venga a casa, vamos a hacer lo del hielo de nuevo. No me importa si hay una ola de calor o no. Definitivamente … voy a frotar un par de cubos de hielo por todo tu cuerpo no-aburrido, ¿está bien?‖ - ―¿Es una promesa?‖ - Gritó ella. - ―Nooo.‖ - Él sonrió y repitió sus palabras anteriores. - ―Es una garantía.‖
Fin ~ 49 ~
