Prueba del libro de lectura Un deseo para AlbertoDescripción completa
Full description
Mini-Mision para jugadores de nivel 3-7 de pathfinder en español
Descripción: ensayo creado por Rodrigo Castro Satas para la cátedra transversal de individuo y ciudadania
Descripción completa
Descrição completa
Encuadernación: Tapa blanda Editorial: ARKANO BOOKS Lengua: CASTELLANO ISBN: 9788496111134 3472 libro de Esoterismo y ocultismo Guardado por 1 persona RESUMEN DEL LIBRO Me gusta 1 ¡Valóralo! ...Full description
Full description
Texto psicoanalítico lacaniano que aborda clínicamente el problema de los trastornos alimentarios (anorexia-bulimia)Descripción completa
Gélida, fría, helada, cualquier sinónimo sobre la temperatura de aquella noche se quedaría corto. El sábado perfecto en una semana de trabajo que les daba aquel día de descanso. Los telediarios y periódicos anunciaban que la madrugada de aquella noche el acontecimiento astrónomo del ao se daría entre las !"#!! y !$#!! a.m., y de aquella manera cientos de personas habían tomado asientos en los mejores rincones de algunas montaas de la capital. %ero ellas, podían contar con un espacio perfecto, una casita en la sierra, un pequeo espacio libre tras ella en donde la comodidad y el calor de una casa les proporcionaría cobijo para calmar las bajas temperaturas. &inco compaeras de trabajo que 'eían en aquella mara'illa natural, la escapada perfecta para tomar un respiro. (Laura, deja de hacer ruido con esas palomitas por fa'or, me estás poniendo histérica L# &ru), &ru)* +ijimos que dejaríamos las malas 'ibraciones en el hospital* %ues lo siento, oírte masticar entorpece esa genialidad tuya hija (e cru)o de bra)os mirando a su compaera en la parte trasera. (-ajaja %odemos tener un /n de semana tranquilo chicas0 %or fa'or. L# 1o estoy tranquila Esther. Es la jefa que anda tensa, aunque no me e2traa, con ese marido que tiene* 3erá posible4 E'a# 5ira Laura, dame esas palomitas y cállate ya que ni comiendo dejas, criatura. (6aya pa), chicas* 7ue ya hemos llegado E# 8ien. %orque a mi estas ya me están 'ol'iendo loca. (una 'e) se detu'o el 'ehículo las cuatro bajaron para contemplar aquella casita de madera( Es preciosa 5aca. 5# Gracias. (onrió orgullosa mientras iba hacia el maletero( 9enga chicas, ayudarme. Eran prácticamente las mejores amigas, Esther lle'aba como jefa de enfermeras ya 'arios aos, después de haberse consolidado con su trabajo durante sus primeros aos bajo el mando de su anterior jefa. %or su parte, &ru) se había con'ertido en la jefa de :rgencias una 'e) el anterior se había jubilado, otorgándole a ella la con/an)a necesaria para el trabajo. Laura, una residente ya perfectamente amoldada al desenfreno de aquella parte del hospital, querida por todos sus compaeros y compaera de piso de Esther,
compaera de locuras junto a la médica del ;5:<, E'a, la más jo'en de todas, y por lo tanto 'isiblemente más acti'a. 1 por =ltimo, 5aca, la =ltima de todos en llegar al &entral, pediatra de 'ocación, heredera de la gran empresa de 'inos >ilson, pero lejos de ser consentida y arrogante, era compaera de sus compaeros, y amiga e2cepcional para cada uno de ellos, habiéndoselos ganado desde la sinceridad que siempre demostraba. 5# 9osotras lle'ar las cosas a la cocina mientras yo abro puertas y 'entanas. L# ?e echamos una mano0 5# @o, tranquila* hay pocas habitaciones será un segundo. 9oy contigo, cabe)ota, (La agarró del bra)o mientras salían de la cocina( así me enseas tu cho)a y me recuerdas la mala suerte que tengo al estar casada con un hombre que piensa que la naturale)a es una táctica más de ligue. 5# -ajajaja e2agerada. 1a me gustaría a mí hija*ya me gustaría.
Esther recorría la planta de abajo al completo, el pequeo salón, la chimenea de piedra... Le gustaba el ambiente r=stico y austero que se respiraba, a la par que acogedor, en aquella casa. ;lgo que no le encajaba para nada en la imagen que tenía de 5aca en su cabe)a. iguió a sus compaeras hasta el piso de arriba para colocar las cosas y ayudarlas a juntar las camas, ya que habían acordado hacerlo así para tener más espacio para dormir las tres juntas en el cuarto de in'itados. ;l cabo de unos minutos, 5aca asomó la cabe)a por la puerta de la habitación, apoyando una mano en el umbral. 5# ?odo bien chicas0 L# Esto está genial, 5aca. 5# 9ale, 'oy a la parte de atrás a por lea para la chimenea. i necesitáis cualquier cosa me lo decís. :na 'e) se hubieron instalado, las tres 'ol'ieron a bajar al piso de abajo, donde &ru) ya había hecho café para combatir el frío de la sierra. E'a# +eberíamos salir e ir preparando el telescopio para esta noche. L# 8uena idea. Esther ?e 'ienes0 E# &laro. 5ientras sacaban el telescopio de la caja, &ru) se acercó a ellas dando un sorbo a una ta)a de café. 5e e2plicas otra 'e) cómo es que tienes un telescopio, E'a0 L# Lo tiene para locali)ar a tíos* potables0 Apreguntó a su amiga.
E'a# %otentes, Laura Arió( 1 no la hagáis caso, es para mirar las estrellas. L# &laro, porque en un ático en pleno centro de 5adrid se 'en muuuuuuuuuchas estrellas Aaadió con una sonrisilla. E'a# 5ira, chica, yo al menos me preocupo por rehacer mi 'ida. E# Eh* bueno 'a, dejadlo ya Alas interrumpió( 9amos fuera, montamos el trasto y ya. &ru) sacudió la cabe)a mientras se sentaba en uno de los sillones. Escuchó risas en la puerta y se giró, 'iendo como 5aca, que tenía los bra)os llenos de troncos de lea, casi se chocaba con E'a, quien lle'aba el telescopio en bra)os y no 'io que la pediatra entraba al mismo tiempo. E'a# &uidado, doctora Bernánde) Abromeó. 5# %asad, anda. e echó a un lado y dejó que Laura y E'a salieran. Esperó a Esther, pero esta le hi)o una seal con la cabe)a para que entrara mientras mantenía la puerta abierta. 5# Gracias. E# @o hay de qué, doctora Aaadió con una sonrisa antes de salir y cerrar la puerta. 5aca se quedó mirando a la puerta durante unos segundos antes de dirigirse a la chimenea y dejar los troncos en el suelo. e arrodilló en el suelo y se quitó los guantes. 6ace mucho frío0 5# 8astante Asonrió mientras se frotaba las manos( Esta noche nos 'amos a quedar como marmolillos, ya 'erás Abromeó. 8ueno, al menos tenemos café Aal)ó la ta)a que mantenía entre sus manos.
e quedaron en silencio mientras la pediatra encendía la chimenea. %odían escuchar cómo fuera sus compaeras discutían a 'oces. Cían a Laura regaar a E'a y una carcajada de Esther que resonaba con fuer)a. +esde luego, son como crías. 5# í Asonrió( Le hacen a una sentirse mayor. Cye guapa, habla por ti. 5# %erdona, que aquí todas tenemos más o menos la misma edad* (la sealó con un dedo( E2cepto t=. 1o también te quiero Aaadió seria antes de tomar otro sorbo de café. :na 'e) los troncos empe)aron a arder 5aca se quedó absorta mirando las llamas, a=n de rodillas frente a la chimenea. Estás bien, 5aca0
5# %erfectamente Ase le'antó emitiendo un sonido de esfuer)o( 9oy a por unas mantas para esta noche. &ru) obser'ó cómo la pediatra se marchaba escaleras arriba, así que decidió salir a reunirse con sus compaeras, para asegurarse de que todo estaba en orden y no armaban ninguna.
E'a# &ómo 'as a 'er nada si no quitas la tapa, Laura0 L# 31 yo qué sé4 &reía que ya lo habías hecho. E'a# %ues no lo he hecho porque ahora no se 'e nada 7ué quieres 'er0 i no hay estrellas. L# iempre hay estrellas, lo que pasa es que no se 'en porque es de día Adijo con re tintín. &ru) se acercó a ellas, quedándose de pie junto a Esther, quien tenía los bra)os cru)ados y reía al escuchar las disputas de sus amigas. @o se las puede dejar solas. E# 7ue 'a* %ero son muy di'ertidas. E'a# Cye &ru), 1 5aca no sale0 6a subido un momento a buscar mantas y eso para esta noche. L# &rees que está pensando en ella0 @o sé, Laura, supongo* Es normal Ase encogió de hombros. Esther las miró a ambas sin entender muy bien de qué iba la historia. E# En quién tiene que pensar0 Laura y E'a miraron a &ru), esperando que ella tomara la decisión de contarle o no a Esther lo que seguramente le pasaba a la pediatra. Dngela, la e2 de 5aca. E# La e... e2* (tartamudeó( La Aaadió. í, La Asonrió( olían 'enir mucho aquí hasta que rompieron. E# 6ace mucho0 :nos seis meses, pero creo que a 5aca a=n le cuesta AEsther la miraba con atención. E'a se puso los guantes y se acercó a ellas dos, mientras Laura se mantenía de pie con las manos en los bolsillos y mirando a los alrededores. E'a# %ues yo creo que está mejor sin ella, y ya 'a siendo hora de que se ol'ide de lo que la hi)o Amiró a Esther.
&ru) miró a la médica del ;5:< con seriedad, indicándole que no debía seguir hablando del tema, y así lo hi)o. E'a sonrió a sus compaeras y Esther comprendió lo que la cirujana le había transmitido con aquella mirada fulminante. 9amos para dentro, anda.
5ientras ellas intentaban preparar todo medianamente, la pediatra había entrado a la habitación en la que dormirían &ru) y ella, dejando todo acomodado para una 'e) después, no tener nada más que hacer que acostarse en su cama. &omen)ó a colocar su ropa interior de forma ordenada en el primer cajón de su mesilla, sonriendo al encontrar 'arias pertenencias que no recordaba tener ahí. acó un mechero de una cafetería que había a pocos ilómetros de allí, recordando la tarde que había pasado con Dngela, a base de chocolate caliente y risas. +e repente, cuando a=n mantenía aquella sonrisa, 'io al /nal de aquel cajón una foto que por su colocación, parecía estar guardada a propósito, temblando por creer saber de qué se trataba. La tomó con temor y la giró frente a su rostro, encontrando lo que tanto temía. 5# -oder. +e mala gana la 'ol'ió a dejar en aquel recóndito lugar y cerró el cajón como si con aquella fuer)a pudiera asegurar que nunca más lo abriría. ;l salir de su dormitorio 'io la puerta entornada de la habitación donde dormirían las chicas, 'io algo por el resquicio y caminó decidida inclinándose hasta la prenda que asomaba. 5# &on lo fácil que es ser ordenada coo*(abriendo la puerta dio un paso en falso, trope)ando con algo en su camino y casi cayendo de bruces( 5ierda*(lle'ó la 'ista al suelo encontrándose con las botas de Esther( +e quién si no0 i todo es de ella* (dio un giro de F! grados sobre sus talones 'iendo como aparte de las botas, también había mal colocado su abrigo, guantes y la misma bufanda que ahora lle'aba en las manos( %aciencia 5aca* paciencia. Ey* 6abla sola doctora0 (entró sonriendo y mirando a su alrededor( Esta Esther* 5# iempre es así de desordenada0 (preguntó malhumorada mientras colocaba más o menos todo en su sitio. Es* especial. @o lo hace con maldad, solo que* (obser'ó como su compaera seguía recogiendo todo( 5aca, en serio, estamos aquí para estar tranquilas, no te ofusques por esta tontería. 5# 1a, ya* (se sentó en una de las camas( %erdona, no sé por qué me he puesto así. 9amos abajo anda (le echó el bra)o por los hombros in'itándola a le'antarse y caminar junto a ella( que no me /o de dejar mucho tiempo a estas tres solas. 5# Cye, he pensado que podíamos echarnos una partida al parchís. ?engo un tablero abajo. %archís0 ?= me 'es a mí con cara de jugar al parchís0
5# %erdona Eh0 pero el parchís puede ser muy di'ertido (bajó ella el primer escalón( i apostamos, claro. Eso es otra cosa >ilson, eso es otra cosa. 5# jajajajaj
:n rato después, fuera de la casa E'a y Laura seguían en su tejemaneje de montar lo que las ayudaría aquella a noche a disfrutar de la mara'illa de la naturale)a En la cocina, Esther, &ru) y 5aca comen)aban a preparar la comida entre con'ersaciones centradas en temas del hospital y alg=n que otro cotilleo que Esther hacía saber a sus compaeras. ?anto tiempo con ?eresa te está transformando Esther, no es normal que sepas tanto. E# Es una buena mujer, sólo que como pasa tanto tiempo en ese mostrador pues* (sonreía mientras remojaba algunas 'erduras. 5# Es muy cotilla y punto. (6ablaba casi por primera 'e)( @o sé por qué le gusta tanto saber de la gente. E# 8ueno, cada persona es como es no0 (La miró enarcando una ceja( @o tienes por qué ju)garla si no la conoces. 5# @o la estoy ju)gando, sólo hablo de lo que 'eo, y que es más que e'idente por otra parte. &ru), que había ido hasta el frigorí/co, las miraba a una y a otra con cara de sorpresa por aquella pequea batalla de palabras que habían comen)ado sus compaeras. uspiró mientras bajaba un poco la 'ista colocándose de nue'o en la mesa entre ambas, queriendo así poner un poco de calma. 8ueno y* la pi))a está ya0 (miró de reojo al horno. 5# Le quedan un par de minutos, 'oy a llamar a las chicas. La cirujana miró a Esther que seguía con la mirada /ja en su tarea y 'iendo que ésta no salía de su embelesamiento le dio un pequeo golpe con el codo haciéndola reaccionar. 7ué pasa contigo0 E# 7ué0 (se quejaba frotándose el bra)o( 7ué he dicho0 7ue no estés a la que salta, Esther, que te ha faltado saltar sobre ella. E# 7ué yo qué0 ;nda &ru), no 'eas donde no hay, que yo sólo he contestado a su mala leche, que por cierto, tiene mucha. En aquel momento los pasos de la pediatra se escucharon tras ellas, ambas se giraron y 'ieron como ésta buscaba algo en uno de los cajones, la cirujana 'ol'ió a girarse y espetó con la miraba de nue'o a la enfermera, que le hacía burla en silencio y se giraba sonriendo.
?ras un postre del disfrute de 'arias golosas, &ru) y Esther se ofrecieron a recoger la mesa, mientras 5aca preparaba algunas de las películas que había bajo el tele'isor para así poder elegirlas entre todas. 5edia hora después, todas ya acomodadas, se encontraban en una trama de suspense en una de esas s=per producciones americanas donde los efectos especiales hacían saltar de los asientos en el momento más intrigante de la película. Esther en la esquina de uno de los sofás, de nue'o junto a 5aca, ocultaba el rostro, una y otra 'e) con el cojín, e'itando así la impresión que todas esperaban, haciendo sonreír a la pediatra en más de una ocasión. E'a# %ues ha estado chulísima, que guay. 5enos mal que al /nal no acaban todos )umbaos. L# Jumbá yo* que no sé cuantas 'eces me has cla'ado los pies. 5e 'an a salir moratones en la pierna por tu culpa. E'a# erás e2agerada* &hicas, no empecéis por fa'or. L# :y, cómo estás por +ios, la edad no perdona eh0 (e le'antó estirando los bra)os( %odíamos dormir un poco, y ya le'antarnos cuando las estrellas esas. E# 9amos a recoger esto primero anda (e le'antó cogiendo los 'asos que habían en la mesa. 5# ?e ayudo. ;mbas cogieron todo lo que había por la mesa y caminaron hasta la cocina, la enfermera por delante de 5aca, quien no pudo e'itar dirigir su mirada al trasero de la enfermera al subir los escasos dos escalones que daban a la cocina. onrió un segundo mientras iba hacia la basura para echar las latas en ella. &uando ele'ó la 'ista 'io un par de platos amontonados en la encimera, uno de ellos con los desperdicios de la pi))a, indudablemente los de Esther, y un ruido en la 'entana la hi)o mirar hacia allí, donde un gato intentaba colarse entre el espacio abierto. 5# 3-oder Esther4 (Bue hasta la 'entana para cerrarla. E# 7ué0 7ué pasa0 (e giró asustada mirando hacia donde permanecía la pediatra. 5# 37ue has dejado el plato con la comida4 ?anto te costaba tirarla joder0 (Enfadada tiraba directamente el plato dentro de la basura( @o es tan difícil. E# Lo* lo siento, no pensé que*.(se e2cusaba algo ner'iosa por la actitud de la pediatra. 5# %ues no lo sientas* y compórtate mujerEn adulta coo. (?iraba prácticamente todo lo que encontrabacomo sobreuna la mesa( la habitación igual, las botas en medio, la bufanda en el suelo* E# ólo tengo defectos 'erdad0 A%reguntó, ahora si enfadada( %ues sabes qué te digo0 (La pediatra se giraba sorprendida por aquel tono de 'o)( 7ue yo tendré mis
cosas, pero no soy una neurótica, ni tengo esos arranques de borderío 3&osa que a ti te sobra bonita4 +icho esto se giró enfurecida saliendo de aquella cocina, donde la pediatra ahora se sentaba en la silla junto al fregadero arrepentida por aquella actitud que no había podido controlar, mientras escuchaba los pasos de Esther subir a toda 'elocidad por la escalera, terminando en un porta)o que hi)o el silencio de toda la casa.
5# 6a subido muy enfadada0 (%reguntó a sus compaeras que aun permanecían en silencio cada una en su lugar. E'a# %ues*(ponía una mueca que daba a entender a la pediatra que sí. 7ué ha pasado0 5# @ada que*(miró un segundo hacia la escalera y se sentó al principio de esta sintiéndose culpable(7ue soy una bruta* que no sé hablar sin cagarla. @o será para tanto mujer, (se le'antó caminado hacia ella( 'erás cómo se le pasa. ; Esther los enfados le duran poco, ya 'erás. 5# Eso da igual, le hablé fatal, y por una tontería. L# %ues si te 'as a sentir mejor sube. ?ampoco creo que te asesine con unas de sus botas. E'a# 3Laura joder4 (&asi rió por la broma y miró de nue'o a la pediatra( En serio 5aca, Esther no es rencorosa, seguro que si subes ahora te abre la puerta como si tal cosa. 5# ubo0 A5iró a &ru) que asentía con una sonrisa( 9ale*pues nada, re)ar por mí. 5ientras respiraba hondo comen)ó a subir, uno a uno y despacio, los escalones que la separaban del primer piso. Llegó hasta el pasillo de los dormitorios, y deteniéndose la puerta donde permanecía Esther, carraspeó todo lo Kojo que pudo antes deen llamar a la puerta. 5# Esther* Esther* %uedo pasar0 (7uedó en silencio mientras escuchaba el cuchicheo que se traían las chicas en el salón( Esther lo siento, no debí hablarte así, perdona. (Esperó unos segundos antes de 'ol'er a llamar( Esther, por fa'or* abre la puerta. E# 37ué04 (;brió de golpe asustando a la pediatra y tu'o que contener una sonrisa( 7ué quieres0 5# Lo siento. E# 9ale, lo sientes, ya puedes 'ol'er a bajar. (ntentó cerrar de nue'o la puerta pero el pie de 5aca se colocó en medio( 7ué quieres ahora0 5# +e 'erdad que lo siento, hablé como una idiota y no tenía por qué hablarte así por esa tontería. E# 9ale.
5# @o, 'ale no, 5e perdonas0 E# i te digo que sí te irás0 (La pediatra la miró no muy conforme y bajó la 'ista( Está bien 5aca, no pasa nada, no me enfado, ya está. egundos después la pediatra 'ol'ía a bajar con las manos en los bolsillos de su pantalón, con una lentitud clara haciendo que las chicas se incorporasen rápidamente para saber cómo había ido la tanda de disculpas. 1 qué0 &ómo se lo ha tomado0 5# %ssss*(encogió los hombros( +iréis lo que queráis* pero esta chica es de lo más rara. ?odas# -ajajaja
8ajó las escaleras con las manos en el bolsillo frontal de la sudadera que se había puesto para intentar combatir el frío de la sierra. 8oste)aba cansada, mientras se acercaba a la chimenea, a=n encendida.
nue'o su 'ista a las ardientes llamas que las resguardaban del frío, sin oír que la enfermera empe)aba a hablarla. E# 5aca, 5e oyes0 5# Eh0 Ala miró confundida( í qué0 E# Estás empanada Asonrió( ?e decía que no sabía que te lle'abas tan bien con las chicas. 5# 8ueno, no es que seamos íntimas, íntimas* (ladeó la cabe)a( +igamos que más bien si tengo trato con ellas es gracias a &ru). Ella* Ella me ayudó durante una etapa difícil de mi 'ida Ae2plicaba con melancolía( Le debo mucho Asuspiró( 1 bueno, ya se sabe, las amigas de tus amigas* Esther asintió mientras la obser'aba en silencio. E# abes0 ?engo una teoría sobre los amigos. 5# ;h sí0 1* qué teoría es esa0 E# 7ue los amigos son nuestras 'erdaderas medias naranjas, no nuestras parejas. La pediatra soltó una pequea carcajada, sorprendida por aquella declaración. E# 7ué0 ?iene lógica* ('io como negaba con la cabe)a. 5# ; 'er, sorpréndeme. E# Es muy sencillo. Los amigos son mucho más compatibles que las parejas. on los que pase lo que pase, siempre están a tu lado, los que no te ju)gan, los que siguen ahí el resto de tu 'ida, aunque tu pareja te abandone. ?e conocen, te apoyan..., y todo sin esperar nada a cambio. 5# 1a 'eo. E# %ues por eso mismo los amigos son nuestras medias naranjas Aarrugó la nari) de manera graciosa( ;unque yo pre/ero una media mandarina, son más dulces. 5aca la miró un tanto e2traada durante unos segundos, antes de romper a reír en una carcajada. E# ?e ríes de mi teoría0 Ale preguntó /ngiendo estar ofendida. 5# +esde luego, una teoría curiosa, sí Aasentía con la cabe)a( 5edia mandarina* (repitió en un susurro antes de romper a reír de nue'o. E# 1a está, ya no te digo nada más Arefunfuó. 5# 9a, no te enfades. E# @o me enfado, estoy acostumbrada a que la gente se lo tome a pitorreo. Esther se cru)ó de bra)os, mientras mordisqueaba uno de los cordones de la capucha de la sudadera, mirando al frente, intentando encontrar aquello que había robado la atención a la pediatra, quien no apartaba la 'ista de las llamas, totalmente absorta.
E# 1 'ienes mucho por aquí0 La casa está genial. 5# Gracias. E# La compraste hace mucho0 5# Bue un regalo. E# 9aya, (dijo asombrada( peda)o de regalo A5aca asintió( 7uién regala casas en la sierra0 Adijo riendo. 5# (suspiró( 1a 'es. 5aca cerró los ojos y se acomodó más en el sofá, intentando descansar la 'ista sin quedarse dormida. 7ui)á ahora podría disfrutar del silencio, ya que parecía que Esther se había callado por /n. Efecti'amente pasaron unos minutos en silencio, apenas un par, cuando* E# 9as a pedir un deseo0 A5aca abrió los ojos de golpe y se giró para mirarla( @o me mires así. 5# @o te miro de ninguna manera Adijo molesta. E# 5e has mirado como si tu'iera tres cabe)as. @o sé, es una pregunta como otra cualquier @o0 ?= crees en los deseos0 5# %ues no, Esther, no creo en los deseos, ni en la suerte, ni en la mala suerte, ni en el destino ni nada de eso. E# %ues yo sí. A6i)o una pausa( +eberías pedir un deseo A5aca la fulminó con la mirada( %or si las moscas. A6i)o otra pausa( 1o ya sé el mío Adijo con'encida. 5# ;h sí0 1 qué 'as a pedir0 E# ;aaah*. Ala sonrió( i se dice no se cumple Anegó con el dedo( on las reglas. 5# &laro, perdona, no sé cómo se me ha ocurrido Adijo con sarcasmo. Esther miró hacia el lado, un tanto fastidiada al 'er que 5aca había 'uelto a cerrar los ojos. 5iró el mueble que contenía la tele'isión, un reproductor de +9+ y un 'ídeo cuya hora marcaba las tres menos die). E# 5ira, son casi las tres, 5aca Adijo emocionada. 5# í0 E# e me ha pasado el tiempo 'olando Ala pediatra entornó los ojos( +espertamos a las otras0 5# 1a 'oy yo Adijo le'antándose y caminando hacia la escalera. e detu'o( @o irás a salir así no0 E# 7ué pasa0 5i atuendo no es el adecuado para 'er una llu'ia de estrellas0 A preguntó con guasa.
5# @o, Esther, pero aquí estás caliente y fuera hace frío, llé'ate una manta. E# 1a soy mayorcita, 5aca Ale dijo algo molesta. 5# &omo quieras Ale'antó las manos( yo sólo pretendía ayudar.
E'a Laura bajaron escaleras corriendo grito de el se =ltimoN, que y&ru) y 5aca las las seguían detrás con másalcalma. LaMtonto cirujana había mientras en'uelto ya en una manta y se disponía a salir. %or su parte 5aca 'io la manta, que minutos antes había estado compartiendo con la enfermera, tirada en el sofá. 9ienes0 Apreguntó desde la puerta al 'er que se había detenido. 5# í, ahora salgo, 'es. La pediatra se dirigió al sofá cogiendo aquella pesada manta y rodeándose con ella, sonriendo al escuchar los gritos de E'a y Laura en el e2terior, peleándose por el telescopio que habían preparado aquella misma tarde para obser'ar mejor las estrellas. &erró la puerta de sí,seguían tiritando elpor cambio de temperatura y se sus amigas. E'atras y Laura enalsunotar lucha establecer turnos, &ru) seacercó mo'ía a ligeramente para combatir el frío y Esther* Esther se abra)aba a sí misma y tiritaba 'isiblemente. La obser'ó durante unos segundos antes de sacudir la cabe)a y acercarse a ella por detrás. ;brió sus bra)os, abriendo la manta con aquel gesto, y rodeó a la enfermera, en'ol'iéndolas a ambas. Esther sonrió y dirigió su 'ista al cielo, ignorando que su mejor amiga, Laura, las obser'aba algo e2traada. ?anto 5aca como Esther se mantu'ieron en silencio, balanceándose ligeramente de un lado a otro para no quedarse petri/cadas. +e 'e) en cuando, la pediatra escuchaba como los dientes de Esther castaeaban, lo que la empujaba a abra)arla con más fuer)a contra ella. La enfermera cerró los ojos y sonrió, girándose ligeramente para 'er a la pediatra. E# %uedes decirlo Eh0 eguro que te mueres de ganas. 5# El qué0 Apreguntó intentando esconder una sonrisa. E# 7ue ya me lo ad'ertiste. 5# Esther* (la enfermera la miró e2pectante( &állate y mira. 5iró al cielo, tal y como 5aca la había indicado con su mentón y 'io las primeras dos estrellas fugaces iluminar el /rmamento. La pediatra la obser'ó con una le'e sonrisa. 6abía cerrado los ojos, a=n con la cabe)a dirigida al cielo, y parecía murmurar algo en 'o) muy baja. M+eberías pedir un deseo* por si las moscasN, las palabras de Esther resonaban en su cabe)a. in embargo, no era todo tan fácil como parecía. 7ué podía pedir0 u trabajo le iba bien, la relación con su familia parecía encau)arse de nue'o a pesar
de haber estado un tanto distantes durante los =ltimos meses y* y ya no estaba con Dngela. 5iró de nue'o a Esther, con los ojos cerrados y una sonrisa que se dibujaba en aquellos labios cerrados. &ómo alguien podía poner tanta ilusión en algo que seguramente no funcionaría0 ;l /n y al cabo, sólo era una llu'ia de estrellas. M7ui)á, si te dejas lle'ar*N, pensó. &erró los ojos y tomó aire, formulando mentalmente lo primero que se le pasó por la cabe)a. onrió sin poder e'itar sentirse est=pida ante aquel acto tan poco característico de ella. ;brió los ojos de nue'o y miró a Esther, quien seguía inmó'il entre sus bra)os, sin hablar, pero con los ojos abiertos y la mirada /ja en el /rmamento. 5# 1a has pedido tu deseo0 Ale preguntó en un susurro. La 'o) de la pediatra la sacó de su trance, obligándola a girarse para mirarla a los ojos. ;l hacerlo, ambas sintieron algo que las hi)o dejar de respirar. &omo si alguna fuer)a in'isible las obligara a mirarse /jamente, sin mo'er ni un m=sculo, sin poder, sin querer hacerlo. 5aca obser'ó el brillo de los ojos de Esther, resultado de la ilusión con la que estaba 'i'iendo aquella noche, proporcionando un magnetismo especial a su mirada. %or su parte, Esther sintió un pincha)o al comprobar la triste)a que encontró en aquella mirada.
&hicas, esto se ha acabado Adijo entre boste)os. E'a# Espérate un ratito más a 'er. E'a, lle'amos cinco minutos sin 'er ni una más. 1o me 'oy que me estoy quedando periquito. La cirujana corrió ligeramente hasta la puerta, en'uelta en la misma manta con la que había salido. 5aca decidió imitar a su amiga y comen)ó a caminar en dirección a la puerta, seguida por Laura, quien se unió a la e2plicación de &ru), a pesar de que E'a insistía en que se quedara un poco más.