A r itR G R REVISTA
GENER AL Y
DE
INVESTIGACION
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T O MO
XVIII
N.° N.° 62. = FEBRERO FEBR ERO,, 1951
RES POSIBILIDADES DE ,UNA VISION CRISTIANA DE LA HISTORIA
intento de autocomprensión se resuelve hoy día a la postre en una determinación de la propia posición histórico-filosófica o en utópica estima errónea de la misma. Todos los hombres que pla nifican y tratan de uncir las masas a sus programas practican en alguna forma una filosofía de la historia. Aceptan el hecho de los medios de des trucción que las modernas ciencias de la Naturaleza ponen a disposición de los que ostentan el poder. Mas la cuestión de cuáles sean los hom bres contra los cuáles emplear oportunamente estos medios no es, sin duda, un problema de las ciencias naturales. Hace tiempo que, incluso, ha dejado de ser un problema moral o jurídico. En la actualidad esta cuestión yá sólo se plantea y resuelve desde el ángulo de la filosofía de la historia. El marxismo particularmente es, hasta un grado tan intenso, filosofía de la historia, que todo contacto con el mismo se resuelve en una polémica filosóficohistórica. Las minorías planificadoras y directoras se construyen a sí mismas, y las masas por ellas dirigidas, mediante in terpretaciones históricofilosóficas. Toda propaganda de masas bupca su evidencia en la demostración de que se encuentra del lado de los acontecimientos venideros. Toda la fe de las masas no es sino la creencia de hallarse situadas acertadamente, en tanto que el adversario se en cuentra en una posición errónea, porque el tiempo, el futuro y la evolu ción trabajan en contra suya. Y hasta la desesperación encuentra su postrer grito sólo en la amenaza de que la historia universal ha iper dido su sentido. Ningún autor nos refiere este estado de cosas con mayor claridad históricofilosófica y mejor preparación en el campo de la historia del
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Carl Schmitt
—espíritu--que—espíri tu--que- Ka-rl- Lowi Lo with th en -su-libro- -Meanirtg -Meanirt g -in Histcyry Histcyry Ji949)u Ji949)u Hace un análisis crítico que realmente merece este nombre. Partiendo de la actualidad, de Burckhardt, Marx y Hegel, se remonta, pasando por los positivistas y los hombres de la Ilustración, y por Bossuet, Vico y Joa quín de Fiori, hasta San Agustín, Orosio y la Biblia. Es éste un camino que conduce desde la filosofía de la historia a la teología de la historia, y finalmente a la escatología. Mas, para Lowith, este camino no con duce a la neutralización de lo pretérito en el plano de lo actual. Es, por encima y más allá de toda erudición, un camino de iniciación. Siguién dolo, j^l autor adquiere esa profunda conciencia históricoespiritual en que estriba su superioridad frente a historiadores y filósofos de la his toria modernos, particularmente Arnold Toynbee. Ante esta obra notable podemos dejar sin temor a un lado el desier to de los tradicionales problemas metodológicos, en cuyos secanos sue len encallar las disquisiciones sobre el tiempo y la historia, y enlazar nuestras observaciones directamente con los resultados y conclusiones del propio libro. Con Karl Lowith estamos persuadidos de que el paga nismo no es susceptible de un pensamiento histórico, porque piensa cí clicamente. En los ciclos de un sempiterno retomo lo histórico pierde su sentido específico. Sabemos que la fe progresista de la Ilustración y del positivismo no fué sino judaismo y cristianismo secularizados y que de ellos tomó su é
~l res posibi pos ibilid lidad ad es de una visión cristiana cristiana de la historia
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efectivamente, de ningún otro medio de autócomprensión histórica. Es curioso el que, de entre el sinnúmero de sucesos y tiempos históricos, precisamente la era del cristianismo primitivo nos parezca tan convin cente. Y es extraño también, con cuánta certeza se presenta este para lelismo desde d esde la -revoluci -revolución ón francesa franc esa en autores op uestos y con conclu siones contrarias, subsistiendo en sí siempre como algo que se sobreen tiende. Y más extraño todavía es que un fenómeno bistóricoespiritual de tanta evidencia y actualidad como este gran paralelismo no haya sido estudiado hasta ahora monográficamente por separado, ni en los cen tros de enseñanza, ni por la investigación lit^e. El socialismo se inicia con el «Nuevo cristianismo», de Saint-Simon, o sea, invocando ese gran paralelismo. Jácobo Burckhardt ya estaba muy influido en este sentido por Ernst von Lasaulx. Tanto el pensamiento cíclico como el escatológico pueden servirse del gran paralelismo. Ambos encuentran en él la prueba del final de un eón, la certidumbre del agotamiento de una época, de un tempo esaurito. esaurito. El pensamiento cíclico saca de esto la de ducción de un nuevo período del mundo ; el progresista progr esista infiere infiere la eleva ción en forma de espiral de una época más perfecta, mas el pensar escatológico tológico ve en ello la inmediata proximidad del fin. fin. El cristia cristiano no debe de be elevar ese paralelismo a identidad, puesto que, para él, los hechos centrales del eón cristiano—el advenimiento, la crucifixión y la resurrección del Hijo del del Hombre—permanecen vivos con inalterada presencia. La otra cuestión que se señala se refiere al problema de si fe escatológica y conciencia histórica son compatibles entre sí. Casi siempre se con testa negativamente a esta interrogante. Ambas parecen ser todavía más incompatibles que el pensamiento cíclico y el histórico. La viva espera del fin inmediato parece privar de su sentido a toda la historia y provoca una parálisis escatológica, de la que existen numerosos ejemplos históricos. A pesar de ello, hay también la posibilidad de tender un puente. De ello tenemos ejemplos asombrosos en la historia del imperio medieval. El puente lo viene a constituir la idea de una fuerza que detiene el adve-· nimiento del fin y reprime repri me el espíritu del mal. Es el zatzat-sy syo orv del miste rioso pasaje de San Pablo en la segunda epístola a los tesalonicenses. El imperio medieval de los emperadores alemanes se comprendía asimismo históricament históri camentee como com o xat-e t-eycóv cóv. To daví da víaa Lutero Lut ero lo compre com prendía ndía así, en tanto que Calvino da un paso decisivo al considerar como xaz-zycóu no ya el imperio, sino la predicación de la palabra de Dios. La idea de fuer zas y poderes retentivos y retardadores puede apreciarse probablemente en todos los grandes historiadores. Nietzsche, furioso, veía precisamente en Hegel y en el sexto sentido de los alemanes, es decir, en el histórico,
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Carl Schmitt
al gran retardador en el camino hacia un abierto_ateísmo-. En-)-a -Wakrrss- ckichtsr^üfopas (IH "516, 915) de Hans Freyer, publicada recientemente, aparecen fuerzas retentivas como xaz-sy¿w~ec,. xaz-sy¿w~ec,. Claro está que debe mos guardarnos de emplear este término como como designación generalizadora de tendencias meramente conservadoras o reaccionarias. No hemos de aplicarlo para añadir con los términos «conservador» y «retardador» algunos nuevos ejemplares a las colecciones diltheyanas de tipos del historicismo. La originaria fuerza histórica que reside en la figura de un zat-sy t-syccúv subsiste a pesar pesa r de ello ello y e s cap c apaz az de superar la parálisis pará lisis escatológica que sobrevendría de otro modo. En tercer lugar, señalaremos la infinita unicidad de lo históricamente real. Enlazam En lazam os con un pasaje pa saje del libro libro de Lowith (pág. 196), donde don de dice que el mensaje del Nuevo Testam ento no fue un llama llamamient miento o a la acción histórica, sino sino,, a la penitencia. Ahora bien : puede decirse que la historia en modo alguno consiste en llamamientos a acciones históricas. Antes bien, es como una marcha a través de penuria, hambre y fortalecedora impotencia. Mas, para esclarecer nuestro pensamiento, opongamos a la frase de Lowith otra que quiere mantener alejadas todas las neutraliza ciones filosóficas, éticas o de cualquier índole y aventuremos esta afirma ción : el cristianismo, cristianismo, en su quintaesenc quint aesencia, ia, no es una moral ni una un a doctri na, ningún sermón de penitencia, ni una religión en el sentido de la cien cia comparada de las religiones, sino un suceso histórico de infinita, in apropiable e inocupable unicidad. Es la encarnación en la Virgen. El credo cristiano nos habla de procesos históricos. Poncio Pilatos ocupa en él un puesto esencial, no sólo como hombre desafortunado, extrañamente descarriado hasta llegar allí. El cristiano contempla retrospectivamente sucesos consumados y halla en ellos la razón e imagen esenciales en cuya contemplación activa el oscuro sentido de nuestra historia sigue crecien do. De aquí ha surgido la imagen mariana de la historia de un gran poeta alemán: el Epimeteo cristiano, cristiano, de Konrad Weiss. En la revista vienesa «Wort und Wahrheit» (abril, 1949), Friedhelm Kem p ha publicado un ex ce lente trabajo introductivo sobre este téma. Para Konrad Weiss, las fuer zas meramente retentivas no bastan. Nos dice que las circunstancias his tóricas pueden siempre mejor ganarse que retenerse. Su visión mariana de la historia puede, ciertamente, desecharse como mera mística de la his toria. Pero con ello no queda desvirtuada su oscura verdad, ni tampoco su importancia como fuerza histórica, opuesta a la neutralización de la historia, tendente a convertirla en lo humano, con carácter general, en museo del pasado y en disfraz alquiladizo para vestir la desnudez de las interpretaciones activistas de lo que carece de sentido.
Tres posibilidades de una visión cristiana de la historia
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Todo esto—el gran paralelismo, el xax-eytay y el Epimeteo cristiano— cristiano— los convierte para nosotros el libro de TLárl LüwitTi T/feaning inlTistory en tema de d e candente cand ente actualidad actu alidad . Al proclamarlo así, distinguimos distinguimos su litro de multitud de otras publicaciones que tratan de temas históricos y de filosofía de la historia. Sacamos conclusiones concretas del gran impacto de su análisis crítico, y de nuevo nos atrevemos a hablar de una historia que no sólo es archivo de lo que fue, mas tampoco imagen humanística reflejo de la propia personalidad ni mero trozo de una naturaleza que gira encerrada en sí misma, sino un encuadramiento—agitándose en grandes testimonios y creciendo en poderosa creatividad— de lo eterno eterno en ^ transcurso transcurso de los tiempos, un arraigar en el dominio dominio telúrico del sentido, por penuria e impotencia, esperanza y honor de nuestra existencia. Ca r l
(Traducción del alemán, por por Francisco de A . Ca ballero.)
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El Cristianismo no es un humanismo, por Raimun............. .fy...................................................... do Pani\er ............. Gobernantes y gobernados en la hacienda de Cas t i lla ll a (T536-rT 536-rT556), p o r Ramón Carande..................... Carande ..................... ~Los amores de Don Melón y Doña Endrina. Notas sobre el arte de Juan Ruiz, por Femando Láza ro... ro...
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Tres posibilidades de una visión cristiana de la histo ria, por Cari Schmitt............................................................ Schmitt............................................................ In f o r m a c i ó n
c u l t u r a l d el e x t r a n j e r o
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El mito Masaryk, por Pablo Tiján ............................... 242 Lírica sueca contemporánea, por Ernst Al\er ........ ........ 260 Las últimas obras de Ernst Jünger, por Carlos Cas268 tro Cubells............................................................................. Cubells ............................................................................. Noticias breves : Ciencia y política.—Nuevos centros centros europeos de cultura....................................... .............. .
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Carta de las regiones : Cáceres, por Valeriano Gutiérrez Maclas .......................................................................
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Bi b l i o g r a f í a : Un gran libro sobre el arte hispanoamericano, por José M.° de Azcárate ................
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Espiritualidad : A b d -EL-Ja LIL, JEAN : A spe cts inté intérie rieurs urs de -l ’ Islam, Islam, por por Raimundo Pam\er .......... ..........
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Filosofía y Psicología : A e b i , MAGDALENA : Kan ts Begründung Begründung der «Deutscb en Philosop'hie»' (L a funfundamentación kantiana de la «filosofía alemana»), por Alberto Pérez Massegosa... MARCO MERENCIANO, F r a n c i s c o : Tres ensayos psicológicos, por Sebastián García Díaz ................................... ..................................................... ...................................... ........................................ ........................................ ....................................... .....................
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Historia : B e n z , R i c h a r d : Wandel des Bildes der Antike in Deutschland (Transforma ción de la visión de la antigüedad en Alemania), por Martín Sánchez Ruipérez... 312 D e LA TORRE, A n t o n i o Documentos Docume ntos sobre relaciones internacionales internacionales de — -— los Reyes Católicos. Vol, II (1484-1487). ÜRTIZ DE MoNTALVÁN, GONZALO: R e gistro general del Sello, por José Cepeda Adán .................................. ..................................................... ............................... ............ 315
Medicina : L a ÍN E n t RALGO, PEDRO : Introducción histórica al estudio de la Pato logía log ía ................................................... ....................... ...... ...................... psicosomática, por José Luis Pinillos.. .................................
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Arte : S u b i r á , J o s é : El teatro del Real Palacio. Id e m : El compositor Iriarte y el cultivo del melólogo, por Miguel Querol...........................................................................
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Derecho : AZCÁRRAGA, JOSÉ L u i s D E : El corso marítimo, por José Enrique Greño Velasco.................................. ...................................................... ........................................ ........................................ ........................................ ..................................... ............................ ...........
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Geología : M e l ÉNDEZ, BERMUDO : Tratado de Paleontología. Vols. I y II, por José Cebriá Esparza ..................................................................................................................................
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Revista de revistas. Libros recibidos... .
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